REVISTA AZTLÁN

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San Pedro Huamelula AÑO XXII Número 03 15 / ABRIL / 2011 Conjugación del verbo comer en lengua chontal * QUECUTLIPA (doncella dos flores) * EL PANNAG COTÉ (el río de los siete cuerpos) LEYENDAS...

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Es una revista cultural, para esta edición se enfocó en la cultura chontal establecida en la Comunidad de San Pedro Huamelula.

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San Pedro Huamelula

AÑO XXII Número 03

15 / ABRIL / 2011

Conjugación del verbo comer en lengua chontal

* QUECUTLIPA (doncella dos flores)

* EL PANNAG COTÉ (el río de los siete cuerpos)

LEYENDAS...

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Año XXII Número 03 15 de Abril de 2011

Fundador: Faviola Onofre Fermín y Nery Ortíz García

Director: Faviola Onofre Fermín

Editor: Nery Ortiz García

Fotografía: Nery Ortiz García

C O N T E N I D O

Leyendas:

3 El pannag Coté (El río de los siete cuerpos)

8 Quecutlipa (Doncella dos flores)

11 Conjugación del verbo comer

Esta tercera edición está dedicada nue-vamente a la comunidad de San Pedro Huamelula por ser una de las comunida-des principales donde se establecieron los chontales y además es una cultura que se sustenta actualmente sobre sus mitos y leyendas. Asimismo, este municipio se ha encargado de rescatar la lengua chontal a través de la educación implementada en dicha localidad.

Las siguientes historias están sustentada en experiencias personales de los pobla-dores de Huamelula, personas que han partido de este mundo y sin embargo han dejado su huella en la historia de esta lo-calidad chontal. Esperamos que disfrute de las leyendas mientras aprende las for-mas de vida de este grupo cultural.

E D I T O R I A L

2Foto: Nery Ortiz García

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EL PANNAG COTÉ(el río de los siete cuerpos)

Cuentan los ancianos de San Pedro Huamelula que, después de que

los huaves provocaran el diluvio para llevarse a su princesa a San Francisco y San Dionisio del Mar, los Chontales de Huamelula recibieron a cambio se-quía, calamidad, hambre y enferme-dades durante varios años; las lluvias se alejaron, se secaron los ríos, los arroyos, los aguajes, las lagunas; mu-rió mucha gente y muchos animales bajaron al pueblo en busca de agua y en plena convivencia, como hermanos, se vieron con el hombre por única vez venados, zorros, ardillas, zorrillos, tigrillos y aves de diferentes clases.

También esa vez los habitantes de la población, siguiéndo la costumbre de otras épocas, en varias ocasiones hicie-ron procesiones con los santos de la pa-rroquia de San Pedro. Sacaron a la vir-gen de la Soledad, al Cristo Crucificado, a la virgen María y San José y a otros más; los pasearon al medio bajo el sol ardiente para que sintieran el intenso calor y provocaran la lluvia, pero este intento fue inútil; se reunieron frente a la parroquia de San Pedro los creyen-tes de la iglesias de San Sebastián, de Santa Cruz y del Santo niño de Atocha, oraron y entonaron cantos sacros al Dios de la lluvia que también resulta-ron infructuosos. Se convocó a los an-cianos más sabios de la población para hacer llover, pero también resultó inútil.

3Foto: Nery Ortiz García

Por Leandro Martínez Machuca

Río de San Pedro Huamelula

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Entonces se reunieron los brujos de la población y en pleno día realizaron sus actos de hechicería, invocaron a sus dioses, celebraron ritos, quema-ron la flor del copal (hipá astoraque), danzaron descalzos a plena luz del día, rogaron a Tlapocna-tlotaá-lemaá (Dios Padre del Cielo) que les enviará la lluvia. A pesar de que los ancianos y ancianas del lugar ayunaron duran-te siete días y siete noches, echaron a volar las campanas, toda la pobla-ción se arrodilló en el atrio de San Pe-dro para que los dioses se compade-cieran y les enviaran la lluvia, todas estas súplicas fueron también inútiles.Ante la necesidad por la sequía, la sed y el hambre mucha gente, du-rante la noche o muy temprano,

salía a buscar el preciado líquido. Unos se internaban río arriba para es-carbar los pozos, pasando por los lu-gares conocidos como: La Casa del Lagarto (Ajútl aymoó), el rio del Zapo-te (Pannag monlés), el rio de la Jícara Honda ( el Meecoó), y algunos llegaron hasta el rio Gavilán (Pannag cuí), sin conseguir nada. Otros, con el mismo propósito, caminaron río abajo pasan-do por Los plátanos enanos ( Lananki-ñá-hueyhué), El pie del Cristo ( Mish-cristo), El lugar donde sopla el viento (La-pohuá), por El tronco (el Pusshí), El corral de leña (Tajli-eck), El lugar de lumbre (Jac-uncua), pero también todo resulto inútil, porque los vene-ros ya estaban completamente secos.

4Foto: Nery Ortiz García

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Una tarde, el seños Lucas Ciriaco o Lucas Pumá, al regresar de su trabajo trajo su bule (calabazo) lleno de agua. La gente muy intrigada, le preguntó donde había encontrado el agua, a lo cual el contestó:--La traigo del río de los Plátanos (Pan-nag-hueyhué), donde hay un pequeño pozo que a diario se llena y por la mañana los animales de esos cerros beben agua.Entonces, toda la población sedienta se encaminó a dicho lugar, que está a tres kilómetros de la población, donde loca-lizó el pozo, confirmando de este modo lo dicho por el señor Lucas, sin embar-go, resultó insuficiente el agua para darle de beber a toda la población y a los animales que para entonces ya for-maban parte de pueblo de Huamelula.Así ,lo de Huamelula sobrevivieron mu-chos años de sequía, muchas persona emigraron y se fueron a vivir a oras partes,

algunos se fueron a vivir a la Costa del Tablón, donde se estaba construyendo lo que en la actualidad es el puerto de Salina Cruz, otros de fueron a la Sierra, a Miahuatlán, a Pochutla, a Puerto An-gel, o a Puerto Escondido; otros más emigraron a las fincas cafetaleras de El Mirador, La Constancia o La Alemania, y muchos más que tenían fe y arrai-go as su tierra, se quedaron a afron-tar la sequia y a esperar un milagro.Cuentan los ancianos que rio arriba, al pie del templo de San Pedro, todas las tardes la gente observaba que en un cause del rio Huamelula se re-unían parvadas de pájaros bobos, palomas, sanates, zopilotes, patos, urracas, colibríes, y todo simulaban bañarse en la arena y con sus picos escarbaban queriendo hallar agua.

5Foto: Nery Ortiz GarcíaRío de San Pedro Huamelula

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Una tarde que pasaba por ahí el se-ños Lucas Ciriaco, mirando a esos pá-jaros revolotear, se acercó y vio cómo los sanates trataban de escarbar en la arenas con sus picos, entonces por curiosidad se acercó y al poner la oreja sobre la arena escuchó bajo la tierra un ruido parecido al que hace una carreta al rodar. Era una corrien-te de agua. Quedó muy impresionado por el descubrimiento y de inmediato regresó a su casa y contó a su fami-lia lo que había escuchado, después contó a sus vecinos y a toda la gen-te el milagro que había presenciado.Algunas personas pensaron que Lucas Ciriaco estaba perdiendo el juicio, pero también muchos habían quedado in-trigados por lo que habían escuchado,

entonces un grupo de vecino se tras-ladaron al lugar y procedieron a ha-cer lo mismo, poniendo su oído en la arena y comprobando que lo di-cho por Lucas Ciriaco era verdad, por lo que de inmediato comunicaron a las autoridades del lugar y al señor cura, quien dando vuelo a las campa-nas de la parroquia informó de esto al pueblo creyente, mientras que en el municipio el presidente reunió al pueblo en general para informarles de la buena nueva. De aquí surgió la idea de trabajar por la vía del tequio. Al día siguiente se organizaron fren-te al palacio municipal hombres, ni-ños y mujeres portando una coa o machete, y otros azadón, pico o pala,

pero todos como u n solo hom-bre dispuestos a trabajar para con-seguir el preciado líquido, que has-ta ahora la naturaleza les había negado. La tarea estaba impues-ta: escarbar un pozo, un gran pozo.Los trabajos duraron siete días y siete noches, durante le día el tequio fue co-munal y durante las noche los trabajos fueron voluntarios., alumbrados con el ocote o el corazón de la grisiña traí-dos de la sierra del Centro gris (Ijualaj-tzin), hasta que por fin un día encontra-ron el venero subterráneo que corría en el mismo cause del río Huamelu-la. El pozo era profundo, medía sie-te cuerpos de profundidad, razón por la que los de Huamelula a este punto del rio lo conocen como PANNAG cote.

6Foto: Faviola Onofre Fermín

Iglesia de San Pedro Huamelula

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Según cuenta la tradición de Huamelu-la, después de encontrar el agua toda la población festejó con algarabía este milagro, bebieron agua hasta saciar su sed, dieron de tomar a todos los ani-males que ya eran como una familia. También se cuenta que al día siguiente bajaron en procesión a todos los santos de la parroquia de San Pedro, los baña-ron y les lavaron su ropa. Hasta la fe-cha se guarda la costumbre que en las vísperas de Semana Santa, las mujeres de Huamelula se reúnen en el Pannag cote para el lavado y planchado de ropa a todos los santos. Al final todas toman un rico atole de granillo, servido en grandes jícaras hondas (apumpus), acompañado de conservas de plátanos, papaya orejona o dulce de calabaza,

también se sirve comida, tortas de huevo con tancuiches (pececillos menudos), así como el atole blan-co y tlayudas o ampimas (gorditas).Los ancianos que vivieron en aquella época cuentan que hasta la fecha, por las noche, se escuchan extraños ruidos subterráneos en dicho lugar y las personas que viven muy cerca de Pannag cote lo consideran como sagra-do por hallarse al pie de la parroquia de San Pedro y porque en su momen-to salvì a Huamelula de morir de sed. De este relato, ¿Quieres comprobarlo?, ve a Huamelula y toma un delicioso baño en el Pannag cote y experimenta la sensación producida por este relato de la tradición chontal de Huamelula.

7Foto: Faviola Onofre FermínRío de San Pedro Huamelula

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QUECUTLIPA(doncella dos flores)

Esta leyenda data antes de la llegada de los españoles a nuestro país, quie-nes en su momento y durante la con-quista, destruyeron a su paso toda la cultura indígena; sin embargo, algu-nos grupos étnicos lograron salvarse de las garras de los conquistadores, como en el caso de los Chontales del Estado de Oaxaca, que para salvarse se escondieron en las escarpadas mon-tañas de Cempoaltèpec, razón por la que existe la siguiente leyenda que se cuenta de generación en generación.

En el pueblo de Santa Catarina Quierì, por el año de 1350, vivía una anciana nonagenaria llamada Quecutlipa, que en chontal significa Doncella dos flores (deocue, dos; hipà, flor), quien en su tiempo fue nodriza del penúltimo rey chontal, Amashi Tlapique. La Doncella Quecutlipa acostumbraba a salir de su hogar todas las mañanas a muy tem-prana hora, recorría los márgenes del rio para aspirar el perfume de las flores en primavera, que muchas de ellas adorna-ban las orillas del encantado rio de los Pavos. En el reflejo de sus aguas crista-linas, contemplaba su fatigado rostro.

Quecutlipa, la doncella de Amashi Tla-pique, frecuentaba todas las mañana el rio de los Pavos, donde en un acto de reverencia permanecía por mu-cho tiempo orando a su único Dios, padre y rey supremo, Amashi Tlapi-que , creador de la nació chontal,

para que la mantuviera entre los mor-tales con cuerpo y alma purificados, encomendándose no pocas veces a su padre y rey Amashi Tlapique, a quien en vida consideró su progenitor. La doncella dos flores, después de aspirar el perfume de las flores silvestres y es-cuchar el trino de los pájaros diversos, retornaba a su humilde choza con un ramo de flores y con un cirio que toma-ba de los siete que ofrecía a los dioses durante la semana en la ermita para pe-dirles salud y bienestar para su pueblo. Esta era la actividad diaria de la anciana.En una ocasión Quecutlipa, al introdu-cir sus sedosas manos en las aguas del rio de los Pavos, experimentó una sen-sación jamás antes sentida y al dirigir-se a un frondoso manglar cubierto de enredaderas, donde había pinos, oya-meles y cedros, sintió una gran tran-quilidad en su alma y a la vez recibió un fuerte ánimo de seguir viviendo.A pesar de sus años de fati-ga, la sensación que experimen-tó esta vez fue algo indescriptible,

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Foto: Nery Ortiz García

Por Leandro Martínez Machuca

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en ese momento no alcanzó a entender la energía que su cuerpo estaba reci-biendo, y siguió avanzando río arriba; al detenerse nuevamente sintió la grata sensación, que la invito a sentarse y re-flexionar acerca de su pasado y el de su pueblo, que la tenia preocupada por la situación en que sus hermanos chonta-les estaban viviendo: miseria, hambre, enfermedades e injusticias. . Entonces, a medida que avanzaba río arriba sin-tiendo que su corazón palpitaba con más fuerza, los músculos de su rostro de contrajeron y sus ojos adquirieron mayos lucidez y claridad, sus oídos fue-ron estimulados por un suave melodía, tal vez provocada por la corriente del río al chocar con las rocas y la are-na, o por el sonoro canto de las aves.

La anciana Quecutlipa no quiso quedar-se con la duda y se encamino a averi-guar lo que sus encantados oídos escu-chaban; se adentró en la maleza, donde pudo descubrir que en una oquedad de la ribera, al pie de un enorme acantila-do, se hallaba un gran penacho cubier-to de enredaderas de flor de cántaro (hipa-jutii), donde se encontraba un enorme huevo de pava del tamaño de un pelota mixteca, con puntos rosados.

La anciana, frente a este hallazgo, se acerco con la mayor delicadeza, tomó el enorme huevo y por instin-to maternal lo guardo en su seno.

Quecutlipa regreso a su choza sin comunicar a nadie su hallazgo.

9Foto: Faviola Onofre FermínComunidad de San Pedro Huamelula

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Al llegar a su morada, con sumo cui-dado arropo el huevo con algodón y lo guardó en un canasto; en seguida se traslado al templo, donde oró a sus dioses y les comunicó su encuentro.La anciana, como era su costumbre, seguía practicando sus oraciones, has-ta que una noche al acostarse sintió dolores en el vientre tal como los expe-rimenta una mujer que va a ser madre.

Ella, asombrada, se decía a sí misma que a su edad no era posible; sin em-bargo, en ese momento escuchó un sonido que provenía del rincón de la casa donde días antes había guarda-do el huevo de pava, sigilosamente se acercó y vi que el huevo aumentado de tamaño y alcanzaba el de una cala-baza, y uno de los puntos rosados se había perforado un agujero como el de ojo de una lechuza; lo quiso tomar de un mano pero no pudo, entonces la tomo con las dos, pues sintió que el huevo pesaba más de los normal, la curiosidad la obligo a asomarse cuando percibió que dentro del huevo se en-contraba un niño, ¡Sí un hermoso niño que trataba de liberarse del cascaron!

La anciana Quecutlipa, sobreponiéndo-se a su desconcierto, decidió arropar nuevamente el huevo para darle ma-yor calor y lo devolvió al lugar donde antes se encontraba. La anciana nodri-za paso esa noche con fuertes dolores de vientre pero con más tranquilidad,

, porque presentía que los dioses le enviaron el milagro de tares un niño a través de un huevo de pava.

Al día siguiente, como de costumbre, Quecutlipa se levantó muy temprano y por curiosidad nuevamente se asomó donde se hallaba aquel hermoso hue-vo, entonces pudo apreciar que ya es-taba partido en fracciones y en su lugar hayo un hermoso niño, pero un niño muy diferente a los demás, porque en su ancha frente poseía tres cuernitos. La doncella Quecutlipa, en ese instan-te sintió que una fuerza extraña se apoderaba de su cuerpo y, sin saber porqué, un miedo terrible estreme-ció su ser; sin embargo, se sobrepuso, se levantó con esfuerzo y en vez de ir al rio, como era la costumbre, fue a la ermita, donde los sacerdotes chontales estaban reunido orando a sus dioses. Despues de contrales en formas deta-llada toda la historia, muchos de ellos se rieron de la anciana, otros se burla-ron y muchos de ellos le creyeron, en-tre ellos estaba el rey Amashi Tlapique.

Por curiosidad o por convencimien-to, todos los sacerdotes presentes acompañaron a la anciana hasta su humilde morada y pudieron com-probar que era verdad y que real-mente existía aquel niño de quien momento antes le había platicado...(continuará en la próxima edición, es-pérala).

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PRESENTE

Yyasagoduy………………………………………………………………………...estoy comiendoYyakmane sagoduy………………………………………………yo también estoy comiendo¿Shagoduyma?....................................................................¿Estás comiendo?Ytiuguagmane shagoduy………………………………………...Él también está comiendoYyancmane sagoday……………………………….Nosotros también estamos comiendoLittiuguagmane sagoday……………………………………Ellos también están comiendo

FUTURO

Yya sagoma………………………………………………………………................voy a comer Yya sagota……………………………………………………………………………….voy a comerYma ságoma…………………………………………………………………….....vamos a comerIttiuguagmane shagona………………………………………………Él también va a comerLyansmane sagomé…………………………………….Nosotros también vamos a comerLittiuguagmane shagomé………………………………………Ellos también van a comerLya sagota porque lekma…………………………..voy a comer porque tengo hambre¿Shagoduyma?....................................................................¿Estás comiendo?¿Ima sagoduy?....................................................................¿Estás comiendo?

VOCABULARIO

Toj’me mé laj’taygui………………………………………………Hablemos nuestro idiomaIma’ñullyl awajmulyl……………………………………………………………..Tú eres un niñoHuamelula Lay Pigedá………………………………………………Huamelula es mi puebloLay ñana paseduy L’añik………………………………………..Mi mamá está trabajandoJueluj’ma……………………………………………………………………………….......Huele malSagomé……………………………………………………………………………….Vamos a comerJo’sa’tes’pasek……………………………………………………………………Hola, cómo estasÑikata lay ñejulj…………………………………………………………………Bonita es mi casaGa’a lay ñejulj………………………………………………………………………esta es mi casa

Conjugación del verbo comeren chontal

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Foto: Faviola Onofre Fermín