12Revisión y comentarios sobre lamás importante bibliografía ecuatorianadel siglo XX referente a Espejo

Germán Rodas

RESUMEN

El "Taller de Historia de la Medicina en el Ecuador" de la Universidad Andina SimónBolívar, Sede Ecuador, impulsó la reflexión sobre la obra y el pensamiento deEugenio Espejo. A propósito de tal circunstancia consideró indispensable, además,aproximarse en el conocimiento de cuanto se ha escrito, especialmente en el sigloXX, respecto a tan ilustre quiteño. Este trabajo aspira a cumplir el interés referido.

Para el efecto -yen la perspectiva necesaria de configurar el listado bibliográficocorrespondiente-, se efectuó la búsqueda de los libros, artículos, monografías y tesissobre Eugenio Espejo en las bibliotecas de las universidades Central, Católica yAndina Simón Bolívar. En igual perspectiva se trabajó en la Biblioteca AurelioEspinosa Pólit, en la Biblioteca Nacional y en la del Banco Central. Vía internet serevisaron los contenidos bibliográficos sobre Espejo de las bibliotecas de la univer-sidades nacionales de Cuenca y Loja, de la Universidad Católica de Guayaquil, de laTécnica de Ibarra y de la Escuela Politécnica del Chimborazo.A más del listado, se ha pretendido establecer una catalogación temática a base dela visión desde la cual los autores han tratado el pensamiento y la obra de EugenioEspejo, en cuyo entorno es menester señalar que se han efectuado varios listados deautores a partir del eje transversal de sus estudios, lo cual ha determinado que elilustre quiteño fuese considerado como precursor de la Independencia y emancipa-dor, así como que se reconociera su invalorable aporte en el campo de la medicina ysu indiscutible labor pionera en el campo del periodismo.

En el "Taller de Historia de la Medicina en el Ecuador" -de laUniversidad Andina Simón Bolívar-, a propósito de sistematizarla obra y la figura de Eugenio Espejo, y -a contrapelo- de cono-

cer cuanto se ha escrito sobre aquél, quedó evidenciada, temprana-mente, la circunstancia que sobre el mentado Espejo existe una pro-ducción nacional bibliográfica extensa y que, si bien se han logrado enlos últimos años estudios excepcionales y aportes sustantivos sobre tanpreclaro ecuatoriano, no es menos verdad que no ha existido una pro-

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ducción que abordara integralmente su pensamiento y su obra multi-disciplinaria, tarea esta que no podía ser trabajo de alguien en particu-lar sino el ejercicio académico de un colectivo, también interdisciplina-rio, como el que hemos podido reunir en esta oportunidad, que ademásha sido convocado para retratar el tiempo en el que vivió tan importan-te figura de nuestra historia y las influencias que sobre él ejercieran losacontecimientos históricos de ese período.

Empero, cuando hablamos de la producción bibliográfica sobreEspejo, es de rigor mentar -aunque sea con la brevedad del caso- que,como en la circunstancia de todo hombre trascendente, la obra y lasideas de Eugenio Espejo han sido motivo de estudio -y por qué no decirde interpretaciones diversas-, por parte de importantes académicosextranjeros que han sabido aquilatar la trascendencia de su pensa-miento.

Tal es el caso del prestigioso académico e historiador alemánEkkehart Keeding -quien nos ha honrado con su presencia y sus cono-cimientos sobre Espejo y su época-, o del historiador colombiano LuisAugusto Cuervo, quien en 1947 publicara "Elogio de un Precursor", insi-nuando con aguda percepción que la trascendencia del pensamientolibertario de Espejo fue de tal naturaleza que logró eco en otras latitudesde la región andina, predisponiéndolas a enfrentar al colonialismo.

A más de los citados autores, es indispensable recordar las opinio-nes del humanista español Marcelino Menéndez y Pelayo, quien, en elentorno de su particular visión que da cuenta de la contribución deEspaña a la ciencia ya las artes, produjera en su Historia de las ideasestéticas un estudio particular sobre "El Doctor Espejo y su obra".

Con igual interés, el argentino José Torre Revello -en su libro publi-cado en 1940 La imprenta y el periodismo en América durante la domi-nación española-, estudió a nuestro quiteño como un artífice en laconstrucción del periodismo latinoamericano. A su vez, la norteameri-cana Beatrice Newhall en su texto llamado "El ecuatoriano EugenioEspejo", editado en 1936, dio cuenta, en su concepto, de uno de losilustrados más importantes de su tiempo, concepto que posteriormenteotro norteamericano -bastante conocido por todos nosotros-, PhilipAstuto, lo retomara con fuerza y de manera exclusiva para referirse ensus libros sobre nuestro Eugenio Espejo, provocando, a la par, contro-versias con quienes miran al quiteño Espejo como alguien formado másallá de las escuelas de la Ilustración.

Junto a los mentados autores extranjeros no puede dejarse de ladoel importante trabajo del colombiano Antonio Cacua Prada, que hicieraun estudio comparativo entre el patriota colombiano Nariño y el ecua-toriano Espejo, en aquel texto llamado "Dos adelantados de la libertad",en el que se reivindican sus roles de precursores de la Independencia.

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y ha de reconocerse, también, el aporte del filósofo argentino ArturoRoig, quien trató el tema de Espejo catalogándolo en el entorno de loque él define como el humanismo ilustrado, a propósito de su estudiosobre el "Humanismo ecuatoriano de la segunda mitad del siglo XVIII".

No obstante, muchos de aquellos estudios, como tantísimos de losque se han producido en el país, transitaron por un derrotero más omenos similar que es fundamental precisarlo a fin de comprender laheterogeneidad de los mismos.

Tal circunstancia es la referente al conocimiento parcial-por no deciral desconocimiento- de los escritos del doctor Espejo de los que padecie-ron sus estudiosos en un primer momento, así como a la incomprensióny a la distorsión de la época histórica -no solo regional sino universal- enla cual le correspondiera vivir y morir a nuestro personaje.

La realidad enunciada favoreció para que en el siglo XX muchos desus autores novelaran la vida de Espejo a propósito de escribir su bio-grafía; para que otros no encontraran su valía como científico; para quetantos incomprendieran su pensamiento estructural en su actividad pre-cursora, y para que no pocos lo encasillaran como una especie de par-lante de la Ilustración que por aquel entonces llegaba a nuestros territo-rios. Por ello no ha de sorprendernos, tampoco, que alguien dijera queEspejo como buen lector repitió ideas que ya estaban en la conciencia deotras latitudes geográficas y que su afán periodístico debe ser compren-dido, pues, como el primero existente en el país, pero no como el mejor.

Bajo estos conceptos, entonces -y con la finalidad de rescatarlo delos dominios del mito, como dijera tan superficialmente HernánRodríguez Castelo, refiriéndose a Espejo-, aparecieron textos que antetodo dieron cuenta de la subjetividad de sus autores.

Por ello, es imperativo recuperar la formidable labor investigativa devarios académicos que al descubrir y redescubrir los escritos de Espejo,que luego de interpretar adecuadamente las circunstancias históricas desu tiempo, que posteriormente de haber valorado con rigurosidad suaporte a la ciencia, han permitido, entre otras cosas, que la producciónbibliográfica de los últimos años referente al quiteño asumiera matices:le seriedad, más allá, desde luego, que para este mismo objetivo el avan-ce de los instrumentos investigativos hayan contribuido de manera tras-cendente a fin de que la excelencia, la verdad, la comprobación -la cien-cia, en suma- se abriesen camino en medio de las pasiones, las inexac-titudes y la subjetividad.

y cuando se trata de señalar tales méritos académicos -que contri-buyeron a despejar las brumas que asechaban la vida, la obra y el pen-samiento del doctor Espejo y su tiempo-, y que gracias a una produc-ción bibliográfica rigurosa han permitido, además, desbrozar el tránsi-to para comprender la auténtica figura de Espejo, a riesgo de omitir

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nombres, he de consignar algunos de ellos que, además, nos acompa-ñan en este encuentro: los de Carlos Freire, Carlos Paladines, CarlosLandázuri, Rodrigo Fierro, Plutarco Naranjo, Jaime Breilh, EkkehartKedding, Jorge Salvador Lara. Sus producciones, a no dudarlo, nos hanacercado al auténtico Espejo, respecto a quien no podemos dudar comoun artífice sustantivo en la construcción del Estado nacional.

Solamente así ahora podemos comprender la labor precursora deEspejo, su bagaje de hombre formado en la Ilustración, las escuelas filo-sóficas que influenciaron en su pensamiento y en su quehacer y su com-promiso con un proyecto transformador -para cuyo fin acudió al perio-dismo y a la agitación-, y su trascendencia en el campo de la medicina.

y precisamente por lo afirmado, a contrapelo, podemos eximir deculpas a Gonzalo Zaldumbide, a Hernán Rodríguez Castelo, a MaxOntaneda, al padre Jorge Villalba, entre algunos que,.a su turno -y sinque aquella hubiese sido su intención de fondo- incomprendieron, enmi modestísimo concepto, la imagen de Eugenio Espejo, tanto que másde una novela -a manera de biografía-, como la de Enrique Garcés, viola luz a propósito de las fuentes bibliográficas que para entonces toda-vía fueron insuficientes.

En todo caso, no por lo dicho ha de soslayarse el importante cau-dal bibliográfico sobre el doctor Espejo, el mismo que siempre será tras-cendente a la hora, incluso, de ensayar un estudio que dé cuenta de lahistoria de la maduración del pensamiento ecuatoriano sobre EugenioEspejo. De tal caudal no puede dejar de recuperarse la formidable per-cepción que sobre él, a finales del siglo XIX, lograra vertebrar el histo-riador González Suárez, gracias a cuyo talento se aproximó a una valo-ración adecuada de Espejo, pese a la todavía ausencia de una informa-ción sistematizada sobre el patriota quiteño.

A partir de todas estas circunstancias he armado la lista bibliográ-fica del que da cuenta este trabajo, no sin antes advertir que la bús-queda de los libros, artículos, monografías y tesis sobre Espejo se efec-tuó en las bibliotecas de las universidades Central, Católica y AndinaSimón Bolívar de Quito. También se trabajó en la Biblioteca AurelioEspinosa Pólit, en la Biblioteca Nacional y en la correspondiente alBanco Central. Vía internet se revisaron las bibliotecas de lasUniversidades de Cuenca y Laja, de la Universidad Católica deGuayaquil, de la Técnica de Ibarra y de la Escuela Politécnica delChimborazo.

He de precisar, entonces, que no he elaborado tan solo una lista delos libros o artículos que tratan sobre Espejo y que fueran encontradosen las diversas bibliotecas, pues lo que he considerado prudente esestablecer una aproximación sobre la visión temática central con la cuallos distintos autores del siglo XX han estudiado a Espejo.

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En efecto, unos lo han aprehendido como emancipador, otros comomédico y Científico; también se ha estudiado su pensamiento político ysocial, su aporte en la historia de las ideas -es decir, como filósofo-, ydesde luego como periodista, más allá de que algunos biógrafos hanabordado -o han pretendido hacerlo- todas estas aristas de maneraconjunta. Empero, no dejaré de señalar, también, aquellos esfuerzos-seguramente controversiales- que insisten en que Espejo debe sercomprendido únicamente como representante de la tendencia ilustradadel siglo XVIII.

El encuentro con toda esta extensa bibliografía me ha puesto frentea una variedad de textos, pues existen libros y tratados densos y acu-ciosos en el estudio sobre Espejo -como innovadores en la comprensióndel talento del ilustre quiteño-, así como he detectado artículos un tantomás sencillos -por designarlos con un término- en relación a los ante-riores, pero que, en común, tienen el mismo mérito: haberse preocupa-do por uno de los personajes más trascendentes de la historia nacional,cuya producción todavía invita al debate y la reflexión críticas.

Algunos nombres se repiten en este acopio bibliográfico -segura-mente parcial-, y ello se debe a que Eugenio Espejo ha provocado quemás de un estudioso lo examinara respecto a cada una de sus activi-dades. Bajo esta circunstancia aparecen, entonces, algunos autoresque para cada una de las particularidades de Espejo han escrito unlibro O artículo específico, demostrando no solo su entusiasmo por apre-hender el comportamiento existente en Espejo, sino su afán por aden-trarse en uno de los más lúcidos pensadores y luchadores de la Patria.

Junto a los antecedentes expuestos -y a manera de digresión-, con-sidero indispensable precisar que la inicial hipótesis de que en las uni-versidades ecuatorianas el pensamiento de Espejo, su obra o su tra-yectoria histórica constituyen, todavía, un motivo recurrente de refle-xión y análisis, ha quedado desvirtuada de manera categórica por estainvestigación, pues no llegan a una decena las tesis o monografías tra-bajadas en los centros de educación superior sobre el ilustre quiteño,algunas de las cuales han sido insertadas como información de carác-ter complementario.

En este orden de cosas, en lo que sería un primer grupo de pro-ducción bibliográfica encontrada, hay un importante grupo de acadé-micos -con matices diversos en su concepción ideológica y en su visiónrespecto a los problemas estructurales de la Patria- que han trabajado,a lo largo del siglo XX, sus textos sobre Espejo a partir de considerarlocomo precursor de la Independencia y emancipador, lo cual de algunamanera, también, revela la circunstancia de que muchos de tales estu-diosas han sabido aquilatar en Espejo la inobjetable presencia de unpensamiento político y social-relativo al período y ante la situación par-

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ticular a la que se vieron abocados los indígenas-, asunto final este quese vuelve notorio en autores como Carlos Paladines, Jaime Breilh,Plutarco Naranjo, Juan Paz y Miño, Reinaldo Miño, Carlos Freire,Francisco Huerta, entre otros, y cuya puntualización la señalo en esteacápite de manera expresa.

Para los objetivos de este trabajo, y por ser los más, he agrupado aquienes consideran a Espejo fundamentalmente como precursor, perojunto a ellos están los autores que dan cuenta del pensamiento políti-co-social de nuestro patriota. En orden alfabético, tales autores son:

Abad Guerra, Ezequiel,1948 "Espejo hombre de su tiempo y fuera de su tiempo", en Revista Espejo,

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330 Germán Rodas

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Uno de los aportes fundamentales de Espejo se refiere a su contri-bución en el campo de la medicina, en cuya área sus estudios buscarondescubrir las razones debido a las cuales se producían las enferme da-

Bibliografía ecuatoriana del siglo XX referente a Espejo 331

des y las causas que favorecían su transmisión. Tal investigación seprodujo, especialmente, respecto a la presencia de la viruela, frente acuya entidad patológica no solamente que logró establecer las causasposibles de la propagación de la enfermedad, sino que señaló los meca-nismos profilácticos para evitarla. Si bien sus Reflexiones trataron fun-damentalmente respecto a esta pandemia, no es menos verdad que susobservaciones contribuyeron sustancialmente para enfrentar las enfer-medades de la época como fueron el sarampión, el tifus exantemático,la lepra y los males venéreos; todo ello, además, en el entorno de pro-puestas sanitarias que inauguraron, con certeza, la presencia de lasalud pública en el país. En este contexto, además, propuso reformasen la enseñanza médica que se concretarían, luego, con el aprendizajeadecuado de la anatomía, la fisiología y la botánica.

Junto a este formidable aporte referido al conflicto salud-enferme-dad, Espejo no se limitó a constatar las condiciones infrahumanas enlas que vivía la población sino que propuso soluciones a las situacionesapremiantes, lo cual, a su vez -como ya lo he afirmado en líneas prece-dentes-, demuestra la articulación de un pensamiento social referido enesta adicional lista de la bibliografía.

Diversos han sido los ecuatorianos -muchos de ellos médicos- quese preocuparon de interiorizarse en el aporte científico de Espejo. Talesestudios, empero, han sido disímiles pues ellos estuvieron atravesados,inicialmente, por una mirada que tan solo dio cuenta -a manera de pin-celadas biográficas importantes- de las hasta entonces aparentes opi-niones generales de Espejo respecto a los temas de la medicina, sinalcanzar a comprender, en su plenitud, la significación, los méritos y lavalía de sus enunciados.

Conforme en nuestro país fueron incorporándose al mundo de laciencia y la investigación médicos de formación rigurosa -y desde luegouna vez que en nuestro medio las escuelas modernas de la historia delconocimiento aplicadas a la realidad social de un período determinadocalaron en nuestros investigadores-, ellos comprendieron y aquilataronel formidable aporte de Espejo a la ciencia y, en ese contexto, nosdemostraron el trascendente valor de aquel en la salud pública, en laetnomedicina, en la biopatología alto-andina, en las causas sustantivasde la epidemiología de nuestro país. Tales ecuatorianos, fundamental-mente, son Gualberto Arcos, Rodrigo Fierro, Eduardo Estrella, PlutarcoNaranjo y Jaime Breilh, cuyo aporte bibliográfico sobre Espejo en lostemas mencionados ha dado un vuelco para aprehender, desde el perfilde la ciencia médica y desde la valoración adecuada de la investigacióncientífica, al doctor Eugenio Espejo.

Para los fines de este trabajo, en todo caso, enumero, en orden alfa-bético, a quienes han trabajado una bibliografía referente a Espejo

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como médico y científico, quienes -como se comprenderá-, desde diver-sas perspectivas y en momentos distintos, aquilataron el valor del médi-co Eugenio Espejo en la historia de la medicina ecuatoriana. Son ellos:

Arcos, Gualberto,1930 "El Doctor Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz y Espejo", en

Reflexiones médicas sobre la higiene de Quito, Quito, ImprentaMunicipal, pp. 9-43.

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Entre el jueves 5 de enero de 1792 Yel 29 de marzo del mismo añocirculó el primer periódico quiteño, Primicias de la Cultura de Quito(aunque antes, en noviembre de 1791, había circulado "Una InstrucciónPrevia"). Este hecho histórico, que ya lo referí en otro acápite de estetexto, hace que Gonzalo Zaldumbide -cuyos méritos hay que recono-cerlos luego de leer su novela Égloga trágica- dijera de Espejo que, "porcronología es el primer periodista, pero en calidad no logró serlo".

Si el sentido común no contribuyera a aproximarnos al entornohistórico en el que apareció Primicias de la Cultura de Quito, así comosi la más elemental investigación no nos hubiese determinado los obje-tivos y las perspectivas de Espejo para poner en circulación el periódi-ca, ciertamente que la frase de Zaldumbide pudiese quedar en elambiente y hasta podría contribuir a perturbar cualquier opinión sobreEspejo en su ámbito de periodista, tema respecto del cual existe unabibliografía que da cuenta -con aristas distintas- de las razones por lascuales el doctor Espejo debe ser considerado como el arquetipo del que-hacer del periodismo, porque no solamente cumplió la misión de darcuenta de su época, sino que se preocupó de orientar a su colectividaden la búsqueda de mejorar las condiciones de vida del conjunto de lacomunidad, a propósito, además, de hablarle con la verdad y de insti-tuir el mecanismo propicio para cumplir tal efecto.

Tales razonamientos están presentes -aunque con fundamentosdistintos y hasta contradictorios- en autores como Isaac Barrera,Aurelio Espinosa Pólit, Abel Romeo Castillo, Pedro Jorge Vera y EnriqueAyala, cuyas opiniones merecen ser resaltadas en este acápite, previa ala configuración de los autores ecuatorianos que han recuperado la

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trascendencia de Espejo como periodista; listado que, en relación aotros aspectos considerados en la vida del quiteño del siglo XVIII, no esextenso, lo cual, a su vez, demuestra que esta arista de Espejo deman-da todavía un riguroso estudio y una sistematización mayor.

En efecto, en la bibliografía ecuatoriana del siglo XX los autoresque han tratado la actividad periodística de Espejo son fundamental-mente los siguientes:

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Archivo Nacional de Historia y Museo Único, vol. 1,Quito, pp. 126-137.Cordero, Susana,1992 "Apuntes sobre Primicias de la Cultura de Quito", en Eugenio Espejo y el

pensamiento precursor de la Independencia, Quito, EdicionesADHILAC.Espinosa Pólit, Aurelio,1943 "Advertenciacrítica a El Nuevo Luciano de Quito", en ColecciónClásicos

Ecuatorianos, vol. IV,Quito, pp. 23-37.León, Bolívar,1945 "Espejo, paradigma de delincuente político y de periodista", en Revista

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Ecuador, No. 343, vol. LXXXVII,Quito, pp. 193-201.Vera, Pedro Jorge,1992 "Espejo periodista", en Eugenio Espejo y el Pensamiento Precursor de la

Independencia, Quito, Ediciones ADHILAC.

No quisiera poner fin a este trabajo sin recuperar dos asuntos tras-cendentes respecto a la bibliografía sobre Eugenio Espejo.

El primero: hay un núcleo de autores que se han esmerado, a par-tir de una rigurosa investigación y análisis pormenorizado de la figuray el pensamiento de Espejo, en demostrar que el ilustre quiteño confi-guró -como efectivamente lo hizo- un pensamiento que no solamentedebe advertirnos de su claridad política y social frente a la situación queentonces vivía la Colonia, sino que a partir de la comprensión por lacual atravesaron los diversos grupos sociales -a más de la aprehensión

Bibliografía ecuatoriana del siglo XX referente a Espejo 335

de problemas que entonces la ciencia y el empirismo no los había tra-tado- pudo construir una elaboración filosófica que, a su vez, se cons-tituyó en un eje central en la historia de las ideas que concurrieron a laconstrucción de nuestro Estado nacional. Tales autores son fundamen-talmente Eduardo Estrella, Carlos Freire, Carlos Paladines, PlutarcoNaranjo, Carlos Landázuri, Jaime Breilh y Rodrigo Fierro.

El segundo: de Espejo se han escrito muchas biografías -con elriesgo de toda biografía de direccionar el estudio del personaje confor-me el perfil y los intereses académicos del biógrafo y las carencias deinformación de primera fuente-, que, ascendentemente en el tiempo,han logrado una cada vez más próxima radiografía del personaje, gra-cias a la documentación archivística recuperada que ha permitido ubi-car en el justo término el quehacer de Espejo y, sobre todo, a la com-prensión cada vez más acertada del momento en el que vivió nuestronotable quiteño. Sin embargo -y a pesar 'de las obvias limitaciones queentonces existía para trabajar en las fuentes primarias-, la semblanzade González Suárez sobre nuestro patriota será siempre de las másimportantes y un punto referencial y de partida para todo cuanto vinoen la actividad biográfica posterior.

Lo afirmado es francamente notorio en los siguientes estudios,cuyo orden cronológico de aparecimiento es importante para dar aside-ro a las afirmaciones precedentes:

Arias, Augusto,1939 El cristal indígena. Biografía de Espejo, Quito, Talleres Gráficos

Nacionales.Barrera, Isaac,1939 "Eugenio Francisco Javier de Santa Cruz y Espejo", en Lecturas biográ-

ficas. Próceres de la Patria, Quito, Publicaciones de la AcademiaEcuatoriana de la Lengua, correspondiente de la Española, EditorialEcuatoriana "Plaza de San Francisco", pp. 33-41.

Benites Vinueza, Leopoldo,1941 "Un zapador de la Colonia. Notas para la biografía del precursor

Espejo", en Revista del Colegio Nacional Vicente Rocafuerte, Guayaquil,Ediciones Vicente Rocafuerte, No.XVlll,pp. 64-107.

Garcés, Enrique,1944 Eugenio Espejo: médico y duende, Quito, Imprenta de los Talleres

Municipales, p. 240.

336 Germán Rodas

Verdesoto, Raquel,1949 "Eugenio de Santa Cruz y Espejo, varón representativo de la Colonia

(1747-1795)", Colección Microbiografías, serie A, No. 3, Ambato,Imprenta Municipal, p. 17.

Rubio Orbe, Gonzalo,1950 Eugenio de Santa Cruz y Espejo. Biografía, Quito, Talleres Gráficos

Nacionales, p. 294.Vargas, José María,1968 Biografía de Eugenio Espejo, Quito, p. 108.Chiriboga Villaquirán, Marco,2005 Vida, pasión y muerte de Eugenio Francisco Xavier de Santa Cruz y

Espejo, Quito, Publicación del FONSAL, Imprenta Mariscal, p. 179.

La bibliografía de autores ecuatorianos sobre Eugenio Espejo,correspondiente al siglo XX, como se verá, es amplia y diversa. Esteestudio ha intentado que en él se registrara aquello que he podidoencontrar como publicaciones debidamente guardadas en los archivosy bibliotecas más importantes del país. Seguramente muchos textos noestén catalogados en las bibliotecas, pero aspiro que esta aproximaciónbibliográfica sea el inicio de una tarea siempre constante a propósito deredescubrir cuanto se ha dicho y se ha trabajado sobre uno de los per-sonajes fundamentales de la Patria, de quien todo cuanto se escribasiempre será insuficiente para comprender su auténtica trascendenciaen la vida nacional.