Revelaciones de la mente

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Revelaciones de la mente ___________________________________________________________ Mariano Daniel Parisí -Poemas & Relatos-

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Revelaciones de la mente

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Mariano Daniel Parisí

-Poemas & Relatos-

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Mariano Daniel Parisí

El arte de combinar las palabras constituye abstracciones de una profundidad

inconcebible, pensamientos que han sido inmortalizados hasta manifestarse en poemas.

Confesiones individuales pero a la vez formando parte de una misma historia dividida

en capítulos.

Estas memorias pretenden despertar la conciencia e invitan a viajar en la inconsciencia,

buscando la esencia de nosotros y de este modo encontrarnos y conectarnos con la

naturaleza humana, con el origen de todo.

La revelación nos utiliza como instrumento para expresar lo que habita fuera del cosmos

y así esparcir en una obra la interpretación de lo inexplicable, el arte.

El autor

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Mariano Daniel Parisí

¡Haz la prueba, escribe sobre el papel

las armonías de tu alma!…

Y la he obedecido

y he compuesto.

Ludwig Van Beethoven

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Mariano Daniel Parisí

-Capítulo Primero-

Creación

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El comienzo

En la reflexión primitiva del mar,

donde la historia de la vida comenzó,

la simétrica similitud que hemos de encontrar

en vidas pasadas y en lo que vendrá…

Largas noches en la fisura de la cortina,

debo aceptar por primera vez quien soy,

tal vez sumergirme en mis pensamientos,

creer que hay algo más dentro de ellos.

Olvidar lo que escuchamos y vemos,

esta percepción burda que nos rodea

y emprender el viaje más importante

hacia nuestra propia inconsciencia.

La abstracción de la memoria

nos habla en palabras mudas

¿qué conservamos?

si hasta de nosotros mismos

nos hemos despojado.

La poesía desnuda miradas

delira con descubrir de quien son,

la eternidad, un aviso, la música…

el olvido, la muerte,

el amor.

El viento soplando cenizas

con destino al mar,

restos finales que imaginaron amar

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y relatos que voy a confesar;

A hombros de un presentimiento se embarcó,

¿Quedarán misterios perdidos por descubrir?

Trazando los mares solo con el corazón,

la fe de algunos en leyenda se vio convertir.

En la premonición del llegar

y del partir

el timón siente olas yacer,

dejar de ser

para comenzar a sentir,

existe algo más en la creación

por conocer.

La revelación

Conozco un hombre cuyos ojos

traslucen las acciones de su inmortalidad,

sin arrepentimientos en sus arrugas

con alguna que otra historia por contar.

Se preguntó ¿por qué nadie lo tiene todo?

Aprendió a desprenderse de lo material,

aferró sus valores y no se permitió caer,

entendió que nadie, todo lo puede tener.

Dejó ir lo que nunca le perteneció,

lo intentó y lo aceptó.

Es tiempo para dejar continuar el reloj,

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lo intentó, y creo que lo admitió …

Las mentiras lo consumían,

poco a poco se reveló y decidió

no dejar pasar los años, no morir en vano,

arrepentido sin haber intentado.

No volveré a caminar solo, me hallaré,

aunque me lleve la vida, porque

¿qué significa ser libre?

Descubrirse en lo recóndito y cambiar.

¿Cuál es el significado de la vida?

Encontrar la esencia de cada uno,

conectarnos con la naturaleza humana,

dar esperanza a los demás.

¿De dónde venimos y adónde vamos?

No volveré, seré…

Aunque me cueste la vida, porque

¿Qué somos?

El renacer en lo oscuro, el cambio.

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El nacimiento

El nacimiento de una canción

es una compleja interacción

entre un hombre y su instrumento…

entrelazándose, fluyendo en la nada,

dándole forma al vacío,

encarnando en una conversación…

Es una especie de ritual trágico,

casi obsesivo, una vez entregados

no hay forma de liberarnos,

lo demás deja de tener sentido.

En el viaje nos perdemos,

en la ausencia nos volvemos el camino…

Cuando nos sumergimos en la armonía

nos elevamos, salimos del tiempo,

dejamos de lado los pensamientos

del primer plano,

nos desintegramos

y nos dejamos poseer…

Pues no nos pertenece

ni la melodía,

tampoco nuestro cuerpo.

Y aislados de nuestra naturaleza

en el vértigo del universo

uniendo la tierra y el cielo

es donde el ser se desprende,

se separa en dos

pero se une a todas las cosas

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inmateriales que sentimos.

Nuestras manos dejan de ser

nuestras manos,

el alma pasa a otro plano

anulado y devuelto

donde resurge lo que nunca podemos ver,

interpretando los sentidos,

en la aparente compleja creación

de una emoción…

Estamos desnudos ante el nacimiento,

Ante el cosmos, todo lo que nos dijeron

no existe, nada nos pertenece,

sólo la eternidad, la manifestación

de infinito en sí mismo,

de quién alguna vez nos creó…

Un viaje sobre alas de algodón

Hubo un tiempo en el que daba todo por existir,

Me negaba morir sentado en un callado sillón.

Tomaba lo que quería

y por nada iba a indagar,

no te rindas decía por doquier

y no te arrepentirás.

Fui convirtiendo mi espíritu en un astro muy alto,

Nunca presté apariencia a los pasos de la multitud,

Al principio aplaudía

lo que era mío sin madurar,

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al final rezaba por los siglos

que nos iban a acechar.

Y escribí en mi piel confesiones de sangre y barcos de papel,

me podría acostumbrar a viajar y nunca más volver

a las raíces de mis zapatos para dejar crecer

alas de algodón y tal vez un día volver a verte nacer.

El mundo regresó discreto y se arrimó a distinguir,

Las señales que devoraban sin piedad mi corazón.

Después pude decir

el sol en su momento alumbró,

dueño de lo que quiero

y ahora nunca podré ser feliz.

Cada tatuaje en este cuerpo y algunos me dejan ciego,

enredaderas brotaban afasias en mi desolación.

Antes que te alejes

me hubiera gustado despedirme,

sin embargo todas las cosas

suceden por alguna razón.

Y dibujé en mi piel confesiones de tinta… barcos de papel,

me podría acostumbrar a viajar y nunca más volver

a las raíces de mis zapatos para dejar crecer

alas de algodón y tal vez un día volver a verte nacer.

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La soledad de la ciudad

La soledad de personas

que transitan por las noches,

hablan ajenas, reposan en bancos

y duermen por momentos.

Las he visto día tras día,

ocaso tras ocaso, amaneceres enteros

mirando como el mundo se mueve

sin notarlos, siendo abandonados.

El misterio de la gente

que transita las calles desiertas,

buscando locales, mirando el cielo

durante atardeceres enteros.

No hay campos verdes

solo cables como enredaderas,

son el desamparo de la ciudad

que vive de prisa

y muere más rápido todavía.

Me ven pasar y los observo

señalar algo que no está,

imágenes que durante el amanecer

con la brisa desaparecerán.

El destierro los extravió

divagando sombríos,

se despojan de su cuerpo.

Pierden el anhelo, olvidan lo vivido.

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Y los veo temblar, se abrazan solas,

pues el frio llega hasta el alma.

Conversando en sueños, tal vez,

se acompañan solo de recuerdos.

Pienso que nosotros estamos

tan solos como ellos

conversando frente al espejo,

Pues ya nadie quiere entendernos.

Deberíamos detenernos

y ver un segundo lo que ellos,

como el tiempo oculta sonrisas

como la gente huye de sí misma.

La habitación del piano

Imagina una casa vacía muda bajo la luz del día

que a través de los vidrios naranja llega a tus pies…

Percibe el momento en que los recuerdos caminan,

reposan a tu lado, imagina la casa en otra vida.

Qué tristeza una habitación sin personas, sin risas,

los muebles tapados con blancas telas, viejos retazos,

aquel piano cubierto de polvo, muriendo sin prisa,

refleja la historia de aquellas tardes, de remotas sonrisas.

Sueño un enojo de repente impulsivo, angustiante,

¿Acaso habrá algo que no dijimos?, trazos guardados,

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palabras que murieron en el intento dejadas al vacío,

abandonadas en el descuido, pensadas para el olvido.

Recorro la avenida

en madrugada,

tibia pero fría,

húmeda y sombría,

la música escapa por las paredes

reclamando vida…

Los desaciertos vuelven

a las palmas de mis manos,

se transforman en arte

que refleja mi lado humano,

escapan en la imagen

que esculpe destinos,

se dibuja en la lluvia

la forma de su cuerpo,

desilusiones de un mar muerto.

Lienzo de sus pinturas

desteñidas por el rocío,

tal vez por sus lágrimas

o por la sangre

que vierten sus venas

reposando sobre flores muertas.

Imagina una casa perdida, muda bajo la luz de la noche,

que a través de los vidrios azules llega a sus pies

el claro de luna, la imagen sin vida

de una mariposa negra… de un ocaso sin nuevo día.

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Sacrificio

Los tambores suenan alrededor

y el fuego se eleva entre las cenizas,

sacrifican su cuerpo a los ancestros

bailando salvaje la danza de los suicidas.

La mente vigía persigue el laberinto

de alucinaciones, hipnóticas melodías

que lo arrastran con los leones a la guarida

devorando fantasías enfermo de agonía.

En lo más furtivo de su habla

un estado salvaje se halla

y se observa escapar por la ventana

huyendo de sus propias palabras…

se asfixia con sus propias palabras…

Ritmo y sexo de los inmortales

viven desterrados de sus cuerpos

y están en un dilema inmersos,

está ahogado en el deseo…

y se consume en el anhelo…

Muere cada mañana

y camina abstracto de alma

traspasando la carne

dejando agrietar la sangre.

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Los tambores suenan alrededor

y el fuego se eleva entre las cenizas,

sacrifica su cuerpo a los ancestros

bailando salvaje la danza de los suicidas…

de los suicidas…

Una vez

Una vez me dijeron

todo pasa…

Lo bueno

y también

pasa lo malo.

Así que no te preocupes tanto,

arma las valijas y déjate llevar

por los paisajes del tren.

Pues si algo no hemos visto,

entonces para nosotros

nunca ha existido.

Inspírate con los gestos de la gente

y obsérvalos interactuar…

Mudemos nuestros cuerpos

de estas viejas ropas,

construyamos conversaciones

que ahuyenten el sueño.

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Una vez me contaron

que no importa lo bueno que sea

o lo malo en que se convierta,

todo pasa, todo puede

convertirse en nada

y la nada es eterna.

Así es la vida del marino,

no lleva nada consigo,

sólo su amor por el mar…

Y tatuajes que lo hacen recordar.

Sabe lo que tuvo que dejar,

pero es el sacrificio

por ver la magnificencia

por llegar hasta las estrellas

y tocar con sus manos el cielo.

Estar cerca de la muerte

y poder comprenderla,

encontrar el final,

o encontrarse antes del final.

Por esa y muchas otras razones,

aprende del viajero

que hizo un pacto

de no caer en lo material,

de no dejarse llevar

por lo superficial,

de saber la diferencia

entre un adiós

y un quien sabrá…

si alguna vez retornamos

o nuevamente nos ven

despegar.

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Destierro

Nadie quiere saber

donde empiezan las fisuras …

menos aun se preocupan

en poderlas seguir,

en quererlas ver…

Ser vencido por uno mismo,

algunos saben lo que es

y lo intentan cambiar,

otros se asustan

de buscar en las cosas

el origen para sanar.

Lleva milenios de soledad,

sin venganza, sin paz.

consumido por dentro

mientras su sentido se agrieta

siendo alguien más.

Construyendo un puente

hacia otra personalidad,

una nueva forma de presenciar

la perspectiva desde otro lugar.

Lleva horas en la tempestad

sin remar hacia la libertad,

ahogado por dentro

mientras su bote se adentra más…

en el mar.

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Me convertí en mi mejor amigo,

en mi peor enemigo,

estuve en un plano lejano

entre lo bueno y lo malo…

por fin ausente,

por fin despejado.

Miradas

Algunas miradas

atraviesan el alma

y se llevan

fragmentos de lugares

que visitamos

donde nos encontramos

por primera vez

con nosotros mismos.

Ciertas miradas

alzan de regocijo

y nos dejan dormidos

en esos rincones

donde habitamos

sin tener recuerdos

de los momentos vividos

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cuando nacimos.

Otras miradas

Se tiñen de olvido

acompañada de suspiros,

pendientes escritos

entrelazando figuras

que se desploman

al gastar la horma

con ecos de sombras.

Ajenas miradas

nos contemplan,

nos estudian, nos enseñan …

y al caer la noche

observamos

en los espejos y preguntamos:

¿Quiénes somos?

¿Quiénes fueron?

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Vestigios de un amor pasional

Se retiraba solitario a márgenes donde

podía resguardarse del paso del tiempo,

le costaba aferrarse a las personas,

caminaba…en la espera, en momentos.

Era su modo al dirigirse,

su firmeza al hablar y lo que quería ocultar,

enseñando a pocos que había sufrido,

pero aún guardando afecto, buscando el lugar.

Así es como algunas personas solo respiran,

otras sacrifican todo por dejar atrás

rastros, sombras, para que alguien,

en algún tiempo y lugar

sepa lo que hicimos acá.

Nunca lo conocí o tal vez más de lo que creía,

la eternidad lo visitó temprano, parecía tener prisa.

Ahora se ha convertido en la madrugada

que lleva voces de este mundo

a través de los ríos, lejos de acá…

Vestigios de un amor pasional

forjan las sogas de la mortalidad

y sobre su pálida tez

se expresa la obra enfermiza,

en color rojo vivo,

de un amor obsesivo.

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Mariano Daniel Parisí

Así es como algunas personas solo respiran,

otras sacrifican todo por dejar atrás

rastros, sombras, para que alguien,

en algún tiempo y lugar

sepa lo que hicimos acá.

Muchas personas lo conocían, o eso creían.

Pero ahora se ha convertido en la marea,

que libera secuelas, descansando en paz…

llevando reflexiones de este mundo

al más allá.

La mariposa en el agua

Me sumergí en el agua tibia por el calor del sol

y me quedé reposando hasta que todo se calmó.

Pasó ante mí una pequeña mariposa ahogándose

Y le tendí la mano para rescatarla de su ínfima agonía.

Se aferró a mis dedos, respiró allí mirándome

y la observaba comprendiendo lo que es algo simple para unos es un mar de dudas para otros.

Pasaban los minutos

y no se fue volando sólo cerró sus alas y me acompañó,

y nos acompañamos.

Pensaba si con algo tan pequeño podía conectarme, tal vez se quedó para agradecerme

o simplemente se cansó de volar.

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La dejé descansando sobre una hoja de un árbol que crecía cerca

y se quedó en paz, y me retiré otra vez, a lo terrenal.

Quizás sea una metáfora puede que sea literal,

es lo que deberíamos entender las situaciones al acercarnos distinguir entre lo demás

situarnos en su lugar.

Pero no se fue volando… sólo cerró sus alas Y me acompañó,

Y por un rato, nos acompañamos.

La casa

A temprana edad exploré la belleza

que me obsequiaba la naturaleza.

Pasaba los días caminando en el campo

despertando mi detallista curiosidad.

Admiraba la formación de las hormigas

y seguía su extenso camino por el patio,

acompañé mi juventud con animales

que sembraron en mí lo más humano.

Me conmovía el cielo tan claro

en armonía con los verdes pastos,

la tierra con el agua marcaban

los surcos agrietados de mis manos.

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Por las noches el cielo iluminaba

el resto del mundo, tan lejano

y de la luna colgaba una lágrima

despidiendo al sol que ardía temprano.

Cómo la inmensidad se impone

y uno aprende a respetarla,

cuando la brisa de primavera

calma heridas, voltea páginas.

A temprana edad me inculcaron valores,

como apreciar pequeñas cosas,

las horas de reflexión compartiendo

y el amor por el descubrimiento.

Y les debo a mis padres mi primer aliento,

que me hayan criado con firmeza y con afecto.

En todo hogar debería haber

buenos libros y música clásica,

una mano firme sobre la mesa

y otra suave para la calma.

Una casa simple en la cual brote el amor,

se sude el trabajo y viva la esperanza,

donde el cariño sincero nos enseñe,

donde la familia esté unida y siempre nos espere.

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Volver

Ahora que vuelvo, recobrando fuerzas del mundo remoto que he creado dentro de mí,

agradezco la incondicionalidad y el afecto que creí perdido en los pasos de la multitud,

en su galopar distante pero estridente. Distante así como esos paisajes que se tornan

vagos con el pasar de los años, con el pesar de mis desilusiones. Estridente… como el

silencio eterno de una mente abismal.

He reencontrado ternura que me abraza tibia y me alza bajo la lluvia que no cesa,

insistiendo sobre una larga calle iluminada pero que está vacía, como los años perdidos,

lejos de esos sitios. Húmeda, confundiendo el mirar de los ojos lagrimosos, y el reloj de

las gotas que marcan el envejecer. Ya no importa, porque pude recuperar en un abrir y

cerrar, la otra persona que en otro tiempo abracé y la otra persona que llevo en mi, que

no sale a brillar pero se cansa, desde adentro, de confesar…de observar.

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Cosas olvidadas

-Ven…Y salimos a la noche,

encendió una gran linterna

y debajo de un pino dijo, -Mira…

alumbrando los pájaros, mientras dormían.

Se veían las ramas entrecruzadas,

donde posaban tranquilos sin miedo

y animé a tomar uno con las manos,

lo sostuve sintiendo su corazón en mis dedos.

Con sus alas pueden desaparecer,

dejan el pasado donde pertenece

y se liberan a la esperanza

de poder volver nuevamente.

-No vengas… Y partieron en la noche.

Llovía anunciando el gran ocaso,

la traían entre los brazos,

lavaban la sangre con los lazos.

Con el vértigo de la lluvia

trazó una línea el universo

atravesando mi cuerpo

uniéndose con las lágrima

apagando a los lejos, el fuego.

Despidiendo el claro cielo

oculto del sentido

abandonamos las raíces a lo eterno.

La melancolía de volver,

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no nos deja ver.

Nos perdimos

en el espacio

de los campos,

en los pliegues

del tiempo.

Los rostros que nunca conoceremos

Cuéntame la historia de tu vida,

tenemos las agujas a nuestro favor

pues es noche sin libélulas,

nubes que ocultan la luna,

y su voz define quien soy.

Vivo por eso…sueño por aquello,

tenemos la oscuridad a nuestro favor,

pues las libélulas no vuelan

y la luna no ilumina,

dando paso a lo que una vez nos cambió.

¿Has pensado lo diferente que pudo ser?

Una decisión en determinado momento,

una palabra ubicada sin lamentos,

que aleja el perdón y toma riesgos.

Las cosas que pudieron ser, y no fueron.

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Las personas que pudieron estar

y nunca vendrán.

Los lugares donde pudimos crecer,

pero nunca visitaremos.

Los ojos que vemos

pudiéramos no verlos,

las manos que tocamos,

¿Si fueran otras manos?

Aun así, tampoco lo sabremos.

jamás conoceremos

los rostros que nunca nacieron…

El mundo detrás del ojo de la cerradura

Me despido detrás de las puertas

que una vez se abrieron cuidadosamente,

porque lo percibido del otro lado

es un lugar al cual no pertenezco.

Así, delante de ellas yo desaparezco

y se siente como si cayera sin final,

porque lo percibido del otro lado

son miradas a las cuales no pertenezco.

Intimo de todas las historias sufridas

que descubren mundos detrás de la cerradura,

desnudan peligrosos sentimientos,

peligrosos y encontrados en agonía…

Intente salvar su alma pero lo que no sabía

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era que, en realidad, estaba salvando la mía.

De esa manera vuelvo a dar la vuelta

y emprendo el regreso hacia el interior,

oculto de la crueldad,

dolido por la insensibilidad,

adormecido por querer pensar,

despertando al soñar,

oscureciendo al entender

lo que me costó tanto tiempo

interpretar.

Intenté comprender a lo que se aferraba,

pero, en realidad, era un monstruo

que devoraba todo lo que alcanzaba.

Vuela un cuerpo sin alas,

aferrado a otro corazón con anclas.

Arde quien suicida danzaba,

observando los ojos que miraban

lágrimas que no merodeaban.

Intenté salvar su alma pero lo que no sabía

era que, en realidad, nadie puede hacer nada

por nosotros, o por aquellos, solamente nosotros

podemos salvarnos el alma, solamente

aquellos pueden ver la verdad en el alba.

Me despido detrás de las puertas

que se cierran silenciosamente,

porque lo vislumbrado dentro del alba

son espejos distorsionados

reflejando la profundidad de los pensamientos…

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La profundidad de los pensamientos

Nublo mi percepción, quedo vacío.

Cierro los ojos para dormir,

preferiría no despertar, así,

liberarme de mis miedos,

huir de mi presentimiento.

En lo profundo donde las especies mutan,

no ven la luz del sol,

naufragan en la bruma,

buscando respuestas aparecen

pidiendo el perdón antes de la muerte.

Dentro de los espejos, en el misterio

del inconsciente antiguo prefiero vivir,

renacer en otros brazos, otros paisajes

de esta manera quizás logre olvidar,

tal vez pueda volver a habitar…

los lugares que en una visión pude ver,

¿Cómo será la vida de quienes me ven pasar?

las historias que tendrán para contar,

los deseos de una vida mortal

que deja sucesos en el hablar.

Es el rastro de lo que abandonamos,

si observo fijo, con reflexión,

lo encuentro y me sumerjo dentro de la piel,

a las venas que desembocan

directamente al corazón.

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¿Porqué las personas insisten tanto en herirse?

¿Cuál es la razón de autodestruirse?

¿A dónde va el dolor al pasar el daño?

No escapa ni se oculta en ningún lado

solo se aprende a vivir con él al pasar los años.

Voces…voces en la noche,

secretos que deben callar,

en las raíces de los arboles quedan olvidados,

algunos retornan en las ramas esperando…

que las hojas se desprendan en el viento,

que no habla más,

liberando confesiones de sangre en tinta…

Confesiones de sangre en tinta

Debo admitir que se vuelve insoportable

no poder por las noches dormir,

desbordado de pensamientos

que no logro controlar,

que no me dejan en paz.

Por eso escribo, para librarme de ellos

apresarlos en tinta de esa manera

encontrarán otro portador, lo siento

pero así sabrán, lo que realmente soy,

de lo que realmente estoy hecho.

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Mi alma está rogando

arrepentida, se cubre

en las hojas amarillas,

en los ojos que lloran tinta.

Los compositores me acercan

en cada sinfonía

a la crueldad del mundo

a la realidad que no se puede ocultar.

Los rostros que veo

al mirarme en el espejo

me llaman para ellos,

quieren verme adentro…

La persona que me observa

del otro lado de la calle,

cómplice de quién vigila

alto en la ventana,

puedo percibir que son parte

de mi presencia aquí.

¿O ellos son aquellos?

¿Me encuentro disperso

o, no me encuentro?

Debo admitir que sufro al escribir,

tanto como la satisfacción que me da,

pero luego se convierte en alivio

ya que dejo abstracciones

prisioneras en capítulos

esperando que alguna víctima

las venga a liberar…

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-Capítulo Segundo-

Abstracciones

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I

He cultivado parajes de leyendas

que describen los libros,

adentrando en los hilos que conforman

el bosque de episodios amarillos.

He acorralado dudas y estrofas

que reconocen sigilos,

asimilando la soledad en su lecho

pereciendo ajeno, padeciendo vacio.

Las cosas que amaba

temen con el madurar del tiempo

y recurro a los recuerdos inventados

para evitar asimilar lo vivido.

Nada es suficiente,

nada es satisfactorio…

ni la majestuosa obra,

o la sonata divina,

si no compartimos

el secreto de nosotros

con el misterio de la vida.

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Mariano Daniel Parisí

II

Solo usé mis palabras,

es todo lo que queda…

una mirada abismal,

otra personalidad,

pensamientos al caminar.

No sé si contárselo

pero una voz templada

acompañada de frases,

añeja poesías,

hacen al desnudo sin tocarla.

Lo prohibido concibe al sabor

impregna de aroma el instante,

agudiza la visión

y deja de lado el pesar

terminando la oración.

Sólo tengo estas palabras,

pálidas páginas de poemas,

es donde me sumerjo

pero en ocasiones voy…

y otras veces… nunca regreso.

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III

He soñado con un mortal perseguido,

ejecutaba su música con pasión

sabiendo que su ciclo se agotaba

y rogando regresar a ese amor.

Volver a sentir la ilusión

por lo único que lo acompañó,

no quiere ser nada más

en la próxima vida,

solo lo que le corresponde

a su alma entristecida.

En una ópera de apariciones

se aventaba al vacío,

traspasando su mente

y reapareciendo en el camino

detrás del espejismo,

quimera de un delirio.

El hombre en la pesadez del letargo,

tan sencillo, tan agotado,

sufría y conquistaba,

su perfil balanceaba

el sudor sobre las teclas

Y con su memoria…

me vigilaba.

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IV

¿Cuánto he de caminar?

si mi cuerpo trazó

el mapa en su andar.

¿Cuánto habrá para ver?

Si mis ojos reflejaron

el destino antes de nacer.

¿Tanto he de cambiar?

viendo inviernos pasar,

escuchando gente sin dialogar,

en ellos no me encontraré,

luego, quién fui no seré,

reflexionaré mas y no hablaré.

V

El lenguaje del cuerpo

lleva escritos

de antiguas civilizaciones,

del origen del inicio.

Dibujos en la cueva

simbolizan armonía

de la naturaleza y del cielo

con un antiguo modo de vida.

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En la búsqueda del significado

traspasando la materia

donde el espíritu se conecta

surgiendo con lo humano.

He ahí, lo que nos conduce.

He ahí lo más sagrado.

VI

Inseparable de mi instinto

es el mar, y del horizonte, un reflejo.

Así titilan las luces buscando

el pálpito de un extraño eco.

Los arboles intercambian

palabras con el lenguaje del viento

y escucho mi voz llamándonos

en las montañas que tocan el cielo,

así despojo de ropas mi cuerpo,

y me adentro recóndito en el tiempo.

Sólo la música que calma

húmedas cicatrices apasionadas,

dirá si llegue lejos

como un ave cubierta en llamas.

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Mariano Daniel Parisí

VII

Escuché su rugido

en la lejanía del viento,

donde se juntan

el espacio y el trueno.

Presencié la fuerza

de sus mensajes sin miedo,

cuando la lluvia

formó la tierra y el cielo.

Hice mías sus palabras

y sentí el sudor en mi pecho,

a través de una multitud

canté con lágrimas sus sueños.

Elevé mis brazos

queriendo tocar el infinito

pidiendo a gritos,

ser uno conmigo.

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Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

VIII

Las rocas azotadas por el temporal

persisten ancladas,

indican el camino hacia el bosque

donde están los espíritus.

El corazón de la tierra

se está despertando

y atraviesa cualquier

humano o animal.

Se expresa en lo salvaje

aturdido por andar

viajando en el vacío,

perseguido de culpas,

derrotado sin envejecer,

perdido queriendo

volver a nacer.

IX

Lentamente crecen los árboles,

mientras pasa la vida

y observamos

cuando los besos encierran,

como la sangre desata

los poemas que se escriben

Page 40: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

sin saber porque,

sin haber vivido.

Las pasiones son tan fuertes

que deben morir inmediatamente,

pues el destino tiene miedo

de lo que somos capaces de hacer.

Volvemos al origen

todo retorna, al fin.

Caminamos,

idealizamos.

Nuestra historia

vive y muere en el día

y observamos

como la existencia

su propósito olvida…

Page 41: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

-Capítulo Tercero-

Existencia

Page 42: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

I

La vergüenza y la no intención

de la razón, con la incisión

que enturbia la piel profanada

de ocultas sensaciones,

de la inconsciencia

o la deliciosa delicadeza

que decora la sencillez

de tan solo ser,

de solo podernos ver

como lo que somos,

humanos

sin humanidad.

Porque esto

nos perseguirá

por siempre,

para siempre.

en el juicio de

poder ver

un ser,

sin lo humano.

Me aterra

encontrarlo

en lo consecuente,

en la veracidad

de ser o dejar de ser

un imaginario ser.

Page 43: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

II

Y así acaba

una vida,

solo otro lapso

que se ve mortificar

con las lenguas

que nos hacen sentir

tan erróneos

en el momento

que decidimos

ser tan perfectos,

tan exactos.

Intentar apreciar

las diminutas manos,

distinguir otro modo

insignificante de vida

que a nadie

le ha de importar.

Eso es lo que

perturba,

y no aguanto

los días

pero así

me reconozco

cada vez más,

acertado,

solitario,

Donde

Prevalezco.

Donde

Pertenezco.

Page 44: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

III

¿Cuándo realmente

nos pertenecemos?

No somos de nadie

y nadie es nuestro.

A qué le correspondemos?

nuestras son las acciones

pero el genuino pensamiento,

la verdadera creación

la vasta imaginación

¿De dónde viene?

Podría ser

una representación

de algo

en nuestro inconsciente

o imágenes

de un lugar

fuera del cosmos.

Todo debe llevar un orden más elevado,

que se conecta profundo en nuestra mente

con el mismo universo, con el origen del tiempo.

Page 45: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

IV

Cuanto más pueda dedicarle,

más agoto el arte que una vez

abundaba en mi ínfimo mundo.

Ni la fuerza de quién podría ser

ayudó a derrotar los miedos,

pero de una extraña manera

llegue a sentir la esencia,

su respirar en cada pálpito,

atravesando las puertas y el aire

que habita me quitó el aliento,

era la sensación de haber llegado.

Todas las imperfecciones

se volvieron algo superior.

Sin ellas no concebíamos estar,

no hubiéramos podido habitar.

Y ese lugar es el paisaje pintado

que va cambiando de acuerdo

a nuestras emociones,

por eso busco querer mirar

a través de sus ojos,

ansiando ver reflejar

la imagen dentro del cuadro

pero fuera de uno mismo.

Por eso busco querer acariciar

a través del pincel,

el diseño de su mirada

Page 46: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

habitando el infinito,

pero dentro de mi alma.

Pobres palabras

de una poesía

suicida,

pero pobre de mi

que nunca termino de idealizar

la expresión del infinito

fuera de la pintura

desdibujada a través de uno mismo.

V

La decisión de emprender

el cambio que late dentro,

¿Cómo sabremos abandonar

y comenzar de nuevo?

¿Con que valentía despedirnos

y por primera vez arribar?

Conquistar lo que nos parece

extraño, misterioso,

aquello que no vemos

hasta que estamos dentro…

Hasta que traspasamos

la confusión,

el miedo

a lo desconocido.

El ignorar que hay

Page 47: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

en la oscuridad

nos entumece,

Y nos hace preguntar…

la decisión de emprender

el significado que surge

latiendo afuera,

reflejo de lo que

nace dentro…

y nace afuera,

reflejando lo que

late dentro,

el significado que surge

cuando la decisión

estamos comprendiendo.

Page 48: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

VI

Mortal, cuanto desprecio y horror

siento al ver lo que hemos hecho,

al ver en lo que nos hemos

convertido…

Cual sea nuestro origen,

tan voraz e incorregible,

¿Quién nos ha dado la vida

y quién nos dio el poder

de quitarla?

La impotencia

desgarra venas y llorando,

humedece las cicatrices

de su cuerpo

atado de manos,

preso de noches que no ve el cielo,

noches que nunca acaban.

Nada se asemeja a la cruda realidad,

a la historia existencial

de su conquistar ilimitado,

de su plan de controlar

a la propia humanidad,

perverso por el poder

y nacido para esclavizar.

A veces pienso que no deberíamos

haber sido creados jamás.

Page 49: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

VII

Han llegado a creer que pueden

permanecer inmunes

¿En verdad piensan

profanar la esencia

de lo natural?

Porque uno nunca podrá

crear algo que

tenga vida propia

si sujeta a esa idea

se asoma una obsesiva

mal intención real.

En un corto lapso creemos

elegir lo que pensamos

que nos pertenecerá,

pero luego, para toda la vida,

eso nos poseerá.

Nadie puede dañar

durante tanto tiempo sin

desgastar su propia alma,

su propia humanidad.

Page 50: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

VIII

Parte de nosotros trata de olvidar

esos profundos pliegues

donde ocultamos

lo que realmente somos

en lo que nos convertimos.

¿Es acaso el miedo

a nosotros mismos?

el saber que tan buenos

podríamos llegar a ser,

o tal vez descubrir

la inquietante decepción

que nos podría apartar

de cualquier idea original…

descubrir lo primitivos

que nos podemos volver

llegada la hora final,

llegado el momento

de ser lo que vinimos a ser,

o tal vez mostrar

inconscientemente lo

primordial… la prioridad,

o no, por los demás.

IX

Las consecuencias

de ver la realidad

Page 51: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

deja secuelas

que no son fáciles

de sobrellevar.

Por eso algunas personas

eligen ciertas maneras

de poderse expresar,

en otros lados

poderse ocultar,

y no terminar

tan pronto con su vida.

Quién pudiera ver

lo que vemos,

y poder comprender

lo que no

podemos.

Tendernos la mano

frente al vértigo

experimentando

la primera vez

que nos encontramos

amando a otro ser.

Inspirarnos

y crear,

extinguir el pesar

pero compensando

mediante insuficientes

palabras la obra de arte

que me consume

al exigir interpretar

la sinfonía de mar…

Page 52: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

-Intermedio-

Leyes de la vida

Hay señales que nos enseñan el principio

del final,

y hay gestos que nos desenvuelven la historia

inicial.

De la misma manera las palabras una vez dichas

no se pueden olvidar,

así como los actos una vez ejecutados no pueden

volver hacia atrás.

Los sueños que en nuestros anhelos creamos tal vez,

se hagan realidad,

aunque no sabremos de lo que somos capaces de hacer

si solo sabemos idealizar.

Algunas personas piensan meticulosamente

como lastimar,

pero creo que cada uno debería en su interior

intentar crear

un pequeño universo donde no consiga herirnos

la sociedad

y podamos de esta manera ayudar y dar lugar

a quien solo pueda estar.

El viaje puede cambiar, por eso cada movimiento

es crucial,

de tal manera el destino que nos vigila puede solo ser

pura casualidad…

Page 53: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

-Capítulo Cuarto-

Sinfonía de mares

Page 54: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

Melodía de un letargo otoñal

En atardeceres delineados sobre fotografías

la brisa suspiró que extraviados se encontrarían,

antes de envejecer este destino resguardó

las memorias de un otoño que nos devolvió la vida.

Te he soñado en la orilla de aquel mar,

allá donde vivo con el sol despertándose.

Iluminaba tu rostro esta página donde salvé

armonías en la llovizna para vernos desaparecer.

Y cuando regalé a los años mi oportunidad

dejaste que tus piernas me fueran enseñando

esas mariposas en tu piel cuando se eriza

esparcen sobre óleo la historia de mis días.

Y me desprendo de lo que carece este lugar

antes de resucitar muy lejos del mar.

Lo único que ahora me puede refugiar

son los sueños donde puedo verte navegar.

El aroma de la lluvia sobre bancos de madera,

en cada mirar se promete y con miedo los pájaros

comienzan a volar, bajo las ramas a observar

y en las líneas de mis manos podrán por siempre descansar.

¿Habrá un lugar donde no haya que rezar más?

Cuál sea el sentimiento más fuerte que la pasión.

¿Y pueden labios tatuarse en las huellas del amor,

o serán sombras nutridas de tanto ilusionar?

Page 55: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

¿Puedo adornar tus manos con esta canción?

Susurra en mí esos secretos que agudiza tu dolor

trazando lagunas los retoños de la profundidad,

¿y de que sirve llorar?, si nadie nunca los regresará.

Y me desprendo de lo que carece este lugar

antes de resucitar muy lejos del mar.

Lo único que ahora me puede refugiar

son los sueños donde puedo verte navegar.

Impregnado de perfume me desprendo al delirar,

órganos privados de alimentarse y embarcar

porque violines van matándome a su compás

y la esencia de mis restos en tus huesos hallará paz.

Y he soñado con la orilla

de aquel desolado mar,

allá donde solía vivir

con el sol despidiéndose…

Iluminaba sus ojos

esta página donde salvé

palabras en la llovizna

para vernos, por última vez,

desvanecer…

Page 56: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

Entre los cielos

Es la forma en que suspira

melodías al cerrar sus ojos

y la manera tan frágil en que

me contempla al abrir sus ojos.

Tomé todo lo que tenia

para convertirlo por esta vez

en la razón que muere

cuando la noche se aproxima.

Cielos y santos que resucitan

flores por las mañanas

quedan desnudas las miradas

hasta volar libres de esperanza.

Su boca… incendió mis temores

despojando cenizas en su cuerpo.

Y pude sentir…mi mente crecer…

hacia su lugar entre los cielos.

Es el calor de sus manos

que acarician mi espíritu

aunque no pueda verme,

aunque no pueda verla,

nos encontramos desorientados

en la oscuridad de las visiones

para retornar a la esencia

donde el mar se formó,

donde un árbol creció.

Page 57: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

En las lágrimas de la ingenuidad,

en los restos de la sensación

ocultos en una habitación

que refleja colores claros,

bajo las sabanas donde sus ojos

brillan, donde nadie puede llegar,

donde muchos quisieran estar,

volviéndonos uno, siendo uno,

creciendo juntos.

Su boca… incendió mis temores

Despojando cenizas en su cuerpo.

Y pude sentir…mi mente crecer…

hacia su lugar entre los cielos.

Bajo una tenue luz

El silencio de su mirada

tendida sobre la noche

yace bajo mi pecho,

sus pies acarician lo eterno…

Los labios…labios de locura

escapan trepando la ventana,

nada nos importa

si hoy nos privamos del alba…

Y si ella pidiera

lejos de su mirada

Page 58: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

que abandone mi alma

yo…podría morir aquí…

El sudor…sudor de pasión

escapa a través de su cuerpo,

el silencio agoniza por hablar

cuando el sol retrasa su llegar…

Y si yo pidiera

lejos de mi mirada

que abandone su razón,

ella podría…morir hoy.

Lo oscuro…lo secreto

se rinde a los brazos

entrelazando nuestros cuerpos

donde las sombras…se desatan…

se reflejan los destellos

en sus ojos detrás de su cabello

y sus manos…esas manos

que a mi piel acariciaban

dibujaban un barco en mi espalda

que se ha marcado perpetuo,

por cada vez que lo veo

se ven las aves continuar su vuelo.

Así se funde la noche con el día,

el sonido del viento y el manifiesto,

lo tenue con el claro de luna

la sonata se torna tristemente…

muda.

Page 59: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

A través de la noche

El humo en el rincón

escapa de su sombra

pero no puede huir

del sabor de sus labios,

se pierde en el misterio de su boca.

Cada noche en la esquina

la escucho cantar,

entre el sonido de las copas

y en la oscuridad pide un trago mas.

Es el encanto al fumar,

al suavemente bailar,

se recuesta sobre el piano

y deja que la música la lleve, la ame,

la mate… una vez más.

Veo dolor en su mirar,

veo el recuerdo de un amor

por su forma de hablar

o al escuchar su música tocar.

Tal vez sea el jazz

que la posee durante la noche,

todas las noches

y viaja por paisajes,

los que su memoria agotada escoge.

Pero me arrastra con ella,

Page 60: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

no puedo evitarlo,

tal vez sea demasiado tarde o no,

de todas maneras lo disfruto, lo quiero.

Incito en su oído,

más que palabras, melodías,

y nos desvanecemos a través de la noche

envolviéndonos en poesía,

nos descubrimos en la bruma de las caricias.

Debo dejar fluir la música,

que acaricie sus piernas

subiendo despacio,

ahogando las velas.

Ya no sé donde termino yo,

y comienza ella,

donde termina lo real

y comienza la fantasía.

¿Dónde quedó mi mente en agonía?

Restos desparramados

por toda la habitación,

mi alma se llevó

eso que alguna vez

tal vez me importó.

Y regreso al humo,

al rincón con sus labios,

al sonido de las copas,

al misterio de sus ojos

que desencadena su boca.

Page 61: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

Tal vez sea el jazz

que la posee durante la noche,

todas las noches

y viaja por paisajes,

los que su memoria agotada escoge.

Pero me arrastra con ella,

no puedo evitarlo,

tal vez sea demasiado tarde o no,

De todas maneras lo disfruto, lo quiero…

una vez más con ansias…la espero.

Los senderos del inconsciente

Anoche soñé contigo,

fueron recuerdos

de una pieza clásica

que escuché en tu partida.

Es hermoso como la vida se retrata,

como todo se detiene

y puedo abrigarme con su aroma,

tocar su piel, sentir otra vez.

Puedo escuchar su respirar

aunque tan lejos pueda estar,

a pesar del dolor

a pesar de… solo a pesar.

Page 62: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

La lluvia retrocede

lentamente,

desaparezco en la mente,

por fuera nos veo y empieza nuevamente:

Hoy amanecí contigo,

no es ningún recuerdo,

los sonidos me despertaron

y la habitación brotó… se originó.

Intento apreciarte

lo más que mis ojos puedan

así inmortalizo el momento

pues el tiempo sigue corriendo.

La veo en tonos blancos y negros

y creo escuchar su voz, ¿o será que

de alguna manera

nos conectamos en sueños?…

Este nudo en la garganta

es como una tormenta sin mar,

sin poderse desatar,

sin poder sus manos soltar…o volver a tocar.

Es tan solo

el temor de mi alma

el no poder dejarla ir,

el engañar a la mente para volver a sentir.

A los senderos de mi inconsciente se va,

con quién despertaba,

con quién soñaba, con quien soñaré…

Page 63: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

una vez…y otra vez, dormido en la calma.

Madrugada

Resplandece en el ocaso de la pradera

sobre barcos en vela

y enmohecidos almohadones,

descorchando secuelas de un vino montañés,

de una vez…

Dormidas sobre el colchón

y cerezas de fresca perdición.

¿En qué lugar se desprenden frutas de sueños?,

no hechos de seda, a leño de madrugadas

y destellos.

Amanecer de lunas sin encanto de excesos

endulzado con aroma

a miel de cenizas en veneno.

Déjame degustar las líneas

y nunca más me encuentro.

Encanto de madrugada, versos

y los primeros besos,

letargo otoñal encantado de recuerdos.

Sigue lo que descubren mis ojos

ilustrando constelaciones

recorriendo kilómetros…

Page 64: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

Ya la lluvia seduce mil ansias de recordar

lo que alguna vez nunca más

iba a querer olvidar.

Resplandece en el ocaso de la pradera

sobre barcos en vela

y enmohecidos almohadones,

descorchando secuelas de un vino montañés,

de aquella vez…

Más allá

Admiro a lo lejos para mirarme luego,

acompaña esta melodía dulce por mí.

Palabras que se disuelven en silencio,

ya que solo reboso en vida puedo decir,

déjame decir.

Trazando en cartas nocturnas caminatas,

para arrimarme a lo que más anhelo.

Cristal de tu figura tan única y delicada,

despacio que mi respiro es solo un pincel,

solo un pincel.

Vierte en tonos la tarde y me elevo,

admirando las estrellas mucho más allá.

Cayendo en el abismo infinito, existencial,

habrá una sonrisa fugaz para recordar,

mucho más allá.

Page 65: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

Paraje de blancas aves tímidas y olvidadas,

y murmullos de fondo goteando azul.

Simplemente titubear esas cristalinas

alzando tú mano tímida en soledad,

de soledad.

Se dibuja en la oscuridad destellada

a la sombra ciega de una triste luz negra.

Envuelvo poemas a cuerdas de fragilidad,

dejo afecto a lo sereno de la sinceridad,

sinceridad.

Vierte en tonos la tarde y me elevo,

admirando las estrellas mucho más allá.

Descubriéndonos en el abismo existencial,

Habrá una mirada fugaz para recordar,

mucho más allá.

Valentino

Lo veo crecer y me percibo cambiar,

cuando duerme comienzo a soñar,

sueño…

con las personas que estuvieron,

con las personas que estarán…

Así descubre mis secretos,

desenmascarando

un nuevo día,

Page 66: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

una joven lágrima,

una cálida sonrisa,

el renacer en mi vida.

Los veo crecer y me siento madurar,

cuando juegan empiezo a entender,

entiendo…

a las personas que se fueron

y a las personas que vendrán.

De esta manera me sincero

ya que me atrapan

ansiando huir,

cansado de no reír,

extrañándolos…

aun antes de existir.

Me conmueven

sus pequeños dedos

que estira para llegar a mí,

sus pasos en la escalera

llamando por las mañanas.

¿Cómo no quererlo así?

con la ondulación de su cabello

cayendo sobre esos redondos

y luminosos ojos negros.

La mueca disimulada

cómplice de su diminuta nariz

enseña cómo volver a reír…

reír sin ninguna razón

cuando lo llevo en hombros

o nos tomamos de la mano.

Page 67: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

Pero por sobre todo

templa mi corazón, la forma

en que nos quedamos mirando.

Usted

Algunas veces es tan difícil hablar con usted,

trato de rescatar los momentos vividos

que me acercan a su parte más sensible

pero luego me desploman sus palabras.

Estoy hablando más allá del amor,

lejos de los ojos y las lágrimas

que se han convertido en parte

de volver, a la niñez, a la semblanza.

Verla nacer y ver en lo que se ha convertido,

sacrifico mi vida por usted pero somos lejanos,

varados en un paisaje donde se repiten los días.

Compartimos sangre sin tomar nuestras manos.

Quiero verter mi cariño incondicional

pero sigo llamándola usted

y usted muere por afecto,

pero es tan difícil para ella olvidar,

dejarlo todo atrás y es dolor para nosotros,

porque no queremos verla llorar.

Siempre mantengo la esperanza

y rezo a mi modo

Page 68: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

para que nos podamos perdonar,

aunque el tiempo pase,

aunque nos volvamos viejos

habrá un lugar donde podrá,

si quiere, retornar.

El ciego

Ve caminar distante la vida

en el pueblo donde la plaza

a medianoche le pertenece

al hombre que se perdió,

a la mujer que sufre

la lejanía…

Pero es la gente y su risa

el alimento que lo convierte

en un fiel servidor,

en un sabio amante de las películas,

repitiendo frases

que cita con simpatía.

Bajando la colina

se consolidan con ternura

y buscan lo que a cada uno les falta,

esa persona que perdieron

o que simplemente

nunca tuvieron.

Page 69: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

Por la noche la multitud lo evoca

y demuestra cómo aunque la vida no es

como se ve en las películas

tiene un poco de magia escondida

pendiente para nosotros

Cuando menos lo esperemos.

Cuando sembremos la tristeza

con sonrisas.

En su manera de apreciar las cosas

ahora que está ciego

puede ver mejor,

Siente como va creciendo

en su interior el amor

por quien su vida le devolvió.

Bajo la lluvia un último encuentro

de besos, de fantasías

en blanco y negro

de viejas películas,

de ahogados suspiros,

de perdidas caricias.

Hay algo más allá fuera,

de nada sirve que te quedes acá,

el mundo no se detendrá,

y con su humilde corazón

le enseñó lo que pocos

pueden enseñar…

a huir de la razón.

La lección final,

hagas lo que hagas ámalo

Page 70: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

como amaste la cabina

hace ya tiempo atrás.

Y no escribas, no llames,

no vuelvas más,

solo quiero de ti oír hablar.

Y todo continuó…

simplemente se agrietan los recuerdos

cuando después de largo tiempo volvemos

y vemos esas frágiles miradas,

el cine que una vez tuvo vida,

el primer amor, los primeros besos,

tal vez el lugar donde sea éste

el último encuentro…

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Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

Paréntesis

Fragmentos de cartas

(sin destinatarios)

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Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

Carta para un amor que nunca será.

Es difícil ver pasar la vida, día tras día, sin compartir lo que nos pasa. El silencio invade

las paredes y se hace oscuro el cielo, tan grande y tan pequeño, depende como lo vemos,

al presentarse en nuestro lecho. Como cuando decidimos ser felices, cómo y cuando

decidimos morir en silencio.

Escribiendo innumerables cartas en la memoria que nunca serán entregadas,

implosiones de tantas causas nobles que pretendo aclarar, que ansío mostrar. De la

vergüenza que se presenta haciéndonos desviar la mirada. Estar siempre en

guardia…tener que recordar por cada mentira acomplejada.

Es buen momento para dejar fluir las palabras…éstas no fueron pensadas, solo escapan

por la punta de mis dedos al no tener más remedio que contarte la verdad, fuera por mí,

las encerraría hasta que nuestra lengua fuera obsoleta. Y se atreven a tal hazaña porque

no saben en qué parte del mundo estarás, estaré, y puede que te alcance la vida para

entender, o puede que te sobre vida para no tener que estas líneas leer. Así no recordar

una y otra, y otra vez.

Lamento y perdono, sentimientos que nos hacen padecer atónitos. Lamento las cosas

que tú sabes debería lamentar, y lo hago, de lo más recóndito de mí ser, hasta lo más

lejano que se encuentra de mi, tu alma.

Y perdono… ahora no recuerdo que se supone debería perdonar, pero aprovecho y

perdono mi apartada forma de ser, por la cual ahora te escribo, lejano a ti, no

literalmente. Es la esencia de lo que soy. Padeciendo atónitos.

Día próximo /Del mes en que nunca nos despedimos /Del año irresuelto

P.D.

Pero aquí estamos, yo en la esquina de una inexistente habitación donde escribiré esto

alguna vez. Tú, vaya yo a saber.

Page 73: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

Carta de una egoísta despedida

Algunas veces no es necesario la poesía, solamente basta con escribir simple y

llanamente. Muchas veces una declaración transparente es el acto más bello. Esta es una

de esas veces.

Sé que es difícil, más cuando uno no expresa lo que lo atormenta, he vivido con eso

hace tiempo. Angustiante debe ser para los demás ver padecer y no poder ayudar, no

saber cómo. Me angustia no saber cómo ayudarme.

He tenido mucha suerte, más que suerte, es tenerla. Ya que no se mide vagamente ni se

deja algo tan importante a jugada de moneda. Creo que el verme nacer, crecer y

observarme interactuar crea un amor incondicional más grande que cualquier desacierto

que se pueda cometer.

Pero he decidido irme, comenzar de nuevo lejos de todo y de todos. No he podido

escapar al legado familiar y comencé a profundizar de tal manera que la vida vacía que

llevo ha llegado a ahogarme. Me persigue a donde quiera que vaya, creo que son señales

a las cuales debo atender. Hace mucho tiempo que he cometido suicidio, varias veces.

Mi mente salta al abismo noche tras noche y resucito cada mañana al despertar.

Esta madrugada armé mi bolso y escribí esta nota. Me fugué junto a mi vergüenza, por

calles poco transitadas en las cuales veo que me guiará el viento que se ha levantado.

Esa fuerte brisa, ni fría ni tibia, eriza mi piel pues me recuerda a mis sueños donde

viajaba a otras partes que nunca conocí. Es tan extraño que suceda justo el día que

decido irme, es una señal. Debo aceptar por primera vez quién soy, y saber cuál es mi

propósito aquí o allá. Las personas hablan de eso pero aceptarlo sin prejuicios es algo

semejante a despertar por primera vez. Es difícil darse cuenta, pero una vez despejados

todo cambia de perspectiva, nosotros cambiamos enteramente, sin retorno alguno.

Pero no te preocupes, todo va a estar bien, y puedes decir que me abrí paso en el mundo.

Que me aventuré a irme solo, lejos, pero que siempre los pienso. Y puede que un día me

vean volver, nos encontraremos distintos, honestos. Y estarán orgullosos. Los quiero.

Día pasado /Del mes en que nunca nos despedimos /De un nuevo año

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Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

P.D.

Y aquí nos despedimos a mi manera, a mitad de esta declaración. Y así vuelvo a

escapar como he hecho toda la vida, pero ahora siendo quién realmente soy.

Page 75: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

Carta para un extraño

¿Alguna vez sintió la verdadera sonrisa del despertar?

Estira su cuerpo, nadando entre las sabanas viendo los tonos claros del día que invaden

la habitación, sentir el frio al tocar con sus pies el suelo y caminar a ver el cielo

regocijándose de ternura, de calor. Sentir leves acordes en algún lugar lejano del

inconsciente, cuando los dedos no pueden parar de escribir con euforia, pasión, alegría y

dolor.

¿Alguna vez naufragó en la abstracción?

Parte de nosotros trata de ocultar esos profundos pliegues que abandonamos hasta la

hora final. Lo que uno es y se convirtió.

¿Alguna vez presenció la magnificencia de las estrellas?

Revelan lo simple de la vida, lo verdaderamente importante, que nos hablan y

preguntan, ¿quiénes somos?, ¿a dónde vamos?

Es tiempo de comenzar de nuevo. Alguna vez comenzó de cero, sé que si, antes de ser

muy tarde, cuando la casa duerme y respira suavemente en la noche, cuando todos

sueñan y escucha el silencio que nos alza diciéndonos lo que nuestra alma siempre supo,

pero nuestra mortalidad nunca quiso aceptar.

¿Alguna vez recapituló?

Entonces ¿dónde están nuestras conversaciones? ¿Nuestras miradas? El distanciar su

vida de mi vida, sencillamente envejeció mi corazón, sin poesía, sin rima, sin ilusión,

sin nada que decir…sin nada y a la vez…demasiado.

Día olvidado /Del mes que nunca pude recordar /De un año más

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Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

P.D.

La amistad es demasiado valiosa para darle la espalda, para convertir lo que era un

todo, en nada. Era como volver a creer.

Y simplemente cada uno sigue su camino…

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Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

-Intermedio-

Antes del viaje

Ahora que ordeno mi mente,

armonizo mi alma

y calmo mi corazón,

emprenderé un nuevo viaje,

o tal vez viajaré

para, lo primero lograr.

Va más allá de la mortalidad,

siempre estuvo llamando

contándome que pertenecía a otro lugar,

sin tener que soñar

y escapar fuera de la realidad,

solo estar, ser y comprender más.

Comprender a las personas

olvidando los prejuicios.

Descubrir la ciudad

dejándome fluir.

Contemplar la inmensidad

sintiendo algo más.

Presenciar cómo es el mundo

hablando con la gente,

mirar el cielo por las noches

otro cielo, otras costumbres,

otros habitantes, otros recuerdos,

otro hola… otro adiós.

Ahora que destierro mi mente,

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Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

calmo mi alma

y agito mi corazón,

vuelvo a imaginar

los lugares donde estuve,

los paisajes que vendrán.

Un rincón del mundo

que poca gente vio

donde la música me llevó

a sentir el aroma, el sabor

y los pasos en la calle

que noche tras noche

mi mente conoció,

aunque mi cuerpo nunca lo sintió

en mi espíritu siempre existió.

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Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

-Capítulo V-

La transformación y su dualidad

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Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

Donde dejamos de ser

Ahora estoy solo

lejos de lo que conozco

y las sensaciones me buscan

en mi propio desencuentro.

Los paisajes esperan,

ellos saben

lo que todavía no se.

Me conocen cuando

por primera vez

me animo a ver.

Ahora camino solo,

apartado de quien era

y las emociones se resuelven

en mi propio desencuentro.

Creía recordar

lo bello que era la lluvia

pero me equivoqué,

entonces acarició mis manos

apoyadas en el vidrio

como por primera vez.

Después me perdí

en una gran ciudad,

cuando el sol se oculta

confundiéndose con las sombras.

Recorrí las avenidas

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Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

armonizando consciente

aquello que me causó dolor,

cuando nadie está allí

para mirar lo que hay

en nuestro interior.

Más tarde me detuve

y pude presenciar

quienes padecen el mundo

y a quienes le pertenecerá.

Los recuerdos están sanando,

mientras las mentiras se ahogan

deslizándose hasta los ríos

que desembocan en las costas.

¿Pero ahora cuál es la razón,

nuestra razón?

Toda la vida esperamos,

y llegado el momento

nos vemos titubear.

Pero no habré de dudar

Si conmigo esta vez

puedo contar.

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Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

Las horas de otro tiempo

Siete de la mañana,

el sol da sus primeros signos de vida

agonizando entre los edificios.

El silencio que llega temprano

congela el alma

y reclama palabras,

hace presencia

al saber que no tenemos coraje,

pero es conformista

se contenta con miradas…

Los abrazos resisten

lo que tarda en salir el sol.

A veces es un recuerdo

tan efímero,

otras tantas

tan infinito…profundo,

como estas palabras nunca lo serán.

Es la tragedia del poeta

que vive para siempre

detenido en los mismos días.

Luego…el después.

Departamentos vacíos,

pues mi presencia

es sólo una perspectiva

resuelta años más tarde.

Puedo ver desde afuera

tan ajeno, la poesía posterior,

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Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

escrito transitorio,

como la vida que viví,

como todo lo prometido…

Ocho de la mañana

y el sol muestra, puede ser

la ciudad, por última vez.

Me convierto en extraño

dentro de una habitación

que encierra amaneceres.

Toma asiento y contempla

la cama revuelta,

siente el perfume de las sábanas

y parte…otra vez.

Ahora toco con mis manos el cielo,

beso las calles desde arriba

despidiéndome.

Leo un libro viajero

y me detengo por instantes

a ver por la ventana

agujeros entre las nubes

que se forman con el pasar

de las vivencias,

lagunas mentales

en la reflexión

del antes;

Son las memorias

del después.

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Revelaciones de la mente

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La réplica de los sueños

¿Soñar el lugar con el cual despiertos podemos soñar?

Las calles de piedra

hacen reverencia

para caminar entre ellas,

la sombra del teatro

llega hasta mis zapatos

y la vereda zigzaguea seductora

invitando para adentrarnos.

Los pequeños hostales pintorescos

le dan vida al estilo clásico,

que como a toda dama la acompañan

edificaciones iluminadas en lo alto.

Uno llega sin darse cuenta,

sin perderse hacia una gran escalinata,

la cual se adorna de flores

preciosas, enredaderas, faroles.

Subiendo se magnifican

estatuas en piedra negra

de nuestros artistas favoritos,

no se llegan a divisar

pero ellos saben que hemos venido.

Y se puede caminar tranquilo,

es el sitio que soñamos antes de nacer.

Es el pueblo indicado

si uno pudiera ser un paisaje, o un lugar.

donde nos quedaríamos

para ser y ver el paso de la vida.

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Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

No es castigo, es más,

una bendición

que acontece los días

y nos hace perecer.

Caminando con la mirada baja

o sobre los edificios

en construcción.

No podemos volver atrás

o aún peor es querer

volver al estado natural

de no pensar.

Luego de observar

por encima de los hombros,

de los hombres

y vislumbrar que nada

nunca fue una despedida

sino una invitación

para poder avanzar,

para abrir los ojos,

para no ser uno más

entre los demás.

La vida tiene un plan

para nosotros

más grande que nuestros

pensamientos,

aparte de nuestras

ilusiones.

Lo he soñado

en una visión

y lo escribo

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Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

para que confíen

en ustedes mismos.

La colección

Una colección de imágenes que no llevo

en la billetera,

Prendas íntimas que no guardé

para esas noches frías.

Perfumes que me retroceden en el tiempo

por eso nunca compraría.

Calles cuesta abajo que hemos caminado

tocando las paredes para ser parte de algún lado.

Cuando se apagan las luces de las vidrieras

nos desvanecemos con el vapor de las veredas.

Algunas monedas que no me recuerdan

pero aún así conservé.

Y boletos en la caja de cigarros

para recapitular la sensación de volver.

La soledad donde nos encontramos

para nunca regresar a ser aquello

que en algún tiempo

solíamos ser.

Y un libro de fotografías que aún

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Revelaciones de la mente

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no me atrevo a ver,

sabes a lo que me refiero cuando

te pude llegar a querer…

Absorbo la luz exterior

de esa gran ventana

para iluminar un camino

oscuro en mi interior

y compartir lo que llegamos a hacer.

En mis hombros he callado

más de lo que admito

y como todo inconcluso

que no sabe cuál fue su principio,

menos sabrá cual será su final.

Así cargo con una colección

imposible de arrojar al mar,

que no se puede quemar,

menos aún sabrá de olvidar.

Esperanza, quitado eso

el alma pierde

su propósito,

se extravía en

el significado de la vida.

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Revelaciones de la mente

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El reflejo del mundo

La humanidad está muriendo

y ni siquiera lo sabremos.

Ahora las secuelas…

es como todos carecemos

de dirección,

de quien nos vela.

Por lo menos pretendamos

Ver.

Todo comienza por una pequeña

Acción.

Espero mis palabras

ayuden al mundo.

Espero por las palabras,

puede que nos puedan salvar.

Por eso reinvento emociones

para no sentirnos tan solos,

me pierdo en los paisajes

para poder contemplarlos.

Por lo menos he visto parte

del mundo.

Todo continúa ahora que sabemos

observar.

Me he reinventado en una gran

ciudad,

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Revelaciones de la mente

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todo lo vivido para encontrarme

ha ocurrido.

Desprenderme de lo que una vez

pensé,

y desdoblar la mente para alcanzar

la armonía de estar y ser.

Preferiría vivir en el reflejo del mundo,

que es el mundo pero al revés.

Y es volátil, pues puede desaparecer

y dejaríamos de ver el mundo,

de reflejarnos una y otra vez.

El comienzo de la duda

¿Cómo logramos compenetrarnos con un lugar?

Estando solos, ajenos de lo que conocemos,

de lo que nos inculcaron apenas despertamos

en este mundo. Cuando nacemos.

¿Cómo logramos alejarnos del desconcierto?

Buscando en todos lados, empezando

por nosotros, para entender a los otros,

acudiendo a la duda, siendo la pregunta.

¿De qué manera se puede alcanzar la felicidad?

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Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

Primero, ver lo que somos, lo que presenciamos.

Segundo, aceptar eso que vemos con sinceridad,

es el principal miedo cuando estamos solos.

Tercero, actuar de acuerdo a lo que somos

o tener el coraje para poder cambiar.

Armonizar los pensamientos para alcanzar

un vínculo vital en el estado físico-espiritual.

Unir lo que pensamos con lo que sentimos,

en un mismo plano, fluyendo entrelazados.

Estar confundidos también es positivo,

es otra forma de perspectiva que enseña

maneras distintas de preguntarse, de preguntar.

Así llegando a una conclusión y poder acertar.

Necesitamos del saber

pues somos

seres pensantes

con ambiciones.

Pobre del que se priva

de conocer,

nunca podrá expresar

menos interiorizar

como aquel que ha buscado

su razón existencial

más allá del ser

superficial,

lejos de su propia

mortalidad.

Page 91: Revelaciones de la mente

Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

El eco de las miradas

(Al descubrirse uno dentro de alguien más)

De repente, como si mi mente

la hubiera inventado

miro a través de la gente

y la encuentro de perfil.

Pero mis proyecciones

la transforman

hasta volverse en quién

solía conocer.

La sensibilidad

nos vuelve a delatar.

Ha pasado tiempo

y vemos como hemos

cambiado.

Nuestros rostros no son

los de antes…

La profundidad que

advierten los ojos

delata emociones

encontradas, pero

nuevamente olvidadas/?

De ninguna otra manera

podía elaborar el duelo,

naufragando en las sábanas

retorno hacia aquellos

mundos paralelos

y mortifico mis ánimos,

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Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

aunque sea sólo por un rato.

Luego duermo y sueño

con el lugar con el cual

despierto sueño.

Y es una señal,

o al menos eso quiero

pensar…

pero no debo pensar

más. Interfiero

con la conducción

universal, es el eco

de los movimientos.

Alternativas a las que

nunca di oportunidad.

Y esperaré detenidamente

como dentro del corazón

un ciclo pasa, hasta

ver otro comenzar.

Mientras afuera…

todo avanza tan deprisa.

Sus miradas ya

no pertenecen,

otras miradas se perdieron.

Nunca pudieron regresar.

Intento recordar

todos los rostros

que no pude conocer.

No nos culpemos de más,

tan sólo es el curso natural.

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Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

Cualquier día

en cualquier lugar

podremos encontrar

aquello que ahora

no sabemos dónde buscar.

Respuestas sin preguntas

Vaya forma de despertar

le comento, en mi mente,

en la distancia.

Usted allá, yo acá,

Yo, y mi sincera soledad.

Usted, ¿donde se encontrará?

Nunca terminaremos

de conocernos…

No hablo de nosotros,

hablo de la humanidad

en general.

Como declarar ante

lo que no podemos comprender.

No importa hacer daño,

claro que no.

Mientras no nos hagan daño

el mundo sigue girando.

Es simple, lo complejo

es lo demás…

Preguntas cuyas respuestas

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Revelaciones de la mente

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son tan cortas,

como definitivas.

Ni siquiera es de mi interés rimar,

sin embargo algunas veces

solo surge por necesidad.

Pero no pienso dedicarle más.

Como si entre líneas le comentara

que había empezado a quererle,

pues no es así. No sé, tampoco se

que pensar cuando

pienso que decir,

una intriga y un revés.

No creo que interese lo que puedo

llegar a sentir, solo se confundir.

Será una duda que jamás podré quitar.

Viviré con eso el resto de mi vida.

Reflexiones de la vida

Es necesario en ocasiones

una revolución, una evolución.

Mientras más grande sea

puede que más podamos ganar.

La vida espera ciertos momentos,

no actúa cuando no debe actuar.

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Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

Vigila y en el límite de nosotros

se revela para que solos

no debamos estar.

Para guiarnos a hacer

lo que deberíamos haber hecho.

Pero nos deja actuar de más

así podemos aprender también

de lo que hicimos mal.

Parece complejo porque

en nuestra cabeza, todo es complicado.

No somos seres de simpleza,

es tan solo nuestra naturaleza.

¿Pero porque nos deja actuar de más?

Para ir formando un camino.

No aprenderíamos nada de otra manera,

aunque siempre aprendamos a su manera.

No es de sorprender las cosas

que ocurren cuando siempre

queremos llevar todo al límite.

Lo que acontece es proporcional

a todo lo que suponemos

que nunca nos podrá pasar.

Por eso a veces lo mejor

es dejar todo y volver a comenzar,

lejos de lo que conocemos.

Dejar las vivencias donde siempre

debieron estar. Cambiar la piel,

ser quienes debemos ser.

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Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

Todo está sucediendo,

todo sigue ocurriendo,

las cosas encontrarán su curso.

Solo nosotros con miedo

nos quedamos detenidos

dentro.

Los páramos

Puede que haya lugares apartados

en esas rutas, perdidos y solitarios.

Cruces entre los caminos del silencio

donde el estado de no vivir y no morir

es el pensamiento.

Una vez transitando estos senderos

nos hallaremos con autores que han

quedado varados entre reflexiones

que nunca pudieron encontrar soluciones.

Es el castigo de las mentes, del genio,

seguro los veremos con la mirada

extraviada, perpetuos por la concentración,

exhaustos sin abandonar la propia nada.

Se olvidaron de donde vienen

a donde deberían dirigirse

y pasan el resto de la inmortalidad

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Revelaciones de la mente

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intentando solucionar lo que no tiene

un final, su propia eternidad.

Y no intentemos hablar con ellos,

su perspectiva es tan persuasiva

que nos veremos extraviados en ellos,

en preguntas que, en definitiva,

ahora ya no son importantes

y en ese lugar no se podrán hallar.

Solo esperemos a que encuentren paz

y puedan retornar a ser quienes eran.

La mente es muy poderosa, los que

se adentran, a veces nunca pueden regresar.

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Revelaciones de la mente

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En un páramo

(La relación con el autor)

Has de encontrarte

afuera

oculto

padeciendo

con tal pavor

narrando

en tu mente

con ansias

de volver a ver

Qué ironía

resultó

la vida

la pasión

desborda

fronteras

siendo

concluida

por quién

nos vigila

Has de escabullirte

adentro

calmo

sobrellevando

como un autor

que no

se reflejará

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Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

nunca más

dejando

el enigma

en sus cuentos

para quienes

a futuro

lo leerán

Tan amante

de las letras

en otro tiempo

nos podremos

encontrar

Es un cariño

especial

cuando

le doy vida

a través de

sus relatos

que con pasión

me dejan

adentrarlos

Así llevamos

una amistad

que atraviesa

los páramos

del tiempo y

del lugar

como esa

metafísica

que tanto

te gustaba

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Revelaciones de la mente

Mariano Daniel Parisí

relatar

Hemos de

encontrarnos

los dos

huyendo

de algo

al continuar

ya que

sus cuentos

siempre

terminaban

en un

¿Qué sucedió?

Respondiéndome

La vida ocurrió

y al igual

que en los libros

puede que

también

haya un

quién sabrá

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Revelaciones de la mente

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-Capítulo Final-

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Revelaciones de la mente

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Los restos de la memoria

He querido dejar mi huella en la humanidad

de una forma que valga la pena recordar,

ya sea a través de la música, con un poema

o simplemente prestar mi hombro a alguien más.

Creo que todos deberíamos intentar hacerlo

no solo para dejar algo, sino para conocernos

y saber que queremos, para ayudar a otro

o para que otros puedan entendernos;

Una acción

que perdure en el tiempo,

Un abrazo

que aliente el deseo,

Unas palabras

que animen al viajero,

Una mirada

que contemple el sueño.

Los restos de la memoria para quienes vienen,

escritos donde desnudemos el alma

así sabrán de nuestros valores, recuerdos,

el principio de nuestros anhelos.

Solo espero por la inmortalidad de los textos,

que naufraguen en la sensibilidad de aquellos

que se atreven a soñar y quienes viven con miedo,

aventurándose en lo recóndito de los ojos,

en la profundidad de los pensamientos.

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Revelaciones de la mente

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