Revelaciones sobre la Reencarnación (alrededor de 1934).

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    REVELACIONES SOBRELA REENCARNACI N( MI L A O S P A S A D O S )

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    ^ ^Aaj,

    i.

    o aefrurjs;E L V E R D A D E R O N O M B R E Y

    E M B L EM A S DE L A O R DEN

    I N T E R N A C I O N A L R O S A C R U Z

    THE ROSICRUCIAN ORDER.-AMORCSan Jos de California (E. U. A.) ha concedido al editor la autorizacin para tra

    ducir y publicar esta obra en espaol.

    r-

    R E V E L A C I O N E S S O B R E

    L A R E E N C A R N A C I N(M IL A O S P ASADO S)

    PO R

    H. SPENCER LEWISMi em bro Ro sa cr uz ; Doc tor en Fi lo so fa ; Im pe ra tor de la

    Orden Rosacruz de Norteamrica; Miembro de laAs hr am a E se ni a de In di a, yDe leg ado en los

    Es ta do s Unid os de l Mo nas ter io de G. W. B. del Tibet

    TRADUCCIN DEL INGLS

    PO R

    F EDER I C O C L I M EN T TER R ER

    A N T O N IO R O C H .-EditorOficinas y Talleres: Aragn, i i8. - Barcelona

    (ESPA A)

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    ES PROPIEDAD. Queda hecho eldepsito que marca la Ley. Reservados los derechos de traduccin

    y reproduccin

    IMPRENTA CLARAS

    Villarroel, 1 7 -Barcelona

    I N D I C E

    Captulos Pglna3

    7131937

    5476120139167210

    Pr e f a c io ....................................

    In t r o d u c c i n . . . .

    I. Diario singular . . . . II. A travs del primer velo.

    III. Allende el primer velo .IV. En las sombras del pasadoV. Transicin............................VI. Resurreccin......................VII. El umbral............................VIII. Iluminacin......................

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    P R E F A C I O

    Podr o no creerse en la sorpren

    dente teora de la continuada existen

    cia de la individualidad. Podrn o no

    rechazarse las probabilidades de la re

    encarnacin ; pero lo que no es posiblerechazar en absoluto es la evidente in

    tegridad del archivo de la memoria.

    Casi todo el mundo ha experimenta

    do la sbita recordacin de hechos des

    prendidos del almacn de la memoria

    y de la rg o tiem po ol vida do s; pero a

    estos hechos, cuyos incidentes recor

    damos que acaecieron en el transcurso de nuestra presente vida terrena,

    acompaa el extrao recuerdo de otros

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    8Pr ef ac io

    asociados o no con aqullos, que de

    cierto sabemos que no nos han ocurri

    do en la vida presente, aunqift aparecen distintamente representados ennuestra conciencia.

    La psicologa pretende explicar este

    fenmeno del recuerdo de hechos no

    experimentados en la presente vida,

    diciendo que durante el sueo carga

    mos nuestra mente con experiencias

    irreales, que muchas veces no recordamos al despertar; y sin embargo, se re

    producen ulteriormente en la concien

    cia por asociacin de ideas.

    Otra hiptesis supone que el recuer

    do de hechos no experimentados pro

    vie ne de la mente sub con sciente porobra de la imaginacin.

    Dice Shakespeare: Cuando la imaginacin representa

    la forma de cosas desconocidas, la plu

    Pre fa cio9

    ma del poeta las configura y da nom

    bre y lu gar a et reas nona das.

    Sin embargo, tales hiptesis no ex-plican la causa de los sueos ni las

    operaciones de la imaginacin.

    Suponer que la mente de un modo

    automtico cree de la nada las maravi

    llas que la imaginacin humana ha

    producido y produce, es muchsimo

    ms difcil que concebir hechos no ex

    perimentados o el recuerdo de otrosque un tiempo experiment el indivi

    duo, pero que cayeron en olvido.

    Prescindiendo del carcter proftico

    de algunos sueos y de muchas cosas

    forjadas por la imaginacin, todava

    tenemos gran nmero de hechos e in

    cidentes resultantes del ensueo y de

    la imaginacin, que coinciden con hechos, experiencias e incidentes positi-

    vamente acaecidos en el pasado, aun-

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    10Pr efac io

    que no los conozcamos. A veces estos

    positivos y reales hechos ocurrieron en

    un remoto pasado muchsimo ms alldel perodo de la presente vida, por lo

    que cabe preguntar: Cmo se almace

    nan en la memoria y cmo se recuer

    dan, reproducen y analizan en la pre

    sente vida? Tal es el problema que

    preocupa hoy da a los psiclogos.

    La siguiente narracin trata de es

    clarecer algn tanto la pregunta y su

    posible respuesta. La circunstancia de

    que el tema se exponga en forma na

    rrativa ms bien que en la de grave

    disertacin con argumentos cientficos,

    no altera en lo ms mnimo la autenti

    cidad de los principios subyacentes en

    la narracin, que ejemplariza muchas

    experiencias individuales y puede te-

    ner analoga con algunas experienciasdel lector.

    1i

    Pr ef ac io11

    A s ofrecemos este lib ro a los aficio

    nados a lo extraordinario y lo mstico

    en la novela, con el nico objeto de pormedio de una agradable y fascinadora

    narracin, inducir al lector profano al

    estudio de las en parte exploradas ac

    tividades de la mente que entraan

    profundos misterios e importantsimos

    principios, y al lector ya doctamente

    iluminado, a que busque ms viva luz

    en la Cmara de lo Desconocido.El Aut or

    Templo de Alden

    Val le de Amoro (California)

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    r

    INTRODU CCIN

    A y er prevalec a la idea de que la

    religin y la ciencia eran antagnicas.

    Hoy predomina la idea de que estn

    esencialmente disociadas. Maana se

    reconocer que son una sola.Se cree hoy en la incompatibilidad

    entre la religin y la ciencia porque se

    considera la religin identificada con

    la revelacin y con la subjetiva expe

    riencia individual, mientras que se

    considera la ciencia como un proceso

    de investigacin objetiva con mnima

    parte de inspiracin o revelacin. Lapsicologa se esfuerza en conciliar la

    religin con la ciencia.

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    14 Introdu cci n

    La mayora de las gentes no saben

    que durante millares de aos hubo

    quienes ensearon que la verdad es

    una; y este grupo de estudiantes ex

    pone en el presente volumen lo que

    puede aceptarse como la ms popular

    expresin de sus enseanzas y de

    otras ulteriores, en prueba de que tam

    bin la ciencia es hija de la inspiracin

    y la revelacin como lo es la religin.

    Dando por sentado que la cienciaha de formularse por el mtodo deduc

    tivo y despus comprobar las deduci

    das verdades por el inductivo mtodo

    de investigacin, se echar de ver la

    consumada habilidad con que en las si

    guientes pginas se estudian los prin

    cipios psicolgicos y las leyes de la

    conciencia en forma novelesca.El lector comprensivo podr descu

    br ir ocultas en el te xt o algu nas leyes

    Introdu cci n 15

    y principios adems de los ps ico lgi

    cos, que contribuirn a la claridad y

    vigor de la narra ci n.

    En mi calidad de clrigo, y habida

    cuenta de que siempre que la Iglesia

    previo alguna verdad cientfica o que la

    ciencia se opuso a la Iglesia, fu nece

    sario reconciliarlas, me gozo en la po

    sibilidad de una mejor comprensin,

    cual en este volumen se presenta como

    oportunidad de reajuste, en respuestaa la creciente insistencia con que hoy

    da se cree en la unidad de la Verdad.

    Entre los varios puntos necesitados

    de reajuste que constituyen el proble

    ma del da, a la par teolgico y psico

    lgico, figuran los siguientes:

    i. La reencarnacin, que si hoy

    no la admite la teologa, habr de ad

    mitirla maana, porque la reencarna

    cin es demostrable y la descubren en

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    16 Introd ucc in

    las enseanzas de la primitiva iglesia

    cristiana y en la Biblia cuantos leen los

    textos a la luz de su verdadero signi

    ficado y no segn prejuiciosas inter

    pretaciones.

    2. Muy arduo problema es leer y

    comprender acertadamente las Escri

    turas, tal como en la presente narra

    cin se interpreta el pasaje bblico aue

    dice: Y alent en su nariz soplo de

    vida y fu e el hombre en nima vivien te. Por otra parte tenemos el proble

    ma de popularizar la Biblia, incluso

    los libros llamados apcrifos, con ms

    el conocimiento subsidiario de otras

    Escrituras Sagradas.

    3 .0 E l problem a de lle ga r a l con

    ven cim iento de la inmortalidad del

    alma por propia conciencia y no porafirmacin dogmtica ni por conclu

    sin cientfica.

    Intro du ccin 17

    4.0 El problema de popularizar el

    significado mstico de la oracin, se

    gn demuestra claramente el relatopublicado en este libro, y segn lo han

    comprendido fervorosos y devotos

    pensadores en una teologa experi

    mental, no expresada por lenguas ni

    plumas.

    5.0 El problema de reconocer debi

    damente la santidad del nacimiento,

    prescindiendo de deslumbrantes despreocupaciones.

    Muchos otros puntos hay, que se

    exponen hermosamente en las siguien

    tes pginas.

    No puedo menos de referirme al

    pasaje del evangelio de San Juan (ca

    pitulo i, versculo 9, de la versin re

    visa da ), que co rrob or a cuan to dice elautor al tratar de la Luz en relacin

    con el nacimiento, y reza as: Er a

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    !

    18 Introdu cci n

    la luz verdadera, la luz que alumbra a

    todo hombre que viene a este mundo.

    Aun qu e la na rrac in es interesante,no se ha de leer someramente, pues

    est destinada a remover las honduras

    del ms profundo pensamiento y es

    timular la ms completa investigacin.

    El que tan slo lea por curiosidad pre

    vng ase contra el desaliento. E l since

    ro se regocijar.

    G e o r g e R. C h a m b e r s

    Parroquia de San Pablo

    Haran (Iowa)

    C a p t u l o P r i m e r o

    D I A R I O S I N G U L A R

    Para el hombre de nervios de hie

    rro, de acerada agudeza e intensa con

    centracin en los negocios, como Wi-

    lliam Howard Rollins, el trmino deun ao comercial es como el fin de un

    segmento de su vida.

    El fin de un ao econmico trae en

    sus ltimas horas el resumen y exa

    men de lo que se hizo y lo que se dej

    de hacer, de las ganancias y prdidas,

    del prestigio adquirido o menoscabado,

    de los xitos y fracasos. El fin delao econmico seala un hito en el ci

    clo de los negocios. Es una entidad,

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    una cosa propia que debe considerarse

    como un independiente perodo de vida

    en la evolucin de los negocios.Para William Howard Rollins, el

    fin del ao econmico significaba todo

    lo dicho y ms. Los aos econmicos

    de su negocio terminan y principian

    a la medianoche del ltimo da del ao

    natural.

    El primero de enero era para Ho

    war d el da del ren acimiento personaly me rca ntil.

    Sus compaeros e ntimos amigos le

    Consideraban enfrasca do totalmente en

    el negocio sin que otra cosa alguna le

    interesara. El negocio era todo su

    mundo, y en el negocio empezaba y

    terminaba el da en el vaivn de las

    actividades de la vida. Decan sus amigos que no haba para l otro mundo

    que el negocio.

    a

    Motivo sobraba para creerlo as.

    Rollins no slo era un magnate del

    mundo comercial y un personaje representativo en los crculos mercanti

    les de las ms importantes ciudades

    de los Estados Unidos, sino que no

    haca vida de casino ni asista a con

    vites de sociedad ni goza ba de otra s

    diversiones que las que tras el descan

    so le restauraban acrecentadas las

    fuerzas para el negocio.Frecuentaba los crculos mercanti

    les, asista a los banquetes de los ro

    tarlos y otras corporaciones comer

    ciales,, y era soltero. Viva en una mo

    desta casa con su madre y evitaba

    todo intento por parte de sus iguales

    en categora social para que enamora

    se a las hijas de ellos.Su casa de soltero, regida por su

    adorada madre, era ideal para este

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    hombre de singulares costumbres. Na

    turalmente, tena pocos amigos y nun

    ca convidaba a nadie a su casa; peroquienes conocan su vida domstica, o

    algunas fases de ella observadas du

    rante cortas visitas, decan que en nin

    gn aposento se notaba ni lujo ni ordi

    nariez, excepto en su estudio o gabine

    te particular, ornamentado con leos

    y ag uafuer te s de paisa jes y escenas

    rurales a que era muy aficionado.Sin embargo, nadie recordaba haber

    visto a Ro llins en campo abier to pa ra

    admirar la Naturaleza en su agreste

    esplendor.

    No eran los libros su fuerte, porque

    un solo armario con puertas de cris

    tales deslucidos siempre cerradas se

    ve a en su gabin ete, sin que jam s sus

    amigos lograran saber qu clase de li

    bros en cerraba aquel armario.

    Una gran caja de caudales con ar

    mazn de caoba y un arca con fajas y

    cantoneras de bronce eran los muebles

    ms importantes del gabinete. La pol

    trona, el bufete, la lmpara movible,

    el cenicero y la almohadilla para los

    pies, indicaban que a veces se tomaba

    Rollins un descanso para leer. Pero

    nadie, a no ser acaso su madre, estaba

    enterado de lo que lea adems del

    N ew York Tim es y del Litera ry

    Dig es t.

    Pero en aquellas ltimas horas del

    ao 1916, poco antes de la medianoche

    que haba de ceder el paso al nuevo

    ao 1917, Rollins lea en el gabinete

    su Diario.La madre ya estaba en la cama, la

    casa en silencio y Rollins como solo en

    el mundo. Los tronquillos de lea ardan en la chimenea entrelazados por

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    r --------- ----- ---- -------------- ^

    24 Reve lac ion es sobre la Reencarna cin -

    llamas azuladoamarillentas que ilumi

    naban dbilmente los extremos del ga

    binete, y junto al fueg o, sentado en la

    poltrona y vestido con un sencillo ba-

    tn, lea Rollins a la luz de la movible

    lmpara elctrica que muy poca clari

    dad arrojaba por el aposento.

    Pareca como si el Diario fuese su

    libro predilecto. Con la misma regu

    laridad con que segua cotidianamente

    sus negocios, asentaba en aquel Dia -rio sus anotaciones todas las noches

    antes de acostarse.

    Durante muchos aos, desde que

    estaba en el colegio, haba cuidado de

    hacer estas anotaciones respecto de las

    actividades del da, y los veinte dieta

    rios, correspondientes a otros tantos

    aos de carrera comercial, contenananotaciones y comentarios casi exclu

    sivamente sobre asuntos de negocio.

    Diario sin gular 25

    Cada uno de aquellos dietarios era

    para Rollins su gua cotidiana, su Bi

    blia, el arch ivo de sus pensamientos,

    de los cosas hechas y por hacer y oca

    sionalmente de las dejadas de hacer.

    Aquel la noche haba de term inar el

    dietario de 1916. Como de costumbre,

    iba repasando hoja por hoja para dis

    cernir por las seales puestas al mar

    gen, qu cosas importantes haba lle

    vado a cabo y cule s de j de re alizar, afin de transferir stas al nuevo dieta

    rio y realizarlas en el entrante ao.

    Tal era la tarea en que se ocupaba

    aquella vspera de ao nuevo, mien

    tras Nueva York festejaba, como ella

    sola sabe hacerlo, las ltimas horas del

    expirante ao.

    Repasaba las hojas del dietario ensentido inverso a la natural sucesin

    de los meses, esto es, de diciembre a

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    noviembre y de noviembre a octubre

    hasta llegar a enero, y su mente se su

    mi en ensoaciones, como si retros

    pectivamente volviese a vivir cada uno

    de los das de los meses que iba repa

    sando. A veces iluminaba su grav e

    semblante una sonrisa, y otras lo en

    sombreca una severa mirada, como si

    hubiese de dar alguna orden urgente o

    tomar una trascendental decisin.

    En el retrospectivo repaso lleg al

    da 12 de septiembre. En la hoja apareca una anotacin que, como muchas

    otras, era una orden que se daba a s

    mismo, y aqulla estaba redactada bre

    vem ente en estos trm inos: A v e ri

    guar quin pint el paisaje titulado

    Prim avera , con la firma de Ray-

    mond.

    Inmediatamente se demud de grave en ris ueo el sem blante de Ro llins ,

    como si la lectura de aquella anotacin

    le hubiese transportado a otro mundo

    de gozosa meditacin, de curiosidad ycontienda. Desdibujse la sonrisa de

    sus labios, y tom su rostro una ex

    presin provocadora de reto o desafo.

    Por qu fu imposible averiguar el

    apellido del pintor? Por qu aparece

    bo rrado si la pintura est toda va tan

    bie n co ns erva da ? Estas pregun tas

    acudan a la mente de Rollins.

    La pintura aludida colgaba de la pa

    red del gabinete. Era una antigua

    obra maestra de subido precio, cuya

    va la ates tigu ab a la tcnica y dems

    caractersticas peculiares de una obra

    maestra, a pesar de que el anticuario

    que se la vendi a Rollins ignoraba el

    apellido del autor, pero haba prometi

    do averiguarlo. Los peritos que evaluaron el cuadro, lo examinaron y

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    28 Re vel aci on es sob re la Ree ncarna cin

    convinieron en que era la obra de un

    maestro desconocido, pues no se co

    noca otro paisaje firmado con aquelmismo nombre.

    Ni siquiera la letra inicial del ape

    llido poda descifrarse, aunque era evi

    dente que en la firma acompa al

    nombre de Raymond, el cual no daba

    de por s indicio alguno, ni se conoca

    ningn eminente paisajista que as se

    llamase.

    Tampoco era verosmil que aquel

    cuadro fuese el primero y nico pinta

    do por su autor, pues la habilidad y

    maestra que denotaba su factura no

    se adquieren de golpe sino tras dilata

    da experiencia y mucho esfuerzo en

    el desenvolvimiento de un tecnicismo

    personal.

    Cinco aos hacia que el correspondiente dietario anual llevaba en el 12

    de septiembre, fecha de la compra del

    cuadro, la consabida anotacin: A ve

    riguar quin pint el paisaje Pr im a-vera.

    Mas a pesar del dinero invertido en

    celosas investigaciones; de la inter

    ven cin de los an ticua rio s siempre

    prontos a complacer a Rollins en espe

    ra de nuevas ventas; de las gestiones

    que en Pars hizo un amigo relaciona

    do con reputadsimos artistas; con

    todo su sincero inters, incesante de

    seo y vivsima curiosidad no haba lo

    grado Rollins averiguar el apellido del

    pintor.

    Y a no era pa ra l cos a de misterio,

    sino de desafo; el ignorado nombre

    le desafiaba enojosamente.

    Tena Rollins fama de crecerse ante

    las dificultades y desafiar a la adversidad en el mundo de los negocios; pero

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    en el mundo del arte, donde pareca

    un extrao, le retaba una cosa senci

    llsima que un alumno de bellas artes

    hubiera podido resolver por fortuita

    investigacin.

    Ha sta cundo habr de mantener

    esta ano tacin en m is dietarios ?

    preguntaba Rollins a los espectrales

    anticuarios que se le aparecan en su

    ensueo, y se deca en angustioso so

    liloquio: Cinco aos han transcu

    rrido desde que por vez primera intent hacer esta averiguacin y cada

    ao aade antigedad a la pintura y

    obscurece ms la respuesta a mi pre

    gunta. Si ya se ha perdido todo ras

    tro del pintor, por qu esperan que

    lo descubran aos venideros ? El tiem

    po encapota el misterio e intensifica

    su obscuridad. Los aos incrementanel arcano y espesan el velo que cuelga

    entre lo conocido y lo desconocido. Si

    la pintura contaba mil aos de anti

    gedad cuando la compr, ahora tiene

    mil cinco aos y el septiembre venide

    ro tendr mil seis. Antes de que mi

    vid a termine y el cuadro pase a otras

    manos, tendr mil cuarenta aos de

    antigedad, pues espero vivir todava

    cuarenta aos. Pero entonces, qu?

    La pregunta quin fu el pintor? ,

    tendr la respuesta ms cercana de

    lo que la tiene ahora? Ya habrnmuerto el anticuario que me vendi el

    cuadro y muchos de sus compaeros,

    y ah or a mism o el que le vendi el

    cuadro al anticuario quizs haya

    muerto y no pueda cooperar a descu

    brir el apellido del pintor . E l po rve nir

    no estimula en modo alguno mis inves

    tigaciones. Debo retornar al pasado,a los das en que la pintura era nueva,

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    cuando penda de las paredes de al

    gn viejo castillo y el apellido podra

    leerse y viva el pintor.Tales pensamientos aleteaban en la

    mente de Rollins mientras su mirada

    va gaba de la hoj a del die tario a las

    azuladoamarillentas llamas de la chi

    menea, y ces en sus cavilaciones res

    pecto de dnde y cundo pudo pintarse

    aquel paisaje. El nombre sugera la

    idea de un pintor francs, y por aso

    ciacin la de Francia, que a su vezsugera un mundo, una vida y unas

    costumbres sumamente halagadoras.

    Y Ro llins se de ca : P or qu F ra n

    cia se me representa de esta suerte y

    por qu no me tom algn tiempo para

    visi ta r sus tran qu ila s ciudades medie

    vales y sus an tig ua s pro vinc ia s?

    Estas palabras, aunque pronunciadas mentalmente en soliloquio, pare

    can resonar en la profunda quietud

    del gabinete.

    Y Ro llins vo lv i a sus cavilaciones,

    dicindose: La guerra me impide

    ahora visitar a Francia, aunque lo con

    sintiera el negocio; pero das hubo en

    que mis asuntos no me hubieran impe

    dido tomar un perodo de vacaciones

    ve ra niegas , march arme a Fra ncia y

    satisfacer las ansias de baarme en el

    maravilloso ambiente de sus provin

    cias meridionales. Sin embargo, todava es pa ra m Fra ncia un sueo de

    mi mente.

    Rollins no saba que sus pensa

    mientos eran idnticos a los de muchos

    otros individuos que sienten extraos

    anhelos de visitar lugares con los que

    les parece estar familiarizados, como

    si fueran parte de s mismos, y no obs-tante permanecen como un sueo, una

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

    21/127

    imagen condicional en su mentalidad.

    Lo adelantado de la noche y la sbi

    ta conciencia de que se deslizaba en

    un fantstico y estril ensueo, retor

    n su atencin al dietario que tena

    entre manos, con el ndice todava co

    locado en la hoja del 12 de septiembre

    de 1916. No haba ms remedio que

    transferir la anotacin al nuevo die

    tario y colocar su pregunta en una

    hoja futura.

    Y cuando de la ho ja del 12 de septiembre pas en su repaso retrospec

    tivo a la del 11 del mismo mes, se le

    ocurri el extrao pensamiento ex

    presado en este nuevo soliloquio:

    P or qu 110 ir pasando hacia atrs

    las hojas de los pasados ayeres con

    esperanza de encontrar la respuesta?

    Si yo pudiera volver una por una las

    hojas de los mil aos de ayeres, tan

    .

    Dia rio singular

    fcilmente como vuelvo las hojas de

    este dietario, conocera todo lo refe

    rente al misterioso paisaje.Aquella posib ilid ad le asomb r, y

    pensando, pensando, adormecise de

    modo que sin perder la conciencia de

    su posicin junto a la chimenea, se

    vi so ando un sueo di ar io ; pero el

    dietario que tena en sus manos era

    muy voluminoso y contena las hojas

    de los das de muchos aos pasados, y

    mientras contemplaba las escenas deaquellos das proyectadas vividamen

    te en la chimenea, las hojas se iban

    vo lvien do retro spectiv am en te una tra s

    otra en el gran dietario que tena entre manos.

    Lleg medianoche. El antiguo reloj

    de los abuelos que estaba en el vest

    bulo de la casa, de sgran las docecampanadas, y antes de extinguido el

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

    22/127

    r ---------------

    36 Revelaci ones sob re la Reen carn acin

    eco de la ltima, repicaron las campa

    nas de la ciudad y sonaron pitos y

    trompetas que anunciaban la entrada

    del nuevo ao, y aunque el atronador

    estrpito no perturb a Rollins ni le

    distrajo de su ensueo, conoca que ya

    estaba en un nuevo perodo del ciclo

    de vida, y retorn al primer ayer del

    pasado en el mundo que est allende

    el velo.

    7

    Capt ul oII

    A T R A V S D E L P R IM E R V E L O

    A l concentra r la mente en el negro

    espacio abierto sobre las llamas del

    hogar, la conciencia de Rollins se en

    foc tambin en aquel espacio como sifuera un mundo donde hubiese de mo

    rar y ser una parte de sus ilimitadas

    posibilidades..

    Cuando se di cuenta de la extraa

    sensacin de haber entrado en aquel

    mundo en miniatura, not que haba

    atravesado el gran velo que separaba

    lo pasado de lo presente; y as al volve r una ho ja del volum inoso dietar io,

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

    23/127

    hallse extraamente ligero de espri

    tu y en un estado de despierta reali

    dad subconsciente.Su cuerpo fsico permaneca en la

    poltrona del presente; pero su ego es

    taba en el ayer creado en el mundillo

    allende el velo.iPoco a poco fu percibiendo la esce

    na que a su alrededor se desarrollaba.

    Era el escenario un extrao aposento,

    que sin embargo le pareca familiar.

    Una cama de caoba, y en ella tendida

    una joven doliente. La asistan el m

    dico, que llevaba un maletn en la ma

    no, una enfermera y otra mujer. Se

    oyen sollozos; hay excitacin; algo se

    espera. Qu significa todo esto? La

    doliente joven exhala gritos de angus

    tia, reclama alivio, y el mdico la con

    suela tiernamente con palabras de confianza.

    La enfermera/ abre la puerta del

    aposento, y entra presuroso un joven

    alto, de hermosa presencia, tan excitado, que echa el sombrero sobre una

    mesa y se precipita hacia la cama, pero

    el mdico lo detiene y le aconseja que

    se acerque despacio y muy cuidado

    samente.

    Es el marido. Llora al ver a su

    esposa en tan angustioso estado y la

    dirige palabras suaves de tierno amor.

    La esposa sufre; el dolor es penossi

    mo, y su cuerpo se estremece y salta

    sobre la cama, presa de clnicas con

    vulsiones. E l mdic o consulta su reloj

    y espera . E l esposo se preg un ta men

    talmente si cabe hacer algo. La enfer

    mera exclama tiernamente: El tiem

    po acabar con todo. La esposa est

    frentica; el dolor es intensamente insoportable; y deja caer la cabeza so-

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

    24/127

    ' ~

    40 Re ve lac ione s sobre la Reencarn aci n

    bre la alm ohada. A got las fuerzas.

    Est exhausta. No se mueve. El m

    dico le toma el pulso. La enferma se

    muere. La ayudan a levantarse, pero

    la debilidad no le consiente dar un

    paso y exclama: Haroldo, Haroldo,

    si yo lo hubiese sabido!, si yo lo hu

    biese sab ido! A hora quiero morir .

    Ms me valdr. Dime,, Haroldo, no

    puedes ayudarme? Estoy muy dbil

    y no teng o fu er za s para re sistir el

    dolor.A este pun to se vi Ro llins envuelto

    en aquella escena. Senta la necesidad

    de acudir en auxilio de aquella pobre

    mujer, y trataba de percatarse del pa

    pel que desempeaba en aquel inciden

    te de algn da pretrito, de algn

    ayer de su vida. Pero, cmo era

    aquello? Est en aquel aposento: ysin embargo, los dems no le ven, y

    A travs de l primer ve lo 41

    tiene conciencia de que su verdadero

    ser con su mente, es decir, su alma,

    est all, en aquella escena, p e r o s i n

    c u e r p o FSICO.

    Por lo tanto, quin es l?, en dn

    de se desenvuelve o se desenvolvi

    aquella escena? Con los ojos del alma

    explora su alrededor. Ve el espacio

    sobre l, y otras almas semejantes a

    l, pero l revolotea por encima y por

    dentro de una casita de campo. Es

    de maanita; el viento mece los rboles y entre las hojas murmura. Los

    campos estn helados y las flores he

    ridas por la escarcha. La niebla vela

    las distantes colinas, el naciente sol

    arrebola el cielo y la naturaleza toda

    est en silencio, mientras que en el

    humilde hogar,, el dolor y el sufri

    miento, el temor y la esperanza, la ansiedad y la expectacin se entreveran

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

    25/127

    intensamente y en el umbral de la vida

    arroja sus sombras la corpulenta y

    negra figura de la muerte.Rollins no es ya ms que una alma

    que vigila y espera. Por qu espera?

    No pueden los recuerdos de ayer ex

    plicar el porqu y el cmo de aquella

    triste escena?

    Ap ar ec e una luz que tr aza la en

    trada del Camino de la Vida, cuyo ti

    tulo est escrito con letras de sangre

    en la archivolta. Por all entra una lu

    minosa alma.

    Vuel ve a es ta r do lor ida la joven

    enferma. Clama por auxilio y cae ex

    hausta. Suavemente la llevan a la

    cama, mientras el mdico y la enfer

    mera la acarician tiernamente.

    Menudean las convulsiones; la en

    ferma exhala angustiosos gritos, elsufrimiento lacera el corazn, y pa-

    san las horas hasta que el sol llega al

    meridiano.

    Entre tanto, el alma luminosa vigilaba y esperaba el cumplimiento de

    la ley, porque n e c e s a r i a m e n t e h a d e

    C U M P L I R S E L A L E Y .

    El alma luminosa se acerc hasta

    ponerse en contacto con el alma de la

    enferma, y ambas se comunicaron

    mentalmente inefables pensamientos.

    El alma de la enferma, de la joven

    esposa, anhelaba la mansin de amor

    que haba henchido de felicidad al

    hombre amado, Haroldo,. que siempre

    fu para ella un amantsimo y respe

    tuoso marido. Juntos haban pasado

    la vida, compartiendo alegras y tris

    tezas, gozos y penas, y ahora quizs

    haba llegado el fin.

    El cuerpo iba debilitndose lentamente; el cerebro se horrorizaba de

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

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    y - ~

    44 Re vel aci on es sob re la Reenca rna cin

    los sufrimientos de la carne, la ima

    ginacin vagaba por el valle de la

    muerte, y el alma anhelaba calmar eltransido corazn.

    An im os am en te haba esp erado la

    jove n esposa la ho ra en que se ac re

    centara el gozo conyugal, cuando vie

    ran su hogar bendito con las risas y

    llantos de un pequeuelo.

    Prudentemente, haba el marido

    tranquilizado el nimo de ella y des

    vanecido todo tem or, asegurndo le

    que estara a su lado en la hora del

    desconocido dolor.

    Sin embargo, en las actuales cir

    cunstancias, todo cuanto estaba en su

    poder era besarla en los labios y ali

    sar su suelta cabellera.

    Qu sucedera si la muerte frus

    traba sus anhelos? Aun en los momentos de ms vivo sufrimiento, pen

    ** -------

    A trav s del prim er velo

    saba la esposa en su marido y presen

    ta cunto iba a penar si la muerte lo

    desbarataba todo y se desvanecan sus

    acariciadas esperanzas. Esta idea es

    timulaba a la joven esposa a resistir

    con todas sus fuerzas el sufrimiento y

    vi gori za r su dbil constitucin en

    cada acometida del dolor.

    Pero seguramente haba de llegar

    la hora en que cesaran los dolores y

    el primer vagido de un nuevo ser re

    sonara como gozosa msica en losodos de la nueva madre olvidada de

    las angustias de la maternidad.

    Y ento nces el alm a lum ino sa se en-

    trefundi con la de la expectante ma

    dre, que reanimada con divina vida,

    comprendi que Dios estaba cerca y

    que haba llegado el momento de la

    suprema prueba de su vida.Las dos almas comunicantes se con-

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

    27/127

    1~ -' *

    46 Re ve lac iones sob re la Ree ncarna cin

    solaron mutuamente, confiadas una

    en otra, pues conocan de lleno la in

    falibilidad de la ley,, la flaqueza de la

    carne y las tentaciones de los deseosmundanos.

    Las dos almas se unieron ms estre

    chamente durante el final perodo de

    los dolores del parto. El alma lumino

    sa contemplaba a la mujer en su gozo

    sa afliccin de librar al mundo un

    cuerpo en toda su integridad para

    que le sirviera de vestidura materialen la visita que iba a hacer a aquel

    apacible hogar.

    Por su parte, la parturienta se

    abrazaba al alma luminosa, y con el

    instinto maternal ya despierto, la

    atraa para que su hijo tuviera alma y

    vida aun que ella hubiese de pasar a

    las neblinas de los cielos en su supremo sacrificio. Cun ntimo parentes-

    A travs de l primer ve lo 47

    co! Nada tan hermoso, tan sagrado

    ni tan sencillamente manifiesto hay

    en los maravillosos procederes de la

    naturaleza ni en los fundamentos dela creacin ni en la ley y los admira

    bles cam inos de Dios. Lle g el mo

    mento decisivo. La vida pareca estar

    a punto de extinguirse en el cuerpo

    de la parturienta. Sufra lastimosa

    mente. El marido, el mdico, la enfer

    mera, la asistenta y la expectante alma

    luminosa sentan la terrible angustiaque llenaba el aposento. De todos los

    ojos brotaron lgrimas y todos los co

    razones se oprimieron cuando la par

    turienta en un desesperado esfuerzo

    trat animosamente de cooperar con

    la naturaleza al cumplimiento del de

    creto de Dios: con tristeza y dolor

    llevar la mujer el fruto de su amor.

    La joven esposa exhal un suspi-

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

    28/127

    ----- ------

    43 Re velac ion es sob re la Reenc arn aci n

    ro. Su espritu fue arrebatado a la

    cumbre de la montaa a cuyo pie se

    extenda el valle de la muerte, y durante un momento vislumbr el cielo,,

    y Dios y los ngeles se le apare cie ron ,

    y vi que el fr uto de su vien tre vi va.

    Transportse entonces su espritu al

    va lle; pero donde antes reinaban las

    sombras, jugueteaban ahora los rayos

    del sol que le abran camino a travs

    del follaje de los rboles y danzaban

    sobre el csped como danzan las hadas

    en primavera, alborozadas con la ale

    gra de vivir. El alma luminosa ya no

    permaneci por ms tiempo en el aura

    del alma de la madre. Cuando los que

    rbicos labios del caro infante se

    abrieron al primer aliento de vitaliza-

    dor aire, exhalaron los pulmones el

    que impeda la entrada de la luminosaalma, y a la siguiente inhalacin, al

    A travs del prim er velo 49

    penetrar el aire por las ventanillas

    del recin nacido, se cumpli otro di

    vino de creto: Dio s inspir en el hom-bre el soplo de vida y el hombre f u

    en alma viviente.

    El alma luminosa qued irresisti

    blemente atra da hacia el cuerp o del

    infante, y se hall en la Cmara del

    Alm a, en el Reino del Hom bre In

    terno.

    Palpitaba el cuerpecito con vigoro

    sa vida, y el alma luminosa qued en

    tronizada en su propio palacio de la

    tierra, para dirigir e insinuar, para

    dictar e impeler, para incitar y tentar,

    para ser la conciencia del hombre, la

    mente de Dios, el Seor en el Sacro

    Templo.

    El alma escuch. La madre dorma

    tranquilamente; la enfermera andabade puntillas para sin despertarla cum

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

    29/127

    plir discretamente con sus deberes; y

    el mdico atenda cuidadosamente a

    las circunstancias del caso. En la cuna

    se meca el cuerpo del infante, y su

    alma lo observaba todo gozosamente.

    Arr od illado junto a la cun a estaba el

    marido anegado en lgrimas y emo-

    cionadsimo por el para l nuevo y ma-

    ravilloso sentimiento de la paternidad.

    Levantse cuidadosamente, y con

    tierno rendimiento se inclin -sobre el

    nio y lo cubri con la colchita de ganchillo que la madre haba elaborado

    en las horas de gozosa espera. Despus

    bes reverenteme nte la go rd ezue la ma-

    necita del infante, como representa

    cin de cuanto sagrado y divino haba

    encarnado el amor que profesaba a su

    joven esposa. Despus, coloc la ma-

    necita bajo la colcha y murmur suavemente: Ho mbrecito , nosotros te

    bendecimos como Dios te ha bende

    cido, y tu nombre ser William Ho-

    war d Rol lin s.

    Sobresaltado Rollins recobr la con

    ciencia viglica, se fu desvaneciendo

    rpidamente la escena proyectada en

    la chimenea y vise Rollins desglosa

    do de ella.

    Y a no er a una pa rte del ayer cuyos

    incidentes se le haban reproducido tan

    extraamente. Volva a ser el hombre

    de hoy, del inquieto, positivo y moderno hoy. Pero saba ya lo que antes

    ignoraba. Haba vuelto atrs las pgi

    nas del dietario hasta el ayer de su

    nacimiento, y su alma era aquella al

    ma luminosa que haba encarnado en

    el cuerpo del infante. Pero cun cara

    haba costado la maternidad!

    Su madrecita era la misma que ala sazn dorma en el piso alto. Po-

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

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    52 Re ve lac iones sob re la Reen carnacin

    dr el hombre pagar jams los sufri

    mientos de la valerosa mujer que le

    lleva en su seno como futuro hijo para

    darle la esencia de su vida y aun la

    misma vida si fuese necesario? Qu

    supremo amor! Amor divino! Slo

    igualado por el amor de Dios, porque

    en realidad es el amor de Dios.

    A s me ditaba Ro llins , ha sta que

    anegado en llanto y palpitante veloz

    el corazn, su filial amor le impela

    a prosternarse en reverente adoracinjunt o a la cama de su madre, cuando

    de repente se abri la puerta del ga

    binete y apareci ella, la madrec ita de

    cabellos grises, cubierta con una man

    teleta de color de rosa, y la sonrisa en

    los labios. Sorprendida de ver a su

    hijo todava despierto, exclam en el

    tono ms carioso de la amante maternidad :

    A trav s de l primer ve lo 53

    Mira, William, nio mo; es

    muy tarde, y tem que te hubieras que

    dado dormido,, porque maana es tucumpleaos , y estaba precisamente

    pensando en el da en que Dios te nos

    di. Quieres venir? Te tengo prepa

    rada la cama. Vmonos arriba. Eres

    un buen muchacho.

    Y el vigo ro so , corpu lento y dom i

    nante hombre y la gentil madrecita de

    cabellera gris y cuerpo dbil y a veces

    tembloroso, salieron de bracete del

    aposento, iluminados por la plida luz

    de la luna, y pasaron por el vestbulo

    en direccin a la amplia escalera. Al

    subir por ella y desaparecer en la som

    br a pa reca como si los ngeles rodea

    ran a la tierna madre y a su nio

    hombre.

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

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    Capt ul oIII

    A L L E N D E E L P R IM E R V E L O

    Nervioso e inquieto, sin estar ver

    daderamente fatigado, revolvase Ro

    llins en la cama, incapaz de dormir,

    pues le acosaba la escena que haba

    revivido.Los rayos de luna, filtrados por !os

    visil los de la ven tan a, traz aban afil i

    granados dibujos en el pavimento obs

    curamente alfombrado, y al chocar en

    el gran espejo de antigua hechura

    colocado en el opuesto extremo de la

    alcoba, se reflejaba en l la blanca tu

    lipa de la lmpara del velador.Cuando Rollins miraba aquella blan-

    Al len de el prim er ve lo 55

    ca esfera reflejada en el espejo, le pa

    reca como si se transmutara en un

    hermoso y plido rostro que a vecesle sonrea, y otras veces, transido de

    pena, baado estaba en lgrimas de

    sufrimiento.

    No poda Rollins apartar de su con

    ciencia mental la idea de la materni

    dad y de la encarnacin de una alma,

    tan admirablemente ordenadas,, y le

    era imposible dormir porque la cada

    del cuerpo en sueo, requiere el sosiego de la mente.

    Haba presenciado Rollins el naci

    miento de su cuerpo y la encarnacin

    de su alma.

    Fu para l un ayer mucho ms im

    portante que todos los de sus ltimos

    veinte aos de negociante, y esta ci r

    cunstancia asombraba al positivistaRollins, pues controverta lo que du-

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

    32/127

    56 Revelac ion es sob re la Reenca rnac in

    rante tantos aos haba credo, esto

    es, que nada poda haber ms impor

    tante que los ayeres y hoyes del negocio, que cuidadosamente cronicaba

    en sus sagrados dietarios. Lo esen

    cial para l era nicamente el perodo

    de vida entre el principio y el fin deuna empresa.

    Sin embargo, aquella noche, mien

    tras se hallaba en tan creciente estado

    de nerviosidad, apareca en el horizon

    te de sus computadas esencialidades,algo mayor y diferente de los mate

    riales asuntos de la vida. El comienzo

    de la vida resultaba intensamente in

    teresante e importantsimo, y quizs

    el fin de la vida haba de tener el mis

    mo inters e importancia. Sin duda

    gran parte del xito y el podero du

    rante la vida dependa de aquella pri

    mera hora de la vida, la hora en que

    Al lend e el prim er velo 57

    el alma se encarnaba en el infantil

    cuerpecito.

    Suponiendo que el alma no hubiesepodido entrar en el cuerpecito, qu

    entonces? Bien recordaba Rollins la

    ansiedad de la madre, presa de los do

    lores del parto, y temerosa de que la

    expectante alma no pudiera entrar en

    el cuerpo que luchaba por el alumbra

    miento.Todas las esperanzas, aspiraciones,

    proyectos e ideales atesorados en elpecho de la madre dependan de aque

    lla misteriosa manifestacin de una

    desconocida ley por cuya virtud el al

    ma flotante en el espacio se transfe

    rira, se transplantara, por decirlo

    as, al cuerpo para ella preparado; y

    este cuerpo, que no tendra vida si no

    se la infundiera prestada la sangre y

    la vitalidad de la madre, se transmu-

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

    33/127

    58 Re velac ion es sob re la Ree nca rna cin

    tara en una perfecta creacin, en un

    cuerpo vitalizado, en una alma vivien

    te. Qu admirable transmutacin!

    Sera sta la transmutacin que losantiguos msticos simbolizaban com

    parativamente con el alqumico pro

    ceso de combinar una substancia gro

    sera con una sutil, con un refinado es

    pritu, de cuya combinacin resultara

    una tercera y diferente substancia, la

    refinada y perfecta creacin, el oro

    puro del universo?

    Sin embargo, qu hubiera suce

    dido si el alma no se infundiera en el

    cuerpo? No influira tambin en el

    alma la imposibilidad de cumplir la

    ley? Si tal hubiese sucedido en aquel

    caso, oh!, terrible contemplacin, l,

    el gran Rollins del mundo de los ne

    gocios, no estara ahora en donde es

    taba. El mdico se hubiese limitado a

    Al le nd e el prim er velo 59

    decir: Ha nacido muerto. Pero a

    dnde volviera el alma que ahora ani

    maba su cuerpo?

    Rollins estaba ya completamentedespierto. Se formulaba una pregunta

    tan importante como cualquiera de las

    que le salan al paso en sus negocios,

    tan importante como la de quin era

    el pintor?

    Sentse en la cama, se pas los de

    dos por la cabellera y respir profun

    damente como si exhalara un tristesuspiro. Le impresionaba la importan

    cia de su pregunta y al propio tiempo

    le excitaba la curiosidad. En el vest

    bulo di el enorme reloj una son o

    ra campanada. No saba Rollins si

    eran las doce y media o la una o la

    una y media de la madrugada. Com

    prenda que ya era tarde y necesitaba

    dormir; pero la pregunta, la impor

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

    34/127

    tantsima pregunta quedaba sin res

    puesta.

    Volv i el ro str o hacia el espejo yall estaba la plida faz que pareca

    atisbarle. Hubirase dicho la faz de

    una madre que impetraba la venida de

    una alma. Casi inconscientemente la

    mir con la misma inquisitiva mirada

    tan conocida en los crculos comer

    ciales, cuando Rollins trataba de des

    cubrir una escondida verdad, y le dijo

    con severo tono: Dime a dnde hubiera ido esta mi alm a si no lo gr ar a

    encarnar en mi cuerpo infantil a la

    hora del nacimiento?

    Esper respuesta, y despus de una

    pausa semejante a silencio de muerte

    en el aposento, oy una voz interior

    que susurraba: Quin no conoce que

    la mano del Seor hizo todo esto?

    En su mano est el alma de todo vi

    viente y el esprit u de toda carne hu

    mana. Estas palabras eran de la San

    ta Biblia, en el captulo doce del librode Job; pero a Rollins le revelaron la

    ley. En presencia del Seor todas las

    almas permanecen en descansada es

    pera de que les llegue su da.

    El alma hubiera vuelto a su propio

    reino, a la presencia de Dios, al mun

    do de las dems almas, para esperar.

    Rollins,- el hombre de ahora, no esta

    ra aqu, pero no se hubiese perdidosu alma.

    Esta respuesta pareci consolar a

    Rollins, aunque no le explicaba el por-

    qu, pues hasta que traspuso el velo

    del ayer, la personalidad de Rollins

    sobrepujaba en importancia a su in

    terna divinidad, mientras que ahora

    pareca satisfacerse Rollins con el co

    nocimiento de que si su personalidad

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

    35/127

    no naciera, hubiese seguido viviendo

    y esperando su alma.

    Rollins tendise con la cabeza sobrela almohada y cerr los ojos en acti

    tud de contemplacin. Vea dos enti

    dades unidas: su personal ser, Rollins,

    el nio hecho hombre, y el alma resi

    dente en la personalidad. El ser per

    sonal proceda de los pensamientos,

    deseos y esperanzas, del amor y de la

    carne y la sangre de su madre. El al

    ma proceda de Dios.En esta contemplacin revivi Ro

    llins de nuevo los minutos cuando su

    alma, una entidad pensante y sencien

    te, pero sin forma, planeaba en el es

    pacio esperando el momento de en

    carnar.

    Planeando en el espacio ? Pero de

    dnde y en dnde? Otra pregunta acosaba su mente: D e dnde vine yo

    aqu? Si yo estaba aquel da en aque

    lla casa y en aquella mujer, en dnde

    estaba el da antes de mi nacimiento?,cul era mi ayer? Oh, si yo pudiese

    vo lver atrs otra p gina de los ayere s

    de la vida y ver el da anterior al del

    nacimiento; ver y vivir el ltimo da

    de la vida de ayer!

    * * *

    Si Rollins se durmi o no con este

    deseo en su nimo, no fu capaz dedecirlo cuando pasada la noche ama

    neci el nuevo da. Slo se daba cuenta

    de haber vuelto una pgina en el die

    tario del ciclo de su vida. An estaba

    en la cama,, cuando se sorprendi al

    ve r cerca del techo una viv a luz. La

    mir. Pareca como si el techo se hu

    biese desva necid o y el esp acio sin lm i

    tes se extendiera ms all, y hasta las

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

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    paredes semejaban raso e incoloro

    espacio. A l revolverse en la cama not

    sobre su cuerpo el bulto y el peso deun voluminoso libro cuyas pginas re

    gistraban la historia de su vida. Era

    el mismo dietario que pocas horas an

    tes tenia sobre la mesa de su gabinete

    de estudio. Incorporse de nuevo en

    la cama y abri lentamente el dietario

    por la hoja sealada con la indicacin:

    Ayer , 31 de diciembre. Era el da an

    terior a su nacimiento. El ltimo ayerde su anterior vida.

    Volvien do la mira da al espacio que

    le rodeaba, observ que la viva luz que

    le haba despertado estaba formada

    por una masa de lucecitas agrupadas,

    cada una distintamente individual,

    pero tan unidas, que los millares de

    ellas al alcance de su vista aparecancomo una indivisible masa de luz.

    Cada lucecita se mova con armo

    nioso ritmo; pero he aqu que una de

    ellas se separ del conjunto, y movindose en raudo giro hacia Oriente, des

    apareci de la vista, y durante largo

    trecho la sigui a modo de estela un

    rayo de luz que acrecentaba su brillo

    y la intensificaba en su camino.

    Otra lucecita se dirigi hacia el Sur

    y tam bin la segu a el proye ctado rayo

    de la masa luminosa, como si lo nece

    sitara para impelerla en su camino.

    Otra y otras se movieron en distin

    tas direcciones, y todas seguidas por

    el centelleante y transparente rayo lu

    minoso.

    Una de estas luces se dirigi hacia

    Rollins,, y al acercrsele, aument de

    magnitud y de brillo, como si deseara

    insinuarse de algn modo especial. Laluz ti de un suave matiz violado el

    -~~

    5

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

    37/127

    cuerpo de Rollins, y le deslumbr los

    ojos.

    Ace rc se la luz ms y ms ha sta cobi jarlo. Sint i Ro llins una especie de

    hormigueo en todo el cuerpo, se le

    amortiguaron los latidos del corazn y

    not como si se eterizase y disminu

    yer a su or dinario peso. Finalmente su

    conciencia desprendise del cuerpo f

    sico, y vibr con un ritmo difcil de

    explicar.

    La gran masa de luz se fue alargando hasta asumir forma oval que

    vi br ab a vitalmente e infu nd a en la

    conciencia de Rollins un pacfico, sua

    ve y fa m ili ar fe rv or.

    Del seno de la luz reson una voz,

    cuyo tono pareca gentilmente va ron il;

    pero desde luego se di cuenta de que

    no oa la voz por el ordinario conducto de los odos corporales, pues careca

    Al lend e el prim er vel o 67

    de cuerpo fsico, y que su conciencia,

    su verdadero ser, su Yo, formaba par

    te de la masa luminosa, y aquella vozera la de su propia alma en el espacio.

    Era el ayer de

    Dijo as la voz:

    En tu Luz veremos la Luz. E n el

    principio dijo Dios: Sea la Luz. La

    Luz es la vida de los hombres. Yo soy

    la Luz del que me envi. Soy parte

    de la magna Luz. En mi interior bri

    lla la Luz de la divinidad. El Alma

    del hombre es la Luz. Todos sois Hi

    jos de la Luz. T u reino es el reino

    de la Luz. Y la Lu z en las tinieblas

    resplandeci; pero las tinieblas no la

    comprendieron. Cuando la Luz des

    aparece, retorna a la Luz y deja a las

    tinieblas en tinieblas. La Luz es Vida,

    Ver da d y Libe racin . L as tinie bla sson muerte, pecado y esclavitud.

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

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    68 Rev elacio nes sob re la Reencar nacin

    Es te es mi mundo, el ilimitado

    mundo de Dios. Yo soy de la Luz de

    Dios. All estn mis hermanos, los

    Hijos de la Luz, de la Paternidad de

    Dios y de la Maternidad del Amor.

    En el principio dijo D ios : Sea la Luz,

    y la Luz fue . Y la Luz qued distri

    buida en mansiones celestes , y en doce

    de ellas fueron aposentados los Hijos

    de la Luz para que se predispusieran

    a ser con el tiempo las almas de las

    razas humanas en la tierra. Uno poruno, todos fueron destinados por la -

    Mente de Dios para que difundieran

    la Luz por la tierra, sirvindoles de

    instrumento el cuerpo que Dios hizo

    del polvo de la tierra. Y cuando llega

    la hora en que conviene que un alma

    lleve la Luz al mundo, Dios alienta

    su soplo en la nariz de la forma hu

    mana, y cada hombre es entonces ni-

    Al len de el primer velo 69

    ma viviente en la tierra. Y hay un

    tiempo y un lugar determinados para

    que brille cada Luz, y un da y una

    hora para que cada Luz disipe las ti

    nieblas y d radiante y abundosa vida.

    La ley es inmutable y la ordenacin

    se manifiesta infaliblemente.

    Y cuando la Luz y a no puede bri

    llar a travs de los cuerpos pecadores,

    queda absorbida en el halo celeste y se

    comunica con sus hermanas en las

    mansiones preparadas para ellas. Porque el hombre en la tierra es pecador

    y se ar ro ga el poder de ob ra r a su

    antojo sin escuchar la interna voz que

    le dice la Verda d. Y el hombre des

    truye el cuerpo que Dios hizo y debi

    lita su organismo y corrompe el polvo

    de que est hecho,, de suerte que ya no

    puede contener por ms tiempo el es

    pritu que lo anima. Y el cuerpo su

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

    39/127

    cumbe, y se derrumba como las pare

    des de un templo corrodas por los gu

    sanos de la corrupcin y la negligen

    cia. Y torna a ser polvo. Porque laLuz se va y se quedan las tinieblas.

    La Luz es vida y las tinieblas muerte.

    La Lu z que retorna ve todo lo que

    es y lo que ser. Por virtud de la

    Mente de Dios, su Padre, est en ar

    mona con todas las mentes. Escucha

    las secretas oraciones y lamentos de

    las Luces de los hombres. Conoce lasesperanzas y deseos de las almas en

    carnadas en la tierra; ve los peligros,

    desalientos, tentaciones y aagazas de

    aquellos que niegan a sus Luces el po

    der de hablar y el derecho de dirigir.

    A las Lu ce s que estn en las ultra te-

    rrenas mansiones se les confiere el po

    der de auxiliar, la libertad de actuar

    y la inspira ci n de di rigi r. Proye ct an

    los rayos de su Luz en las sombras

    del humano corazn, y hablan con el

    hombre y avivan la Luz que est mor

    tecina en su interior. Tal es la obra delos Hijos de la Luz, en espera de la

    hora de encarnar en forma humana

    con el aliento de vida.

    Y cuando llega la hora de que la

    Luz brille en la tierra y se infunda en

    un cuerpo preparado para ella en el

    seno de una madre, el decreto de Dios

    enva aquella Luz apropiada al tiempoy al lugar para la obra y el servicio

    que ha de ser su misin en la tierra.

    Y en el cuerpo del infante se infunde

    la Luz que ha de iluminar a los hom

    bre s. Lle va co ns igo e im prime en el

    cerebro del infante la personalidad, la

    mente y la memoria de sus anteriores

    perodos de vida en la tierra. Por me

    dio del cuerpo del nio y despus del

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

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    i ------- --- ------

    72 Reve lac ion es sob re la Reen carn aci n

    hombre brilla la interna Luz; pero el

    hombre hace caso de las palabras de

    los necios, de los pensamientos de los

    tentadores, de los planes de quienescuyo corazn est abroquelado contra

    las radiaciones de su interna Luz, y

    prefieren las transitorias ilusiones de

    los sentidos fsicos que a tantos otros

    pierden. Pero el que escucha la voz

    de su interna Luz y se complace en

    la comunicacin con su alma, recibe

    a Dios, la Verdad y la Vida. Pero debo marcharme. He venido

    a ti para hablarte como hablara a

    cuantos buscan la Luz, para que les

    ilumine la mente y el cerebro. Me ha

    llegado la hora de dejar el Reino de

    L'uz y acercarme a una mujer, que

    dentro de algunas horas pasar por el

    va lle del alum bram iento,, rogando in-

    egostamente que la Luz se infunda en

    Al len de el prim er velo 73

    el infantil cuerpo cuya formacin nu

    tri. Est decretado que ese cuerpo

    infantil sea para m, porque llegar

    a estar en lugares y se relacionar conaquellos que necesiten mi Luz, y pa

    sar de asociacin a asociacin, de

    ciudad a ciudad, de pueblo a pueblo,

    donde adquirir muchas experiencias

    necesarias a la evolucionante indivi

    dualidad, necesitada tambin del co

    nocimiento que adquir en el pasado.

    Esperar en el hogar del nuevo infante. Le dar a la nueva madre un

    sosiego compatible con las leyes en ac

    tuacin. Aguardar en la entrada del

    Canal de Vida y estar dispuesto. Y

    cuando entre con el aliento de vida,

    mirar por las ventanas del alma los

    puros ojos del nio y ver a tu madre,

    a tu padre y tu hogar. Ven, porque

    consciente y comprensivo debes acom-

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

    41/127

    r -------------------------- -------- ----------------------- - ------- - i

    74 Re velaci on es sobre la Reen carn acin

    paarme y entrar conmigo en el ser

    ya dispuesto al supremo mila gro de la

    Vida. At ra ve sa re m os el espacio,: se

    guidos por los benignos rayos de laradiante Luz que nos une con la Mag

    na Luz, y maana ser el da de tu

    nacimiento en la tierra.

    Lentamente se fu desvaneciendo

    la Luz en la negrura de la noche, y

    al propio tiempo se desvaneci tam

    bin del au ra de Rollin s, aquella subli

    me conciencia, aquella extra a entidadetrea que aunque perteneciente a l,

    estaba fuera de su cuerpo. Cay en

    olvido y se durmi.

    Despertado por el cotidiano llama

    miento de su madre, recobr su con

    ciencia viglica. El sol matutino pro

    yecta ba en el pavim ento sus clidos y

    amarillos rayos que hablaban de la

    vid a y del go zo de vivir .

    4

    ^ ------ -

    Allend e el primer ve lo 75

    La puerta de la escalera estaba ce

    rrada. Se oy el ruido de las ruedas

    de un carro sobre la grava de la ca

    rret era que lindaba con la casa. Elmundo se pona en movimiento! Y a

    era otra vez hoy y el ayer haba pa

    sado. El ayer de una vida anterior, el

    da precedente al nacimiento, cuando

    el alma de Rollins se estaba preparan

    do a pasar por la experiencia que ha

    ba presenciad o la lt ima noche.

    Una vez ms haba vuelto una hojadel dietario del ciclo de vida hasta un

    ayer allende el velo.

    -4

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

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    C a p t u l o I V

    E N L A S S O M B R A S D E L

    P A S A D O

    Como el da de ao nuevo es fiesta

    que aun los ms infatigables negocian

    tes observan y guardan, Rollins de

    cidi pasarlo n casa. Se hubiera desviad o lig eram ente de la costu mbre se

    guida durante muchos aos, yendo con

    su madre a un restaurante lujoso del

    ba rr io comercial de la ciu dad donde

    ms que de los manjares hubieran dis

    frutado de la msica y del cambio de

    ambiente; pero noticioso de que su

    madre lo tenia todo dispuesto para al

    morzar en casa, y emocionado to-

    E n las sombras del pasado 77

    dava por lo sucedido la pasada noche,

    apresurse a tomar pie de cualquier

    lgica excusa para no almorzar ni co

    mer fuera de casa.Tras un ligero desayuno que le sir

    vier on en el gabin ete, sup lic que no

    le molestaran hasta el medioda, pues

    deseaba completar el anlisis de su

    dietario, ya que se haba dormido sin

    terminar la comenzada tarea. Esta

    fu la excusa que di a su madre, la

    nica persona a quien daba explicaciones de su conducta, y la nica que

    le preguntaba por qu haca todas

    aquellas cosas al parecer tan excn

    tricas. Pero la madre era compren

    siva y por tanto gozaba de ciertos

    privilegios.Tan pronto como se enter de las

    ms importantes noticias del Times

    de la maana, costumbre en l inque-

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

    43/127

    bra ntable, y hubo despacha do una s

    cuantas cartas recibidas en el nico

    correo de aquel dia, corri los visillos,cerr los postigos de las dos ventanas

    del gabinete y encendi la chimenea,

    a fin de estar solo en el silencioso apo

    sento con los sueos, visiones y aquel

    algo que pareca formar parte de su

    verdad ero ser.

    Si en aquel momento se le hubiese

    dicho 'a Rollins que hiciese de s mis

    mo y de su actitud mental un anlisistan agudo y riguroso como el que ha

    ca en el escrutinio de los solicitantes

    de empleo o de las personas con quie

    nes haba de tratar, seguramente se

    definiera como un hombre presa de

    una alucinacin propensa a convertir-

    se en una idea fija; y hubiese aadido

    que semejante hombre era intil paralos negocios y una molestia para sus

    amigos. De su mental actitud dijera

    que estaba urdida por la imaginacin,

    balan ceada por pas ajer as emo ciones,determinada por un tentador objetivo,

    obsesa por una sola pasin, e imprac

    ticable por ideales demasiado vagos

    para descritos.

    Sin embargo, en secreto hubiera

    admitido, aunque con repugnancia,

    que se estaba revolucionando mental

    mente y algn tanto internamente.

    Su tnica mental cambiaba porvirtud de nue vos razonamientos. O lv i

    daba antiguas lecciones y aprenda

    otras nuevas. Iba desechando viejas

    creencias y asimilndose lenta y ana

    lticamente, de alguna secundaria en

    tidad, nuevas y ms valiosas, nobles

    y espirit uales cre encias . Para otro, su

    cambio de pensamiento y creencias hubi era sido el desenvolvimiento del con

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

    44/127

    cepto religioso; mas para Rollins,, la

    religin deba proceder del interior,

    porque no simpatizaba con las iglesias

    y las ceremonias re lig iosas, ni podacreer que un hombre mudase de reli

    gin a no ser por el hechizo de algn

    magistral sermn.

    Desde luego que Rollins vacil mu

    chsimo antes de admitir que Dios le

    hubiese hablado por medio de las re

    cibidas experiencias, y estaba ya des

    envolviendo aquella religiosa actitudmental que constituye la verdadera

    conversin de la pecaminosa indife

    rencia a la sagrada apreciacin.

    Relajado en la poltrona, fij la mi

    rada en las llamas de la chimenea, y

    cay en el mismo estado de cavilacin

    que lo dominara la noche antes. No

    haba tomado de su bufete el dietario

    de 1916, porque a pesar de lo dichoi , ----------------------------------------- -

    a su madre, no pensaba proseguir su

    anlisis hasta muy tarde. Quera te-

    tener la mente libre y que no le dis

    trajera ni un papel ni un lpiz quetuviese en la mano. Se figuraba que

    la chimenea le servira nuevamente

    de escenario de otra manifestacin de

    algn mgico proceso imaginativo o

    posiblemente de la memoria. Porque

    poda ser todo aquello resultado de

    la imaginacin? Si as fuese, su ex

    terno y objetivo ser, las facultadesmentales y la habilidad razonadora,

    habran forjado todo cuanto vi en

    realidad.

    Ciertamente, algunos hombres na

    cen con aptitud para crear de aque

    lla manera. Suponiendo que la imagi

    nacin sea una facultad distinta y se

    parada en su proceso del de los razo

    namientos deductivo, inductivo y si-

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

    45/127

    82 Revelaci ones sobre la Reen carn acin

    logstico, requiere sencillamente una

    premisa de probabilidad sobre la que

    fundar esquemticamente los ms dis

    paratados pensamientos de posibilidades e imposibilidades a capricho del

    soador.

    Generalmente, el que construye un

    edificio semejante, cuando coloca la

    primera piedra tiene ya en su mente

    la ltima o quiz la dovela, es decir,

    que ha de ser muy hbil en la cons

    truccin del imaginario edificio, segn las necesidades que se le vayan

    ofreciendo desde que echa los cimien

    tos hasta que corona la cpula.

    Con el propsito bien definido en

    la mente, es posible entresacar de la

    memoria los elementos necesarios para

    realizarlo; pero aunque as pueden

    efectuarlo la generalidad de las gen

    tes, no todos aprecian las siguientes

    r-~ * --------

    En las sombras del pasado 83

    circun stan cias: i .a, que todo razona

    miento deductivo o inductivo debe re

    sultar de las experiencias en que el

    individuo haya participado o las hayaledo o escuchado. 2.a,; que los hechos

    o ideas recordados deben haberse al

    macenado en la memoria durante el

    perodo de realizacin de ellas o de

    otra manera. Por lo tanto, se deca

    Rollins: Cmc es posible atribuir a

    mi imaginacin todo cuanto me ha

    ocurrido desde la pasada noche? Verdaderamente no hay ms que una li-

    mitacin de las actividades y resulta

    dos de la facultad imaginativa, y todo

    ha de contraerse en los lmites de mi

    conocimiento. No puedo imaginar un

    hecho para m desconocido o que no

    est relacionado con algn hecho co

    nocido, ni en el proceso de construir

    el edificio imaginado puedo tomar de

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

    46/127

    la memoria elementos de que carezco.

    Cada punto, cada elemento, cada ca

    racterstica, aun la ms quimrica yfantstica creacin imaginal debe ser

    el resultado de un razonamiento in

    ductivo o deductivo, basado en una

    premisa de mi anterior conocimiento.

    A s , pues,, de dnde pro cede cuan

    to he visto y experimentado en las

    ltimas veinticuatro horas? Sean o no

    los hechos experimentados anoche po

    sitivas realidades de la vida, los concibe ahora mi mente; pero de dn

    de proceden? Yo ignoraba y en

    parte alguna haba ledo ni odo que

    el alma de un por nacer planeara jun

    to a la expectante madre y se infun

    diera en el cuerpo recin nacido con

    su primer aliento. No slo lo ignoraba

    y no lo haba ledo ni odo, sino que

    resulta de todo punto contrario a lo

    que yo crea, a lo que yo hubiese de

    fendido, a lo que me ensearon y a lo

    que s que muchos creen y ensean.Hace veinticuatro horas, yo hubiera

    sostenido sin dar mi brazo a torcer

    en una discusin, que el alma se in

    funde en el cuerpo meses antes del

    nacimiento. Nuestras leyes civiles, pe

    nales y morales se basan en esta creen

    cia. Eminentes jurisconsultos y abo

    gados, prestigiosas autoridades en

    derecho natural han sostenido ante lostribunales, y de conformidad senten

    ciaron los magistrados, que al cabo

    de cierto perodo de la gestacin, el

    feto tiene alma, y es por tanto una

    entidad, una personalidad separada y

    distinta de la madre y capaz de ser

    potencial heredero de una fortuna,

    aun antes del nacimiento.

    La destruccin del feto por aborto

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

    47/127

    86 Rev ela cio nes sob re la Reencar naci n

    intencionado est calificado de infan

    ticidio en muchos cdigos penales y

    fueron sentenciados a presidio los autores de este delito.

    Sin embargo, de lo que he visto y

    aprendido, infiero que me parece mu

    cho ms lgico lo que la voz del alma

    me ha dicho, esto es, que hasta el

    momento de nacer y respirar por vez

    primera, el feto vive a expensas de la

    vit al idad de la sa ng re pr esta da por

    la madre.A l co rtar el cordn umbilical se es

    tablece la independiente existencia del

    recin nacido, y cuando inspira por

    vez pr imera el aliento de vid a queda

    desde luego vitalizado por su propia

    sangre antes de la separacin de

    ambos cuerpos. Todo esto es ms l

    gico y racional desde el punto de vista

    cientfico, y explica lo dicho por la

    E n las sombras de l pasado

    vo z del alm a en coincidencia con la

    expresin bblica, que tantas veces le

    sin advertir su importancia: Fo rm

    D io s al hom bre del polvo de la tierra

    y alent en su naris soplo de vida y

    fu el hom bre en alma viv iente.

    Pero cmo^poda la imaginacin

    traer a mi memoria y a mi conciencia

    tan sorprendente, subvers iva y esclare-

    cedora verdad ? Si fuese posible que la

    imaginacin forjase un hecho tan ilu

    minativo, entonces podra cualquiera,con slo imaginarlo, poseer una com

    pleta educacin, una verdadera enci

    clopedia, una mina de exactos cono

    cimientos.Y aquella escena era la de mi na

    cimiento! El pequeo aposento, la do

    liente mujer, el mdico, la enfermera,,

    el amable y carioso marido, la cuna,

    la voz de mi padre que dijo: Hom-

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

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    brecito , nosotros te bendecimos como

    Dios te ha bendecido y tu nombre ser

    W illiam H ow ar d Rol lins . No re

    cuerdo, y estoy seguro de que mi ma

    dre jams me habl de aquel da, por

    que fu un da triste para ella, en el

    que perdi al hombre amado y yo per

    d la nica persona cuya ausencia ha

    sido mi nica pesadumbre. Cmo po

    da proceder de mi imaginacin ni de

    mi memoria la descripcin del aposen

    to y los incidentes de la escena si yonada saba de todo ello?

    P e r o ocurrieron efectivamente

    aquellos hechos? Ah! Haba all un

    testigo. Mi madre. Ella podr com

    probarlo! Slo ella es capaz de mos

    trarme si he forjado algo con la ima

    ginacin, la fantasa o la esperanza,

    o si he recibido verdicos informespor extraos conductos de lo que ocu-

    l - ----------------- -------------- -

    ! ---------------

    ! E n las sombras del pasado

    rri cuando yo no poda conocerlo por

    m mismo.Olvidado de la splica que hiciera

    para que le dejaran solo, y sin pensaren lo extraa que iba a parecerle a

    la anciana tal pregunta, sali preci

    pitadamente del gabinete, y acercn

    dose a la puerta del cuarto de costura,

    desde lo alto de la escalera, grit:

    Mad re!, madre! Puedes ba

    ja r ahora mismo al gabinete por un

    rato? He de hablarte de algo.La tirantez y excitacin de su voz

    denotaba claramente que aquel algo

    era cosa interesantsima,, digna de in

    mediata atencin. La madre saba muy

    bien que aquella in fle xin de vo z no

    aguantaba demora, y sali al punto

    del cuarto de costura a cuya puerta

    esperaba su hijo, quien ms carioso

    que nunca la ci por el talle con su

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

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    robusto brazo y juntos bajaron al ga

    binete. Sent Rollin s a su madre en

    la poltrona para que pudiera observar

    de frente las oscilantes llamas de lachimenea, y l se acomod en el es

    cabel como un nio grande a los piesde ella.

    Rollins comenz diciendo pausadamente :

    Madre, quiero hacerte u n a s

    cuantas pregunta s muy personales. Y a

    sabes que hoy es mi cumpleaos. Cumplo cuarenta y dos. Nac el i. de enero de 1875. No es verdad?

    La madre mir a los interrogantes

    ojos de su hijo como si en su mente

    forjara a su vez otra pregunta, y respondi :

    As es; pero a qu hablar de

    ello aho ra ? Po r qu no olvida r cu an

    tos aos pasaron y pensar en los mu

    chos que han de venir ? Me parece que

    no te he felicitado hoy. Tenas tantas

    ganas de estar solo toda la maana,

    que no se me depar ocasin ni dedarte los buenos das. De ao en ao

    me hago ms cargo de en qu hom-

    brn se ha convertido el nene que Dios

    me di cuando... Pero dejemos esto,

    W ill iam , y hablemos del porvenir .

    Piensas todava en tomarte largas

    vacacio nes? N o sera muy her moso

    pasar en esta poca del ao unas cuantas semanas en la playa de Palma?

    T necesitas algo de variacin y des

    canso, y yo por mi parte me siento

    tambin muy fatigada. Ya ves que

    envejezco. Me hago muy vieja, W i

    lliam y... Pero he aqu que no quiero

    pedirte favor alguno en tu cumple

    aos,, sino que t me lo has de pe

    dir hoy.

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    As es, madre. Quiero pedirte un

    favor. Deseo hablar un poco contigo

    acerca del da de mi nacimiento, de miprimer nacimiento. Me dices que no

    debo hablar de mis aos; y t, con el

    hermoso color de una muchacha en

    tus mejillas, con la cada de ojos de

    una novia de veinte mayos, dices que

    te haces vieja. Pero volvamos a mi

    pregunta, y dime, madre: a qu hora

    nac si te acuerdas? No, no quiero de

    cir esto, porque de seguro la recuerdas, pues no hace tanto tiempo. Dime

    quin haba all? Cul era el apo

    sento? o mejor dicho en qu habita

    cin de la casa nac? Ya sabes lo que

    quiero decir. Dime todo lo ocurrido

    aquel da, desde que sali el sol hasta

    la hora en que padre me di nombre.

    Tu padre! exclam suspiran

    te la anciana. Por un instante mir a

    En las somb ras del pasado

    los ojos de su hijo y despus a las lla

    mas de la chimenea. Un gemido se es

    cap de sus labios, se le crisparon las

    manos y lentamente desliz la diestra

    en la izquierda del hijo idolatrado.

    Prorrumpi en llanto sin ademn de

    contener las lgrimas.Rollins, al cabo de un momento de

    espera, baj la mirada al suelo. La

    maternidad, el sufrimiento, el valle de

    la muerte, pasaban de nuevo ante su

    mente y se senta honda y cariosamente emo cionado. Qu c rueldad la

    de haber despertado tan vivamente es

    tos recuerdos en la anciana mujer!

    Tras una pausa de algunos minutos

    en que los internos sollozos de su san

    grante corazn repercutan vibrante

    mente en el aposento, entrefundidas

    las auras de madre e hijo en divina

    sintonizacin, dijo l:

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

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    94 Reve lac iones sob re la Ree ncarnacin

    Perdname, madre. No quise re

    cordarte las penas y tristezas de aquel

    da. Comprendo cun supremo sacri

    ficio de fuerzas vitales debiste hacer.Vaya! Hblame tan slo de la dichade aquel da.

    Hijo mo! gimi la madre

    acariciando la cabellera de Rollins

    que hundi la cabeza en el regazo de

    la madre. No hubo tristeza aquel

    da; todo fu gozo, todo dicha; pero

    el da siguiente fu de dolor y de viudez, pues aunque tu padre muri el

    mismo da en que t naciste, yo esta

    ba dem asiado dbil y me ocultaron la

    noticia hasta el da siguiente. Sin em

    ba rgo, el da de tu nacim iento fu muy

    feliz para m, y estas mis lgrimas lo

    son de gozo,, la reproduccin de las

    que en silencio derram al or tu pri

    mer vagido y saber que vivas. Rece

    , --------------------------------------------------------------

    'a las som bras del pasado

    laba que nacieras muerto y no pudie

    ras ser un hombre cabal como tu pa

    dre. Pero tu llanto de vida y las pa

    labras de la enfermera al decir: esun nio! me inundaron de jbilo. Ha

    ba Dios escuchad o mis splicas , pues

    desde el alba hasta la hora de paz en

    brazos del sueo es tuv e orand o pa ra

    que mi hijo viviera y que en su cuerpe

    cito se infundiese el alma de Dios.

    No hay mucho que decir respecto

    de los sucesos de aquel da; pero s debo re feri rt e algo de pa rticu lar. Lar go

    tiempo trat de callarme y guardar pa

    ra m sola el da de tu nacimiento; pe

    ro antes de que el sueo de la muerte

    cierre mis ojos, quiero revelrtelo.

    Mantn tu cabeza en mi regazo,

    y deja que tienda la mira da por el es

    pacio mientras hable, pues la vergen

    za no me consentira relatarte la his-

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    toria con la vista fija en tus ojos. Dios

    me ayudar a implorar tu perdn.

    Tu padre y yo nos conocimos en

    la escuela de que ramos condiscpulos. Vivamos en la ciudad de Alber-

    ta, del estado de Minnesota, no lejos

    de Morris, capital del condado de Ste-

    ven s. Nues tros pad res era n co rti jero s

    chapados a la antigua,, de honradsi

    mas costumbres, y tu padre y yo ra

    mos respectivamente hijos nicos.

    ''Asistamos a la escuela de Albertaslo tres das de la semana, pues el

    maestro regentaba los otros tres das

    la escuela de Donnelly, algo distante

    de Alberta. As es que tenamos fre

    cuentes ocasiones de corretear por el

    campo y jugar con los dems mucha

    chos de nuestra edad, hasta que al

    fin fuimos novios.

    A1 cumplir diez y seis aos me

    mandaron mis padres a la escuela su

    perior de Morris, que me pareca una

    gran ciudad; pero tu padre, que a la

    sazn era un robusto y gallardo mozode diez y ocho aos, fu a Benson, ca

    pital del condado de Swift, para es

    tudiar leyes bajo la direccin de un to

    suyo que all tena su bufete.

    Nos escribamos cartas cada vez

    ms fervientes, a causa de la separa

    cin, y no tard mucho tiempo en que

    dar prometida al joven estudiante deleyes, cuyo porvenir pareca brillante,

    pues escaseaban los buenos abogados,

    y recuerdo que mis condisc pu las me

    hablaban de la buena suerte que iba yo

    a tener. No era ya un amoro de chi-

    cuelos, pues nos queramos hasta el

    punto de considerarnos cada uno par

    te del otro.

    Po r entonces muri su padre. El

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

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    muchacho hubo de regresar al cortijo

    para cuidar de su madre y de las dila

    tadas tierras necesitadas de cultivo.

    "Tambin regres yo a Albertadespus de dos aos de estudio y estu

    vimos juntos va ri as sem anas, yo con

    el triste sentimiento de que hubiera l

    de volver a Benson, porque slo haba

    llegado en su carrera al punto en que

    su actuacin ante los tribunales se

    limitaba a los asuntos de menor

    cuanta.

    "Contaba yo entonces diez y ocho

    aos y l veinte. Trazbamos nuestros

    planes diciendo que algn da nos ca

    saramos y viviramos en la casa que

    l haba heredado de su padre, y su

    querida y tierna madre se quedara en

    nuestro amor y compaa.

    Mi padre proyectaba desde tiem

    po atrs trasladarse a Duluth para

    E n las somb ras del pasado

    |99

    formar sociedad con un su hermano

    que se dedicaba a almacenista de v

    veres,, y yo comp ren da que a no ser

    por m, hubiese vendido el cortijo parairse con mi madre a Duluth. As fu

    que en cuanto se enter de las proba

    bilidades de mi matr im onio con el hijo

    de su antiguo vecino, y que mi porve

    nir estaba asegurado econmicamente,

    aunque mi prometido no despuntase

    jam s como abogado, inici las ges

    tiones de venta de la finca y traslado

    a Duluth.

    Recuerdo el ex trao sentimiento

    que se apoder de m cuando vinieron

    los peritos a justipreciar el valor de la

    finca con su vivienda, y cuando des

    pus vinieron los compradores cada

    cual con su oferta.

    M i padre les explicaba, a veces en

    mi presencia, que la chiq uilla se

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

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    -1

    100 Re velac ion es sobr e la Reenc arn aci n

    iba a casar pronto y se marchara a

    viv ir en casa del difunto W alt Ro llin s.

    Me pareca al ver embalar los muebles

    y enseres, que me echab an de mi casay me tran sf eran al jove n que an no

    me haba pedido en matrimonio. Qu e

    estbamos resueltos a casarnos era en

    nosotros cosa tan sabida, que nunca

    hablbamos de ella; pero esta indefi

    nida comprensin por nuestra parte

    se convirti en asunto concreto por

    parte de nuestras familias.

    M i novio comprendi que ya era

    hora de tomar el asunto por su propia

    mano, y recuerdo el da en que tras

    ladaron a casa de Rollins la cama de

    caoba cedida por mis padres para que

    fuese la de nuestro matrimonio. Yo

    estaba aturdida al ver cun ntima

    mente disponamos la cmara nupcial

    sin que mi prometido dijera una pa-

    En las somb ras de l pasado 101

    labra respecto a la fecha de la boda.

    Finalmente, mis padres emprendie

    ron su largo viaje, dejndome al cui

    dado de la viuda Rollins y aposentadaen la futura alcoba conyugal con la

    gran cama de caoba para m sola, co

    mo si fuese yo la hija soltera de la

    viud a Ro llins .

    M i novio deseaba reanudar sus

    estudios de leyes, y al enterarse de

    que un primo suyo llamado Harold,

    que viva en una poblacin del Este,

    iba a venir al Oeste, le escribi di

    ciendo que no dejara de visitar nuestra

    casa. Contrariamente a lo que yo me

    imaginaba, result Harold un joven

    apuesto,, varonil, de veintids aos,,

    muy lejos de aquel tipo dbil de cuer

    po y flojo de carcter que creamos

    propio de las populosas ciudades del

    Este. Demostraba haber recibido ex

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

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    quisita educacin, tena ademanes at

    lticos, sentimientos religiosos y en

    todo resplandeca su caballerosidad. Sin que yo me diera entonces cuen

    ta ni l me dijese palabra, lo cierto es

    que Harold se prend de m, y en

    consecuencia prolong su visita sin ga

    nas de ir ms all hacia el Oeste comohaba proyectado.

    A1 cabo de algunas semanas deestar Harold con nosotros, dijo que;,

    por cierto motivo, se quedara en Al-be rta tal ve z un ao, y entonces re

    solvi mi novio que puesto Harold

    poda cuidar del cortijo, se le depara

    ba a l oca sin de vo lver a Ben son y

    terminar la carrera de leyes. Yo pro

    test vivamente contra semejante de

    terminacin durante algn tiempo; pe

    ro l haba adelantado los estudios en

    casa con objeto de recibirse de aboga

    do al llegar a Benson. Nada me ha

    bl en todo aquel tiempo de ma trimo

    nio, y bien sabes que entonces se nos

    enseaba que era indigno de una joven

    manifestar deseos de casarse, por lo

    que nunca denot la ansiedad que a

    vec es me em barga ba."Se gn pasaban los das, era mayor

    mi confianza e intimidad con mi no

    vio , y el pr imo Har old no poda ver

    que nos amsemos tan profunda

    mente. Para mi era mi novio todocuanto para una mujer puede signi

    ficar el amor. Era mi dolo, mi hroe,

    mi dueo. Lleg la semana de la par

    tida. A menudo nos sentbamos a la

    hora del crepsculo; l me rodeaba el

    cuello con su brazo y yo apoyaba la

    cabeza en su hombro. Me hablaba de

    su amor y de lo felices que bamos a

    ser. Oh! Era la historia siempre re

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

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    petida y siempre nueva que toda mu

    chacha se place en escuchar. Corra la

    primera semana de mayo, y el sol pri

    maveral, el aroma de las flores, losverdeciente s prados, el canto de las

    aves, las hermosas puestas de sol, y

    la misteriosa luz de la luna, acrecen

    taban el gozo de la vida y el seductor

    poder que mi novio ejerca en m.

    "Precisamente la noche anterior a

    su marcha, estremecida por el calor

    de sus besos, apenada por la tristeza

    de la separacin, vencida por las pro

    testas de un amor y la hermosura del

    lazo que ata, arrojamos nuestras al

    mas en las llamas del pecado y fui

    suya como l fu mo por una breve

    hora, todo mo, unida a l por el ma

    trimonio de todas las pasiones y emo

    ciones, de todas las fuerzas del uni

    verso. Y o haba esp erado otra sue rte

    105

    de matrimonio, pero aqul bastaba por

    entonces. Volvera pronto, y nos casa

    ramos. Convinimos en guardar el se

    creto. Volvera durante las vacacionesde verano, cuando se cierran los tribu

    nales, y entonces nos casaramos.

    Oh l cun bien recuerdo aquellos pla

    nes, porque hora tras hora pensaba en

    ellos mientras estuvo ausente.

    Un a semana despus me escribi

    diciendo que un to suyo que viva en

    Duluth deseaba que fuese all, porque se le deparara excelente coyun

    tura de ejercer la profesin luego de

    terminados los estudios, y poda ter

    minarlos en Duluth con mayor faci

    lidad que en Benson. Aquello aumen

    taba la separacin entre ambos.

    A1cabo de pocos das recib otracarta, apresuradamente escrita, di-

    cindome que sala de Benson en aquel

  • 7/29/2019 Revelaciones sobre la Reencarnacin (alrededor de 1934).

    57/127

    mismo punto, y que me escribira des

    de Duluth. Yo no deba olvidarle ni

    l me olvidara un solo momento, y

    no tardara en volver a Alberta, laciudad de su niez, donde estaba el

    hogar de su desposada. Aquella carta

    fu la ltima noticia que de l recib.

    Pasadas algunas semanas le escrib a

    nombre de su to,, quien me respondi

    que todava estaban esperando que lle

    gase de Benson. Harold fu a esta

    ciudad, donde supo que su primo ha

    ba salido de all el mismo da en que

    escribi la carta. No se encontraba

    rastro de l. En aquella poca no era

    posible disponer del telgrafo y del

    telfono como ahora, y aunque se hu

    biera n podido ut ili zar no lo en contra

    ran. Suceda esto en 1874. Muchas

    cosas podan haberle ocurrido,, pero

    la ms lgica era la en que todos con

    venamos, que haba transbordado en

    alguna estacin, y al escuchar las se

    ductoras conversaciones de los que es

    per