Resurreccn. Alfns.llano s.j.

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UN ALTO EN EL CAMINO Resurrección 'corporal' de Jesús Hoy domingo 8 de abril celebra la Iglesia católica la Exaltación de Cristo. Pertenece a la fe católica aceptar que Jesús, en su paso a Dios, entró al cielo como hombre completo; y su dimensión corporal, según la mentalidad judía, le era esencial para su plenitud humana. Aquí se suele mezclar un problema cultural y de lenguaje que oscurece y traba la predicación del Misterio Pascual: los griegos, a partir de Platón -doctrina que aceptó san Agustín y trasmitió a la posteridad-, concibieron al hombre como un compuesto de alma y cuerpo -este, entendido como cárcel del alma, de la que convenía liberarse mediante la penitencia corporal- concepción negativa del cuerpo, que predominó en la Edad Media y duró hasta nuestros días. La muerte consistía en la separación de cuerpo y alma: esta pasaba a Dios, y el cuerpo volvía a la tierra. Tal como siguen imaginando muchos católicos. No así los judíos, para quienes el hombre era y es una unidad, con una doble dimensión, que le es esencial: espiritual y corporal, dualidad inseparable, tanto en la concepción, durante la vida y en la muerte. Jesús, al iniciar la entrada a Dios como hombre, pasó completo, vale decir, con su doble dimensión: espiritual y corporal -no se entienda el mismo organismo que tuvo en vida-, pero nueva y gloriosa, infinitamente amplia y espiritual, que apenas somos capaces de comprender y abarcar; más animada por el espíritu y más relacionada con el universo entero. Como enseña san Pablo.

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TEOLOGIA SOBRE LA RESURRECCIÓN DE CRISTO.

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UN ALTO EN EL CAMINO Resurreccin 'corporal' de JessHoy domingo 8 de abril celebra la Iglesia catlica la Exaltacin de Cristo. Pertenece a la fe catlica aceptar que Jess, en su paso a Dios, entr al cielo como hombre completo; y su dimensin corporal, segn la mentalidad juda, le era esencial para su plenitud humana.Aqu se suele mezclar un problema cultural y de lenguaje que oscurece y traba la predicacin del Misterio Pascual: los griegos, a partir de Platn -doctrina que acept san Agustn y trasmiti a la posteridad-, concibieron al hombre como un compuesto de alma y cuerpo -este, entendido como crcel del alma, de la que convena liberarse mediante la penitencia corporal- concepcin negativa del cuerpo, que predomin en la Edad Media y dur hasta nuestros das. La muerte consista en la separacin de cuerpo y alma: esta pasaba a Dios, y el cuerpo volva a la tierra. Tal como siguen imaginando muchos catlicos.No as los judos, para quienes el hombre era y es una unidad, con una doble dimensin, que le es esencial: espiritual y corporal, dualidad inseparable, tanto en la concepcin, durante la vida y en la muerte. Jess, al iniciar la entrada a Dios como hombre, pas completo, vale decir, con su doble dimensin: espiritual y corporal -no se entienda el mismo organismo que tuvo en vida-, pero nueva y gloriosa, infinitamente amplia y espiritual, que apenas somos capaces de comprender y abarcar; ms animada por el espritu y ms relacionada con el universo entero. Como ensea san Pablo."El testimonio apostlico, observa el telogo catlico francs Christian Duquoc, se inscribe dentro de la fe juda en la "resurreccin de los muertos", esto es, en una transformacin indudablemente radical de nuestra existencia corporal, que no consiste en una abolicin de la misma. La tradicin bblica nunca imagin que el hombre pudiera seguir siendo humano sin ser ese ser uno, con su doble dimensin: corporal y espiritual. Por eso, para ella, el cuerpo no es una parte inferior del hombre, sino que es el hombre". Ver: 'Jess, Hombre Libre', p. 82.Hay que purificar de toda representacin grosera y materialista a la resurreccin, pero sin alejarnos de la fe juda que confiesa, con San Pablo, una proyeccin de la resurreccin corporal de Cristo a la creacin entera, sometida, por el pecado del hombre, a la caducidad. (Rom 8,20). La resurreccin no es la abolicin de esa unidad original con dos dimensiones: la espiritual y la corporal, antes constituye su salvacin y exaltacin: solo as salvaremos la confesin de fe apostlica en la "resurreccin de la carne", vale decir, el paso a Dios del hombre completo.San Pablo, escribiendo a los corintios, de mentalidad platnica (1 Cor. 15, 35 ss), hace un esfuerzo inaudito para hacerles entender lo que significaba la resurreccin corporal, tanto la de Jess, con repercusiones csmicas, como la nuestra, participacin en la de Cristo. La materia admite grados de espiritualizacin en el proceso de la evolucin, lo cual es perceptible en la naturaleza evolucionada: comprese la piedra con el agua, la flor, un pjaro, el hombre, por ejemplo, un pianista, o un director de orquesta: la materia evolucionada se hace cada vez ms espiritual. Cabe entonces pensar, con san Pablo, que en la exaltacin de Cristo, su ser de hombre pasa completo a Dios, pero, muy espiritualizado, en forma planetaria y csmica. Por eso Pablo recurre a expresiones aparentemente contradictorias: "En la muerte se siembra un cuerpo animal, y resucita un cuerpo espiritual." 1 Cor 15,44 Si, para salir del paso, le dijimos a la entrevistadora Mara Isabel que la resurreccin de Cristo haba sido solo en espritu, solo pretendamos, dentro de ese paradigma griego, no judo, darles a entender a los lectores que el cuerpo, que tuvo Jess en vida, no le acompa en la resurreccin, sino que haba quedado atrs. Pero, en su exaltacin, su plenitud humana, en sentido judo, exiga una nueva dimensin corporal, tal como queda explicado.cenalbe@javeriana.edu.coPublicacineltiempo.comSeccinEditorial - opininFecha de publicacin8 de abril de 2012AutorALFONSO LLANO ESCOBAR, S. J.inCompartir28 abril 2003Textos de la edicin ms reciente de 'El Catolicismo' que hablan sobre el caso del padre Alfonso Llano.NACINEditorialCristo es verdadero Dios y hombre Aceptamos y proclamamos su divinidad El Seor Cardenal envi a El Catolicismo copia de la carta que dirigi el Lunes Santo al R.P. Alfonso Llano Escobar S.J., en la que le pide rectificar algunas afirmaciones que hizo en su columna de El Tiempo el Domingo de Ramos. Invitamos a nuestros lectores a que lean con detenimiento este documento que, dada su importancia, asumimos como nuestro editorial y que tiene un profundo sentido pastoral sobre el punto central de nuestra fe, profesado no slo por la Iglesia Catlica, sino tambin por las venerables Iglesias Orientales no catlicas, por las Iglesias y Comunidades Eclesiales histricas de Occidente y por la inmensa mayora de las otras denominaciones cristianas: la aceptacin clara de la divinidad de Jesucristo.Bogot, D.C., 14 de abril de 2003 Estimado Padre: Reciba mi cordial saludo en el Seor. Muy atentamente le pido rectificar las afirmaciones que hace en su artculo publicado en El Tiempo, en su columnaUn Alto en el Camino, el domingo 13 de abril de 2003, 'Pap: qu es Semana Santa?' Usted escribe:"Dios siempre ha venido en busca de hombres y mujeres que le ayuden a realizar sus planes de perdn y dignificacin de cada ser humano" y enseguida contina con esta afirmacin: "Encontr en Jess de Nazaret, el hijo de Mara y Jos, al hombre segn su corazn? Jess fue un hombre comn y corriente. Un hombre como t y yo. Pero fue un hombre lleno de fe en Dios, su Padre, y de un infinito amor a los pecadores" y ms adelante aade, "Dios resucit a Jess, lo glorific, dicho metafricamente, 'lo sent a su derecha', vale decir, lo hizo igual a s, Hijo de Dios?". Una vez ms, sobre temas de la fe cristiana, que tienen que ser expresados en trminos adecuados para todos los lectores, tengo que llamarle la atencin como su "Obispo","el Pueblo de Dios tiene derecho a recibir el mensaje de la Iglesia en su pureza e integridad y por consiguiente, a no ser desconcertado por una opinin particular?"(Instruccin Vocacin Eclesial del Telogo, Doctrina de la Fe). Ya en otras ocasiones le he advertido que debe tener cuidado y discernimiento al escribir, para no apartarse de la Doctrina de la Iglesia. Nuevamente le tengo que recordar que la fe catlica se fundamenta sobre la Sagrada Escritura, la Tradicin y el Magisterio de la Iglesia. No podemos sembrar dudas ni errores sobre la Encarnacin del Hijo de Dios, Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre; sobre su resurreccin y la Virginidad maternal de Mara, madre de Jesucristo y "siempre Virgen". San Pablo nos ensea que Jesucristo,"el cual, siendo de condicin divina, no hizo alarde de su categora de Dios, al contrario se despoj de s mismo tomando la condicin de Siervo, hacindose semejante a los hombres? y se humill a s mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de Cruz. Por lo cual Dios le exalt y le otorg el nombre que est sobre todo nombre. Para que al nombre de Jess, toda rodilla se doble, en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese que Cristo Jess es el SEOR, para gloria de Dios Padre"(Flp. 2, 6-11) Debemos proclamar con fe firme que Jess de Nazaret, hijo de Mara, y solamente l es el Verbo, Hijo del Padre, que se hizo hombre, por obra y gracia del Espritu Santo."En el principio era el Verbo? y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios?", "y el Verbo se hizo carne y habit entre nosotros"(Jn.1, 1.14), esta formulacin de la fe catlica, no es de ninguna manera materia discutible, es un dogma de fe. Jesucristo es el Hijo de Dios "de la misma naturaleza que el Padre". La profesin de fe catlica, definida en los Concilios de Nicea I y de Constantinopla I, sobre Jesucristo, est expresada en el Credo"?Creo en un solo Seor Jesucristo, Hijo nico de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios Verdadero de Dios Verdadero, Engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvacin baj del cielo y por obra del Espritu Santo se encarn de Mara, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado, en tiempos de Poncio Pilato, padeci y fue sepultado, y resucit al tercer da, segn las Escrituras, y subi al cielo, y est sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendr con gloria para juzgar a vivos y muertos y su Reino no tendr fin?"Si nos apartamos de esta profesin de fe, caemos, no solamente en el error sino tambin en la hereja."Nadie puede decir 'Jess es Seor' sino por el Espritu Santo"(1.Cor.12,3b.). Pidamos al Espritu Santo que nos ilumine con sus dones y que fortalezca nuestra fe. El Concilio Vaticano II en la Constitucin Pastoral sobre la Iglesia en el Mundo Actual (Gaudium et Spes) tambin ensea:"El Verbo de Dios, por quien todo fue hecho se encarn para que, Hombre perfecto, salvara a todos y recapitulara todas las cosas". Y el Papa Juan Pablo II, explcitamente declar, que es contrario a la fe cristiana separar el Verbo, la segunda persona de la Santsima Trinidad, y Jesucristo, l es el Verbo encarnado, verdadero Dios y verdadero Hombre. Por ltimo, quiero reafirmarle Padre Llano, cuando se refiere a la "autoridad magisterial", que la divinidad de Jesucristo, la Encarnacin del Verbo y la Resurreccin no son "algunos puntos de vista, referentes a formulaciones de la fe, que son discutibles entre los telogos", como Usted lo ha escrito para su columna de El Tiempo del prximo domingo, en el da de la Resurreccin del Seor, y se pregunta,Por qu sigo siendo catlico?En la oracin lo encomiendo al Seor, verdadero Dios y verdadero Hombre y a la Santsima Virgen Mara, la siempre Virgen. Con sentimientos de consideracin, me suscribo, Afectsimo en Cristo, + Pedro Card. Rubiano Senz Arzobispo de Bogot