Resumen Taller adviento y navidad 02-XI-2013.pdf
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TALLER
CANTO Y MÚ SICA
EN ADVIENTO Y NAVIDAD
Comisión Arquidiocesana de Música – Cali
Noviembre 02 de 2013
LA MANIFESTACIÓN DEL SEÑOR Por: Pbro. Hernando Pinilla Rey
El tiempo que comprende el Adviento, la Navidad y la Epifanía, preferimos llamarlo “ciclo de la
Manifestación del Señor”, porque el Dios de la Biblia es el mismo que se nos ha ido revelando,
manifestando en la historia por sus actuaciones. Y todo empieza aquí: Tito 3, 4; a nosotros nos
toca leerlo ahí. No olvidemos que a Dios no podemos conocerlo por dentro, sólo lo conocemos
por los efectos de su acción, y eso se nota en la Historia de Salvación bíblica. El que no sabe leer
esa Historia así, no vive la fe. Y todo comienza con la manifestación de Dios Niño.
El Adviento lo podemos entender de tres maneras:
* Adviento en el Antiguo Testamento. Es la espera del Señor que había de manifestarse como
Mesías al pueblo de Israel y a toda la humanidad; es la espera histórica de los profetas y de todo el
AT. Se realizó hace ya más de 2000 años con la encarnación del Hijo de Dios en Jesucristo como
cumplimiento de todas las promesas: 2 Samuel 7, 12; es ya un hecho cumplido. Pero miremos eso
más de cerca; preguntémonos: ¿Cuántos Dioses hay? ¿Cuál de las tres personas de la Trinidad se
encarnó y se hizo hombre?
* Adviento en el Nuevo Testamento, o manifestación intermedia. Es la espera de que en la
creación entera se vayan manifestando los efectos de esa encarnación-muerte-resurrección de
Jesucristo, y que eso lleve al mundo a su culminación como lo revela Romanos 8, 18-25. Es la
lenta y dolorosa maduración del Reino de Dios en su etapa histórica, en la que nosotros -por la
vigilancia y la oración- vamos dejando que “venga tu Reino y se haga tu voluntad en la tierra”, en
las familias y en las estructuras sociales. Y esto en medio de la monotonía de la vida, con sus
buenos y malos ratos, con sus tentaciones, caídas y todo; porque necesitamos aguante para no
desfallecer ni hacernos cómplices del anti-reino de los sistemas: nos rodea la confusión de valores,
la injusticia social, el desencanto de muchos, el “sálvese quien pueda”. Por eso Apocalipsis 13, 18;
17, 9 nos previene: “aquí se necesita inteligencia”; y Romanos 13, 11-14 nos llama a una vida
transparente. Esta llamada de atención es para que descubramos y asumamos nuestra tarea como
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respuesta creyente a esa venida “intermedia del Señor en la que participa todo el que vive la Vida
Sacramental” (Lit. Horas. Tomo I, págs. 36 y 414).
Así, para que la historia actual de Colombia sea de Salvación, los colombianos tenemos
responsabilidades históricas ineludibles, de lo contrario el reinado de Dios no llega, Dios queda
maniatado, y eso equivale al éxito o fracaso de la espera de este Adviento intermedio.
* Hay un tercer Adviento o manifestación del Señor, muy unido con el anterior: es lo que se
entiende por espera de la segunda venida o manifestación del Señor al final de los tiempos, de la
historia; lo que llaman “parusía” de Aquél que hizo su aparición en nuestra realidad humana y
temporal, y que una vez resucitado, glorificado, “ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos”
(Credo); es lo que nos revela 1 Corintios 15, 22-28 para avisarnos que la Historia y este mundo
que Dios está creando aún, no se le van a salir de las manos ni van a terminar en un fracaso que lo
destruya, sino en una culminación de su obra como plenitud del mundo en Jesucristo.
El Concilio Vaticano II lo interpreta así en Gozo y esperanza (Gaudium et spes) #39: “Ignoramos el
tiempo en que sea hará la consumación de la tierra y de la humanidad. Tampoco conocemos de qué manera se
transformará el universo. La figura de este mundo, afeada por el pecado, pasa, pero Dios nos enseña que nos
prepara una nueva morada y una nueva tierra donde habita la justicia y cuya bienaventuranza es capaz de
saciar y rebosar todos los anhelos de paz que surgen en el corazón humano”. En 1 Corintios 15, 22-28 se
habla del pleroma, o sea de la plenitud del mundo en Cristo.
Cuando se habla de Jesucristo como juez, se quiere decir que Él es la medida de toda persona que
quiera llegar a ser verdaderamente humana: Efesios 3, 14-21; Efesios 4, 11-16; Juan 3, 16-21.
Entonces y para nosotros en este tiempo intermedio: Adviento es el tiempo de preparación para
celebrar -a lo cristiano y en el signo de la fiesta- la “venida intermedia” como manifestación
continuada del misterio de la encarnación del Hijo de Dios en cada uno de nosotros, que nos
transforma en más hijos de Dios, de tal manera que las actitudes de Jesús nazcan y crezcan en
nosotros. Entonces nos iremos pareciendo a Aquél que nos fue dado como modelo: Romanos 8,
29; 1 Juan 2, 6.
Navidad, por su parte, también quiere decir manifestación, nacimiento, salida a la luz del Hijo de
Dios que se ha hecho hombre y se ha aparecido (=manifestado) en nuestra carne, en la verdad de
nuestro cuerpo, como decía san León Magno, o según la carne, como dicen los hermanos orientales.
Y Epifanía todavía más claramente indica manifestación, como todo el mundo sabe. Por eso
impulsamos esta denominación.
No se puede separar la celebración del Adviento de la celebración de la Navidad-Epifanía, porque
en el fondo, coinciden en los aspectos fundamentales del misterio que celebran. Sin embargo, hay
un escalonamiento similar al que se produce entre la Cuaresma y la Pascua con su cincuentena.
Digamos que en esto se parecen al Adviento y la Cuaresma, por una parte, y la Navidad-Epifanía
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y Pascua, por otra. Esto quiere decir que el Adviento tiene carácter de disposición y preparación,
aunque sin un marcado acento penitencial como en la Cuaresma.
Preguntas para reflexionar y analizar:
¿Qué ajustes puedo y quiero hacer para que Jesucristo sea la medida de mi vida?
De las costumbres de este tiempo “navideño”: ¿cuáles me ayudan a eso y cuáles no?
¿Qué llamadas concretas me hace el Señor en la situación actual de Colombia para
acogerlo de verdad?
Desde el servicio del canto y de la música, ¿cómo puedo evangelizar a partir de lo
visto?
¿Qué pueden hacer nuestras comunidades para que las actitudes de Jesús nazcan y
crezcan en todos?
PARA EL ADVIENTO
Generalidades
Es el tiempo de preparación para la Navidad, solemnidad que conmemora el primer
advenimiento o venida del Hijo de Dios entre los hombres.
Debido a esta conmemoración, también es el tiempo en que los espíritus de los
creyentes dirigen su atención a esperar el segundo advenimiento de Cristo como un
tiempo de expectación piadosa y alegre.
Comienza desde las primeras Vísperas del primer Domingo de Adviento y finaliza
antes de las primeras vísperas de Navidad (diciembre 24 en la tarde).
Los Domingos se denominan I, II, III y IV de Adviento; al tercero se le llama
“Gaudete”.
Las primeras dos semanas las lecturas traen el tema del adviento histórico (Isaías) y
escatológico (Juan el Bautista).
Las Ferias del 17 al 24 de diciembre, son ferias privilegiadas, destinadas a una
preparación más intensa de la Navidad; durante estos días se leen los evangelios de
las anunciaciones y nacimientos de Juan el Bautista y de Jesús.
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Color liturgico: Morado.
El día 08 de diciembre se celebra la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la
Bienaventurada Virgen María. Se canta “Gloria”. No es un día eucarístico, pero en
muchas comunidades se celebran primeras comuniones.
El canto en Adviento
En este tiempo no se resalta el carácter penitencial, como en la Cuaresma.
Los temas propios de este tiempo son: espera, esperanza, encender las lámparas,
vigilar, recogimiento, disposición, escuchar. Las letras de los cantos hacen estos
ecos: “ven, Señor Jesús”, “te esperamos, Señor”, “venga tu reino”, “preparemos los
caminos del Señor”, etc.
Hacer uso de la pedagogía del Domingo “Gaudete”. El tercer Domingo las lecturas
dan un “respiro” al tiempo de Adviento, invitando a la alegría por la cercanía del
Señor (Antífona de entrada: “Estén alegres en el Señor; se lo repito: estén alegres”). Este
día los cantos pueden ser más alegres, y se pueden usar más instrumentos musicales
para sostener el canto.
Aprovechar para renovar el repertorio: introducir cantos nuevos y conservarlos para
que se conviertan en “tradicionales” y en indicadores de este tiempo. Que no se
sigan usando los mismos cantos de todo el Tiempo Ordinario!
Potenciar el canto del “Ordinario de la Misa” (Señor, ten piedad; Gloria; Credo; Santo;
Cordero). Se puede establecer un esquema fijo para este ciclo y usarlo cada año; esto
le da colorido al espacio celebrativo y se rompe la monotonía.
No se canta “Gloria”.
Sí se canta “Aleluya”.
Adviento es el tiempo mariano por excelencia (más que mayo y octubre). Se
pueden usar cantos a la Madre de Dios a la salida o en la presentación de dones; en
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la presentación de dones es altamente recomendable cantar alguna versión del Ave
María.
En muchas comunidades se utiliza la corona de adviento como ayuda para la
oración y la vigilancia. Hay varios cantos destinados para el momento de bendecir
la corona y de encender la vela correspondiente cada domingo.
Tiempo de austeridad musical
Los instrumentos musicales solo se utilizan para sostener el canto; que no anticipen
la alegría de la Navidad; que nunca suenen solos como en un concierto. Es bueno
crear el contraste entre los dos tiempos litúrgicos; si desde al Adviento se saca toda
la orquesta y la fanfarria, cuando llegue la Navidad, tiempo de gozo verdadero, ya
estaremos cansados!
Durante las celebraciones litúrgicas NO cantar villancicos; estos cantos
tradicionales hacen referencia al Niño nacido, por lo que se deben dejar para
cantarlos en el tiempo correspondiente. En Adviento cantar cantos de Adviento
dentro de las celebraciones litúrgicas. Durante las novenas y posadas se pueden usar
los villancicos, NO en la Liturgia.
PARA LA NAVIDAD
Generalidades
Después de la celebración anual del Misterio Pascual, nada tiene mayor estima en
la Iglesia que la celebración del Nacimiento del Señor y de sus primeras
manifestaciones.
Va desde las primeras Vísperas de Navidad (diciembre 24 en la tarde/noche) hasta
el domingo después de Epifanía.
Color liturgico: Blanco.
La solemnidad de la Natividad del Señor (diciembre 25) tiene Octava, es decir que
la celebración se prolonga durante ocho días. Esquema de todo el tiempo navideño:
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Dic. 25: solemnidad de la Natividad del Señor.
Domingo infraoctava o Dic. 30: fiesta de la Sagrada Familia.
Dic 26: San Esteban, protomártir.
Dic. 27: San Juan, apóstol y evangelista
Dic. 28: Santos Mártires Inocentes
Dic. 29, 30, 31: Infraoctava
Ene. 01 (Octavo día después de Navidad): solemnidad de Santa María,
Madre de Dios.
Segundo Domingo de Navidad
Ene. 06, o domingo entre 02 y 08 de enero: solemnidad de la Epifanía del
Señor.
Domingo siguiente: fiesta del Bautismo del Señor. (continúa el Tiempo
Ordinario)
Con lo anterior queda claro que para nosotros los cristianos católicos el tiempo
navideño no inicia cuando el comercio y los medios de comunicación lo indiquen,
que hoy en día es en el mes de octubre/noviembre. Debemos esforzarnos por
conocer , comprender y vivir los tiempos y fiestas según la mente y la Tradición de
la Iglesia, y no según nuestros gustos o caprichos, o peor aún, manipulados por
otros.
El canto en Navidad
Se canta “Gloria”; también durante toda la Octava. Es el canto de los ángeles en la
noche del nacimiento: “Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama
el Señor”. Es el himno navideño por excelencia; no cambiar la letra.
Aunque en las celebraciones litúrgicas se pueden entonar villancicos, muchos de
ellos tienen letras que no hacen directa referencia al misterio que se celebra o que
más bien lo deforman (Tutaina, A la nanita nana, Hacia Belén va una burra, etc.). Es
mejor cantar algo más que villancicos: cantos que hablen del misterio de Dios hecho
hombre por nosotros.
Navidad es un tiempo de santa alegría desbordada y de gozo en el Señor, no es
tiempo de parranda-santa. Diversos eventos sociales o situaciones culturales (Feria
de Cali, final del año civil) que se cruzan con la Liturgia dan pie a la paganización
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de las fiestas cristianas. No meter en la Liturgia cantos paganos disfrazados de
cristianos (Farolito, Más allá, Otro año que queda atrás, Feliz navidad, Yo no olvido el año
viejo, etc.). Si en la comunidad se desea hacer alguna celebración más fraterna y
popular, ojalá se haga fuera de las celebraciones litúrgicas; para esto es esencial
tener diálogo directo y sano con el sacerdote, siempre buscando el bien de la
comunidad y la salvaguarda de la Tradición liturgica de la Iglesia.
El tiempo de Navidad termina antes del Bautismo del Señor: seguir cantando la
Navidad hasta que termine. Si se cantan cantos navideños en Adviento, para estos
días ya estaremos saturados de Navidad!
Bibliografía
Concilio Vaticano II
Constitución sobre la sagrada Liturgia, “Sacrosanctum concilium”.
1964
Sagrada Congragación de Ritos
Instrucción “Musicam sacram”, sobre la música en la sagrada Liturgia.
1967
Autores Varios
“Adviento”.
Dossiers CPL # 2. Centro de Pastoral Liturgica de Barcelona
1993
Antonio Alcalde Fernández, Pbro.
“Música y espiritualidad”.
Dossiers CPL # 113. Centro de Pastoral Liturgica de Barcelona
2009
Conferencia Episcopal de Colombia
“Ordo – Calendario liturgico”.
2013
Conferencia Episcopal de Colombia
“Plan nacional de predicación. Año liturgico 2013–2014. Ciclo A”.
2013