Resumen hungria.docx

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1 INDICE 1. Octubre y Antecedentes 2. Cronología en imágenes 3. Soltad los perros de la guerra. 2. Una noche trágica 3. ¡Vienen los rusos! 4. La masacre del 25 de Octubre 5. La represión no funciona (26 al 28 de Octubre) 6. Interregno caótico (29 al 31 de Octubre). El contexto internacional Los consejos obreros Excesos y linchamientos La libertad posible La Guardia Nacional 7. Libertad condicional (1 al 3 de Noviembre) Neutralidad y salida del Pacto de Varsovia Los rusos se movilizan La traición 8. El final. La caída de Imre Nagy La batalla por Budapest La batalla por el país El nuevo gobierno

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INDICE1. Octubre y Antecedentes2. Cronologa en imgenes3. Soltad los perros de la guerra.2. Una noche trgica3. Vienen los rusos!4. La masacre del 25 de Octubre5. La represin no funciona (26 al 28 de Octubre)6. Interregno catico (29 al 31 de Octubre).El contexto internacionalLos consejos obrerosExcesos y linchamientosLa libertad posibleLa Guardia Nacional7. Libertad condicional (1 al 3 de Noviembre)Neutralidad y salida del Pacto de VarsoviaLos rusos se movilizanLa traicin8. El final.La cada de Imre NagyLa batalla por BudapestLa batalla por el pasEl nuevo gobierno9. EplogoLa represinEl "comunismo gulash"El legado de la revolucin

A Alejandro. 1. Octubre y AntecedentesEn octubre de la sombra huye, pero si sales al sol, cudate de la insolacin.Refrn popularEn 1945, despus de la Segunda Guerra Mundial, Hungra pas a formar parte de los territorios ocupados por la Unin Sovitica. Cuatro aos despus, el inestable equilibrio poltico del pas qued definitivamente alterado cuando los comunistas cuya representatividad poltica real no pasaba de un muy mdico 17% se aduearon completamente del poder bajo la direccin de Mtys Rkosi y el obvio respaldo de Mosc.Luego de siete largos aos de rgida dictadura comunista, el 23 Octubre de 1956 una manifestacin estudiantil encendi la mecha de lo que sera una de las rebeliones ms sangrientas de la Historia. Stalin haba muerto tres aos antes y en Marzo de ese mismo ao de 1956 Nikita Khrushchev haba pronunciado ante el XX Congreso del Partido Comunista su famoso discurso criticando al otrora hombre fuerte de la URSS con lo que se despertaron expectativas de una apertura del rgimen hacia formas menos dictatoriales. Se haba iniciado la "desestalinizacin" del comunismo sovitico. La represin comenzaba a debilitarse en Rusia y los lderes comunistas de los pases satlites como Wladislaw Gomulka en Polonia, o Imre Nagy en Hungra creyeron llegado el momento de, al menos, aligerar en algo la presin que la URSS ejerca sobre Europa Oriental. Desatada y en buena medida conducida por estudiantes e intelectuales, la Revolucin Hngara de 1956 comenz espontneamente como corolario de la apertura polaca. Sin embargo, los soviticos consideraron que, si bien haban podido retener el control real sobre Polonia, en el caso hngaro podan llegar a perderlo. En consecuencia, mandaron sus tanques y, literalmente, ahogaron la revolucin en sangre. Los revolucionarios hngaros, a pesar de su manifiesta inferioridad de condiciones, pelearon con un valor y una determinacin que sorprendi al mundo entero. Combatieron contra toda esperanza en una lucha de victoria imposible, incluso despus de pedir desesperadamente ayuda a un "Mundo Libre" que los haba alentado con las transmisiones de la radio Free Europe desde Munich pero que luego consider ms importante al conflicto del Medio Oriente cuando Israel, Francia e Inglaterra atacaron a Egipto el 29 de Octubre de 1956 abandonando as a Hungra a su propia suerte. Para principios de Noviembre de 1956 result evidente que la batalla estaba perdida y no fue sino 33 aos ms tarde, que Hungra recuperara su libertad. Desde la perspectiva de los aos transcurridos sin embargo, la Revolucin Hngara no fue en vano. Fue una de esas derrotas gloriosas a las que buena parte de la humanidad le debe ms que a las victorias inmerecidas. Constituye la primer fisura seria en el sistema comunista creado despus de aquella otra Revolucin de Octubre que tuvo lugar en Rusia, en 1918, encabezada por Lenin y Trotsky, y cuyo colapso definitivo comienza el 9 de Noviembre de 1989 con la destruccin del Muro de Berln. El 9 de Noviembre. Apenas 9 das despus del fin de otro Octubre. Octubre parecera tener un significado que todava nos falta comprender del todo.2. Cronologa en imgenesFechaImagenObservaciones

5 de Marzo 1953Muerte de Stalin

Marzo 1955Imre Nagy, miembro del Partido Comunista pero de orientacin menos dogmtica se convierte en el Primer Ministro de Hungra en oposicin al desplazado Mtys Rkosi quien, sin embargo, sigue siendo el hombre fuerte en el Partido.

Febrero 1956Rkosi recupera el poder desplazando a Nagy. El movimiento se interpreta como un deseo de Mosc de que Hungra retorne a la anterior lnea poltica del partido.

Marzo 1956En el XX Congreso del Partido, Nikita Khrushchev pronuncia su "discurso secreto" sobre Stalin. El discurso, rpidamente difundido por el mundo comunista, sugiere que los gobiernos de Europa Oriental podran experimentar dentro de ciertos lmites con algunas "vas nacionales" hacia el socialismo.

Junio a Octubre 1956Escritores y periodistas hngaros participan de foros y debates en el marco del "Crculo Petfi". Se vuelven progresivamente cada vez ms crticos y activos polticamente, en especial criticando al rgimen de Rkosi.

28 de Junio 1956En Poznan, Polonia, se rebelan 50.000 obreros. El gobierno reprime la rebelin con la intervencin del Ejrcito Polaco. El saldo es de 50 muertos y centenares de heridos.

16 de Octubre 1956Estudiantes universitarios hngaros forman una organizacin poltica independiente criticando al gobierno y a sus polticas. Distribuyen una lista con sus demandas.

16 de Octubre 1956 y das siguientesExigen el regreso de Imre Nagy considerando que representa los sentimientos de independencia de Mosc.

16 de Octubre 1956 y das siguientesAlgunas de las demandas de los estudiantes: Creacin de un sistema multipartidario Elecciones libres Disolucin de la polica poltica (AVH - Fuerza de Defensa del Estado) Retirada de las tropas soviticas de Hungra Retiro de Hungra del Pacto de Varsovia

19 al 21 de Octubre 1956Llegan noticias a Budapest que, en Polonia, Gomulka enfrent a Khrushchev y a las tropas soviticas movilizadas en Polonia. Pero Gomulka aclar que se mantendra dentro del Pacto de Varsovia. De esta manera evit un enfrentamiento directo con los soviticos.

23 de Octubre 1956 - 14:30 horasEstudiantes de la Universidad Politcnica de Budapest inician una marcha en apoyo a los polacos para demostrar que Hungra quiere ser independiente, tanto poltica como econmicamente, y liberarse de la ocupacin sovitica. A la marcha se unen intelectuales y trabajadores.

23 de Octubre 1956 - 15 horasAl principio, los estudiantes se congregan ante la estatua de Sndor Petfi (Uno de los principales poetas hngaros, participante de la gesta hngara de 1848)

23 de Octubre 1956 - 16 horasLuego, la manifestacin de cerca de 10.000 personas se dirige a la estatua de Jozef Bem (General polaco que ayud a los hngaros en su lucha por la independencia de Austria en 1848) donde recibe el apoyo de los escritores e intelectuales.

23 de Octubre 1956 - Entre 17 y 21 horasUna muchedumbre de ms de 200.000 personas se congrega en la Plaza Kossuth frente al edificio del Parlamento.

23 de Octubre 1956 - 21 horasImre Nagy le habla a la multitud congregada tratando de calmar la situacin. Su discurso, ambiguo y pacificador, desilusiona prcticamente a todo el mundo.

23 de Octubre 1956 - 21:30 horasUn nutrido grupo se dirige al emplazamiento de la gigantesca estatua de Stalin para derribarla

Lo intentan con cables de acero pero no tienen xito.

Al final, lo consiguen cortndola a la altura de las botas con sopletes de acetileno.

Hacia la tarde, los manifestantes se dirigieron a la estacin de la Radio Hngara solicitando que se difundieran sus demandas.

Desde la radio, personal de la polica poltica del Estado (AVH) dispara sobre los manifestantes. Lo que sigue es una verdadera rebelin y un bao de sangre con mltiples muertos. El gobierno comunista de Hungra solicita la intervencin de las tropas soviticas para restaurar el orden.

24 de Octubre 1956Khrushchev, indeciso al principio, resuelve finalmente enviar a los tanques rusos a Budapest ante la insistencia de Rkosi que se encuentra en Mosc.

25 de Octubre 1956Los manifestantes le contestan recitando los primeros versos de un conocido poema de Sndor Petfi que todos conocen:De pie hngaro; la patria te llama!Lleg el momento: es ahora o nunca!Queris ser libres o esclavos?sta es la pregunta. Responded! -Por el Dios de los hngaros juramos,Juramos, que ya no seremos ms esclavos!

A lo cual, la AVH contesta disparando contra los manifestantes los techos de los edificios cercanos. Blindados soviticos apostados en el rea tambin abren fuego contra la multitud.

Y dejan la plaza llena de muertos

26 al 28 de Octubre 1956La juventud hngara toma las armas. Se aprovisiona tomndolas de las estaciones de polica y de algunos depsitos militares.

Cuando no hay armas convencionales, se recurre a los famosos "ccteles Molotov".

El grito es unnime: "Rusos: Vyanse a casa!"

28 de Octubre 1956En todo el pas consejos revolucionarios de trabajadores se hacen cargo de la produccin y se proclama la huelga general. (El cartel proclama: "Nuestra nica arma: la huelga")

Se destruyen los smbolos comunistas y los monumentos que recuerdan la "liberacin" de Hungra por el ejrcito sovitico durante la Segunda Guerra Mundial.

Se quema la propaganda comunista. Sin embargo, varios hngaros objetan la quema de libros.

27 al 30 de Octubre 1956Imre Nagy forma un nuevo gobierno. La polica poltica (AVH) es disuelta. Se anuncia el retiro de las tropas soviticas, un sistema multipartidario y se hace efectivo el cese de fuego.

Hungra festeja.

29 de OctubreGuerra en Medio Oriente: Desafortunadamente para Hungra, el gobierno egipcio haba nacionalizado el Canal de Suez. Israel, Francia e Inglaterra, determinados a mantener el control sobre la "va del petrleo", no estn dispuestos a tolerarlo. Israel ataca Egipto e invade la Pennsula del Sina.

30 de Octubre 1956El Cardenal Mindszenti, que haba sido torturado y mantenido prisionero por el rgimen de Rkosi, es liberado por los revolucionarios. Pronuncia un discurso alabando la valenta de quienes luchan por la libertad del pas.

Las tropas soviticas abandonan Budapest pero se vuelven a concentrar en las afueras de la ciudad.

Frente a la sede del Partido Comunista de Budapest se produce una batalla con un saldo de muchos muertos y heridos, tras lo cual ocurren algunos linchamientos y excesos.

31 de Octubre al 6 de Noviembre 1956Aviones britnicos y franceses bombardean Egipto. La guerra por tierra se extiende.

Las Naciones Unidas, le otorgan prioridad a los sucesos en Medio Oriente. En la ONU, formalmente, se condena el ataque a Egipto, lo cual, por supuesto, no tiene ningn efecto prctico.

31 de Octubre 1956Las Naciones Unidas envan tropas de paz a Egipto. Se ignora el pedido de ayuda oportunamente formulado por Hungra.

1 de Noviembre 1956En su calidad de Primer Ministro de Hungra, Imre Nagy desea dejar en claro que el pas desea permanecer neutral en cualquier conflicto y anuncia el retiro de Hungra del Pacto de Varsovia. La respuesta sovitica es un nuevo ingreso de tropas rusas para aplastar a la revolucin. Nagy se dirige por radio a la nacin y al mundo: "Habla el Primer Ministro Imre Nagy. Al amanecer, tropas soviticas han atacado a nuestro pas para derrocar al legtimo y democrtico gobierno de Hungra."

A pesar de que el mundo entero escuch el pedido de auxilio de Imre Nagy y de las radios hngaras libres que transmitieron pedido de ayuda, solamente la Cruz Roja respondi al llamado. Hungra es dejada a su suerte.

3 de Noviembre 1956Pl Malter en ese momento Ministro de Defensa designado por Nagy ser hallaba al frente del Ejrcito Hngaro y, en ese momento, estaba combatiendo con algunas unidades contra los rusos. Encabeza una delegacin hngara invitada para parlamentar con los generales soviticos. Pero la convocatoria es una trampa. Los soviticos lo arrestan y dos aos ms tarde, en 1958, lo ejecutaron.

Los soviticos deciden poner en Hungra a un hombre de su confianza. La eleccin recay en Jnos Kdr quien recibi instrucciones de formar un contra-gobierno. Kdr haba sido encarcelado durante la era de Rkosi y Nagy lo haba integrado a su gobierno. Despus del fracaso de la revolucin, Kdr qued al frente de Hungra.

4 de Noviembre 1956Los tanques soviticos regresan a Budapest con refuerzos y aplastan a los revolucionarios.

Si bien los combatientes revolucionarios siguieron peleando por una semana ms, los soviticos terminaron imponindose.

Miles murieron. 26.000 fueron enjuiciados. De ellos, 300 fueron ejecutados y 13.000 condenados a diferentes penas de prisin.

200.000 refugiados huyeron a Austria o Yugoslavia y finalmente terminaron diseminados por prcticamente todo el mundo.

4 de Noviembre 1956 / 16 de Junio 1958.Nagy y otros de su gobierno se refugiaron en la embajada yugoslava. Si bien Kdr les prometi un salvoconducto si la abandonaban, cuando lo hicieron fueron secuestrados por los soviticos. En un juicio escenificado, Nagy y su grupo fueron hallados "culpables de traicin" y ejecutados.

16 de Junio 1989Luego de la cada de la URSS, los cuerpos de Nagy y su grupo fueron desenterrados y vueltos a sepultar en una ceremonia oficial. El acto es hoy considerado como el definitivo funeral del comunismo hngaro.

3. Soltad los perros de la guerra.Y el espritu de Csar, hambriento de venganza, vendr en compaa de la diosa Atis salida del infierno,y gritar en estos confines con la voz de un rey: Matanza!, y soltar los perros de la guerra!Wiliam Shakespeare - Julio Csar

En 1956, los acontecimientos de Polonia de Junio de aqul ao constituyen sin duda un significativo antecedente de lo que ocurri en Hungra unos cuatro meses ms tarde. Por un lado, luego de la huelga de Poznan de fines de Junio de 1956, en la mente de varios hngaros comenz a formarse la imagen de la rebelin polaca como un posible ejemplo a seguir. Por el otro lado, sin embargo, tambin entre las autoridades soviticas la "resolucin" de la crisis polaca sirvi de modelo para eventuales casos similares. Ya despus de los acontecimientos de Poznan el General Petr Nikolaevich Lashchenko, comandante de las fuerzas especiales estacionadas en Hungra [1] recibi instrucciones de Mosc para desarrollar un plan deaccin tendiente a "mantener, proteger y, si fuera necesario, restaurar el orden social socialista". [2] Segn el plan, que recibi el nombre-clave de Volna (Ola), la Segunda Divisin Mecanizada de Guardias se encargara de controlar la capital hngara, Budapest, mientras que la 17a Divisin Mecanizada se desplazara para cerrar la frontera entre Hungra y Austria. El 16 de Octubre de 1956 comenz una revuelta estudiantil en la ciudad hngara de Szeged, la tercera ciudad ms grande de Hungra, situada a unos 170 Km al Sur de Budapest cerca de la frontera con Serbia.Los 16 Puntos

1. Que se retiren las tropas soviticas

2. Que se realicen enuevas elecciones de base en el MDP (el partido oficial); que se elija un nuevo Comit Central y que se convoque al Congreso del Partido.

3. Que Nagy constituya un nuevo gobierno. Que los criminales estalinistas y rakosis-tas sean destituidos.

4. Que se realice una audiencia pblica para tratar la cuestin de Mihly Farkas. Que Rkosi asuma su responsabilidad.

5. Elecciones generales, igualitarias y con voto secreto; varios partidos; un nuevo parlamento y derecho de huelga.

6. Revisin de las relaciones hngaro-soviticas y hngaro-yugoslavas en trminos de una mutua no intervencin.

7. Que con la convocatoria de profesionales espcialistas se reorganice la vida econmica sobre la base de los recursos nacionales y los intereses vitales.

8. Que se publiquen los acuerdos del comercio exterior, los datos reales de las indemnizaciones de guerra y que se explique lo sucedido con el uranio hngaro.

9. Que se revisen completamente las normas de produccin industrial; que se estudien las demandas de salarios; que se establezca el mnimo vital de los trabajadores.

10. Que se ponga sobre nuevas bases el sistema de tributaciones agrcolas; que los productores autnomos reciban el mismo apoyo que las unidades colectivizadas.

11. Que tribunales independientes revisen todos los juicios polticos y econmicos; que liberen a los injustamente condenados; que vuelvan a Hungra los prisioneros llevados a la Unin Sovitica.

12. Completa libertad de opinin y de expresin; radiodifusin libre; prensa estudiantil; que todos tengan acceso a sus datos personales.

13. Que se saque la estatua de Stalin. En su lugar, que se erija un monumento recordatorio de 1848-49.

14. Un nuevo escudo oficial de cractersticas nacionales. Nuevos uniformes para los militares, adecuados a las tradiciones hngaras. Que el 15 de Marzo sea feriado nacional y que el 6 de Octubre sea da de duelo nacional y feriado estudiantil.

15. Solidaridad con el pueblo polaco.

16. Que el 27 de Octubre se convoque a una conferencia estudiantil nacional donde se discutan las demandas. Una semana ms tarde, para el 23 de Octubre, la movilizacin estudiantil se haba extendido a la capital anuncindose para ese da una marcha estudiantil de apoyo al pueblo polaco. Paralelamente, los estudiantes universitarios comenzaron a distribuir por todos los establecimientos de enseanza superior su posteriormente famoso petitorio de 16 puntos. [3]La demostracin fue prohibida y se anunci que sera reprimida por la fuerza. En una tormentosa y apresuradamente convocada reunin del Comit Poltico del MDP [4] Gyrgy Marosn (Vicepresidente del Consejo de Ministros) y Jzsef Rvai (Miembro del Comit Poltico) incluso propusieron expresamente disparar contra los manifestantes si stos ignoraban la prohibicin. Hacia el medioda del 23 de Octubre, la Radio Kossuth interrumpi su transmisin para dar a conocer que la manifestacin estaba prohibida. Pero las prohibiciones y las amenazas no surtieron ningn efecto apreciable. Todo lo contrario. El DISZ (La Federacin de la Juventud Trabajadora) decidi participar de la manifestacin; los cadetes de las academias militares apoyaron a los universitarios. A su vez, el Jefe de Polica, Sndor Kopcsi, declar que la polica de Budapest no utilizara armas para reprimir a los manifestantes. Ante el cariz de los acontecimientos, a los miembros del Comit Poltico del partido les qued claro que no podan contar ni con las fuerzas armadas, ni con la polica de un modo confiable. Solamente les quedaban los efectivos de la polica poltica la AVH [5] como herramienta de represin.Dando marcha atrs apresuradamente, hacia las 2:30 de la tarde el partido hizo difundir por radio el permiso para realizar la manifestacin. Y no solo eso, incluso recomend a las organizaciones partidarias participar del acto con el obvio propsito de tratar de mantenerlo bajo control. Se permiti incluso la participacin de los militares con la condicin que fuesen vestidos de civil. Paralelamente, el gobierno orden reforzar las custodias de la radio, las crceles y otros puntos estratgicos de la ciudad.Aproximadamente a la misma hora, la manifestacin de los estudiantes universitarios parti de las instalaciones de la Universidad Politcnica de Budapest. Su primer objetivo fue la estatua del poeta nacional Sndor Petfi hacia donde confluyeron los dems estudiantes de la ciudad. A las 3 de la tarde se recit el Poema Nacional escrito por Petfi que comienza:De pi hngaros; la patria llama!Lleg el momento: es ahora o nunca!Queris ser libres o esclavos?sta es la pregunta. Responded! -Por el Dios de los hngaros juramos, Juramos, que ya no seremos ms esclavos!A continuacin se leyeron los 16 puntos de la demanda estudiantil y despus los manifestantes cuyo nmero ya llegaba a unos 10.000 se desplazaron hacia el monumento a Jozef Bem, el General polaco que haba ayudado a los hngaros en su lucha por la independencia de Austria en 1848.En este lugar, se produjo el encuentro de los estudiantes con los escritores e intelectuales. Ante una multitud que ya llegaba a las 100.000 personas, un representante de los escritores hngaros ley una declaracin que, en lo esencial, coincida con las demandas de los estudiantes. El escritor polaco Zbigniew Herbert se dirigi a los presentes y el actor Imre Sinkovits recit el poema patritico Szzat que comienza con las palabras:Oh Hngaro! S inquebrantablemente leal a tu patria.Es la cuna que te protegey ser la tumba que te cubrir.En la exaltacin del momento, algunos manifestantes comenzaron a cortar de las banderas hngaras el escudo impuesto por los comunistas; de all es que en muchas fotografas de la poca aparece la bandera hngara con un orificio en el medio. Soldados que haban concurrido de uniforme desoyendo las instrucciones oficiales arrancaron de sus gorras la estrella roja sovitica.Mientras esto suceda, el gobierno enviaba al edificio de la Radio Hngara en la calle Sndor Brdy una unidad de 30 efectivos la AVH armada con pistolas ametralladoras y bombas de gases lacrimgenos. Ms tarde, poco despus de las 5 de la tarde, arribaba al lugar otra unidad adicional.Despus de los discursos, la manifestacin, lejos de disolverse, decidi continuar marchando hacia el edificio del Parlamento. A las 5 de la tarde la avanzada de los manifestantes lleg a la Plaza Kossuth. Una hora despus la muchedumbre en la plaza y las calles adyacentes alcanzaba ya una magnitud de entre 200.000 y 300.000 personas [6] exigiendo la aparicin de Imre Nagy y la renuncia del grupo de Mtys Rkosi, responsable por la feroz represin durante la poca estalinista. La acusacin no era un capricho de la gente. De hecho, a Rkosi mismo le gustaba definirse como "el mejor discpulo de

Stalin" habiendo instituido lo que llam la "tctica del salame" consistente en no proceder frontalmente contra la oposicin sino ir "cortndola de a fetas" mediante el terror y la corrupcin. Por la presin de los manifestantes, Rkosi se vio obligado a dar un paso al costado y cederle espacio a su competidor interno Imre Nagy, que ya haba gobernado los destinos de Hungra desde Julio de 1953 hasta Marzo/Abril de 1955. En realidad, Nagy haba desplazado a Rkosi en 1953 solo para ser, a su vez, vuelto a desplazar por ste en 1955. En el juego de las feroces camndulas internas del partido, ahora Nagy poda volver y tomarse la revancha ya que contaba con el amplio respaldo de la gran mayora que consideraba su gestin como bastante ms soportable que la de Rkosi.

A eso de las 6:30 de la tarde las autoridades hicieron apagar la iluminacin alrededor de la Plaza Kossuth, pero la muchedumbre no cedi. Se improvisaron antorchas quemando ejemplares del diario oficial y se sigui exigiendo la presencia de Imre Nagy. Al final, viendo que la medida no haba producido ningn resultado, la guardia del Parlamento volvi a conectar la iluminacin elctrica. Paralelamente, cerca de las 5 de la tarde un grupo de manifestantes se haba congregado ante el edificio de la radio exigiendo que se transmitieran los 16 puntos del estudiantado pero la direccin de la emisora se neg a irradiar el petitorio. Ante eso, los manifestantes cuyo nmero iba en aumento, intentaron ingresar al edificio de todos modos. Diez de ellos consiguieron entrar por una ventana pero fueron arrestados por la guardia de la AVH. Mientras duraban las manifestaciones, Ern Ger, Primer Secretario del Comit Central del partido comunista y hombre de la faccin de Rkosi, pona en estado de alerta a todas las unidades militares estacionadas alrededor de Budapest y peda por telfono ayuda militar a Khrushchev. No contento con ello, a las 8 de la noche se dirigi por radio al pas calificando a la movilizacin general de "contrarrevolucionaria" y a los manifestantes de chauvinistas, nacionalistas y antisemitas. As y todo, pretendi presentarse como el mayor impulsor de reformas. Manifest que consideraba acertada la poltica seguida hasta ese momento y desech de plano todas las demandas de los manifestantes.Cualesquiera que hayan sido sus intenciones y sus clculos, lo nico que consigui con ese desafortunado discurso fue echarle lea al fuego. Tomando la expresin de Shakespeare, fue como si hubiese gritado: "Matanza!". Y aun si no grit exactamente eso, el hecho es que solt los perros de la guerra.2. Una noche trgicaSer hngaro es difcil,mas no imposible.Conde Istvn Szcsenyi (1791-1860)[7]Desgraciadamente, las breves palabras que Imre Nagy pronunci a eso de las 9 de la noche del 23 de Octubre de 1956 desde un balcn del edificio del Parlamento ante la enorme multitud congregada tampoco fueron demasiado felices.

La posicin de Nagy ciertamente no era fcil pero, al menos al principio, tampoco la termin de comprender por completo. Que las multitudes solicitaran su presencia no significaba que confiaran ciegamente en su liderazgo y menos aun en el partido. Sencillamente Nagy apareca en el momento como el mal menor posible, dadas las circunstancias. Todos saban que no se haba movido de su casa despus de su desplazamiento del ao anterior. Desoyendo tanto los ruegos de la multitud movilizada como los de sus propios seguidores y amigos dentro del partido, permaneci sin hacer nada y solamente cuando el partido mismo lo convoc se decidi a aparecer en un balcn del Parlamento.

Por de pronto, su discurso empez mal. Comenz dirigindose a los presentes llamndolos "camaradas" que era la frmula oficial con que los miembros del partido comunista se trataban entre s y solo el rugido de desaprobacin de la multitud le indic que iba por mal camino. Se dice que le gritaron: "No somos camaradas!" [8] Es muy posible que alguien gritara eso, o algo parecido. Pero, de cualquier manera, que la multitud no acept el trato es algo unnimemente mencionado por todos los testigos. No obstante, Nagy prosigui haciendo un tibio llamamiento a mantener el orden y la disciplina. Declar que los justos reclamos de la juventud haban sido escuchados y que el gobierno y la conduccin del partido ya no aplazaran ms las reformas. Puso nfasis en que todos los problemas deban resolverse dentro del partido e invit a los presentes a desconcentrarse y a mantener el orden.Despus de cantar el Himno Nacional la multitud, poco a poco, fue abandonando la plaza. Para las 11 de la noche estaba completamente vaca. Nadie haba quedado conforme.En el ambiente altamente cargado de tensin y de expectativas, el efecto del discurso de Nagy fue muy poco efectivo y bastante decepcionante. Por otra parte, la verdad es que tampoco haba mucho de orden ni paz para mantener. Hacia las seis de la tarde un nutrido grupo de manifestantes ya se dedicaba a derribar la enorme estatua de Stalin de la calle Gyrgy Dzsa con cables de acero atados a vehculos y con sopletes de acetileno, cosa que finalmente lograron alrededor de las 9:30 de la noche. Mejor dicho: cay exactamente a las 21 horas 35 minutos 23 segundos. Que cmo lo sabemos con tanta exactitud? Pues, por esas cosas completamente irracionales y hasta increbles que suelen suceder en momentos as y gracias al testimonio de Gusztv Schwarcz, deportista, que tena 18 aos en ese momento. [9]

Seis veces fui y por sexta vez le puse el cable de acero a la estatua. Las dos botas ya estaban cortadas. Junto con la estatua me deslizaba de un lado al otro, la multitud gritaba, tenan miedo de que me viniera abajo con la estatua porque el alabeo ya era grande. La gente estaba completamente entusiasmada con el desplome. Cuando me baj, viene un hombre y dice: "Bueno, apostemos a que esta vez la estatua baja a buscarlo!" El hombre tena un reloj ruso y lo puso en el suelo diciendo: "Apostemos a que ahora la estatua viene a tomarlo." Por supuesto que todos nos remos a carcajadas pensando qu tontera. Delante de la estatua est el reloj. Tiran de la estatua que se mueve de un lado para el otro. Al final se le dobla la pierna derecha, viene cayendo en lnea recta como si quisiera tomar el reloj. . . El reloj se par cuando la estatua lo rompi. En esto no hay mentira posible. Todos los que estuvieron all saben que sa fue la hora exacta. Otro importante grupo de manifestantes, algunos desde las 5 de la tarde, cuando intentaron que se transmitieran los 16 puntos de los estudiantes, y varios ms que se fueron sumando de las otras manifestaciones, se concentraron frente al edificio de la Radio Hngara.Durante mucho tiempo se discuti en Hungra quien haba tirado el primer tiro en una especie de nueva versin de la disputa sobre la proverbial cuestin de qu fue primero, si el huevo o la gallina. Hoy, despus de mucho investigar, se sabe que la manifestacin ante el edificio de la radio, pacfica al principio, termin en conflicto armado debido a que, alrededor de las 7:30 de la tarde, el capitn Jnos Mester de la AVH otorg a los miembros de la guardia de la polica poltica que entre otras fuerzas custodiaba el edificio, el permiso de abrir fuego sobre los manifestantes. Si bien es cierto que las autoridades centrales del partido recin hacia la medianoche ordenaron abrir fuego, antes de eso quienes iniciaron por cuenta propia la masacre disparando contra la multitud fueron las autoridades de la polica poltica. Con ello, la manifestacin se convirti en lucha armada.Y lo hizo muy rpidamente. Entre la multitud haba gran cantidad de trabajadores que saban muy bien en qu empresas se fabricaban o se tenan en depsito armas y pertrechos militares. Con la ayuda de estas personas los manifestantes se armaron en muy poco tiempo. Aparte de ello, una cantidad importante de armas y municiones destinadas al personal que custodiaba el edificio termin en manos de los manifestantes. El personal del ejrcito hngaro tena estrictas rdenes de no abrir fuego y, como veremos luego, ni siquiera hubiera podido hacerlo porque no dispona de municin. Luego de muy confusos y sangrientos enfrentamientos, al final los manifestantes terminaron tomando el edificio de la radio; cosa que, irnicamente, no sirvi de nada porque las autoridades desconectaron el enlace al estudio y la radio sigui transmitiendo desde un local improvisado en el edificio del Parlamento. Para entender lo sucedido esa noche hay que tener en cuenta una cosa muy simple que, en cierto modo, resulta un poco increble: todo lo que sucedi aqul 23 de Octubre estuvo completamente improvisado. Nadie lo haba preparado. Tanto el gobierno comunista como los manifestantes lo improvisaron todo sobre la marcha lo mejor que pudieron. La rebelin no tuvo lderes en realidad; los jefes fueron locales, circunstanciales, y surgieron espontneamente a lo largo de la lucha. Imre Nagy no era en ese momento el hombre de la revolucin; era solamente un partidcrata ms, un comunista algo ms "liberal", desplazado del ncleo central del partido por el grupo de Rkosi que representaba la "lnea dura". Nadie haba esperado una revolucin. Ni los estudiantes, ni los intelectuales, ni los obreros, ni el gobierno. Cuando finalmente estall la rebelin, el caos total y la desorientacin completa sorprendieron a todo el mundo.

Es difcil relatar un caos. Quizs una forma de hacerlo acaso la nica para intentar una aproximacin a lo que sucedi alrededor de la Radio Hngara el 23 de Octubre de 1956 es recurrir a los testimonios personales de participantes directos de los cuales, por fortuna, disponemos de unos cuantos. [10]Pl Kabelcs, obrero no calificado de Csepel, el sector industrial de Budapest, tena 19 aos en 1956. Su relato [11] es tpico de cmo las personas se fueron sumando a la rebelin sin un plan preconcebido, sin una estrategia definida, sin lderes nombrados de antemano. Bien entrada la tarde llegaron mis amigotes de la planta de Mria Valria. Traan la noticia que en la ciudad se estaban tiroteando. Vamos! Djense de embromar! No me vengan con cuentos. Pero no, en serio; estn a los tiros. Y bien, ms tarde ya escuch las sirenas de las ambulancias. Al anochecer pareci como si estuviese relampagueando en la ciudad. Mis amigos dicen de pronto: vamos para all. Qu voy a ir! No tengo ganas de que me maten a tiros! Fuimos a la entrada de la planta, de all se poda escuchar bien el tiroteo, el tableteo de las pistolas ametralladoras. Por Dios! Sea lo que sea, esto hay que verlo! Sal en direccin a la ciudad pero para entonces mis amigos ya no estaban en ninguna parte. [. . .] Delante de los cuarteles Kilin ya haba una multitud. La gente quera entrar al edificio para conseguir armas. Anduve dando vueltas durante un tiempo a ver si yo tambin poda conseguir una. De pronto, del lado de Kispest, viene un camin con cosa de ocho o diez arriba. "Quin necesita un arma?", preguntan. Fui corriendo para all. Tuve suerte; soy rpido y me hice de una pistola ametralladora con cargador de tambor. Les pregunto si tienen municin. Me contestan que el cargador est lleno. En una parte hay dos camiones vacos. De pronto alguien dice: "Vayamos a la radio". "Vamos!" Por el camino todava se suben unos cuantos. Fuimos a la radio por la avenida Krt pero ya entonces dispararon contra nosotros. Quines eran los que tiraban fue algo que, por supuesto, no supimos y tampoco nos fijamos mucho porque ya estaba oscuro. En una de las calles laterales haba un depsito de armas, en una especie de negocio, que los choferes seguramente conocan porque, sin dudar, fuimos directamente para all. Levantaron la cortina metlica, rompieron la cerradura, y vaciamos el depsito. Cargamos las armas en el camin y seguimos para la radio. De pronto la multitud nos para, queran armas. Ah les repartimos todas las que tenamos. La radio est detrs del cine Urania, de all los avos [12] estaban disparando hacia afuera. [. . .]De alguna manera consegu meterme en la casa de enfrente. Fui directo al altillo. De al lado de la ventana del altillo romp dos tejas, pero ya para entonces haba unos ocho o diez hombres en el altillo. Se me acerca un muchacho de unos treinta aos. Me pregunta qu clase de arma tengo. Le digo pistola ametralladora con cargador de tambor. Me dice: "Ac tengo un fusil muser, lo conoces?" "Claro que lo conozco. Un fusil es un fusil. Muser o carabina, me da lo mismo, a mi no me importa". La nica diferencia es que "pateaba" una barbaridad. El muchacho me dio no quiero decir mucho pero unas treinta o cuarenta balas. Cambiamos las armas. Ya que hay que tirar, a m me da lo mismo con qu tiro. No s qu hora sera; las nueve; las nueve y media. La cuestin es que empezamos con el tiroteo. De pronto el muchacho me dice que tire adonde vea fogonazos. De noche se puede ver bien el destello de un arma. Est bien, entonces le tiramos a eso. Al rato me llama la atencin un lugar de donde siempre vienen tiros. Con mi muser me pongo a darle a ese lugar. En la poca en que era aprendiz industrial bamos regularmente a practicar tiro; formaba parte del plan de estudios, y la verdad es que yo tiraba muy bien.La cuestin es que toda la noche sigui as. Despus, de pronto recibimos una serie de rfagas tan fuertes que por una hora suspendimos el asunto. Porque, la verdad, falt poco para que me mataran. A veces escuchaba que al lado de mi odo pasaba algo. Por mi parte pens que era bastante peligroso quedarse all as que, cuando dejamos de tirar, baj a la calle. En la calle ya estaban metiendo a los heridos bajo el portal porque del edificio de la radio no solamente tiraban contra nosotros sino tambin contra la multitud. Un oficial del ejrcito de artillera si mal no recuerdo con dos estrellas en la hombrera y vestido de uniforme, diriga las cosas en la calle. Cuando me vio, me empuj para atrs con un "hermanito, vete de aqu porque te dan". Y eso que yo tena el muser colgando del hombro. Le digo: "pero yo quiero cruzar para la radio". "Cmo vas a cruzar si all estn los avos? Te van a matar!" "Qu me van a matar! No me tenga tanta lstima!" Para ese momento ya empezaba a amanecer. El oficial le dice a la multitud: "Gente, vayan para atrs porque a partir de ahora empieza a aclarar y los de all van a poder apuntar mejor". De modo que se corrieron un poco pero no se desbandaron. De algn lado apareci tambin un soldado conscripto, un jovencito. El oficial le dice al soldadito: "Crucemos, pero con cuidado; no sea cosa que nos peguen un tiro. Hay que entrar al estudio de la radio y fumigar a los avos porque el estudio hace falta." Le digo que voy yo tambin. "No vas a ningn lado me contesta Atrs! Regresa!" Pero corr detrs de ellos igual.Subimos por las escaleras, el oficial al frente con una pistola ametralladora de cargador curvo en la mano. Pero en el edificio ya no haba nadie. Haba un solo avo tirado en el piso y apoyado contra la pared, pero ya estaba muerto. Dice el oficial: "bueno, este est frito; sigamos". [. . .] Bajamos al patio. All nos encontramos con cadveres de avos tirados en el piso. Creo que murieron arriba, en las habitaciones, y de all los bajaron al patio ya muertos. [. . . ] Miremos en los stanos! En ese momento recibimos una rfaga, probablemente desde el techo de la casa de enfrente. Todo el mundo se tir al piso. [. . .] De modo que bajamos al stano de la radio. El oficial haba tenido razn. Escondidos en ese lugar encontramos a unos quince avos. Eran jovencitos de los cuadros regulares. Ninguno tena ya la gorra puesta. Sus oficiales, por supuesto, se haban esfumado a tiempo. Por la salida de atrs los esperaba el auto y unos cuantos se escaparon por ah. El oficial de artillera le grit a los avos que salieran. Salieron con las manos en alto. "Bajen esas manos" les dijo el oficial. Los llevamos al patio. Eran todos muchachos muy jvenes. Fui hasta dos de ellos, prendimos un cigarrillo. Les pregunt de donde eran. "Del dcimo distrito" [13] me dice uno "Y t?" "Yo soy de Csepel." Bueno, est bien, les digo; entonces vengan. Voy hasta el oficial de artillera y le digo que a estos dos muchachos los llevo yo a su casa porque viven cerca de donde vivo yo. El oficial est de acuerdo. A los muchachos les digo que se saquen las insignias y vamos.Hasta los cuarteles Kilin fuimos caminando. All nos amontonamos sobre un camin que iba a Kispest y de ese modo me hice llevar a casa junto con mis dos avos jovencitos. Cuando llegamos les dije a mis amigos que sera bueno conseguirles algo de ropa para que puedan cambiarse porque, si salan vestidos como estaban, los iban a matar. Y, sinceramente, qu poda hacer ese desgraciado avo reclutado? A l tambin le dijeron que tirara y tir; porque tena que tirar; no haba nada que hacerle.* * * * * * * * * * *Elek Nagy (ningn parentesco con Imre Nagy) era un tornero metalrgico del barrio industrial de Csepel. Al estallar la revolucin tena 30 aos y lleg a ser elegido presidente del Consejo Central Obrero de Csepel. En 1958 fue condenado a 12 aos de prisin. Liberado en 1963, sigui trabajando de tornero y de traductor. Su relato es muy revelador de cmo tambin por parte de las autoridades comunistas, la desorientacin, el desconcierto y una desorganizacin increble fueron poco menos que totales.Despus de estar ausente durante dos semanas, el 23 por la tarde regres de Mnfcsanak a Budapest. Corr a casa, dej el equipaje y a la ciudad! Tuve oportunidad de ver los camiones incendiados. Est bien, me dije, de esto ya vi bastante, pero qu pasa en Csepel? [14] Es en situaciones como sa en que el integrarse a una comunidad le importa mucho a uno mismo. A Csepel! El tranva rpido todava circulaba. Por el portn nmero tres entro a la fbrica; nadie trabaja; los hombres estn reunidos en grandes grupos. Todos tratan de adivinar. Qu pasa? Muchachos, esto es lo que vi en Pest [15]. A lo cual los ms jvenes inmediatamente deciden: "Vayamos para all!". Para ese momento lleg la noticia de que el tranva rpido ya no circulaba, pero yo tena un buen conocido en la fbrica automotriz que me dijo: "Nosotros tenemos camiones, venimos con ellos y ustedes tambin pueden subir". Vinieron los camiones, nos subimos y salimos en direccin a Pest. Tomamos por la avenida Soroskri y all ya haba una multitud en la calle. Yo estaba en el primer vehculo, arriba en el pescante detrs de la cabina, y empez eso de "Aqu est Csepel! Lleg Csepel!" Venamos en convoy con los camiones llenos de jvenes. Fue un gigantesco huracn de gritos: "Lleg Csepel!" En el puente de la plaza Borros doblamos para ir a la calle del Museo. En cada camin haba unas cuarenta o cincuenta personas; en total ramos como cuatrocientos o quinientos. Al llegar detrs del Museo Nacional ya no pudimos seguir y paramos.Para ese entonces el tiroteo ya era muy fuerte. Me baj del camin, la mayor parte de los de Csepel baj tambin, y por un tiempo estuvimos todos juntos. Despus, los camiones se fueron a la Lampart [16] en donde tiraban las pistolas ametralladoras a la calle de a montones. Cuando nos bajamos de los camiones y entramos a los empujones a la calle del museo ya haba un fuerte olor a gas lacrimgeno pero era soportable. Haba quizs dos compaas de soldados, con el fusil al pie, y dos vehculos militares. Estaba ah, sin moverse. Los de Csepel empezaron a presionarlos. "Qu hacen parados all? Para qu tienen fusiles? Por qu no ayudan? La maldita AVH!". Y, como si hubiese sido un drama ya ensayado de antemano, de pronto cuatro jvenes traen un oficial del ejrcito hngaro muerto de varios tiros. Todos se paran a mirar. "Ah tienen soldados, ah tienen a su oficial! La AVH lo mat a balazos! Mrenlo!" Y sobre el vehculo militar el oficial a cargo de los soldados dijo que ellos no podan hacer nada hasta no recibir la orden de proceder. En ese momento, del vehculo militar sacaron a la rastra a un general. Le temblaban las rodillas. No s si se haba orinado encima porque he visto hombres asustados, pero nunca con el pnico de se. Por lo dems, era un antiguo activista del movimiento obrero. Lo rodearon. "Por qu no da la orden?" "Es que hay que ir al Ministerio; hasta entonces no puedo dar la orden; di mi juramento de militar". Al final quedamos de acuerdo en que ira al Ministerio y presentara un informe personal. La multitud, por supuesto, no le crey una palabra. "Te quieres hacer humo, pedazo de atorrante". A lo cual un estudiante universitario le dice: "Entonces vamos con usted al Ministerio". Qu ingenuidad! No es cierto? Haba all un auto de la comandancia, se fueron en l a conseguir la orden. Para ese entonces del Museo Nacional ya sala mucho humo; haba recibido un impacto. Por mi parte o que entre las balas de fogueo y las de goma tambin haba balas de verdad porque stas tienen un sonido completamente diferente. As que empec a gritar: "Aprtense de ah, aprtense de ah! En la calle les pueden pegar un tiro." Las balas ya silbaban mucho. No s qu pas en la calle Sndor Brdy, dentro de la radio. Los soldados por su parte cuando vieron que su general no volva se sacaron la gorra y arrancaron la estrella roja. Despus, ciegamente, as como estaban, nos dieron los fusiles, uno despus del otro. "Municiones? No, no tenemos municin; no tenemos proyectiles". El Ministerio de Defensa Nacional, a los fines de mantener el orden pblico, haba desplegado un par de compaas reducidas, dos o tres vehculos militares y hasta un general. Todos armados. Pero sin municin!* * * * * * * * * * *Andrs Libik , director y productor de cine tena 24 aos en 1956. Particip de varias manifestaciones durante la revolucin. En Noviembre de 1956 emigr a Francia y luego se estableci en Alemania. Es autor de un documental realizado sobre los acontecimientos de 1956. Su testimonio confirma el anterior, no solo en el sentido de que las fuerzas regulares hngaras haban sido desplegadas en la calle armadas pero sin municin, sino en que fue la polica poltica del rgimen la que inici la matanza.Miro hacia arriba y veo que no desde el lado de la calle Sndor Brdy sino del otro lado, de la calle del Museo viene una patrulla de avos con un oficial, pistola ametralladora en mano. [. . .] Pues bien, y esto no es explicable con nada racional sino solamente con la locura, voy corriendo hasta este oficial de la AVH y [. . .] lo tomo del uniforme y le digo: "Camaradas, no disparen!". Me miraron como a un idiota. Con toda razn por otra parte. El oficial me apart de un empujn con el brazo y dio la orden. No recuerdo las palabras exactas pero el sentido fue el de carguen y disparen. En ese momento se me hace claro que tengo que salvar el pellejo y empiezo a correr como un loco desesperado por la calle Sndor Brdy hacia la calle del Museo. Soy el testigo ocular autorizado, y estoy dispuesto a declarar bajo juramento aunque esto no importe demasiado sobre quin dispar primero aqu. Por supuesto que fue la Autoridad de Defensa del Estado la que dispar en primer lugar; y lo fue sencillamente porque nadie ms tena armas. En ese momento todava no haba nada de los cuarteles Kilin, no haba alzamiento, no haba nada. Y mientras corro como un demente hacia la calle del Museo, veo que delante mo, a izquierda y derecha, las personas caen al piso.

Me asust muchsimo y segu corriendo a todo lo que daban mis piernas. A mi lado corra un chico de unos diecisis o diecisiete aos. Tengo una memoria bastante fotogrfica y nunca voy a olvidar su cara. Un aprendiz con la cara llena de granos, un aprendiz industrial, con el sobretodo negro de invierno que le llegaba a los tobillos como era costumbre en aqul tiempo. Sent, ms que vi, que tropezaba. En medio de la carrera mir y vi y jams olvidar el cuadro que sigue corriendo pero de su pecho la sangre sale a borbotones. Y su rostro se vuelve blanco como la nieve. Del otro lado tambin corra otro sujeto, tomamos al chico entre los dos y seguimos corriendo. El muchacho corra con nosotros pero prcticamente se desangr mientras corramos. Por mi parte, mi aspecto qued como el de un carnicero. Llegamos a la calle del Museo. Haba camiones militares con jvenes soldados. Corrimos hasta ellos con este muchacho que creo que, para entonces, ya estaba muerto pero no me detuve demasiado a pensar en eso, lo llevamos hasta all, lo subimos a un camin, y les dijimos a los soldados: "Ya ven lo que est pasando. Nos estn matando a nosotros, a los civiles. Hagan algo!". A lo cual la respuesta fue que no tenan municin. Tenan armas pero no los haban provisto de municiones. Hasta los soldados se echaron a llorar viendo lo que pasaba. Fue un golpe tremendo para todos nosotros. Jams habamos vivido algo as.A pesar de la preocupacin de los atacantes por mantener las instalaciones de la radio intactas o al menos lo ms intactas que fuese posible para poder usarlas despus las mismas resultaron inutilizables porque la direccin del partido decidi desconectar el enlace e instalar un estudio provisorio dentro del edificio del Parlamento. Nunca qued demasiado claro por qu los efectivos de la AVH dispararon contra la multitud a mansalva. Durante mucho tiempo incluso no se supo quin haba iniciado realmente la matanza dado que, obviamente, los participantes se echaban la culpa entre ellos. Hoy, sin embargo y tal como lo mencionbamos ms arriba, est demostrado que la AVH contrariamente a las unidades del ejrcito hngaro que ni siquiera fueron provistas de municin intervino con permiso expreso de utilizar las armas y abrir fuego. Y las utilizaron.La gran pregunta es por qu? Por ms poder y autonoma que tuviera la polica poltica, es prcticamente imposible imaginar que un sujeto como el capitn Jnos Mester de la AVH se atreviese a proceder por cuenta propia y dar el permiso de disparar sin haber estado autorizado por sus superiores. Un simple capitn no tiene esos atributos. Menos todava en un rgimen comunista. Y muchsimo menos en un cuerpo organizado segn el modelo de la KGB. De modo que lo que tendramos que saber es quin le dio el visto bueno o quien lo instruy directamente a Mester a dar la orden que dio. El hecho es que no lo sabemos. Mester, que sobrevivi a la revolucin y a las secuelas de la misma, nunca abri la boca sobre el tema. Lo cual es bastante comprensible. Pero nos deja como nico recurso especular sobre quin pudo haberse beneficiado o quin crey poder eventualmente beneficiarse del desmadre de la manifestacin que, hasta entonces, haba sido esencialmente pacfica.Por de pronto, es evidente que Rkosi, Ger y su grupo se vean desplazados por Imre Nagy y el suyo, siendo que ambos dependan de lo que, en ltima instancia, decidiera Mosc. En la medida en que triunfaran las demandas de los manifestantes, creca el prestigio de Nagy de modo que no es para nada imposible que la "lnea dura" del partido hiciera de todo para no facilitarle precisamente el acceso al poder a los representantes "reformistas". Y las herramientas ms adecuadas para hacerlo eran, sin duda, los cuadros de la AVH que no solamente eran totalmente "confiables" en ese sentido sino que, adems y esto no es un dato menor tenan todo para perder en un rgimen ms razonable ya que, por un lado penda sobre ellos el peligro de la disolucin del cuerpo (algo que Nagy efectivamente hizo despus) y, por el otro lado, los amenazaban en no menor grado las consecuencias de las mltiples salvajadas, arbitrariedades y barbaridades que haban cometido durante todo el tiempo de existencia de la institucin y que les haban granjeado un verdadero odio por parte, no solo de algunas fracciones internas del partido, sino de toda la poblacin en general.

En cuanto a las facciones del partido, no se puede olvidar que los comunistas, en sus rencillas internas, con frecuencia se mataban entre ellos como lo demuestran las mltiples "purgas" de Stalin que tuvieron su emulacin tambin en Hungra. Por ejemplo, Lszlo Rajk que en 1946 haba sido nada menos que justamente el principal organizador de la polica poltica secreta (AVO) de la que en 1948 surgira la AVH termin "purgado" por el propio Rkosi y ejecutado en 1949 luego de un juicio amaado, repleto de pruebas falsas. El hecho es que la posicin de Rkosi comenz a debilitarse mucho cuando en Julio de 1955 Rajk fue rehabilitado. El discurso de rehabilitacin, aunque no se hizo pblico, result desastroso para Rkosi quien haba esgrimido la culpabilidad de Rajk como justificacin para las dems purgas posteriores. Teniendo que admitir que se haba equivocado, la posicin de Rkosi dentro y fuera del partido qued seriamente herida. Ms todava cuando el 6 de Octubre de 1956, despus de muchas idas, venidas y discusiones internas, se procedi al re-entierro de Rajk junto con otras personas que haban perdido la vida durante las purgas. Ese da, una multitud de 100.000 personas asisti al entierro (probablemente no tanto en solidaridad con Rajk sino bastante ms en repudio a Rkosi) y el recuerdo de estos acontecimientos estaba muy fresco en la memoria de todos de seguro especialmente en la de los miembros de la AVH cuando los acontecimientos se precipitaron apenas 17 das despus del entierro, el 23 de Octubre. De cualquier forma que sea, una cosa es segura: en la AVH los principales dirigentes podan con razn presumir que, si Rkosi caa, lo que vendra despus sera un muy desagradable ajuste de cuentas.Otro aspecto que no puede ser obviado es la visin que los soviticos tuvieron de todo el asunto. Gracias a los documentos actualmente disponibles, sabemos que desde el verano de 1956 la KGB segua con suma atencin la poltica hngara. Y puede decirse, sin exagerar, que los rusos muchas veces estaban mejor informados de la situacin que los propios dirigentes hngaros. Ms tarde, los servicios de informaciones soviticos se infiltraron hbilmente entre los descontentos del 23 de Octubre de 1956 y hasta los manipularon a manifestarse contra la conduccin del partido. [17]

No sabemos exactamente a qu responda esta estrategia pero, considerando que el Mariscal Zhukov, al dar su informe a Khrushchev, carg fuertemente las tintas y present la situacin de Hungra como algo mucho ms grave de lo que en realidad era, es bastante probable que el aparato de seguridad sovitico o al menos buena parte de l ya tena prcticamente decidido que la mejor forma de controlar la situacin era dejando que se le descontrolara a los hngaros primero para que resultase justificada la intervencin directa de los soviticos despus. Y aqu podemos suponer otra vez la mano de Rkosi. Si bien haba recibido un bastante fuerte lavado de cabeza de parte de los soviticos despus de la "desestalinizacin" de Khrushchev, Rkosi por un lado siempre se las ingeni para cultivar estrechas y excelentes relaciones con Mosc y, por el otro lado, si la situacin se descontrolaba, el chivo expiatorio obvio sera Nagy y l Rkosi poda aparecer luego como el salvador del rgimen. Haya sido, o no, esa la intencin, lo cierto es que eso fue lo que efectivamente comenz a suceder durante los das siguientes. Solo que hay otro hombre del que todava no hemos hablado y que terminara siendo el verdadero ganador de todo el tenebroso juego. Su nombre es Jnos Kdr. Un eximio ajedrecista. [18] Un hombre que, a consecuencia de una de las purgas de Rkosi, haba sido arrestado en Mayo de 1951, torturado por la AVH, encarcelado por sus propios camaradas y condenado a prisin perpetua en Diciembre de 1952. Lo dejaron libre, despus de la muerte de Stalin, en julio de 1954 y poco a poco fue recuperando posiciones dentro del partido. Pero todava no es el momento de traerlo a escena. A esta altura de los acontecimientos Kdr todava est jugando las preliminares.3. Vienen los rusos!Pregunta: Cuando despega es un contingente diplomtico,y cuando aterriza es un regimiento blindado. Qu es?Respuesta: Una misin de paz sovitica.Humor de la pocaDe acuerdo con los documentos del Politbur sovitico, el 23 de Octubre de 1956 por la noche el mariscal Zhukov inform en Mosc a las autoridades rusas que una manifestacin de "cerca de cien mil personas" haban "incendiado la radio" hngara y exager fuertemente todo lo ocurrido. La mayora del Politbur ruso consider que, ante eso, se justificaba el envo de tropas rusas a Hungra. Pero Khrushchev todava vacilaba.Por de pronto, decidi enviar a Hungra a Anastas Mikoyan y a Mikhail Suslov del Politbur, al general Mikhail Malinin por las fuerzas armadas soviticas y a Ivan Serov del KGB. En Budapest, el embajador ruso en ese momento era Yuri Andropov; el mismo que ms tarde, en 1982, resultara designado como Secretario General del Partido Comunista de la URSS luego de la muerte de Leonid Brezhnev, el sucesor de Khrushchev. Sin embargo, faltaba el acuerdo final de Khrushchev y, antes de tomar la decisin final de proceder a la intervencin militar, Khrushchev hizo comparecer en el Kremlin a Rkosi quien, obviamente no por casualidad, se hallaba en Mosc en ese momento. Y fue Rkosi el que termin convenciendo a Khrushchev de hacer intervenir a las tropas soviticas.

Alrededor del medioda del 24 de Octubre de 1956 los rusos ya tenan un cuadro aceptablemente claro de la situacin. Las fuerzas policiales hngaras, o bien estaban en actitud pasiva, o bien se encontraban desorganizadas. Las tropas del ejrcito hngaro no haban recibido rdenes claras de combatir y, adems de ello, muchos soldados individuales y hasta subunidades enteras se haban acoplado a los manifestantes e insurgentes. El total de insurgentes activos se estim en alrededor de unos 2.000.

Tanque ruso T-54Las fuerzas soviticas que ya estaban en Hungra el 24 de Octubre ascendan a 6.000 hombres, 290 tanques, cerca de 120 vehculos de transporte de personal blindados y 156 piezas de artillera. Aparte de ellos, una fuerza area de 159 cazas y 122 bombarderos estaban listos para entrar en operaciones. Los cazas se destinaron a cubrir el desplazamiento de las tropas y la 177a unidad de bombarderos, con 84 aparatos, sobrevol Budapest y otras ciudades en una demostracin de fuerza. En la noche del 23 al 24 de Octubre de 1956 la 33 a Divisin de Guardia Mecanizada, la 128a Divisin de Guardia de Infantera y la 39a Divisin de Guardia Mecanizada, estacionadas en Rumania, recibieron orden de desplazarse hacia Hungra. El 24 de Octubre, entre las 00:15 y las 7 de la maana estas fuerzas cruzaron la frontera y, sin hallar resistencia se concentraron en la zona que se les haba asignado. De acuerdo con fuentes soviticas, las tropas rusas movilizadas para "restaurar el orden" en Hungra sumaban en total 31.500 hombres; 1.130 tanques y artillera autopropulsada; 616 piezas de artillera y lanzamisiles, 185 piezas de artillera antiarea, 380 vehculos blindados de transporte de personal y 3.830 vehculos varios adicionales. [19]

Los blindados soviticos se desplegaron estacionndose alrededor del edificio del parlamento, sobre las cabeceras de los puentes que cruzan el Danubio y en los cruces de caminos ms importantes.Para enfrentar estas fuerzas, la rebelin contaba con apenas algunos miles de estudiantes, obreros y una cantidad muy grande de jovenzuelos adolescentes de entre 15 y 20 aos. La actuacin de estos chicos los famosos "pibes de Pest" o "chavales de Pest" se convertira ms tarde en toda una leyenda. Pero para entenderlo, lo mejor es dejar hablar a Pl Kabelcs [20] a quien ya conocemos de un testimonio anterior. De la radio me fui el 24 por la noche porque en una de las viviendas, donde una anciana seora nos dio un t bien caliente con ron, escuch que hacan un llamamiento a que depusiramos las armas y que, si lo hacamos, a nadie le iba a pasar nada. La seora tambin nos dijo lo mismo: Chicos, djenlas porque se van a meter en problemas; van a morir, los van a matar estos mugrientos! Pero quin les crea? Nadie les crea. Dej a la viejita y me fui. Caminando por la avenida Krt los muchachos comentaban Semejante estupidez! Entregar las armas? Estos tipos son anormales! Por lo menos hasta la medianoche estuvieron repitiendo el llamamiento. Si en ese momento dejaba el arma quin hubiera sabido que yo tambin estuve all? Nadie. No me hubiera pasado nada. Los muchachos caminaban por la Krt y yo camin con ellos. Todava esa misma noche me fui hasta los cuarteles Kilin. Ah tambin segua el tiroteo. Me encontr con mi cuado que me pregunt si no sera mejor irnos a casa. Para entonces yo ya le dije que no. De algn modo conseguimos meternos en la casa que est en la esquina de la calle Vajdahunyad y la avenida ll. Subimos al piso de arriba desde dnde salan los caos de algunas armas. Adentro ya haba como seis personas. Los que vivan ah no estaban; supongo que habran bajado al stano. Buenas, hola. En momentos as no hay tal cosa como que no te conozco, te conozco, quien eres, cmo te llamas. Estn armados? Bien; entonces: hola a todos.

En varios puntos de Budapest se formaron espontneamente grupos ms o menos coherentes en los cuales estos jvenes desempearon un papel relevante. Los ms conocidos fueron los nucleados alrededor de la plaza Szna, la calle Mester, la avenida Tzolt y, sobre todo, la zona del Pasaje Corvin donde estaba el cine del mismo nombre. Imre Vizi que tambin tena 19 aos al igual Kabelcs, trabajaba en el ferrocarril. Durante los combates fue gravemente herido y le tuvieron que amputar una pierna. [21]Por los cuarteles Kilin, el cruce de las avenidas ll y Nagykrt estaba taponado por tranvas amontonados. Delante de la barricada formada por los tranvas haba un carro de asalto ruso. Uno de los muchachos coment que sera bueno armar algo que explote. No s cmo se llamaba; a m tambin todo el mundo solo me conoca por Ferroviario; eso de Vizi no lo saba nadie. As, alguien dice que consigamos gasolina de aqu cerca que hay un surtidor. Fuimos al surtidor y sacamos el combustible, de all provino el cctel. Despus violentamos la entrada a un almacn comunitario para conseguir botellas vacas. Llenamos las botellas con gasolina y les atamos un trapo alrededor. Metimos una punta del trapo en la botella y la sacudimos para que el trapo se empape de gasolina. Despus, le prendimos fuego al trapo y tiramos todo sobre el carro de asalto. Con este mtodo combatimos ms tarde tambin.En el Pasaje Corvin, durante los primeros das, habremos sido aproximadamente unos sesenta. Desparramados por la avenida ll y las calles vecinas tenamos cuatro o cinco hombres. Tres estaban siempre llenando botellas con gasolina porque armas decentes no tenamos, solamente pistolas o, en el mejor de los casos metralletas, o algn fusil rompenueces [22], pero muy pocos. Cuando los rusos saltaban de los carros de asalto incendiados, les quitbamos las armas. ramos cada vez ms y necesitbamos armas. De los tanques fuera de combate tambin sacbamos lo que todava poda servir. Tenamos entre nosotros tambin a varios chicos de quince o diecisis aos. Lo que no hicieron esos chicos! Cmo pudo haber tanto coraje en esos chicos tan jvenes es algo que no me explico hasta el da de hoy. Corran con la botella de gasolina casi directamente al blindado y no paraban hasta no haberlo reventado.Las primeras credenciales las hicimos con tarjetas postales. Para se entonces el grupo ya tena un jefe, Lszl Ivn Kovcs. l fue el primero que tuvo su nombre escrito sobre una credencial de la Guardia Corvin. Fue elegido cuando por ah alguien dijo que tena que haber alguien que comandara y l dijo que el comandante sera l. Y lo elegimos por unanimidad. No con eso de levantar las manos; simplemente con algo as como que est bien, entonces l va a ser el comandante. Sin embargo a Ivn Kovcs lo hirieron de un tiro y se lo llevaron a algn lado, no s a dnde. As, desde el 27, el comandante fue Gergely Pongrtz. [23] No fue elegido con ese nombre sino como Bigote, por el bigote que tena.* * * * * * * * * *Mientras los sublevados levantaban barricadas en varios puntos de la ciudad, la radio segua repitiendo la versin oficial del partido segn la cual "elementos fascistas y reaccionarios" haban cometido atentados contra algunos edificios pblicos. Dentro del partido, a su vez, las piezas del tablero poltico comenzaron a moverse. Ern Ger, el hombre de la faccin de Rkosi, fue confirmado como Secretario General del partido y se form un comit militar para coordinar las operaciones con las fuerzas soviticas. Sin embargo, por el otro lado, Imre Nagy fue nombrado Primer Ministro. El partido en manos de la "lnea dura" y el gobierno en manos de los ms "liberales" eran dos instituciones que comenzaban a distanciarse. Aunque, al principio, no pareci que sera as. Lo primero que hizo Imre Nagy tras recuperar su antiguo cargo fue prohibir las reuniones y ordenar tanto el estado de sitio como el toque de queda despus de cierta hora aunque, de un modo bastante contradictorio, la radio oficial sigui exhortando a la gente a que fuera a trabajar. En compensacin, en un discurso difundido por radio hacia el medioda, Nagy hizo un llamamiento a los rebeldes para que depusiesen su actitud y prometi que las reformas polticas de su gestin anterior, interrumpidas por sus desplazamiento en 1954, seran retomadas. Ni el toque de queda, ni el estado de sitio, ni la tibia promesa de reformas surtieron efecto. Sencillamente, nadie le crey una sola palabra a las autoridades. Gyrgy Dalos, escritor y poeta que en 1956 tena 13 aos, lo relata de la siguiente manera:El 24 por la maana nos despertamos y, sin sospechar nada, encendimos la radio por la que solamente pasaban msica, [] el mismo disco de msica clsica sonaba una y otra vez. Sera eso de las siete de la maana y a las ocho empezaba el horario de trabajo. Mi madre y mi abuela salieron. Delante del portal de entrada al edificio estaba el viejo Romn, el portero. Se volvieron locas? Estn a los tiros! dijo. Y realmente, entonces nos dimos cuenta de que, por cierto, haba tiros y los tanques soviticos estaban estacionados delante de la terminal ferroviaria Sur. Nos quedamos, esperamos en casa a ver qu pasaba. De pronto, por la radio nos informan que la contrarrevolucin [24] est reprimida y que, por lo tanto, se puede ir a trabajar. Eso fue a las nueve de la maana; en ese momento no sabamos que esta noticia la venan repitiendo desde la medianoche. Para nosotros era algo nuevo. Mi madre y mi abuela partieron de nuevo, yo por mi parte camino a la escuela pensando en que me disculpara por llegar una hora tarde. El viejo Romn segua frente al edificio y nos dijo que no seamos locos, que todo el mundo tiene que ir a resguardo. A eso del medioda mi madre empez a preocuparse preguntndose de dnde conseguiramos comida. A pesar de que en teora ya haba toque de queda vimos que ante el hospital haba una fila de gente haciendo cola para conseguir pan, grasa y cosas as, y entonces mi abuela sali a hacer compras. A la tarde no hubo tiros, los combates se aplacaron pero, a pesar de eso, esta vez la radio dijo que la gente no fuera a sus lugares de trabajo. Fue entonces que por primera vez escuch a Zoltn Tildy [25] que transmiti un discurso tranquilizador.

Durante los primeros das escuchamos la radio; no vino nadie de visita; por los pasillos comentbamos los hechos del da con los dems habitantes del edificio. A veces yo suba al segundo piso, a lo de un compaero de clase, y tambin con l comentbamos lo que pasaba. Que eso era una revolucin es algo que escuch por primera vez dos das ms tarde cuando un pariente lejano, una enfermera joven, apareci con un amigo creo que lo haba pescado apenas haca poco y lo present como un insurgente. La radio, por supuesto, nos deca exactamente lo contrario. En casa no podamos escuchar a la estacin de Europa Libre; [26] la Kossuth era nuestra nica fuente, y desde el momento en que no fue verdad lo que haban dicho el primer da, es decir, que haban aplastado al golpe contrarrevolucionario, mi abuela que para m es la autoridad suprema en materia poltica decidi que la radio hngara menta. As que, para nosotros, la radio hngara y un par de das despus tambin el partido perdieron toda credibilidad.Seis das ms tarde, el 30 de Octubre, esa misma radio termin reconociendo que la abuela tena razn. Despus de la reorganizacin del personal de la radio, el locutor de la nueva Radio Kossuth Libre reconocera:Durante muchos aos la radio fue un instrumento del engao. Minti de da y minti de noche. Minti en todas las longitudes de onda. [27]Pero, a pesar de las campaas de desinformacin, el 24 de Octubre las luchas continuaron en varios puntos de Budapest. Es ms: la presencia de tropas rusas solo empeor la situacin. Los rebeldes consiguieron hacerse de una cantidad apreciable de armas en el cuartel Bem y en el depsito de armas de la calle Timt con lo que entablaron la lucha contra las tropas rusas, poniendo fuera de combate a varios carros de transporte de personal y a unos cuantos blindados. Lo curioso en esta etapa de la revolucin fue que algunos soldados rusos, sobre todo entre los que haban estado estacionados en Hungra durante unos cuantos aos, tuvieron una actitud amigable para con los sublevados y en varios casos, terminaron hasta secretamente convencidos de las razones de la rebelin. Jzsef Bcsi, tornero mecnico de Csepel con 24 aos en 1956 lo relata as: [28]A la madrugada del 24 de Octubre los jvenes de Csepel asaltaron [. . .] la Comandancia Militar. Queran conseguir armas y municiones. Vi un sinnmero de personas armadas que atacaban en perfecta formacin de asalto. Un capitn y algunos ms defendan al edificio. Ms tarde apareci un carro de asalto sovitico y los sublevados entablaron combate tambin con l. All fue que vi, por primera vez en mi vida, utilizar la botella de gasolina, el cctel Molotov. Lo tiraron dentro del carro que estall en llamas, los pobres soldaditos de pelo rapado salieron saltando y estos muchachos de Csepel por cierto que les dispararon. Fue un verdadero combate armado. Al final, los militares parapetndose detrs del carro de asalto consiguieron escapar del edificio. La repercusin del hecho fue muy grande en Csepel; se habl mucho del caso.Por la maana del 24, tanques soviticos entraron en la fbrica y se estacionaron en el patio de la central de energa. No hicieron nada; era solo una demostracin de fuerza. El consejo obrero provisorio, despus de constituirse, estableci inmediatamente contacto con el entonces comandante sovitico local, el coronel Abramov. Era un hombre decente y bien intencionado como lo demuestra el hecho que, a pedido nuestro, el 25 por la tarde los tanques soviticos se fueron del predio de la fbrica.Por la tarde del 24 de Octubre, guardias de la AVH apostados para custodiar el edificio del Szabad Np el diario oficial del partido comunista hngaro dispararon y mataron a manifestantes desarmados que haban entrado al edificio. El destino quiso que, justo mientras estaban sacando los cadveres, llegara al lugar un grupo de rebeldes armados. La furia de los rebeldes pas de los soldados rusos a concentrarse en los efectivos de la AVH. De cualquier manera, las autoridades no consiguieron impedir que los revolucionarios se hicieran de medios para producir su propio material impreso. Muy poco despus, la mayor imprenta del pas la Imprenta Athaeneum caa en manos de los rebeldes y comenz a imprimir panfletos.En el transcurso del da llegaron Mikoyan y Suslov a Budapest. Traan la instruccin de nombrar inmediatamente a Jnos Kdr en el puesto de Secretario General del partido en lugar de Ern Ger. A las 8 de la noche Kdr habl por radio calificando los hechos de "subversin contrarrevolucionaria", en lnea con la tesitura oficial. Aparentemente nada haba cambiado. Pero las piezas del ajedrez de Kdr empezaban a moverse.4. La masacre del 25 de OctubreAl lado de las banderas tricolorestres juramentos pongamos:uno de llorar con lgrima pura,y otro de odio a los tiranos,

y para ti, pequeo pas, sea el tercero:que entre los vivos no lo olvide nadie; la libertad naci un da seerocuando en Pest de sangre se ti la calle.Lajos Tamsi [29]Al llegar a Budapest, Mikoyan y Suslov recibieron informes rosadamente optimistas, tanto de parte del Cuerpo Especial sovitico como del Comit Militar del Ministerio de Defensa hngaro. Aparentemente, o bien nadie se senta con el coraje suficiente como para confesar que el asunto se les haba escapado de las manos, o bien, confiados en su indiscutible superioridad numrica y militar, todos pecaron de un exceso de optimismo. El hecho es que en las reuniones mantenidas se lleg a conclusin que la rebelin poda ser sofocada en 24 horas. Autntico o no, este optimismo se reflej en los mensajes difundidos por la radio. A las 6:23 de la maana del 25 de Octubre de 1956, los oyentes de la Radio Kossuth escucharon que ". . . el intento de golpe contrarrevolucionario fue aplastado en las primeras horas del da" y que "las fuerzas contrarrevolucionarias" haban sido dispersadas. Segn las autoridades quedaban solo "algunos pequeos grupos armados y francotiradores aislados."Por supuesto que nada de ello era cierto. Y no slo la abuela de Gyrgy Dalos se dio cuenta de que la radio menta. Sumando el optimismo a la irresponsabilidad, el mensaje radial del gobierno llamaba a toda la poblacin a reanudar la actividad normal y a presentarse en los lugares de trabajo. Pero no sucedi nada de eso. En lugar de ir a trabajar, una gran masa de personas se concentr en diversos lugares de Budapest. De estos lugares, las distintas manifestaciones fueron confluyendo a la Plaza Kossuth, frente al Parlamento, para exigir la presencia de Imre Nagy.

Lo realmente curioso y hasta dramtico del caso es que, tanto frente al Hotel Astoria que en aqul tiempo no funcionaba como hotel sino que era la sede de un comando del ejrcito sovitico [30] como en otros puntos de la ciudad, los manifestantes hasta llegaron a confraternizar con los soldados rusos. En las escuelas hngaras el ruso era idioma de enseanza obligatoria y, a su vez, los soldados rusos ms antiguos acantonados en Hungra ya saban unas cuantas palabras en hngaro.Frente al Astoria estaba estacionado un tanque ruso rodeado de una gran multitud. El comandante del tanque descendi del mismo y convers con la gente. Probablemente el hombre estaba desde haca tiempo en el pas porque, bien que en forma algo primitiva, pero dominaba algo de hngaro. "Pueblo sovitico, pueblo hngaro, amigos" dijo. Alguien puso una rosa en el cao del can de su tanque; de la antena del vehculo colgaba la bandera hngara. Su tanque debe haber sido uno de los que ms tarde, en la plaza Kossuth, cuando los avos abrieron fuego sobre la multitud desde el techo del Ministerio de Agricultura, devolvieron el fuego y tiraron contra los avos. Despus del derrocamiento de la revolucin, los soldados rusos que se pusieron del lado de los hngaros sufrieron atroces represalias. [31]

A eso de las 11 de la maana ya haba aproximadamente 5.000 personas reunidas pacficamente en la plaza frente al Parlamento. En ese momento, desde los techos del Ministerio de Agricultura y segn varios testigos tambin desde otros tejados tiradores de la AVH abrieron fuego sobre los manifestantes. Tampoco en esta oportunidad qued jams en claro quin dio la orden para la masacre. La opinin mayoritaria ha sido que, otra vez, al igual que en el caso del edificio de la Radio Hngara, los cuadros de la AVH actuaron, o bien por cuenta propia, o bien en connivencia con una faccin de las autoridades partidarias hngaras. No obstante, hay investigadores que sostienen que la orden fue impartida por Ivan Serov, el general ruso de la KGB, arribado a Budapest desde Mosc junto con Mikoyan y Suslov. [32]Sea quien haya sido el que dio la orden, el resultado fue otra masacre. Y lo ms trgicamente increble de la situacin revelador, adems, de la colosal confusin, improvisacin y desorganizacin sovitica es que, en medio del tiroteo, hasta las propias fuerzas rusas se dividieron. Como ya lo sugiere el testimonio de Bla Liptk arriba citado, una parte de los rusos tir contra la muchedumbre mientras otra parte contestaba el fuego de los avos. Tibor Pkh, abogado, 32 aos en 1956, fue testigo presencial: [33]A m me hirieron el 25 de Octubre del 56 delante del edificio del Parlamento. Se ha escrito que hubo fuego graneado pero eso no fue fuego graneado, fue una continua, prolongada carnicera. Cuando empez el tiroteo me par al lado de uno de los blindados rusos y al principio trat de cubrirme all. Suelen decir que las rfagas vinieron del Ministerio de Agricultura pero no fue solamente de all, tambin disparaban desde los techos del Parlamento. [. . . ]

No haba escapatoria. No queran disolver la manifestacin; queran masacrarla. En las calles que daban a la plaza tambin haba blindados que disparaban contra los que estaban en la plaza. Cuando los disparos amainaron un poco, con otros ms nos refugiamos bajo las arcadas de en la entrada Sur del Parlamento que estaban repletas de personas. Golpeamos la puerta para que nos dejaran entrar porque de la bocacalle de la calle Akadmia tambin estaban tirando. Cuando el tiroteo volvi a ceder intentamos escapar de nuevo. A m me hirieron en ese momento, con los tiros que venan del blindado estacionado al final de la calle Akadmia. [. . .] El tiroteo y la carnicera duraron algo as como media hora. Escriben que hubo casi cien muertos. En fin, hubo muchos muertos. A m, como estaba herido, me llevaron al igual que a los muertos en un camin. La cifra estimativa de muertos en la plaza, segn diversos autores, es de entre 60 y 100. Los heridos se han estimado en unos 300. La conduccin partidaria estaba en completa bancarrota y absolutamente desorientada sin saber qu hacer. Es un poco difcil relatar la situacin sin mencionar toda una serie de nombres de personas y de lugares que seguramente no le dirn gran cosa al lector, pero intentemos hacerlo de la mano del testimonio de Rudolf Fldvri, un comunista activo y miembro del partido, quien en ese momento representaba al comit obrero de la fbrica de mquinas-herramienta DIMAVAG de la ciudad de Miskolc y se hallaba en Budapest: [34]Pasamos la noche en la central del partido donde nos encontramos con varios heridos del tiroteo ocurrido frente al Parlamento. Trat de aprovechar la noche para lograr alguna orientacin de parte de los miembros del Comit Poltico y del Comit Central, pero debo decir que fue intil. Los dirigentes, o bien dorman, o bien repetan las informaciones ya conocidas pero no me supieron dar un anlisis concreto de la situacin en Budapest o del pas. No tenan ni la ms plida idea de lo que suceda en todas partes. En sus caras se reflejaba la inseguridad, el cansancio y, en buena medida, la desesperacin.

El 26 por la maana particip de la ltima reunin, muy tormentosa, de la direccin central del MDP. [35] Las dos terceras partes de los miembros estaba ausente. La discusin no fue ni edificante, ni tranquilizadora, ni orientadora. La caracterizaron el violento choque de las opiniones y la excesiva agitacin de las animosidades. Iban y venan grupos de personas, se interrumpan mutuamente, era casi imposible extraer del ruido de voces la posicin de cada cual. Surgi la resolucin que la Direccin Central se auto-disolvera y elegira una comisin, o presidencia, de cinco miembros cuyos integrantes resultaron ser Jnos Kdr, Imre Nagy, Ferenc Mnnich, Antal Apr y Kroly Kiss. Por consiguiente, a partir del medioda del 26 el partido careci de Direccin Central es intil que hagan referencia a ella y solamente tuvo una presidencia de cinco miembros que parece ser que se abult a seis porque he ledo documentos en donde figura tambin el nombre de Zoltn Sznt. [36]La cosa tena cierta racionalidad porque, de cualquier manera, les hubiera resultado imposible reunir a todos los miembros en esa situacin poltica. Presida la sesin Jnos Kdr y tambin estaban all Ern Ger, Kroly Kiss, Imre Nagy y Antal Apr. Es obvio que haban acordado previamente que las cinco personas seran sas, eso era indiscutible. Est bien; recibieron los deberes, pues hganlos. Hubo otra posicin aunque tampoco sobre sta se vot que sostuvo la necesidad de terminar la lucha armada en el pas, de ser necesario con la ayuda del ejrcito sovitico.

En esta cuestin ya hubo manifestaciones que me deprimieron y me afligieron considerablemente. Gyrgy Marosn, fuera de s, con la cara roja, casi gritando, exiga la inmediata entrada en accin de la totalidad de las fuerzas soviticas para derrotar a los insurgentes armados. Hubo otros que tambin exigieron lo mismo, no recuerdo los nombres, pero el que llevaba la voz cantante era Marosn. Antal Apr, tremendamente nervioso, manifest en alta voz que no quera que su nombramiento significase que, al final, lo responsabilizaran a l o a todos ellos por cualquier cosa que se gestionara. Ern Ger dijo que al final resultara que los presentes estimaran conveniente entregarlo a los insurgentes armados. Esto lo dijo respondiendo a los dichos de Ferenc Donth y Gza Losonczy. Pero si hubo quienes manifestaron su opinin de un modo sensato y disciplinado, esos fueron ellos dos. Por ejemplo, Ferenc Donth inst con mucha tranquilidad a la direccin del partido a analizar la situacin con realismo. Les pidi que separaran la paja del trigo y que no consideraran ni sealaran al obrero, al estudiante y al intelectual como contrarrevolucionarios porque no lo eran. El movimiento se haba iniciado con reclamos justificados y del mismo haba que filtrar los linchamientos y hasta esos actos haba que evaluarlos en su propio contexto. Explic con sensatez que haba que fijar objetivos concretos, que hacan falta urgentes decisiones personales, polticas y econmicas para que las masas vieran que el pas tena una conduccin adecuada.Despus de la sesin no qued demasiado desasnado que digamos y decid que le preguntara a Jnos Kdr cmo seguir. No me poda quedar a esperar la decisin de los cinco hombres ya que quera volver a Borsod. Kdr estaba reunido con un general sovitico en su oficina de modo que no pude hablar con l. Solamente pude hacerlo con Kroly Kiss. Respondi a mi pregunta de un modo tpico: "Camarada Fldvri, cuando vuelva a Miskolc haga lo que le parezca bien." Era el segundo ni s ni no, ni blanco ni negro, que reciba de l. sa fue la direccin superior del partido en aqul momento. Siendo esto as acaso fue un milagro que llegramos a lo que llegamos? [37]* * * * * * * * * * *Los comunistas, que se haban pasado dcadas organizando manifestaciones, huelgas y alzamientos armados contra los regmenes capitalistas sencillamente nunca imaginaron que esos procedimientos tambin podran ser aplicados algn da contra ellos. El marxismo, el leninismo y aun el trotskismo estaban pensados para organizar revoluciones; no para controlarlas.Tanto los lderes polticos como los militares, fuesen hngaros o soviticos, no estaban preparados para enfrentar el descontento a esta altura ya convertido en furia de unas masas en beneficio de las cuales se supona que haba sido instituida la dictadura del proletariado. Resultaba ser que este proletariado se alzaba ahora contra su propia dictadura. Obviamente, o bien algo andaba mal con esa dictadura, o bien el proletariado real no era ese proletariado que el socialismo marxista se haba imaginado. O ambas cosas a la vez. Se supona que el comunismo era el que haca las revoluciones; no al que le hacan una revolucin. Una revolucin contra el comunismo vale decir una revolucin contra los revolucionarios por excelencia constitua un contrasentido. Simplemente no encajaba en la doctrina del materialismo dialctico.El hecho concreto es que las autoridades no lograban entender por qu los mtodos, hasta entonces utilizados con bastante xito en otras partes, ahora no daban resultado. Aparentemente nadie logr comprender que haban pasado ya 11 aos desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, que se haba producido un recambio generacional y que, incluso dentro de los crculos que seguan considerndose autnticamente comunistas o socialistas, las condiciones objetivas cotidianas haban comenzado a imponer un realismo prctico que necesariamente tena que desplazar al ideologismo terico y a la dialctica retrica de quienes estaban ms preocupados por congraciarse con el poder sovitico y trepar por la escalera burocrtica del partido que por resolver los problemas concretos del pas.A esto se agrega el hecho que los marxistas, en 70 aos de adoctrinamiento masivo, no consiguieron resolver lo que en la Rusia bolchevique se llam "la cuestin de las nacionalidades" y que se magnific cuando Rusia, despus de la II Guerra Mundial, incorpor a su Imperio varias naciones del Este europeo. La prueba de ello es que, cuando este imperio se desmoron en 1989, sus mayores fisuras se produjeron precisamente a lo largo de las grietas etnoculturales y nacionales que el rgimen marxista fue incapaz de soldar. Despus de la desaparicin de la Unin Sovitica, no solo Polonia y Hungra recuperaron su condicin de pases soberanos. Tan solo para dar unos pocos ejemplos: Ucrania se segreg, al igual que Georgia. Checoslovaquia se dividi entre checos por un lado y eslovacos por el otro. En un proceso inverso Alemania Oriental y Alemania Federal se fusionaron. Yugoslavia termin estallando en mil pedazos. El proceso, con diferentes resultados, se puede rastrear en prcticamente todos los pases que constituyeron en su momento la Unin Sovitica y el bloque comunista. Los marxistas nunca entendieron nunca quisieron entender que en organismos polticos con larga tradicin, el concepto de Nacin es algo concreto, hecho de Historia, territorio y cultura, expresado en personas de carne y hueso, que est fuera del alcance de toda especulacin ideolgica terica. En el caso de Hungra, los marxistas y en especial los soviticos nunca consiguieron comprender que, por debajo y detrs de reclamos sociales, por debajo y detrs de un rechazo del capitalismo como rgimen poltico y sistema econmico por parte de los autnticos socialistas hngaros, exista y subsista un sustrato etnocultural profundo, producto de ms de 1.000 aos de Historia. [38] Ms all de las reivindicaciones puntuales generadas por la ineficacia y la ineficiencia de la dictadura estalinista y su burocracia reivindicaciones reconocidas y justificadas incluso por muchos comunistas el levantamiento hngaro de Octubre de 1956 dispar, adems, la pasin libertadora de un pueblo con entidad e identidad propia, harto de hacer de proveedor gratuito y de furgn de cola de una Rusia Imperial que se justificaba a s misma con la doctrina de la solidaridad internacional del proletariado.La revolucin hngara de 1956 no fue ni exclusivamente el movimiento heroico y patritico de nacionalistas exaltados, ni tampoco exclusivamente la rectificacin de un socialismo salido de cauce por la dictadura y la burocracia estalinista. La dificultad que la revolucin presenta al anlisis reside en que fue una compleja amalgama de muchas cosas. Ni todos los hngaros revolucionarios del '56 fueron anticomunistas que rechazaban de plano el socialismo, ni todos los que rechazaron el comunismo se hicieron combatientes activos, ni todos los revolucionarios fueron tan solo encendidos patriotas, ni todos los que combatieron por la libertad de la nacin hubieran salido corriendo a abrazarse al capitalismo. Si hubiera que explicarlo en una breve sntesis y las breves sntesis de procesos histricos extraordinariamente complejos son siempre defectuosas se podra decir que el disparador de la revolucin fue, en primer lugar y tal como qued demostrado luego en la propia URSS, la ineptitud e inadecuacin del Estado creado por Lenin y Trotsky en 1918 para solucionar los problemas concretos de una sociedad polticamente organizada. En Hungra ocurri que, adems de eso, ese rgimen poltico inviable fue impuesto por las fuerzas de ocupacin de una potencia extranjera invasora y durante 11 aos fue regenteado por un grupo de personas mucho ms preocupadas por quedar bien con los invasores que por defender los intereses de los invadidos. Cuando el fracaso de ese rgimen se hizo visiblemente insostenible, un sector de la dirigencia poltica quiso corregir al menos una parte de los manifiestos errores cometidos pero el otro sector de esa misma dirigencia crey poder solucionar el problema mediante el simple expediente de recurrir a la represin brutal. Y la represin encendi la mecha del patriotismo heroico, o de la heroicidad combativa a secas, o de la simple fascinacin por una gran aventura, y en la pica del combate la revolucin se dispar mucho ms all de los objetivos que sus ms sensatos impulsores iniciales haban imaginado.5. La represin no funciona (26 al 28 de Octubre)La libertad no es ms que otra palabra para decir que no hay nada que perder.Erich FrommAparte de las luchas internas del partico comunista, la primera reaccin de las autoridades hngaras y soviticas fue la de tratar de sofocar a la rebelin. Nadie quera admitir algunos ni siquiera podan creer que la situacin estaba fuera de control.El da 26 de Octubre a las 4 y media de la madrugada la radio transmiti el llamamiento del Consejo de Ministros pidiendo que la gente no saliera a la calle en todo el da. Poco despus, las unidades militares reciban la orden de no permitir ninguna alteracin del orden. En el interior del pas aviones MIG-15 atacaron objetivos civiles mientras helicpteros MI4 transportaban armas y pertrechos a diferentes unidades militares en Budapest. Mientras tanto, los comunicados oficiales difundidos ese da por la tarde, sugeran la posibilidad de una retirada de las tropas soviticas pero hacan depender esa medida del restablecimiento del orden para lo cual prometan, adems, una amnista que abarcara a todos aquellos que depusieran las armas antes de las 10 de la noche. No obstante, en varios puntos los combates continuaron. Nadie crey seriamente en sinceridad de las promesas transmitidas por los comunicados oficiales. Una caravana de vehculos militares del 37 Regimiento de Fusileros Motorizados hngaros fue atacada por los rebeldes en las afueras de Budapest. El ataque fue repelido y, por orden del mayor Imre Hdosn, 4 atacantes fueron fusilados en el sitio. Ms tarde, la misma unidad, en las cercanas de una fbrica de ladrillos, fusil a 19 personas ms. Pero en el ejrcito hngaro ya no haba unidad de criterios. Por ejemplo, del 8 Regimiento de Artillera Antiarea 30 militares se pasaron a los rebeldes. [39]Poco despus de las 6 de la maana del 27 de Octubre el Ministro del Interior confesaba, indirectamente, el fracaso de la represin afirmando que eran "necesarias operaciones militares adicionales" por lo que se prolongaba el toque de queda.Despus de los fracasos iniciales en dominar la revolucin, los dirigentes soviticos comenzaron a hacer un relevamiento sistemtico de las fuerzas rebeldes. El cuadro de situacin as obtenido les hizo llegar a la conclusin que un ataque concentrado sobre las posiciones ms fuertes de los sublevados podra poner fin al levantamiento. En Budapest, una de las claves del operativo, en todo caso, consista en poner fuera de combate el foco revolucionario organizado en la zona del Pasaje Corvin y los cuarteles Kilin.Entre las 7 y las 8 de la maana del 27 de Octubre, en el Ministerio de Defensa hngaro, las autoridades locales y las soviticas se pusieron de acuerdo en los detalles del operativo. Al frente del mismo estara la divisin estacionada en lo que hoy es la plaza Fvm que proveera los tanques y los transportes blindados de personal. La 128a Divisin de Guardia de Infantera proveera los 300 a 350 hombres necesarios para el ataque. Establecido ello, la comandancia de las unidades soviticas envi un ultimtum a los combatientes del Pasaje Corvin conminndolos a rendirse.Cerca del medioda se conoci la composicin del nuevo gobierno: el Primer Ministro volva a ser Imre Nagy y como ministro de defensa result designado el general de divisin Kroly Janza quien hacia las 3 de la tarde dio a conocer su orden en cuanto a que: "las unidades militares que operan contra los grupos armados deben continuar la aniquilacin de los mismos para el restablecimiento del orden". Si Janza crey que con ese comunicado lograra amedrentar a alguien, la realidad le demostr que haba equivocado el camino. En la plaza Szna de Budapest no solamente fracasaron las tratativas para que los rebeldes depusieran las armas sino que se entabl una batalla en la que murieron 5 personas y 4 resultaron heridas. En las universidades de Budapest y de otras ciudades del interior del pas como Debrecen y Miskolc los estudiantes comenzaron a formar unidades de combate. En otras ciudades tambin se organizaron unidades de Guardias Nacionales afines a la revolucin. A su vez, en Budapest, en los barrios obreros de Csepel y Angyalfld, se constituyeron batallones de trabajadores.

En el ejrcito hngaro los nimos estaban fuertemente divididos. El coronel Andrs Mrton y el teniente coronel Zoltn Tth del 12 Regimiento de Fusileros Mecanizados recibieron la orden colaborar con las unidades soviticas en la liquidacin del grupo revolucionario del Pasaje Corvin.