Restauración científica-Giovannoni

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CONSERVACION PREVENTIVA TEMA: GUSTAVO GIOVANNONI ALUMNAS: Elizabeth Daza, Antonela Lenzi, Valeria Contissa y María José Burgos.

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Concepto y contexto histórico.

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CONSERVACION

PREVENTIVA

TEMA: GUSTAVO GIOVANNONI

ALUMNAS: Elizabeth Daza, Antonela Lenzi,

Valeria Contissa y María José Burgos.

INDICE

Contexto Histórico-Social

Influencias del Positivismo en Italia

Giovannoni y sus aportes a la Restauración

Gustavo Giovannoni

.Nace en Roma en 1873.

.1895 se gradúa de Ingeniero Civil en la Universidad de Roma.

.1904Comienza a ejercer la docencia.

.1913 es nombrado Presidente del Departamento General de Arquitectura.

.1920 es nombrado catedrático de Historia de la Arquitectura y Restauracion de

monumentos. Funda junta a Piacentini la “Revista de Arquitectura y Artes

Decorativas”.

.1927 Llega a ser director de la Escuela de Arquitectura de Roma.

A lo largo de su vida se involucra en diferentes proyectos. Como arquitecto,

escritor, historiador e investigador se desempeña dentro de los campos de Historia

del arte, urbanismo y finalmente en la restauración.

.1931 Encabeza la delegación en la Conferencia Internacional de Atenas, donde

se redacta la Carta de Atenas.

.1932 Participa en la redacción de la Carta Italiana del Restauro.

.1938 forma parte del Instituto Central del Restauro.

Contexto Histórico-Social.

Gustavo Giovanonni nace durante el proceso histórico conocido como la

segunda Revolución Industrial, comprendido entre 1870 y 1914. Se caracteriza por

ser una etapa técnico- científica que fue motorizada por el mercado competitivo,

buscando abaratar la producción en masa demandada por la creciente

población de la segunda mitad del siglo XIX. (Otero y Mata de Grossi, 2005)

Eric Hobsbawm (1998) llama a este período “La era del Imperio” en el cual se

produjo una división de dos grandes zonas del mundo - África y el Pacífico- entre

un número reducido de estados considerados potencias occidentales (Inglaterra,

Francia, Estados Unidos, Alemania, Japón y Holanda) El autor considera a este

hecho como “la expresión más espectacular de la progresiva división del globo

entre fuertes y débiles (“avanzados” y “atrasados”) [...]

La revolución industrial genera una nueva distribución territorial de la población,

dando lugar a un urbanismo modernizador en el cual se organiza la ciudad

industrial. Durante el siglo XIX se producen altas densidades de edificación,

epidemias y hacinamientos humanos alrededor de viejos centros urbanos y de

trabajo, surgiendo la necesidad de lugares de expansión y nuevas clases de

edificios y tipos arquitectónicos. (López Villa, 2003)

El dominio sobre las áreas coloniales provocó conflictos entre las potencias que se

resolvían a través de acuerdos diplomáticos, o bien de guerras que se mantenían

dentro de un marco estrictamente local. Además, las alianzas que se formaban

duraban poco y los países cambiaban de bando frecuentemente, según las

circunstancias. A medida que crecían las necesidades de expansión de las

grandes potencias industriales, las confrontaciones se fueron haciendo

incontrolables. Por un lado, era difícil resolver los conflictos en un escenario que se

había ampliado. Los enfrentamientos ya no sólo podían presentarse en Europa sino

también en África, China o el Medio Oriente. Estados Unidos y Japón se habían

convertido en grandes potencias que se disputaban el dominio del área del

Pacífico. Alemania aparecía pujante y poderosa, pero insatisfecha por haber

llegado tarde al reparto colonial. Sus intereses expansionistas en China y África del

Sur chocaban con el dominio que los ingleses habían establecido en esas zonas.

Las posiciones irreconciliables entre Alemania e Inglaterra fueron las que

generaron un sistema de alianzas permanentes que puso en peligro la paz

mundial.

En vísperas de la crisis de 1914 las principales potencias europeas se encontraban

agrupadas en dos bloques antagónicos: La Triple Alianza (Alemania, Austria-

Hungría e Italia) y la Triple Entente (Francia, Gran Bretaña y Rusia).

El 28 de Junio de 1914 el archiduque Francisco- Fernando, heredero del trono

Austro-Húngaro fue asesinado en Sarajevo.

Austria ataca a Serbia, Rusia se vio obligada a actuar. La movilización rusa

desencadenó la réplica alemana. Alemania declara la guerra a Rusia y Francia,

invade a dos países neutros, Bélgica y Luxemburgo, consiguiendo la declaración

de guerra de Gran Bretaña.

Una vez declarada la guerra, una oleada de patriotismo se extendió por todos los

países involucrados.

El conflicto militar que comenzó como un enfrentamiento localizado en el Imperio

Austro-Húngaro y Serbia el 28 de julio de 1914; se transformó en un enfrentamiento

armado a escala europea cuando la declaración de guerra austro-húngara se

extendió a Rusia el 1 de agosto de 1914; Finalmente, pasó a ser una guerra

mundial en la que participaron 32 naciones. Veintiocho de ellas, denominadas

aliadas o potencias asociadas y entre las que se encontraban Gran Bretaña,

Francia, Rusia, Italia y Estados Unidos, lucharon contra la coalición de los llamados

Imperios Centrales, integrada por Alemania, Austria-Hungría, Imperio Otomano y

Bulgaria.

Hacia 1918 finaliza la primera Guerra.

La progresiva crisis de los programas reformistas y conciliatorios de la

socialdemocracia europea después de 1918 y después del crack de 1929 dio lugar

al surgimiento de regímenes totalitarios. (López Villa, 2003)

El fascismo nace como movimiento elitista en Italia, su principal misión (según

Mussolini) era forjar una nueva clase de italianos, con nuevos valores y nuevos

comportamientos. (Duggan, 1996)

Su objetivo de reestructurar la sociedad italiana bajo las directrices de la

civilización moderna, apelando, al mismo tiempo, a una retórica imperial como

legitimadora, estimuló una mediación entre la lógica funcional- estructural y el

legado de la arquitectura romana de la Antigüedad. En la arquitectura italiana

de los años treinta predominaban las formas geométricas elementales, muros

planos sin enriquecimientos y arcos sin molduras, nichos semicupulados y

composiciones donde predominaba el juego cromático sobre el énfasis tectónico.

(López Villa, 2003)

Durante 1931 bajo los lineamientos del Plan Regulador de Roma se destruyó gran

parte del centro histórico de la capital y se trazó una amplia avenida procesional

desde el Palacio Venecia hasta el Coliseo; en la “Nueva Roma” convivirían

aspectos de la modernidad con las ruinas imperiales. (López Villa, 2003)

El modelo espiritual del fascismo estaba en la Roma de los Césares, y era de la

antigua Roma de donde provenía la mayor parte del simbolismo del régimen. “El

fascismo en su totalidad”, escribiría un educacionista en 1929, “es la resurrección

del romanismo (romanità)” (Duggan, 1996: 318)

El culto a la antigua Roma formaba parte del intento del fascismo por crear una

nueva identidad nacional. El liberalismo y la democracia parlamentaria eran

desechados por ser considerados exportaciones extranjeras, mientras que el

fascismo era algo autóctono, un resurgimiento del verdadero genio de Italia y su

pueblo que vuelven, pasando por el Renacimiento, a la época de los Césares. El

romanismo impregnaba la vida fascista. (Op. cit.).

La historia de Roma recibía un tratamiento especial. Esto se reflejaba en el estilo

arquitectónico “imperial” de los años treinta, que utilizaba las formas clásicas

romanas (por ejemplo el arco de medio punto) con una perspectiva moderna.

(Duggan, 1996)

El fascismo en su primera época acogió al Racionalismo como un estilo propio, sin

embargo luego, bajo la influencia alemana se impuso un rígido clasicismo

monumentalista. (Bassegoda Nonell, 1984)

Se restauraron las referencias clasicistas como expresión colectiva, imperecedera y

monumental. Así surgió un urbanismo ceremonial con edificaciones de alta carga

ideológica como: museos estatales, monumentos conmemorativos, etc.

(Bassegoda Nonell, 1984)

En el año 1939 estalla la segunda guerra mundial cuando poderosas unidades de

la Wermacht cruzan la frontera polaca.

Inglaterra y Francia declaran la guerra a Alemania.

Los principales beligerantes fueron, de un lado, Alemania, Italia y Japón, llamadas

las potencias del eje, y del otro, las potencias aliadas, Francia, el Reino Unido, los

Estados Unidos, la Unión Soviética y, en menor medida, China. La guerra fue una

consecuencia, tras un difícil paréntesis de veinte años, de las graves disputas que

la primera guerra mundial había dejado sin resolver. La frustración alemana

después de la derrota y los duros términos del Tratado de Versalles, junto con la

intranquilidad política y la inestabilidad social tuvieron como resultado una

radicalización del nacionalismo alemán. Así, se produjo la llegada al poder de

Adolf Hitler, jefe del Partido Obrero Alemán Nacional Socialista (NSDAP), o partido

nazi, de ideología totalitaria, ultranacionalista y antisemita.

Después de haberse otorgado plenos poderes en 1933, Hitler, que había asumido

el título de Fuhrer o caudillo del Tercer Reich, impulsó el rearme secreto de

Alemania. Ordenó la ocupación militar de Renania en marzo de 1936, decisión

que contravenía unilateralmente el Tratado de Versalles.

En ese mismo año, Benito Mussolini, el dictador fascista de Italia, que ya se había

embarcado en una agresión a Abisinia (Etiopía), firmó con Hitler un acuerdo

secreto germano-italiano que daría lugar al establecimiento del Eje Romano-Berlín.

Al año siguiente, Italia se unió al pacto que Alemania y Japón habían firmado en

1936. Fue el llamado pacto tripartito.

En marzo de 1938, Hitler envió tropas alemanas para ocupar Austria, que pronto

fue incorporada por plebiscito al Tercer Reich (el Anschluss). Logró la anexión o

neutralización del territorio checoslovaco en marzo de 1939. En abril del mismo

año, Italia se anexionó Albania. En agosto se firmó un pacto de no-agresión entre

Alemania y la Unión Soviética, en el que se establecía una cláusula secreta sobre

la división de Polonia y el establecimiento de esferas de influencia soviética y

alemanas en los estados bálticos y en Finlandia. Hitler ordenó iniciar la invasión de

Polonia el 1 de septiembre de 1939. El Reino Unido y Francia declararon la guerra a

Alemania dos días después. El 17 de septiembre, tropas soviéticas penetraron en la

parte oriental de Polonia, que de esta forma quedó dividida entre Alemania y la

Unión Soviética. A finales de 1939 se firmó un nuevo pacto por el que Alemania

recibía toda la parte situada al oeste del río Bug y los soviéticos obtenían Lituania

dentro de su esfera de influencia.

A partir de 1944, las fuerzas alemanas habían iniciado una retirada parcial del este

con fin de prepararse para contener la invasión aliada que se esperaba en el

oeste de Europa.

EL 6 de junio de 1944 las tropas procedentes del sur de a Gran Bretaña

desembarcaron en las playas de Normandía. Las fuerzas invasoras estaban

compuestas por soldados británicos, canadienses y estadounidenses, y pequeños

grupos de otras nacionalidades. Los aliados hicieron rápidos progresos en el norte

de Francia.

Aparte del progreso de los aliados, un acontecimiento desmoralizó a los mandos

alemanes: el fracaso y las consecuencias de una conspiración contra Hitler.

Los aliados consolidaron rápidamente su dominio de Francia y comenzaron un

avance hacia el este que finalizaría con la ocupación de Alemania entre marzo y

abril de 1945. Hitler ordenó la movilización de todos los hombres de edades

comprendidas entre los 16 y 60 años a defender el Tercer Reich. Mientras tanto, el

ejército soviético avanzó hacia el oeste y ocupó la mitad oriental de Alemania.

Antes de que sus tropas estuviesen listas para el asalto final, los aliados

intensificaron sus bombardeos aéreos. Esta ofensiva culminó el 13 de febrero de

1945 con una serie de cinco ataques sobre Dresde, que quedó completamente

destruida.

Hitler se suicido el 30 de abril de 1945. La rendición definitiva de las fuerzas

alemanas se firmó el 8 de mayo. La guerra había terminado oficialmente en

Europa.

El Positivismo en Italia.

A principios del siglo XX y durante el tiempo de entreguerras la reflexión sobre el

método científico recibe un impulso decisivo. Durante este periodo el centro

principal de la filosofía de la ciencia es la Universidad de Viena donde un grupo de

científicos y filósofos se reunían bajo la inspiración de la ciencia y el deseo de

unificar el pensamiento científico. Conformaran el Círculo de Viena. De sus

actividades surgieron nuevas figuras que, ancladas en las consideraciones iniciales

de la filosofía neopositivista del Círculo intentan responder a la cuestión de qué es

la actividad científica y cuál es su racionalidad propia. Heredan de la visión

positivista que la ciencia es el paradigma de la objetividad y de la racionalidad.

Ante los excesos especulativos de los diversos idealismos que surgieron a partir de

la filosofía kantiana, producto de la confianza en la capacidad "activa" o

creadora del pensamiento dialéctico de la Razón, el siglo XIX dio lugar a un

genérico empirismo científico caracterizado por el rechazo de cualquier tipo de

especulación metafísica a la que consideraron como el principal enemigo de la

ciencia y de la filosofía. El pensamiento de su fundador, Auguste Comte, influyó en

gran medida en la visión del mundo que prevaleció en las naciones

industrializadas y desarrolladas en buena parte de este siglo y, desde ellas, se

extendió a otros países.

En Italia, en antítesis con el idealismo alemán y en polémica con el espiritualismo,

se delinea un movimiento de pensamiento que presenta muchas analogías con el

positivismo europeo, tanto francés (Comte) como inglés (Spencer), aunque su

contenido es muy distinto del europeo, heredero del iluminismo.

El positivismo italiano encuentra sus premisas en el naturalismo del Renacimiento

(Pomponazzi, Machiavelo, Telesio, Campanella, Galileo), en el historicismo crítico

de Giambattista Vico y en el economicismo jurídico y político de Romagnosi.

En Italia se desarrolló un primer positivismo independiente, de fondo social político

y de orientación histórica. Sus principales exponentes son: Carlo Cattaneo (1801-

1869), considerado el fundador del positivismo italiano y Giuseppe Ferrari (1811-

1876).

El representante más notable posterior es Roberto Ardigò (1828-1920), que introdujo

en Italia el gusto por el método científico en el campo de la cultura. Tiene también

el mérito de haber sabido liberar el positivismo del agnosticismo y del mecanicismo

de Spencer, para intentar la construcción de un sistema crítico-evolutivo que

encuentra sus raíces en la especulación italiana del Humanismo y del

Renacimiento.

Este Positivismo toma solo en consideración el conocimiento científico. Éste es

producto lógico de la aplicación rigurosa de un método científico y de la

afirmación de teorías que puedan justificarse en el experimento.

Esta línea de pensamiento influirá fuertemente en Gustavo, hombre académico e

investigador nato, que desarrolla la Teoría de la restauración científica, que

está fundamentada en la valoración tanto histórica como artística de los

monumentos y en la absoluta necesidad de veracidad; donde la restauración

debe estar basada en datos concretos conocidos, nunca en hipótesis. Deja de

lado los criterios artísticos y para sustituirlos por criterios científicos Estableciendo

principios para la restauración.

Urbanismo Y Restauración.

Gustavo Giovanonni recibió influencias desde diferentes urbanistas europeos ya

que el crecimiento del capitalismo y la incipiente primera guerra mundial cambio

por completo la distribución poblacional. Se hizo ancha la brecha entre la

cantidad de los habitantes de la ciudad (cada vez mayor en número) y los

habitantes del campo que casi eran menos de la mitad. Autores como el inglés

Ebenezer Howard y su proyecto del “Garden city” (una ciudad rodeada de

campos agrícolas en su periferia y con una disminución de los impuestos del

alquiler) dieron lugar al “Garden city movement” y al “housing reformer

movement”; tomando a Patrick Geddes, la problemática de establecer una

nueva distribución urbana tiene un enfoque social: plantea el concepto de que la

ciudad tiene un alma que crece y se desarrolla junto al desarrollo social de sus

habitantes, en una perspectiva más mística devenida del hinduismo, cree que la

organización urbanística se revelara. Pero cuando fallece también termina el

desarrollo de esa línea de pensamiento porque sus contemporáneos no lo

continúan. En Alemania surge una respuesta diferente a la organización

urbanística: se tiene en cuenta el uso de los medios de transporte para poder

construir núcleos habitacionales en la periferia de la ciudad, Theodor Fristch, es un

periodista que realiza un trabajo acerca de la degradación del medio ambiente y

la población urbana debido al espontáneo crecimiento de las ciudades, a lo que

encuentra solución con un sistema de “ciudad radial-circular” en la cual las

divisiones por anillos eran de carácter elitista y se suma la construcción de una vía

ferroviaria, sus proyectos no tuvieron futuro. Reinhard Baumeister es un ingeniero y

urbanista alemán, el primero en publicar un manual del urbanismo entero en 1876,

brinda vital importancia al aspecto económico tal como el valor de la propiedad

inmobiliaria y la administración municipal para poder definir un proyecto urbanista.

Rudolph Eberstadt continúa en la misma línea de análisis. Desde Viena Camillo Sitte

es el primer urbanista que se opone al trazado de una ciudad en cuadricula

simétrica, brinda valor al historicismo urbano y esboza proyectos de ciudades

intimas, conservando características medievales, es decir que su idea de

urbanización era mimetizar entre rasgos históricos de la ciudad las unidades

funcionales necesarias para la vida moderna. El enfoque de Sitte tiene buena

acogida entre los estudiosos del resto de Europa y junto al concepto de house

garden se reflejan tanto en proyectos de renovación de sectores antiguos que

respetan las líneas estilísticas ya trazadas, como en la implementación de barrios

construidos en la periferia del centro urbano, residencias con jardín. Desde Francia

Eugene Henard rechaza el recurso de parcelación y se centra en el estudio de la

circulación dentro del centro urbano, para esto propone un sistema lineal

periférico que sería un reforzamiento del sistema de penetración por los cuatro

puntos cardinales al nudo funcional interior. Su visión estética incluía también la

alternancia entre zonas verdes y edificaciones. Henard adhería al positivismo

científico y sabio lo que la burguesía capitalista avanzada quería para encontrar

respuesta a los problemas de tráfico y cambio de dirección urbana recurre a las

nuevas tecnologías. Otro referente del estudio del urbanismo en Francia es Tony

Garnier quien posee un fuerte sentimiento socialista y popular quizás debido a su

modesto origen, estudia en la “Ecole des beaux arts” de París y en la academia

francesa de Roma donde se dedica a la recuperación, interpretación y

reconstrucción de monumentos antiguos. Garnier desarrolla la idea de una ciudad

netamente moderna en respuesta a las necesidades de la producción industrial. Es

así como llega a una proyección de ciudad que está ubicada al lado de un río y

tiene industrias, una central eléctrica alimentada por una presa de embalse,

producción agrícola y ganadera y conexiones por vías de transporte entre la

ciudad nueva y la ciudad vieja, teniendo bien marcados sus límites esta ciudad es

funcional a todas las nuevas necesidades urbanas.

Giovanonni profundizara en las teorías del belga Charles Buls, quien se dedico a la

restauración de ciudades antiguas y escribió “Esthétique des villes” en 1893. En los

demás países de Europa la tendencia era innovar urbanísticamente centrándose

en la expansión de la periferia. En Italia se da en los primeros principios del siglo XX

el interés por la urbanística debido a que con la presencia de un contexto histórico

en la cual están presentes los socialistas y grupos populares, junto con la expansión

económica del capitalismo, el problema de la capacidad de contención urbana

se hace más latente. La visión italiana frente al problema se genera desde la

perspectiva del atraso económico que tiene este país respecto del resto de

Europa, la pobreza y los reclamos laborales hacen que se tenga una actitud más

condescendiente con el masivo doblamiento de la ciudad aunque las teorías

acerca del urbanismo tenían deficiencias debido al atraso con el que fue

abordado. Antonio Pedrini escribe la “Citta moderna” donde elabora un

concepto de ciudad que tiene en cuenta todos los aspectos de higiene y

salubridad que eran las demandas realizadas por los obreros a la clase dirigente. Si

bien no fue la obra mejor expuesta da lugar en primera instancia a la tratativa del

tema, posteriormente se tendrán análisis más profundos orientados al problema de

la renta de los inmuebles, el crecimiento demográfico, la inmigración, la

contraposición campo-ciudad por autores que provienen del campo jurídico o

económico como Pantaleunonia y Luigi Einaudi. Pero serán finalmente Gustavo

Giovanonni y Marcello Piacentíni los arquitectos quienes evolucionaran en el

estudio del tema a partir de la redacción del “Plan de Sanjust” de 1911. Nuestro

autor en cuestión, redacta diferentes artículos en contra del derribamiento y de la

pelea que existe por apropiarse los terrenos centrales, refiriéndose a las zonas

urbanas. Particularmente del plan de “Sanjust” difiere de las ideas expuestas y

plantea el concepto de aclaración edificativo donde propone eliminar solo lo

añadidos impropios al tejido urbano original. Giovanonni tiene una visión

progresista, eleva la ciudad al lugar de monumento por lo que defiende su

preservación y su articulación con las necesidades de la ciudad moderna. Él

desarrolla la Restauración Científica junto a una defensa culturalista y

democrática. A partir de 1900 en Italia se estudia el concepto de la “ciudad-

jardín” que aunque no tiene mayor desarrollo en la práctica si

plantea la idea de la descentralización urbana.

Podemos considerar que sus aportaciones en el campo de la Restauración se

sintetizan en tres aspectos:

A.-El compendio Doctrinal de la llamada “restauración científica” – Pensamientos

de Boito.

B.- Participación en la redacción de la carta de Atenas de 1931 y de la Carta

Italiana del Restauro en 1932.

Y es que Giovannoni en la Conferencia Internacional de Atenas sobrepasa los

pensamientos de Boito y en la Carta Italiana del Restauro adopta los preceptos

de la Carta de Atenas al contexto italiano.

Siguiendo los lineamientos de Camilo Boito, quien supone una conciliación entre

dos corrientes bien definidas, la de Violet Le Duc (restauración estilística) y la de

Ruskin (la anti restauradora), surge la corriente que defiende la conservación y la

consolidación del edificio como documento, en la que se sistematiza una

metodología que deriva en la “restauración científica”, como mencionamos antes

Giovanonni es fiel a esta concepción y lo refleja en las posteriores redacciones de

la “Carta de Atenas” (1931) y la “Carta del Restauro” (1932). En ambas cartas se

establecen las pautas para la preservación y conservación del patrimonio

histórico, pero es marcada sobre todo en la segunda el sentimiento nacionalista

de Giovanonni quien, fuera de su práctica y formación académica en la materia,

se ve influenciado por el contexto histórico en el que vive. Dentro del contexto

político en Italia de la post guerra, y con el partido nacional fascista, la figura de

Giovanonni se consolida enfocándose en la recuperación del esplendor de un

pasado mítico que remite a la “grandeza de Roma”, aplicando ciertos criterios de

conservación y restauración a los monumentos nacionales. Así es también su

dedicación a la arquitectura religiosa que responde a la preservación de los

valores tradicionales. Principalmente Giovanonni y su entorno proponen a través

de las cartas crear una solución a la distribución urbana complementada a la

restauración científica, defiende la necesidad de la conservación de los

monumentos para la historia (valores documentales), para el arte (valores

estéticos) y para la vida presente (valores de uso).

Las Cartas Desarrollan los siguientes criterios:

- Una restauración concebida como reconstrucción a una restauración

entendida como conservación.

- Concientizar a la comunidad de la importancia de la conservación del

patrimonio cultural, siendo un derecho público internacional.

- Respetar el carácter histórico y artístico de los monumentos degradados o

destruidos.

- Es recomendable volver su puesto aquellos elementos originales

encontrados (anàstilosis).

- Los materiales nuevos, necesariamente incorporados deberán ser siempre

reconocible.

- Los materiales nuevos necesarios deberán ser siempre reconocibles.

- Respecto de las ruinas halladas en excavación y que sean de imposible

conservación deben enterrarse nuevamente. Para esto es necesaria la

estrecha colaboración entre el arqueólogo y el arquitecto.

- Es aconsejable antes de cualquier obra de consolidación o de parcial

restauración se haga una escrupulosa investigación de la patología.

- El uso de materiales modernos para la consolidación de los edificios antiguos

debe ser juicioso respecto de todos los recursos técnicos disponibles,

particularmente del concreto armado.

Gustavo clasifico los monumentos en:

-“Muertos”, monumentos de la Antigüedad, ruinas, castillos, murallas medievales.

-“Vivos”, se acepta la reutilización cuando está en consonancia con los fines

originales, si no amenaza modificar la autenticidad del mismo.

También focaliza la importancia de una dialéctica entre la obra de arte y el

testimonio histórico del monumento.

Clasifico la restauración en cinco tipos:

1) Consolidación:

Refuerzos estáticos, defensa de los agentes externos, diferenciando las N

partes nuevas.

Obras realizadas:

- Santuario Santa María del Piano, en Ausonia.

- Iglesia de S. Andrea en Ovieto.

- Estructura de fundación del Palacio Corsini.

- El entorno de la Torre de Pisa.

- Iglesia de la Incoronata en Nápoles.

- Bóvedas de Villa Albani en Roma.

- Duomo de Mesina.

2) Restauración de recomposición (anastilosis): añadiendo a veces elementos

nuevos de partes accesorias y diferenciándolo del original.

Obras realizadas:

- Plaza de Volterra totalmente rehecha en el siglo XIX.

- La iglesia de Santa Rita en Cascia.

3) Restauración de liberación: de los añadidos internos y externos cuando las

construcciones carecen de importancia y carácter. Se respetan cuando

tienen valor artístico.

Obras realizadas:

- Panteón.

- Maison Carree en Nimes.

- Palacio Borghese en Roma.

- Iglesia de S. Luca.

- Edificio de Pietro da Cortona.

- Santo Stefano Rotondo.

- Ospedalle di S. Giovanni.

- Santo Stefano degli Abissini, ciudad del Vaticano.

- Basílica del siglo VIII

4) Restauración de completamiento:

Concepción de dar al documento forma integral, añadiendo las partes que

le faltan, cuando son secundarias y accesorias. Con estos se entran en la

innovación.

Obras realizadas:

- Iglesia de S. Andrea en Ovieto.

- Santo Stefano degli Abissini, ciudad del Vaticano.

5) Restauración de innovación: Se añaden zonas esenciales y orgánicas,

renovando para reconstruir ruinas o porque por razones de utilidad se desea

ampliar un edificio existente. Se añade una parte arquitectónica y artística

incluso la más noble del edificio que ah llegado a existir (Violet Le Duc)

Obras realizadas:

- Palazzetti señorial, de Tor Crescenza, Roma.

- Villino de Corso Italia

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