Responsabilidad General del IAE, Escuela de la...

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Diciembre 2006 9 Responsabilidad de la empresa y del empresario en la sociedad El empresario como agente clave de cambio dentro de la sociedad En la última década emergió la idea de que la empresa tie- ne una Responsabilidad Social Empresaria (RSE), lo cual implica una mayor riqueza de relaciones entre la empresa y la sociedad, superadora de la visión puramente económica de la empresa. Si bien el concepto no es nuevo, sí lo es la fuerza con que se pretende difundirlo y aplicarlo. El obje- tivo de este trabajo apunta a profundizar en el contenido de la RSE y explicitar cuáles serían algunas de sus impli- cancias en las empresas y en los directivos de empresa. En síntesis, de qué manera se puede enriquecer la labor de la empresa y de los directivos de empresa cuando asumen los horizontes más amplios propuestos por la RSE. Desarrollo conceptual de la RSE La RSE es un concepto que hace referencia a la relación de la empresa con la sociedad. Esta noción ha ido varian- do y enriqueciéndose a lo largo del tiempo. Hay quienes afirman que el concepto moderno de RSE comienza en la década de los cincuenta 1 , con la definición propuesta por Bowen 2 , quien planteó la responsabilidad social del em- presario como “la obligación del empresario de perseguir las políticas, tomar las decisiones y seguir líneas de acción que sean deseables para los objetivos y los valores de la sociedad”. En la década del sesenta se sumó Davis 3 diciendo que la responsabilidad social es un término aplicable a aquellas decisiones y acciones adoptadas por los empresarios de- bido a “motivaciones que van más allá del interés eco- nómico o técnico”. Davis formuló la “Ley de Oro de la Responsabilidad” que sostiene que la responsabilidad so- cial de los empresarios debe ser acorde al poder social de las empresas. Durante la misma década, Frederick 4 planteó que “los medios de producción debían ser utilizados de manera tal que fortaleciesen el bienestar económico-social”. La RSE consiste, según Frederick, en que los recursos económicos y humanos de la sociedad sean usados para fines sociales amplios y no restringidos a los intereses exclusivos de la compañía. Davis y Blomstrom 5 , dieron una definición de responsabilidad social más aplicable para un empresario: “La responsabilidad social es el deber de toda persona de tener en cuenta el impacto de sus actos en todo el sistema social; lo cual implica la necesidad de mirar más allá de lo estrictamente económico o productivo de la empresa, considerando el sistema social en su conjunto”. Vemos que estas ideas apuntan a que existe una nueva responsabilidad que proviene de reconocer a la empresa como parte integrada al sistema social. En los inicios de los setenta se avanzó un poco más, cuando el Committee for Economic Development (CED) 6 enriqueció la visión de 1 Caroll, A. B, Corporate Social Responsibility, Business and Society, vol. 38, issue 3, p. 268-295, 1999. 2 Bowen, H. R., Social responsibilities of the businessman, New York, Harper & Row, 1953. 3 Davis, K., Can business afford to ignore social responsibilities? California Management Review, 2, p. 70-76, 1960, Spring. 4 Frederick, W. C., The growing concern over business responsibility, California Management Review, 2, p. 54-61, 1960. 5 Davis, K. & Blomstrom, R. L., Business and its environment, New York, McGraw-Hill, 1966. 6 Committee for Economic Development, Social responsibilities of business corporations, New York, 1971. Author: Dalton, D. R., & Cosier, R. A. (1982, May/June). The four faces of social responsibility. Business Horizons, p. 19-27. Marcelo Paladino, profesor visitante del PAD, es Director del Área Empresa, Sociedad y Economía, Miembro del Consejo de Dirección y Director Adjunto de la Dirección General del IAE, Escuela de Dirección y Negocios de la Universidad Austral (Argentina). [email protected]

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Diciembre 2006 �9

Responsabilidad de la empresa y del empresario en la sociedad

El empresario como agente clave de cambio dentro de la sociedad

En la última década emergió la idea de que la empresa tie-ne una Responsabilidad Social Empresaria (RSE), lo cual implica una mayor riqueza de relaciones entre la empresa y la sociedad, superadora de la visión puramente económica de la empresa. Si bien el concepto no es nuevo, sí lo es la fuerza con que se pretende difundirlo y aplicarlo. El obje-tivo de este trabajo apunta a profundizar en el contenido de la RSE y explicitar cuáles serían algunas de sus impli-cancias en las empresas y en los directivos de empresa. En síntesis, de qué manera se puede enriquecer la labor de la empresa y de los directivos de empresa cuando asumen los horizontes más amplios propuestos por la RSE.

Desarrollo conceptual de la RSE

La RSE es un concepto que hace referencia a la relación de la empresa con la sociedad. Esta noción ha ido varian-do y enriqueciéndose a lo largo del tiempo. Hay quienes afirman que el concepto moderno de RSE comienza en la década de los cincuenta1 , con la definición propuesta por Bowen2 , quien planteó la responsabilidad social del em-presario como “la obligación del empresario de perseguir las políticas, tomar las decisiones y seguir líneas de acción que sean deseables para los objetivos y los valores de la sociedad”.

En la década del sesenta se sumó Davis3 diciendo que la responsabilidad social es un término aplicable a aquellas decisiones y acciones adoptadas por los empresarios de-bido a “motivaciones que van más allá del interés eco-nómico o técnico”. Davis formuló la “Ley de Oro de la

Responsabilidad” que sostiene que la responsabilidad so-cial de los empresarios debe ser acorde al poder social de las empresas.

Durante la misma década, Frederick4 planteó que “los medios de producción debían ser utilizados de manera tal que fortaleciesen el bienestar económico-social”. La RSE consiste, según Frederick, en que los recursos económicos y humanos de la sociedad sean usados para fines sociales amplios y no restringidos a los intereses exclusivos de la compañía. Davis y Blomstrom5 , dieron una definición de responsabilidad social más aplicable para un empresario: “La responsabilidad social es el deber de toda persona de tener en cuenta el impacto de sus actos en todo el sistema social; lo cual implica la necesidad de mirar más allá de lo estrictamente económico o productivo de la empresa, considerando el sistema social en su conjunto”.

Vemos que estas ideas apuntan a que existe una nueva responsabilidad que proviene de reconocer a la empresa como parte integrada al sistema social. En los inicios de los setenta se avanzó un poco más, cuando el Committee for Economic Development (CED)6 enriqueció la visión de

1 Caroll, A. B, Corporate Social Responsibility, Business and Society, vol. 38, issue 3, p. 268-295, 1999.2 Bowen, H. R., Social responsibilities of the businessman, New York, Harper & Row, 1953.3 Davis, K., Can business afford to ignore social responsibilities? California Management Review, 2, p. 70-76, 1960, Spring.4 Frederick, W. C., The growing concern over business responsibility, California Management Review, 2, p. 54-61, 1960.5 Davis, K. & Blomstrom, R. L., Business and its environment, New York, McGraw-Hill, 1966.6 Committee for Economic Development, Social responsibilities of business corporations, New York, 1971. Author: Dalton, D. R., & Cosier, R. A.

(1982, May/June). The four faces of social responsibility. Business Horizons, p. 19-27.

Marcelo Paladino, profesor visitante del PAD, es Director del Área Empresa,Sociedad y Economía, Miembro del Consejo de Dirección y Director Adjunto de la Dirección General del IAE, Escuela de Dirección y Negocios de laUniversidad Austral (Argentina).

[email protected]

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la RSE diciendo que “es la sociedad quien le da a la em-presa la posibilidad de operar y que, por lo tanto, la em-presa tiene la obligación de satisfacer las necesidades de la sociedad”. El CED explica que asumir una RSE implica una actitud y una visión de largo plazo en la cual prima el interés social sobre el interés particular 7.

En los últimos años surgió un nuevo término: Ciudadanía Corporativa8 , cuyo rasgo diferencial es que traza un pa-ralelismo entre los deberes y derechos de una empresa con los deberes y derechos de un ciudadano. Se entiende que la empresa es una institución que actúa dentro de una sociedad más amplia, en la cual desarrolla y administra relaciones con diferentes grupos de interés o stakeholders. Este enfoque implica considerar los intereses legítimos de cada uno de los stakeholders, tomar conciencia de las implicancias sociales y humanas de las prácticas operati-vas de la empresa y desarrollar políticas, procedimientos y procesos, respetando la dignidad y valía de cada stake-holder. El aporte fundamental de esta idea es que la RSE comienza considerando cómo debe ser una relación justa y sostenible con cada una de las personas y grupos rela-cionados con las actividades propias del negocio, ya sea directa e indirectamente.

Podríamos decir entonces que el concepto acerca de la RSE ha ido madurando y enriqueciéndose a lo largo de más de medio siglo:

• En este tiempo, se evidenció que la empresa tiene un marco de relaciones con la sociedad que va más allá de las relaciones económicas, y que se basa en reconocer los derechos de personas e instituciones.

• Al reconocer esos derechos y obligaciones mutuas, las relaciones con la sociedad se plantean desde la justicia.

• Y esos planteamientos llevan a la empresa a participar activamente en la construcción del bien común, trans-formándose en una institución clave de la sociedad.

La RSE abre nuevas dimensiones

Lo dicho hasta aquí parece confirmar que la RSE ayuda a ampliar y a enriquecer la labor de la empresa y de los directivos de empresa, destacándose que:

1. La empresa es una institución clave para la socie-dad. En particular cuando la empresa es una insti-tución representativa de la sociedad, que encarna y fortalece los valores y creencias de la sociedad a la que sirve. Por ejemplo, al ejercer valores tales como: igualdad de oportunidades, justicia en la recompensa a los esfuerzos, y en el reconocimiento del derecho de cada miembro de la sociedad como ciudadano y de su posibilidad de realizarse socialmente9 .

2. La empresa y el hombre de empresa tienen una di-mensión política, ya que se encargan de una parte relevante de la polis. Porque la actividad de la em-presa tiene efecto sobre lo público y colabora con la configuración de la sociedad, siendo esencial para el desarrollo de la misma10 . Desde esta perspectiva es una responsabilidad esencial que la empresa ejerza correctamente el poder político que tiene; especial-mente en contextos de baja calidad moral o institu-cional.

3. Los empresarios y directivos de empresa son ciuda-danos calificados, por su importancia y poder para influir en la sociedad. La relación empresa-sociedad hace que las empresas necesariamente afecten las re-laciones sociales, de muchas maneras que no tienen conexión directa sólo con sus productos o beneficios.

La RSE es una manera de ver realizado el contrato social que la empresa tiene por trabajar en y desde una sociedad. En síntesis, la RSE abre mayores posibilidades de actua-ción y dimensiones más profundas de impacto en la so-ciedad, que deberían enriquecer la actividad que realizan,

7 El CED definió la RSE por “círculos concéntricos”: El círculo interno atañe a la ejecución eficiente de las obligaciones económicas, opera-tivas y las obligaciones para con sus empleados. El círculo intermedio implica el cumplimiento de lo mencionado en el círculo interno aña-diéndole una conciencia acerca de los valores y prioridades sociales (medioambiente, necesidades de los empleados, clientes, información). El último círculo son las nuevas responsabilidades, que deben descubrirse, que la empresa debe asumir para estar activamente involucrada en mejorar la calidad del ambiente social.

8 Logan, D. D. Roy and L. Regelbrugge, 1997, Global Corporate Citizenship - Rationale and Strategies, Washington DC: The Hitachi Founda-tion. Marsden C. and J. Andriof, 1998, Towards an Understanding of Corporate Citizenship and How to Influence it, Citizenship Studies 2: 329-52.

9 Cfr. Stein, G. “Management y el arte de gobernar según Peter Drucker”, Harvard Deusto Review, n. 95, marzo-abril 2000.10 Cfr. Fred D. Miller, Jr. and John Ahrens, The Social Responsibility of Corporations, in Commerce and Morality, edited by Tibor R. Ma chan (Totowa, NJ: Rowman & Littlefield, 1988).

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aparejadas al rol y al poder que tienen empresas y empre-sarios en la sociedad. Pero que, precisamente por ello, es clave que descubran y asuman, con todas sus consecuen-cias legales y éticas, la totalidad de la responsabilidades que les tocan.

RSE: Responsabilidad personal de los empresarios

La exigencia de descubrir cuáles son las responsabilida-des que le tocan a la empresa nos lleva al último punto: la RSE se basa en la responsabilidad personal de quienes dirigen. Una institución como la empresa no se construye sin la intervención directa de personas. La empresa está formada por personas humanas, inteligentes y libres, que al realizarla se benefician y benefician a otros. Por lo tan-to, hablar de responsabilidad es hablar de una verdadera obligación profesional de las empresas, definida y realiza-da por decisiones personales de quienes las dirigen.

No podemos dejar de mencionar aquí la inquietud que surge cuando debe concretarse la RSE en términos de qué hacer y cómo hacerlo. A esto pueden ayudar las normas internacionales, como la AA1000, que actúan como ca-talizadores de ideas. Sin embargo, el qué hacer específi-camente debe descubrirse en cada caso. De hecho, en los momentos de crisis es cuando más se necesita la capacidad de encontrar respuestas nuevas y se aprecia más la capa-cidad de cada uno de ver las cosas de un modo diferente. Pero es claro que eso se da siempre que cada uno tome con mucha seriedad su papel en el contexto de su comunidad. Esta actitud fundamental de asumir el propio rol activo entre los demás es lo que definimos como responsabilidad directiva. Y la responsabilidad social significa dejarse in-quietar por las necesidades de la sociedad y buscar en la propia capacidad, originalidad y flexibilidad, las respues-tas eficaces a los desafíos que tal realidad presenta.

La RSE, basada en la responsabilidad personal e insusti-tuible de los directivos, implica entonces tomar postura, y actuar en consecuencia, en los temas y los campos de actuación que el contexto y la propia actividad de la em-presa delimiten. A través de esas decisiones es como se irá configurando la verdadera RSE, y como se irá forjando el verdadero carácter de directivos responsables que las em-presas, y la sociedad toda, necesitan.

Para ello, debemos aclarar que el orden primordial de la empresa y condición necesaria para el cumplimiento de su responsabilidad social es su ética interna. Los casos re-cientes de escándalos empresarios, revelan la capacidad disolvente de planteamientos de arrogante afán de lucro por parte de directivos egoístas y auditores irresponsables; casos en los que la primera baja es la verdad. El respeto a la verdad es la primera responsabilidad personal porque, a fuer-za de mentir, se corrompen todas las estructuras sociales11 .

Dar forma a un nuevo modelo de empresa

La idea de que existe una RSE parece ser un mensaje más que oportuno para ayudar a reflexionar sobre:

• La manera en que se debería repensar la misión de las organizaciones empresarias de cara a su relación con quienes allí trabajan, con la sociedad y con los gobier-nos a fin de contribuir más eficazmente a la construc-ción del bien común.

• Cómo esa misión, enriquecida por la RSE, se debe plas-mar en hechos concretos. Comprender que la RSE, le-jos de ser una carga adicional, es un medio para formar una mejor empresa en una mejor sociedad. Aprendizaje que se basará muchas veces en desarrollar la capacidad de rectificar cuando no se ha hecho lo que se debía, o se omitió algo que debía haberse hecho.

• La RSE como una nueva visión del rol de la empresa en la sociedad, que se plasma en un trabajo directivo mucho más humano y más rico; que forma y desarrolla mejores personas.

Seguramente la RSE así planteada, ayudará a dar forma a un nuevo modelo de empresa y de directivos, superior al que hoy conocemos; especialmente, porque, en base a lo aquí planteado, la empresa y los directivos se benefician grande-mente cuando se asume decididamente que la RSE es parte de su misión, y no una carga más que una moda le agrega.

11 Llano, Alejandro. Empresa y Responsabilidad Social.

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Desde el año 2000, Marcelo Paladino dirige el área de Empresa, Sociedad y Economía del IAE, con áreas de trabajo como la cooperación público-privada como motor del desarrollo de la sociedad y de las personas.

“Es necesario salirse de los límites de la empresa, para generar mecanismos

de cooperación con el Estado y así solucionar asuntos que de otra

manera no serían resueltos, de eso se trata la responsabilidad social de las

empresas”

Por Linda Cossío

La responsabilidadsocialpasaráaser parte de la vida misma de

las empresas de manera natural

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Marcelo Paladino está abocado al proyecto de

estudio e investigación sobre el rol del directivo como

dirigente de la sociedad y la dimensión política del hombre

de empresa. Asimismo es profesor visitante en

instituciones como IPADE (México), ISE (Brasil), IEEM

(Uruguay), IDE (Ecuador), Instituto Internacional de

San Telmo (España), IESE (España), ESE (Chile) y PAD

(Perú).Con esta amplia experiencia, Marcelo Paladino comparte

con nosotros sus impresiones sobre la responsabilidad de las

empresas con la sociedad.

¿Qué es Responsabilidad Social de la Empresa?

Es difícil dar una definición cuando a nivel global no la hay. Todavía se discute si la responsabilidad social es una tendencia, un movimiento o un sistema de acuer-dos; inclusive hay lugares donde todavía no se acepta el concepto de responsabilidad social y se considera que la empresa sólo tiene un fin económico y su única res-ponsabilidad es con los accionistas.

Sin embargo, podemos decir que el concepto de res-ponsabilidad social esta referido a la empresa como una institución no solamente económica sino también so-cial, humana, política, que tiene un rol muy relevante en la conformación de las sociedades modernas, en su labor con otros agentes públicos o privados para poder resolver cuestiones que por algún motivo no estaban resueltas.

En definitiva, es romper un poco los límites habituales de la empresa en su relación con el mercado, con sus proveedores, con sus clientes, y tratar de ver de qué manera la empresa colabora con el tema social para resolver cuestiones que están pendientes; por ejemplo: producir mejoras en el sistema educativo, atacar temas de pobreza o promover campañas contra la corrupción, también se pueden generar procesos para que la gente que trabaja en una compañía pueda tener acceso a me-jores viviendas.

¿Se puede afirmar que cuanto menos eficiente es el Estado para resolver los problemas de la sociedad hay mayor campo para que las empresas apliquen políticas de responsabilidad social?

Depende. En países donde las instituciones son débiles obviamente la responsabilidad de la empresa es mayor

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para atender algunas necesidades, simplemente porque está claro que el Estado no las va a resolver. También depende de la calidad moral de las instituciones; por ejemplo, hay empresas que se aprovechan de las insti-tuciones débiles del Gobierno para hacer otra clase de negocios, por eso la responsabilidad es en el fondo un concepto moral.

Se tiene que aplicar claramente el principio de subsi-diaridad, por ejemplo, si una empresa observa que en su zona hay una baja educación de los jóvenes, puede ayu-dar a resolver ese problema trayendo expertos, hacien-do programas, pero nunca se debe pasar por encima del Ministerio de Educación o de las autoridades locales.

¿Cuál es la tendencia actual sobre responsabilidad social en las empresas latinoamericanas?

Hay diferencias notables entre países de Latinoamérica; sin embargo, podríamos decir que hay una tendencia a valorar cada vez más el accionar de las empresas dentro de la sociedad.

El primer paso se dio en la década de los 90, cuando se pasó de la filantropía a la responsabilidad social. Hace pocos años ayudar a la comunidad era un problema de unos dueños o de unos directores que distribuían algu-nos recursos anualmente o que dirigían alguna funda-ción para distribuir recursos. Aún queda un largo cami-no por recorrer para que las empresas tengan realmente como política, escrito en sus códigos de gobierno, que tienen que ser socialmente responsables.

Existen dos limitantes para que esto se difunda mejor, la primera que no se tiene claro qué es responsabilidad social: se muestran muchos proyectos exitosos de es-cuelitas rurales pero no se plantea la misión de la com-pañía de encontrar nuevos mecanismos de cooperación

con la sociedad. Entonces, esta falta de conocimientos y la difusión inadecuada es un déficit.

El otro problema es la propia cultura de los negocios, el verdadero sistema de decisiones en la mayoría de las empresas es un sistema “costo-beneficio”. Está en el pensamiento de los empresarios “no sé si esto lo tengo que hacer porque es bueno o porque mejora la imagen de la empresa, por ser una buena carta de presentación ante el Gobierno y todo lo demás”.

¿En países más desarrollados está más avanzado esto de la Responsabilidad Social de las Empresas?

Debemos dejar de ir hablando de responsabilidad so-cial para hablar de Responsabilidad de la Empresa en la Sociedad, porque el concepto social, en especial en Latinoamérica, es un concepto relacionado con la po-breza, la exclusión, etc. En países desarrollados se habla de responsabilidad social sin que tengan problemas de pobreza, allá se trata de mejorar la calidad de las insti-tuciones, de mejorar las cadenas de negocio a nivel glo-bal, de ser organizaciones cada vez más transparentes, que trasmiten mejores valores a la sociedad, capaces de hacer procesos sustentables desde todo punto de vista no solamente ambientales sino económicos y sociales.

¿Ser justos en el trato con los empleados es un acto de responsabilidad social?

Las empresas socialmente responsables tienen que actuar de forma íntegra, pueden tener hacia fuera una imagen muy buena porque hacen dos o tres proyectos solidarios y a lo mejor no son tan justas en su negociación con los clientes.

Por todo esto, la parte más importante está en cómo se instala este concepto a nivel de la misión de la com-

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“Es importante que el concepto de Responsabilidad Social no signifique suplir al Estado porque esa sería la peor situación de todas”

pañía, en el fondo ser responsable significa que cada función del proceso en el negocio se haga de manera responsable.

¿Por qué motivos una empresa estaría dispuesta a hacer más de lo que su propia naturaleza –crear riqueza– le exige?

Existen muchos motivos, pero podríamos agrupar al-gunos. En el primer grupo estarían los que piensan que es buen negocio, puesto que se mejora la imagen de la compañía, se logra paz social para operar, se mejoran los canales de negociación con autoridades del Gobier-no, a lo mejor se obtienen licencias para negociar con otros países, etc. En esta categoría se podría decir que entran todos los aspectos extrínsecos “hago éstas políti-cas que aunque no me las crea, no me hacen mal y además tengo un beneficio económico”.

En el segundo grupo, están los empresarios que piensan que no le pueden dar la espalda a los problemas debido al poder que tiene la empresa en la sociedad, por los re-cursos que maneja, “somos una institución que tiene una dimensión humana, social, política; y eso implica ayudar a resolver algunos problemas”.

Finalmente, hay un tercer grupo que manifiesta que parte de su trabajo es contribuir al bien común y esto implica tener un espíritu abierto a los fenómenos de subsidiaridad y de solidaridad. “Si hay necesidades que cubrir y podemos ayudar, habrá que hacerlo, claro respe-tando el que la empresa no es el Gobierno ni debe serlo”.

¿Ser socialmente responsable es un deber para la empresa?

Desde mi punto de vista sí, se puede decir que está den-tro de un marco de obligaciones. Sobretodo es un deber

de las compañías de Latinoamérica, donde el sistema institucional público es bastante débil en general y en donde un sistema institucional privado es bastan-te fuerte. En este caso, las multinacionales tienen una gran responsabilidad porque hacen muchas cosas que a veces ni siquiera están legisladas, en todo caso, son responsables de aplicar los estándares que conocen y que aplican en otros países.

¿Cómo compatibilizar la ecuación “costo-beneficio”, propia de una empresa privada, con la asignación de recursos para poner en práctica la responsabilidad social?

Para la gente que está interesada en cómo se operativi-zan estas cosas, aconsejaría que revisen el tema de ca-lidad, el cual empezó siendo una tarea de control para después entrar en la gestión. Con el tema de responsa-bilidad social pasa lo mismo, se empieza a meter en los sistemas y termina siendo un mínimo indispensable.

La responsabilidad social pasará a ser parte de la vida misma de las empresas de manera natural. Tal es el caso de Natura, ellos dicen que no hay que hablar de empresas socialmente responsables, hay que hablar de empleados socialmente responsables, así éstos cuidan mejor su materia prima, hacen mejor su trabajo y se preocupan por su comunidad.

¿Se puede hablar de responsabilidad social en las pequeñas empresas?

Los planes de responsabilidad social que se le pueden exigir a una corporación no se le pueden exigir a una pequeña empresa. Las empresas grandes tienen una gran responsabilidad ante las pequeñas que trabajan con ellos, como clientes o proveedores, porque pueden

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poner políticas en sus cadenas de negocio, hacia arriba y hacia abajo, que vayan sensibilizando a este grupo de empresas en cosas tan elementales como que sus diez empleados estén inscritos en el sistema o reciban edu-cación. Por ejemplo, las empresas grandes pueden co-ordinar con las pequeñas comprándole productos, pero a la vez exigiéndoles que manejen sus residuos de esta u otra manera.

Por sí solas las pequeñas empresas no pueden hacer mu-cho, porque carecen de tiempo, no tienen los recursos y sus directivos no tienen fácil acceso a formación es-pecífica.

¿El Estado debe hacer algo para impulsar la responsabilidad social de las empresas?

Como los temas que se deben resolver suelen ser en su mayoría temas públicos, el Estado tiene que participar. Es importante identificar quién es el Estado. A veces hablamos del Estado y sólo nos referimos al gobierno central, sin considerar que en este tipo de procesos es más importante el gobierno local.

La sustentabilidad de los mejores procesos de responsa-bilidad social exige trabajar con las autoridades públi-cas que corresponda. También es importante trabajar con los líderes sociales que representan a la sociedad; a veces las empresas quieren resolver un problema pero no le preguntan a la sociedad que está viviendo el problema. Trabajar con los líderes sociales y con los gobiernos locales ayuda mucho a entender mejor cuá-les son las verdaderas demandas sociales, no las que yo pienso que tienen.

¿Considera que la responsabilidad social debe exigirse dentro de un marco legal?

Para las compañías es muy importante la calidad y la innovación; sin embargo, éstas no están legisladas y las compañías entienden que forman parte de su vida y de su competitividad. En el caso de la responsabilidad social pasa exactamente lo mismo, lo peor que podría pasar es que esto de emprender proyectos para ayudar a mejorar la sociedad estuviese legislado.

Hay mínimos, como el tema de salarios y el trato a los obreros que sí deben estar legislados. Lo mejor es la au-torregulación; en el momento en el que los gobiernos se entrometan destruirían un valor, porque le van a po-ner precio a la motivación de influir positivamente en la sociedad, y en este caso el precio será cumplir con la ley.

¿Un caso muy publicitado y de impacto en el Perú, rela-cionado con la responsabilidad social, es el de las Com-pañías Mineras que suelen enfrentar muchos problemas con la sociedad? ¿Qué podría comentarnos al respecto?En este caso es muy importante la paz social. Éste es un sector de altísima sensibilidad, donde se levantan a veces muchísimas expectativas en las comunidades, y muchas veces las levantan gente que no está muy bien intencionada. El tercer sector —me refiero a fundacio-nes, ONG’s, etc.— está muy poco regulado. Creo que es muy bueno en general, pero también existen grupos que crean conflictos para generar recursos, por eso es que no se puede pensar que todas las demandas sociales son buenas porque vienen de la sociedad.

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“Lo peor que pueda pasar es que haya empresas que no tengan idea de para qué están”

Las compañías deben tener muy claro su mapa de poder cuando se van a instalar en algún lugar, porque, eviden-temente, en lugares donde faltan muchas cosas puede haber movimientos políticos que reclamen, pero, se busque el diálogo y se quiera colaborar, aquí estamos hablando de demandas políticas. Por otro lado, hay que ser realistas; muchas empresas que nos precedieron hi-cieron cosas que no deberían haber hecho y generaron una cultura de desconfianza enorme.

Sin la capacidad de establecer mecanismos de diálo-go sinceros y transparentes con la comunidad, tratar de entrar a trabajar puede ser imprudente, porque lo más probable es que aparezcan movilizaciones sociales. Las movilizaciones sociales espontáneas normalmente no llevan al nivel de reclamo que hace noticia por los daños causados, éstos, por lo general, se producen por movimientos inducidos por grupos que tienen otros in-tereses. Termina siendo muy importante que las empre-sas se planteen seriamente mecanismos de diálogo para mantener la paz social de manera planificada.

¿El Gobierno actual ha negociado con las mineras para que éstas den un aporte voluntario adicional a los impuestos contemplados por ley? ¿Tiene esto relación con los temas de Responsabilidad Social?

Esto es un impuesto más, no mejora para nada la acción de una empresa que a lo mejor no quiere actuar bien. El mayor problema está en la falta de sensibilidad; im-puestos se pueden poner todos los que quieran, a más impuestos más incentivos a hacer mal las cosas, para obtener una mejor ecuación de rentabilidad.

¿Juegan las universidades un papel importante en la formación de una cultura basada en la responsabilidad social de la empresa?

Sí, y tienen dos funciones muy importantes. Una es for-mar a las nuevas generaciones en estos temas. La otra es que debería haber mucha más investigación para poder entender mejor el fenómeno; por ejemplo, en el caso de las mineras, un 20% no ha tenido ningún conflicto, funcionan bien y la comunidad las defiende; habría que ver cómo esas empresas han podido conciliar una ex-celente cooperación con la sociedad, con un excelente proceso de negocio, para mostrar que no son irrecon-ciliables.

Hay que poner mucho esfuerzo para encontrar la for-ma de cuantificar los impactos de la responsabilidad social. Las universidades tienen que intervenir para in-formarnos, se debe enseñar cuáles son los impactos de las acciones de la empresa en la sociedad, no se puede hacer responsable a una empresa a través de impuestos, se debe enseñar para qué está la empresa y el gobierno, y cómo tiene que participar la sociedad civil para que los procesos sean más transparentes.

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