E l divorcio: causas, consecuencias y una

que otra canita al aire

por Betsie Bandala Benavides Puebla, Pue.

29 de Abril de 2013

Los invitados están pulcros y bien vestidos,

al parecer la mayoría de los vestidos son de

“diseñador” -como dirían las abuelitas. La música es suave, el ambiente huele a

relucientes lirios blancos. Él está

esperándola en el fondo de la capilla, preguntándose qué tan bonita se verá ella

vestida de novia. Ella va bajando

nerviosamente del auto, sonríe por complicidad y se pregunta si habrán llegado

todos los invitados ya, si la recepción está

lista, si es que no se ve “gorda” con el

vestido… Finalmente el sacerdote dice en

su tono más imperativo “lo que Dios ha

unido que no lo separe el hombre” […] Sin

embargo, ¿realmente es así? ¿De verdad

uno se casa para siempre?

¿Qué es el divorcio?

El divorcio, según la DRAE, es disolver

o separar, por sentencia, el matrimonio,

con cese efectivo de la convivencia

conyugal. Proviene de la palabra latina

divortium, utilizada por los romanos

como disolución del matrimonio. El

Diccionario Jurídico Mexicano, de la

UNAM, señala que “el divorcio es la

forma legal de extinguir un matrimonio

válido en vida de los cónyuges por

causas surgidas con posterioridad a la

celebración del mismo y que permite a

los divorciados contraer con

posterioridad nuevo matrimonio

válido. De acuerdo a su forma legal, el

divorcio solo puede demandarse por

causas surgidas con posterioridad a la

celebración del mismo y que permite a

los divorciados contraer con

posterioridad nuevo matrimonio

válido. De acuerdo a su forma legal, el

divorcio solo puede demandarse por

las causas previamente establecidas en

la ley, ante la autoridad competente y

cumpliendo con todos los requisitos

legales de procedimiento.”

Por lo que el divorcio, se puede resumir

que es la disolución legal o incluso

religiosa (aunque este sea

todavía un tema delicado) del

matrimonio en un acuerdo mutuo, sin

embargo, también existen otras

razones por las cuales se efectúa el

proceso de divorcio. Por otra parte

también es la desintegración de un

núcleo familiar, y es por eso, que es tan

importante este tema, pues la familia

como primer núcleo social se ve

afectada directamente en estos

procedimientos, y por lo consiguiente

se va desencadenando una serie de

problemáticas sociales y económicas.

No obstante, hay otras maneras

de ver el divorcio, según la entrevista

que tuve con la antropóloga Rosalba

Ramírez, docente del Colegio de

Antropología Social (CAS) de la

Universidad Autónoma de Puebla,

explica que el divorcio es un tipo más

de relación más que se vive en la

sociedad, ya que ésta es un conjunto de

roles los cuales desde un punto de vista

antropológico sólo se describe pues es

una realidad.

Un poco de historia…

Sí se ve desde un punto más religioso,

se supone, según la declaración que me

otorgó el sacerdote Alejandro Torijano,

que “el divorcio no existe. Y no debería

de existir, pues como sacramento es un

mandato divino la unión de dos

personas que se supone se entienden.

Sin embargo, la falta de madurez es lo

que los lleva al fracaso”.

De contraria manera, existe el

registro en la biblia del divorcio, en

Deuteronomio, versículos 1 al 4,

capítulo 24 menciona “Si un hombre

toma una mujer, y después de haber

cohabitado con ella, viniera a ser mal

vista de él por algún vicio notable, hará

una escritura de repudio, y la pondrá

en mano, de la mujer, y la despedirá de

su casa. Si después de haber salido

toma otro marido. Y éste también

concibiere aversión a ella, y le diere

escritura de repudio, y la despidiera de

su casa o bien si el viene morir; no

podrá el primer marido volverla a

tomar como mujer; pues quedó

amancillada y hecha abominable

delante del Señor; no sufra con un tal

pecado sea contaminada la tierra, cuya

procesión te ha de dar el Señor Dios

tuyo.” También hay otros pasajes en

dónde se relega a la mujer adultera, o

hay otro en dónde dice que si la mujer

queda viuda el hermano tiene el deber

de casarse con ella para no perder el

linaje.

No obstante, esto podría

confundir, y fue por eso, que el padre

reaccionó diciendo que es la falta de

información lo que hace pensar mal de

varias situaciones, el menciona que no

existe el divorcio, pero sí una nulidad

del matrimonio, es decir, que nunca

pasó el que una pareja se casara.

Otro antecedente importante es

en el Derecho Romano, que es la base

de muchas leyes en la actualidad, no

era necesaria una causa determinada

para legitimar el divorcio porque la

Institución de matrimonio romano se

fundaba no sólo en el hecho

cohabitación, sino en el afecto

conyugal, por lo que cuando ya no

había este dichoso afecto, era

procedente el divorcio (y es que en la

actualidad esto no ha cambiado tanto).

Finalmente la facilidad de conseguir el

divorcio contrajo consigo actos

inmorales por lo que fue más difícil

controlar a la población de esa época.

Hasta que Constantino se puso las pilas

y encomendó que cuando se hiciera un

proceso de divorcio iba a ser por una

causa justa.

Pero, Constantino no fue el

único que se puso buzo con esto,

Justiniano estableció causas legales

para que el matrimonio se disolviera. Y

tanto hombre como mujer tenían sus

causas.

La primera es que la mujer le

hubiese encubierto maquinaciones

contra el estado, es decir, la mujer

como cómplice de actos ilícitos contra

el gobierno. La segunda es el adulterio

por parte de la mujer. El tercero el que

la mujer intentara matar al esposo, el

cuarto tratos con otros hombres contra

la voluntad del marido o el haberse

bañado con ellos. La quinta es el

alejamiento de la casa marital sin

voluntad del esposo y la sexta es la

asistencia de la mujer a espectáculos

públicos sin licencia.

Este emperador prohibió el

divorcio por acuerdo mutuo, pero su

sucesor Justino lo tuvo que restablecer

porque la opinión pública así lo

demandaba.

El divorcio en México sólo se

autorizaba por el Estado, en cuanto al

lecho y a la habitación que dejaba vivo

el matrimonio y no permitía contraer

otro nuevo matrimonio. De

modo que Venustiano Carranza

reformó la ley sobre las relaciones

familiares, de modo que fue tomada

como “revolucionaria y destructora del

núcleo familiar, sacudiendo al edificio

social y anunciando agonía de un

mundo y la aurora de una nueva era.

Es, al mismo tiempo, obra de sinceridad

y de valor. Sus autores no temieron

desafiar la opinión pública, ni atraer

sobre sí la ira y las censuras de los

sentimientos arraigados que palpitan

en las entrañas mismas de la sociedad”.

Uno de los antecedentes más

importantes acerca de las relaciones

familiares, fue que en 1859 una de las

leyes expedidas por Juárez fue que el

matrimonio se viera como un contrato

sujeto a las autoridades y no como un

acto religioso. Puede que este deslinde

sea importante, porque el matrimonio

al no pertenecer a cuestiones de fe

tiene un peso menos fuerte respecto a

compromiso.

Principales causas de divorcio en

Puebla

Según las recientes estadísticas que el

INEGI ha hecho, en el 2011, se registran

casi tres veces más divorcios que en el

año de 1993. Claro que este

crecimiento se pudo haber dado por la

gran demografía que existe en la

población, pero también tiene que ver

mucho las nuevas ideologías que se van

adoptando.

Claro está que Puebla siempre

se ha visto como una ciudad bastante

religiosa, (mocha como se le conoce

comúnmente) sin embargo, la apertura

a nuevas concepciones de vida influyen

en la población. Lo que es alarmante es

que el número de divorcios más grande

es por acuerdo mutuo. Con 989

personas uno se puede dar cuenta de

que algo importante está sucediendo. Y

no es que las demás causas no sean

importantes, lamentablemente este es

uno de esos caso en que el papelito

habla.

La segunda causa es la

“separación por 2 años o más

independientemente del motivo” con

139 casos. Y para concluir con esta

demostración de cifras, en tercer lugar

está el “abandono de hogar por más de

3 o 6 meses, sin causa justificada” con

un total de 38 personas.

No obstante, esta información es

de hace dos años, tal vez la situación

haya cambiado un poco, ya que al

entrevistar tanto a la abogada como a

la psicóloga las dos coincidieron que la

mayor razón de causas para que se

efectúe un divorcio es la violencia

intrafamiliar.

Y es que esta se puede dar desde

un nivel verbal (que es el famoso

maltrato psicológico) hasta una

agresión física. Teniendo la plática con

el sacerdote yo le demostré mi

inquietud ante este tipo de

justificaciones y el siguió con el mismo

veredicto, “el matrimonio es para

siempre y esa es una de las causas de

casarse sin pensar o sin estar

plenamente preparado”.

“Lamentablemente las personas que

más sufren ante este tipo de

situaciones son las familias que tienen

niños, ya que ellos de cierta manera se

sienten culpables de que mamá y papá

estén peleando todo el día” declaró la

psicóloga Elsa Hernández de la facultad

de psicología de la BUAP.

Según investigaciones que ha

hecho la UDLA, son cuatro las causas

más fuertes de divorcio en México, la

principal es la falta de comunicación, ya

que la base de toda buena relación es la

convivencia pacífica y sobre todo el

dialogo que puede haber entre los

cónyuges (y es por esta razón que

muchas parejas como el INEGI declara

se divorcian porque ya no se

entienden). La segunda razón es la

infidelidad, y es que no siempre es fácil

perdonar. Ya que como declara el

correspondiente estudio de la

psicóloga Andrea Limón Fonseca

autora del artículo “Cuatro factores que

motivan el divorcio en las parejas

mexicanas”: La infidelidad es el

resultado de las crisis de la pareja, y

esta no es solo sexual, pues el cónyuge

infiel busca aspectos que su pareja no

le brinda y estos pueden ser

intelectuales, físicos y/o emocionales.

Cuando existe infidelidad en la pareja,

la víctima presenta una serie de

sentimientos negativos hacia su

persona. Al descubrirse la infidelidad,

es natural que se llegue a sentir dolor,

pérdida de autoestima, angustia y

rabia.

La tercera consecuencia es la violencia,

y el último es la cuestión económica, y

es que ya no es tan

sorprendente que porque el

hombre tenga menos entrada de

recursos la mujer decida trabajar, y en

algunos casos es cuando sucede la

famosa “liberación femenina”. La mujer

ve que realmente puede aportar más a

su hogar, sin embargo, esto le afecta al

hombre un tanto en el ego, y en la

medida en que la mujer ya no se

comporta con el rol de ama de casa. “La

redefinición de los papeles en las

familias mexicanas ha generado

frecuentemente conflictos puesto que,

puede observarse que por un lado, la

esposa cambia sus expectativas y

espera por parte del esposo un cambio

en el mismo sentido, pero, por otro

lado, el esposo puede resistirse al

cambio”. Relata Andrea Limón en uno

de sus apartados.

Qué sucede con las familias que

están en este proceso de divorcio?

Desde el punto psicológico, según la

psicóloga que fue entrevista, enuncia

que cuando hay un divorcio existe una

fractura en ese núcleo social. De

acuerdo también a los roles que en

cada familia se maneja, y es que lo más

difícil es la aceptación de estos. Porque

la familia ya no será la misma. Y es que

los cambios son realmente

significativos, ya que en la mayoría de

los casos es papá quien siempre se va

de la casa y solamente ve a los niños de

vez en cuando, viéndolo simplemente

como proveedor. Mientras que mamá

también debe de buscar un empleo,

para poder subsistir con la

responsabilidad que ella representa.

Por lo tanto normalmente es cuando la

abuela o los tíos, e incluso los

hermanos mayores se vuelven figuras

paternales asumiendo estos roles.

Claro qué, cuando una pareja está en

este proceso tanteando las

posibilidades de separarse o no

separarse. El psicólogo como la ayuda

religiosa trata de conciliar los

problemas que la pareja pueda tener.

No obstante, también el abogado puede

meterse y tratar de arreglar ciertos

conflictos, “sin embargo, esto ya

corresponde a la ética de cada

representante” remarcó la abogada

egresada de la BUAP, Laura Maecha, en

la entrevista que tuve con ella.

La psicóloga, recalca que es

importante que la pareja sufra ese

proceso de divorcio, porque muchas

veces, la pareja se la pasa intentando

solucionar el típico “quién se queda con

los niños”, “cuánto me vas a dar de

pensión”, “quién se queda con la casa”,

entre otras cosas, y dejan de lado a los

más afectados que son los niños, ya que

ellos no pueden entender que sus

padres de la noche a la mañana ya no

vayan a vivir juntos, aunque tengan

meses peleándose. Básicamente hay

que entender que cada miembro de la

familia es un subsistema, y cada

subsistema “mantiene un rol” al

fragmentarse la familia ese rol cambia

por lo que se dan consecuencias

drásticas si es que no se da un

seguimiento por medio de una terapia.

Ahora bien, cuando no existen

hijos, el proceso de separación, es

diferente pues la pareja está más al

pendiente de cuáles son sus

sentimientos, y es cuando el terapeuta

ayuda a que eso siga en función.

Aunque no siempre se dan resultados

satisfactorios.

Qué hay después de un divorcio?

Consecuencias…

A parte de mucha felicidad por una

parte y un gran cuadro de depresión

por la otra, las consecuencias de un

divorcio no siempre serán del todo

buenas. Pues como se ha mencionado

antes los más afectados son los hijos.

Según mi apreciado sacerdote (y

es que su expresión no era la típica de

paz sino más bien la exhortativa que te

hace dudar si fue buena idea ir a

preguntar) “las consecuencias del

divorcio son hijos corrompidos, son

casos como el homosexualismo, y

futuras relaciones predestinadas al

fracaso”.

Otra de las causas según la

psicóloga es la falta de identidad

respecto a una figura paternal, ya que

el padre comúnmente es el que se va de

la casa, entonces los hijos no tienen esa

figura a la cual seguir y por eso es que

cuando crecen tienen esa falta de

seguridad porque no conciben su

identidad. Sin embargo, ella puntualiza

que este fenómeno sólo se da en los

niños, pues en las niñas el rol no se ve

perdido ya que ven y conviven con la

mamá, de tal manera que la ven sola y

es como si se formaran un carácter el

cual las hace poco a poco más

independientes y seguras de sí mismas.

Desde el ámbito antropológico,

la docente Rosalba Ramírez

simplemente señala “la vida sigue, pues

el divorcio es un proceso más, de los

que hay en la sociedad contemporánea

en México”. Obviamente es un proceso

que debe ser estudiado a mucho más

detalle pues influye mucho en las

decisiones que nuevas generaciones

toman con respecto a su vida conyugal.

Y es que es impactante el deceso de

matrimonios.

De modo que por parte de las leyes, las

consecuencias más graves del divorcio

es el deterioro de la sociedad. Pues hay

una enorme falta de valores y sobre

todo de compromiso con la sociedad.

Sin embargo, si se permiten más

divorcios sin valorar realmente las

causas creo que se está cometiendo un

gran error, por ejemplo:

Pareja decide divorciarse por

cuestionables hábitos

higiénicos

El pasado lunes, una pareja de

recién casados fueron a visitar a

un abogado, ya que según ellos

no se podían entender. Y es que

ella se bañaba una vez a la

semana, y a él, según

declaraciones de su esposa, le

apestaban los pies.

El abogado en cuestión

decidió tratar de ayudar a la

pareja mandándolos a

replantear la verdadera razón

por la cual se casaron, después

de esto, hizo que entre ellos

firmaran un acuerdo de seis

meses en los cuales cambiarían

sus hábitos de higiene.

El postulado decía que el

debía lavarse bien los pies o

buscarse algún tipo de

tratamiento y que ella debía

bañarse cada tercer día.

La pareja de recién

casados acepto, sin embargo,

esta es una de las mil y un

razones por las cuales existen

divorcios por acuerdo mutuo.

El anterior ejemplo puede que

se tome a forma de burla, pero es

cierto, casos así o incluso más absurdos

son un detonante para una ruptura. En

consecuencia más del ochenta por

ciento de las personas que se divorcian

se vuelven a casar, y sólo el veinte

consigue establecerse con esa pareja,

comentó la abogada.

Iglesia vs psicología y derecho

La postura fundamental (y es que

cuando fui a pedir un espacio para

entrevistar al sacerdote me respondió

tajantemente ¿qué quieres saber de la

postura que tengo sobre el divorcio si

ya lo sabes?) es la cual dictamina que es

hasta que la muerte los separe. Por lo

que puede haber miles de excusas para

romper con el núcleo familiar sin

embargo, por más justificaciones que

se da, (por lo menos con este clérigo) la

iglesia es inflexible ante circunstancias

de este tipo.

De lado de la psicología es

ayudar a orientar a la pareja, o a la

familia que está pasando por este

proceso. Lo más conveniente es

mantener a la familia junta, sin

embargo, hay razones las cuales son

necesarias un divorcio.

De la misma manera, el abogado,

tiene la labor de ayudar a su cliente,

aunque en este caso normalmente tiene

que ver qué tipo de conveniencias

están en el caso, ya que a veces la

justicia no está del lado del cual

verdaderamente la necesita.

Simplemente, los abogados son los que

tienen la encomienda de hacer el

proceso ante un juzgado.

¿Y la canita al aire?

En conclusión, uno no puede estar ni en

contra ni a favor del divorcio, más bien

uno debe de contener la postura

respecto a las diferentes circunstancias

que va marcando la vida, ya que uno no

está del todo consciente de cómo es la

persona con la que se supone estará el

resto de su vida. Sin embargo, no hay

que dejarse vencer por problemas a

falta de comunicación, por dinero, o

incluso por si hubo una infidelidad,

todo depende del grado de

compromiso que uno tenga con la

persona con la cual se decidió estar

toda la vida.

Es por eso que uno debe tener bien

puestos los pantalones o las faldas a la

hora de dar el sí, mediante cualquier

acto de ceremonia o proceso por el que

uno decida casarse, e incluso, creo que

uno debe estar cien por ciento seguro y

sobre todo convencido de lo que va a

hacer, no sólo porque en este momento

me siento enamorado o enamorada me

casaré y viviré mi sueño hecho

realidad. El matrimonio es un

compromiso muy importante, no

importa religión, color de piel, estrato

social o nacionalidad. Ya que uno se

casa para toda la vida, en el aspecto de

que esa es la persona con la que se

pretende pasar el resto de los días.

Bibliografía

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Recuperado:

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