Refugios En La Nieve

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Refugios en la Nieve Podemos resumir los refugios o construcciones en nieve en 2 tipos o conjuntos: (a) los de emergencia en caso de necesitar vivaquear por algún motivo, y (b) otros que requieren más tiempo y esfuerzo en su construcción (para permanecer algunos días habitando). Refugios de Emergencia Para utilizar en situaciones de emergencia, de accidente, lesión o por algún imprevisto. Para estar sentado con la espalda inclinada hacia adelante Para refugiarnos del viento y condiciones climáticas en general. Realizamos una “cueva” en la nieve con forma de cuña, de una anchura algo mayor que nuestros hombros, una altura algo mayor que la altura de nuestra cabeza. Tallamos un asiento, el cual aislaremos con nuestra colchoneta, ropa o cuerda. Todo esto lo cubrimos con una funda vivac, plástico que tengamos, o algún otro implemento a mano. Nos podemos ayudar con los bastones para potenciar esta cubierta. Del mismo modo y con las herramientas adecuadas, podemos cortar bloques de nieve, para así aislar mejor nuestro refugio. Debemos indicar de algún modo la ubicación del refugio, así sea con un par de bastones, banderas o algo que pueda indicar nuestra ubicación.

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Refugios en la Nieve

Podemos resumir los refugios o construcciones en nieve en 2 tipos o conjuntos: (a) los de

emergencia en caso de necesitar vivaquear por algún motivo, y (b) otros que requieren más

tiempo y esfuerzo en su construcción (para permanecer algunos días habitando).

Refugios de Emergencia

Para utilizar en situaciones de emergencia, de accidente, lesión o por algún imprevisto.

Para estar sentado con la espalda inclinada hacia adelante

Para refugiarnos del viento y condiciones climáticas en general.

Realizamos una “cueva” en la nieve con forma de cuña, de una anchura algo mayor que

nuestros hombros, una altura algo mayor que la altura de nuestra cabeza. Tallamos un

asiento, el cual aislaremos con nuestra colchoneta, ropa o cuerda.

Todo esto lo cubrimos con una

funda vivac, plástico que tengamos,

o algún otro implemento a mano.

Nos podemos ayudar con los

bastones para potenciar esta

cubierta. Del mismo modo y con las

herramientas adecuadas, podemos

cortar bloques de nieve, para así

aislar mejor nuestro refugio.

Debemos indicar de algún modo la

ubicación del refugio, así sea con un

par de bastones, banderas o algo

que pueda indicar nuestra

ubicación.

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Para estar sentado con la espalda recta

En cierto sentido muy parecido al anterior.

En una ladera lo mas vertical posible, debemos cavar primero de manera horizontal y

luego vertical. La idea es quedar sentados (como en el refugio anterior). Es en si una

pequeña cueva en donde solo habrá comunicación por la “entrada”. Su construcción

significara cavar hacia arriba, lo que nos dejara cubiertos de nieve y húmedos. No

debemos olvidar hacer algunos agujeros de ventilación.

Tumba de nieve

Diseñada para terrenos llanos o planos, nos protegerá del viento y frio, mas no nos servirá

en caso de nevazón. Existen (o conozco) 2 tipos.

1) Realizamos un rectángulo en la nieve, del tamaño de nuestro cuerpo. Cavamos unos

50cms de profundidad (una “tumba”). Aislamos el suelo con nuestro aislante, ropa,

cuerda o lo que tengamos, para luego “tapar” o cubrir el refugio con un plástico, funda

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vivac o lo que tengamos, ayudados de bastones para darle estabilidad. Alrededor de la

tumba (y sobre la funda o plástico con que la hemos cubierto) depositamos nieve con

el objeto de afirmar nuestro “techo”.

2) Marcamos un rectángulo del tamaño de nuestro cuerpo y cavamos unos 50cms. Luego

lo cubrimos con bloques de nieve compacta, un poco mas anchos que el rectángulo

que hemos cavado, la idea es que tengan unos 30cms de ancho (no mas para no

arriesgar su solides). Aislaremos con el material que tengamos, y realizaremos algunos

agujeros de ventilación.

Refugios

Cueva de nieve.

Acá podrán dormir 2 o mas personas.

Escogemos un sector con pendiente vertical y marcamos

un rectángulo de unos 70 por 150 cms. Esta será la entrada

que mas tarde reduciremos de tamaño, pero ahora

necesitamos este tamaño para trabajar mejor.

Cavaremos un

túnel hacia el

interior, con

una leve

pendiente hacia

arriba. Luego

excavaremos la

“habitación”,

teniendo cuidado de que la pared sea lo

suficientemente gruesa (dependiendo de lo

compacto de la nieve), junto con que el piso

quede plano. Alisaremos el techo y paredes

con el objeto de reducir el goteo.

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Madriguera o quenze

Opción para zonas más o menos llanas.

Se colocan las mochilas en el suelo y se las cubre con una bolsa, carpa o funda vivac. Luego

se cubre esto con nieve, tan alto como podamos, compactándola y dándole una forma de

iglú. Idealmente iremos sacando nieve de un sitio en particular, el que luego se

transformara en la entrada de la madriguera dándole forma de un túnel que se va

metiendo a esta formación. Excavaremos y ahuecaremos el “iglú”, sacando las mochilas y

funda del interior. El objetivos es utilizar las capas de nieve que ya habían en el suelo,

sumando la altura que le logremos dar a esta “cúpula”.

Iglú

Buscar un sitio plano, en medio de un campo

de nieve, donde harás el iglú, elegir cerca una zona

donde la nieve esté dura, compactada o helada

donde haréis la "cantera". Si la nieve no es

bastante compacta, será necesario irla pisando y

apretando antes de cortar los bloques.

Cortar los bloques de 30 x 30 x 40 cm.

aproximadamente, todos bien uniformes. Con la

sierra se cortan los cuatro lados y la base, y con la

pala, de un golpe seco por debajo de la base, se

arranca el bloque.

Dibujar en el suelo el círculo que será la base del iglú, el diámetro del cual ha de ser igual a la

altura de una persona más un palmo y medio, de esta manera saldrá un iglú para cuatro plazas.

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La primera vuelta es la más importante, ha de

estar bien dibujada, bien redonda, y ha de tener

forma de cuña, empezando desde cero y se irá

aumentando progresivamente la altura de la fila

hasta llegar, al cerrar la vuelta, a la altura de los

bloques que iréis cerrando.

De esta manera, al seguir poniendo

bloques, iréis siguiendo una fila única que se

irá cerrando en una espiral.

Para su construcción hace falta que una persona se quede dentro y los otros van cortando

bloques y dándoselos desde fuera. A partir de la segunda vuelta ir poniendo los bloques cada

vez más hacia dentro, de forma que se vaya formando la cúpula esférica. La persona de dentro

va colocando los bloques y los de fuera irán ajustando las oberturas con un pegote de nieve, a

modo de cemento, así el fenómeno de rehielo va dando cohesión a la obra.

A partir de la tercera vuelta hay que hacer los bloques un poco piramidales, de forma que

a cada vuelta la base de los bloques este más inclinada hacia dentro. Esto lo consigue el que

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está dentro haciendo retoques

con una sierra y ajustando un

bloque con el otro.

Cuando la inclinación es

bastante grande como para que

no se aguanten los bloques por

si solos, hay que ir trabajando

aguantando el último con una

mano mientras se pone el

nuevo. Únicamente hay que

aguantar el último, ya que por

efecto del propio peso se

traban unos a otros haciendo el

efecto de una cáscara de huevo.

Ir cerrando las vueltas hasta que lleguéis a completar la

cúpula, la cual cerraréis con una llave: un bloque hecho y

ajustado a la medida del agujero del techo.

Una vez acabado el iglú, desde dentro, abriréis la puerta

con la sierra. Tener cuidado en no hacerla muy grande con

el fin de que no entre demasiado aire frío y se enfríe el

interior. La forma correcta seria la del esquema, haciendo la

salida en forma de túnel por debajo del iglú evitando así la

entrada de viento y frió.

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Pulir el interior con una pala, matando los ángulos que sobresalgan de los bloques,

mirando de dejar la pared lisa y pulida por la que puedan resbalar las posibles gotas que se

formen, si el interior del iglú se calienta mucho, sin hacer goteras.

Para acabarlo de rematar bien hacer un pequeño túnel adosado a la obertura de la puerta

que evitará que el viento meta nieve dentro.

Un plástico puesto en el suelo y encima suyo los aislantes térmicos lo harán bastante

confortable.

Si cocináis dentro del iglú habéis de hacer un

pequeño agujero en el techo con el fin de que

salga el aire caliente y no funda la nieve, lo que

provocaría goteras.

En el momento de ir a dormir, las mochilas,

puestas tapando la abertura, harán de puerta.

A partir de aquí los detalles, corren de vuestra

cuenta.