Reforma pendiente

1
P. 22 PANORAMA elCaribe, LUNES 8 DE DICIEMBRE DE 2014 Una reforma pendiente la misma, operando como empresas for- males y convirtiendo a todos los miem- bros de sus federaciones en accionistas de las empresas que ellos tendrían que conformar. Lo que se necesita es simple- mente voluntad política, capacidad de concertación, respeto a los derechos ad- quiridos, ingeniería financiera y sentido común. Otras grandes ciudades de la re- número de muertes en accidentes de tra- fico, con 41.7 por cada 100,000 habitan- tes, según el último reporte global de se- guridad en el tránsito realizado por la Or- ganización Mundial de la Salud. No de- beríamos sorprendernos de este resultado, pues uno de los efectos que ge- nera la ausencia de un sistema organiza- do de transporte moderno es la búsque- da de soluciones individuales desorgani- zadas, como lo atestigua un parque vehi- cular de 3,215,773 unidades a final del 2013, de los cuales 1,678,979 eran moto- cicletas. Estudios presentados en confe- rencias organizadas por el Banco Mun- dial revelan que en la región, el 80% de los problemas de tránsito son ocasiona- dos por el deficiente sistema de trans- porte urbano. La única intervención llevada a cabo por el Gobierno dominicano en los últi- mos años para abordar este serio proble- ma ha sido la construcción del Metro de Santo Domingo. Independientemente de que el servicio está siendo provisto con un subsidio considerable, un tema que tendría que ser abordado en el marco de la reforma integral del sector a fin de ga- rantizar la sostenibilidad financiera de este sistema masivo de transporte de pa- sajeros, la realidad es que el Metro de Santo Domingo constituye el primer es- fuerzo gubernamental para que los do- minicanos puedan tener acceso a un ser- vicio de transporte moderno, humano, predecible, decente y cómodo. Todas las demás intervenciones han concluido en el fracaso. Sólo hay que echar un vistazo al drama que viven las personas cuando terminan su jornada laboral en un día de lluvia en Santo Domingo y salen a las ca- lles y avenidas de la capital en espera de un concho o un autobús que nadie sabe cuando llegará. Resulta realmente inconcebible que un problema tan serio, tan lacerante a la dignidad y al presupuesto de la familia dominicana, haya sido echado a un lado en la agenda de prioridades nacionales. Los que nos movemos en nuestros pro- pios vehículos no entendemos lo que sig- nifica para la mayoría del pueblo domi- nicano el tener que destinar el 31% de to- dos sus ingresos mensuales al pago de transporte para poder llegar a su trabajo y/o atender las necesidades del hogar. La inexistencia del trasbordo debido a la au- sencia de un sistema articulado de trans- porte, obliga a los dominicanos a pagar diariamente entre 20% y 50% más de lo que pagaría si en el país contásemos con un sistema moderno, articulado y eficien- te de transporte urbano de pasajeros. Ninguna otra reforma tendría un im- pacto más sensible y más rápido para me- jorar las condiciones de vida de la mayo- ría de los dominicanos que la del trans- porte urbano de pasajeros. Para que la reforma sea exitosa y políticamente via- ble, debemos involucrar a los actuales proveedores de servicios, para que hagan suya la reforma en el marco de una Alian- za Pública Privada y asuman la respon- sabilidad de ser el pilar fundamental de ANDRÉS DAUHAJRE HIJO [email protected] C ada vez que la prensa en- trevista a líderes políticos, empresarios, líderes sindi- cales, economistas, politó- logos y expertos en políti- cas sociales sobre cuáles son las reformas macro y microeconómicas pendientes en el país, la reforma educativa, la del sector eléctrico y la fiscal resultan ser las más mencionadas por los entrevistados. La razón es muy sencilla. Todos los entrevistados se trasladan a diario en có- modos vehículos de transporte de su pro- piedad. Ninguno tiene que tomar un con- cho, una voladora o esperar en fila a que aparezca un autobús de la OMSA o de los operadores privados. Probablemente nin- guno ha utilizado nunca el servicio de motoconcho. El gravísimo problema que representa el deficiente sistema de trans- porte urbano de pasajeros para la mayo- ría de los dominicanos, para los entrevis- tados privilegiados no lo es. El sistema de transporte urbano de pasajeros en la República Dominicana es un caos. Los conchos, vehículos general- mente destartalados que en otras geogra- fías civilizadas hace rato hubiesen sido asimiladas como chatarra para un pro- cesamiento productivo; autobuses en ma- las condiciones, alérgicos a la comodidad y atiborrados de pasajeros que en no po- cas ocasiones van parados con el cuerpo fuera del autobús; la inexistencia de una regulación efectiva en el proceso de asig- nación y administración de las licencias de rutas para los proveedores de servi- cios, lo que da lugar en ocasiones a que los propios proveedores tengan que con- vertirse en reguladores informales; la congestión en el tráfico que genera la enorme atomización del servicio dado que el sistema no aprovecha las oportu- nidades que proveen otras opciones de mayor escala; la inexistencia de un sis- tema tarifario que incorpore la posibili- dad de trasbordo; las pérdidas cuantio- sas que sufren los proveedores del servi- cio debido a que el mismo es pagado en efectivo, lo que dificulta el control de los pagos realmente cobrados por los opera- dores del autobús; y la enorme contami- nación ambiental, visual y de ruido, son algunas de las características que ador- nan a uno de los sistemas de transporte urbano de pasajeros más denigrantes y deshumanizantes del mundo. El caos existente en el servicio de trans- porte urbano de pasajeros constituye uno de los factores que ha incidido en que hoy día la República Dominicana ocupe el primer lugar de la región con el mayor OPINIÓN gión han logrado modernizar sus siste- mas de transporte urbano de pasajeros. Es verdad que no tienen un Parque Bri- llante como el nuestro. Pero no hay du- das que el nuestro se vería mejor en una ciudad que pueda quitarle opacidad y dar- le un poco de brillo a uno de los peores sistemas de transporte urbano de pasa- jeros del mundo. l

description

elcaribe, impreso, periodico

Transcript of Reforma pendiente

P.22 PANORAMAelCaribe, LUNES 8 DE DICIEMBRE DE 2014

Una reforma pendiente

la misma, operando como empresas for-males y convirtiendo a todos los miem-bros de sus federaciones en accionistas de las empresas que ellos tendrían que conformar. Lo que se necesita es simple-mente voluntad política, capacidad de concertación, respeto a los derechos ad-quiridos, ingeniería financiera y sentido común. Otras grandes ciudades de la re-

número de muertes en accidentes de tra-fico, con 41.7 por cada 100,000 habitan-tes, según el último reporte global de se-guridad en el tránsito realizado por la Or-ganización Mundial de la Salud. No de-beríamos sorprendernos de este resultado, pues uno de los efectos que ge-nera la ausencia de un sistema organiza-do de transporte moderno es la búsque-da de soluciones individuales desorgani-zadas, como lo atestigua un parque vehi-cular de 3,215,773 unidades a final del 2013, de los cuales 1,678,979 eran moto-cicletas. Estudios presentados en confe-rencias organizadas por el Banco Mun-dial revelan que en la región, el 80% de los problemas de tránsito son ocasiona-dos por el deficiente sistema de trans-porte urbano.

La única intervención llevada a cabo por el Gobierno dominicano en los últi-mos años para abordar este serio proble-ma ha sido la construcción del Metro de Santo Domingo. Independientemente de que el servicio está siendo provisto con un subsidio considerable, un tema que tendría que ser abordado en el marco de la reforma integral del sector a fin de ga-rantizar la sostenibilidad financiera de este sistema masivo de transporte de pa-sajeros, la realidad es que el Metro de Santo Domingo constituye el primer es-fuerzo gubernamental para que los do-minicanos puedan tener acceso a un ser-vicio de transporte moderno, humano, predecible, decente y cómodo. Todas las demás intervenciones han concluido en el fracaso. Sólo hay que echar un vistazo al drama que viven las personas cuando terminan su jornada laboral en un día de lluvia en Santo Domingo y salen a las ca-lles y avenidas de la capital en espera de un concho o un autobús que nadie sabe cuando llegará.

Resulta realmente inconcebible que un problema tan serio, tan lacerante a la dignidad y al presupuesto de la familia dominicana, haya sido echado a un lado en la agenda de prioridades nacionales. Los que nos movemos en nuestros pro-pios vehículos no entendemos lo que sig-nifica para la mayoría del pueblo domi-nicano el tener que destinar el 31% de to-dos sus ingresos mensuales al pago de transporte para poder llegar a su trabajo y/o atender las necesidades del hogar. La inexistencia del trasbordo debido a la au-sencia de un sistema articulado de trans-porte, obliga a los dominicanos a pagar diariamente entre 20% y 50% más de lo que pagaría si en el país contásemos con un sistema moderno, articulado y eficien-te de transporte urbano de pasajeros.

Ninguna otra reforma tendría un im-pacto más sensible y más rápido para me-jorar las condiciones de vida de la mayo-ría de los dominicanos que la del trans-porte urbano de pasajeros. Para que la reforma sea exitosa y políticamente via-ble, debemos involucrar a los actuales proveedores de servicios, para que hagan suya la reforma en el marco de una Alian-za Pública Privada y asuman la respon-sabilidad de ser el pilar fundamental de

ANDRÉS DAUHAJRE [email protected]

C ada vez que la prensa en-trevista a líderes políticos, empresarios, líderes sindi-cales, economistas, politó-logos y expertos en políti-

cas sociales sobre cuáles son las reformas macro y microeconómicas pendientes en el país, la reforma educativa, la del sector eléctrico y la fiscal resultan ser las más mencionadas por los entrevistados.

La razón es muy sencilla. Todos los entrevistados se trasladan a diario en có-modos vehículos de transporte de su pro-piedad. Ninguno tiene que tomar un con-cho, una voladora o esperar en fila a que aparezca un autobús de la OMSA o de los operadores privados. Probablemente nin-guno ha utilizado nunca el servicio de motoconcho. El gravísimo problema que representa el deficiente sistema de trans-porte urbano de pasajeros para la mayo-ría de los dominicanos, para los entrevis-tados privilegiados no lo es.

El sistema de transporte urbano de pasajeros en la República Dominicana es un caos. Los conchos, vehículos general-mente destartalados que en otras geogra-fías civilizadas hace rato hubiesen sido asimiladas como chatarra para un pro-cesamiento productivo; autobuses en ma-las condiciones, alérgicos a la comodidad y atiborrados de pasajeros que en no po-cas ocasiones van parados con el cuerpo fuera del autobús; la inexistencia de una regulación efectiva en el proceso de asig-nación y administración de las licencias de rutas para los proveedores de servi-cios, lo que da lugar en ocasiones a que los propios proveedores tengan que con-vertirse en reguladores informales; la congestión en el tráfico que genera la enorme atomización del servicio dado que el sistema no aprovecha las oportu-nidades que proveen otras opciones de mayor escala; la inexistencia de un sis-tema tarifario que incorpore la posibili-dad de trasbordo; las pérdidas cuantio-sas que sufren los proveedores del servi-cio debido a que el mismo es pagado en efectivo, lo que dificulta el control de los pagos realmente cobrados por los opera-dores del autobús; y la enorme contami-nación ambiental, visual y de ruido, son algunas de las características que ador-nan a uno de los sistemas de transporte urbano de pasajeros más denigrantes y deshumanizantes del mundo.

El caos existente en el servicio de trans-porte urbano de pasajeros constituye uno de los factores que ha incidido en que hoy día la República Dominicana ocupe el primer lugar de la región con el mayor

OPINIÓN

gión han logrado modernizar sus siste-mas de transporte urbano de pasajeros. Es verdad que no tienen un Parque Bri-llante como el nuestro. Pero no hay du-das que el nuestro se vería mejor en una ciudad que pueda quitarle opacidad y dar-le un poco de brillo a uno de los peores sistemas de transporte urbano de pasa-jeros del mundo. l