Rebeliones indigenas

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Reseña del libro Rebeliones indígenas en los altos de Chiapas En la siguiente reseña hablaremos sobre el libro Rebeliones indígenas en los altos de Chiapas de Prudencio Moscoso donde nos habla de la rebelión Tzeltal de 1712, la rebelión chamula de 1869 y de Jacinto Pérez “pajarito” el último líder chamula. Donde nos narra los hechos más importantes de los levantamientos antes mencionados y muestra las causas y consecuencias. Se debería tomar en cuenta que todas estas rebeliones tuvieron cierta o gran connotación religiosa debido a las causas que había en cada contexto de la situación rebelde más que nada en la lucha de los tzeltal. Todo en el fondo por la ambición católica o mejor dicho de la ambición del señor obispo de Chiapas que mas que hombre piadoso se comportaba como todo un digno ladrón que se dedicaba al pillaje entre sus propios condiscípulos. Este obispo don juan bautista Álvarez de Toledo se dedico al robo en plena forma de los tzeltales, de sus colegas y de la propia sociedad blanca (estos por medio de negocios provechosos) lo cual lo hizo mas rico de lo que ya era cuando era obispo de Guatemala. Cabe destacar que cuando este levantamiento estaba llegando a su fin quienes terminaron de calmar las aguas fueron los padres quienes eran muy respetados por los aborígenes, el que mas destaco en esta labor fue el padre Monroy quien pacifico muchas localidades que se encontraban levantadas en armas,

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Reseña del libro Rebeliones indígenas en los altos de Chiapas

En la siguiente reseña hablaremos sobre el libro Rebeliones indígenas en los altos

de Chiapas de Prudencio Moscoso donde nos habla de la rebelión Tzeltal de

1712, la rebelión chamula de 1869 y de Jacinto Pérez “pajarito” el último líder

chamula. Donde nos narra los hechos más importantes de los levantamientos

antes mencionados y muestra las causas y consecuencias.

Se debería tomar en cuenta que todas estas rebeliones tuvieron cierta o gran

connotación religiosa debido a las causas que había en cada contexto de la

situación rebelde más que nada en la lucha de los tzeltal. Todo en el fondo por la

ambición católica o mejor dicho de la ambición del señor obispo de Chiapas que

mas que hombre piadoso se comportaba como todo un digno ladrón que se

dedicaba al pillaje entre sus propios condiscípulos.

Este obispo don juan bautista Álvarez de Toledo se dedico al robo en plena forma

de los tzeltales, de sus colegas y de la propia sociedad blanca (estos por medio de

negocios provechosos) lo cual lo hizo mas rico de lo que ya era cuando era obispo

de Guatemala.

Cabe destacar que cuando este levantamiento estaba llegando a su fin quienes

terminaron de calmar las aguas fueron los padres quienes eran muy respetados

por los aborígenes, el que mas destaco en esta labor fue el padre Monroy quien

pacifico muchas localidades que se encontraban levantadas en armas, para evitar

que hubiera un nuevo levantamiento armado por parte de los indígenas el Santo

Oficio de la Inquisición empezó a decomisar y destruir una estampa de la “Virgen

de Cancuc” en la que aparecía la joven tzeltal que comenzó la rebelión en 1712.

Después de esto viene el tema de la “Rebelión Chamula de 1869” donde se

encontramos muy buenas descripciones sobre las casas habitación en la que

habitaban, donde nos indican con que materiales solían ser construidas y donde

nos damos cuenta de la importancia de los borregos. Otros aspectos que nos

relatan es la vestimenta; donde podemos mencionar; la de uso ordinal y la de

ceremonia, cada una con sus propias características otro punto muy importante es

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la visión del mundo que tiene el pueblo chamula, donde ellos creen ubicarse en el

centro del mundo.

El origen de esta lucha se dio cuando la indígena chamula Agustina Gómez

Checheb recogió tres piedras de color azul obscuro, y las cuales se creían que

provenían del cielo, los aborígenes de chamula construyeron una pequeña choza

donde las 3 piedras y la joven indígena eran venerados.

La diócesis de San Cristóbal tardo en darse cuenta de lo ocurrido y le resto

importancia lo que permitió que el movimiento fuera aumentando en el número de

seguidores, los iniciadores de esta rebelión trataban de crear una nueva religión

por la cual recibieran apoyo divino para deshacerse de los ladinos, inclusive

quisieron tener su propio cristo por lo cual decidieron crucificar a uno de su raza; el

elegido para tal suceso fue el niño Domingo Gómez Checheb quien apenas

contaba con 11 años de edad.

Por increíble que parezca dichos actos no fueron muy difundidos, de hecho

Cuscate es aprisionado cuando se dirigía a Chiapa a quejarse de las visitas

armadas de las cuales habían sido victimas, en este trayecto deciden detenerse a

descansar en Ixtapa, donde las autoridades de aqul lugar son informadas de los

crueles actos que ha cometido Cuscate y lo hacen prisionero junto a dos

acompañantes.

Con Cuscate prisionero perecería que los indígenas se calmarían pero entonces

aparece Ignacio Fernández de Galindo quien en compañía de su esposa Luisa

Quevedo y el joven Benigno Trejo se dirigen hacia la comunidad indígena

prometiéndoles a los aborígenes que el se encargaría de liberar a Cuscate con lo

cual los chamulas se ponen a su disposición y se dirigen a la cuidad de San

Cristóbal para liberar a su líder.

Fueron aproximadamente siete mil indígenas los que se dirigían hacia San

Cristóbal y quienes se detuvieron en la pequeña finca de Esquipulas cuando el

teniente Nicolás Estrada les marco el alto, ahí comenzaría el dialogo de

Fernandez para que liberaran a Cuscate y a sus dos acompañantes, el cual

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finalmente es aceptado aunque a cambio se quedaría Fernández, su esposa y su

joven acompañante presos, de los cuales Fernández y el joven Trejo fueron

fusilados y doña Luisa fue liberada.

El líder Cuscate planea un gran ataque a San Cristóbal con el fin de destruir

totalmente la ciudad, los habitantes de esta ciudad tomaron las armas para tratar

apoyar a los soldados y así defenderse de los atacantes, los atacantes fueron

rechazados lo cual provoco una desmoralización entre los aborígenes,

aprovechando este hecho el ejercito de San Cristóbal se dirigió a Chamula para

tratar de acabar de una vez por todas con la rebelión, los aborígenes empezaron a

sufrir muchas bajas lo que los desmoralizo aun mas provocando que muchos

huyeran incluyendo Cuscate quien murió de enfermedad en 1871.

Y el ultimo tema que encontramos es sobre Jacinto Pérez “Pajarito” quien era

originario de Chamula y era una persona muy respetable entre su pueblo puesto

que este fue militar. El levantamiento del “Pajarito” se debe al traslado de la

capitanía de la ciudad de San Cristóbal a la ciudad de Tuxtla, con lo cual temía

que se descuidara aun mas del pueblo chamula ya que si estando cerca de la

capital se encontraban descuidados ahora que la capital se alejara estarían

totalmente en el olvido.

Las luchas que se dieron entre este grupo de chamulas y los soldados rabasistas

fueron muy parejos aunque casi siempre con ligera ventaja para estos últimos, y

en dado caso alguien de los estos bandos cayera prisionero del otro solía tener

una severa tortura que casi siempre concluía con la muerte.

Uno de los principales errores que cometió Jacinto Pérez fue poner al mando a su

yerno quien no tenia instrucción militar y quien además solía abusar de su poder,

este sufrió varias derrotas significativas las cuales inclinaron aun mas la balanza

hacia los llamados rabasistas.

La batalla donde todo empezó a desmoronarse para los chamulas se dio en la

Villa de Acala donde sufrieron una aplastante derrota donde hubo numerosos

chamulas presos y algunos de ellos fueron desorejados, cuando se entero

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“Pajarito” lo inundo una sensación de culpabilidad y prácticamente hizo concluir

este conflicto armado.

Ya en tiempos de “paz” Jacinto Pérez fue capturado y sentenciado a pena de

muerte en la ciudad de San Cristóbal el día 22 de Octubre de 1914, donde es

fusilado y sepultado, así termina la historia de Jacinto Pérez “Pajarito” el ultimo

gran líder chamula.

Prudencio Moscoso Pastrana, Rebeliones indígenas en los altos de Chiapas,

Universidad Nacional Autónoma de México, 1992.