Rebelión en la Granja - Freeditorial

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REBELIÓN EN LA GRANJA de George Orwell

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REBELIÓNENLAGRANJA

de

GeorgeOrwell

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I

ElseñorJones,delaGranjaSolariega,habíaechadollavealosgallinerosantesdeirseadormir,peroestabatanborrachoquesehabíaolvidadodecerrarlastrampillas.Haciendobailardeunladoaotroelanillodeluzdelfarol,setambaleóporelpatio,sequitólasbotasjuntoalapuertatrasera,sesirvióunúltimovasodecervezadelbarrildelatrascocinaysubióalacama,dondeyaroncabalaseñoraJones.

En cuanto se apagó la luz del dormitorio se produjo un revuelo querecorrió todos los edificios de la granja. Durante el día había circulado lanoticia de que el Viejo Comandante, el premiado verraco blanco mediano,había tenidounsueñoextrañolanocheanteriorydeseabacomunicarloa losdemás animales. Habían acordado reunirse todos en el establo principal encuantotuvieranlacertezadequesehabíamarchadoelseñorJones.ElViejoComandante(asílollamabansiempre,aunqueparaexponerlohabíanusadoelnombreelEncantodeWillingdon)eratanrespetadoenlagranjaquetodoelmundoestabadispuestoaperderunahoradesueñoparaoírsuspalabras.

ElComandanteyasehabía instaladoensu lechodepaja,enunextremodelenormeestablo,enunaespeciedeplataformaelevada,bajoun farolquecolgabadeunaviga.Teníadoceañosyúltimamentehabíaengordadobastante,pero seguía siendo un cerdo de aspectomajestuoso, con aire de sabiduría ybenevolencia a pesar de que nunca le habían recortado los colmillos. Pocotiempodespuéslosdemásanimalesempezaronallegaryaponersecómodos,cadaunoasumanera.Primeroaparecieronlostresperros,Campanilla,Jésicay Chispa, y después los cerdos, que se tendieron en la paja delante de laplataforma. Las gallinas se encaramaron en el alféizar de las ventanas, laspalomasrevolotearonhastalasvigas,lasovejasylasvacasseecharondetrásde los cerdos y se pusieron a rumiar. Los dos caballos de tiro, Boxeador yTrébol, entraron juntos, caminando muy despacio y apoyando con muchocuidadolosenormescascospeludospormiedoaquehubieraalgúnpequeñoanimalocultoenlapaja.Tréboleraunayeguarobustaymaternalentradaenaños,quedespuésdetenerelcuartopotrillonuncahabíarecuperadodeltodolafigura.Boxeadoreraunanimalenorme,decasidieciochopalmosdealtura,ytanfuertecomodoscaballosnormalesjuntos.Unarayablancaquelebajabapor la nariz le daba un aspecto un tanto estúpido, y de hecho no tenía unainteligenciadeprimera,perotodoslorespetabanporsufirmezadecarácterysutremendacapacidaddetrabajo.DespuésdeloscaballosllegaronMuriel,lacabra blanca, yBenjamín, el burro.Benjamín era el animalmás viejo de lagranja, y el de peor carácter. Rara vez hablaba, y cuando lo hacía era casisiempreparacontribuirconalgúncomentariocínico:porejemplo,decíaque

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Dioslehabíadadoraboparaespantarlasmoscas,peroquehubierapreferidonotenerloyquenoexistieranlasmoscas.Detodoslosanimaleseraelúnicoquenunca reía. Si se le preguntabapor qué, decía quenoveía nadade quéreírse.Sinembargo,aunquenoloreconocíaabiertamente,teníadevociónporBoxeador;solíanpasarjuntoslosdomingosenelpequeñopradodetrásdelahuerta,pastandounoalladodelotrosinintercambiarunapalabra.

Losdoscaballosacababandeacostarsecuandounanidadadepatos,quehabíanperdidoasumadre,entraronenfilaenelgranero,piandodébilmenteybuscandoun sitiodondeponerse a salvode laspisadas.Trébol leshizounaespecie de muro alrededor con la enorme pata delantera, y los patos seacurrucarondentroyenseguidasequedarondormidos.Enelúltimomomento,Marieta,unayeguamuyblanca,bonitaytontaquetirabadelcarrodelseñorJones, entró caminando delicada y afectadamente, mascando un terrón deazúcar. Se instaló casi en primera fila y empezó a coquetear con lamelenablanca,esperandollamarlaatenciónconlascintasrojasquellevabatrenzadas.Por último llegó la gata, que miró a su alrededor, como de costumbre,buscandoelsitiomáscaliente,yterminómetiéndoseentreBoxeadoryTrébol;allí ronroneó, satisfecha, mientras duró el discurso del Comandante, sinescucharunasolapalabradeloquedecía.

Ahora estaban presentes todos los animales, excepto Moisés, el cuervoamaestrado,quedormíaenunaperchadetrásde lapuerta trasera.CuandoelComandante vio que todos se habían puesto cómodos y esperaban conatención,carraspeóyempezóahablar:

—Camaradas, ya os habéis enterado del extraño sueño que tuve anoche.Perodeesomeocuparémástarde.Antestengoquedecirosotracosa.Nocreo,camaradas,quevayaaestarconvosotrosmuchosmesesmás,ymeparecequemi deber, antes de morir, es transmitiros la sabiduría que he adquirido. Hedisfrutado de una larga vida, he tenidomucho tiempo para pensarmientrasestabaallísoloenelchiquero,ymecreoconderechoadecirqueentiendolanaturalezade lavidaenesta tierra tanbiencomocualquierotroanimalhoyvivo.Esdeesodeloquequierohablarconvosotros.

»Camaradas,¿quésentidotienevivircomovivimos?Hayquereconocerlo:nuestra vida es desgraciada, laboriosa y corta. Nacemos, nos dan solo lacomidanecesariaparaseguir respirando,ya losqueestamosencondicionesdehacerlonosobliganatrabajarhastaelúltimoaliento,yenelinstanteenelquenuestrautilidadllegaasufinsenossacrificaconunacrueldadespantosa.Despuésdecumplirunaño,ningúnanimalenInglaterraconoceelsignificadodelafelicidadodelplacer.NingúnanimalenInglaterraeslibre.Enlavidadeunanimalnohaymásquedesgraciayesclavitud:esaeslapuraverdad.

»Pero¿setrataacasodeunaleynatural?¿Acasonuestratierraestanpobre

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quenopuedegarantizarvidadignaalosquehabitanenella?No,camaradas,unaymilveces,¡no!Latierrainglesaesfértil,suclimabueno,capazdedarcomida en abundancia a un númeromuchomayor de animales que los queahora habitan en ella. Esta granja nuestra podríamantener a una docena decaballos,veintevacas,cientosdeovejas,ydaratodosunacomodidadyunadignidadqueahoracasinopodemosimaginar.Entonces¿porquéseguimosenestasmíseras condiciones?Porque los sereshumanosnos robancasi todoelproductodenuestrotrabajo.Ahíestá,camaradas,larespuestaatodosnuestrosproblemas. Se resume en estas palabras: el hombre. El hombre es el únicoenemigo real que tenemos. Quitemos al hombre de la escena y la causafundamentaldelhambreydelexcesodetrabajodesapareceráparasiempre.

»Elhombreeslaúnicacriaturaqueconsumesinproducir.Nodaleche,nopone huevos, es demasiado débil para tirar del arado, no corre con rapidezsuficiente para atrapar conejos. Sin embargo, es dueño y señor de todos losanimales.Loshace trabajar, lesdevuelve lo justoparaqueno semuerandehambreyelrestoseloguardaparasí.Nuestrotrabajolabralatierra,nuestroestiércollafertiliza,peroningunodenosotrosposeemásquelapielquellevaencima.Vosotras, las vacas que veo ahí delante, ¿cuántosmiles de litros delechehabéisdadoduranteesteúltimoaño?¿Yquéhapasadoconlalechequedebería haber estado criando a robustos terneros?Se ha ido, hasta la últimagota,porlagargantadenuestrosenemigos.Yvosotras,lasgallinas,¿cuántoshuevos habéis puesto este último año y de cuántos han salido polluelos?Elresto ha ido almercado a producir dinero para Jones y sus hombres. Y tú,Trébol,¿dóndeestánloscuatropotrosqueparisteyquedeberíandarteapoyoyplacerenlavejez?Todosfueronvendidosalcumplirunaño,ynovolverásaverlos nunca más. A cambio de tus cuatro partos y todo tu trabajo en loscampos,¿quéhasrecibido,fueradeunasescuetasracionesyunestablo?

»Yni siquiera se permite que la vidamiserable que llevamos cumpla suciclonatural.Yonomequejo,porquesoyunodelosafortunados.Tengodoceañosyhesidopadredemásdecuatrocientascrías.Taleslavidanaturaldeuncerdo.Peroalfinalningúnanimalselibradelcuchillocruel.Todosvosotros,lospuercosjóvenesahísentados,estaréischillandodentrodeunaño,mientrasossacrifican.Aesehorrorllegaremostodos:vacas,cerdos,gallinas,ovejasydemás. Ni siquiera los caballos y los perros tienen mejor suerte. A ti,Boxeador, el mismo día en que tus músculos pierdan su fuerza, Jones tevenderáaldesollador,quetedegollaráyteherviráparalosperrosdecaza.Encuantoa losperros,cuandoenvejecenypierdenlosdientes,Jones lesataunladrilloalcuelloylosahogaenlalagunamáscercana.

»¿Noqueda claro entonces, camaradas, que todos losmalesde esta vidanacendelatiraníadelossereshumanos?Consolodeshacernosdelhombre,elfrutodenuestrotrabajoseríanuestro.Casidelanochealamañanapodríamos

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ser ricos y libres. ¿Qué debemos hacer entonces? ¡Trabajar día y noche, encuerpoyalma,porelderrocamientode la razahumana!Eseesmimensaje,camaradas:¡larebelión!Nosécuándoseproduciráesarebelión,sidentrodeunasemanaodecienaños,perosé,conlamismacertezaconqueveolapajaque piso, que tarde o temprano llegará la justicia. ¡No perdáis eso de vista,camaradas, durante el resto de vuestra corta vida! Y, sobre todo, transmitidestemensajealosquevengandespués,paraquelasgeneracionesfuturassiganluchandohastalograrlavictoria.

»Y recordad, camaradas, que no hay que flaquear.Ningún argumento ostienequedesviardelcamino.Noprestéisnuncaatencióncuandoosdiganqueelhombreylosanimalestienenuninteréscomún,quelaprosperidaddeunoeslaprosperidaddelosotros.Mentiras.Elhombrenosirvealosinteresesdeningunacriatura,salvoalossuyos.Queentrenosotros,losanimales,hayaunaperfectaunidad,unaperfectacamaraderíaenlalucha.Todosloshombressonenemigos.Todoslosanimalessoncamaradas.»

En ese momento se produjo un tremendo alboroto. Mientras elComandantehablaba,cuatrograndesratashabíansalidodesusagujerosysehabíansentadosobreloscuartostraserosparaescucharlo.Derepente,alverlaslos perros, habían tenido que precipitarse hacia sus agujeros para salvar lavida.ElComandantelevantóunapezuñapidiendosilencio.

—Camaradas —dijo—, hay aquí un tema que debe resolverse. Lascriaturas salvajes, como las ratas y los conejos, ¿son amigas o enemigasnuestras? Sometámoslo a votación. Propongo esta pregunta: las ratas ¿soncamaradas?

Sevotóde inmediato,ypormayoríaabrumadora seacordóque las rataserancamaradas.Solohubocuatrodiscrepantes, los tresperrosy lagata,que—se supo después— había votado por ambas partes. El Comandanteprosiguió:

—No tengo mucho más que decir. Solo repetir que recordéis siemprevuestrodeberde enemistadhacia el hombrey sumanerade actuar.Todo loquecaminasobredospatasesenemigo.Todoloquecaminasobrecuatropatasotienealasesamigo.Recordadtambiénque,enlaluchacontraelhombre,nohay que parecerse a él. Aunque lo hayáis vencido, no adoptéis sus vicios.Ningúnanimaldebevivirjamásenunacasa,odormirenunacama,ollevarropa,obeberalcohol,ofumartabaco,otocardinero,odedicarsealcomercio.Todas las costumbres del hombre son malas. Y, sobre todo, ningún animaldebetiranizarasupropiaespecie.Débilesofuertes,listososimplotes,todossomoshermanos.Ningúnanimaldebemataraotroanimal.Todoslosanimalessoniguales.

»Y ahora, camaradas, os contaré el sueño que tuve anoche. No puedo

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describiresesueño.EraunsueñosobrecómoserálaTierracuandoelhombrehayadesaparecido.Perome recordóalgoquehe tenidoolvidadoduranteunlargotiempo.Hacemuchosaños,cuandoyoerauncerdopequeño,mimadreylas demás cerdas cantaban una vieja canción de la que solo conocían lamelodíaylastresprimeraspalabras.Yoconocíesamelodíaenmiinfancia,yhacíatiempoquenolarecordaba.Peroanochemevolvióenunsueño.Esmás:también volvieron las palabras, palabras que, estoy seguro, fueron cantadaspor animales de hace mucho tiempo, cuyo recuerdo se perdió durantegeneraciones.Oscantaréahoraesacanción,camaradas.Soyviejoy tengolavozronca,perocuandooshayaenseñadolamelodía lapodréiscantarmejorvosotrosmismos.Sellama«BestiasdeInglaterra».

ElViejoComandantecarraspeóysepusoacantar.Comohabíaanunciado,suvozeraronca,perolesalíabastantebien;eraunacanciónpegadiza,mezclade«Clementine»y«Lacucaracha».

Laletradecíaasí:

BestiasdeInglaterra,bestiasdeIrlanda,

bestiasdetodoclimaypaís,

oídmisalegresnuevas

queanuncianunfuturofeliz.

Tardeotempranollegaráeldía

enelqueseacabarálatiraníadelhombre,

ysololasbestiashollarán

losfértilescamposingleses.

Desapareceránlosarosdenuestroshocicos

ydenuestrolomolosarneses,

seoxidaránparasiemprelosfrenos

ylasespuelas

yloscrueleslátigosnovolveránachasquear.

Riquezasquelamentenopuedeabarcar,

trigoycebada,henoyavena,

trébol,alubiasyremolacha

desdeesedíanuestrasserán.

Brillantesluciránloscamposingleses,

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máspurasseránsusaguas,

másdulcessoplaránsusbrisas

eldíaqueconozcamoslalibertad.

Poresedíatodosdebemostrabajar,

aunquemuramossinverloamanecer;

vacasycaballos,gansosypavos,

todosdebemoslucharporlalibertad.

BestiasdeInglaterra,bestiasdeIrlanda,

bestiasdetodoclimaypaís,

oídbienydifundidmisnuevas

queanuncianunfuturofeliz.

La canción excitó muchísimo a los animales. Casi antes de que elComandante hubiera llegado al final, habían empezado a cantarla por sucuenta. Hasta los más estúpidos habían captado la melodía y unas pocaspalabras, y en cuanto a los listos, como los cerdos y los perros, habíanaprendidotodalacancióndememoriaenunospocosminutos.Entonces,trasalgunos intentos preliminares, la granja entera echó a cantar con tremendaarmonía«BestiasdeInglaterra».Lasvacaslamugían,losperroslaladraban,las ovejas la balaban, los caballos la relinchaban y los patos la graznaban.Estabantancontentosconlacanciónquelacantaroncincovecesseguidas,ypodrían haber seguido cantándola toda la noche si no los hubieraninterrumpido.

Por desgracia, el alboroto despertó al señor Jones, que saltó de la cama,convencidodequehabíaunzorroenelcorral.Agarrólaescopetaquesiempreestabaenunrincóndeldormitorioydisparóuncartuchodemuniciónnúmero6hacia laoscuridad.Losperdigonessealojaronen lapareddelestabloy lareuniónsedisolvióconrapidez.Todoelmundohuyóalsitiodondeteníaquedormir.Lasavessaltaronasusperchas,losanimalesseacomodaronsobrelapajayenseguidalagranjaenterasequedódormida.

II

Tres noches más tarde el Viejo Comandante murió sin sufrir mientrasdormía.Enterraronsucadáverenunrincóndelhuerto.

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Corríanlosprimerosdíasdemarzo.Durantelostresmesessiguienteshubomucha actividad secreta. La actitud de los animales más inteligentes de lagranja ante la vida había cambiado por completo al oír el discurso delComandante. No sabían cuándo ocurriría la Rebelión pronosticada por elComandante, carecían demotivos para pensar que vivirían para verla, perocomprendían que tenían la obligación de prepararse para ella. La tarea deeducaryorganizaralosdemásrecayó,porsupuesto,enloscerdos,engeneralreconocidos como los animales más inteligentes. Entre los cerdos sedestacabandosverracosjóvenesllamadosBoladeNieveyNapoleón,queelseñorJonescriabaparavender.Napoleóneraunverracodeaspectobastanteferoz,elúnicoderazaberkshireenlagranja,parcoperoconfamadesalirsesiempre con la suya.Bola deNieve eramás vivaracho queNapoleón, teníamayor facilidad de palabra y era más ingenioso, pero no se le atribuía lamisma firmeza de carácter. Todos los demás puercos de la granja estabandestinados a la matanza. El más conocido era un cerdito gordo llamadoChillón, de mejillas redondas, ojos expresivos, movimientos ágiles y vozestridente.Un brillante conversador que cuando defendía alguna idea difícilsaltabaaunladoyaotrosacudiendolacoladeunamaneramuypersuasiva.LosdemásdecíanqueChillóneracapazdeconvertirlonegroenblanco.

Entrelostreshabíanelaboradotodounsistemadepensamiento,basadoenlasenseñanzasdelViejoComandante,alque llamaron«animalismo».Variasnoches a la semana, cuando ya estaba dormido el señor Jones, celebrabanreunionessecretasenelestabloyexponíanlosprincipiosdelanimalismoalosdemás.

Al principio encontraron mucha estupidez y apatía. Había animales quehablabandeldeberdelealtadalseñorJones,aquienllamaban«amo»,yhabíaquienes hacían comentarios tan básicos como: «El señor Jones nos da decomer.Sidesapareciera,nosmoriríamosdehambre».Otroshacíanpreguntascomo «¿Por qué debería importarnos lo que suceda cuando ya estemosmuertos?»o«SiesaRebeliónvaaocurrirdetodosmodos,¿quémásdaquetrabajemos o dejemos de trabajar por ella?», y los cerdos tenían grandesdificultadesparahacerlesverqueesocontrariabaelespíritudelanimalismo.LaspreguntasmásestúpidaseranlasdeMarieta,layeguablanca.LaprimeraquelehizoaBoladeNievefue:

—¿SeguiráhabiendoazúcardespuésdelaRebelión?

—No—dijo Bola de Nieve con firmeza—. En esta granja no tenemosmediosparafabricarazúcar.Además, túnonecesitasazúcar.Tendrástodalaavenaytodoelhenoquequieras.

—¿Ypodréseguirusandocintasenlacrin?—preguntóMarieta.

—Camarada—dijo Bola de Nieve—, esas cintas a las que tanto cariño

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tienessonelsímbolodelaesclavitud.¿Noentiendesquelalibertadvalemásqueesascintas?

Marietaasintió,peronoparecíamuyconvencida.

A los cerdos les costaba aún más contrarrestar las mentiras que hacíacircularMoisés,elcuervoamaestrado.Moisés, lamascotaespecialdelseñorJones,eraunespíayunchismoso,pero tambiénunconversador inteligente.Aseguraba conocer la existencia de un misterioso país llamado MonteCaramelo,alqueibantodoslosanimalescuandomorían.Estabasituadoenelcielo,unpocomásalláde lasnubes,decíaMoisés.EnMonteCarameloeradomingolossietedíasdelasemana,abundabael tréboltodoelañoyenlossetos crecían terrones de azúcar y bizcochos de linaza. Los animalesdetestaban a Moisés porque contaba mentiras y no trabajaba, pero algunoscreían en elMonte Caramelo y los cerdos tenían que discutir a fondo paraconvencerlosdequetallugarnoexistía.

Susdiscípulosmásfieleseranloscaballosdetiro,BoxeadoryTrébol.Losdos tenían grandes dificultades para pensar por sí mismos, pero al haberaceptadoa loscerdoscomomaestrosabsorbían todo loquese lescontabaydespués lo transmitían a los demás animales mediante sencillosrazonamientos. No faltaban nunca a las reuniones secretas en el establo yencabezaban el coro al entonar «Bestias de Inglaterra», canción con la quesiemprecerrabanlosencuentros.

Al final lograron hacer la Rebelión mucho antes y con mucha mayorfacilidaddeloqueningunoesperaba.UnosañosanteselseñorJones,aunqueseverocomoamo,habíasidoungranjerocapaz,peroúltimamenteibademalen peor. Se había desanimadomucho al perder dinero en un pleito, y habíaempezadoabebermásdeloconveniente.Sepasabadíasenterossentadoenelsillóndelacocina, leyendoperiódicos,bebiendoy,devezencuando,dandode comer a Moisés cortezas de pan mojado en cerveza. Sus hombres eranperezososypocohonrados,loscamposestabanllenosdemaleza,lostechosdelosedificiosestropeados,lossetosdescuidadosylosanimalesdesnutridos.

Llegójunioyelhenoestabacasilistoparalasiega.LanochedeSanJuan,queerasábado,elseñorJonesfueaWillingdonyseemborrachótantoenelLeónRojoquenoregresóhastaeldomingoalmediodía.Loshombreshabíanordeñado las vacas durante la madrugada y después se habían ido a cazarconejossinmolestarseenalimentaralosanimales.Alregresar,elseñorJonesseechóadormirde inmediato enel sofáde la salay se tapó la cara conelperiódico,demodoqueporlanochelosanimalesseguíansincomer.Llegóunmomento en el que no lo soportaron más. Una de las vacas abrió con uncuernolapuertadeldepósitoytodoslosanimalesempezaronacomerdelosgraneros. Fue entonces cuando se despertó el señor Jones. En un instante

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aparecióconsuscuatrohombres,descargandolatigazosentodasdirecciones.Esoeramásde loque loshambrientosanimalespodían soportar.Decomúnacuerdo, aunque no habían planeado nada parecido, se lanzaron hacia sustorturadores.Jonesysushombresfueronrodeados,empujadosypateados.Lasituación estaba fuera de control. Nunca habían visto que los animales secomportarandeesamanera,yelrepentinolevantamientodecriaturasalasqueestabanacostumbradosagolpearymaltratarconimpunidadleshizo temblarde miedo. Después de unos instantes dejaron de defenderse y salieroncorriendo.Unminutomástardeloscincohuíanendesbandadaporunasendade carros que llevaba al camino principal, perseguidos de cerca por losjubilososanimales.

La señora Jones miró por la ventana del dormitorio, vio lo que pasaba,echó en un morral todo lo que pudo y se escabulló de la granja por otrocamino.Moisés saltó de su percha y la siguió aleteando, lanzando ruidososgraznidos. Mientras tanto, los animales habían perseguido a Jones y a suspeoneshastalacarreteraycerradodespuésconestrépitolapesadapuerta.Así,casiantesdeentenderloquepasaba,sehabíaproducidoconéxitolaRebelión:JonesestabaexpulsadoyelloseranahoralosdueñosdelaGranjaSolariega.

Durantelosprimerosminutoslosanimalesapenaspodíandarcréditoasuinmensasuerte.Suprimeraacciónfuegalopartodosjuntosporloslindesdelagranja, como si quisieran asegurarse de quenoquedabaningún ser humanooculto en ella; después regresaron corriendo a los edificios para borrar losúltimos vestigios del odioso reinado de Jones. Echaron abajo la puerta delguadarnés, al final de los establos, y arrojaron en el pozo los bocados, lasargollas, las cadenas de los perros, los crueles cuchillos que el señor Jonesusabaparacastrara loscerdosya loscorderos.Enlafogataqueardíaenelpatioparaquemar labasura tiraron las riendas, los cabestros, las anteojeras,los degradantes morrales. Con los látigos hicieron lo mismo. Todos losanimalesempezaronasaltardealegríaalvercómoardíanloslátigos.BoladeNievetambiénlanzóalfuegolascintasconlasquesolíandecorarlascrinesylascolasdeloscaballoslosdíasdeferia.

—Las cintas—dijo— deben ser consideradas como ropa, que es lo quedistinguealossereshumanos.Todoslosanimalesdebenandardesnudos.

Aloíreso,Boxeadorsequitóelpequeñosombrerodepajaquellevabaenveranoparaprotegerselasorejasdelasmoscasyloarrojóalfuegocontodolodemás.

En muy poco tiempo los animales habían destruido todo lo que lesrecordabaalseñorJones.EntoncesNapoleónlosllevóotravezaldepósitoysirvióatodoelmundounadobleracióndemaízydosgalletasacadaperro.Después cantaron «Bestias de Inglaterra» de principio a fin siete veces

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seguidas y a continuación se acomodaron para pasar la noche y durmieroncomonohabíandormidonunca.

Pero como de costumbre se despertaron al amanecer, y al recordar elglorioso acontecimiento del día anterior corrieron juntos al pastizal. Por elcamino había una loma desde la que se divisaba casi toda la granja. Losanimalescorrieronhastalacimaymiraronalrededorlaclaraluzdelamañana.¡Sí, eradeellos! ¡Todo loqueveíaneradeellos!Embelesadosporesa ideaempezaronabrincarportodaspartes,acorcovearlanzándoseexcitadosalaire.Serevolcaronenelrocío,pacieronbocadosdeladulcehierbaestival,patearonterronesdetierranegrayolfatearonsupotentefragancia.Despuésrecorrierontoda la granja inspeccionándola y contemplaron mudos la tierra labrada, elhenar, elhuerto, el estanque, el soto.Eracomosinuncahubieranvistoesascosas,ytodavíalescostabacreerquefueransuyas.

Despuésregresaronenfilaa losedificiosde lagranjaysedetuvieronensilenciodelantedelapuertadelacasa.Eselugartambiénlespertenecía,perotenían miedo de entrar. Sin embargo, al cabo de un rato Bola de Nieve yNapoleón embistieron la puerta con el lomo y la abrieron y los animalesentraron en fila india, avanzando con sumo cuidado por temor a desordenaralgo.Caminaron de puntillas de una habitación a otra, temiendo levantar lavoz por encima de un susurro y mirando con una especie de asombro elincreíblelujo,lascamasconcolchonesdeplumas,losespejos,elsofádecrin,laalfombradeBruselas,lalitografíadelareinaVictoriasobrelarepisadelachimeneadelsalón.Bajabanpor laescaleracuandodescubrieronquefaltabaMarieta. Al volver la encontraron en la mejor habitación. Había sacado untrozo de cinta azul del tocador de la señora Jones y la sostenía contra elhombro admirándose en el espejo de unamaneramuy tonta. Los demás lehicierondurosreprochesantesdesalir.Descolgaronunosjamonesquehabíaenlacocinaylossacaronparaenterrarlos,yBoxeadorrompiódeunacozelbarrildecervezadelatrascocina;fueradeeso,todoenlacasaquedóintacto.Enelacto,porunanimidad,aprobaronunaresoluciónparaquelagranjafuerapreservadacomomuseo.Todosestuvierondeacuerdoenqueningúnanimaldebíavivirallí.

A continuación desayunaron y, después, Bola de Nieve y Napoleónvolvieronareunirlos.

—Camaradas—dijoBoladeNieve—,sonlasseisymediaytenemosunlargodíapordelante.Hoyempezamosarecogerelheno.Peroantestenemosqueatenderotroasunto.

Loscerdos revelaronentoncesquedurante losúltimos tresmeseshabíanaprendido a leer y a escribir con la ayuda de un viejomanual de ortografíausado por los hijos del señor Jones que habían encontrado en la basura.

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Napoleónmandóabuscarlatasdepinturablancaynegrayloscondujohastalapesadapuertaquedabaalacarretera.BoladeNieve(queeraquienmejorescribía) apretó un pincel entre los dos nudillos de la pata, tachó «Granjasolariega» en el barrote superior de la puerta y en su lugar pintó «Granjaanimal».Eseseríaapartirdeentonceselnombredelagranja.Acontinuaciónvolvieron a los edificios, donde Bola de Nieve y Napoleón pidieron unaescalera que hicieron apoyar en la pared trasera del enorme establo.Explicaronqueporobradesusestudiosdelosúltimostresmeses,loscerdoshabían logrado reducir los principios del animalismo a sietemandamientos.Estossietemandamientosseríanahoragrabadosenlapared;formaríanunaleyinalterable que todos los animales de la granja deberían obedecer parasiempre.Conciertadificultad(noesfácilparauncerdomantenerelequilibriosobre una escalera), Bola deNieve subió y se puso a trabajar, ayudado porChillón, que pocos peldaños por debajo sostenía la lata de pintura. Losmandamientos quedaron escritos en la pared alquitranada en grandes letrasblancasquesepodíanleerdesdetreintametrosdedistancia.Decíanesto:

LOSSIETEMANDAMIENTOS

1.Todoloquecaminasobredospatasesunenemigo.

2.Todoloquecaminasobrecuatropatasotienealasesunamigo.

3.Ningúnanimalllevaráropa.

4.Ningúnanimaldormiráenunacama.

5.Ningúnanimalbeberáalcohol.

6.Ningúnanimalmataráaotroanimal.

7.Todoslosanimalessoniguales.

Laletraeramuyclara,ysalvoqueenvezde«unamigo»decía«unanigo»y una de las «s» estaba al revés, la ortografía era correcta en todo el texto.BoladeNieveloleyóenvozaltaalosdemás.Todoslosanimalesasintieronconlacabeza,dandosucompletaconformidad,ylosmáslistosempezarondeinmediatoaaprenderlosmandamientosdememoria.

—Ahora, camaradas —gritó Bola de Nieve, arrojando el pincel—, ¡alhenar! Que sea para nosotros una cuestión de honor recoger la cosecha enmenostiempodelquetardabanJonesysuspeones.

Pero en ese momento las tres vacas, que desde hacía un rato parecíaninquietas,sepusieronamugirruidosamente.Hacíaveinticuatrohorasquenolasordeñabanysusubresestabanapuntodereventar.Despuésdepensarunpoco, los cerdos mandaron a buscar cubos y ordeñaron a las vacas conbastante éxito porque sus pezuñas estaban bastante bien adaptadas para esatarea.Prontohubocincocubosdeespumosaycremosalechequemuchosde

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losanimalesmirabanconconsiderableinterés.

—¿Quévaapasarcontodaesaleche?—dijoalguien.

—Jonessolíaecharunpocoennuestropuré—dijounagallina.

—¡Qué importa la leche, camaradas!—exclamó Napoleón, colocándosedelante de los cubos—. Ya nos ocuparemos de eso. Más importante es lacosecha.ElcamaradaBoladeNieveencabezará lamarcha.Yoloseguiréenunosminutos.¡Adelante,camaradas!Elhenonosespera.

Losanimalesmarcharonentropelhaciaelhenarparaempezarlasiega,ycuandoregresaronporlatardenotaronquelalechehabíadesaparecido.

III

¡Cómo trabajaron y sudaron para segar el heno! Pero sus esfuerzos sevieron recompensados, porque la cosecha fueun éxito aúnmayorde lo queesperaban.

Aveceseltrabajoeraduro;losinstrumentosnohabíansidodiseñadosparalos animales sino para los seres humanos, y era un gran inconveniente queningúnanimalpudierautilizarherramientashechasparatrabajardepiesobrelaspatas traseras.Pero loscerdoseran tan listosquesiempreencontraban lamaneraderesolvertodaslasdificultades.Loscaballos,porsuparte,conocíancadapalmodelcampo,yentendíaneltrabajodesegaryrastrillarmuchomejorqueJonesysushombres.Loscerdosenrealidadnotrabajaban,perodirigíanysupervisabana losdemás.Consusconocimientos superioreseranaturalqueasumieranelliderazgo.BoxeadoryTrébolseenganchabanalasegadoraoalarastrilladora (en esos tiempos, por supuesto, no hacían falta bocados niriendas)yrecorríanelcamposincesardandovueltasyvueltas,conuncerdodetrásqueibagritando«¡Arre,camarada!»o«¡So,camarada!»,segúnfueraelcaso.Ytodoslosanimales,hastaelmáshumilde,interveníanenlarecoleccióndelheno.Hasta lospatosylasgallinasibanyveníantodoeldíabajoelsol,transportando pequeñas briznas de heno en el pico. Al final terminaron lacosecha dos días antes del tiempo que solían emplear Jones y sus hombres.Además,eralamayorcosechaquesehabíavistonuncaenlagranja.Nohabíadesperdicioalguno;lasgallinasylospatos,consuextraordinariavista,habíanrecogido hasta el último tallo. Y ningún animal de la granja había robadosiquieraunbocado.

Durantetodoaquelveranoeltrabajoenlagranjafuncionócomounreloj.Losanimalesnuncahabíanimaginadoquepodíansertanfelices.Cadabocadolesproducíaunintensoplacerpositivo,yaqueerarealmentesupropiacomida,

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producida por ellos y para ellos, no repartida por un amo mezquino.Desaparecidos los seres humanos parasitarios, quedaba más comida paratodos.Disponíandemás tiempo libre,aunqueporsufaltadeexperiencianosabíanbienenquéemplearlo.Encontrabanmuchasdificultades:porejemplo,haciafinalesdeaño,alcosecharelmaíz,tuvieronquepisarloalestiloantiguoyaventar lapajaconelaliento,yaquelafincanoposeíatrilladora,peroloscerdos con su inteligencia yBoxeador con sus tremendosmúsculos siempreresolvíanlosproblemas.Boxeadoreralaadmiracióndetodos.Habíasidoungran trabajador, incluso en tiempos de Jones, pero ahora parecía más trescaballos que uno; había días en que todo el trabajo de la granja parecíadescansar sobre sus fuertes hombros. De lamañana a la noche empujaba ytiraba, siempre en el punto donde el trabajo eramás duro. Había hecho unarreglo con uno de los gallos jóvenes para que por lamañana lo despertaramediahoraantesqueanadie; asípodíahaceralgún trabajovoluntarioenelaspectoqueresultaramásnecesarioantesdelcomienzodelajornadanormal.Surespuestaantecadaproblemaycadarevésera«¡Trabajarémásduro!»,ylahabíaadoptadocomolemapersonal.

Perotodoelmundotrabajabasegúnsucapacidad.Lasgallinasylospatos,por ejemplo, al recoger los granos perdidos de la cosecha rescataron cincofanegas. Nadie robaba, nadie se quejaba de sus raciones, y las peleas y losmordiscosyloscelos,tancaracterísticosdelavidaenlosviejostiempos,casihabían desaparecido. Nadie, o casi nadie, eludía el trabajo. Es cierto queMarieta no se destacaba por madrugar, y solía dejar de trabajar tempranoalegandoque tenía unapiedra enun casco.Y la conducta de la gata era unpoco rara. Pronto se descubrió que cuando había trabajo que hacer, la gatanunca estaba. Se esfumaba durante varias horas y reaparecía cuando iban acomer, o por la noche, cuando había terminado el trabajo, como si nadahubieraocurrido.Perosusexcusaseransiempretanexcelentes,yronroneabacon tantocariñoqueresultaba imposiblenocreerensusbuenas intenciones.El viejo Benjamín, el burro, no parecía haber cambiado desde la Rebelión.Hacía su trabajo de la misma manera lenta y obstinada que cuando losmandaba Jones, sin eludirnunca susobligacionespero sinofrecerse ahacerninguna tarea especial. Sobre la Rebelión y sus resultados no expresabaninguna opinión.Cuando se le preguntaba si no eramás feliz ahora que noestabaJones,se limitabaadecir:«Losburrosvivenmuchotiempo.Ningunodevosotroshavistoaunburromuerto»,y losdemás teníanquecontentarseconesarespuestacríptica.

Losdomingosnosetrabajaba.Eldesayunoteníalugarunahoramástardequedecostumbre,ydespuésdeldesayunocelebrabanunaceremoniaqueserepetía cada semana sin falta. Primero se izaba la bandera. Bola de NievehabíaencontradoenelguadarnésunviejomantelverdedelaseñoraJonesyhabíapintadoenélunapezuñayuncuernoblancos.Losubíanalmástildel

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jardíndelacasacadadomingoporlamañana.Labanderaeraverde,explicóBoladeNieve,pararepresentarlosverdescamposdeInglaterra,mientrasquelapezuñayel cuerno significaban la futuraRepúblicade losAnimales,quesurgiría cuando finalmente derrocaran a la raza humana.Después de izar labanderatodoslosanimalesibanentropelalenormeestablopararealizarunaasambleageneralconocidacomolaReunión.Allíseplanificabaeltrabajodela semana siguiente y se proponían y se debatían las resoluciones. Esasresolucioneslasproponíansiempreloscerdos.Losdemásanimalesentendíancómovotar,peronuncaselesocurríanresolucionespropias.BoladeNieveyNapoleón eran, conmucho, quienesmás intervenían en losdebates.Pero senotaba que esos dos nunca estaban de acuerdo: cuando uno sugería algo sepodíatenercasiporseguroqueelotroseopondría.Hastacuandoseresolvió—nadiepodíaoponerseaesadecisión—reservarelpequeñocampoquehabíadetrásdelhuertocomositiodedescansoparalosanimalesqueyanopudierantrabajar, huboun acaloradodebate sobre la edad correcta de jubilaciónparacadaclasedeanimal.LaReuniónsiempreterminabaconelcantode«BestiasdeInglaterra»ylatardesededicabaalrecreo.

Loscerdoshabíanreservadoelguadarnéscomosedeparaellos.Allí,porlanoche,estudiabanherrería,carpinteríayotrasartesnecesariasincluidasenloslibros que habían sacado de la casa. Bola deNieve también se ocupaba deorganizar a los demás en lo que denominabaComitésAnimales.En eso eraincansable. Formó el Comité de Producción deHuevos para las gallinas, laLiga de Rabos Limpios para las vacas, el Comité de Reeducación deCamaradasSalvajes(cuyoobjetoeradomesticaralasratasylosconejos),elMovimiento Lana Más Blanca para las ovejas y algunos otros, además deinstituir clases de lectura y escritura.En conjunto, esos proyectos fueronunfracaso. Por ejemplo, el intento de domesticar a las criaturas salvajes semalogró casi de inmediato.Siguieron actuando como antes, y cuando se lastratabacongenerosidadselimitabanaaprovechar lasituación.Lagataentróen el Comité de Reeducación y durante unos días participó con muchoentusiasmo.Undíalavieronsobreuntejadoconversandoconunosgorrionesquesemanteníanfueradesualcance.Lesdecíaqueahoratodoslosanimaleserancamaradasyquesiungorriónquisieraselepodríaposarenlapata,perolosgorrionesconservaronladistancia.

Sinembargo,lasclasesdelecturayescriturateníanmuchoéxito.Alllegarelotoñocasi todos losanimalesde lagranjasabíanhastaciertopuntoleeryescribir.

Loscerdosyasabíanleeryescribirperfectamente.Losperrosaprendíanaleer bastante bien, pero solo les interesaba leer los siete mandamientos.Muriel, lacabra, leíaunpocomejorque losperros,yaveces,por lanoche,leíaa losdemás trozosdeperiódicosqueencontrabaen labasura.Benjamín

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leíatanbiencomocualquiercerdo,peronuncaejercitabaesafacultad.Porloquesabía,explicaba,nohabíanadaquemerecieralapenadeserleído.Trébolaprendiótodoelalfabeto,peronopodíaconstruirpalabras.Boxeadornopodíapasardelaletra«d».Dibujaba«a»,«b»,«c»,«d»enelpolvoconelenormecascoydespuéssequedabacon lamiradaperdiday lasorejashaciaatrás,avecesmoviendolacrin,tratandocontodassusfuerzasderecordar,sinéxito,qué venía a continuación. En algunas ocasiones, sí aprendía «e», «f», «g»,«h», pero cuando lograba conocerlas descubría siempre que había olvidado«a»,«b»,«c»y«d».Finalmentedecidióconformarseconlascuatroprimerasletras, y solía escribirlas una o dos veces al día para refrescar la memoria.Marietasenegabaaaprendermásquelassieteletrasqueformabansupropionombre.Lashacíaconmuchocuidado,usandoramitasquedecorabaconunaodosflores,ydespuéscaminabaalrededorllenadeadmiración.

Ningunode losotrosanimalesde lagranja lograbapasarde la letra«a».También se descubrió que los animalesmás estúpidos, como las ovejas, lasgallinas y los patos, eran incapaces de aprender de memoria los sietemandamientos.DespuésdemuchopensarBoladeNievedeclaróquelossietemandamientos podían, de hecho, reducirse a una sola máxima, a saber:«Cuatropatas,sí;dospatas,no».Eso,dijo,conteníaelprincipioesencialdelanimalismo. Quien lo hubiera comprendido a fondo estaría a salvo de todainfluencia humana. Las aves primero se opusieron, porque les parecía quetambiénellasteníandospatas,peroBoladeNievelesdemostróquenoeraasí.

—Lasalasdelospájaros,camaradas—dijo—,sonórganosdepropulsióny no demanipulación. Por lo tanto deben considerarse como patas. Lo quedistinguealhombreeslamano,elinstrumentoconelquecausatodoeldaño.

Las aves no entendieron las palabras largas de Bola de Nieve, peroaceptaron su explicación, y todos los animalesmás humildes se pusieron atrabajarparaaprenderdememoria lanuevamáxima:«¡Cuatropatas, sí;dospatas,no!»,quedógrabadoen lapareddel fondodelestablo,porencimadelossietemandamientosyenletrasmásgrandes.Cuandolograronaprenderesodememoria,lasovejasempezaronasentirunagranaficiónporlamáxima,yconfrecuencia,cuandoestabanechadasenelcampo,balaban«¡Cuatropatas,sí;dospatas,no!¡Cuatropatas,sí;dospatas,no!»durantehoras,sincansarsenunca.

Napoleón no mostraba ningún interés por los comités que había creadoBoladeNieve.Decíaquelaeducacióndelosjóveneseramásimportantequetodoloquesepudierahacerporlosadultos.JésicayCampanillahabíanparidopoco después de recoger la cosecha de heno, y entre las dos habían tenidonueverobustoscachorros.Encuantolosdestetaron,Napoleónlosapartódelasmadresydijoqueélseencargaríadesueducación.Selosllevóaundesvánalquesolosepodía llegarporunaescalerademanodesdeelguadarnés,y los

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tuvoallítanaisladosqueelrestodelagranjaprontoseolvidódesuexistencia.

Elmisteriodeldestinode la lecheprontose resolvió.Semezclaba todoslosdíasconlacomidadeloscerdos.Madurabanlasprimerasmanzanasylahierbadelahuertaestaballenadefrutacaída.Losanimaleshabíandadoporhechoque se repartiríandemaneraequitativa,peroundía llegó laordendequetodalafrutaseríarecogidayllevadaalguadarnésparausodeloscerdos.Algunosdelosotrosanimalessequejaron,peronosirviódenada.Todosloscerdosestabandeacuerdoenesepunto, inclusoBoladeNieveyNapoleón.EnviaronaChillónadarlasexplicacionesnecesariasalosdemás.

—¡Camaradas!—gritó—.Esperoquenopenséisqueloscerdoshacemosestoconespíritudeegoísmoydeprivilegio.Laverdadesqueamuchosnonos gustan la leche ni las manzanas. A mí, por ejemplo, no me gustan. Elúnicoobjetivoque tenemos,alcomeresascosas,espreservarnuestra salud.La lechey lasmanzanas (lohademostrado laciencia,camaradas)contienensustancias totalmente necesarias para el bienestar del cerdo. Los cerdostrabajamos con el cerebro. La gestión y la organización de esta granjadependen de nosotros. Día y noche velamos por vuestro bienestar. Es porvuestro bien que bebemos la leche y comemos las manzanas. ¿Sabéis quéocurriría si los cerdosno cumpliéramosconnuestrodeber? ¡Volvería Jones!¡Sí,volveríaJones!Ynocreo,camaradas—exclamóChillón,casisuplicante,brincandoymoviendolacola—,queningunodevosotrosquieraverdenuevoaJones.

Si de algo los animales estaban completamente seguros era de que noquerían la vuelta de Jones. Al oír las cosas explicadas de ese modo noencontraronnadaqueobjetar.Laimportanciadeconservarelbuenestadodesalud de los cerdos era demasiado evidente. Se acordó entonces, sin másdiscusión, que la leche y las manzanas caídas (y también el grueso de lacosecha,cuandomadurase)sereservaríansoloparaloscerdos.

IV

A finales del verano la noticia de lo que había ocurrido en la GranjaAnimal se conocía en medio condado. Todos los días Bola de Nieve yNapoleónenviabanbandadasdepalomasconinstruccionesdemezclarseconlos animales de las granjas vecinas, contarles la historia de la Rebelión yenseñarleslacanción«BestiasdeInglaterra».

ElseñorJoneshabíapasadolamayorpartedeesetiempoenelbarLeónRojo de Willingdon, quejándose ante quien quisiera escucharlo de la

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monstruosainjusticiaquehabíasufridoalserexpulsadodesupropiedadporuna panda de animales inútiles. En principio, los otros agricultores semostraroncomprensivos,peronoleprestaronmuchaayuda.Enelfondo,cadaunosepreguntabaensecretosinopodríasacaralgunaventajadeladesgraciadeJones.Eraunasuertequelospropietariosdelasdosgranjaslindantesconla Granja Animal se llevaran siempre mal. Una de ellas, llamadaMonterraposo, era una granja grande, olvidada, anticuada, cubierta debosques,contodaslastierrasdepastoreoagotadasylossetosenvergonzosoestado.Sudueño,elseñorPilkington,eraunhacendadobonachónquepasabalamayorpartedesutiempopescandoocazando,segúnlatemporada.Laotragranja,llamadaCampocorto,eramáspequeñayestabamejorconservada.Sudueñoera el señorFrederick,hombreduro, astuto,metidopermanentementeenpleitosyfamosoporsucapacidadpararegatear.Losdosseodiabantantoque les costaba llegar a acuerdos, aunque fuera en defensa de sus propiosintereses.

Sin embargo, ambos estaban asustados por la rebelión de la GranjaAnimal,ymuyinteresadosenimpedirquesuspropiosanimalesseenterarandelosdetalles.Alprincipioselotomaronenbromayridiculizaronlaideadequelosanimalespudierangestionarlagranja.Enquincedíashabríaterminadotodo, decían. Hicieron correr el rumor de que los animales de la GranjaSolariega (insistían en llamarla Granja Solariega; no toleraban el nombreGranja Animal) estaban todo el tiempo peleando entre ellos y tambiénmuriéndosepocoapocodehambre.

Cuandopasóel tiempoy fue evidenteque los animalesno semoríandehambre,FrederickyPilkingtoncambiarondeestrategiayempezaronahablardelasmaldadesterriblesqueahorasecometíanenlaGranjaAnimal.

Anunciaron que los animales practicaban el canibalismo, se torturabanunosaotrosconherradurasalrojovivoycompartíanasushembras.Esoeraloquepasabaporrebelarsecontralasleyesdelanaturaleza,decíanFrederickyPilkington.

Noobstante,nadie terminabadecreer esashistorias.Los rumoresacercadeunagranjaespléndidaenlaquehabíanexpulsadoalossereshumanosylosanimalesseocupabandesuspropiosasuntossiguieroncirculandodemaneravagay distorsionada, y durante todo ese añounaola de rebeldía recorrió elcampo. Los toros que siempre habían sido dóciles se volvieron de repentesalvajes, las ovejas derribaban los setos y devoraban el trébol, las vacaspateaban el balde, los caballos de caza se negaban a saltar las vallas yarrojabanporencimaalosjinetes.Sobretodo,nadiedesconocíalamelodíanisiquieralaspalabrasde«BestiasdeInglaterra»,quesehabíanpropagadoconunavelocidadasombrosa.Los sereshumanosnopodíancontener la rabiaaloíresacanción,peroactuabancomosisololesparecieraalgoridículo.Decían

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quenoentendíancómohastalosanimalespodíanprestarseacantarsemejantetontería.Todoanimalsorprendidocantandoesacanciónrecibíaunapalizaenelacto.Sinembargo,eraalgoirreprimible.Losmirloslasilbabanenlossetos,las palomas la arrullaban en los olmos, se metía en el estruendo de lasherreríasyenlamelodíadelascampanasdelasiglesias.Ycuandolossereshumanos la escuchaban, en el fondo se estremecíanporqueoían en ellaunaprofecíadesufuturacondena.

Aprincipiosdeoctubre,cuandoelmaízestabacortadoyapiladoyenparteyatrillado,llegórevoloteandoporelaireunabandadadepalomasqueseposóenelpatiodelaGranjaAnimalcongranalboroto.Jonesytodossushombres,con media docena de peones empleados por Monterraposo y Campocorto,habíanentradoporelportónde lagranjay seacercabanporel caminoparacarros. Todos llevaban palos, menos Jones, que iba delante empuñando unarma.Nohabíadudadequeibanaintentarlareconquistadelagranja.

Eso era algo que esperaban desde hacía mucho tiempo y habían hechotodos lospreparativos.BoladeNieve,quehabíaestudiadounviejo librodelas campañas de Julio César encontrado en la granja, estaba a cargo de lasoperacionesdefensivas.Diosusórdenesconrapidezyenunpardeminutoscadaanimalocupósupuesto.

Cuandolossereshumanosseacercaronalosedificiosdelagranja,BoladeNieve lanzó el primer ataque. Todas las palomas, treinta y cinco en total,empezaron a dar vueltas en el aire y a evacuar sobre las cabezas de loshombres,ymientrasloshombresestabandistraídoslosgansos,quesehabíanescondidodetrásdelseto,selesecharonencimaylespicotearonconsañalaspantorrillas.Peroaquellonoeramásqueunaescaramuzaparadistraerlos,paracrearunpocodedesorden,yloshombres,conlospalos,echaronconfacilidadalosgansos.BoladeNievelanzóentonceslasegundalíneadeataque.Muriel,Benjamíny todas lasovejas, conBoladeNievea lacabeza, seabalanzaronsobreellosy los rodearonyembistieronmientrasBenjamín loscoceabaconlas pequeñas pezuñas. Pero los hombres, con los palos y las botas de suelaclaveteada, lograron imponerse, y de repente, ante un chillido de Bola deNieve,queera laseñalderetirada, todoslosanimalesdieronmediavueltayhuyeronmetiéndoseporlapuertadelcorral.

Los hombres lanzaron un grito de triunfo. Vieron, imaginaron, que susenemigosescapaban,y lospersiguieronendesorden.Esoera loqueBoladeNieve esperaba. En cuanto entraron en el corral, los tres caballos, las tresvacas y los restantes cerdos, que habían estado al acecho en el establo,aparecieron de repente por la retaguardia, cortándoles la retirada. Bola deNieve dio la orden de atacar. Élmismo se arrojó sobre Jones. Jones lo viovenir,levantólaescopetaydisparó.

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Losperdigonesdejaronunas rayassanguinolentasenel lomodeBoladeNieveyunaovejacayómuerta.Sindetenerseniun instante,BoladeNievearrojósusnoventakiloscontra laspiernasdeJones. Jonesvolóy fueacaersobreunmontóndeestiércolylaescopetaseleescapódelasmanos.Peroelespectáculo más aterrador era el de Boxeador encabritado sobre las patastraserasy arremetiendocon los enormes cascosherrados comoun semental.SuprimergolpealcanzóenelcráneoaunmozodecuadradeMonterraposo,quequedótendidosinvidaenellodo.Alvereso,varioshombressoltaronlospalos y trataron de huir, presas del pánico. Juntos, los animales lospersiguieronportodoelcorral.Loscorneaban,lospateaban,losmordían,lospisoteaban.Nohubounsoloanimalenlagranjaquenosevengaradeellosasumanera.Hastalagatasaltórepentinamentedeuntejadoyaterrizósobreloshombrosdeunvaquero,aquienhundió lasgarrasenelcuello,arrancándoleun grito horrible. En un momento se abrió la puerta y los hombresaprovecharon para salir corriendo, buscando desesperados la carretera. Así,cincominutosdespuésdesuinvasión,sebatieronenignominiosaretiradaporel mismo camino que los había traído, perseguidos por una bandada desiseantesgansosquenodejabandepicotearleslaspantorrillas.

Se habían ido todos los hombres menos uno. En el corral, Boxeadorempujabaconunapezuñaalmozodecuadraqueyacíabocaabajoenellodo,tratandodedarlelavuelta.Elmuchachonosemovía.

—Estámuerto—dijoBoxeadorcontristeza—.Noteníaningunaintencióndehacereso.Meolvidédeque llevabazapatosdehierro.¿Quiénvaacreerquenolohiceapropósito?

—¡Nadade sentimentalismo,camarada!—gritóBoladeNieve,decuyasheridasseguíamanandosangre—.Laguerraeslaguerra.Elúnicoserhumanobuenoeselserhumanomuerto.

—Nodeseoquitar lavidaanadie,ni siquieraaunserhumano—repitióBoxeador;teníalosojosllenosdelágrimas.

—¿DóndeestáMarieta?—exclamóalguien.

Era cierto que faltaba Marieta. Por un momento se alarmaron mucho;temían que los hombres le hubieran hecho algún daño, o incluso que se lahubieran llevado.Peroal final laencontraronescondidaensuestablocon lacabezametidaenelhenodelpesebre.Aloíreldisparode laescopetahabíaechadoacorrer.Ycuandovolvierondespuésdebuscarla,descubrieronqueelmozodecuadra,queenrealidadsoloestabaaturdido,sehabía recuperadoyhabíahuido.

Muyexcitados,losanimaleshabíanvueltoareunirse,ycadaunocontabaavoz en cuello sus hazañas en la batalla. De inmediato improvisaron una

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celebracióndelavictoria.Izaronlabanderaycantaronvariasveces«BestiasdeInglaterra»;despuésorganizaronunsolemnefuneralporlaovejamuertaycolocaronencimadesutumbaunamatadeespino.Juntoalatumba,BoladeNievepronuncióunpequeñodiscurso,haciendohincapiéen lanecesidaddequetodoslosanimalesseprepararanparamorirporlaGranjaAnimalsifueranecesario.

Los animales decidieron unánimemente crear una condecoraciónmilitar,«Héroeanimaldeprimeraclase»,queenelactofueconferidaaBoladeNievey Boxeador. Consistía en una medalla de bronce (en realidad eran viejosadornos de latón que habían encontrado en el guadarnés) para usar losdomingos y los días festivos. También crearon «Héroe animal de segundaclase»que,atítulopóstumo,fueconferidaalaovejamuerta.

Discutieron mucho qué nombre poner a la batalla. Al final la llamaronBatalladelEstablode lasVacas,yaqueeraallídondesehabíaproducidolaemboscada.LaescopetadelseñorJonesapareciótiradaenelbarro,ysesabíaquehabíaunaprovisióndecartuchosenlacasa.Sedecidiócolocarelarmaalpiedelmástil,comounapiezadeartillería,ydispararladosvecesalaño:unael 12 de octubre, aniversario de laBatalla del Establo, y otra el día de SanJuan,aniversariodelaRebelión.

V

A medida que se acercaba el invierno, Marieta se iba volviendo másfastidiosa.Llegabatardealtrabajotodaslasmañanasysedisculpabadiciendoque se había quedado dormida, y se quejaba de doloresmisteriosos aunqueteníaunexcelenteapetito.Concualquierpretextoabandonabaeltrabajoeibaalbebedero,dondesequedabamirandosupropioreflejoenelaguacomounatonta.Perotambiénhabíarumoresdealgomásserio.Undía,cuandoMarietasaliódespreocupadamentealcorral,coqueteandoconlalargacolaymascandountallodeheno,Trébollallevóaparte.

—Marieta—dijo—, tengoalgomuyserioquedecirte.Estamañana tevimirandoporencimadel setoquesepara laGranjaAnimaldeMonterraposo.Del otro lado del seto andaba uno de los peones del señor Pilkington. Yaunqueyoestabamuylejos,tengocasilacertezadehabervistoquetehablabayquetútedejabasacariciarlanariz.¿Quésignificaeso,Marieta?

—¡No,nohizoeso!¡Yonoestabaallí!¡Noescierto!—exclamóMarieta,empezandoahacercabriolasyapatearelsuelo.

—¡Marieta!Mírame a la cara. ¿Me das tu palabra de honor de que ese

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hombrenoteestabaacariciandolanariz?

—¡Noescierto!—repitióMarieta,peronopodíamiraraTrébolalacara;derepenteechóacorrerysealejóalgalopehaciaelcampo.

ATrébolseleocurrióunaidea.Sindecirnadaalosdemás,fuealestablodeMarietayrevolviólapajaconlapata.Escondidosdebajodelapajahabíaunmontoncitodeterronesdeazúcaryvariascintasdediferentescolores.

TresdíasmástardeMarietadesapareció.Durantealgunassemanasnadasesupodesuparadero,yentonceslaspalomasinformarondequelahabíanvistoalotroladodeWillingdon.Estabaentrelasvarasdeunelegantecarropintadode rojoynegro, detenidodelantedeuna taberna.Unhombregordode caraenrojecida, pantalones bombachos a cuadros y polainas, que parecía untabernero,leacariciabalanarizyledabaazúcar.Marietateníaelpeloreciéncortado y llevaba una cinta escarlata en la crin. Según las palomas, parecíamuysatisfecha.Ningunodelosanimalesmencionónuncamássunombre.

En enero hizo un frío glacial.La tierra era comohierro y nada se podíahacerenelcampo.Secelebraronmuchasreunionesenelestabloprincipalyloscerdosseocuparondeplanificarel trabajode la temporadasiguiente.Sehabíallegadoaaceptarqueloscerdos,manifiestamentemásinteligentesqueel resto de los animales, debían decidir todas las cuestiones de políticaagrícola,aunquehabíaqueratificarsusdecisionespormayoríadevotos.Eseacuerdohabría funcionado razonablemente sino fuerapor lasdisputasentreBoladeNieveyNapoleón.Discrepabanencuantofueraposiblediscrepar.Siunoproponíasembrarunasuperficiemayordecebada,elotroconseguridadexigíaunasuperficiemayordeavena,ysiunodecíaquetalocualcampoeraperfectopararepollos,elotrodeclarabaquesoloservíaparatubérculos.Cadauno teníasuspropiosseguidoresyhabíadebatesviolentos.En las reunionesBoladeNieveobteníaamenudolamayoríaconsusbrillantesdiscursos,peroNapoleón teníamás capacidad para obtener apoyos en los intervalos. Sobretodoteníaéxitoconlasovejas.Enlosúltimostiemposalasovejasleshabíadado por balar: «Cuatro patas, sí; dos patas, no» en cualquier momento,interrumpiendo a menudo la reunión. Se observó que tendían a salir con«Cuatropatas,sí;dospatas,no»enlosmomentosdecisivosdelosdiscursosde Bola de Nieve. Bola de Nieve había estudiado de manera minuciosaalgunosviejosnúmerosdeAgricultoryganadero,quehabíaencontradoenlagranja, y estaba lleno de planes para innovaciones y mejoras. Hablaba conautoridad sobre el drenaje de los campos, el ensilaje y el tratamiento de labasura,yhabíaelaboradouncomplicadoproyectoparaquetodoslosanimalesdejaran su estiércol directamente en los campos, en un lugar diferente cadadía,paraahorrareltrabajodeacarreo.

Napoleón no presentaba proyectos propios, pero por lo bajo andaba

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diciendo que los de Bola de Nieve no servirían para nada, y parecía estaresperandoelmomentooportuno.Perodetodassuscontroversias,ningunafuetanreñidacomolaquelosenfrentóporelmolinodeviento.

En la extensapradera, no lejosde los edificios, habíaunapequeña lomaque era el puntomás alto de la granja.Después de inspeccionar el terreno,BoladeNievedeclaróqueeseeraelsitioindicadoparainstalarunmolinodeviento,queharía funcionarunadinamoysuministraríaenergíaeléctricaa lafinca.Esopermitiríadar luza lascuadrasyponercalefaccióneninvierno,ytambién haría funcionar una sierra circular, una trituradora de paja, unacortadora de remolacha forrajera y una ordeñadora eléctrica. Los animalesnuncahabíanoídohablardenadaparecido(lagranjaeraanticuadaysoloteníalamaquinariamás primitiva), y escuchaban con asombro,mientras Bola deNieve evocaba imágenes de máquinas fantásticas que harían su trabajomientrasellospastabanasusanchasenelcampoocultivabanlamenteconlalecturaylaconversación.

A las pocas semanas, Bola deNieve terminó de perfeccionar los planosparalaconstruccióndelmolino.Losdetallesmecánicosproveníansobretodode tres librosquehabíanpertenecidoalseñorJones:Milcosasútilespara lacasa, Cada hombre tiene su albañil y Electricidad para principiantes. En elcobertizo que Bola de Nieve usaba como estudio habían estado antes lasincubadoras,yteníaunsuelodemaderasuave,adecuadoparadibujarencima.Seencerrabaallídurantehoras.Conloslibrosabiertosmediantelaayudadeunapiedra,apretandounpedazodetizaconlapezuña,avanzabayretrocedíaconrapidez,dibujandounalíneatrasotrayprofiriendogemidosdeexcitación.Pocoapoco,losplanosseconvirtieronenunamasacomplicadademanivelasyruedasdentadasquecubríanmásdelamitaddelsueloyqueparalosdemásanimales resultaban completamente ininteligibles pero muy impresionantes.TodosacudíanaverlosdibujosdeBoladeNieveporlomenosunavezaldía.Hastalasgallinasylospatosiban,yseesforzabanpornopisarlasmarcasdetiza. Solo Napoleón se mantenía al margen. Desde el principio se habíadeclarado contrario al molino de viento. Sin embargo, un día apareció demanera inesperada para examinar los planos. Caminó pesadamente por elcobertizo, observando de cerca cada detalle y olfateándolo un par de vecesantes de quedarse un rato contemplándolo por el rabillo del ojo; de repentelevantólapata,orinósobrelosdibujosysaliósinpronunciarunapalabra.

Lagranjaenteraestabaprofundamentedivididaporeltemadelmolinodeviento.BoladeNievenonegabaquelaconstrucciónseríaunaempresadifícil.Habría que transportar las piedras e ir colocándolas en las paredes; despuéshabríaquefabricar lasaspasyacontinuaciónnecesitaríandinamosycables.(BoladeNievenodecíacómoharíanparaconseguirlos.)Perososteníaqueenunañosepodríahacertodo.Yapartirdeesemomento,declaraba,seahorraría

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tantotrabajoquelosanimalessolotendríanquetrabajartresdíasalasemana.Napoleón, por su parte, sostenía que la gran necesidad del momento eraaumentarlaproduccióndealimentos,yquesiperdíaneltiempoconelmolinode viento todos se morirían de hambre. Los animales se dividieron en dosfacciones,cadaunaconsulema:«VoteporBoladeNieveylasemanadetresdías»y«VoteporNapoleónyelpesebrelleno».Benjamíneraelúnicoanimalque no se había aliado con ninguno de los bandos. Se negaba a creer quehubiera más abundancia de comida o que el molino de viento les ahorraratrabajo.Conosinmolinodeviento,decía,lavidaseguiríasiendolamismadesiempre:esdecir,mala.

Apartede lasdisputassobreelmolinodeviento,estaba lacuestiónde ladefensadelagranja.Sabíanbienque,aunquelossereshumanoshabíansidoderrotadosenlaBatalladelEstablo,podríanhacerotrointento,másdecidido,por recuperar la granja y restituir al señor Jones. Razones no les faltaban,porquelanoticiadesuderrotasehabíaextendidoporelcampoyhabíapuestomás nerviosos que nunca a los animales de las granjas vecinas. Como decostumbre, Bola de Nieve y Napoleón estaban en desacuerdo. SegúnNapoleón, loque los animalesdebíanhacer era conseguir armasde fuegoyaprenderausarlas.SegúnBoladeNieve,debíanenviarcadavezmáspalomasy provocar la rebelión de los animales de las otras granjas. El primeroargumentabaquesinopodíandefenderseseríanfatalmenteconquistadosyelsegundo argumentaba que si se producían rebeliones en todas partes, nonecesitarían defenderse. Los animales escuchaban primero a Napoleón ydespuésaBoladeNieveynosabíanaquiéndarlarazón;dehecho,siempreestabandeacuerdoconelquehablabaenesemomento.

Por fin llegóeldíaenelquequedaron terminados losplanosdeBoladeNieve. En la reunión del domingo siguiente se sometería a votación elproyecto de construcción del molino de viento. Cuando los animalesestuvieronreunidosenelestabloprincipal,BoladeNieveselevantóy,apesarde algunas interrupciones por los balidos de las ovejas, expuso sus razonesparadefender laconstruccióndelmolino.DespuésNapoleónse levantópararesponder.Dijo,sin levantar lavoz,queelmolinoerauna tontería,aconsejóquenadievotaraporélyenseguidavolvióa sentarse; apenashabíahabladotreintasegundosyparecíaindiferentealefectodesuspalabras.Aloírlas,Bolade Nieve se levantó de un salto, hizo callar con un grito a las ovejas, quehabían empezado a balar de nuevo, e inició un apasionado llamamiento enfavordelmolinodeviento.Hastaesemomentolassimpatíasdelosanimaleshabíanestadocasirepartidaspor igual,peroporuninstante laelocuenciadeBoladeNieveloshabíaentusiasmado.Confrasesbrillantespintóunretratodecómo sería la granja si los animales no tuvieran que soportar el peso delsórdidotrabajo.Ahorasuimaginaciónibamuchomásalládelastrituradorasde paja y las cortadoras de nabos. La electricidad, decía, podría hacer

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funcionar trilladoras, arados, gradas, rodillos, segadoras y empacadoras,además de dar a cada establo su propia luz eléctrica, agua caliente y fría ycalefacción. Cuando terminó de hablar, no había ninguna duda sobre elresultadodelavotación.PeroenesemomentoNapoleónselevantó,echóunaextrañamiradadereojoaBoladeNieveylanzóunchillidoestridentecomonadielehabíaconocidojamás.

De repente se produjo un terrible aullido fuera, y nueve perros enormescon collares tachonados de clavos entraron violentamente en el establo. SelanzarondirectamentehaciaBoladeNieve,queapenaslogrósaltara tiempoparaescapardesuscolmillos.

Enun instante salió por la puerta, perseguidopor los perros.Demasiadoasombradosyasustadosparahablar,losanimalesseapiñaronenlapuertaparaobservarlapersecución.BoladeNievecorríaporlaslargastierrasdepastoreoquellevabanalacarretera.Corríacomosolouncerdopuedecorrer,perolosperros le pisaban los talones.De repente resbaló y pareció que ya le daríanalcance. Se levantó y siguió corriendo más rápido que nunca, mientras losperrosacortabanladistancia.UnodeelloscasilogróatraparconlamandíbulalacoladeBoladeNieve,peroBoladeNievelaapartóatiempo.Despuéshizounesfuerzoadicionaly,conunoscentímetrosdeventaja,seescabullóporunagujeroquehabíaenelsetoynoseloviomás.

Silenciosos y aterrorizados, los animales volvieron cabizbajos al establo.Enuninstantereaparecieronlosperros.Alprincipionadieentendíadedóndehabían salido esas criaturas, pero pronto se resolvió el problema: eran loscachorros que Napoleón había quitado a sus madres y criado de maneraparticular. Aunque todavía no eran totalmente adultos, tenían un tamañoenormeyaspectode lobosferoces.SeacercaronaNapoleónysevioque lemeneabanlacolacomosolíanhacerlosotrosperrosconelseñorJones.

Napoleón, acompañado por los perros, subió hasta la parte elevada delsuelo desde donde había pronunciado su discurso el Comandante. Anuncióque a partir de esemomento no habríamás reuniones los domingos por lamañana.Eraninnecesarias,dijo,yunapérdidadetiempo.Enelfuturotodaslascuestionesrelativasalfuncionamientodelagranjaseríanresueltasporuncomité especial de cerdos presidido por élmismo. Ese comité se reuniría apuertas cerradas y después comunicaría sus decisiones a los demás. Losanimales seguirían reuniéndose los domingos por lamañana para saludar labandera,cantar«BestiasdeInglaterra»yrecibirlasórdenesdelasemana,peronohabríamásdebates.

ApesardelaconmociónprovocadaporlaexpulsióndeBoladeNieve,eseanuncio consternó a los animales. Varios de ellos habrían protestado sihubiesenpodidoencontrarlosargumentosadecuados.HastaBoxeadorestaba

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algoperturbado.Echólasorejashaciaatrás,sacudióvariasveceslacrinyseesforzóporponerenordenlospensamientos;alfinalnoseleocurriónadaquedecir. Pero algunos de los cerdos eran más elocuentes. Cuatro cochinosjóvenes situados en la primera fila lanzaron estridentes chillidos dedesaprobación,yloscuatrosepusierondepieyempezaronahablaralmismotiempo.Derepente,losperrossentadosalrededordeNapoleónsoltaronunosgruñidosgravesyamenazadoresyloscerdoscallaronyvolvieronasentarse.Entonceslasovejassepusieronabalarcontremendafuerza«¡Cuatropatas,sí;dospatas,no!»;elgriteríoseprolongódurantecasiuncuartodehoraypusofinacualquierposibilidaddediscusión.

Después enviaron aChillón a recorrer la granja para explicar las nuevasdisposicionesalosdemás.

—Camaradas —decía—, confío en que todos los animales aprecien elsacrificioquehahechoelcamaradaNapoleónalasumirestanuevatarea.¡Noimaginéis,camaradas,queel liderazgoesunplacer!Porelcontrario,esunahondaypesadaresponsabilidad.NadiecreeconmásfirmezaqueelcamaradaNapoleón en la igualdad de todos los animales. Le encantaría dejar quevosotros tomarais vuestras decisiones. Pero a veces podríais equivocaros,camaradas,y¿quépasaría entonces?¿Quépasaría,por ejemplo, sihubieraisdecididoapoyaraBoladeNieveysuestupidezsobrelosmolinosdeviento,aBoladeNieve,que,comoahorasabemos,noesmásqueuncriminal?

—LuchóconvalentíaenlaBatalladelEstablodelasVacas—dijoalguien.

—La valentía no basta—dijo Chillón—. La lealtad y la obediencia sonmásimportantes.YencuantoalaBatalladelEstablodelasVacas,creoquellegará el momento en que descubriremos que la participación de Bola deNieveseexagerómucho.¡Disciplina,camaradas,disciplinadehierro!Esaeshoy la consigna. Un paso en falso y los enemigos se nos echarán encima.Estoyseguro,camaradas,dequenadiedeseaquevuelvaJones.

Denuevo,eseargumentoeraincontestable.Losanimalesnoquerían,porsupuesto,quevolvieraJones,ysilacelebracióndedebatesdominguerospodíaconducirasuregreso,debíasuspenderse.Boxeador,quehabíatenidotiempopara reflexionar, expresó el sentimiento general con estas palabras: «Si elcamarada Napoleón lo dice, debe de ser cierto». Y adoptó la máxima:«Napoleón siempre tiene razón», que añadió a su lemapersonal: «Trabajarémásduro».

A esas alturas el tiempo había cambiado y los trabajos de labranzahabitualesen laprimaveraestabancomenzando.El cobertizodondeBoladeNieve había dibujado los planos del molino de viento estaba cerrado y sesuponíaquelosplanoshabíansidoborradosdelsuelo.Todoslosdomingosalas diez de la mañana los animales se reunían en el establo principal para

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recibirlasórdenessemanales.HabíandesenterradodelahuertaelcráneodelViejoComandante,ahoradespojadodelacarne,ylohabíancolocadosobreuntocón, al piedelmástil, junto a la escopeta.Despuésde izar labandera, losanimalesteníanquedesfilarpordelantedelcráneodemanerareverenteantesdeentrarenelestablo.Ahoranosesentabantodosjuntoscómoenotraépoca.

Napoleón, con Chillón y otro cerdo llamado Mínimus, que poseía unextraordinariodonparacomponercancionesypoemas,sesentabaenlapartedelanteradelaplataformaelevada,conlosnueveperrosjóvenesformandounsemicírculoalrededorylosotroscerdossentadosdetrás.Losdemásanimalesse sentaban frente a ellos en el cuerpoprincipal del establo.Napoleón dabalecturaalasresolucionesdelasemanaenunásperoestilomilitar,ydespuésde cantar una sola vez «Bestias de Inglaterra», todos los animales sedispersaban.

EltercerdomingodespuésdelaexpulsióndeBoladeNieve,losanimalessesorprendieronbastantealoíraNapoleónanunciarquedespuésde todoseconstruiríaelmolinodeviento.Noexplicóporquéhabíacambiadode idea,pero advirtió a los animalesdeque esa tarea adicional implicaríaun trabajomuy duro; incluso podrían llegar a tener que reducir las raciones. Pero losplanos estaban preparados hasta el último detalle. Un comité especial decerdoshabía estado trabajandoenellosdurante las tresúltimas semanas.Secalculabaquelaconstruccióndeledificio,conalgunasotrasmejoras,llevaríadosaños.

Esa noche, Chillón explicó en privado al resto de los animales que enrealidad Napoleón nunca se había opuesto al molino de viento. Por elcontrario,élhabíasidoelprimeroenproponerlo,yelplanoqueBoladeNievehabíadibujadoenelsuelodelcobertizodelaincubadorahabíasidorobadodeentrelospapelesdeNapoleón.Elmolinodevientoera,dehecho,creacióndeNapoleón. ¿Por qué, entonces, preguntó alguien, se había opuesto a suconstrucción de manera tan tenaz? En el rostro de Chillón se dibujó unaexpresióntraviesa.Eso,dijo,habíasidopuraastuciadelcamaradaNapoleón.Solo había parecido que se oponía almolino de viento como unamaniobraparadeshacersedeBoladeNieve,queeraunpersonajepeligrosoyunamalainfluencia.Ahora que habían quitado de enmedio aBola deNieve, el planpodría seguir adelante sin su interferencia. Eso, dijo Chillón, se llamabatáctica. Lo repitió varias veces: «¡Táctica, camaradas, táctica!», saltando ymoviendo la cola con una risa alegre. Los animales no sabían bien quésignificabaesapalabra,peroChillónhabíasidotanpersuasivoylostresperrosque loacompañabangruñerondemanera tanamenazadoraqueaceptaron suexplicaciónsinmáspreguntas.

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VI

Todo ese año los animales trabajaron como esclavos. Pero el trabajo loshacíafelices;comosabíanquetodoloquehacíanlosbeneficiaríaaellosyasusdescendientesynoaunapandilladesereshumanosociososyladrones,noahorrabanesfuerzosnisacrificios.

Durantetodalaprimaverayelveranotrabajaronsesentahorasporsemana,yenagostoNapoleónanuncióquetambiéntendríanquetrabajarlosdomingospor la tarde. Ese trabajo era estrictamente voluntario, pero el animal que senegaraahacerloveríareducidassusracionesalamitad.Aunasí,nopudieroncumplir ciertas tareas. La cosecha no había sido tan buena como el añoanterior, y dos campos donde tendrían que haber sembrado tubérculos acomienzos del verano seguían esperando porque no habían podido ararlos atiempo.Pococostabapreverqueelsiguienteinviernoseríamuyduro.

Elmolino de viento presentó dificultades inesperadas. Tenían una buenacanteradepiedracalizaenlagranja,yhabíanencontradounagrancantidaddearena y cemento en una de las dependencias, de manera que todos losmaterialesparalaconstrucciónestabanasualcance.Peroelproblemaqueenun primermomento no pudieron resolver los animales fue cómo romper lapiedraentrozosdeltamañoadecuado.Parecíaquelaúnicamaneradehacerloeraconpicosypalancas,queningúnanimalpodíautilizarporquenoandabaerguido sobre las patas traseras. Solo después de semanas de esfuerzo vanotuvoalguienlaideaapropiada:utilizarlafuerzadelagravedad.Elfondodelacantera estaba cubierto de enormes cantos rodados, demasiado grandes paraser utilizados.Los animales los ataban con cuerdas y después, todos juntos,vacas, caballos, ovejas, cualquier animal que pudiera aferrar la cuerda—aveces incluso participaban los cerdos en los momentos críticos—, losarrastrabanconlentituddesesperanteporlaladerahastalacimadelacantera,desde donde los arrojaban por el borde para que al caer se rompieran enpedazos.Eltransportedelapiedraunavezrotaerarelativamentesencillo.Loscaballosselallevabanenelcarro,lasovejasarrastrabanbloquesindividuales;hastaMurielyBenjamín,tirandodeuncochedegobernanta,hacíanlosuyo.Afinales del verano habían acumulado una cantidad suficiente de piedra yentoncesdieroncomienzoalaconstrucción,supervisadosporloscerdos.

Pero era un proceso lento y laborioso. Con frecuencia tardaban un díaentero de esfuerzo agotador en arrastrar una sola piedra hasta la cima de lacantera, y a veces, cuando la arrojaban por el borde, no se rompía. NadahubierasidoposiblesinBoxeador,cuyafuerzaparecíaequivaleraladelrestodelosanimalesjuntos.

Cuando la piedra empezaba a resbalar y los animales, arrastrados ladera

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abajo, gritaban desesperados, era siempre Boxeador quien, sujetando confuerza la cuerda, lograba detener la piedra. Verlo afanarse centímetro acentímetro cuesta arriba, jadeando, arañando el suelo con las puntas de loscascos,losenormesflancosempapadosdesudor,despertabalaadmiracióndetodos.Trébolleadvertíaavecesquesecuidaraynoseesforzaratanto,peroBoxeador nunca le hacía caso. En sus dos lemas («Trabajaré más duro» y«Napoleón siempre tiene razón») parecía encontrar respuesta suficiente atodos sus problemas. Había acordado con el gallo joven que lo llamara nomediahorasinotrescuartosdehoramástempranotodaslasmañanas.Yenlosratos libres, que ahora no le sobraban, iba solo a la cantera, preparaba unacarga de piedra picada y la arrastraba sin ayuda hasta el lugar donde seencontrabaelmolinodeviento.

A pesar de la dureza del trabajo, los animales no pasaron tan mal eseverano.AunquenohabíamáscomidaqueenlaépocadeJones,tampocohabíamenos. La ventaja de tener que alimentarse ellos solos, y no tener quemanteneracincoextravagantessereshumanos,eratangrandequeharíanfaltamuchos fracasos para perderla. Y enmuchos sentidos la manera animal dehacerlascosaseramáseficienteyahorrabatrabajo.Porejemplo, la tareadearrancarlasmalashierbassepodíahacerconunaminuciosidadimposibleparalossereshumanos.Además,comoahoraningúnanimalrobaba,nohacíafaltautilizar cercas para separar los pastizales de las tierras cultivables, lo queahorrabamuchamanodeobradestinadaalmantenimientodesetosypuertas.Sinembargo,alavanzarelveranoempezaronaescaseardemaneraimprevistaalgunas cosas. Faltaba queroseno, clavos, cuerdas, galletas para perros ytambién hierro para las herraduras de los caballos, nada de lo cual podíaproducirse en la granja. Más tarde también harían falta semillas y abonosartificiales,ademásdealgunasherramientasy,finalmente,lamaquinariaparaelmolinodeviento.Noselesocurríacómopodríanconseguirtodoeso.

Undomingoporlamañana,cuandolosanimalessereunieronpararecibirlas habituales órdenes, Napoleón anunció que había decidido adoptar unanueva política. A partir de ese momento la Granja Animal iniciaría unintercambiocon lasgranjasvecinas:no,por supuesto,conánimocomercial,sino para obtener ciertos materiales que necesitaban con urgencia. Lasnecesidadesdelmolinodevientotendríanprioridadsobretodolodemás,dijo.Estaba, por lo tanto, negociando la venta de una pila de heno y parte de lacosechadetrigodelañoencurso,yluego,sihicierafaltamásdinero,tendríanque recurrir a laventadehuevos,para loque siemprehabíaunmercadoenWillingdon.Lasgallinas,dijoNapoleón,deberíanaceptaresesacrificiocomocontribuciónespecialalaconstruccióndelmolinodeviento.

Denuevo,losanimalessintieronunavagainquietud.Notenernuncatratoalgunoconlossereshumanos,nodedicarsenuncaalcomercio,nousarnunca

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dinero…¿Noeranesasalgunasdelasdecisionesadoptadasenaquellaprimerareunión triunfal después de la expulsión de Jones? Todos los animalesrecordaban haber aprobado esas resoluciones, o al menos creían que lorecordaban. Los cuatro cerdos jóvenes que habían protestado cuandoNapoleón abolió las reuniones levantaron tímidamente la voz, pero fueronsilenciadosdeinmediatoporlostremendosgruñidosdelosperros.Entonces,comodecostumbre,irrumpieronlasovejascon«¡Cuatropatas,sí;dospatas,no!»,ylamomentáneatensiónseaflojó.Napoleónlevantólapezuñapidiendosilencioyanuncióqueyateníatododispuesto.Noharíafaltaqueningunodelos animales entrara en contacto con seres humanos, lo que sería muyindeseable.Élcargaríacontodalaresponsabilidad.UntalWhymper,abogadoquevivíaenWillingdon,habíaaccedidoaactuarcomointermediarioentrelosanimalesdelaGranjaAnimalyelmundoexterior,yvisitaríalagranjatodosloslunesporlamañanapararecibirinstrucciones.Napoleóncerróeldiscursoconelhabitualgritode«¡Viva laGranjaAnimal!»y trascantar«BestiasdeInglaterra»dioporterminadoelacto.

Después Chillón recorrió la granja tranquilizando a los animales. Lesaseguróque la resolucióncontra laparticipaciónenel comercioyelusodedineronuncasehabíaaprobado,nisiquierasugerido.Erapuraimaginación,yquizásepodíarastrearsuorigenenmentirasdifundidasporBoladeNieve.

Algunos animales seguían con dudas, y Chillón les hizo una preguntaastuta:«¿Estáissegurosdequenolohabéissoñado,camaradas?¿Tenéisalgúnregistrodeesaresolución?¿Estáescritaenalgunaparte?».Ycomoeraciertoquenadadeesoexistíaporescrito,losanimalesaceptaronconsatisfacciónsuerror.

Todos los lunes, como se había acordado, el señorWhymper visitaba lagranja.Eraunastutohombrecitodepatillas,abogadodepocamontapero lobastante listoparahabercomprendidoantesquenadieque laGranjaAnimalnecesitaría un agente al que bien valdría la pena pagar comisiones. Losanimalesobservabansuiryvenirconalgodeterroryloevitabanenlamedidade lo posible. Sin embargo, ver a Napoleón impartiendo órdenes sobre lascuatropatasaWhymper,queandabasobredos,losllenabadeorgulloyhastaciertopuntolespermitíaaceptarelnuevoplan.Surelaciónconlarazahumanaya no era exactamente la misma de antes. Los seres humanos no odiabanmenoslaGranjaAnimalahoraquedisfrutabadeciertaprosperidad;dehecho,la odiaban más que nunca. Todo ser humano tenía para sí que la fincaquebraría tarde o temprano y, sobre todo, que elmolino de viento sería unfracaso.Sereuníanenlastabernasymediantediagramassedemostrabanqueelmolino caería forzosamente, y que si seguía enpie no funcionaría nunca.Sin embargo, contra su voluntad, empezaban a sentir cierto respeto por laeficienciaconque losanimalesgestionabansuspropiosasuntos.Síntomade

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ese cambio era que habían dejado de llamar a la finca Granja Solariega yempezaban a llamarla por su propio nombre, Granja Animal. TampocodefendíanmásaJones,quehabíaperdidolaesperanzaderecuperarsugranjaysehabíaidoaviviraotrapartedelcondado.FueradelaintermediacióndeWhymper,nohabíaaúnningúncontactoentre laGranjaAnimalyelmundoexterior,perocirculabanconstantesrumoresdequeNapoleónestabaapuntodecelebrarunacuerdocomercialconelseñorPilkingtondeMonterraposoocon el señor Frederick de Campocorto pero, por supuesto, nuncasimultáneamenteconlosdos.

Fueenesaépocacuandoloscerdossemudaronderepentealacasadelagranjayseestablecieronallí.Unavezmás,losanimalescreyeronrecordarqueal comienzo se había aprobado una resolución contraria a esamedida, y denuevo Chillón logró convencerlos de su error. Era totalmente necesario,explicó,queloscerdos,comocerebrosdelagranja,tuvieranunsitiotranquiloparatrabajar.Tambiéneramásadecuadoaladignidaddellíder(últimamenteteníalacostumbrededaraNapoleóneltítulode«líder»)vivirenunacasaqueenunasimplepocilga.Noobstante,algunosdelosanimalessemolestaronalsaberqueloscerdosnosolocomíanenlacocinayusabanelsalóncomolugarde recreo sino que también dormían en las camas. Como de costumbre,Boxeador quitó importancia al asunto repitiendo lo de «¡Napoleón siempretienerazón!»,peroTrébol,quecreíarecordarunafirmedisposicióncontraelusode las camas, fuehasta el fondodel establo e intentódescifrar los sietemandamientos allí grabados. Como solo podía leer las letras una por una,recurrióaMuriel.

—Muriel—dijo—,léemeelcuartomandamiento.¿Nodicealgoacercadenodormirnuncaenunacama?

Murielleyóconciertadificultad.

—Dice:«Ningúnanimaldormiráenunacamaconsábanas».

Curiosamente,Trébolnorecordabaqueelcuartomandamientomencionaralassábanas,perocomoesoestabaenlapared,suponíaquedebíadesercierto.YChillón, que pasabapor allí en esemomento, acompañadopor dos o tresperros,logróponerlascosasensujustaperspectiva.

—¿Así que habéis oído, camaradas —dijo—, que ahora los cerdosduermen en las camas de la casa? ¿Y por qué no? Supongo que no iréis apensar que alguna vez se prohibió el uso de las camas.Una cama significanadamás que un sitio para dormir. Bienmirado, unmontón de paja en unestablo es una cama.Lanormaprohibía las sábanas, que sonuna invenciónhumana.Hemosquitadolassábanasdelascamasdelacasaydormimosentremantas.¡Yvayasisoncómodas!Peroospuedoasegurarquenomuchomáscómodasdelonecesario,camaradas,contodoeltrabajointelectualqueahora

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nos toca.¿Verdadquenoqueréisprivarnosdenuestrodescanso,camaradas?¿Verdadquenoqueréisvernosdemasiadocansadosparacumplirconnuestrosdeberes?EstoysegurodequeningunodevosotrosdeseaqueregreseJones.

Losanimalesseapresuraronatranquilizarlo,ynosevolvióatocareltemade las camas y los cerdos. Y cuando se anunció, unos días después, que apartirdeesemomentoloscerdosdormiríanporlamañanaunahoramásqueelrestodelosanimales,tampocohuboquejas.

Al llegar el otoño los animales estaban cansados pero felices. Habíantenidounañoduro,ydespuésde laventadepartede lapajaydelmaíz lasreservasdealimentosparaelinviernonoeranmuyabundantes,peroelmolinodevientocompensaba todo.Yaestabacasiamedioconstruir.Despuésde lacosecha hubo un período de tiempo despejado y seco y los animales seesforzaronmás que nunca, pensando que valía la pena afanarse todo el díallevandoytrayendobloquesdepiedrasiconesopodíanlevantarlasparedesalgunoscentímetrosmás.Boxeadorinclusoibaporlasnochesytrabajabaporsucuentaduranteunahoraodosalaluzdelalunallena.

En sus ratos libres los animales daban vueltas y vueltas alrededor delmolino inconcluso, admirando la fortaleza y la perpendicularidad de susparedesymaravillándosedesucapacidadparaconstruiralgotanimponente.Solo el viejoBenjamín se negaba a entusiasmarse con elmolino de viento,aunque,comosiempre,selimitabaarepetirelcrípticocomentariodequelosburrosvivenmuchotiempo.

Llegó noviembre con furiosos vientos del suroeste.Hubo que detener laconstrucción porque el exceso de humedad impedía mezclar el cemento.Finalmentellegóunanocheenlaqueelvientosoplócontantaviolenciaquehizo temblar los edificios y arrancó varias tejas del establo. Las gallinas sedespertaronchillandode terrorporquetodashabíansoñadoalmismotiempoconundisparodeescopetaalolejos.Porlamañana,alsalirdelosestablos,losanimalesdescubrieronquesehabíacaídoelmástildelabanderayqueunolmo,enunrincóndelahuerta,habíasidoarrancadocomosifueraunrábano.Acababan de ver eso cuando de la garganta de todos los animales brotó ungrito de desesperación. Tenían ante ellos un terrible espectáculo. Elmolinoestabaenruinas.

Corrieron todos almismo tiempo hacia el lugar.Napoleón, que rara vezsalía siquiera a dar unavuelta, fue elmás rápido.Sí, allí estaba, el frutodetodossusesfuerzoscompletamentedemolido,esparcidaspor todaspartes laspiedras que tan laboriosamente habían partido y transportado. Mudos alprincipio, se quedaron mirando con tristeza el revoltijo de piedras caídas.Napoleón iba y venía en silencio, olfateando a veces el suelo. Se le habíaendurecidolacolaylatorcíabruscamentedeunladoaotro,loquedenotaba

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unaintensaactividadmental.Derepentesedetuvocomosisumentehubierallegadoaunaconclusión.

—Camaradas—dijoenvozbaja—,¿sabéisquiéneselculpabledeesto?¿Sabéisquiéneselenemigoquehavenidoporlanocheyhaderribadonuestromolinodeviento? ¡BoladeNieve!—rugióde repenteconvozde trueno—.¡BoladeNievehahechoesto!Porpuramaldad,pensandoenretrasarnuestrosplanesyvengarsepor su ignominiosaexpulsión,ese traidor sehaarrastradohastaaquíalamparodelanocheyhadestruidonuestrotrabajodecasiunaño.Camaradas,aquíyahorapronunciolasentenciademuertedeBoladeNieve.Nombraré «Héroe animal de segunda clase» y le daré media fanega demanzanas al animal que haga justicia con él. ¡Una fanega entera a quien loapreseconvida!

LosanimalessequedaronestupefactosalenterarsedequeBoladeNievepodíaserelculpabledesemejanteacción.HuboungritodeindignaciónytodoelmundosepusoapensarenmanerasdecapturaraBoladeNievesialgunavezregresaba.Casideinmediatoaparecieronenlahierba,apocadistanciadela loma, lashuellasdeuncerdo.Solo se laspodía seguirunosmetros,peroparecíanconduciraunagujeroenelseto.Napoleónlasolióydictaminóquepertenecían a Bola de Nieve. Expresó su opinión de que Bola de NieveprobablementehabíavenidodelladodelagranjadeMonterraposo.

—¡Bastadedemoras,camaradas!—gritóNapoleóndespuésdeestudiarlashuellas—. Tenemos cosas que hacer. Esta misma mañana empezaremos areconstruirelmolino,y trabajaremosenéldurante todoel invierno, lluevaotruene. Enseñaremos a ese miserable traidor que no nos puede deshacer eltrabajocontantafacilidad.Recordad,camaradas,quenodebehaberningunaalteración en nuestros planes: los cumpliremos de manera inflexible.¡Adelante,camaradas!¡Vivaelmolinodeviento!¡VivalaGranjaAnimal!

VII

Fueuninviernoduro.Al tiempotormentososiguieronnevadasydespuésunafuerteheladaqueduróhastabienentradofebrero.Losanimalessiguierontrabajando con todas sus fuerzas en la reconstrucción delmolino de viento,sabiendo que el mundo exterior los observaba y que los envidiosos sereshumanos se alegraríany celebraríanque elmolinono estuviera terminado atiempo.

Por rencor, los seres humanos fingían no creer que la destrucción delmolino de viento fuera obra de Bola de Nieve: decían que se había caído

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porquelasparedeserandemasiadodelgadas.Losanimalessabíanquenoeraasí.De todas formas, decidieronnodar esavez a lasparedesun espesordecincuentacentímetroscomoantessinodeunmetro,loquesignificabarecogercantidadesdepiedramuchomayores.Durantemuchotiempolacanteraestuvocubiertadenieve,loqueimpedíautilizarla.Avanzaronalgodespués,durantelasecahelada,peroerauntrabajocruelylosanimaleshabíanperdidoalgodeoptimismo.Siempreteníanfríoyporlogeneral tambiénhambre.Losúnicosque nunca se desanimaban eran Boxeador y Trébol. Chillón pronunciabaexcelentesdiscursos sobre la alegríade servir a losdemásy ladignidaddeltrabajo,perolosotrosanimalesencontrabanmásinspiraciónenlafortalezadeBoxeadoryensuinfaliblegritode«¡Trabajarémásduro!».

Enenerofaltaronalimentos.Seredujodrásticamentelaracióndemaízyseanuncióquesecompensaríaconunaraciónadicionaldepatatas.Entoncessedescubrióquelamayorpartedelacosechadepatatassehabíacongeladoporquenolahabíanprotegidoconunacapadepajasuficientementegruesa.Laspatatassehabíanablandadoyhabíanperdidocolorypocaserancomestibles.Durante días enteros los animales no tuvieron para comer más que paja yremolacha.Elhambreparecíamirarlosalacara.

Era de vital importancia ocultar ese hecho al mundo exterior.Envalentonados por la caída del molino de viento, los seres humanosinventabannuevasmentirassobrelaGranjaAnimal.Decíanotravezquetodoslos animales se estaban muriendo de hambre y de enfermedades, que sepeleaban todo el tiempo y que habían recurrido al canibalismo y alinfanticidio.Napoleónsabíamuybienquesitrascendíalaverdaderasituaciónalimentaria sufrirían desastrosas consecuencias, y decidió utilizar al señorWhymper para difundir la impresión contraria. Hasta ese momento losanimaleshabían tenidopocooningúncontacto conWhymper en susvisitassemanales, pero entonces se instruyó a unos pocos animales seleccionados,sobretodoovejas,paraqueduranteelencuentrocomentarandepasadaqueleshabíanaumentadolasraciones.Además,Napoleónordenóllenardearenacasihastaeltopelosgranerospocomenosquevacíosycubriresoconlosgranosyla harina que quedaban. Con un pretexto cualquiera llevaron aWhymper arecorrereldepósitoparaquevieralosgraneros.Elhombre,engañado,siguióinformando al mundo exterior de que no había escasez de alimentos en laGranjaAnimal.

Sin embargo, hacia finales de enero era evidente que necesitaríanconseguir más cereales en algún sitio. En esa época Napoleón rara vezaparecíaenpúblico;pasabatodoeltiempoencerradoenlacasa,cuyaspuertasestaban custodiadas por perros de aspecto feroz. Cuando salía lo hacía demanera solemne, con una escolta de seis perros que lo rodeaban de cerca ygruñían si alguien se acercaba. Muchas veces ni siquiera aparecía los

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domingos por la mañana y daba las órdenes a través de otro cerdo, casisiempreChillón.

UndomingoporlamañanaChillónanuncióquelasgallinas,queacababande poner, debían entregar los huevos. Napoleón había aceptado, porintermediodeWhymper,uncontratoporcuatrocientoshuevossemanales.Elprecio fijado alcanzaría para comprar cereales y harina suficientes paramantenerlagranjahastaquellegaraelveranoymejoraranlascondiciones.

Cuando se enteraron, las gallinas manifestaron ruidosamente suindignación. Ya se les había advertido de que quizá tendrían que hacer esesacrificio, pero no habían tomado la posibilidad muy en serio. Estabanpreparándose para empollar la nidada de primavera y protestaronargumentando que quitarles los huevos en esemomento era un crimen. Porprimera vez desde la expulsión de Jones se produjo algo parecido a unarebelión.Lideradasportresjóvenesnegrasmenorquinas,lasgallinaspusierontodo su empeñoen frustrar losdeseosdeNapoleón.Sumétodoconsistía envolar hasta las vigas y poner allí los huevos, que se rompían al estrellarsecontraelsuelo.LarespuestadeNapoleónfuerápidaydespiadada.Ordenóquesedejaradealimentaralasgallinasydecretóquecualquieranimalquedieraunsologranodemaízaunagallinaseríacastigadoconlamuerte.Losperrosgarantizaron que se cumplieran esas órdenes. Las gallinas resistieron cincodías,alcabodeloscualescapitularonyvolvieronasusponederos.Entretantohabían muerto nueve de ellas. Enterraron sus cadáveres en el huerto y seanuncióquehabíanmuertodecoccidiosis.Whympernoseenteródelasuntoylos huevos fueron entregados como estaba previsto: una vez a la semana elfurgóndeuntenderoibaalagranjaabuscarlos.

Durante todo ese tiempo no se había sabido nada de Bola de Nieve.Circulabaelrumordequeestabaescondidoenunadelasgranjasvecinas,enMonterraposooenCampocorto.AesasalturasNapoleónse llevabaunpocomejorqueantescon losotrosagricultores.Sucedióquehabíaenelpatiounmontón de madera apilada allí diez años antes, después de talar un hayal.Estababienseca,yWhymperaconsejóaNapoleónque lavendiera; tantoelseñorPilkingtoncomoelseñorFrederickestabanimpacientesporcomprarla.Napoleón dudaba entre los dos y no terminaba de tomar una decisión. Seadvirtió que cada vez que parecía a punto de llegar a un acuerdo conFrederick,seanunciabaqueBoladeNieveestabaescondidoenMonterraposo;cuando se inclinaba por Pilkington, se decía que Bola de Nieve estaba enCampocorto.

Depronto,aprincipiosdelaprimavera,sedescubrióalgoalarmante.¡BoladeNievefrecuentabalagranjaensecretoporlasnoches!Losanimalesestabantanperturbadosquecasinopodíandormirenlosestablos.Todaslasnoches,sedecía,llegabaalamparodelaoscuridadycausabatodotipodedaños.Robaba

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el maíz, volcaba los cubos de la leche, rompía los huevos, pisoteaba lossemilleros, roía la cortezade los árboles frutales.Cadavezquealgoandabamal,lohabitualeraatribuírseloaBoladeNieve.Siserompíaunaventanaosetapabaundesagüe,alguienteníalacertezadequeBoladeNievehabíallegadopor la noche para hacerlo, y cuando se perdió la llave del depósito toda lagranja se convenció de que Bola de Nieve la había tirado en el pozo.Curiosamente, siguieron creyéndolo aun después de que la llave aparecieradebajodeunabolsadeharina.LasvacasconfesabanunánimementequeBoladeNieve entraba en los establos y las ordeñabamientras dormían.Se decíatambién que las ratas, tan problemáticas durante el invierno, se habíanconfabuladoconBoladeNieve.

Napoleón dispuso investigar a fondo las actividades de Bola de Nieve.Acompañado por sus perros, recorrió los edificios de la granjainspeccionándolosminuciosamente,seguidoaunarespetuosadistanciaporelresto de los animales. Cada cierto número de pasos Napoleón se detenía yolfateabaelsuelobuscandorastrosdelaspisadasdeBoladeNieve,quesegúnélpodíadetectarporelolor.Olfateócadarincóndelgranero,delestablodelasvacas,delosgallineros,delahuerta,yencontrórastrosdeBoladeNieveencasitodaspartes.Pegabaelhocicoalsuelo,olisqueabaconfuerzayconvozterrible exclamaba: «¡Bola de Nieve! ¡Ha estado aquí! ¡Lo hueloperfectamente!», y al oír las palabras «Bola de Nieve» todos los perrossoltabangruñidosaterradoresymostrabanloscolmillos.

Los animales se asustaron mucho. Sentían que Bola de Nieve era unaespecie de influencia invisible que impregnaba el aire y los amenazaba contodotipodepeligros.Porlanoche,Chillónlosreunióatodos,yconcaradepreocupaciónlesdijoqueteníanoticiasmuyserias.

—¡Camaradas—gritó,dandounossaltitosnerviosos—,sehadescubiertouna cosa terrible! ¡Bola de Nieve se ha vendido a Frederick, de la granjaCampocorto, que está tramando atacarnos y arrebatarnos la granja! Bola deNieve le servirá de guía cuando comience el ataque. Pero hay algo peor.Creíamosque la rebelióndeBoladeNievehabía sidocausada simplementepor su vanidad y por su ambición. Pero nos equivocábamos, camaradas.¿Sabéiscuálfueelverdaderomotivo?¡BoladeNieveestuvoconfabuladoconJones desde el principio! Fue todo el tiempo agente secreto de Jones. Lodemuestranunos documentos quedejó y que acabamosde descubrir.Enmiopinión,camaradas,esoexplicamuchascosas.¿Acasonovimosconnuestrospropiosojoscómointentaba,porfortunasinéxito,llevarnosaladerrotayaladestruccióndurantelabatalladelEstablodelasVacas?

Losanimaleshabíanquedadoestupefactos.Eraunamaldadquesuperabaconcrecesladestruccióndelmolinodeviento.Perotardaronvariosminutosenasimilarlanoticia.Todosrecordaban,ocreíanrecordar,habervistoaBola

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deNieveatacandoenprimeralíneadurantelaBatalladelEstablodelasVacas;cómo loshabíaunidoy animadoen todomomentoy cómonohabía cejadonunca, ni siquiera cuando los perdigones de la escopeta de Jones lo habíanheridoenellomo.Alprincipiolescostóunpocoentendercómocuadrabaesocon el apoyo a Jones.HastaBoxeador, que rara vez hacía preguntas, estabaperplejo.Seechóenelsuelo,metiódebajodelcuerpoloscascosdelanteros,cerrólosojosyconungranesfuerzologróformularsuspensamientos.

—Eso no me lo creo—dijo—. Bola de Nieve peleó con valentía en laBatalla del Establo de lasVacas. Lo vi conmis propios ojos. ¿Acaso no locondecoramos inmediatamente con la insignia de «Héroe animal de primeraclase»?

—Esofueunerror,camarada.Ahorasabemos,porqueestáescritoen losdocumentos secretos que hemos encontrado, que en realidad trataba dellevarnosaladerrota.

—Peroresultóherido—dijoBoxeador—.Todoslovimossangrar.

—¡Esoerapartedelacuerdo!—gritóChillón—.EltirodeJonesapenaslorozó.Ospodríamostrarsuspropiaspalabrassifueraiscapacesdeleerlas.ElplaneraqueBoladeNieve,enelmomentocrítico,dieraunaseñaldehuidaydejaraelcampodebatallaalenemigo.Yapuntoestuvode lograrlo;osdiréincluso, camaradas, que si no hubiera sido por nuestro heroico líder, elcamaradaNapoleón,sehabríasalidocon lasuya.¿Norecordáiscómo,enelprecisomomentoenqueJonesysushombressemetíanenelcorral,BoladeNievedioderepentemediavueltayhuyó,seguidopormuchosanimales?¿Ynorecordáis,también,quefuejustoenesemomento,cuandocundíaelpánicoy todo parecía perdido, que el camarada Napoleón arremetió al grito de«¡Muertealahumanidad!»yhundióloscolmillosenlapiernadeJones?Esolo recordáis, ¿verdad, camaradas?—exclamóChillón, brincando de un ladoparaotro.

AldescribirChillónlaescenademaneratangráfica,losanimalestuvieronla impresión de que la recordaban.En cualquier caso, recordaban que en elmomento crítico de la batalla Bola de Nieve había huido. Pero Boxeadortodavíaestabaunpocointranquilo.

—No creo que Bola de Nieve fuera un traidor al principio —fue suconclusión—.Loquehizodespuésyaesdiferente.PerocreoqueenlaBatalladelEstablofueunbuencamarada.

—Nuestro líder, el camarada Napoleón —anunció Chillón, hablandopausadamente pero con firmeza—, ha afirmado categóricamente, digocategóricamente, camarada,queBoladeNieve fueagentede Jonesdesdeelprincipio;sí,inclusodesdemuchoantesdequesepensaraenlarebelión.

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—¡Ah, eso es diferente! —dijo Boxeador—. Si lo dice el camaradaNapoleón,debedesercierto.

—¡Eseeselverdaderoespíritu,camarada!—exclamóChillón,aunquenopasóinadvertidalamuyfeamiradaquelanzóaBoxeadorconaquellosojitosbrillantes. Dio media vuelta para irse y entonces se detuvo y añadió algoimpresionante—:Aconsejoatodoslosanimalesdeestagranjaquetenganlosojos muy abiertos. ¡Hay motivos para pensar que algunos de los agentessecretosdeBoladeNieveseescondenentrenosotrosenestemomento!

Cuatrodíasdespués,alatardecer,Napoleónordenóquetodoslosanimalessereunieranenelcorral.

Cuandoestuvierontodosjuntos,Napoleónsaliódelacasaluciendolasdosmedallas (porque hacía poco se había nombrado «Héroe animal de primeraclase» y «Héroe animal de segunda clase»), con sus nueve enormes perrosbrincandoalrededorysoltandogruñidosquedabanescalofríosalosanimales.Todosagacharonlacabezaensilencio,comosisupieranquealgoterribleibaasuceder.

Después de observar con severidad a su público, Napoleón lanzó ungemido agudo. De inmediato, los perros saltaron, agarraron de la oreja acuatrodeloscerdosylosarrastraron,chillandodedoloryterror,hastalospiesdeNapoleón.Lasorejasdeloscerdossangraban;losperroshabíanprobadolasangreyporun instanteparecióque iban a enloquecer.Ante el asombrodetodos, tres de ellos se arrojaron sobre Boxeador. Boxeador los vio venir,levantóunenormecasco,pillóaunoenelaireyloinmovilizócontraelsuelo.Elperrochillópidiendoclemenciay losotrosdoshuyeronconel raboentrelas patas.Boxeadormiró aNapoleón para saber si debía aplastar al perro ymatarlo o dejarlo ir.Napoleón pareció cambiar de semblante y bruscamenteordenóaBoxeadorquesoltaraelperro;Boxeadorlevantóelcascoyelperroseescabulló,magulladoyaullando.

Enseguida se acabó el tumulto. Los cuatro cerdos esperaron, temblando,conlaculpaescritaencadaarrugadelacara.EntoncesNapoleónlespidióqueconfesaransusdelitos.EranlosmismoscuatrocerdosquehabíanprotestadoalabolirNapoleónlasreunionesdelosdomingos.Sinmáscoacciónconfesaronque habían estado secretamente en contacto con Bola de Nieve desde suexpulsión, que habían colaborado con él en la destrucción del molino deviento y que habían acordado con él traspasar la Granja Animal al señorFrederick.AñadieronqueBoladeNievehabíaadmitidoanteellos,enprivado,que llevaba muchos años siendo agente secreto de Jones. Al terminar laconfesión, los perros se apresuraron a destrozarles la garganta, yNapoleón,convozterrible,preguntósialgúnotroanimalteníaalgoqueconfesar.

Lastresgallinasquehabíansidolascabecillasdelatentativaderebelión

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porlaventadeloshuevosseadelantaronydeclararonqueBoladeNieveseleshabíaaparecidoenunsueñoylashabíaincitadoadesobedecerlasórdenesdeNapoleón.Tambiéna ellas lasmataronbrutalmente.Después sepresentóun ganso y confesó haber ocultado y comido por la noche seis mazorcasdurantelacosechadelañoanterior.Acontinuación,unaovejaconfesóhaberorinadoenelabrevadero,instada,dijo,porBoladeNieve,yotrasdosovejasconfesaron haber asesinado a un viejo carnero, un seguidor de Napoleónespecialmentefiel,persiguiéndoloalrededordeunafogatamientrassufríaunataquedetos.Losmataronatodosenelacto.Ylahistoriadeconfesionesyejecuciones continuó hasta que hubo unmontón de cadáveres a los pies deNapoleón y el aire olió a sangre, algo desconocido en ese lugar desde laexpulsióndeJones.

Alterminartodo,losrestantesanimales,exceptoloscerdosylosperros,sealejaron juntos. Estaban impresionados y abatidos. No sabían qué era máshorrible,silatraicióndelosanimalesquesehabíanaliadoconBoladeNieveo el cruel castigo que acababan de presenciar. En los viejos tiempos habíahabidoamenudoescenasdederramamientodesangretanterriblescomoesas,pero a todos les parecía que eramucho peor ahora que ocurría entre ellos.Desde la partida de Jones ningún animal había matado a otro animal. Nisiquierasehabíamatadoaunarata.Habíanidohastalapequeñalomadondese levantaba a medio terminar el molino de viento y de común acuerdo sehabían echado acurrucándose como para darse calor: Trébol, Muriel,Benjamín, las vacas, las ovejas y una bandada entera de gansos y gallinas;todos, de hecho, menos la gata, que había desaparecido de repente cuandoNapoleónibaaordenarquesereunieranlosanimales.Duranteunratonadiehabló.SoloBoxeadorpermanecíadepie.Noparabademoverseydemenearlalargacolanegracontraloscostados,soltandodevezencuandounrelinchodesorpresa.Finalmentedijo:

—Noloentiendo.Nuncahubieracreídoquepodríanocurrirestascosasennuestra granja. Debemos de tener algún defecto. Para mí, la solución estrabajarmásduro.Apartirdeahoramelevantaréunahoramástempranotodaslasmañanas.

Se alejó con su pesado trote hacia la cantera. Al llegar allí recogió doscargasdepiedra sucesivasy las arrastróhasta elmolino antesde retirarse adormir.

Sinhablar, losanimales seapiñaronalrededordeTrébol.La lomadondeestaban les daba una perspectiva amplia del campo circundante. Tenían lamayorpartedelaGranjaAnimalalalcancedelavista:lalargapraderaqueseextendía hasta la carretera, el henar, la arboleda, el bebedero, los camposaradoscubiertosdeverdeyapretadotrigoylostejadosrojosdelosedificiosde la granja por cuyas chimeneas brotaba humo. Era una tarde clara de

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primavera.Loshorizontalesrayosdesoldorabanlahierbaylossetosfloridos.Alosanimalesnuncalagranja leshabíaparecidounlugar tandeseable;concierta sorpresa recordaron que les pertenecía, que eran dueños de cadacentímetro cuadrado. Trébol miró ladera abajo y se le llenaron los ojos delágrimas.Sihubierapodidoexpresarsuspensamientos,habríasidoparadecirquenoeraesoloquehabíanqueridoalponerseatrabajar,hacíaaños,porelderrocamientodelarazahumana.Noeranesasescenasdeterrorymasacreloque buscaban la noche en que el Viejo Comandante los había incitado a larebelión. Si hubiera tenido alguna imagen del futuro, habría sido la de unasociedad de animales liberados del hambre y del látigo, todos iguales, cadauno trabajando de acuerdo a su capacidad, los fuertes protegiendo a losdébiles,comoellahabíaprotegidoalanidadadepatitosperdidosconlapatadelantera la noche del discurso delComandante. En cambio—no sabía porqué—,habíanllegadoaunmomentoenelquenadieseatrevíaadecirloquepensaba,enelqueperrosferocesygruñidoresandabanportodaspartesyenelque había que presenciar cómo despedazaban a camaradas que habíanconfesado crímenes atroces. No era su intención rebelarse ni desobedecer.Sabíaque,apesardelasituaciónactual,lascosasestabanmuchomejorqueentiemposdeJones,yquesobretodohabíaqueimpedirelregresodelossereshumanos.Pasaraloquepasase,permaneceríafiel,trabajaríaduro,obedeceríalasórdenesqueledieranyaceptaríaelliderazgodeNapoleón.Aunasí,noeraenesodondeellaytodoslosotrosanimaleshabíanpuestosuesfuerzoysusesperanzas.No erapara esoquehabían construido elmolinodevientoy sehabían enfrentado a los perdigones de la escopeta de Jones. Tales eran suspensamientos,aunquelefaltaranlaspalabrasparaexpresarlos.

Porúltimo,comomaneradecompensarlaausenciadepalabras,sepusoacantar«BestiasdeInglaterra».Losotrosanimales,sentadosasualrededor,laimitaron y cantaron tres veces la canción con voz muy melodiosa peroacompasadaytriste,comojamáshabíanhechoantes.

AcababandecantarlaporterceravezcuandoChillón,acompañadopordosperros,selesacercóconairedeteneralgoimportantequedecir.Anuncióque,porundecretoespecialdelcamaradaNapoleón,quedabaabolida«BestiasdeInglaterra».Apartirdeesemomentoestabaprohibidocantarla.

Losanimalesquedarondesconcertados.

—¿Porqué?—exclamóMuriel.

—Yanoesnecesaria,camarada—dijoChillónsecamente—.«BestiasdeInglaterra» fue el canto de laRebelión.Pero laRebeliónya ha acabado.Laejecucióndelostraidoresestatardefueelactofinal.Elenemigotantoexternocomo interno está derrotado.En«Bestias de Inglaterra» expresamosnuestroanhelo de una sociedad mejor en los días venideros. Y esa sociedad está

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consolidada.Esevidentequeyanohacefaltalacanción.

Aunque estaban asustados, algunos de los animales podrían haberprotestado, pero en ese momento las ovejas se pusieron a balar como decostumbre: «¡Cuatro patas, sí; dos patas, no!». Los balidos se prolongarondurantevariosminutosyacabaronconeldebate.

De ese modo, nunca más se volvió a oír «Bestias de Inglaterra». Parasustituirla,Mínimus, elpoeta,había compuestootra canciónquecomenzabaasí:

GranjaAnimal,GranjaAnimal,

¡nuncapormísufrirásningúnmal!

Se la cantaba todos los domingos después de izar la bandera. Pero losanimalessentíanquedealgunamaneranilaspalabrasnilamelodíaestabanalaalturade«BestiasdeInglaterra».

VIII

Unos días más tarde, cuando hubo pasado el terror causado por lasejecuciones,algunosdelosanimalesrecordaron—ocreyeronrecordar—queel sextomandamiento decretaba: «Ningún animalmatará a otro animal».Yaunque nadie quería decirlo delante de los cerdos o los perros, se tenía lasensacióndequelamatanzaproducidanocuadrabaconeso.TrébollepidióaBenjamínque le leyeraelsextomandamiento,ycuandoBenjamín,comodecostumbre, dijo que no quería inmiscuirse en esos asuntos, buscó aMuriel.Muriel le leyó el mandamiento, que decía: «Ningún animal matará a otroanimal sin motivo». De alguna manera, las dos últimas palabras se habíanborradodelamemoriadelosanimales.Ahoraveíanquenosehabíavioladoese mandamiento, ya que sin duda había un buen motivo para matar a lostraidoresaliadosconBoladeNieve.

Durante todo el año, los animales trabajaron aún más duro que el añoanterior.Reconstruirelmolinodevientoparalafechafijada,conparedesdosveces más gruesas que antes, además de atender el trabajo habitual de lagranja, implicabaun tremendoesfuerzo.Pormomentos los animales sentíanquetrabajabanmáshorasynosealimentabanmejorqueentiemposdeJones.LosdomingosporlamañanaChillón,sujetandoconlapataunalargatiradepapel, lesleíalistasdecifrasdemostrandoquelaproduccióndetodotipodealimentoshabíaaumentadoundoscientosporciento,untrescientosporcientoo un quinientos por ciento, según el caso. Los animales no veían ningunarazónparanocreerle,sobretodoporqueyanorecordabanconclaridadcuáles

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habíansidolascondicionesantesdelaRebelión.Detodosmodos,habíadíasenlosquepreferiríanmenoscifrasymáscomida.

AhoratodaslasórdenesllegabanatravésdeChillónodealgúnotrocerdo.ANapoleón se lo veía en público comomucho cada dos semanas. Cuandoaparecía,nosolocontabaconsuséquitodeperrossinoconungallitonegroquemarchabadelantedeélyactuabacomounaespeciedetrompeta,soltandoun«¡quiquiriquí!»antesdequehablaraNapoleón.Inclusosedecíaqueenlacasaocupabahabitacionesdistintasalosdemás.Comíasolo,atendidopordosperros,yusabasiemprelavajillaCrownDerbyquehabíaestadoenlavitrinadel aparador del salón. También se anunció que se dispararía siempre laescopetaeldíadelcumpleañosdeNapoleón,ademásdehacerloenlosotrosdosaniversarios.

AhoranadiellamabaaNapoleónsimplemente«Napoleón».Siempreselodesignaba de manera ceremoniosa como «nuestro líder, el camaradaNapoleón»,yaloscerdoslesgustabainventarletítuloscomo«Padredetodoslosanimales»,«Terrordelahumanidad»,«Protectordelredil»,«Amigodelospatitos»yotrossimilares.

En sus discursos, Chillón hablaba con lágrimas en las mejillas sobre lasabiduríadeNapoleón,labondaddesucorazónyelprofundoamorquesentíapor todos los animales de todas partes, incluso y sobre todo por losdesdichadosqueaúnvivíanenla ignoranciay laesclavituddeotrasgranjas.Se había convertido en costumbre reconocer a Napoleón el mérito de cadalogroycadagolpedesuerte.Erahabitualoíraunagallinacomentaraotra:«Bajo la dirección de nuestro líder, el camaradaNapoleón, he puesto cincohuevos en seis días»; o a dos vacas, mientras bebían en el abrevadero,exclamar:«¡Graciasal liderazgodel camaradaNapoleón,québien sabeestaagua!». El sentimiento general de la granja se expresaba muy bien en unpoema titulado Camarada Napoleón, compuesto porMínimus, que decía losiguiente:

¡Amigodeloshuérfanos!

¡Fuentedefelicidad!

¡Señordelabazofia!¡Ay,cómoseenciendemialma

cuandocontemplo

tutranquilaeimperiosamirada,

comoelsolenelcielo,

camaradaNapoleón!

¡Túereseldador

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detodoloquetuscriaturasaman,

barrigallenadosvecesaldía;pajalimpiadonderevolcarse;

todoanimalgrandeopequeño

duermeenpazensuestablo,

túvelasportodos,

camaradaNapoleón!

Situvieraunlechón,

antesdequecreciera

yfueracomounabotellaounrodillo,

aprenderíaaserte

lealyfiel,

sí,ysuprimerchillidosería:

¡«camaradaNapoleón»!

Napoleónaprobóesepoemaehizoquesegrabaraenlapareddelestabloprincipal,enelextremoopuestoadondeestabanlossietemandamientos.Seremató con un retrato de Napoleón, de perfil, ejecutado por Chillón conpinturablanca.

Entretanto, con la intervención de Whymper, Napoleón realizabacomplicadasnegociacionesconFrederickyPilkington.Lapilademaderaaúnestaba sin vender.De los dos,Frederick era quienmás interésmostrabaporcomprarla,peronoofrecíaunpreciorazonable.Almismotiempo,circulabannuevos rumores según los cuales Frederick y sus hombres andabanconspirandoparaatacarlaGranjaAnimalydestruirelmolinodeviento,cuyaconstrucciónhabíadespertadoenéluna ferozenvidia.SesabíaqueBoladeNieveseguíaescondidoenlagranjaCampocorto.Amediadosdelveranolosanimales sealarmaronaloírque tresgallinas sehabíanpresentadoyhabíanconfesado que, inspiradas por Bola de Nieve, se habían conjurado paraasesinar a Napoleón. Fueron ejecutadas de inmediato, y se tomaron nuevasprecaucionesparaprotegeraNapoleón.Cuatroperrosvigilabansucamaporlanoche,unoencadaesquina,yencargaronauncerdojovenllamadoPitarrosola tareadeprobar todos susalimentosantesdequeél se loscomiera,por siestabanenvenenados.

Por esa época se supo que Napoleón había dispuesto vender la pila demadera al señor Pilkington, y que también formalizaría un acuerdopermanenteparaelintercambiodeciertosproductosentrelaGranjaAnimalyMonterraposo. Las relaciones entre Napoleón y Pilkington, aunque

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canalizadas solo a través de Whymper, eran ahora casi amistosas. Losanimales desconfiaban de Pilkington como ser humano, pero lo preferían aFrederick,aquien temíanyodiaban.Amedidaqueavanzabaelveranoyseacercaba la terminación del molino, había cada vez más rumores de uninminente ataque a traición. Se decía que Frederick pensaba acometer conveintehombresarmadosyqueyahabíasobornadoalosjuecesyalapolicía:silograbaapoderarsedelostítulosdepropiedaddelaGranjaAnimal,ellosnointervendrían.Porotraparte,desdeCampocortosefiltrabanhistoriasterriblesacercadelascrueldadesqueFrederickinfligíaasusanimales.Habíaazotadoaunviejocaballohastamatarlo,habíahechopasarhambrea susvacas,habíamatadoaunperroarrojándoloaunhorno,porlastardessedivertíahaciendopelear a gallos con trozos de hojas de afeitar atados a las espuelas. Losanimales sentían que les hervía de rabia la sangre al enterarse del trato querecibían sus camaradas, y a veces pedían a gritos que se los dejara ir todosjuntosaatacarlagranjaCampocorto,aexpulsaralossereshumanosyliberara los animales. Pero Chillón les aconsejaba que evitaran las maniobrasagresivasyconfiaranenlaestrategiadelcamaradaNapoleón.

Sinembargo,el rechazoaFrederick ibaenaumento.Undomingopor lamañana,Napoleónapareció enel establoy explicóqueenningúnmomentohabía pensado vender la pila demadera a Frederick; pensaba que no debíarebajarseatratarconsinvergüenzasdeesacalaña.Alaspalomasqueseguíanenviando para difundir la noticia de la rebelión les prohibieron pisarMonterraposo,ytambiénselesordenóabandonarsuanteriorlema:«Muerteala humanidad», por «Muerte a Frederick». A finales del verano quedó aldescubiertootradelasmaquinacionesdeBoladeNieve.LacosechadetrigoestaballenademalezaysedescubrióqueenunadesusvisitasnocturnasBoladeNievehabíamezcladosemillasdemalezaconsemillasdemaíz.UngansoqueestabaaltantodelcomplothabíaconfesadosuculpaaChillónysesuicidóde inmediato ingiriendo bayas de belladona. Los animales también seenterarondequeBoladeNievenuncahabíarecibido—comomuchosdeelloshabían creído hasta ese momento— la orden de «Héroe animal de primeraclase».Eso no eramás que una leyenda que el propioBola deNieve habíahecho circular poco después de la Batalla del Establo. Lejos de recibir unacondecoración, había sido censurado pormostrar cobardía en la batalla. Denuevo,algunosdelosanimalesoyeronesoconciertaperplejidad,peroChillónprontologróconvencerlosdequeleshabíafalladolamemoria.

Enelotoño,conunesfuerzotremendoyagotador—porquecasialmismotiempo tenían que recoger la cosecha—, acabaron de construir elmolino deviento.Todavíafaltabalainstalacióndelamaquinaria,cuyacompranegociabaWhymper, pero la estructura estaba terminada. ¡A pesar de las numerosasdificultades,apesardelainexperiencia,delasherramientasprimitivas,delamala suerteyde la traicióndeBoladeNieve,el trabajo sehabía terminado

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exactamenteenfecha!Cansadosperoorgullosos,losanimalesdieronvueltasyvueltasalrededordesuobramaestra,quelesparecíaaúnmásbellaquecuandolahabíanconstruidoporprimeravez.Además,lasparedeserandosvecesmásgruesas que antes. ¡Esta vez solo podrían demolerlas con explosivos! Y alpensarencómohabíantrabajado,enlosdesánimosquehabíansuperadoyencómocambiaríasuvidacuandoestuvierangirandolasaspasyfuncionandolasdinamos,alpensarentodoestoolvidaronelcansancioyempezaronabrincaralrededor del molino, lanzando gritos de triunfo. El propio Napoleón,acompañado por sus perros y su gallo, bajó a inspeccionar el trabajoterminado;felicitópersonalmentealosanimalesporsulogroyanuncióqueelmolinosellamaríaMolinoNapoleón.

Dosdíasdespuésconvocaronalosanimalesparaunareuniónespecialenelestablo.QuedaronmudosdesorpresacuandoNapoleónanuncióquehabíavendidolapilademaderaaFrederick.AldíasiguientellegaríanlascarretasdeFrederick y empezarían a llevársela. Durante todo el período de supuestaamistad con Pilkington, Napoleón había estado en realidad haciendo tratossecretosconFrederick.

SehabíarototodarelaciónconMonterraposo;sehabíanenviadomensajesinsultantesaPilkington.SehabíainstruidoalaspalomasparaqueevitaranlaGranja Campocorto y cambiaran su lema de «Muerte a Frederick» por«Muerte a Pilkington».Almismo tiempo,Napoleón aseguró a los animalesque las historias de un inminente ataque a la Granja Animal erancompletamente falsas, y que los cuentos sobre la crueldad de Frederick consuspropiosanimales sehabíanexageradomucho.Quizá todosesos rumoreseran creación de Bola de Nieve y sus agentes. Ahora parecía que Bola deNieve no estaba, después de todo, escondido en la Granja Campocorto; dehecho, nunca había andado por allí en su vida: vivía, aparentemente conconsiderable lujo, en Monterraposo, y en realidad llevaba años viviendo acostadePilkington.

Los cerdos estaban extasiados con la astucia de Napoleón. Aparentandoamistad conPilkington, había obligado aFrederick a aumentar su precio endocelibras.PerolaverdaderasuperioridadmentaldeNapoleón,dijoChillón,se demostraba en el hecho de que no confiaba en nadie, ni siquiera enFrederick.Frederickhabíaqueridopagarlamaderaconalgollamadocheque,quealparecereraun trozodepapelconunapromesadepagoescritaenél.PeroNapoleónerademasiado listoparaaceptaresascosas.Habíaexigidoelpago con billetes reales de cinco libras, que deberían entregarse antes deretirarlamadera.Frederickyahabíapagado,ylasumarecibidabastabaparacomprarlamaquinariaqueharíafuncionarelmolinodeviento.

Mientrastantosellevabanlamaderaatodaprisa.Cuandonoquedónadase celebró otra reunión especial en el establo para que los animales

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examinaranlosbilletesdeFrederick.Sonriendobeatíficamenteyluciendolasdos condecoraciones, Napoleón reposaba en un lecho de paja sobre laplataforma, con el dinero al lado, cuidadosamente apilado en un plato deporcelanade lacocinade lacasa.Losanimalesdesfilaronpasandodespaciopor delante, mirando con atención. Boxeador acercó la nariz para oler losbilletesysualientohizovibrarycrujirlosdelgadospapelesblancos.

Tresdíasmástardeseprodujounrevueloterrible.Whymper,conelrostromortalmentepálido,apareciópedaleandoagranvelocidadenlabicicleta,quedejó en el patio antes de entrar precipitadamente en la casa. Un instantedespuésbrotódelashabitacionesdeNapoleónunrugidofurioso.Lanoticiadeloquehabíapasadocorrióporlagranjacomounincendiodescontrolado.¡Losbilleteseranfalsos!¡Frederickhabíaconseguidolamaderapornada!

Napoleónreunióalosanimalesdeinmediatoyconvozterribleanunciólasentencia a muerte de Frederick. Cuando se lo capturara, dijo, lo herviríanvivo. Al mismo tiempo, les advirtió que después de esa traición se podíaesperarlopeor.Frederickysushombrespodíanlanzarsutanesperadoataqueencualquiermomento.Apostaroncentinelasen todos losaccesosa la finca.Además,enviaroncuatropalomasaMonterraposoconunmensajeconciliadorque —esperaban— serviría para volver a establecer buenas relaciones conPilkington.

El ataque se produjo a la mañana siguiente. Los animales estabandesayunando cuando los vigías llegaron corriendo con la noticia de queFrederickysusseguidoresyahabíanentradoporlapuertaconbarrotesdelafinca. Los animales salieron con valentía a su encuentro, pero esa vez nolograronunavictoriafácilcomoenlaBatalladelEstablodelasVacas.Habíaquincehombresconmediadocenadeescopetas,queabrieronfuegoencuantoestuvieron a unos cincuenta metros. Los animales no podían enfrentar lasexplosiones terribles ni las picaduras de los perdigones, y a pesar de losesfuerzos de Napoleón y Boxeador para animarlos, pronto tuvieron queretroceder.Yahabíaunoscuantosheridos.Serefugiaronenlosedificiosdelagranjaymiraronconcautelaporlasrendijasylosagujerosdelosnudos.Todalaenormepradera,incluidoelmolinodeviento,estabaenmanosdelenemigo.Por el momento, hasta Napoleón parecía perdido. Iba y venía en silencio,moviendo la cola rígida. Miradas tristes apuntaban hacia Monterraposo. SiPilkingtonysushombreslosayudaran,todavíapodríanganarlabatalla.Peroen ese momento regresaron las cuatro palomas que habían enviado el díaanterior; una de ellas traía un trozo de papel firmado por Pilkington. En él,escritasalápiz,habíaestaspalabras:«Telomereces».

Mientras tanto, Frederick y sus hombres se habían detenido junto almolino.Losanimaleslosmiraronyempezaronamurmurar,consternados.Dosde los hombres habían sacado una palanca y un mazo. Iban a demoler el

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molinodeviento.

—¡Imposible! —exclamó Napoleón—. Hemos construido paredesdemasiado gruesas. No podrían derribarlo ni en una semana. ¡Ánimo,compañeros!

PeroBenjamínobservaba con atención losmovimientos de los hombres.Losdelmartilloylapalancaestabanhaciendounagujerocercadelabasedelmolino. Despacio, con aire casi de diversión, Benjamín movióafirmativamenteellargohocico.

—Ya me lo imaginaba—dijo—. ¿No veis lo que hacen? Dentro de uninstantellenarándepólvoraelagujero.

Losanimalesesperaron,aterrorizados.Ahoranopodíanbuscarrefugioenlos edificios. Unosminutos más tarde vieron cómo los hombres corrían entodasdirecciones.Entoncesseprodujounrugidoensordecedor.Laspalomassearremolinaronenelaireytodoslosanimales,salvoNapoleón,searrojaronalsueloysetaparonlacara.Cuandoselevantaron,unaenormenubedehumonegro flotaba sobre el sitio donde había estado elmolino de viento. Poco apocofuellevándoselalabrisa.¡Elmolinodevientohabíadejadodeexistir!

Alveresolosanimalesrecuperaronsuvalentía.Larabiacontraunactotanvilydespreciable superóelmiedoy ladesesperaciónquehabíansentidounmomento antes. Se oyó un potente grito de venganza y sin esperar nuevasórdenes salieron todos juntos, dispuestos a atacar al enemigo. Esta vez nocejaronantelosperdigonescruelesquecayeronsobreelloscomogranizo.Fueuna batalla salvaje y amarga. Los hombres disparaban una y otra vez, ycuandolosanimalesestuvieroncercalosatacaronconpalosyconlaspesadasbotas.Mataronunavaca,tresovejasydosgansos,ycasitodoelmundoestabaherido.HastaNapoleón,quedirigíalasoperacionesdesdelaretaguardia,teníala punta de la cola rasguñada por un perdigón. Pero tampoco los hombreshabíansalidoindemnes.Tresdeellos teníanlacabezapartidapor losgolpesdeloscascosdeBoxeador,otrohabíasidocorneadoenelvientreporunavacayotroteníalospantalonescasidestrozadosporJésicayCampanilla.YcuandolosnueveperrosdelaguardiapersonaldeNapoleón,enviadosadarunrodeoal amparo del seto, aparecieron de repente por un lado, ladrando conferocidad,elpánicoseapoderódeellos.Vieronqueestabanenpeligrodeserrodeados. Frederick gritó a sus hombres que salieran de allímientras teníanescapatoria,yuninstantedespuéselcobardeenemigocorríatratandodesalvarlavida.Losanimalespersiguieronaloshombreshastaelfinaldelcampoylesdieron unas últimas patadas mientras atravesaban como podían el espinososeto.

Habían ganado, pero estaban cansados y ensangrentados. Despacio,cojeando,empezarona regresara lagranja.Algunos,alverasuscamaradas

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muertos, tendidos en la hierba, nopudieron contener las lágrimas.Ypor unratosedetuvieronendolorososilenciojuntoalsitiodondealgunavezsehabíalevantadoelmolinodeviento.Sí,yanoexistía. ¡Casielúltimorastrodesutrabajo había desaparecido! Hasta los cimientos estaban parcialmentedestruidos. Y ahora, para reconstruirlo, no podrían usar, como antes, laspiedrascaídas.Estaveztambiénhabíandesaparecidolaspiedras.Lafuerzadelaexplosiónlashabíalanzadoacientosdemetrosdedistancia.Eracomosielmolinonohubieraexistidonunca.

Cuandoseestabanacercandoa lagranja,Chillón,que inexplicablementehabía estado ausente durante el combate, se acercó saltando hacia ellos,moviendolacolaradiantedesatisfacción.Ydelladodelosedificiosdegranjallegóelsolemneestampidodeunarmadefuego.

—¿Paraquédispararonesaescopeta?—preguntóBoxeador.

—¡Paracelebrarnuestravictoria!—exclamóChillón.

—¿Qué victoria?—preguntó Boxeador. Le sangraban las rodillas, habíaperdidounaherradurayselehabíapartidoelcasco;enunapatatraserateníaalojadaunadocenadeperdigones.

—¿Qué victoria, camarada? ¿Acaso no hemos expulsado al enemigo denuestrosuelo,elsagradosuelodelaGranjaAnimal?

—Peroelloshandestruidoelmolinodeviento.¡Enelquehemostrabajadodurantedosaños!

—¿Quéimporta?Construiremosotromolino.Construiremosseismolinossi nos da la gana. Tú no aprecias, camarada, la importancia de lo queacabamos de lograr. El enemigo ocupaba el suelo que pisamos. ¡Y ahora,graciasalliderazgodelcamaradaNapoleón,acabamosderecuperarlohastaelúltimocentímetro!

—Asíquevolvemosatenerloqueyateníamos—dijoBoxeador.

—Esaesnuestravictoria—dijoChillón.

Cojearonhastaelcorral.LosperdigonesqueBoxeadorllevabaincrustadosenlapataleproducíanunintensodolor.Veíapordelantelapesadaempresadereconstruirelmolinodesdeloscimientosymentalmentesepreparóyaparalatarea. Pero por primera vez advirtió que tenía once años y que quizá susenormesmúsculosyanoerancomoantes.

Pero cuando los animales vieron flamear la bandera verde y oyeron elnuevodisparodeescopeta—ladispararonsietevecesentotal—yescucharonel discurso de Napoleón, felicitándolos por su conducta, les pareció quedespuésdetodohabíanconseguidounagranvictoria.Losanimalesmuertosenla batalla tuvieron un solemne entierro.Boxeador yTrébol tiraron del carro

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que servía de coche fúnebre y el propio Napoleón encabezó la procesión.Dedicarondosdías enterosa las celebraciones.Hubocanciones,discursosymás disparos de escopeta, y cada animal recibió como regalo especial unamanzana,dosonzasdemaízlasavesytresbizcochoscadaperro.SeanuncióquelabatallasellamaríaBatalladelMolino,yqueNapoleónhabíacreadounanuevacondecoración,la«Ordendelabanderaverde»,quesehabíaotorgadoasímismo.Enmediodeljúbilogeneralseolvidóeldesgraciadoasuntodelosbilletes.

Unos días más tarde los cerdos encontraron una caja de whisky en lossótanosdelacasa.Lahabíanpasadoporaltoenelmomentodeocuparla.Esanocheseoyóentonarenlacasaruidosascancionesenlasque,parasorpresade todos, se mezclaban compases de «Bestias de Inglaterra». A eso de lasnueve y media se vio perfectamente que Napoleón, con un viejo sombrerohongodel señor Jones, salía por la puerta trasera, dabaunasvueltas rápidasporelpatioydesaparecíadenuevoenlacasa.Peroporlamañanareinabaenellugarunprofundosilencio.Noseveíaporallíningúncerdo.Erancasilasnueve cuando apareció Chillón, caminando despacio y abatido, la miradaapagada, la cola fláccida y con apariencia de estar gravemente enfermo.Reunió a los animales y les anunció que tenía una terrible noticia. ¡ElcamaradaNapoleónseestabamuriendo!

Seoyóungritolastimero.Colocaronpajadelantedelapuertadelacasaylosanimalescaminabandepuntillas.Conlágrimasenlosojossepreguntabanunosaotrosquéharíansi les faltabael líder.Empezóacircularel rumordeque, después de todo, Bola deNieve se las había ingeniado para introducirveneno en la comida deNapoleón.A las once salióChillón para hacer otroanuncio. Como último acto sobre la tierra, el camarada Napoleón habíapronunciadounsolemnedecreto:secastigaríaconpenademuerteelconsumodealcohol.

PorlanocheparecióqueNapoleónhabíamejoradounpoco,yalamañanasiguienteChillónlescontóqueseestabarecuperando.Alatardecer,Napoleónhabía vuelto a su trabajo, y un día después se supo que había dadoinstrucciones aWhymperparaque comprara enWillingdonalgunos folletossobrefermentaciónydestilado.UnasemanamástardeNapoleónordenóararel pequeño prado situado detrás de la huerta, que antes habían pensadoreservarcomositiodepastoreoparalosanimalesqueyanopodíantrabajar.Seexplicóquelatierraestabaagotadayhabíaquerenovarla,peroprontosesupoquelaintencióndeNapoleónerasembrarallícebada.

Poresaépocaseprodujounextrañosucesoquecasinadielogróentender.Una noche, a eso de las doce, se oyó un fuerte estruendo en el patio y losanimalessalieroncorriendodelosestablos.Eraunanochedeluna.Alpiedela pared trasera del establo grande, donde estaban escritos los siete

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mandamientos,habíaunaescalerapartidaendos.Juntoaella,aturdidoyenelsuelo,estabaChillón;asuladohabíaunfarol,unpincelyunbotedepinturablanca volcado. Los perros rodearon inmediatamente a Chillón y loacompañaron de vuelta a la casa en cuanto pudo caminar. Ninguno de losanimales sabía qué significaba esa situación, salvo el viejo Benjamín, queasintiómoviendoelhocicoconairesagazyparecióentender,aunquenodijonada.

Perounosdíasmás tardeMuriel, leyendo lossietemandamientosenvozbaja,notóquehabíaotroquelosanimalesnorecordabanbien.Creíanqueelquinto mandamiento era «Ningún animal beberá alcohol», pero habíanolvidado dos palabras. En realidad, el mandamiento decía: «Ningún animalbeberáalcoholenexceso».

IX

El casco partido de Boxeador tardó mucho tiempo en curarse. Al díasiguiente de terminar las celebraciones de la victoria habían empezado lareconstruccióndelmolinodeviento.Boxeadorsenegabaatomarsiquieraundía libre y, por una cuestión de honor, ocultaba su sufrimiento. De nocheadmitíaenprivadoanteTrébolqueelcascolemolestabamucho.Trébolselocuraba con emplastos de hierbas que preparaba masticándolas, y tanto ellacomoBenjamínlepedíanquetrabajaramenos.«Lospulmonesdeuncaballono soneternos», ledecía.PeroBoxeadorno leprestabaatención.Explicabaquesoloteníaunaverdaderaambición:vermuyavanzadalaconstruccióndelmolinodevientoantesdetenerquejubilarse.

Alprincipio, en elmomentode formularporprimeravez las leyesde laGranja Animal, habían fijado en doce años la edad de jubilación para loscaballosyloscerdos,encatorceparalasvacas,ennueveparalosperros,ensiete para las ovejas y en cinco para las gallinas y los gansos. Se habíanacordadogenerosaspensiones.Hastaelmomentonosehabíaretiradoningúnanimal, pero últimamente se hablaba cada vezmás del tema. Ahora que elpequeñocampodetrásdelahuertasehabíareservadoparalacebada,corríaelrumordeque secercaríaun rincónde lapraderagrandeparaconvertirloensitio de pastoreo para animales jubilados. Se decía que para un caballo lapensiónseríadecincolibrasdemaízpordíay,eninvierno,quincelibrasdeheno, además de una zanahoria o quizá una manzana los días festivos.Boxeadorcumpliríadoceañosafinalesdelveranodelañosiguiente.

Entretanto,lavidaresultabadura.Elinviernoeratanfríocomoelanteriorylacomidaaúnmásescasa.Redujerondenuevolasraciones,exceptolasde

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los cerdos y los perros. Una igualdad demasiado rígida en las raciones—explicóChillón—habría idoencontrade losprincipiosdel animalismo.Entodocaso,noteníaningunadificultadparademostraralosotrosanimalesqueen realidad, a pesar de las apariencias, no carecían de alimentos. Por elmomento había sido necesario, sin duda, reajustar las raciones (Chillónsiemprehablabade«reajuste»,nuncade«reducción»),peroencomparacióncon los tiemposde Jones lamejoríaeraenorme.Leyendo lascifrasconvozagudayrápida,lesdemostródetalladamentequeteníanmásavena,másheno,másnabosqueentiemposdeJones,quetrabajabanmenoshoras,queelaguaerademejorcalidad,quevivíanmástiempo,queunamayorproporcióndesuscríassobrevivíana la infancia,que teníanmáspajaen losestablosysufríanmenos las pulgas. Los animales creyeron todo al pie de la letra. A decirverdad, Jones y todo lo que él representaba casi se les había borrado de lamemoria.Sabíanquelavidaahoraeradurayajustada,queamenudopasabanhambreyfríoyqueporlogeneraltrabajabantodoeltiempoquenodormían.Peroenotrasépocasseguramentehabíasidopeor.Eraloquelesgustabacreer.Además, antes habían sido esclavos y ahora eran libres; comonodejaba deseñalarChillón,esaeraunadiferenciaenorme.

Ahora tenían muchas más bocas que alimentar. En el otoño las cuatrocerdas habían parido casi al mismo tiempo, y había en total treinta y uncerditos.Loscerditosteníanlapielmanchada,ycomoNapoleóneraelúnicoverracode lagranja,nocostabaadivinarquiéneraelpadre.Seanuncióquemásadelante,cuandocompraranladrillosymadera,seconstruiríaunaulaeneljardín.Porelmomento,loscerditosrecibíanclasesdelpropioNapoleónenla cocina. Hacían ejercicio en el jardín y se les recomendaba no jugar conotrosanimales jóvenes.Tambiénporesaépocaseestableciócomoreglaquecuandouncerdoycualquierotroanimalseencontraranenelcamino,elotroanimal debería apartarse; y también que todos los cerdos, sin distinción derango,tendríanelprivilegiodellevarcintasverdesenelrabolosdomingos.

Lagranjahabíatenidounañobastanteexitoso,perotodavíaestabaescasade dinero. Faltaba comprar los ladrillos, la arena y la cal para el aula, ytambiénhabríaqueempezaraahorrardenuevoparalamaquinariadelmolinode viento. Después estaban las lámparas de aceite y las velas para la casa,azúcarparalamesadeNapoleón(prohibióesoalosdemáscerdos,alegandoque los hacía engordar) y otras cosas necesarias comoherramientas, clavos,hilo,carbón,alambre,hierroviejoygalletasparaperros.Vendieronunapilade heno y parte de la cosecha de patatas y aumentaron el contrato de loshuevos a seiscientos por semana, de modo que ese año las gallinas apenasempollaron polluelos suficientes para mantener la población. Las raciones,reducidasendiciembre,seredujerondenuevoenfebrero,yseprohibióelusodefarolesenloscorralesparaahorraraceite.Peroloscerdosparecíanbastantecómodosy,además,selosveíacadavezmásgordos.Unatardedefinalesde

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febreroun aromacaliente, intensoy apetitoso, comonuncahabíanolido losanimales,flotóhastaelpatiodesdelapequeñafábricadecervezaabandonadaen tiemposde Jonesyque estaba situada al otro ladode la cocina.Alguiendijo que era el olor que producía la cocción de la cebada. Los animalesolfatearonelaireconavidezysepreguntaronsilesestaríanpreparandoalgúnrevoltijo caliente para la cena. Pero no apareció nada de eso, y el domingosiguienteseanuncióqueenadelantetodalacebadaestaríareservadaparaloscerdos.Cebadaeraloquehabíansembradoyaenelcampodetrásdelahuerta.Yprontosefiltrólanoticiadequecadacerdoestabarecibiendounaracióndeuna pinta de cerveza diaria, excepto Napoleón, que recibía medio galón,servidosiempreenlasoperaCrownDerby.

Peroaunquesufríanprivaciones,teníanlacompensacióndeunavidamásdigna. Había más canciones, más discursos y más procesiones. Napoleónhabía dado la orden de que una vez a la semana se realizara algo llamadoManifestaciónEspontánea,cuyoobjetoeracelebrarlasluchasylostriunfosdelos animales de la Granja Animal. A la hora indicada los animalesabandonaban el trabajo y recorrían la granja en formación militar con loscerdosalacabeza,seguidosporloscaballos, lasvacas, lasovejasydespuéslasavesdecorral.Escoltabanlaprocesiónlosperros,ya lacabezadetodosmarchaba el gallo negro deNapoleón. Boxeador y Trébol siempre llevabanentrelosdosunabanderaverdeconlapezuñayelcuernoylaleyenda«¡VivaelcamaradaNapoleón!».Despuésserecitabanpoemascompuestosenhonorde Napoleón y Chillón ofrecía en un discurso los detalles de las últimassubidas en la producción de alimentos y, a veces, hacía un disparo con laescopeta. Nadie era más entusiasta de laManifestación Espontánea que lasovejas,ysialguiensequejaba(comohacíanavecesalgunosanimalescuandonohabíacerdosoperroscerca)delapérdidadetiempoydetenerquepasartantashorasallídepie,alfrío,lasovejasseencargabandesilenciarlobalandoruidosamente: «¡Cuatro patas, sí; dos patas, no!». Pero, en general, losanimales disfrutabande esas celebraciones.Resultaba reconfortante recordarque, después de todo, eran realmente sus propios amos, y que todo lo quehacíaneraparasupropiobeneficio.Así,conlascanciones,lasprocesiones,lascifrasdeChillón,eltruenodelaescopeta,elcantodelgalloyelondeodelabanderapodían,almenospartedeltiempo,olvidarqueteníanlabarrigavacía.

Enabril,laGranjaAnimalfueproclamadarepública,ynecesitabanelegiraun presidente. Había un solo candidato, Napoleón, a quien eligieron porunanimidad. El mismo día se anunció el descubrimiento de nuevosdocumentosquerevelabanmásdetallessobrelacomplicidaddeBoladeNieveconJones.AhoraparecíaqueBoladeNievenosolohabíaintentadoperderlaBatalla del Establo mediante una estratagema —como imaginaban losanimales—, sino que había luchado abiertamente en el bando de Jones. Dehecho,eraélquienhabíalideradolasfuerzashumanasyentradoenlabatalla

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conlaspalabras«¡Vivalahumanidad!»enloslabios.LasheridasenellomodeBoladeNieve,quealgunosdelosanimalesaúnrecordabanhabervisto,lashabíancausadolosdientesdeNapoleón.

A mediados del verano Moisés, el cuervo, reapareció de repente en lagranja, después de una ausencia de varios años. Casi no había cambiado,seguíasintrabajarydecíalomismodesiempreacercadelMonteCaramelo.Seposabaenun tocón,batía lasalasnegrasyhablabadurantehorasenterasconquienquisieraescucharlo.

—Allá arriba, camaradas —decía muy serio, señalando al cielo con ellargopico—,alláarriba,detrásdeesanubeoscura,estáelMonteCaramelo,elpaísfelizenelque,pobresanimales,descansaremosparasiempredenuestrosesfuerzos.

Hastadecíahaberestadoallíenunodesusvuelosmásaltos,yhabervistoloseternoscamposdetrébolyelpasteldelinazaylosterronesdeazúcarquecrecían en los setos.Muchos de los animales le creían. Si tenían ahora unavidadehambreydetrabajo,¿noeraacasojustoqueexistieraunmundomejorenalgúnotrositio?UnacosadifícildedeterminareralaactituddeloscerdoshaciaMoisés. Todos declaraban con desprecio que esas historias delMonteCarameloeranmentiras;sinembargo,selepermitíapermanecerenlagranja,sintrabajar,conunaracióndiariademediapintadecerveza.

Conelcascocurado,Boxeadortrabajómásduroquenunca.Dehecho,eseañotodoslosanimalestrabajaroncomoesclavos.Apartedeltrabajonormaldelagranja,ylareconstruccióndelmolinodeviento,estabalaescuelaparaloscerdosjóvenes,queempezaronalevantarenmarzo.Avecescostabasoportarlas largas horas con insuficiente comida, peroBoxeador nunca vacilaba. Ennadadeloquedecíaohacíaseveíanseñalesdequehubieranmenguadosusfuerzas.Solosuaparienciahabíacambiadounpoco;lebrillabamenoslapielyparecíaque se le habían encogido las ancas. «Boxeador se repondrá cuandosalga lahierbadeprimavera», decían losdemás, pero al llegar laprimaveraBoxeadornoengordó.Aveces,enlaladeraquellevabaalapartesuperiordelacantera,cuandoempleabalosmúsculosparaarrastraralgunapiedraenorme,parecíaquesololomanteníaenpielavoluntaddecontinuar.Avecesparecíaformarconloslabioslaspalabras«Trabajarémásduro»,perohabíaperdidolavoz. Trébol y Benjamín le pidieron de nuevo que cuidara su salud, peroBoxeador no les hizo caso. Se acercaba su cumpleaños número doce.No leimportaba lo que pudiera pasar si lograba acumular una buena reserva depiedrasantesdejubilarse.

Undíadeverano,alanochecer,unrepentinorumorrecorriólagranja:algolehabíasucedidoaBoxeador.Habíasalidosoloaarrastrarunacargadepiedrahastaelmolino.Y,efectivamente,elrumoreracierto.Unosminutosmástarde

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llegarondospalomasconlanoticia:

—¡Boxeadorsehacaído!¡Estátendidoenelsueloynopuedelevantarse!

Másomenoslamitaddelosanimalesdelagranjasalieroncorriendohaciala loma donde construían el molino de viento. Allí estaba Boxeador, en elsuelo, entre las varas del carro, con el cuello estirado, sin poder levantar lacabeza.Teníalosojosvidriosos,losflancosempapadosensudor.Delabocalebrotabaunhilodesangre.Trébolsearrodillóasulado.

—¡Boxeador!—exclamó—.¿Cómoestás?

—Eselpulmón—dijoBoxeadorconvozdébil—.No importa.Creoquepodréis terminar el molino sin mí. Hay una buena cantidad de piedraacumulada.Detodosmodos,solomequedabaunmes.Adecirverdad,habíaestadoesperando la jubilación.YcomoBenjamín tambiénestáenvejeciendoquizálepermitanjubilarsealmismotiempoyhacermecompañía.

—Tenemos que conseguir ayuda inmediatamente —dijo Trébol—. QuealguiencorraacontarleaChillónloquehasucedido.

Losdemásanimales corrieronde inmediatoa la casaadarle lanoticia aChillón. Solo quedaron allí Trébol y Benjamín, que se echó al lado deBoxeador y, sin decir nada, le ahuyentaba lasmoscas con la larga cola. Alcuarto de hora apareció Chillón, muy preocupado y apenado. Dijo que elcamarada Napoleón se había enterado con mucho dolor de esa desgraciasufrida por uno de los trabajadores más leales de la granja y que estabahaciendo lospreparativospara enviar aBoxeador al hospital deWillingdon,dondeseríatratado.Esopreocupóunpocoalosanimales.ConexcepcióndeMarietayBoladeNieve,ningúnotroanimalhabíasalidojamásdelagranja,ynolesgustabalaideadequesucamaradaenfermoterminaraenmanosdelosseres humanos. Sin embargo,Chillón los convenció con facilidad de que elveterinariodeWillingdontrataríaaBoxeadordemaneramássatisfactoriaquesi lo dejaban en la granja. Unamedia horamás tarde, cuandoBoxeador sehuborecuperadounpoco,loayudaronaponerseconesfuerzodepie,ylogróvolvercojeandoalestablo,dondeTrébolyBenjamínlehabíanpreparadounabuenacamadepaja.

Durante los dos días siguientes, Boxeador no salió de su establo. Loscerdoshabíanenviadounabotellagrandedemedicamentorosadoencontradoenelbotiquíndelbaño,yTrébolseloadministrabaaBoxeadordosvecesaldía después de las comidas. Por la noche ella se echaba a su lado paraconversar, mientras que Benjamín le espantaba las moscas. Boxeadordeclarabanosentirsearrepentidodeloquehabíasucedido.Sisereponíabien,podríallegaravivirotrostresaños,yesperabaconilusiónlostranquilosdíasquepasaría enun rincóndelprado.Sería laprimeravezque tendría tiempo

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paraestudiarycultivarlamente.Decíaquepensabadedicarelrestodesuvidaaaprenderlasveintidósletrasrestantesdelalfabeto.

Sin embargo, Benjamín y Trébol solo podían acompañar a Boxeadordespuésdelashorasdetrabajo,yfuealmediodíacuandollegóelfurgónparallevárselo. Todos los animales estaban desherbando los nabos bajo lasupervisión de un cerdo cuando vieron con asombro que por el lado de losedificiosaparecíaBenjamínalgalope,rebuznandocontodassusfuerzas.EralaprimeravezqueveíanaBenjamínagitado;dehecho,eralaprimeravezqueloveíangalopar.

—¡Rápido,rápido!—gritó—.¡Venid!¡SellevanaBoxeador!

Sinesperarórdenesdelcerdo,losanimalesinterrumpieronloqueestabanhaciendoyecharonacorrerhacialosedificiosdelagranja.Efectivamente,enel patio había un furgón grande, cerrado, tirado por dos caballos, con unletreroenelcostadoyunhombredeaspectotaimado,conbombín,sentadoenelpescante.YelestablodeBoxeadorestabavacío.

Losanimalesrodearonelfurgón.

—¡Adiós,Boxeador!—dijeronacoro—.¡Adiós!

—¡Estúpidos! ¡Estúpidos! —gritó Benjamín, corcoveando alrededor ypateandoelsueloconlospequeñoscascos—.¡Estúpidos!¿Noveisloqueestáescritoenelcostadodelfurgón?

Esohizovacilaralosanimales,quesequedaroncallados.Murielempezóadeletrear las palabras. Pero Benjamín la apartó y en medio de un silenciosepulcralleyó:

—«Alfred Simmonds, matarife de caballos y fabricante de cola,Willingdon.Comerciantedecuerosyharinadehuesos.Serviciodeperrera.»¿Noentendéisloquesignifica?¡LlevanaBoxeadoralmatadero!

Los animales soltaron al unísono un grito de horror.En esemomento elhombresentadoenelpescantefustigóaloscaballosyelfurgónsaliódelpatioatroterápido.Todoslosanimaleslosiguieron,desgañitándose.Trébolseabriópasohastalaprimerafila.Elfurgónempezóaacelerar.Tréboltratódeobligarsusrobustosmiembrosagalopar,ylogróunmediogalope.

—¡Boxeador!—gritó—.¡Boxeador!¡Boxeador!¡Boxeador!

Yenesemomento,comosihubieraoídoelalboroto fueradel furgón, lacaradeBoxeador,conlarayablancaenlanariz,aparecióenlaventanilladelapartetraseradelvehículo.

—¡Boxeador!—gritóTrébol con terrible potencia—. ¡Boxeador! ¡Sal deahí!¡Rápido!¡Tellevanalamuerte!

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Todos los animales repitieron el grito de «¡Boxeador, sal de ahí,Boxeador!»,peroelfurgónavanzabacadavezamayorvelocidad,alejándosedeellos.NoestabaclarosiBoxeadorhabíaentendidolaspalabrasdeTrébol.Peroun instantemás tardesu rostrodesaparecióde laventanillayseoyóeltremendotamborileodecascosdentrodelfurgón.Estabatratandodesalirdeallí a patadas. En otros tiempos los cascos deBoxeador habrían reducido aastillas el vehículo. Pero, ¡ay!, las fuerzas lo habían abandonado, y en unosinstanteselsonidodeltamborileosefuedebilitandohastacesar.Desesperados,losanimalesempezaronapediralosdoscaballosquetirabandelfurgónquesedetuvieran.

—¡Camaradas, camaradas! —gritaron—. ¡No llevéis a vuestro propiohermanoalamuerte!

Pero las estúpidas bestias, demasiado ignorantes para darse cuenta de loquepasaba,nohicieronmásqueaplastarlasorejascontralacabezayacelerarelpaso.LacaradeBoxeadornovolvióaaparecerenlaventanilla.Demasiadotarde, a alguien se le ocurrió adelantarse al furgón y cerrar la puerta de lagranja,peroelvehículo la atravesóenun instante, antesdedesaparecer conrapidezenlacarretera.NuncamásvieronaBoxeador.

Tres días después se anunció que había muerto en el hospital deWillingdon,apesarderecibirtodaslasatencionesalasqueuncaballopuedeaspirar.Chillónsalióadarlanoticiaalosdemás.Segúndijo,habíaestadoconBoxeadordurantesusúltimashoras.

—¡Fue la escenamás conmovedora que he visto jamás!—dijo Chillón,levantando la pezuña y enjugándose una lágrima—. Estuve a su lado en elúltimomomento.Yal final, casidemasiadodébilparahablar,mesusurróaloídoquesolounacosaleproducíadolor:tenerquedejarnosantesdeterminarel molino. «¡Adelante, camaradas!», musitó. «Adelante en nombre de laRebelión. ¡Viva la Granja Animal! ¡Viva el camarada Napoleón! Napoleónsiempretienerazón.»Esasfueronsusúltimaspalabras,camaradas.

De repente, la actitud de Chillón cambió. Calló un instante, y antes decontinuarsusojilloslanzaronmiradasdedesconfianzaaunladoyaotro.

Estabaenterado,dijo,dequehabíacirculadounestúpidoymalvadorumorenelmomentodeltrasladodeBoxeador.AlgunosanimaleshabíannotadoqueenelfurgónquellevabaaBoxeadorhabíaunletreroquedecía«Matarifedecaballos»,yhabían llegadoa la conclusióndequemandabanaBoxeador almatadero.Casiresultabaincreíble—dijoChillón—quealgúnanimalpudieraser tan estúpido. ¿Es que no conocéis, gritó indignado,moviendo la cola ybalanceándose, es que no conocéis a vuestro querido líder, el camaradaNapoleón?Habíaunaexplicaciónmuysencilla.Elfurgón,antespropiedaddelmatarife,habíasidocompradoporelveterinario,queaúnnohabíacambiado

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elletrero.Asísurgióelerror.

Esanoticiaaliviómuchoalosanimales.YcuandoChillóndiomásdetallesdelaagoníadeBoxeador,delaadmirableatenciónquehabíarecibidoydeloscaros medicamentos que Napoleón había pagado sin pensar en el costo,desaparecieron sus últimas dudas, y la idea de que al menos había muertocontentoatenuóeldolorquesentíanporladesaparicióndelcamarada.

El propio Napoleón asistió a la reunión del siguiente domingo por lamañanaypronuncióunbrevediscursoenhomenajeaBoxeador.Explicóquenohabíanpodidotraerlosrestosdesulloradocamaradaparaenterrarlosenlagranja,perohabíaordenadoqueseprepararaunagrancoronaconlaurelesdeljardínysecolocarasobre la tumbadelcaballo.Y loscerdos teníanprevistocelebrar en unos días un banquete conmemorativo en honor de Boxeador.Napoleón terminó el discurso recordando las dos máximas favoritas deBoxeador: «Trabajaré más duro» y «El camarada Napoleón siempre tienerazón»,máximasque,dijo,todoanimalharíabienenadoptarcomopropias.

El día fijado para el banquete llegó desde Willingdon un vehículo dereparto que dejó en la casa una gran caja demadera. Esa noche se oyeronruidososcantos,seguidosporalgoparecidoaunaviolentadisputaqueterminóaesodelasonceconuntremendoestruendodecristalesrotos.Nadiesemovióallídentrohastaelmediodíasiguiente,yserumoreabaquedealgúnladoloscerdoshabíansacadoeldineroparacomprarseotracajadewhisky.

X

Pasaron los años. Fueron y vinieron las estaciones, se consumieron lascortasvidasdelosanimales.Llegóunmomentoenquenoquedabanadie—fueradeTrébol,Benjamín,elcuervoMoisésyalgunoscerdos—querecordaralosviejostiemposanterioresalaRebelión.

Murielhabíamuerto;Campanilla,JésicayChispahabíanmuerto.TambiénhabíamuertoJones,enunhogarparaborrachosenotrapartedelpaís.HabíanolvidadoaBoladeNieve.HabíanolvidadoaBoxeador,salvolospocosquelohabían conocido. Trébol era ahora una yegua robusta y vieja, con lasarticulaciones entumecidas y los ojos legañosos. Tenía dos años más de laedadnecesariaparajubilarse,peroenrealidadningúnanimalsehabíajubiladonunca.Hacía ya tiempo que no se hablabamás de reservar un rincón de lapraderaparaquienes se retiraran.Napoleóneraahoraunverracomadurodecientocincuentakilos.Chillónestabatangordoqueapenasveía.SoloelviejoBenjamín era casi el mismo de siempre, apenas un pocomás canoso en el

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hocicoy,desdelamuertedeBoxeador,máshurañoytaciturnoquenunca.

Habíamuchasmáscriaturasqueantesenlagranja,aunqueelaumentonoeratangrandecomosehabíaprevistoenlosprimerosaños.Paramuchosallínacidos,laRebeliónerasolounavagatradición,transmitidadebocaenboca;otros,comprados,nuncahabíanoídohablardeese temaantesdesu llegada.La granja poseía ahora tres caballos además de Trébol. Eran animaleshonrados, trabajadores dispuestos y buenos camaradas, peromuy estúpidos.Ningunodeellosdemostrabasercapazdeaprenderelalfabetomásalládelaletra B. Aceptaban todo lo que se les decía acerca de la Rebelión y losprincipiosdelanimalismo,sobretodosiveníadeTrébol,porlaqueteníanunrespetocasifilial,perocostabacreerqueentendieranmuchodeloqueselesexplicaba.

Lagranjaeramásprósperayestabamejororganizada;sehabíaampliadocondoscamposcompradosalseñorPilkington.Elmolinodevientoestabaporfinterminadoylagranjaposeíaunatrilladorayunsilo,yselehabíanañadidovariosedificiosnuevos.Whympersehabíacompradouncarruajedescubierto.Pero,despuésdetodo,elmolinodevientonohabíasidoutilizadoparagenerarenergía eléctrica. Se utilizaba para moler maíz, y producía importantesbeneficios monetarios. Los animales trabajaban intensamente en laconstruccióndeunnuevomolino;sedecíaquecuandoestuvieraterminadoseinstalaríanlasdinamos.PeroyanosehablabadeloslujosconlosquealgunavezBoladeNievehabíaenseñadoasoñaralosanimales:losestablosconluzeléctrica y agua caliente y fría, y la semana de tres días. Napoleón habíadenunciado esas ideas como contrarias al espíritu del animalismo. Laverdaderafelicidad,decía,radicaentrabajarduroyvivirfrugalmente.

Parecía,dealgunamanera,quelafincasehabíaenriquecidosinhacermásricosalospropiosanimales…excepto,claroestá,aloscerdosyalosperros.Esoquizásedebíaenpartealacantidaddecerdosydeperrosquehabía.Noera que esas criaturas no trabajaran, a su manera. Como Chillón nunca secansabadeexplicar,lasupervisiónylaorganizacióndelagranjarequeríanunesfuerzointerminable.Granpartedeesetrabajoeradeunanaturalezaquelosdemásanimales,consuignorancia,nopodíanentender.Porejemplo,Chillónles contaba que los cerdos tenían que afanarse todos los días con cosasmisteriosas llamadas «archivos», «informes», «minutas» y «notas». Erangrandeshojasdepapelquedebíancubrirconunaapretadaescritura,yunavezescritas las quemaban en el horno. Eso, explicaba Chillón, era de sumaimportanciapara el bienestarde lagranja.Sin embargo,ni los cerdosni losperrosproducíanalimentosconsutrabajo,yhabíamuchos,ysiempreteníanbuenapetito.

Encuantoalosdemás,suvida,hastadondeellossabían,eralamismadesiempre. Por lo general tenían hambre, dormían sobre paja, bebían en el

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abrevadero, trabajabanen loscampos;en invierno lesmolestabael fríoyenveranolasmoscas.Aveceslosmásviejosbuscabanentrelosvagosrecuerdostratandodedeterminar si en losprimeros tiemposde laRebelión, cuando laexpulsión de Jones era aún reciente, las cosas habían sidomejores o peoresque en ese momento. No recordaban. No tenían con qué comparar su vidaactual,fueradelasestadísticasdeChillón,segúnlascualestodoibacadavezmejor. Para los animales era un problema insoluble, pero ahora tenían pocotiempopara pensar en esas cosas. Solo el viejoBenjamín afirmaba recordarcada detalle de su larga vida y saber que las cosas nunca habían sido nipodrían ser mucho mejores o peores; el hambre, la miseria y la decepcióneran,decía,inalterablesleyesdelavida.

Sin embargo, los animales nunca perdían la esperanza. Más aún, nuncaperdían,niporuninstante,lasensacióndehonoryprivilegiodeperteneceralaGranjaAnimal.Lasuyaseguíasiendo laúnicagranja ¡en toda Inglaterra!cuyosdueñosyadministradoreserananimales.Ningunodeellos,ni losmásjóvenes, ni los recién llegados, traídos de granjas a diez o veintemillas dedistancia,dejabandeasombrarse.Ycuandooíanelestampidodelaescopetayveían la bandera verde ondeando en elmástil, se les henchía el corazón deimperecedero orgullo, y las conversaciones siempre volvían a los viejos yheroicos tiempos, a la expulsión de Jones, a la escritura de los sietemandamientos, a las grandes batallas en las que habían derrotado a losinvasores humanos. No habían renunciado a ninguno de los viejos sueños.Todavía creían en la República de los Animales que el Comandante habíaanunciado, cuando ningún pie humano hollaría los verdes campos deInglaterra.Llegaríaalgúndía:quizánopronto,quizánoenvidadeningunodelos animales presentes, pero sí llegaría.Quizá hasta se tarareaba en secreto,aquíyallá,lacanción«BestiasdeInglaterra»:encualquiercaso,eraunhechoque todos los animales de la granja la conocían, aunque nadie se hubieraatrevidoacantarlaenvozalta.Suvidapodíaserduraynohabersecumplidotodas sus esperanzas, pero tenían conciencia de que no eran como otrosanimales.Sipasabanhambre,noeraporalimentarasereshumanostiránicos;si trabajabanduro, almenos lohacíanpara supropiobeneficio.Entre ellos,nadieandabasobredospatas.Entreellosnadiellamabaaotro«amo».Todoslosanimaleseraniguales.

Un día de principios de verano, Chillón ordenó a las ovejas que losiguieran y las condujo a un descampado en el otro extremo de la finca,cubiertodebrotesdeabedul.LasovejaspasaronallítodoeldíaalimentándoseconlashojasbajolasupervisióndeChillón.Alanochecer,elcerdovolvióalacasa,perocomohacíacalorpidióalasovejasquesequedarandondeestaban.Terminaronpasandoallítodaunasemana,durantelacuallosdemásanimalesnolasvieron.Chillónsequedabaconellaslamayorpartedeldía.Decíaqueles estaba enseñando a cantar unanueva canción, para lo cual se necesitaba

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privacidad.

Una tarde agradable, poco después del regreso de las ovejas, cuando losanimaleshabíanterminadoeltrabajoysedirigíanalosedificiosdelagranja,llegó desde el patio el aterrorizado relincho de un caballo. Asustados, losanimales se detuvieron. Era la voz de Trébol, que relinchó de nuevo, yentoncestodoslosanimalescomenzaronagaloparyentraronatodavelocidadenelpatio.AllívieronloquehabíavistoTrébol.

Uncerdocaminandosobrelaspatastraseras.

Sí, era Chillón. Con cierta torpeza, como si le faltara costumbre paramantener su considerable corpulencia en esa posición, pero con perfectoequilibrio,sepaseabaporelpatio.Unmomentomástarde,porlapuertadelacasa,salióunalargafiladecerdos,todoscaminandosobrelaspatastraseras.Algunos lohacíanmejorqueotros,aunoodos se losveía todavíaunpocoinestablesyparecíacomosileshubieragustadoapoyarseenunbastón,perotodosrecorrieronelpatioconéxito.

Finalmenteseoyóun tremendoaullidodeperrosyunagudocacareodelgallo negro; entonces salió el propio Napoleón, majestuosamente erguido,lanzando miradas altivas a un lado y a otro, con los perros brincandoalrededor.

Llevabaunlátigoenlapezuña.

Se produjo un silencio mortal. Asombrados, aterrorizados, apiñados, losanimalesobservaroncómolalargafiladecerdosavanzabalentamenteporelpatio.Eracomosielmundosehubieravueltodelrevés.Alagotarselaprimeraimpresión,hubounmomentoenelque,apesardetodo—elterroralosperrosylacostumbre,perfeccionadadurantelargosaños,denoquejarse,nocriticar,pasaraloquepasase—,podríanhaberemitidoalgunapalabradeprotesta.Peroenesemomento,comoobedeciendoaunaseñal,todaslasovejassepusieronabalarestentóreamente:

—¡Cuatropatas,sí;dospatas,mejor! ¡Cuatropatas,sí;dospatas,mejor!¡Cuatropatas,sí;dospatas,mejor!

Los balidos se prolongaron durante cinco incesantes minutos. Y paracuando se hubieron callado las ovejas, la posibilidad de expresar algunaprotestahabíapasado,porqueloscerdosyahabíanvueltoaentrarenlacasa.

Benjamín sintió que una nariz le acariciaba el hombro. Se volvió paramirar. Era Trébol. Los viejos ojos de la yegua parecían más apagados quenunca.Sindecirnada,ella le tiróconsuavidadde lacriny lo llevóhastaelextremodelestabloprincipal,dondeestabanescritoslossietemandamientos.Durante un par deminutos se quedaronmirando la pared pintada con letras

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blancas.

—Estoy perdiendo la vista —dijo finalmente—. Ni siquiera de jovenhubierapodidoleerloqueestáescritoahí.Peromeparecequeesaparedsevediferente.Lossietemandamientos¿sonlosmismosdeantes,Benjamín?

Por una vez, Benjamín aceptó quebrantar sus normas y le leyó lo queestabaescritoenlapared.Ahoranohabíaallímásqueunsolomandamiento,quedecía:

TODOSLOSANIMALES

SONIGUALES,

PEROALGUNOSANIMALES

SONMÁSIGUALES

QUEOTROS.

Después de eso, al día siguiente no pareció nada extraño que todos loscerdosquesupervisabaneltrabajodelagranjallevaranlátigosenlaspezuñas.Noparecióextrañodescubrirqueloscerdossehabíancompradounaparatoderadio,quesedisponíanainstalarunteléfonoyquesehabíansuscritoaJohnBull,Tit-BitsyelDailyMirror.NoparecióextrañoveraNapoleónpaseandopor el jardín de la casa con una pipa en la boca; no, ni siquiera cuando loscerdossacaronde losarmarios la ropadelseñorJonesyse lapusieron,yelpropioNapoleónaparecióconunabrigonegro,pantalonesdecazaypolainasdecuero,mientrassucerdafavoritaaparecíaconelvestidodemuaréque laseñoraJonessolíaponerseeldomingo.

Unasemanadespués,unatarde,llegaronalagranjaunaseriedecarruajesdescubiertos.Habíaninvitadoaunadelegacióndeagricultoresvecinosahaceruna visita de inspección. Mientras recorrían la granja, esos agricultoresexpresaron gran admiración por todo lo que veían, especialmente por elmolino de viento. Los animales estaban quitando las malas hierbas de loscampos de nabos. Trabajaban con diligencia, casi sin levantar la cara de latierra y sin saber a quiénes temer más, si a los cerdos o a los visitanteshumanos.

Esa noche resonaron en la casa ruidosas canciones y carcajadas. Derepente,aloírlamezcladevoces,losanimalessintieronunagrancuriosidad.¿Quépodríaestarsucediendoallí,ahoraqueporprimeravezanimalesysereshumanos se reunían en condiciones de igualdad? De común acuerdo,empezaronadeslizarselomássilenciosamenteposiblehastaeljardín.

Sedetuvieronenlaentrada,medioasustados,peroTrébolsepusoalfrenteyavanzarondepuntillas.Losanimalesmásaltosmiraronpor laventanadelcomedor.Allí,alrededordelalargamesa,estabansentadosmediadocenade

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granjeros ymedia docena de los cerdosmás eminentes; el propioNapoleónocupaba el puesto de honor en la cabecera. Los cerdos parecíancompletamenteagusto.Elgrupohabíaestadodisfrutandodeunapartidadenaipes, que acababan de interrumpir sin duda para hacer un brindis. Teníanunajarragrande,delaqueservíancervezaenlosvasos.Nadiesefijabaenlasperplejascarasdelosanimalesquemirabanporlaventana.

ElseñorPilkington,deMonterraposo,sehabíapuestodepieconelvasoenlamano.Enunmomento,dijo,propondríaunbrindis.Perosentíaqueantesteníaquedecirunaspalabras.

Eraparaélmotivodegransatisfacción,compartidasindudaportodoslospresentes,dijo,advertirqueunlargoperíododedesconfianzaymalentendidoshabía llegado a su fin. No había faltado la época en la que los vecinoshumanosveíanalosrespetadospropietariosdelaGranjaAnimalnodiríaqueconhostilidad,perosíquizáconciertogradoderecelo,sentimientosiempreajeno, por supuesto, a él y al resto de los presentes. Se habían producidodesafortunadosincidentesysehabíansostenidoideasequivocadas.Sepensabaquelaexistenciadeunafincadondelosdueñosyadministradoreserancerdosconstituía una anormalidad y podía tener un efecto perturbador en elvecindario.Demasiados agricultoreshabían supuesto, sin informarse,queenuna finca de esas características predominaría un espíritu de libertinaje eindisciplina.Lesasustabanlosposiblesefectossobresuspropiosanimales,oincluso sobre sus empleados humanos. Pero ahora se habían disipado todasesasdudas.Ahoraélysusamigoshabíanvisitado lagranjae inspeccionadocada rincón con sus propios ojos, y ¿qué habían encontrado? No solo losmétodos más actualizados, sino una disciplina y un orden que debería serejemploparatodoslosgranjerosdetodaspartes.Creíaquenoseequivocabaal decir que los animales inferiores de la Granja Animal trabajaban más yrecibíanmenoscomidaquecualquierotroanimaldelcondado.Dehecho,élylosdemásvisitanteshabíanobservadomuchascaracterísticasqueseproponíanintroducirdeinmediatoensuspropiasfincas.

Para terminar, añadió, quería hacer hincapié de nuevo en el sentimientoamistosoqueexistíaydeberíaseguirexistiendoentrelaGranjaAnimalysusvecinos.Entreloscerdosylossereshumanosnohabía,ynoteníaquehaber,ningúnconflictode intereses.Sus luchasy susdificultadeseran lasmismas.¿Acaso el problema laboral no es elmismo en todas partes? Pareció que elseñor Pilkington estaba a punto de soltar alguna ocurrencia cuidadosamentepreparada, pero por un momento le produjo tanta hilaridad que no pudocontarla.Despuésdemuchoreírytoser,mientrasseleenrojecíanlasdiversaspapadas,logróporfinhablar:

—¡Ustedtienequelidiarconlosanimalesinferiores—dijo—,ynosotrosconlasclasesinferiores!

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Esaagudezaloshizoreírconganas,yelseñorPilkingtonvolvióafelicitara los cerdospor las bajas raciones, las largas horas de trabajoy la ausenciageneraldemimosquehabíaobservadoenlaGranjaAnimal.

Y ahora, dijo por último, pediría a los invitados que se levantaran y seasegurarandetenerlosvasosllenos.

—Señores —concluyó el señor Pilkington—, señores, propongo unbrindis:¡porlaprosperidaddelaGranjaAnimal!

Hubo vítores entusiastas y golpes en el suelo. Napoleón estaba tancontentoquedejósulugarycaminóalrededordelamesaparaentrechocarelvaso con el del señor Pilkington antes de vaciarlo. Cuando terminaron losaplausos,Napoleón,quesehabíaquedadodepie,dioaentenderquetambiénélqueríadecirunaspalabras.

Eldiscurso,comotodoslossuyos,fuebreveyalgrano.Tambiénélestabacontento,dijo,dequehubiera llegadoa su fin elperíodode incomprensión.Durante mucho tiempo habían circulado rumores —difundidos, había quepensar,poralgúnmalvadoenemigo—segúnloscualessuactitudyladesuscolegas tenía algo de subversivo, incluso de revolucionario. Se les habíaatribuido el intento de incitar a la rebelión a los animales de las granjasvecinas.¡Nadamáslejosdelaverdad!Suúnicodeseo,ahorayenelpasado,eravivirenpazymantenerrelacionescomercialesnormalesconlosvecinos.Esa granja que tenía el honor de controlar, añadió, era una empresacooperativa. Compartían su propiedad —los títulos estaban en su poder—todosloscerdos.

No creía, dijo, que aún persistieran las viejas sospechas, pero algunoscambios introducidos últimamente en la rutina de la granja tendrían quereforzaraúnmás laconfianza.Hastaesemomento losanimalesde lagranjahabíantenidolaestúpidacostumbredetratarseentreellosde«camarada».Seprohibiría ese saludo. También había una costumbre muy rara, de origendesconocido,queconsistíaendesfilartodoslosdomingosporlamañanaantela calavera de un cerdo clavada en un poste del jardín. También eso seprohibiría, y ya habían enterrado la calavera.Las visitas también se habríanfijado en la bandera verde que ondeaba en lo alto del mástil. Si lo habíanhecho, quizáhabríannotadoque la pezuñay el cuernoblancosque antes laadornabanhabíansidoeliminados.Enadelanteseríasimplementeunabanderaverde. Solo tenía una crítica que hacer, dijo, a la excelente y amableintervencióndel señorPilkington.El señorPilkingtonhabía hablado todo eltiempo de la «Granja Animal». No podía, por supuesto, saberlo, porque él,Napoleón,loanunciabaahoraporprimeravez:quedabaprohibidoelnombre«Granja Animal». En adelante la granja se conocería como la «GranjaSolariega»,quesegúnéleraelnombreoriginalycorrecto.

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—Señores—concluyóNapoleón—,propondréelmismobrindisdeantes,peroconunadiferencia.Quecadaunolleneelvasohastaelborde.Señores,esteesmibrindis:¡porlaprosperidaddelaGranjaSolariega!

Seoyeronlosmismosefusivosvítoresysevaciaronlosvasosdeuntrago.Pero a los animales quemiraban la escena desde fuera les pareció que algoraropasaba. ¿Qué sería loquehabía alterado los rostrosde los cerdos?LosojosviejosynubladosdeTrébolsaltabandeunoaotro.Algunosteníancincopapadas, algunos cuatro, algunos tres. ¿Qué sería aquello que parecíaderretirseytransformarse?Alterminarlosaplausos,losinvitadosrecogieronlosnaipesycontinuaronlapartidainterrumpida,ylosanimalessealejaronensilencio.

Peroapenashabíandadounospasoscuandosedetuvieronenseco.Delacasasalíaunalborotodevoces.Volvieroncorriendoymirarondenuevoporlaventana. Sí, todos se estaban peleando de manera violenta. Había gritos,golpes en la mesa, miradas desconfiadas, negativas furiosas. El origen delproblema estaba, al parecer, en que Napoleón y el señor Pilkington habíanjugadoalmismotiempounasdeespadas.

Doce voces indignadas gritaban, y todas eran iguales. Lo que habíaocurrido en los rostros de los cerdos era ahora evidente. Los animales queestaban fuera miraban a un cerdo y después a un hombre, a un hombre ydespués a un cerdoydenuevo aun cerdoydespués a unhombre, yyanopodíansabercuáleracuál.

Epílogo

Esposibleque,cuandosepubliqueestelibro,mispuntosdevistasobreelrégimensoviéticosehayangeneralizado.Pero¿yqué?Cambiarunaortodoxiaporotranosuponenecesariamenteunavance.