Ramón Flecha - Entrevista en ESCUELA (2)

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  • 8/14/2019 Ramn Flecha - Entrevista en ESCUELA (2)

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    ha aprendido a leer y escribir, ya no lainsultan; hoy quiere ir a la escuela queantes rechazaba, tiene esperanza en laeducacin y en las personas.

    Conocemos tu preocupacin por tejerrelaciones de estrecha colaboracin en elseno de las comunidades escolares y deestas con las estructuras de participacin

    vecinal. De hecho, sabemos del esfuerzoque has realizado recientemente reco-giendo informacin y trabajando con co-lectivos de un determinado barrio, demos-trando la viabilidad de la implantacin demedidas de inclusin en estos contextosy superando etiquetas interesadamenteestigmatizadoras. Puedes ilustrarnos tuexperiencia a este respecto?

    Como en otros barrios, en ese sehaban aplicado las actuaciones de xi-to en la escuela logrando una extraor-dinaria transformacin de la educa-cin. El barrio y las administracionespidieron entonces que tambin se apli-caran las actuaciones de xito en otrosmbitos sociales, como el ocupacional,sanitario y participativo. Circulaba so-

    bre sus vecinos y vecinas el bulo de quenada poda hacerse, que no podanmejorar, que eran peligrosos; inclu-so la polica no se atreva a entrar all.Como toda mejora social requiere, porun lado, las evidencias internaciona-les y, por otro, las voces de los sujetos.Decid entrar en el barrio y, desoyendotodos los consejos, pasar una nocheall. Descubr a una gente maravillosa,necesitada y muy motivada por mejo-rar sus vidas. Estuve a las nueve de lanoche en una plaza llena de abuelas,hermanos, nias, con ese sabor po-pular que frecuentemente no existe enlos centros de las ciudades. Permanechasta su cierre en el bar donde la televi-sin haba afirmado que era imposiblesalir sin un navajazo. Todo era menti-

    ra, estereotipos. Hice bastantes amigasy amigos y dorm en el piso de uno deellos; no tena puertas, pero s un mon-tn de sentimientos y esperanzas queson la base imprescindible de toda me-

    jora social. A partir de esa noche, todocomenz a transformarse y los sueosempezaron a hacerse realidad.

    Las comunidades de aprendizaje -alrede-dor de 90 en nuestro pas- de las que eresinspirador, han demostrado la posibilidadde llegar a conformar un paisaje educativojusto y prometedor podras comentarnoscules consideras que son sus prcticasms valiosas?

    Los sentimientos y la tica de-mocrtica han sido siempre la basede toda mejora educativa y social. Lahumanidad cre las ciencias socialespara autoconocerse y as poder auto-mejorarse. Las y los profesionales de lascomunidades de aprendizaje parten deun sueo: Que el aprendizaje que que-remos para nuestras hijas e hijos estal alcance de todas las nias y nios.Mientras dure el lenguaje de serpiente,la hipocresa de querer un aprendizajepara nuestras hijas e hijos y otro paralas otras y otros, cualquier ocurrencianos puede servir para legitimar lo quehacemos. Sin embargo, cuando nues-tros sentimientos y nuestra tica nosllevan a querer lo mejor para todasnuestras alumnas y alumnos, necesa-riamente acudimos a la ciencia, parasaber qu actuaciones educativas, con

    qu prcticas, se mejora el aprendizajede todas y todos.Como ya he apuntado, dos de las

    ms valoradas prcticas, entre las ac-tuaciones educativas de xito de lascomunidades de aprendizaje, han sidolos grupos interactivos y las tertulias li-terarias dialgicas. A travs de estas l-

    timas, familiares que nunca han ledoun libro aprenden a leer y disfrutar deobras de Kafka, Cervantes, Safo y Joyce.Sus hijas e hijos comienzan a devorarlibros como El Lazarillo. El aprendi-zaje de la lectura y la escritura se ace-

    lera en todo el centro. Estas tertuliasdialgicas nacieron en Espaa y hoyestn extendidas por todo el mundo,desde EEUU a China, y se incluyen enla formacin que dan universidadescomo Harvard, donde se ensean enfacultades como la de Educacin y lade Medicina. Nunca una prctica edu-cativa creada aqu haba tenido tantoimpacto internacional.

    Detrs del desarrollo y promocin de lascomunidades de aprendizaje existe unareflexin profunda, un fuerte debate y untrabajo riguroso de investigacin. Estasprcticas se identifican con CREA (Cen-tro Especial de Investigacin en Teoras yPrcticas Superadoras de Desigualdades),del que fuiste director. Qu relevancia tie-

    ne, en tu opinin, la presencia de centrosde investigacin como CREA en el desa-rrollo educativo y social de la ciudadana?

    Una de las peores consecuen-cias para la universidad espaola desu estructura feudal (que hered delfranquismo y consolid la LRU deMaravall), ha sido que casi todos susequipos de investigacin han estadoformados por profesorado de un reade conocimiento y no interdisciplina-res. Mientras el profesorado explicabaal alumnado que la educacin debaser interdisciplinar eran miembrosde un equipo de investigacin dondemandaba un catedrtico de su rea.Quienes se atrevan a huir de su feudo

    y acercarse a la ciudad de un equipo

    interdisciplinar y sin autoridades feu-dales lograban una gran formacin ypresencia internacional, pero sufranterribles represalias en sus departa-mentos. CREA ha sido una de esasciudades donde se han ido reunien-do los siervos que lograban escaparsede sus feudos, convirtindose as en

    ciudadanos. No es extrao que hayasido una de esas ciudades la que hayalogrado el primer Proyecto Integrado(INCLUD-ED) del Programa Marcode Investigacin Europeo, que se di-rige desde Espaa en el mbito de las

    ciencias econmicas, sociales y huma-nas. Tampoco es extrao que tambinhaya sido CREA el primer centro deinvestigacin que se haya atrevido aromper el silencio sobre la violenciade gnero en las universidades espa-olas, una ley del silencio mucho msfrrea que la existente en pases comoEEUU, Francia o Marruecos. Hemosabierto un camino muy difcil, sufrien-do muchas persecuciones al sur de losPirineos, pero ahora ya est circulandopor l un nmero creciente de gruposinterdisciplinares que lo estn logran-do hacer cada vez ms ancho.

    Cmo unes ciencia e ilusin en la prcti-ca docente dirigida a todos en general, y alos excluidos en particular? Cul sera, en

    tu opinin, el formato de prctica educa-tiva que permitira compaginar estos dosconceptos de ciencia e ilusin?

    Llego ahora del primer encuentrodel International Forum Paulo andNita Freire de Pedagoga Crtica, quese ha centrado en la concepcin del ra-dical love de Paulo Freire, Jess GmezPato y Joe Kincheloe, y su relacincon la transformacin educativa y so-cial. Pato siempre repeta que ciencia eilusin se alimentaban recprocamenteen la educacin, y la una sin la otra nofuncionaba. A veces, un profesoradomuy ilusionado se ha entregado a in-tentar una mejora educativa que, alestar basada en las ocurrencias de au-toridades acadmicas feudales, no ha

    dado resultado. Al faltar la ciencia, lailusin va desapareciendo porque nose ve sentido a tanto esfuerzo intil, y elprofesorado acaba quemado, mientrasque las autoridades acadmicas se que-dan tan tranquilas diciendo que no lohan aplicado bien. Sin embargo, cuan-do esos mismos esfuerzos se orientan

    hacia las acciones que la comunidadcientfica internacional ha demostradoque logran el xito, la ilusin no parade crecer, e incluso se va extendiendoa otro profesorado que no la tena alprincipio.

    En varios de tus trabajos insistes en quela transformacin de las interacciones quetienen lugar en los contextos escolareshara posible que nuestros centros edu-cativos pudieran transformarse en lugaresde aprendizaje y convivencia ms prome-tedores. Esto supone una transformacincompleja. Qu opinas de una solucindiferente de la que actualmente se esthablando, consistente en dictar una leyque reconozca al profesor como autoridadpblica y que le otorgue la capacidad dedecidir cmo se organizan las relacionesen el centro?

    Actualmente los centros educa-tivos de ms xito del mundo son losms democrticos, donde el profeso-rado es ms dialgico con el alumna-do y las familias. Lo mismo ocurre conlos sistemas educativos de ms xitodel mundo: la autoridad del profesor oprofesora en ellos se basa en su dilo-go igualitario con alumnado, familias

    y sociedad en general. No conozcoescuelas y sistemas educativos de xi-to en occidente en la actualidad quese basen en una autoridad jerrquicaen lugar de en una autoridad dialgi-ca. Quienes defienden esa vuelta a la

    jerarqua se basan en ocurrencias, noaportan ningn ejemplo de dnde esoest dando hoy buenos resultados.

    Qu elementos de la formacin perma-nente del profesorado en nuestro pas teparece que deben ser revisados?

    Todos, la formacin tiene que estarbasada en los conocimientos aporta-dos por las investigaciones internacio-nalmente ms importantes, igual quese hace en Medicina y otros mbitos.Su evaluacin debe centrarse en cmomejorar los resultados en los centros,tanto en aprendizaje instrumental

    como en valores y desarrollo emocio-nal. Hay que seleccionar a formadores

    y formadoras que den las fuentes delo que hablan, que cuando proponenalgo sepan demostrar dnde ha dadobuenos resultados. Las encuestas desatisfaccin han llevado a que se prio-rice sobre estas personas a quienes sonsimpticos, amenos, famosos, con es-tatus acadmico o con influencias enlos medios de comunicacin, aunquelas propuestas que hagan (si las hacen)no hayan mejorado nunca los resulta-dos de ninguna escuela.

    De la formacin inicial univer-sitaria solo digo una cosa que tengoobligacin cientfica y tica de decir,aunque me persigan por ello: todavasu elaboracin se sigue basando enintereses corporativos y no en los crite-rios cientficos y ticos que se merecennuestra educacin y nuestra sociedad.

    Quiz sea algo manido referirse al cam-bio que est sufriendo nuestra sociedady, por tanto, al nuevo rol y formato delas funciones asignadas que deberan

    asumir las escuelas. Existe una metforaque podra explicar la situacin: a vecestenemos la sensacin de estar sentadosen una playa, en la que abundan castillosde arena, sombrillas y otros objetos, y nosvamos dando cuenta de que, con la suavepero incesante subida de la marea, se vamodificando el perfil de la arena y pocoa poco se van desmoronando los castillosy comienzan a flotar objetos en el agua...Cul sera el papel que deberan desem-pear las comunidades escolares parapreparar hacia ese futuro que no terminade estar definido?

    Eso es lo bonito del futuro, que noest predeterminado, que est abierto

    y que lo hacen las personas que con-fan en ello. Las escuelas que hemosheredado del pasado son esos casti-

    llos de arena. Si queremos salvarlostenemos que situarlos en un nuevocontexto, transformarlos. Y eso ya nopodemos hacerlo solos, hay que hacer-lo en dilogo igualitario con toda la co-munidad. Hemos hablado mucho delas actuaciones de xito y de que estnen Internet. El profesorado no tiene elmonopolio para llegar a ellas, a veces lohacen ms rpidamente algunas per-sonas que son familiares y alumnado,dejmonos ayudar y ser mejor paratodas y todos.

    Se insiste mucho en la necesidad de unpacto por la educacin entre las fuerzaspolticas. Cmo valoras su conveniencia?Y, en su caso, sobre qu aspectos debe-ra centrarse?

    En una de sus visitas, un profesorde Harvard se extraaba de cmo aqullambamos de izquierdas o de dere-chas a propuestas que simplementeeran actuaciones de fracaso, comola selectividad y la revlida, o la afir-macin de que lo importante son losprocesos y no los resultados o la con-sideracin de que lo importante era lamotivacin y no el esfuerzo. El vacode conocimientos cientficos lo cubreuna pseudopolitizacin, que empeoralos resultados, el dilogo y la conviven-cia. Un pacto sobre sanidad no debeser sobre los tratamientos a aplicar acada enfermedad, sino sobre que seapliquen los tratamientos que dice lacomunidad cientfica internacional.

    Hay gente que pide que los partidosse pongan de acuerdo sobre las actua-ciones educativas a aplicar, eso es unerror gravsimo, el principal acuerdoes que se apliquen las actuaciones quela comunidad cientfica internacionalha demostrado que dan los mejoresresultados.

    entrevista Nm. 3.844 (1.585)ESCUELA 3312 de noviembre de 2009

    Los bajos niveles que en Espaa tienen los inmigrantes no son consecuenciade la proporcin en la que estn en un centro, sino que la causa est en una

    escuela basada en ocurrencias y no en evidencias cientficas

    FOTO:TERESA

    RODRGUEZ