Ramon Carrillo

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RAMÓN CARRILLO Memoria y justicia, para un argentino ejemplar al que deberíamos imitar

Ramón Carrillo nació en Santiago del Estero, el 7 de marzo de 1906 y murió enBelem do Pará, Brasil, en el exilio el 20 de Diciembre de 1956, hace exactamente50 años. Neurocirujano, neurobiólogo, profesor universitario y primer Ministro de Salud dela Nación Argentina.

Partió rumbo a Buenos Aires, desde su ciudad natal para iniciar la Carrera deMedicina. Cursó esta carrera de manera brillante, y obtuvo al recibirse en 1929, laMedalla de Oro al mejor alumno de su promoción.

Ya recibido abrazó definitivamente la neurología y la neurocirugía comoespecialidades y obtuvo una beca universitaria para perfeccionarse en Europa,donde trabajó e investigó junto a los más destacados especialistas del mundo.

Regresó a Buenos Aires en plena década Infame. Se vincula con su compañerode estudios primarios Homero Manzi, y otros hombres como Arturo Jauretche,Raúl Scalabrini Ortiz y los autores teatrales y de tango Armando Discépolo yEnrique Santos Discépolo, representantes de la cultura y de las nuevas ideasnacionales; y se asocia con la Escuela Neurobiológica Argentina.

Durante esos años Carrillo se dedicó únicamente a la investigación y a ladocencia, hasta que en 1939 se hizo cargo del Servicio de Neurología yNeurocirugía del Hospital Militar Central en Buenos Aires. Este empleo le permitióconocer con mayor profundidad la realidad sanitaria del país. Pudo comprobar laprevalencia de enfermedades vinculadas con la pobreza, sobre todo en losaspirantes de las provincias más postergadas. Confirmó de esta manera susrecuerdos e imágenes de provincia, que mostraban el estado de postergación enque se encontraba gran parte del interior argentino.

En 1942, a los treinta y seis años de edad, Carrillo ganaría por concurso latitularidad de la Cátedra de Neurocirugía de la Facultad de Ciencias Médicas deBuenos Aires. Formó allí una escuadra de bien elegidos y talentosos discípulos,entre ellos Germán Dickmann, Raúl Matera, D. E. Nijensohn, y otros.

Brilló en su carrera, en el mundo científico y académico. Sin embargo, los sucesoshistóricos harían cambiar radicalmente su vida de modo que la figura de Carrillotomara otras dimensiones, fuera de la ciencia biomédica. Grandes cambios seproducían en el país: en 1943 es derrocado el régimen del presidente Castillo yasumió otro gobierno militar. En este contexto Carrillo conoció en el HospitalMilitar al Coronel Juan Domingo Perón, paciente con quien compartía largasconversaciones. Poco después, a los 39 años de edad, Ramón Carrillo prestó serviciosbrevemente como Decano de la Facultad de Medicina de la UBA.

Perón llegaría por primera vez a la presidencia, y confirma al Dr. Carrillo al frentede la Secretaría de Salud Pública, que posteriormente se transformaría en elMinisterio de Salud Pública y Asistencia Social de la Nación.

Difícil es enumerar la prolífica obra del Dr. Carrillo frente a esta cartera ya quellevó a cabo acciones sin parangón hasta nuestros días.Aumentó el número de camas existentes en el país, de 66.300 en 1946 a 132.000en 1954. Erradicó, en sólo dos años, enfermedades endémicas como elpaludismo, con campañas sumamente agresivas. Hizo desaparecer prácticamentela sífilis y las enfermedades venéreas. Creó 234 hospitales o policlínicas gratuitos.Disminuyó el índice de mortalidad por tuberculosis de 130 por 100.000 a 36 por100.000. Terminó con epidemias como el tifus y la brucelosis. Redujodrásticamente el índice de mortalidad infantil del 90 por mil a 56 por mil.Todo esto, dando prioritaria importancia al desarrollo de la medicina preventiva, ala medicina social y a la medicina sanitaria, a la organización hospitalaria, aconceptos como la "centralización normativa y descentralización ejecutiva", entretantos otros, todos adelantados para su tiempo.

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Numerosos autores coinciden en que el legado más importante que dejó el Dr.Carrillo fueron las ideas, principios y fundamentos que acompañaron su accionar.Pero además ese accionar, se origina en su pensamiento humanista, plasmadoen la “Teoría General del Hombre” obra antropológica – filosófica, que expusieracomo Docente, en la Facultad de Derecho de la ciudad brasilera que lo vio morir.

Su alejamiento del cargo de Ministro de Salud de la Nación, se produce en julio de1954, meses antes de que el segundo gobierno de Juan Domingo Perón fueraderrocado el 16 de septiembre de 1955.

Debió permanecer fuera del país. Exiliado, enfermo (hipertensión maligna malatendida), políticamente perseguido (el gobierno argentino de facto presentó anteel de Brasil una protesta por prestársele a Carrillo ayuda médica, calificándolo de"prófugo"; sus libros y cuadros en Buenos Aires fueron saqueados) y tras padecercon su familia (esposa y cinco hijos) una gran pobreza, falleció por un accidentecerebro vascular, en Belém do Pará al norte del Brasil, el 20 de Diciembre de1956. Fue allí donde trabajó por última vez como médico, en una compañía deexplotación de metales, ubicada en plena selva amazónica, a dos días de viaje deBelém, vía río Amazonas.

Dice Ordóñez: "Murió a los cincuenta años, pobre, enfermo y exiliado, recibiendopor correo aportes de su amigo Salomón Chichilnisky (tal como San Martín lohacía de su amigo Aguado). Quizás pensando, como lo hizo el gran libertadorSimón Bolívar, “que había arado en el mar“.

Una de sus frases más célebres nos indica que aún su obra está inconclusa:“Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, laangustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios, como causasde enfermedad, son unas pobres causas".

Declarado por entonces "ladrón de nafta", por el gobierno militar de facto, sufigura y su obra fueron silenciados.Suele atribuirse a la incomodidad que su ejemplo producía en políticos yfuncionarios menos competentes, el hecho de que su biografía e ideaspermanecieran generalmente desconocidas, salvo excepciones.

La Facultad de Ciencias Médicas de Rosario debe aún un justo y merecidohomenaje a este gran argentino. Por ello Docentes, Graduados, Estudiantes y NoDocentes de la UNR hemos creado la “Cátedra Libre de Salud Pública MinistroProf. Dr. Ramón Carrillo” y además hemos solicitado a la Sra. Decana y alConsejo Directivo la imposición de su nombre al Anfiteatro Central de esa casa.Es nuestra intención también con estos actos, rendir homenaje a importantessanitaristas argentinos (Alvarado, Oñativia, Liota, etc.), y a tantos hombres ymujeres del equipo de salud que con su diario accionar construyen y sostienen lasalud pública de los argentinos.

Memoria y justicia, para un argentino ejemplar al que deberíamos imitarHoy 20 de Diciembre, no es necesario preguntarnos ¿Por quién doblan lascampanas?Hoy doblan por Ramón Carrillo, quién honró la vida de los argentinos.

Dr. Eduardo Gustavo ELIZALDEMedico Epidemiólogo - Experto en Salud Pública

Profesor de la Facultad de Ciencias Medicas – UNR

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