Rafael Gonzalez Requena historia actual_cep
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“ALGO ANDA MAL. II JORNADAS DE HISTORIA DEL
PRESENTE” (CEP DE CÓRDOBA, 26 DE FEBRERO DE 2013).
RAFAEL GONZÁLEZ REQUENA, PROFESOR DE GEOGRAFÍA E HISTORIA DEL
I.E.S. “GRUPO CÁNTICO” DE CÓRDOBA: PARTICIPACIÓN EN LA MESA
REDONDA: “LA HISTORIA DEL PRESENTE EN EL AULA”
“Vivimos en un mundo en el que cualquier persona puede opinar sobre cualquier tema
de actualidad, pero también existimos en un mundo en el que muy pocos saben y
conocen la materia acerca de la cual están opinando”
“Rafa –me pregunta un alumno- porqué no nos explicas las Torres Gemelas (estábamos
en una clase de 2º de la E.S.O.” Esta es la realidad de la Historia actual: que no existe
en el ámbito educativo.
¿Qué se entiende, a nivel general, por Historia actual? ¿Qué entienden los profesores
por Historia actual y cuál es su grado de conocimiento y comprensión de la misma?
¿Qué conocen nuestros alumnos del momento en el que están viviendo? ¿Qué
elaboración historiográfica ha realizado la ciencia histórica acerca del momento
actual?
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Vivimos en un mundo en el que todo el mundo opina y muy pocos saben (no hace falta
nada más que ver a nuestros queridos “tertulianos”, verdaderos poseedores de la
verdad y del conocimiento absoluto, enfrascarse en apasionados debates sobre
cualquier tema de la actualidad sin tener más conocimiento histórico que su propia
cosmovisión ideológica de la realidad). Desde el punto de vista del alumnado y de una
buena parte de la opinión pública no existe más verdad que la que transmiten los
medios de comunicación social. Los niveles de lectura de manuales y bibliografía
especializada sobre el tema quizá no sean los más adecuados para abordar un tema tan
complejo como el mundo en el que vivimos.
Si miramos la Historia actual en el sistema educativo, estamos al final de una carrera.
Una unidad didáctica (dos, si consideramos que también se aborda la Historia de
España) al final de 4º de la E.S.O. ¿Una sola unidad didáctica para explicar el mundo
actual, en el caso de que se llegue al final de la programación de dicho curso?
Prácticamente, nada en el Conocimiento del medio de Primaria; casi nada en
Secundaria. Este es el legado que nuestros futuros ciudadanos van a recibir en su paso
obligatorio por el sistema educativo.
Pero, ¿a alguien le interesa esto, al igual que cientos de temas educativos? La enésima
reforma educativa (esta vez ultraconservadora) tiende a suprimir nuestra Área de
conocimiento, a arrinconarnos o a “reorientar” nuestro conocimiento (aunque en el
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actual momento político no sabemos si estaremos en todos los cursos, si sólo en
algunas ramas... Wert dirá). El control del currículos de una de las materias más
“problemáticas” para nuestros dirigentes neoliberales es evidente: de lo que no se
habla, no existe. Entonces, porqué y para qué explicar la Historia del presente:
- ¿Para ser ciudadanos críticos y responsables?
- ¿Para conocer el mundo en el que vivimos y en el que vamos a desarrollar
nuestro devenir vital?
- ¿Para entender que la legitimación de nuestro sistema democrático sólo
consiste en votar una vez cada cuatro años y dejar que los representantes
políticos elegidos puedan hacer lo que les dé la gana y no podamos ni siquiera
cuestionarlos?
- ¿Para poder hablar de algún tema en una conversación y que no te llamen
ignorante o analfabeto?
- ¿Para poder cuestionar a los que nos dirigen?
Intentaremos dar respuesta a alguna de estas preguntas y conocer cómo podemos
trabajar la Historia actual en el aula. Esta variante de la Historia de un objeto de
conocimiento abordable desde diferentes materias tanto dentro de nuestra Área
como en otras, así como en distintos niveles educativos:
- “Historia” de 4º de la E.S.O. (quizá el nivel ideal)
- “Geografía” de 3º de la E.S.O.
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- “Educación para la ciudadanía” de 3º de la E.S.O. o “Ética” de 4º de la E.S.O.
Obviamente, nos vamos a centrar en la materia de 4º de la E.S.O. y en la importancia
de la “Historia actual” en el conjunto de la Historia para abordar la consecución de las
competencia educativas fijadas en la normativa. También haremos alguna referencia al
nivel de Bachillerato, aunque en mi centro no tenemos este nivel educativo y es,
asimismo, una etapa postobligatoria. Creemos más interesante abordar el tema desde
el campo obligatorio por el que van a pasar todos nuestros alumnos.
Aunque sea de pasada, no podemos olvidar que la principal competencia que se aborda
desde esta materia y en este nivel educativo es la cívico-social, muy especialmente en
estos aspectos:
“... Comprender la realidad social en la que se vive, cooperar, convivir y ejercer la
ciudadanía democrática en una sociedad plural, así como comprometerse a contribuir
en su mejora…”
“… Favorece la comprensión de la realidad histórica y social del mundo, su evolución,
sus rasgos y sus problemas…”
“… Entender los rasgos de las sociedades actuales…”
Como podemos comprobar, la plasmación curricular de esta competencia en nuestra
Área debería ser, como mínimo, mucho más importante de la que se le otorga.
Si estudiamos la normativa, la presencia de la “Historia actual” es la siguiente:
- Para la etapa de la E.S.O.:
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o R. D. 1631/2006, de Enseñanzas mínimas de la E.S.O.
o Decreto 231/2007, de Enseñanzas de la E.S.O. en Andalucía.
o Orden de 10 de agosto de 2007, de Currículo de la E.S.O. en Andalucía.
Para la “Historia actual”, se reserva el Bloque 3, “El mundo actual”, de 4º de la E.S.O.,
que abarca: orden político y económico en la segunda mitad del siglo XX; transición y
democracia en España; la Unión Europea; cambios en las sociedades actuales (N.M.S.);
globalización y centros de poder) y focos de tensión y perspectivas en el mundo
actual.
- Para la etapa del Bachillerato:
o R.D. 1467/2007, de Enseñanzas mínimas de Bachillerato.
o Decreto 416/2008, de Currículo de Bachillerato en Andalucía.
o Orden de 5 de agosto de 2008, de Currículo de Bachillerato en Andalucía.
En la materia de “Historia del mundo contemporáneo” de 1º de Bachillerato, a la
“Historia actual” se le reserva el 5º núcleo temático, “Problemas y perspectivas del
mundo actual” (tras 1990): problemas del mundo actual; nuevas formas de hegemonía
planetaria; conflictos; sistema económico actual; y desarrollo científico-tecnológico y
medios de comunicación de masas.
En la materia de “Historia de España” de 2º de Bachillerato, la “Historia actual” se
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legisla en el octavo núcleo, “La España actual”
El libro de texto que trabajamos en nuestro instituto es la edición de Santillana en el
proyecto “La Casa del saber”. Si traducimos la normativa a la estructura de este
texto, observamos lo siguiente:
- 16 unidades didácticas: 5 del siglo XIX y 11 del siglo XX.
- De las 16 unidades didácticas, dos abordan la “Historia actual”:
o U. D. “15”: “El mundo a principios del siglo XXI” (26 páginas: caída del
bloque comunista; papel de EEUU, U.E. y China; Islam; conflictos;
globalización y subdesarrollo; sociedad en transformación; cultura)
o U.D. “16”: España, transición y democracia” (21 páginas)
Si tomamos el caso de Bachillerato, “Historia de España” en el mismo proyecto
editorial, tiene 17 unidades didácticas: 11 del siglo XIX y 6 del siglo XX. La U.D. “17”
lleva como título “La España actual, transición y democracia” (26 páginas)
Qué consideraciones podemos realizar acerca del tratamiento normativo de la
“Historia actual”:
- La dificultad de encontrar un hilo de conductor eficaz similar al de otros
periodos de la historia estudiados.
- La fijación de los núcleos de interés: estamos en un tratamiento curricular más
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cercano a las Ciencias Sociales que a la Historia propiamente dicha.
- La visión excesivamente eurocéntrica de la Historia planetaria: más de medio
mundo no existe, salvo para menospreciarlo con terminologías como
Subdesarrollo, Tercer mundo…
- Una visión de la Historia que pretende ser integradora, pero que sólo da
pinceladas de la misma distribuidas en compartimentos estancos muy
diferenciados y poco unidos.
- Curricularmente hablando, no se diferencia notablemente de otros periodos
históricos a los que se les concede un tratamiento “temporal” enorme.
Si de la visión curricular pasamos a otras vertientes, podremos centrarnos ahora en
los planteamientos historiográficos y en el pensamiento del alumno con respecto a la
“Historia actual” Un primer problema con el que se enfrenta la “Historia actual” es la
dimensión temporal: no hay distancia histórica para poder valorar en su justa medida
el momento en el que vivimos. Las grandes interpretaciones históricas, como las que
veremos en este curso, nos dan pistas; pero la realidad camina muy rápida. No
obstante, ¿cuáles son las principales corrientes historiográficas actuales y cuáles son
su temas de investigación preferidos? La nueva historiografía actual parece un poco
aletargada y falta de especialistas y nuevas visiones interpretativas, en líneas
generales hablando. Veamos algunas de ellas:
- La Historia social, que vive al reflujo de los Annales y de Hobsbawn. Sus temas
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de investigación son los N.M.S. y las mentalidades.
- La Historia económica, especialmente la cliometría, representada por Comín,
Martín Acuña, Tortellá, Jordi Nadal…
- La Historia de las mentalidades, que bajo el legado de Huizinga, Duby o Levy-
Bruhl llega hasta Robert Mandrou.
- La historia después del fin de la historia de Fukuyama.
La multiplicidad de puntos de vistas y de ópticas diferentes (tan inevitables, por otro
lado) procedentes también de campos no específicamente históricos –como la
economía, la psicología, la antropología…- dificultan por una parte, el establecimiento
de una línea general; pero, por otra, aumenta el número de visiones, fuertemente
ideologizadas en algunos momentos, como podemos ver en el pensamiento
neoconservador o neoliberal frente a la desorientación y desarme ideológico de la
izquierda.
¿Y los alumnos? ¿Qué piensan del mundo en el que viven? ¿Y qué conocen de él? Que
duda cabe que aquí tenemos dos variables totalmente distintas: lo que conoce el
alumno a partir de los medios de comunicación social que le envuelven; y lo que el
alumno conocer y trabaja a partir de la escuela. Desde la óptica escolar, estamos ante
el dilema de “lo más cercano, lo más lejano y viceversa”. Desde mi punto de vista, este
tema no presenta dificultad especial en su trabajo en el aula, sino, más bien, ventajas,
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dado el grado de madurez alcanzado por el alumno. Además, es un tema en el que el
alumno se ve “informado” permanente y constantemente, aunque sea de forma
dispersa y él no se muestre mucha atención. La actualidad, Internet, las nuevas redes
sociales, televisión, prensa… El gran problema es la premura de tiempo al final de
curso y al final de la etapa, pensando en los alumnos que terminan la E.S.O. y que
tendrán diferentes caminos vitales. Pero ¿qué visión tiene el alumno del mundo en el
que vive? Y ¿qué interés tiene el alumno por conocerla?
Dejémoslo ahí y pasemos al otro plano, el del profesorado. Aquí se me ocurren muchas
ideas perversas, pero lo abordaré desde la óptica más aséptica posible:
- Sería muy importante partir de dos premisas:
o ¿Qué, cuándo, cuánto y dónde han estudiado “Historia actual” los
profesores que impartimos esta materia?
o ¿Qué formación permanente (y qué bibliografía) han leído y asimilado
desde entonces en temas de actualidad? (por ejemplo, la República, el
neoliberalismo, los fundamentos del Islam…)
- La formación histórica del profesorado versus su visión ideológica del mundo
mismo. ¿Cómo se configura su cosmovisión frente a los hechos históricos
actuales en la cabeza de los profesores, paso previo a su explicación a los
alumnos?
- La tendencia al tertuliano: “hablamos de todo, sabemos de nada”
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- El interés del profesor por explicar este periodo de la Historia u otros que le
puedan crear un conflicto ideológico-personal. ¿Verdaderamente se explica el
unilateralismo neoconservador actual y sus perversas intenciones frente a los
malignos y caídos comunistas?
- La labor del profesorado a fin de curso, el interés del alumno a las alturas del
mismo y la burocracia circundante.
Para mí, sigue siendo imprescindible que el profesor se implique en la explicación del
mundo actual, de los problemas que rodean al alumno y le van a servir para
desenvolverse en su vida diaria y de valorar críticamente los desmanes de nuestros
gobernantes monocolores en propuestas y soluciones. Y esa labor nos atañe como
profesores.
¿Y cómo trabajamos la Historia actual en el aula? Cuando llegamos, de forma no muy
diferente al resto de las unidades. Tenemos que pensar que el final del camino no debe
ser sino la culminación de un modelo pedagógico llevado a cabo durante cuatro años.
Podemos encontrarnos con dos situaciones: una, que lleguemos tranquilamente y sin
problemas de calendario; otra, que no lleguemos. Yo, normalmente, estoy en esta
segunda opción. Por lo tanto, suelo realizar determinadas actividades con los alumnos
en otros momentos del curso:
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- Seguimiento de la prensa escrita sobre los acontecimientos históricos
principales.
- “El calendario del presente”: un cuadrante con los nueve meses del curso en el
que los alumnos van anotando los acontecimientos históricos que les parecen
fundamentales a partir de los medios de comunicación.
- “Las caras de la Historia”
- “La música y la Historia”: John Lennon, Bob Dylan, Víctor Jara, Silvio Rodríguez,
rock radical vasco…
- Trabajos de investigación e indagación, con su correspondiente exposición oral
en el aula, sobre aspectos fundamentes del presente: “Las Torres gemelas”, “La
muerte de Bin Laden”, “La crisis económica”, “Zapatero y Rajoy”, “La
degradación de la democracia”…
- Aprovechamiento de materiales curriculares ya existentes, como “Castillos de
arena” sobre la crisis económica.
- Vinculación de actividades complementarias y extraescolares con temas de
conocimiento del mundo actual:
o Visita al Parlamento actual.
o Celebración del Día de la Constitución o de Andalucía.
o Conferencias de personajes importantes: la “MEMORIA ORAL”
o Visita a exposiciones…
- Muy especialmente, vinculando cualquier tema que estemos abordando con la
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situación actual, favoreciendo el diálogo y la opinión crítica de los alumnos, con
la indagación y la búsqueda de la información, haciéndoles ver a los alumnos que
“ellos” son los “verdaderos protagonistas de la Historia”
Concluyendo, sería interesante reflexionar sobre:
- La actualización de los diseños curriculares, vinculando más la Historia y el
conocimiento histórico al presente más que al pasado. No estaría nada mal una
asignatura que se denominara “Historia del presente”
- La exigencia de la formación permanente del profesorado sobre este tema. Si
ya nuestro trabajo sobre cualquier aspecto histórico nos exige una
actualización, la historia presente se está permanentemente revisando y
construyendo, con lo que un libro leído hace diez años se queda obsoleto en
cuestión de segundos.
- Introducción en los currículos de aspectos que pueden favorecer el trabajo de
la historia presente, como es el caso de la memoria oral.
- Un mayor horario para trabajar adecuadamente la supuesta valoración de los
informes PISA, la Historia, el trabajo del alumno y la valoración social del
profesorado.
- SI NO SE CONOCE EL PRESENTE, NO SE PUEDE VISLUMBRAR EL FUTURO.
Córdoba, a 26 de febrero de 2013
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