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  • 8/9/2019 Rafael Echeverra

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    RAFAELECHEVERRA ONTOLOGADELLENGUAJE

    CAPTULOV. ELESCUCHAR: ELLADOOCULTODELLENGUAJE

    REFLEXIONES

    El escuchar es, quizs, el atributo ms importante del lenguaje y el menos practicado.Desde pequeos nos ensean a hablar, pero no a escuchar. Tanto as que confundimos el r

    con el Escuchar. Dos acciones diferentes.

    !rimero en casa, luego en la escuela y ms tarde en la "ida, somos programados para no

    escuchar. #ucha gente siente una imperiosa necesidad de hablar, de descargar emociones a

    tra"$s de las palabras, sin esperar siquiera a ser escuchado.

    Eche"erra %op. cit., p. &'() considera el ESCUCHAR factor determinante de la

    comunicacin humana. *El escuchar "alida el hablar+, resume. ade, adems, quehist-ricamente nos hemos preocupado poco por el escuchar ya que lo damos por sentado.

    /01 DE T234#14153 DE 13/2#0153. En este punto el autor seala el

    di"orcio que hay entre los principios de la ingeniera de la comunicaci-n 6estructura de la

    transmisi-n de mensajes mquina7mquina7 y las capacidades interpretati"as 6biol-gicas,

    inherentes al humano7 para reproducir esa informaci-n, tomando en cuenta las limitaciones

    humanas para *representar+ los hechos del mundo e8terior sin que pri"e en ello la

    estructura de pensamiento preconcebida en nosotros. De all que el proceso de la

    comunicaci-n deba pasar por lo que se recibe y no por lo que se da.

    E4090:23E4;2 firma el autor que *or es la capacidad de distinguir sonidos

    del medio, gatilladas de forma tal que generan sonidos.+ %p. &'?). Escuchar es otra cosa. 4u

    raz es biol-gica pero pertenece al dominio del lenguaje. Escuchar "a ms all de la palabra

    dicha oida e interpretada, puede nacer del silencio, de la gestualidad 6muy diciente7, de la

    e8presi-n facial, de la con"icci-n. ir y escuchar no tienen el mismo significado ni se

    escriben igual.

    0#!2E34153 @E3E2T1A DE E3@9BE. #C4 C DE DE4021!0153.

    Trascendiendo al concepto tradicional del lenguaje como hecho descripti"o de fen-menos y

    objetos o creaciones de todo tipo 7carga conceptual o significati"a del lenguaje7, se postula

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    que el lenguaje es acci-n y como tal genera en s mismo una realidad, a la "ez que

    transforma la anterior. l referirse a las acciones comprendidas en el hablar, #aturana se

    dirige a tres afirmaciones del fil-sofo B.. ustin, quien e8pone tres ni"eles en el proceso

    de la comunicaci-n humana. Decir lo que se dice, *actos locutorios+, por ejemplo *no

    puedo ir hoy a clase porque estoy enfermo+, puede ser *no quieroir hoy a clase+. En el

    segundo ni"el se ubica la *acci-n comprendida en el decir+, estos *actos ilocucionarios+

    simbolizan e8presiones o mensajes similares a las del primer ni"el 9sted no desea que lo

    acompae, no En"o el mensaje *no quiero acompaarle+. En el tercer ni"el ustin ubica

    los *actos prelocucionarios+ donde se resumen las acciones consecuentes a lo que decimos.

    %F). mi entender, estas acciones responden, en el ser escuchante, a un complejo sistema

    aprendido y que "ara de un momento hist-rico y de una sociedad o grupo 6e indi"iduo7, a

    otro.

    3T92EG0T1ADEE4090:2H13TE30131DDDE0#93100153.

    l escuchar la acci-n $sta es interpretada y ms all, es analizadamediante un complejo

    proceso que responde a las e8pectati"as, los prejuicios, esquemas "alorati"os, e8periencia,

    racionalidad. a intencionalidad de la comunicaci-n puede ser consciente o inconsciente.

    El autor apela a /reud para soportar parte de sus afirmaciones %p. &?&) y apro"echa el

    espacio para con"ertir otras. Eche"erra desafa la incuestionabilidad de la intenciny laubica en el conte8to hist-rico creado de separaci-n entre el Ho y el Ello, entre 4ujeto y

    bjeto, entre gente y cci-n. ibera los hechos y fen-menos de la fuente creadora y

    confiere poder ontol-gico a la acci-n. 4ujeto y acci-n son uno y de hecho, asume que son

    las acciones las que construyen permanentemente al Ho. !ara $l, el lenguaje confiere

    sentido a la e8istencia fuera de la intencionalidad. H no a la in"ersa.

    DE13TE3013E413I91ET9DE4. E4090:3D034T291#493:14T21/9T92.4iendo que al escuchar nos constituimos en entes acti"os creadores de historias y de

    acciones, no podemos separarnos del lenguaje, no podemos no comprometernos. El

    escuchar lle"a a formular interrogantes, a refle8ionar, a interpretar, no hay neutralidad.

    2ememora a :eidegger en cuanto a que no podemos separar el ser que somos del mundo

    dentro del cual somos.%p. &?J). qu se toca la dimensi-n ontol-gica de la e8istencia %ente

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    en cuanto tal) y la inquietud intrnseca del ser humano de preocuparse por lo que acontece

    en el mundo y el porqu$ de sus modificaciones. Ho dira que :eidegger se refera al 4er en

    estado emancipado, no al ente alienado y cosificado al que nos ha arrastrado la historia, en

    un mundo que nos es ajeno y en el cual actuamos? mejor, transitamos comoaut-matas

    mquinas programadas por Kig Krother.&

    #T21GKC410DEE4090:2. 4e recapitula aqu en el sentido del Escuchar, como

    acto que in"olucra el r y lo traslada al 9ni"erso del sentido. Escuchar transforma el signo

    en hecho lingLstico. Ele"a la e8istencia humana al terreno de la acci-n, de la inquietud y

    de lo posible. %p. &M(). a promesa, la petici-n, el reclamo, el premio y el castigo

    construyen el mbito de la cci-n, en primer lugar, luego el de la 1nquietud y finalmente el

    de lo !osible. quel mundo nosotros en !l" nos transformamos gracias al poder del

    lenguaje. %lit., p. &M?).(

    Eche"erra introduce un cuarto mbito donde coloca al a lma humana N:ablamos de

    acuerdo a c-mo somos por tanto hay una relaci-n entre el hablar y el ser. En el lenguaje nos

    constituimos como personas. El hablar y el escuchar hacen trascender la palabra y penetran

    al ser, como cuando un criptograma es de"elado, nuestra esencia se muestra ante el mundo.

    Es lo que el autor llama el *escuchar ontol-gico+ %p. &MO)

    EE4090:23T5@102EI91E2EDE93!E2T92, DE934E23T5@10HDE

    93DETE2#13DD#131DEK4E2A0153!22E1G24E.

    El saber escuchar depende de la postura que adoptemos ante la "ida. a disposici-n o

    apertura de todos los sentidos hacia el escuchar crean el ambiente propicio para este

    aprendizaje. El conjunto de "alores $ticos y humanos que poseamos, as como una mayor o

    menor tolerancia hacia lo desconocido, o diferente de nosotros %seres Pnicos). a capacidad

    de discernir, de refle8ionar, de cuestionar o aceptar las diferencias humanas indi"iduales o

    grupales, la imagen personal y el respeto por los dems, siendo TP mismo, son s-lo algunos

    de los atributos que crean el clima propicio para el Kuen Escuchar. Eche"erra "uel"e sobre

    las indagaciones de #artn :eidegger sobre la ontologa del 4er. 4er humano es ocuparse

    permanentemente de ser, es compromiso, es entender que no hay una esencia fija del ser

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    que no sea aquella de estar en permanente constituci-n, construcci-n. Es decir, ser

    inacabado, mutable, que se trasciende a s mismo. 0ualidades ontol-gicas y personales,

    comunes e indi"iduales, que nos confieren una mayor o menor disposici-n para Escuchar.

    lgunas frases comoEgo sum qui sum. *Ho soy el que soy+ %no recuerdo quien lo dijo)

    o bien, 7Homo sum# humani nihil a me alienum puto. *:ombre soy nada de lo humano me

    es ajeno+ %Terencio, cifr. Eche"erra, p. &Q?) y tantas otras por all, e8presan con claridad la

    naturaleza del 4er.

    continuaci-n el autor e8pone otros dominios que inter"ienen en el proceso del

    escuchar y lo constituyen el conte8to de la con"ersaci-nR el estado emocional de la

    con"ersaci-n, la historia personal y el trasfondo hist-rico de nuestro de"enir. En una

    con"ersaci-n desconte8tualizada, podemos llegar a or, pero no podremos escuchar, hay

    mucho ruido. 4omos seres emocionales y si el estado emocional en un momento es de

    predisposici-n, o rabia, o dolor, las acciones resultantes sern producto de distorsiones del

    mundo e8terior y del interior tambi$n. De all que el autor proponga la autoobser"aci-n de

    nuestro estado emocional como una estrategia para la apertura, el cambio y la escucha.

    a historia personal hace lo suyo, en tanto que modela un mapa indi"idual, muy propio,

    dibujado a pulso por el cPmulo de interacciones, e8periencias y "i"encias desde el

    momento de la concepci-n hasta el aqu y el hoy. os tabPes, los prejuicios de toda ndole 6

    de g$nero, de condici-n social, cultural7, las falacias aprendidas desde siempre son como

    relictos precmbricos que se aferran fuertemente en nuestro interior. 3os paralizan, nos

    encadenan. s como el rbol crece de lo que tiene sepultado, nuestras races nos arropan y

    marcan el tempo de nuestra comunicaci-n. En ese modelaje personal, a "eces abrupto y

    desolador, en ocasiones sua"e y ondulado, ms o menos rgido, permeable o no, se

    desen"uel"e nuestro lenguaje y para armonizarlo o hacerlo entrar en sinton$acon el ideal,

    considero que se requiere de un trabajo consciente y permanente de crecimiento yautoe"aluaci-n.

    En forma contundente y ms all de toda consideraci-n, el trasfondo hist-rico se erige

    sobre nosotros como un monolito aplastante del que difcilmente podemos abstraernos. 3o

    podemos negar que somos un producto hist-rico, con modelos sociales predominantes que

    nos arrastrarn hacia determinadas conductas, interacciones, "alores y sistemas de creencias

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    heredados y aprendidos. /uerzas antag-nicas de la sociedad estn en permanente pugna por

    la hegemona social, poltica, cultural, religiosa, total. 3o escapamos a estos antagonismos.

    1ncluso la conducta grupal pri"a e inconsciente o de manera e8plcita nos adecuamos a ella

    sumisamente o tratamos de romperla, de fragmentarla, siempre a riesgo de ser tildados de

    raros, de conflicti%os. 4i tenemos confianza y fe en nuestras con"icciones las hacemos

    "aler. H si lo hacemos con argumentos razonados, centrados en las ideas y principios y no

    en mezquindades personales hasta logramos escuchar ser escuchados antes que ser

    aniquilados como personas, en todo sentido.

    a refle8i-n compartida con el autor, 2afael Eche"erra, es la de que se hace imperati"o

    hoy el aprender a escuchar mejor, a fin de lograr una mayor armona, el bienestar social

    necesario y, Fpor qu$ no, la garant$a de so&re%i%encia de la humanidad

    NOTAS

    1 La mxima expe!i"# a$%&a' (e 'a ma#ip&'a$i"# (e ma!a! !)# 'a G&ea (e IV

    Ge#ea$i"# * 'a! Opea$i)#e! P!i$)'"+i$a! e# ,a$-a 'a! OP,/ Ca')! La#0.

    * =a cuarta guerra mundial ya comenz-. #ientras 9d. descansa, mientras 9d. consume,

    mientras 9d. goza de los espectculos que le ofrece el sistema, un ej$rcito in"isible se est

    apoderando de su mente, de su conducta y de sus emociones. 4u "oluntad est siendo tomada por

    fuerzas de ocupaci-n in"isibles sin que 9d. sospeche nada. as batallas ya no se desarrollan enespacios lejanos, sino en su propia cabeza. Ha no se trata de una guerra por conquista de territorios,

    sino de una guerra por conquista de cerebros, donde 9d. es el blanco principal. El objeti"o ya no es

    matar, sino controlar, las balas ya no apuntan a su cuerpo, sino a sus contradicciones y

    "ulnerabilidades psicol-gicas. 4u conducta est siendo chequeada, monitoreada, y controlada por

    e8pertos. 4u mente y su psicologa estn siendo sometidas a operaciones e8tremas de guerra de

    cuarta generaci-n. 9na guerra sin frentes ni retaguardias, una guerra sin tanques ni fusiles, donde

    9d., es a la "ez, la "ctima y el "ictimario.+

    #anuel /reytas S 2edes lternati"as B#@

    (a c$lebre frase de 0arlos #ar8 dirigida a los fil-sofos %respuesta a la 'ilosof$a de la

    (iseriaen su(iseria de la 'ilosof$a) que, traducida al espaol, dice ms o menos as *=

    9stedes los fil-sofos se han ocupado durante siglos de interpretarel mundo, cuando de lo

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    que se trata es de transformarlo=+ Transporta el lenguaje del mbito de las inquietudes al

    mbito de lo posible.

    N3-tese que la e8presi-n alma humana introduce otro elemento para la refle8i-n. En la

    sociedad occidental, a la que pertenecemos, se ha asumido el concepto de almacomo un

    atributo inherente al ser humano. l establecer el binomio alma humana se infiere la

    e8istencia del alma en otras especies no humanas. !ara los conquistadores espaoles 7y los

    de otras latitudes tambi$n7, por ejemplo, los habitantes originarios de la m$rica in"adida,

    los llamados indios" no tenan alma. Tampoco eran poseedores de $sta los negrosescla"os,

    originarios del continente africano. En las culturas animistas, en cambio, componentes

    abi-ticos de la naturaleza tienen alma.En muchas filosofas y religiones de riente, todas

    las especies que pueblan el planeta Tierra tienen almay se reencontrarn con sus humanosconocidos en la otra "ida. #uchas personas, sin distingo de nacionalidad ni de lugar de

    origen, llamados teos o gn-sticos, por ejemplo, no creen en la e8istencia de )iosni en

    la del alma.

    E4T7ara, en las instalaciones del 131 en Karquisimeto.

    Estrategias 0omunicacionales

    !rofesor uis @uill$nprendiz Aioleta 2odrguez

    0.1. '.Q(.(M

    Q de febrero de (&'