Rafael Americo Henriquez - Briznas de Cobre

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RAFAEL AMERICO HENRIQUEZ Prólogo de Manuel Rueda PUBLICACIONES DE LA SECRETARIA DE ESTADO DE EDUCACION, BELLAS ARTES Y CULTOS 1977

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Su colaboración en las principales publicaciones de la época y su presencia en el grupo de La Poesía Soprendida, le dieron gran renombre. Su obra completa la publica porprimera vez la Secretaría de Educación, segura de que conella no sólo da a conocer plenamente a uno de nuestros genuinos poetas, tanto en verso como en prosa, sino que al mismo tiempo ofrece una valiosa contribución a la bibliografía nacional, que se enriquece con la producción de Rafael Américo Henríquez, poeta profundamente enamorado de nuestro paisaje, que tuvo como vivencia permanente.Siempre le atrajeron esos colores violentos en el paisaje campesino, como él mismo dijera en el poema titulado Verde.

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  • RAFAEL AMERICO HENRIQUEZ

    Prlogo de Manuel Rueda

    PUBLICACIONES DE LA SECRETARIA DE ESTADODE EDUCACION, BELLAS ARTES Y CULTOS

    1977

  • BRIZNAS DE COBRERAFAEL AMERICO HENRIQUEZ

  • PUBLICACIONES DE LA SECRETARIA DE ESTADODE EDUCACION, BELLAS ARTES Y CULTOS

  • RAFAEL AMERICO HENRIQUEZ(18Q9-1968)

  • RAFAEL AMERICO HENRIQUEZ

    BRIZNASID COBRE

    Prlogo de Manuel Rueda

    Santo Domingo, Repblica Dominicana1977

  • Rafael Amrico Henrquez, el autor de Briznas de Cobre, apesar de su limitada produccin obtuvo el reconocimientoms alto y espontneo de sus contemporneos, quienes lovieron como eslabn de una vieja tradicin literaria quealcanza matices de sublimidad con su propio padre, EnriqueHenrquez, refinado autor de Nocturnos y otros poemas.

    Su colaboracin en las principales publicaciones de lapoca y su presencia en el grupo de La Poesa Soprendida, ledieron gran renombre. Su obra completa la publica porprimera vez la Secretara de Educacin, segura de que conella no slo da a conocer plenamente a uno de nuestrosgenuinos poetas, tanto en verso como en prosa, sino que almismo tiempo ofrece una valiosa contribucin a labibliografa nacional, que se enriquece con la produccin deRafael Amrico Henrquez, poeta profundamente enamoradode nuestro paisaje, que tuvo como vivencia permanente.Siempre le atrajeron esos colores violentos en el paisajecampesino, como l mismo dijera en el poema titulado Verde.

    Puchungo, como le llamaban cariosamente suscontemporneos, nos leg una obra de gran delicadeza yamenidad. Uno de sus crticos y tambin poeta, AntonioFernndez Spencer, ha dicho de l: "Ser dueo perfecto deun lxico, de unas posibilidades sintcticas es la bsquedams espinosa que revelan sus versos. Su lengua potica esdepuradsima y est ampliamente matizada por un lxico yuna sintasis arcaizante".

    No se limit Rafael Amrico Henrquez a lo puramenteestilstico, sino que ote en las innovaciones de las corrientespoticas de su poca, y las hizo suyas para darles a suspoemas el encanto singular que los caracteriza.

    Animador de actividades literarias, fue una especie de astroalrededor del cual se movieron, en masnica armona,connotadas figuras del mundo literario dominicano. Hasta

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  • nuestros das llegan los ecos del cenculo de La Cueva, dondel ejerca como anfitrin y figura mxima.

    Al dar a la publicidad la obra de Rafael AmricaHenriquez, la Secretara de Estado de Educacin, reafirmalos propsitos de su poltica editorial, que es la de dar aconocer los valores representativos de nuestra cultura, tantodel pasado como del presente.

    Queremos tambin dejar constancia de nuestro agradeci-miento, a laEsposa y a los Hijos del poeta quienes slo atentosa la valorizacin de su obra, han autorizado desinteresadamen-te esta primera edicin.

    A quien mereci durante su existencia el aprecio y laadmiracin de sus contemporneos por su delicadeza personaly su sensibilidad artstica, puede aplicrsele, como sntesisfinal de esta presentacin, el siguiente verso de Jorge LuisBorges:

    "Ahora es un poc de cen iza y de gloria".

    Santo Domingo, D. N.1977

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  • RAFAEL AMERICO HENRIQUEZO

    LA METAMORFOSIS DE LA PALABRA

    Cuando me permit recomendar a la Secretara deEducacin que se recogiera la obra completa de RafaelAmrico Henrquez en un volumen, me daba cuenta de lasdificultades que deban ser afrontadas. Fuera de escribir pocoy de no interesarse por la publicacin inmediata de sustextos, el autor haba diseminado una gran parte de ellos enperidicos y revistas, en un lapso que iba desde la aparicindel Postumismo hasta La Poesa Sorprendida. El antes y eldespus se escapaban a todo intento de verificacin sipartamos del hecho de que Rafael Amrico Henrquezdesatenda este aspecto importante de su labor. En cuanto asu obra de madurez la familia conservaba, junto a un discretomanojo de originales mecanografiados, seis cuadernos manus-critos, casi ilegibles, cuyo desciframiento tomara a unpalegrafo, teniendo buena suerte, largos meses de trabajo.

    Como contbamos con poco tiempo, Jorge Tena Reyes yyo decidimos reservar esos manuscritos para otra oportunidady limitarnos al material indito que poseamos y a rastrear enarchivos y bibliotecas particulares lo que ya se habapublicado y permaneca disperso. Comenz entonces unaetapa de bsquedas incesantes en la que Tena Reyes jug unpapel decisivo para la pronta realizacin del libro. Fueapareciendo as un material valioso, fosilizado en estanteraspolvorientas y que esperaba la hora de su reconocimiento. Nopretendemos haberlo hallado todo; faltan por revisar laspublicaciones que el poeta dirigi, tales como Agora y LaCueva y que no pudimos localizar a pesar de incotablesesfuerzos., El destino, o simplemente el azar, ir engrosandoeste volumen que desde ahora queda abierto tanto al materialde los cuadernos como a los prximos descubrimientos. Sin

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  • embargo, nos consuela saber que nada substancial falta en lpara establecer los cauces por donde anduvo esta poesapeculiar y, en cierto modo, nica.

    Y decimos que es nica por diversas razones, siendo suoriginalidad la de mayor peso. Pero entendmonos; noexcluyo aqu las naturales influencias, fcilmente discerniblesy ya apuntadas en demasa, como son las de Valle Incln yGabriel Mir. Pretendo basar esa originalidad en influenciasmenos explcitas: simbolismo, impresionismo, surrealismo,tcnicas dismiles que l combin con procedimientos muysuyos, llenos de giros arcaicos y frmulas clsicas. En otrasmanos estas contradicciones entre propsito y forma, entretextura y estructura, entre rigidez mtrica y colorido (cuandose trata del poema en verso) hubieran abortado en poemas dedifcil catalogacin. Pero Rafael Amrico Henrquez habahecho un descubrimiento importante, por el que iba a serconsiderado un poeta de hoy. Me refiero al descubrimientoque significa la palabra, la palabra como color y germenfecundante del poema.

    Leyendo esta obra completa sabemos que fue conquistalenta, juego en la cuerda floja, cuyas cadas supondran largosperodos de paralizacin e inercia creadora. Pero siemprehaba una metamorfosis y un renacimiento. Los pasos erandados muy cuidadosamente; para empezar, tan slo necesi-taba n manojo de palabras, siempre las mismas, y un solotiempo potico: un paisaje eternamente repetido, proyectadoen un cielo crepuscular o nocturno. Si los elementosfecundantes fueran contabilizados (con tcnicas caras a lacrtica actual) de seguro no pasaran de la docena; pero heaqu unc de los mayores milagros de este autor: dar idea de laabundancia por medio de la escasez, lograr con la repeticinel cambio incesante de las cosas. Sabemos que nada es lomismo si se lo mira fijamente durante largo tiempo. El paisajede Rafael Amrico Henrquez vara cada vez que la palabra lopenetra. No es paisaje inmovilizado, sino fluente, a causa delcolor y de la luz con que se expone. Poeta ms atento a la

    lo

  • impresin de la cosa, que a la cosa misma. Por ese constantecambio y vaivn que va del paisaje a la palabra se siente, alacabar de leer uno de sus poemas, que la cosa ha quedadotraicionada en el momento de decirse, como si el poema lahubiera anulado. Y conjuntamente sentimos como si elpoema estuviera anulndose a s mismo.

    No conozco en toda la poesa dominicana un poeta comoste que desprecie ms el uso de la idea, hasta el punto deconvertir sus poemas en puras abstracciones. Aqu el conte-nido es la palabra; y la palabra no es tal, sino reflejo depalabra, reflejo de reflejo de palabra, hasta que es casiimposible encontrar nada en la pgina, sino aquello que JuanRamn Jimnez calificara como la forma de una huida. Poreste lado el simbolismo se le convierte en una especie de azarmallarmeniano y su impresionismo, ms que sensualidad,deviene contemplacin casi mstica que no supone nocinalguna de Dios, porque su mundo no ha sido creado por ladivinidad, sino que es creado a expensas del instante,afirmado y negado de continuo. Es en la fugacidad delinstante que encuentra su tiempo natural, siendo sus materia-les huidizos, ilusorios.

    Rafael Amrico Henrquez es por ello el poeta de lasmetamorfosis. Dice lo mismo bajo distintas luces, o seatestimonia el cambio que la luz y el color ejercen sobre lascosas, que no son las que conviven en una cercanadomesticada, sino las que estn lejos, prestigiadas por lejanasde cielos y vastedades de horizontes. Para l todo poema esun ejercicio de la luz sobre las cosas. La luz es procedencia ydestino y lo que nace en la mirada o en el verbo sometidoa la sombra atraviesa como en un extrao avatar por todas lascondiciones intermedias del claroscuro, en un toma y daca declaridad y de negror, hasta dar con su ltima y primeracondicin: la luz. Y baste decir que esta luz tiene en su obraun solo equivalente, que es sonoro, y unas veces el equivalen-te est en la voz y otras en un taido ideal de campanas. Luzy sonido parecen uno en su mundo potico. El verbo as se leconvierte en luz, de luna o de estrellas, en ondulaciones

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  • cromticas, de la misma manera que el paisaje se le convierteen verbo, est ah conjurado por la palabra, existente slo porimperativo de sus dones combinatorios.

    Y llegado a este punto debo decir tambin que en l sedan los grmenes de la idea potica plural. Rosa de Tierraesboza esa pluralidad, la expone en los avatares de la idea quees radiografa de la mente en el instante de la creacin. Rosade Tierra es personaje de poema porque es uno y sucontrario, uno que puede ser ninguno, uno que ha aprendidode lo cambiante y que cumplido el crculo de sus metamor-fosis es suma de actitudes, multiplicidad de universos. Claroque en el poema, ms que la simultaneidad que pretendeapresar en bloque la realidad, operan los recuerdos en untiempo recobrado, casi proustiano, que retorna sin cesardesde la infancia. Y esto lo expresa en imgenes que podrandeber mucho a Huidobro, aunque es improbable que nuestropoeta conociera la obra del chileno.

    "Los recuerdos son pjaros que vuelan en crculo sobrelas entraas de los nios". Y ste, verdadero haik por sudelicadeza y precisin: "Los besos no recuerdan. Por eso sebesa de nuevo".

    He dicho que esta obra es original y nica en la poesadominicana, y agregara que en la poesa de habla espaola;obra a la que l lleg con gran esfuerzo arribando amomentos de verdadera plenitud que no pudo sostener pormucho tiempo porque su mirada fue un vaivn de luz y decolor en la cresta de una ola, "pjaro y sombra de pjaro" enfuga continua hacia el misterio de la palabra.

    El estilo de Rafael Amrico Henrquez se defini desdesus comienzos a pesar de algunos anodinos tanteos postumis-tas, como en el caso de la pgina titulada La Muerta, detemtica necrolgica a la que tan adeptos fueron losmiembros de ese movimiento. Debe decirse tambin quedesde antes de aparecer La Poesa Sorprendida ya l seencontraba en posesin de su lenguaje, ya haba descubiertolo que le interesaba: la metamorfosis de la palabra hechar^.; x*leza, consubstanciada con el paisaje. A pesar del estmu-

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  • lo que recibi de los "sorprendidos" sigui con su pausadoritmo de produccin y slo alcanz a publicar, adems de unpequeo grupo de poemas breves, su memorable Rosa deTierra que escribi totalmente en la memoria, realizando allsus interpolaciones y correcciones, y que despus de insisten-tes requerimientos fue dictado al muy querido compaeroAlberto Baeza Flores. Lo mismo pasara despus con lospoemas Partes de Biografa y La Voz que fueron dados aquien escribe estas lneas tras un asedio de meses.

    En cuanto al ttulo del libro, he dudado entre llamarloRosa de Tierra, tomando el ttulo de su mejor poema, oBriznas de Cobre elegido por l mismo para sus poemasbreves en verso. He optado por este ltimo, primero porquefue el nico ttulo de libro que ide; segundo, porque esofueron sus poemas: "reflejos de plata puestos sobre bultos decobre", para decirlo con expresin suya.

    Y no quiero terminar sin agradecer al Secretario deEducacin, Dr. Leonardo Matos Berrido, el honor que me haconferido al encargarme el presente Prlogo y la estructura-cin de esta obra. Mi gratitud tambin a la esposa del poeta ya sus hijos, quienes han puesto en mis manos los valiososoriginales de que me he servido, dejando a mi criterio lasdecisiones finales.

    Como se procedi a dar un orden al libro, ms armoniosoque el que emanaba de la cronologa, dudosa en los poemasde madurez, la ofrezco en el Apndice para gua delestudioso, conjuntamente con una variada seleccin dedocumentos.

    Este es el esperado libro de Rafael Amrico Henrquez(Puchungo). Con l nuestro poeta se alza por primera vez decuerpo entero, venciendo esa "muerte que el hombre hapuesto entre s y el propio retorno".

    MANUEL RUEDA

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  • I

  • NORMA

    Exprimir de la luztodo su contenido:rbol, agua sendero..a ciclo suficiente,a pjaro bastante;latir en el sentidohumilde de la vida;con mpetu conscientequedar en lo cantado,y ser en hora algunams verde que lo verde,ms luna que la luna.

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  • CANCION DE CUNA

    Oh destino fiero! .... Oh cancin humosaDe sepulturero! .. .

    Con filo de estrellas,Cavando su fosa,Rompieron la tierraDe toda la sierra.Voces de campana,Dedos de rocoAbren la ventana.

    El hueco tililaEn la paz de aceroDe un blanco sendero,Y se enreda el cieloEn la frente yertaDe la nia muerta.

    Velan a su vera dolientes colores:El verde oloroso que lanzan las flores,El rosa andariego que viaja en los vientos,El vago violeta de los pensamientos,El gris y el bermejo de la cordilleraY el verdn sonor de la primavera.

    El sol vespertino sirvi de mortaja.De vaho montaero le hicieron la caja:Bujas de aurora vestirn de luzDos alas de alondra que sern la cruz.

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  • Paisaje nocturno,Duro, taciturno.Ringlas de silencioHuellan la campiaQue espej la nii a,Y es cancin de cunaEl canto amarilloQue canta la luna..

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  • VA CANTANDO

    Amarillossus pezones.Amarillaslas estrellas de las charcas del sendero.Va descalza, va desnuda, va sin miedocuesta arriba.Son sus huellashuellas vagas de una luna ya difunta.Canta un gallo. Cantan ciento.Amanece.Verde y rojoen el vientoy en el filo de la sombra:colorido niontafero.Algn dasus pezones, y sus ojos, y sus manossern joyas de silencio,sern tierra, sern nada.Monte arriba,con los ojos en las luces de la aurora,va sin miedo, va descalza, va desnuda,va cantando.

  • EL HURTO

    La luna cabalgaEn ramas de pino.Espinas morenas,Moreno el silencio,Y ms

  • LA JORNADA

    Desnuda, despereza sus carnes requemadasde moza campesina. .. Y de cegar rendijasen las horas nocturnas, hmedas, estrujadasrebrillan telas rojas, las de su vestimenta.Con pecado se viste: grcil, lbrica, lenta,aprisca pechos ruros, cual ayer a las hijasde la cabra difunta. Y sale, y salpicandogotas de tinaja, irrumpe en los bancales.Ladridos. Luz. Fugandolas estrellas son vuelosde canciones rurales.En moza van mudando los verdes de la era;el paisaje enarbola dos manos por bandera:porque son sembradoras de paz en el cortijo,y porque desde el llano ]casta los ventorrerosapronta sombra firme la misma del cobijosi fatiga la brega o hay sol en los senderos.Cuando la luz rebota. y cruje la espesura,y los pinos se enfiestan con fanfarria de fragua,la moza suea: abreva, deja olor de frescuraen los dorsos de piedra y en los brincos del agua.La tarde cuaja santa en paz de campanadas.Ocurrencias jocundas avientan las semillas,propias en gente moza. Unas manos sencillas,hogareas, sin joyas, de rezar adobadas,recogen lo sembrado. Y, mintiendo, los ojos,,ya ciertos de la prenda, hacen por dar enojos..Dispersos los balidos bajan de la montaa,y a bueyes desuncidos un perro les regaa.

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  • Finita la jornada de sol y de labranza.Crecen sobre los surcos las escenas de holganza.Y un jayn del cortijo y la moza pastoracaminan a la zaga de luces perseguidas,y, alcahueta, la luna se torna albergadorade morenas vergenzas y de audacias fallidas.

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  • CELOS

    Es viernesAqu,donde azulenmi sombra:1 viernes,all,donde cuelgala lumbre,i verdealo verde,i oculta la quiebraa un carrode mozas.

    Viernesla dejaronsendero adelante.Y dicen que los vierneses agua salvaje,i va por los filossi hay tala en cl monte.

    Miente la consejai mienten los que dicenque ya no me aguardaque es agua de monteen vez de tierrucade tierra adelante.

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  • DL LA LUNA

    El andar anacoretaEs influjo de ]u luna,De virgen en lumbre neta,Que tuvo sombras por cuna...

    Y vale noche completa,Lmpara? ms que ninguna!Pues en alma brilla quieta,Y verstil en laguna

    Lgrima que va secreta,Si dentro suelta fortuna:Luz a soledad sujeta

    Lloro ser de la luna!

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  • NIA EN GRIS

    En los grises de la lluviaVa por cosa que no fue,No joyel de fantasa,

    Qu s nia que yo se!Pues aposentas silencios,Del que dando ya se deClara ms que fuente clara

    Quin que pena no la ve!Cuando figura la nube.A fantasma de la feEn los fondos de s mismoQuin que pena no la ve!Porque llev por nodrizaAnima de luna mateTrae de vientos los cabellosSuea sueos al revs.Por paisaje de recuerdos

    Quien que pena no la ve!

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  • DADIVA

    A preez de nubeLlega lo que sube,Y, disfraz ya gastaSi lluvia, bien bastaA ser alimentoY voz y contentoDe chorro de fuente.

    Entonces la genteCircula sin prisa;Se fuga la misaDe las catedrales;En cestas rurales,Un corro de niasTrae de las campias,El pez y la luna,Que buscan fortunaLlevando fingidoUn son de llovido.

    En luz de la siestaNos rige con fiestaLa nube que vaTan rica se da!Que perlina mueveLa paz que nos llueve.

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  • HUELLAS

    Por sendas de soledadesY cielos de paz desnuda,Las manos de diez doncellasTejen que tejen la lunaQue ya pronto ser noche,Y ms que cesta con frutaY tanto como mozuela,Perfumar la llanura.Y para puerto lejanoEl silencio ser ruta,Y unos ojazos remotosEstrellas sern sin duda.Sin huellas de mar y monteVan fabricando la luna.La fabrican diez doncellas:Que ha de llevar vagabundaPor paisajes interiores,Ausencia de cosa tuya.

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  • HUELLAS (II)

    Entonces nuestra sombra crecer con holguraEn el filo bermejo que tire sobre tierraLa gracia de una espiga; y el ciclo de la sierraSer gota de lumbre, y vislumbre la alturaBajo sol, si tus manos perfuman horizontesEnredando en sus dedos la violencia del vientoO la msica de aguas que ronde por los montes.. .Y todas las ruindades sern ficcin de cuento.

    I1

    Tus ojos son paisaje. Si piensas son sendero,Sendero de la sierra con luces de neblina.No corre sus orillas ilusin de romero,ni cantar de labranza,ni desorden de holganza.Sino madre descalza, descalza y peregrina.

    Hay sombras florecidas: la claridad concluyeEn la voz de los pinos que pulen a porfiaAquel rincn de estrellas. Y la descalza fluyeCabal a los pezones sin acallar la cra.

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  • DE FIERRO

    De insistir,se tornarn de piedra las sombras de tus dedos;Y tu voz,Ahora vagabunda,Ser una lumbre quieta:Porque es de fierro la puerta.Y de fierro sus goznes,Y de fierro las lunasQue echaron el cerrojo.

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  • TU SERAS PRIMAVERA

    TU SERAS primavera... Entonces la campiaser de lumbre lisa, sin verdor de maana.Entonces las canciones que rondan la montaasern las voces frescas, sin rudezas de monte,sin quietud de horizonte;frescas como la sombra que proyecta una nia.

    Persiguiendo la hogueraque se inicia en oriente, con vestigios de lunaen sus risas rurales,tropa de campesinasromper los silencios de las quiebras vecinas..1 de la tropa alguna que marchar zagueracalmada con diamantes de la fronda monturate llevar dispersa en mil gotas cabales.

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  • LETRILLA

    En homenaje deMara Teresa Hermida

    Son espejos de fuentesLumbres que de lumbre fluyen,Y por ir fosforecen tes,Soles que en azul concluyen.Fuera vulgar maravillaTanta que da sin usura,Puesto que de darse brilla;Si no nos diera criaturaDe ngeles alabada,Y por ella reflejada.Mara Teresa, la niaPrincesapor majestades,De pjaros y campia,Comunica claridadesA la plata desatada.Que la mima retratada.

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  • PAISAJE REFLEJADO

    Sombras de pjaros intilmenteel aire quiebran, a la luz embisten,pues los rboles y la paz resisten,y en crcel fa la voz de la fuente.

    Gajos de bronces van a la corriente,de frutas la ponen, de sol la visten,y frutas y sol si corren existeny sangran colores y cran serpiente.

    Redondez de miel de quedar gozosa,suaviza la luz en luz reflejaday por gracia tal de s desnudada.

    Y de nubes ebrios Dios y la mozamezclan sus rosas con rosas de vientoy mudan la sed en florecimiento.

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  • PAZ

    Ademanes de barro de manos sembradorashan tomado la tarde. Jcaras amarillasla gozan prisioneras, la muestran triunfadoras,que tales son bandadas sonoras de semillas.

    Oro mvil, espigas, color y campanadasson presencias de luz, pjaros forasterosen esferas de sol, en lumbres alcanzadaspor el propio rebrillo. Irrumpen los primeros

    heraldos de la paz. Ya no siembra la mozamil diamantes azules llovidos de la frentecndida, nazarena; en rojez alborozaun naranjo dormido. Y rezuma la gentey mecen los frutales arpegios de laguna,reflejos de senderos. .. Despereza la luna!

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  • DIEZ DONCELLAS

    Por sendas de soledadesY cielo de paz desnuda,Las manos de diez doncellasTejen que tejen la luna.Que ya pronto ser noche,Y ms que cesta con fruta,Y tanto como mozuela,Perfumar la llanura,Y para puerto lejanoEl silencio ser ruta...

    Agobio de sangre quieta!Espera de luz profunda!Sin huella de mar y monte,Van fabricando la luna;La fabrican diez doncellas,Que ha de llevar vagabundaPor paisajes interiores,Ausencia de cosa tuya!

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  • METAMORFOSIS

    Pasaremos pronto.T,en lapso breve.YoUna hora.. .Quizs, un siglo despus.

    Para los dems,Tendrn nuestras huellasFugacidad de lampo,Durabilidad de estrella caediza.

    Luego,Vendr eterno,Y seremosEntraas de rbol hendido;O lentitud de luna tarda:O llevaremos mpetuDonde sobre cansancio;O tCargarsBondad de agua humildePor todos los caminos.

    Un da,Yo ser violento,Y t,Me tornars a la vida;Y entoncesSin saberlo yo,Te tendr ms cabalSintindote ausente.

    TO

  • NUESTRA CAMPESINA

    Es nuestra campesina. Silencio dan los ojos;horizonte, la talla, horizonte con huellasde tierra de panales. Con los hilos ms rojoshizo la vestimenta. Si siembra, vierte estrellasque truecan en vislumbre los surcos del paraje:Su pechos son las luces del cielo y la cabaa! .. .Entibia, vagabunda, las sombras del paisajey monda colorines hollando la montaa.

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  • ESA

    A Francisco Svelti

    Esa luna lleva sed.

    Y puesto que son ardoresLo que brilla, no fulgores,Ms ensea de tormentoQue lo que ensea de viento.

    Esa luna lleva sed.

    Yendo por comba profunda,Silencios y soledadesMritos de majestades-Cauda van de vagabunda.

    Esa luna lleva sed.

    Corre el agua de fontanaEn regalo de la moza:Si trae nube se desganaSi desnudo... pues retoza.

    Esa luna lleva sed.

    Entraas de bronce duro.Quitad de dureza fro,Tornarle caudal de roO mundo de pez obscuro.

    Esa luna lleva sed.

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  • El demonio de fatiga,Asistila por nodriza,De ello, funciona cobriza,Y su lumbre mal mitiga.

    Esa luna lleva sed.

    Oh pechos que dais fortuna,Y t, risa de tal nia,Siempre verde de campia!Dejad que beba la luna.

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  • FIESTA RURAL

    A Manuel A. Amiama

    1( REFLEJOS

    En el agua va semillaEn diamantes acabada.Va por cielo maravillaEn s misma reflejada.En el agua paz y nube,Obran mritos rurales:Cien la cancin que sube,Doblan verdes de frutales.

    En el agua la campanaQue corre de sol sonora.Y si buena luces mana,Refulgencias atesora.

    En el agua vagamenteUn recuerdo preterido..Garzas bruscas de repenteQuiebran azul sumergido!

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  • IIVOZ Y CIELO

    La sed de la mozaEn el agua queda.En iris de sedaEl sol alboroza;Con silbo yacenteAlcanza la fuente.

    Un volar remotoSus grises desata;De nube lo rotoRe brilla de plata.

    Vendimia rutinaLa paz campesina. .Lejos haragana,Llama la campana

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  • A UN RIO

    Ro que tomas cara de mozas gordezuelasque cantan cuando lavan porque al cantar ya mojacon la primera estrella trepas la cuesta roja,y siempre inadvertido, como viento te cuelas,y albergas en el oro mvil de los candiles.

    Acunan con torpeza unas manos viriles;mientras t, vuelto canto, encantas la cocinay arrullas a la nia que juega desde el suelocon la estrella mas chica. Y en la paz que trajina,congregas bendiciones: a las que son del cieloy a las que son posibles en lumbre de candela.

    Ro con cuesta roja y rostro de mozuela!Antes de que maduren los sueos por soadosy tengan siete lunas los senderos callados,dales voz y figura a las horas de antaoque me enseen de nuevo la verdad del engao!

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  • A UN RIO(Variante del anterior)

    A mi esposa Genoveva

    Ro que vas con caras y glorias de mozuelas,Que cantan cuando lavan, pues un cantar remoja,Con la primera estrella, trepas la cuesta roja,Y siempre inadvertido con los vientos te cuelas,Y quedas en el oro mvil de los candiles.Acunan con torpezas, unas manos viriles,Mientras t vuelto canto encantas la cocina,Y arrullas a la nia, que juega desde el sueloCon la estrella ms chica. Y en la paz que trajina,Congregas bendiciones; a las que son del cieloY a las que son posibles, en mundo de candelas.Ro con don travieso y rostros de mozuelas,Antes de que revuelva lo que fume soadoO revientre de lumbre lo por lunas sagrado,Remueve de los bronces a las horas de antao

    Que reinen limosneras de virtudes de engao!

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  • AGUA DE POZO

    No eres cosa de puerto. T no llevas fanales,ni garfios, ni cordajes, ni sombras de canciones,ni bultos con nostalgias, ni gestos fatasmalesde buques con banderas. Subida en canjilones,subes a campo abierto; a bordes de la mozay del mozo hoyero; del mozo que te rozay con coplas te debe, de aquella que no bebeporque bebi del agua de los senderos rojos.

    Agua nia, zagala que a las guijas embebey muda de sonrisa porque mudan los ojosde un cielo con facetas de pjaros y nubes.Agua pura, desnuda. Agua que al campo subes!Ya cielo en canjilones eres para los sueosque soando frustraron. Y remozas empeos;y en las horas dormidas, es tuya la fortunadel pjaro que ronda cuando ronda la Luna.

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  • AGUA DE POZO(Variante del anterior)

    A Scrates Nolasco

    T no guardas de puertos, no reflejas fanales,Ni garfios, ni cordajes, ni ripios de canciones,Ni jerga forastera, ni tumbos fantasmalesEn sombra de borrachos. En duros cangilonesTe suben a la luz, a mundo de la mozaY del mozo boyero, a nia que retozaPues anega la miel en los frutos ms rojos!Las altas claridades esquivas con rojos;Ms, te miman divina, ya pjaros, ya nubes,Que en tu seno figuran figuras de querube.No sers sobre guijas; no nocturna cisterna,Albergars estrellas; no de cierto llovida,Ululars en vientos; ni te vers eternaEn bronce de campanas. A la luz ascendidaObrars por la luz, movers a cancionesDars candor de copla ya sol en cangilones!

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  • VOZ AGRESTE

    Espritu de tierra amiga,De campo,De paisaje,Tu voz ha manchadoDonde manch mi sangre;I con luces de alba,I a fuerza de silencioTu has atado mi carneAl canto nunca odoDe un recodo cualquiera.

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  • ANGELUS

    A Max Henrlquez Urea

    La luz en s va quieta. Obrar por los senderosNubes crepusculares; gozan en gracia de algaGrillos y campanadas... y, la luna que salgaCasi ser de bronce. Remotos, dos viajeros.Con fondos amarillos azulan los oteros;Cierta la polvareda, hace que eI cielo valga,Mientras suena la voz de una joya que cabalgaA lomos de colores. Los silencios enteros.

    En el rbol opaco con fronda de diamente.Por los cauces ocultos, lenta, grave, sedanteEl agua dando, reza. Y si fluye de sombra

    A fiesta de matices, es ella primeraQue refulge de luna, y con brillos escombraHasta vencer excesos que la quieren hoguera.

    47

  • DE MAR Y FUENTES

    A Franklin Mieses Burgos

    Los pjaros de la mar,Hurtan de torre maduraSilencios que vibran buenosPara volar a la luna.Ellos llevando de mozaSecretos de miel obscura,Fueran soles las estrellasEn los mundos de tal ruta;Siempre con vientos que danzanPues crepsculos la bruma!

    Jams paisaje marinoFue paisaje dando frutas.Va privilegios de fuentes,Cuando la moza desnudaLas auroras de sus pechosEn lisonjas de natura.

    48

  • LAS CRIATURAS

    A filo de media noche.Las abejas son senderos,Y sus alas son de piedras.Han posado los silenciosEn las carnes de los puertos.Marineros, con canciones,Van moliendo las estrellas.

    A filo de media noche,Hay perfume de limonesEn la panza de los vientos.Y tus manos son abejasQue abejean en la lunaDe la torre que agonizaSin campanas.

    A filo de media noche,Las palabras son de barro,Y los sueos son abejas,Y las madres suean sueos,Y sus nios suean sangre.

    A filo de media noche,Las abejas son de oro.Las abejas...Y los ros,Y los gatos,Y las torres,Y los sueos...Que no suean las criaturas!

  • AMOR

    Para Aberto 9aeza Flores

    La gloria de los frutos salidos de la tierraencaminan la tarde de pjaros tomada.Tomronla, vagando, dos mozas de la sierra:Luz, dorso la primera, bebe de la cascada,y se vuelve sonora y por temblor asidala copa de sus manos; la segunda: campanaen silencio deshecha y en hembra convertida,da palomos azules, cura la poca gana,trace de carne firme carne de primavera,porque los bronces duros lanzan en campanadasa las rosas del viento. Y la fiesta prospera,y danzan las abejas y flotan encantadas,sobre gotas jocundas de sangre de sendero...Semillas volanderas de suelos y de estrellasalcanzan con ceniza a la voz del oteroque no calla pezones ni risas de doncellas.

    50

  • SIESTA

    En mar de rosas de fuegoUna nia va de fiestaGrandes campanas de bronceDe circuirla reverberan.

    . Nia porqu de la sombraTe divorcias andariega?No ves que en hornos de luLos verdines son de ceraY brillan ms los cristalesSi los hieren las estrellasQue dan tormentos a niasReflejos de leche espesa?Una msica de plumas,Tibiezas de frondas quiebraMudan en comba de cieloi Espantadas las abejas!Aventuras caprichosas'Sueos, limones y cesta:Inmvil punza la sed

    En senda de sol y piedra!

    Entre vrtigos de polvoLa nia gana la cuesta.En sus manos agoniza..Una paloma perfecta!

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  • BROMA DE DOMINGO

    Domingo con sol.Palomas. Caracol.Corros. Campanadas.

    Mozas lugareasdesatan bandadasde risas risueas.

    Aquellas de verde,invierten molinos!Barajan caminos!

    Vern que ya pierdeel rumbo la luna!Mirando la torreaguardan fortunalos pechos de miel.El viento no corre!Pedradas las horas!Pedradas de hiel! Qu tanto demoras?luna demorada!Si tarda la lunano llega la cunaa moza casada.

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  • RETRATO

    A Domingo Moreno Jimenes

    Lo llev romeroEl luengo sendero:De sol y paisajeInquiri mensaje;La carne cetrinaMagra la figura,En cada retinaUna sed obscura.

    Ya melancolaLa lumbre del da,Mirando la fuenteHabl de repente:Con crueles atinaEl torvo destino,Hincada la espinaApronta camino.

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  • NOCHE YA

    VEREDAS? Ninguna.La luna que brillaen paz amarillafunde las campanas;festivas las ranassalmodian de prisa;mudan en doncellasel mar y la brisa.

    Plata de estrellala herida,y luz de fogatala sangre vertida,la doncella rudaapronta remediopues baila desnuda.

    Lucero con tedio.Las sombras, diseos., Colores? Los sueos.

    54

  • NOCTURNO

    A Antonio Fernndez Spencer

    En mar estrelladoAzul divorciadoDe pez y de sombra.Brillando resaltaObscuro que asombra,Pues de lumbre salta.Sonando la espumaCon prisa se esfuma;Redobla rotundoUn trueno profundo;En tumbo violentoCenizas de viento.

    Gana la quimeraMadre marinera!

    Fj

  • MAS QUE LUCERO

    A Angela Genoveva

    Ya milagro fuere,Pero va pintura:La tarde no muere,Su lumbre perduraEn el limoneroY dando derrocheDe paz y de nocheDa ms que lucero.

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  • CIELO

    (Onda)

    EXPRESION de paisaje en el agua vestidade claras desnudeces, de pjaro, de nube,y de pena que llega y de pena perdiday de espiga que ya de madura no sube

    Entrega bajo el cielo de gloria luminosa,gil, varia, perfecta. Dispersin dolorosade formas escapadas de la forma concreta:Dibujo de la rosa; movimiento de un vuelo.

    Matices de una fronda. Plasticidad secretade la luz en la luz que moja por el sueloy si quiebra1 la luna toma carne de estrellay corriendo por sueos de sueos se querella.

    II

    (Sol)

    A llevar, ya llevara sueos de peregrinopues le tornan barbado las sombras del camino.En limones, redondo; en dolor, concebidoy en pechos de doncella por luz oscurecido.

    57

  • III

    (Nube)

    En qu gota del hilo sonoro de la fuentecomienza a ser paisaje el paisaje de fuerael cierto de la nube que lucha vanamentepor salirse de nube y quedar a tu vera?

    IV

    (Hostia)Hostia para la misa azul de primavera,ha de quedar en moza que pan es de sendero,y suyos son espejos de plata volandera,y toma lo tomado por el cielo de Enero,y suea porque suea, y llora por la luna,y al mozo vagabundo le muda la fortuna,y siempre va por agua, y desnuda la tardesi su cuerpo desnuda dndose sin alarde.

    U

    ( Maravilla)

    Onda con sol y nube: msica, maravillalibre, maravillada de ser luz y semilla

    de cancin campesina si el sol, rudo, violento,desenreda la siesta a lo largo del viento.

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  • LAS ESTRELLAS

    In memorien de los cados enla tirana de tos Trujil/os

    Por ir el cielo con luna.Apenas se ven estrellas;En el ncar de la luzTristeza de plata vieja.Relmpago de vergajoAndan caminos de cera:.En la cima de la nocheCeniza de nube quieta.

    Si no dices lo que sabes,Habr tormento de veras,Haremos de lengua tuya,Albergue de mil abejas;Tendrs negra de escorpionesLa que corre por tus venas

    Azotes obran coraje,Mas no quiebran entereza,Y la sangre de los mrtiresSiempre parieron estrellas'

    --Levantars testimonio.Mal dirs de las honestas.Pues diciendo de la madre,Y de monjas o doncella,Dirs que guardan ponzoaDonde guardan lo que rezan.

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  • Espalda con cardenalesHace de la luz centella,Esta de luna llovida,Ya fenece de bermeja.

    En las retinas del reoBrillan los brillos de fiesta:;Jnnms en cielo con lunaSe vieron taitas estrellas'.

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  • ROMANCE DE LUNA LLENA

    Guiados por luna claracaminan dos caminantesel uno naci en los montesdonde nace el "Puna" bravo;el otro lleg de lejoscon huellas de lluvia y bala.

    Si el rojo de los recodoses rojo Por que fusilan,mal anda quien cruza ros,mal anda si hay luna clara.

    Guiados por luna claracaminan dos caminantesel uno naci en los montesdonde nace el "Yuna" bravo;el otro lleg de lejoscon huellas de lluvia y sangre.

    La luna mobl de vocesla sombra de un tamarindo,y luego quebr de rabiadiamantes en la retina:mal anda quien cruza rosmal anda si hay luna clara.

    Atados los caminantescon luces de media luna,juraron que nada saben,

    61

  • que ignoran si yace algunomal herido entre breales.

    Con sombra de tamarindollense la tierra hendida:mal anda quien cruza ros,mal anda si los recodosson rojos porque fusilan.

    Circuidos por diez fusilesralidece el forasteroque vino de lenguas tierrascon huellas de lluvia y sangre.

    Entonces quien tuvo cunadonde nace el "Yuna" bravoinsinu furtivanmente:fusilad al compaf eroy sabris en donde yaceramal herido el general.

    Con sangre de dos valientesvistise la noche clara:Que en tierra del "Yuna" bravono hay sombra para cobardesni madre para traidores.

    Llevados por luna claramarcharon dos caminantesel uno naci en los montesdonde nace el "Yuna" bravo;el otro lleg de lejoscon huellas de lluvia y bala.

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  • ROMANCE DE LUZ LLOVIDA

    Con luz de cielo llovidaY pjaros de cristalesHarn palabras y nietaMis ]unas y tus bondades.Palabras que tengan pecesY meta de luna grande,Y si grande, muy redondaComo son las de la calleY son las que llevan oroA manos de litorales.

    Lmparas habrn colgadasDonde cuelgan de paisaje;Y sern, si son luceros,A semejanza de madreQue palpando palpa siempreCon palpos que son de sangre,Ya que vientre florecidoAventaja claridades,Y supera por su florA las flores naturales

    Aunque callen las palomasO suspiren por los maresHarn palabras y nietaMis lunas y tus bondades.Palabras de luz llovidaY meta de luna grande,Que por grande luce msQue lucen las catedrales,

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  • Y por ser muy marineraNavega sobre ciudades.

    Las palabras son de luz,Y las aves de cristalesY sueo que diga soyMas nunca dir verdades,Que si muchas fantasas:Que navegan siete maresY que son como palomasMis lunas y tus bondades.Pues ellas, con solo ser,Ya formulan homenajeA sombras que dan traspis,Borrachas de luna grande.

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  • RETORNO

    In Memorian

    Eran incultas sus barbas,Y con cenizas la voz:Que dormido donde pudo,Ni dormido repos.Serpiente de mal extraoEn los pulsos se enrosc.Mal de luna vagabunda,Vagabundo lo volvi.Marchse secos los ojos,Y de rescodo la voz.A sus espaldas campanas,Delante la luz del sol,Vag por tantos caminosY de todos se borr.Y por alma luz que fuese!En la carne le doli.Locos y luengos los das,Luenga la barba creci;Llegara lo que llegaseDe pjaros o de flor,Sobre piedra sombra arisca;Ya que de barbas cayY no de duro de zarzaNi de pluma que vol;Por ms que en crcel de vientoVolando volaran dos,

    65

  • En sitio de grandes juncos,Donde lo bello mayor.Tumble terca la sed..Si cielo va, va mejorEse reir de fuente mozaDemonio ms no bebi!Espejado le llegabaClaramente lo de Dios:Cruz en paz de golondrinasY sangre que floreci.

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  • ROMANCE DE UNA LOCUAZ

    A m hia Angela Genoveva

    Sombra de luengo senderoPor brillos de sol fenece;Oh madre perd mi sombraEn el agua de la fuente!Los vencejos de la torreNunca la dieron tan breve,Ni salto de pez de marNi de espigas lo que crece...La cancin fue causa madreDe que yo juzgara nieve,Esa lumbre sumergidaAlma siempre de las fuentesPor ms que lloren nocturnosLas lucirnagas celestes.Sorb miel de tosca manoDe romero quis madreMs donaires que fatigasMs el silbo que la fe.Fantasas y risueosAlejan de modo crueles.Hoy ha tales que la luna,En su purga de la muerteEn los recuerdos argentaEntre sueos se esclarecen.Que plata de luz nacidaSiempre vence de la sierpe!Nia que canta descalzaRemeda de sombra verde,

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  • Y s va de siesta brusca,Ella juega de tal suerteQue sonando dan por sombraLas sonajas de la fuente.En lmparas de las madresLos silencios aman cen ;Vana que afana caminos

    De su sombra desespere!Aciago que limoneroPor sus dones atardece;Que bronce que fue campanaEntre nubes luna miente;Que a males de voz que yerraFaltan magias que remedien.Esas con ms de verdades,De los vientos yo rob.Ellos por risas de mar?Tanto madre yo no s!En fondos de pez ariscoLa luna mudanzas vierte;Misterios y claridadesVan con nubes a la fuente,Donde Madre yo desnudoDe las sombras al revsPues ya de que soy parleraLos muy sordos bien lo ven.Un llevar que se desvocaEs siniestro muy frecuenteEn orillas de la mar.All lo que suena mueveA fiesta que desenfrenaNo a plegarias s feneceLlevada de burlerasDe ventura mal us.Grises y sombras naufragasEn el agua corren leve;

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  • Doblan llamas los maticesEn crepsculos silentes.Prueba clara que parleraDe razones invent!Pulso de luengo senderoDise mar y naveguMundos de piratera;Polvo, sal y pocas verasTus arrimos coronA riesgo de faro mate.Ya que leyes de tus puertosExcusarnos mis menguantesEn razn de que sin culpaDe mil soles no alcanz.Pues siguiendo de la lunaLa mentira profes.As sed y sombra nuestra,Jocundas derivan suave,Y de fausto, muy mayoresSon en agua de la fuente.

  • OZAMA

    Si valieras por el nombre,qu valieran raridades?Y qu cenizas de siglos?De estrella no fueras partede tal t mismo la pruebay de todas homenaje.Ni fueras urna con sueos,ni lo soaran las aves;ni dando peces de plataa la luna dieras madre;ni ya de piedras ilustresfueras t la propia sangre.La condicin disimulasbajo disfraz de paisaje,pues con pjaro de soly con tantos naturaleseres engao de ro;y los que van por las callesignoran que llevas torresque faltan en catedrales.Silencios de pez dormidono bastan a darte carney menos proyectan sombrasa las tuyas semejantes,que mal se ganan altezassin ganar antigedades;y por ellas, y por preztu sirves msica suaveen bandejas de luceros,y fundes en cera mate

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  • lo que narran las campanas,y conservas en celajesya de sombras, ya de luzsueos del gran almirantepues ya los mueven los vientosy ya los suean las aves;y siembras consejas, vivasy vives en las edadesque dieron conquistadores,y quedas en capitanesy rezan rezos tus aguasbajo difraz de paisaje.Que si no, no fueras tni la luna fuera grandevista por ojos de pez;ni pocos fueran los marespara callar lo que callas,ni tuvieras majestades;ni templo que fue sin torrela tuviera de granateporque le van tus vencejosen horas crepusculares;ni fuera lo que despiertasinjuria del coloniaje,ni gritaran sus hazaas;ni palomos de cristalesbebiendo de tus orillasbebieran gotas de sangreExcusan tus grandes barbasenvidia de las ciudadesque no tuvieron blasonesa tus mnimos iguales;pues sombras no borran piedrasni vientos mellan alfanjesy slo tomando nubesse toman gradiosidadesy slo venciendo siglosse merecen vasallaje.

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  • OZAMA(Variante del anterior)

    Si valieras por el nombreQu valieran las deidades?Y qu cenizas de siglos?De estrella no fueras parteDe tanto sobra la pruebaNi de todas homenaje;Ni fuera tu faz de sueos,Sueos que suean las aves;Ni ro te vieras nube,Ni nube movieras artes;Ni dando peces de plata,A silencio dieras madre;Ni reflejada la luna,Fueras de joyas alarde;Ni ya de modos ilustres,Y muy ms de pena grande,Llevaras en don y guarda.Escudando majestadesLa condicin disimulasBajo disfraz de paisaje.Pues con pjaro de solY copia de naturalesEngaa tu voz de ro.Esos que marchan por calles,Ignoran que faltan torresQue enseen cimas iguales,A ciertas que das yacente,Si bronces quiebra la tarde...Qu velas en lo dormido!

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  • Qu salvas antigedades!Qu altezas de lo conspicuo!

    Mal bastan a darte carne,Y menos encienden lucesA las tuyas semejantes.Ya por ello, ya por prez,Sirves de msica suaveEn bandeja de lucero,Avivas en cera mateLo que narran las campanas.Y con fiesta de celajesAnimas de luz y sombraEn horas crepuscularesRemozas para vencejoHuellas del Gran Almirante.

    Marino ms por la feQue lo fuera por los mares!Y nutricio de leyendasBueno das de capitanes:Voz, hazaas, bizarra,Imperios en los analesQue fieles a cruz que rezaInjurian de lo cobarde,Contando de la conquista.Altos suben los quilates,En oro de las estrellas,Que alumbrando soledadesDe lucirnagas te visten. .Y, sorbidas, van diamanteA la sed de los palomos,Que lanzan gotas de sangre,Si beben de tus orillasO purgan de muerte grave.Sin arrugas de pereza,Auxilio de singularesCorriste, fluyendo, ro;

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  • Espejos fuiste de nave,De probos y de fulleros,De lujos y vergonzantes.Y bien madura la nocheTestigos de liviandades,De frailes y cortesanas:Siniestros que el diablo pare...Por influjo de la luna!En pocas de cabalesAlcanzastes slo roMuy de p jaros notables.Hoy por pesos de epopeyas-- Las de misas ms gigantesQuedas en pos de colonesClaridad que en sirias arde.Y por crnicas, reliquiaAusente de catedrales,En gloria de los blasonesQue dan barbas a ciudades.

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  • UNA LA LUNA

    A Manuel Rueda

    El mereci las estrellas,Vivas, en mortaja suya;Y yacer en paz celesteDonde va sol toda lunaPor irle la luz redondaA la faz en parla muda.Era de talla tan altaComo salpiquen espumasPosibles en litorales.Bizarra? dbala muchaSu sombra jams torcida.En los cabellos, obscura,La semilla de la mar;Los pulpos en esa frutaDe los vientos suspendidaDe sus empeos, ningunaHuella que de sol no fuese.Sin doblez que diese duda,Llegada la anochecida,Los luceros de la rutaEscudbanle los sueos.Lo dems, que pocos usan,Hizo de bregas coraza:Vibra, no se disimula,Sangre de varn bizarro;Y va quitada de brumasQue por suaves afeminan.Brillan de luces nocturnas

    Las aguas por sangre ciertas!

  • Adelantaron con hulla,los entiznes de la noche;En ellos, y bien oculta,Acecho llev la muerte.Fule la presa seguraPor ir siete los pualesPor una que fue la luna!

    Jams, en sangre vertida,Se vieron dos luces juntas;Ni dos limones con sol;

    Y peces azules, nunca!Y s lobeznos de fuegoY perros de tierra dura.Rosas de cestas salidas,En los tallos de la nucaEnseaba ya cadver...Rosas y truenos en fuga,Pues los que mueren bizarrosDan de belleza la suma:De las heridas, jacintos;De las campanas, usura;De las lmparas, el oroDe tantas palomas brusca.Es acaso lo que restaDe voces y muerte suya,Por ser siete los pualesPor una que fue la luna!Entre rezos, gente toscaCavaron onda su tumbaDonde sapica la mar.Mora la tarde con bullaDe pasos y viento fro;A distancia las criaturasAtaban cabras ariscas;Ms lejos, las aceitunasDe tonos crepusculares;En los espejos la duda

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  • De si la luz era luz.Las greas en angostura;Sos ojos en luz de lluvia,Muertas, en queda profunda,Las pjaras de las manos.Que no tuvieron por culpaLa culpa de darle tierra.No yacen en sepulturaEstrellas que ya no son;Ni se deshacen en urnasCadveres de vencejos;Ni puestas en luz difuntaSe pudren las mariposas;Ni de mar la sal desnudaCarga tinieblas de polvo.Ni son cavadas las tumbasPara bajarles gallardos.Almendra de sol obscuraEs semilla de la mar;Lleva cobres si la lunaDanza con cauda de peces,La cabellera de espuma,Ella entera en lumbre mate.Que siete fueron las uvasDe la sangre mal vertida,Lo manifiestan agudasLas espinas de la mar.Y de madres, tal locura.Y silencios de la luzQue entre vrtigos alumbra,Pues anda de amanecidasPor horizontes de espuma.

    Y la noche, sin ocaso! Y las playas, sin criaturas! Y los sueos, ya sin torres!Que no tuvieron por culpa

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  • La culpa de darle tierra.Ni que llevase la luchaHasta siete los pualesPor una que fue la luna!

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  • ROMANCE DE AMIGA TAL

    Amiga de fingimientoy por obra de la lunaque en mi sangre prosperaramentira fuera mi ruta,si fuere ficcin que soissalpique de las espumasposibles en siete maresque matando cada dudade si sois verdad marinaensombrecen vuestra nucatropa de pjaros muertos,y en torres de miel oscuraas se vencen las nubeshacis fanales con pulpas,que siendo pulpas secretasaventajan a las frutasen redondez y saboresy ms y mejor perfumanque si fuesen de rosales;y los bajeles de plumaen ellos navegan sueosbuscando seal seguralas buscan en dos pezones;y bien sumadas las sumasya de estrelllas ya de peces,en cifras de luz y bullano fueran misterio buenopara dar de un mar pinturay menos secreto tal

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  • que de siete diese juntaslas formas y majestades;guardarlas hasta con brumases privilegio de sombrasque cayendo de la lunay midiendo siete maresensombrecen vuestra nuca;pues si quedasen por menospobre quedara natura,y no fueran las estrellasmejor que lmparas muchasespejos de lo fingido,ni cayera flor alguna,ni hicieran persona vuestralos rigores de mi ruta,ni fueras siendo mujerenseanza de la luna,ni sangre fuera ms muerteque muertes an vengan juntas.

    so

  • II

  • LA MUERTA*

    A Arturo Despradel

    Destrenc su cabellera de oro, impregnada de fuerteolor a madreselva; la desnud lentamente, con emocin; conla rara emocin del que va a ver una cosa nunca vista; pos elfuror de mis labios sobre la trgica suavidad de su ojos colorde violeta; con el pecado de mis manos acarici la tibiaagitacin de sus senos de virgen, y nuestro amor dur toda lanoche, mientras afuera, en el jardn, la luna derramaba su luzsobre la eterna soledad del paisaje.

    Hoy ella cumple muchos aos de muerta, y hace muchostambin, que cotidianamente recojo flores, con la crecientetorpeza de mis manos seniles, flores frescas las mismas queella hubiera recojido, y que ahora se marchitan sobre lahumedad de su sepultura, bajo la incesante lobreguez de lospinos tumbales. Mis cabellos han ido encaneciendo hastaquedar completamente blancos, y no ha pasado un solo da,sin que su recuerdo haya de llevar a mis ojos el calor de unalgrima. En fin, su muerte ha llenado mi espritu depenumbras. No_ obstante, si ella resucitara, la sepultara denuevo, a trueque de volver a vivir la noche aquella en que nosacoplamos por primera vez, mientras afuera, en el jardn, laluna derramaba su luz sobre la eterna soledad del paisaje.

    * Texto Postumista.

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  • CAPAZ DE REZAR

    Mientras las campanadas del ngelus van rodando all,muy lejos el presidiario se arrincona y cierra los ojos parapensar que si fuera posible desenterrar los ojos de la difunta,ojos que siempre expresaron una emocin de santidad; lasestrellas seran estrellas invisibles. Y piensa, adems, que siella estuviese all, a su vera, rompiendo las luces que seabultan y hacen ms hmedas las humedades de la celda, lsera capaz de rezar; pero no como rezan los tontos,sientiendo palabras vanamente, sino besando sus cabellos,hebra a hebra, que as rezan los artistas y los criminales,cuando el dolor les recuerda que nunca supieron rezar.

    84

  • PAISAJE DE SIERRA

    Da da, cuando duermen los pjaros, el paraje de sierrabrava borra metido en sitio con roco distinto al roco de loscampos. El de all, porque tiene unto de lumbre, humedecemezclado con las lmparas de los crepsculos.

    Es el paraje una rinconada con pinos y agua despeada. Lascortezas, que son de un rojo duro, le dan atmsfera al silbode los pinos; y el agua, que suena siempre, mantienedespiertos a los cros, que sufren de espabil.

    Lugar en todo spero, bravo. Al sol del trpico se le sientecmo se enreda lejos, donde crecen palmeras y las manos quelabran son manos de gentes oscuras.

    Maana a maana, con las primeras luces, el paisaje demontaas severas despierta donde ha dormido. Y as durantemeses. Durante aos.

    Los que van de fiesta hacen de modo de persuadir.

    Nia, qu mirar es ese?

    De tanto mirar sers como son las piedras.

    Ven con nosotras.

    Nosotras bailaremos hasta que no esconda la ltimaestrella.

    La nia responde sin mudar los ojos:

    85

  • Podran venir y no estar yo aqu. Cuando lleguen iremostodos.

    Y ya, con tambor y voces de fiesta, la sierra brava y lospinos rojos y el agua despeada apagan para dormir en losojos de la nia loca. Loca desde que la madre, de meses lacriatura, olvid que estuviste muy cerca de las candeladas.

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  • EL PAISAJE DE HOY

    El paisaje de hoy no es paisaje con palomos dormidos en lalumbre de los naranjos. Faltan montaas, y voces de camino,y aguas lamiendo las piedras oscuras.

    La ltima luna, pos en el sueo de las cristuras. Pero esluna como todas, capaz de hacer asomos en la doncellez delas doncellas. Y las estrellas estaban ya, cuando rodaron sobrela tierra, las sombras del retorno.

    El paisaje de hoy no es paisaje como los dems paisajes. Nipalomos dormidos en la lumbre de los naranjos, ni montaas,ni voces de camino, ni aguas lamiendo las piedras oscuras, niluna, ni estrellas. Nada vulgar!

    El paisaje de hoy es una sierpe enroscada en la redondez detus pezones.

    87

  • LAS ESTRELLAS

    No asomes. Que no son del cielo, ni del mar, ni de los ojosque no cierran, porque el sueo que les viene ya lo soaronotros. Son silencios que han prendido a fuerza de silenciar. Sifaltaran silencios faltaran estrellas. Adems, son muchas parair todas por el espinazo de un sendero; y pocas, poqusimas,para mojar a un tiempo en las aguas de los siete mares.

    Pronto la noche bajar a dormir donde los rboles son msaltos y la tierra, huidiza de los hombres, ser como unaoracin, como una mano que ir sembrando en los espritusalertas. Pero... no asomes. No hay que buscarlas. Ves?Estn ah, en tus ojos, y t no lo sabes. T no sabes hastadonde hay -silencio donde antes hubo lgrimas. Estn en tusmanos, corren por tus dedos. Y tus manos y tus dedos sonalegres, como gotas que saltan. Dan muestras de cargar unacarga de vientos.

    No asomes. Mejor que eso, quiebra pestaa contra pestaa,Ya? Pues capta ahora, con tu sangre atenta, la sangre de losque ya no escuchan el vuelo de los pjaros, porque los fuimosalejando a golpe de barro.

    Cuntas estrellas! Verdad que s? Un incendio de paz,claro, profundo, sin agobio de tristeza. Un incendio parecidoa esos incendios de la aurora; o, si lo quieres ms bello, unincendio igual, idntico a esos silencios, a esas estrellas quevan por tus ojos cuando cesan los cantos y cantan las aguas,

    88

  • POR LAS NOCHES

    Por las noches, el paisaje grande es una campana de plataescurridiza. En l beben los pjaros y suenan los ros; y latierra, movida a ello por las semillas que revientan, es unamancha roja, viva, en marcha.

    Por las noches, los pechos de las vrgenes rozan las mantasdel lecho y crecen las torres. Y triscan las bestias desuncidas.Y duermen los hombres. Y esperanzan los enfermos.

  • AGUAS Y LIMONEROS

    Los caminos salen de la bulla. Al mar no se le ve. Lo nicodel mar son los pjaros. Ahora vuelan ms ac de la bulla. Sonpuntos lentos, dispersos; puntos que han tomado por verde deall, por verde de mar, el verde de los caminos.

    Paz de paisaje sin que la halla. Los paisajes de campoaguardan a ser paisajes realizados. Todo ha de llegarles. Lasamanecidas, la luna, las estrellas. Tambin las personas.Ocurre que una persona trae el detalle exacto, preciso, paraque el paisaje sea paisaje. Por eso son tantos los caminos ytantas las veredas. No abundan los paisajes de campo con unsolo camino, con una sola vereda.

    En alguna parte del cielo habr una estrella con luz apenas,vaga, diminuta, como si fuese ella la lgrima que llorase unacriatura: los pjaros vuelven a la bulla.

    La distancia los escinde del paisaje con plticas de mozos yde mozas.

    Sol todava. Con sol en las aguas, es noche va en los gajosde los limoneros.

  • VERDE

    Colores violentos en el paisaje campesino. Verde en losrboles, verde en el campo; verde en la vestimenta de unalomera.

    Canto salvaje, canto escuchado en el silencio de unatardecer agreste, vuestra msica es la msica de lo desnudo,la msica de lo imperecedero.

    La bulla del ro, la bulla del bosque, la bulla de lamontaa, se unen a la voz de la lomera que va cantandocamino adelante.

    Anochece. La melena de la lomera flota luenga y rojizasobre un fondo de luces bermejas. El canto se aviva, y la telaverdea en el verde somero.

    Lumbre de la luna, lumbre amarilla, que era amarillenta laluna que alumbr el cantar de la lomera, camino adelante.

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  • AMARILLO

    T, y un cielo ocre en campos de labranto. Sirvindote defondo, hay sombras de espigas sobre un buey desuncido y losojos de una rapaza y un silencio de tierra abierta, esfumadoen la voz de una labriega. Manos de madre con huellas de soly huellas de apero, guan en el aire la voz campesina, y unchorro de luz caediza va de los dedos que vuelan, a la cabezade la rapaza. Las sombras de las espigas, y el buey desuncido,son cosas humanas en la voz de la madre, y cosas infantiles enlos ojos de la cra.

    T eres una espiga ocre en campos de labranto. El solcaduca, y se disuelve en amarillo la vestimenta de unalabriega.

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  • MOZA Y CANTARO

    Si el fondo con montaas fuera bastante a mudar elcntaro en vaguedad de vaho, o en verde rotundo, o en azulimpreciso, de moza pasara a ser ella movilidad inmvil,pjaro que mientras vuela no rebasa la armona, exactitud yfuga del vuelo.

    No hubo menester de la luz para que su sombra madurase,ni de senderos para crecer, ni de mies para sonreir; ni fuepreciso que hubiese all vencindad de mar, para que su sangrequedase en ocultamiento, profundidad y resonancia de torresumergida.

    Los cabellos con sol, y con estras de sombra, y con mezclade viento, dan comienzo de horizonte; y las manos sonespejos, formas, y cauce de nubes; y mejor que la luna, y quelos bronces de las campanas, y que el oro de espigas de maizal,sus pechos alcanzan perfume, concrecin y belleza de miel depanal.

    Pintor que diese en pintar moza y cntaro, iluminados porlumbre de lmpara de estrellas, habra de pintar reflejos deplata puestos sobre bultos de cobre; y presencia de recuerdos;y barro de cntaro rojo dndole remate a figura con altitud yfacetas de silencio, y carne de hembra cierta derritiendo laconducta, la distancia, la muerte que el hombre ha puestoentre s y el propio retorno.

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  • CARNE DE AHORA

    Hacemos por llegar. Nada queda fuera de la marcha. Ni elsol de una sombra, ni la actitud de unas manos, ni el disco deuna luna.

    El paisaje de entonces, va en el paisaje de hoy, y el beso deayer, feliz o frustrado, es carne de ahora. Carne de sueos, yde lgrimas, y de agua viva, bullente; quieta aqu, porque lasguijas, son guijas verdes, rojas, amarillas; dispersa all, porqueuna moza yace dormida en el cauce de arenas de oro.

    El agua se fragmenta. Bordea los pechos; remansa dondelos rincones, son rincones azules; y trepa, y lleva pjaros opone estrellas, en el cristal de los ojos, en la pantalla dondeirn reflejndose los sueos que restan por soados.

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  • LA VOZ

    Donde alcanza trmino ya el hormiguear, ya el ocio decopia de veraneantes, iba a merendar de pjaros con agobiode cielo siempre, de horizonte cierto por ms que durmiesen.

    La luz de all, astillbase sin que quebrase; ensebase ensalpique de gotas de espuma. Que una baista, tomando azuly cediendo gracia de ritmo, dbase y restbase grosorbruido; que iba ella y revolva; que botaba y rebotaba, y elsol de olas convertala en concrecin de entraas elsticas.

    Lo astillado desordenaba en nuca de ncar obscuramentebreve; y era pereza en fiesta de deleite, y llevaba peso depulso de mar; y cease a sabor de pasin, a superficieSalobre, viva, exacta, porque era luz de paisaje, mayormenteconcebido que real.

    Sbito el nudo de cabellos flot suelto; enredse en s, yen marcha y silbo de viento, bati entre sedas incendiadas agolpe de trueno de mar. Y ello fue acontecedero por accinde silencio.

    Ciertamente que hubo quien sospechase. Pensse enimpureza. Admitise que el silencio obr asistido, con raz enfuerza ajena. Y de qu la mezcla? Pues ella de pjaros envuelo sin gobierno, o de rubor de desnudo, o de oro de niosdescalzos.

    Empero hubo de bastar el que hubiese presencia de silencio.En los litorales el silencio es cosa de magia. Asciende sonoro.

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  • Es la voz de silencios que no rebasaron nuestra infancia. Nohay menester de ms, para que Dios impere, y los pjarosacusen, y la luz absuelva.

    Donde haya silencio, pjaros, estrellas o luna, la baista hade ser como una semilla que lanzada ya, an no llegase aseno de surco de tierra.

  • EL PAJARO Y LA LUZ

    Pjaro y luz. Esta que ahora va trae por seno de lo que lse cri: fundidos en destellos, tibios de distancia, obscuros desal deshecha, azules y verdes efmeros y mayormente vagos,huidizos, escapados acaso de combustin, o de silencios o dela majestad esttica que nos obra horizontes.

    El espacio arde en dismiles inconexos; le corre lumbradade sol de medioda. As, fondos y periferia tocan y se aislanen espejos, posibles nicamente porque llovida les anda fuerzade polvo de vidrios. Y el encierro dura nada; lo que le va endesprenderse a miel que desprenda bochorno de siesta deverano. Por donde, lo pictrico alcanza contrariamente agoce de fcil deleite, pues a la vez que lleva a fantaseos decontemplativo, obliga a fruto de mbito denso, brusco,claramente inmvil en refulgencia de aires salobres Y ello, amayor, en gran atropello de demasa, sin ocurrencia deayuntamiento o divorcio que atraiga albergue y retenga vivaa la veleidad potica.

    Matriz de cambiantes, suelta, libre, ella sin raz enmolculas de luz Zenital, malamente habra relampagueosminsculos, ni mudadizo que se diese fugaz, ni la violencia deese atolondrarse y de ese ulular de vientos que se enredany se deterioran en prdida de rumbo.

    Si fuese otra o dbil la claridad, el pjaro volara alto,remoto, sujeto a influjo y gobierno de nube. Por accin deluz de mar, bota y rebota; y como si de sbito cayese endesmayo, posa a dejadez y mengua de alas; asciende lanzadopor sacudidas cortas que tuercen y bastan a ponerle vagamentede perfil; desciende oblicuo, lacio, disminuido; deja dedescender; aquitase casi, y as l, de l la sombra que fosfo-rece en marcha y trueno de olas.

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  • Por gravitacin vista por audible la visin honda ya enfiesta de espectculos, crea la certidumbre ilusoria de que laluz transita y atempera en ensayo y frustracin fe fuga audaz.

    Todava en la luz. `An el pjaro en la luz! La persistenciaen un demorarse es ocasin de modos de victoria: agencialesel triunfo a lo corpreo en oposicin a lo real por irrealizado;asiste a la euritmia en lucha por arribar a conquista de estilomanifiesto; consigue que no haya diferenciacin o trminoque desvincule plasticidad de fluidos necesarios a toda luzque haya de coronarse por luz de mar. Y el fenmenoresulta acontecedero en razn y gracia de vuelo.

    La imponencia de vastedad de cielo, excarsela, escinde elpjaro del milagro de luz: lo devuelve a su condicin depjaro de mar.

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  • ROSA DE TIERRA

    ROSA DE TIERRA fue pez. Pez de la mar llevado por elviento a ser pez de la luna. Hoy es pjaro y sombra de pjaro.Los pjaros frustrados quedan siendo rosas de rosal. Unpjaro imperfecto ha de ser siempre una rosa perfecta.

    Si Rosa de Tierra fuera nicamente pjaro, ella bebera dela luna y buscara cancin en los pechos de las doncellas. Peroadems de pjaro, Rosa de Tierra es sombra de pjaro. De ellose deriva que, siendo Rosa de Tierra sombra de pjaro envuelo, o en actitud de volar, o en actitud de dormir,malamente podra ser Rosa de rosal.

    Los cabellos de Rosa de Tierra jams han sido cauce de ro,ni gajo de almendro, ni agua de montaa; y ello es as porqueRosa de Tierra jams ha sido tierra concebida como tal, jamsha sido vereda con soledad de cielo, ni surco de tierra delabranto, ni espinazo embellecido por retozo de criaturas, nisendero ceido por sombras de vientos de montaa.

    Quien vace miel bastante a colmar unajcara de corteza, otrence agua con superficie bastante a contener la sombra deun pjaro, dar por cosa bien sabida que Rosa de Tierra no hasido pjaro ni sombra de pjaro.

    Y quienes hayan tomado enseanza de las estrellas de lossiete mares tendrn por verdad comprobada que no hay pezde la mar que viaje a lomo de viento hasta mudar sucondicin de cosa marina en condicin de cosa astronmica.

    La figura de Rosa de Tierra es figura vaga, imprecisa,derretida como los bronces de los crepsculos.

    Las posturas y las actitudes de Rosa de Tierra guardan gransemejanza con las posturas y las actitudes de las hembrasposibles, nicamente, en luces y sombras de recuerdo.

    Las hembras que van por los sueos de los que suean son

  • hembras como todas, hembras como las que beben de los rosy orillan las orillas de los senderos. Sus manos se muestranhumedecidas porque han padecido ilusin de atizar deseosexigentes; y si dan prueba de desgana de danzar, cuando laluna se posa sobre un gajo del almendro ms alto, es porquepecaran sabiamente si escaparan de la nasa de los sueos.

    Rosa de Tierra no ha pecado pecados de la carne. No hayacido donde yacen las aguas. Las reacciones de Rosa deTierra han sido reacciones de gran candor; han sido comosera la leche de una cabra que fuese ordeada mientrascantara el gallo de Beln. Los pezones de Rosa de Tierra nohan sido gotas de sombra roja. Cuando el anochecer haparpadeado con prpados de plata de estrellas, las manos deRosa de Tierra no han sido como araas que araasen sobreplata de estrellas, ni como araas que fuesen como candeladaso que trepasen hilos de luz invisible.

    Sera demasiado figurarnos a Rosa de Tierra desnuda,puesta en pie y sorbiendo miel a orillas de un mar consombras de pjaros mudos. Y demasa mayor, concebir a unaRosa de Tierra que hiciese por que tal postura fuera espejadapor espejos de agua elstica.

    Si la lgrima de ahora no fuera el retorno de la lgrima quevimos mientras cantaba o se astillaba o se dorma en retinasborradas ya por la muerte, o puestas ms all del crculo quevan trazando los pjaros del ro por realidad de ausencia; sino fuera esta lgrima de ahora la lgrima que rod como nubesobre el jbilo de nuestra madre o de nuestra hermana, seralgrima vulgar, sin mritos capaces de sensibilisarnos; y si nofuese porque el paisaje, quieto ahora con quietud de ovejadormida, ha de subir a nuestros ojos detalles de otro paisaje ya nuestra sangre msica de otras estrellas, cerraramos los ojosnegados a ver lo que hemos visto tantas veces. Y la luna, queya rebasa las campanas del campanario y que cuando los rosennegrezcan ser lmpara para los pjaros de la montaa,sera paja de horizonte si no fuese porque lo que vamosviendo no es la luna actual, sino una luna vista ya en horas deantao y cuya lumbre alcanz modos de enredarse en las

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  • escenas que hacan con nuestras abuelas, o nuestra madre, o al-guna de nuestras tas, cuando se atolondraban como mariposaen busca de buenos hallazgos para que no llorramos.

    Las campanadas de una campana que taese asfixiada porel revoloteo de los vencejos, seran pura ficcin comocampanadas de campana. Cosa as le ocurre a Rosa de Tierraen su marcha hacia personaje de poema. Rosa de Tierra espura ficcin como personaje cierto, concreto, sensible a palpode playa con bulla de veraneantes.

    Unas manos deshilachan luz recia, luz torrada por lasdistancias del mar. El litoral padece orfandad de pjaros demar. Falta el detalle, de belleza frvola, que caracteriza loslitorales con ocio de seores que han amasado fortuna.

    Las manos se van comunicando de algo postizo, de bellezamadura, de ademanes que siempre les fueron ajenos.

    Y para que el fenmeno se realice, ha bastado con quehubiese ausencia de pjaros que vuelan con gran majestad ylanzan gritos de jbilo como si lanzasen pedradas.

    El litoral sin pjaros, sin vuelos de mucha lentitud, como sifuesen nubes que volasen, hizo bosquejo. Bosquej a Rosa deTierra como personaje de poema. Lanz los inicios de unpersonaje que fuese realidad y estmulo de recuerdo.

    Durante aos Rosa de Tierra fu esbozo de personaje depoema. Las races de sensibilidad resultaban con cualidadesde azogue, incapaces de concrecin, de quietud meditativa.

    Y los caminos pasaron a enrojecer; y las piedras criaronbarbas de musgo; y las estrellas lamieron sobre las piedras ylas campanas de los campanarios. Fueron cosas ociosas,escapadas del significado que les alcanzaba como integrantesde paisaje til.

    Las muchas mudanzas mantuvieron a Rosa de Tierra comoesbozo de personaje de poema. El bosquejo, concebido comoluna que nunca cambiase y llevado a realizacin con trazos demonotona severa, paraba en mostrenco, en cosa sin armonade lnea, en proyecto al aire, en sueo sin basamento lgico.Haba desniveles y resaltos violentos. Rosa de Tierra cuajabacomo fuerza que mudase siempre y que siempre estuviese

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  • inmvil, esttica, atada a s misma. Cuajaba en pez, en pjaroy en sombra de pjaro. Y el pez)de la mar y pez de la luna. Yel pjaro y la sombra de pjaro no fueron sino canto de tierra.Canto de la tierra tomado por pjaro y sombra de pjaro.

    Como canto, Rosa de Tierra era emocin con riesgo devolver a pjaro y a sombra de pjaro. Era cant inestable,quebradizo como gajo de rbol que ha proyectado sombra sinlaxitud de tregua. Haba desniveles, resaltos violentos entre elcanto y la fuerza que lo originaba. Era mezcla sin pureza deligazn. Bosquejo con invalidez, sin posibilidades de marcha,sin modo de llegar a realidad con rasgos firmes, conpsicologa definida, con personalidad propia, capaz deconcitar, en su contra, los celos de las estrellas acadmicas.

    Las aguas muertas son aguas con flores que agonizan enbusca de expresin, que padecen agobio de mudez, quemueren porque no han de decir cmo es la luna, ni cmo sonlas estrellas. All la sombra y los silencios podran turnar cualmsica de mar o cual msica de cancin, sin que el paisajesufriera mengua en la sinfona de sus perspectivas.

    Rosa de Tierra siente lstima de s. No ha de encarnar sinoen persona de moza con brazos aptos para levantar cosecha; oen persona de moza que ha de cantar para que los aquejadosde invalidez de andar, sepan dnde van quedando lasrevueltas de los caminos de la marina.

    Para que Rosa de Tierra sepa cmo es la luna y cmo sonlas estrellas, ser menester que Rosa de Tierra sea realidad yestmulo de recuerdos.

    Un horizonte reflejado en el nimo de los nios, ha de sernecesariamente rotundidez de afirmacin o de negacin. Hade afirmar o de negar las delicias imaginadas durante el lapsode horas de clase. Si el horizonte es horizonte desnudo denubes, ser afirmacin de retozos, de gritos que han de durarmientras dure el crepsculo. Si el horizonte, visto ms all deuna ventana y mientras se hace aritmticas amenaza con queha de llover durante las horas de asueto, ser negacin deretozos, de gritos que han de durar lo que dura el crepsculo.

    Io.. :bello es sensacin amable para el nimo de las criaturas;

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  • pero sensacin captada, como si lo fuere desde las ventanasde una casa que girase, como si les viniese de un jardn contrasunto de juguetera.

    Los recuerdos son pjaros que vuelan en crculo sobre lasentraas de los nios; pero pjaros que no se posan porque elruido de posarse podra despertar algo que duerme, algo quelos hombres se han dado en llamar infancia.

    El factor belleza empieza cuando empiezan los recuerdos.Es sombra proyectada por semilla que lleg a ser fronda derbol, mientras la luna fu danzando arrebatada por la msicade los aos que ya se han vivido.

    Los recuerdos van a todos. Son como si fuesen estrellasque visemos siempre durante las noches, y con sol todavallegndonos de rechazo, de rebote por haber querido serbadajo de campana; son como nia que anduviese sin susto delo miserable, porque fuera ciega; y sin asquear de las llagas delos llagados, porque como cosa que anda ciega ha de andarcon estorbo de roco en los palpos y con estorbo de luz en elsentido del olfato: Los recuerdos no hacen distingos. Nodicen aqu s, all no. Son como viajeros que llegasen atradospor la lumbre de una sola buja, o que cantasen imanados porinfantes, o por ancianos en aguardo de que la muerte llame alas puertas de sus pulsos.

    Rosa de Tierra entr en jerarqua de personaje de poemapor accidente fortuito. La simetra, la correspondencia entrelos tonos y los movimientos del mar le dieron enseanza;modos de ser, a la vez, realidad y estmulo de recuerdo.Habiendo sido pez de la mar y pez de la luna, pjaro ysombra de pjaro, le haba dado cumplimiento a las leyes dela preceptiva. Haba quedado lograda la fantasa que ha dealcanzar a cualquier personaje de poema.

    Cro pringoso en calle de arrabal.Una seora que por all acertara a transitar, y que mientras

    transitara viera, aunque fuese por primera vez, al cro puestosobre un fondo de pregones, podra ser gobernada poratraccin extraa, por corrientes que buscasen cauce en chicocon mugre en la vestimenta. Y la fuerza, el flido

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  • determinante, podra ser lanzado a correr por identidad deparecido entre el chico mugriento y otro que viviera circudopor suavidad de luz recatada, y que fuera llevado por lamuerte, porque la madre, que tuvo ternuras de madraza, notuvo por imprudencia de mucha gravedad el entonarcanciones de cuna, de manera que las canciones ascendieranhasta rebasar las tejas de los tejados.

    Cuando las canciones de cuna ascienden hasta rebasar lastejas de los tejados, la muerte, que es siempre como loba queronda en busca de presa, busca disfraz en cosas inocentes. Sedisfraza de luna o de estrellas; y, escondida en halos de lunao de estrellas, baja sin ruido, sin que se apercibanlas aspaventeras, y, como sueo que andase, se cuela por lasjunturas de las ventanas que quisieron cerrar. Y en las cunasque han de quedar vacas, habr mucha angostura para lascampanadas de tantas campanas.

    Perfecciones en las lneas del dibujo facial; o boca, quepara dibujada, fueran menester lpices de estrellas; o fallas enlos modos de andar, de reir o de estarse quieto, podran serpuentes para cruzar zonas oscuras, para que un cro quejugase con pregones, sirvindoles de fondo, cruzase a ser lestmulo de recuerdo.

    Como era de todo rigor que Rosa de Tierra encarnase, sinque quedasen fuera realidad o estmulo de recuerdo, fu Rosade Tierra a todos los ojos y de todos tom ojos propios; y fuea todas las manos y de todas tom manos propias. Y como laluz hace la sombra, Rosa de Tierra se hizo y fu persona dehembra ventanera.

    Siempre asomada a ventano con grosuras de hierros y floresde jazminero.

    Lo fsico en Rosa de Tierra es de gran paradoja. Armonasinarmnicas, perfecciones conseguidas por acumulacin deimperfecciones, afirmacin de belleza negada por estetas conbizquera trasmitida durante siglos.

    Un pintor hbil hara retrato de Rosa de Tierra mientrasdurmiese, mientras los recuerdos soasen.

    Una:luna que no diese lugar a confusin, que fuese luna sin

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  • dar barruntos de ser otra cosa, le vendra mal a Rosa deTierra. Sera como lmpara sumergida en un mar con estrellasy con pjaros que volasen desde una torre.

    Das con sol redondo y vientos de sequa, han trado alventano polvo de la marina. Pero como el polvo ha de serpolvo, que no persona, lo que pudiera creerse como dicho porRosa de Tierra, y lo que lleve indicacin de ser como dichopor persona que hablase con Rosa de Tierra, no sern sinopensamientos de Rosa de Tierra, expuestos a modo deconversacin, ya que Rosa de Tierra es soledad sola, realidadsin presencia de personas ciertas.

    Los hombres conocen una luna de verdad, cromtica,cierta, buena para sacristn dado a requiebros.

    Yo conozco a la que encoge en tus ojos, y descogedescendiendo a tu boca, y no queda all, sino que baja a lasmanos o retorna a los ojos.

    Nunca ser igual. Para unos ser en los ojos, para otrosen la boca, para otros en las manos.

    Y siendo uno, he de ser yo el de los ojos y el de la bocay el de las manos.

    Sers lo que eres. Tierra, polvo de la marina, trado aqupor sol y vientos de sequa.

    Polvo... Seguir volando.-- Hasta la luna... que conozco. Es como una hermana.

    Hermana nica para m que no he tenido hermana. Ella vamudando en las cosas que yo voy imaginando. Es criatura conconsciencia, con gozo de ser criatura; esto es, criaturadesnuda, porque ya que el alma no tiene cosa que la cubra,las carnes inocentes han de ir descubiertas. Cuando no, escomo mar que diese flores o flores con distancias de mar; ycamino, para andado, sin que sea menester ir andando; ytorre que hablase, y ro que cupiese en el hueco de una mano.

    Es el eco de tu propia persona. S. Eco llevado a forma slida, dura, palpable. Pero siempre en la sangre de todos. Y siempre all, sin salir, aunque salgan las estrellas y

    alumbre la luna.

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  • Y aunque el amor cante como cantan las campanas delcampanario.

    Si eso ocurre... ha de venir la muerte. Siempre acudellamada por las campanas de los campanarios.

    El amor le har miedo, le dar espantos. Sabes de ensalmos?- S de amor. La muerte es noche cuando el amor es da. La muerte engaa siempre. Ha sido invento mo para

    que la mentira quedase inventada. Entonces... es mentira eso del cementerio? Mentira. Yo... pens que la tierra era para que luego no sintiera

    fro. Pensaste sin engao. Y pens que fueras t...-- Pensaste lo que soy. Soy la que t has enterrado y la que

    han enterrado y han de enterrar todos los hombres. Pero... jams te he besado. Si. Ya. Me besaste por las orillas de todos los caminos; y

    como si los caminos son muchos, las orillas son ms, los besosfueron tantos que de ellos cay sangre. Sangre como la quedan las piedras de las montaas.

    Lo he olvidado. Los besos no recuerdan. Por eso se besa de nuevo. Si te besara... olvidara que te he besado? La luna hace siempre el mismo camino y siempre piensa:

    qu bello! Pude haber venido antes. No mezcles la luna. Es sombra que rastrea por los

    caminos de la tierra, y por los caminos del mar. Y yo sombra de la suya. Y sombra de moza, y sombra de

    barbas de abuelo. Bsame. Busco que brotes de m como brota el humo de

    las candeladas. Eres tierra, polvo de la marina trado aqu por sol y

    vientos de sequa. Soy carne en tus pechos. Aunque yazga en el fondo de

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  • los mares, habr de calentar tu lecho cuando duermas. Cierto. Eres ya o sers carne en mis pechos; y ellos

    calientan el lecho mientras duermo. Te he dado lo que eres:tierra... a ti y a todos los hombres. El futuro fu semilla,para que yo fuese hembra y sombra de rbol y lumbre deluna. Todo queda en m, y todo corre fuera de m. Soycuerpo slido y sombra de cuerpo slido.

    Posible. Soy polvillo de la marina, cosa mnima, sinsangre para que beban las races de los rboles. Los vientosme han trado aqu y me han llevado all. Me han arrojadosobre copa de rbol y sobre manos en espera y sobre cancinde camino. Y llevado y trado, he sido muchas cosas. He sidonivel, para que guarden un mismo nivel los ros, los mares y laluna. Y de ello he sacado que todo ha de ser posible.

    Porque somos cosa idntica. Tierra, polvo de la marina,y polvo de la luna, y polvo del mar. Vas a donde voy: yquedo yo donde quedas. Somos los sueos y la carne y lasangre de todos los hombres.

    Quizs... habr algo imposible: son muchos los caminospara que t seas tantas cosas a la vez.

    Soy para que los caminos de la tierra y los caminos delmar sean caminos borrados.

    Cuando la muerte sea mentira, han de sobrar todos loscaminos.

    La he inventado yo para que la mentira quedaseinventada.

    Y sin inventar la verdad, la mentira ha de ser verdad y laverdad mentira.

    Todo ha de ser recuerdo. Sin que nada quede. Algo ha de quedar. Han de quedar los pensamientos;

    porque andando sobre los pensamientos, llegan los recuerdos. Y por caminos de pensamientos, llega y asoma la luna. Y llegan y asoman las estrellas. Y los hombres marchan como si no marchasen, y suean

    como si no soasen. Todos se empean en ignorarme. Se figuran que soy

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  • como fruta de rbol, que cae porque ya ha madurado; y queel mar es el mar, y la luna, la luna.

    Y que ellos son hombres, y sus sombras son sombras dehombres.

    Y que los recuerdos llegan a ellos y de ellos salen cornolas palomas llegan y salen de los campanarios.

    Y que lloran, porque lloran. Y ren, porque ren. Y no porque recuerdan. Y que sern como canciones, cuando las canciones de

    ahora sean todas palabras, todas estrellas; porque las estrellasfueron palabras que jams retornaron.

    Palabras de ternura, o de odio, porque volando hasta all,.las palabras que salieron de los odios, de ver la tierra tanlejana, son ya palabras de amor... Son ya recuerdos.

    En eso aciertan. Sern recuerdos. Hoy todava recuerdano creen recordar. Maana sern recuerdos.

    Marcharn sobre sus propios pensamientos. Como llega y asoma la luna. Como llegan y asoman las estrellas. Los que te trajeron, hacen por arrastrarte. S. Me arrojarn sobre copas de rboles y sobre manos

    que esperan y sobre cancin de camino. Sera as; porque los hombres marchan sobre los mares,

    y sobre la tierra, y sobre los sueos que suean. Golpean loscaminos cuando creen haber alcanzado mayor quietud;cuando beben o estn en aguardo del fruto. de la compaera.Y t, volando y volando, les dars ilusin de reposo, dequietud hogarea; y yo, de que los recuerdos son como elganado que ellos gobiernan o como el agua que beben cuandoles quema la sed.

    Me empujan ya.

    Y yo, quedando aqu y t, yendo a donde te lleven,seremos cosa idntica. Realidad y estmulo de recuerdo,tierra sobre los que mueren y luz sobre los que han de nacer.Luna, mar, paisaje y palabras hoy y risa maana y lgrimas

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  • siempre. Lgrimas caedizas y lgrimas que no se lloran.Porque decimos callando, y lloramos sin que se vean las

    lgrimas y cantamos con lgrimas lloviendo sobre el jbilo decantar.

    Cuando las palabras y los ademanes y los sueos son deverdad: cuando los recuerdos son recuerdos.

    El ventano con grosuras de hierros y flores de jazmineropasa a ser luna con belleza y alas de pjaro. Y la luna, que hasido luna de todos los caminos, no remonta con ruido depjaro que volase, sino que asciende en gran silencio, como sila ascendiesen vientos de sangre. Y ascendida ms all denubes que fuesen posibles como tales, es lmpara quealumbra, con sol brillando, a los que viven; y noche ya, a losque duermen sin fatiga de soledad interior, sin cansancio de irsobre sombras de seres y de cosas. Es ya luna alta, ingenua,leal. Es Rosa de Tierra.

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  • PARTES DE BIOGRAFIA

    DEMONIO no ha dormido circuido de espigas, ni ha ido la yacer sobre la piel de los ros, ni ha hecho escondrijos deloro de las abejas, ni para haber adorno, le ha hurtadoespumas a las rutas del mar, ni ha danzado en encierro decorro de nios. Donde haya luz de sol malamente habrsombra de demonio. Jams la hubo en huellas de palpos demadre.

    Las estrellas obran en ayuda de demonio. Pues quedeshilan la luz de s, para que l haya luz que ha de bastar;poesa que ha de encubrir; paisaje en soledad de persona.Como la sed es brasa en las gargantas de los pjarosnictlopes, a las estrellas les ocurre mudar, descender luego, yno parar hasta ser ellas chorro de agua de fuente.

    La risa de burla consigue el hacer divorcio. La de demoniohizo que el sol se apartase de las estrellas; que las estrellashuyesen de la luna; que la luna alumbrase brevemente sobrela mano que siembra. La accin de apartar, y la ausencia detrabazn, son de bros en designio de demonio.

    Porque el viento alfarero, tuerce o desfallece, la arcilla defogata, se enrosca, crece y gime, alcanzada de apuro dedoncellez.

    El viento dio un toree, y lo de pureza en aguijar, porenredo de demonio. Por enredo as, va lo que media, entrepereza de ocio, y vrtigo de danza; y lo que espacia entre elpjaro y el viento que le nutre; y lo que discordia y lo queencona, porque es soledad de distancia, entre el hombre y lasombra de l.

    Demonio exigi de s. De s quiso l, horror y grima derelmpagos. Hubo eso, mas lo hubo sin que el fuego daaseen el metal de las nubes. Que las nubes han sonado, sin que

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  • nada sonase a hendido; que no se ha enseado obscuro, loque se ensea azul; que an sigue sin aquietarse, el verdevago, rojo, atado y desatado, y nicamente posible, encorteza de vrtice de ola.

    Demonio sigue demonio, por quiebra de frustracin.Dironle que le frustrase, el que no sea amor cabal, amor quesea dudosamente buclico; el que no haya estrellas sin moza,ni miel sin pecado, ni pecado sin bisbiseo de rezo de buja.

    Por ello, resulta de absoluta evidencia que demonio noanda en carne de la depez de sombras, que s, en la que nos escomn. Carne ciertsima, capaz ella de ceder a miseria dellaga, de abrirse, y dar lstima en rosa de rojez.

    Si porque la luz de luna no ofrece torcido que enderezarle,son en el aire los que ya murieron, la carne disconforme delumbre de lmpara hogarea, pues que ella congrega; y msque de lumbre de lmpara hogarea, dulese de los niostodos, pues que ella duerme; y ms que de los nios todoscarne y demonio, dulense de las frutas de los frutales, puesque los tales, siguen de los pechos el no caer en agraz.

    Claramente ha de entenderse: Que hay de nosotros enndole (le demonio, y de l en la poltica de nuestraconducta. Que l sigue l, por maldad de derrota. Que an nose aclara, que sirvi para que cayese en abismos de tantsimaconspicuidad. Que para ello, tanto pudo servir una decenciaexcedida, como la inclinacin a ir torcido. Que puestodemonio, en menester de carne que le diese figura, dise enmenosprecio de la depez de sombras, y contrariamente quisode la de flaqueza. Que desde entonces ac, a l nos vincula ynos hace de grandsima semejanza el ser de una misma carne.Que su excelencia, ya demonio graduado, robustece elvnculo, y acenta la semejanza, riendo para divorciar, ydivorciando para granjear. Que el sol, y lo que d remedio leson de ruina y de ayuda, las estrellas, y lo que ellas dishilende luz de s. Que militan en apoyo de estrellas y demonios, delos pjaros, aquellos que suelen abrevar en mina dediamantes.

    Que lo que de demonio falte, o se haya olvidado, ser

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  • servido cuando desamor y ganas de demonio lleguen acon cirto.

    El barro es dctil. iHcenle forma los descaros de bigardo; loflaco de vicio; lo falso de lisonja; lo que va de run, en eso defisgar en ajeno.

    Demonio, de barro hubo arcilla. Pagado l de mrito deraro, pues que demonio era, y para que la arcilla no trajeseescrpulos de inocente, cuidse de barro que la marcha deltiempo considerase forastero.

    De la luz sali el agua; los recuerdos, de arcilla de barro; elagua mana porque le van las sombras; los recuerdos, porqueobran las estrellas; el manar de agua realzase sobre cauce depiedra; el de recuerdos, sobre dorsos de manos de demonio;los rumbos del agua, son los del viento; los recuerdos, jamssiguieron hilo de rumbo alguno; el agua viste a la desnudada;los recuerdos desnudan a la vestida; el agua acarrea promesa;los recuerdos segregan cenizas; Dios hizo el agua de la luz; eldemonio hizo los recuerdos de arcilla de barro.

    ***

    Nunca estuvo l en vecindad de despeo. La realidad deello, ocurrale sin ms que cediesen los prpados; cerrados losojos precipitbase el desplome de luz, la carga de plataromp fase en msica de mpetu; el agua caa con estruendo desol que cayese, que sembrase cavando en aire azul.

    Pero l agitbase sacudido en fiebre, de- xtasis. Apetecaque el imaginar enmendase en lo imaginado; que el aguacayese sin caer; que tuviese la quietud de una doncella que seha desnudado; que el azul de aire, endureciese hastaconvertirse en concrecin de piedra de torre; que el ritmo desalto eslabonase en duracin de lapso de siglos.

    Aquello que fuese de menester, rale de mugre de humo.Los palomos, no. Ellos? , segn l los imaginara; de fuegoen las manos de los nios; de agua, en las aguas; de sombras,si posados sobre rosas de hilas, o sobre lunas de papel deestraza.

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  • No haba cosa que se opusiese a los desbordes de suimaginar. Ni lo gallardo de torre, ni lo vano de presumido, nilo pueril de atesorar brillos de oro.

    Su imperio exceda, al de tirana de los elementos. Eramayor que la sombra de la tierra, y menor, mucho menor,que el sueo de la nuez. Bastbale para avasallar con quecediesen los prpados. Cerrados los ojos, los nios formabancorros, y los corros, iluminbanse con el oro de los navosnocharniegos.

    Los nios, albergan de Dios y de demonio. Los de pringuede arroyo, gritbanle burlas, y acosbanle con violencia depedrea. Entonces las llamas de fuego de palomos, tornbansearrojadizas. Que l repela la agresin, arrojando llamas defuego de palomos. Y mientras fulminaba apresurbase. Corrahacia arriba de solemnidad de crepsculo. Lo invisibleexprime en lo visible. En figura de l, lo exprimido iba sindisimulo: los cabellos en desorden de grea; los ojos, dedormido; la boca, de ebrio; la marcha, lenta, gris, impedidapor estorbos de polvo de siglos; la sombra, ancha, pura,vegetal, y ceida siempre a malquiste de urgencias demercader.

    Escapar? Huir sin que se operase realidad dealejamiento? De ah, que lo invisible exprimiese en lo visible.La fuga era de s, y no traspona las lindes de la propia carne.No ascenda, no llegaba a ser humo que se incorporase a losespesos de chimenea, que vagase sobre los ruidos de urbano.Era humo de cremacin, de cremarse entero, l, sin quefaltase nada de l, en los hornos de la fantasa.

    No hay que confundir imaginar con planear; ni demonio,con frmula de laboratorio. El que imagina suea; el queplanea, ordena, proyecta, calcula; lo de laboratorio queda encrcel de probeta; lo de demonio, en libertad de cosmo.

    Demonio, es la sed, y lo que de la sed deriva; es el frutoque se niega; es el sol, si nace; el pjaro, si muere; mar, si enespumas esconde la muerte; estrella si defiende de morir, conslo ser estrella; demonio, lo que sujeta; demonio, lo queextraa; l, lo que corri a ser ausencia; l, lo que jams

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  • alejse de los bordes de la propia sombra.El que va de mozo va sin demonio. Que asmase a los

    vientos; que no le refrenan las aguas; que amanece, y aun nose aparta de los polvos de la senda; que noche ya, y queda del, en los lomos de la piedra; que para que l ame, los pjarospadecen tormento de vigilia; que hay remontos de luna,porque hay la evidencia de que el mozo ha de cantar.