Querejeta_Validez_y_credibilidad_13.pdf

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EGUZKILORE(Flor protectora contra las fuerzas negativas)

Cuaderno del Instituto Vasco de CriminologaSan Sebastin, N.o 13 - 1999

A. Beristain. Presentacin, sin olvidar a J. Pinatel - Aurkezpena, J.

Pinatel gogoan ........................................................................

Curso: Inmigracin ilegal

C. San Juan. Control social de los inmigrantes ..........................

I. J. Subijana Zunzunegui. La inmigracin ilegal .....................

Curso: Los menores vctimas de la violencia

F. Bueno Ars. Victimologa infantil: tipologa .................................

L. M. Querejeta. Estructura de la personalidad del menor vctima .....

I. J. Subijana Zunzunegui. La Victimologa infantil .........................

J. Tapia. Proteccin del menor-vctima en las fases policial y judicial .......

Curso: Polica Judicial como forma de desarrollo de una

Justicia ms eficaz

M. Alonso Belza. La proteccin de peritos y testigos .......................

L. Navajas Ramos. Polica Judicial .................................................

L. M. Querejeta. Validez y credibilidad del testimonio ......................

J. L. de la Cuesta Arzamendi. Conclusiones del curso ...................

Miscelnea

J. L. de la Cuesta. El fraude en materia de ingresos de la U. E. ........

P. Waldmann. Asimetra entre la dinmica de la violencia y la paz .....

In Memoriam Jean Pinatel

A. Beristain. Jean Pinatel, criminlogo transnacional y hombre bueno

J. Castaignde. Hommage Jean Pinatel et son oeuvre ...............

VI Promocin de Master y XII de Criminlogos .....................................

Nombramiento de Miembro de Honor del IVAC-KREI a Juan JosGoiriena de Gandarias ........................................................................

Memoria del IVAC-KREI .....................................................................

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VALIDEZ Y CREDIBILIDAD DEL TESTIMONIO.LA PSICOLOGA FORENSE EXPERIMENTAL

Luis Miguel QUEREJETADirector de la Clnica

Mdico ForenseSan Sebastin

Resumen: La Psicologa del Testimonio es una disciplina sumamente compleja cuyo campo de inters esmuy amplio. Tras explicar brevemente su mbito de estudio, se abordan tres captulos principales: laevaluacin de la mentira, la evaluacin del testimonio y el testimonio del nio. La determinacin de lacredibilidad parece hoy en da escapar a las capacidades humanas, pero la Psicologa del Testimonio haabierto un camino en esta materia.

Laburpena: Lekukotzaren Psikologia, gai konplexua da eta sortzen duen interesa oso zabala da. Bere ikaseremua laburki azaldu ondoren, hiru kapitulu nagusi aztertzen dira: gezurraren ebaluaketa, lekukotzarenebaluaketa eta haurraren lekukotza. Lekukotzaren Psikologiak sinesgarritasuna zehazteko bide berri bat irekidu.

Rsum: La Psychologie du tmoignage est une discipline extrmement complexe dont le domaine dintrtest trs vaste. Aprs expliquer brivement son champ dtude, on aborde trois sujets principaux: lvaluationdu mensonge, lvaluation du tmoignage et le tmoignage des enfants. De nos jours la dtermination de lacrdibilit semble schapper aux capacits humaines, mais la Psychologie du Tmoignage a ouvert le cheminen cette matire.

Summary: The witness Psychology is a highly complicated doctrine which field of interest is very extensive.After a brief explanation about its field of study, three main chapters are tackled: lies evaluation, witnessevaluation and childrens evidence. Nowadays the credibilitys determination seems to escape humancapacities, but witness Psychology had opened a way in this matter.

Palabras clave: Psicologa forense, Psicologa del Testimonio, credibilidad del testimonio, menores.

Hitzik garrantzizkoenak: Psikologia forentsea, Lekukotzaren Psikologia, lekukotzaren sinesgarritasuna,adingabeak.

Mots clef: Psychologie lgiste, Psychologie du Tmoignage, crdibilit du tmoignage, mineurs.

Key words: forensic Psychology, witness Psychology, witness credibility, minors.

EGUZKILORENmero 13.

San SebastinDiciembre 1999

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1. INTRODUCCIN

Intentar descubrir si el testimonio de un individuo responde o no a la verdad, si eso no creble, probablemente sea una cuestin inherente a las formas civilizadas, o almenos organizadas, de estructuracin social humana. El denominado Juicio de Dios,

procedimiento utilizado por los israelitas hace dos mil aos y consistente en que el reotocase con la lengua un hierro al rojo vivo si no se quemaba, era entonces inocen-te porque deca la verdad, puede representar un ejemplo clsico.

Sin embargo, la aproximacin de las ciencias experimentales al mundo judicial,esencialmente la Psicologa, no tiene lugar hasta principios del presente siglo. Ha sur-gido as una nueva ramificacin de la Psicologa, que recibe los nombres de Psicolo-ga Forense Experimental, Psicologa Jurdica o Psicologa del Testimonio. Es,por tanto, una disciplina reciente en su actual orientacin, muy compleja por el camposobre el que acta, y potencialmente peligrosa segn la utilizacin que de ella se haga.

La Psicologa Forense Experimental, en palabras de Sobral, es una de las cienciasdel comportamiento que sirve para conocer, entender y, en su caso, predecir determi-nados comportamientos del ser humano; sta es su aspiracin. Con la expresin Psi-cologa Jurdica se pretende remarcar el inters por conformar un cuerpo terico deconocimientos tiles en esa frontera que delimitan y que comparten las ciencias jurdi-cas y las del comportamiento. La Psicologa del Testimonio define el estudio de los fac-tores que determinan la calidad del testimonio, entendido ste como la informacinaportada por una persona acerca de un suceso que ha presenciado directamente.

Desde esta consideracin general, la Psicologa del Testimonio expresin que uti-lizaremos en adelante, nicamente por corresponderse mejor con el ttulo de la ponen-

cia es una disciplina cientfica muy reciente. Aunque se refiere su comienzo a lostrabajos de Mnsterberg (1908), no es sino hasta la dcada de los setenta e inicio de losochenta, cuando la elaboracin cientfica es ms intensa y prolfica. Ahora bien, debeponderarse con la suficiente distancia y rigor una disciplina tan joven y que contiene,todava, carencias significativas. Una de las principales crticas que se realizan de estadisciplina es la gran profusin de estudios de laboratorio, lo que implica la utilizacin deescaso nmero de variables y gran control exclusivamente sobre las mismas. Es fcilsealar que, como humana, la conducta o comportamiento en el mbito real est some-tida a innumerables factores, muchos no conocidos, lo que determina la no aplicabilidadde los resultados de unos modelos a la vida real. Una consecuencia palmaria es que los

resultados obtenidos en uno y otro modelo son contradictorios en muchas ocasiones.La Psicologa del Testimonio es una disciplina sumamente compleja. En sus inicios,

su campo de estudio se centraba en la exactitud de la memoria. En la dcada de los aossetenta, se inicia el estudio de la evaluacin subjetiva de la exactitud, es decir, la credibi-lidad. Su campo actual de inters es muy amplio: testimonio y persuasin; activacinemocional; el comportamiento de los operadores judiciales, jueces y jurado; la identifi-cacin, etc. En esta ponencia nicamente pretendemos esbozar, simplemente, a modode presentacin, una disciplina en fase de desarrollo pero que est llamada a ocupar unevidente papel pericial o forense, como ya lo hace en otros pases (p.ej. Alemania).

No obstante, la aceptacin sin crtica de este cuerpo terico y su utilizacin des-viada la convierten en peligrosa. Como veremos a lo largo de la exposicin, las opi-niones relativas a la credibilidad no deben hacer olvidar sus limitaciones; como ciencia

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EGUZKILORE - 13 (1999)

Luis Miguel Querejeta


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del comportamiento, debe asumir como deben hacerlo otras que la explicacinabsoluta de la conducta del hombre no es posible, y que todava lo es menos por estarms interferida en el mbito judicial. El acceso de las personas a este mbito, y as loensea la experiencia, muy pocas veces es voluntario, con lo que se introducen facto-res psicolgicos determinantes en la expresin de una conducta determinada. Este

hecho tiene una repercusin conceptual trascendental, como ha sido el desarrollo sos-tenido de los mtodos cientficos de obtencin de pruebas. La Psicologa del Testimo-nio aspira a esa consideracin, pero es mucho el camino que debe recorrer an paraequipararse a otras disciplinas, incluso a la psiquiatra.

En un segundo trmino, conviene llamar la atencin sobre la posible utilizacindesviada de sus preceptos. Desgraciadamente, nuestro mbito cultural refleja una rea-lidad por imposicin de medios en unos casos; por voluntad personal en otros muyprxima al que podramos denominar Sndrome de Leonardo (por Leonardo DaVinci). Es curiosa cuando menos, y muy especialmente en el mundo pericial o foren-

se, la proliferacin de hombres de Renacimiento con una extensa y profunda cultu-ra en cualquier rama del saber: Cuidado! No podemos sino reclamar la intervencinen este campo, como en otras disciplinas, de autnticos profesionales, formados yentrenados en aspectos especficos de la materia. Se debe ser humilde y, sobre todo,se debe saber decir No s!, antes de emplear temerariamente conocimientos frgil-mente adquiridos de una disciplina que se nutre y que afecta al hombre, su compor-tamiento y su libertad.

Dentro de ese esbozo o repaso ligero que pretendemos con esta ponencia, abor-daremos por separado tres captulos principales: la evaluacin de la mentira, la eva-luacin del testimonio y el testimonio del nio.

2. LA EVALUACIN DE LA MENTIRA

La abordamos en primer lugar por su antigedad histrica y porque, pronuncin-donos ya respecto de su absoluta inutilidad, aligeraremos mucho el camino, evitandoerrores conceptuales que pueden confundir la disciplina cientfica que nos ocupa con laaveriguacin de la verdad.

La deteccin de la mentira, ya lo sealbamos anteriormente, ha sido una aspira-cin humana desde su propia configuracin en sociedad. En la antigedad, muchos

procedimientos tenan una base comn: el miedo secaba la boca y, en consecuencia,el mentiroso se quemaba la lengua con el hierro incandescente (israelitas); escupan elpolvo de arroz completamente seco (chinos); eran incapaces de deglutir una rebanadade pan con queso (bretones).

Ms modernamente, los procesos dirigidos a la deteccin de la mentira se puedenclasificar en tres grupos:

2.1. Estudio de los cambios fisiolgicos coexistentes con la mentira

El instrumento ms conocido y representativo es el denominado polgrafo(detector de mentiras). Se justifica su utilizacin por (Davis, citado por Alonso;1997):

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Validez y credibilidad del testimonio. La psicologa forense experimental


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Las preguntas relevantes estn condicionadas a la experiencia pasada del suje-to durante el crimen: cuanto ms grave sea el delito, mayor alteracin se pro-ducir como respuesta.

El miedo a ser descubierto hara que el sujeto diera una respuesta psicofsica-

mente ms alterada. Es el conflicto que representa optar entre decir la verdad o mentir lo que acti-

va la respuesta emocional.

Las crticas a este procedimiento han sido generalizadas, por los falsos positivos ynegativos que presenta:

Una persona con gran control de sus emociones, o de baja expresividad emo-cional (ej. Psicpata) puede no presentar alteracin fisiolgica alguna.

Una persona neurtica, muy ansiosa, estresada, puede dar respuestas emocio-nales computables como mentiras (Error de Otelo).

Existen formas ms sofisticadas basadas en este principio, como el llamado Testdel Conocimiento Culpable (Lykken, 1985), que consiste en elaborar para cada paso,un cuestionario de aproximadamente 25 tems que hacen referencia a circunstancias yhechos que slo conocen la polica y la vctima; sobre cada uno de ellos se elaboran 5preguntas. Por ejemplo, si se trata del arma del crimen, se pregunta:

El arma del crimen, fue una pistola? El arma del crimen, fue una cuerda? El arma del crimen, fue un cuchillo? El arma del crimen, fue una media? El arma del crimen, fue un veneno?

Sus defensores argumentan que la probabilidad de que responda con una reac-cin fisiolgica a una de las preguntas al azar es de 1 entre mil millones. Para susdetractores, slo sirve para descubrir los conocimientos que tiene en relacin con elcrimen, pero no si lo cometi realmente.

Las denominadas drogas de la verdad tambin merecen una breve considera-cin, cuando menos para acabar con el mito. El ms conocido, empleado y, por ello,el ms ineficaz, ha sido el pentotal sdico.

2.2. Cambios conductuales asociados a la mentira

Esta segunda lnea de investigacin parte de la hiptesis de que mentir exige unnotable esfuerzo cognitivo (mental, para simplificar), con lo que el mentiroso no puedeemplear recursos en controlar sus reacciones corporales: movimientos de manos opies, tono agudo de la voz, tics, etc.

Sus resultados son casi equiparables a los del polgrafo.

2.3. Contenido semntico y estilstico de la declaracin

Parte de la hiptesis de que la mentira modifica la construccin verbal de la decla-racin; as, por ejemplo, se ha determinado una mayor frecuencia y duracin de laspausas y una mayor extensin en las declaraciones falsas. Es una lnea muy reciente,sin resultados todava aplicables.

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3. EVALUACIN DEL TESTIMONIO

Antes de iniciar este apartado, se hace necesario abordar una serie de considera-ciones previas:

Se va a tratar sobre el testimonio de personas sinceras, es decir, aquellas queacuden a colaborar voluntariamente y no de la declaracin de imputados, cuyaprctica obligacin es la de mentir. Sin embargo, la experiencia muestra conqu escasa frecuencia comparecen testigos desprovistos de cualquier inters enel pleito.

En la Psicologa del testimonio, testigo es cualquier persona que ha observadodirectamente un hecho, incluida tambin la vctima o vctimas.

El mbito judicial es especialmente peculiar en todo lo que rodea al testimonio ylos testigos. Tradicionalmente, el aspecto de la credibilidad ha sido estudiado en refe-rencia a los jueces y magistrados profesionales encargados de impartir justicia en lostribunales; sin embargo, en nuestro mbito ha hecho una brusca irrupcin el Jurado,con lo que ha surgido la necesidad de replantearse los elementos de anlisis de la cre-dibilidad. Si el sujeto de la subjetividad cambia, de jueces a legos, cambian los criteriosde credibilidad de un testimonio?

Con nimo exclusivamente didctico, y aun a riesgo de simplificar los conceptoshasta lmites prximos al error que esperemos no se produzca, abordaremos el tes-timonio desde una doble perspectiva: su exactitud y credibilidad.

3.1. La exactitud del testimonio

El elemento necesario de arranque debe ser rechazar la vieja concepcin de lamemoria como una cinta de vdeo que todo lo graba con precisin. Es importante huirde este error en la medida en que la exactitud del testimonio ha sido siempre una fun-cin ligada exclusivamente a la memoria. Diges y Mira, citados por Alonso (1997),sealan como las principales creencias errneas en relacin con la exactitud del testi-monio:

La violencia del incidente favorece su recuerdo; (focalizacin del arma versusrecuerdo de destello: recuerdo puntual y especfico frente a recuerdo intenso yrico).

Las mujeres son peores testigos en los sucesos violentos.

Los nios son sugestionables.

Los policas creen mejor la tcnica de interrogatorio mediante preguntas einterrupciones del relato.

La hipnosis es un procedimiento de confianza para la exactitud del testimonio.

La exactitud de la declaracin o testimonio depende de la memoria, entendida

actualmente como una estructura ciberntica de captacin, almacenamiento y recupe-racin de informacin. Los factores o variables que inciden en la memoria pueden serordenados siguiendo otra clasificacin (Ibabe, 1998):

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Suceso Testigo Evaluacin

Condiciones Caractersticas Variables Variablesfsicas fsicas cognitivas

Tiempo de Tipo de suceso Edad: Estrategia: Tipo de pruebas:exposicin violento nios codificacin recuerdo libre no violento adultos retencin preguntas

ancianos recuperacin abiertasTipo de . alternativasinformacin Caractersticas Habilidad para mltiples

Iluminacin central Perceptivas: recordar: perifrica visin personas Tcnicas para

audicin sucesos mejorar laCaractersticas de recuperacin

Distancia los participantes Activacin Atencin:

fisiolgica *focalizada Intervalo de*no focalizada evaluacin

Raza activacin Informacinemocional posterior al suceso

Sexo subjetivaExpectativas y Anlisis de laestereotipos mentira.

Confianza

Probablemente, algunos de los factores que contiene la tabla anterior han sido yaasumidos como una cierta forma de cultura general:

condiciones de iluminacin: a mayor iluminacin, mayor captacin de informa-cin;

duracin del suceso: a mayor duracin, mayor captacin; grado de violencia del suceso; tiempo que transcurre desde el evento. Etc.

Sin embargo, parece necesario detenerse brevemente a considerar otros factores,a los que se concede notable importancia:

a) En situaciones de ansiedad y estrs, pueden existir muchas dificultades pararecordar lo observado. Parece existir una fuerte estimulacin por una situacinde alerta, que modifica las posibilidades sensoriales hasta el extremo de inhabi-litar a un alto porcentaje de testigos.

Ibabe insiste en la consideracin del estrs como situacin destacable, bajo ladenominacin de activacin emocional. Para explicar esta relacin, recurre atres modelos:

1. Ley de Yerkees-Dodson: seala que, para las tareas complejas, niveles mode-rados de estrs mejoran los resultados, mientras que los niveles altos o bajoslos empeoran.

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2. La hiptesis de Easterbrook: seala que, en situaciones de activacin emocio-nal elevada, disminuye el nmero de estmulos percibidos, tanto los relevantescomo irrelevantes.

3. Modelo del impacto del suceso: despus de un suceso, si el testigo dirige su

atencin hacia el estado emocional, almacenar poca informacin. En cam-bio, si dirige su atencin hacia el suceso, almacenar la informacin principal.

Quizs convendra aportar en este momento el concepto del trastorno por estrsagudo, de carcter postraumtico, que viene recogido en las clasificaciones psi-quitricas de uso general (DSM-IV y CIE-10), en las que se recogen sntomas pro-pios de estos momentos emocionales intensos como disociacin, incapacidadpara recordar elementos importantes del suceso, etc.

b) La informacin que recibe con posterioridad al evento. Cada vez que serecuerda un evento, se reconstruye el recuerdo y se altera por:

eventos posteriores mayor entendimiento nuevo contexto sugerencias de otros el recuerdo de otros individuos

Pero, adems, no podemos soslayar el hecho de que vivimos constantemente bom-bardeados por informaciones que nos llegan a travs de los medios de comunicacin.

c) En tercer lugar, la forma en la que se produce la declaracin o testimonio, con-diciona la exactitud del mismo; y ello, no slo respecto a unas condicionesgenricas del espacio fsico o de la actitud del interrogador, sino muy especial-mente en relacin con la forma de inquirir: la forma libre, en la que se deja alsujeto el control de su relato ofrece mucho mejores resultados que las pregun-tas cerradas y dirigidas, formuladas por quien interpela.

Finalmente, destacaremos dos aspectos ms puntuales (Sobral):

* El fenmeno de la focalizacin del arma explica el efecto que produce unarma en una escena, de manera que su mera presencia resta gran capacidad deatencin del testigo.

* Aparece un sesgo en relacin con los grupos, que consiste en una sobrehomo-genizacin. Cuanto se refiere a un grupo al que el testigo no pertenece (sexo,raza, nivel socioeconmico, lugar de procedencia...) se atribuyen de maneraautomtica e inconsciente una serie de caractersticas por la mera pertenencia.

Muchas son las experiencias, trabajos e hiptesis que se manejan en relacin conlos factores que determinan la exactitud del testimonio y, en todo caso, se remite allector a la bibliografa de consulta para consulta de los mismos.

3.2. La credibilidad del testimonio

Recordemos que la credibilidad puede ser definida como la percepcin que tieneel propio testigo u otras personas sobre la exactitud de un determinado testimonio.

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Retomando nuevamente a Mira y Diges, los principales errores respecto a la credibili-dad son:

Existen claves directamente observables (conducta, actitud no verbal), o indi-rectas (fisiolgicas) que coexisten con la mentira.

En la vida diaria existe la oportunidad de aprender cules son estas claves gra-cias a su coexistencia con la mentira.

Es posible desarrollar una capacidad de deteccin del engao que haga posibleque el error sea mnimo.

En este apartado intentaremos delimitar esta valoracin de la credibilidad a un anta-gonismo terico, que surge de la aparicin del Jurado en el mbito de la Administracinde Justicia, frente a los supuestos de los magistrados o jueces, profesionales del Derecho.Desgraciadamente, no se encuentran trabajos que valoren la discriminacin que realizanlos profesionales. Pero adems, los trabajos principales se han llevado a cabo por psic-logos norteamericanos, sobre su propio modelo de jurado. No son situaciones equipara-bles, pero intentaremos considerar los aspectos ms claramente trasplantables.

Sobral, en una aproximacin en relacin con el Jurado, considera los siguientesfactores como elevadores de la credibilidad:

a) Sesgos de respuesta del testigo:

Aparente seguridad del testigo (importante en los careos). Prestigio: social o econmico. Vestimenta: posible reflejo de lo anterior; hoy, en duda.

Atractivo fsico. Extroversin: sujetos habladores, gesticulantes, amistosos. Actitud de relajacin: la ansiedad se equipara a menor credibilidad. Contacto ocular con quien interroga.

Estos factores no son sino los mismos que participan de la vida cotidiana de laspersonas, fuera de las salas de justicia. Estos factores son producto de la intuicinpopular y no conducen al error ni a una mejor evaluacin: su gran riesgo es que pue-den ser deliberadamente manipulados.

b) Informacin sobre las condiciones de la observacin.

En trminos generales, los jurados tienden a subestimar la influencia de las condi-ciones de la observacin (iluminacin, tiempo de exposicin, etc.). Sin embargo, estono ocurre cuando dicha informacin sobre las condiciones se ofrece al Jurado separa-da de otras informaciones y por expertos independientes (Lindsay, citado por Sobral).

c) Impacto de los testimonios no identificadores y de los inconsistentes.

Se ha postulado que una vez odo un testimonio identificador, la desacreditacindel testimonio no devuelve a los jurados al mismo nivel previo; de esta manera, se pos-tula que es posible que el mero hecho de ser juzgado ya introduzca un prejuicio de cul-

pabilidad.Desde una ptica diferente, Martn seala una serie de factores, entre los que des-tacamos:

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Actitud de los operadores judiciales (fiscales, abogados y jueces). Instrucciones del Juez. Atractivo fsico de la vctima. Raza. Factores procesales: orden de los testigos (acusacin/defensa).

Medios de comunicacin.En definitiva, uno puede encontrar estudios experimentales que abordan cual-

quiera de las hiptesis y factores que condicionan el testimonio y su credibilidad. Desdela experiencia que ofrecen los tribunales americanos, podemos apreciar cmo la credi-bilidad se sustenta tanto en las actitudes de los testigos como de los abogados. Estastendencias se empiezan a observar en nuestro medio. Insistiendo en este mismo senti-do, Sobral afirma la importancia decisiva que puede llegar a tener quin lo dice ycmo lo dice. Para ello, los elementos a considerar en la actitud de los abogados y tes-tigos son:

1. Un lenguaje con descripciones vvidas.

Si, l vino hacia m, con los ojos chispeantes y la cara desencajada.

2. Introducir preguntas trucadas en el interrogatorio, que reducen la credibilidad.Es el descrdito de un testigo.

3. Las pausas valorativas, tras una respuesta favorable a sus intereses.

4. Utilizar la probabilidad (las formas suaves, no vehementes) para vencer la con-

viccin previa del jurado (medios de comunicacin), ms que las opciones con-tundentes y duras.

5. Presentar los errores de la declaracin como intentos conscientes de oculta-cin o tergiversacin.

6. Empleo de un lenguaje claro, directo, asertivo, franco y racional (estilo power-full).

7. Utilizacin del lenguaje: la dureza del propio verbo elegido determina aprecia-ciones diferentes en los testigos de un mismo hecho: ej. Determinacin develocidad. Con el verbo destroz se estima una velocidad de 41 millas por hora

y con el verbo contact, de 23 millas por hora (experiencia de Loftus, citadapor Sobral).

4. EL TESTIMONIO DEL NIO

La consideracin respecto de la exactitud o capacidad de testimonio de los niosy ahora hablamos exclusivamente de nios testigos, pero no de nios vctimas o tes-tigos ante los tribunales ha resultado condicionada, aun hasta nuestros propios das,por dos prejuicios:

El nio es un testigo impreciso, sobre todo porque debido a su edad tienen unamemoria limitada; y

El nio es un testigo sugestionable y manipulable con facilidad.

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La exactitud del testimonio de un nio es funcin de dos variables, principalmente:

a) La edad: de manera que los principales resultados de las diferentes experien-cias sealan que:

No se aprecian diferencias entre nios de 10-11 aos y adultos.

Los nios mayores ofrecen mejores resultados que los pequeos, pero estadiferencia se plasma en cuestiones cuantitativas (cantidad) y no cualitativas(calidad).

b) La tcnica de interrogatorio: los resultados son significativamente mejorescuando se utiliza el recuerdo libre, frente a la entrevista estructurada; es decir,cuando se deja al nio que cuente libremente lo que observ, en lugar dehacerle preguntas especficas.

La sugestionabilidad tambin aparece ligada a la edad, de manera que los nios de

tres aos lo son significativamente ms que los mayores o que los adultos. Algunas hip-tesis sealan que la sugestionabilidad aparece frente al adulto, pero desaparece cuandoquien plantea las preguntas sesgadas es un nio. Se ha denominado factor de prestigio.

Como afirmacin general sealan Diges y Alonso-Quecuty podemos decir quela resistencia a la sugestin es mayor cuanto ms recuerda el nio, cuando ms gene-rales y menos sugerentes sean las preguntas y cuanto ms interesantes le resulten lasacciones y los objetos por los que se le pregunta. En este punto, adquiere especialimportancia como es fcil deducir la capacitacin del profesional que interviene.

Parece que el umbral o punto crtico, tanto para la capacidad memorstica como

para la sugestionabilidad se sita en los seis aos (Martn, 1994).Cuando orientamos la valoracin hacia la credibilidad del testimonio de un nio,

el problema se complica notablemente desde la perspectiva del nio que declara comovctima, generalmente bajo la sospecha de un abuso sexual. Son delitos definidos porla privacidad. En estos casos, sobre todo en las formas crnicas, los hallazgos fsicosno se presentan y la cuestin, inevitablemente, discurre sobre el delicado filo de creerms o menos a un menor que a un adulto: vctima y agresor. Llegados a este extremo,la Psicologa Forense afirma tener mtodos e instrumentos tiles: EL ANLISIS DELA REALIDAD DE LAS DECLARACIONES (SRA). Diges y Alonso-Quecuty afirmanque Esta tcnica permite al psiclogo forense experimental conocer si la narracinque hace el nio de los hechos corresponde o no con una experiencia vivida realmen-te por el menor o si, por el contrario, es fruto de su imaginacin o de la manipulacinde un adulto. Pongmoslo, de momento, en duda.

El elemento de partida, conceptual, de esta tcnica es que las declaraciones basa-das en hechos reales son cualitativamente diferentes de las declaraciones que no sebasan en la realidad y son mero producto de la fantasa. (La primera cuestin que seplanteara es si fantasa puede equipararse a mentira consciente o sugestin/manipu-lacin).

Esta tcnica se basa en:

Estudio por el psiclogo de todas las actuaciones del sumario. Entrevista con el nio.

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De una manera muy genrica, podemos apreciar que las formas de abordaje delmenor van a ser diferentes segn su edad nivel de maduracin. Por tanto, no todaentrevista se debe desarrollar de igual manera. Con nimo exclusivamente ilustrativo,recogemos las recomendaciones de Ajuriaguerra y Marcelli:

< 3 AOS 3-7 AOS 7-11 AOS 11-13 AOS > 13 AOSJUEGOS +++ ++ + - -DIAL. IMAG ++ +++ + - -DIBUJOS + ++ +++ - -DIAL ADUL - - + ++ +++

Volviendo a la tcnica de SRA, y una vez obtenida la informacin y desarrolladala entrevista, se procede al anlisis de los criterios. Los criterios se dividen en:

1. Criterios derivados de declaraciones aisladas:

criterios fundamentales: descripcin de lugar concreto, momento concreto,riqueza de detalles, originalidad de las expresiones.

manifestaciones especficas de los criterios fundamentales: se considera la refe-rencia a complicaciones inesperadas, estados de nimo de la vctima.

criterios negativos: falta de consistencia con las leyes de la naturaleza; discre-pancia con hechos ya probados.

2. Criterios derivados de la secuencia de declaraciones:

falta de consistencia con declaraciones anteriores; cambios materiales de con-tenido.

En una evaluacin final, se valorarn los siguientes factores:

a) Intensidad con que ha sido pronunciado cada uno de los factores en la entre-vista.

b) Nmero de detalles que aparecen en la declaracin.c) Capacidad de la persona que declara (ej. Edad).d) Caractersticas del suceso (complejidad).

As considerada bsicamente esta tcnica, no slo se emplea en nios supuesta-mente vctimas de abuso sexual sino que se extiende a declaraciones de adultos. Den-tro de sus limitaciones, la experiencia respecto al primer grupo de vctimas esclaramente mayor.

5. CONCLUSIONES

Llegado as el final de esta ponencia, parecen imponerse unas conclusiones queno me atrevo a formular y, ello bsicamente, porque existe un claro sesgo intelectualen el planteamiento previo de esta exposicin. He intentado exponer de manera muy

resumida, y espero que accesible, las principales orientaciones actuales de una ramacientfica muy joven: La Psicologa del Testimonio; sin embargo, con alta probabilidad,las propias creencias de este ponente se dejen entrever con demasiada facilidad.

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Para quienes debemos desarrollar nuestro trabajo en el mbito de la Administra-cin de Justicia, es demasiado frecuente y directa la observacin de conductas huma-nas claramente condicionadas por la voluntad, las expectativas y las posibilidadesfuturas de quien comparece. El imputado tiene la obligacin casi filosfica de mentir, oen su caso callar; el testigo tiene la obligacin de declarar, dcese que la verdad, pero

son tan escasos los testigos desinteresados! Entrar en los motivos de estas circunstan-cias escapa de este espacio.

En este contexto, se adivinan notables ventajas para quienes deben ejercer la res-ponsabilidad de castigar conductas, mediante un mejor conocimiento de las circuns-tancias, factores y variables que pueden limitar la validez de un testigo desinteresado,honesto; o de cules pueden reforzar la confianza en su testimonio; ya sea ste unadulto o un nio.

Sin embargo, la determinacin de la credibilidad, sea quien fuere su sujeto activo,parece hoy en da escapar a las capacidades humanas. La Psicologa del Testimonio ha

abierto un camino, cuyo final y limite desconocemos. Esto no determina la necesidadde obviar su contribucin, pero obliga a una extremada prudencia hasta que sus resul-tados sean ms claramente contrastados. Obliga, tambin, a ser escrupulosamenteobservantes del principio de la especialidad hoy, ni siquiera hay psiclogos forensesen los Juzgados, y no tapar cualquier mbito tcnico deficitario con la omnipresentefigura de un mdico forense.

En definitiva, todava en nuestros das debemos depositar la responsabilidad dejuzgar las conductas y la credibilidad, para nuestro gozo y para su pesar, en manos dequienes lo vienen haciendo durante siglos: los jueces. Mientras tanto, apostemos sus

colaboradores por la ciencia tradicional y las pruebas cientficas.

REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS

AJURIAGUERRA, J., MARCELLI, D.: Manual de Psicopatologa del nio. Masson. Pars.1987.

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