¿Qué quieres que haga por ti? -...

2
Lu 29: Ef 4, 32—5, 8; Sal 1, 1-4. 6; Lc 13, 10-17. (S. Narciso) Ma 30: Ef 5, 21-33; Sal 127, 1-5; Lc 13, 18-21. (S. Alonso Rodríguez) Mi 31: Ef 6, 1-9; Sal 144, 10-14; Lc 13, 22-30. (S. Quintín) Ju 1: Apoc 7, 2-4. 9-14; Sal 23, 1-6; 1Jn 3, 1-3; Mt 4, 25—5, 12. TODOS LOS SANTOS (S) Vi 2: 1Cor 15, 51-57; Sal 129, 1-8; Jn 11, 17-27. O bien:Apoc 21, 1-7; Sal 26, 1-4. 7-9. 13-14; Lc 24, 1-8. CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS 3: Flp 1, 15. 18-26; Sal 41, 2-3. 5; Lc 14, 1. 7-11. San Martín de Porres, r. (ML) Do 4: 31° durante el año Deut 6, 1-6; Sal 17, 2-4. 47. 51; Heb 7, 23-28; Mc 12, 28-34. (S. Carlos Borromeo) DIOS NOS HABLA CADA DÍA ti? Una pregunta muy empática, que no contiene una solución preconcebida al problema, sino que considera la búsqueda del otro. Es la misma actitud a la que nos invita el evangelio, a empatizar con el otro, a considerar las búsquedas más profundas con los que compartimos y, sobre todo con los que van quedando a la orilla del camino, los que son prejuzgados, silenciados. Con dolor y vergüenza vamos reconociendo y aprendiendo lentamente, como Iglesia, a creer y escuchar a las personas que van quedando como víctimas a la orilla del camino, a la orilla de nuestras vidas y preocupaciones. No sigamos salvando “el pellejo”, pongámonos al servicio de lo central. Que la pregunta ¿qué quieres que haga por ti? marque todas nuestras relaciones, nuestra relación como comu- nidad con las diversas problemáticas y personas que viven alrededor nuestro. “Qué vea”, fue la respuesta del ciego. No pidió una limosna. Pidió algo que le cambiaría sustancialmente su vida. Algo que le permitiera ponerse en pie y ponerse a caminar. Una nueva esperanza, una nueva oportunidad, una nueva visión de las cosas. Pidamos nosotros también a Jesús que nos haga ver, más aún poder verlo a él como el criterio que puede reorientar nuestra vida como persona y comunidad. Ver qué nos está pidiendo en estos tiempos complejos que estamos viviendo. Ánimo, él nos llama. En el encuentro con Jesús, junto con muchos que van quedando a la orilla del camino, podremos encontrar la nueva mirada que nos pondrá con todos a caminar por una vida digna para todas y todos. COMISIóN NACIONAL DE LITURGIA “Dos superochos por 500”… “Jefe, ¿le limpio el parabrisas?”... “¿Me da una moneda?”… son algunas frases que escuchamos a diario en las calles. Son como los gritos de Bartimeo (ciego de nacimiento del evangelio de hoy), que sentado a la orilla del camino lucha diariamente por integrarse al camino de una vida digna. Son muchos los gritos que escuchamos en el Chile de hoy, son los clamores de víctimas de abuso, migrantes que llegan a Chile por una vida mejor, mujeres que buscan un trato digno e igualitario, de algunas minorías que buscan reivindicarse, internos en las cárceles o que salen de ella en busca de oportunidades, de padres que buscan cómo sacar a sus hijos de la droga, de trabajadores que luchan por sus derechos, jubilados que no saben cómo llegar a fin de mes... Son muchas las voces que claman porque van quedando a orilla del camino, que en ocasiones son calladas, no escuchadas o nos acostumbramos y nos hacemos indiferentes. Esas voces resuenan con mayor fuerza en los tiempos que vivimos y el evangelio nos inspira a hacernos cargo de los que van quedando a la orilla del camino. Jesús se detiene en su camino, llama al ciego y le pregunta: ¿Qué deseas que haga por “El Domingo, día del Señor”. Semanario Litúrgico. Con las debidas licencias. Importante: Este subsidio no sustituye el uso de los libros litúrgicos. Editor: Pía Sociedad de San Pablo. Director: Jorge Bruera, ssp. Dirección, redacción y administración: Avda. L. B. O’Higgins 1626, Santiago Centro - Tel.- 227200300 E-mail: [email protected] - ISSN: 0717-4896 - www.sanpablochile.cl Impresor: Graficandes. Tel.- 227733605 - Sto. Domingo 4593, Quinta Normal. Año XLIII, Nº 2.289 30º durante el año. 28 de octubre de 2018 En estos encuentros (con las víctimas) constaté cómo la falta de reconocimiento/escucha de sus historias, como también del reconocimiento/aceptación de los errores y las omisiones en todo el proceso, nos impiden hacer camino. Un reconocimiento que quiere ser más que una expresión de buena voluntad hacia las víctimas, más bien quiere ser una nueva forma de pararnos frente a la vida, frente a los demás y frente a Dios. La esperanza en el mañana y la confianza en la Providencia nace y crece en asumir la fragilidad, los límites e incluso el pecado para ayudarnos a salir adelante. Carta al Pueblo de Dios que peregrina en Chile 31 de mayo de 2018 CARTA AL PUEBLO DE DIOS EL DOMINGO SEPTIEMBRE - OCTUBRE 2018 00200729 ¿Qué quieres que haga por ti? Instituto Secular Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús Nuestra Espiritualidad y Misión de Amor y Oblación –que se expresa en la comunión con Dios y con los hermanos– nacen y se alimentan de la Contemplación del Corazón Traspasado de Cristo. Somos Misioneras (consagradas) y Familiares (laicos) que quieren vivir y transmitir el amor del Corazón de Jesús a todos y en todas partes: en la familia, trabajo profesional, apostolado local, misión ad gentes. Contacto en Chile: Teresa 09 /83956549 [email protected] www.compagniamissionaria.it

Transcript of ¿Qué quieres que haga por ti? -...

Lu 29: Ef4,32—5,8;Sal1,1-4.6;Lc13,10-17. (S.Narciso)

Ma30:Ef5,21-33;Sal127,1-5;Lc13,18-21. (S.AlonsoRodríguez)

Mi31: Ef6,1-9;Sal144,10-14;Lc13,22-30. (S.Quintín)

Ju 1: Apoc7,2-4.9-14;Sal23,1-6;1Jn3,1-3;Mt4,25—5,12. TODOS LOS SANTOS (S)

Vi 2: 1Cor15,51-57;Sal129,1-8;Jn11,17-27.Obien:Apoc21,1-7; Sal26,1-4.7-9.13-14;Lc24,1-8. CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS

Sá 3: Flp1,15.18-26;Sal41,2-3.5;Lc14,1.7-11. SanMartíndePorres,r.(ML)

Do 4: 31° durante el año Deut6,1-6;Sal17,2-4.47.51;Heb7,23-28; Mc12,28-34.(S.CarlosBorromeo)

DIOS NOS HABLA CADA DÍA

ti? Una pregunta muy empática, que no contiene una solución preconcebida al problema, sino que considera la búsqueda del otro. Es la misma actitud a la que nos invita el evangelio, a empatizar con el otro, a considerar las búsquedas más profundas con los que compartimos y, sobre todo con los que van quedando a la orilla del camino, los que son prejuzgados, silenciados. Con dolor y vergüenza vamos reconociendo y aprendiendo lentamente, como Iglesia, a creer y escuchar a las personas que van quedando como víctimas a la orilla del camino, a la orilla de nuestras vidas y preocupaciones. No sigamos salvando “el pellejo”, pongámonos al servicio de lo central. Que la pregunta ¿qué quieres que haga por ti? marque todas nuestras relaciones, nuestra relación como comu-nidad con las diversas problemáticas y personas que viven alrededor nuestro.

“Qué vea”, fue la respuesta del ciego. No pidió una limosna. Pidió algo que le cambiaría sustancialmente su vida. Algo que le permitiera ponerse en pie y ponerse a caminar. Una nueva esperanza, una nueva oportunidad, una nueva visión de las cosas. Pidamos nosotros también a Jesús que nos haga ver, más aún poder verlo a él como el criterio que puede reorientar nuestra vida como persona y comunidad. Ver qué nos está pidiendo en estos tiempos complejos que estamos viviendo. Ánimo, él nos llama. En el encuentro con Jesús, junto con muchos que van quedando a la orilla del camino, podremos encontrar la nueva mirada que nos pondrá con todos a caminar por una vida digna para todas y todos.

Comisión naCional de liturgia

“Dos superochos por 500”… “Jefe, ¿le limpio el parabrisas?”... “¿Me da una moneda?”… son algunas frases que escuchamos a diario en las calles. Son como los gritos de Bartimeo (ciego de nacimiento del evangelio de hoy), que sentado a la orilla del camino lucha diariamente por integrarse al camino de una vida digna. Son muchos los gritos que escuchamos en el Chile de hoy, son los clamores de víctimas de abuso, migrantes que llegan a Chile por una vida mejor, mujeres que buscan un trato digno e igualitario, de algunas minorías que buscan reivindicarse, internos en las cárceles o que salen de ella en busca de oportunidades, de padres que buscan cómo sacar a sus hijos de la droga, de trabajadores que luchan por sus derechos, jubilados que no saben cómo llegar a fin de mes... Son muchas las voces que claman porque van quedando a orilla del camino, que en ocasiones son calladas, no escuchadas o nos acostumbramos y nos hacemos indiferentes.

Esas voces resuenan con mayor fuerza en los tiempos que vivimos y el evangelio nos inspira a hacernos cargo de los que van quedando a la orilla del camino. Jesús se detiene en su camino, llama al ciego y le pregunta: ¿Qué deseas que haga por

“El Domingo, día del Señor”. SemanarioLitúrgico.Conlasdebidaslicencias.Importante: Este subsidio no sustituye el uso de los libros litúrgicos.Editor:PíaSociedaddeSanPablo.Director:JorgeBruera,ssp.Dirección, redacción y administración:Avda.L.B.O’Higgins1626,SantiagoCentro-Tel.-227200300E-mail:[email protected]:0717-4896-www.sanpablochile.clImpresor:Graficandes.Tel.-227733605-Sto.Domingo4593,QuintaNormal.

AñoXLIII,Nº2.28930ºduranteelaño.28deoctubrede2018

En estos encuentros (con las víctimas) constaté cómo la falta de reconocimiento/escucha de sus historias, como también del reconocimiento/aceptación de los errores y las omisiones en todo el proceso, nos impiden hacer camino. Un reconocimiento que quiere ser más que una expresión de buena voluntad hacia las víctimas, más bien quiere ser una nueva forma de pararnos frente a la vida, frente a los

demás y frente a Dios. La esperanza en el mañana y la confianza en la Providencia nace y crece en asumir la fragilidad, los límites e incluso el pecado para ayudarnos a salir adelante.

Carta al Pueblo de Dios que peregrina en Chile 31 de mayo de 2018

CARTA AL PUEBLO DE DIOS

ELDOMINGOSEPTIEMBRE-OCTUBRE2018

00200729

¿Qué quieres que haga por ti?

Instituto Secular Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús

Nuestra Espiritualidad y Misión de Amor y Oblación –que se expresa en la comunión con Dios y con los hermanos– nacen y se alimentan de la Contemplación del Corazón Traspasado de Cristo.Somos Misioneras (consagradas) y Familiares (laicos) que quieren vivir y transmitir el amor del Corazón de Jesús a todos y en todas partes: en la familia, trabajo profesional, apostolado local, misión ad gentes.

Contacto en Chile: Teresa 09 /83956549 [email protected]

www.compagniamissionaria.it

Ciclo B - Color Verde multitud, el hijo de Timeo –Bartimeo, un mendigo ciego– estaba sentado junto al camino. Al enterarse de que pasaba Jesús, el Nazareno, se puso a gritar: «¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí!». Muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: «¡Hijo de David, ten piedad de mí!». Jesús se detuvo y dijo: «Llámenlo». Entonces llamaron al ciego y le dijeron: «¡Ánimo, levántate! Él te llama». Y el ciego, arrojando su manto, se puso de pie de un salto y fue hacia Él. Jesús le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?». Él le respondió: «Maestro, que yo pueda ver». Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado». En seguida comenzó a ver y lo siguió por el camino. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión¿Quiénes son mis Bartimeos que están a la orilla del camino? ¿Los hago callar o les digo “ánimo”? ¿Empatizo preguntando a las personas que están a mi alrededor qué quieres que haga por ti? Si Jesús me pregunta ¿qué quieres que haga por ti?, ¿qué le digo?

6. Oración Universal

M. Con Cristo, Sumo Sacerdote, que nos hace partícipes de su propio sacerdocio, dirijamos al Padre nuestras peticiones.

1.- Padre, te pedimos por nuestra Iglesia, para que no seamos indiferentes ante los que están a la orilla del camino sino que los animemos al encuentro de Jesús. Roguemos al Señor.

R. Escúchanos, Señor, te rogamos.

2.- Padre, te rogamos por nuestras autoridades, para que todas las políticas busquen la promoción de la dignidad de cada persona. Roguemos al Señor. R.

3.- Padre, oramos por todos los que van quedando a la orilla del camino, por todos los que claman para que sean muchos los que atiendan sus grandes clamores.

Roguemos al Señor. R.4.- Padre, te rogamos por nuestras rela-ciones personales y eclesiales, para que crezcamos en una empatía que nos lleve a incluir a todos. Roguemos al Señor. R.

5.- Padre, oramos por todas las personas que sufren ceguera, para que se sientan incluidos en la vida de nuestra sociedad. R.

(Se pueden agregar otras peticiones de la co-munidad)

M. Escucha, Padre, nuestros ruegos y, por mediación de Cristo, sacerdote eterno, concédenos lo que te pedimos. Por el mismo Cristo, nuestro Señor.

Alabanza y Preparación a la ComuniónPara las Asambleas Dominicales en Ausencia del Presbítero (ADAP) y la Comunión a los Enfermos.

M. A ti, Padre, que eres luz sobre toda luz, te dirigimos nuestra alabanza diciendo:

R. Escúchanos, Señor, te rogamos.

1.- Padre, te alabamos porque nos envías a tu Hijo para acoger y sanar todas nuestras enfermedades y dolencias. R.2.- Jesús, te alabamos porque detienes tu camino y mirándonos con empatía nos pre-guntas: ¿Qué quieres que haga por ti? R.3.- Santo Espíritu, te alabamos porque nos impulsas a amar y hacernos parte de las búsquedas de los que van quedando a la orilla del camino. R.M. Con las palabras que Jesús enseñó a los Apóstoles, nos dirigimos a ti diciendo: Padre nuestro…

Sugerencias de cantosSalmo 121/ Qué alegría me dijeron/ El Señor es mi fuerza/ Salmo 120: Levanto mis ojos a los montes/ Salmo de la creación: Yo creo en Dios, que canta/ Pueblo de reyes/ Estrella y camino.

siembran entre lágrimas cosecharán entre canciones. R.

El sembrador va llorando cuando esparce la semilla, pero vuelve cantando cuando trae las gavillas. R.

4. Segunda Lectura Heb 5, 1-6

Jesús es el único Sumo y Eterno Sacerdote. Nadie puede arrogarse este honor. Escuchemos.

Lectura de la carta a los He-breos. Hermanos: Todo Sumo Sacerdote del culto antiguo es tomado de entre los hombres y puesto para intervenir en fa-

vor de los hombres en todo aquello que se refiere al servicio de Dios, a fin de ofrecer dones y sacrificios por los pecados. Él pue-de mostrarse indulgente con los que pecan por ignorancia y con los descarriados, por-que él mismo está sujeto a la debilidad hu-mana. Por eso debe ofrecer sacrificios, no solamente por los pecados del pueblo, sino también por sus propios pecados. Y nadie se arroga esta dignidad, si no es llamado por Dios como lo fue Aarón. Por eso, Cristo no se atribuyó a sí mismo la gloria de ser Sumo Sa-cerdote, sino que la recibió de Aquél que le dijo: «Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy». Como también dice en otro lugar: «Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec».

Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Aclamación al Evangelio Aleluia. Nuestro Salvador Jesucristo destruyó la muerte e hizo brillar la vida, mediante la Buena Noticia. Aleluia.

5. Evangelio Mc 10, 46-52

El encuentro de Jesús con el ciego de nacimiento es una evidencia de que las profecías de Jeremías en Jesucristo se están cumpliendo.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos. Cuando Jesús salía de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una gran

1. AmbientaciónHoy nos congregamos como comunidad para escuchar la Palabra de Dios y cele-brar al Dios siempre presente en el caminar de nuestra vida. Él quiere ser la luz para nuestras cegueras y esperanza, para nuestro caminar. Nos disponemos a celebrar al Dios empático y de la inclusión.

2. Primera Lectura Jer 31, 7-9

En un grito de esperanza y alegría se convierte hoy la profecía de Jeremías. Escuchemos.

Lectura del libro de Jeremías. Así habla el Señor: ¡Griten jubilosos por Jacob, aclamen a la primera de las naciones! Háganse oír, alaben y digan:

«¡El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel!». Yo los hago venir del país del Norte y los reúno desde los extremos de la tierra; hay entre ellos ciegos y lisiados, mujeres embarazadas y parturientas: ¡es una gran asamblea la que vuelve aquí! Habían partido llorando, pero Yo los traigo llenos de consuelo; los conduciré a los torrentes de agua por un camino llano, donde ellos no tropezarán. Porque Yo soy un padre para Israel y Efraím es mi primogénito.

Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

3. Salmo Sal 125, 1-6

R. ¡Grandes cosas hizo el Señor por nosotros!

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía que soñábamos: nuestra boca se llenó de risas y nuestros labios, de canciones. R.

Hasta los mismos paganos decían: «¡El Señor hizo por ellos grandes cosas!». ¡Grandes cosas hizo el Señor por nosotros y estamos rebosantes de alegría! R.

¡Cambia, Señor, nuestra suerte como los torrentes del Négueb! Los que