¿Qué hay en un nombre?...sistencia individual e institucional. El famoso psicó-logo social Kurt...

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1 MILITARY REVIEW Agosto 2018 ¿Qué hay en un nombre? Operaciones psicológicas vs. operaciones de apoyo a la información militar y un análisis del cambio organizacional Mayor David Cowan, Ejército de EUA Mayor Chaveso Cook, Ejército de EUA L as operaciones psicológicas (PSYOP) son vitales para el éxito del Ejército estadouni- dense en tiempos de paz y en tiempos de guerra. Sin embargo, en 2010, el Departamento de Defensa (DoD) con- sideró que el término operaciones psi- cológicas era demasiado amenazante y ordenó al Ejército reemplazarlo con un nuevo término—operaciones de apoyo a la información militar (MISO)1. A pesar de este cambio, PSYOP ha sido adoptado nuevamente por las unidades de conformidad con la orientación del 27 de octubre de 2017 emitida por el Comando de Operaciones Especiales del Ejército de Estados Unidos (USASOC)2. Mediante un análisis de cómo este cambio fue implementado y, a larga, rechazado, este artículo tiene como objetivo ayudar al Ejército a im- plementar mejor los cambios organiza- cionales futuros. Insignia regimental de operaciones psicológicas (PSYOP)

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¿Qué hay en un nombre?Operaciones psicológicas vs. operaciones de apoyo a la información militar y un análisis del cambio organizacionalMayor David Cowan, Ejército de EUA Mayor Chaveso Cook, Ejército de EUA

L as operaciones psicológicas (PSYOP) son vitales para el éxito del Ejército estadouni-

dense en tiempos de paz y en tiempos de guerra. Sin embargo, en 2010, el Departamento de Defensa (DoD) con-sideró que el término operaciones psi-cológicas era demasiado amenazante y ordenó al Ejército reemplazarlo con un nuevo término—operaciones de apoyo a la información militar (MISO)1. A pesar de este cambio, PSYOP ha sido adoptado nuevamente por las unidades de conformidad con la orientación del 27 de octubre de 2017 emitida por el Comando de Operaciones Especiales del Ejército de Estados Unidos (USASOC)2. Mediante un análisis de cómo este cambio fue implementado y, a larga, rechazado, este artículo tiene como objetivo ayudar al Ejército a im-plementar mejor los cambios organiza-cionales futuros. Insignia regimental de operaciones psicológicas (PSYOP)

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En este estudio de caso nos centramos en tres áreas clave. Primero, cuando se intentó cambiar el nombre, no se tuvo en consideración ni se superó la resistencia individual e institucional. Segundo, pruebas convin-centes para justificar el cambio de nombre no fueron comunicadas de forma adecuada al Ejército. Por último, dado su carácter normativo y el poco margen de acción de los que lo implementarían, el cambio de nombre no fue aceptado por aquellos que dependía para tener éxito.

Antecedentes y evoluciónEl 19 de abril de 2011, algunos meses después

del cambio inicial terminológico, en el comunicado ALARACT 162/2011 se subrayó que «este cambio en terminología solo se aplica a la función de PSYOP y no afecta los nombres del regimiento y la rama»3. Estos documentos hacían hincapié en un cambio a la designa-ción de la función, no la designación de unidades, rama, regimiento o campo profesional. Sin embargo, ambos repercutieron inmediatamente en las fuerzas PSYOP del Ejército estadounidense, que en su conjunto estaban compuestas por más de 7000 soldados sirviendo en unidades asignadas al USASOC y al Componente de la Reserva del Ejército.

Las PSYOP habían sido definidas oficialmente en la doctrina del DoD como «actividades ideológi-cas, militares, económicas y políticas planificadas y orientadas hacia países, organizaciones e individuos para generar emociones, actitudes, entendimiento, creencias y comportamientos favorables a la con-secución de los objetivos militares y políticos de Estados Unidos»4. En pocas palabras, las PSYOP son la función del DoD dedicadas a cambiar las actitu-des y los comportamientos de grupos extranjeros específicos; fuera del ámbito militar son calificadas frecuentemente como propaganda.

Según el entonces secretario de Defensa, Robert Gates, el término PSYOP inducía a error. «Aunque las actividades PSYOP dependen de información veraz transmitida de forma verosímil, el térmi-no PSYOP tiende a connotar propaganda, lavado de cerebro, manipulación y engaño»5. Se buscaba reemplazar PSYOP como término para disminuir su supuesta connotación amenazante y percepción negativa. Gates esperaba que el cambio de nombre fomentara la cooperación entre las Fuerzas Armadas

y las agencias colaboradoras del Gobierno federal, en particular el Departamento de Estado6. Dado que las Fuerzas Armadas son un subconjunto de nuestra cultura y son influenciadas considerablemente por su entorno exterior, estas han adaptado sus prácticas para ajustarse mejor a los valores, las actitudes y las creencias de la sociedad a la que pertenecen. Con este cambio, MISO entraba en la lista de términos que el Ejército ha empleado para describir las activi-dades encaminadas a transformar la mentalidad y las acciones de grupos extranjeros.

Durante la Primera Guerra Mundial, propaganda era el término operativo empleado por el Ejército. La Fuerza Expedicionaria Aliada del general John Pershing contaba con un departamento de propagan-da. Durante la Segunda Guerra Mundial, el término propaganda fue sustituido por guerra psicológica, mientras que las actividades enemigas continuaban siendo clasificadas como propaganda y tenían una connotación negativa7. Durante la guerra de Vietnam, las unidades PSYOP surgieron. Sin embargo, los términos guerra psicológica y propaganda fueron empleados habitualmente en la doctrina militar oficial hasta principios de 1980.

El 4o y 8o Grupo de Operaciones Psicológicas (PSYOP) son parte del 1er Comando de Fuerzas Especiales en Fort Bragg, Carolina del Norte.

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En la política actual del Ejército, MISO es consi-derado el término de iure, legal, para la función co-nocida anteriormente como PSYOP. En el Comando de Operaciones Especiales de Estados Unidos (USSOCOM), las unidades MISO en servicio activo consistían de solo dos grupos y, hasta hace poco, eran llamados el 4o y 8o Grupo de Apoyo a la Información Militar (MIS). Curiosamente, en la Reserva del Ejército, los nombres del 2o y 7o Grupo de Operaciones Psicológicas permanecieron intactos. Para complicar aún más la situación, los que conducían las operaciones de apoyo a la información militar todavía eran conoci-dos como soldados y oficiales de operaciones psicológi-cas, dado que el Instituto de Heráldica del Ejército de Estados Unidos consideraba que el nombre de la rama debía permanecer intacto por el linaje de la fuerza8. Los cuatro grupos forman parte de un campo profesional de operaciones psicológicas y en su conjunto constituyen el Regimiento de Operaciones Psicológicas.

Cabe señalar que antes de 2007, las unidades PSYOP en servicio activo y en reserva se encontra-ban agrupadas bajo el Comando de Operaciones Psicológicas y Asuntos Civiles subordinado al USASOC. Sin embargo, en 2007, los dos componentes fueron separados cuando las PSYOP se convirtieron en una rama oficial. Las unidades activas siguieron siendo parte del USSOCOM mientras que el 2o y 7o Grupo de Operaciones Psicológicas fueron reorganizados bajo el Comando de Reserva del Ejército de Estados Unidos. Esto alteró la disposición de la fuerza porque las uni-dades en reserva comenzaron a apoyar exclusivamente a las fuerzas convencionales mientras que las unidades en servicio activo hicieron lo mismo con las fuerzas de operaciones especiales del Ejército. Aunque ambas tenían la misma misión, organización e historia, las uni-dades en reserva y en servicio activo ahora se encontra-ban separadas por un océano de cultura y burocracia.

Un intento de cambio fallidoPara que un cambio tenga éxito, una organización

primero debe comprender y después superar la re-sistencia individual e institucional. El famoso psicó-logo social Kurt Lewin describe el comportamiento individual como una función de la personalidad y las fuerzas del entorno exterior que influyen sobre el individuo9. Estas fuerzas impulsan al individuo o a la organización a comportarse de cierta manera o a

resistirse a nuevos comportamientos. Los arquitectos del cambio de PSYOP a MISO nunca entendieron o anticiparon adecuadamente que esas fuerzas podrían resistirse a la implementación.

Este cambio terminológico cobró impulso porque el DoD necesitaba neutralizar el término PSYOP ante los ojos de las agencias del Gobierno, el Congreso y, en última instancia, el pueblo estadounidense. En un correo electrónico sobre el cambio, una asesora princi-pal del subsecretario de Defensa para Política escribe que el nuevo término MISO era necesario para evitar malentendidos con los embajadores del Departamento de Estado10. Lo que subyace en su declaración es una supuesta arraigada y profunda desconfianza del Departamento de Estado por ciertas actividades milita-res centradas en efectuar cambios de comportamiento en otras poblaciones, en particular las PSYOP11.

Había una letanía de fuerzas jugando en contra. Para empezar, como término, MISO solo reemplazó parcialmente a PSYOP en el léxico del Ejército. En los documentos oficiales del Ejército, PSYOP fue reem-plazado; sin embargo, en conversaciones informales, su empleo era generalizado. Algunos soldados habían pasado toda su carrera como oficiales de operaciones psicológicas en unidades PSYOP. Por ironía del destino, parece ser que el efecto psicológico de cambiar PSYOP

Los dos grupos de operaciones psicológicas en servicio activo son el 4o y 8o y los dos en reserva son el 2o y 7o.

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a MISO no fue considerado plenamente por los que lo ordenaron e implementaron. Al cambiar PSYOP a MISO, se cuestionaba potencialmente la identidad de esos soldados sirviendo en unidades PSYOP. Las tradiciones, los símbolos, las historias y los nombres de una unidad son elementos importantes de su cultura e indicativos de raíces profundas dentro de una organi-zación12. El cambio de PSYOP a MISO fue percibido como un ataque implícito contra la identidad de los integrantes de las Fuerzas Armadas que eran necesarios para implementarlo.

Según Warner Burke: «El fenómeno de resistencia al cambio no es necesariamente resistirse al cambio en sí, sino que es, para ser más precisos, una resistencia a la perdida de algo de valor para la persona»13. Si bien el cambio pudo ser bastante emotivo, no se prestó sufi-ciente atención a la pérdida individual y colectiva que sintió la organización. Aunque parezca sentimental, psicológicamente, los soldados del regimiento PSYOP no tuvieron un período de duelo para aceptar la pér-dida de algo tan valioso para su identidad. Por eso, es comprensible que el término MISO fuera aceptado con poco entusiasmo y que se adoptara nuevamente el tér-mino PSYOP seis años después de emitirse la orden de cambio. Muchos soldados en el regimiento PSYOP

simplemente reconocieron la nueva designación porque era su deber, pero en silencio esperaban que MISO fuera revertido a PSYOP.

La renuencia del Ejército a renombrar la especiali-dad militar de los soldados de operaciones psicológicas parece ser una resistencia ideológica al cambio. La resis-tencia ideológica difiere de otras formas de resistencia, como la resistencia ciega o la resistencia política, por-que los individuos realmente creen que el cambio no es lo correcto14. Muchos en el Ejército creían firmemente que cambiar la identidad de los soldados de operaciones psicológicas sería un ataque contra los valores profun-dos de los que formaban parte de la organización, su historia y su linaje. Este tipo de resistencia benefició a la organización y resultó en una solución de compro-miso que en aquel entonces protegía la identidad de los soldados mientras permitía un cambio gradual.

Los soldados mantuvieron su identidad como especialistas y oficiales de operaciones psicológicas, como estipula su especialidad militar, y continuaron fir-mando su nombre y su grado en documentos oficiales seguido de operaciones psicológicas (o con las iniciales PO) para indicar su rama. Sin embargo, algunas unida-des del Ejército que conducían operaciones psicológicas recibieron la orden de cambiar su nombre a unidades de apoyo a la información militar.

Cuando el USSOCOM ordenó la nueva designación del 4o y 8o Grupo de Operaciones Psicológicas como grupos de apoyo a la información militar, no tenía la autoridad para obligar al Comando de Operaciones Psicológicas y Asuntos Civiles de la Reserva del Ejército y su 2o y 7o Grupo de Operaciones Psicológicas subordi-nados a efectuar tal cambio. Esto dividió a la fuerza en-tre los que mantuvieron la designación de operaciones psicológicas y lo que adoptaron apoyo a la información militar, y las unidades en reserva parecían estar decidi-das a continuar resistiéndose al cambio de designación. Tal vez la Reserva del Ejército se negó deliberadamente a implementar el cambio ordenado por el USSOCOM para demostrar que su autonomía y su autoridad no dependían del Ejército en servicio activo.

La resistencia del 2o y 7o Grupo de Operaciones Psicológicas tal vez fue una indicación de un tipo de resistencia política y no una resistencia ideológica basada en creencias profundamente arraigadas. Los que participan en actos de resistencia política creen que tienen algo de valor que perderán en términos de poder

El mayor Chaveso Cook, Ejército de EUA, es un oficial de operaciones psicológicas desempeñándose como el S-3 (oficial de opera-ciones) del 7o Batallón de Operaciones Psicológicas (Aerotransportado) en Fort Bragg, Carolina del Norte. Anteriormente sirvió en la 82a División Aerotransportada, en la Academia Militar de Estados Unidos, y en tanto el 3er como el 8o Batallón de Operaciones Psicológicas. Obtuvo maestrías por la Universidad de Texas–El Paso y la Universidad de Columbia, y cumplió misión en Tayikistán, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Afganistán, Irak, Qatar y Bahréin.

El mayor David Cowan, Ejército de EUA, es un oficial de operaciones psicológicas que recientemente fue desig-nado como oficial de enlace de operaciones especiales en el Mando Componente Terrestre (CJFLCC-OIR). Anteriormente sirvió en el 5o Batallón de Operaciones Psicológicas de la 3a División de Infantería y en la Academia Militar de Estados Unidos. Obtuvo maestrías por la American Military University y la Universidad de Columbia, y cumplió misión en Irak, Indonesia y Qatar.

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o estatus si aceptan el cambio15. En este caso, el 2o y 7o Grupo de Operaciones Psicológicas estaban subordi-nados a un comando completamente diferente que el de sus homólogos del 4o y 8o Grupo de Operaciones Psicológicas en servicio activo.

La resistencia ideológica y política al cambio deben ser abordadas de forma diferente. La lógica y la emo-ción son necesarias para persuadir a los que se resisten al cambio por motivos ideológicos. En este caso, el Ejército, como muchas otras corporaciones privadas, intentó implementar un cambio empleando la lógica sin prestarle la debida atención a los aspectos emoti-vos y afectivos del cambio. La resistencia política de la Reserva del Ejército indica que existe una lucha de poder mucho más grande entre los componentes en servicio activo y en reserva del Ejército.

Las unidades de operaciones psicológicas nunca re-cibieron pruebas convincentes que justificaran por qué era necesario cambiar el nombre de PSYOP. Cuando las personas consideran que el cambio no es necesario, es poco probable que lo apoyen. Las principales razones para el cambio de PSYOP a MISO fueron comunicadas mediante un memorándum de la Oficina del Secretario de Defensa y promulgadas en las ramas hasta llegar a los integrantes de las organizaciones encargadas de implementarlo. Hubo poco esfuerzo para explicar a los más afectados por qué el cambio era necesario.

Las PSYOP llevadas a cabo por las Fuerzas Armadas estadounidenses en el exterior requerían la aprobación del embajador estadounidense residente. Aunque no se explicitó, la razón subyacente de cambiar PSYOP a MISO era facilitar la cooperación con el Departamento de Estado. Desde 1990, los soldados de operaciones psicológicas han servido en embajadas estadounidenses específicas y simultáneamente en el Departamento de Estado como parte de equipos militares de apoyo a la información (MIST) especiales. Al emplear el término MIST, el DoD restaba importancia a cualquier conno-tación negativa que PSYOP pudiera suscitar de los fun-cionarios del Departamento de Estado. Esto generaba mayor aceptación y, a la larga, facilitaba al DoD la con-ducción de sus misiones. Cambiar PSYOP a MISO tal vez fue considerado una evolución natural para los que se habían acostumbrado al empleo del término MIST.

Irónicamente, este cambio en realidad contradijo el propósito inicial del secretario de Defensa. PSYOP su-puestamente era considerado desorientador y confuso

por las agencias del Gobierno que no pertenecían al DoD. En la práctica, las connotaciones negativas de PSYOP simplemente fueron reemplazadas por unas siglas poco claras que suscitaban malentendidos tanto dentro como fuera del DoD, «causando más confusión que lo que aclaraban»16. Incluso con el nuevo término, la misión y la cultura de las PSYOP permanecieron esencialmente intactas, y no hay evidencia de que la modificación terminológica haya cambiado la percep-ción del personal en el Departamento de Estado. En la práctica, MISO simplemente se convirtió en la función que los soldados de operaciones psicológicas realizaban.

Dado que el cambio de nombre era de carácter normativo y los que lo implementarían tenían poco margen de acción, esta situación dio lugar a una falta de compromiso. Las Fuerzas Armadas son una bu-rocracia estratificada que requiere que las órdenes se lleven a cabo de manera rápida y eficiente. Idealmente, cuando el secretario de Defensa declara que el térmi-no PSYOP debe cambiarse, la orden es obedecida y el cambio es implementado. Sin embargo, en la práctica, incluso en una organización tan predispuesta a seguir las normas como las Fuerzas Armadas, la resistencia es el resultado natural de la dinámica de grupo y la cultu-ra organizacional. Los cambios normativos pueden ser difíciles de implementar.

Además de indicar que la función conocida como PSYOP sería cambiada a MISO, el memorándum del secretario de Defensa permitía cambiar el nombre de las unidades e incluso el de la especialidad militar a algo completamente diferente. La rama retuvo su designa-ción y los soldados y los oficiales de operaciones psico-lógicas siguieron siendo conocidos como operaciones psicológicas, pero esto solo significaba que los más afec-tados tenían una participación tangible mínima. Cabe señalar que si por un lado los soldados de operaciones psicológicas tenían la obligación de aceptar el término MISO como la función que desempeñarían desde ese momento, por el otro, también tuvieron la oportunidad de proporcionar retroalimentación sobre lo que lla-marían a su profesión. Sin embargo, en aquel entonces, ningún término o nombre nuevo fue adoptado.

La teoría de Jack Brehm sobre la reactancia psi-cológica nos dice que los individuos se resistirán a la imposición de cambios17. Las personas valoran el libre albedrío. Cuando se pierde esa libertad, la reacción inmediata a menudo es intentar recuperar lo que se

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perdió18. El nivel de resistencia del individuo ante el cambio es directamente proporcional a las opciones que tiene cuando se implementa este19. Considerando el carácter normativo del cambio de PSYOP a MISO, no es de sorprender que su implementación continuara enfrentando una fuerte resistencia dentro de la comu-nidad PSYOP. Tanto fue la resistencia que la iniciativa para volver a emplear la designación antigua cobró impulso y PSYOP comenzó a emplearse nuevamente a finales de 2017.

Conclusión: Regreso al futuroDespués de evaluar bajo el prisma de la teoría del

cambio organizacional contemporáneo cómo se im-plementó este cambio, algunas lecciones importantes surgieron que podrían mejorar la aceptación de cam-bios futuros en el Ejército. Primero, no se tomaron en consideración ni se redujeron las barreras individuales e institucionales al cambio. Segundo, pruebas convincen-tes para justificar el cambio de nombre no fueron co-municadas de forma adecuada al Ejército, especialmen-te a aquellos que estarían encargados de implementarlo. Tercero, dado el carácter normativo del cambio, las organizaciones encargadas de implementarlo tenían

poco margen de acción. El cambio nunca fue comunica-do en la fuerza de forma clara. Además, la lógica por sí sola no es suficiente cuando se intenta implementar un cambio. Una comprensión profunda de las situaciones abordadas en este artículo hubiera sido necesaria para poder implementar el cambio sin tropiezos.

La resistencia ideológica jugó un papel fundamen-tal en la implementación poco entusiasta del término MISO. Los integrantes de las Fuerzas Armadas a menudo preferían emplear el término PSYOP en vez de MISO y en la organizaciones de la OTAN, PSYOP seguía siendo empleado. Esta resistencia coincidió con un acontecimiento bastante afortunado, dado que el jefe del Estado Mayor Conjunto había autorizado de-signar «información» como una función conjunta en la Joint Publication 1, Doctrine for the Armed Forces of the United States (a través de esta nueva función, la infor-mación se gestionará, se aplicará y se integrará de forma deliberada con otras funciones conjuntas para influir en la percepción, el comportamiento, la acción o inacción y la toma de decisiones de actores relevantes)20. Esto indicaba que las operaciones psicológicas y la guerra de información eran doctrinalmente tan importantes como las operaciones cinéticas.

Un equipo táctico de operaciones psicológicas conduce operaciones el 10 de julio de 2011 en la provincia de Paktika, Afganistán. (Foto: Especialista George Hunt, Ejército de EUA)

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El cumplimiento de las normas en el Ejército debe-ría ser simplemente emitir una orden y asegurarse de que se cumpla. Sin embargo, en este escenario, cree-mos que obtener el respaldo de todos era mucho más importante que el cumplimiento de la norma. Cuando los individuos apoyan al cambio, la probabilidad de que este tenga éxito es mucho más alta21. Al no abordar las causas subyacentes de por qué PSYOP desde un principio suscitó desconfianza, un término turbio fue simplemente reemplazado por otro igualmente turbio que solo logró ser asociado con las mismas connotacio-nes negativas que pretendía eliminar.

En el futuro, muchos de nuestros problemas no se resolverán mediante la violencia y la fuerza. El

escritor Will Stanton menciona que «las balas no matan ideas y si no existe una ideología superior para complementar el empleo necesario de la fuerza, una guerra “caliente” contra una idea está destinada a fracasar—una guerra de ideas no se gana con balas»22. Como agente de influencia, las operaciones psicológi-cas obligan al enemigo a rendirse o a someterse sin el empleo de la fuerza física. Ahora que el término PSYOP ha regresado, podemos centrarnos en su capacidad para operar cómoda e indirectamente en el campo de batalla psicológico de la «materia gris» del adversario y las poblaciones extranjeras en vez de confundirnos a nosotros mismos.

Notas

1. Memorándum del secretario de Defensa, «lnterim Naming Convention», 3 de diciembre de 2010.

2. Memorándum archivado del Comando de Operaciones Es-peciales del Ejército de Estados Unidos, «Designation of Psycholo-gical Operations Units Assigned to the United States Army Special Operations Command», 27 de octubre de 2017.

3. Secretario de Defensa, Memorándum para el Comando de Operaciones Especiales del Ejército de Estados Unidos, «Termino-logy Change from Psychological Operations (PSYOP) to Military Information Support Operations (MISO)», comunicado All Army Activities (ALARACT) 162/2011, 19 de abril de 2011.

4. Field Manual 3-53, Military Information Support Operations (Washington, DC: Oficina de Publicaciones del Gobierno (GPO), 2013).

5. Alfred H. Paddock Jr., «Legitimizing Army Psychological Operations», Joint Force Quarterly 56, nro. 1 (1er trimestre, 2010): págs. 89–93.

6. Ibíd.7. Ibíd.8. Memorándum archivado, 27 de octubre de 2017.9. Kurt Lewin, «Defining the “Field” at a Given Time», Psycholo-

gical Review 50 (1943): págs. 292–310.10. Marc Ambinder, «Original Document: Making

PSYOPS Less Sinister», The Atlantic (sitio web), 30 de ju-nio de 2010, consultado el 13 de febrero de 2018, ht-tps://www.theatlantic.com/politics/archive/2010/06/original-document-making-psyops-less-sinister/58947/.

11. Ambos autores han experimentado este fenómeno direc-tamente cuando trabajaron con varias personas del Departamento de Estado en embajadas en el exterior, como también en otros con-textos. Un sinnúmero de jefes de operaciones psicológicas también

han tenido experiencias similares. Esta percepción es común en la comunidad PSYOP y no se basa solamente en nuestras experiencias personales.

12. Connie Gersick, «Revolutionary Change Theories: A Mul-tilevel Exploration of the Punctuated Equilibrium Paradigm», Aca-demy of Management Review 16, nro. 1 (enero de 1991): pág. 16.

13. Warner Burke, Organization Development: A Process of Learning and Changing (Reading, Massachusetts: Addison-Wesley, 1994), pág. 17.

14. Warner Burke, Organization Change: Theory and Practice, 2a ed. (Thousand Oaks, California: SAGE Publications, 2008), pág. 21.

15. Ibíd., pág. 107.16. Meghann Myers, «The Army’s Psychological Operations

Community is Getting Its Name Back», Army Times (sitio web), 6 de noviembre de 2017, consultado el 13 de febrero de 2018, https://www.armytimes.com/news/your-army/2017/11/06/the-armys-psy-chological-operations-community-is-getting-its-name-back/.

17. Jack Brehm, A Theory of Psychological Reactance (Nueva York: Academic Press, 1966).

18. Ibíd.19. Burke, Organization Change.20. Joint Publication 1, Doctrine for the Armed Forces of the Uni-

ted States (Washington, DC: GPO, 25 de marzo de 2013 incorpo-rando el cambio 1 del 12 de julio de 2017).

21. Robert Kreitner y Angelo Kinicki, Organizational Behavior, 10a ed. (Nueva York: McGraw-Hill/Irwin, 2013).

22. Will Staton, «A Millenial’s Perspective on the Legacy of Vietnam» Medium (sitio web), 20 de agosto de 2015, consultado el 13 de febrero de 2018, https://medium.com/@WStaton85/a-mi-llennial-s-perspective-on-the-legacy-of-vietnam-21e247dde019.