PUBLICIDAD DOMINGO, 01-03-2009 · gestión andaluza de la Cuenca del Guadalquivir? –Hablar del...

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3Manuel Ramos

A consejera deMedio Ambiente,Cinta Castillo, re-conoce que la ne-gociación no ha si-

do fácil. Nueve meses de diálogo quehan desembocado en que Andalucíatenga su hoja de ruta sobre la gestión delagua justo cuando es responsabilidaddel Gobierno autonómico el 98% de losrecursos de la comunidad con el traspa-so de Guadalquivir. Castillo mantieneque ahora la Comunidad es mucho másconsciente de sus fuerzas y debilidadesen la de gestión de un recurso esencialpara el desarrollo económico y social.–Una vez aprobado el Acuerdo delAgua, le llega lo más difícil, materia-lizar las 97 medidas que incluye eldocumento y en apenas seis años.–Haber llegado al acuerdo nos pone ensituación de fortaleza que nos permiteafrontar la Ley de Aguas que estamos apunto de presentar en muy buenas con-diciones. Conocemos mucho mejor cuá-les son los puntos de encuentro y desen-cuentro entre todos los colectivos quetienen algo que ver con el agua y tene-mos una radiografía perfecta de nues-tras debilidades y nuestras fortalezas.La ley introducirá lo que nos han de-mandado todos los colectivos que tie-nen que ver con la gestión del agua.–El Acuerdo también buscaba acabarcon la confrontación política con lagestión del agua en Andalucía, peroya tiene el no del PP, además del deEcologistas en Acción.–Ecologistas en Acción ha sido la únicaasociación, dentro de las casi 50 queconforman el Consejo Andaluz delAgua, que no ha apoyado el Acuerdo,pero no lo ha hecho por motivos de con-fianza institucional. Desde el principiohan dicho que no confiaban que las ad-ministraciones pudieran desarrollar losobjetivos del acuerdo. Ahora esperamosa ver qué hará el PP con la Ley de Aguas.Es cierto que no apoyó la resolución par-lamentaria del primer debate de esta le-gislatura, el 15 de mayo, en la que se de-fendió el pacto para sacar el agua de laconfrontación política y tampoco haapoyado el Acuerdo cuando lo hemosllevado recientemente al Pleno. Lamen-to que los populares utilicen el agua pa-ra la confrontación y la descalificación.

a subir en Andalucía, taxativamente lerespondo que no. Nuestro compromisoes llegar un precio igual del agua en An-dalucía, que en ningún caso tiene quetraducirse como una subida. En Andalu-cía aún hay municipios donde no se pa-ga absolutamente nada por el agua yhay otros donde incluso con consumocero se pagan tres o cuatro impuestoscon el recibo. Lo que va a hacer la ley eshomogeneizar esta situación poniendoun plazo de cinco años.–En cinco años un vecino de Cuevasde Almanzora y otro de Ayamonte pa-garán lo mismo por un metro cúbicode agua.–Pagarán el mismo precio del agua perotambién dispondrán de la misma cali-dad del servicio. Los andaluces tienenque ser iguales a la hora de pagar y de re-cibir un servicio de agua de calidad.–Y con la ley un nuevo impuesto sobreel agua: el canon de infraestructuras.–La propuesta que va en la ley será la deun canon de infraestructuras urbanasque en ningún caso duplicará a los queya existen, sino que absorberá los queahora se aplican. El compromiso quemantendremos a la hora de fijar el pre-cio del agua es siguir los principios deequidad, de solidaridad, de recupera-ción de costes y, desde luego, teniendoen cuenta situaciones excepcionales pa-ra determinados tramos de rentas, ade-más de castigar a los que despilfarran.Nadie va a pagar más por el agua queahora, sin cánones nuevos, sin duplici-dades de tasas en una factura. Pero sí ha-brá muchas situaciones en Andalucíadonde aún no se han iniciado las obrasde infraestructuras y habrá que pagarlasa través de la recuperación de los costes.Hay que ayudar a los pequeños munici-pios a que cuenten con las infraestructu-ras que necesitan sin que sean muy gra-vosos para sus ciudadanos. Nos faltanpor hacer 300 depuradoras.–Todo esto requiere inversiones mi-llonarias en un momento de crisiseconómica.–La contaminación de las aguas es unode nuestros principales problemas me-dioambientales. Un elemento de des-trucción y en el que ponemos todo nues-tro empeño en corregirlo. Hoy cerca del90% de la población depura sus aguascorrectamente, pero queda un 10% quese materializa en las 300 depuradorasque se necesitan construir en Andalucía

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CINTA CASTILLO. CONSEJERA DE MEDIO AMBIENTE

“Igualar el precio del agua no tienepor qué traducirse en una subida”

Andalucía cuenta ya con el documento que marcará el futuro de la gestión que hace de sus aguas, un

acuerdo con 97 puntos claves y suscrito por medio centenar de entidades tras nueve meses negociando

–¿Podrá la nueva ley liberar la gestióndel agua de los lastres que la han bu-rocratizado durante décadas?–Será una ley sin comparación en nin-guna otra comunidad autónoma, ha-bría que ir fuera de España para encon-trar organismos parecidos a los queprevé la norma en la gestión del agua.Transferidas las cuencas Mediterrá-nea, Atlántica y el Guadalquivir, porprimer vez tenemos en la Junta com-petencias para hacer política de aguas.Nuestro objetivo es tener una estructu-ra dentro de la administración andalu-za potente y fuerte, a través de la Agen-cia Andaluza del Agua, que garanticeel derecho de los andaluces de tenerun servicio de calidad. Esta ley nos va apermitir ponernos a resolver todos los

puntos negros que hemos detectadoen la gestión del agua.–¿A través de qué instrumentos?–Incorporamos dos instrumentos queno existen en España. El Observatoriodel Agua y el Banco Público del Agua. ElObservatorio será un organismo autó-nomo que marque los estándares de ca-lidad y prestación del servicio que per-mitirá hacer reglamentos y normas queconsigan llegar a un precio igual en An-dalucía del agua. El Banco Público per-mitirá la reasignación de los recursosdesde la independencia, la transparen-cia y primando el interés general.–¿El nuevo régimen fiscal que prevéel Acuerdo para el agua implica quesubirá la factura?–Si la pregunta es si el precio del agua va

EL NEG¡AS Conexiones La consejera apuestapor las conducciones entre los sistemaspara “llevar agua donde se necesite”

PLANIFICACIÓNDE LAS CUENCASANDALUZAS

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y que, además, son complicadas deconstruir porque están en localidadespequeñas y con población muy disemi-nada. Nuestro compromiso es invertiren un plan de choque casi 2.500 millo-nes de euros para acometer estas in-fraestructuras. La Directiva Europea nosobliga en 2015 a depurar el 100% de lasaguas, un reto en una circunstanciacomplicada económicamente pero quetambién hay que verlo desde la oportu-nidad que significa la obra pública en lageneración de empleo. Esta Consejeríade Medio Ambiente cuenta con 500 mi-llones de euros en 2009 sólo en inversio-nes para agua y somos la segunda Con-sejería en cuanto a presupuesto por in-versión, sólo por detrás de Obras Públi-cas. Tenemos una voluntad decidida yun presupuesto generoso en las circuns-tancias en la que estamos.–Pero ya hemos incumplido el primerplazo que dio la UE para conseguir unnivel adecuado de depuración.–Estamos en prórroga. El plan de cho-que nos permitiría cumplir con el objeti-vo de la Directiva en 2015 si se mantieneel nivel de inversión de este año a lo lar-go de la legislatura.–Uno de los grandes retos que tiene escambiar el consumo del agua en laagricultura, donde va el 80% de losrecursos.–La gran revolución que se producirá enAndalucía es que los agricultores no pa-garán más por la superficie regada, sinopor el volumen de agua consumida. Te-nemos que instalar contadores y moder-nizar regadíos; eso sí que es completa-mente revolucionario. Los agricultoresya saben que si no modernizan antes de2015 sus cultivos sufrirán la penaliza-ción por el agua que no haya ahorrado.–El compromiso de legislatura es con-tar con 1.000 hectómetros cúbicosmás de recursos en 2012. Nuevos re-cursos que ya tienen demanda y quedeberá gestionar el nuevo Banco delAgua. ¿Con qué prioridades?

muy diferentes y serán los Planes Hidro-lógicos que se están desarrollando losque determinen hacia donde deben ir.No me gusta hablar de trasvases, aun-que si volvemos a tener una situación deemergencia hay que tenerlos en cuentacomo un recurso, al igual que las desala-doras, que tan buena respuesta nos handado en estos años de sequía. Tendre-mos que desarrollar las acciones que se-an más factibles económicamente y so-cialmente en cada caso.–¿También nuevos pantanos?–El inicio de la presa de Alcolea es inmi-nente, lo que va a permitir solucionarlos problemas al regadío en buena partede la provincia de Huelva. También estáya en construcción Breña II. En Marbe-lla, la presa de La Concepción necesitade una obra de ampliación que estamosproyectando y también es posible unaconducción que la conecte con Málagacapital. Esto último es una obra que re-quiere muchos recursos, por lo que esuno de nuestros retos ahora mismo enla Costa del Sol.–Parece que estamos a punto de supe-rar un periodo de sequía de cuatroaños. ¿Qué hemos aprendido de él?–Hemos aprendido muchísimo, pero loprincipal es que los andaluces saben co-mo nadie que el uso del agua hay quehacerlo de forma racional. Le recuerdoque en la sequía de la década de 1990dos millones de andaluces sufrían res-tricciones diarias en el consumo, y queen la actual sólo se promulgó un decretoque ha afectado a la provincia de Mála-ga y para restringir el consumo en usosdistintos al abastecimiento. Ése es unpaso impresionante en el que ha tenidomucho que ver las infraestructuras rea-lizadas, las nuevas desaladoras, el es-fuerzo de los agricultores y la planifica-ción. Andalucía no puede tratar la se-quía como algo excepcional que nos co-ja desprevenidos, es algo para lo que te-nemos que estar preparados.–El nuevo presidente de la Confede-ración Hidrográfica del Guadalquivir(CHG), Pedro Rodríguez Cantero,mantiene que los grandes objetivosde la Cuenca los seguirá decidiendo elEstado con las competencias que seha reservado.–A la Confederación le queda la compe-tencia de la planificación y las obras deinterés general. Espero que con esas ma-nifestaciones se refiera a su interés enresolver cuanto antes las obras de inte-rés general que están pendientes y quesiguen siendo de su responsabilidad.–¿Qué hay que esperar entonces de lagestión andaluza de la Cuenca delGuadalquivir?–Hablar del Guadalquivir es hablar deAndalucía. Asumir estas competenciases más cercanía en la gestión, hacerlodesde Andalucía y para Andalucía. Uncambio que estoy segura que se va anotar de forma rápida. Tenemos unproyecto magnífico para toda la cuen-ca, en que está involucrado la Conseje-ría de Turismo y que queremos desa-rrollar por las diputaciones de las cin-co provincias de la cuenca, esto nos vaa permitir dar de dinamismo a la cuen-ca. Debemos disfrutar del río y no sólosacar agua de él. Un río que desde Ca-zorla a Sanlúcar tiene un magníficocaudal que tenemos que poner a dispo-sición de los andaluces.

» La gran revolución se

producirá cuando en el regadío

se cobre por agua consumida”

» Asumimos el Guadalquivir

para lograr una gestión cercana,

de Andalucía para Andalucía”

–La prioridad debe ser siempre el interésgeneral. Las renovables o el turismo sonactividades que pueden generar un nú-mero importante de empleo y riquezas,pero necesitan de agua que ahora no te-nemos capacidad de dar. Mi gran espe-ranza es el Banco Público y, sobre todo,el compromiso de los agricultores paramodernizar los regadíos.–¿Y qué independencia tendrá el Ban-co del Agua, que debe repartir un bientan preciado?–Lo mismo que con el Observatorio pac-tamos que debía ser un organismo autó-nomo, el Banco tiene que estar adscritoa la dirección de la Agencia del Agua. Sucomposición debe ser muy especializa-da a nivel técnico y muy transparente eindependiente a nivel político.–La nueva estructura de la Agenciadel Agua que acaban de desarrollarno ha estado exenta de polémica. Mu-chos les han acusado de pasar delcentralismo de Madrid al centralismode Sevilla.–Desde el 1 de enero es el Gobierno au-tonómico el que tiene competencias entodas las cuencas andaluzas y debía-mos cambiar la estructura de la Agen-cia con cuatro direcciones generales,que dependen de la dirección geren-cia, y que garantizan además la unidadde las cuencas. No se puede hablar decentralismo. Es más, en la gestión delagua en Andalucía se ha producidouna descentralización porque por pri-mera vez las delegaciones provincialesde Medio Ambiente asumen compe-tencias en materia de agua, lo que lesha dado potencia y cercanía a la ges-tión en cada territorio.–¿Incluirá la nueva política de aguasdefinida por la Junta trasvases entrelas cuencas andaluzas?–El camino es el ahorro y la mejor ges-tión de los recursos. Pero también debe-mos crear conducciones entre los em-balses y ser capaces de llevar el agua allídonde haga falta. Nuestras cuencas son

Inversiones endepuradoras

Aguas residuales MedioAmbiente prevé destinar 2.500millones y construir 300 depuradoras

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3 Eva H. Alonso

L agua es un re-curso esencial yun factor clavepara el desarrollosostenible de An-

dalucía. Esta es la base del exhaustivodebate que han mantenido la Junta deAndalucía y los agentes socioeconómi-cos de la región para lograr el mayorconsenso de cara a la futura Ley Anda-luza de Aguas y su gestión por parte delGobierno de la Comunidad.

La necesidad de una nueva políticade aguas en la Comunidad tiene su ori-gen en el año 2005, cuando el Gobier-no andaluz comenzó la asunción decompetencias en materia de aguas conla reconversión de la antigua Confede-ración Hidrográfica del Sur en la Cuen-ca Mediterránea Andaluza y la crea-ción de la Agencia Andaluza del Agua.Fue entonces cuando la gestión de losríos que vierten al Mediterráneo anda-luz comenzó a regirse por los criteriosdictados desde nuestras fronteras y nodesde Madrid. Su transferencia fue elprimer paso para cambiar la adminis-tración hidráulica en Andalucía. Un

año después, finalizó el proceso detraspaso de competencias de las cuen-cas del Tinto-Odiel y Piedras del Gua-daltete-Barbate, creándose la CuencaAtlántica Andaluza. La asunción decompetencias por parte de la Junta haculminado este año con la transferen-cia del Guadalquivir.

Traspaso de competencias

En septiembre de 2008 la Administra-ción autonómica asumió la gestión detodos los recursos hídricos del Guadal-quivir. Este acuerdo se adoptó en eltranscurso de una reunión presididapor la ministra de AdministracionesPúblicas, Elena Salgado, y en base a locontemplado en el artículo 51 del Esta-tuto de Autonomía, que otorga a la Co-munidad “competencias exclusivas”sobre las aguas que discurren por el te-rritorio, dado que más del 90% de todala superficie de la cuenca se encuentraen Andalucía. La transferencia, efecti-va desde el 1 de enero de 2009, suponeun montante de 121 millones de eu-ros, a los que hay que sumar la gestiónde los fondos europeos asignados a lacuenca andaluza del Guadalquivir,

que rondan los 500 millones, segúndatos de Medio Ambiente. Tambiénpasan a la Junta los 700 empleados pú-blicos y la gestión de una superficie de51.900 kilómetros cuadrados (en losque residen más de cuatro millones deandaluces), 53 embalses, más de600.000 hectáreas de regadíos y 115centrales hidroeléctricas.

La cuenca del Guadalquivir es laprincipal de la región con sus 51.900 ki-lómetros cuadrados que suponen el59,2% de la superficie total de la Co-munidad. El principal usuario del aguaes la agricultura de regadío, que está entorno al 80% de la demanda de agua enun total de 648.000 hectáreas de culti-vos, según los datos de la Consejería deMedio Ambiente. Le siguen los usos ur-banos (un 11% de la demanda total),los usos industriales y otros. El consu-mo total de agua es de 3.255 hectóme-tros cúbicos al año, casi el 58% de la

que se necesita en toda Andalucía. Encuanto a los recursos subterráneos delGuadalquivir se contabilizan 62 acuífe-ros, además de 156 humedales. El pasomás importante que se ha dado hasta elmomento para gestionar todos estosrecursos del río por parte del Gobiernoregional es la reciente aprobación delAcuerdo Andaluz del Agua.

Un documento consensuado

Las bases del Acuerdo Andaluz delAgua fueron aprobadas el pasado 5 dediciembre por el Consejo Andaluz delAgua, máximo órgano de participacióny consulta en la materia, tras más dedos meses de debate con los agenteseconómicos y sociales y con la partici-pación de expertos y científicos. El do-cumento cuenta con el visto bueno dela Administración, regantes, empresas,sindicatos y vecinos. Sólo se han mos-trado contrarios al texto los ecologis-tas. Todos ellos han estado de acuerdoen la necesidad de modernizar la admi-nistración hidráulica para que sea ca-paz de responder a una sociedad mo-derna, culta y preocupada por el medioambiente. No obstante, uno de los prin-

El Guadalquivir, pory para los andaluces

Por primera vez una comunidad autónoma tiene plenas

competencias sobre las aguas que transcurren por su territorio

y las gestionará a través del Acuerdo Andaluz del Agua

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7NACIMIENTO.Dos personascontemplan ennacimiento delGuadalquivir enla Sierra de Ca-zorla, Jaén.

51.900 kilómetros cuadrados tienela cuenca del Guadalquivir, el 59,2%de la superficie total de Andalucía

ACUERDOANDALUZDEL AGUA

Administración y agenteseconómicos y sociales hanconsensuado el Acuerdo

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cipales retos que se derivará del Acuer-do será la elaboración de Ley Andaluzade Aguas, en la que se incorporarán laprevención y lucha contra inundacio-nes, la gestión de las aguas subterrá-neas, la seguridad de presas y embalsesy la regulación de nuevos usos delagua, entre otros.

Cinco ideas fundamentales

El texto aprobado por el Consejo Anda-luz del Agua incluye 97 medidas, pla-nes y proyectos que giran en torno acinco ideas fundamentales: una ges-tión comprometida con las generacio-nes futuras; un uso sostenible y con ga-rantía del agua; una administración hi-dráulica más moderna y eficaz; unaparticipación activa de la sociedad y unnuevo régimen económico y financieropara un uso responsable del recurso. ElAcuerdo fija las bases de la nueva polí-tica de andaluza del agua que garanti-zará la disponibilidad del preciado lí-quido como elemento básico para laspersonas y los usos productivos. En es-te sentido, el documento recoge el pro-ceso de modernización regadíos con elque se hará efectivo el ahorro de agua.

El reto de la nueva políticade aguas es la modernizaciónde la administración

7DESEMBOCADU-RA. Imagen aéreade la desembo-cadura del ríoGuadalquivir enSanlúcar de Ba-rrameda, Cádiz.

Tarifas homogéneas y conincentivos para el ahorroEl Acuerdo Andaluz del Agua no de-ja de ser un documento de vital im-portancia para los ciudadanos comousuarios de los servicios hidráuli-cos. El documento apuesta por unamodernización del régimen econó-mico y financiero del agua para ga-rantizar los principios de equidad,eficiencia, calidad, responsabilidadmedioambiental y transparencia,así como para incorporar el criteriode recuperación de costes, previstoen la legislación comunitaria. Paraque esto sea una realidad todos losusuarios deberán contribuir a la fi-nanciación de los gastos de gestióndel agua de forma equitativa y pro-porcional a los servicios recibidos,con fórmulas como la facturación

por consumo en lugar de por super-ficie. Se establecerán unso bloquestarifarios homogéneos de nivel re-gional y se incentivará a través delas tarifas y cánones del agua su usoracional y, por el contrario, se pena-lizará el despilfarro. Se creará el Ob-servatorio Público del Agua, orga-nismo pionero en España y con se-de futura en Málaga, que permitiráestablecer estándares de calidadsobre el servicio que se presta a losusuarios. Otras previsiones que re-coge el Acuerdo son la delimitaciónde las zonas inundables en un pla-zo de 4 años y la gestión homogé-nea de las aguas subterráneas y su-perficiales para garantizar la unidaddel ciclo hidrológico.

Noventa y sietemedidas

El documento aprobado por el ConsejoAndaluz del Agua contempla, entreotras, la modernización de los regadíos

Proyectosde mejoraen toda lacomunidadEn la actualidad hay varias ac-tuaciones en trámite o en ejecu-ción realizadas por la Administra-ción General del Estado en Anda-lucía: Con cargo a los presupues-tos de la Dirección General delAgua se están llevando a cabo enla actualidad la presa de Siles y labalsa del Lleno de Cadmio para laregulación de los riegos del Gua-dalbullón, en Jaén y la mejora delcanal del Bajo Guadalquivir, enSevilla. Por otra parte, consigna-dos en las cuentas de la Confede-ración Hidrográfica del Guadal-quivir se están ejecutando lasobras de modernización de zonasregables del Bajo Guadalquivir yValdeojos-Hornillo (Lebrija), am-bas en Sevilla y la de la margenderecha del Genil en Sevilla y Cór-doba. Próximamente comenza-rán a realizarse las mejoras delabastecimiento del Quiebrajano(Jaén), la modernización de lazona regable de San Mauricio(Caparacena, Granada). Además,están redactados los proyectos dela mejora del abastecimiento a lamancomunidad de municipiosdel Aljarafe sevillano, la mejorade la zona regable de Algallarín-El Paraíso (Córdoba), el paso delas Infantas, San Julián, Fuente laPeña y Miralrío (Jaén).

Unas nuevas infraestructuras que su-pondrán un importante volumen de in-versiones que, “en la actual conyuntu-ra de crisis económico-financiera ac-tual van a tener un efecto positivo so-bre la generación de empleo”. Se prevéla puesta en marcha de nuevos servi-cios del agua y mejora de los existentesque “generará oportunidades y conso-lidación de empresas”, sobre todo, delmedio rural. El Acuerdo Andaluz delAgua es un plan ambicioso cuyo hori-zonte es el 2015 y cuyo reto es la mo-derninación de la Administración parahacerla más cercana e igual para losciudadanos. No obstante, los cambiosque se están produciendo en la Agen-cia Andaluza del Agua no significan ladesparición del concepto de cuenca nisu gestión, sino que se crearán cuatrodistritos hidrográficos que manten-drán las mismas sedes y las mismas la-bores de sus trabajadores.

06 Una nueva senda de 80 kms.dotará al río de un espacio ideadopara el ocio, la ecología y el turismo

EL EJEVERTEBRADORDE ANDALUCÍA

Vía Verde pararevitalizar el río

3 Laura Felices

lo largo de sus52.000 kilóme-tros cuadradosde extensión, elrío Guadalquivir

presenta muchas lecturas. Para la Sie-rra es eje de la vida, el paisaje y el tu-rismo rural. Para la Vega, elementoproductivo básico. Y es un paso flu-vial manso de enorme connotaciónurbanística cuando atraviesa las ciu-dades de Córdoba y Sevilla. Una veztraspasadas las últimas retículas ur-banas, la margen izquierda del ríodesdibuja de tal forma sus rasgos querompen el hilo conductor de la lectu-ra, perdiéndose el rastro hasta que al-canza el Atlántico en su desemboca-dura, a los pies del Parque Nacionalde Doñana. En estos últimos kilóme-tros, el río vuelve a utilizar un lengua-je nítido para identificarse como fron-tera natural entre Cádiz y Huelva.

El río recuperado

El paréntesis que se abre en su salidade la capital andaluza y que se cierracon su llegada al mar es el que ahora sepretende llenar de contenido turístico,

productivo y sostenble, exprimiendolas posibilidades que el río Guadalqui-vir otorga como único cauce fluvial na-vegable de España.

En los poco más de 100 kilómetrosde curso que separan la ciudad de Se-villa de Sanlúcar de Barrameda coha-bitan actualmente las formas más dis-pares de ocupación que, a lo largo deltiempo, han alterado el contexto pai-sajístico del río. La red viaria tambiénes precaria y está subordinarda a usosinmediatos. Estas circunstancias expli-can, según expertos, el confinamientoque sufre la ribera que presenta mayo-res opciones de recuperación para elocio, el turismo, el recreo y la ecología.

En este escenario, surge el plantea-miento de una Vía Verde de 80 kiló-metros entre Sevilla y Sanlúcar, a lolargo del río.

Según los autores de este proyecto,contemplado en el Plan de Dinamiza-ción Turística del Río Guadalquivir quepromueve la Consejería de Turismo yla sociedad Prodetur de la Diputaciónde Sevilla, “la Vía Verde Sevilla-Sanlú-car es el gran proyecto estrella en la ac-ción sobre la margen izquierda delGuadalquivir, que posibilitará la arti-culación territorial, el ennoblecimien-to del medio físico y la configuración

de un espacio inyectado de nueva sa-via de producción y rentabilidad cohe-rentes con sus peculiaridades”.

Un gran cordón umbilical

El Plan de Dinamización Turística delRío Guadalquivir afecta al tramo Sevi-lla-Sanlúcar de Barrameda. Sobre esteespacio concurren diversas adminis-traciones, especialmente las relacio-nadas con el medio ambiente, a nivelregional y nacional.

En este contexto, el plan tiene losobjetivos de desarrollar acciones queproporcionen condiciones de accesi-bilidad, instalaciones y equipamien-tos que permitan implantar activida-des turísticas.

Por ello, el cordón verde de 80 kiló-metros que partirá desde el centrohistórico de Sevilla hacia el mar su-pone “la columna vertebral de todaslas actuaciones”. Así lo asegura Ja-vier Baselga, director del Plan de Va-lorización Turística del Espacio Ma-risma/Guadalquivir, contempladoen el Plan marco de Dinamización Tu-rística del Guadalquivir.

Según detalla Baselga, actualmenteestá redactada una parte del proyecto,la que afecta al tramo de 50 kilómetros

A

El Plan de Dinamización Turística del Guadalquivir contempla el

trazado de un corredor desde la ciudad de Sevilla hasta Sanlúcar

entre los límites de los términos entreDos Hermanas y Lebrija. Esta Vía Ver-de está destinada al trafico peatonal,de caballos y bicicletas, y plantea va-rios accesos: desde Dos Hermanas, Co-ria, Los Palacios, Lebrija y Trebujena.Asimismo, el proyecto contempla die-ciséis áreas de interés paisajístico ycuatro áreas recreativas (dos en Lebri-ja, una Los Palacios y otra en Dos Her-manas). En cuanto a la dotación hote-lera, está prevista la creación de 300plazas (actualmente apenas hay dispo-nibles una docena).

Vuelve el paso a Isla Mínima

El primer paso para la recuperación delrío será la restauración del cruce debarcas de Isla Mínima y la creación deun parque litoral en su entorno. El pan-talán de 150 metros, con ca-pacidad para el atraquede pequeños crucerosy/o varios barcos demanera simultá-nea, estará operati-vo en junio. Esta esla primera de lasiniciativas en eje-cutarse de un Planque es tan ambicio-so, como técnica-mente factible y cuyasprincipales accioneshan sido incorporadasal Plan de Orde-nación Territorialde la Aglome-ración Urba-na de Sevi-lla.

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07El río,en verso

Antonio Gala es uno de los poetas queha versado al río en toda su trayectoria,“desde que nace hasta que desemboca”

Antonio Gala:“El río es un guiso de

bellezay saberes”3 Ana Zurita

EL Guadalquivir es, ysiempre ha sido, unaimportantísima fuen-te de riqueza natural,paisajística, cultural,social y económica

para la comunidad autónoma an-daluza. “El río grande”, sobre elque versan muchos de los escritos

de Antonio Gala, es una fuente deinspiración para artistas de todaslas disciplinas.

Para el escritor “todo es fuente deinspiración si se deja”, y así sucedecon el Guadalquivir, al que Gala hadedicado poemas “desde que naceen Cazorla hasta su desembocadu-ra en Sanlúcar, cuando ya estabapara morir, volvió la cara, porque sedespedía de la Andalucía”.

A su paso por Córdoba, An-tonio Gala lo percibe intimis-ta: “Cuando la reposada luzentorna los plateados párpa-dos del río”. Para el escritor,el Guadalquivir une Córdobay Sevilla y las hace superarsus diferencias.

El río identifica a Andalu-cía y a los andaluces. El Gua-dalquivir ha marcado la his-toria y la cultura de todos lospueblos que han habitado elterritorio, desde la Bética ro-mana. Dice Antonio Gala que“Andalucía tiene la misiónhistórica de ser creadora depuentes, es decir, pontíficeen estricto sentido: el puenteentre Europa y el Islam, elpuente hacia América, elpuente entre el ayer y el hoy,cuyo fruto es mañana”. Esto,

que puede ser un conceptoexpresado con la belleza dela palabra de un escritor, esuna realidad de casi ocho si-glos de permanencia de losalmorávides y almohades enAl-Ándalus.

El río es “una especie deextraño guiso de todas lasbellezas y sabidurías, de Es-paña y de fuera de España.Aquí, y especialmente enCórdoba, se encontraron losjudíos en la tierra prometiday le llamaron Sefarad. Ellosse encontraron en Al-Anda-lus que es el lugar de la luz”,afirma el escritor. Por eso nodudó en que su Fundacióndedicada a jóvenes creado-res debía estar aquí, ya que elrío “siempre le depara a cual-quier creador una sorpresa”.

08DOMINGO, 01-03-2009

3ANSELMO VALDÉSConsejero Delegado de LaMetro.Fox

POR la relevancia de suhistoria y del papel queha jugado, el Guadalqui-vir ha sido objeto de múl-tiples lecturas desde to-dos los ámbitos. El objeti-

vo de LaMetro.Fox es preparar una ex-posición que desarrolle y muestre deforma sintética y completa los diver-sos conocimientos que se tienen sobreel Río y el Valle del Guadalquivir, conla finalidad de difundir y divulgar lacomplejidad de su historia y la impor-tancia de su enclave geográfico. La ex-posición se centra en dos conceptosbásicos: el río como eje de civilizacio-nes y como creador de patrimonio.Una idea central a exponer será el pa-pel del curso del Guadalquivir comoelemento fundamental en la articula-ción territorial, económica y culturalde la región andaluza, a la vez que unode sus principales recursos naturales.

Asimismo, se incidirá en la vincula-ción entre las características físicas delterritorio y la configuración de un sis-tema territorial diversificado desde elpunto de vista humano, que abarcadesde los ámbitos de alta montaña alos espacios llanos de la marisma.

Esta pluralidad geográfica (a la queel propio río sugiere unidad), se refle-ja por un lado, a través de la presenta-ción de los principales espacios natu-rales del curso; por otro lado, presen-ta las diversas regiones geográficasdesde el punto de vista de la presenciay las actividades humanas (pobla-miento, actividades económicas, etc),reflejo de la aptitud y atracción quehistóricamente ha tenido el Guadal-quivir para sus pobladores.

Sobre estas reflexiones se estable-ce lo que a grandes rasgos podemosdefinir como bloques o definicionestemáticas.

El marco físico y territorial, la con-formación andaluza del territorio, susingularidad y diferencias del Gua-

dalquivir hacen de este accidentegeográfico un hilo o conducto gene-rador y constructor. El agua como sis-tema de transporte y comunicacióncrea un conjunto de relaciones huma-nas inigualable. Del mismo modo, losaspectos en torno al modo de vida,costumbres, rituales, música, cantesy bailes, gastronomía… crea una de-finición humana característica. Deaquí el Río como eje de civilizaciones,gracias a los intercambios y flujosculturales (Tartessos, el Río musul-mán y el cristiano. La Era de los Des-cubrimientos…). La nueva dinámicaeconómica producida por las nuevascondiciones náuticas tras la Carrerade Indias, la evolución en la econo-mía mundial en los siglos XVI-XVII, ypor consecuencia con la crisis de lasIlusiones e intentos de Reforma, en-tra por el Guadalquivir los funda-mentos del mundo moderno.

Por último, en este breve pero in-tenso paseo histórico llegamos a la ac-tualidad que tras la navegación a va-

por, los intentos de recuperación, laExpo 92, etcétera nos metemos en elGuadalquivir contemporáneo, dondemucho es lo que se puede y debe ha-cerse con este nervio, corazón y piezafundamental de nuestra Comunidad.

Las aguas del Guadalquivir han si-do objeto de especial predilección pa-ra los poetas. Son aguas que conocenel llanto del destierro y el deseo demorir de algún enamorado… Sinuestras vidas son los ríos, pocos co-mo este Guadalquivir podrán servirpara expresar una vida tan rica de si-glos y venturas.

Este desarrollo expuesto es el frutode un encargo realizado por EmasesaCultural con el fin de producir unamuestra/exposición sobre el río Gua-dalquivir y su paso por Sevilla desde sunacimiento hacia su unión con el océa-no. De aquí mi y nuestro agradecimien-to a sus responsables, en especial a suPresidente y al Consejero Delegado,por permitirnos adelantar este trabajoen las páginas de este medio.

La Metro.Fox prepara una exposición que aborda el papel del río como eje de civilizaciones y

creador de patrimonio, en un recorrido que va desde los primeros asentamientos a la actualidad

Losmisterios del río, aldescubierto

Visión Global La Metro.Foxofrece una completa panorámicasobre el río y su valle

CONOCER LOSSECRETOS DELGUADALQUIVIR

■ Hacia el siglo VI a.C. la Baja Anda-lucía conoce una regresión social y

económica y, más tarde, un cambio cul-tural impuesto por los turdetanos, algu-nos poblados son abandonados y otrossubsisten viviendo gracias al río y a sucomercio fluvial.

■ Sin el Guadalquivir no existiríaSevilla, suúnicarazóndeseres la

vía fluvial, el río que alimenta y persi-gue al hombre. La riqueza que se pro-duce en la llanura son gracias o debi-das a los aluviones que produce el río,de ahí que se instalen sus pobladoresen terrenos menos expuestos, espe-cialmente en los rebordes de la mesetadel Aljarafe.

■ Las tierras de Doñana se han idoformando por la colmatación del

estuariodelRío,el lagoLigurde los tex-tosclásicos. Estonoha impedidodesdela antigüedad su aprovechamiento; noenvano el arqueólogoydescubridor dela ciudad de Troya, Schulten, encontrópor los años 20 poblados romanos de-dicadosa la fabricacióndegarum(pas-ta de pescado) y salazones.

■ Concerteza es difícil datar el ori-gen de Baetis, llamado por los

romanos; pero a partir de Estrabón(66-24 a.C.) es conocido el río Betis.Estos lo magnifican como arteria flu-vial, pues con barcos de gran caladoera navegable hasta Hispalis y en bar-ca hasta Córdoba. Pero en tiempos deAugusto explota económicamente la

pleamar crece tres o cuatro codos, lle-vando entonces el agua ligeramentesalada, tornándose dulcísima al bajarla marea…”

■ Las plantaciones de naranjos sealternan con cuidados campos

de maíz, trigo o girasol, en el paisajeque domina el Río a su paso por la co-marca de la Vega del Guadalquivir: Al-calá, Alcoléa, Lora, Palma Almodóvar,todas del Río entre otras.

■ La anchura del Río por Córdoballegaba a los doscientos metros,

de ahí la longitud de su puente, partede la Via Augusta; de ella dijo Luis deGóngora en su Soneto a Córdoba: “¡Ohexcelso muro, oh torres coronadas dehonor, de majestad, de gallardía! ¡Ohgran Río, gran Rey de Andalucía (…)!”

■ A finales del siglo XVIII “el go-bierno español adoptó un

proyecto… se trataba de construirun canal que desde la Sierra delGuadarrama se uniese al Tajo, luegoal Guadiana, por último al Guadal-quivir en Andújar, y por consiguien-te daría vida a todo el interior deEspaña”, dijo Bourgoing a conse-cuencia del proyecto presentadopor el francés Le Maur.

■ Los toros que pastaron y pastana sus orillas constituyen, en la

especie brava, una casta especial quelos diferencia de los criados en el restode la Península Ibérica.

Bética, gracias a que sus productos agrícolas y meta-lúrgicos llegan a todo el Mediterráneo, los Países Ba-jos y las Islas Británicas.

■ La industrianavieracomienzaenelGuadalqui-vir en1817,con lavotaduradeunbarcodeva-

por, El Real Fernando o Betis, viniendo mas tarde elNeptuno, Trajano y Teodósio.

■ Según la leyenda popular, el apóstol Santiagoentró en barco por el Guadalquivir, llevando

trescristosparaubicarlosendiferente lugares,subar-co encalló en Coria del Río y allí dejo uno; que es elconservado en la Ermita del Cerro o de la Vera Cruz.

■ Jerónimo Münzer, en 1494 escribió: “El Betis,río caudaloso y navegable, que a la hora de la

1EL RÍO EN LAHISTORIA.Algunas reflexio-nes y curiosida-des en torno alGuadalquivir queLaMetro.Fox plas-mará en su expo-sición.

09DOMINGO, 01-03-2009

3FRANCISCO S. ROS GONZÁLEZProfesor de Historia del Artede la Universidad de Sevilla

EL gusto romántico por loexótico y lo lejano puso demoda a España en el sigloXIX. El carácter “oriental”que le conferían su extre-ma posición geográfica en

el sur de Europa, su pasado históricocon ocho siglos de presencia musulma-na y su desarrollo socio-económico ale-jado de la incipiente industrializaciónde las naciones occidentales hizo que seconvirtiera en objeto de interés de unpúblico ávido de experiencias pintores-cas. Así lo constataba el pintor francésEugène Delacroix, quien pasó por An-dalucía durante su viaje al norte de Áfri-ca: “Vuelvo de España, donde he pasa-do unas semanas: he visto Cádiz, Sevi-lla, etc. En este poco tiempo, he vividoveinte veces más que en varios meses enParís. Estoy muy contento de haber po-dido hacerme una idea de ese país. Anuestra edad, cuando se pierde unabuena ocasión como esa, ya no se vuel-ve a encontrar. En España he encontra-do todo lo que había dejado en tierra demoros. Nada cambia, sólo la religión: elfanatismo, además, es el mismo”.

El sur se convirtió en el paradigmadel mito romántico español. Todo loque los viajeros esperaban encontrar enEspaña estaba en Andalucía: una vege-tación diversa y exuberante, ruinas ro-manas, mezquitas y palacios musulma-nes, catedrales góticas, fiestas religio-sas, las corridas de toros, el flamenco,los tipos castizos —el contrabandista,el bandolero, el torero, el bailarín, elmajo y el gitano— y, por supuesto, losprofundos ojos oscuros de la andaluza.En las visiones literarias y pictóricas deAndalucía, el río Guadalquivir se con-virtió en referencia inexcusable, casimítica. “Tal era la ruta encantada por laque bajamos a orillas del Guadalquivir.Los ríos nutricios de Andalucía, al fin,nos aparecieron antes de llegar a Andú-jar. Sus aguas, un poco lodosas, teníanel tinte rosado de las del Nilo: era unaarmonía más en el paisaje”, escribió unentusiasmado Antoine de Latour al cru-zar Sierra Morena con el séquito de losduques de Montpensier.

En el caso de la pintura, además devistas del curso del Guadalquivir porbucólicos escenarios naturales, en loque resultó especialmente prolífico elsevillano Manuel Barrón, los artistasrománticos representaron el río sobretodo a su paso por Córdoba y Sevilla. Enla primera de estas ciudades, según elfamoso cuentista danés Hans ChristianAndersen, “la corriente arcillosa delGuadalquivir discurre por entre ruinashistóricas; si pudiesen mostrarnos en el

espejo de sus aguas las mudables imá-genes que se reflejaron en ellas, ¡cómonos deslumbrarían los miles de lámpa-ras resplandecientes de la realeza mo-ra, y los fuegos y bengalas de sus fies-tas! ¡Y cómo se colorearían las aguascon sangre de los muertos que flotaronen ellas! Veríamos visiones tales quenos harían estremecer”. Este interés delos viajeros por los monumentos medie-vales próximos al río hizo que la pers-pectiva más veces repetida a lo largo delsiglo XIX fuese aquélla que, desde lamargen izquierda, junto a la torre de laCalahorra, mostraba el puente proyec-tándose hacia la otra orilla, en la que selevantaba la mezquita-catedral. Fue laescogida para ilustrar Viage de Españade Antonio Ponz, Voyage pittoresque ethistorique de l’Espagne de Laborde oThe Arabian Antiquites of Spain de Ja-mes Cavanah Murphy.

El novelista francés Théophile Gautierafirmó que la única diversión que Córdo-ba ofrecía a un extranjero era afeitarse

en una de las numerosas barberías quehabía junto a la catedral o bañarse en elrío. El pintoresquismo del baño fue reco-gido por el barón Taylor en el dibujo quehizo del molino de la Albolafia, cuyo gra-bado incluyó en su Voyage pittoresqueen Espagne, al mostrar a un grupo dehombres combatiendo el calor del estíocordobés con zambullidas en las aguasdel Guadalquivir a plena luz del día.Nunca pudieron tomarse apuntes de losbaños femeninos porque se producíanpor la noche para evitar las miradas in-discretas. El episodio, de indudableatractivo erótico, sí quedó inmortaliza-do en la literatura, en la Carmen de Pros-per Mérimée: “Unos minutos antes delángelus, se reúne a la orilla del río ungran número de mujeres, debajo del pa-seo, que está bastante elevado. Ni un so-lo hombre se atrevería a mezclarse entreellas. Tan pronto como el ángelus suena,se considera que es de noche. Al dar la úl-tima campanada, todas esas mujeres sedesnudan y entran en el agua. Entonces

3ÓLEOS. Imagensuperior: ‘La To-rre del Oro’. DavidRoberts. 1833,Museo del Pradode Madrid.Debajo: ‘Vista deSevilla desde elpuente de Triana’,Manuel Barrón.1862, Madrid, Pa-lacio Real.

Andalucía se convirtió en destino prioritario para los viajeros románticos.

El gran río andaluz, el Guadalquivir, no escapó a estas miradas mistificadoras

La imagen romántica del río

Pintores y literatos del XIX serindieron al icono andaluz de lahistoria, el exotismo y la belleza

se oyen gritos, risas, un alboroto infer-nal. Desde lo alto del paseo, los hombrescontemplan a las bañistas, abren los ojoscomo platos y apenas ven nada”.

Como en Córdoba, las vistas docu-mentales de Sevilla desde el río busca-ron siempre incluir los monumentos re-ferenciales de la ciudad, la catedral y laGiralda,sinqueapenashayatestimoniosgráficos de la orilla de Triana, un arrabalque apenas interesó a los viajeros. De es-ta manera, fueron recurrentes las vistasdel río con la ciudad al fondo desde el an-tiguo paseo de Bella Flor que, entre 1826y 1829, se había transformado en las lla-madas Delicias de Arjona con la planta-ción de decenas de especies autóctonas yforáneas venidas de ultramar que acaba-rían evocando en los sentidos de visitan-tes como el escocés Henry David Inglis“una de esas distantes y fabulosas regio-nes de ensueño con que nos regala a ve-ces la fantasía de nuestros años de juven-tud”. Es muy conocida esta perspectivaen el dibujo del hispanista inglés RichardFord, fechado el 8 de mayo de 1832, en elque el autor incluyó una declaración deamor a la ciudad: “Sevilla de mi alma/ ayque de cosas/ me trae a la memoria/ y to-das amorosas./ Ruana hermosa/ en to-do lucida/ Quanto tú me querías/ y esta-bas de mí querida”.

Un enfoque más cercano eligió el pin-tor escocés David Roberts en su conoci-do lienzo “La Torre del Oro”, de 1833,hoy en el Museo del Prado, representan-do el puerto de Sevilla bajo la cálida luzdel atardecer, una visión que hizo derra-mar lágrimas al inglés George Borrowmientras “escuchaba al tordo y al ruise-ñor, entonando sus melodiosos cantosen los bosques, y aspiraba la brisa carga-da de la fragancia de los mil jardines denaranjos de Sevilla”. Repitiendo el mis-mo punto de vista que Roberts, el ferro-lano Jenaro Pérez Villaamil recreó elpuerto de época almohade transformán-dolo en una ensoñación de tintes orien-tales en su “Sevilla en tiempos de los ára-bes”, lienzo de 1848 conservado tam-bién en El Prado.

Lejos del idealismo anticuario de Vi-llaamil, la Sevilla isabelina se incorpo-ró a la senda del progreso. El símbolode los nuevos tiempos fue la sustitu-ción del viejo puente de barcas por elde Isabel II, inaugurado el 23 de febre-ro de 1852, que sigue siendo hoy díaun bello ejemplo de la revolucionariaarquitectura de hierro. La idea de mo-dernidad que emanaba de esta obrafue apreciada por la pintura, siendo re-producida en variadas perspectivasentre las que destacó aquélla que bus-caba el punto referencial de la catedraly la Giralda tras el barrio del Arenal yla plaza de toros de la Real Maestranzadesde las azoteas de la trianera calleCastilla.

LA INFLUENCIADEL GUADALQUIVIREN LAS ARTES

10“Para Andalucía, el río no nace en la Cañada

de las Fuentes, sino en la orilla del Atlántico”

Curso inversodel río grande

3 JOAQUÍN PÉREZ AZAÚSTREEscritor

EL río grande es la lluviasubterránea, la arteria ver-tebral de sangre que aban-dona el cuerpo herido ybusca por sus poros clari-dad. Andalucía es su río, su

referencia íntima, de espina medular,como respiración de un tiempo quietoque ha terminado siendo una movili-dad de permanencia. Así, se nos vuelveimposible concebir la permeabilidadque desde el sur se ha convertido en lahospitalidad del sitio de encuentro sinpensar en la antigua condición de vérti-ce o vector de un río que ha sido másque un río, que fue el límite inverso deuna contención. Del este hacia el oeste,atravesando Córdoba y Sevilla, prime-ro fue Río de Tartessos, llamado así porlos griegos que bebieron las aguas deFenicia, con el aliento invisible del reyArgantonio, después Betis romano yluego al-wadi al-Kabir: el río grande,cuando al-Andalus fue un oasis de civi-lización desnuda y plástica, sensorial ycromática, en que brilló el genio azul yla belleza de la princesa Wallada, la úl-tima luna, que ha novelado Matilde Ca-bello, o también la Córdoba de los ome-yas sobre la que reflexionó Muñoz Mo-lina que, para escribir sobre una ciu-dad, hay que ser previamente poseídopor ella. Así, para escribir sobre el Gua-dalquivir hay que ser poseído tambiénpreviamente por el río, por este gran ríode Andalucía que ha dado lugar a lospoemas no sólo de Góngora y de Lorca,sino también de Joaquín Romero Mu-rube, de los hermanos Álvarez Quinte-ro y de Pablo García Baena, quizá por-que el poema sea el último poro de esterío continuo de la luz.

Para Andalucía, su río vertebral nonace en la Cañada de las Fuentes, con suafluencia de arroyos diletantes, a 1.350metros sobre el nivel del mar, en la Sie-rra de Cazorla, sino en la orilla misma

3CARLOS BARRANCO MOLINAProfesor de la Universidad de Huelva

EL Guadalquivir ha sido testi-go a lo largo de la historia denumerosos episodios bélicosentre los pueblos que intenta-ban adentrarse en la penínsu-la a través de sus aguas. El río

guarda multiples secretos y uno de elloses la presencia vikinga.

Corría el verano del año 844 y los habi-tantesdeIsbiliyanosepodíanimaginarloqueselesveníaencima.Podríamoshacer-nos la idea de la estampa que se dibujaríaen la tarde que aparecieron las naves ríoarriba cuando en las orillas de la ciudadfluíaeltrajíncotidianodelostrabajospor-tuarios. En la península ibérica y en parti-cular en Al-Andalus hacia poco mas decien años que los árabes se adueñaron deestas tierras y las gobernaban con autori-dad, pero todavía estaba muy marcada lahuella romana que tanto tiempo tuvo pa-

ra dejar su impronta, teniendo en cuentaque hacía 400 años que la zona era unaprovincia de Roma. Convivían en Sevilla,junto con los árabes, godos y judíos. El si-glo IX, los normandos (vikingos o vare-gos) que vivían en la península escandi-nava,Suecia,NoruegayDinamarca,efec-túan expediciones por las islas británicasy la Europa continental llegando hastaItalia y Constantinopla por el Mediterrá-neoyhastaRusiaporelmarBáltico.

Ese año de 844 partieron de Escandi-navia y con 54 drakkars y otros navíos vi-kingos. En agosto, arribaron en Lisboa eintentaron apoderarse de la ciudad, pe-ro después de tres días de lucha contralos musulmanes, fueron obligados aabandonar la ciudad. Temiendo nuevosintentos de asaltos vikingos, Abderra-man II envió mensajeros a los goberna-dores de las coras andaluza alertandodel posible peligro. En septiembre los vi-kingos desembarcan en la cora de Sido-nia y toman el puerto de Cádiz. Desde

allí remontan el Guadalquivir y pasantres días fondeados en Yazirat Qibtil (IslaMenor), cerca de Sevilla, en Doñana.

El 30 de septiembre cuatro naves vi-kingas avanzaron hasta Qwara (Coriadel Río) cuyo pueblo fue destruido y supoblación asesinada. A continuación sedirigieron a Tablada, y en Los Alfareros,los normandos vencieron a los musul-manes. Viendo que las conquistas eranfáciles, el 3 de octubre llegaron a Sevillaen donde alertados por el destino de susvecinos, los habitantes huyeron haciaMorón, Carmona y los montes de Sevi-lla. Hasta el propio gobernador huyó aCarmona. A sus anchas, y habiendo sal-vado sin resistencia las antiguas y malconservadas murallas romanas que de-berían haber protegido la ciudad por suflanco fluvial, los vikingos, saquearonSevilla durante 7 días haciendo cautivosa los que no pudieron escapar. El día 10,el destacamento regresa a Isla Menor pa-ra poner a buen recaudo el botín obteni-

del Atlántico, entre Cádiz y Huelva, jun-to a Sanlúcar de Barrameda, y así va pa-seando por Doñana, ese territorio míti-co de Argónida que José Manuel Caba-llero Bonald ha convertido en verdadpoética, en una densidad sobre el len-guaje vuelta ya genética y paisaje, abra-zo pantanoso en las marismas que as-

cienden hasta Coria, hasta Puebla delRío, porque fue por aquí por donde en-tró la colonización primera de este cau-ce, por donde entro Fenicia y luego Gre-cia, para encontrar quizá una dinastíade reyes enraizados a la tierra, de reyesque eran parte del sol y la madera de es-ta tierra: la fantasmal Tartessos, de la

que sólo queda el tesoro de Carambolo yla creencia de que hubo una primerasensibilidad de aire y de luz, una pleni-tud de transparencia. Sin la navegaciónfluvial de Andalucía nunca habría exis-tido Andalucía: sin sus puertos de In-dias, como tan bien describe FernandoQuiñones la Cádiz navajera y marinera,acanallada y áspera, terrible y valerosa,en su novela La canción del pirata, ytambién sin la Sevilla que vio llegar elfruto y la riqueza de un expolio, el oro enlas Américas, esa travesía de hombrescurtidos que hacían del oeste y de suriesgo una salvación. Sin embargo, qui-zá ha sido el sentido de una aceptaciónlo que más ha definido Andalucía, su ca-rácter flexible, y así se ha ido forjando,siglo a siglo, una identidad sobre el dra-gado del río en algunos tramos, la forti-ficación de los canales, para hacer nave-gables los trechos más fornidos de unagua muscular de hambre bravía, conlos pueblos del Aljarafe, fundiéndose enSevilla con el río Guadaíra, poco antesde la Algaba, La Rinconada, Brenes y Vi-

Vikingos en el Guadalquivir

UN RÍO DELETRASE HISTORIA

Tres autores siguen latrayectoria natural, histórica, poéticay cultural del principal cauce andaluz

do y volver a Sevilla. En esto Abderra-man envía su ejército a Sevilla y al ver elpoderío musulmán, los normandos serepliegan en Tablada a donde acude enofensiva el ejercito del emir, mas otrosprocedentes de Córdoba. El 2 de no-viembre el ejército musulmán rodea alos normandos, con almajaneques (es-pecies de catapultas) y son vencidos porprimera vez. Se cuenta que incendiaron30 barcos vikingos y hubo 100 muertosen combate y 400 ejecutados en el acto.Por las palmeras de la ciudad se podíanver cabezas vikingas colgando de cuer-das a modo de jamones en curación. Nocontentos con la derrota, los vikingosque quedaban, esperaron refuerzos deNiebla y se dirigieron al Aljarafe, lugarque también saquearon, hasta que defi-nitivamente se pusieron en fuga a la lle-gada de la caballería musulmana. En laintención decisiva de huir, aparecenquince naves musulmanas que le infli-gen un golpe de muerte.

Abderraman ordenó reconstruir lasantiguas murallas y la construcción deuna atarazana para la construcción debarcos nuevos, que precisamente sirvie-ron para proteger el segundo ataquenormando quince años después.

DOMINGO, 01-03-2009

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3 ISMAEL YEBRA SOTILLOEscritor y Dermatólogo

SÍ se llama un libro de JulioLlamazares en el que reco-rre el curso del Curueño ylos pueblos situados juntoa su cauce, algunos de loscuales desaparecieron al

ser anegados tras la construcción delembalse de Riaño. Olvido es la pala-bra que me viene a la cabeza cuandohe de referirme al Río Grande de An-dalucía. Olvido de proyectos y sensi-bilidades. Olvido, es lo peor, de perso-nas y recuerdos individuales. Si lasaguas del río siempre son oscuras ytraicioneras, sus orillas y los terrenoscercanos al cauce no es raro que seanzonas abandonadas, incómodas, po-co habitables. Son espacios misterio-sos cuando no sucios y peligrosos.Cuando a alguien se le pregunta porun lugar emblemático de su ciudad

unos, en Sevilla, dirán que la Giralda;otros, en Córdoba, que la mezquita.Dudo que alguien citara al río. ¿Porqué decimos que tenemos apego a latierra cuando, en realidad, lo es alagua? ¿Qué sería de nosotros sin elagua? Ya sea al mar en las capitalescosteras o al río, en las ciudades de in-terior, el agua está en el origen y el de-sarrollo de los emplazamientos urba-nos. ¿Hubieran sido lo mismo Lon-dres sin el Támesis, París sin el Sena,Viena sin el Danubio o Florencia sin elArno?

Salvo en los años que fue puerta ypuerto de Indias, Sevilla ha vivido ysigue viviendo de espaldas al río. Unhecho sintomático es que el momentoesplendoroso de la ciudad haya sido,precisamente, cuando el Guadalqui-vir ocupó el lugar que le correspon-día. Lo mismo podríamos decir deotras ciudades andaluzas en los mo-mentos en los que han dado la espal-

da a su agua. No es sólo una pérdidade la memoria, sino de posibilidades.

Para mí, niño nacido y criado en elcentro de la ciudad de Sevilla, aproxi-marme al río era acercarme a una fron-tera, a un límite. Triana, al otro lado,me parecía otro mundo, otro ambien-te, otra sensibilidad. La otra orilla,también nuestra, querida, pero dife-rente. Otra forma de entender y vivirmi ciudad. Gustaba de pasear por laorilla de San Telmo y ver los barcos queallí anclaban. De noche, las sirenas seoían en el silencio de la madrugada o alamanecer. Los viejos decían que esoera signo de agua. Que si se escucha-ban en el centro los silbatos de los bar-cos, era lluvia segura.

Cada día, el periódico daba la lista debarcos entrantes y salientes del puerto.A los ojos de simples merodeadores,los petroleros no tenían el más mínimointerés. Los cargueros resultaban másinteresantes, al igual que los yates quellegaban para las fiestas primaverales.Lo que más se celebraba era la llegadade algún buque escuela, recuerdo elAmérico Vespuccio de la armada italia-na, con sus velas extendidas en plenopaseo de las Delicias y la nota pintores-

ca que ponían los marineros, en sus ra-tos de paseo, vestidos de uniforme re-partidos por toda la ciudad.

Tras la imagen de un barco ancladoen el río era fácil imaginar rutas y paí-ses lejanos, marineros y aventurerostatuados, rubios como la cerveza, aun-que en realidad fueran morenos ymalhablados. Ver partir un tren creauna sensación de nostalgia y tristeza,pero ver salir un barco camino de lamar da una impresión de aventura, deamplitud de espíritu, de mundos pordescubrir. Era fácil para un niño vis-lumbrar desde la Torre del Oro las ma-rismas del Guadalquivir, la desembo-cadura de Doñana y, a partir de ahí, elmundo, el otro mundo, el que se exten-día más allá de nuestro pequeño círcu-lo de ciudad provinciana. Aquellosmundos que veíamos en las escenas deMoby Dick o Lord Jim, que leíamos enlas novelas de Julio Verne o Emilio Sal-gari. La televisión era escasa. Los vi-deojuegos no existían. El mundo aúnno estaba enlatado. Era el reino de lafantasía, de la ilusión. Ya de mayor, se-ría fácil comprender que ese era el es-pacio de la imaginación. Nada más ab-surdo que pretender acercarla al poder.

llaverde del Río, Tocina y Cantillana,donde ya ha recibido al río Viar: así, fueen Cantillana donde Curro Jiménez, hi-jo de Andrés el barquero, se amarró alfaldón del monte para dominar la sierray escribir los renglones ocultos de unahistoria que, muchos años después, da-ría a la Transición su héroe sonoro.

Luego por Tocina, por Alcolea y porLora, también por Peñaflor, porque enla provincia de Sevilla el río se agranda,es una mano henchida de presencia queha querido cuajar su sed dormida: ¿có-mo concebir Andalucía sin esta indaga-ción de tierra adentro, sin esta invita-ción hacia lo ajeno? En el curso del río,lo ajeno ya comienza a ser del curso, sehace así plaquetas sobre el fango, sobreel lodo del río, y se va dibujando por latierra la geografía primera, esponjosa ycrucial, de una penetración acompasa-da, con un ritmo suave, que es la natura-leza de un pueblo que es porosidad.

Ya en Palma del Río, se le unen los ríosRetortillo y Genil: el Genil, que ha pasa-do por Puente Genil, tierra del poeta mo-

dernista Manuel Reina, al que leyó mu-cho Juan Ramón, de Juan Rejano y deRicardo Molina, que escribió tanto delGuadalquivir. Últimamente, también hasido Puente Genil conocida como la tie-rra de José Luis Rey, poeta quizá alejadode esta tradición del río revuelto, que pu-do así soñar su adolescencia con otros rí-os ingleses, con la sombra de Keats, deColeridge y Shelley, mirando el río Ge-nil: quizá porque todos los ríos puedenser al fin el mismo río, y el Genil es elGuadalquivir y es también el río que unatarde creamos ver en él, su cauce oculto.

Bembézar y Almodóvar, donde se uneal río Guadiato, tras pasar por Posadas,un pueblo transido de memoria cosidapor las manos delicadas y finas de unadesolación. Salen a su encuentro los ríosGuadalmilla y Guadajoz, atraviesa Cór-doba, otea el río Arenoso, Pedro Abad yEl Carpio, Villa del Río y Montoso, en es-te curso bajo que es la deflagración, suentrada ya rotunda en el corazón de latierra, título muy hermoso de Juan Co-bos Wilkins referido a las minas de Río-

tinto que viene bien aquí, por solidez.Río Guadalimar, río Torres, Puente

del Obispo, cerca de Baeza: así, sobre laBaeza de Antonio Machado ha publica-do un bello libro Fanny Rubio. Del Gua-

dalquivir escribió él: “Oh Guadalquivir!/ te vi en Cazorla nacer / hoy en Sanlú-car morir. / Un borbollón de agua clara,/ debajo de un pino verde, / eras tú, ¡québien sonabas! / Como yo, cerca del mar,/ río de barro salobre, / ¿sueñas con elmanantial?”. Hacia el manantial subi-mos, en este curso inverso del río grandecomo porosidad, como una explicacióndel carácter andaluz, si de verdad exis-te, al menos a la lumbre de una historiaque nos hizo acoger, y recoger, el valor

primigenio de una aceptación, la per-meabilidad como costumbre: río Jandu-lilla, Guadiana Menor, embalse de Pe-dro Marín cerca de El Donadío, en Úbe-da, y también embalse de Doña Aldon-za, Marmolejo y río Yeguas, Andújar y elrío Jándula, Villanueva de la Reina, elsur de Sierra Morena, río Rumblar yGuadalbullón, Mengíbar y sus cántarosfrutales, cerámica de luz que ha ido sa-cando siempre agua del río, haciéndolafrecuencia ante el calor en las casas.

En este plan podríamos seguir, en estavuelta inversa hacia el origen, que es enverdad final en nuestro río cuando elGuadalquivirse interna hacia la sierra deCazorla, pasando por Jaen, hallando suremanso pendular en el Pantano delTranco, cerca de la Sierra de Las Villas:Villacarrillo, río Cañamares, Vega de Ca-zorla, embalse del Puente de la Cerrada,arroyo del Chillar, amasijo continuo deemociones, de pueblos y horizontes, enuna latitud del agua inquieta que es elcontenido de una verdad geográfica.Realmente, ¿cómo somos? ¿Hay una ex-plicación de nuestra vida que pueda ci-mentarse en este río? Desde el punto devista histórico, al menos, la respuesta es-tá escrita: pero no en el viento, como enla canción de Bob Dylan, sino en nuestraviveza hecha de estratos, de pueblos quehan ido haciendo este mismo recorridode ambición y fijeza. Así, ellos fueronmuriendo pero dejaron rastro, un sedi-mento que ahora somos nosotros, quizáen la versión pobre del sustrato, la únicavisible hasta el momento.

Escribió Góngora: “Arroyo, ¿en quéha de parar / tanto anhelar y morir, /tú por ser Guadalquivir, / Guadalqui-vir por ser mar?”. Quizá el Guadalqui-vir es el mar interior de la memoria,ese libro oculto de las aguas como enla novela de Alejandro López Andra-da, esa novela íntima que se ha estadoescribiendo sin nosotros. Hemos sidoun pueblo conquistado, asaltado enlos márgenes del río, pero ésta fuetambién nuestra conquista.

‘El río del olvido’

5 EN LA RETINA.El río a su pasopor la ciudad deSevilla en estaimagen de Anto-nio del Junto, re-conocido fotógra-fo y experimenta-do retratista delGuadalquivir.

“El Guadalquivir ha sidomás que un río. Fue el límiteinverso de una contención”

PérezAzaústre

Alianza “Hemos sido un puebloconquistado, asaltado por el río, peroésta fue también nuestra conquista”