Psicología de La Restauración, o Por Qué Un Rumor Increíble Estremece a La Revolución
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"El arado y el mar" Psicología de la restauración, o por qué un rumor increíble estremece a la Revolución Por: Toby Valderrama y Antonio Aponte | Viernes, 27/03/2015 03:30 PM | Versión para imprimir Hace cien años un gran psiquiatra y revolucionario, Wilhelm Reich se llamaba, advertía que la teoría revolucionaria había abandonado el lado espiritual de la lucha y se confinaba a una especie de cientificismo, a un economicismo que no funcionaba. Se lamentaba que este error de los revolucionarios abría la puerta al nazismo que, en el vacío, se apoderaba de la psiquis de las masas, mientras las fuerzas revolucionarias se contorsionaban buscando respuesta a sus derrotas. El Che declaraba que un Socialismo de mera distribución no le interesaba. Rosa Luxemburgo, en alguna oportunidad dijo que el Socialismo no era un asunto de cuchillo y tenedor, afirmaba así que el campo de batalla era el espíritu, el corazón y no el estómago. Fidel sentenció que se debe crear riqueza a partir de la conciencia, y no pretender crear conciencia a partir de la riqueza. Está claro, los intentos revolucionarios han fracasado, y lo hacen al abandonar el espíritu y caer en la tentación de la compensación material, al no dar a la masa razones sagradas, o como diría el Che, al usar las armas melladas del capitalismo para intentar construir el Socialismo. Se deduce que la psiquis del Socialismo, la espiritualidad del combate del Socialismo enfrentado al capitalismo, está esperando por estudio. Un buen comienzo de este análisis es la pregunta ¿por qué cae la Unión Soviética y por qué Cuba permanece? La respuesta comienza con la Revolución Cubana, con el olvidado Che, quien en todo su pensamiento aboga por la primacía de la conciencia, y tiene a la crítica como un pilar de la formación de la espiritualidad revolucionaria. Nada más recordemos que criticó a la Unión Soviética cuando pocos se atrevían, y trazó el camino para salvar al campo socialista; desgraciadamente, como suele suceder, la crítica no fue comprendida. Intentemos oír las voces de los cabeza de yema diciendo: “éste le hace el juego a la cia”, “criticando a la URSS, divide el campo socialista”, “que se pensará”, “está sospechoso este argentino, escribiendo tan feo”, “para mí que lo captó el enemigo”... desgraciadamente, no oyeron y el campo socialista se derrumbó estrepitosamente. El pensamiento revolucionario se estancó con esta pérdida. Hoy no tenemos claro cómo es la lucha entre el Socialismo y el capitalismo en el inconsciente, cómo las pulsaciones egoístas del inconsciente consiguen sobrevivir a los cambios en la existencia, cómo ese egoísmo termina siendo soporte de la restauración de lo viejo. Hay mucho que estudiar, bastante que clarificar, será tarea de los psicólogos y psiquiatras que se adentren en esta nueva 13 4 Comparte en las redes sociales Síguenos en Facebook y Twitter Seguir a @ aporrea Toby Valderrama Principal Principal / Ideología Ideología y Socialismo Socialismo del del Siglo Siglo XXI XXI Principal Secciones Foro Nosotros Colabora Publicidad Me Me gusta gusta
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"El arado y el mar"Psicologa de la restauracin, o por qu un rumor increble estremece a la Revolucin
Por: Toby Valderrama y Antonio Aponte | Viernes, 27/03/2015 03:30 PM | Versin para imprimir
Hace cien aos un gran psiquiatra y revolucionario, Wilhelm Reich se
llamaba, adverta que la teora revolucionaria haba abandonado el lado
espiritual de la lucha y se confinaba a una especie de cientificismo, a un
economicismo que no funcionaba. Se lamentaba que este error de los
revolucionarios abra la puerta al nazismo que, en el vaco, se apoderaba de
la psiquis de las masas, mientras las fuerzas revolucionarias se
contorsionaban buscando respuesta a sus derrotas.
El Che declaraba que un Socialismo de mera distribucin no le interesaba.
Rosa Luxemburgo, en alguna oportunidad dijo que el Socialismo no era un
asunto de cuchillo y tenedor, afirmaba as que el campo de batalla era el
espritu, el corazn y no el estmago. Fidel sentenci que se debe crear
riqueza a partir de la conciencia, y no pretender crear conciencia a partir de
la riqueza.
Est claro, los intentos revolucionarios han fracasado, y lo hacen al
abandonar el espritu y caer en la tentacin de la compensacin material, al
no dar a la masa razones sagradas, o como dira el Che, al usar las armas
melladas del capitalismo para intentar construir el Socialismo.
Se deduce que la psiquis del Socialismo, la espiritualidad del combate del
Socialismo enfrentado al capitalismo, est esperando por estudio. Un buen
comienzo de este anlisis es la pregunta por qu cae la Unin Sovitica y
por qu Cuba permanece? La respuesta comienza con la Revolucin Cubana,
con el olvidado Che, quien en todo su pensamiento aboga por la primaca de
la conciencia, y tiene a la crtica como un pilar de la formacin de la
espiritualidad revolucionaria. Nada ms recordemos que critic a la Unin
Sovitica cuando pocos se atrevan, y traz el camino para salvar al campo
socialista; desgraciadamente, como suele suceder, la crtica no fue
comprendida. Intentemos or las voces de los cabeza de yema diciendo: ste
le hace el juego a la cia, criticando a la URSS, divide el campo socialista,
que se pensar, est sospechoso este argentino, escribiendo tan feo,
para m que lo capt el enemigo... desgraciadamente, no oyeron y el
campo socialista se derrumb estrepitosamente.
El pensamiento revolucionario se estanc con esta prdida. Hoy no tenemos
claro cmo es la lucha entre el Socialismo y el capitalismo en el inconsciente,
cmo las pulsaciones egostas del inconsciente consiguen sobrevivir a los
cambios en la existencia, cmo ese egosmo termina siendo soporte de la
restauracin de lo viejo. Hay mucho que estudiar, bastante que clarificar,
ser tarea de los psiclogos y psiquiatras que se adentren en esta nueva
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ciencia que podra llamarse Psicologa poltica, y de los polticos que se
importen por la psicologa. Llegar el da en que las dos ciencias, psicologa
y poltica, estn unidas.
Esta Revolucin chavista nuestra est en grave peligro, quin puede
negarlo sin ser cndido. La falla debemos buscarla en la psicologa de
masas, all se han cometido errores graves que nos llevan a perder la
guerra en el inconsciente colectivo. Los sntomas son claros. El fenmeno
del bachaqueo tiene en el fondo el soporte del egosmo anclado en el
insconsciente, la prdida brutal de apoyo de la Revolucin tiene, sin
dudas, el mismo soporte. Ahora, este rumor de los nios robados es un
clsico de las clases dominantes cuando bucean en el inconsciente buscando
pilares egostas desde donde ir contra lo nuevo. El temor al despojo del
nio dispara mecanismos inconscientes, conductas que luego son
conducidas al temor de la prdida de todo, de cualquier cosa, desde la
harina hasta la oportunidad de ir al extranjero; se acumula as una energa
negativa que acaba por derribar el edificio revolucionario. Ejemplos de
esta locura sobran, como aquella mujer que luchaba para que no le quitaran
una casa que no tena, o aquellos que teman que el gobierno les quitara la
casa que meses antes les haba dado. La capacidad de razonar no entra en
esta etapa, son reacciones inconscientes.
Lamentablemente, la Revolucin ha fortalecido estos pilares. Ms all de
cualquier discurso, de los errores polticos cometidos, encontraremos el
estmulo al egosmo, la bsqueda de afectos con la recompensa material, los
dakazos. Y sobre todo, el abandono de las compensaciones espirituales, el
olvido de las razones sagradas por las cuales luchar, la carencia del sentido
nuevo que la Revolucin debe dar a la existencia, la conciencia del deber
social. Sin esta espiritualidad, la Revolucin es idntica al capitalismo, y la
derecha interna y externa se confabulan para ahogarla.
En los prximos das, esta guerra psicolgica arreciar: el temor a la guerra,
el miedo al despojo de los nios requieren una respuesta que tiene que ir
ms all, ser ms rigurosa, que los desplantes de algn ministro, o la letana
de los logros materiales de la Revolucin.
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