PROPAGACIÓN in vitro DE LOS...

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PROPAGACIÓN in vitro DE LOS PORTAINJERTOS DE CEREZO (Prunus avium L.) GISELA 5 Y Prunus cerasus.

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PROPAGACIÓN in vitro DE LOS PORTAINJERTOS DE CEREZO (Prunus avium L.) GISELA 5 Y Prunus cerasus.

ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN 1 2. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA 4 2.1. Características de los patrones de cerezo 4 2.1.1. Gisela 5 4 2.1.2. Prunus cerasus 6 2.2. Propagación del cerezo 6 2.3. Selección del explante 7 2.3.1. Explantes utilizados en Prunus 7 2.3.2. Cultivo de segmentos nodales 8 2.4. Tratamiento de desinfección 8

2.5. Pardeamiento y antioxidantes 9 2.6. Medio de cultivo 11 2.7. Organogénesis 13 2.7.1. Rizogénesis in vitro 13 2.7.2. Neoformación de yemas 14 2.8. Reguladores de crecimiento 14 2.8.1. Auxinas 15 2.8.2. Citoquininas 15 2.9. Proliferación 16 2.10. Enraizamiento 17 2.11. Aclimatación 18

3. MATERIALES Y MÉTODOS 22 3.1. Ubicación de los experimentos 22 3.2. Material vegetal 22 3.3. Medio de cultivo 22 3.4. Manipulación del material vegetal 24 3.5. Mediciones de los parámetros a evaluar 26 3.6. Ensayos 27 4. PRESENTACIÓN Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS 44 5. CONCLUSIONES 66 6. RESUMEN 67 7. ABSTRACT 68 8. LITERATURA CITADA 69 ANEXOS

1. INTRODUCCIÓN

Durante los últimos seis años, el cultivo del cerezo ha logrado un importante

crecimiento. Esto se ve reflejado en las cifras que entrega ODEPA (2003) de la

temporada 2001/2002 en cuanto a volumen de producción 32.000 ton, exportación

12.700 ton y superficie 6.200 ha.

La situación anteriormente descrita se ha generado como respuesta a las favorables

condiciones del mercado externo, en conjunto con la aparición e introducción de

nuevas variedades y portainjertos, como así también de un manejo que incorpora

riego presurizado y sistemas de conducción bien definidos, asociados a un aumento

en la densidad de la plantación y a nuevas técnicas orientadas a reducir el

crecimiento vegetativo e inducir una rápida entrada en producción (FUNDACIÓN

CHILE, 2000).

Dado lo anterior, en los últimos años se han desarrollado diversos patrones de

cerezo, respondiendo a una necesidad de renovación de los que se utilizaban

tradicionalmente (HORMAZA y GELLA, 1996). Algunos de estos nuevos

portainjertos de cerezo que se están utilizando comercialmente son el portainjerto

enanizante Gisela 5 y Prunus cerasus, portainjerto propagado vegetativamente, por

yemas o estacas, debido a su estructura genética heterocigótica.

Para responder a la alta demanda de los nuevos portainjertos ha sido necesario

desarrollar otros sistemas de propagación. Uno de estos sistemas es la propagación

in vitro, práctica que se ha establecido en la industria comercial. Esta técnica tiene la

ventaja de lograr un gran número de plantas idénticas, pues se evita la heterocigosis

del árbol, y se obtienen plantas libres de enfermedades; especialmente de virosis.

Además, este sistema de propagación se ha desarrollado como una nueva

alternativa para aquellos portainjertos difíciles de propagar a través de otros

métodos, como son el enraizamiento por estacas o la propagación por semillas.

A través de este taller se realizó la propagación in vitro del portainjerto para cerezo

Gisela 5 y Prunus cerasus, con los que se ensayaron distintos métodos de

desinfección y diferentes medios de cultivo en tres de las cuatro etapas que forman

parte de la propagación in vitro: establecimiento, multiplicación y pretransplante

(enraizamiento y aclimatación) (HARTMANN y KESTER, 1995).

Esta investigación se desarrolló como continuación del taller realizado por VARGAS,

2003.

En el presente taller de investigación de proponen cuatro hipótesis:

• El uso de hipoclorito de sodio y fungicidas en la etapa de establecimiento,

tienen efecto antiséptico sobre los explantes de los portainjertos Gisela 5 y

Prunus cerasus.

• Utilizando en el medio de cultivo citoquininas y auxinas en una relación

favorable a las citoquininas, la multiplicación de los brotes de los

portainjertos Gisela 5 y Prunus cerasus es más efectiva.

• Al reducir la concentración de los macro y microelementos del medio de

cultivo MURASHIGE y SKOOG (1962), y aplicando a este medio ácido

indolbutírico (AIB) se obtiene un óptimo enraizamiento de los brotes del

portainjerto Gisela 5.

• El porcentaje de plantas sobrevivientes en la etapa de aclimatación aumenta

al someter las plantas propagadas in vitro a una preaclimatación en la

cámara de crecimiento.

El objetivo general de esta investigación es establecer un protocolo de propagación

in vitro para portainjertos de cerezo.

Los objetivos específicos son los siguientes:

• Evaluar el efecto de la desinfección de los explantes a distintas

concentraciones de hipoclorito de sodio para iniciar un cultivo aséptico in

vitro.

• Protocolizar un medio de cultivo de los explantes para la proliferación.

• Protocolizar un medio de cultivo de los explantes para el enraizamiento.

• Evaluar el efecto del uso de sellos de polipropileno sobre la aclimatación de

plantas de Gisela 5 propagadas in vitro.

2. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA 2.1. Características de los patrones de cerezo:

2.1.1. Gisela 5

Es un híbrido seleccionado en la Universidad Justus Liebig de Giessen (Alemania)

(LORETI y GIL, 1993).

Su origen es el cruzamiento de Prunus cerasus “Stockton morello” x Prunus

canescens. Se propaga por estaca semileñosa y también in vitro. Induce un vigor

débil, (menos de la mitad del F12-1) (Figura 1), una fructificación precoz, es

resistente a los fríos invernales, no produce sierpes y permite que las variedades

injertadas tengan ángulos de inserción de estructura abierta (PINOCHET y

TORRENTS, 1998).

Otorga una productividad muy buena y muy rápida a la variedad injertada sobre él,

pero puede disminuir el calibre de la fruta (CLAVERIE, 2002).

Pruebas en Alemania indican que no puede ser situado en condiciones anaeróbicas

en suelos arcillosos, donde Phythophtora puede causar daño. Muestra alguna

tolerancia a infecciones por PNRSV (Prunus Necrotic Ringspot Virus – Virus del

anillado necrótico de los Prunus) y PDV (Prune Dwarf Virus – Virus del enanismo de

los Prunus) (WEBSTER y LOONY, 1996).

En vivero, la variedad injertada sobre este patrón se injerta utilizando el injerto en

escudete. Principalmente se realiza a fines de enero. En relación con la afinidad de

injerto aparentemente ha resultado poco satisfactoria en Gisela 1 y Gisela 5, pero

buena en Gisela 10 (LORETI y GIL, 1993).

FIGURA 1. Tamaños referenciales de portainjertos de cerezos.

2.1.2. Prunus cerasus

Se desconoce su origen. Se propaga fácilmente por hijuelos o sierpes que nacen de

las raíces de los portainjertos de guindo agrio en huertos de cerezo ya establecidos

o de árboles aislados de la propia especie. Esta facilidad de emisión de rebrotes

representa a la vez una característica negativa desde el punto de vista productivo

del cerezo (JOUBLAN, 2002).

En Chile se usaba en suelos pesados y húmedos donde no prosperan otros

patrones como Mericier o Prunus mahaleb. Este patrón induce una mayor

precocidad en la producción y reduce el desarrollo, lo que permite una mayor

densidad de plantación. Como características negativas muestra un cierto grado de

incompatibilidad que se manifiesta por un mayor diámetro de la variedad que del

patrón. Su arraigamiento es muy superficial y débil por lo que puede presentar un

anclaje insatisfactorio que hace al árbol crecer inclinado. Desde el punto de vista

sanitario es afectado por cáncer bacterial, aunque aparentemente presentaría una

mayor tolerancia que el cerezo. También presenta problemas con algunas virosis

(JOUBLAN, 2002).

2.2 Propagación del cerezo:

Tradicionalmente la propagación se realizaba mediante injerto sobre patrón obtenido

a partir de semilla, con la ventaja de que la semilla evitaba la transmisión de

enfermedades, pero con el inconveniente de que se obtenían patrones vigorosos y

heterogéneos (INFOAGRO, 2004). En el caso de estos portainjertos, las plantas se

cultivan muy juntas en un semillero durante un año, luego se trasladan al vivero,

plantándola a unos 10 cm de distancia y se les deja crecer un segundo año antes de

injertarlos de yema. Si las condiciones de crecimiento son buenas, las semillas se

pueden plantar en forma directa en el vivero, temprano en primavera, y las plántulas

estarán suficientemente grandes para injertarse a fines del verano o principios de

otoño (HARTAMANN y KESTER, 1995).

Actualmente se tiende a hacer el injerto sobre patrones clonales de guindo, Santa

Lucía y cerezo. Tras un año de cría del patrón se realiza el injerto y se deja crecer

un año más antes de llevar a cabo el transplante (INFOAGRO, 2004).

El tipo de injerto utilizado es el de yema en T o injerto de astilla (HARTMANN y

KESTER, 1995).

En los últimos años se ha desarrollado la técnica in vitro para la propagación de

portainjertos y variedades comerciales de cerezo, técnica que se ha desarrollado de

manera comercial en viveros extranjeros y nacionales como es el caso de Vivero

Sur.

2.3. Selección del explante:

2.3.1. Explantes utilizados en Prunus

Existen numerosos informes de ensayos anteriores donde son utilizados diversos

tipos de explantes para la micropropagación de cerezos, obteniendo diversos

resultados.

MUNA et al. (1999), DAL ZOTTO y DOCAMPO (1997), MILLER et al. (1982) y SNIR

(1982) utilizaron ápices de yemas obteniendo muy buenos resultados en el

establecimiento y las fases sucesivas de la propagación in vitro de cerezos.

Por otro lado DRADI, VITO y STANDARDI (1996) usaron segmentos nodales que se

comportaron satisfactoriamente. OZZAMBAK y HEPAKSOY (1997) usaron

segmentos nodales de guinda ácida del cultivar “Heimanns Rubinweichsel”, donde

obtuvieron 1500 brotes a partir de un explante después de cinco meses de periodo

de subcultivo.

2.3.2. Cultivo de segmentos nodales

Con este nombre se conoce el aislamiento de una yema, junto con una porción de

tallo, para obtener un brote a partir de la yema. Cada una de las yemas que se

encuentran en las axilas de las hojas pueden ser aisladas sobre un medio nutritivo,

intentándose así su desarrollo in vitro. La velocidad de propagación depende del

número de yemas disponibles, si este número es pequeño la velocidad de

multiplicación resultará lenta. Cuantas más hojas se inicien, habrá más número de

yemas disponibles y por lo tanto la propagación será más rápida (PIERIK, 1990).

El método de segmentos nodales ha producido un éxito apreciable en muchas

plantas diferentes: papas, Vitis rupestris, peral, rosal, Hedera helix, Salix babilonica,

etc. (PIERIK, 1990).

2.4. Tratamiento de desinfección:

La desinfección del explante es uno de los factores más importantes que afectan el

éxito del establecimiento del explante estéril en un medio de cultivo.

Para la desinfección de explantes de cerezo se han propuesto diversos

tratamientos, entre los cuales se encuentran:

MILLER et al. (1982) remojaron los explantes en una solución de 0.5% de hipoclorito

de sodio con 0.1% de Tween 20 por diez minutos, seguido de dos enjuagues de

cinco minutos cada uno con agua destilada desionizada estéril. Posteriormente,

remojaron los explantes en etanol al 70% por cinco minutos y enjuagaron dos veces,

cada enjuague de cinco minutos, con agua destilada desionizada estéril.

JONES y HOPGOOD (1979), iniciaron la desinfección de explantes provenientes de

Prunus insistia y Prunus avium, lavándolos durante 50 minutos en agua corriente y

luego fueron inmersos en una solución al 10% de Domestos (preparación comercial

de hipoclorito de sodio) durante 25 minutos, seguido por cuatro enjuagues en agua

destilada estéril.

ÖZZAMBACK y HEPAKSOY (1997), obtuvieron buenos resultados en la

desinfección de segmentos nodales de Prunus cerasus al sumergir los explantes

durante 20 minutos en una solución al 2% de hipoclorito de sodio, agregando una

gotas de Tween 20. Posteriormente, realizaron tres enjuagues con agua destilada

estéril por 5 minutos.

VARGAS (2003), determinó que el mejor protocolo de desinfección para segmentos

uninodales de Gisela 5, Santa Lucía 64 y Colt, los tres portainjertos de cerezo,

consiste en lavar los explantes en agua corriente, posteriormente sumergirlos en

etanol al 70% durante 5 segundos, enjuagar con agua destilada estéril con ácido

ascórbico más ácido cítrico y luego en una solución de hipoclorito de sodio al 2,5%

por 15 minutos. Utilizando este protocolo obtuvo porcentajes de sobrevivencia

mayores al 90% durante la siembra realizada en primavera.

2.5. Pardeamiento y antioxidantes:

La iniciación del cultivo es el primer paso crítico en el éxito de la micropropagación

de alguna planta. Una de las causas de pérdida de explantes, además de la

contaminación, es la oxidación de compuestos fenólicos causado por la ruptura

celular debido a la herida. Las quinonas resultantes aparecen como una mancha en

el medio de cultivo (MARKS y SIMPSON, 1990). La polimerización de éstas con

proteínas en los tejidos vegetales causa la inhibición del crecimiento o muerte de los

explantes. La reacción es catalizada por la polifenoloxidasa (PPO), enzima

responsable de la oxidación de los o-difenoles a o-quinonas (MARKS y SIMPSON,

1990). La biosíntesis de estos compuestos fenólicos se ve incrementada por la

acción de la luz (YU y MEREDITH, 1986), es por ello que una de las estrategias

para reducir la difusión de los exudados cafés en el medio de cultivo es mantener

los explantes en oscuridad (ZIV y HALEVY, 1983).

El cultivo in vitro de especies leñosas, frecuentemente se ve afectado por el

necrosamiento y oxidación de sus tejidos, principalmente al comienzo de éste (YU y

MEREDITH, 1986). Para detener este pardeamiento existen diversos métodos:

• Adición de carbón activo al medio.

• Adición de PVP (Polyvinylpyrrolidone) al medio, polímero que absorbe las

sustancias de tipo fenólico.

• Adición de antioxidantes como el ácido cítrico, ácido ascórbico, tiourea o L-

cistina.

• Adición de dietil-ditiocarbamato (Dieca) en los enjuagues, después de la

esterilización.

• Adición de tres aminoácidos (glutamina, arginina y asparagina).

• El repicado frecuente a un medio fresco, a veces frena lentamente la

formación de pigmentos.

• Mantener las bases de los vástagos en la oscuridad durante el cultivo puede

disminuir la oxidación causado por foto-activación.

• Mojar los explantes en agua antes de situarlos en el cultivo también reduce

la oxidación.

• La reducción de sales en el medio de cultivo puede reducir la exudación.

• La eliminación de reguladores de crecimiento puede disminuir la oxidación

(PIERIK, 1990).

Se ha determinado que el pardeamiento puede ser reducido con un pretratamiento a

los explantes con antioxidantes, incorporación de antioxidantes al medio,

incubación de los cultivos en la oscuridad y realizar frecuentes subcultivos a un

medio fresco (YU y MEREDITH 1986) .

Mc COMB (1978) y WALKEY (1972) adicionaron polyvinylpyrrolidone (PVP) al

medio para minimizar la oxidación de explantes en manzano.

ZIV y HALEVY (1983) utilizaron antioxidantes, ácido ascórbico y ácido cítrico en

explantes de Strelitzia inmediatamente después de la excisión, lo cual permitió

reducir el pardeamiento del medio de cultivo.

OYANEDEL (1995), al comparar el efecto antioxidante de PVP, CA, DIECA, ácido

ascórbico y ácido cítrico sobre yemas axilares de palto cvs. Velvick y Lula, en este

último observó un efecto positivo del ácido ascórbico, favoreciendo la

organogénesis. En el caso del cv. Velvick obtuvo solo un 5% de brotación en los

tratamientos con DIECA y ácido ascórbico más ácido cítrico.

SAN MARTÍN (1996), utilizando yemas axilares de palto cv Lula y Velvick evaluó

dos métodos para reducir el pardeamiento y favorecer la brotación. Uno de ellos fue

la transferencia sucesiva de los explantes en el medio WPM (Woody Plant Medium)

incluyendo en éste PVP-360 y PVPP 6755 como antioxidantes y la citoquinina

sintética CPPU (Forclorofenuron) en concentraciones de 0,1 mg/L para el cv. Velvick

y 0,5 mg/L para el cv. Lula. El trasvasije de los explantes no ejerció efecto sobre el

pardeamiento. El otro método utilizado por la autora fue el pretratamiento de

etiolación, con el cual obtuvo un efecto positivo en el cv. Lula, asociado a menores

contenidos de fenoles totales del explante.

2.6. Medio de cultivo:

La elección del medio de cultivo es uno de los principales problemas a solucionar

previo a la siembra de una determinada especie (MARGARA, 1988). Los

ingredientes del medio varían según el tipo de planta y de la etapa de propagación

en que se esté trabajando. Estos ingredientes se pueden agrupar en: sales

inorgánicas, compuestos orgánicos, ingredientes naturales complejos, sostenes

inertes, hormonas y reguladores de crecimiento (HARTMANN y KESTER, 1995).

Para el cultivo in vitro de cerezo se utilizan principalmente dos tipos de medio. El

medio MURASHIGE y SKOOG (1962), usado ampliamente en un buen número de

especies y tipos de cultivo, en particular para plantas herbáceas y para cultivo de

tejidos en general. Este medio fue utilizado por ÖZZAMBAK y HEPAKSOY (1997),

DRADI, VITO y STANDRADI (1996), PEDROTI y CORNU (1991) y BARALDI et al.

(1988), obteniendo muy buenos resultados.

El otro medio alternativo es el Medio para Plantas Leñosas (WPM), (HARTMANN y

KESTER, 1995). PEVALEK-KOZLINA y JELASKA (1987), utilizando como medio

base WPM para cada una de las etapas de la propagación in vitro de Prunus avium,

lograron obtener plantas con crecimiento normal. De la misma forma, HAMMATT y

GRANT (1998), en su trabajo con Prunus avium cvs. F12/1 and Charger y genotipo

1908, y cinco genotipos de Prunus serotina y dos híbridos de P. avium x P.sargentii

obtuvieron desarrollo de brotes utilizando como medio base WPM (Woody Plant

Medium).

TANG et al. (2002), durante las etapas de establecimiento y proliferación utilizaron

el medio WPM para el cultivo de guindo dulce (Prunus avium L.) cv. Burlat,

Hedelfinger, Napoleón, Schneiders, y de guindo ácido (Prunus cerasus L.) cv.

Beutal, Spacher, Rexelle y Morellenfeuer, obteniendo brotes en cada uno de los

cultivares nombrados. Es más, el medio WPM estimuló de mejor manera la

caulogénesis de los brotes que el medio MS.

2.7. Organogénesis:

La organogénesis es la base fundamental de la multiplicación vegetativa, que se

apoya siempre en la formación de nuevos meristemos (MARGARA, 1988).

2.7.1. Rizogénesis in vitro:

Rizogénesis es el fenómeno de organogénesis mas generalmente implicado en la

multiplicación vegetativa (MARGARA, 1988).

La neoformación de los meristemos de raíz, como también la de los meristemos de

tallo resulta siempre de una desdiferenciación celular provocada, que conduce a la

producción de las células meristemáticas primarias y a la organización de un esbozo

meristemático (MARGARA, 1988).

La desdiferenciación procede por etapas sucesivas. Pero, según la naturaleza del

tejido original, existen diversas modalidades. En el caso de las raíces neoformadas

a partir de un callo bajo las condiciones in vitro, provienen de la desdiferenciación

local de ciertos tejidos del explante. Por otra parte, los tejidos en el origen de la

desdiferenciación pueden ser diversos, por ejemplo, parénquima o tejido cambial

(MARGARA, 1988).

En la rizogénesis in vitro pueden presentarse dos situaciones diferentes; el explante

inicial puede ser apto para la rizogénesis, o el explante puede ser inicialmente no

apto para la rizogénesis. En este ejemplo, un cierto número de factores actúan en

interacción para desencadenar la rizogénesis: aportación de auxinas, de un azúcar,

presencia de sales minerales, aportación eventual de ácido giberélico, luz y

temperatura (MARGARA, 1988).

2.7.2. Neoformación de yemas:

La brotación en su sentido más amplio, designa al mismo tiempo la iniciación y el

desarrollo de las yemas terminales, axilares, adventicias o neoformadas sobre un

callo (MARGARA, 1988).

El desencadenamiento de la brotación en cultivo in vitro, frecuentemente

observado, resulta del empleo de citoquininas, eventualmente asociadas a las

auxinas. Como consecuencia de las observaciones sobre la médula del tabaco

(SKOOG, 1971; SKOOG Y MILLER, 1956), frecuentemente confirmadas en otras

especies, se admite generalmente que la neoformación de yemas a partir de un

callo está bajo el control de interacciones entre citoquininas y auxinas. La relación

citoquinina/auxina debe ser elevada para que exista neoformación de yemas

(MARGARA, 1988).

Generalizando, la caulogénesis dependería de una relación óptima entre las

concentraciones totales de citoquininas y de auxinas exógenas y endógenas

(MARGARA, 1988).

2.8. Reguladores de crecimiento:

Los principios de la técnica del cultivo in vitro, reposan en parte en el conocimiento y

utilización de las auxinas. La expansión actual de las investigaciones sobre la

organogénesis y las aplicaciones a la multiplicación vegetativa está ampliamente

ligada a la utilización conjunta o secuencial de auxinas y citoquininas (MARGARA,

1988).

2.8.1. Auxinas:

Es muy importante la elección de la auxina en función de objetivo del cultivo. El

ácido β-indolpropiónico (AIP), el ácido β-indolacético (AIA), y el ácido β-indolbutírico

(AIB) son auxinas relativamente débiles. En los trabajos dirigidos a la multiplicación

vegetativa se reemplaza, con frecuencia y favorablemente, por AIB y AIP

(MARGARA, 1988).

2.8.2. Citoquininas:

Las citoquininas también influyen en la morfogénesis en un cultivo de tejidos. La

conservación del crecimiento de callos indiferenciados es generalmente lograda con

concentraciones aproximadamente similares de citoquinina y auxina. Una alta

relación molar de citoquinina sobre auxina tiende a inducir desarrollo de yemas,

mientras que una alta relación de auxina sobre citoquinina induce el desarrollo de

raíces. (GEORGE y SHERRINGTON, 1984).

A débil concentración (10--7 a 10-6 M), las citoquininas se utilizan frecuentemente

para estimular la proliferación de los tejidos en cultivo. A concentración más elevada

(10--6 a 10 –5 M) se emplean ampliamente para desencadenar la neoformación de

yemas sobre callos. Finalmente, pueden utilizarse a muy fuertes concentraciones,

(10 -5 a 10 –4 M) para favorecer la proliferación in vitro de meristemos axilares en

cultivo de ápices y para permitir la obtención de macollas de yemas, ulteriormente

fragmentadas (MARGARA, 1988).

Debido a que ejercen generalmente un efecto inhibidor sobre la rizogénesis, las

citoquininas se evitan o se emplean en dosis muy débiles en los medios de

enraizamiento (MARGARA, 1988).

Las citoquininas que se emplean con frecuencia son: kinetina (6 furfurilaminopurina),

benciladenina (6 bencilaminopurina), 2 isopentiladenina (2 iP) y zeatina (MARGARA,

1988).

La benciladenina se emplea con frecuencia debido a su gran actividad y su pequeño

costo (MARGARA, 1988).

2.9. Proliferación:

La función de la etapa de proliferación es incrementar el número de propágulos para

su enraizamiento posterior. Los explantes expandidos en la etapa de

establecimiento se cortan y los propágulos se vuelven a cultivar en un nuevo medio.

La multiplicación se repite con intervalos regulares. Si se difiere la trasferencia a

menudo se presenta deterioro y recuperación lenta. Es posible que sea necesario

hacer transferencias, con intervalos de tres a cuatro semanas y de manera ideal

deben hacerse cuando los brotes empiecen a aumentar de longitud (HARTMANN y

KESTER, 1995).

ÖZZAMBAK y HEPAKSOY (1997), lograron establecer que el medio ideal para la

proliferación de Prunus cerasus es el medio MS, conteniendo 1.0 – 1.5 mg/L de

BAP. Utilizando estas concentraciones ÖZAMBAK y HEPAKSOY (1997) obtuvieron

de 4,45 brotes por explante.

BARALDI et al. (1988) obtuvieron la más alta proliferación de los cultivares de

Prunus cerasus; Meteor, Monymorency y Northstar adicionando al medio MS 1 mg/L

de BA.

MUNA et al. (1999) sugieren para propagar in vitro el portainjerto Maxma 14, el

medio MURASHIGE y SKOOG (1962). Para la proliferación de brotes aconsejan el

medio base MS más 4.44 uM de BA con 0.49 uM de AIB.

VARGAS (2003), obtuvo la mayor proliferación de explantes de Gisela 5 utilizando

BAP a la concentración de 1,5 mg/L, logrando un promedio de 5.23 brotes por

explante en un plazo de 60 días.

2.10. Enraizamiento:

El enraizamiento es una de las etapas fundamentales para preparar a la planta

para su plantación y establecimiento fuera del medio de cultivo artificial

(HARTMANN y KESTER, 1995).

Uno de los cambios que se realiza en esta etapa es la reducción completa de la

concentración de citoquininas; utilizados en la etapa de proliferación para aumentar

la provisión de auxina. En este medio el propágulo puede pasar dos a cuatro

semanas para permitir que se desarrollen raíces (HARTMANN y KESTER, 1995).

Otra condición que favorece la iniciación de raíces, particularmente en las plantas

que enraizan con dificultad es la reducción de sales inorgánicas. (HARTMANN y

KESTER, 1995). Lo anterior de debe a que la composición mineral de muchos

medios, en exceso de algunos macroelementos induce un crecimiento anormal,

vitrificación y otros efectos indeseables (RUZIC, et al., 2000).

Los resultados obtenidos por DIMASSI-THERIOU (1995), en sus estudios de

enraizamiento realizados con el portainjerto GF-677, arrojaron que al reducir a la

mitad la concentración mineral del medio MS y agregando 1 mg/L de AIB aumenta

el porcentaje de enraizamiento y estimula la elongación radicular, aunque el número

de raíces y el peso fresco de ellas se ve reducido.

TRAVERS, STARBUCK y NATARELLA (1985) al evaluar el efecto del medio de

enraizamiento sobre el portainjerto de manzano Antonovka 313, encontraron que

reduciendo las concentraciones de los macronutrientes y micronutrientes a un

cuarto y a la mitad de su concentración, respectivamente, y adicionando al medio

0,25 µM de AIB más 1 g/L de carbón activado, se lograron buenos porcentajes de

enraizamiento. De igual manera, DREW (1987), al reducir la concentración mineral

del medio de enraizamiento para Carica papaya L. logró aumentar el número de

raíces y la velocidad de iniciación de éstas.

BARALDI et al. (1988), obtuvieron muy buenos resultados en el enraizamiento de

Prunus cerasus utilizando el medio MURASHIGE Y SKOOG (1962) modificado con

0.5 y 1 mg/L de AIB. Concentraciones mayores a éstas (2 – 4 mg/L) siempre

causaron producción de callo.

JONES, HOPGOOD y O’FARRELL (1977), utilizando el medio MURASHIGE Y

SKOOG (1962), complementado con 0.1 mg/L de GA3, 1 mg/L de AIB y 162 mg/L de

floroglucinol para el enraizamiento de 500 brotes del portainjerto de manzano M26,

obtuvieron un 97% de enraizamiento.

JONES y HOPGOOD, (1979), para enraizar el portainjerto Pixy (Prunus insistia) y F

12/1 (Prunus avium) utilizaron el medio MURASHIGE y SKOOG (1962)

complementado con AIB a 3 ppm obteniendo un buen porcentaje de enraizamiento

en ambos casos.

2.11. Aclimatación:

La etapa de aclimatación es esencial para que la planta sea capaz de sobrevivir el

cambio que significa pasar de un medio aséptico de cultivo al ambiente de vida

natural en el invernadero y luego en su sitio final, es decir, la planta se debe volver

autótrofa (HARTMANN y KESTER, 1995).

Durante este período son esenciales varias condiciones:

• Mantenimiento elevado de la humedad relativa (50 al 100%) durante 2 a 3

semanas para proteger la planta de la desecación y permitir que inicie

nuevas raíces y brotes.

• Medio de enraice, suelo aireado, bien drenado, que permita que las raíces

se desarrollen con rapidez.

• Protección contra diversos organismos patógenos hasta que haya adquirido

algo de resistencia.

• Control del crecimiento durante el transplante para superar o evitar el letargo

y la falta de crecimiento resultante (HARTMANN y KESTER, 1995).

A pesar de otorgar a las plantas todas las condiciones anteriormente nombradas, un

alto porcentaje de plantas micropropagadas se pierde usualmente por daño durante

el período de aclimatación y esto limita la aplicación de las técnicas de

micropropagación y ha restringido el uso extensivo de la micropropagación. Las

razones de esta dificultad incluye la reducida cantidad de cera epicuticular (SUTTER

y LANGHANS, 1982, GROUT, 1975), el pobre desarrollo de cutícula y el inadecuado

funcionamiento de los estomas (BRAINERD y FUCHIGAMI, 1981, FUCHIGAMI,

CHENG, SCELDNER, 1981), que da como resultado la excesiva pérdida de agua,

una pobre capacidad fotosintética (GROUT y MILLAM, 1985, DONALLY, VIDAVER

y COLBOW, 1984), y anormalidades anatómicas (WETZSTEIN y SOMMER, 1982).

Algunas de las formas de mejorar los porcentajes de sobrevivencia en la etapa de

aclimatación se cuentan el uso de retardantes como el paclobutrazol en el medio,

enriquecimiento con CO2 en las cámaras de crecimiento y reducción en la humedad

relativa en los tubos de cultivo (RAVINDRA y THOMAS, 1995). El uso de estas

técnicas tiene ventajas y desventajas. Específicamente, la reducción en la humedad

relativa en los tubos reduce el crecimiento de las plantas, pero se produce una

mayor cantidad de cera sobre la superficie de las hojas en comparación a plantas

cultivadas bajo condiciones de alta humedad relativa. Además, se produce la

reducción de la apertura estomática lo que reduce la pérdida de agua y por

consiguiente puede aumentar la tasa de sobrevivencia en el transplante. En el

trabajo realizado por WARDLE, DOBBS y SHORT (1983), con coliflor demostraron

que la reducción en la humedad relativa durante el cultivo in vitro significativamente

incrementa los niveles de cera en la superficie en hojas de coliflor, causando una

consiguiente disminución en la tasa de pérdida de agua.

En la investigación realizada por BRAINERD y FUCHIGAMI (1981) sobre la

aclimatación de plantas de manzano cv. Mac 9 concluyeron que éstas pueden ser

aclimatadas exponiéndose a una baja humedad relativa (30 – 40%) dentro de cuatro

a cinco días, y que esta baja humedad de aclimatación implica el desarrollo de una

acelerada respuesta estomática.

Lo anterior también se ve apoyado a través de lo realizado por FUCHIGAMI,

CHENG y SOELDER (1981), quienes al comparar grupos de plantas del portainjerto

de ciruelo Pixy sometidas a 100 y 50% de humedad relativa, encontraron que las

plantas sometidas al mayor porcentaje de humedad relativa, sufrieron una mayor

pérdida de agua, en comparación al grupo de plantas sometidas a una humedad del

50%, debido a la carencia de cera epicuticular y a la menor respuesta estomática.

RITCHIE, SHORT y DAVEY (1991), sometieron explantes de crisantemo y

remolacha a 100%, 81% y 58% de humedad relativa durante ocho semanas. En

plantas cultivadas de remolacha y crisantemo, las hojas que se iniciaron y se

desarrollaron con niveles de humedad relativa debajo del 100% fueron más

eficientes en limitar la pérdida de agua, que las que fueron cultivadas a 100% de

humedad relativa, ya que lograron un incremento en la producción de cera

epicuticular, densidad de tricomas y la mejora en el cierre estomático.

JONES y HOPGOOD (1979), después de mantener 3 semanas las plantas de Pixy y

F 12/ 1 en medio de enraizamiento, más del 80% de las plantas enraizadas de

ambos cultivares se establecieron cuando se transfirieron a macetas. Una vez que

las raíces estaban bien desarrolladas, los tubos con las pequeñas plantas fueron

transferidas desde la cámara de crecimiento a un invernadero sombreado por 10

días. Luego las plantas fueron sacadas de los tubos y colocadas en macetas de 8

cm con compost en cajas de propagación húmeda en el sombreadero, y después de

14 días fueron removidos desde las cajas y se desarrollaron normalmente en el

invernadero.

MILLER et al. (1982), luego de enraizar las plantas durante 5 semanas, las

transfirieron a un medio de turba más perlita, posteriormente colocadas en un

invernadero bajo mist intermitente. Como resultado, obtuvieron 73 plantas

sobrevivientes de 120 plantas transferidas.

3. MATERIALES Y MÉTODOS

3.1. Ubicación de los experimentos:

Los experimentos se realizaron en el Laboratorio de Propagación Profesor Gregorio

Rosenberg de la Facultad de Agronomía de la Pontificia Universidad Católica de

Valparaíso, ubicada en La Palma, Quillota, Quinta Región, entre enero del 2003 y

enero del 2004.

3.2. Material vegetal:

El material vegetal a utilizar proviene del huerto de colección de variedades y

portainjertos de cerezos, ubicada en La Estación Experimental La Palma, Quillota.

Los patrones utilizados como plantas donadoras de explantes fueron Gisela 5 y

Prunus cerasus. Ambos portainjertos fueron plantados el año 1997.

Gisela 5 se encuentra conducido en copa y Prunus cerasus es utilizado como

portainjerto de variedades de guindo dulce.

3.3. Medio de cultivo:

El medio de cultivo base a utilizar en cada uno de los ensayos relacionados con las

etapas previas a la aclimatación de las plantitas fue el descrito por MURASHIGE Y

SKOOG (1962) más 7,5 gr/L de agar Algas Marinas. (Cuadro 1).

CUADRO 1. Composición del medio nutritivo MURASHIGE Y SKOOG, 1962.

Código de la ConstituyentesConcentración

de las Volumen para la

preparación Concentración

solución madre soluciones

madres de 1L de medio final del medio (g/l) (ml/l) (mg/l)

Macroelementos I NH4NO3 330 5 1650 II KNO3 190 10 1900 III KH2PO4 34 5 170 IV MgSO47H2O 74 5 370 V CaCl22H2O 88 5 440

Microelementos VI KI 0.166 5 0.83 H3PO3 1.24 5 6.2 ZnSO44H2O 2.12 8.6 MnSO44H2O 3.38 22.3

VII CuSO45H2O 0.01 2.5 0.025 VIII Na2MoO42H2O 0.05 5 0.25 IX CoCl26H2O 0.01 2.5 0.025

Sol. Fe X Na2EDTA 7.46 5 37.3 FeSO47H2O 5.56 27.8

Vitaminas XI Tiamina HCl 0.02 0.5 0.1 XII Piridoxina 0.1 2.5 0.5

XIII Acido

nicotínico 0.1 2.5 0.5 Myo-inositol 100

FUENTE: Murashige y Skoog, 1962.

Las sales minerales y compuestos orgánicos se pesaron en una balanza digital. En

la medición de líquidos se utilizaron pipetas graduadas, matraces de aforo y

matraces de Erlenmeyer.

El pH de los medios se ajustó a 5.7, con alícuotas de ácido clorhídrico 0.1 N ó

hidróxido de potasio 0.1 N.

Se emplearon tubos de vidrio de 40 ml, disponiendo de 10 ml de medio por unidad,

cubriéndolos con un cuadrado de aluminio laminado de aproximadamente 25 cm2 y

frascos de 150 ml llenados con 40 ml de medio tapados con su respectiva tapa.

Los tubos y frascos fueron esterilizados en un autoclave de control manual, a 121ºC

durante 15 minutos.

3.4. Manipulación del material vegetal:

La manipulación del material vegetal se realizó bajo una cámara de flujo laminar

(Figura 2), con aire filtrado de 0.2 micras, disponiendo de un explante por tubo o

frasco según sea el caso.

El corte de los explantes se realizó con un bisturí y una pinza previamente

flameados en alcohol.

FIGURA 2. Manipulación del material vegetal en cámara de flujo laminar.

3.5. Mediciones de los parámetros a evaluar:

Las mediciones de longitud fueron realizadas con un pie de metro digital marca

“Mitutoyo”, Digimatic Caliper, código 500-144.

Para evaluar el grado de oxidación se utilizó la Escala Relativa de Pardeamiento

(ERP), citada por OYANEDEL (1995), asignando una calificación a cada estado del

explante:

1: Tejido con pardeamiento en la zona de corte.

2: Tejido con pardeamiento en la zona del corte y necrosis apical.

3: Necrosis apical del explante.

El color fue medido de acuerdo a la tabla Munsell (MUNSELL, 1998) asignando un

número a cada color del explante:

1: 5 GY 4/8 verde oscuro

2: 5 GY 5/6 verde de la especie

3: 5 GY 6/8 verde claro

4: 5 GY 7/8 verde amarillo

3.6. Ensayos:

Ensayo 1: Evaluación del efecto de la desinfección en segmentos uninodales de dos patrones de cerezo recolectados en marzo.

El material vegetal del portainjerto Gisela 5 consistió en ramillas de crecimientos

vegetativos del año, de 15-30 cm de largo, de vigor equivalente, obtenidas de los

cuatro puntos cardinales del árbol donador del material. Para el caso del portainjerto

Prunus cerasus se utilizaron sierpes originadas en el verano, de 15-30 cm de largo,

de vigor equivalente.

Tanto las ramillas como las sierpes fueron seleccionadas al azar, cortadas con una

tijera de podar previamente desinfectada con una solución de hipoclorito de sodio al

1 %.

Para ambos casos se emplearon segmentos uninodales de 1 cm de longitud (Figura

3 y 4).

La desinfección de los explantes se realizó de la siguiente manera: utilizando una

tijera de podar se eliminaron las hojas de las ramillas y sierpes, luego fueron

cortadas en segmentos nodales para ser cada uno cepillado bajo el agua corriente.

Una vez cepillados los explantes, fueron inmersos en etanol al 70 % durante cinco

segundos y enjuagados con una solución de agua estéril más antioxidantes (ácido

ascórbico y ácido cítrico en una concentración de 400 mg/L cada uno). Enseguida,

los explantes fueron sumergidos en hipoclorito de sodio a diferentes

concentraciones según el tratamiento, disuelto en agua estéril con antioxidantes

(ácido ascórbico y ácido cítrico en una concentración de 400 mg/L cada uno), más

una gota de Tween 20 agitándolos durante 15 minutos. La solución de hipoclorito de

sodio estaba contenida en un matraz de Erlenmeyer de 250 ml. Posteriormente los

explantes se enjuagaron tres veces con agua destilada estéril más ácido cítrico y

FIGURA 3. Segmento uninodal de 1 cm de longitud, proveniente de hijuelos de

Prunus cerasus.

FIGURA 4. Segmentos uninodales de 1 cm de longitud provenientes de ramillas del

portainjerto Gisela 5.

ácido ascórbico a una concentración de 400mg/L cada uno. Estos enjuagues se

realizaron bajo la cámara de flujo laminar.

Los tratamientos fueron los siguientes:

T1: Desinfección con hipoclorito de sodio al 1.5 %

T2: Desinfección con hipoclorito de sodio al 2 %

T3: Desinfección con hipoclorito de sodio al 2.5 %

Una vez desinfectados los explantes, fueron sembrados en tubos individuales que

contenían 10 ml del medio de cultivo MURASHIGE y SKOOG (1962),

complementado con 30 gr/L de sacarosa y más 7,5 gr/L de agar algas marinas.

Sembrados los explantes, los tubos se sellaron como se indicó en el punto 3.3.

La siembra se realizó en una cámara de flujo laminar, inoculando un explante por

tubo. El corte de los explantes se realizó a medio cm sobre y bajo la yema con

bisturí y pinzas previamente flameadas. Una vez sembrados, los explantes se

llevaron a cámara de crecimiento. Durante los primeros siete días de incubación los

tubos se mantuvieron en oscuridad total. Pasado este período los tubos se llevaron

paulatinamente a la luz para finalmente ser sometidos a un fotoperíodo de 16 horas

dentro de la cámara de crecimiento.

Como diseño estadístico se utilizó un Diseño Completamente al Azar (DCA)

unifactorial. Como se señaló anteriormente, los tratamientos aplicados fueron tres,

cada uno con 33 repeticiones.

Los parámetros a medir fueron el grado de oxidación evaluados a los 10 días de

realizada la siembra y el porcentaje de sobrevivencia evaluado a los 10 y 20 días de

sembrado cada explante.

El grado de oxidación se analizó mediante el test no paramétrico de Kruskal-Wallis y

el porcentaje de sobrevivencia a través del test de comparación de proporciones.

Para ambos test se aplicó un nivel de significancia del 5%.

Ensayo 2: Efecto de tres concentraciones de Acido Indol Butírico (AIB) en el medio de enraizamiento sobre el comportamiento in vitro de Gisela 5.

El material vegetal utilizado para el desarrollo de este ensayo corresponde a plantas

del patrón Gisela 5, obtenidas por VARGAS (2003). De estas plantas se tomaron

100 al azar y se colocaron a enraizar. Para la elección de estas plantas se

consideraron aquellas que tuvieran un crecimiento mínimo de 2 cm y 5 hojas

verdaderas.

Como medio de enraizamiento se utilizó el medio MURASHIGE y SKOOG (1962)

(MS) con su composición mineral a la concentración normal o reducida a la mitad

según el tratamiento, complementado con AIB en distintas concentraciones

dependiendo del tratamiento:

T1: MS completo + 0.5 mg/L de AIB

T2: MS completo + 1 mg/L de AIB

T3: MS reducido a la mitad + 0.5 mg/L de AIB

T4: MS reducido a la mitad + 1 mg/L de AIB

El medio de enraizamiento fue depositado en frascos de 150 ml y tapados. Cada

frasco se llenó con 40 ml de medio.

El manejo de las plantas se realizó bajo la cámara de flujo laminar, realizando los

cortes bajo agua estéril más antioxidantes (400 mg/L de ácido ascórbico y 400 mg/L

de ácido cítrico). Una vez realizado este proceso, los frascos se llevaron a la cámara

de crecimiento donde se mantuvieron 42 días en enraizamiento.

Se utilizó un Diseño Completamente al Azar (DCA) multifactorial, puesto que se

evaluaron dos factores. Cada tratamiento se constituyó de 25 repeticiones.

Los parámetros a medir fueron el tiempo que demoraron en aparecer las primeras

raíces, para lo cual se realizaron observaciones diarias, a partir de la segunda

semana después de realizada la siembra, número y longitud de las raíces evaluados

al mes de realizada la siembra. Estos tres parámetros fueron sometidos a un

análisis de varianza con un 5% de significancia. Dado el resultado de este análisis,

los tres parámetros fueron contrastados con el Test de Tukey con un nivel de

significancia del 5%.

Ensayo 3: Efecto de tres tipos de sellos sobre la aclimatación del patrón de cerezo Gisela 5.

Como material vegetal se utilizaron las plantas de Gisela 5 que enraizaron en el

ensayo 2.

Antes de llevar las plantas al sombreadero para su aclimatación, se realizó la

preaclimatación de las plantas dentro de la cámara de crecimiento. Para ello, una

vez que las plantas del patrón Gisela 5 enraizaron se procedió a cambiar la cubierta

de los frascos (tapas de aluminio) por sellos de polipropileno. El material se obtuvo

de las mascarillas que utilizan los médicos, las cuales están constituidas de tres

capas de distinta porosidad (Figura 5), las mismas que utilizó FIGUEROA (2003).

El cambio de sellos se realizó dentro de la cámara de flujo laminar.

Los tratamientos fueron los siguientes:

T0: Frasco con tapa de aluminio

T1: Frasco con capa 1 + capa 3 (Figura 6)

T2: Frasco con capa 1 + capa 2

El grado de porosidad de las capas es el siguiente:

Capa 1: Más porosa

Capa 2: Menos porosa

Capa 3: Porosidad intermedia

Después de 20 días de preaclimatación, las plantas fueron llevadas al invernadero

donde cada planta se transplantó a un vaso de 200 cc utilizando como sustrato

turba más perlita en la relación 2:1. Una vez realizado el transplate, los vasos con

plantas fueron envueltos en plástico y sellados. A partir de la fecha de transplante

FIGURA 5. Representación de la porosidad de las capas de polipropileno utilizadas

en la preaclimatación.

CAPA 1

CAPA 2

CAPA 3

FIGURA 6. Representación de la postura de capas en los tubos para la preaclimatación de plantas de Gisela 5.

CAPA 3

CAPA 1

se cortó una punta de la bolsa plástica cada semana, y finalmente en la tercera

semana se abrió completamente la bolsa.

Se utilizó un Diseño Completamente al Azar. Cada tratamiento estuvo constituido

por 14 repeticiones, siendo la unidad muestral cada plantita.

Los parámetros a evaluar fueron la proporción de plantas sobrevivientes, el

crecimiento de las plantas (cm), para lo cual se utilizó una regla, y el número de

hojas nuevas. La evaluación se realizó un mes después de transferir las plantas de

la cámara de crecimiento al invernadero.

La proporción de plantas sobrevivientes se analizó mediante el test de comparación

de proporciones. El crecimiento de las plantas y el número de hojas nuevas se

analizaron a través de un análisis de varianza y después se sometieron al Test de

Tukey. Ambos test se realizaron con un nivel de significancia de 5%.

Ensayo 4: Evaluación del efecto de la desinfección en segmentos uninodales de dos patrones de cerezo recolectados en septiembre.

El material vegetal del portainjerto Gisela 5 consistió en ramillas de crecimientos

vegetativos del año, de 15-30 cm de largo, de vigor equivalente, obtenidas de los

cuatro puntos cardinales del árbol donador del material. Para el caso del portainjerto

Prunus cerasus se utilizaron sierpes generadas en la primavera 2003, de 15-30 cm

de largo, de vigor equivalente.

Tanto las ramillas como las sierpes fueron seleccionadas al azar, cortadas con una

tijera de podar previamente desinfectada con una solución de hipoclorito de sodio al

1 %.

Para ambos casos se emplearon segmentos uninodales de 1 cm de longitud.

La desinfección de los explantes se realizó de la siguiente manera: utilizando una

tijera de podar se eliminaron las hojas de las ramillas y sierpes, luego fueron

cortadas en segmentos nodales para ser cada uno cepillado bajo el agua corriente.

Una vez cepillados los explantes fueron inmersos durante 15 min en una solución de

Benlate más Captan a la concentración de 1,2 gr/L cada uno, luego el proceso

continuó igual que en el ensayo 1.

Los tratamientos fueron los siguientes:

T1: Benlate/Captan + hipoclorito de sodio al 1.5 %

T2: Benlate/Captan + hipoclorito de sodio al 2 %

T3: Benlate/Captan + hipoclorito de sodio al 2.5 %

Una vez desinfectados los explantes, fueron sembrados en tubos individuales que

contenían 10 ml del medio de cultivo MURASHIGE y SKOOG (1962),

complementado con 30 gr/L de sacarosa y más 7,5 gr/L de agar algas marinas.

Sembrados los explantes, los tubos se sellaron como se indicó en el punto 3.3.

La siembra se realizó en una cámara de flujo laminar, inoculando un explante por

tubo. El corte de los explantes se realizó a medio cm sobre y bajo la yema con

bisturí y pinzas previamente flameadas. Una vez sembrados, los explantes se

llevaron a cámara de crecimiento. Durante los primeros siete días de incubación los

tubos se mantuvieron en oscuridad total. Pasado este período los tubos se llevaron

paulatinamente a la luz para finalmente ser sometidos a un fotoperíodo de 16 horas

dentro de la cámara de crecimiento.

Como diseño estadístico se utilizó un Diseño Completamente al Azar (DCA)

unifactorial. Como se señaló anteriormente, los tratamientos aplicados fueron tres,

cada uno con 30 repeticiones.

Los parámetros a medir fueron, el grado de oxidación evaluados a los 10 días de

realizada la siembra y el porcentaje de sobrevivencia evaluado a los 10 y 20 días de

sembrado cada explante.

El grado de oxidación se analizó mediante el test no paramétrico de Kruskal-Wallis y

el porcentaje de sobrevivencia a través del test de comparación de proporciones.

Para ambos test se utilizó un nivel de significancia del 5%.

Ensayo 5: Evaluación del efecto de la desinfección en segmentos uninodales del patrón de cerezo Gisela 5 recolectados en octubre.

La recolección del material vegetal del portainjerto Gisela 5 se realizó de la misma

manera que en el ensayo 1.

Como explantes se utilizaron segmentos uninodales de 1 cm de longitud.

Los tratamientos fueron los siguientes:

T1: Benlate (1,2 gr/L)/Captan (1,2 gr/L) + Hipoclorito de sodio al 2,5 % + Phyton

(0,75 cc/250 ml)

T2: Benlate (1,2 gr/L)/Captan (1,2 gr/L) + hipoclorito de sodio al 2,5 %

T3: Hipoclorito de sodio al 2.5 % + Phyton (0,75 cc/250 ml)

La desinfección de los explantes se realizó de la siguiente manera: utilizando una

tijera de podar se eliminaron las hojas de las ramillas, luego fueron cortadas en

segmentos nodales para ser cada uno cepillado bajo el agua corriente.

En los tres tratamientos los explantes fueron sumergidos en etanol al 70% durante 5

seg para luego ser enjuagados con agua destilada estéril más antioxidantes (ácido

ascórbico y ácido cítrico en una concentración de 400 mg/L cada uno). En los

tratamientos uno y dos el paso por el etanol fue después de colocar los explantes en

la solución de Benlate más Captan, donde se mantuvieron 15 min. En el tratamiento

tres el etanol se aplicó antes de colocar los explantes en la solución de Hipoclorito

de Sodio. El paso de los explantes por el hipoclorito de sodio en todos los

tratamientos fue de 15 min, luego de este tiempo los explantes se enjuagaron tres

veces con agua destilada estéril más antioxidantes (ácido ascórbico y ácido cítrico

en una concentración de 400 mg/L cada uno).

Los explantes que fueron colocados en una solución de Phyton (funguicida-

bactericida), se mantuvieron en ésta durante 15 min. La preparación de esta

solución se realizó en la cámara de flujo laminar, utilizando como disolvente agua

destilada estéril.

La desinfección con Hipoclorito de sodio y Phyton se realizó dentro de la cámara de

flujo laminar, utilizando como material de vidrio matraces de Erlenmeyer de 250 ml.

El medio utilizado y el método de siembra es el mismo que el utilizado en el ensayo

1.

Como diseño estadístico se utilizó un Diseño Completamente al Azar (DCA)

unifactorial. Como se señaló anteriormente, los tratamientos aplicados fueron tres,

cada uno con 30 repeticiones.

Los parámetros a medir fueron el porcentaje y grado de oxidación evaluados a los

10 días de realizada la siembra y el porcentaje de sobrevivencia evaluado a los 10 y

20 días de sembrado cada explante.

Los parámetros a medir fueron el grado de oxidación evaluados a los 10 días de

realizada la siembra y el porcentaje de sobrevivencia evaluado a los 10 y 20 días de

sembrado cada explante.

El grado de oxidación se analizó mediante el test no paramétrico de Kruskal-Wallis y

el porcentaje de sobrevivencia a través del test de comparación de proporciones.

Para ambos test se utilizó un nivel de significancia del 5%.

Ensayo 6: Efecto de tres concentraciones de Bencil-aminopurina (BAP) en el medio de proliferación sobre el comportamiento in vitro de Gisela 5 y Prunus cerasus.

El material vegetal utilizado fueron explantes de Prunus cerasus y Gisela 5

provenientes de la etapa de establecimiento, es decir, segmentos nodales de 1 cm

de longitud.

Como medio de cultivo se usó el medio MURASHIGE y SKOOG (1962) tanto en su

parte mineral como orgánica (Cuadro 1), suplementado con 0.5 mg/L de AIB, 30 g/L

de sacarosa y tres concentraciones de BAP, dependiendo del tratamiento.

Los tratamientos fueron los siguientes:

T1: Medio de establecimiento + 0.5 mg/L AIB + 1.0 mg/L BAP

T2: Medio de establecimiento + 0.5 mg/L AIB + 1.5 mg/L BAP

T3: Medio de establecimiento + 0.5 mg/L AIB + 2.0 mg/L BAP

Se realizaron repiques cada 20 días, realizando los cortes bajo agua estéril más

antioxidantes (ácido ascórbico y ácido cítrico en una concentración de 400 mg/L

cada uno).

Se utilizó un Diseño Completamente al Azar. Cada tratamiento estaba compuesto

de 30 repeticiones.

Los parámetros evaluados fueron el crecimiento del brote (mm), número de hojas,

color de hojas, el grado y porcentaje de oxidación, medidos al final de la etapa de

proliferación (40 días).

El número de brotes por explante, el crecimiento del brote y número de hojas se

analizaron mediante un análisis de varianza (ANDEVA). Dado el resultado de este

análisis, los tres parámetros fueron contrastados con el Test de Tukey con un nivel

de significancia del 5%. Mientras que el color de las hojas se analizó mediante el

test no paramétrico de Kruskal-Wallis con un nivel de significancia del 5%.

4. PRESENTACIÓN Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS Ensayo 1. Evaluación del efecto de la desinfección de segmentos uninodales

de dos patrones de cerezo recolectados en marzo sobre la oxidación y porcentaje de sobrevivencia.

Para este ensayo, se utilizaron los portainjertos de cerezo Gisela 5 y Prunus

cerasus.

Como se observa en el Cuadro 2, el portainjerto Gisela 5, durante la siembra

realizada en marzo, presentó 100% de contaminación, razón por la cual no fue

posible medir la oxidación, puesto que los microorganismos contaminantes,

principalmente hongos (ANEXO 1), cubrían completamente el explante.

CUADRO 2. Efecto de la desinfección de segmentos uninodales de Gisela 5 sobre

el grado de oxidación y sobrevivencia.

* Indica sin respuesta

Este resultado puede ser explicado apoyándose en los resultados obtenidos por

MUNA et al. (1999), quienes señalaron que la desinfección con hipoclorito de sodio

y de calcio no son efectivos en la desinfección de explantes de Prunus derivados de

Patrón Concentración

NaClO (%) Porcentaje de tubos contaminados (%)

Grado de oxidación

Sobrevivencia a los 10 días

(%)

1,5 100 * 0

2,0 100 * 0 Gisela 5

2,5 100 * 0

árboles adultos crecidos bajo condiciones de campo, comparado con plantas

madres que crecen bajo invernadero. Debido a esto, es que estos investigadores

sugieren desinfectar los explantes provenientes de árboles adultos crecidos bajo

condiciones de campo con cloruro mercúrico al 0,01% a pesar de ser tóxico para las

plantas y para el operador, ya que ha sido determinado por la EPA (Environmental

Protection Agency) como un posible carcinógeno (PROBLEMAS DE QUIMICA,

2004). De igual manera, DAL ZOTTO y DOCAMPO (1997), obtuvieron un porcentaje

de contaminación en yemas de Mariana 2624 y Pixy tomadas del exterior mayor al

80%, mientras que el de yemas procedentes de plantas mantenidas en invernadero

no superó el 35%.

La nula sobrevivencia de los segmentos nodales utilizados como explantes puede

deberse al tamaño de éstos, que fue de 1 cm, explantes que ya contaban con una

yema bastante desarrollada, con un alto número de escamas; condición muy

favorable para la permanencia de microorganismos y que hace más difícil la

eliminación de éstos. Esto concuerda con lo señalado por GEORGE y

SHERRINGTON (1984) quienes señalan que explantes grandes son difíciles de

descontaminar de manera efectiva.

En el caso del patrón Prunus cerasus, en el Cuadro 3, se puede observar que no

existe diferencia significativa entre las proporciones de plantas sobrevivientes

comparadas, es decir, el uso de cualquiera de las tres concentraciones de

hipoclorito de sodio da como resultado una proporción similar de plantas

sobrevivientes.

La causa de contaminación de los explantes de este portainjerto fue tanto de

hongos como de bacterias (ANEXO 2).

La sobrevivencia de los explantes de Prunus cerasus, al compararla con los

explantes de Gisela 5 fue notoriamente superior. Esta diferencia se debió a que los

segmentos nodales de Prunus cerasus aún no tenían la yema visiblemente

desarrollada como Gisela 5, condición que favoreció la desinfección de los

explantes, puesto que no habían escamas de yemas que permitieran el alojamiento

de los microorganismos, encontrándose solo en la superficie de los segmentos

nodales. Según GEORGE y SHERRINGTON (1984), los contaminantes están

presente principalmente en la superficie de las partes de las plantas utilizadas como

donadoras de explantes, aunque pueden estar alojados en grietas, entre las

escamas de las yemas o en otras partes, resultando bastante difícil eliminarlos.

CUADRO 3. Efecto de la desinfección sobre la sobrevivencia de segmentos uninodales de Prunus cerasus sembrados en marzo.

* Letras iguales indican que no existe diferencia significativa entre los tratamientos, según Test de Comparación de Proporciones (P= 0,05) Esto indica que el uso de hipoclorito de sodio es efectivo para la desinfección de los

explantes de diversas especies de Prunus, puesto que otros investigadores como

OZZAMBAK y HEPAKSOY (1997), DAL ZOTTO y DOCAMPO (1997), MILLER et al.

(1982) y JONES y HOPOOG (1979) obtuvieron una alta sobrevivencia de explantes

utilizando como agente desinfectante hipoclorito de sodio. Sin embargo, esto se

contrapone a lo expresado por MUNA, AHMAD y ABDUL-ARHMAN (1999), pero

como se señaló anteriormente, la efectividad del agente desinfectante depende en

gran parte de las condiciones en las que se encuentra la planta donadora del

explante (bajo invernadero o en condiciones de campo) y de las características del

explante.

Sobrevivencia (%) Patrón

Concentración NaClO (%) 10 días 20 días

1,5 84.8 a* 60.6 a*

2,0 69.7 a* 57.6 a* Prunus cerasus

2,5 78.8 a* 57.6 a*

CUADRO 4. Efecto de la desinfección sobre la el grado de oxidación de segmentos uninodales de Prunus cerasus sembrados en marzo a los 10 días de sembrados.

Concentración de NaClO (%) Promedio grado de oxidación

(ERP)**

1.5% 1.1 a*

2% 1.2 a

2.5% 1.2 a

* Letras iguales indican que no existe diferencia significativa entre los tratamientos, según Test de Kruskal Wallis (P= 0,05) **ERP: Escala Relativa de Pardeamiento

Con respecto a la oxidación, en el Cuadro 4 se puede observar que no existe

diferencia significativa entre los tratamientos. Además, se observa que el promedio

del grado de oxidación fue muy cercano a uno, es decir, según la Escala Relativa de

Pardeamiento (ERP), los explantes sólo presentaban pardeamiento en la zona de

corte.

En este caso se utilizaron como antioxidantes ácido cítrico y ácido ascórbico. Estos

mismos fueron utilizados por ZIV y HALEVY (1983) sobre explantes de Strelitzia, y

por DRADI, VITO y STANDARDI (1996) quienes adicionaron el ácido ascórbico y

ácido cítrico al medio de establecimiento para 11 ecotipos de P. mahaleb,

obteniendo muy bajos porcentajes de oxidación.

Ensayo 2: Efecto del medio base y de dos concentraciones de Ácido Indol Butírico (AIB) en el enraizamiento in vitro de Gisela 5.

Durante el proceso de enraizamiento del portainjerto Gisela 5, llevado a cabo en

invierno, se observaron diferencias entre los tratamientos según las variables

medidas.

CUADRO 5. Efecto del medio base y de dos concentraciones de Acido Indol Butírico sobre los días que demoran en aparecer las primeras raíces en plantas de Gisela 5.

Tratamiento Promedio de días

T1: MS + 0,5 mg/L AIB 33.00 ab*

T2: MS + 1 mg/L AIB 36.08 b*

T3 :½ MS + 0,5 mg/L AIB 34.27 ab*

T4: ½ MS + 1 mg/L AIB 29.06 a*

* Letras iguales indican que no existe diferencia significativa entre los tratamientos, según Test de Tukey (P= 0,05)

Según el Cuadro 5, existe diferencia significativa en el número de días que demoran

en aparecer las raíces entre el tratamiento 2 y 4. Estos tratamientos se diferencian

en la concentración mineral del medio MURASHIGE y SKOOG (1962). Se consiguió

una más rápida iniciación radical en el medio MS con la concentración mineral

reducida a la mitad. Igual resultado obtuvo DREW (1987) al reducir la concentración

mineral del medio de enraizamiento para Carica papaya L., logrando aumentar la

velocidad de iniciación de éstas.

Una condición que favorece la iniciación de raíces, particularmente en las plantas

que enraizan con dificultad es la reducción de sales inorgánicas del medio base

(HARTMANN y KESTER, 1995).

CUADRO 6. Efecto del medio base y de dos concentraciones de Acido Indol Butírico sobre el número y longitud de raíces de plantas de Gisela 5 enraizadas in vitro.

* Letras iguales indican que no existe diferencia significativa entre los tratamientos, según Test de Tukey (P= 0,05)

Como se observa en el Cuadro 6, existe diferencia significativa en el promedio de

número de raíces que se obtuvo por brote, siendo mayor al utilizar como medio de

enraizamiento el medio MURASHIGE y SKOOG (1962) con la concentración de los

componentes minerales reducida a la mitad más 1 mg/L de AIB, de esta manera se

logró obtener en promedio 4,2 raíces por planta en un plazo de 42 días.

El resultado anteriormente descrito se apoya en lo conseguido por DREW (1987),

quien al reducir la concentración mineral del medio de enraizamiento para Carica

papaya L. logró aumentar el número de raíces y la velocidad de iniciación de éstas.

De la misma manera, TRAVERS, STARBUCK y NATARELLA (1985) al evaluar el

efecto del medio de enraizamiento sobre el portainjerto de manzano Antonovka 313,

encontraron que reduciendo las concentraciones de los macronutrientes y

micronutrientes a un cuarto y a la mitad de su concentración, respectivamente, y

adicionando al medio 0,25 µM de AIB más 1 g/L de carbón activado, se lograron

buenos porcentajes de enraizamiento.

Por otro lado DIMASSI-THERIOU (1995), en sus estudios de enraizamiento

realizados con el portainjerto GF-677, señala que al reducir a la mitad la

Tratamiento Promedio número de

raíces Promedio longitud de

raíces (mm)

T1: MS + 0,5 mg/L AIB 0.24 b 15.21 b

T2: MS + 1 mg/L AIB 1.52 b 8.51 c

T3 :½ MS + 0,5 mg/L AIB 1.00 b 20.80 a*

T4: ½ MS + 1 mg/L AIB 4.20 a* 14.02 b

concentración mineral del medio MS y agregando 1 mg/L de AIB el número de

raíces y el peso fresco de ellas se vio reducido.

Como se dijo anteriormente, el mayor número de raíces se obtuvo con el medio MS

con su concentración mineral reducida a la mitad más 1 mg/L de AIB. Mientras que

el portainjerto Mariana 2624, en el medio MS a concentración mineral completa más

1 mg/L de AIB, logró desarrollar un promedio de 4 raíces por planta (DAL ZOTTO y

DOCAMPO, 1997). Esto pone de manifiesto que la respuesta a un determinado

medio depende en gran medida de la especie y de la variedad, ya que se obtuvo la

misma respuesta, pero con un medio distinto para cada caso.

Otro factor que influye en el enraizamiento, según NORTON y NORTON (1988), es

la estación en la cual se lleva a cabo el proceso. En su experiencia con especies del

género Prunus y Spiraea, obtuvieron un mayor número de raíces por brote

enraizando en verano (6.42 raíces/planta) que en invierno (4.17 raíces/planta).

Como se observa en el Cuadro 6, el número de raíces por planta, obtenido en el

ensayo es bajo, aun en el tratamiento 4, si lo comparamos con los resultados

obtenidos por NORTON y NORTON (1988) en verano. Por lo que en este caso la

estación pudo tener un efecto en el enraizamiento, pues ésta fue realizada en

invierno.

En cuanto a la longitud de las raíces, en el Cuadro 6, se observa que existe

diferencia significativa según los tratamientos, es decir, existe diferencia en usar uno

u otro tratamiento en cuanto a la longitud promedio de las raíces. Es decir, al reducir

la concentración mineral del medio MS las raíces desarrollan una mayor longitud.

Esto coincide con lo obtenido por DIMASSI-THERIOU (1995), quien al reducir la

concentración del medio MS obtuvo un aumento significativo en la longitud promedio

de las raíces.

En este ensayo, se aprecia que la menor longitud de raíces fue de 8.51 mm,

utilizando como medio de enraizamiento el medio MS a concentración completa más

1 mg/L AIB, en cambio DAL ZOTTO y DOCAMPO (1997) en plantas del portainjerto

Mariana 2624, enraizadas en el mismo medio obtuvieron raíces con una longitud

promedio de 60 mm. Esto deja claro que las especies vegetales no responden de

igual manera a las mismas condiciones, aunque pertenezcan al mismo género.

Otro fenómeno que se observó durante el enraizamiento fue que en aquellos

tratamientos con el medio MURASHIGE y SKOOG (1962) con sus macro y

micronutrientes a concentración normal, muchas de las plantas se vitrificaron. Esto

pone en evidencia que la composición mineral de muchos medios, en especial a lo

referido a los macronutrientes, causa efectos indeseables, siendo uno de ellos la

vitrificación, además de otros efectos indeseables, como el crecimiento anormal de

las plantas, observados por RUZIC et al. (2000) en su trabajo con el portainjerto

Gisela 5.

De esta manera se pone de manifiesto que la reducción de la concentración mineral

del medio base (MS) para el enraizamiento del portainjerto Gisela 5 es muy

importante para conseguir un rápido y adecuado enraizamiento.

El uso de AIB en el medio de enraizamiento a la concentración de 1 mg/L, es

favorable para el desarrollo de las raíces in vitro del portainjerto Gisela 5, así como

para otros portainjertos del género Prunus. Ejemplo de ello se observa en los

trabajos realizados por DAL ZOTTO y DOCAMPO (1997), DIMASSI-THERIOU

(1995), BARALDI et al. (1988) y JONES, HOPGOOD y O’FARRELL (1977).

En el caso de la propagación in vitro, es preferible tener plantas con mayor número

de raíces que plantas con raíces de gran longitud, ya que al tener un mayor número

de raíces la planta tiene una mayor superficie de absorción y al momento de

transplantar la planta a un recipiente para su aclimatación, las raíces le otorgarán

una mayor sujeción al sustrato.

Ensayo 3: Efecto de tres tipos de sellos sobre la aclimatación del patrón de cerezo Gisela 5.

En este ensayo se sometió a un período de preaclimatación y posterior aclimatación

plantas del portainjerto Gisela 5.

En el Cuadro 7, según test de comparación de proporciones, se observa que no

existe diferencia significativa entre las proporciones de plantas sobrevivientes.

CUADRO 7. Efecto de la preaclimatación in vitro sobre la sobrevivencia de plantas

de Gisela 5.

Tratamientos Sobrevivencia

(%)

Frasco con tapa de aluminio 28.57 a*

Frasco con capa 1 + capa 3

25.63 a

Frasco con capa 1 + capa 2

21.43 a

* Letras iguales indican que no existe diferencia significativa entre los tratamientos, según Test de Comparación de Proporciones (P= 0,05)

La idea de utilizar cubiertas de polipropileno tiene por objetivo aumentar la

ventilación al interior de los tubos de cultivo, con el fin de que un mayor número de

plantas sobrevivan a la aclimatación. Sin embargo, los resultados que se obtienen

depende en gran medida de la especie. Un ejemplo de ello lo constituye el trabajo

realizado por MURPHY et al. (1998), en el cual, utilizando plantas de Hosta y

Delphinium, registraron resultados distintos entre ambas especies al modificar el

ambiente al interior de los tubos de cultivo. Con Hosta, no había efecto de las

pequeñas aberturas en los sellos de los tubos sobre la sobrevivencia, en cambio las

plantas de Delphinium bajo las mismas condiciones que la especie anterior

mostraron aumento de la sobrevivencia.

El resultado de este ensayo es contrario al resultado obtenido por SAFFIE (2002),

quien al preaclimatar plantas de vid propagadas in vitro, logró una tasa de

sobrevivencia mayor que no preaclimatando. De la misma manera, FIGUEROA

(2003), utilizando cubiertas de polipropileno, obtuvo una mayor sobrevivencia de

plantas que utilizando cubiertas de papel aluminio.

Además, ZOBAYED, ARMSTRONG y ARMSTRONG (2001) observaron que las

plantas de tubos con un sistema de ventilación, tienen tasas de sobrevivencia más

altas que las plantas de frascos sin ventilación, al ser llevadas a las condiciones ex

vitro.

Sin embargo, WARDLE, DOBBS y SHORT (1983) señalan que, en las plantas de

crisantemo cultivadas en tubos con una menor humedad relativa, se observó un alto

porcentaje de mortalidad y aquellas que sobrevivían eran más pequeñas y con

pocas raíces.

Según lo observado en el Cuadro 8, no existe diferencia significativa en la longitud

de las plantas de los tratamientos 1, 2 y 3 sobrevivientes al proceso de aclimatación.

CUADRO 8. Efecto de la preaclimatación in vitro sobre la longitud y número de hojas nuevas de plantas de Gisela 5 en la etapa de aclimatación.

Tratamiento Promedio longitud de plantas (cm)

Promedio N° de hojas nuevas

T1: Frasco con tapa de aluminio 1.8 a* 1.5 b*

T2: Frasco con capa 1 + capa 3

1.5 a 6.1 a

T3: Frasco con capa 1 + capa 2

1.9 a 6.5 a

* Letras iguales indican que no existe diferencia significativa entre los tratamientos, según Test de Tukey (P= 0,05) Como se señaló anteriormente, no hay diferencia significativa en el crecimiento en

longitud de las plantas de Gisela 5, cuyos sellos fueron cambiados con la intención

de disminuir la humedad relativa dentro de los frascos y aquellas plantas que

permanecieron con las tapas de aluminio. Esta situación también se observa en el

trabajo realizado por SHORT y ROBERTS (1987) con plantas de coliflor y

crisantemo, el cual resultó en que el crecimiento de las plantas cultivadas a 80% de

humedad fue similar que las con 100% de humedad relativa.

Una situación similar fue registrada por SANTAMARIA et al. (2000) en su trabajo

con Delphinium, no hubo ninguna diferencia en el crecimiento absoluto, en peso

fresco, peso seco entre las plantas crecidas en tubos intactos y los tubos sellados

con distintos tamaños de abertura. Estos mismos investigadores en este mismo

trabajo, concluyeron que al aumentar la ventilación, la humedad relativa no se ve

modificada dentro de los tubos, si no el aumento en la sobrevivencia, mejoramiento

en el desempeño de los estomas y del crecimiento, puede deberse a un aumento en

el flujo de aire.

El Cuadro 8 indica que el mayor número de hojas nuevas al finalizar el período de

aclimatación se observó en las plantas provenientes del tratamiento 1 y 2, es decir,

en aquellas plantas que fueron preaclimatadas utilizando cubiertas de polipropileno,

y el menor valor en el tratamiento testigo. Esto indica que en el tratamiento 1 y 2

hubo un importante aumento en el área foliar de las plantas.

Esto coincide con el resultado obtenido por FIGUEROA (2003), ya que obtuvo un

mayor número total de hojas en plantas que fueron preaclimatadas utilizando

cubiertas de polipropileno.

Un fenómeno que se observó durante el proceso de preaclimatación en la cámara

de crecimiento, fue que las plantas con la cubierta de aluminio mostraron un mayor

desarrollo in vitro que las provenientes de los tratamientos con cubiertas de

polipropileno. Esto concuerda con lo señalado por ZOBAYED, ARMSTRONG y

ARMSTRONG (2001), quienes observaron que el tamaño de las plantas in vitro

estaba inversamente relacionado con el grado de ventilación del tubo de cultivo.

Además, SHORT y ROBERTS (1987) señalaron que al disminuir la humedad

relativa al interior del tubo de cultivo, se reduce el crecimiento de las plántulas.

Lo descrito anteriormente, coincide con lo señalado por SANTAMARÍA et al. (2000)

quienes observaron una mayor área foliar en las plantas de Delphinium

provenientes de tubos con una menor tasa de intercambio gaseoso.

Otro fenómeno que se observó durante el proceso de preaclimatación de las plantas

de Gisela 5, ocurrido dentro de la cámara de crecimiento, fue la notable disminución

del volumen del medio de cultivo contenido en los frascos con cubierta de

polipropileno, mientras que en los frascos con cubierta de aluminio, esta disminución

fue casi nula. Similares resultados obtuvieron MURPHY et al. (1998) en plantas de

Delphinium y Hosta, quienes observaron que la pérdida de peso del medio se debía

a una ganancia de peso de la planta y a la evapotranspiración, pero en tubos con

mayor ventilación, la ganancia de peso era reducida y la pérdida de peso del medio

era casi cinco veces mayor que en los tubos con papel aluminio.

Ensayo 4: Evaluación del efecto de la desinfección en segmentos uninodales de dos patrones de cerezo sobre la oxidación y porcentaje de sobrevivencia recolectados en septiembre.

En este ensayo se utilizaron los patrones Gisela 5 y Prunus cerasus, detallando los

resultados en los cuadros 9 y 10.

Según el Test de Comparación de Proporciones, no existe diferencia significativa en

las proporciones de plantas sobrevivientes, tanto a los 10 como a los 20 días de

sembrados los explantes (Cuadro 9).

CUADRO 9. Efecto de la desinfección sobre la sobrevivencia de segmentos uninodales de Gisela 5 y Prunus cerasus establecidos en septiempre.

* Letras iguales indican que no existe diferencia significativa entre los tratamientos, según Test de Comparación de Proporciones (P= 0,05).

En el caso de Gisela 5, en los tres tratamientos se observó una muy baja

sobrevivencia de los explantes, llegando a ser cero en los tratamientos 2 y 3, y

sobreviviendo solo 2 explantes en el tratamiento 1, a los 10 días de sembrados, y

Sobrevivencia (%) Patrón

Concentración NaClO (%)

10 días 20 días

1,5 6.6 a* 3.3 a*

2,0 0.0 a* 0.0 a* Gisela 5

2,5 0.0 a* 0.0 a*

1,5 16.67 a* 10 a*

2,0 23.33 a* 10 a* Prunus cerasus

2,5 10 a* 10 a*

disminuyendo a 1 explante sobreviviente a los 20 días de sembrados para el mismo

tratamiento (ANEXO 3). Debido a la baja sobrevivencia de los explantes, no fue

posible medir la oxidación de éstos.

La principal causa de contaminación fueron agentes bacterianos, disminuyendo

notoriamente la contaminación por hongos con respecto al ensayo 1 (ANEXOS 3 y

4). Esto demuestra la efectividad del uso de la combinación de fungicidas Benlate

más Captan en la desinfección de los explantes.

Esta baja sobrevivencia de explantes, hace valer el hecho que es más difícil

desinfectar explantes provenientes de plantas crecidas bajo condiciones de campo,

que de aquellas desarrolladas bajo invernadero. Por esto mismo, MUNA et al.

(1999) sugieren desinfectar las yemas axilares y ápices de brotes que provenían de

árboles adultos de siete a ocho años de edad del patrón de cerezo Maxma 14 que

crecían bajo condiciones de campo, con un desinfectante más poderoso como el

HgCl2 (cloruro de mercurio), pues el hipoclorito de sodio y de calcio para desinfectar

superficialmente los explantes no fueron efectivos, mientras que el HgCl2 fue un

buen desinfectante, a pesar de ser tóxico para las plantas y el operador como se

indicó anteriormente.

Para el patrón Prunus cerasus, la situación fue muy similar al caso de Gisela 5. Es

así como se puede observar en el Cuadro 9 que no existe diferencia significativa

entre las proporciones de plantas sobrevivientes.

La contaminación que se generó en este caso fue causada principalmente por

bacterias internas, pues la aplicación de Benlate más Captan en cada uno de los

tratamientos disminuyó a casi cero la población de hongos contaminantes, al igual

que ocurrió con Gisela 5. Esta situación provocó la no brotación de los explantes, a

pesar de estar en primavera, época considerada óptima para la explantación tanto

por OZZAMBAK y HEPAKSOY (1997) y NORTON y NORTON (1988). Esto se debe

a que ciertos contaminantes bacterianos presentes en el interior de la planta pueden

inhibir de gran manera el potencial de crecimiento (HARTMANN y KESTER, 1995).

A pesar que la proporción de plantas sobrevivientes fue baja a los 10 días de

sembrados los explantes, fue posible la medición de la oxidación en todos ellos, ya

que los microorganismos permitieron la visualización de ésta.

En el Cuadro 10, se puede observar que no existe diferencia significativa entre los

tratamientos con respecto al grado de oxidación de los explantes.

CUADRO 10. Efecto de la desinfección sobre la el grado de oxidación de segmentos

uninodales de Prunus cerasus sembrados en septiembre medidos a los 10 días de sembrados.

* Letras iguales indican que no existe diferencia significativa entre los tratamientos, según Test de Kruskal Wallis (P= 0,05).

Como se aprecia en el Cuadro 10, el grado de oxidación de los explantes fue muy

cercano a 2, es decir, que éstos presentaban pardeamiento en la zona de corte y

necrosis en la zona apical.

Similar grado de oxidación obtuvo VARGAS (2003) al desinfectar con hipoclorito de

sodio al 2,5% explantes de Gisela 5, cuyo valor promedio fue de 1,5. En cambio, los

explantes de Colt desarrollaron un grado de oxidación mayor a pesar de haber sido

establecidos en primavera al igual que Gisela 5.

Concentración NaClO (%) Promedio grado de oxidación (ERP)

1.5% 1.6 a*

2% 1.6 a

2.5% 1.7 a

Ensayo 5: Evaluación del efecto de la desinfección de segmentos uninodales del patrón de cerezo Gisela 5 sobre la oxidación y porcentaje de sobrevivencia recolectados en octubre.

En este ensayo se sometió a desinfección con Benlate/Captan, Phyton e hipoclorito

de sodio el portainjerto Gisela 5.

En el Cuadro 11 se puede observar que existe diferencia significativa entre el

tratamiento tres y los tratamientos uno y dos, es decir, el tratamiento 3 entrega una

proporción de plantas sobrevivientes significativamente mayor al resto de los

tratamientos de desinfección.

CUADRO 11. Efecto de la desinfección sobre la sobrevivencia de segmentos

uninodales de Gisela 5 establecidos en octubre.

* Letras iguales indican que no existe diferencia significativa entre los tratamientos, según Test de Comparación de Proporciones (P= 0,05).

La principal causa de contaminación de los explantes y del medio fueron las

bacterias (ANEXO 5).

Con la aplicación del tratamiento 3, se logró obtener un alto número de explantes

sobrevivientes. En cuanto a los otros tratamientos, la sobrevivencia fue muy baja, lo

que fue causado principalmente por agentes bacterianos internos, ya que la

Sobrevivencia (%) Patrón Tratamientos

10 días 20 días

T1: Benlate/Captan + NaClO + Phyton 6.67 b* 3.3 b*

T2: Benlate/Captan + NaClO 10.0 b* 6.67 b* Gisela 5

T3: NaClO + Phyton 86.66 a* 83.33 a*

contaminación se observó hacia el interior del medio en forma de manchas que se

generaban desde el explante. Esto pone en evidencia que eliminar agentes

contaminantes internos a la planta requiere de otros métodos, como es el cultivo de

meristemas, y no sólo el uso de desinfectantes superficiales (HARTMANN y

KESTER, 1995).

En el tratamiento 3 se utilizó un bactericida – fungicida sistémico bajo el nombre

comercial de Pitón, cuyo ingrediente activo es sulfato de cobre pentahidratado. Con

este producto se realizó el enjuague de los explantes dentro de la cámara de flujo

laminar. El uso de este producto provocó la diferencia entre los tres tratamientos, ya

que el ser sistémico, tiene la capacidad que al ser absorbido por el explante pueda

eliminar microorganismos dentro de éste.

RAMÍREZ y SALAZAR (1997), lograron establecer segmentos uninodales de plantas

adultas, mediante el uso de antibiótico, fungicida y antioxidantes en el medio de

cultivo y/o mediante un lavado de los explantes inmediatamente antes de realizada

la siembra.

Lo anterior deja en claro que el estado sanitario de la planta madre donadora de

explantes es muy importante para establecer con éxito el cultivo (HARTMANN y

KESTER, 1995).

Los explantes que sobrevivieron brotaron, confirmando que la primavera es la mejor

época de explantación para las especies de Prunus, según lo señalado por

OZZAMBAK y HEPAKSOY (1997), SIMONETTI (1995) y NORTON y NORTON

(1988).

En el Cuadro 12 se puede observar que no existe diferencia significativa entre los

tratamientos con respecto al grado de oxidación de los explantes. Como se puede

ver también, el grado de pardeamiento después de 10 días de realizada la siembra

es muy cercana a 1, es decir, los explantes sólo desarrollaron pardeamiento en la

zona de corte.

CUADRO 12. Efecto de la desinfección sobre la el grado de oxidación de segmentos uninodales de Gisela 5 establecidos en octubre medidos a los 10 días de sembrados.

* Letras iguales indican que no existe diferencia significativa entre los tratamientos, según Test de Kruskal Wallis (P= 0,05).

El grado de oxidación obtenido por Gisela 5 en este ensayo es muy similar al

obtenido por el mismo portainjerto en el ensayo realizado por VARGAS (2003),

quien también realizó la siembra de los explantes en octubre y utilizó hipoclorito de

sodio al 2,5% para la desinfección de ellos. En cambio, al utilizar una concentración

de hipoclorito de sodio a menor concentración, obtuvo un grado de oxidación mayor

(2,5), pero con la diferencia que el establecimiento lo realizó en otoño. Esto deja en

claro que la estación en la cual se realiza el establecimiento es un factor importante

a considerar.

Concentración de NaClO (%) Promedio grado de oxidación (ERP)

Benlate/Captan + NaClO + Phyton 1.3 a*

Benlate/Captan + NaClO 1.3 a

NaClO + Phyton 1.3 a

Ensayo 6: Efecto de tres concentraciones de Bencil-aminopurina (BAP) en el medio de proliferación sobre el comportamiento in vitro de Gisela 5 y Prunus cerasus.

En este ensayo se utilizaron plantas de Gisela 5 obtenidas del establecimiento

realizado en octubre.

Como se observa en los Cuadros 13 y 14, no hay diferencias significativas entre las

diferentes concentraciones del regulador de crecimiento en cuanto a su efecto sobre

el promedio del largo del brote, color y número de hojas. El número de brotes

obtenido por explante sí presentó diferencias significativas.

CUADRO 13. Efecto de tres concentraciones de bencil-aminopurina (BAP) en

segmentos uninodales de Gisela 5, sobre el largo y número de brotes por explante, color y número de hojas.

Concentración

de BAP (mg/L)

Promedio largo

del brote (mm)

Promedio n°

Hojas

Promedio Color de

hojas

Promedio n° de brotes por explante

1.0 9.55 a* 7.00 a* 2.28 a** 1.17 b*

1.5 8.48 a* 4.80 a* 2.15 a** 1.67 a*

2.0 10.77 a* 7.46 a* 2.25 a** 1.27 ab*

* Letras iguales indican que no existe diferencia significativa entre los tratamientos, según Test de Tukey (P= 0,05) ** Letras iguales indican que no existe diferencia significativa entre los tratamientos, según Test de Kruskal-Wallis.

CUADRO 14. Efecto de tres concentraciones de bencil-aminopurina (BAP) en segmentos uninodales de Prunus cerasus, sobre el largo y número de brotes por explante, color y número de hojas.

* Letras iguales indican que no existe diferencia significativa entre los tratamientos, según Test de Tukey (P= 0,05) ** Letras iguales indican que no existe diferencia significativa entre los tratamientos, según Test de Kruskal-Wallis.

Para el portainjerto Gisela 5, según muestra el Cuadro 13, y para el portainjerto

Prunus cerasus, según el Cuadro 14, la mejor concentración para obtener un mayor

número de brotes por explante fue de 1.5 mg/L, obteniendo 1.67 brotes por explante

en el caso de Gisela 5 y 3 brotes por explante en el caso de Prunus cerasus en un

plazo de 40 días, resultando un total de 77 y 70 plantas respectivamente. El mismo

resultado obtuvo VARGAS (2003), en cuyo trabajo resultó como concentración ideal

para la proliferación de Gisela 5 el uso de 1.5 mg/L de BAP, llegando a obtener un

promedio de 5.23 brotes por explante en un plazo de 60 días. De igual manera, DAL

ZOTTO y DOCAMPO (1997), utilizando el medio MS más 1,5 mg/L de BAP

obtuvieron la más alta producción de vástagos en plantas del portainjerto Mariana

2624.

Similar resultado obtuvieron ÖZZAMBAK y HEPAKSOY (1997), quienes lograron

establecer que el medio ideal para el proliferación de Prunus cerasus es el medio

MS, conteniendo 1.0 – 1.5 mg/L de BAP. Utilizando estas concentraciones

ÖZAMBAK y HEPAKSOY (1997) obtuvieron de 4,45 a 4,4 brotes por explante.

Concentración de

BAP (mg/L)

Promedio largo

del brote (mm)

Promedio n°

Hojas

Promedio Color de

hojas

Promedio n° de brotes por explante

1.0 20.04 a* 10.50 a* 2.31 a** 2.10 ab*

1.5 16.09 a* 10.20 a* 2.28 a** 3.00 a*

2.0 15.52 a* 13.40 a* 2.26 a** 1.60 b*

En tanto, la concentración de BAP menos eficiente para la proliferación de brotes en

los explantes de Gisela 5 y Prunus cerasus fue de 1 mg/L y 2 mg/L,

respectivamente. El caso de Prunus cerasus se opone al resultado obtenido por

PEÑALOZA (2002), cuyo mejor resultado de proliferación para Prunus persicae lo

logró utilizando 2 mg/L de BAP, dejando en claro la diferencia que existe entre las

especies al momento de preparar un medio de cultivo. En tanto, para JONARD,

LUKMAN y VILLEMUR (1990) la adición de BAP a una concentración de 1 mg/L

indujo una mayor proliferación de brotes en todos los cultivares de Prunus cerasus

probados.

Así mismo, BARALDI et al. (1988) obtuvieron la más alta proliferación de los

cultivares de Prunus cerasus: Meteor, Monymorency y Northstar adicionando al

medio MS 1 mg/L de BA, resultado que no coincide con lo sucedido en esta

investigación, debido a que el regulador de crecimiento utilizado es distinto al usado

por estos investigadores. Ambas son citoquininas, pero su composición química es

distinta, lo que las lleva a ejercer el mismo efecto, pero a concentraciones distintas.

Los resultados obtenidos confirman que el desencadenamiento de la brotación en

cultivo in vitro, resulta del empleo de citoquininas, eventualmente asociadas a las

auxinas, pero la relación citoquinina/auxina debe ser elevada para que exista

neoformación de yemas (MARGARA, 1988). Así mismo, GEORGE y

SHERRINGTON (1984) indican que una alta relación molar de citoquinina sobre

auxina tiende a inducir desarrollo de yemas.

Aunque no se realizó una comparación entre ambos portainjertos, según los

resultados, se puede ver que la respuesta es muy similar ante las distintas

concentraciones de BAP. Esto deja entre ver que el origen de Gisela 5; patrón

resultante del cruzamiento de Prunus cerasus “Stockton morello” x Prunus

canescens, juega un rol importante, pues ambos patrones comparten igual material

genético, por tener Gisela 5, dado su origen, material genético de Prunus cerasus,

lo que los lleva a responder antes ciertos factores de manera similar.

5. CONCLUSIONES

• El mejor protocolo de desinfección para explantes de cerezo var. Gisela 5 en

la época primaveral, se logró utilizando etanol al 70% durante 5 segundos,

luego hipoclorito de sodio al 2,5% por 15 minutos, más la inmersión de los

explantes en Phyton (0,75 cc/250 ml) por otros 15 minutos.

• Para el portainjerto Prunus cerasus, ninguno de los protocolos de

desinfección utilizados para el establecimiento en la época primavera,

mostró ser más eficiente que el otro.

• El mejor medio de cultivo para la proliferación de explantes de los

portainjertos Gisela 5 y Prunus cerasus está constituido por el medio base

MURASHIGE y SKOOG (1962) suplementado con AIB (0,5 mg/L) más BAP

(1,5 mg/L).

• En la etapa de enraizamiento para Gisela 5, el mejor medio está constituido

por el medio MURASHIGE y SKOOG (1962) con la concentración mineral

reducida a la mitad complementado con 1 mg/L de AIB.

• El uso de sellos de polipropileno, no tuvo efecto sobre la sobrevivencia y

crecimiento de las plantas aclimatadas. El efecto se observó en el número de

hojas nuevas originadas durante el proceso de aclimatación.

6. RESUMEN En el Laboratorio de Propagación Profesor Gregorio Rosenberg de la Facultad de Agronomía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, ubicada en la localidad de La Palma, Quillota, V región, se llevó a cabo la propagación in vitro del portainjerto Gisela 5, abarcando las cuatro etapas de esta técnica (establecimiento, proliferación, enraizamiento y aclimatación), y del portainjerto Prunus cerasus, con el cual se trabajó en las dos primeras etapas de la propagación in vitro. Se utilizaron segmentos uninodales como explantes iniciales, los cuales se establecieron en otoño y en primavera, siendo esta última la mejor época de explantación. Los dos patrones utilizados brotaron en el medio de establecimiento MURASHIGE y SKOOG (1962). Se probaron diferentes protocolos de desinfección para los explantes, debido a la alta contaminación esperada, resultando ser mejor para el caso de Gisela 5, aquél donde se utilizó etanol al 70%, hipoclorito de sodio al 2,5% y Phyton (0,75 cc/250 ml). En el caso del portainjerto Prunus cerasus, ninguno de los protocolos utilizados mostró ser más eficiente que el otro, razón por la cual, para lograr establecer explantes de este patrón y posteriormente ser traspasados a la etapa de proliferación se utilizó el protocolo señalado como exitoso para Gisela 5. Para la proliferación de los portainjertos Gisela 5 y Prunus cerasus se evaluó la acción de tres concentraciones de BAP (1,0 mg/L, 1,5 mg/L, 2 mg/L) contenidas en un medio constituido por el medio base MS y 0,5 mg/L de AIB, resultando como mejor alternativa el uso de BAP a la concentración de 1,5 mg/L; obteniendo un mayor número de brotes por explante. Los medios de enraizamiento para las plantas de Gisela 5 se obtuvieron combinando los siguientes factores: El medio MURASHIGE y SKOOG (1962) a concentración normal (MS) y a concentración mineral reducida a la mitad (1/2 MS), y dos concentraciones de AIB (0.5 mg/L, 1 mg/L). Con el medio ½ MS más 1 mg/L de AIB se consiguió el mayor número de raíces por explante y las raíces demoraron menos tiempo en aparecer. Mientras que utilizando ½ MS más 0,5 mg/L de AIB se obtuvo la mayor longitud de raíces. En el ensayo de preaclimatación, se comparó el efecto del uso de cubiertas de polipropileno con el uso de la tapa de aluminio. No se observó diferencia en cuanto a la sobrevivencia y crecimiento de las plantas durante la aclimatación, entre los tratamientos. Se obtuvo un mayor número de hojas nuevas en las plantas con cubiertas de polipropileno.

7. ABSTRACT In vitro propagation of the rootstocks Gisela 5 and Prunus cerasus was done in the Professor Gregorio Rosenberg Propagation Laboratory located in the Agronomy Faculty of the Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, La Palma, Quillota. V Region. In the case of Gisela 5, four stages of this technique were considered (establishment, proliferation, rooting and acclimatization) while only the first two stages were considered for Prunus cerasus. Single-node stem segments were used as initial explants, which were established in autumn and spring as these are considered the best seasons for explanting. Both rootstocks sprouted in the establishment medium used by MURASHIGE and SKOOG (1962). Different disinfection protocols for explants were tested, due to the expected high risk of contamination. The method that sowed the best results for Gisela 5 was the treatment using 70% Ethanol, 2.5 % sodium hypochloride and Phyton (0.75 cc/250 milliliter). In the case Prunus cerasus, neither protocol showed a higher efficiency, and for this reason, the method that was more successful for Gisela 5 was also used to establish this rootstock, and later used for transfer to the proliferation stage.

Three concentrations of BAP (1,0 mg/L, 1,5 mg/L, 2 mg/L) contained in a medium which had MS and 0.5 mg/L of IBA as base medium, were evaluated for the proliferation of the rootstocks Gisela 5 and Prunus cerasus. The best results were obtained with the use of 1.5 mg/L BAP, which resulted in a higher number of shoots per explant.

The rooting mediums for Gisela 5 rootstocks were obtained by combining the following facts: the MURASHIGE and SKOOG (1962) medium at full-strength (MS) and half-strength (1/2 MS), and two different concentrations of IBA (0.5 mg/L, 1 mg/L). A higher number of roots per explants in a shorter time, was obtained using half-strength MS with 1 mg/L of IBA, while longer roots were obtained using half-strength MS with 0.5 mg/L of IBA.

During the preacclimatization stage, the effect of polypropylene covers was compared with the use of aluminum covers. There was no apparent difference regarding plant survival and growth during the acclimation stage of the treatments. There were a higher number of leaves in plants with polypropylene covers.

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ANEXO 1. Detalle del número de explantes de Gisela 5 sembrados en marzo, contaminados por diversos tipos de microorganismos.

MEDICION A LOS 10 DIAS DE LA SIEMBRA

Tratamientos Nº de tubos

contaminados Tipo de

Microorganismo Nº Hongo 33 Hongo + bacteria

Tmt 1 33 Bacteria Hongo 33 Hongo + bacteria *

Tmt 2 33 Bacteria * Hongo 33 Hongo + bacteria *

Tmt 3 33 Bacteria *

ANEXO 2. Detalle del número de explantes de Prunus cerasus sembrados en marzo, contaminados por diversos tipos de microorganismos.

MEDICION A LOS 10 DIAS DE LA SIEMBRA

Tratamientos Nº de tubos

contaminados Tipo de

Microorganismo Nº Hongo 4 Hongo + bacteria *

Tmt 1 28 Bacteria 1 Hongo 2 Hongo + bacteria *

Tmt 2 24 Bacteria 7 Hongo 3 Hongo + bacteria *

Tmt 3 26 Bacteria 4

MEDICION A LOS 20 DIAS DE LA SIEMBRA

Tratamientos Nº de tubos

contaminados Tipo de

Microorganismo Nº Hongo 8 Hongo + bacteria *

Tmt 1 20 Bacteria 5 Hongo 2 Hongo + bacteria *

Tmt 2 19 Bacteria 12 Hongo 3 Hongo + bacteria *

Tmt 3 19 Bacteria 11

ANEXO 3. Detalle del número de explantes de Gisela 5 sembrados en septiembre, contaminados por diversos tipos de microorganismos.

MEDICION A LOS 10 DIAS DE LA SIEMBRA

Tratamientos Nº de tubos

contaminados Tipo de

Microorganismo Nº Hongo 9 Hongo + bacteria 4

Tmt 1 28 Bacteria 15 Hongo 16 Hongo + bacteria 6

Tmt 2 30 Bacteria 8 Hongo 6 Hongo + bacteria 8

Tmt 3 30 Bacteria 16

MEDICION A LOS 20 DIAS DE LA SIEMBRA

Tratamientos Nº de tubos

contaminados Tipo de

Microorganismo Nº Hongo 10 Hongo + bacteria 4

Tmt 1 29 Bacteria 15 Hongo 16 Hongo + bacteria 6

Tmt 2 30 Bacteria 8 Hongo 6 Hongo + bacteria 8

Tmt 3 30 Bacteria 16

ANEXO 4. Detalle del número de explantes de Prunus cerasus sembrados en septiembre, contaminados por diversos tipos de microorganismos.

MEDICION A LOS 10 DIAS DE LA SIEMBRA

Tratamientos Nº de tubos

contaminados Tipo de

Microorganismo Nº Hongo 3 Hongo + bacteria 1

Tmt 1 25 Bacteria 21 Hongo 1 Hongo + bacteria *

Tmt 2 23 Bacteria 22 Hongo * Hongo + bacteria *

Tmt 3 27 Bacteria 27

MEDICION A LOS 20 DIAS DE LA SIEMBRA

Tratamientos Nº de tubos

contaminados Tipo de

Microorganismo Nº Hongo 4 Hongo + bacteria 1

Tmt 1 27 Bacteria 22 Hongo 1 Hongo + bacteria *

Tmt 2 27 Bacteria 26 Hongo * Hongo + bacteria 1

Tmt 3 27 Bacteria 26

ANEXO 5. Detalle del número de explantes de Gisela 5 sembrados en octubre, contaminados por diversos tipos de microorganismos.

MEDICION A LOS 10 DIAS DE LA SIEMBRA

Tratamientos Nº de tubos

contaminados Tipo de

Microorganismo Nº Hongo * Hongo + bacteria *

Tmt 1 28 Bacteria 28 Hongo * Hongo + bacteria *

Tmt 2 27 Bacteria 27 Hongo * Hongo + bacteria *

Tmt 3 4 Bacteria 4

MEDICION A LOS 20 DIAS DE LA SIEMBRA

Tratamientos Nº de tubos

contaminados Tipo de

Microorganismo Nº Hongo * Hongo + bacteria *

Tmt 1 30 Bacteria 30 Hongo * Hongo + bacteria *

Tmt 2 28 Bacteria 28 Hongo * Hongo + bacteria *

Tmt 3 5 Bacteria 5