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POR UN PRIMERO DE MAYO PARA LA PAZ DEMOCRÁTICA, LA JUSTICIA

SOCIAL Y EL PROCESO CONSTITUYENTE

Asistimos a una crisis capitalista a escala planetaria que sacude fuertemente a nuestro país. La

salida a la crisis por parte del gobierno de Juan Manuel Santos es castigar la política social y

atentar contra los intereses del pueblo colombiano. La venta de ISAGEN, el impulso de las

ZIDRES, la reforma tributaria, la privatización del derecho a la educación y la salud, la

pauperización laboral, así como la persecución y criminalización de la protesta social, son solo

algunas muestras de los intereses que defiende el gobierno colombiano en contravía de las

necesidades de la población de nuestro país; los pueblos no somos responsables del descalabro

capitalista, ¡Que la crisis la paguen los ricos!

La unidad es la tarea estratégica del momento. Ante la actual ofensiva, es absolutamente

necesario que la respuesta del movimiento social y popular sea inundar las calles de alegre

rebeldía unitaria. Paros, mítines, marchas y protestas de todo tipo, deben ser la respuesta para

frenar las políticas antipopulares que viene implementando el Gobierno de Santos. El

neoliberalismo es contrario al anhelo del pueblo colombiano de paz democrática, soberanía y

justicia social.

Llamamos al pueblo colombiano a desatar la potencia constituyente en las calles y campos de

nuestro país, como camino para garantizar un cambio real no solo en las garantías de

participación de las mayorías populares, sino en las condiciones de vida del pueblo colombiano

y la construcción de un proyecto alternativo de poder. Para ello, es absolutamente necesario que

se sigan allanando los caminos de la unidad, que aquellos elementos que nos separan no nieguen

ni sigan estando por encima de aquellos que, sin lugar a dudas, nos unen. ¡Vamos a organizar

las fuerzas populares por la Asamblea Nacional Constituyente!

Saludamos los diálogos que se desarrollan entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP y los

importantes acuerdos parciales alcanzados hasta el momento, así como la apertura de diálogos

con el ELN; la posibilidad de superar la guerra es cada más cierta y latente. El cese bilateral de

fuegos y hostilidades continúa siendo una demanda indispensable para aclimatar la paz en

nuestro país.

Llamamos al movimiento social y popular, a las fuerzas democráticas, progresistas y

revolucionarias a defender la solución política y los procesos de diálogos de los ataques

permanentes de los enemigos de la paz, quienes aúpan marchas de odio desde la legalidad, y

persiguen, amenazan y asesinan a líderes sociales y defensores de derechos humanos desde la

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ilegalidad. El Estado colombiano debe comprometerse con el desmonte del paramilitarismo y la

doctrina contrainsurgente en Colombia que subyace incluso en su misma institucionalidad. El

escenario de post-acuerdo no puede convertirse en un derramamiento de sangre mayor al sufrido

durante la guerra.

La Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios ACEU, extiende un saludo fraternal y

combativo a la clase proletaria en este primero de mayo. Sepan que en nosotros encontrarán

siempre un aliado para la movilización y la lucha por superar toda forma de explotación del

hombre por el hombre, la liberación de nuestros pueblos y la defensa de las conquistas sociales

y populares ante la arremetida del imperialismo en el mundo y en Nuestra América.

¡Vivan las y los trabajadores de Colombia y el mundo entero; juntos construiremos otros

mundos del tamaño de nuestros sueños!