Programas electorales_ “Os hemos votado para que gobernéis” _ Opinión _ EL PAÍS

2
PATXI LÓPEZ 28 ABR 2015 - 00:00 CEST Para garantizar la democracia, hace falta libertad política y unos mínimos de igualdad social OPINIÓN TRIBUNA » “Os hemos votado para que gobernéis” No podemos ni renunciar a nuestros principios ni tampoco negar la realidad Archivado en: Opinión Democracia PSOE Cataluña España Partidos políticos Elecciones Política Justicia El primer problema del sistema democrático es su debilidad para garantizar a la ciudadanía que su voz decida en todos los ámbitos de la vida colectiva: el gran problema de la democracia hoy es su incapacidad para controlar la economía especulativa y para poner el capital al servicio de los intereses generales y del progreso colectivo estrangulando así la verdadera voluntad democrática. Segundo problema: una de las características de nuestro modelo es que para la ciudadanía la democracia está unida, a un sistema político y a un modelo social que le da sentido, crea solidaridades y legitima al sistema en su conjunto. Pero hoy, la derecha europea está destruyendo ese modelo social basado en la libertad, el progreso, la igualdad de oportunidades y la justicia social. Tercer problema: la enorme desigualdad que se está creando está fraccionando la sociedad, condenando a amplios colectivos a un futuro sin esperanza. Para garantizar la democracia, hace falta libertad política, pero también unos mínimos de igualdad social que suelden la solidaridad y el apoyo al sistema. Sin este mínimo de igualdad social la democracia no puede perdurar demasiado tiempo. La historia del siglo XX europeo es suficientemente explícita al respecto. Y, finalmente, la crisis política ha generado una demanda profunda de cambios en las formas de la democracia. La ciudadanía reclama más transparencia, más participación y mayor control de la cosa pública. Pero es evidente que con la mera protesta no resolvemos nada, sólo exacerbamos las heridas. Nos toca hacer propuestas serias y realistas, pero de un realismo transformador que tenga el valor de cambiar las cosas. En la propia definición de los problemas está el camino a seguir: Primero, recuperar el poder de la política, que es lo mismo que decir recuperar el poder de la ciudadanía frente a los intereses de un capital sin alma que, buscando solo su propio beneficio, juega con la vida de millones de personas. Segundo, reconstruir un nuevo modelo social europeo basado en los servicios públicos universales y en las pensiones dignas. Tercero, recomponer un pacto sociolaboral para que el reparto de rentas, especialmente de los salarios, sea más justo; y una reforma fiscal que redistribuya la riqueza colectiva, que hoy está en muy pocas manos, de forma más equitativa. Y, finalmente, como ya he relatado, hacer frente a la “reforma de las formas” de la democracia. Antes decía que la democracia necesita de la libertad política y de un mínimo de igualdad social, ahora debo añadir que le es indispensable la

description

gobierno

Transcript of Programas electorales_ “Os hemos votado para que gobernéis” _ Opinión _ EL PAÍS

Page 1: Programas electorales_ “Os hemos votado para que gobernéis” _ Opinión _ EL PAÍS

PATXI LÓPEZ 28 ABR 2015 - 00:00 CEST

Para garantizar lademocracia, hace faltalibertad política y unos

mínimos de igualdad social

OPINIÓN

TRIBUNA »

“Os hemos votado para que gobernéis”No podemos ni renunciar a nuestros principios ni tampoco negar la realidad

Archivado en: Opinión Democracia PSOE Cataluña España Partidos políticos Elecciones Política Justicia

El primer problema del sistema democrático es su debilidad para garantizar a la ciudadanía que suvoz decida en todos los ámbitos de la vida colectiva: el gran problema de la democracia hoy es suincapacidad para controlar la economía especulativa y para poner el capital al servicio de losintereses generales y del progreso colectivo estrangulando así la verdadera voluntad democrática.

Segundo problema: una de las características de nuestro modelo es quepara la ciudadanía la democracia está unida, a un sistema político y a unmodelo social que le da sentido, crea solidaridades y legitima al sistema en su conjunto. Pero hoy, laderecha europea está destruyendo ese modelo social basado en la libertad, el progreso, la igualdad deoportunidades y la justicia social.

Tercer problema: la enorme desigualdad que se está creando está fraccionando la sociedad,condenando a amplios colectivos a un futuro sin esperanza. Para garantizar la democracia, hace faltalibertad política, pero también unos mínimos de igualdad social que suelden la solidaridad y el apoyoal sistema. Sin este mínimo de igualdad social la democracia no puede perdurar demasiado tiempo.La historia del siglo XX europeo es suficientemente explícita al respecto.

Y, finalmente, la crisis política ha generado una demanda profunda de cambios en las formas de lademocracia. La ciudadanía reclama más transparencia, más participación y mayor control de la cosapública.

Pero es evidente que con la mera protesta no resolvemos nada, sólo exacerbamos las heridas. Nostoca hacer propuestas serias y realistas, pero de un realismo transformador que tenga el valor decambiar las cosas.

En la propia definición de los problemas está el camino a seguir:

Primero, recuperar el poder de la política, que es lo mismo que decir recuperar el poder de laciudadanía frente a los intereses de un capital sin alma que, buscando solo su propio beneficio, juegacon la vida de millones de personas.

Segundo, reconstruir un nuevo modelo social europeo basado en los servicios públicos universales yen las pensiones dignas.

Tercero, recomponer un pacto sociolaboral para que el reparto de rentas, especialmente de lossalarios, sea más justo; y una reforma fiscal que redistribuya la riqueza colectiva, que hoy está en muypocas manos, de forma más equitativa.

Y, finalmente, como ya he relatado, hacer frente a la “reforma de lasformas” de la democracia.

Antes decía que la democracia necesita de la libertad política y de unmínimo de igualdad social, ahora debo añadir que le es indispensable la

Page 2: Programas electorales_ “Os hemos votado para que gobernéis” _ Opinión _ EL PAÍS

estabilidad política. Detrás de toda inestabilidad política prolongadaespera el totalitario para hacerse con el poder.

Hoy corren muchos mitos y demonizaciones: el bipartidismo y las mayorías absolutas parecen ser elorigen de todo mal.

Yo, que soy vasco, debo decir que en Euskadi nunca ha habido una mayoría absoluta, y que elbipartidismo es un espejismo en un escenario político en el que siempre ha habido, al menos, cuatropartidos. Algo parecido se podría decir de Cataluña y de otras comunidades autónomas.

Y en lo que respecta a España en todos los años de democracia no ha habido tantas mayoríasabsolutas, si bien la que estamos sufriendo actualmente es especialmente arrogante y destructora.Pero, en general, sí ha habido una cultura de la estabilidad política. De la necesidad de Gobiernosestables que gobiernen.

Tanto si somos el primer partido, el segundo o el tercero todos debemos asumir la responsabilidad degobierno, que no quiere decir necesariamente estar en el Gobierno sino aceptar que la ciudadanía havotado para que haya un Gobierno que gobierne, y eso nos obligará a construir mayorías suficientes,y también, en caso de quedar en la oposición, a asumir la otra cara de esa responsabilidad que es ladel control y las propuestas.

Y es aquí donde veo en la actualidad un riesgo cierto, al menos en la actitud de algunos partidos queno parecen dispuestos a mojarse salvo para estar en el poder.

La democracia se basa en la defensa de las ideas y principios y en la aceptación de que el Gobierno,con mayúsculas, consiste en la negociación permanente entre mayorías. Y que es necesario transar,es necesario mancharse las manos en la política, en el mejor sentido de la palabra. Aquellos quepretendan, al día siguiente de las elecciones, seguir en el plano virginal sin intentar participar,implicarse en la gobernanza común a través de la negociación, estarán traicionando uno de losmandatos de la ciudadanía: “Os hemos votado para que gobernéis”.

Norberto Bobbio plantea “la aporía fundamental con la cual tiene que verse todo filósofo de lapolítica: la tensión/traición entre valores y hechos, tensión que no puede resolverse pero tampocoeliminarse”. Esto es lo que al día siguiente de las elecciones nos encontraremos todos; no podemosrenunciar a nuestros principios, pero tampoco podemos negar la realidad.

Patxi López es secretario de Acción Política y Ciudadanía del PSOE.

 

 

© EDICIONES EL PAÍS S.L.