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en la impresión-, el sostén de los compromisos pactados está, sin duda, en un personal comprometido con el “deber ser” de la excelencia en impresión.

“Hay toda una tradición y conocimientos que respaldan nuestro actuar en cada etapa del proceso gráfico: preprensa, impresión y terminación; además del servicio de pre y postventa. Tenemos una vocación y una formación orientada a valorar nuestro compromiso y nuestro trabajo, por lo mismo sabemos que nuestros clientes también aprecian esta propuesta de trabajo y servicio”.

Así como los manuscritos fueron desplazados por la técnica tipográfica, lo

control SAP, pero con el sello de calidad impuesto por lo mejor de la tradición de las artes gráficas. Sin lugar a dudas, una imprenta modelo en gestión y eficiencia, centrada en el servicio, en una interacción en la que el cliente es piedra basal y a la vez quien más valora este concepto de boutique de impresión, a partir de un consenso latente: tiempo y calidad, sustentado en la confianza de una gestión de rigor, respaldada en un oficio gráfico de trayectoria.

Por tanto, más que detallar la configuración de equipos y tecnologías, que ya son un elemento diferenciador y que ofrece plenas garantías -al controlar in house todos los pasos involucrados

que se mantuvo fue el oficio gráfico y la creencia de que la excelencia es fruto del conocimiento, de la experiencia y de un trabajo riguroso y sincero.

Procolor sigue en la senda de las grandes tradiciones gráficas.

El área comercial interpreta y se preocupa del seguimiento de cada trabajo delegado en su gestión.

Procolor se ha destacado como un impresor de bajos tirajes y alta calidad. Distinguiéndose particularmente por su servicio y tiempos de respuesta.

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