PROCESO-2050-1

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CISA / Co mu ni ca ción e Información, SA de CV 
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semanario de información y análisis
No. 2050 • 14 de febrero de 2016
Fo to por tada: E duardo Miranda
TRABAJO 39  Justicia laboral “cosmética”, por presiones de EU
   /Rosalía Vergara
  43   Ajusticiamiento /Naranjo
  45  Narro, sin credenciales académicas  /Ernesto Villanueva
  47  La ONU, el fiscal Olea y Nestora /Marta Lamas
  48  Sensatez ciudadana /Héctor Tajonar
  49  TIEMPO FUERA: Necrología de la casa de ustedes /Fabrizio Mejía Madrid
INTERNACIONAL
50  FRANCIA: Tras los atentados, cacería de musulmanes /Anne Marie Mergier
VISITA PAPAL   6  El dilema del Papa: le entra o no al caso
 Ayotzinapa /Rodrigo Vera   13  Rivera Carrera, marginado /Rodrigo Vera
VIOLENCIA 18   Ayotzinapa: es hora de usar nuevas tecnologías
 /Marcela Turati
  22  Las impunes desapariciones de Javier Duarte  /Noé Zavaleta
26  En Topo Chico, el abandono oficial cobró su cuota /Luciano Campos Garza
MEDIOS 30  Una década de ataques contra periodistas
de Proceso  /J. Jesús Esquivel
POLÍTICA 36  Salen salinistas y llegan salinistas
 /Arturo Rodríguez García
DISEÑO:  Ale jandro Valdés Kuri, coordinador; Fernando Cisneros Larios, Antonio Fouilloux Dávila, Manuel Fouilloux Anaya y Juan Ricardo Robles de Haro
COMERCIALIZACIÓN: Margarita Carreón, gerente Tel. 56 36 20 63. Mercadotecnia: Lucero García, Norma Velázquez. Tel. 56362059. Karina Valle. Circulación: Mauricio Ramírez. Tel. 5636-2064. Pascual
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 ALMACÉN y PRO VEEDURÍA: Mercedes Guerra, coordinadora; Rogelio Valdivia
MANTENIMIENTO: Miguel Olvera
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CONMUTADOR GENERAL: Karina Ureña; Susana Arellano, 5636-2000
FAX: 5636-2055, Palabra de Lector; 5636-2086, Redacción.
 AÑO 39, No. 2050, 14 DE FEBRERO DE 2016
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EDITOR EN JEFE: Raúl Monge; Editores: Sara Pantoja, Miguel Ángel Vázquez, Concepción Villaverde,María Luisa Vivas; Tels.: 5636-2087
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agencia proceso de información
  53  MEDIO ORIENTE: Turquía, la guerra que renace /Andrés Mourenza
  56  HISTORIA: El coronel que no quería matar al cura guerrillero /Rafael Croda
CULTURA 60  Rubén Darío: primer siglo de inmortalidad    /Alberto Paredes
 65  Estro Armónico /Samuel Máynez Champion
  Páginas de crítica
 /Blanca González Rosas
  TEATRO:  El difunto señor Henry Moss   /Estela Leñero Franco
  CINE:  La gran apuesta   /Javier Betancourt
  TELEVISIÓN:  Anónima, el pasado te persigue    /Florence Toussaint
  LIBROS: Trabajo capitalista  /Jorge Munguía Espitia
HISTORIA 72 El nombre de la Ciudad de México    /Felipe I. Echenique March
TOROS 74 José Tomás: a por el oro... /Leonardo Páez
DEPORTES 76  Por caer, el último bastión de Castillo
 /Raúl Ochoa
 /Helguera y Hernández
RODRIGO VERA
D esde que se anunció que el Papa Francisco visitaría Méxi- co, la gran duda fue si decidi- ría pronunciarse respecto de las desapariciones forzadas en México y se reuniría con
los familiares de las víctimas –particular- mente los padres de los normalistas de Ayotzinapa– o si optaría por rechazar este encuentro para ajustarse al libreto que quiere el gobierno de Enrique Peña Nieto:
que pronuncie discursos que hablen de pobreza, violencia, inseguridad y corrup- ción en términos muy generales y sin ate- rrizarlos en la realidad mexicana.
Según una encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica dada a conocer días antes de la llegada del Pontífice, la mayoría de la población mexicana, 63.7%, consideraba que Francisco debía reunirse con los padres de Ayotzinapa, porque en este momento ellos representan el sufri- miento de las víctimas de la violencia en México.
Varias organizaciones de familiares de desaparecidos solicitaron formalmente tener una audiencia privada con Bergoglio para narrarle sus experiencias. Algunos obispos mexicanos las apoyaron en sus gestiones. Incluso la misma congregación religiosa a la que pertenece el pontífice, la Compañía de Jesús, desde hace meses ha pedido un espacio en la agenda papal para estas víctimas, a través de la Nuncia- tura Apostólica y la Secretaría General de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
Proceso ha dado cuenta de estos es-
le entra o no al caso Ayotzinapa
El dilema del Papa:
VISITA PAPAL
fuerzos y de las maniobras gubernamen- tales para impedir esta reunión, pues llevarla a cabo significaría un golpe de di- mensiones internacionales para el actual gobierno mexicano.
El religioso franciscano Salvador Rangel, obispo de Chilpancingo-Chilapa, diócesis a la que pertenece Ayotzinapa, intentó que el Papa fuera a Iguala y ahí se reuniera con parientes de desaparecidos de todo el país. En noviembre pasado co- mentó a este semanario:
“Tengo un deseo muy personal de que
el Papa vaya a Iguala para darnos ahí un mensaje de paz y reconciliación. Sería muy bueno para las víctimas de la violencia de todo el país. La tierra de Guerrero –bronca y violenta– en estos momentos está sufrien- do mucho. Podría ser una visita muy breve, una especie de escala en sus trayectos.
“Me han dicho que el itinerario del Papa ya está marcado, pero de cualquier manera yo voy a consultar y a ver qué po- sibilidades hay de una visita a Guerrero. Hay que realizar gestiones. Como obispo, daría de brincos por que el santo padre nos visitara.”
–¿Usted ya se reunió con el Papa para hablar sobre el tema?
–Sí, estuve con él el pasado 7 de oc- tubre. Fue un encuentro muy breve. Le recordé que él me acaba de enviar como obispo a la diócesis de Chilpancingo-Chi- lapa, donde apenas tengo tres meses. Y él se sonrío. Lo que me dijo es estrictamente privado. Sólo puedo decir que está bien consciente de lo que sucede en Guerre- ro… Creo que el Papa, quien siempre ha estado a favor de las causas imposibles,
estaría dispuesto a tener un encuentrocon esas víctimas (Proceso 2038).
El empuje jesuita
Con un enfoque de “derechos humanos” y por considerar “prioritario” el grave pro- blema de los desaparecidos, la provincia mexicana de la Compañía de Jesús tam- bién busca un encuentro entre Bergoglio y parientes de víctimas de desapariciones forzadas. El jesuita Sergio Cobo, director de la Fundación Loyola, explicó:
“La iniciativa para que se dé la audien- cia con el Papa proviene de los propios
familiares de desaparecidos. Nosotros en la Compañía los apoyamos. Y echaremos toda la carne al asador para conseguir el encuentro.”
–¿Qué gestiones realizan para lograr- lo?—se le pregunta.
–Hemos recurrido a los dos cana- les formales en México: la Nunciatura Apostólica y el Episcopado Mexicano. Ya hablamos directamente con el nuncio (Christophe Pierre) y con el secretario general del Episcopado (Eugenio Lira Ru- garcía). Quizás ellos, por cuestiones de discreción, no quieren hacer públicas es- tas gestiones. Pero estamos en eso. Nues- tro provincial en México nos delegó esta encomienda a varios jesuitas.
–Pero el Papa también es jesuita, ¿no le han hecho directamente la petición?
–Mire, el Papa nos pide que todo lo tra- temos vía los canales formales, para dar- les su lugar a los obispos y a los nuncios, y así no haya una doble vertiente.
–Tampoco favoritismo… –Sí, para que no haya favoritismos,
aunque se trate de causas justas, como
ésta, de los desaparecidos. Pero nosotrostampoco queremos brincarnos los ca- nales formales. Esto incluso nos ayuda a mantener una relación coordinada con la Iglesia.
–Entre tantas víctimas de la violencia, ¿por qué ustedes piden una audiencia  justo con familiares de los desaparecidos? ¿Lo consideran el problema más grave?
–En nuestros servicios como defen- sores de derechos humanos, hemos visto que estos familiares son los peor atendi- dos por las autoridades. Son gente muy pobre que se está acercando a nuestros centros de derechos humanos en busca
Atrás de los reflectores que enfocan la visita del Papa Fran- cisco se pelea un round  de sombra: el gobierno ha presio- nado, en México y El Vaticano, para que el pontífice no se manifieste con dureza acerca de la desaparición de los nor- malistas de Ayotzinapa –y de los miles de desaparecidos en el país–, edulcore sus discursos, hable de generalidades... Activistas y jesuitas, en cambio, buscan que sí lo haga. Pero más allá de esas pretensiones, el fraile dominico Julián Cru- zalta subraya la responsabilidad moral del jerarca católico: en todo caso y por su alta investidura, “los discursos o en- cuentros que sostenga dependen sólo de él”.
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de atención psicológica y jurídica, sobre todo al Centro Pro.
“Además, el de los desaparecidos es un problema de gran magnitud; se habla de 26 mil a nivel nacional. ¡Son muchísi- mos! Y casos como el de Ayotzinapa se están replicando en otras partes, como
los cinco jóvenes recién desaparecidos en el estado de Veracruz, que al parecer también fueron entregados por la policía a una banda de narcotraficantes. Para la Compañía el problema de los desapareci- dos es una prioridad.”
–¿En qué puede ayudar a los familia- res tener un encuentro con el Papa?
–A estas familias se les ha querido acallar y cansar con el fin de que todo se olvide. Pero pese a todas las presiones en su contra han logrado que esos crímenes se mantengan a la luz pública. El Centro Pro, junto con otras organizaciones, logró que el caso Ayotzinapa fuera tomado por
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, justamente para que no quede impune.
“De manera que un encuentro con el Papa iría en la misma línea de derechos humanos; serviría para que el problema de los desaparecidos no se olvide. Él les podrá dar ánimo a los familiares para que continúen en su lucha. El Papa quiere to- car esa llaga durante su visita, más que
convivir con políticos en recepciones pa- laciegas” (Proceso 2047).
Varias organizaciones de familiares de desaparecidos, por medio del nuncio Christophe Pierre, le solicitaron por escri- to al Papa una audiencia. Entre estos pe- ticionarios está el grupo guerrerense Los
Otros Desaparecidos de Iguala, que in- tenta encontrar a más de 400 personas; el Movimiento Nacional por Nuestros Desa- parecidos en México, formado por 35 co- lectivos; el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres, que busca a 736 víctimas; y algunas otras organizaciones que, hasta el cierre de esta edición, no habían obte- nido respuesta.
La reacción soterrada
En las últimas semanas, fuentes cerca- nas al Vaticano y a la Presidencia de la República han difundido que el gobierno
mexicano realizó gestiones diplomáticas en la Santa Sede para impedir que se rea- lice una audiencia de Bergoglio con los padres de Ayotzinapa y para que el pon- tífice suavice los discursos que pronuncie en México.
Fuentes confidenciales revelaron a este semanario que ése fue el propósito del intempestivo viaje que, el pasado 22 de enero, realizó al Vaticano la canciller mexicana Claudia Ruiz Massieu, quien,
 junto con Mariano Pala- cios Alcocer, embajador de México ante la Santa Sede, se reunió en priva- do con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Es- tado del Vaticano, y con Paul Richard Gallagher, secretario para las Rela- ciones con los Estados.
En dicha junta –de acuerdo con las fuen- tes confidenciales, una vaticana y otra de la di- plomacia mexicana, que pidieron el anonimato–, Ruiz Massieu trató de persuadir al cardenal Pa-
rolin para que el Papa nose reuniera con los padres de Ayotzinapa, pues algu- nos de los normalistas desaparecidos al parecer habrían estado involucra- dos en el envío de drogas a la ciudad de Chicago, en Estados Unidos.
Ruiz Massieu entre- gó a Parolin información que sustenta esta versión, advirtiéndole que, de reu- nirse Bergoglio con estos familiares, podría enviar
“El Papa en el inf ier no”. Por tada de la r ev ista italiana “Il V ener d ì” ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA
C oncentración del poder políti- co, del religioso y de la farándula.  Atrás quedaron las aspiraciones de laicidad que, por dogma o hi-
pocresía, solían enarbolar los presiden- tes de México a la hora de lidiar con la decimonónica separación Iglesia-Esta- do, y con júbilo –para usar la expresión del conductor del acto– se volcaron jun- tos en una celebración espectacular.
Tan espectacular que, apenas aca- bada la salutación del presidente Enrique Peña Nieto y su esposa, Angélica Rivera, el jerarca católico debió recibir a cuatro pequeños, expuestos al frío inclemente, usados para entregarle al Papa un cofre cuyo contenido era un poco de tierra de cada una de las 32 entidades federativas.
Francisco debió escuchar y ver en pantalla gigante a los cantantes convo- cados por la primera dama, quienes in- terpretaron una canción llamada “Luz”; luego recorrió la alfombra roja para salu- darlos, antes de que la comitiva vaticana y la representación del Estado mexicano protagonizaran la ceremonia protocolaria correspondiente a una visita de Estado.
En un traje blanco –no blanco enfer- mera, blanco de diseño– Angélica Rive-
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VISITA PAPAL
ra se veía entusiasta para llevar a Bergoglio  junto a sus amigos y algunos niños dispues- tos ahí para saludar a ese argentino que desde que se colocó al frente de la Iglesia, en 2013, se propuso abrazar la causa de los pobres que ahí, en la recepción oficial, salvo por lo menores convocados, no había.
Peña Nieto, en traje oscuro, estaba son- riente. No como aquel José López Portillo que con desdén recibió a Juan Pablo II en 1979. No como Vicente Fox que se inclinó y besó el anillo papal. La tarde del viernes 12, el jefe del Estado mexicano optó por recibir al Papa con un festival.
El “set” del hangar
Dos templetes, una alfombra roja y cinco pantallas gigantes; al fondo, fotografías evo- cativas de joyas arquitectónicas del país, en dimensiones faraónicas; poderosas bocinas mezclan ritmos de moda.
El escenario está puesto y a partir de las 16:00 horas la concurrencia empieza a colo- carse en los graderíos, unas 7 mil butacas, apropiado sitial para unos asistentes que no
parecen estar acostumbrados a pasar horas bajo el sol y que se enfundaron en sus mejo- res galas, las mismas con las que acudirán a los baños portátiles y desfilarán luego para procurarse una bolsa de agua, pues no hay líquido embotellado que pase por los arcos de seguridad.
Llegaron de distintas ciudades por in- vitación de la Presidencia, pero cuando el conductor las va mencionando, no encuen- tra tanta respuesta como la que provoca la mención de Toluca, que sí desata una ova- ción de la concurrencia.
Ondean dos banderas frente al Parte- nón contemporáneo al que conduce la enor- me alfombra roja: la tricolor mexicana y la bicolor vaticana. El Papa será recibido horas después en este lugar, el hangar presiden- cial recién construido y estrenado a corte- sía –a cambio de mil millones de pesos– de Juan Armando Hinojosa Cantú, el construc- tor y financiero de la llamada Casa Blanca.
Pero ese detalle no es motivo de atención. La explanada de asfalto donde suelen hacer- se las maniobras del nuevo TP-01, encontró como uso alternativo el festival musical dis-
puesto para una recepción de Estado que se convirtió en un monumental set  de tele- visión, con todo y juego de luces, cámaras para transmitir desde numerosos ángulos e instrucciones para que los asistentes se conduzcan como se debe.
Para ellos lo importante es ensayar las
porras: “¡Te queremos, Francisco, te que- remos!”, intentar una ola y finalmente po- nerse a bailar “La pelusa”. Pero el ánimo no decaía y de pronto el ensayo de porras se suspendió pues el mariachi de la Se- cretaría de Marina inundó los altavoces con canciones de exaltación de la mexi- canidad: “México lindo y querido”, “Soy mexicano”, “México en la piel”, “El rey”…
Las instrucciones, repetidas cuatro veces, fueron: al decir que éste es un mo- mento importante y se cante la canción “Luz”, todos deben encender la luz de sus celulares. La última vez que el maestro de ceremonias dio la instrucción dijo:
“Conforme la luz del sol se aleja, más cerca está de nosotros la luz de Su Santi- dad”, y entonces volvió a instruir sobre el momento en que, al aparecer el prelado, tendrían que lanzar una ovación.
La bendición
 A Francisco, conocido por romper el protocolo, esta vez Peña Nieto le ganó la partida. El protocolo quedó para después.
Con el ballet folclórico de Ama- lia Hernández y un mariachi entonan- do Cielito lindo como marco, el avión de Alitalia se posicionó frente el hangar presidencial. Ahí aparecieron Peña Nie- to, Angélica Rivera, el nuncio apostólico Christophe Pierre y el embajador Miguel Malfavón. Estos dos últimos subirían para escoltar a Francisco.
Conforme al guion, Francisco se de- tuvo a escuchar y ver en las pantallas gi- gantes la canción que entonaban Pedro Fernández, Pandora y Cristian Castro, a quienes se acercará a saludar.
Desde su aparición, la concurrencia le reclamaba una bendición, pero Bergo- glio parecía resistirse y, cuando estaba a punto de ingresar al hangar presidencial, algo le dijo Peña Nieto al oído. Enton- ces el Papa se dirigió a una estructura de gradas y soltó su bendición, repitiendo la señal de la cruz ante cada estructura hasta quedar junto al mariachi y el ballet de Amalia Hernández, y terminar con un sombrero de charro.
Media hora después de su llega- da, por fin, el protocolo siguió su curso y las delegaciones se encontraron frente al hangar, para hacer las presentaciones correspondientes. Afuera el festival con- tinuó una hora más.
El “show” de Televisa
   E    d   u   a   r   d   o    M    i  r   a   n    d   a
Religión y farándula
ISAÍN MANDUJANO
T UXTLA GUTIÉRREZ, CHIS.-  Cuando Samuel Ruiz García estaba por dejar la diócesis de San Cristóbal de Las Casas, su hermana Luz María les preguntó a los colabo- radores del obispo qué harían
con los reconocimientos y preseas que él había acumulado durante su labor pastoral.
El Tatik (Caminante), como le decían los indígenas chiapanecos, la calmó. “Nada de eso me pertenece –le dijo–, por lo que se quedarían en la diócesis”. Le aclaró tam- bién que no eran reconocimientos persona- les, sino para el equipo que lo acompañó y para los feligreses de la iglesia a la que esta- ba adscrito.
En 2009, poco antes de que Tatik   Samuel se fuera de la diócesis, un empre- sario regiomontano, a quien había conocido 20 años antes, le preguntó qué podía hacer para que su legado perdurara. Y el l lamado “obispo de los pobres” le recomendó cons- truir una clínica en las afueras de San Cristó- bal de Las Casas.
 Así nació la Clínica Esquipulas. El in- mueble brinda servicio a los indígenas que no están afiliados al Seguro Social ni tienen para pagar un hospital privado. Las viejas
casonas coloniales aledañas también fueron remodeladas y ahí se construyó el Museo Tatik Samuel, bajo el auspicio del Centro Comunitario El Caminante.
Se pensó así, como un centro de en- cuentro de los pueblos a los cuales dedicó su vida entre 1960 y 2010. El 24 de enero de 2010, justo un año antes de su partida, Ruiz García y su más cercano colaborador, el pá- rroco de Tila, Heriberto Cruz Vera, e indíge- nas choles de esa zona norte del estado, llegaron para bendecir el tronco del árbol que sostiene al museo.
Sin embargo, el museo no abrió sus puertas hasta el 27 de enero de 2015. Desde entonces han visitado el lugar miles de per- sonas para conocer el legado y la obra pas- toral del Tatik Samuel, sobre todo indígenas.
La directora, Natalia Bojórquez, sostiene que ese espacio fue creado sobre todo para rescatar la memoria de los acontecimien- tos históricos más importantes de Chiapas y la trayectoria de Samuel Ruiz en su búsque- da del macroecumenismo, la defensa de los derechos humanos, en particular los de los indígenas, quienes son los más vulnerables.
Los visitantes pueden encontrar in- formación sobre el origen de la cultura in- dígena, observar la representación de un sacerdote maya, así como una referencia
la señal de que está apoyando a un cártel de la droga y dañaría mucho su imagen pontificia (Proceso 2049).
Palacios Alcocer –en una entrevista publicada en el diario La Jornada, el lu- nes 8– negó estas versiones: “En ningún momento se tocaron estos aspectos de matizar o diluir los planteamientos de la Iglesia o del jerarca religioso. Descalifico estos señalamientos, porque me consta
que se hizo un trabajo de absoluto res- peto. Es ingenuo suponer o imaginar que alguien condicione lo que diga o deje de decir el Papa”.
Y sobre los discursos que pronuncia- rá Francisco, indicó: “El gobierno sabe que los planteamientos que realiza los hace a la luz de la doctrina social de la Iglesia… Los mensajes del pontífice tienen una co- bertura global y parten de la buena fe. No
llega, como él mismo lo ha dicho, con una varita mágica a resolver problemas, sino a alentar la unidad, el encuentro, la espe- ranza, la conciliación y la concordia”.
Esa misma postura la externó Hum- berto Roque Villanueva, subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, quien adelantó que el obispo de Roma sólo hará “reflexiones de carácter general” sobre la
sobre cómo eran los habitantes originarios de estas tierras.
En una sala se incluye material relativo al periodo de la conquista, presentando el ori- gen de las distinciones sociales con las legis- laciones relativas a las castas, y de la llegada
del padre De las Casas para evangelizar a la población, además de que se exhiben piezas religiosas de los siglos XVII, XVIII y XIX.
La sección de la historia de la diócesis sancristobalense incluye información de los obispos que la han dirigido, desde Fray Bar- tolomé de Las Casas hasta Felipe Arizmen- di Esquivel, quien hoy está al frente de ella, y se exhiben piezas religiosas que pertenecie- ron a Tatik  Samuel.
 Asimismo, en el espacio denominado “línea del tiempo”, se alude a la trayectoria religiosa de Tatik Samuel que incluye los pa- sajes más destacados de su trabajo al lado de los indígenas, su defensa de los dere-
chos humanos y la paz, así como el papel que jugó durante el levantamiento del Ejérci- to Zapatista de Liberación Nacional en ene- ro de 1994 y los meses posteriores.
Se pueden observar también los reco- nocimientos, medallas y premios que recibió el obispo Ruiz durante su trayectoria pasto- ral, así como algunas de las prendas que lo hicieron famoso dentro y fuera del país, su
 laptop, su rasuradora, su equipo de radio- comunicaciones, el saracof que usaba para protegerse de las ramas cuando subía a las montañas, el fuete que usaba cuando mon- taba a caballo.
Historia recobrada En el museo se conserva la bula papal de Juan XXIII que da cuenta del nombramiento de Ruiz García como obispo de San Cristó- bal: 14 de noviembre de 1959, cuando tenía 35 años. El 25 de enero de 1960 tomó pose- sión de su nuevo encargo conferido desde el Vaticano. Y desde entonces se consagró a él.
Se exhibe la primera Biblia en tzotzil, el báculo del obispo y su casulla. Mientras permanece abierto, el museo transmite una videoentrevista en la que Ruiz García expli- ca los objetivos de ese espacio.
En los noventa Tatik  Samuel ya era re- conocido en el mundo por su labor pastoral, pero su papel de mediador y pacificador de
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Otro reto: el “Tatik” Samuel
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VISITA PAPAL
1994 le atrajeron más reconocimientos. En 2000, por ejemplo, fue distingui-
do con el Premio Simón Bolívar de la UNESCO por su compromiso personal y su papel como mediador entre el gobier- no y el EZLN, que contribuyó a la paz y
al respeto de la dignidad de las minorías.  Al año siguiente recibió el Premio In-
ternacional de Derechos Humanos de Núremberg por la defensa de los dere- chos humanos de los pueblos indígenas de Chiapas. La Universidad Autónoma de Sinaloa le concedió el doctorado ho- noris causa; antes lo habían hecho la Iberoamericana y la de Barcelona.
En el museo también hay imágenes de aquellos tiempos en los que enarbo- laba su bandera de “Cristianismo sí, co- munismo no”, cuando quería enseñarle a los pueblos indígenas el español. Al final fue él quien aprendió el tzotzil, tzeltal, chol y
tojolabal. Los sancristobaleños que al principio lo
arroparon, terminaron por distanciarse de él por su cercanía a los indígenas; no le perdo- naron que construyera una iglesia de opción por los pobres.
El museo tiene otra sala que alberga los trajes típicos de por lo menos 15 regiones,
algunos de ellos son de la época en la que el obispo Ruiz García los usó para visitar Can- cuc, Ocosingo, El Bosque, Zinacantán, Ox-
chuc, Pantelhó, Chenalhó, Chalchiuitán,  Amatenango del Valle, San Andrés, Mag- dalena, Tenejapa, Huixtán, Chanal y otros pueblos.
También se exhibe un tronco de árbol que Tatik Samuel usó para bendecir el lu- gar. A su lado hay un mural que explica su significado.
 Al final del recorrido se encuentra la única réplica de obras de pintores del si- glo XVIII referentes a “Las Castas”. To- das ellas reflejan facetas del modo de vida de las clases sociales. Las pinturas pertenecen a la colección de la regio-
montana Lydia Sada de González. El Museo Tatik Samuel permane-
ce abierto de martes a domingo de las 10:00 a las 17:00 horas. La entrada cuesta 50 pesos; a maestros, estudian- tes y niños se les hace un descuento de 50%, mientras que los indígenas sólo pagan lo que puedan.
Según su directora, en su primer año de actividades visitaron el museo mil 800 personas que pagaron boleto y 450 más que entraron con cortesías. El reto, dice, es acercar a las comunidades indí-
genas a este espacio que se creó para ellas. La figura del controvertido obispo oriun-
do de Guanajuato cobra relevancia en estos días. Según las autoridades eclesiásticas de San Cristóbal de Las Casas –símbo- lo emblemático de la evangelización de los pueblos originarios durante la conquista es- pañola–, Francisco tiene programada el lu- nes 15 una visita a la catedral local, donde está la tumba de Tatik  Samuel.
   J   a   n   e    t    S   c    h   w   a   r   t   z
El obispo Ruiz García. Homenaje
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situación de violencia e inseguridad del país.
En una entrevista radiofónica con Adela Micha –transmitida el miércoles 3 en el programa La primera por Adela–, Ro- que Villanueva asentó:
“Lo que tengo apreciado, por conver- saciones que hemos tenido con la Igle- sia católica, es que el Papa se va a referir a estos casos de forma general, que no
va a particularizar. Tengo la impresión de que serán reflexiones de carácter ge- neral, por supuesto aplicables a México, pero no tan casuísticas como algunos creen.”
El funcionario descartó la audiencia con los familiares de Ayotzinapa, quienes, aseguró, sólo podrán asistir como espec- tadores a los actos multitudinarios del Papa y ni siquiera podrán saludarlo:
“Mucho tiempo se pensó que ellos ha- bían hecho alguna gestión para que los recibiera en forma privada. Hasta donde yo tengo información, esto no va a su- ceder. Lo que sí va a ocurrir es que esta- rán presentes en algunos de los eventos de carácter litúrgico del Papa Francisco.
Y lo que yo no puedo saber es si en ese momento él se va a referir a ellos en particular.”
La frivolización de las televisoras
 Juan Carlos Henríquez, del área de Comu- nicación de la Compañía de Jesús, alerta además sobre la “frivolización mediática” a la que se va a exponer a Bergoglio, algo que puede amortiguar la fuerza de sus mensajes: “Es muy probable que se trate de minimizarlos valiéndose de esta apa- bullante frivolidad mediática, en la que tienen mucha experiencia sobre todo las
televisoras”. Algunas organizaciones civiles le
están pidiendo a Francisco que no ceda ante las pretensiones gubernamenta- les de suavizar sus discursos o de re- chazar la audiencia con los padres de Ayotzinapa.
Por ejemplo, la organización Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) le pidió que se reúna personalmente con estos familiares para que escuche de “viva voz sus testimonios”, y que en sus alocucio- nes hable con “nombres y apellidos” acer- ca de los problemas de México.
En una conferencia de prensa el miér- coles 10, Consuelo Mejía y María de la Luz Estrada, de CDD, expresaron que “el gobierno mexicano le está apostando a que el Papa hable de generalidades en sus discursos, pero nosotras queremos que el Papa le ponga nombres y apellidos a las distintas violencias que padece el país, y que rompa el protocolo que le trata de im- poner el gobierno”.
Por su lado, el fraile dominico Julián Cruzalta, quien también participó en la conferencia, soltó categórico: “El Papa ya está perfectamente enterado de los pro- blemas que padece el país, a través de
los informes que le han dado los obisposmexicanos. Tan sólo el de Saltillo, Raúl Vera, acaba de entregarle uno muy com- pleto sobre la situación de los derechos humanos en México”.
Y resaltó el hecho de que, al margen de presiones políticas o sugerencias de uno y otro lado, Bergoglio tiene finalmen- te la completa libertad para hablar y reu- nirse con quien quiera, pues se lo permite su alta investidura.
“Los discursos o encuentros que sos- tenga dependen sólo de él. De nadie más. La decisión está en sus manos”, enfatizó Cruzalta.
 Vandalismo antipapal en Insurgentes Sur
   O   c    t  a   v    i  o    G    ó   m   e   z
   E    d   u   a   r   d   o    M    i  r   a   n    d   a
Con la pareja presidencial. El recibimiento
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VISITA PAPAL
RODRIGO VERA
L
a visita del Papa Francisco des- tapó las encarnizadas pugnas internas de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), cuya directiva se valió del cardenal Al-
berto Suárez Inda, arzobispo de Morelia y protegido del Papa, para golpear mediáticamente al arzobispo de México, el cardenal Norberto Rivera Carrera, debido a que éste –en un desaforado protagonismo– empezaba a manejar la visita con fines polí- ticos y para provecho propio.
A pesar de ser el titular de la arquidió- cesis más importante del país y uno de los anfitriones de Bergoglio, la CEM también re- legó de la coordinación de la visita papal al cardenal Rivera Carrera, quien en desquite se negó a aportar su cuota de miles de vo- luntarios para vigilar las vallas dispuestas al paso del pontífice.
El analista Elio Masferrer Kan, quien ha seguido muy de cerca todos los pormenores de la visita, comenta: “La visita sólo aceleró el descrédito de Rivera Carrera, a quien ya desde antes se le viene pronosticando poco tiempo al frente de la arquidiócesis, princi- palmente por sus fuertes nexos con la clase política y empresarial, los jugosos negocios que realiza con el culto guadalupano y la protección que le dio a Marcial Maciel, accio- nes totalmente opuestas a la línea pastoral del actual Papa”.
En octubre pasado, poco antes de que se confirmara la visita del Papa y los lugares que visitaría, Rivera Carrera prestó sus bue- nos oficios para que Andrés Manuel López Obrador, presidente nacional de Morena, y Miguel Ángel Mancera, jefe del gobierno ca- pitalino, tuvieran sendos acercamientos con el pontífice y los aprovecharan para apunta- lar su respectivas carreras a la Presidencia de la República.
El 14 de octubre, en una audiencia públi- ca del Papa en la Plaza de San Pedro, López Obrador se acercó para saludarlo y sacarse una foto que puso a circular profusamente. Aprovechó el saludo para entregarle al pon- tífice una medalla de Fray Bartolomé de las Casas, defensor de los indígenas chiapane-
cos, por lo que al parecer el cardenal ya lehabía adelantado que el periplo papal inclui- ría Chiapas. El político “juarista” confesaría que Rivera Carrera lo ayudó a acercarse al pontífice.
Una semana después, en la audiencia pública del 21 de octubre, Mancera le hizo llegar una carta al Papa de manos del aboga- do del cardenal, Armando Martínez. Y ahora fue la foto de éste con el Papa –al momen- to de entregar la carta– la que se difundió ampliamente.
Mientras tanto, el Episcopado Mexicano, molesto, tomaba nota de estas maniobras políticas del cardenal para impulsar a Los
Rivera Carrera,
El cardenal Norberto Rivera Carrera, que en opinión del investigador Elio Masferrer representa la “teología de la prosperidad”, quiso aprovechar la gira del Papa Francisco en beneficio propio y de sus amigos de las élites empresa- rial y política del país. Molestos con ese protagonismo, los integrantes de la Conferencia del Episcopado Mexicano acotaron la participación de Rivera en la organización de la visita y terminaron por marginarlo de las decisiones. Por eso, Masferrer considera que el polémico cardenal “tiene los días contados al frente del arzobispado”.
marginado
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Pinos a sus amigos, valiéndose de la figurapapal. La CEM entonces ultimaba detalles para
anunciar formalmente –como máximo ór- gano de la jerarquía católica– la tan espe- rada visita del Papa, mencionando los días que estaría en México.
Pero el cardenal Rivera Carrera tenía esa información. Así que decidió ade- lantarse y, en su misa dominical del 1 de noviembre en la Catedral Metropolita- na, precisó que Bergoglio llegaría el 12 de febrero, con lo que acaparó los reflecto- res de los medios, aguándole la fiesta al episcopado.
Les dijo a los fieles: “Hay una noticia queya conocen todos, viene el santo padre a vi- sitarnos, y viene el día 12 de febrero por la tarde, así que vamos a recibirlo con mucho cariño”.
Ya posicionado mediáticamente con el anuncio, Rivera Carrera empezó a realizar gestiones para que el Papa fuera al Pala- cio del Ayuntamiento a recibir las llaves de la ciudad de manos de Mancera, el sábado 13 de febrero. Además quería que el Papa y Mancera tuvieran un breve encuentro pri- vado en las oficinas de éste. Argumentaba el cardenal que el jefe de gobierno capitalino debía recibir el mismo trato que el presiden-
JENARO VILLAMIL
U na anomalía en la interpretación del
canon 1686 del Código de Derecho Canónico permitió, el 19 de mayo de 2009, que la Arquidiócesis de México
declarara “nulo e inválido” el matrimonio ce- lebrado entre Angélica Rivera y José Alberto Castro Alva en la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima el 2 de diciembre de 2004, y se provo- cara con ello un “problema de Estado” en tor- no a la boda religiosa entre Enrique Peña Nieto y la misma Angélica Rivera celebrada en no- viembre de 2010.
 Así lo consideran dos sacerdotes expertos en derecho canónico consultados por Proce- so, además del activista Alberto Athié y el so- ciólogo Bernardo Barranco, y lo confirma la
información proporcionada por la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima, ubicada en la co- lonia Roma de la Ciudad de México, en donde se realizó la única ceremonia válida del enlace religioso entre Rivera y Castro Alva.
La parroquia mencionada ratificó a Pro- ceso que el sacerdote Ramón García López –quien ofició la boda religiosa de Rivera y Cas- tro– sí tenía el mandato válido para firmar el acta de matrimonio eclesiástica.
Sin embargo, la Arquidiócesis de Mé- xico acusó injustamente al sacerdote José Luis Salinas Aranda de ser responsable de una “simulación de la administración del sa- cramento matrimonial” que nunca se realizó ( Proceso 2049).
 A condición de mantener el anonimato, ante el temor de represalias de la Arquidióce- sis de México, los dos sacerdotes canonistas consultados por el reportero subrayaron que fueron falsos los argumentos esgrimidos por el presbítero Alberto Pacheco Escobedo, vica- rio judicial del Tribunal Eclesiástico, para anu- lar el 19 de mayo de 2009 el matrimonio de Rivera y Castro y, al mismo tiempo, para san- cionar al cura Salinas Aranda el 10 de junio del mismo año.
El decreto de nulidad del matrimonio Ri- vera-Castro se basó en el canon 1686 para anular “por defecto de forma canónica” este
enlace celebrado el 2 de diciembre de 2004, pero también “el que pretendieron contraer el 11 de diciembre de 2004 en Acapulco, Guerrero”.
El canon 1686, en el apartado de “Las causas para declarar la nulidad del matrimo- nio” del Derecho Canónico, establece lo si- guiente: “Una vez recibida la petición hecha conforme al canon 1677, el Vicario judicial o el  juez por éste designado puede declarar me- diante sentencia la nulidad del matrimonio, omitiendo las solemnidades del proceso or- dinario, pero citando a las partes y con inter- vención del defensor del vínculo, si por un documento al que no puede oponerse ningu-
na objeción ni excepción consta con certe- za la existencia de un impedimento dirimente o el defecto de forma legítima, con tal de que conste con igual certeza que no se concedió dispensa, o que el procurador carece de man- dato válido”.
De acuerdo con los expertos , este ca- non anula el matrimonio si el sacerdote no te- nía licencias eclesiásticas para celebrarlo ni se concedieron las dispensas correspondien- tes. García López sí tenía los permisos y la pa- rroquia de Nuestra Señora de Fátima cumplió con todos los requisitos.
El acta matrimonial
La única acta de matrimonio religioso que consta entre Castro y Rivera es la que se en- cuentra en los libros de la parroquia de Nues- tra Señora de Fátima de la Ciudad de México, cuya copia poseen Proceso y Aristegui Noticias.
En esta acta no aparece en ningún lado el sacerdote Salinas Aranda: ni como testigo ni como asistente ni como párroco que diera fe del matrimonio.
El cura que firmó el acta fue Ramón García
López, quien aparece como asistente al ma- trimonio entre Castro Alva y Rivera Hurtado. Consultado, el entonces párroco de Nuestra
Señora de Fátima, el padre Ricardo Rodríguez Zamarrón, confirmó que en esa fecha –y hasta ahora– el cura García López sí tenía y tiene li- cencias eclesiásticas.
Rodríguez Zamarrón, perteneciente tam- bién a la orden de los teatinos, firmó también el acta del 2 de diciembre de 2004, dando “fe pública” de la legalidad de la unión religiosa ocurrida en esta parroquia.
En los archivos de Nuestra Señora de Fáti- ma permanece el acta original del matrimonio Castro-Rivera con la leyenda “cancelado”, de- bido a la anulación que decretó la Arquidióce- sis de México el 19 de mayo de 2009.
Consultado por Proceso y Aristegui Noti-
cias, García López afirmó: “lo único que pue- do decir es que el matrimonio se realizó bien, todo, con El Güero Castro… Todo se realizó bien” ( Proceso 2049).
 Actualmente, García López es el respon- sable de una parroquia de la orden de los teatinos, ubicada en la comunidad Las Gua- camayas, en Lázaro Cárdenas, Michoacán.
En esa misma acta del 2 de diciembre de 2004 aparecen como testigos del matrimonio eclesiástico Fausto Sainz Castro, Elisa Rive- ra Hurtado, Adriana Rivera Hurtado y Carolina Rivera Hurtado. Las tres últimas son herma- nas de la actual primera dama.
El castigo a Salinas Aranda En el decreto del juicio contra el sacerdote José Luis Salinas Aranda, el Tribunal Eclesiás- tico Interdiocesano de México lo acusa de ser responsable de “irregularidades cometidas al intervenir en el matrimonio” de los señores José Alberto Castro Alva y Angélica Rivera.
La única prueba que se presentó fue la siguiente:
“Concretamente en el caso de los seño- res José Alberto Castro Alva y Angélica Rivera
El cardenal desató un “problema de Estado”
Francisco con AMLO en la Plaza de San Pedro
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VISITA PAPAL
te Peña Nieto, a quien ese mismo día el Papavisitaría en Palacio Nacional con un encuen- tro privado incluido.
Sin embargo, los coordinadores de la vi- sita del Papa, encabezados por el secretario general de la CEM, monseñor Eugenio Lira Rugarcía, tuvieron que parar en seco las ma- niobras políticas del protagónico cardenal; no sólo rechazaron su propuesta, sino que también evitaron en lo posible que metiera mano en los preparativos. Lo excluyeron.
A Rivera Carrera aún le faltaba recibir el durísimo golpe que le asestó el cardenal Suá- rez Inda, a raíz del editorial publicado el 31 de enero en el semanario de la arquidiócesis
de México, Desde la Fe, en el cual se calificóa Michoacán como un estado “violento y so- metido por el crimen y la anarquía”.
Titulado “Queremos paz”, el editorial se- ñalaba: “Planes de pacificación contrastan con el agobio de los michoacanos ante lo que parece una sed de sangre sin medida. En lo que va de enero han ocurrido 52 homicidios violentos, y en tres meses, 290 homicidios dolosos. Michoacán sólo vive la paz de los sepulcros”.
Desde la Fe  igualmente mencionaba el “horror” que se vive en la “entidad corrompi- da” de Guerrero, controlada por los “cárteles delictivos”. Aseguró que “Guerrero padece lo
peor, aún después de la pesadilla de los 43 deIguala”. El editorial también abordó el proble-
ma de los desaparecidos en todo el país, señalando que sus familiares se ven obli- gados a buscarlos, haciendo el trabajo que “procuradores y ministerios públicos ya no pueden hacer”. Dio estadísticas sobre el problema.
Ninguno de los obispos de Guerrero y Michoacán se dio por aludido. El único que extrañamente protestó fue el arzobispo de Morelia, quien tildó de “amarillista” al sema- nario. En una entrevista para Noticias UM, dijo Suárez Inda:
Hurtado consta por declaraciones de la men- cionada Angélica y de tres de los cuatro tes- tigos que suscribieron el acta de matrimonio eclesiástico en la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima que el padre José Luis Salinas les pidió que firmaran esa acta de matrimonio para po- der casarlos ocho días después en una playa
de Acapulco, como era el deseo de los contra- yentes. Esa acta se firmó estando presente el mencionado Salinas cuando ni la contrayente ni tres de los testigos que firmaron entendían que ahí se estuviera celebrando un matrimo- nio el cual efectivamente se celebró el día 11 de diciembre del mismo año en la Playa Pi- chilingue del Puerto de Acapulco; ceremo- nia esta última que presidió el presbítero José Luis Salinas.”
En todo el expediente de su defensa, Sa- linas Aranda insistió ante la Rota Romana y ante el propio Papa Francisco que en Acapul- co no se celebró ningún matrimonio, sino “una misa de acción de gracias en la que ellos, ro-
deados de su familia y amigos, renovaron su compromiso matrimonial”.
En el decreto de juicio a Salinas Aranda se citó al padre Felipe de Jesús Romero Ramí- rez, prepósito provincial de los clérigos regula- res teatinos, “quien hizo constar por medio de una carta que actualmente no existe relación alguna entre el padre José Luis Salinas Aranda y la Rectoría de Fátima, así como ninguna otra iglesia en donde ellos prestan sus servicios en esta Arquidiócesis Primada de México”.
Sin embargo, el documento del Tribunal Eclesiástico Interdiocesano no menciona en ninguna parte del juicio que quienes firmaron el acta matrimonial válida del 2 de diciembre de 2004 como sacerdote y como párroco de Nuestra Señora de Fátima fueron los padres teatinos Ramón García López y Ricardo Rodrí- guez Zamarrón.
La responsabilidad de Norberto Rivera
Para el activista de derechos humanos Alberto  Athié y para el sociólogo religioso Bernardo Ba- rranco la responsabilidad de estas violaciones canónicas en el caso del sacerdote Salinas y de la anulación del matrimonio de Angélica Rivera
recaen en el cardenal y arzobispo pri- mado de la Ciudad de México, Norber- to Rivera Carrera.
“El cardenal Norberto Rivera no puede decir que es un asunto sólo del Tribunal Eclesiástico porque él forma parte del tribunal, es coactor del mis-
mo”, subrayó Barranco. En entrevista con Proceso , Ba-
rranco recordó que el cardenal “ha convertido el sacramento del matri- monio en un problema de Estado”, al quedar bajo sospecha también el en- lace religioso entre Enrique Peña Nie- to, actual presidente de la República, y Angélica Rivera.
“Si la boda entre Rivera y El Güe-  roCastro estuvo bien realizada ni el tribunal ni el canonista la pueden in- validar, salvo que existiera algo muy grave. Y eso no consta en el decreto de anulación”, expresa Barranco.
–¿Cree que el Papa Francis- co debe pronunciarse frente a este caso? –se le pregunta.
–Sí, por el hecho de que sabe del caso, como se confirmó en la carta del padre Salinas al Papa Fran- cisco. También porque el cardenal Norberto Rivera provocó con su ac- tuación un problema de Estado. Este caso es un factor de vulnerabilidad en la visita del Papa, porque supo del caso.
Por su parte, Athié afirma que este expe- diente se suma a los de protección al fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, y sacerdotes acusados de pederastia que vincu- lan a Rivera.
“En este caso se trata de una transgresión gravísima al sacramento del matrimonio. Im- plica una complicidad del cardenal Rivera para liberar a la señora Angélica Rivera del sacra- mento, y es capaz de inventar un delito, san- cionar a un sacerdote inocente y dejarlo en total indefensión”, enumera Athié.
El Tribunal de la Arquidiócesis de México y el arzobispo primado “llevaron a cabo un pro- cedimiento totalmente en contra del derecho canónico”, sentencia.
Conocedor del caso del padre Salinas  Aranda, Athié recuerda que en la carta escrita por el padre Enrique González Torres al exnun- cio Giuseppe Bertello se cita la opinión de los padres canonistas de la Universidad Pontifica Luis de Jesús Hernández y Mario Medina.
 Ambos “me han informado que todo este proceso de castigo al padre José Luis Sali- nas y de anulación del matrimonio de la seño- ra Angélica Rivera está lleno de irregularidades y ellos han aceptado iniciar un proceso de revi- sión en el Tribunal Eclesiástico de la Ciudad de México que, según ellos me han informado, re- vertirá tanto el castigo al padre Salinas como la anulación del matrimonio de la señora Angélica Rivera”, según consta en la carta fechada el 18 de diciembre de 2009.
Castro-Riv er a. Enlace ir r egular 
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VISITA PAPAL
“No comparto el tono con que se trata de que hay ciertas cosas, de forma sensa- cionalista, un tono un tanto amarillista… Se me hace parcial, se me hace exagerado, no comparto el enfoque… Tenemos problemas, no lo podemos negar, pero Michoacán está levantándose.”
Y, despectivo, se refirió así a la revista del cardenal Rivera Carrera: “Desde la Fe no es un órgano de la Iglesia nacional, es una revista local del DF”.
Inmediatamente salió a responder el vocero del arzobispo de México, Hugo Valde- mar, recordándole a Suárez Inda que “es un error de apreciación asumir el editorial como dedicado a Michoacán”. Y enfatizó: “No esta- mos exagerando en nada”.
Fuentes cercanas al episcopado, que pidieron el anonimato, aseguran que se trató de un ataque fraguado desde el círcu- lo cercano a la Presidencia de la CEM, en- cabezada por monseñor Francisco Robles
Ortega. Se escogió a Suárez Inda porque también tiene el rango de cardenal y el res- paldo del Papa, además de que aspira a la Presidencia del episcopado, a renovarse en abril próximo. “Se trató, pues, de enfrentar a un peso pesado con otro de igual pega- da”, dicen.
Masferrer Kan opina al respecto: “Es real- mente sorpresivo y muy poco común que salga a relucir un enfrentamiento entre dos
 jerarcas con rango de cardenal, el más alto después del Papa. La Iglesia siempre cuida mucho las formas en este aspecto”.
–¿El cardenal Suárez Inda se sentiría real- mente indignado porque el editorial habló mal de Michoacán? ¿O lo usaría de pretexto para golpear al cardenal Rivera Carrera?
–A estas alturas, los golpes están tan fuertes dentro del episcopado que cual- quier cosa puede servir de pretexto. Lo que hicieron fue golpear a Norberto y despla- zarlo de todo lo relacionado con los even- tos previos a la visita. Y además lo hicieron
de manera muy ostensible, balconeándolo escandalosamente.
En efecto, en la Ciudad de México, en todas las ruedas de prensa sobre la visita siempre estuvo presente monseñor Eugenio Lira con algunos invitados o coordinadores subalternos. Llegó también a participar el
nuncio apostólico Christophe Pierre, pero  jamás Rivera Carrera, a pesar de ser el titu- lar de la arquidiócesis local, a diferencia de otras ciudades incluidas en la agenda papal, donde los obispos respectivos siempre par- ticiparon en actos previos y en la coordina- ción de los eventos.
También fue muy notoria la exclusión del cardenal en la ceremonia de bendición de los Papamóviles, realizada en el hangar presidencial el martes pasado; o en la bendi- ción de la sala de prensa del Hotel Presidente Chapultepec, al día siguiente, entre otros ac- tos públicos.
Hasta el gobierno federal, tras darse
cuenta de que Rivera Carrera favorecía a Ló- pez Obrador y a Mancera, se negó a apoyar las obras de remozamiento de la Catedral Metropolitana para recibir al Papa, como le correspondía.
Hugo Valdemar protestó, señalando que, entre otras anomalías, había despren- dimientos de yeso de la cúpula, justo arriba de donde estarían congregados el Papa con los obispos mexicanos, por lo que se había colocado una malla para evitar accidentes.
Valdemar se quejó porque el secretario de Cultura, Rafael Tovar y de Teresa, no hacía caso a sus peticiones. Advirtió que la cate- dral es un monumento histórico propiedad de la nación, por lo que su mantenimiento le corresponde al gobierno federal.
Asegura Masferrer Kan: “Ante todos es- tos ataques y ninguneos, Rivera Carrera em- pezó incluso a boicotear la visita; se negó a aportar su cuota de voluntarios que –como a los demás obispos– le correspondía para vigilar las vallas dispuestas a lo largo de los
recorridos del Papa. Norberto tuvo un faltan- te de 20 mil voluntarios. Algo inaudito para la ciudad más poblada del país”.
Y vuelve a insistir en que la visita sólo vino a acelerar la caída de Rivera Carrera, quien ya no encaja con la línea pastoral de Bergoglio.
“El actual Papa se proclama a favor de los pobres y de los marginados. En cambio, el cardenal Rivera Carrera es en México el más destacado representante de la llama- da teología de la prosperidad, u opción pre- ferencial por los ricos, muy impulsada por los Legionarios de Cristo. Su concepción es que las élites tienen una misión divina muy importante y los ricos los son porque así es el plan de Dios”.
Masferrer Kan menciona también la es- trecha relación que llevó Rivera Carrera con Marcial Maciel, el fundador de los Legiona- rios de Cristo y a quien siempre defendió de quienes lo atacaban por sus actos de
pederastia. En México son muy conocidos los
vínculos del cardenal con poderosos em- presarios, como Carlos Slim y Olegario Váz- quez Raña, entre otros. Conviven en actos públicos o privados, se apoyan con favores mutuos y se les ve a menudo en las páginas de sociales. Incluso algunos han denuncia- do negocios entre el arzobispo de México y Carlos Slim.
Por ejemplo, Francisco Rivas, abogado de la Agrupación de Comerciantes Emilia- no Zapata –que aglutina a 250 comercian- tes de La Villa–, ha venido denunciando el redituable negocio que Carlos Slim y Rivera Carrera realizan con el culto guadalupano, principalmente a través del mall religioso- comercial denominado Plaza Mariana, levantado en pleno atrio de la Basílica de Guadalupe por el Grupo Carso, la construc- tora de Slim. Sus ganancias provienen de los alrededor de 20 millones de visitantes y peregrinos –consumidores cautivos– que anualmente visitan ese santuario (Proceso  1749, 1769, 1783 y 1794).
Habilidoso empresario, el cardenal Ri- vera Carrera ha sabido sacarle jugo al culto guadalupano. Creó, por ejemplo, la Lotería Guadalupana, un juego de azar que puso en
marcha gracias a un permiso que le otorgóla Secretaría de Gobernación. Y en marzo de 2002 vendió en más de 12 millones de dóla- res el copyright de la imagen guadalupana a la empresa trasnacional estadunidense Vio- tran, para que ésta la explotara comercial- mente en exclusiva (Proceso 1371).
Concluye Masferrer Kan: “El carde- nal Rivera Carrera llegó al arzobispado en tiempos de Juan Pablo II gracias al apoyo que le dio el entonces nuncio Jerónimo Pri- gione, su protector. Pero eran tiempos muy distintos en la Iglesia. Hoy el cardenal es ya una pieza de museo. Y tiene los días conta- dos al frente del arzobispado”.
Reunión del Episcopado. Acotamiento
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U n par de horas después de la conferencia de prensa en la que enterraron la “verdad his- tórica” de la PGR atada al cal- cinamiento de los 43 norma- listas de Ayotzinapa en el ba-
surero de Cocula, los representantes del Equipo Argentino de Antropología Foren- se (EAAF), Mercedes Doretti y Miguel Nie- va, señalan la urgencia de aplicar nuevas tecnologías para continuar la búsqueda en otros sitios.
Doretti propone traer gente especiali-
zada en usar “tecnología satelital, georra-dares y otros instrumentos” utilizados en la búsqueda de fosas en Los Balcanes, y Nieva sugiere métodos que este equipo independiente ha utilizado desde sus ini- cios, en 1984, en Argentina, cuando ras- treaban entierros de personas en gigan- tescos campos militares.
“LiDAR es una tecnología láser que se pasa desde un avión, se va escaneando y te permite hacer imágenes que analizar, ver dónde hay fosas; también el georradar, tecnología que hemos ido usando desde hace cinco años, y hacer otro tipo de bús- quedas. No es fácil encontrar algo en un
Ayotzinapa: 
es hora de usar nuevas tecnologías
MARCELA TURATI terreno de estas características, menos en terrenos tan complicados, con muchos ac- cidentes geográficos. No es una tarea sen- cilla y lleva tiempo”, explica Nieva.
“Hemos venido pidiendo LiDAR des- de octubre de 2014. Y estamos proponien- do toda una batería de métodos, unos nue- vos otros no tanto, combinados, para tener resultados. Combinar las hipótesis, testi- monios, investigación, (información de) in- teligencia que haya y cruzando datos y tec- nología de modo interdisciplinarios; si no, es muy difícil”, agrega Doretti.
En la entrevista para Proceso los foren- ses argentinos lucen cansados pero a la
vez relajados, como liberados de una car-ga pesada tras haber dicho en público que sus estudios científicos arrojan que esa versión es imposible. Horas antes se no- taban tensos.
Lamentan el tiempo perdido de bús- queda de “los chicos” –así se refieren a los estudiantes– por el enfrascamiento de la búsqueda en Cocula.
Un año después de que las familias de los normalistas nombraron al equipo co- mo su representante para coadyuvar con la PGR, los 26 peritos internacionales con- cluyeron que los casquillos y proyectiles recogidos en el basurero no embonan con
las armas que los presuntos asesinos di- cen haber utilizado.
Tampoco hay evidencias de que hubo una enorme pira mortuoria en el tirade- ro entre el 26 y 27 de septiembre de 2014, pues el follaje y los troncos de los alrede- dores no presentan señales de calcinación a ese grado e, incluso, encontraron plan- tas vivas que habían brotado meses antes del supuesto incendio.
No encontraron vínculo entre el basurero y los restos que supuestamente fueron hallados en el río San Juan de Co- cula, y que según la PGR fue lo que quedó de los normalistas.
El EAAF halló y estudió miles de frag-mentos de restos óseos, todos o calcina- dos o carbonizados, de los que pudieron deducir la existencia de al menos 19 ca- dáveres de personas quemadas en distin- tos eventos y fechas, y descartaron que los huesos sean de los estudiantes. Uno de los huesos era una mandíbula con dientes de porcelana, prótesis que ninguno de los es- tudiantes utilizaba.
El hallazgo de miles de fragmentos de restos óseos en el lugar les causa du- das: ¿Hubo durante mucho tiempo mu- chas fogatas encimadas como para que hubiera ese mezcladero de restos, todos
Octavio Gómez
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Mercedes Doretti y Miguel Nieva, del Equipo Argentino de Antropología Forense, reiteran que sus estudios coinci- den plenamente con los de los especialistas del Grupo In-
terdisciplinario de Expertos Independientes: es imposibleque los normalistas de Ayotzinapa hayan sido incinera- dos en el basurero de Cocula y es muy improbable que el hueso por el que se identificó a Alexander Mora pertenez- ca a las cenizas que el entonces procurador Jesús Muri- llo Karam presentó como única evidencia de su “verdad histórica”. Por eso, dicen, es hora de comenzar a buscar en otros lugares con tecnología de probada eficacia.
carbonizados o calcinados (“más estilo crematorio o altas temperaturas”), ningu- no intacto, en un mismo terreno? ¿O al- guien manipuló el lugar, sembró esos hue- sos y los mezcló?
La excelente conservación del frag- mento del hueso de Alexander Mora Ve-
nancio, según la PGR quemado como sus compañeros en Cocula y sus restos aven- tados en el río San Juan con los demás, que dio positivo en identificación por me- dio de ADN nuclear, les parece “rara”.
No sólo porque no hubo cadena de custodia que certificara quién lo encontró y exactamente dónde, o porque después les informaron que el marino que lo res- cató del río está muerto. También porque ese hueso grande, blanco, no quemado, no tiene parecido a los otros restos encontra- dos en el agua ni con los del basurero que de tan quemados se rompen.
“Esta muestra sinceramente no tiene que ver con todo lo que estamos encon- trando ahí. Además, ¿la probabilidad nu- mérica de que se haya conservado este fragmento, pensar que pudo venir de ahí?
Si hubieran encontrado otro hueso, en- tonces sí, perfecto. Por ahí hay probabili- dad baja en este contexto porque tienes muchos miles de fragmentos ¿y uno solo que no se quemó?”, cuestiona Nieva. “Es- te que es mucho más grande y viene de una zona intermedia del cuerpo, del sacro, en la zona del abdomen –continúa Doret- ti, tocándose las caderas–, y si supuesta- mente hubo muchos cuerpos encimados, ¿cómo sobrevive una pieza y nada, nada sobrevive del resto?”
Los “errores” de Murillo Aunque tanto la PGR como el EAAF tuvie- ron el mismo acceso a las muestras ex- traídas del basurero desde noviembre de 2014, el entonces titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, adelantó sus conclusiones en aquella conferencia de enero siguiente, en la cual aseguró que en ese lugar “más de 40” estudiantes fueron quemados y presentó fotos de objetos y rocas quema- das como “la” evidencia.
“(Lo anunciado) obedece a intereses que no tienen que ver con una investiga-
ción seria”, determina la antropóloga fo-rense que trabaja en México desde 2008, cuando investigaba los feminicidios en Ciudad Juárez. Sus hallazgos sobre los errores periciales se convirtieron en re- comendaciones en la sentencia del Cam- po Algodonero de la CIDH contra el Esta- do mexicano.
En la entrevista desglosa los errores del exprocurador: adelantarse a dar resul- tados sin tener toda la evidencia procesa- da, leer la evidencia de forma aislada, dar más peso a los testimonios de los inculpa- dos desestimando las evidencias físicas, ligar hallazgos como si todo lo que encon-
 G  e  r m  á  n  C  a  n  s  e  c  o
VIOLENCIA
Especialistas independientes. Evidencias
Cocula. “Verdad” derruida
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tró quemado hubiera sido consecuencia de la supuesta pira fúnebre del 26 y 27 de septiembre sin tomar en cuenta que en ese lugar tenía historial de incendios. Otro error fue adjudicar la quema al “efecto horno” por los gases contenidos, fenóme- no imposible en lugares al aire libre.
El historial del basurero, dice la exper- ta, era muy fácil de obtener: “Uno va a Goo-
gle Earth, toma herramienta de historial yve las transformaciones del lugar”. Cuando el EAAF manifestó su des-
acuerdo con la “verdad” de Murillo, de in- mediato recibió ataques por poner en du- da el prestigio de la UNAM, que participó en dos estudios.
El estudio de la UNAM, explican, anali- za para la PGR el comportamiento de dos plantas; el EAAF analizó 20.
Además, el estudio de la presencia de insectos que aparecen cuando hay cadá- veres, que la PGR también utilizó, no to- ma en cuenta el contexto pues esos ani- males también aparecen por excremento
animal. Por ello, el EAAF descartó eso co- mo referencia.
Ni 43 ni 19 estudiantes
El pasado 23 de enero fue detenido Ber- nabé Sotelo Salinas, alias El Peluco, quien confesó ser uno de los asesinos de los 43 y en sus declaraciones menciona que sólo
19 normalistas llegaron vivos al basurero.Según Santiago Aguirre, del Centro de De- rechos Humanos Miguel Agustín Pro, So- telo Salinas no quiso declarar cuántos de ellos fueron calcinados.
Aguirre dice que al equipo de aboga- dos de los padres de los normalistas le lla- ma la atención que la declaración surge “coincidentemente” cuando el EAAF es- tá por informar el hallazgo de restos de al menos 19 personas.
Con base en esa supuesta revelación, se le pregunta a los argentinos: ¿En Cocu- la pudieron haber quemado a 19 y no a 43 estudiantes?
Nieva señala que, como en todo tra- bajo científico, se partió de una hipótesis, que era la quema de 43, la cual descarta- ron entre 26 peritos de Argentina, Méxi- co, Estados Unidos, Colombia, Uruguay y Canadá, expertos en arqueología, antro- pología, criminalística, entomología y bo- tánica forense, balística, dinámica de fue- go, interpretación de imágenes satelitales,
odontología forense, genética y en traumaóseo. Cuando se le insiste, menciona que el
EAAF hizo un curso en incendios donde ex- perimentaron quemando a cuatro cerdos muertos “y claramente vimos que no te po- días ni acercar ni a 10 metros”. Por lo que considera que quemar 19 no era posible.
“Nuestro informe coincide con muchas cosas que dice (José) Torero”, menciona re- firiéndose al experto peruano que hizo las pruebas de fuego para el Grupo Interdisci- plinario de Expertos Independientes (GIEI), contratado por la Comisión Interameri- cana de Derechos Humanos (CIDH) pa-
PVEM y PRI sabotean a la Comisión Especial de Ayotzinapa
JESUSA CERVANTES
Los diputados redactaron una propues- ta de tres cuartillas en la cual solicitaron entrevistas con:
 “a. El general de división Alejandro Saavedra Hernández, excomandante de la 35 Zona Militar, quien tenía bajo su mando el 27 Batallón de Infantería el día del ataque a los normalistas”. (Saavedra fue elevado a
rango de general de división por el presi- dente Enrique Peña Nieto un mes después de los acontecimientos y actualmente es el coordinador de la estrategia de seguridad en Guerrero).
“b. Coronel de Infantería José Rodrí- guez Pérez, comandante regional del 27 Batallón de Infantería y 41 Batallón de In- fantería, quien contactó al jefe de la Policía Municipal Francisco Flores para informarle del ataque a estudiantes. Asimismo, fue él quien señaló que las instalaciones que ocu- pan los batallones no cuentan con áreas de seguridad para los detenidos.
“c. Capitán José Martínez Crespo,
quien estuvo a cargo de la patrulla que sa- lió del 27 Batallón de Infantería la noche del ataque, la cual encontró a los estudiantes en la clínica hospital Cristina.
 “d. Elementos que integraron la patrulla del 27 Batallón de Infantería la noche del 26 de septiembre, cuando ocurrió el ataque, para que expliquen lo sucedido a partir de que ellos tuvieron contacto con los estu- diantes normalistas en la clínica hospital Cristina.
 “e. Agente de inteligencia militar quien presenció el ataque a estudiantes (del camión) 1531 y tomó fotografías, así como al que presenció el ataque a los estudiantes (del camión) 1568.”
Los legisladores pidieron también que
D e manera inopinada, y pese a que el 5 de octubre pasado la Secreta- ría de la Defensa Nacional (Sedena) accedió a que los diputados fede-
rales de la Comisión Especial de Ayotzina- pa hablaran con los miembros del 27 Bata- llón de Infantería, eso no será posible pues en San Lázaro los legisladores del PRI y el PVEM, así como los del Partido Encuentro Social (PES) y Partido Nueva Alianza (Pa- nal), dijeron que no estaba a discusión la vi- sita al cuartel de Iguala.
Las bancadas de la oposición buscan
echar abajo el acuerdo promovido por el PVEM. Sus diputados buscan también que los padres de los 43 normalistas desaparecidos, así como los familiares de Julio César Mondragón Fontes, el estudiante de Ayotzinapa que apareció desollado la mañana del 27 de septiem- bre de 2014, suban a la máxima tribuna de San Lázaro.
 Aquel 5 de octubre el general Salvador Cienfuegos, titular de la Sedena, dijo que sus elementos no hablarían con extranje- ros –en alusión a los integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independien- tes–, sino sólo con mexicanos.
Los diputados le tomaron la palabra y en ese momento le pidieron autorizar un
encuentro con los miembros del 27 Bata- llón de Infantería. Él aceptó.
En esa reunión, el general José Car- los Beltrán Benítez, director de Derechos Humanos de la dependencia, impuso condiciones. Dijo que cada militar estaría acompañado de un mando mayor para que no se violentaran sus derechos humanos.
Los tres meses siguientes, represen- tantes del gobierno federal, la Sedena y los legisladores discutieron cómo sería el encuentro. Las diputadas Araceli Damián, del Movimiento de Regeneración Nacional;
Víctor Sánchez Orozco, de Movimiento Ciudadano; Cristina Gaytán, de PRD, y la presidenta de la Comisión Especial de  Ayotzinapa, la panista Guadalupe Murguía Gutiérrez, redactaron un primer documento que cubría las exigencias del Ejército.
El 12 de noviembre el general Roble  Arturo Granados Gallardo, jefe del Estado Mayor de la Defensa, le mandó decir a los diputados que antes del encuentro debían definirse cuatro aspectos: objeto, alcance  jurídico, formato y procedimiento.
El día 20 de ese mes llegó a San Lázaro un documento firmado por el subsecretario de Enlace Legislativo de la Secretaría de Go- bernación, Felipe Solís Acero, en el que incluía las observaciones de Granados Gallardo.
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se autorizara la presencia de dos miembros del GIEI “sin derecho a voz pero sí pudiendo interactuar en términos de asesoría (legal)”.
Todo iba bien. Pero el 15 de enero pasado, por medio de su asesor Miguel  Ángel Barriga Vallejo, el diputado del PRI en la Comisión, Víctor Manuel Silva Tejeda, envió a la Presidencia una serie de obser-
vaciones al documento de los diputados sobre el “objeto, alcance jurídico, formato y procedimiento”.
En su escrito aclaró que no se trataba de una “presentación” de los miembros del Ejército, sino un “encuentro” para que, de- cía, manifiesten qué actividades realizaron el 26 y 27 de septiembre de 2014.
El PRI pidió también que, dada la secrecía de la reunión, “no deberán asistir los integrantes del GIEI ni asesores de diputados…”
El documento proponía también que, luego de que hablaran los mandos militares y la tropa, hubiera una ronda de preguntas
de cinco minutos por grupo parlamentario. El priista Silva Tejeda lo objetó, proponien- do que se presentaran las preguntas al personal militar en “bloque” y sin réplica.  Asimismo, planteó que el documento final “deberá ser validado en reunión de la co- misión para su eventual envío a la Sedena”, pero esto no ocurrió.
El miércoles 3, cuando estaba a punto de aprobarse el formato, llegó a la sesión el diputado Arturo Álvarez Agli, del PVEM; exigió que el encuentro fuera privado, sin transmisión en el Canal del Congreso, y demandó desechar el encuentro.
“Debemos votar sobre la pertinencia de buscar de nueva cuenta una reunión perso- nal con personal del Ejército, toda vez que
desde mi consideración es que la informa- ción que se requiere puede ser solicitada por escrito, toda vez ya tuvimos la reunión con el Ejército”, dijo.
El priista Silva Tejada secundó al gue- rrerense Álvarez Agli. Luego irrumpieron en la sesión María Eugenia Ocampo, del Panal, y José Alfredo Ferreiro, del PES,
quienes casi nunca asisten a estas reunio- nes, y apoyaron la propuesta del PVEM.
 Araceli Damián, de Morena, y Cristina Gaytán, del PRD, abandonaran la sesión “para no convalidar el atropello legislati- vo”. Al final, los representantes del PVEM, Panal, PES y PRI votaron por no ir al en- cuentro, mientras que la panista Guadalupe Murguía votó en contra. La próxima sema- na los diputados impugnarán la votación, pues consideran que el encuentro no está a discusión, sino sólo su formato.
Una tribuna para la denuncia
En los últimos 16 meses, los padres de los normalistas se han entrevistado con el presi- dente Enrique Peña Nieto, con Jesús Murillo Karam cuando estuvo al frente de la PGR, y con su sucesora Arely Gómez, con el titular de la Secretaría de Gobernaci&oacu