Proceso 1836: El Cártel de los Arellano Vigente

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Proceso 1836: El Cártel de los Arellano Vigente

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Tijuana,

Pese a los golpes recibidos en México y Estados Unidos y aun con quienes fueron sus principales capos muertos o en prisión, el cártel de Tijuana está más fuerte que nun-ca, ahora bajo el liderazgo de una generación de relevo encabezada por Luis Fernando Sánchez Arellano y su madre, Enedina Arellano Félix. Lejos de estar desman-telada –como se ufanó el jueves 5 la procuradora esta-dunidense para la región fronteriza de California, Laura Duffy–, la organización se alió con el cártel de Sinaloa, su antiguo rival, lo que parece indicar que aún habrá Arellano Félix para rato.

estructura criminal sólida y comparte el po-der con su medio hermano Samuel Zamora Arellano, a quien llaman El Ingeniero.

Dado que El Teo creó su propia base de sicarios, Sánchez Arellano se vio obliga-do a acercarse al cártel de Sinaloa y a La Familia Michoacana, y a permitir el paso de sus cargamentos, previo pago de una cuo-ta. Stratfor sostiene incluso que el año pa-sado hubo un acuerdo entre ambas orga-nizaciones para consolidarse en Tijuana.

Para mayo de 2011, de acuerdo con una ficha de la DEA publicada el 1 de mayo últi-mo en Proceso, Enedina Arellano es la úni-ca mujer en el mundo que lidera un cártel, el de Tijuana, “uno de los más poderosos y violentos del país y cuyas conexiones se extienden a Centro y Sudamérica”.

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Los más buscados

NARCOTRÁFICO

PATRICIA DÁVILA

Desde la detención de Benjamín Arellano Félix, líder del cártel de Tijuana, en 2002, el gobierno mexicano ha mermado severa-mente a esa organización, pe-ro no ha logrado desintegrarla.

Fue demasiado optimista la procurado-ra federal para la región sur de California, Laura Duffy, cuando aseguró, el jueves 5, que “está desmantelada” y que “no repre-senta ningún peligro para el gobierno de Estados Unidos”.

La realidad es que Enedina Arellano y su hijo Luis Fernando Sánchez Arellano, El Ali-neador, controlan el cártel desde 2009 y aún están libres y aparentemente boyantes.

Los hechos contradicen a Duffy. En su informe anual del año pasado Las guerras mexicanas de las drogas: el año más sangrien-to a la fecha, la firma consultora Stratfor Global Intelligence sostiene que en 2010 el cártel de Sinaloa “amplió su control lucra-tivo en Tijuana y logró un acuerdo tempo-ral con lo que resta de los Arellano Félix”, lo que redunda “en ventaja para Joaquín Guzmán Loera para” ese 2011.

El cártel de Tijuana sigue funcionando y la plaza sigue siendo suya pues la fami-lia Arellano Félix preparó a una nueva ge-neración de líderes, entre ellos Luis Fer-nando Sánchez Arellano, El Alineador, hijo de Enedina.

De acuerdo con la PGR, Sánchez Arella-no y Enedina administran casas de cambio

y empresas de bienes raíces. El Alineador comenzó a prepararse para el relevo tras la muerte de su tío Ramón Arellano y el en-carcelamiento de Benjamín. Su poder se afianzó cuando fueron detenidos sus tíos menores: Eduardo y Francisco Javier.

La ficha criminal de la PGR indica que El Alineador tiene 35 años y cobró fuerza como jefe del cártel de Tijuana tras aso-ciarse con Teodoro García Simental, El Teo o El Tres Letras, con quien sembró terror en esta ciudad fronteriza y en buena par-te del territorio. Con esa alianza comenzó el auge de la nueva generación del cártel de Tijuana, incluso en territorio estaduni-dense (Proceso 1726).

A pesar de su juventud, Sánchez Arella-no es un personaje temido. Cuenta con una

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1. Eduardo Arellano: encarcelado desde el 26 de octubre de 2008.

2. Luis Fernando Sánchez Arellano, El Ali-neador: se le considera cabeza del cártel junto con su madre, Enedina Arellano. Según la policía local dispone de 10 cé-lulas en activo.

3. Francisco Rafael: libre desde el 4 de mar-zo de 2008 luego de cumplir una senten-cia en Estados Unidos por posesión e in-tento de distribución de una sustancia controlada y de “brincar” una fianza.

4. Benjamín: procesado en Estados Uni-dos, donde purgará una condena de 25 años. Al cumplirla, deberá cubrir varias sentencias que se le siguen en México,

Álbum familiar

entre ellas la que lo implica en el ase-sinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.

5. Alicia María: una de las hermanas me-nores, es señalada por la PGR como la-vadora de dinero junto con su esposo Demetrio Zamora Gaxiola, a quien se le confiscaron numerosos bienes por ese motivo; algunos los recuperó.

6. Carlos Alberto: las autoridades no lo han implicado públicamente en las ac-tividades de la organización criminal.

7. Francisco Javier, El Tigrillo: cumple una sentencia de por vida en Estados Uni-dos. Al aceptar su culpabilidad evitó la pena de muerte.

8. Norma Isabel: según la PGR, hasta 2002 no estaba implicada en activida-des delictivas.

9. Alicia Félix, madre de los Arellano Félix y prima del capo del cártel de Guadala-jara Miguel Ángel Félix Gallardo, preso desde el 8 de abril de 1989.

10. Enedina: la PGR la considera la respon-sable de las finanzas del cártel y de en-cabezar, junto con su hijo Luis Fernan-do, la organización delictiva.

En la foto no aparece Ramón Arellano Félix, el más violento de los hermanos, quien fue asesinado en marzo de 2002 en Mazatlán, Sinaloa.

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NARCOTRÁFICO

Familia de contrabandistas

En sus orígenes, allá en los ochenta, los hermanos Arellano Félix, hijos de Benja-mín Arellano Sánchez y Alicia Félix, in-cursionaron en el mundo del contraban-do. Al principio vendían vino, cigarros y camisas estadunidenses que llevaban de Nogales, Arizona, a Culiacán, su ciudad natal. Con el tiempo controlaron el pasillo más importante para la entrada de droga a Estados Unidos: la frontera con San Die-go, California.

De acuerdo con fichas elaboradas por la PGR y difundidas en 2002, Benjamín, co-nocido como El Min, era entonces la cabeza del cártel de Tijuana. Y aun cuando se so-metió a una cirugía plástica para cambiar de rostro y evadir a la justicia, fue atrapado en Puebla el 9 de marzo de ese año. Su her-mano Ramón, El Comandante Mon, el más

violento de todos, con frecuencia acompa-ñaba a Benjamín a sus viajes por Europa.

Sobre Eduardo, médico cirujano egresa-do de la Universidad Autónoma de Guada-lajara, los documentos de la procuraduría indican que influía mucho en su hermano Benjamín, a quien aconsejaba ser más agre-sivo para dominar el mayor territorio po-sible y tener un control total de las rutas y mercados de la droga. Francisco Javier, El Ti-grillo, hasta su detención en territorio esta-dunidense el 14 de agosto de 2006 controla-ba las plazas de la organización.

Por lo que respecta a las mujeres, es-tán Enedina y Alicia. La primera es licen-ciada en contaduría pública y, según la PGR, ha fungido como prestanombres en varias operaciones de lavado de dinero y fue representante legal de la compañía Grupo Constructor del Noroeste; la segun-da también lava dinero e invierte en obras

de construcción en Mazatlán. Ambas es-tán casadas con lavadores del cártel.

Los otros hermanos son: Norma Isa-bel; Carlos Alberto, modelo profesional; Francisco Rafael, quien estuvo preso en el penal de alta seguridad de Almoloya, en el Estado de México y luego fue extraditado a Estados Unidos donde purgó una conde-na y recuperó su libertad el 4 de marzo de 2008; y Luis Fernando, de quien las autori-dades no ofrecen información.

Los hermanos Ramón, Francisco Ra-fael, Benjamín y Francisco Javier Arellano Félix se asociaron al principio con los ca-pos Miguel Ángel Félix Gallardo, primo her-mano de su madre, con Rafael Caro Quin-tero e Ismael El Mayo Zambada; también con Manuel Salcido Uzeta, El Cochiloco, quien fue asesinado en octubre de 1991 en Guadalajara.

En los noventa movían toneladas de cocaína de Sudamérica y no sólo tenían protección de escoltas, sino que contrata-ban a policías y a juniors y pandilleros de San Diego para enfrentar a Guzmán Loera.

La organización de los Arellano Félix se consolidó a finales de los ochenta, tras la captura, el 8 de abril de 1989, de Miguel Ángel Félix Gallardo, el líder del cártel de Guadalajara, organización que se escindió y dio paso a los cárteles de Sinaloa, lidera-do por El Chapo Guzmán, y de Tijuana, con los Arellano Félix al frente.

La cuarteta

En los noventa el gobierno de Estados Uni-dos calificaba a los hermanos Arellano Fé-lix de “criminales apuestos, multimillona-rios y despiadados”. En California decían que Ramón, Francisco Rafael, Benjamín y Francisco Javier vestían y hablaban bien, andaban con esmoquin y sólo por su pre-sentación se les abrían muchas puertas.

Francisco Rafael solía publicar desple-gados en el periódico El Noroeste, de Culia-cán, en los que se decía “creyente en Dios sin ser un tragasantos”; también escribía que el puerto de Mazatlán sería otro si tu-viera 10 empresarios tan emprendedores como él. Era propietario de Frankie Oh, una de las discotecas “más grandes y cos-tosas del mundo”.

En enero de 1993 el periódico Excélsior publicó un desplegado dirigido al presiden-te Carlos Salinas de Gortari, al procurador Jorge Carpizo, a “derechos humanos” y a Humberto Benítez Treviño, subprocurador general de la República en el que se seña-laba que El Chapo Guzmán y Héctor El Güero Palma –enemigos de los Arellano– eran res-ponsables de decenas de asesinatos.

El desplegado tenía, entre otras, las rú-bricas de Norma Corona Sapién (defensora de los derechos humanos), de los narcotra-ficantes Javier Caro Payán y Miguel Ángel

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Operativo de la SSP en el feudo de los Arellano

Al final del juicio que se le sigue en Estados Unidos, Benjamín Arellano Félix se benefició con la protección de la autoridad que más lo persiguió.

Quince años después de ser nombrado uno de los criminales más buscados en ese país, la Corte Federal del Distrito Sur de California pactó con él re-ducir su condena a sólo 25 años a cambio de tres condiciones:

Los abogados de Benjamín Arrellano Félix lograron un pacto ventajoso para su cliente en la Corte Federal del Distrito Sur de Cali-fornia: que se le redujeran los delitos de los que se le acusa a cambio de información y de cumplir con algunos compromisos, con lo cual el capo sinaloense sólo purgaría 25 años de condena en Estados Unidos. Y aun cuando el acuerdo satisfizo a la procurado-ra federal en California, Laura Duffy –quien se apresuró a decir que el cártel de Tijua-na está desmantelado–, lo cierto es que la organización sigue viva. Con autorización del semanario tijuanense Zeta –que incluye este trabajo en la edición que empezó a cir-cular el viernes 6–, Proceso reproduce el siguiente reportaje.

ADELA NAVARRO BELLO*

Un pacto ventajoso

1) aceptar que efectivamente fue el líder del cártel de Tijuana y que cometió los delitos de asociación delictuosa y la-vado de dinero. El resto de los delitos fue-ron eliminados;

2) ceder al gobierno de Estados Unidos propiedades, bienes, cuentas, instrumen-tos financieros y productos diversos que asciendan a 100 millones de dólares; y

3) colaborar de manera incondicional con las autoridades de Estados Unidos para la investigación e incriminación de otros miembros del crimen organizado que sean detenidos, investigados y proce-sados en el futuro.

Con ello el capo de uno de los cárteles más poderosos y sangrientos de América en los últimos 25 años evitó una senten-cia mayor, que pudo ser de 40 a 140 años, gracias a lo cual saldrá de prisión cuando tenga 83.

Cuando se cumpla el plazo, en 2037, Benjamín Arellano tendrá que ser repa-triado a México, donde se reactivarán los juicios que tiene pendientes, entre ellos el del homicidio del cardenal Juan Jesús Posadas y Ocampo, ocurrido en mayo de 1993 en el aeropuerto de Guadalajara, pues en el expediente del caso existe una orden de aprehensión en su contra.

NARCOTRÁFICO

AP

Félix Gallardo y de los exgobernadores An-tonio Toledo Corro y Leopoldo Sánchez Ce-lis (Proceso 867).

Meses después, el 24 de mayo, Guz-mán Loera y los Arellano fueron señala-dos de nuevo, esta vez por su presunta participación en el asesinato del carde-nal Jesús Posadas Ocampo en el aeropuer-to de Guadalajara. Ese mismo día Francis-co Rafael Arellano Félix fue detenido por agentes federales en una colonia residen-cial de Tijuana. Después de varias horas quedó en libertad.

Cuatro días después de la ejecución del purpurado se publicó en Excélsior otro des-plegado en el que los Arellano Félix insis-tían en que Guzmán Loera y Palma eran responsables de la balacera en la que murió por accidente el cardenal Posadas Ocampo.

El 2 de junio siguiente apareció otra in-serción pagada en la que se mencionaba al nuncio apostólico Jerónimo Prigione entre los destinatarios. De manera velada se tra-taba de exculpar a los Arellano Félix, pues según el texto no podía afirmarse que los “asesinos tengan que ser tijuanenses”.

Una semana después fue capturado El Chapo Guzmán en la frontera de México con Guatemala. A partir de entonces el cártel de Tijuana dejó de hacer ruido en la prensa.

A finales de 1993 Excélsior publicó de-claraciones de Benjamín Arellano en las que éste aseguró que luego de sostener co-rrespondencia con Prigione, él y su herma-no Ramón viajaron a la Ciudad de México para entrevistarse personalmente con el nuncio apostólico en varias ocasiones:

“El 1 de diciembre (de 1993) fue mi her-mano Ramón y se quedó esperando en la casa del nuncio mientras éste iba con el presidente (Carlos Salinas de Gortari) y se juntaban Patrocinio González Garrido (se-

cretario de Gobernación) y el procurador Jorge Carpizo. Hablaron, no sé qué entre ellos de nosotros, pero parece que dijeron ‘que se entreguen’ y nosotros dijimos: ‘Sí lo hacemos, pero que baje la presión; ha-cemos un arreglo y nos entregamos, pero sin tanto acoso’.”

Benjamín agregó que durante la entre-vista Prigione le dijo que lo ocurrido en el aeropuerto tapatío “eran cosas que no se iban a saber nunca…” (Proceso 926).

Víctor Clark Alfaro, director del Centro Binacional de Derechos Humanos de Baja California durante el mandato de Ernesto Ruffo, afirmaba que los Arellano compra-ban credenciales de policía en 8 mil y 10 mil dólares. Su enlace era Sergio Sandoval Ruvalcaba, jefe de escoltas del procurador del estado Francisco Franco Ríos.

Los intocables

La década siguiente, de acuerdo con la PGR, los hermanos lograron establecer “una im-portante red de narcotraficantes dedicados a la transportación de grandes cargamentos de heroína, cocaína y mariguana hacia Es-tados Unidos. Su área de influencia eran las ciudades de Hermosillo y Agua Prieta, Sono-ra; Torreón, Coahuila; Tijuana, Baja Califor-nia, así como grandes extensiones de Sina-loa, donde cultivaban enervantes”.

Eran intocables. En 1997 los Arellano Fé-lix intentaron asesinar a Jesús Blancornelas, di-rector del semanario Zeta, el periodista que documentó sus an-danzas durante años.

Cinco años des-pués, el 12 de marzo de 2002, Ramón Are-

llano fue asesinado; dos meses más tarde Benjamín fue capturado en Puebla, pero el cártel seguía vivo, como lo admitieron la Secretaría de la Defensa y la PGR.

La estructura financiera de la organiza-ción seguía intacta: “Es un triunfo moral y un golpe publicitario del presidente Vicen-te Fox, pero no quiere decir que la organi-zación esté acabada”, afirmó Raúl Ramírez Baena, procurador de derechos Humanos en Baja California en esa época.

El cártel se recuperó con Francisco Ja-vier El Tigrillo como nuevo líder. Lo apoya-ron sus hermanos Eduardo, Alicia María, Isabel y Enedina. Para entonces sus ga-nancias anuales bordeaban los 5 millones de dólares.

La Procuraduría de Derechos Huma-nos de Baja California revelaba que Tijua-na ocupaba ya el primer lugar nacional en consumo de estupefacientes. Tan sólo en esa ciudad las autoridades tenían regis-trados 4 mil 500 expendios de droga, cono-cidos como “tienditas”, y entre 500 y 700 picaderos para el consumo de enervantes.

Además en las principales plazas y ru-tas del narcotráfico, como La Rumorosa, Tecate, Mexicali, Algodones y toda la zo-na rural del estado siguen operando gru-pos al servicio de la familia Arellano Félix.

Según datos de la PGR, Tijuana estaba bajo el dominio de Efraín Pérez, El Efra o El

85, que tenía a Carlos Francis-co Cázares Beltrán, El Quemado,

mo su lugarteniente; mien-as que la plaza de Mexicali controlaba Manuel Aguirre, Caballo. En San Luis Río Co-

orado, Sonora, estaba Gilber-o Higuera Guerrero, El Gilillo, quien en febrero de 2001 es-capó de las tropas del Ejérci-to que detuvieron a su her-mano, Ismael Higuera, El Mayel.

Benjamín Arellano y su familia vivían en San Anto-nio, Texas, y tenían una lu-josa residencia en La Jolla, California. “Nadie los mo-lestaba”, contó Blancorne-las (Proceso 1324).

El 14 de agosto de 2006, agentes de Estados Unidos arrestaron a El Tigrillo. Su detención puso en evidencia la desconfian-za de la DEA en las autoridades de México.

Auxiliado por sus hermanas, Eduar-do Arellano tomó el liderazgo. El cártel se-guía en ascenso. Por esas fechas operaba en Colombia, Perú, Venezuela y Bolivia, donde se le consideraba el grupo criminal más poderoso del continente.

Después de dos años de consolidación, el 26 de octubre de 2008 el Ejército detuvo en la colonia Chapultepec, en La Mesa, Ba-ja California, a Eduardo.

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El cadáver de Ramón Arellano

Guzmán Loera y asociación delictuosa en perjuicio de la sociedad.

El mandamiento judicial nunca se cumplimentó porque desde su detención, en marzo de 2002, Benjamín fue confina-do en el Centro Federal de Readaptación Social número 1 de Almoloya de Juárez, en el Estado de México, y porque el juez de Guadalajara Hugo Olveda Colunga se re-husó a procesarlo.

En el Estado de México también fue-ron suspendidos otros procesos federales, luego de que la Secretaría de Relaciones Exteriores anunció la extradición del de-tenido a Estados Unidos.

La captura de Benjamín Arellano sus-citó un problema puesto que la orden de aprehensión obsequiada era a nombre de Ramón Benjamín Arellano Félix, pero quedó subsanada luego de que el Juzgado Cuarto en la causa 20/2001 acreditó que Ramón Arellano y Ramón Benjamín Are-llano eran la misma persona.

“En el Juzgado Segundo de Guadalajara, Jalisco, está vigente una orden de aprehen-

de Procesos Penales Federales de Toluca, Estado de México.

Delitos: Contra la salud, en el tipo de po-sesión finalista de cocaína y marihuana.

Asunto: Un tráiler con cocaína y ma-riguana, asegurado en 1992 en una re-sidencia de Tijuana, Baja California, presunta propiedad de los hermanos Are-llano Félix.

Resolución: El juez dictó auto de libertad por falta de elementos para procesar. El Se-gundo Tribunal Unitario de Toluca confirmó el fallo en el toca de apelación 180/2002.

Navío de cocaína

Proceso penal: 24/2000-V.Juzgado: Primero de Distrito en Materia

de Procesos Penales Federales de Toluca, Estado de México.

Delitos: Violación a la Ley Federal con-tra la Delincuencia Organizada y contra la salud.

Asunto: Aseguramiento del barco El Pámpano en 1999 en Oaxaca, cargado con cocaína.

Resolución: El juez dictó auto de formal prisión. La PGR apeló ante el Segundo Tri-bunal Unitario de Toluca, que confirmó el formal procesamiento en la toca 574/2002.

Captura en Puebla

Proceso penal: 33/2002-VI.Juzgado: Segundo de Distrito en Mate-

ria de Procesos Penales Federales de Tolu-ca, Estado de México.

Delitos: Portación de armas de uso ex-

clusivo del Ejército.Asunto: Aprehensión de Benjamín en

Puebla, el 9 de marzo de 2002. El Ejército Mexicano y la PGR hallaron dos rifles AK-47 y una pistola calibre .38 súper.

Resolución: En abril de 2007, el juez dic-tó sentencia condenatoria de cinco años cuatro meses de prisión.

Proceso de extradición

Proceso penal: No se indica.Juzgado: Cuarto de Distrito en Materia

de Procesos Penales Federales de Toluca, Estado de México.

Delitos: Cometidos en el extranjero (con-tra la salud).

Asunto: Orden provisional de detención, con fines de extradición internacional.

Resolución: El juez dictó auto de formal prisión en mayo de 2007, y tiempo después declaró procedente la extradición del capo. Finalmente, el 29 de abril de 2011, la Canci-llería mexicana concedió la extradición del reclamado al gobierno de Estados Unidos. (Semanario Zeta)

sión contra Benjamín Arellano por los he-chos relacionados con el cardenal, misma que se pretendió cumplimentar, pero en aquél entonces existía el cómodo criterio de los jueces de que no se consideraban cum-plimentada una orden de aprehensión si físicamente no se ponía a disposición al in-culpado en el reclusorio de su jurisdicción, según consideró el licenciado Hugo Olveda. La causa penal de dicha orden es la 222/93”, explica al semanario Zeta un colegiado.

Asimismo está pendiente el caso del asesinato de Luis Valero Elizalde y el in-tento de homicidio contra Jesús Blancor-nelas, ambos ocurridos en noviembre de 1997. De acuerdo con las primeras inves-tigaciones de la Procuraduría General de Justicia del estado, los 10 elementos que emboscaron al codirector de Zeta, eran parte de la estructura criminal del cártel de los hermanos Arellano Félix, comanda-do por Benjamín y Ramón.

La Procuraduría General de la Repúbli-ca atrajo el caso, pero no continuó con la indagación.

Una sentencia benévola

Jorge Fonseca Villegas, exfiscal especial para el caso Posadas Ocampo, asegura que siguió muy de cerca al capo de origen si-naloense durante varios años para que se le cumplimentara una orden de aprehen-sión por el homicidio del prelado.

Actual colaborador del Instituto Na-cional de Ciencias Penales y catedrático de la Universidad del Valle de Atemajac, Jalisco, Fonseca Villegas contestó las pre-guntas formuladas por Zeta.

–¿Qué le pareció la sentencia a Benja-mín Arellano en Estados Unidos?

–Como exfiscal y abogado considero que es una sentencia benévola en aten-ción al delito y peligrosidad del sujeto…

NARCOTRÁFICO

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Ejecución del cardenal Posadas OcampoLa corte californiana aceptó la pro-

puesta del abogado de Benjamín Arellano, quien pidió benevolencia para su cliente a cambio de información que no ha sido dada a conocer por ser parte de una inves-tigación. La procuradora federal en Cali-fornia, Laura Duffy, se apresuró a declarar que con el encarcelamiento de Benjamín Arellano el cártel de Tijuana quedó des-mantelado.

Los pendientes en México

El capo sinaloense tendrá que rendir cuentas por el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo y seis personas más en el aeropuerto de Guadalajara en 1993, pues existe una orden de captura en su contra en el Juzgado Segundo de lo Pe-nal en la capital tapatía.

Según el expediente 222/93, a Benja-mín se le imputan el homicidio califica-do del prelado y otras seis personas, así como el homicidio calificado en grado de tentativa en agravio de Joaquín El Chapo

L a extradición de Benjamín Arella-no Félix en abril de 2011 y el recien-te pacto que lograron sus abogados en la Corte Federal del Distrito Sur

de California no invalidan los procesos que el capo tiene pendientes en México, por lo que, cuando cumpla su condena en Estados Unidos, tendrá que enfrentar los cargos que se le imputan aquí:

Caso Posadas (delitos federales)

Proceso penal: 30/96.Juzgado: Tercero de Distrito en Materia

de Procesos Penales Federales en el Esta-do de México.

Delitos: Asociación delictuosa, porta-ción de arma de fuego de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, acopio de armas, in-troducción clandestina de armas de fuego, municiones y explosivos, almacenamien-to de armas, cartuchos y explosivos, daño en propiedad ajena, ataques a las vías ge-nerales de comunicación y equiparable al contrabando.

Asunto: Caso Posadas, delitos federales en el Aeropuerto de Guadalajara 24/05/93.

Resolución: El juez dictó el auto de liber-tad por falta de elementos para procesar. El Primer Tribunal Unitario “A” de Toluca con-firmó el fallo en el toca penal 182/2002.

Caso Posadas (delitos fuero común)

Causa penal: 333/93.Juzgado: Segundo de lo Penal en Gua-

dalajara.Delitos: Homicidio, tentativa de homici-

dio y asociación delictuosa.Asunto: Caso Posadas, crimen del pre-

lado y seis personas más en el Aeropuerto de Guadalajara 24/05/93.

Avance: Orden de aprehensión vigente (no cumplimentada).

Caso Posadas (indagatoria abierta fiscalía especial)

Averiguación previa: SE/001/95.Autoridad: SIEDO (PGR).Delitos: Homicidio calificado y otros.Asunto: Caso Posadas, crimen del pre-

lado y seis personas más en el Aeropuerto de Guadalajara 24/05/93.

Avance: Averiguación previa abierta, sin determinar.

Sentencia por cohecho a militares

Proceso penal: 28/97.Juzgado: Cuarto de Distrito en Materia

de Procesos Penales Federales de Toluca, Estado de México.

Delitos: Contra la salud y asociación de-lictuosa (absuelto por cohecho).

Asunto: Ofrecimiento de cohecho al ge-neral José Luis Chávez, exdelegado de la PGR en Baja California.

Resolución: En septiembre de 2007, el juez dictó sentencia de 22 años de prisión.

Líder del CAF (Cártel Arellano Félix)

Proceso penal: 29/2002.Juzgado: Primero de Distrito “B” en Ma-

teria de Procesos Penales Federales de To-luca, Estado de México.

Delitos: Asociación delictuosa y delitos contra la salud, en la modalidad de tráfico de cocaína y marihuana.

Asunto: Asociación criminal con otros miembros del Cártel Arellano Félix y su pre-sunto liderazgo.

Resolución: La juez dictó auto de liber-tad por falta de elementos para procesar. La PGR apeló a la resolución ante el Primer Tri-bunal Unitario “B” de Toluca.

Cargamento de droga

Proceso penal: 349/92-5B.Juzgado: Tercero de Distrito en Materia

abiertosLos expedientes

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Duffy. Apresuramiento

dólares como máximo o el doble de las ganancias en bruto u otros ingresos derivados del defendido por la ofensa cometida; una asesoría especial obliga-toria de 100 dólares por cargo y un pla-zo de libertad supervisada de hasta tres años; la entrega de toda la propiedad que forma parte o esté derivada de los ingresos que el defendido recibió directa o indirectamente como resultado de la violación y entrega de toda la propiedad utilizada o que pretendió utilizarse de cualquier forma o en parte para cometer o facilitar dicha violación.

Al firmar el documento judicial, Ben-jamín Arellano estableció varios compro-misos con el gobierno de Estados Unidos, entre ellos, que:

1) Acepta entregar una suma de dinero en contra suya y a favor de Estados Uni-dos, de 100 millones de dólares, más inte-reses, provenientes de dinero en efectivo y propiedades.

2) Acepta colaborar de manera ver-dadera y absoluta con el gobierno de Estados Unidos en todos los asuntos re-lacionados con los bienes que posee y atestiguar con la verdad en caso de que se den futuros procedimientos.

3) No instruir a ninguna otra persona o entidad para que destruya, dañe, tire o transfiera los bienes mencionados.

4) Antes de la sentencia (que será emi-tida el próximo 2 de abril) ayudará a Es-tados Unidos en la repatriación y entrega de los bienes y tomará todos los pasos necesarios para que los títulos de propie-dad sean transferidos sin problemas al gobierno de ese país, lo cual abarca todos los trámites.

5) Acepta identificar y ubicar los bie-nes, lo cual implica también la firma de los documentos necesarios para la trans-ferencia de las propiedades a Estados Uni-dos, aunque los bienes estén a nombre de terceros. La acción se aplica a cuentas bancarias, instituciones financieras, bo-nos, certificados, fideicomisos y seguros.

6) Acepta que no apelará ni declarará ataque colateral alguno y que renuncia a todos sus derechos constitucionales para su defensa.

7) No solicitará su preliberación.8) Todos los bienes están sujetos a su

declaración cuando superen los mil dóla-res en el valor.

De igual manera, Benjamín Arellano adquirió otras obligaciones. El acuerdo se anula si no se declara culpable, no acep-ta absoluta responsabilidad en los cargos que se le imputan, no se presenta ante la corte, intenta retirar su declaración de culpabilidad, incumple una orden de cualquier corte relacionada con este caso, apela o ataca colateralmente la sentencia

o la condena o si realiza actos crimina-les adicionales desde el momento de su arresto y hasta el momento en que le dic-ten sentencia.

Vivo, el cártel de los Arellano Félix

Fernando Sánchez Arellano, El Ingeniero, otro integrante del clan, sigue prófugo de la justicia.

Se le ha visto en Tijuana, en Ensena-da, en Baja California Sur y en ciudades de Estados Unidos, según los integrantes del Consejo Estatal de Seguridad Pública de Baja California, que encabezan el go-bernador José Guadalupe Osuna Millán y el general Alfonso Duarte Mújica.

Las autoridades locales documen-taron la intención de El Ingeniero de re-organizar su grupo criminal, sobre todo por la creciente presencia de testaferros de Joaquín El Chapo Guzmán en Tijuana. Además, al estilo de la familia Arellano, el sobrino de Benjamín recurrió al camino conocido: reclutar personal en el barrio Logan de San Diego, California, y entre la mafia mexicana en cárceles y calles de esa ciudad.

En Tijuana es conocida la pugna que entre 2008 y 2010 tuvo Sánchez Arellano con Teodoro García Simental, antiguo lu-garteniente de su estructura criminal, por el control de la venta y el trasiego de dro-gas por esta frontera. Con la captura de su rival, El Ingeniero recobró su poderío crimi-nal en esa región.

La agencia federal antinarcóticos (DEA, por sus siglas en inglés) emitió una alerta para obtener información que lle-ve a la captura de Sánchez Arellano; lo mismo hizo la Procuraduría General de la República.

Con viejos elementos prófugos –como Manuel Aguirre Galindo, El Caballo, encar-gado de las finanzas desde los tiempos en que Benjamín y Ramón lideraban la organización, y colaborador de Francisco Javier Arellano Félix, El Tigrillo, detenido en agosto de 2006 y sentenciado a prisión perpetua por la procuradora Duffy–, la es-tructura operativa del cártel de Tijuana sigue viva.

Las autoridades mexicanas saben que El Ingeniero cuenta con una suerte de con-sejo que le permite mantener la organi-zación criminal. Su tía Enedina Arellano Félix, quien jugó un importante papel en el lavado de dinero, dirige hoy a un grupo de hombres y mujeres que trabajan para el cártel.

Eso contrasta con la declaración de la procuradora Duffy, quien aseguró que la organización está desmantelada.

* Directora del semanario Zeta de Tijuana.

NARCOTRÁFICO

si la comparamos con la sanción que se hubiera solicitado dentro del mar-co legal mexicano. Afortu-nadamente para Benjamín y sus abogados fue posible negociar la sanción penal… pero debemos reconoce que finalmente existió un sentencia condenatoria y n absolutoria.

–El tema de la extradici atemorizó durante muc tiempo a los delincuentes y parecer a las propias autorides, pero finalmente pareci que a los criminales les va mjor del otro lado de la fronte

–Con relación a la extrción como instrumento l los procesados o enjuiciad pueden ver como algo favor pero creo que es circunsta es decir, es en atención al d a la peligrosidad y principalm a las pruebas de cargo que tan; pueden existir delitos q México se sancionen más blamente que en Estados Un y viceversa…

–A Benjamín Arellano lo extraditaron aun con cuentas pendientes (con) la jus-ticia mexicana, ¿qué ocurrirá con estas averiguaciones previas y causas penales pendientes?

–En lo referente a esas causas penales que tenga pendientes el señor Arellano Félix, Estados Unidos tendría que repa-triarlo a México una vez cumplida su sen-tencia allá para que sea enjuiciado acá y

l motivo por el que no se cum-entó la orden de aprehensión a esa persona es en razón a que ía un criterio jurisdiccional o de

ueces en el sentido de que no te- por cumplimentada una orden prehensión si no dejabas física-nte a disposición del juez com-ente al indiciado en la prisión de

urisdicción.–Durante su etapa como agen-

del Ministerio Público asigna- especialmente al caso Posadas campo, ¿tuvo usted contacto o cceso al capo referido en alguna iligencia?

–Hubo una entrevista con di-ho personaje cuando integré la

Comisión Interinstitucional –en a que participaron represen-tantes de la PGR, del gobierno de Jalisco y de la Conferencia del Episcopado Mexicano–, pe-ro simplemente te puedo decir que él se limitó a señalar que nunca estuvo presente; ni sus hermanos.

ijo) que a quien realmente debe-rían preguntarle era al doctor (Jorge) Car-pizo y a Pablo Chapa Bezanilla, quienes manipularon la investigación, puesto que él quiso entrevistarse con el doctor Carpi-zo y este último nunca accedió.”

Acuerdos y compromisos

El acuerdo con la Corte del Distrito Sur de San Diego le permitió a Benjamín Arella-no eliminar tres de los cinco cargos por los que sería juzgado en Estados Unidos: el de delincuencia organizada, el de asociación criminal para distribuir estupefacientes en el sur de California y el de agrupación delictuosa para la compra legal de armas que se trasladan a México y a Colombia.

Los dos cargos por los que será sen-tenciado son los de asociación delictuosa para introducir toneladas de mariguana y cocaína y otras drogas a Estados Unidos, así como lavado de dinero.

Por el primero, Benjamín recibirá un máximo de 20 años en prisión, una mul-ta de 250 mil dólares como máximo o el doble de las ganancias en bruto u otros ingresos derivados del defendido por la ofensa cometida; una asesoría especial obligatoria de 100 dólares por cargo y un plazo de libertad supervisada de hasta tres años, y la entrega de todas las propie-dades que representan o se deriven de in-gresos obtenidos directa o indirectamente por la actividad de crimen organizado.

Por el cargo de lavado de dinero, purgará un máximo de cinco años en prisión, así como una multa de 250 mil

continúen los procesos que pudiesen ha-ber quedado suspensos.

–Desde luego cuenta con la orden de aprehensión pendiente de cumplimen-tar por el homicidio del cardenal Posadas Ocampo y seis personas más. Usted fue el fiscal especial. ¿Por qué desde 2002 hasta 2011 que Arellano estuvo preso, nunca se cumplimentó el mandamiento judicial?

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2002. La DEA anuncia la captura de Benjamín Arellano

Sánchez Arellano. El nuevo líder

En el Consejo de Seguridad Nacional de su país, el ahora agregado militar es-tuvo al frente de la oficina de combate al terrorismo, según informaron el pasa-do 12 de diciembre el secretario de la Ma-rina Ray Mabus y el jefe de Operaciones Navales, el almirante Jonathan Greenert, al anunciar la designación de Kilrain en México.

Negocios en el frente sur

Con la Iniciativa Mérida como justifica-ción, el gobierno de Calderón acordó con el de Barack Obama la apertura en Méxi-co de una Oficina Bilateral de Inteligencia, con la presencia de nueve agencias civiles y militares de su país (Proceso 1776).

De ellas el Pentágono es la que tiene más agencias en la oficina de Paseo de Re-forma 265, en la Ciudad de México, a un costado de la embajada estadunidense.

El Departamento de Defensa logró con Calderón lo que siempre buscó: reali-zar labores de inteligencia y espionaje en México con el consentimiento guberna-mental. Desde hace más de un año ope-

ran en el país la Agencia de Inteligencia Militar (DIA, sus siglas en inglés), la Ofici-na Nacional de Reconocimiento (NRO) y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).

Al amparo de la guerra al narcotráfico el Pentágono ha buscado mayores recur-sos económicos para operar en México. En sus peticiones de presupuesto para el año fiscal 2012, que comenzó en octubre pasa-do, solicitó mil 200 millones de dólares pa-ra su operación en este país.

En el apartado dedicado a las “guerras en curso” de Estados Unidos en el mundo, etiquetó esos recursos para “incrementar el apoyo a las actividades en México” co-mo parte de la guerra declarada por Cal-derón a los cárteles del narco. La cifra está apenas por debajo de los mil 500 millo-nes de dólares solicitados para el Progra-ma de Defensa Químico-Biológica y supe-ra el monto requerido para la producción de aviones.

Un reporte del Senado sobre el gasto del gobierno estadunidenses en contra-tos relacionados con la lucha antinarcóti-cos en América Latina, fechado en junio de 2011, establece que entre 2005 y 2009

México fue el segundo país de la región con más contratos del Departamento de Defensa y del Departamento de Estado, después de Colombia.

El país sudamericano tuvo contra-

Con el gobierno de Felipe Calderón, los estra-tegas militares estadunidenses obtuvieron vía libre para sus acciones de “contranarco-terrorismo” en territorio mexicano. Con esa bandera desplegaron aquí a tres agencias del Pentágono, obtuvieron un presupuesto inusualmente alto, convirtieron los mecanis-mos de cooperación bilateral en un negocio para la industria militar privada de Estados Unidos y además nombraron agregado mili-tar en su embajada al contralmirante Colin J. Kilrain, un hombre con dilatada experien-cia en “operaciones especiales”.

NARCOTRÁFICO

Gates, Galván y Saynez. Reunión ministerial

Kilrain. El hombre de Washington

JORGE CARRASCO ARAIZAGA

La guerra del presidente Felipe Cal-derón a los narcotraficantes abrió un nuevo mercado para la indus-tria militar de Estados Unidos: empresas privadas de ese pode-roso sector han obtenido millo-

narios contratos del gobierno de ese país para fabricar y proveer de equipo y mate-rial bélico a México.

La presencia de esas empresas es só-lo una vertiente de la creciente participa-ción del Departamento de Defensa en la política exterior de Estados Unidos hacia México. Desde 2010 el Pentágono tiene a tres agencias de inteligencia en territorio mexicano, autorizadas por el gobierno de Calderón, cuya guerra al narco es conside-rada por el país vecino como uno de sus conflictos bélicos en el mundo.

El Pentágono ha previsto la posibilidad de un atentado terrorista contra intereses estadunidenses en o desde México. El 12 de diciembre pasado el Departamento de Defensa anunció que enviaba a un exper-to en terrorismo internacional como agre-gado militar y oficial en jefe de Defensa de su embajada.

Se trata del contralmirante Colin J. Kilrain, quien hasta esa fecha era direc-tor encargado de combate al terrorismo en el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, que depende directa-mente del presidente y tiene injerencia directa en la política exterior.

Kilrain ha participado en numerosas operaciones militares en los Balcanes, el Golfo Pérsico, Irak y Afganistán. En la se-gunda mitad de los ochenta participó en la operación naval para proteger los tan-ques petroleros de Kuwait de posibles ata-ques de Irán durante la guerra de este país con el Irak de Hussein.

Al terminar la Guerra Fría, Kilrain es-tuvo destacado en la Marina alemana y de ahí pasó al Grupo Especial de Guerra Na-val en la intervención militar de su país en Haití. Aprovechando que además del ale-mán domina el español, entre 1995 y 1997 lo asignaron a Panamá.

Los siguientes dos años permaneció de nuevo en Alemania como jefe ejecuti-vo de la Unidad Especial de Guerra Dos, de la Marina, y a fines de los noventa, des-pués de la guerra de los Balcanes provoca-

da por la disolución de Yugoslavia, fue co-mandante naval en la zona.

Tras los atentados terroristas de Al Qae-da, en Nueva York, en septiembre de 2001, Kilrain fue comisionado a la Oficina de Con-traterrorismo del Departamento de Esta-do, donde se encargó de las operaciones del Equipo de Apoyo de Emergencia Extranjera.

Después llegó a Filipinas y Yemen para apoyar la Operación Libertad Duradera, co-mo se conoce a la intervención militar de Estados Unidos en Afganistán. De ahí pa-só a Puerto Rico en calidad de comandan-te de la Unidad Especial de Guerra Cuatro.

Regresó a Afganistán como director de la coalición internacional en apoyo de la Fuerza de Tarea de Operaciones Especia-les Conjuntas y posteriormente se integró a la Operación Libertad para Irak, desde donde coordinaba acciones en Pakistán.

En 2008 asumió el puesto de coman-dante de todas las unidades Seal de la Ma-rina a lo largo de la costa Este de Estados Unidos. Las Seal –acrónimo de sea, air and land: mar, aire y tierra– son los equipos de élite de la Marina considerados los más poderosos del mundo.

también es del Pentágonoguerra de CalderónLa

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significativos en la relación bilateral reciente. Antes de diciembre de 2006, cuando Calderón asumió la Presiden-cia, el Pentágono había contratado a empresas privadas de la industria mi-litar de manera esporádica y marginal en relación con México.

Entre 1995 y 2005 sólo aparecen seis contratos con dichas empresas: tres son para manufacturar piezas para el Ejérci-to y la Marina estadunidenses en Tijua-na y Ciudad Juárez; los otros tres forman parte de la ayuda militar de Estados Uni-dos a distintos países, y en ellos México participa con porcentajes menores.

Ya con Calderón como gobernante, la industria militar privada de ese país logró contratos específicos para Méxi-co. Según su página de internet, el De-partamento de Defensa ha asignado ya 13 contratos en lo que va del sexenio. No todos son para la guerra contra el narcotráfico: algunos han sido para la maquila de piezas para las fuerzas ar-madas estadunidenses y otros para le-vantar bardas en la frontera.

Ningún año del gobierno de Calde-rón ha pasado sin que el Pentágono ha-ya contratado a una empresa para rea-

“Los Zetas”, desesperados

Sin rechazar la posibilidad de que el go-bierno de Estados Unidos haya tenido o tenga infiltrados a informantes en el cár-tel de Sinaloa y en los demás grupos cri-minales de México, Braun considera que Los Zetas están desesperados porque, dice, están sufriendo las consecuencias de una fuerte presión por parte de las autorida-des mexicanas y estadunidenses iniciada hace cinco años.

“Los Zetas están desesperados. De los 31 o 32 capos más importantes que ha se-ñalado el gobierno mexicano, 21 o 22 han sido arrestados o asesinados en los últi-mos tres años. Los Zetas están contra la pared”, apunta Braun.

Para el cofundador de la consultora Spectre Group International, lo que ocurre en México es resultado exitoso de la lucha contra el narcotráfico: “Aun cuando a la sociedad mexicana le resulte difícil asimi-larlo por los miles de muertos que arroja esta batalla, el combate al narcotráfico del presidente Calderón está teniendo éxito, los narcos se sienten acorralados; de ahí las reacciones tan irracionales de grupos como Los Zetas”.

Braun, quien durante año y medio fue encargado interino de la DEA, argu-ye que es “imposible” que en un sexenio

se pueda acabar con el narcotráfico mexi-cano que durante las presidencias priistas, asegura, consolidó su poder gracias a su habilidad para corromper a las autoridades y corporaciones policiacas de su país.

Y se remite a la Colombia de hace 25 años. Expone que a las autoridades de ese país les tomó poco más de tres lustros desmantelar los cárteles de Medellín y Ca-li y fragmentar las operaciones de trasie-go de drogas; además aun hoy combaten a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

–¿O sea que a México le faltan de nue-ve a 10 años para alcanzar un éxito como el de Colombia? –se le pregunta.

–Desconozco el número mágico de años que le faltan a México para consoli-dar su éxito. En Colombia las cosas aún no han concluido en su totalidad... las FARC siguen presentes.

Y aun cuando el gobierno de Calderón se muestra renuente a comparar lo que ocurre en México con lo que pasó en Co-lombia durante el periodo de apogeo y de-rrota de los cárteles de Medellín y de Ca-

li, en Estados Unidos los funcionarios y exfuncionarios que aceptan la analogía aumentan cada día.

Braun considera que, igual que en Co-lombia, en México el aumento de la nar-coviolencia comienza a marcar el camino hacia el fin del dominio de los grandes cár-teles. No obstante admite que “en Méxi-co hay mayor violencia criminal”; aunque matiza: no se trata de violencia terrorista ni insurgente como la colombiana.

Pero también menciona los contras-tes: “En muchos aspectos México no se pa-rece a Colombia; en algunos está peor, co-mo en el número de muertos (60 mil según el semanario tijuanense Zeta). Aunque de-be admitirse que no ha experimentado muchas de las cosas que vivió Colombia, como los cientos de ataques con carros-bomba, por ejemplo”.

Según el exfuncionario de la DEA, los lo-gros del gobierno mexicano se deben en su mayoría a que ha entendido la necesidad de intercambiar y compartir información de in-teligencia con Estados Unidos, sobre todo la proveniente de informantes confidenciales.

NARCOTRÁFICO

Los soplones, base de la DEA

tos por mil 900 millones de dólares, con-tra 170 millones de México. En el reporte se aclara que en realidad la cifra es mayor porque hay otros contratos que abarcan a distintos países, entre ellos México.

Elaborado por el subcomité de Contra-tos en el Extranjero, del Comité de Segu-ridad Interna y Asuntos Gubernamenta-les, el informe evidencia que en el sexenio de Calderón más contratos han amarrado las empresas estadunidenses, y que la ci-fra más alta se alcanzó en 2008, con 64 mil 400 millones de dólares.

Precisó que el incremento del gasto coincidió con el inicio de la Iniciativa Mé-rida, que implicó un paquete de ayuda de mil 400 millones de dólares para México y América Central en asistencia contra el narcotráfico y la delincuencia organizada.

El acercamiento del gobierno de Calde-rón a la política militar de Estados Unidos ha beneficiado a empresas de aviación, de-fensa electrónica, telecomunicaciones, lo-gística y servicios de ingeniería contra-tadas principalmente para proveer a la Marina Armada de México.

De acuerdo con la página de internet del Departamento de Defensa, los con-tratos con México no tienen precedentes

J. JESÚS ESQUIVEL

WASHINGTON.- Las decenas de infor-mantes que la Drug Enforcement Administration (DEA) tiene des-plegados en territorio mexicano

son la “espina dorsal” de la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, ase-gura Michael Braun, quien hasta octubre de 2008 dirigió las operaciones antinarcó-ticos de Estados Unidos.

Braun, quien dejó la DEA después de 33 años de servicio y ahora es consultor en materia de combate al terrorismo y el cri-men organizado, dice que los agentes es-tadunidenses no protegen a ningún cár-tel mexicano.

En entrevista con Proceso, el especia-lista puntualiza: “La clave del éxito en la lucha contra el narcotráfico siempre ha si-do la información de inteligencia obteni-da por medio de personas; es decir, a tra-vés de los informantes confidenciales. Así es y así será siempre.

“Los informantes juegan muchos pa-peles importantes: toman parte en ope-raciones encubiertas, roban información, ayudan a colocar micrófonos y consiguen números telefónicos para rastrear a los delincuentes.”

México no es un caso excepcional, co-

menta, de ahí que la DEA tenga informan-tes infiltrados en todos los cárteles. Braun insiste en que este aspecto es “la colum-na vertebral” del desarrollo de la capta-ción de información de inteligencia en las 87 oficinas que tiene la agencia antidrogas en el mundo.

El caso de los informantes de la DEA en México –entre ellos el de Vicente Zam-bada Niebla, El Vicentillo–, exacerbó en las últimas semanas la violencia entre los cárteles, lo que mostró al gobierno de Feli-pe Calderón incapaz de controlar la situa-ción. Las ejecuciones de 16 personas en Culiacán el 23 de noviembre del año pa-sado y de otras 26 en Guadalajara al día siguiente fueron una represalia de Los Ze-tas contra sus rivales porque, según los mensajes que dejaron en la capital tapa-tía, el gobierno de Estados Unidos protege al cártel de Sinaloa (Proceso 1830).

En sus ediciones 1823, 1826, 1832 es-te semanario ha informado sobre las in-dagatorias que se le siguen en la Corte Fe-deral de Chicago al Vicentillo, quien será enjuiciado el próximo mes por delitos re-lacionados con el tráfico de estupefacien-tes, así como de la petición del acusado para que se le absuelva de los delitos toda

vez que, alega, fue informante de la DEA en México.

Hijo de Vicente El Mayo Zambada Gar-cía, número dos en el escalafón del cár-tel de Sinaloa, el acusado ha insistido en que su trabajo en la agencia antidrogas de Estados Unidos consistía en pasarle infor-mación sobre las operaciones de los cár-teles rivales al que encabezan Joaquín El Chapo Guzmán y su propio padre.

Hasta hoy el Departamento de Justicia de Estados Unidos no define si El Vicentillo fue o no informante de la DEA. Sin embar-go, el narcomensaje zeta que dejaron los homicidas de las 26 personas en Guadala-jara alude directamente al trabajo del hi-jo de El Mayo con los agentes estaduniden-ses en México.

–¿La DEA o el gobierno de Estados Uni-dos protegen al cártel de Sinaloa? –se le pregunta a Braun.

–No creo que el gobierno de Estados Unidos esté protegiéndolo. ¿Por qué lo ha-ría? De lo que sí tengo certeza es de que en varias ocasiones las autoridades de México han estado a segundos de dete-ner a El Chapo; no tengo la menor duda de que en algún momento lo van a arrestar o a eliminar.

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Wayne y Saynez. Cooperación binacional

saciones que después resultan esenciales para la elaboración de operaciones de des-mantelamiento de grupos criminales.

“Las intervenciones telefónicas se ha-cen siempre bajo la aprobación judicial de las autoridades del país donde la DEA rea-liza la operación… Las autoridades locales deben dar la autorización”, recalca Braun.

La definición de una estrategia de in-teligencia por medio de los informantes es la misión más importante y difícil pa-ra los agentes de la DEA en países como México. El papel de un agente de la DEA en México “no es asistir a los cocteles o a las fiestas sociales” que se organizan en la embajada de Estados Unidos, dice con cierta ironía.

Aclara que la agencia “no le pide a ningún gobierno extranjero hacer el tra-bajo sucio; lo que hace es compartir la información. Cuando recibe tips de sus oficinas centrales, pide a sus contrapar-tes del país anfitrión que las corroboren o investiguen”.

Según Braun en el combate al narco-tráfico mexicano los informantes son in-dispensables y aclara que la DEA cuenta

también con decenas de infiltrados en las células de los cárteles de Sinaloa, del Golfo, de Los Zetas, de Tijuana y de La Familia Michoacana asentadas en te-rritorio estadunidense, sobre todo en las comunidades hispana y mexicana.

“Los inmigrantes se mueven cons-tantemente de ida y vuelta entre Esta-dos Unidos y México. Cuando la DEA conduce las intervenciones telefónicas con la venia de alguna corte local es fá-cil desarrollar sistemas de inteligencia. Con las evidencias en mano es fácil im-plicar (como informantes) a ciudada-nos mexicanos que están involucrados en el tráfico de drogas”, indica Braun.

En este contexto, la DEA compar-te información de inteligencia con la PGR y la SSP para ayudarlas a identi-ficar números telefónicos “sospecho-sos” así como a personas dentro de México. “Cuando la DEA entrega la in-formación a las contrapartes mexica-nas y éstas la confirman, pueden desa-rrollar de manera fácil un sistema de detección de llamadas de México a Es-tados Unidos”.

Dos fueron para entrega de equipo a la Ar-mada, uno para maquila y otro para el trans-porte de restos humanos de militares esta-dunidenses que deban pasar por México.

El 6 de agosto de ese año entregó un contrato por 35 millones de dólares a la em-presa Sikorsky Aircraft Corp., de Stratford, Connecticut, para la entrega de tres heli-cópteros UH-60M (Blackhawk) y tres plan-tas auxiliares de los mismos para la Marina

mexicana. El contrato está vigente has-ta diciembre de 2012.

Esa misma empresa obtuvo el 10 de septiembre siguiente otro contrato por 36 millones y medio de dólares pa-ra la entrega de otros tres Blackhawk a la Marina Armada de México, aunque esta vez se trata de aparatos adapta-dos. En ambos casos el contratista fue el ejército de Estados Unidos.

Mediante otro contrato, la Marina estadunidense le encargó a la empresa JDS Uniphase Corporation, de Maryland, que manufacture en su planta de Gua-dalajara equipos de prueba de protoco-los de internet usados en distintos siste-mas de armas. El monto del acuerdo fue de 6 millones de dólares y el periodo es-tablecido fue de un año, pero podría ex-tenderse hasta agosto de 2015.

En noviembre de 2010, el Comando de Transporte de la Fuerza Aérea de Es-tados Unidos pagó 9 millones de dóla-res a la empresa Kalitta Charters, LLC, de Ypsilanti, Michigan, para el trans-porte aéreo de restos humanos. La co-bertura incluye Estados Unidos, Alas-ka, Canadá, México, Puerto Rico y las Islas Vírgenes. En septiembre de 2011 se realizó otro contrato similar, pero por 12 millones y medio de dólares.

Y, en mayo pasado, la Marina esta-dunidense firmó otro contrato por 9 mi-llones de dólares con JDS Uniphase para que elabore nuevos sistemas de pruebas de armas en su planta de Guadalajara. Iniciativa Mérida. Análisis de resultados

Aunque Braun no participa ya de las operaciones antidrogas cotidianas, man-tiene contacto con sus colegas estaduni-denses y extranjeros; presume incluso de ser uno de los hombres más actualizados en la materia. Para demostrarlo alude a las matanzas de las últimas semanas en México.

–¿Es cierto que la DEA tiene cientos de informantes en México?

–No son cientos, pero sí decenas.Dice que el trabajo de los informantes

de la DEA en México no es un secreto pa-ra el gobierno de Calderón. “En la mayo-ría de los casos”, asegura, las autoridades mexicanas saben quiénes son las fuentes de información confidencial de la DEA.

Un informante infiltrado en el nar-cotráfico mexicano es, de acuerdo con Braun, el encargado de proveer números telefónicos de presuntos sospechosos o criminales.

Insiste: Este aspecto es “crucial” porque los números telefónicos entregados por los informantes permiten a los gobiernos de México y Estados Unidos rastrear la ubica-ción de quienes los usan y grabar conver-

lizar actividades vinculadas con México. El 15 de diciembre de 2006, la Agencia de

Logísticas de Defensa –encargada de pro-veer apoyo logístico de combate al Pentá-gono, tanto en tiempos de guerra como de paz– le dio un contrato por 12 millones 487 mil dólares a la empresa Aero Company, de Indianápolis, para elaborar tapones de ar-mas de combate en San Luis Potosí.

En septiembre de 2007, la Marina de Estados Unidos hizo otro contrato de ma-quila para México; fue por casi 145 millo-nes de dólares y con la empresa Lockheed Martin Simulation, Trainning and Su-pport, de Orlando, Florida.

El contrato, que concluye en septiem-bre de 2012, consistió en la elaboración de un nuevo sistema logístico para vehículos militares en plataformas de la Marina esta-dunidense. Según informó el Departamen-to de Estado, 35% del trabajo de maquila se realiza en La Mesa, Tijuana. El resto en Flo-rida y Minneapolis.

En julio y agosto de 2007, el Ejército de aquel país hizo dos contratos con la em-presa Sundt Construction, de Phoenix, Arizona, por 42 y 31 millones de dólares, respectivamente, para el diseño y cons-trucción de barreras permanentes, así co-mo caminos de acceso y monitoreo en la frontera con México.

En enero de 2008, el Departamento de Defensa le dio un contrato por casi 9 millo-nes de dólares a la empresa Multinational Logistic Services Limited, de la isla de Mal-ta, en el Mediterráneo, para dar servicios de

apoyo a la Marina y al gobierno estaduni-denses en puertos comerciales de Canadá, México, el Caribe, y Centro y Sudamérica. El contrato no especifica los puertos mexica-nos implicados en esas operaciones.

En julio de ese año, el Pentágono asig-nó el primer contrato dirigido a combatir el narcotráfico y las posibles amenazas te-rroristas procedentes de México. Fue para la empresa ITT Systems Division, de Colo-rado Springs, por 33 millones 697 mil dó-lares, y formó parte de un programa fi-nanciado por la oficina Antinarcóticos, Contra Proliferación y Amenazas Globales de la Subsecretaría de Defensa.

El objetivo fue dotar a la Fuerza Aérea de Estados Unidos de capacidad de vigi-lancia por radar las 24 horas de los siete días de la semana. El propósito del Pentá-gono es detectar objetivos de bajo nivel en la frontera con México, el estrecho de Flo-rida y el suroeste de Puerto Rico.

El programa se creó para apoyar las misiones antinarcóticos y lo que define como “contranarcoterrorismo” que lle-van a cabo el Comando Norte y el Coman-do Sur de Estados Unidos. El contrato tam-bién benefició las misiones del Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte en su país.

El Centro de Guerra en Superficie de la Marina estadunidense contrató en sep-tiembre de 2009 a la empresa Defense & Electronics, de Arnold, Missouri, para pro-ducir lanzadores de cohetes. El contrato fue por 6 millones 473 mil dólares. Los lan-

zacohetes pueden ser utilizados en avio-nes de ala rotaria o fija, y en su mayoría se destinaron a la Marina y a la Fuerza Aérea de Estados Unidos, pero una parte se apar-tó para México, bajo el programa de Ventas Militares al Extranjero. En la información pública no se especifica cuál institución mexicana obtuvo los dispositivos bélicos.

Durante 2010, el Pentágono reportó el mayor número de contratos para México.

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AP photo / Bebeto Matthews

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Braun. La lucha, contra todos los cárteles

cerse políticamente e influir en las próxi-mas elecciones presidenciales”, asegura González Ruiz.

–¿Se escogió entonces a Guanajuato por un cálculo meramente político?

–Por supuesto. El PAN no ha podido “guanajuatizar” al país como lo intentaba Germán Martínez cuando era su dirigente nacional. Ahora lo que hacen el partido y la jerarquía eclesiástica, que comparten pos-turas ideológicas, es precisamente “gua-najuatizar” el viaje de Benedicto XVI para intentar influir en el resto del país.

González Ruiz señala que se preparó minuciosamente la visita papal para fina-les de marzo porque así coincidirá con el arranque de las campañas políticas, que empiezan el 1 de abril. También se escogió con mucho cuidado el lugar que les diera mayores dividendos políticos.

“Tiempo y lugar estuvieron muy bien calculados. No es ninguna casualidad que Ratzinger, después de casi siete años de pontificado, venga a Guanajuato precisa-mente en un momento electoral tan im-portante”, asegura.

–¿Qué acciones conjuntas han em-prendido clero y gobierno en esa entidad que la hace tan especial?

–Está, por ejemplo, la drástica penali-zación del aborto y, como consecuencia, la feroz persecución contra las mujeres que van a parar a la cárcel sólo porque inte-rrumpieron un embarazo. Además el go-bierno panista de Guanajuato se ha carac-terizado por destinar recursos públicos al clero. Y esto desde hace 20 años, cuando llegó el primer gobernador del PAN, Carlos Medina Plascencia, en 1991.

“A diferencia de Baja California, donde se da un panismo sin raíces católicas, Gua-najuato es el principal bastión tanto del PAN como de la jerarquía eclesiástica. Ahí ambas fuerzas actúan conjuntamente. La ultraderecha católica controla la entidad; incluso el actual gobernador, Juan Manuel Oliva, pertenece a ella.

“En el pasado hubo centros muy impor-tantes de la ultraderecha, como Guadalaja-ra y Puebla, donde ya perdieron predominio. Los grupos de esta corriente se concentran actualmente en Guanajuato. Incluso enca-bezados por la organización católica Testi-monio y Esperanza, cada año realizan una gran concentración en el Cerro del Cubilete, su principal centro de peregrinaje.”

–Y donde ahora, por cierto, se tiene pro-gramada la principal concentración de fie-les que presidirá Benedicto XVI…

–Sí, será un acto masivo de apoyo al PAN. Los organizadores calculan que esa misa congregará a más de 700 mil perso-nas en las faldas del Cubilete, que siem-pre ha estado vinculado con el activismo cristero. La construcción del monumento a Cristo Rey, que corona la cima del cerro, es de inspiración cristera. Y Ratzinger, de

pasado nazi, vendrá a reivindicar la lucha cristera. Esa será la tónica de su visita.

Estudioso de los grupos de ultradere-cha y su relación con el clero y el PAN, Gon-zález Ruiz es autor de varios libros sobre el tema, entre ellos Guanajuato, la democracia interina; La última cruzada, de los cristeros a Fox; Los Abascal, conservadores a ultranza, y Conservadurismo y sexualidad.

Señala que hasta dentro de Guanajua-to la visita papal “quedará circunscrita a un área geográfica muy reducida”, que es la zona del Cristo Rey. El Papa estará sólo en tres municipios: León, Silao y Guanajuato.

A mediados de diciembre llegó a la zo-na Alberto Gasbarri, el encargado de la co-misión vaticana que organiza los viajes papales. Acompañado por José Guadalu-pe Martín Rábago, arzobispo de León, y por el gobernador Juan Manuel Oliva, Gasbarri inspeccionó los lugares donde estará Bene-dicto XVI (Proceso 1833).

El Vaticano nunca explicó por qué es-cogió Guanajuato, pese a que hubo varias arquidiócesis importantes que también estaban interesadas en ser anfitrionas de Ratzinger, como las de Guadalajara y Pue-bla, o la de México. Ésta la descartó Roma con el argumento de que la altura del Dis-trito Federal afectaría la salud del Papa.

Bicentenario tardío

El domingo 1 el Vaticano dio a conocer la agenda de Benedicto XVI, quien estará en Guanajuato del 23 al 26 de marzo. De ahí viajará a Cuba.

El vocero vaticano, Federico Lombardi, anunció ese día que el viaje tendrá lugar “en una circunstancia especial, como es la celebración de los bicentenarios de las in-dependencias, y por ello creo que tiene un significado para todo el continente”. Lom-bardi fue impreciso en su declaración, ya que al menos la celebración del bicentena-

rio de la mexicana fue hace dos años.Se anunció que Ratzinger llegará de Ro-

ma al aeropuerto del Bajío la tarde del 23 de marzo. Ahí será recibido por Felipe Cal-derón y su comitiva, pues se trata de una visita de Estado.

De ahí el jerarca irá a León para dor-mir en la residencia del colegio Miraflores, donde viven sólo 10 religiosas capuchinas de la congregación Esclavas de la Santísi-ma Eucaristía y de la Madre de Dios.

El 24, en la ciudad de Guanajuato, ten-drá un encuentro privado con Calderón en la mansión que perteneció al conde Diego Rul, un destacado realista que, al lado de Calleja, combatió a Hidalgo y Morelos. Al terminar el encuentro Benedicto XVI pre-sidirá un acto público en la Plaza de la Paz. De ahí volverá a León para dormir nueva-mente en el colegio Miraflores.

La mañana del 25 de marzo encabezará la multitudinaria concentración al pie del Cubilete, en la amplia explanada conoci-da como Parque Bicentenario, construido por Juan Manuel Oliva. Por la tarde, en la catedral de León tendrá un encuentro con los obispos mexicanos y con representan-tes de los episcopados de América Latina y el Caribe. Regresará a dormir al Miraflores.

La mañana del 26 de marzo volará a Cuba.

La religiosa María del Rocío García, di-rectora del colegio Miraflores, dijo que la habitación que le acondicionan a Ratzin-ger “es sencilla, cálida, confortable e ilumi-nada. Cumple con las condiciones para el descanso del Papa”.

La alcoba mide 80 metros cuadrados y dispone de baño privado, cama individual, buró, escritorio, librero y guardarropa. Una imagen de la Virgen de Guadalupe decora la espaciosa estancia desde la que –por un ventanal– se atisba el largo pasillo general que las capuchinas suelen recorrer entre rezos y alabanzas.

RELIGIÓN

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Enero de 2008. Peregrinación

No es casual que el primer viaje de Benedicto XVI a México esté programado para el próximo marzo, al filo del arranque de las campañas electorales. Tam-poco es casual que la presunta visita pastoral –fi-nanciada con dinero público– se circunscriba a Gua-najuato, tierra de raigambre cristera y gobernada hace 20 años por el PAN. Un estudioso de la ultra-derecha mexicana no duda en asegurar que la gira papal no es más que un mal disfrazado apoyo político al partido en el poder.

Abierta visita

electoralRODRIGO VERA

En junio de 2009 el entonces diri-gente nacional del PAN, Germán Martínez Cázares, anunciaba su ambiciosa pretensión política de “guanajuatizar” todo el país, en referencia a la entidad que es el

principal bastión del panismo y de la Igle-sia católica.

“El orgullo de Acción Nacional es el go-bierno de Guanajuato”… “¡Ya estamos gua-najuatizando a México!”, machacaba Martí-nez una y otra vez. Su proyecto se derrumbó con estrépito con la derrota del blanquiazul en los comicios de ese año.

El próximo marzo el jefe de la Iglesia católica, el Papa Benedicto XVI, viajará a Guanajuato.

Para el investigador Édgar González Ruiz la visita de Joseph Ratzinger es una nueva intentona del PAN y de la jerarquía católica para incidir, desde esa zona de rai-gambre cristera, en las elecciones estatales y presidenciales de julio próximo.

“El único estado que visitará Ratzinger será Guanajuato, que se escogió por ser el más importante bastión del conservadu-rismo católico en el país. En ninguna otra entidad tienen tanta fuerza el PAN, la Igle-sia católica y los grupos de ultraderecha, que utilizarán la visita papal para fortale-

Maria Grazia Picciarella

RELIGIÓN

con la inscripción “Viva Cristo Rey”, según relata el historiador Alfonso Taracena en su libro La verdadera Revolución Mexicana.

La ceremonia fue vista como un acto de rebeldía por parte del gobierno de Álva-ro Obregón, cuyo secretario de Gobernación era entonces Plutarco Elías Calles. Obregón expulsó del país a Filippi con el argumento de que participó en un acto de culto público, con lo que violaba la Constitución.

Los jerarcas católicos mexicanos que-daron consternados con la expulsión de Fi-lippi, lo mismo que el movimiento fascista italiano, que consideró la expulsión como una afrenta. Benito Mussolini, primer mi-nistro de Italia, gestionó la restitución de su paisano.

Cuenta Taracena que Mussolini “envió instrucciones al embajador italiano en los Estados Unidos y al ministro en ésta, conde Nani de Mocenigo, para que hagan gestiones encaminadas a obtener respeto tanto para las ideas católicas como para las fascistas”.

En 1926 se inició la revuelta cristera, que enfrentó a la jerarquía con el gobierno. Y el grito de lucha de los combatientes cristeros fue “¡Viva Cristo Rey!”, tomado de los pere-grinos que frecuentaban el incipiente cen-tro de culto del Bajío, muy incómodo para el gobierno callista.

El 30 de enero de 1928, durante la Cris-tiada, el monumento fue dinamitado “por

manos anónimas”, según la versión que An-tonio Rius Facius da en su libro Méjico cris-tero. Cuenta ahí que “el día 30 de enero en la tarde se hicieron explotar dos bombas de dinamita al pie del monumento provisional, que sostenía una imagen de Jesucristo”.

Cristo en “art decó”

Concluyó la guerra cristera y el centro de culto fue teniendo más adeptos. Se convir-tió en símbolo de su lucha contra el gobier-no. En 1942 el arquitecto Nicolás Mariscal Piña diseñó el proyecto Monumento Nacio-nal a Cristo Rey, que es el que conocemos ahora.

En febrero de 1943 el Episcopado Mexi-cano aprobó el proyecto de Mariscal, que empezó a construirse a finales de 1944.

La estatua –de 20 metros y 80 tonela-das– fue elaborada en bronce por el escultor mexicano Fidias Elizondo. La flanquean dos ángeles, uno levanta una corona de espinas y otro una corona real. A los pies del monu-mento está el santuario, un conjunto arqui-tectónico art decó.

En los setenta el santuario del Cubile-te fue escenario de sangrientas pugnas en-tre los grupos laicos de ultraderecha. El 22 de noviembre de 1975 fueron asesinados ahí Juan Bosco Rosillo y Fernando Cal-villo, militantes de la Asociación Católica

de la Juventud Mexicana. El crimen nun-ca se aclaró. Se dijo que fueron golpeados, martirizados y balaceados por Los Tecos, aunque otra versión señala al Movimiento Universitario de Renovadora Orientación (MURO).

El movimiento Testimonio y Esperanza, integrado sobre todo por jóvenes católicos, organiza anualmente una de las peregrina-ciones más nutridas al santuario, a la que también concurren militantes de muchas otras organizaciones de laicos.

A principios de los noventa, con la lle-gada del PAN al gobierno de Guanajuato, el centro de culto empezó a perder su carácter contestatario y a ser aprovechado política-mente por el blanquiazul. Esto prácticamen-te se oficializó el 25 de enero de 1992. Ese día el gobernador Carlos Medina Plascen-cia lanzó una arenga política durante una misa masiva en el Cubilete, dejando en cla-ro la alianza de su gobierno con la jerarquía católica.

Ahora el gobernador Juan Manuel Oli-va hizo construir en las faldas del Cubilete el Parque Bicentenario, una aparatosa obra de relumbrón por la que su gobierno des-embolsó más de mil 600 millones de pesos. Será precisamente ahí donde Benedicto XVI encabezará el más concurrido acto de su gira, bajo el enorme Cristo Rey con los bra-zos en cruz.

que se escogió para sostener su encuentro con Calderón, la famosa mansión del con-de Rul, un aristócrata de nuestra historia que durante la Independencia combatió al lado del ejército realista contra las tropas insurgentes.

“La ciudad de León, por ejemplo, es la cuna del movimiento sinarquista que, jun-to con el PAN, nació bajo el manto de la Iglesia. Y ni qué decir del Cerro del Cubile-te, a donde llegó a ir, siendo gobernador, el panista Carlos Medina Plascencia para dar arengas políticas en actos religiosos.

“El actual gobernador de Morelos, Mar-co Antonio Adame, organizaba peregrina-ciones al Cubilete cuando era dirigente de Testimonio y Esperanza. Vicente Fox se va-lía del simbolismo cristero desde su cam-paña a la Presidencia… en fin, todos los ca-minos del PAN y de la Iglesia nos llevan a Guanajuato, pero no el Guanajuato inde-pendentista, sino el colonial e hispánico.”

El “preludio” a la visita del Papa –dice el investigador– fue la polémica reforma al artículo 24 constitucional aprobada en la Cámara de Diputados en diciembre pasa-do, que le otorga mayores prebendas a la jerarquía católica. En febrero –señala– la discusión estará en el Senado, por lo que el pontífice llegará en un momento crucial.

Roberto Velázquez Nieto, investigador del Archivo Secreto Vaticano y especialista

en las relaciones diplomáticas entre Méxi-co y la santa sede, asegura que este tema será abordado por Calderón y el Papa du-rante su encuentro en la casa Rul:

“No sólo hablarán sobre la reforma al artículo 24, sino sobre cambios a otros ar-tículos constitucionales que quiere la Igle-sia, como el tercero, relativo a la educación, ya que el Papa está muy interesado en que la Iglesia imparta instrucción religiosa en las escuelas públicas mexicanas.”

–¿Tocarán el tema del narcotráfico?–Los temas del narcotráfico y la seguri-

dad nacional serán inevitables. Esto los lle-vará a planear la creación de un vicariato castrense, una diócesis destinada exclusi-vamente a las Fuerzas Armadas, la cual co-ordinará a las capellanías castrenses que ya empiezan a proliferar dando auxilio es-piritual a los soldados que combaten a los cárteles de la droga. Es un tema que desde hace tiempo está en la agenda común.

RELIGION

Campamento de cristeros en el sur de Jalisco

Epicentro cristeroRODRIGO VERA

E n el centro geográfico del país y a más de 2 mil 500 metros de altura, el monu-mento a Cristo Rey del Cerro del Cu-bilete ha sido siempre un símbolo de

la lucha de la jerarquía católica por recupe-rar los espacios y privilegios que le arrebató el Estado laico mexicano.

El del Cubilete es considerado el ter-cer santuario más visitado del país –sólo lo superan la Basílica de Guadalupe y el san-tuario de San Juan de los Lagos– y hoy em-pieza a acaparar la atención internacional porque el próximo 25 de marzo Benedicto XVI presidirá ahí el principal acto religioso de su visita a México, al que se calcula que asistirán más de 700 mil feligreses.

“¡Viva Cristo Rey!” era el grito de los pe-regrinos que a principios de los veinte es-calaban la montaña para venerar un primer monumento que se construía en la cima del Cubilete. Ese peregrinaje era mal visto por los gobiernos laicos de la Revolución.

El 11 de enero de 1923 el entonces de-legado apostólico Ernesto Filippi colocó la primera piedra del monumento. Lo acompa-ñaba el obispo de León, Emeterio Valverde y Téllez –“montado en una cabalgadura que luce una mantilla color carmesí y llevada por palafreneros”– mientras la multitud entona-ba himnos religiosos y llevaba sombreros

“Cuando venga el santo padre, a la al-coba la decoraremos lo mejor posible. To-do será nuevo”, comentó a El Universal sor María del Rocío, quien planea remplazar la cama individual por una más amplia, para que el jerarca se pueda estirar a sus anchas.

Pero las capuchinas no podrán convi-vir esas tres noches con el Papa. Se irán a otra parte. Su residencia de 13 habitaciones –anexa al colegio– será ocupada por escol-tas del Estado Mayor Presidencial y agentes de seguridad del Vaticano.

Para mayor protección del pontífice, la residencia –en el bulevar Manuel López Sa-nabria número 218– tendrá un sistema de seguridad con tecnología de punta.

Visita costosa

La semana pasada se inauguró la plaza Ca-tedral, un espacio público frente a la cate-dral de León, donde Ratzinger se reunirá con los obispos mexicanos y latinoame-ricanos. El gobierno de Guanajuato y el ayuntamiento de León gastaron 97.5 millo-nes de pesos en la construcción del sitio.

“Es una plaza digna de la ciudad de León y permitirá a las personas un mayor espacio para ver al Papa en su visita”, dijo Martín Rábago.

Plaza Catedral fue un jugoso negocio para Elías Villegas Torres, líder del grupo

de ultraderecha El Yunque y padrino polí-tico del gobernador Oliva. Villegas, a través de su compañía Inmobiliaria Villet, compró los inmuebles que estaban en el área y lue-go los vendió al gobierno a un precio has-ta 10 veces mayor que el que pagó por ellos, informó el diario Reforma el martes 3.

Se anuncia que los gobiernos estatal y federal destinarán partidas especiales pa-ra sufragar la visita. Por su parte, la Confe-rencia del Episcopado Mexicano (CEM) aca-ba de abrir una cuenta en Banamex con el fin de allegarse recursos de los fieles. “Que-remos que sea el pueblo mexicano el que aporte, porque es una visita del Papa al pueblo de México”, aclara Martín Rábago.

Y Manuel Corral, vocero de la CEM, dice a este semanario que “se requieren recur-sos para la visita, ya veremos cuánto podrá aportar el gobierno. Nosotros decidimos abrir esa cuenta bancaria para allegarnos donativos voluntarios de los fieles”.

–Por el poco tiempo que estará el Pa-pa, será al parecer una visita de muy po-co costo...

–¡No! ¡Nada de eso! En esos pocos días se calcula que irán a Guanajuato unos 3 mi-llones de personas. Habrá unas 400 mil que podremos organizar mediante boletaje. Pe-ro cientos de miles más se agolparán en las calles para ver al Papa en sus recorridos.

“No olvidemos que es un acontecimien-

to no sólo nacional sino internacional, pues se trata de un viaje papal. De manera que los recursos requeridos son para cuestio-nes de organización y seguridad de los pro-pios fieles. Se requieren vallas, transporte, vigilancia, letrinas, implementos médicos y sanitarios y muchas cosas más.”

El vocero del episcopado desmiente ta-jantemente que la visita tenga una inten-ción electoral:

“El viaje de su santidad es de índo-le pastoral, totalmente ajena a toda cues-tión política, por lo que no implicará nin-gún apoyo al PAN.”

–¿Por qué se escogió Guanajuato?–Simplemente porque es un estado

que queda en el centro del país y está bien comunicado. Resulta equidistante para los fieles del norte y del sur, o del oriente y del poniente que quieran ver al Papa. El mo-numento a Cristo Rey se yergue en el co-razón mismo de México. Guanajuato tiene además un clima templado y está a baja altura, lo cual será benéfico para la salud del Papa. Esa fue la razón. Lo demás son puras especulaciones sin sustento.

Pero González Ruiz insiste en que de-trás está la intención de favorecer electo-ralmente al PAN y de reivindicar el conser-vadurismo católico.

“Basta analizar los lugares donde esta-rá el Papa –dice–, empezando con el sitio

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En el Cerro del Cubilete

POLÍTICA

Atropellado impulso

La noche del miércoles 4 los integrantes del CEN panista ingresaron a la sede de su partido sin formular comentarios. Me-diante un correo electrónico emitido por la dirigencia el anterior 28 de diciembre se convocó a una reunión extraordinaria pa-ra el martes 3, pero se pospuso un día sin que hubiera un motivo explícito.

Los asistentes se enfrascaron en dis-cusiones durante más de cuatro horas. A mitad de la reunión se designó al diputa-do Javier Corral como vocero, a fin de que hiciera un primer corte informativo.

Alrededor de las ocho de la noche Corral expuso que la reunión se había centrado en la resolución del Instituto Federal Electoral (IFE), emitida el 27 de diciembre, en la que autorizó al PRI y al PRD que sus candidatos realizaran mítines pero no hacer uso de pu-blicidad en medios electrónicos.

Según Corral eso había alterado el es-píritu de la legislación electoral y afectaba la contienda panista, por lo que hacían un exhorto al Tribunal Electoral del Poder Ju-dicial de la Federación a fin de que revirtie-ra la resolución del organismo ciudadano.

También justificó que hasta ese mo-mento no se hubiera abordado el tema de la JI, pues el motivo central de la reunión era el recurso contra la resolución del IFE. Se mantuvo el sigilo acerca de lo que ocu-rría en la reunión extraordinaria.

Casi eran las 10 de la noche cuando Corral reapareció acompañado del secre-tario de Acción de Gobierno del PAN, Juan Molinar Horcasitas. Juntos minimizaron la expectación sobre la JI y concentraron sus expresiones en torno a la mencionada resolución del IFE, por la cual, dijeron, ha-bían surgido propuestas de replantear el proceso interno panista, entre las que es-taba dicha consulta.

La justificación de aplicar la JI como medida para contrarrestar la resolución del IFE fue ventilada por primera vez el 28 de diciembre último, cuando los tres pre-candidatos y la cúpula partidista se reunie-ron pero sin lograr acuerdos.

Antes, el 23 de diciembre, en medio de rumores sobre un eventual adelanto de la contienda y el supuesto intento de conven-cer a Creel de que declinara, Cordero ha-bía respondido a pregunta expresa de re-porteros que no se oponía a un adelanto de la elección interna. De manera que pa-ra iniciar el año la posibilidad de reducir la contienda a dos aspirantes había tomado fuerza, como mencionó la columna Templo Mayor del diario Reforma el domingo 1.

El 30 de diciembre Ignacio Loyola Vera, exgobernador queretano e integrante del equipo de Creel, advirtió que el PAN inten-

Luego de una brusca reacción de Santiago Creel y otra más moderada de Josefina Vázquez Mota para rechazar la Jornada Indicativa, un mecanismo con-cebido por Felipe Calderón para determinar la fuer-za de los tres precandidatos panistas a la Presiden-cia de la República, el PAN decidió no aplicar ese instrumento. En el revuelo, se evidenció el afán del presidente por intervenir en la vida interna del ins-tituto político.

Hora y media después, a las 2:00 de la tarde, Creel acudió a su cita con el man-datario y sus acompañantes, con quie-nes dialogó poco más de una hora. El 21 de diciembre Creel evitó hablar de lo ocu-rrido en Los Pinos y se limitó a rechazar que le hubieran pedido abandonar la con-tienda. Por su parte Vázquez Mota sostu-vo que Calderón había sido respetuoso de los procedimientos internos, por lo que en la reunión no pidió garantía de equidad.

Luego de que el martes 3 la secreta-ria general del PAN, Cecilia Romero, ad-virtió que el procedimiento se efectuaría con o sin consenso, el miércoles 4 Creel denunció en Aguascalientes que la pro-puesta era de Calderón. Por la noche de ese mismo día, el Comité Ejecutivo Nacio-nal (CEN) panista desechó la posibilidad de aplicar el procedimiento.

La intervención de Felipe Calderón en la vida del PAN ha sido ampliamente documentada a lo largo del sexenio. No obstante, el intento de imponer la JI dio la pauta al primer señalamiento público de que el presidente se entromete en el proceso interno para elegir candidato a la Presidencia.

Esta no ha sido la única intromisión del mandatario. De acuerdo con integran-tes de los equipos de campaña, que piden mantener sus nombres en reserva, ade-más de la fracasada propuesta de con-sulta Calderón ha formulado otros meca-nismos para alterar la contienda interna, entre los que destaca el propósito de rea-lizar ocho jornadas electivas, cada una en diferentes regiones del país, que tampoco logró cuajar.

Tanto la JI como las jornadas fueron rechazadas por Creel y Vázquez Mota de-bido a que alteran la convocatoria parti-dista, en la cual se establece que la elec-ción de candidato se celebrará el próximo 5 de febrero y, en caso de ser necesario, tendrán una segunda vuelta dos semanas después. M

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Madero y los precandidatos. Sin consenso

ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA

Formulada y promovida por Feli-pe Calderón, la Jornada Indicati-va (JI), que pretendía medir fuer-zas entre los precandidatos del PAN a la Presidencia de la Repú-blica, fue desechada no sin an-

tes dejar al descubierto la intromisión del mandatario –y del secretario de Goberna-ción, Alejandro Poiré– en la contienda in-terna de su partido.

La JI se realizaría el domingo 15 y pre-tendía ser una consulta paralela a los proce-sos de selección de candidatos a diputados en 68 distritos para conocer –excluyendo a más de la mitad del padrón de militantes panistas– cuál era la posición interna de los precandidatos presidenciales Josefina Váz-quez Mota, Santiago Creel Miranda y Ernes-to Cordero Arroyo.

Aunque se planteó que el resultado no tendría carácter vinculante con el proceso interno, Vázquez Mota y Creel se manifes-taron en contra por considerar que se tra-taba de un cambio repentino en las reglas.

Quien fue secretario de Gobernación en el sexenio foxista consideró que el re-sultado sería sesgado y no reflejaría el sentir del panismo nacional. Sólo Corde-ro se manifestó a favor del procedimiento.

Ante lo que parecía una imposición lis-ta para aplicarse, Creel reveló que el ade-lanto de la elección interna había sido for-mulado por Felipe Calderón en una reunión a finales de diciembre.

El presidente del PAN, Gustavo Madero, admitió el viernes 6, en una entrevista ra-diofónica con Natalia Briseño (en W Radio), que él y Felipe Calderón habían impulsa-do la JI. Desestimó que favoreciera a un as-pirante y atribuyó la oposición a aplicarla a “sospechosismos de telenovela”, en alu-sión a la postura asumida por Creel.

Lo cierto es que el 20 de diciembre, po-co después del mediodía, Vázquez Mota llegó a la residencia oficial de Los Pinos, donde se reunió con Calderón, quien esta-ba acompañado de Poiré y Madero.

Frustrada intromisión

presidencial

Ger

mán

Can

seco

taba modificar las reglas con la aplicación de la JI, cuyos resultados, a pesar de no ser vinculantes, podían enturbiar el proceso interno.

El señalamiento de Loyola no fue su-ficiente. El lunes 2 Cecilia Romero dijo a Lilia Saúl, reportera de El Universal, que la JI se realizaría aun sin consenso y expli-có: “Este ejercicio es necesario debido al cambio de escenario a que obligó el IFE, al permitir a precandidatos únicos reali-zar mítines ante la población en general y el hecho de que las encuestas no siempre reflejen las simpatías que realmente hay al interior del partido”.

Ese día los equipos de campaña de Váz-quez Mota y Creel habían rechazado la JI; el único que la apoyaba era Cordero. El exti-tular de Hacienda manifestó que era nece-saria tras la resolución del IFE y consideró que vigorizaría la contienda interna.

“En el caso particular de Josefina, ha si-do renuente a los debates y ahora también a esta jornada; ella es quien, hasta el mo-mento, va arriba en las encuestas, por lo que no debe haber ningún temor. Será jus-to una indicativa el ejercicio que revelará la situación real de cada aspirante. No pode-mos ser nosotros mismos quienes le ama-rremos las manos al PAN”, argumentó.

Centrados en la supuesta búsqueda de un mecanismo para hacer frente a la reso-lución del IFE, que según Molinar y Rome-ro afectó al PAN, los partidarios de la JI de-jaron de observar las fechas: cuando Creel reveló la intromisión presidencial y ésta fue confirmada por Madero, quedó claro que la formulación de la consulta fue el 20 de diciembre; es decir, siete días antes de que el IFE resolviera el recurso al que se han referido con insistencia.

Admoniciones

El jueves 5 Creel celebró en conferencia de prensa que se hubiera desechado la JI. No quiso profundizar en la propuesta de Cal-derón y dijo que era tiempo de seguir ade-lante. Acompañado de los líderes de su es-tructura en los estados advirtió que “si a alguien se le ocurría otra idea (como la JI), la volvería a vencer”.

Y advirtió: “A quienes se ostentan co-mo dueños del partido les vamos a demos-trar lo que pesa la democracia en el PAN”.

Luego mencionó varios indicado-res en materia de seguridad que estuvie-ron vigentes mientras ocupó la Secretaría de Gobernación durante el sexenio foxis-ta. Manifestó que su objetivo era alcan-zar la Presidencia para “devolverle la paz a México”.

En entrevista con Proceso, el jueves 5 Creel no quiso profundizar sobre la JI. Acerca de la ambigüedad en las expresio-nes mencionadas, expuso:

“Hice con toda intencionalidad esas expresiones de esa forma general, por-que quiero advertir que no voy a permi-tir ninguna otra intromisión en el proce-so interno.

“Quiero enviar esa señal; no quiero ponerle nombre ni apellido ni hacer un señalamiento directo. Si las cosas van bien, ahí la dejamos; pero si no, enfren-taremos otra batalla. Pero no quiero con esto reavivar el asunto que ya está termi-nado (la JI).”

Aseguró que durante el proceso inter-no ha enfrentado diversos desafíos, e in-sistió: “No voy a permitir que la cancha se vuelva dispareja ni que vaya a haber par-cialidad en el árbitro. Las cosas venían

bastante bien, hasta esta propuesta (la JI), pero habiéndose cancelado ese intento yo le doy la vuelta a la página y sigo adelante, tal y como lo he venido haciendo desde el inicio de la contienda”.

Sobre la intervención de Calderón en la contienda interna, abunda: “El proceso venía bien y todo esto altera, genera sus-picacia, da pauta para rumores y muchos comentarios, algunos ciertos, otros no tanto. Yo creo que esto no le hace bien ni al partido ni al proceso interno. Ese es mi punto de vista”.

El precandidato declinó responder a Madero, quien dijo que había hecho una “telenovela” del asunto. Según Creel, la JI no tenía un propósito evidente en virtud de que el universo a consultar era peque-ño, dejaba fuera a más de la mitad de mi-litantes activos y no reflejaría el sentir y pensar del panismo.

–¿Lo querían bajar de la contienda? –se le pregunta.

–Ni siquiera puedo llegar a la conclu-sión de que querían bajarme porque no sé cuál podría haber sido el comportamien-to de ese número de panistas que se esco-gieron en función de que podían votar en otras elecciones (es decir, de los 68 distri-tos mencionados).

–¿Qué fue lo que le dijo el presidente?–Para mí es un capítulo cerrado. Lo que

informé ya lo informé. Estoy acostumbra-do a decir las cosas como son. No lo quiero hacer porque ya le di la vuelta a la página. No se trata de revelar todos los porme-nores de esta propuesta, sino de ganar la elección del 5 de febrero y la quiero ganar con todos. En la medida que yo ahonde, me va a obstaculizar avanzar con la rapi-dez y la fuerza con que lo quiero hacer y construir la unidad que pretendo en torno a mi candidatura.

“La señal que envío es clara: no vamos a permitir ninguna intervención irregular en el proceso. Si después de esta adver-tencia alguien la quiere hacer, tendremos que enfrentar las consecuencias lógicas de enderezar algo que yo no voy a permi-tir, inclusive en la vía legal”, añadió.

Desde la cancelación de la JI, la noche del miércoles 4, tanto Javier Corral como Juan Molinar justificaron la intromisión de Calderón que había revelado Creel. Mo-linar se explayó al argumentar que el pre-sidente tiene derecho a expresar su opi-nión y sugerir propuestas al partido al que pertenece, aunque no aceptó ni desmin-tió que hubiera sido el mandatario quien formuló la JI.

Quien sí lo hizo fue Madero, en la men-cionada entrevista con Natalia Briseño, cuando también minimizó los indicios de favoritismo presidencial al expresar que el CEN vigilará que no haya cargadas ni utilización de recursos que afecten la de-cisión de la mayoría.

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Molinar y Corral. Justificaciones

Dictadura ignorante

dice, este fenómeno se está agudizando porque la comida comienza a acabarse.

No únicamente en el hospital del Creel se advierten los efectos del hambre. En no-viembre pasado, en el Hospital Infantil de Chihuahua murió por desnutrición un niño de tres años llamado Diego. Además, seis actas de defunción de adultos del munici-pio de Carichic, expedidas en 2011, refieren la desnutrición como causa de muerte.

Internado en un cuarto con otros adul-tos se encuentra Candelario, un anciano que calcula tener 80 años, pero las enfer-meras saben que apenas tiene 60. Cuando se le pregunta cómo dejó su parcela dice: “Nada levantó ahora, ta’ seco”.

Sin cosechas

La sequía es la explicación al hambre que se pasea por la Sierra Tarahumara y que co-mienza a meter en apuros a 60 mil familias que desde octubre de 2011 y hasta la cose-

cha de octubre de 2012 no tendrán comida.El gobierno estatal estima que aproxi-

madamente 250 mil serranos resultaron damnificados por la helada atípica (de -20 grados) de febrero de 2011, que pulverizó la cubierta vegetal, y la sequía más severa del último medio siglo, que impidió que se lograran las cosechas de maíz y frijol e in-cluso mató el pasto para el ganado. Si en 2010 las cosechas dieron 180 mil toneladas de maíz, para 2011 rindieron sólo 500, y de 123 mil toneladas de frijol que se sacaban, el año pasado sólo se recopilaron 20 mil.

La escasez duplicó y en unos casos hasta triplicó el precio de los granos en la sierra. La sequía mató de sed a 200 mil animales de uso ganadero, casi la décima parte de los que existían. Disparó en 300% los precios de los forrajes con los que se alimentan.

“Los pastizales no se recuperaron, hu-bo que comprar pastura y como casi no hubo cosechas hay pocos rastrojos para

alimentar al ganado, lo que elevó muchí-simo el costo de los forrajes; además, los pocos que había los empezaron a llevar a Durango, Coahuila y Texas”, explica el ex-diputado y asesor del Frente Democrático Campesino Víctor Quintana.

“Por la sequía no hubo temporada de cosecha de mariguana y amapola, y eso deteriora la economía de la sierra de todo el corredor de la droga. Desde octubre co-menzamos a detectar en las comunidades que grupos de gente se metieron a robar comida, ya no los implementos de trabajo o las cobijas, sino la comida.

“También nos están contando que ha habido suicidios de padres de familia que salen de su casa a buscar alimentos y por la desesperación de no encontrarlos se tiran al vacío”, informa Martín Solís, de El Barzón, una de las organizaciones que el pasado 23 de octubre se movilizó para exigir un pro-grama de atención a la crisis alimentaria.

“Se usarán los 115 millones de pesos

al estilo Somalia

La Tarahumara:

hambruna

ECONOMÍA

BOCOYNA, CHIH.- Cuando la saca-ron de las barrancas de Urique y la ingresaron de urgencia en la clínica para rarámuris, Margarita estaba despellejada debido a la desnutrición ex-trema. Los médicos batallaron

para encontrar dónde colocarle la aguja que pasaría el suero. No sobrevivió. Tenía tres años.

“Hace mucho que no se nos moría un niño por desnutrición. Este año el número de los que ingresan es similar a otros. La diferencia es que llegan más graves y se quedan hospitalizados más días. Comen-zaron a llegar desde octubre, cosa que no ocurría porque esa es la época de las co-sechas. Pero este año no hubo. Tampoco teníamos adultos con desnutrición grave y ahora hemos tenido 19, sin sumar a los que vienen con tuberculosis asociada a la desnutrición”, explica el jesuita Guadalu-pe Gasca, director de la clínica Santa Tere-sita de Creel, donde murió Margarita.

En el recorrido por ese hospital, de-dicado a salvar vidas de los indígenas, se observan fotos pegadas en las paredes que datan de su fundación, en los seten-ta. Muestran niños rarámuris con panzas infladas y las costillas marcadas en la piel. Detrás del vidrio es posible ver esas mis-mas imágenes en vivo: niños y niñas en sus cuneros que fueron internados este invierno con los mismos síntomas que sus ancestros: estómagos inflados, huesos marcados en la piel, despellejamiento, pa-lidez, diarreas asesinas, hinchazón gene-ral, inapetencia, llanto de desesperación.

En la sala A, o de terapia, está Adelina, de seis años, que ingresó un día después de Navidad con la piel quebrada. Tres días antes llegó una niña prematura con mal-formaciones, desnutrida desde que esta-

La sequía que azota el norte del país causa graves daños por desnutrición y enfermedad a los rarámuris que habi-tan la Sierra Tarahumara, donde se padece una crisis ali-mentaria sin precedente. Los gobiernos federal y estatal no han sido capaces de responder adecuadamente ante esta emergencia humanitaria que podría agravarse aún más este año. En 2011, adicionalmente, la falta de lluvias afectó a las cosechas de mariguana y amapola, sostén de muchos pueblos serranos.

MARCELA TURATI

dan cuenta que alcanza para todos. Sólo a Jacinto –un travieso de siete años– parece que no se le quita el hambre y durante la comida esconde tortillas.

“Cuando vamos a dar de alta a un ni-ño le comenzamos a bajar la cantidad de pollo y de leche, le quitamos la carne, le damos frijol, pastita, tortilla y papa, para que se vaya readecuando a lo que comía antes. Los das de alta cuando juegan, sonríen, tienen la piel y el pelo bonitos y sabemos que pueden resistir el ambiente que los espera, porque aquí aprendieron a pedir su comida y ya podrán defenderse. Aunque hay niños que nos dicen que no quieren irse a casa, sienten que no van a tener qué comer”, explica la religiosa que dirige la clínica, Juana Aguilar.

Ella está consciente de que 2012 será difícil: la desnutrición se asoma incluso en las comunidades con programas alimenta-rios de la Fundación Llaguno, donde lleva el control de talla y peso infantil. Y, como

ba en el útero. Una semana antes entró Luis Carlos, casi sin peso, con diarrea y neumonía, a punto del paro cardiaco.

En la sala B, para niños que salieron de la emergencia, está María Lucía, ahora de un año. Ingresó en septiembre, cuando pesaba tres kilos, dos menos de lo normal. Fernando llegó hinchado, con 10 engaño-sos kilos. Cuando se desinflaron los ede-mas que lo cubrían mostró su peso real: estaba casi en huesos y ahora ya le co-mienza a salir piel nueva.

Rogelio, de año y medio, ingresó con piernas y brazos encogidos, como si tu-viera que protegerse de algo. Lloraba sin cesar y un médico creyó que tenía daño cerebral y poco tiempo de vida; sin em-bargo, ya se levanta de su cuna y sonríe.

“Esta es Malena. Antes no se podía ni sentar por debilidad. Ahora camina, se ríe. Parece sencillo pero es un logro que quie-ran comer o que sonrían, pues eso indica que poco a poco han ido agarrando fuer-zas. Porque cuando llegan no piden na-da, están acostumbrados a no comer; les tienes que dar poco a poco para no des-compensarlos, porque su organismo ya se adaptó, y conforme se van recuperando comienzan a pedir y pedir”, dice la doc-tora Alejandra González al recorrer el pa-bellón, mientras acaricia a la niña que se ve sana aunque en noviembre presentaba desnutrición mixta: delgada de la cintura hacia arriba, gorda de la cadera a los pies, diarrea y neumonía.

Cuando estos infantes vuelven a pasar alimentos y recuerdan el sabor de la comi-da se alborotan desde los cuneros del puro escuchar el ruido que hacen las ruedas del carrito en el que les llevan la leche. Unos se ponen de pie, los más pequeños arquean la espalda, todos hacen fiesta a su manera.

Los que ya caminan son transferidos al área de nutrición, donde se les ve comer con ansia. Los primeros días roban comi-da a los otros compañeros hasta que se

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de fondo y no dedicarnos todo el año a comprar alimentos, porque no creemos en eso de regalar despensas (siempre hemos creído en proyectos educativos, de cuidado del bosque, pozos profundos, desarrollo de oportunidades), pero necesitamos atender la emergencia”, dice Aguirre, quien coordi-na una campaña que pretende juntar otros 25 millones de pesos de ciudadanos para comprar alimentos.

Sabe que uno de los retos de la entrega será la inseguridad: están informados de que tres camiones que salieron de Nami-quipa con granos fueron asaltados.

Contra el asistencialismo

Veinte organizaciones sociales con pre-sencia en la sierra se reunieron para dise-ñar la manera de lograr que la ayuda que llegue se entregue dialogando con la co-munidad para hacer faenas dedicadas al cuidado o mejoramiento de los recursos naturales y que promuevan la autosus-tentabilidad alimentaria.

“Estamos buscando que el reparto sea a través de empleos temporales que inci-dan en el cuidado del medio ambiente y de sus tierras, reforestación, hacer zanjas. Aprovechar esta coyuntura de escasez pa-ra tomar conciencia del mayor cuidado de los recursos. Aunque los rarámuris siem-pre los han cuidado, somos los blancos los que los hemos llegado a acabar y a con-taminar”, explica Aidé Montaño, coordi-nadora operativa del Centro de Desarrollo Alternativo Indígena (Cedain), de la red.

Híjar señala que la red también se creó para evitar el asistencialismo y el uso político de la ayuda.

“Le dijimos al gobierno que queremos que ellos se sumen al trabajo de las orga-nizaciones de la sociedad civil y nos de-jen repartir las despensas; que si estaban dispuestos a dejar de repartir la comida con sus logotipos de ‘Chihuahua Vive’ para hacer un blindaje electoral, que aprovecharan la oportunidad para ir a las causas, que dejaran de hacer de bom-beros cada año en vez de revisar por qué cada año pasa lo mismo, y que se den las despensas a cambio de trabajo –dialoga-do con las comunidades– para atacar las causas, como limpieza de bosques para evitar incendios, retención de agua, rota-ción de cultivos, y no lo de siempre, como reparación de caminos. Pero el gobierno del estado parece que ya pintó su raya y dice ‘voy a seguir repartiendo como se me antoje’”, critica el jesuita Ávila, inte-grante de la red.

Entrevistado al respecto, Jesús Escár-cega, encargado de la Coordinadora Esta-tal de la Tarahumara con oficinas en Creel y atención a cinco municipios, es optimis-ta. “Este problema (del hambre) sí se va a solventar porque nuestro gobernador, el

licenciado César Duarte, está muy atento y le está dando prioridad”, dice mientras señala que pronto comenzarán la entrega de despensas y mantendrán el apoyo ali-mentario a los albergues infantiles, ade-más de la entrega de material.

Mientras en Chihuahua se discute có-mo debe hacerse la entrega de las despen-sas, los rarámuris que permanecen en sus tierras están en temporada de festejos que, como dice Montaño, “las fiestas son algo más que una oportunidad de juntarse, es el único momento en que comen carne”.

Híjar agrega: “Ellos son diferentes a nosotros: cuando hay crisis acaparamos y el rarámuri hace fiestas para que el que tiene comparta y el que no, se acerque a donde hay y le dan. Es su manera de dis-tribuir los alimentos. Pero las fiestas se acaban el Día de la Candelaria. Y en ese momento vendrá la escasez fuerte. El reto ahora es aprender a vivir en esta situación de climas extremos, de falta de agua, llu-via a destiempo, falta de nieve y heladas fuera de temporada, y ver cómo aprende-mos a vivir ante esta situación”.

ECONOMÍA

del Seguro Catastrófico con el que indem-nizarán las aseguradoras, pero la pérdida es de 3 mil 600 millones de pesos, esta-mos pidiendo que ese dinero se destine al problema del hambre que empezó en no-viembre y acabará hasta octubre, si es que llueve; si no, otra vez no habrá cosecha”, dice el barzonista.

Felipe Calderón recorrió los estados afectados por la sequía y anunció para los municipios afectados recursos del Fondo Nacional de Desastres, subsidio al gasóleo (combustible que –critica Quintana– dejó de utilizarse) y la bancarización del pro-grama Oportunidades.

Desde que el gobierno estatal reco-noció el problema y exigió recursos a la federación, en los medios de Chihuahua se informa que en la Sierra Tarahumara se padece “hambre al estilo de Somalia”, que hay “hambruna generalizada”, “crisis alimentaria”, “emergencia humanitaria”, y se acompaña al gobernador César Duar-te a las entregas de despensas.

“Estamos en una situación agrícola muy extrema y las ayudas son muy relati-vas, son despensas de uso electorero, muy puntual, y no para generar capacidades. Otra vez se acude al reparto de cobijas, despensas y ahora Calderón ofreció tarje-tas de débito; la misma respuesta paterna-lista, de dádiva, en vez de revisar de fondo la situación de hambre estructural. ¿Dónde están las acciones de Estado para terminar con el hambre crónica en la Tarahumara?”

El jesuita Javier Ávila, director de la Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos (Cosyddhac), recono-ce la gravedad de la situación. Considera hipócritas las campañas de gobierno y les percibe un tufo electorero.

“Estas situaciones de emergencia no

son extraordinarias en la Tarahumara, lo lamentable es que el gobierno nada más se acuerda de la gente que pasa hambre cuando sale en los medios. ¿Por qué no se preocupan del hambre todo el año? ¿Por qué no se preocupan de consultarlos an-tes de meterles proyectos turísticos que les acaban el agua? Ahora salen con su ca-pa de redentor a decir: ‘Yo los voy a salvar del hambre’, y entregan sus despensas con el logotipo de gobierno ‘Chihuahua Vive’. Que no pretendan lavarse su conciencia trayéndole comida a los indígenas”, true-na el sacerdote con 40 años en la sierra.

Proceso constató que los encargados municipales de la Coordinadora Estatal de la Tarahumara, la dependencia de go-bierno que atiende alimentariamente a los indígenas, tiene que cubrir cuotas de acarreo de indígenas para el mitin del precandidato priista Enrique Peña Nieto, a realizarse este domingo 8 en Chihuahua.

La tierra yerma

“Está muy duro. No hubo nada-nada, ni un lado hubo porque estaba seco, no hay nada ni pa’ nosotros ni pa’ los animales, hasta con las gallinas estamos batallando, no tenemos maíz, les conseguimos gusanitos y dejé libre mi caballo pa’ que busque qué comer. Y orita está pior, como está todo caro, no se vende nada de artesanía”, dice la rarámuri María Martha Villalobos, arte-sana del visitado Valle de los Monjes, una pradera con piedras monumentales que, por sus curiosas formas, parecen talladas.

Su única posesión en este momento son 10 gallinas y un caballo flaco.

“A veces comemos pura tortilla con sal o si no, tenemos poquito frijol. A veces para hacerla rendir usamos Maseca, como

si fuera maíz, lo batimos con agua y eso tomamos. Y en invierno está pior porque se hiela y no salen los quelites, los coles, las yerbas que comemos.”

María Martha intenta competir contra los otros rarámuris que llegan a los luga-res turísticos a vender sus artesanías.

Adrián Aguirre, director de la Funda-ción del Empresariado Chihuahuense (Fe-chac), y que apoya un programa de trueque de artesanías por comida y capacitación, señala: “Subió a 100% la demanda del trueque de seis meses a la fecha, son indi-cativos de que la gente no tuvo cosechas, perdieron todo, ellos quieren hacer más ar-tesanías pero no tenemos capacidad para venderlas. Tenemos las bodegas llenas, no sabemos a dónde donarlas”.

En recorridos por la sierra se ve un único paisaje: milpas de tierra removida con algo de paja seca. Los pastizales a la redonda están amarillos, secos, quebra-dos. Las vacas, los caballos y las chivas están sueltos procurándose sus propios alimentos. No se ve maíz guardado en las trojes. En algunas casas tampoco se ob-servan varones: se fueron a la pizca o se arrimaron con parientes en las ciudades.

“Muchos salieron a Cuauhtémoc, pero no los contrataron fácilmente por la he-lada de las manzanas. Pasó lo mismo con los que se fueron a Sinaloa y ahora tuvie-ron que irse más lejos y hubo menos tra-bajo”, explica Luis Octavio Híjar, director de Operación de la Fundación Llaguno, que apoya a las comunidades con proyectos productivos y programas nutricionales.

“Este año no hubo ni pa’ los elotes, muy seco estuvo, ahí como se puede nos vamos ayudando unos a otros, los que tie-nen maíz añejo. Otros se fueron a las uvas a Hermosillo. No hay ni cañijote del maíz, nada, ni rastrojo pa’ los animales este año. Ahí andan pepenando zacate seco”, lamenta el anciano en muletas Macario Figueroa Batista en Sitáravo, donde cuida casas de una familia jornalera que emigró.

“No se vende tampoco la artesanía porque somos muchos vendiendo. Así que nos ayudamos de a poquito, damos poquito menos de frijoles en el plato, por-que ahora no hubo nada, nada”, explica la artesana Martha González, de la comuni-dad Gonogochi, mientras teje una faja de estambre.

Los empresarios de Chihuahua, a tra-vés de Fechac, aportaron 60 millones de pesos para comprar comida y distribuirla en la sierra.

“Estamos en coordinación con el go-bierno del estado que tiene dos meses otorgando despensas a 14 mil familias. Ellos salieron a la cabeza a hacer la entre-ga, nosotros seguimos, pero este proceso va a ser largo: vamos a tener que ayudar a 250 mil gentes para la subsistencia.

“Quisiéramos atacar las cuestiones

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Mujeres rarámuris. “A veces comemos pura tortilla”

desorbitados y las manos en la cabeza. Co-rrieron en sentido opuesto a las torres. La gente a su alrededor miraba los edificios verticales recortados por un cielo sin nu-bes. Sobrevino un torbellino de papeles y pedazos de metal. Se alejaron para poner-se a salvo y de pronto Hernández se detu-vo. Su deber era acudir a las torres. Le pidió a su amigo que convenciera a las peruanas de que lo esperaran: regresaría para ayudar como voluntario.

En la Zona Cero

Rafael Hernández era bombero.Sabía que en los siguientes minutos

ocurriría una gran movilización. Eso lo ha-bía aprendido en su niñez, que había trans-currido entre historias de rescates en el ba-tallón de bomberos al que pertenecía su papá, en la Ciudad de México. Antes de que le creciera el bigote, Hernández comenzó a

sentir una poderosa atracción por las emer-gencias. A los 14 años se metió entre las lla-mas que devoraban el edificio Astor en el Distrito Federal y tres años después ya era paramédico y bombero. Era el comienzo de un largo camino que lo llevaría a conocer medio mundo para paliar los efectos de hu-racanes, incendios y terremotos.

Corrió en dirección al World Trade Cen-ter hasta que llegó a la estación de Liberty y Church. Se echó la mano al bolsillo dere-cho y aproximándose al hombre que re-partía órdenes a gritos le mostró su placa del Heroico Cuerpo de Bomberos de Méxi-co, un pedazo de metal dorado en forma de corazón.

“Vengo a ayudar. Soy bombero, soy mexicano”, se presentó.

El capitán, un rubio fornido que lleva-ba en la camiseta el apellido Jefferson, le ordenó que fuera por un casco y una cha-queta y que se uniera a un grupo de bom-beros que se dirigía a las torres. Hernán-dez se echó al cuello la chapa y al llegar al World Trade Center vio que una decena de policías muy nerviosos intentaba comu-nicarse con otros oficiales con sus radios portátiles. Uno de ellos dijo que se prepa-raban para evacuar.

Volvió a mirar hacia al cielo. En la torre debía haber miles de personas atrapadas. Alguien gritó que no servían los elevado-res y que las escaleras estaban obstruidas. Un grupo de bomberos corrió hacia los elevadores de emergencia y fue detrás de ellos. Dos forzaron la puerta con una llave especial. Cuando se abrió, el cubo escupió una lengua de fuego.

Hernández no dejaba de mirar hacia la parte alta del edificio. La columna de hu-mo se había propagado y era difícil ver con claridad. Con un gran esfuerzo pudo notar una línea de fuego y calculó que debía ser el piso 70. Un policía lo cogió de un brazo y lo sacudió con fuerza.

“Vaya a ayudar a una persona cerca de la entrada del edificio. Es una mujer con el tobillo roto”, le dijo.

Salió a la calle y se detuvo a dos pasos de la puerta. Recorría la zona con la vista para encontrar a la mujer cuando algo pasó jun-to a él. Sintió un viento ligero y escuchó un golpe seco. No sabía de qué se trataba. Vol-vió a mirar al cielo y entonces lo entendió todo: había personas lanzándose al vacío.

Un hombre cayó junto a él y más allá una mujer se estrelló en el piso. Llevaba un bebé en los brazos. “Esto no puede es-tar sucediendo”, se dijo Hernández; cerró los ojos y sacudió la cabeza. Ya no fue en busca de la mujer con el tobillo roto. Pen-saba en la gente atrapada en el rascacielos y en la angustia de sentirse abrazada por el fuego. En 25 años como rescatista nun-ca había visto a alguien saltar a la muerte para escapar de la muerte. “¿Qué infierno

de 1.65, piel chocolate y nariz aguileña, te-nía un cuerpo de luchador: la espalda an-cha, brazos grueso y un tórax de cantan-te de ópera. Sintió hambre y caminó a una tienda donde compró un café y un sánd-wich de jamón y queso. Cuando regresó en-contró a su amigo leyendo el New York Post.

“Ya es tarde y no aparecen estas muje-res. ¿Vendrán en camino?”, preguntó.

Los segundos siguientes fueron confu-sos: rugido en el cielo, la panza de un avión demasiado cerca, una explosión, un hongo de humo y fuego.¡ Hernández creyó que se trataba de una de esas películas que se fil-man en Nueva York. Años atrás había visto en las calles de Manhattan una escena en la que Samuel L. Jackson volcaba una patrulla, y el fuego y los heridos eran tan reales que no parecían ficción.

“¿Será un truco de cine?”, preguntó en voz alta.

Su amigo estaba mudo, con los ojos

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...héroe del 11 de septiembre

REPORTAJE PREMIADO

R afael Hernández despertó an-tes de las seis de la mañana y se sentó al filo de la cama. Ha-bía tenido días difíciles –extra-ñaba a sus hijos y lo mataba la

monotonía de su empleo de vendedor en una tienda de televisores en Nueva York– pero el martes 11 de septiembre de 2011 amaneció de mejor humor: Arned Azis, su patrón, un musulmán paquistaní, le había autorizado unos días para recuperarse de seis semanas de trabajo sin descanso. Se

El 11 de septiembre de 2001 Rafael Hernández estaba a pocas cuadras de las Torres Gemelas cuando se pro-dujo el atentado contra esas emble-máticas construcciones. El bombero mexicano pasó los siguientes días removiendo escombros y tratando de salvar vidas, pero su heroísmo le pasó la factura: diez años después murió a consecuencia del humo y el polvo que respiró cuando las dos estructuras se derrumbaron... y su familia aún espe-ra la compensación económica que el gobierno estadunidense le prometió. Proceso publica ahora el segundo de los trabajos ganadores del Premio Internacional de Periodismo al que convocó como parte de los festejos por su 35 aniversario.

WILBERT TORRE

El al que nadie llamó

lavó la cara y los dientes, se vistió, se revisó los bolsillos para asegurarse que llevaba las llaves y la placa que siempre portaba con él y salió del departamento que rentaba en la avenida Roosevelt, en Queens.

Lo acompañaba Jaime, un amigo mexi-cano con el que compartía cuarto. Cami-naron frente a las taquerías y abordaron el metro, que a esa hora corre a toda veloci-dad llevando en sus entrañas ejecutivos de Wall Street, meseros, médicos, albañiles...

Cuando el tren salió del túnel la silue-

ta de Manhattan emergió iluminada por un sol otoñal. Habían planeado pasar unos días en los casinos de Atlantic City. En el metro intercambiaron opiniones sobre la empre-sa que elegirían para viajar: un par de ellas obsequiaba cupones de 30 dólares para las apuestas. Verían a dos amigas peruanas a las 8:30, a tres calles del World Trade Cen-ter. Hernández se había disfrazado de turis-ta: camiseta, jeans y tenis.

Llegaron media hora antes y caminaron a la esquina de Fulton y Church. Hernández,

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Rafael Hernández...

Cuando el ruido cesó, pensó que estaba muerto. En la obscuridad de los párpados pudo verse de niño, vio a su abuela muerta, a sus padres, a sus hermanos. Se pregunta-ba dónde estaba y si estaba vivo o muerto.

La nube de polvo lo cubría todo y él in-tentaba respirar con la nariz debajo de un trozo de tela que había arrancado de su camiseta. Cuando pudo verse las manos, palpó el costado del camión para encon-trar una llave: la abrió, se enjuagó la bo-ca y escupió. El polvo de la nube gigante le quemaba el cuerpo. Metió la cara y las ma-nos debajo del chorro de agua. Se incorpo-ró y escuchó un alarido.

Era un policía negro, un hombre gor-do que no podía respirar. Abría la boca con desesperación, como un pez gigante fuera del océano. Lo llevó debajo del camión de bomberos, abrió la llave y le aventó agua sobre el rostro varias veces.

Unos minutos después salió cuando escuchó voces. Recuerda vagamente que un policía le pregunto si estaba bien. No podía pensar claro ni pronunciar una fra-se. Se inclinó y al apoyarse sobre las rodi-llas se dio cuenta de que había orinado los pantalones.

Sentía la quijada trabada y los oídos ta-pados. Otro policía se acercó, le dijo que cerca había unas personas heridas y le pi-dió que lo acompañara. Corrió a la entra-da número cinco del estacionamiento de la torre norte y volvió a escuchar el ronro-neo de la tierra y se encontró con la misma imagen: el edificio se convulsionaba y co-menzaba a desplomarse como si fuera de arena.

En ese momento lo invadió un miedo que no había sentido nunca. Corrió en di-rección a la calle Vesey. Mucha gente co-rría junto a él. Pasó junto a un camarógra-fo latino con una cámara al hombro. Tenía una rodilla sobre el piso y no se movía. Le-vántate, le dijo jalándolo de un brazo, pero el hombre no le respondió. Ven conmigo, hermano, volvió a decirle, pero era como si le hablara a una esfinge. Le tomó por el cinturón y le arrastró unos metros hasta una tienda de cigarros y refrescos.

Abrió la puerta, empujó al camarógra-fo dentro y se encontró con un asiático a cargo del lugar. Dos francesas lloraban y hablaban por teléfono. Preguntó dónde estaba el sótano y siguió al encargado. El hombre indicó un espacio en el piso, Her-nández lo abrió, gritó que todos se metie-ran ahí, y cerró la puerta. Las mujeres se abrazaban y podían escuchar gritos en la calle. En ese momento comenzó a sentirse muy mal. Estamos en guerra, pensó. Nos van a matar. Me voy a morir. Cerró los ojos y vio a sus tres hijos.

El sótano estaba obscuro, hacía calor y las francesas sollozaban. El camarógrafo seguía sin decir una palabra. Veinte minu-

tos después Hernández les avisó que sal-dría a ver qué estaba pasando. Cuando al-canzó la calle sintió que el corazón se le hacía pequeño.

Había participado como rescatista en los terremotos de la Ciudad de México, Ni-caragua y Guatemala; en la erupción del Ne-vado del Ruiz que sepultó la ciudad de Ar-mero, Colombia y jamás había visto una devastación semejante. La nube de polvo se había disipado y podía ver una montaña humeante de concreto y metales retorcidos.

Vio a varios bomberos que movían los desperdicios y arrodillándose en la tierra preguntaban si había alguien con vida. Se ajustó los guantes y el casco y comenzó a remover escombros. No paró para comer o descansar en las siguientes ocho horas, concentrando en una acción única, repeti-tiva, urgente: levantar pedazos de concre-to y metal, guardar silencio y entonces gri-tar: ¿Hay alguien ahí debajo?

El grupo con el que trabajaba encon-tró un bombero bajo las ruinas de una de las torres. Se sintió impotente. Se arrodi-lló y preguntó:

¿Por qué, Dios, por qué?

Los primeros síntomas

A las seis de la tarde, cuando se encontra-ba en los desechos de la zona norte, sin-tió un cosquilleo en el pecho. Era como si un ejército de hormigas ascendiera por su garganta y le impidiera respirar. Apoyó las manos en las rodillas e intentó jalar aire, pero comenzó a toser. Tosió con furia dos o tres minutos hasta que un paramédico se acercó.

Le colocó una máscara de oxigeno en la boca y después le sacó polvo de la gar-ganta con una sonda.

“¿Te quieres ir a casa?”“No. Estoy bien, me siento bien, aquí

me quedo”.Hernández trabajó hasta las diez y

media de la noche, cuando ya no podía sostenerse más en pie. Caminó tres calles hasta llegar a la Capilla de St. Paul, en la calle Fulton, donde se había instalado un campamento para rescatistas y volunta-rios. Un médico lo revisó y un soldado le entregó un casco color naranja y dos ove-roles, uno azul y otro anaranjado. Se ba-ñó, mordisqueó un sándwich y durmió en las bancas de madera que suelen ocupar los feligreses.

A la medianoche lo venció el sueño, un sueño lleno de sobresaltos. Tenía sueños entrecortados de la torre, del fuego, de la gente saltando y despertaba cada 15 mi-nutos. A las cinco de la mañana escuchó los gritos de unos soldados que llamaban voluntarios.

Los acompañó, pero no tuvieron suer-te. Los teléfonos sonaban dentro de los portafolios sepultados bajo la tierra. Ha-bía cadáveres, cuerpos mutilados, manos y piernas sin dueño. Mientras retiraba pie-dras pensaba que en 25 años de bombero nunca había visto nada parecido.

Dos horas más tarde un sol furioso cu-brió la zona y la temperatura aumentó du-rante el día como resultado de pequeños incendios. Por la noche las cosas empeo-raron. No había luz. Los focos estallaban y una planta generadora de energía insta-lada por el ejército se arruinó. Le costaba

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Heridas de Manhattan

REPORTAJE PREMIADO

es este? –se preguntó –. Dios mío ¿cómo los vamos a ayudar?”

Cuando salió de su aturdimiento corrió a donde unos 30 bomberos y paramédicos subían las escaleras en tropel. Se les unió y varios pisos arriba un capitán los dividió. Le dijo que no podía ir más allá porque no llevaba más protección que una chaqueta, unos guantes y el casco. Estaba en el piso 28.

“Ahí está una mujer embarazada en tra-bajo de parto”, le dijo apuntando una es-quina “Hágase cargo de ella. Llévela fuera y póngala en manos de los paramédicos”.

Era una rubia de ojos azules y una pan-za enorme. La levantó sin decirle nada y co-menzó a bajar las escaleras con la mujer en los brazos. Escuchaba gritos de gente presa del pánico y a su paso veía, en los descansos de las escaleras, personas con quemaduras en el rostro, los brazos y las piernas.

Del otro lado del muro de cristal podía observar una columna de humo en la to-rre sur. Todos, excepto los viejos y los he-ridos, corrían sin control escaleras abajo. Algunos chocaban de frente con los bom-beros que subían.

Bajaba las escaleras con dificultad, tra-tando de mantener el equilibrio en medio de la multitud. Hacía calor y el humo de los pisos superiores había descendido lo sufi-ciente para nublarle la vista y hacerlo toser. Sudaba y pensaba que debía pensar con claridad. Sentía que la mujer le pesaba co-mo si llevara en los brazos a tres personas.

Unos pisos abajo sintió un tirón en el pantalón. Era una negra joven con que-

maduras en casi todo el cuerpo. “Ayúde-me por favor”, le dijo. Le prometió que vol-vería por ella.

En el piso 15 se detuvo en un descanso junto a los escalones. Le dolían los brazos y le faltaba el aire. Puso una rodilla en el piso y apoyó a la rubia en la otra pierna. Por un momento pensó en dejarla ahí para ayudar a la negra que había dejado arriba, tirada en el piso. Se dijo que lo necesitaba más que la rubia, pero también pensó que un bombero siempre cumple órdenes.

Entonces escuchó la voz de la rubia por primera vez. Era como si hubiera po-dido ver sus pensamientos:

“No me abandones aquí”, le dijo y se aferró a su cuello tan fuerte que sintió do-lor. Sollozaba y el cuerpo le temblaba. Su voz era débil, casi imperceptible. “No me dejes en medio de este caos”, le suplicó.

Hernández le dijo que no la abandona-ría. Estaban en una esquina y junto a ellos la multitud seguía atropellándose. Eran muchos los que caían al piso.

“¿Cómo te llamas?”“Allison”, le dijo y volvió a abrazarlo

con fuerza.En el cuarto piso volvió a escuchar su

propia voz que le decía: “Con calma, tran-quilo”. Sentía que no podía más, que en cualquier momento se derrumbaría con la rubia en los brazos. “No te desesperes”, se repetía, pero no podía evitar desespe-rarse. De pronto sus piernas comenza-ron a moverse con rapidez y sus hombros empujaban a la gente que encontraba a su paso. Trastabilló dos veces y cuando recuperó el equilibrio continuó su des-censo enloquecido.

En el segundo piso se dijo que tenía que salir de una vez de ese infierno. Ba-jó corriendo la escalera eléctrica, y escu-chó gritos y otra vez los golpes secos en el piso. Salió a la calle, un policía hizo sonar su silbato y se acercaron dos paramédicos jóvenes. Abrieron las puertas y Hernández acomodó a la rubia en una camilla. Colo-caron en la boca de la mujer una máscara con oxigeno, la subieron a la ambulancia y se enfilaron hacia un hospital.

Hernández estaba exhausto. Sus bra-zos eran dos hilos pesados y las piernas le temblaban. No podía caminar. Se hincó pa-ra llenarse los pulmones de aire. Decenas de personas yacían a su alrededor. Los pa-ramédicos colocaban etiquetas en la ropa de la gente: rojas de atención urgente, ama-rillas de no inmediata, verde para quienes podían caminar y negras en los muertos.

Aspiraba aire con fuerza. Había pasado tal vez un minuto desde que había alcan-zado la calle, cuando sintió en las rodillas apostadas en el piso un repiqueteo inten-so, como si los dedos de un gigante tambo-rilearan el piso. Escuchó un estruendo pa-recido al que se escucha en las vías cuando

un tren se aproxima, y vio correr a decenas de policías y bomberos. Algunos se quita-ban las chaquetas y arrojaban los guantes y los cascos y gritaban:

“¡Corran!”“¡Vámonos de aquí!”“¡Dios mío!”Hernández arrastraba las piernas con di-

ficultad. Logró trotar un tramo y sólo se de-tuvo cuando alguien pasó junto a él, lo gol-peó en el hombro y le gritó algo que no pudo entender. Se detuvo y al alzar la vista se dio cuenta de que corría en sentido opuesto: la torre sur se sacudía como una bestia herida. Dio media vuelta, corrió lo más rápido que pudo y oyó un ruido atronador. El edificio se desplomaba y sus entrañas escupían una gi-gantesca nube negra.

A unos pasos estaba un camión de bomberos. Se lanzó al piso y arrastrándo-se se metió debajo.

El día se hizo noche. Todo se obscure-ció y no podía ver sus manos. Sentía que la tierra temblaba y escuchaba el ruido de los muros de concreto al chocar con el pi-so. Sobre la plancha del camión caían resi-duos. Cerró los ojos y quiso rezar, pero él, que es cristiano, había olvidado sus oracio-nes. Apretó los ojos con fuerza y dijo:

“Dios mío, protégeme, no permitas que nada pesado caiga aquí. Dios mío, no me dejes morir”. Tenía las manos en la cabe-za y el cuerpo encogido debajo del camión. “Dios mío, si sólo vine a ayudar ¿Por qué me llevas? Dios mío, en tus manos pongo mi alma”.

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Desalojo en las torres

La caída

Caminó al sitio en donde trabajaban los hombres que se encargaban de reco-ger cuerpos y enviarlos a la morgue. Habló con uno de ellos y le mostró la fotografía. “No debemos hacerlo –le respondió– pero no soporto verlos caminar día y noche sin saber dónde encontrar a sus muertos”. To-mó la fotografía y se marchó.

Por la noche le entregó un papel con unos números. Hernández caminó al sitio donde había fumado: la mujer estaba sen-tada en el piso, en vela. Le dijo que lo sentía mucho, que sus hijas estaban en la morgue. Ella comenzó a llorar y pegó el cuerpo a las rejas, como si quisiera abrazarlo. “Dios re-compensará tu bondad”, le dijo. “Al menos tendrán un lugar para descansar”.

Cuando caminaba rumbo a la capi-lla, no pudo más. Los focos de emergencia alumbraban el desastre y las carpas don-de la policía etiquetaba cuerpos.

Se echó al piso y lloró.Lloró con un quejido, cubriéndose la

cara con las manos, en silencio, para que no lo escucharan. Detrás de él empezaron a alzarse voces. Giró y vio movimiento en las cuadrillas de rescatistas. Se quitó las lágrimas con las manos sucias, se puso de pie y regresó a trabajar.

Hernández vivió en la Zona Cero 72 días. El 11 de noviembre de 2001 removía losas y metales en busca de sobrevivientes cuando miró el balde que lo acompañaba siempre: jirones de ropa y piel y huesos se-cos era todo lo que sacaba con las manos.

Se quedó mirando sin ver, respirando con pesadez, con la cabeza en otro mundo.

Fue a la capilla y entregó el casco y los overoles. Ya no tenía caso seguir ahí. Su misión había terminado.

Julio de 2011

Hernández vivía en Queens, en un cuar-to de dos metros por tres que compartía en un apartamento con un colombiano y otros migrantes. Su habitación era limpia y ordenada. Sobre los muros había fotos de sus hijas, una bota de bombero y una imagen de él en The New York Times: está de pie, con el casco anaranjado, junto a un grupo de bomberos que removían las rui-nas del World Trade Center.

En ese micromundo tenía lo que nece-sitaba para vivir: 15 botes pequeños reple-tos de pastillas y una cámara de oxígeno. De la pared colgaba una máscara azul de plástico. Sin ella se asfixiaría al dormir.

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En el círculo, Hernández

Sólo reconocimientos simbólicos

REPORTAJE PREMIADO

trabajo creer que todo eso ocurría en Esta-dos Unidos.

Cuando se retiraba a descansar la no-che del segundo día, un soldado le prestó un teléfono satelital. Llamó a la casa de sus hijos en la ciudad de México y le respondió su exesposa. Conversaron unos minutos y luego tomaron el teléfono sus hijos: Auro-ra, de ocho, Sharon, de seis, y Nicolás, de cuatro años.

“Regresa, papá. Toma un avión y vuel-ve hoy mismo”, le pidió Aurora. “¿Están en guerra? ¿Los están atacando?”

“Todo está bien, mi amor. Estoy bien. No nos están atacando. Me voy a quedar aquí unos días. Tengo que ayudar”.

Con el paso de los días se crearon va-rias cuadrillas de rescate. Estaba la de los escarbadores, a la que él pertenecía, en la que hombres equipados con un balde re-tiraban piedras con las manos. No utili-zaban máquinas para evitar lastimar a la gente. Había otro equipo para atención de lesionados. Eran centenares los rescatis-tas que trabajaban de día y de noche utili-zando nada más que las manos.

Las siguientes noches volvió a desper-tar con los gritos de los militares. Se ponía el casco y se dirigía hacia donde un grupo de hombres permanecía en un sitio deter-minado, en silencio, intentando escuchar el menor indicio de vida debajo de los es-combros: un quejido, un golpeteo de me-tales, una voz pidiendo ayuda.

La mayoría de la gente que metía las manos en los escombros era hispana y eso le provocaba sentimientos encontrados. Sentía orgullo y al mismo tiempo rabia: el gobierno de la ciudad daba 300 dólares a

los contratistas para pagar a los trabaja-dores por ocho horas de trabajo, y éstos pagaban ochenta dólares a quienes se em-pleaban para remover escombros.

Hernández se metía en donde cabía: en una grieta, en un hoyo obscuro, entre dos muros. Tres días después de los aten-tados encontró a un hombre atrapado cerca de la tienda de Disney y un alma-cén de revelado Kodak. Podía oler el ni-trato de plata de unos contenedores gi-gantes que se habían derramado. Parte de su equipo de rescate era una lámpara y un radio por el que dio la voz de alerta. Con frecuencia vestía una camisa verde con el escudo de México que le regaló una mujer con la que un día conversó cerca del enrejado alrededor de la Zona Cero.

El hombre debía tener unos 50 años y dos paredes lo habían prensado. Estaba cubierto de polvo y tenía el pecho abierto a la altura del corazón. Le dijo un número telefónico y le pidió llamar a su esposa y a sus hijas. “Diles que las amaré siempre”. Pronto llegó un equipo de 16 rescatistas con unas tijeras gigantes que cortaron el concreto como si fuera de papel. Debieron pasar 20 minutos antes de que pudieran sacarlo de la trampa en la que había caído. Murió ese mismo día.

Al día siguiente Hernández llegó has-ta el campamento del muelle donde eran atendidas las familias de las víctimas, sa-có del overol un papel y marcó un número telefónico. Contestó una mujer. Le trans-mitió el mensaje del hombre y le infor-mó dónde había encontrado a su marido. “Tiene que ir a la morgue”, le dijo. “No pu-de hacer nada más por él. Lo siento”.

El campamento de la capilla de St. Paul se había transformado en un centro de mando. Había camastros, almohadas y comida caliente. Era el único sitio donde se sentía tranquilo. Durante el día varios médicos revisaban a los rescatistas y un grupo de monjas los confortaban. Muchas hablaban español. Les daban masajes en los brazos, en las piernas y les decían que sí querían hablar de lo que estaban vivien-do, podían hacerlo. “Si quieres llorar, pue-des hacerlo”, le dijo una monja una tarde.

Hernández sentía el espíritu desecho por tanta muerte. Pero no debía llorar. Es-taba ahí para ayudar.

Uno de esos días su amigo Jaime llegó hasta el campamento. El día de los atenta-dos se había despedido de él con la mano en alto, cuando la policía ya había cercado la zona. Le contó que las peruanas nunca llegaron y que había regresado al aparta-mento de Queens. Se abrazaron y le entre-gó un sobre con dos mil dólares. Se lo en-viaba su patrón, el paquistaní musulmán. Una turba lo había golpeado en Queens, a su esposa le habían arrancado la ropa y había decidido volver a su país.

Durante los días siguientes Hernández volvería a sentir en el pecho y en la gar-ganta la misma sensación de miedo que tuvo el día de los atentados. Ocurría so-bre todo por las noches, cuando trabajaba en la Zona Cero y sin anunciarse surcaban el cielo aviones de combate que volaban muy bajo, o helicópteros militares que arrojaban una luz potente.

Pensaba que cualquier día aparece-ría uno de esos aviones y lanzaría una bomba. Era un pensamiento recurrente y cuando se le presentaba se decía que pa-sara lo que pasara no se movería del sitio donde se encontraba. Si corría podía caer en alguna fosa y terminaría sepultado por toneladas de concreto. Si permanecía ahí, inmóvil, al menos moriría en la superficie.

Todo lo que encontraba bajo las ruinas (bolsos, celulares, portafolios, fragmentos de ropa) lo depositaba en unos contenedores plásticos. Los momentos más tristes eran cuando encontraban a un bombero o un po-licía muerto. Sentía que ese cuerpo era el de un hermano al que no conocía. Todas las ta-reas se detenían y sonaban las sirenas.

Una tarde cuando descansaba, un bom-bero le ofreció un cigarro. Hernández no fu-maba pero decidió aceptarlo. Salió de la ca-pilla y se acercó al enrejado. Del otro lado estaba una mujer, una negra que lo llamaba con las manos. Le dijo que tenía que ayu-darla, que llevaba nueve noches durmiendo ahí. Le alargó una fotografía con la imagen de dos mujeres. “Son mis hijas. Ayúdame a encontrarlas”. Le dijo que no podía, que él estaba ahí sólo como voluntario. La mujer no se rindió. Tomó la fotografía y regresó al campamento.

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Sobreviviente. Pesadilla

recibirán una compensación en dos par-tes: 23% en una fecha que se definiría en septiembre y el resto en 2016.

“No se rinda, siga luchando”, le dijo Hernández. María encogió los hombros y se marchó caminando por la avenida Roosevelt.

Hernández me contó que lo peor no eran las enfermedades ni la dilación en el pago del fondo de compensaciones, si-no las pesadillas y las ráfagas de recuerdos que lo asaltaban en cualquier momento.

Mientras dormía con frecuencia veía Nueva York bajo una lluvia de bombas. Cuando los recuerdos lo asaltaban veía imá-genes de personas lanzándose al vacío y le sobrevenía un ataque de ansiedad. Enton-ces, como sucedió en el restaurante, lloraba como un niño y su cuerpo se sacudía domi-nado por estremecimientos breves.

Hace tres años pensó en suicidarse. No llegó a intentarlo: cuando sintió el im-pulso de colgarse llamó a la doctora Alicia Hurtado, su psiquiatra. La idea de matarse parecía haberse extinguido.

“Sé que todo esto se me pasará”, dice Hernández con un asomo de esperanza en los ojos tristes. “No sé cuándo, pero algún día se me pasará”.

Septiembre de 2011

El día del décimo aniversario de los aten-tados Hernández asistió a dos homenajes donde lo recibieron como héroe. Estaba lis-to para volver a México en diciembre y en febrero de 2012 se sometería a una opera-ción. “Me retirarán una costra como de are-na entre la nariz y los pómulos que no me deja respirar”, me contó. Esa noche Disco-very Channel transmitió seis historias de sobrevivientes de las Torres Gemelas. Una de ellas era la suya, y el bombero se sentía orgulloso. Vio el programa con el teléfono en la mano, conversando con sus hijos Au-rora, Sharon y Nicolás.

Volvimos a platicar el 23 de septiem-bre. Me dijo que una de sus hijas cumpli-ría años. Estaba vendiendo un reloj Cassio para comprarle un regalo.

Al día siguiente se reunió en su casa con Jaime Munebar, el colombiano con quien había compartido piso durante siete años, y con otra amiga. El 25 de septiembre Mune-bar se fue a misa. Por la noche, a su regreso, llamó a la puerta sin que su amigo respon-diera. Cuando pudo entrar, Hernández esta-ba tendido en la cama.

El bombero al que nadie llamó había muerto.

El funeral tuvo lugar en Queens un jue-ves lluvioso. Sus hijos no pudieron viajar, pero estaban los latinos a los que Hernán-dez ayudaba en las cortes. Había una mul-titud llorosa, coronas y flores. Cuando los rezos terminaron, Munebar se acercó al

cónsul Mario Cuevas y le dijo: “Ayúdenos a que Estados Unidos no se salga con la suya. El fondo de compensación por el que Ra-fael luchó pertenece a sus hijos”. La oficina forense extrajo algunos órganos del cadá-ver para los exámenes de rigor y el cuer-po no fue trasladado a México hasta el 1 de octubre.

Las despedidas a los héroes con fre-cuencia no son como deberían ser.

Tres meses después la oficina forense de Nueva York no había dictaminado sobre

las causas del deceso. En la corte el caso de Hernández estaba detenido y de la compen-sación que recibiría en estas fechas no se sabe nada. El cuarto de Hernández perma-necía clausurado por la policía. Un día al-guien violó los sellos y saqueó la habitación.

Munebar pudo rescatar la última per-tenencia de su amigo y la guarda como si fuera algo sagrado.

En una bodega de Queens yace la cá-mara de oxígeno que mantuvo con vida a Hernández los últimos años.

REPORTAJE PREMIADO

tica, suave, anestésica. “Me ayuda a rela-jarme”, dijo Hernández. Con frecuencia lo escuchaba y se tumbaba seis horas en la cama a chupar oxígeno de la máquina. Solía hacerlo cuando estaba harto de sen-tir la máscara como un segundo rostro. Le apenaba que, al dormir con ella, al día si-guiente se levantaba con un óvalo rojo de la frente a la barbilla.

Hernández trabajaba como mesero en una compañía de catering en Houston y un día, cuatro años después de los atentados del 11 de septiembre, sintió una punzada en el pecho y se desplomó. En el hospital le dijeron que tenía unas nubes en los pul-mones y le preguntaron si había trabajado con asbesto. Dijo que no, pero que había estado en la Zona Cero.

Unos días más tarde estaba de regre-so en Nueva York. En el hospital Mount Si-nai le hicieron una serie de exámenes y le informaron que tenía nódulos, células de polvo y filtraciones pulmonares. Los mé-dicos le diagnosticaron rinitis, rinosinusi-tis, faringitis, asma y alergia crónica. Un amigo bombero le dijo que tenía derecho a demandar. Hernández fue llamado a de-clarar en la corte.

En la audiencia final se sentó fren-te a un juez, dos jurados y siete abogados y durante nueve horas respondió cientos de preguntas: ¿Su padre fumaba? ¿De qué había muerto su abuela? ¿Padecía asma antes? ¿Quién lo había llamado al World Trade Center?

“A mí nadie me llamó, señoría. Yo deci-dí meterme ahí. No conocía a nadie. Salvé vidas como hubiera salvado las de mis hi-jos. Nunca dudé lo que debía hacer. Si hoy volviera a suceder, haría lo mismo.”

firmar si la usaba. Hernández se sostenía con préstamos de amigos y donaciones de empresarios de Sonora y del Estado de México. El gobierno mexicano le entregó mil dólares durante ocho meses, después de que reveló a un noticiero las grabacio-nes de una conversación telefónica con una funcionaria que le dijo que el presi-dente Calderón no tenía por qué ayudarle.

Un sábado de julio lo visité en su de-partamento de Queens. Diez años des-pués Hernández conservaba el cuerpo de luchador, aunque había perdido peso. Llevaba unas gafas oscuras, una camise-ta, bermudas y en el cuello una cadena de plata. Antes de cerrar la puerta se echó al hombro la mochila en donde siempre lle-vaba cuatro frascos imprescindibles con medicamento con su nombre y la leyen-da: “Health for heroes”.

Abordamos un autobús que nos llevó a la avenida Roosevelt en Queens. En el Sol Azteca pidió unas enchiladas de mo-le y un Squirt.

Me dijo que planeaba volver a Méxi-co en unos meses. Extrañaba a sus hijos y echaba de menos las emergencias, aunque sabía que esos tiempos no volverán. Estaba dedicado a guiar a un grupo de cien hom-bres y mujeres de origen latino que traba-jaron en el World Trade Center. Los ayuda-ba a traducir documentos y los orientaba en las cortes. Entre las enchiladas y el pos-tre recibió tres llamadas de ellos.

Cuando salimos del restaurante una mujer lo detuvo para saludarlo. Era María, una colombiana que trabajó removiendo escombros.

“Qué mala noticia la de hace dos días”, dijo María refiriéndose a una notificación de la Ley Zadroga de acuerdo con la cual los trabajadores de limpieza y rescatistas

En marzo de 2010 el juez Peter Geor-galos falló a favor de Hernández y le con-cedió atención médica de por vida. En la resolución WBC 00804564 de la corte de Nueva York, el juez determinó que el vo-luntario mexicano padecía asma, apnea obstructiva del sueño, rinosinusitis, estrés postraumático y depresión.

Hernández esperaba la solución de otra demanda como parte de la Ley Zadro-ga, que indemnizará a bomberos, paramé-dicos y rescatistas. El juez le prohibió reali-zar trabajos que requieran esfuerzo físico.

Desde entonces los detectives de la corte le hacían visitas sin anunciarse pa-ra comprobar que estaba en su casa y re-visaban la cámara de oxígeno para con-

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Ayuda a cuentagotas

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Con su máquina de oxígeno. Soporte vital

Dictadura ignorante

N A R A N J O

ANÁLISIS

empresa Televisa, pero es más probable, dada su habilidad para manejar la auto-ridad del poder, que gire la fórmula, con-virtiéndolos nuevamente en vasallos. En todo caso, el nexo entre el poder político y la empresa privada no será roto por un presidente priista –como debiera estarlo en una democracia funcional–.

8. El PRI fue desterrado de Los Pinos por la sociedad civil, la élite cultural y los partidos de oposición. El PAN al asumir el gobierno no lo reconoció, prefirió gober-nar solo, sin aprovechar la inteligencia de los intelectuales, los artistas, los acti-vistas sociales o los miembros de la otra oposición, la de izquierda. En el pecado de soberbia estuvo la penitencia de pobre-za: sin artistas con imaginación estética para crear nuevas imágenes y expresio-nes, sin ambición histórica para cambiar la estructura del sistema, sin la seriedad intelectual para examinar al homo priis-tus y deslindarlo del homo mexicanus, los panistas se sentaron en los sillones de las oficinas de los priistas y no examinaron ni reinventaron el sistema ni sus formas.

Esta es la tristeza: si los priistas regre-san en el 2012 a esas oficinas, no tendrán que ajustarse a un novedoso y para ellos desconocido régimen democrático: sim-plemente tomarán asiento en los sillones y emplearán los instrumentos que sus pa-dres y abuelos priistas diseñaron.

9. Como los panistas tampoco se atre-vieron a entronizar la Ley para reordenar al país, sin un emperador temporal la segu-ridad se ha vuelto una catástrofe. Existen los mismos policías y los mismos jueces corruptos del tiempo priista, o sus suceso-res clonados, pero como nadie manda sobre ellos, como otrora mandaba la burocracia priista, los números que cifran el caos son pasmosos. 98% de los crímenes no son per-seguidos hoy en el país y los índices de cri-men se han multiplicado.

10. Hoy uno de cada dos mexicanos se dice dispuesto a votar por la nostalgia de un país que funcionaba autoritariamen-te, corruptamente, mentirosamente, pero funcionaba mejor. Sea justa o no, esa es la percepción. Es decir, hoy uno de cada dos mexicanos no ve una alternativa de futu-ro mejor que nuestro pasado priista.

La responsabilidad es de la Izquierda. Si a los candidatos panistas les corres-ponde proponer la continuidad de sus 12 años de gobierno, si al PRI le corresponde ofrecernos el pasado, es a la Izquierda a quien le corresponde ofrecer un futuro no conocido.

Un sistema que promueva la honesti-dad, el lenguaje franco, la creatividad cul-tural, la libre competencia y la seguridad. Una mutación del homo priistus en otra especie de mexicano.

1. Igual que un árbol es los círculos concéntricos de corteza de su historia. Igual que un organismo es la memoria de su evolución cifrada en su estructura or-gánica. Igual la cultura priista puede ex-plicarse por su génesis y sus principales momentos de cambio.

2. El priismo se inventó para evitar gol-pes de Estado, y sus horrendos ríos de san-gre derramada. En adelante, unos pocos, en la cúpula del partido único emanado de la Revolución, elegirían al nuevo tlatoani, al nuevo dictador, al Mussolini mexica de po-deres ilimitados, salvo una sola acotación, su mandato duraría un solo periodo.

De ahí la disciplinada sumisión del homo priistus a su líder. De ahí también su profunda abnegación ante sus yerros. Ante ellos el homo priistus filosofa en si-lencio: este dios también pasará.

3. El priismo se inventó también para esquivar la democracia, y sus angustiosas incertidumbres. De ahí la aversión del priis-ta de otrora y de hoy a la democracia y sus mecanismos. El debate y las votaciones. Si algo puede convenirse a puerta cerrada en-tre pocos, a qué arriesgarse a someterlo a la ignorante voluntad popular o a la discusión pública. Los acuerdos son convenidos antes de llegar a las votaciones. Los votantes son cooptados si es necesario. Los votantes son inventados si es imprescindible.

Por eso el candidato actual del PRI a la presidencia fue ungido sin elección ni de-bate previo. Por eso sus trastabilleos cuan-do es interpelado directamente por el popolo, que cree vivir en una democracia.

4. Y sin embargo, más por razones esté-ticas que éticas, el PRI decidió enmascarar su mecanismo sucesorio con las formas de

una democracia. No le era obligatorio. Las dictaduras soviética y china no se avergon-zaban de ser eso, dictaduras de partido. En todo caso, la mascarada dio origen al doble lenguaje de la cultura priista.

Hoy como ayer, el homo priistus sigue hablando la mitad de lo que cree o lo que sabe. Sigue diciéndole a Pedro para que lo entienda Juan. Sigue creyendo que el poder depende de guardar las verdaderas verdades en el secreto de unos pocos. Se sabe incluso de un priista contemporáneo que no está seguro nunca de lo que ha di-cho en la televisión, hasta que los comen-taristas lo glosan.

5. Y es que el doble lenguaje no es solo una táctica de poder, igual es una dificul-tad de comunicación. ¿Cómo aprovechar la conversación pública de una democra-cia si no se habla claro y no se escucha sin malicia y no se cree en el pensamiento que se genera entre los muchos?

En el 2007, la presidenta del PRI, Beatriz Paredes, llegó a un juicio histórico. El PRI carece de ideología y ha estado condenado a cambiar su pensamiento cada sexenio, para seguir al de su Mussolini temporal. “Ha sido un partido gelatina”, declaró, con inigualable elegancia. Y propuso que el PRI se comprometiera con la ideología de la social democracia. Siendo ella la tlatoani temporal, se le obedeció. En una asamblea, y sin debate previo, se votó y se aprobó por mayoría absoluta la nueva ideología.

Ese año y el siguiente los priistas de 17 estados se aliaron con la Iglesia católica para criminalizar el aborto, es decir: hicie-ron lo que ningún partido social demócra-ta en el planeta. En la reunión de partidos social demócratas del continente, la jefa

del Congreso se lo reclamó a Beatriz Pare-des que escuchaba el discurso sentada en una curul. Como toda respuesta, la priista se dedicó a dibujar en su cuaderno. Acaso una gelatina.

6. En los 1950s, los priistas se bajaron de los caballos y se montaron en Cadillacs. La generación de generales revoluciona-rios dio paso a la de políticos empresarios. Y se oficializó el derecho de todo priista a enriquecerse de forma fabulosa a costa del tráfico de influencias.

A estas fechas, no se sabe de un exgo-bernador o un líder sindical priista que no sea multimillonario. Hoy mismo, no se sa-be de alguno que haya sido llevado a juicio.

7. Las privatizaciones de los 1990s crearon una élite de oligarcas priistas. El problema de aquel intento de democrati-zación económica, no fue que la acumula-ción de capital fue injusta –siempre lo es–, sino que la desconfianza priista por la de-mocracia evitó que se crearan reglas claras para la competencia o para la transmisión de la propiedad. Así, los nuevos mono-polios privados quedaron bajo el control priista, escudados por su poder político de la competencia y también a su merced.

Llegada la democracia, los oligarcas pa-garon mal al PRI: aprovecharon para des-hacerse de sus viejos amos y sojuzgaron al débil gobierno panista convirtiéndolo en su servidor. No es casual que en el 2006 el candidato panista a la presidencia asis-tiera a las reuniones con empresarios con una pequeña libreta negra, donde tomaba nota de sus indicaciones.

Si el PRI regresa a la presidencia po-dría mantenerse a las órdenes de los oli-garcas, y así parece calcularlo al menos la

Homo priistus

S A B I N A B E R M A N

ANÁLISIS

cierta medida, para los otros compo-nentes del Frente Progresista. Sus de-fectos no pueden ser superados con retoques ornamentales, ni siquiera con cirugía estética. El PRD y la izquierda electoral, para poder gobernar, necesi-tan una refundación igual a la que re-quiere el país, que para detener la caída precisa de cambios sustanciales en la relación de fuerzas y en las políticas de gobierno. Y esta refundación debe ini-ciarse con la presente campaña por la Presidencia.

Por otro lado, una organización de izquierda que no cumple con su fun-ción cotidiana de representar a los sec-tores populares: campesinos, obreros, pequeños empresarios, clase media, con la mayor inteligencia posible, con sensibilidad a los cambios que se suce-den, es un partido superfluo e innece-sario. ¿Cómo puede competir con el PRI y el PAN, la coalición gobernante que tiene el oído de los poderes fácticos abierto a sus sugerencias?

Tomemos el problema de la sucesión en el Distrito Federal, proceso que ya ha causado más de una batahola pública. El procedimiento está viciado de origen, por la incapacidad de la dirigencia local del PRD para reglamentar la contienda interna y el uso de recursos públicos en la promoción de algunos candidatos. Además, se ha optado por aplicar una encuesta como método de selección del candidato, sin contacto con las bases del partido, en un concurso de popula-ridad en que no intervienen el ideario político, las convicciones y la platafor-ma electoral. Esto es también posible en otras entidades: los escándalos públicos pueden resurgir en el momento menos esperado y el elector no los perdonará.

En el país, después de un periodo prolongado de decadencia, puede ini-ciarse la resurrección, y la izquierda to-da tiene la responsabilidad de convertir esa posibilidad en realidad.

E R N E S T O V I L L A N U E V A

Operación ¡sálvese quien pueda!

C uando yo pensé que había visto todo en el gobierno del presidente de la República, Felipe Calderón mostró nue-vamente el don –que no es fácil– de sor-prendernos: nos manda señales de que hay algo peor por venir. Hoy, en los últi-mos meses de su gobierno y frente a su estrategia fallida contra el crimen orga-nizado, ha puesto en marcha una opera-ción que podría llamarse “¡Sálvese quien pueda!”, bajo un principio que, contrario a la proclama lopezobradorista, podría resumirse en la frase: “Primero los ricos”. Veamos por qué.

Primero. Todos los teóricos del Estado tienen diferencias en muchas cuestiones relacionadas con la distribución del poder y las características de la clase gobernan-te, pero mantienen una coincidencia fun-damental: El Estado debe garantizar que la vida en sociedad sea posible. Conforme a las teorías contractualistas de Rousseau, Hobbes, Locke y muchos más, el acuer-do es que resulta mejor vivir dentro del Estado que sin él porque en este último supuesto habría anarquía. Sin el prerre-quisito de la seguridad para ejercer la li-bertad, lo demás es lo de menos.

Sobre este punto, Gaetano Mosca, en su clásica obra Elementi di Scienza politica, escribe algo que pareciera describir al go-bierno de Calderón: “Las clases políticas

entran ineludiblemente en decadencia cuando no pueden ejercitar las cualidades por las cuales llegan al poder, y cuando no pueden seguir prestando el servicio social que prestaban y sus cualidades y servicios que prestan pierden toda importancia”. Hoy Calderón parece reconocer (o hace to-do por que así se perciba) que su gobierno es incapaz de garantizar la seguridad mí-nima para que las personas puedan ejercer sus derechos fundamentales. La salida por la que ha optado es gravísima: poner la se-guridad pública al mejor postor.

Segundo. En efecto, el Acuerdo 05/2011 del secretario de Seguridad Pública fede-ral no deja lugar a dudas de su propósito. Dicho acuerdo establece: “El Servicio de Protección Federal tiene además, como función inherente a sus actividades,  sal-vaguardar la integridad y derechos de las personas, prevenir la comisión de delitos, así como preservar las libertades, el orden y la paz públicos, en el ámbito de su com-petencia”. Esta consideración no tendría nada de malo si no fuera por el hecho de que es la motivación para vender protec-ción a quien pueda pagarla.

Hay que recordar que la función de la Secretaría de Seguridad Pública federal es “preservar las libertades, el orden y la paz públicos”. Para tal efecto, cuenta con am-plios recursos públicos que se le otorgan

L as elecciones de 2012 se realizarán probablemente en medio del temor que provoca la inseguridad, la ansiedad del desempleo, las turbulencias en la economía informal, donde reina la ley del más fuerte, así como el hastío ante el despres-tigio de la clase política.

Gran parte del electorado os-cila entre el miedo a que venga algo peor y el ardiente deseo de poner fin al largo deterioro en que está sumida la nación. Será en los últimos momentos cuan-do muchos electores decidirán si elegir el candidato que asegure una continuidad menos doloro-sa, o rebelarse contra ella y bus-car, con valor, un mejor futuro.

Hay dos candidatos que cuentan con insertarse en el primer estado de ánimo: el del PRI y el del PAN, y otro dispues-to a correr el riesgo de predicar con la palabra y los hechos la adopción de medidas fuertes para impedir la caída lenta pero inevi-table y la decadencia.

Hay factores de poder que no están sujetos a la elección: el gran dinero, las televisoras, el gobierno actual que se prepara, como lo hizo Fox, a usar todos sus recursos para influir en el certa-men. Si el PRI utilizó el fraude para per-petuarse en el poder durante 70 años, el PAN ha demostrado que éste no le repugna, puesto que en 12 años ya cuenta con un ejemplo espectacular. A ellos hay que agregar las tradicionales redes clientelares construidas por ca-ciques en la ciudad y el campo y –hoy de aterradora importancia– el crimen organizado, que castiga, incluso con la muerte, a políticos que no cumplen y premia con dinero e influencias a los que respetan los tratos.

La contienda se llevará a los dos ni-

veles: el público, para conquistar el voto, y el clandestino, para ganar a esos pode-res fácticos. Sabemos que hay desde hace mucho acuerdos negociados. Pero las ac-titudes de esos poderes, pragmáticos por naturaleza, irán cambiando de acuerdo al desarrollo de la campaña y las voces de las encuestas, aun cuando éstas no les gusten.

La izquierda electoral, representada por el PRD, el PT, el Movimiento Ciuda-dano y el Movimiento Regeneración Na-cional (Morena), tiene un candidato con cualidades sólidas. Para no ir más lejos nos referiremos a los últimos seis años. AMLO hizo frente al fraude de 2006 con una entereza, un empecinamiento y una habilidad que mantuvo vivo el problema del respeto al voto popular, de la mejor manera posible, en el marco de la resis-tencia civil pacífica, en la cual se ha ins-crito la izquierda democrática.

En segundo lugar, porque en-tendió correctamente que en tales circunstancias sólo hay una fuerza que podía cambiar a mediano pla-zo la relación de poder: la fuerza del pueblo movilizado, consciente y enérgico. Y apeló a ella, rodeado de la duda y la incredulidad de mu-chos. Recorrió municipio por mu-nicipio todo el país, ante el silencio casi absoluto de los medios.

En tercer lugar, porque en la crisis crónica en que vive el país supo colocar el movimiento social en oposición tanto del PAN como del PRI, que desde Carlos Salinas de Gortari han actuado en una coali-ción tácita en que a veces el PRI está en la Presidencia y otras el PAN, tra-tando de aparentar diferencias, pe-ro de hecho compartiendo el poder que soporta el régimen actual. De este esfuerzo ha surgido Morena, un movimiento nacional que no ha conocido pruebas verdaderas aún, pero que puede consagrarse en las futuras elecciones.

El candidato tiene defectos tan visi-bles como sus cualidades, pero atenuados por la sinceridad de sus convicciones, una inteligencia política intuitiva sobresalien-te y un carisma indudable. Pero ningún elector votará sólo por el candidato. Éste pesa en su decisión y, en el caso del voto de izquierda, hay un refrendo preocupan-te al caudillismo.

El partido, el ejercicio del poder de sus miembros, la unidad y su coheren-cia, sus posiciones pasadas, también pesan. Y nadie ignora que el PRD se en-cuentra sumido en una profunda crisis. Han surgido una serie de prácticas noci-vas, a veces incluso inmorales, que ame-nazan con osificarse, con transformarse en una jaula en la cual queden sepulta-das las esperanzas de los mexicanos.

Lo que la izquierda sostiene sobre el país es cierto también para el PRD y, en

Elecciones en tiempos de cólera

E N R I Q U E S E M O

pareja, a la familia, al prójimo, a la pa-tria. Todos esos amores tienen fallas y grietas inevitables. Hay procesos psíquicos y sociales que erosionan al amor; también hay simulacros cursis y perversos que sustituyen al amor. Y muchísimas personas nos vamos con la finta y aceptamos esos susti-tutos. Aceptamos algo que se quiere hacer pasar como si fuera amor y no lo es, y que acaba siendo desamor.

Por otro lado, he estado dándole vueltas a la idea y he llegado a pensar que se trata de una propuesta verda-deramente radical. Todas las vidas penden del amor, pero no sólo del amor de los padres o de las parejas, sino principalmente de la sociedad. Y creo que a eso es a lo que Andrés Manuel se refiere con su provocación de la “república amorosa”. Porque es indudable que el umbral que separa la civilización de la barbarie entre los seres humanos es el amor por los de-más. ¿Será que la “república amoro-sa” es la atención y el cuidado de todos los seres humanos que nos rodean? No quisiera que mi deseo me encandilara, pero me parece que la “república amoro-sa” remite a demandas principalísimas que el feminismo ha formulado hace tiempo y que ningún político ha retoma-do a cabalidad: la de la imprescindible conciliación trabajo-familia y la de poner el cuidado de los seres vulnerables en el centro de la agenda política. ¿Será que el sentido profundo de esa incomprensible mancuerna de “amor” y “república” es precisamente el de la atención y el cuida-do de los demás?

Solamente con amor se puede desa-

rrollar un verdadero compromiso político con todas las personas. ¿Será eso lo que AMLO sugiere con “república amorosa”? Hay quienes la descalifican como un giro retórico o una estrategia discursiva. ¿Y si fuera un dispositivo que, ante los niveles brutales de deshumanización en los que estamos insertos, impulse a pasar de una aspiración “racional” a un anhelo políti-co distinto? La indiferencia ante la situa-ción de las demás personas es una de las consecuencias del sistema inhumano en que vivimos. La indiferencia es un resorte subjetivo de la dominación, e indudable-mente el amor es indispensable para des-armar ese mecanismo.

La indiferencia aísla, enajena, deshumaniza. La indiferencia im-pide un vínculo solidario y dificulta la construcción de un proyecto polí-tico que asuma las necesidades de sobrevivencia de todos los seres hu-manos durante su frágil y temporal residencia en este mundo. La lógica política que produce la indiferencia es la de “no me importa, ese no es mi problema”. En cambio, la lógica del amor es la de “me importa y es mi problema”.

Ya existen varios análisis de las conductas humanas que producen esta máquina de deshumanización que es nuestra sociedad, cuyo siste-ma sociopolítico somete a sus habi-tantes a un régimen de indiferencia y crueldad. El capitalismo salvaje, la política neoliberal y el individua-lismo narcisista alimentan estados de sufrimiento y crueldad que son compatibles con lo que se considera una correcta inserción en la socie-

dad: cada quien mira por sí mismo e ig-nora al prójimo.

Creo que la propuesta de López Obra-dor al hablar de “república amorosa” va en la dirección nada desdeñable de ero-sionar la cruel indiferencia a la que nos hemos acostumbrado. Con su “república amorosa” pretende enfrentar la deses-tructuración de la solidaridad y reafirmar el amor como un pilar de la condición humana. Ante la banalización que se ha hecho de su propuesta, valdría la pena que Andrés Manuel López Obrador des-granara con detalle las políticas públicas que implicaría instaurar su “república amorosa”.

Amor y política

M A R T A L A M A S

ANÁLISIS

anualmente en el Presupuesto de Egresos de la Federación, dinero que proviene de los bolsillos de los gobernados. Pero en el citado acuerdo, complementado con el 08/2011, la Secretaría de Seguridad Públi-ca federal ofrece servicios como si de una empresa privada se tratara, pretendien-do ganar por partida doble. Por supuesto, pone a disposición de los particulares re-cursos públicos para su aprovechamiento personal. Lo mismo ofrece servicios de escolta que pueden ir de mil 465 pesos diarios –es decir, 24 salarios mínimos dia-rios por cada agente– hasta 2 mil 460, o sea, 41 salarios mínimos. Aún más, para que un particular pueda disponer de un vehículo oficial para su protección, la SSP federal ha creado una tarifa que ascien-de a casi 3 mil pesos diarios. ¿Usted cree que un profesionista podrá contratar a un agente federal? ¿Qué decir del 99.99% de los mexicanos que tienen derecho a la vi-da y a la protección de su integridad por mandato constitucional?

Tercero. Por si lo que se ha dicho no fuera suficiente para mostrar cómo se atenta contra los derechos fundamenta-les de los mexicanos, la SSP federal cobra cuotas fuera del mercado de la contrata-ción de escoltas. La SSP federal le paga al mes 9 mil pesos a un agente, pero es-ta dependencia le cobra al particular al menos 43 mil 950 pesos por ese elemen-to. En otras palabras, como si se tratara del más leonino tratante de personas, se lleva una ganancia equivalente a casi el 500%. Sobra decir que ninguna empresa

establecida en el marco de la ley podría obtener en México, salvo prueba en con-trario, beneficios tan altos.

Además de exhibir el desprecio al es-tado de derecho que tiene el gobierno del presidente Felipe Calderón, la estrategia comercial es burda por tres razones prác-ticas: a) quien requiera un escolta lo con-trata directamente con elementos que tienen mayores prendas profesionales que los de la SSP, como muchos agentes del Estado Mayor Presidencial o Guardias presidenciales que prefieren trabajar co-mo elementos de protección porque ha-bitualmente esto genera menores riesgos; b) el trato directo le resulta sustancial-mente más económico al interesado en tener para sí la protección que el gobier-no federal ha reconocido que no le puede ofrecer, y c) tiene de este modo la posibi-lidad (no la seguridad, por supuesto) de contar con un ingrediente fundamental: la confianza y la lealtad que difícilmente podrá provenir de la SSP federal.

En suma, el gobierno de Calderón es el peor de los mundos: no sólo no garan-tiza la seguridad, sino que ahora, al final de su mandato, no guarda ni las formas para pretender hacer negocio con el mie-do de los gobernados. ¿No tendrían nada qué decir el PRI y el PRD frente a estas prácticas del gobierno federal que mues-tran el desaseo calderonista?

[email protected]: @evillanuevamxBlog: ernestovillanueva.blogspot.com

L as palabras tienen la particularidad de que pueden emocionar o irritar, enfu-recer o calmar, movilizar o paralizar. De-pende del contexto. En especial la palabra “amor” puede ser decisiva o intrascenden-te, dependiendo de si está llena o vacía de significado. Tal vez por eso a muchas per-sonas unir las dos palabras “república” y “amorosa” les suscita rechazo, burla, enojo o desprecio, mientras que a otras les des-pierta interés, esperanza o felicidad.

En el ámbito de las redes ciudadanas a las que pertenezco, el documento Fun-damentos para una república amorosa, de AMLO, ha producido principalmente re-acciones negativas. En especial, su uso de ciertas palabras con connotación religiosa –prójimo, espiritual, bondad– genera inco-modidad, malestar e, incluso, desconfian-za. Y ante la combinación de la palabra “amor” con la de “república”, la mayoría de mis conocidos coincide con el señalamien-to de Javier Sicilia: “Decir república y amor es un contrasentido”. (Proceso 1833, del 18 de diciembre.)

Sicilia, que irritó a muchas personas con sus besos y abrazos a los políticos, ela-bora sobre una de las condiciones básicas del amor: su no obligatoriedad. “El amor es contrario al poder y, en consecuencia, no puede mandar ni mandarse, no puede nor-mar ni normarse”. Sí, eso que reconocemos como amor sólo se da en libertad. Nadie puede obligarnos a amar. No podemos tam-poco obligar a otros a hacerlo. ¿República amorosa? ¡Híjole! ¿De qué se trata?

Cuando escuché por primera vez “re-pública amorosa” la asociación me moles-tó, pero me puso a pensar.

Me molestó porque mistifica al amor, en sus distintas dimensiones: amor a la

ANÁLISIS

L a función crítica de la universidad es esencial para la vida democrática del país. Sin la crítica, no habría universidad, ni in-teligencia para alcanzar soluciones a los más importantes problemas de la vida, de la naturaleza y de la sociedad, pero, sobre todo, llegarían a imponerse la impunidad, la soberbia, el autoritarismo y la medio-cridad, como ocurre entre gobernantes y candidatos de nuestros días.

A las muchas agresiones que han su-frido académicos, estudiantes y hasta instituciones enteras por la violencia des-atada, por la arrogancia de gobernantes en turno, o por la ineptitud de funciona-rios que desprecian la labor crítica de los universitarios, ahora se suma la amenaza represiva y hasta atentatoria contra la in-tegridad física de quien se atreve a decir las cosas desde la academia.

Se trata, esta vez, de lo que está su-friendo el doctor Arturo Santamaría Gó-mez: una secuencia de calificativos y amenazas, veladas y abiertas, por el he-cho de escribir y decir lo que piensa en sus artículos del periódico Noroeste, de Sinaloa, del cual es editorialista. Ahora el mismo diario ha sido acusado también de ser parte orquestadora de ataques a un funcionario público, al que le han salido ronchas por la crítica a sus actividades políticas y de control sobre la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), institución que otrora se apreciaba por considerarse libertaria.

El pasado 13 de diciembre, el doctor Arturo Santamaría –uno de los más im-portantes y reconocidos académicos de la UAS, exdirector de la Unidad de Ciencias Sociales de la misma en Mazatlán, galar-donado por su destacada labor de inves-tigación y docencia, miembro del Sistema Nacional de Investigadores y autor de li-bros fundamentales para entender la rea-lidad de ese estado tan convulsionado del país– publicó su opinión sobre las recien-tes elecciones sindicales de los trabajado-res administrativos de esa universidad.

Señaló entonces que el rector Antonio Corrales Burgueño, por presión del exrec-tor y actual alcalde de Culiacán, Héctor Melesio Cuén (a quien le han dolido los editoriales de Santamaría), desconoció al ganador de dichas elecciones de traba-jadores administrativos, Marco Antonio Medrano Palazuelos, pese a que el Tribu-nal Colegiado de Distrito había emitido un dictamen a favor de éste.

La acción en contra de Santamaría se produjo primero mediante un desplegado anónimo en el diario El Debate, en donde se le acusa de ser “sicario del periodismo” y se da a entender que su vida podría ser motivo de un atentado. Luego se supo que dicho desplegado había sido enviado por un grupo político que trabaja desde la UAS y se autodenomina “Cuenta Conmi-go”, encabezado por el propio alcalde de Culiacán. Después vinieron más ataques de parte de directores afines a éste, así co-

mo rondines de gente extraña en los alre-dedores de la casa de Arturo Santamaría, y autos estacionados durante horas para amedrentarlos a él y a su familia.

Algunos exrectores de la UAS, Jorge Medina, Audómar Ahumada, David More-no y Rubén Rocha, se pronunciaron de for-ma muy elocuente sobre estas amenazas y expresaron su más amplia solidaridad con el académico, convocando al rector actual, Corrales Burgueño, a “encabezar la exigencia de que los derechos de todos los universitarios y la legalidad de la UAS estén salvaguardados”, como condición básica de que ésta sea un espacio “libre”, “de crítica”, con “diversidad y pluralidad del pensamiento”.

El alcalde de Culiacán, Melesio Cuén, ha mostrado abiertamente su prepoten-cia frente a estos acontecimientos, se ha pronunciado en contra de lo que escribe el doctor Arturo Santamaría, ha refrendado los insultos y calificativos del desplegado anónimo, y no sólo se ha lanzado contra la persona del académico, sino también contra el diario en el que escribe.

Si se permite que la insuficiencia men-tal de muchos gobernantes y funcionarios llegue a mostrarse de forma autoritaria, como es el caso que hemos descrito, la violación sistemática a los derechos hu-manos se hará más aguda, por lo que esto no puede tener ninguna clase de compla-cencias, mucho menos por parte de los universitarios.

En memoria del maestro José Luis Ceceña Gámez, universitario y sinaloense.

Agresión a universitarios

A X E L D I D R I K S S O N

ón y el odioEn el comando que intentó asesinar-

lo en los noventa participaba Iratxe Sor-zábal, actualmente prófuga y quien junto con David Plá e Izaskun Lesaja forma par-te de la actual cúpula dirigente de ETA. Los tres fueron identificados por la policía co-mo los etarras que el pasado 20 de octu-bre leyeron el comunicado que anunciaba el cese definitivo de la violencia. Iratxe le-yó el texto en euskera.

Tras este anuncio Semper escribió una carta a sus padres, que luego hizo pública, en la que recordó la llamada telefónica de un agente de la policía para informarle que estaba en la mira de ETA: “Parece que el co-mando que detuvimos ayer iba a darte ma-tarile… Te has salvado por los pelos, has es-tado más muerto que vivo. Iban a volver, te tienen ganas”, le dijo el agente policiaco.

Sorzábal no es desconocida para Sem-per. Fueron amigos en el barrio y compar-tieron juegos en la infancia, lo mismo que otros miembros de dicho comando. “De pequeño jugué futbol con todos ellos en

el barrio”, asegura el parlamentario vasco, miembro de la llamada “generación Miguel Ángel Blanco”, en referencia a un joven concejal del PP asesinado por ETA en 1997.

“Sus padres eran amigos de mis pa-dres”, prosigue. “Ellos siguieron el camino de la violencia, pero como yo no, entonces pasé a formar parte del enemigo. Esa es la realidad del País Vasco: mi historia es la de miles de vascos, miles que hasta ahora han vivido en silencio en los pueblos vascos pa-ra no convertirse en víctimas del terroris-mo. Pero ahora estamos ante una comple-ja oportunidad para entrar en una nueva etapa.”

Semper advierte que el fin de la acción violenta fue provocado por “una crisis in-terna de ETA y en sus variables (políticas), que se concreta en que los ‘políticos’ le di-cen a los ‘militares’: ‘Durante años uste-des han mandado y llevado la estrategia, pero no está siendo eficaz porque nos de-tienen, nos encarcelan. Las pistolas y las bombas no doblegaron la voluntad del Es-

tado y además tenemos cortada la acción política’. Esa crisis interna que duró años se salda con una victoria de los que quie-ren acabar con la estrategia armada”.

“El ‘pero’ de esta historia es que dicho cambio no es producto de una revisión crí-tica de la estrategia terrorista desde el pun-to de vista moral y ético, sino que es una revisión estratégica: ‘Poner bombas y ase-sinar no nos está dando resultados; por tanto, hay que posicionarnos en el terreno político’.”

El otro lado de la moneda, dice, es que “los hemos derrotado, aunque no sea por convencimiento de ETA”; es una “victoria del estado de derecho y de la resistencia política y civil, no una concesión gracio-sa de ellos”.

Se refiere a que la policía y la justicia de España y Francia debilitaron a ETA al gra-do de que en septiembre pasado se estima-ba que sólo había 50 “miembros libres”, se-gún fuentes del Ministerio del Interior. Sólo entre 2008 y 2010 cayeron seis cúpulas di-rigentes, entre ellas la de Javier López Pe-ña, Thierry, y la de Mikel Garikoitz, Txeroki. De 2008 a 2011 habían sido capturados 336 de ellos y ETA tuvo que renunciar al cobro del “impuesto revolucionario”, una de sus fuentes de financiamiento.

Territorio ETA

Desde las elecciones de mayo pasado San Sebastián, capital de la provincia guipuz-coana, es gobernada por Bildu, una coali-ción de partidos independentistas enca-bezados por la izquierda abertzale (brazo político de ETA). En esos comicios Bildu también obtuvo mayoría en la diputación foral de Guipúzcoa y triunfos en otros ayuntamientos de la costa vizcaína (Ber-meo, Ondarroa, Gernika) y en pueblos gui-puzcoanos como en Hernani, Rentaría, Andoain, así como en Navarra.

La primera medida de gobierno en San Sebastián fue retirar la foto del rey Juan Carlos y en otros nueve ayuntamientos se retiró la bandera española, como en Lizar-za, donde las autoridades de Bildu coloca-ron una bandera con un letrero en el que exigen el acercamiento de los presos de ETA a cárceles del País Vasco.

Sin embargo las principales avenidas de San Sebastián, la zona turística o el cas-co viejo se muestran igual que cuando era gobernada por los socialistas: sigue siendo una ciudad de corte aburguesado, con un alto nivel de vida, buenos servicios públi-cos y una importante presencia de turistas que disfrutan de paseos marítimos o del equilibrio entre las vetustas construccio-nes y los diseños vanguardistas.

No obstante, es la misma ciudad donde fueron asesinados líderes políticos como Gregorio Ordóñez, antecesor de Semper en la dirigencia del PP y candidato a la alcaldía

INTERNACIONAL / ESPAÑA

la reconciliaciEl anuncio por parte de ETA de deponer las armas no es suficiente. Aún falta que la organización separa-tista se disuelva, que su brazo político, la izquierda abertzale, condene el terrorismo y que se inicie un complicado proceso para “extirpar el odio” en el País Vasco, en cuya sociedad cohabitan víctimas y victi-marios. Pero según expertos, ETA tiene prisa: busca que Bildu y Amaiur –organizaciones políticas domi-nadas por la izquierda abertzale– se fortalezcan de cara a las elecciones autonómicas de 2013 para ga-nar por la vía de las urnas lo que no obtuvo por la de las armas: una mayoría nacionalista que impulse una declaratoria unilateral de independencia.

SAN SEBASTIÁN, ESPAÑA.- Borja Sem-per, presidente del Partido Popu-lar (PP) de Guipúzcoa, ha vivido protegido por escoltas armados casi la mitad de su vida: 16 de sus 35 años. La razón: ETA (Eus-

kadi Ta Askatasuna, País Vasco y Libertad, en euskera) ordenó su asesinato en 1995, cuando aún cursaba la universidad; incluso la organización pintó su sentencia de muer-te en la fachada de su casa.

“Yo nací en democracia, pero no he vi-vido en libertad. Desde el colegio, pasando por la universidad y la época adulta, todo ha sido miedo o prevenciones”, dice Sem-per al enviado de Proceso. “En la familia, recuerdo, no existían demasiadas inquie-tudes políticas, pero cuando se llegaban a tocar estos temas, el comentario siempre iba acompañado de la coletilla: ‘Pero en la calle no digas nada’.”

ALEJANDRO GUTIÉRREZ

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INTERNACIONAL / ESPAÑA

y quien fue baleado mientras comía en un bar, en enero de 1995; o por donde transcu-rren los viernes las manifestaciones de los familiares de los “presos políticos vascos”, los “represaliados vascos”, como llaman a los etarras procesados por la justicia.

Gorka, propietario de un restaurante en la calle San Martín, comenta: “Es compli-cado explicar a alguien que viene de fue-ra lo que ha sucedido aquí en el País Vasco. Somos una sociedad muy compleja. Pero cuando caminas por San Sebastián te das cuenta que tenemos un nivel de vida que nos puede equiparar a cualquiera otra ciu-dad europea. Entonces no te explicas por qué aquí ha existido una banda terrorista durante más de 50 años”.

–¿Cómo se vivía antes del anuncio de ETA de deponer las armas, y ahora?

–Siempre vivíamos con inquietud, con miedo. A mí nunca me pasó nada, pero a un amigo de Mondragón le exigieron el impuesto revolucionario. Era lo habitual. Enterré a otro amigo muy querido que lo asesinaron, y también a un vecino.

Gorka dice sentirse ahora más tran-quilo tras el anuncio del fin de la violen-cia “aunque ellos (los etarras) nunca van a reconocer que eso se deriva de su declive y por eso se vieron obligados a dar paso a sus brazos políticos”.

Y es que aparte de Bildu, en las eleccio-nes del pasado 20 de noviembre Amaiur, otra plataforma independentista domina-da por la izquierda abertzale, obtuvo más de 284 mil votos, que le dieron siete esca-ños en el Congreso de los Diputados luego de 18 años de ausencia.

Sin embargo, la mayoría del PP en el Congreso impidió a Amaiur formar un gru-po parlamentario que ésta reclamaba. En la sesión de investidura presidencial de Ma-

abandonar el País Vasco a consecuencia de la violencia terrorista.

En el documento de 40 páginas, la viu-da de Laitegui argumenta que los despla-zados deben ser beneficiados con un plan nacional de reparaciones, y también de-manda que puedan participar en las elec-ciones del País Vasco.

Viuda coraje

El 17 de febrero de 2010 Ramona Garrido declaró al Diario Vasco que durante años dijo que su marido “había muerto en un accidente de coche” debido al ambiente de opresión en el País Vasco contra las fa-milias de las víctimas. Pero en realidad su marido cayó abatido a tiros el 14 de abril de 1981 cuando salía de su trabajo en la empresa Moulinex, en Usurbil, Guipúzcoa.

Sin hacer aspavientos peleó para que se hiciera justicia. Incluso se entrevistó con el presidente francés Nicolas Sarkozy para conseguir que Francia extraditara a Espa-ña a José Antonio Zurutuza Sarasola, Acu-yo, presunto homicida de Latiegui, lo que consiguió en junio de 2004.

Sin embargo la sala penal de la Au-diencia Nacional, presidida por el juez Ja-vier Gómez Bermúdez, acordó el sobre-seimiento de esta causa al considerar que había transcurrido el plazo de prescripción de 20 años previsto en el Código Penal de 1973 vigente en el momento en que se pro-dujo el delito.

En febrero de 2010 Zurutuza fue en-juiciado por los asesinatos del delegado de Telefónica en San Sebastián, Enrique Cuesta Jiménez, y el de su escolta, Anto-nio Gómez García. En la sesión del 12 de febrero Ramona y su hija Amaia Latiegui fueron expulsadas de la sala del juzgado por el magistrado Bermúdez cuando exhi-bían fotografías de su víctima en protesta porque no se enjuiciaba a Acuyo por el ca-so Latiegui.

“Por eso recurrí a Europa, porque aquí no obtuve justicia”, reprochó tras acudir a La Haya.

ETA en México

Vicente de la Cruz, presidente de la Aso-ciación Española de Escoltas, dice en en-trevista que efectivamente en el Distrito Federal, Monterrey y Oaxaca hay perso-nas que han pertenecido a ETA, muchos de ellos con negocios, como restaurantes; algunos arrastran “delitos de sangre” pe-ro están “retirados”; otros han seguido co-laborando con el grupo separatista con el envío de información.

Como consultor de seguridad para al-gunas de las principales multinacionales españolas afincadas en México, De la Cruz dice, “en México, ETA nos ocupa, pero no nos preocupa”.

Explica: “En los análisis de riesgos que elaboramos siempre contemplamos la po-sibilidad de que ETA pueda actuar con-tra los intereses españoles en México, co-mo cometer un secuestro” de empresarios ibéricos.

Así, dice que “por razones de seguridad” su agencia cuida el proceso de selección de personal mexicano que labora en las trasna-cionales españolas para que en ellas no exis-ta algún tipo de fuga de información.

Señala que en muchas entidades es-pañolas a las que se asesora en México “hay directivos de seguridad que conocen muy bien el modus operandi de ETA”.

Sin embargo dice no preocuparle la pre-sencia de personas en México vinculadas con ETA debido a que los “riesgos” de que lleven a cabo un atentado “no son eleva-dos”. Incluso, señala, “sabemos que mu-chos ya no quieren participar en actos de violencia, no quieren reintegrarse (a la or-ganización). ETA se equivocaría si actúa en México, tendrían encima de inmediato al gobierno y a la policía mexicana, se mete-rían en un problema y se les acabaría la po-sibilidad de vivir bien y tranquilos”.

De la Cruz sostiene que funcionarios de la PGR lo han consultado sobre la even-tualidad de que miembros de ETA hubieran asesorado a narcotraficantes mexicanos en la preparación de coches-bomba, como los que ya se han usado en Ciudad Juárez o en Tamaulipas.

Comenta que este tipo de atentados en México lo sorprendió “porque el narco no tiene experiencia en coches-bomba. De hecho yo estaba allá en México y me en-trevisté con un responsable de la PGR. Me preguntó y le dije que había que ver el ex-plosivo y cómo está montado, con el fin de confirmar si viene del entorno etarra”.

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ETA. Historia de atentados

Solicitud a Calderón:

S AN SEBASTIÁN, ESPAÑA.- Cansada de que el asesinato de su esposo José Ma-ría Latiegui –ejecutivo de la empresa Moulinex abatido a tiros por ETA– lleve

impune más de 30 años en España, Ramona Ga-rrido recurrió al fiscal de la Corte Penal Interna-cional de La Haya para denunciar al grupo arma-do por “crímenes contra la humanidad”.

Más aún: el pasado 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, la mujer de 71 años envió una carta a las em-bajadas de México, Cuba, Venezuela y Ar-gentina en España para plantearles que, de ser acreditados los crímenes de lesa huma-nidad, los miembros de la banda estarían impedidos de recibir cualquier tipo de asilo o acogimiento en estos países.

Garrido les solicita que inicien los proce-sos penales contra los etarras afincados en dichos países para que “se verifique hasta dónde llega su responsabilidad en la perse-cución de miles de personas en el País Vas-co, con los cerca de mil asesinados a tiros o en atentados terroristas, las 4 mil personas perseguidas y protegidas por escoltas y las 250 mil personas forzadas a abandonar esta comunidad” por la violencia.

El abogado Miguel Ángel Rodríguez, experto en derecho internacional, calcu-la que en América hay al menos 200 miem-bros de ETA, 40 de los cuales estarían re-sidiendo en México, que tienen o tuvieron participación en la organización o respon-

sabilidades de mando del grupo.Aunque no ofrece datos concretos sobre

estos 40 etarras en suelo mexicano advierte que la información está basada en reportes provenientes de las fuerzas de seguridad españolas.

Autor de la denuncia ante La Haya, fe-chada el pasado 5 de diciembre, Rodríguez dice en entrevista que son respetuosos de la colaboración de México con España en el combate al terrorismo, aunque considera que de acuerdo con la Convención de Gine-bra a los etarras “México tendría que negar-les de facto el acogimiento”.

Explica: “Le pedimos respetuosamen-te a México y a los otros países que inicien los procedimientos legales, porque tenemos sospechas de la presencia de personas im-plicadas en crímenes contra la humanidad, que están bajo alguna forma de acogimien-to contraria a la Convención de Ginebra de 1951, que lo prohíbe.

“Somos plenamente conscientes del enorme esfuerzo de México contra el cri-men organizado que les ha golpeado co-mo a nosotros y de la noble contribución de México a lo largo de la historia en momentos clave de nuestra historia como españoles; por esa razón tenemos confianza en poder explicar al embajador (de México) nuestros argumentos sobre estas 40 personas con responsabilidad internacional presentes en México”.

que repatrie a los etarras

Las cartas están dirigidas a los presi-dentes Cristina Fernández, de Argentina; Raúl Castro, de Cuba; Hugo Chávez, de Ve-nezuela; y Felipe Calderón, de México.

Garrido y Rodríguez entregaron la misiva en la embajada de México en España y pi-dieron un encuentro con el embajador Jorge Zermeño. Sin embargo, debido a que aspira a una senaduría por Coahuila, el panista hi-zo efectiva su renuncia al cargo el 20 de di-ciembre. Hasta esa fecha no se había reuni-do con Garrido. No obstante, el abogado de ésta explicó que esperan tener noticias de las embajadas en este mes, después del pe-riodo decembrino.

En la carta la demandante pide que su escrito sea remitido por los cauces diplo-máticos no sólo a Calderón, sino a los pre-sidentes de la Suprema Corte, Juan Silva Meza; de la Cámara de Diputados, Emilio Chuayffet; al senador panista José González Morfín, así como a los secretarios de Gober-nación, Alejandro Poiré; de Seguridad Públi-ca, Genaro García Luna y a la procuradora general de la República, Marisela Morales.

Rodríguez afirma que la denuncia por delitos contra la humanidad se basa en el hecho de que la “organización terrorista per-petró ataques generalizados o sistemáti-cos contra una población civil y con conoci-miento de dicho ataque”, tal como lo prevé la convención.

Asimismo, ETA llevó a cabo la “perse-cución de un grupo o colectividad con iden-tidad propia fundada”, en este caso, por motivos “políticos” y “nacionales”, como lo señala el artículo 7 de la convención.

No sólo eso, Rodríguez sostiene que es-ta convención ni siquiera exige que haya un procesamiento formal para denegar cual-quier forma de asilo, sino que sólo basta la sospecha de que se cometieron dichos de-litos. Recuerda el caso del general iraquí Yunes Allami, miembro del régimen de Sa-ddam Hussein, a quien se le negó el asilo por haber motivos fundados de que come-tió delitos contra la humanidad o delitos de guerra.

Explicó que aunque México y España mantienen un tratado de extradición, estas medidas son independientes porque recae-rían en el ámbito del derecho internacional. Este tratado de extradición fue reformado en 1995 y entró en vigor un año después, para prever los delitos fiscales y el de terro-rismo (Proceso 969).

Asimismo sostuvo que la Convención de Ginebra prevé “graves responsabilidades in-ternacionales” para los países que no cum-plan con la prohibición expresa de ofrecer asilo a una persona o autoridad que haya cometido delitos contra la humanidad.

El pasado 28 de diciembre, Garrido tam-bién solicitó al Congreso de los Diputados español abrir una Comisión de Investigación sobre la situación de los alrededor de 250 mil desplazados que se vieron obligados a

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Ramona Garrido y su hija. Protesta

INTERNACIONAL / ESPAÑA

taba oliendo fatal; que entre el aire y se vayan los odios. Porque sigue habiendo muy arraigados estratos de odio, donde el asesinato era la máxima expresión de ese sentir”, dice José María Calleja, periodista amenazado por ETA que desde 1995 ejer-ció su actividad escoltado.

Exultante aún por haber podido votar el 20 de noviembre sin escolta –“fue una sensación emocionante llegar al colegio electoral y descubrir que no estaba blin-dado de policías y agentes de civil, y en-trar al casco viejo, donde antes no podía poner un pie”– Calleja añade: “Ahora vie-ne una etapa de largo aliento, fomentar políticas de convivencia y que se haga un relato acorde con lo que ha pasado, que no da igual haber matado que haber sido ase-sinado, esto no es un empate entre dos co-sas iguales”.

Florencio Domínguez –quien descri-be el comunicado de ETA como “el anun-cio oficial” de un declive que se inició en 2001– tercia: “A 70 años de la Guerra Ci-vil en España todavía tenemos problemas derivados de aquella historia. Por tanto las consecuencias del caso vasco tarda-rán muchísimo. Va a ser un proceso duro y no tiene remedio, tenemos que confirmar la desaparición de la violencia, el funcio-namiento de los sistemas democráticos y ver cuál será el relato, qué memoria colec-tiva va a quedar de esta historia, ¿la de los que justificaron los asesinatos y actos te-rroristas?”, se pregunta.

Precisa que si bien existen “etarras pre-sos arrepentidos”, no hay una “revisión au-tocrítica, política o de principios por parte de la organización” y eso provoca “el riesgo de que la historia que justificó el terroris-mo permanezca en un sector de la pobla-ción”, lo que “sería la brasa para otro futu-ro terrorismo”.

Domínguez –director editorial de la agencia Vasco Press– percibe que en el nue-vo escenario “quien lleva prisa” por la re-solución de temas como los presos son las nuevas derivaciones políticas de la vieja Batasuna. “Si tardaron 53 años en poner fin a las armas, no pasa nada por esperar unos meses para comprobar que no haya ruptu-ras en la banda, que es irreversible el paso a su fin y a la violencia. Sin embargo, la pri-sa de ETA es porque tienen la mira puesta en las elecciones autonómicas de 2013, pe-ro no se pueden dar el lujo de exigir nada”.

El presidente de la Asociación Nacional de Escoltas, Vicente de la Cruz es más bien escéptico sobre el comunicado “porque la experiencia nos dice que la banda armada mueve sus intereses en función de sus po-sibilidades. Ahora ante su debilidad ETA se decantó por impulsar que Amaiur llegue a las elecciones autonómicas vascas para tratar de alcanzar una mayoría naciona-lista que les permita una declaratoria uni-lateral de independencia, lo cual sería un pulso muy grave para España”.

El especialista en seguridad basa sus dudas en el hecho de que “ETA no ha apos-tado por la paz duradera”, porque “sabe-mos que al interior de la banda hay una discusión aún hoy día entre los que pre-tenden regresar a la acción armada y los que apuestan por frenar las armas”.

No obstante De la Cruz señala un sig-no real del declive de la banda armada: la disminución en los servicios de escoltas para la seguridad en esa región de Espa-ña. En la etapa de mayor auge, dice, has-ta dos mil 400 de los cinco mil escoltas ci-viles que había en el país se concentraban en la comunidad autónoma vasca y en Navarra. Custodiaban a funcionarios, jue-ces, parlamentarios, empresarios y perio-distas, entre otros.

En los dos últimos años se ha prescin-dido de 700 escoltas, 400 de ellos en sep-tiembre pasado. “Teníamos prevista esa disminución en nuestros escenarios; en mayo próximo, cuando concluya el con-trato con los ministerios del Interior del Estado y del Interior del País Vasco, se re-ducirá 60% o 70% más, con lo cual saldrán otros mil 200 escoltas”.

En su opinión, la parte más difícil del ca-so vasco será regresar a la normalidad so-cial. “Lo veo muy complicado, tienen que pasar tres generaciones para que el País Vasco regrese a la normalidad”, pero ello de-pende de reformas en sectores como el de la educación porque “en algunos pueblos del País Vasco se educa a los niños en el odio: el que no piensa igual, el que no es como los míos, es visto como enemigo”.

Semper, quien en las recientes elec-ciones aún tuvo dificultades para nom-brar candidatos del PP en algunos pueblos guipuzcoanos debido al ambiente opresi-vo en el mundo abertzale, dice que le pre-ocupa el futuro del País Vasco.

“Me preocupa que como sociedad no cerremos correctamente la etapa del terror. Yo tengo un hijo de seis años y no quiero que cuando tenga 18 viva en una sociedad en la que, en alguna circunstancia, utilizar el terrorismo sea justificado. Y esa etapa se cierra exigiendo que Amaiur y la izquierda abertzale renieguen del pasado terrorista”.

“Vivimos en una sociedad en la que ETA ha hecho mucho daño. Ha asesinado a más de 900 personas, pero también ha introdu-cido el odio en una parte de la sociedad que durante años creyó, justificó y defendió la violencia. Una parte de la sociedad a la que se le dijo que asesinarme a mí estaba bien, que era una herramienta política acepta-ble”, dice finalmente este joven dirigente, a quien aún cuidan escoltas.

riano Rajoy, el diputado abertzale Iñaki An-tigüedad le pidió a éste “ser un estadista” y resolver el “conflicto político” en el País Vas-co, reconocer los derechos nacionales de Euskal Herria y cambiar la política peniten-ciaria para acercar a los presos de ETA a cár-celes del País Vasco.

Este último punto es una condición para la eventual disolución de la banda armada. Así lo definió el diputado de Amaiur, Rafael Larreina, en declaraciones a Radio Euska-di: “Se le suele exigir a ETA que se disuelva, pero una organización de este tipo no pue-de disolverse si antes no tiene solucionados los temas técnicos. Junto con la entrega de las armas siempre está en el otro lado qué pasa con las personas que están en prisión”.

En respuesta a Antigüedad, Rajoy fijó una postura diametralmente opuesta. Ad-virtió: “Ni yo ni España les debemos nada, somos acreedores”. Y apuntó que su úni-co deber es “cumplir la ley, las leyes, los re-glamentos y los decretos”.

“Una frase definitoria, ‘no les debemos nada a ustedes’, es para entender la situa-ción en la que estamos”, dice José María Múgica, testigo del asesinato de su padre, el dirigente socialista Fernando Múgica, en febrero de 1996.

Explica: “El terrorismo se ha combati-do con éxito desde la unión y la fortaleza del Estado, con la acción policial y judicial, la aplicación de la Ley de Partidos (que ile-galiza a los partidos que apoyan política-mente la violencia y el terrorismo) y la co-operación internacional”.

No obstante, advierte que el entorno de la banda y otros dirigentes políticos vas-cos buscan envolvernos en un “lenguaje almibarado” que habla de reconciliación, de perdón, de reconocimiento de las víc-timas. Con lo cual “corremos el riesgo de caer en ese lenguaje tramposo, fraudulen-to, que sólo ha dado legitimación histórica al terrorismo”.

“¿Yo con quién tendría que reconci-liarme? Si aquí no hay un conflicto políti-co, aquí existen unos asesinos y unas víc-timas. ¿Perdón?, es una palabra trufada, el perdón es algo personal e íntimo. ¿Víc-timas?, sus víctimas son terroristas cap-turados por la justicia al cometer delitos”, sentencia.

Múgica dice que no le interesa el debate en torno a las exigencias de ETA. Para él lo importante es la “agenda en la que se abor-de el tema de los más de 300 casos de asesi-natos que siguen impunes, sin sentencia ju-dicial; o hablar de los más de 100 mil vascos que tuvieron que abandonar este país por motivo de la violencia. ¿Cómo recuperamos sus derechos ciudadanos?”.

Se refiere al informe del Observato-rio Contra la Impunidad, creado por co-lectivos de víctimas del terrorismo, el cual arrojó que del total de los casi 950 asesi-

natos atribuidos a ETA, en la etapa de la democracia española (a partir de 1976) se cometieron 782, de los cuales 40% carece de sentencia judicial y por tanto sigue im-pune. De estos 314 casos sin sentencia ju-dicial, 134 ya prescribieron.

El odio

Romina Echavarri, dependiente de una tienda en el casco viejo de San Sebas-tián, se dice ajena a la política, y aunque se muestra en desacuerdo con “las bom-bas y los asesinatos” cree que “los espa-ñoles” deben reconocer “la independencia de Euskal Herria, porque todo lo imponen desde Madrid”.

Aunque es parca en sus respuestas, re-conoce que “se ha vivido mucho dolor en el País Vasco”, pero cree que ahora llegó la hora de “pasar página”.

Echavarri sostiene que en su círculo de amigos hay “desde obreros, estudian-tes y alguno de Amaiur; de todos los colo-res”. Por ello, la mejor forma de conviven-cia ha sido “mejor no hablar de política y sólo divertirnos”. Dice que nunca habla-ron abiertamente de esa regla. “No. Mejor así”, comenta.

Al igual que Semper, Vicente de la Cruz, presidente de la Asociación Española de Escoltas, y los periodistas y escritores Flo-rencio Domínguez y José María Calleja, co-inciden, en entrevistas por separado, que se dio un primer paso: el anuncio de ETA de deponer las armas.

Pero todos advierten que aún falta la disolución del grupo vasco, la condena del terrorismo por parte de Amaiur y sobre todo el inicio del largo y doloroso proceso para extirpar el odio.

“Llegamos al punto de abrir las venta-nas y que se ventile la habitación, que es-

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Separatismo. Rechazo popular

Presos de ETA. Tema pendiente

INTERNACIONAL / REDES SOCIALES

RAPHAËL MORÁN

PARÍS.- Odian el control. No tie-nen jefes, partido ni finanzas pero luchan desde los cuatro rincones del mundo y permane-cen en el anonimato. A lo largo de 2011 los internautas que ac-

túan con el nombre de Anonymous desem-peñaron un papel determinante en el jue-go político mundial al apoyar a los rebeldes de las revoluciones árabes y al atacar ciber-néticamente a trasnacionales, sectas, par-tidos, gobiernos y hasta a Los Zetas.

Es complicado entender quiénes son Anonymous y qué quieren. “En reali-dad Anonymous –también usan el apóco-pe Anons– es un estandarte del que cada uno puede apropiarse”, explica Nicolas Da-net, coautor con Frédérique Bardeau del li-bro Anonymous, ¿piratas informáticos o alter-mundistas digitales? (Anonymous: Peuvent-ils changer le monde?) (FYP Editions, Francia, 2011).

Según este comunicólogo –que publi-có el primer libro acerca de los activistas en línea– Anonymous es más una mane-ra de actuar que una organización propia-mente dicha. “La palabra Anonymous vie-ne del foro en línea 4chan, donde la gente puede conversar sin registrarse previa-mente. Cada persona que participa en las pláticas de ese foro se llama, por defec-to, ‘anonymous’. Y dado que las primeras operaciones de activismo en línea se coor-dinaron desde esa plataforma, se les que-dó ese nombre”, dice.

Anonymous se dio a conocer mundial-mente en 2011, pero ya llevaba tres años de actividad.

Su primera acción de envergadura con-sistió en atacar la Iglesia de la Cienciología: En 2008 esa secta publicó un mensaje en video donde el actor Tom Cruise explicaba los fundamentos de esa organización, de la que es miembro. Rápidamente el video fue retomado en YouTube y en varias redes sociales para ser criticado y satirizado. La Iglesia de la Cienciología, dueña de los de-rechos de ese mensaje, pidió que se retira-ra el video satírico, lo que fue visto como un acto de censura por varios internautas.

A finales de enero de 2008 un grupo de ellos, llamándose Anonymous por prime-ra vez, editó un mensaje en video para de-clararle la guerra a la cienciología. Y así arrancó la Operación Chanology: una serie de ataques informáticos como el bloqueo del sitio web de la secta o la saturación de sus líneas telefónicas y de fax.

En los meses siguientes la ofensiva contra la cienciología se extendió a las ca-lles, donde los manifestantes empezaron a usar las máscaras con la sonrisa sardó-nica de Guy Fawkes, el activista católico inglés que conspiró para atacar el Parla-mento británico en 1605.

“Hacktivistas”

Los anónimos no tienen portavoces. Sólo son hackers o individuos con buen conoci-miento técnico de las redes informáticas. Proceso conversó con uno de ellos. Su pseu-dónimo es Okhin y forma parte del colecti-vo Telecomix, que ayuda a los sirios a evadir el bloqueo en telecomunicaciones impues-to por el gobierno de Bashar al Assad.

“Yo rechazo definirme; son los otros quienes nos definen y etiquetan”, explica al reportero que entró en contacto con él vía Twitter. “Algunos dirán que soy un geek (fa-nático de las nuevas tecnologías), un hacker, un loco, un sociópata... y quizá soy un poco de todo esto. Pero antes que nada soy inqui-sitivo con todo (tanto con el funcionamien-to de las relaciones sociales, con la eco-nomía, como con los sistemas virtuales) y pienso que el conocimiento debe compar-tirse con el máximo de gente posible sin restricciones”, subraya.

Okhin, quien dice ser administrador de sistemas de una pequeña empresa en línea en Francia, justifica su anonimato: “No soy anónimo. Mire, podemos conversar. Sim-plemente no pienso que mi identidad civil me define. No es pertinente porque inclu-ye elementos como el género o la nacionali-dad, que no me definen. Sin embargo, en un mundo donde el equilibrio de los poderes no se respeta y donde uno puede ser proce-sado injustamente por haber expresado su opinión, comprendo que algunas personas opten por el anonimato”, escribe.

Admite actuar con el grupo de hackers Telecomix, fundado en 2009 para oponerse al ACTA (Anti-Counterfeiting Trade Agreement o Acuerdo Comercial Antifalsificación), una propuesta que intenta reglamentar la propiedad intelectual a escala mundial. Es-te proyecto generó fuertes críticas ya que propone en ciertos casos obligar a los pro-veedores de internet a divulgar informa-ción de sus usuarios.

Se hacen llamar hacktivistas por la com-binación de hacker (palabra inglesa que de-fine a los piratas informáticos) y activista. “En nuestro grupo hay investigadores en ciencias sociales, políticos, pensadores, in-vestigadores en computación, administra-dores de sistemas en redes, es decir, gente muy variada”, recalca Okhin.

Con otros hacktivistas, Telecomix lleva a cabo desde principios de 2011 la Opera-ción Syria. “Tiene un solo objetivo: permi-tir a los sirios comunicarse y organizarse libremente”, informa Okhin.

La noche del 4 al 5 de septiembre de ese año los hacktivistas tomaron el control de la red siria de internet: cualquier per-sona que se conectara a la red desde Si-ria era redirigida a una página que mos-traba un manual de resistencia contra la

censura virtual que impuso el gobierno de Al Assad.

“Cibertécnicas”

Desde los noventa los hackers inventaron varias formas de protesta en línea. La más usual entonces fue el ataque DoS (denial of service o denegación del servicio).

Un internauta que se hace llamar Ane-aux-Nimousses –del foro Why we Protest que sirve de plataforma de organización para algunas de las operaciones de Anon-ymous y de los Indignados– explica:

“Un ataque DoS es como si mil perso-nas llamaran por teléfono a una persona al mismo tiempo. Esta persona no podría contestar todas las llamadas. Esta opera-ción es igual, con un programa se simu-lan millares de conexiones hacia un sitio de internet. Cuando el ancho de banda de ese sitio se satura, su servidor se ve forza-do a apagarse y reiniciarse.”

Técnicamente la operación no es com-pleja; sólo necesita que muchas computa-doras estén conectadas al mismo tiempo y se vinculen entre ellas para llevar a cabo ese bombardeo que puede quebrar un si-tio de internet. Fue lo que ocurrió a prin-cipios de diciembre de 2010 cuando unos anónimos atacaron el sistema de pago en línea Paypal como parte de la operación Avenge Assange, con la que los internau-tas castigaron a las empresas Paypal, Visa y Mastercard por bloquear los donativos en línea para la organización WikiLeaks, de Julian Assange.

Los ataques DoS están severamente penados en algunos países. En Francia, In-glaterra y Estados Unidos varias personas fueron arrestadas, entre ellos un joven de 15 años, por haber participado en tal ope-rativo. “Sin embargo algunos consideran que bombardear un sitio con miles de co-nexiones es como hacer una marcha en lí-nea, es como hacer un sit-in virtual”, su-braya Nicolas Danet.

Tom Cruise. Primera víctima

Ale

x J.

Ber

liner

Batallas en el mundo virtual

tadunidense de los sesenta, que dio a luz a la cibercultura. (...) Los pioneros de es-ta cultura, como Steve Jobs, cofundador de Apple, están impregnados de la utopía hi-ppie que es muy libertaria y que rechaza la jerarquía”.

El otro pilar de Anonymous es la dimen-sión técnica y el arraigo a internet que per-mite acceder a nuevas formas de compro-miso social o político. “Los hackers insisten mucho en la idea de que ‘eres lo que ha-ces’, no tu nombre, no tu origen o tu color de piel”, puntualiza Danet. De ahí surgió el concepto de “do-ocracy”, es decir “la demo-cracia del hacer”, que privilegia el hacer y no el parecer.

De los foros de discusión como Why we Protest, 4chan o los canales de discusión de formato IRC (internet relay chat) –que per-miten conversar en línea sin necesidad de registrarse– se desprende un espíritu de geeks burlones, críticos, aficionados al de-bate sobre cualquier tema.

Así, de manera colaborativa y espon-tánea se gestaron los ops u operativos pa-ra alterar los sitios de trasnacionales o go-biernos. En los foros, un reducido grupo de personas lanza un tema de conversa-ción que puede desembocar en una pro-puesta y cada cual aporta sus competen-cias técnicas.

Cuando esta conversación agrupa a una “masa crítica” de integrantes se emi-te un mensaje-video con una voz altera-da para conservar el anonimato. Muchas veces estos mensajes están dirigidos a los “ciudadanos del mundo” y aparece la más-cara de Guy Fawkes en medio de un paisa-je apocalíptico.

Y es que muchas veces la iconografía y las palabras de los anónimos revelan un fuerte tono de burla. El activismo en línea se basa en el espíritu del “lol” (laughing out loud o lot of lough... reír a carcajadas o reír-se mucho) o su posterior corrupción “lulz”.

Dado que Anonymous no tiene una cabeza visible, muchas veces sus miem-bros discrepan.

El hecho de que cada cual pueda le-vantar el estandarte de los anónimos se manifestó tras el hackeo de la agencia es-tadunidense de análisis de seguridad e in-teligencia Stratfor: El 25 de diciembre del año pasado un grupo de hackers reivindi-có el robo de datos bancarios de más de 4 mil clientes de ese organismo. A la manera de Robin Hood, los anónimos anunciaron haber desviado más de 1 millón de dólares para depositarlos en las cuentas bancarias de ONG como Care, Save the Children o la Cruz Roja… Un día después un comunica-do de otros supuestos Anonymous negó su responsabilidad en ese saqueo.

Sea quien sea responsable de la ope-ración LulzXristmas, una vez más la perso-nalidad de Anonymous salió a la luz: im-previsibles, burlones y generosos.

El defacing es otro proceso aplicado por los hacktivistas. Consiste en entrar en el sis-tema de un sitio de internet para alterar su contenido. En el apoyo a los opositores de Siria, varias páginas gubernamentales de ese país fueron hackeadas por internautas que colocaron en esos sitios los nombres de las víctimas de la represión del gobier-no de Al Assad.

Otro procedimiento es el dox, con el que se difunden datos personales de in-dividuos de reputación cuestionable. Hac-kers preocupados por la situación en Méxi-co amenazaron con revelar información que vincula a políticos, empresarios, po-licías y militares con Los Zetas en noviem-bre de 2011 en Veracruz. De esta manera Anonymous pudo liberar a uno de sus in-tegrantes que estaba secuestrado por el grupo criminal, como lo documentó el re-portero Jenaro Villamil (Proceso 1827).

De igual forma hacktivistas alemanes lanzaron en los primeros días de este año

la Operación Blitzkrieg, en alusión a los ata-ques relámpago de los ejércitos de Hit-ler en los comienzos de la Segunda Guerra Mundial. Los anónimos abrieron un por-tal llamado NaziLeaks, donde pusieron en evidencia a varias personas cercanas al ul-traderechista Partido Nacionaldemóctrata: revelaron nombres, direcciones, cuentas de correo electrónico y números telefónicos de clientes de tiendas en línea especializadas en la venta de parafernalia nazi y neonazi.

Pero “el modus operandi más llamativo de Anonymous es el impacto en los medios”, afirma Danet. “Crean contenido y apoyan causas, atrayendo a la población y los me-dios, algo que en sí es un modo de acción”.

Sabotaje de sitios gubernamentales, hackeo de datos personales, coordinación en línea, ayuda a los pueblos víctimas de bloqueos de las telecomunicaciones... los medios de los anónimos son diversos pero siempre responden a un objetivo: garanti-zar la libre circulación de la información y alentar a la transparencia de datos para los ciudadanos.

Algunos internautas entrevistados en el foro Why we Protest dicen defender los derechos humanos. El lunes 2 un grupo de internautas sin nombre declaró la guerra a la belga Mittal Steel, el gigante mundial del acero que anunció el despido de dos mil empleados pese a que tiene pingües ganancias.

La particularidad de los hacktivistas es que se incluyen en la categoría de los “som-breros blancos o grises”, es decir que usan su conocimiento para fines que consideran positivos.

Según Danet “la ética de estos cibe-ractivistas resulta de la contracultura es-

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Iconografía lúdica

Manual del buen anónimo

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