Principales estructuras cerebrales

MATERIAL DEL DIPLOMA DE POSTGRADO EN NEUROCRIMINOLOGÍA

UNIVERSIDAD DE VALENCIA ESPAÑA

PRINCIPALES ESTRUCTURAS CEREBRALESIMPLICADAS EN LA VIOLENCIA


PROCESOS QUE INTERVIENEN EN LA MANIFESTACIÓN DE LA VIOLENCIA

Ante el estrés o excitación emocional la información es integrada por los núcleos lateral/basolateral de la amígdala, estableciendo aferencias sensoriales con el núcleo central de la amígdala, el cual proyecta al hipotálamo, principal regulador del sistema nervioso autónomo (SNA) y del sistema endocrino.

La que da lugar a la activación de los sistemas simpático adrenomedular (SAS) y el eje hipotálamo–pituitario adrenal (HPA).


SISTEMA NERVIOSO CENTRAL

SISTEMA ENDOCRINO

EL CEREBRO EMOCIONAL: EL SISTEMA LÍMBICO

La amígdala, es una estructura perteneciente al sistema límbico en el telencéfalo. El telencéfalo se compone:

Corteza cerebral Ganglios basales Sistema Límbico.


AMÍGDALA


TELENCÉFALO


El sistema límbico a su vez se compone de :

Hipocampo Corteza cingulada Fórnix Septum Amígdala Cuerpos mamilares


SISTEMA LÍMBICO


El sistema límbico interviene en la regulación de las conductas motivadas, las emociones (miedo), agresión, alimentación, la conducta sexual o los procesos de aprendizaje y memoria.

Vías de procesamiento de estímulos potencialmente amenazantes hasta el núcleo amigdalino:

Vía cortical (principal): información recibida por el tálamo, que se proyecta a la corteza y de ésta al núcleo amigdalino. Proporciona representaciones detalladas y su tarea consiste en evitar la respuesta inadecuada más que en producir la apropiada.


Vía directa: permite que parte de la información referida al estímulo alcance la amígdala de manera rápida. De especial importancia para una respuesta inmediata en los casos que está comprometida la supervivencia.

LA CORTEZA PREFRONTAL (CPF)

Antonio Damasio, sugiere que existe una relación entre los lóbulos frontales, la emoción y la toma de decisiones.


Las funciones ejecutivas son aquellas que nos permiten dirigir nuestra conducta hacia un fin e incluyen la capacidad para planificar, llevar a cabo y corregir nuestra conducta.

La CPF es una de las áreas que han tenido un desarrollo más tardío y la que diferencia a los humanos del resto de mamíferos, siendo responsable del control último de la cognición, la conducta y la actividad emocional, lo que recibe la denominación de funciones ejecutivas.


Definición de funciones ejecutivas:

Funciones cognitivas de alto nivel implicadas en la planificación, inicio, regulación y la dirección del comportamiento.

La CPF está dividida en cuatro áreas anatomofuncionales:

Dorsolateral, cingular, orbitofrontal y ventromedial.


a) Área dorsolateral

Establece conexión con áreas temporales, parietales y occipitales.

Funciones: memoria de trabajo, organización temporal del comportamiento, razonamiento, formación de conceptos y generación de acciones voluntarias.

Participa en la interacción entre la información sensorial y los núcleos límbicos. Por lo que el estado emocional modifica las impresiones sensoriales al tiempo que éstas pueden influir en el humor de forma coordinada y apropiada.


b) Área cingular

Se localiza en las caras mediales de ambos lóbulos frontales, en la mitad anterior del fascículo cingulado. Incluye al córtex premotor, córtex, prefrontal y córtex límbico.

Funciones:

Procesos motivacionales y control de la atención sostenida.


c) Área orbitofrontal

Situada en la cara basal anterior de cada lóbulo frontal, por encima de las órbitas oculares. Recibe información de todas las modalidades sensoriales y conecta con el sistema límbico.

Funciones:Selección de objetivos y control de los procesos emocionales.


d) Área ventromedial

Participa en la respuesta neural a los sucesos negativos, lo que genera respuestas somáticas (como una “señal de aviso”) que serán reconocidas en un futuro y pudiendo ser evitadas las consecuencias negativas asociadas a los estímulos aversivos por el sujeto.

Funciones:Toma de decisiones, respuestas anticipatorias.


A continuación se explicarán cuáles son las características de los síndromes que se pueden derivar en función del área dañada en la CPF.

Podremos distinguir tres síndromes:

Síndrome prefrontal dorsolateral Síndrome prefrontal medial o del cíngulo anteriorSíndrome prefrontal orbitofrontal


1. Síndrome prefrontal dorsolateral (o síndrome disejecutivo):

Alteración grave de las funciones ejecutivas, generando un alto grado de desorganización, conductas perseverativas y la gran variabilidad de respuestas.

Deterioro de la atención selectiva y excluyente, lo que repercutirá en un pobre control de interferencia e incapacidad para seleccionar y atender a estímulos relevantes en detrimento de los no relevantes.


2. Síndrome prefrontal medial o del cíngulo anterior:Se caracteriza por desmotivación, apatía, pasividad e inercia.

3. Síndrome prefrontal orbitofrontal:

Manifestación de conducta desinhibida, alta tasa de impulsividad y conducta antisocial. Pueden manifestar hiperactividad y parecen tener energía ilimitada, la cual dirigen de forma desorganizada. Propensión a conducta imitativa y de utilización.


Déficits en la atención y, por lo general, poca o nula preocupación por las convicciones sociales y éticas, poca preocupación por las consecuencias que pueda acarrear su conducta sobre, conductas sociopáticas.

La CPF está directamente relacionado en el comportamiento social y tanto la violencia y la agresión se correlacionan con la disminución de la función prefrontal.

Dajas (2010) ha propuesto un modelo multicéntrico y jerárquico descendente y de activación ascendente.


Las zonas prefrontales, tendrían un rol regulatorio descendente modulando la expresión de las conductas motoras a través de conexiones recíprocas con los ganglios basales o el sistema límbico.

A su vez, el complejo límbico-amigdalino (amígdala, núcleo accumbens, e hipocampo) procesaría la integración de la información sensorial externa y su carácter emocional, generando una reacción ascendente y activadora prefrontal.


Está activación se modula por la información y las aferencias del hipocampo que aportan la memoria del individuo y por las aferencias de los ganglios basales (núcleo accumbens y sustancia nigra) que proporcionan el contexto motor y la expectativa de recompensa o beneficios de las respuestas motoras.

La disfunción prefrontal de los individuos con conducta antisocial o psicopática y tendencias agresivas resultaría en un fallo de la inhibición regulatoria de la activación límbica-amigdalina y abriría la posibilidad de respuestas motoras desinhibidas e impulsivas, sin adecuación al contexto.


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