Primeros lectores una soledad muy grande. jugar conmigo · Primeros lectores 166684 Pocosmimos era...

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Nadie quiere jugar conmigo Gabriela Keselman Ilustraciones de Miguel Ordóñez

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Primeroslectores

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Pocosmimos era un castor muy chiquitito, pero tenía una soledad muy grande. Y, por más que lo intentaba,nadie quería jugar con él.

Toda la ternura y el humor de Gabriela Keselman en un libro para los más pequeños.

Nadie quierejugar conmigoGabriela Keselman

Ilustracionesde Miguel Ordóñez

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IGO

Ni los patos ni los gatos ni los osos

han venido a mi fiesta… ¿Alguien tiene un truco

para hacer amigos?

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Primera edición: mayo de 1997

Edición ejecutiva: Gabriel Brandariz Coordinación editorial: Paloma Jover Coordinación gráfica: Lara Peces

© del texto: Gabriela Keselman, 1997© de las ilustraciones: Miguel Ordóñez, 2009 © Ediciones SM, 2015

Impresores, 2 Parque Empresarial Prado del Espino 28660 Boadilla del Monte (Madrid) www.grupo-sm.com

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Para Anna.

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Había una vez un castor llamado Pocosmimos.

Era muy chiquitito, pero tenía una soledad muy grande.

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Un día, Pocosmimos se sentó debajo de una nube. La más negra que encontró. Arrancó una zarzamora. Y la arrojó hacia ninguna parte. Luego, cogió otra. Y la lanzó más lejos todavía. Así, hasta dejar el arbusto pelado.

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Después, apoyó la cabeza en su almohada de setas. Y se puso a llorar.

Lloró y lloró hasta que las palabras se le mojaron.

–¡Buaadie ee gaaar ooonmioooooo! –se lamentaba.

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Cuando las lágrimas se secaron un poco, la cosa se aclaró.

–¡Na die eee gaaar con mi go! –dijo, hipo va, hipo viene.

Pero, hasta que no se sonó la nariz, no se le entendió ni torta.

–¡Nadie quiere jugar conmigo! –suspiró al fin.

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Cuando ya no le quedó ni un puchero, ni un gemido, ni un resoplido, Pocosmimos tuvo una idea. ¡Una fiesta! Haría una fiesta en el río. En su islote preferido.

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