primeras conquistas árabes.pdf

12
[ESCRIBIR EL NOMBRE DE LA COMPAÑÍA] Primeras conquistas árabes Imperios bizantino y persa sasánida

Transcript of primeras conquistas árabes.pdf

Page 1: primeras conquistas árabes.pdf

[ESCRIBIR EL NOMBRE DE LA COMPAÑÍA]

Primeras conquistas árabes

Imperios bizantino y persa sasánida

Page 2: primeras conquistas árabes.pdf

2

Introducción:

Como describe Félix M. Pareja al comenzar La Religiosidad Musulmana, la causa de

que al islam también la llamen “religión del desierto” es que el bloque compacto de

países musulmanes, curiosamente, va a estar limitado por una línea pluviométrica

imaginaria donde no se superan los cincuenta centímetros de precipitación anual. Esta

línea parte de Dakar, en la costa occidental de África, el límite de esta zona lo da una

línea casi recta que llega hasta la entrada sur del mar Rojo, y torciendo hacia el sur, para

englobar la península somalí, sube enseguida para rodear la cuenca del Indo. Por el

norte, la línea de demarcación corre a lo largo del litoral mediterráneo africano,

incluyendo Asia Menor y Asia Central1.

Estos límites encuadran una región amplísima que correspondería con las fronteras

actuales, pero lo cierto es que no siempre ha sido así. Estos territorios han ido

anexionándose a través de las conquistas desde el siglo VII. El foco de estas, y también

cuna del islam, fue la región de Arabia. Esta zona se presenta como un territorio vasto

donde predominan las franjas desérticas, por las condiciones climatológicas antes

mencionadas, que determinó una forma de vida nómada. A estos nómadas del desierto

se les denominaba convencionalmente beduinos. Vivían organizados en tribus en un

estado de anarquía y su economía dependía de los rebaños formados por ovejas y

camellos. Junto a este nomadismo se podían observar civilizaciones más avanzadas y

desarrolladas en puntos de la península arábiga como lo eran el reino de Saba o el

imperio de los “Homeritae” o del rey de Himyar en la llamada “Arabia feliz”, por otra

parte en plena decadencia y disolución en tiempos del Profeta.

Fuera de la península propiamente dicha, se pueden encontrar en el siglo III d. C reinos

más definidos como el de la reina Zenobia, situado en un oasis del desierto Sirio,

aunque no perduró mucho más en el tiempo ya que los romanos volvieron a tomar el

control de esta área bajo el mandato del emperador Aureliano en el año 272 d.C, o el de

los Nabateos, incorporado en el 106 a la provincia árabe por Trajano.2 Otro ejemplo de

agrupaciones estables de árabes es el pueblo gobernado por el apodado “rey de todos los

árabes”, Imbru´l-Qays, m. 328 d.C., cuya lápida fue encontrada en las afueras del fuerte

romano de Nemara. Esta lápida es descrita por Hugn Kennedy como “un documento

único del período que evidencia el desarrollo de la idea de los árabes como un grupo

1 PAREJA, F. M. La religiosidad musulmana. Biblioteca de autores cristianos, Madrid, 1975. Pag.3.

2 GABRIELI F. Mahoma y las grandes conquistas del Islam, Guadarrama, S.A., Madrid 1967. Pag.27.

Page 3: primeras conquistas árabes.pdf

3

con una identidad propia, distinto de los romanos, los nabateos y demás.”3 Durante los

siglos V y VI la tribu Kinda intentaba hacerse con la hegemonía meridional de la

península. Y finalmente en el Hiyaz central surgieron las dos pequeñas ciudades de La

Meca y Yaṯrib (la futura Medina) y la aún más pequeña Tā’iif.

En el siglo VI d.C. la media luna fértil se encontraba dominada por dos grandes

imperios, los bizantinos4 en Siria y Palestina y los persas sasánidas en Irak, los cuales

protagonizaban constantes luchas por arrebatarse unos a otros la soberanía de las rutas

comerciales marítimas y terrestres. Javier Arce escribe en su ensayo: “Persia es el

enemigo supremo, el mejor enemigo -como diría el Emperador Juliano en una carta-.

Y así, el enfrentamiento entre Roma y Persia fue a la vez épico y obsesivo. Conquistar

Persia es el gran sueño del Emperador romano”5. Estos territorios, precisamente fueron

el primer objetivo del ejército musulmán en el comienzo de la expansión y que

desarrollaremos más adelante.

Atlas mundial, Aguilar, 1997

3 KENNEDY, HUGH. Las grandes conquistas árabes. Crítica, Barcelona, 2007. Traducción castellana de

Luis Noriega. Pag.31. 4 Con el término “Bizantino” nos estamos refiriendo al Imperio romano de Oriente, aunque esta

expresión es ajena al lenguaje de la época, ya que ellos se hacían llamar romanos, utilizando el término griego romaioi aunque sus adversarios musulmanes los conocieran como rum. 5 ARCE, JAVIER. Erytheia, La frontera del imperio persa: Constancio II y Heraclio. C.S.I.C. 1987.

Page 4: primeras conquistas árabes.pdf

4

Escenario de los imperios bizantino y persa antes de la conquista:

El Imperio bizantino se encontraba en crisis, tanto interna como externa desde el último

tercio del siglo VI: se perdieron las conquistas realizadas por Justiniano, Italia cedió

ante los lombardos, se produjeron constantes ataques de búlgaros y eslavos en la

frontera del norte y la rivalidad con el Imperio persa acababa de provocar momentos de

máxima confrontación. Cosroes II, emperador sasánida, había conquistado Siria,

Palestina y Egipto entre el 613 y 619 d.C. y había llegado a asediar Constantinopla.

Finalmente Heraclio, emperador bizantino, recuperó todos los territorios perdidos frente

al Imperio persa entre los años 627 y 630 d.C.

La situación interna del Imperio bizantino no era mucho mejor: estos territorios habían

sido años atrás la cuna del cristianismo y también de grandes discusiones sobre éste que

provocaron un alejamiento de las dos clases o castas sociales del Imperio, ya que en

cada una de estas prevalecía una rama teológica diferente a cerca de la naturaleza de

Cristo: los monofisitas, que eran generalmente ciudadanos de aldeas, monasterios

rurales y campamentos árabes, y los diofisitas o calcedonios, con los que se identificaba

a las autoridades imperiales y élites urbanas griegas y consideraban a los anteriores

subversivos y herejes y por lo tanto eran perseguidos. Otro de los factores de la

decadencia fue la propagación de la peste bubónica que hizo mermar la densidad de la

población.

El Imperio sasánida tampoco se encontraba sólidamente unificado: existían grandes

conflictos horizontales entre la aristocracia persa y los pueblos vencidos, no había

unidad imperial sino una gran brecha social y económica. Existían diferencias

religiosas, ya que la población en general solo se había convertido de manera aparente a

la ortodoxia zoroastriana o mazdeista. Otro factor de la desestabilidad del Imperio

fueron los efímeros reinados que se produjeron después del asesinato de Cosroes en el

628, ya fueran por la muerte natural del gobernante o por homicidio. Y por supuesto la

gran guerra antes mencionada, que tanto daño había hecho al Imperio romano, también

había sido un desastre para los sasánidas.

Como podemos observar hasta el momento, el papel que los árabes habían

desempeñado en la historia había sido lo suficientemente marginal como para no atraer

sobre ellos la atención del historiador. Los grandes relatos de las grandes batallas

escritas hasta ahora habían tomado como protagonistas los imperios anteriormente

Page 5: primeras conquistas árabes.pdf

5

expuestos y apenas se nombran en los anales de la historia a ningún guerrero o

acontecimiento importante desarrollado en la península arábiga hasta el siglo VII. Las

incursiones de sarracenos6 en el territorio bizantino o persa eran escasas y si se daban

eran llevadas a cabo por pequeños grupos tribales. Los gobernantes de los imperios

limítrofes pactaron con los reinos gasaníes y lajmíes para que mantuvieran a los

beduinos en condición de amigos y no penetraran más allá de sus fronteras. Pero como

vamos a descubrir posteriormente este pacto no les fue de gran ayuda ya que tanto ni los

gasaníes como ni los lajmíes tendrán mayor inconveniente en abandonar el servicio de

los emperadores para pasar al del nuevo jefe religioso que llegaba desde el sur.

En vísperas de la aparición del Islam, el Próximo Oriente mediterráneo vivía totalmente

ajeno a la posibilidad de un ataque desde aquellas zonas del sur y menos que resultaran

vencedoras, pero se hallaban en tal situación de debilidad defensiva y política que es

comprensible que la expansión islámica obtuviera unos resultados tan rápidos y

contundentes.

Orígenes de la conquista:

Muḥammad nace hacia el año 5707 en el seno de una de las ramas más distinguidas de

arabia, la tribu de Quraysh. Para esta época ya se habían fundado en las montañosas

áreas del Hiyaz, pequeñas ciudades comerciales y agrícolas, las más importantes van a

ser Meca y Medina y los habitantes de estas serían los llamados a convertirse en la élite

del antiguo Imperio musulmán. Un hombre con tanta influencia como Muḥammad

pronto se labró adeptos pero, como es lógico, también enemigos entre los habitantes de

su ciudad natal, La Meca. Estos poseían un escepticismo despectivo y una oposición

basada en el temor de que Muḥammad comprometiese las instituciones religiosas o

comerciales sobre las cuales se basaba su poderío8. En el año 622 d.C. la situación se

había vuelto insostenible y este marcha a Medina junto con un pequeño grupo de

seguidores entre los que se encuentran Abū Bakr, Umar y Uthmān, que posteriormente

serían los sucesores del profeta. Estos hombres que originariamente habían apoyado a

Muḥammad van a formar un grupo social llamado los Muhāğirūn, que se van a

6 Originalmente, en los siglos II y III el término “Sarrakenoi”, sarracenos, designó a una tribu árabe del

Sinaí; más tarde designa a los árabes en general y termina siendo usado en referencia a los árabes no sujetos al imperio romano. 7 La fecha no es precisa. La tradición la hace coincidir con el “año del elefante” de la fallida expedición

del abisinio Abraha contra el santuario del Niyaz, en el 570 o poco antes. 8 CAHEN, CLAUDE, El Islam. Desde los orígenes hasta el comienzo del Imperio Otomano, Madrid, 1979.

Page 6: primeras conquistas árabes.pdf

6

diferenciar de los ansār de Medina. Este periodo se va a tomar como referencia ya que

es considerado para los musulmanes como el momento “ideal” del Islam. Se trata de un

embrión de estado asentado en una ciudad sin la presión de los qurayshíes y con el

profeta como hombre de estado. Pronto empezarán las actividades bélicas: en el 624

tuvo lugar la batalla de Badr entre los mecanos y los medinenses de Muḥammad. Más

tarde estos volvieron a intentar tomar Medina, aunque sin éxito ya que fueron

derrotados en la batalla de la Zanja o el Foso. En el 628 se acordó una tregua en

Hudaybiya y en el 630 se pudo ocupar la cuidad de La Meca.

A la muerte de Muḥammad, en el 632, se designó como califa9 a Abū Bakr. Mientras

tanto, la influencia que Muḥammad había tenido sobre las tribus cercanas se volvió en

contra del nuevo gobernante, unos consideraban que el pacto había sido un contrato

personal que habría perecido con su muerte, otros se negaban a pagar impuestos a

Medina y otros como la tribu de los banū Hanīfa, declararon que ellos también tenían un

Profeta. Todas estas rebeliones dieron lugar a unas guerrillas internas que fueron

denominadas la ridda, a las que Abū Bakr y Umar combatieron gracias a la excelencia

guerrillera de Jālid b. al-walīd que aplastó a los banū hanīfa y que junto con Amr b. al-

Ās sería una de las piezas fundamentales del éxito de las conquistas posteriores.

Abū bakr se había dado cuenta que sólo la perpetuación y expansión de este ciclo de

victorias y conquistas iniciado por Muḥammad podía asegurar el Estado creado por éste,

así los árabes se lanzaron sobre Oriente.

Batalla de Yarmuk:

No es muy sorprendente que el primer territorio al que dirigieron sus conquistas la

comunidad musulmana fueran las regiones de Siria y Palestina. Estas eran provincias

del Imperio bizantino y estaban gobernadas desde Constantinopla. La zona de Siria ya

había despertado interés en antiguos habitantes árabes, como hemos mencionado antes

al hablar de la tumba de Imruʼ l-Qays o el reinado de Zenobia. Según David Levering

Lewis, Muḥammad habría viajado a Siria en caravana hacia el año 595, periodo de

tranquilidad relativa ya que cuatro años antes el emperador Mauricio y Cosroes II se

9 Los califas, de la palabra árabe خليفة "representante" ya no van a ser profetas sino que la Ley ya ha sido

dada y ellos deben aplicarla y regir la comunidad de forma que aquella encuentre aplicación, pero sin autoridad verdadera para interpretarla mejor que otro cualquiera.

Page 7: primeras conquistas árabes.pdf

7

habían comprometido a iniciar una nueva era de paz10

. Abū Sufyān, líder de la

oposición mecana a Mahona, tenía propiedades en Jordania, en el distrito de Balqā, al

sur de Amman. Pero más importante es que en estos territorios se encuentra el primer

foco de oración de los musulmanes, la ciudad de Jerusalén.

Los primeros ataques contra Siria fueron enviados por Muḥammad, no con mucho

éxito, pero fueron sentando las bases para expediciones posteriores dirigidas por Abū

bakr. En ellas se vislumbró a dos comandantes: Jālid b. al-walīd, que resultó ileso de la

expedición norte del Camino Real y desde entonces fue apodado “espada de Dios” y

Amr b. al-Ās, que ayudó a ganar la batalla contra Tabūk.

Otro de los comandantes que fue elegido para librar estas batallas contra Siria fue

Yazīz, hijo de Abū Sufyān, que llevo consigo a su hermano, Mu‘āwīya, y que a su

muerte le sucedió en el mando de la conquista siendo nombrado, al terminar esta,

gobernador de Siria y más tarde primer califa de la dinastía Omeya.

La primera victoria musulmana fue la de Dāthin, cerca de Gaza. Fue un triunfo pequeño

pero alertó a las autoridades bizantinas de la nueva amenaza del sur. A partir de

entonces se sucedieron una serie de pequeños ataques en la frontera hasta la siguiente

fase de la conquista dirigida por Jālid b. al-walīd, quien condujo a su ejército por el

desierto, en una lucha contra la resistencia, hasta llegar Siria en el 634 d.C. y dio

comienzo a la conquista de Damasco. En esta se reunieron los principales líderes de los

ejércitos musulmanes y asediaron la ciudad. Se cuenta que cada uno de ellos se colocó

en cada una de las puertas de la muralla cortando el paso a hombres y caravanas de

alimentos. Estos comandantes eran: Jālid b. al-walīd, Amr b. al-Ās, Abū Ubayda y

Yazīz b. Abī Sufyān.11

Finalmente damasco cayó y se establecieron los pactos de la

rendición. Ante estos hechos, el emperador Heráclio retrocedió a Antioquía, donde

ordenó a Teodoro unir fuerzas y organizar todas las tropas para llevar a cabo la

expulsión de los musulmanes de Damasco. Este ejército se reunió en Yābiya, en los

Altos del Golán. Por otro lado, los ejércitos musulmanes se habían unido formando,

según fuentes modernas, un ejército de entre 24.000-40.000 hombres12

.

10

LEVERING LEWIS, DAVID. El crisol de Dios. El islam y el nacimiento de Europa (570-1215), Paidós orígenes, Barcelona, 2009. Traducción de Vanesa Casanova. 11

KENNEDY, HUGH. Las grandes conquistas árabes. Crítica, Barcelona, 2007. Traducción castellana de Luis Noriega. 12

Akram, A.I., The Sword of Allah: Khalid bin al-Waleed. His Life and Campaigns, tercera edición. 2004.

Page 8: primeras conquistas árabes.pdf

8

Esta batalla entre los ejércitos del Imperio bizantino y el califato ortodoxo va a ser

conocida como la batalla de Yarmūk, por haberse desarrollado a orillas del rio con el

mismo nombre.

La batalla de Yarmūk consistió en una serie de conflictos que se prolongaron durante

más de un mes y que culminó en una gran batalla hacia el 20 de agosto del año 636. La

táctica utilizada por el ejército musulmán fue la de separar a la infantería de la caballería

en una difícil maniobra. El comandante Abū Ubayd retiró a sus hombres de sus

posiciones adelantadas en un simulacro de retirada, la infantería del ejército bizantino,

encabezados por el general Vahán, se apresuró a ocupar las posiciones que habían

dejado libres los enemigos y empezó a perseguirle sin prestar atención a los hombres de

Jālid b. al-walīd, que estaban escondidos en los terraplenes, preparados para tenderles

una emboscada.

La derrota de Yarmūk fue una catástrofe para los bizantinos. Tras la batalla, Heraclio

quedo sin fuerzas ni ánimos para formar un nuevo ejército y como consecuencia fueron

cayendo una a una las provincias bizantinas cercanas a Damasco como Homs, Calcis y

Antioquía y por supuesto, Jerusalén, donde según la tradición, Muḥammad dio

comienzo a su famoso viaje nocturno en el que le fueron revelados los secretos de los

cielos. La resistencia más fuerte se dio en las costas sirias y palestinas donde la

civilización griega se había arraigado con más firmeza, pero finalmente fueron

conquistadas.

Batalla de Qādisiya:

Persia fue la siguiente. Jālid b. al-walīd probablemente llegó a los límites de Irak hacia

el año 633, su ejército era bastante reducido pero disciplinado. Su primera conquista fue

la ciudad de Hīra, en la cual no se opuso apenas resistencia. En el 634 muere Abū bakr y

le sucede Umar b. al-khattāb, que decidió enviar a otro ejército a los territorios

fronterizos de Irak para asegurar la lealtad de las tribus. Este mismo año el ejército

comandado por Abū Ubayda se enfrentó contra el ejército persa en una batalla que se va

a denominar la Batalla del Puente, donde la caballería musulmana fue asustada por los

elefantes persas al cruzar el puente y no les quedó más remedio que luchar cuerpo a

cuerpo. La pérdida del combate fue demoledora para los musulmanes que emprendieron

la retirada.

Page 9: primeras conquistas árabes.pdf

9

Tras esta derrota se procedió a la reorganización del ejército musulmán que ahora

dirigido por Muthannā13

, se dedicaba a hacer pequeñas incursiones fronterizas. Los

nuevos reclutas que aumentaron las filas del ejército musulmán estuvieron encabezados

por Ŷarīr b. Abd Allāh al-Baŷalī, que se había convertido al Islam algunos años antes

de la muerte del Profeta. La relación entre estos dos últimos dirigentes no fue del todo

buena por lo que Umar decidió organizar otro ejército capitaneado por Sa‘d b. Abī

Waqqās, mecano de conversión temprana que peleó junto al profeta en la batalla de

Badr.

Con esta reorganización del ejército, los musulmanes se dispusieron a atacar de nuevo

en la pequeña ciudad de Qādisiya, donde se decidiría el destino de Irak. Esta batalla se

ha caracterizado por ser la base de grandes leyendas en torno a la idea de cómo un

ejército árabe reducido pudo vencer al gran ejército persa. Existe también la

incertidumbre respecto a la fecha en que ocurrió la batalla (se cree que ocurrió entre el

634 y el 640 d.C., siendo muy probable que haya ocurrido alrededor del año 636 d.C.).

Aunque el comienzo de la batalla se desarrollara a favor de los persas, cuando llegó el

tercer día de la batalla, se cuenta que los árabes consiguieron asustar a los elefantes

persas disfrazando a sus caballos y así lograron continuar con su ataque durante la

noche. A pesar de esto parece ser que los enfrentamientos más intensos se libraron a pie,

subrayando la importancia de los arqueros, que quizá fue el factor clave para el triunfo

de las tropas musulmanas en esta contienda. Finalmente se produjo la muerte de

Rostam, el general persa. Algunas fuentes señalan que fue decapitado por un guerrero

llamado Hilāl ibn `Ullafah, quien anunció su hazaña mostrando la cabeza del general a

los soldados, y ante esto, los ejércitos persas dieron lugar a la retirada, otras hablan de

un tal Qays ben al-Makšuḥ, que más tarde escribiría un poema épico relatándonos lo

sucedido:

‹‹Traje los nobles caballos desde Ṣanāʼ, que pisaban

el suelo llevando altivos jinetes bien armados como leones;

Hasta llegar a Wādī al-qurà, luego, la tierra de Kalb,

el río Yarmūk y la Capital de al-Šām.

Tras un mes de cabalgar veloces alcanzaron al-Qādisiyya,

13

Muthannā b. Hāritha perteneció a la rama menor de la tribu Banū shaybān, que habitaban las dunas desérticas del este de la ciudad de Hīra. Este fue el primer hombre que realizó incursiones en los territorios de la frontera persa acompañado por todo aquel que quisiera seguirle y así labrarse una reputación y ser aceptado como líder tribal.

Page 10: primeras conquistas árabes.pdf

10

es cuando, combatiendo, iban sangrando hasta sus codos;

Allí mismo nos enfrentamos al enorme ejército de Cosroes

y a sus mandos: los hijos de la noble aristocracia nefasta;

Cuando vi que los caballos se movían por allí a sus anchas,

me dirigí hasta el puesto designado al Rey de la Alteza;

Entonces le corté la cabeza y la dejé rodando por el suelo

con un sable que no era torcido ni de poco cortar,

en tal campo de batalla Dios hizo que triunfara el bien,

el hacer bien siempre crece y florece ante el Dios Uno.››14

Y otras simplemente se limitan a anotar que “su cuerpo estaba cubierto de tantísimos

golpes y cortadas que no pudo determinarse quién le había dado muerte”. La

descripción más heroica de los hechos es la que describe a Rostam muriendo en un

combate individual con Sa‘d b. Abī Waqqās. Sea como fuere el hecho es que la victoria

de los musulmanes fue tan devastadora para los persas que no consiguieron volverse a

recuperar, dejando vía libre para las futuras conquistas de los territorios colindantes.

Pronto los árabes conquistarían la capital de Persia, Ctesifonte, que fue rápidamente

evacuada por Yazdgerd tras un breve asedio.

Atlas mundial, Aguilar, 1997

14

SOBH, MAHMUD. Historia de la literatura árabe clásica, Cátedra, Madrid, 2002. Pag.271.

Page 11: primeras conquistas árabes.pdf

11

De esta manera fue como un pueblo olvidado como el de arabia, al que nadie había

dirigido su atención anteriormente, consiguió derrotar a las dos superpotencias de la

época ampliando sus territorios de manera abismal. Estos dos Imperios cedieron el

Creciente Fértil a este pueblo atrasado e inspirado por una nueva religión, que

posteriormente continuaría su avance hasta convertirse también en el gran Imperio de la

época, el Imperio musulmán, que permanecería en auge hasta la llegada del Imperio

otomano.

Page 12: primeras conquistas árabes.pdf

12

Bibliografía:

Principal:

- KENNEDY, HUGH. Las grandes conquistas árabes. Crítica, Barcelona, 2007. Traducción

castellana de Luis Noriega.

Secundarias:

- ARCE, JAVIER. Erytheia, La frontera del imperio persa: Constancio II y Heraclio. C.S.I.C.

1987.

- AKRAM, A.I., The Sword of Allah: Khalid bin al-Waleed. His Life and Campaigns, tercera

edición. 2004.

- CAHEN, CLAUDE, El Islam. Desde los orígenes hasta el comienzo del Imperio Otomano,

Madrid, 1979

- DOLORS BRAMON, Una introducción al islam: religión, historia y cultura, Crítica,

Barcelona, 2002, traducción de Rosa Lluch Bramon.

- GABRIELI F. Mahoma y las grandes conquistas del Islam, Guadarrama, S.A., Madrid

1967.

- LEVERING LEWIS, DAVID. El crisol de Dios. El islam y el nacimiento de Europa (570-

1215), Paidós orígenes, Barcelona, 2009. Traducción de Vanesa Casanova.

- LADERO QUESADA, M. A., El mundo islámico, de los orígenes al siglo XI, historia 16,

Madrid, 1995

- PAREJA, F. M. La religiosidad musulmana. Biblioteca de autores cristianos, Madrid,

1975.

- SOBH, MAHMUD. Historia de la literatura árabe clásica, Cátedra, Madrid, 2002

- TREVOR LING, Las grandes religiones de Oriente y Occidente, Itsmo, Madrid, 1968.