Prevención Del Delito y Derecho Penal

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2 jur í dica Suplemento de análisis legal OPINIÓN Las opiniones vertidas son de exclusiva responsabilidad de los autores. Sugerencias y comentarios: [email protected] Directora (e): Delfina Becerra González | Subdirector: Jorge Sandoval Córdova | Editor: Francisco José del Solar | Coeditora: María Ávalos Cisneros | Editor de diseño: Julio Rivadeneyra Usurín | Diagramación: Giovanna Caro Acevedo jur í dica Jurídica es una publicación de 2008 © Todos los derechos reservados MARTES 15 DE DICIEMBRE DE 2009 C entrar la atención en el problema de la persecución de la delincuen- cia en nuestro país nos revela un sistema de impartición de justicia lento, engorroso, de difícil entendimiento; una política económica distante de satisfacer las necesidades básicas de la gran mayo- ría; una creciente inseguridad ciudadana y colectiva, cada vez más desbordante. Carecemos de opciones y alternativas vá- lidas para la superación de jóvenes y adul- tos, no hay la consideración debida a los elementos básicos de la sociedad, pues, la familia y sus integrantes están desprote- gidos, contexto en el cual las condiciones para el incremento de la criminalidad es- tán dados. La percepción que surge es que el de- lito se halla presente en el ámbito políti- co, social y económico del diario aconte- cer, prevaleciendo cada vez más con una combinación de factores y circunstancias, frente al Estado que se muestra incapaz de combatirlo y sólo reacciona ante la co- yuntura, agravando o creando delitos de tipología abierta. Los Estados en general han adoptado políticas criminales utilizando como he- rramienta fundamental al Derecho Penal, con un sistema punitivo represor, con un procedimiento implacable, estigmatizante e inquisitivo, orientado principalmente a tipificar meras inconductas como delitos, encarcelando a quienes quebrantan tales normas, indiferentes al estado deprimen- te y saturado de los establecimientos de reclusión, imponiendo penas que parecen satisfacer solo el afán de venganza de la comunidad hacia el vulnerador de sus preceptos. Solo así se explica que no se hayan adoptado políticas de acercamiento al problema que encierra el porqué se gene- ra el delito. Se ha expresado anteriormente que las políticas antidelictivas se han orientado principalmente en lo represivo, esto es, la sanción y el castigo al comportamiento DANIEL CABALLERO CISNEROS Ex presidente del CNM Prevención del delito y Derecho Penal

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  • 2 jurdica Suplemento de anlisis legal OPININ

    Las opiniones vertidas son de exclusiva responsabilidad de los autores. Sugerencias y comentarios: [email protected]

    Directora (e): Delna Becerra Gonzlez | Subdirector: Jorge Sandoval Crdova | Editor: Francisco Jos del Solar | Coeditora: Mara valos Cisneros | Editor de diseo: Julio Rivadeneyra Usurn | Diagramacin: Giovanna Caro Acevedojurdica

    Jurdica es una publicacin de

    2008 Todos los derechos reservados

    MARTES 15 DE DICIEMBRE DE 2009

    Centrar la atencin en el problema de la persecucin de la delincuen-cia en nuestro pas nos revela un sistema de imparticin de justicia lento, engorroso, de difcil entendimiento; una poltica econmica distante de satisfacer las necesidades bsicas de la gran mayo-ra; una creciente inseguridad ciudadana y colectiva, cada vez ms desbordante. Carecemos de opciones y alternativas v-lidas para la superacin de jvenes y adul-tos, no hay la consideracin debida a los elementos bsicos de la sociedad, pues, la familia y sus integrantes estn desprote-gidos, contexto en el cual las condiciones para el incremento de la criminalidad es-tn dados.

    La percepcin que surge es que el de-lito se halla presente en el mbito polti-co, social y econmico del diario aconte-cer, prevaleciendo cada vez ms con una combinacin de factores y circunstancias, frente al Estado que se muestra incapaz de combatirlo y slo reacciona ante la co-yuntura, agravando o creando delitos de tipologa abierta.

    Los Estados en general han adoptado polticas criminales utilizando como he-rramienta fundamental al Derecho Penal, con un sistema punitivo represor, con un procedimiento implacable, estigmatizante e inquisitivo, orientado principalmente a tipicar meras inconductas como delitos, encarcelando a quienes quebrantan tales normas, indiferentes al estado deprimen-te y saturado de los establecimientos de reclusin, imponiendo penas que parecen satisfacer solo el afn de venganza de la comunidad hacia el vulnerador de sus preceptos.

    Solo as se explica que no se hayan adoptado polticas de acercamiento al problema que encierra el porqu se gene-ra el delito.

    Se ha expresado anteriormente que las polticas antidelictivas se han orientado principalmente en lo represivo, esto es, la sancin y el castigo al comportamiento

    DANIEL CABALLERO CISNEROS

    Ex presidente del CNM

    Prevencin del delito y Derecho Penal

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    violento y antisocial del infractor, tal como lo plante en su oportunidad la corriente positivista criminolgica. En efecto, hay quienes consideran a la pena como un medio de prevencin especial, evitando la futura comisin de delitos, sin embargo, aquella conforma solo una pequea par-cela de la prevencin del delito.

    APROXIMACIN AL PROBLEMADe modo que, tratar la prevencin del

    delito entraa la necesidad de separar-lo del Derecho Penal, para lo cual se re-quieren polticas de Estado claras y bien denidas para la obtencin de resultados favorables.

    Qu es prevencin del delito: el signi-cado etimolgico de prevencin es la preparacin y disposicin que se hace con anticipacin para evitar un riesgo. A partir de esto podemos denir la prevencin del delito como La accin dirigida a evitar que el delito se produzca.

    Albornoz Berti (1980) dene la preven-cin del delito como oponer obstculos a su aparicin (prevencin del primer grado y/o general) o tomar aquellas providencias que hagan menos dainos sus efectos o que evite la reincidencia prevencin es-pecial o de segundo grado. (1)

    Por su parte, Mayorca (1995) expresa, el concepto etimolgico de la prevencin no es estrictamente aplicable en la ciencia de la conducta humana, y que prevenir el delito, no solo es posible sino necesario si a tales acciones se las coloca en un contexto ms humilde y real: creacin y refuerzo de mecanismos para reducir la accin delic-tual a lmites tolerables, en una determi-nada sociedad. (2)

    REPLANTEAR EL PROBLEMAA la luz de estos enunciados la pre-

    vencin debe orientarse a la persecucin penal, pero no con los mtodos tradiciona-les de juicio luego de cometido un delito, sino diseando un conjunto de estrategias que permitan conducir el enfrentamiento del delito de manera ms efectiva, antes de que se cometa ste, a partir de la inte-gracin de la comunidad y del anlisis del contexto especco en que se desarrollan los delitos, contribuyendo a incrementar la capacidad de respuesta de las institucio-nes involucradas: Ministerio Pblico quien debe dirigirlo, Polica Nacional, Gobiernos Regionales, Gobiernos Locales, Institu-ciones Educativas, de Salud, entre otros, atendiendo directamente las principales

    necesidades y problemas de la sociedad, orientando la labor de focalizacin de los problemas, en aquellos lugares y personas ms vulnerables a la accin delictiva, para articular la participacin de instituciones y personas en defensa de la legalidad, para evitarlo, teniendo en cuenta que la violen-cia es un fenmeno multicausal, a la que es menester combatir de manera integral, con la participacin de la comunidad, prin-cipal afectada en la solucin de conictos que se le presentan, principalmente en cuanto a seguridad ciudadana y calidad de vida.

    Lamentablemente, acciones desarro-lladas al azar, falta de coordinacin entre los organismos competentes, carentes de sustentacin cientca, unida a la subjeti-vidad de los encargados de la poltica an-tidelictiva, ha sido la nota constante en la prevencin del delito en nuestro pas.

    As, resulta necesario reorientar la pol-tica criminal hacia una visin integral que sustituya a la corriente represiva que ha dominado hasta ahora, plantendose la necesidad de crear realmente, una poltica criminal de prevencin social del delito, en la que el Estado intervenga en las reas

    estadsticas criminales a escala nacional para las disposiciones de prolaxis social, con participacin directa de la ciudadana, amparando la dignidad humana, promo-viendo el bienestar general y la seguridad social, con la participacin equitativa de todos en el disfrute de la riqueza, segn los principios de justicia social de fomen-tar el desarrollo de la economa al servicio del hombre.

    Este plan debe ser producto de la par-ticipacin de todos los entes involucrados en el problema, repetimos, bajo el lideraz-go del Ministerio Pblico, en tanto que es el defensor de la legalidad y de los dere-chos de las personas, con el apoyo de la Polica Nacional, los gobiernos locales y re-gionales, sectores educativo y de salud, ya mencionados entre otros, en coordinacin con el sector privado de cada jurisdiccin territorial, en labor conjunta y articulada orientados a planes comunes de cara a la minimizacin del actuar delictivo.

    crticas de la sociedad, reconociendo las condiciones o factores sociohistricos de-terminantes de la criminalidad, para gene-rar as una verdadera poltica criminal de prevencin que supere el mito de la crimi-nologa y de la poltica criminal tradicio-nal, persecutora y punitiva que no ha dado resultados positivos.

    NECESIDAD DEL CAMBIOPara este gran cambio es necesaria y

    urgente la planicacin estratgica; reali-zando investigaciones psicosociales y cri-minolgicas a n de obtener diagnsticos de la realidad que permitan el diseo de un plan de prolaxis social en el que el uso del Derecho Penal debe ser residual, solamente para las conductas de extre-mo dao social que realmente escapen a cualquier otro medio de control social, en consonancia con los principios rectores de esa importante ciencia jurdica.

    Igualmente, ser necesario proyectar, ejecutar y evaluar programas a nivel infor-mativo y formativo, dirigidos a los distin-tos sectores de la sociedad, capacitando al personal adecuado para aplicar las medi-das de prevencin. Han de centralizarse las

    [1] Albornoz Berti (1983) La teora y la prctica de la prevencin del delito en Venezuela Christopher Birkbeck. Revista CENIPEC.

    [2] Mayorca, Juan Manuel (1995) Esquema para un plan de Prevencin del Delito.

    Ministerio de Justicia. Direccin de Prevencin del Delito de Venezuela.

    La prevencin debe orientarse a la persecucin penal, pero no con los mtodos tradicionales de juicio luego de cometido un delito, sino...