Prensent J Ferrer Winnipeg V2003

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Jaime Ferrer Mir Jaime Ferrer Mir, nacido en Santiago de Chile en septiembre del 1949, hijo de emigrante catalán que llegó a Chile a bordo del barco Winnipeg en septiembre de 1939. Publicó en 1989 “Los Españoles del Winnipeg, el barco de la Esperanza” con ocasión del cincuentenario, del exilio español en Chile.

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Jaime Ferrer MirJaime Ferrer Mir, nacido en Santiago de Chile en septiembre del 1949, hijo de emigrante catalán que llegó a Chile a bordo del barco Winnipeg en septiembre de 1939. Publicó en 1989 “Los Españoles del Winnipeg, el barco de la Esperanza” con ocasión del cincuentenario, del exilio español en Chile.

Yo los puse en mi barco.Era de día y Francia  su vestido de lujode cada día tuvo aquella vez,fue la misma claridad de vino y airesu ropaje de diosa forestal.Mi navío esperabacon su remoto nombre “Winnipeg”Pero mis españoles no veníande Versalles, del baile plateado,de las viejas alfombras de amaranto,de las copas que trinancon el vino, no, de allí no venían,no, de allí no venían.De más lejos, de campos de prisiones,de las arenas negras del Sahara,

 Yo sentía en los dedos las semillasde Españaque rescaté yo mismo y esparcísobre el mar, dirigidasa la paz de las praderas.

Qué orgullo el mío cuandopalpitaba el navíoy tragaba más y más hombres, cuandollegaban las mujeresseparadas del hermano, del hijo, delamor, hasta el minuto mismoen que yo los reunía,

Misión de amor

…y el sol caía sobre el mary sobre aquellos seres desamparadosque entre lágrimas locas,entrecortados nombres,besos con gusto a sal,sollozos que se ahogaban,ojos que desde el fuego sóloaquí se encontraron;de nuevo aquí nacieronresurrectos, vivientes,y era mi poesía la banderasobre tantas congojas,la que desde el navío los llamabalatiendo y acogiendolos legados de la descubridoradesdichada, de la madre remotaque me otorgó la sangre y la palabra

de ásperos escondrijosdonde yacieron hambrientos y desnudos,allí a mi barco claro, al navío en el mar, a la esperanza acudieron llamadosuno a uno por mí, desde sus cárceles,desde las fortalezasde Francia tambaleantepor mi boca llamadosacudieron, Saavedra, dije, y vino el albañil,Zúñiga, dije, y allí estaba,Roces, llamé, y llegó con severa sonrisa,grité, Alberti! y con manos de cuarzoacudió la poesía.

Labriegos, carpinteros, pescadores, torneros,Maquinistas, alfareros, curtidores:se iba poblando el barcoque partía a mi patria.