Prensa nº1/ ABRIL-MAYO 2014

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Prensa de SEAMOS LIBRES. Nada podrá detener la marcha del pueblo.

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sumario

4 COYUNTURA NACIONAL Tiempo de Valientes Maldita Policía

8 CIUDAD PROyecto Expulsivo

10 TERRITORIO Del barrio, al barrio 12 EN LOS BARRIOS Comuna 3: La Bisagra Comuna 4: La Brecha Comuna 5: El Surco Comuna 7: La Senda Comuna 7: El Furgón Comuna 8: Charrúa

16 UNA NUEVA ORGANIZACIÓN Comuna 8: La Casita de Kiki Comuna 9: La Mestiza Comuna 10: El Ceibo Comuna 15: LaQuince Espacio Cultural

22 AMÉRICA LATINA Irreversible

26 GÉNEROS Desde los pueblos, desde los cuerpos, Seamos Libres

28 MOVIMIENTO UNIVERSITARIO Un nuevo mapa en la UBA

30 SINDICALISMO Lo reivindicativo y lo político

32 MOVIMIENTO ESTUDIANTIL Hacia un movimiento estudiantil combativo y representativo

Seamos Libres @SeamosLibresmp [email protected]

Thorne 493

Bonorino 2989

Av.Boedo 830

Mira�ores 2199

Av.San Juan 1826

Av.Garay 2900

Av. Corrientes 5426

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editorial

Avanzar exitosamente en un proceso de confluencia y fusión en tiempos donde aun prima una profunda atomización de las organizaciones populares es ante todo una gran noticia y un hermoso desafío. Nuestra historia más contemporánea nos muestra cómo la especulación, el cálculo y oportunismo muchas veces tiraron por la borda procesos de unidad y desarrollo, tal vez porque es mucho más fácil encontrar y resaltar las diferencias que trabajar sin mezquin-dad por la unidad. Desde El Gleyzer y La Corriente Santiago Negro Avilés logramos esquivarle a ese mal que aqueja desde hace años al campo popular. Lo hicimos convencidos de que la

unidad no es una decisión, sino la responsabilidad histórica de las organizaciones con vocación transformadora.

Los procesos latinoamericanos de transformación de los últimos años han puesto en tensión

a todas las organizaciones de la región. El pasaje desde la acostumbrada resistencia al neoliberalismo, a la ofensiva popular que, con mayor o menor profundidad, caracteriza a la

región, ha producido sanas crisis en organizaciones de todo el continente. Hoy, ante la contraofensiva, ya no somos los mismos, el cambio de época fue para todos. Y en ese senti-do también la necesidad de configurar las fuerzas populares desde una perspectiva distinta:

la discusión ya no puede ser sólo cómo resistimos, sino también, y por sobre todo, cómo seguimos avanzando. Y esa tarea supone construir marcos organizativos más potentes que

puedan dar respuesta a este desafío.

Creemos firmemente que la única manera que tendremos de avanzar en una agenda popular (y en condiciones cada vez más adversas para los bloques populares) es si podemos construir una fuerza política con la capacidad para hacerlo. No hay posibilidad de transformar nuestra estructura productiva sin una fuerza política, social y cultural con el desarrollo y la potencia

que esa batalla va a exigir. Estos últimos años, desde 2001 en adelante, y con más de 10 años de kirchnerismo, han sido beneficiosos para construir un acumulado social surgido de luchas y de conquistas sociales parciales que pueden ser el piso de lo que falta, pero será

tarea de las organizaciones que ese acumulado se transforme en acumulado organizativo del conjunto del pueblo.

Solamente habrá justicia y dignidad con el empoderamiento de los sectores populares, sólo un pueblo organizado puede parir revoluciones. Seamos Libres viene a aportar a esa tarea estratégica. A sumarse a la construcción de una izquierda nacional, democrática y popular que tenga la capacidad de leer con madurez la etapa que vivimos y actuar con la misma

madurez que exigen los desafíos políticos de construir una patria grande que sea justa, libre, soberana y socialista.

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Sobre diagnósticos

a situación política de nuestro país da claras muestras del inicio de una etapa nueva y de muchos reacomodamientos del mapa políti-co. Los últimos meses han sido difíciles para el kirchnerismo, que lo dejaron en las elecciones legislativas casi tan debilitado como en el 2009. Los grandes ganadores no fueron proyec-tos que hayan logrado instalar la necesidad de políticas estructurales que disputen con aque-llo que el kirchnerismo no ha disputado. En cambio, quienes avanzaron fueron aquellos sectores que pregonan, más o menos solapada-mente, una salida por derecha a este gobierno en las próximas elecciones de 2015: un bloque radical conservador, protagonizado por el FAP y la UCR, con todos sus posibles aliados (Alianza UNEN) y uno más claramente de dere-cha representado por el PRO y Massa. A eso se enfrentará el kirchnerismo con todas sus versiones, algunas de ellas no necesariamente mejores.

Nuestro país no es ajeno al avance imperialista en la región, con el crecimiento de una nueva derecha que sostiene golpes blandos y deses-tabilizaciones de la mano del capital imperia-lista. Pero como siempre, el escenario argenti-no no permite lecturas lineales: frente a eso encontramos un kirchnerismo debilitado que va encontrándose preso ante una presión

nacional nacional

económica que en el ciclo dependiente, y sin haber hecho transformaciones de la matriz productiva, lo vuelve a dejar ante la necesidad de crédito. Daniel Scioli, jugador de toda la cancha, a cargo de la provincia más importante del país, señor del PJ, sigue ganando todos los números para la continuidad.Las tendencias parecen claras, aunque bien podría el kirchneris-mo optar por otra alternativa: quedarse con el elemento de mayor renovación política que ha surgido del proceso abierto en los últimos 10 años, consolidarse como una nueva identidad política y contener a todas las organizaciones del campo popular que han surgido en este tiempo para defender los avances del pueblo y resistir los retrocesos. Sería de una valentía y una hete-rodoxia poco comunes en la tradición política del peronismo de la última generación, pero admira-ble, en tanto se posicionaría como uno de los únicos proyectos electorales (para no decir el único) que podría negarse a una restauración conservadora que ya se quiere imponer como inevitable, incluso desde sus propias filas.

En lo que refiere a la economía y a las condicio-nes de vida de los trabajadores, la política de desestabilización de algunos sectores económi-cos y financieros es clara: deseaban y aportaron sus esfuerzos para que la devaluación se acelera-ra. Finalmente llegó. Aunque una devaluación significa irremediablemente una caída del valor del salario, había que esperar para saber en qué

medida iba a golpear el bolsillo de los trabajado-res. Los mismos sectores económicos que se vieron beneficiados por la devaluación empezaron a trabajar por una política de escalada de precios, y saludaban que se desarrollara el conflicto pari-tario para denunciar, de una vez por todas, el ajuste.

Aunque el kirchnerismo mostró voluntad de limi-tar esos golpes al salario de los trabajadores con el plan PROGRESAR, y con una política de “precios ciudados”, de nada sirve la voluntad política cuando unas pocas empresas manejan a piacere los precios de los alimentos y el 95 por ciento de la exportación de soja se concentra en tan solo 15 empresas, sosteniendo un control gigante de la economía y la moneda. Llegamos a una evidente conclusión, y es que quienes están a la cabeza del boicot económico, quienes aumentan los precios y atacan el salario, quienes deseaban una devalua-ción, y en algunos casos incluso trabajaron para que una serie de corridas lograran acelerarla, son los mismos sectores económicos que se beneficia-ron de que, aun mientras el estado avanzaba , la estructura productiva se mantenía, y fieles a sus propios intereses de clase, guardaron silencio mientras el discurso político oficialista confronta-ba con otras corporaciones.

Es así que, con mayor o menor éxito de una serie de políticas compensatorias post deva-luación, los trabajadores estamos siendo los perjudicados. Después de algunos intentos de poner un techo paritario, el conflicto docente en todo el país fue el inicio de la puja distribu-tiva, y una muestra clara de las dificultades económicas que se vienen. El conflicto docen-te en la Provincia de Buenos Aires demostró que la disputa paritaria estaba abierta: com-pletó tres heroicas semanas de paro en la misma provincia que con una pequeña movili-zación de propietarios de tierra echó para atrás la modificación del impuesto a la renta agraria en 2013. La pregunta que expresó la lucha docente era la que sobrevolaba entre todos los trabajadores: ¿hay o no hay plata para nosotros después de la devaluación? A eso se le sumó una quita de subsidios, espera-da y exigida para dejar de beneficiar a las empresas, pero arrojada en el marco de una escalada de precios, y coincidente con varios movimientos de acercamiento tendientes al acuerdo con organismos internacionales de crédito. En definitiva, el año abrió con una serie de marcas que dejan en claro que el crecimiento político de la derecha se corres-ponde con una avanzada de los bloques económicos agroexportadores y con un regre-so del poder condicionador del capital finan-

ciero internacional.

Sin repetir y sin soplar

Suena repetido ya: Estamos ante una contrao-fensiva de la derecha, producto de la reacción

ante un proceso político que fue de avance para los sectores populares en algunos senti-dos, y también producto de las falencias de un proyecto que no se puso como objetivo romper de fondo con las estructuras económicas que benefician a una burguesía financiera que hoy le viene a avisar que ya acabó su primavera. Pero ¿qué tareas tenemos las organizaciones populares?

En primer lugar es fundamental dejar claros los tantos acerca de qué batallas son nuestras y cuáles no. La batalla contra la derecha que está regionalmente articulada es una batalla del todo el movimiento popular. Si caracteri-zamos que la región está en disputa, entonces no puede haber retroceso, ya sea en nombre de “la tranquilidad de los mercados”, o en nombre de “la unidad de acción sindical”. Eso nos pone de cara a preguntas cuyas respuestas se organizan en terrenos bien concretos, el electoral es uno de ellos y ya están claros nuestros enemigos: la disputa será contra Massa, contra Scioli y contra el acuerdo del pan-radicalismo. La prueba de fuego tiene que ver con qué capacidad tendremos de construir unidad en ese proceso.En segundo lugar, y como consecuencia inevi-

table de lo anterior, tenemos que recordar cuáles son los verdaderos escenarios de dispu-ta: la estructura económica y el pueblo orga-nizado. El retroceso es una posibilidad porque el único proceso que no podría revertirse en este país es uno que, amparado en el protago-nismo del pueblo, rompa con una matriz económica agro exportadora, primarizante, extranjerizada, y con niveles de concentra-ción en todas sus ramas de producción y de comercio. Matriz que tiene como consecuen-cia inevitable el 34% de empleo no registrado, y altísimos niveles de precarización y terceri-zación laboral. Matriz que nos subordina inevitablemente a la política desestabilizado-ra de los bancos y que tiene su amparo coti-

diano en una de las estructuras impositivas más regresivas de la región. Si ellos siguen teniendo la capacidad de imponer sus intere-ses de clase, no hay salida al circuito que turna los gobiernos entre progresismos y dere-chas, según el ciclo de la economía. Algunas expresiones del proyecto político vigente del kirchnerismo tienen esos grandes límites, pero el proceso social que significó puede, todavía, demostrar grandes méritos y alimen-tar un proceso más ancho. De las organizacio-nes del pueblo depende todo lo demás.

Nuestro país no es ajeno al avance imperialista en la región, con el crecimiento de una nueva derecha que sostiene golpes blandos y desestabilizaciones de la mano del capital.

En los últimos meses los sectores económicos y políticos más conservadores han avanzado con fuerza. Impusieron parte de su agenda y crecieron electoralmente. El gobierno cede y hace equilibrio. La necesidad de avanzar en políticas de transforma-ciones estructurales se hace más urgente. El rol de las organi-zaciones populares en esta coyuntura.

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Sobre diagnósticos

a situación política de nuestro país da claras muestras del inicio de una etapa nueva y de muchos reacomodamientos del mapa políti-co. Los últimos meses han sido difíciles para el kirchnerismo, que lo dejaron en las elecciones legislativas casi tan debilitado como en el 2009. Los grandes ganadores no fueron proyec-tos que hayan logrado instalar la necesidad de políticas estructurales que disputen con aque-llo que el kirchnerismo no ha disputado. En cambio, quienes avanzaron fueron aquellos sectores que pregonan, más o menos solapada-mente, una salida por derecha a este gobierno en las próximas elecciones de 2015: un bloque radical conservador, protagonizado por el FAP y la UCR, con todos sus posibles aliados (Alianza UNEN) y uno más claramente de dere-cha representado por el PRO y Massa. A eso se enfrentará el kirchnerismo con todas sus versiones, algunas de ellas no necesariamente mejores.

Nuestro país no es ajeno al avance imperialista en la región, con el crecimiento de una nueva derecha que sostiene golpes blandos y deses-tabilizaciones de la mano del capital imperia-lista. Pero como siempre, el escenario argenti-no no permite lecturas lineales: frente a eso encontramos un kirchnerismo debilitado que va encontrándose preso ante una presión

nacional nacional

económica que en el ciclo dependiente, y sin haber hecho transformaciones de la matriz productiva, lo vuelve a dejar ante la necesidad de crédito. Daniel Scioli, jugador de toda la cancha, a cargo de la provincia más importante del país, señor del PJ, sigue ganando todos los números para la continuidad.Las tendencias parecen claras, aunque bien podría el kirchneris-mo optar por otra alternativa: quedarse con el elemento de mayor renovación política que ha surgido del proceso abierto en los últimos 10 años, consolidarse como una nueva identidad política y contener a todas las organizaciones del campo popular que han surgido en este tiempo para defender los avances del pueblo y resistir los retrocesos. Sería de una valentía y una hete-rodoxia poco comunes en la tradición política del peronismo de la última generación, pero admira-ble, en tanto se posicionaría como uno de los únicos proyectos electorales (para no decir el único) que podría negarse a una restauración conservadora que ya se quiere imponer como inevitable, incluso desde sus propias filas.

En lo que refiere a la economía y a las condicio-nes de vida de los trabajadores, la política de desestabilización de algunos sectores económi-cos y financieros es clara: deseaban y aportaron sus esfuerzos para que la devaluación se acelera-ra. Finalmente llegó. Aunque una devaluación significa irremediablemente una caída del valor del salario, había que esperar para saber en qué

medida iba a golpear el bolsillo de los trabajado-res. Los mismos sectores económicos que se vieron beneficiados por la devaluación empezaron a trabajar por una política de escalada de precios, y saludaban que se desarrollara el conflicto pari-tario para denunciar, de una vez por todas, el ajuste.

Aunque el kirchnerismo mostró voluntad de limi-tar esos golpes al salario de los trabajadores con el plan PROGRESAR, y con una política de “precios ciudados”, de nada sirve la voluntad política cuando unas pocas empresas manejan a piacere los precios de los alimentos y el 95 por ciento de la exportación de soja se concentra en tan solo 15 empresas, sosteniendo un control gigante de la economía y la moneda. Llegamos a una evidente conclusión, y es que quienes están a la cabeza del boicot económico, quienes aumentan los precios y atacan el salario, quienes deseaban una devalua-ción, y en algunos casos incluso trabajaron para que una serie de corridas lograran acelerarla, son los mismos sectores económicos que se beneficia-ron de que, aun mientras el estado avanzaba , la estructura productiva se mantenía, y fieles a sus propios intereses de clase, guardaron silencio mientras el discurso político oficialista confronta-ba con otras corporaciones.

Es así que, con mayor o menor éxito de una serie de políticas compensatorias post deva-luación, los trabajadores estamos siendo los perjudicados. Después de algunos intentos de poner un techo paritario, el conflicto docente en todo el país fue el inicio de la puja distribu-tiva, y una muestra clara de las dificultades económicas que se vienen. El conflicto docen-te en la Provincia de Buenos Aires demostró que la disputa paritaria estaba abierta: com-pletó tres heroicas semanas de paro en la misma provincia que con una pequeña movili-zación de propietarios de tierra echó para atrás la modificación del impuesto a la renta agraria en 2013. La pregunta que expresó la lucha docente era la que sobrevolaba entre todos los trabajadores: ¿hay o no hay plata para nosotros después de la devaluación? A eso se le sumó una quita de subsidios, espera-da y exigida para dejar de beneficiar a las empresas, pero arrojada en el marco de una escalada de precios, y coincidente con varios movimientos de acercamiento tendientes al acuerdo con organismos internacionales de crédito. En definitiva, el año abrió con una serie de marcas que dejan en claro que el crecimiento político de la derecha se corres-ponde con una avanzada de los bloques económicos agroexportadores y con un regre-so del poder condicionador del capital finan-

ciero internacional.

Sin repetir y sin soplar

Suena repetido ya: Estamos ante una contrao-fensiva de la derecha, producto de la reacción

ante un proceso político que fue de avance para los sectores populares en algunos senti-dos, y también producto de las falencias de un proyecto que no se puso como objetivo romper de fondo con las estructuras económicas que benefician a una burguesía financiera que hoy le viene a avisar que ya acabó su primavera. Pero ¿qué tareas tenemos las organizaciones populares?

En primer lugar es fundamental dejar claros los tantos acerca de qué batallas son nuestras y cuáles no. La batalla contra la derecha que está regionalmente articulada es una batalla del todo el movimiento popular. Si caracteri-zamos que la región está en disputa, entonces no puede haber retroceso, ya sea en nombre de “la tranquilidad de los mercados”, o en nombre de “la unidad de acción sindical”. Eso nos pone de cara a preguntas cuyas respuestas se organizan en terrenos bien concretos, el electoral es uno de ellos y ya están claros nuestros enemigos: la disputa será contra Massa, contra Scioli y contra el acuerdo del pan-radicalismo. La prueba de fuego tiene que ver con qué capacidad tendremos de construir unidad en ese proceso.En segundo lugar, y como consecuencia inevi-

table de lo anterior, tenemos que recordar cuáles son los verdaderos escenarios de dispu-ta: la estructura económica y el pueblo orga-nizado. El retroceso es una posibilidad porque el único proceso que no podría revertirse en este país es uno que, amparado en el protago-nismo del pueblo, rompa con una matriz económica agro exportadora, primarizante, extranjerizada, y con niveles de concentra-ción en todas sus ramas de producción y de comercio. Matriz que tiene como consecuen-cia inevitable el 34% de empleo no registrado, y altísimos niveles de precarización y terceri-zación laboral. Matriz que nos subordina inevitablemente a la política desestabilizado-ra de los bancos y que tiene su amparo coti-

diano en una de las estructuras impositivas más regresivas de la región. Si ellos siguen teniendo la capacidad de imponer sus intere-ses de clase, no hay salida al circuito que turna los gobiernos entre progresismos y dere-chas, según el ciclo de la economía. Algunas expresiones del proyecto político vigente del kirchnerismo tienen esos grandes límites, pero el proceso social que significó puede, todavía, demostrar grandes méritos y alimen-tar un proceso más ancho. De las organizacio-nes del pueblo depende todo lo demás.

Nuestro país no es ajeno al avance imperialista en la región, con el crecimiento de una nueva derecha que sostiene golpes blandos y desestabilizaciones de la mano del capital.

En los últimos meses los sectores económicos y políticos más conservadores han avanzado con fuerza. Impusieron parte de su agenda y crecieron electoralmente. El gobierno cede y hace equilibrio. La necesidad de avanzar en políticas de transforma-ciones estructurales se hace más urgente. El rol de las organi-zaciones populares en esta coyuntura.

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Sobre diagnósticos

a situación política de nuestro país da claras muestras del inicio de una etapa nueva y de muchos reacomodamientos del mapa políti-co. Los últimos meses han sido difíciles para el kirchnerismo, que lo dejaron en las elecciones legislativas casi tan debilitado como en el 2009. Los grandes ganadores no fueron proyec-tos que hayan logrado instalar la necesidad de políticas estructurales que disputen con aque-llo que el kirchnerismo no ha disputado. En cambio, quienes avanzaron fueron aquellos sectores que pregonan, más o menos solapada-mente, una salida por derecha a este gobierno en las próximas elecciones de 2015: un bloque radical conservador, protagonizado por el FAP y la UCR, con todos sus posibles aliados (Alianza UNEN) y uno más claramente de dere-cha representado por el PRO y Massa. A eso se enfrentará el kirchnerismo con todas sus versiones, algunas de ellas no necesariamente mejores.

Nuestro país no es ajeno al avance imperialista en la región, con el crecimiento de una nueva derecha que sostiene golpes blandos y deses-tabilizaciones de la mano del capital imperia-lista. Pero como siempre, el escenario argenti-no no permite lecturas lineales: frente a eso encontramos un kirchnerismo debilitado que va encontrándose preso ante una presión

nacional nacional

económica que en el ciclo dependiente, y sin haber hecho transformaciones de la matriz productiva, lo vuelve a dejar ante la necesidad de crédito. Daniel Scioli, jugador de toda la cancha, a cargo de la provincia más importante del país, señor del PJ, sigue ganando todos los números para la continuidad.Las tendencias parecen claras, aunque bien podría el kirchneris-mo optar por otra alternativa: quedarse con el elemento de mayor renovación política que ha surgido del proceso abierto en los últimos 10 años, consolidarse como una nueva identidad política y contener a todas las organizaciones del campo popular que han surgido en este tiempo para defender los avances del pueblo y resistir los retrocesos. Sería de una valentía y una hete-rodoxia poco comunes en la tradición política del peronismo de la última generación, pero admira-ble, en tanto se posicionaría como uno de los únicos proyectos electorales (para no decir el único) que podría negarse a una restauración conservadora que ya se quiere imponer como inevitable, incluso desde sus propias filas.

En lo que refiere a la economía y a las condicio-nes de vida de los trabajadores, la política de desestabilización de algunos sectores económi-cos y financieros es clara: deseaban y aportaron sus esfuerzos para que la devaluación se acelera-ra. Finalmente llegó. Aunque una devaluación significa irremediablemente una caída del valor del salario, había que esperar para saber en qué

medida iba a golpear el bolsillo de los trabajado-res. Los mismos sectores económicos que se vieron beneficiados por la devaluación empezaron a trabajar por una política de escalada de precios, y saludaban que se desarrollara el conflicto pari-tario para denunciar, de una vez por todas, el ajuste.

Aunque el kirchnerismo mostró voluntad de limi-tar esos golpes al salario de los trabajadores con el plan PROGRESAR, y con una política de “precios ciudados”, de nada sirve la voluntad política cuando unas pocas empresas manejan a piacere los precios de los alimentos y el 95 por ciento de la exportación de soja se concentra en tan solo 15 empresas, sosteniendo un control gigante de la economía y la moneda. Llegamos a una evidente conclusión, y es que quienes están a la cabeza del boicot económico, quienes aumentan los precios y atacan el salario, quienes deseaban una devalua-ción, y en algunos casos incluso trabajaron para que una serie de corridas lograran acelerarla, son los mismos sectores económicos que se beneficia-ron de que, aun mientras el estado avanzaba , la estructura productiva se mantenía, y fieles a sus propios intereses de clase, guardaron silencio mientras el discurso político oficialista confronta-ba con otras corporaciones.

Es así que, con mayor o menor éxito de una serie de políticas compensatorias post deva-luación, los trabajadores estamos siendo los perjudicados. Después de algunos intentos de poner un techo paritario, el conflicto docente en todo el país fue el inicio de la puja distribu-tiva, y una muestra clara de las dificultades económicas que se vienen. El conflicto docen-te en la Provincia de Buenos Aires demostró que la disputa paritaria estaba abierta: com-pletó tres heroicas semanas de paro en la misma provincia que con una pequeña movili-zación de propietarios de tierra echó para atrás la modificación del impuesto a la renta agraria en 2013. La pregunta que expresó la lucha docente era la que sobrevolaba entre todos los trabajadores: ¿hay o no hay plata para nosotros después de la devaluación? A eso se le sumó una quita de subsidios, espera-da y exigida para dejar de beneficiar a las empresas, pero arrojada en el marco de una escalada de precios, y coincidente con varios movimientos de acercamiento tendientes al acuerdo con organismos internacionales de crédito. En definitiva, el año abrió con una serie de marcas que dejan en claro que el crecimiento político de la derecha se corres-ponde con una avanzada de los bloques económicos agroexportadores y con un regre-so del poder condicionador del capital finan-

ciero internacional.

Sin repetir y sin soplar

Suena repetido ya: Estamos ante una contrao-fensiva de la derecha, producto de la reacción

ante un proceso político que fue de avance para los sectores populares en algunos senti-dos, y también producto de las falencias de un proyecto que no se puso como objetivo romper de fondo con las estructuras económicas que benefician a una burguesía financiera que hoy le viene a avisar que ya acabó su primavera. Pero ¿qué tareas tenemos las organizaciones populares?

En primer lugar es fundamental dejar claros los tantos acerca de qué batallas son nuestras y cuáles no. La batalla contra la derecha que está regionalmente articulada es una batalla del todo el movimiento popular. Si caracteri-zamos que la región está en disputa, entonces no puede haber retroceso, ya sea en nombre de “la tranquilidad de los mercados”, o en nombre de “la unidad de acción sindical”. Eso nos pone de cara a preguntas cuyas respuestas se organizan en terrenos bien concretos, el electoral es uno de ellos y ya están claros nuestros enemigos: la disputa será contra Massa, contra Scioli y contra el acuerdo del pan-radicalismo. La prueba de fuego tiene que ver con qué capacidad tendremos de construir unidad en ese proceso.En segundo lugar, y como consecuencia inevi-

table de lo anterior, tenemos que recordar cuáles son los verdaderos escenarios de dispu-ta: la estructura económica y el pueblo orga-nizado. El retroceso es una posibilidad porque el único proceso que no podría revertirse en este país es uno que, amparado en el protago-nismo del pueblo, rompa con una matriz económica agro exportadora, primarizante, extranjerizada, y con niveles de concentra-ción en todas sus ramas de producción y de comercio. Matriz que tiene como consecuen-cia inevitable el 34% de empleo no registrado, y altísimos niveles de precarización y terceri-zación laboral. Matriz que nos subordina inevitablemente a la política desestabilizado-ra de los bancos y que tiene su amparo coti-

diano en una de las estructuras impositivas más regresivas de la región. Si ellos siguen teniendo la capacidad de imponer sus intere-ses de clase, no hay salida al circuito que turna los gobiernos entre progresismos y dere-chas, según el ciclo de la economía. Algunas expresiones del proyecto político vigente del kirchnerismo tienen esos grandes límites, pero el proceso social que significó puede, todavía, demostrar grandes méritos y alimen-tar un proceso más ancho. De las organizacio-nes del pueblo depende todo lo demás.

Nuestro país no es ajeno al avance imperialista en la región, con el crecimiento de una nueva derecha que sostiene golpes blandos y desestabilizaciones de la mano del capital.

En los últimos meses los sectores económicos y políticos más conservadores han avanzado con fuerza. Impusieron parte de su agenda y crecieron electoralmente. El gobierno cede y hace equilibrio. La necesidad de avanzar en políticas de transforma-ciones estructurales se hace más urgente. El rol de las organi-zaciones populares en esta coyuntura.

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Page 6: Prensa nº1/ ABRIL-MAYO 2014

Sobre diagnósticos

a situación política de nuestro país da claras muestras del inicio de una etapa nueva y de muchos reacomodamientos del mapa políti-co. Los últimos meses han sido difíciles para el kirchnerismo, que lo dejaron en las elecciones legislativas casi tan debilitado como en el 2009. Los grandes ganadores no fueron proyec-tos que hayan logrado instalar la necesidad de políticas estructurales que disputen con aque-llo que el kirchnerismo no ha disputado. En cambio, quienes avanzaron fueron aquellos sectores que pregonan, más o menos solapada-mente, una salida por derecha a este gobierno en las próximas elecciones de 2015: un bloque radical conservador, protagonizado por el FAP y la UCR, con todos sus posibles aliados (Alianza UNEN) y uno más claramente de dere-cha representado por el PRO y Massa. A eso se enfrentará el kirchnerismo con todas sus versiones, algunas de ellas no necesariamente mejores.

Nuestro país no es ajeno al avance imperialista en la región, con el crecimiento de una nueva derecha que sostiene golpes blandos y deses-tabilizaciones de la mano del capital imperia-lista. Pero como siempre, el escenario argenti-no no permite lecturas lineales: frente a eso encontramos un kirchnerismo debilitado que va encontrándose preso ante una presión

económica que en el ciclo dependiente, y sin haber hecho transformaciones de la matriz productiva, lo vuelve a dejar ante la necesidad de crédito. Daniel Scioli, jugador de toda la cancha, a cargo de la provincia más importante del país, señor del PJ, sigue ganando todos los números para la continuidad.Las tendencias parecen claras, aunque bien podría el kirchneris-mo optar por otra alternativa: quedarse con el elemento de mayor renovación política que ha surgido del proceso abierto en los últimos 10 años, consolidarse como una nueva identidad política y contener a todas las organizaciones del campo popular que han surgido en este tiempo para defender los avances del pueblo y resistir los retrocesos. Sería de una valentía y una hete-rodoxia poco comunes en la tradición política del peronismo de la última generación, pero admira-ble, en tanto se posicionaría como uno de los únicos proyectos electorales (para no decir el único) que podría negarse a una restauración conservadora que ya se quiere imponer como inevitable, incluso desde sus propias filas.

En lo que refiere a la economía y a las condicio-nes de vida de los trabajadores, la política de desestabilización de algunos sectores económi-cos y financieros es clara: deseaban y aportaron sus esfuerzos para que la devaluación se acelera-ra. Finalmente llegó. Aunque una devaluación significa irremediablemente una caída del valor del salario, había que esperar para saber en qué

medida iba a golpear el bolsillo de los trabajado-res. Los mismos sectores económicos que se vieron beneficiados por la devaluación empezaron a trabajar por una política de escalada de precios, y saludaban que se desarrollara el conflicto pari-tario para denunciar, de una vez por todas, el ajuste.

Aunque el kirchnerismo mostró voluntad de limi-tar esos golpes al salario de los trabajadores con el plan PROGRESAR, y con una política de “precios ciudados”, de nada sirve la voluntad política cuando unas pocas empresas manejan a piacere los precios de los alimentos y el 95 por ciento de la exportación de soja se concentra en tan solo 15 empresas, sosteniendo un control gigante de la economía y la moneda. Llegamos a una evidente conclusión, y es que quienes están a la cabeza del boicot económico, quienes aumentan los precios y atacan el salario, quienes deseaban una devalua-ción, y en algunos casos incluso trabajaron para que una serie de corridas lograran acelerarla, son los mismos sectores económicos que se beneficia-ron de que, aun mientras el estado avanzaba , la estructura productiva se mantenía, y fieles a sus propios intereses de clase, guardaron silencio mientras el discurso político oficialista confronta-ba con otras corporaciones.

Es así que, con mayor o menor éxito de una serie de políticas compensatorias post deva-luación, los trabajadores estamos siendo los perjudicados. Después de algunos intentos de poner un techo paritario, el conflicto docente en todo el país fue el inicio de la puja distribu-tiva, y una muestra clara de las dificultades económicas que se vienen. El conflicto docen-te en la Provincia de Buenos Aires demostró que la disputa paritaria estaba abierta: com-pletó tres heroicas semanas de paro en la misma provincia que con una pequeña movili-zación de propietarios de tierra echó para atrás la modificación del impuesto a la renta agraria en 2013. La pregunta que expresó la lucha docente era la que sobrevolaba entre todos los trabajadores: ¿hay o no hay plata para nosotros después de la devaluación? A eso se le sumó una quita de subsidios, espera-da y exigida para dejar de beneficiar a las empresas, pero arrojada en el marco de una escalada de precios, y coincidente con varios movimientos de acercamiento tendientes al acuerdo con organismos internacionales de crédito. En definitiva, el año abrió con una serie de marcas que dejan en claro que el crecimiento político de la derecha se corres-ponde con una avanzada de los bloques económicos agroexportadores y con un regre-so del poder condicionador del capital finan-

nacional nacional

ciero internacional.

Sin repetir y sin soplar

Suena repetido ya: Estamos ante una contrao-fensiva de la derecha, producto de la reacción

ante un proceso político que fue de avance para los sectores populares en algunos senti-dos, y también producto de las falencias de un proyecto que no se puso como objetivo romper de fondo con las estructuras económicas que benefician a una burguesía financiera que hoy le viene a avisar que ya acabó su primavera. Pero ¿qué tareas tenemos las organizaciones populares?

En primer lugar es fundamental dejar claros los tantos acerca de qué batallas son nuestras y cuáles no. La batalla contra la derecha que está regionalmente articulada es una batalla del todo el movimiento popular. Si caracteri-zamos que la región está en disputa, entonces no puede haber retroceso, ya sea en nombre de “la tranquilidad de los mercados”, o en nombre de “la unidad de acción sindical”. Eso nos pone de cara a preguntas cuyas respuestas se organizan en terrenos bien concretos, el electoral es uno de ellos y ya están claros nuestros enemigos: la disputa será contra Massa, contra Scioli y contra el acuerdo del pan-radicalismo. La prueba de fuego tiene que ver con qué capacidad tendremos de construir unidad en ese proceso.En segundo lugar, y como consecuencia inevi-

table de lo anterior, tenemos que recordar cuáles son los verdaderos escenarios de dispu-ta: la estructura económica y el pueblo orga-nizado. El retroceso es una posibilidad porque el único proceso que no podría revertirse en este país es uno que, amparado en el protago-nismo del pueblo, rompa con una matriz económica agro exportadora, primarizante, extranjerizada, y con niveles de concentra-ción en todas sus ramas de producción y de comercio. Matriz que tiene como consecuen-cia inevitable el 34% de empleo no registrado, y altísimos niveles de precarización y terceri-zación laboral. Matriz que nos subordina inevitablemente a la política desestabilizado-ra de los bancos y que tiene su amparo coti-

diano en una de las estructuras impositivas más regresivas de la región. Si ellos siguen teniendo la capacidad de imponer sus intere-ses de clase, no hay salida al circuito que turna los gobiernos entre progresismos y dere-chas, según el ciclo de la economía. Algunas expresiones del proyecto político vigente del kirchnerismo tienen esos grandes límites, pero el proceso social que significó puede, todavía, demostrar grandes méritos y alimen-tar un proceso más ancho. De las organizacio-nes del pueblo depende todo lo demás.

Maldita Policía

Seguridad: Las mismas respuestas de siempreEn los últimos días, producto de la instalación de varios hechos de violencia y linchamientos a presuntos delincuentes, se ha reeditado el debate sobre la seguridad. En este sentido, aprove-chándolo para su campaña presidencial, Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires, anunció una batería de medidas que llamó “Plan de emergencia en Seguridad”.

Junto a los medios de comunicación, la derecha organiza todos los saberes y percepciones sobre el tema a fin de alimentar un discurso demagógico que señala al endurecimiento de penas y al empoderamiento de las fuerzas de seguridad como soluciones al problema. Frente a esto, se le contrapone una mirada ingenua y falta de propuestas concretas, que al hablar solo de las causas sociales de la situación, no aporta a resolverla. Por eso es importante que la seguridad sea un debate profundo y conducente de la izquierda y del progresismo.

La declaración de Emergencia en materia de Seguridad en la Provincia de Buenos Aires (PBA) es una de las peores salidas que el debate podía tener. Aunque habla de “multisectorialidad”, pretende resolver el problema con más policías en las calles y la construcción de nuevos luga-res de encierro para nuestros jóvenes. Esto ya lo hemos vivido y sabemos que no sólo no resuelve nada, sino que agrava el problema: a los efectivos policiales se les otorga mayor autonomía, con lo que se incrementa la violencia en las calles dirigidas por ellos y se consolida su accionar en las estructuras del delito, procediendo con la tranquilidad que genera el aval de un poder judicial que jamás los identifica como culpables, mientras las cárceles se llenan con lxs jóvenes de los barrios pobres de la provincia.

Algunos sectores del kirchnerismo habían demostrado voluntad de salir de ese paradigma al apelar a otras fuerzas de seguridad sin la inserción territorial que tenían las vetustas policías o las propuestas que propiciaban su control político. No haber dado la batalla de fondo en ese momento, vuelve como un boomerang para ser terreno de cosecha contra el pueblo, porque la resolución quedará en manos de las mismas fuerzas de seguridad que conservan en su accio-nar cotidiano prácticas vinculadas a la humillación, la intimidación, la extorsión e incluso el gatillo fácil contra los sectores populares.

En línea con los planteos de Sergio Massa respecto al Código Penal y al fenómeno (más o menos mediático) de los “linchamientos”, que aportan a construir legitimidad sobre la idea de que el control y el disciplinamiento de los sectores populares cambiará la situación, la declaración de Emergencia en materia de Seguridad en la PBA es una amenaza concreta contra los derechos de las mayorías. Sin dudas, resulta insuficiente un discurso que se ampare en el simple rechazo del aparato represivo, pero no hubo y no habrá solución al problema sin atacar con control político a las grandes redes económicas que se mueven detrás del delito con amparo de distintos sectores de las policías y del Estado. Al mismo tiempo es central llevar adelante una transformación profunda del sistema judicial. La agenda de gestión de la seguridad y el control del brazo represivo estatal debe ser fijada con la participación de todos los sectores.

Es fundamental dejar claros los tantos acerca de qué batallas son nuestras y cuáles no. La batalla contra toda la dere-cha que esta regionalmente articulada es una batalla de todo el movimiento popular.

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Page 7: Prensa nº1/ ABRIL-MAYO 2014

Sobre diagnósticos

a situación política de nuestro país da claras muestras del inicio de una etapa nueva y de muchos reacomodamientos del mapa políti-co. Los últimos meses han sido difíciles para el kirchnerismo, que lo dejaron en las elecciones legislativas casi tan debilitado como en el 2009. Los grandes ganadores no fueron proyec-tos que hayan logrado instalar la necesidad de políticas estructurales que disputen con aque-llo que el kirchnerismo no ha disputado. En cambio, quienes avanzaron fueron aquellos sectores que pregonan, más o menos solapada-mente, una salida por derecha a este gobierno en las próximas elecciones de 2015: un bloque radical conservador, protagonizado por el FAP y la UCR, con todos sus posibles aliados (Alianza UNEN) y uno más claramente de dere-cha representado por el PRO y Massa. A eso se enfrentará el kirchnerismo con todas sus versiones, algunas de ellas no necesariamente mejores.

Nuestro país no es ajeno al avance imperialista en la región, con el crecimiento de una nueva derecha que sostiene golpes blandos y deses-tabilizaciones de la mano del capital imperia-lista. Pero como siempre, el escenario argenti-no no permite lecturas lineales: frente a eso encontramos un kirchnerismo debilitado que va encontrándose preso ante una presión

económica que en el ciclo dependiente, y sin haber hecho transformaciones de la matriz productiva, lo vuelve a dejar ante la necesidad de crédito. Daniel Scioli, jugador de toda la cancha, a cargo de la provincia más importante del país, señor del PJ, sigue ganando todos los números para la continuidad.Las tendencias parecen claras, aunque bien podría el kirchneris-mo optar por otra alternativa: quedarse con el elemento de mayor renovación política que ha surgido del proceso abierto en los últimos 10 años, consolidarse como una nueva identidad política y contener a todas las organizaciones del campo popular que han surgido en este tiempo para defender los avances del pueblo y resistir los retrocesos. Sería de una valentía y una hete-rodoxia poco comunes en la tradición política del peronismo de la última generación, pero admira-ble, en tanto se posicionaría como uno de los únicos proyectos electorales (para no decir el único) que podría negarse a una restauración conservadora que ya se quiere imponer como inevitable, incluso desde sus propias filas.

En lo que refiere a la economía y a las condicio-nes de vida de los trabajadores, la política de desestabilización de algunos sectores económi-cos y financieros es clara: deseaban y aportaron sus esfuerzos para que la devaluación se acelera-ra. Finalmente llegó. Aunque una devaluación significa irremediablemente una caída del valor del salario, había que esperar para saber en qué

medida iba a golpear el bolsillo de los trabajado-res. Los mismos sectores económicos que se vieron beneficiados por la devaluación empezaron a trabajar por una política de escalada de precios, y saludaban que se desarrollara el conflicto pari-tario para denunciar, de una vez por todas, el ajuste.

Aunque el kirchnerismo mostró voluntad de limi-tar esos golpes al salario de los trabajadores con el plan PROGRESAR, y con una política de “precios ciudados”, de nada sirve la voluntad política cuando unas pocas empresas manejan a piacere los precios de los alimentos y el 95 por ciento de la exportación de soja se concentra en tan solo 15 empresas, sosteniendo un control gigante de la economía y la moneda. Llegamos a una evidente conclusión, y es que quienes están a la cabeza del boicot económico, quienes aumentan los precios y atacan el salario, quienes deseaban una devalua-ción, y en algunos casos incluso trabajaron para que una serie de corridas lograran acelerarla, son los mismos sectores económicos que se beneficia-ron de que, aun mientras el estado avanzaba , la estructura productiva se mantenía, y fieles a sus propios intereses de clase, guardaron silencio mientras el discurso político oficialista confronta-ba con otras corporaciones.

Es así que, con mayor o menor éxito de una serie de políticas compensatorias post deva-luación, los trabajadores estamos siendo los perjudicados. Después de algunos intentos de poner un techo paritario, el conflicto docente en todo el país fue el inicio de la puja distribu-tiva, y una muestra clara de las dificultades económicas que se vienen. El conflicto docen-te en la Provincia de Buenos Aires demostró que la disputa paritaria estaba abierta: com-pletó tres heroicas semanas de paro en la misma provincia que con una pequeña movili-zación de propietarios de tierra echó para atrás la modificación del impuesto a la renta agraria en 2013. La pregunta que expresó la lucha docente era la que sobrevolaba entre todos los trabajadores: ¿hay o no hay plata para nosotros después de la devaluación? A eso se le sumó una quita de subsidios, espera-da y exigida para dejar de beneficiar a las empresas, pero arrojada en el marco de una escalada de precios, y coincidente con varios movimientos de acercamiento tendientes al acuerdo con organismos internacionales de crédito. En definitiva, el año abrió con una serie de marcas que dejan en claro que el crecimiento político de la derecha se corres-ponde con una avanzada de los bloques económicos agroexportadores y con un regre-so del poder condicionador del capital finan-

nacional nacional

ciero internacional.

Sin repetir y sin soplar

Suena repetido ya: Estamos ante una contrao-fensiva de la derecha, producto de la reacción

ante un proceso político que fue de avance para los sectores populares en algunos senti-dos, y también producto de las falencias de un proyecto que no se puso como objetivo romper de fondo con las estructuras económicas que benefician a una burguesía financiera que hoy le viene a avisar que ya acabó su primavera. Pero ¿qué tareas tenemos las organizaciones populares?

En primer lugar es fundamental dejar claros los tantos acerca de qué batallas son nuestras y cuáles no. La batalla contra la derecha que está regionalmente articulada es una batalla del todo el movimiento popular. Si caracteri-zamos que la región está en disputa, entonces no puede haber retroceso, ya sea en nombre de “la tranquilidad de los mercados”, o en nombre de “la unidad de acción sindical”. Eso nos pone de cara a preguntas cuyas respuestas se organizan en terrenos bien concretos, el electoral es uno de ellos y ya están claros nuestros enemigos: la disputa será contra Massa, contra Scioli y contra el acuerdo del pan-radicalismo. La prueba de fuego tiene que ver con qué capacidad tendremos de construir unidad en ese proceso.En segundo lugar, y como consecuencia inevi-

table de lo anterior, tenemos que recordar cuáles son los verdaderos escenarios de dispu-ta: la estructura económica y el pueblo orga-nizado. El retroceso es una posibilidad porque el único proceso que no podría revertirse en este país es uno que, amparado en el protago-nismo del pueblo, rompa con una matriz económica agro exportadora, primarizante, extranjerizada, y con niveles de concentra-ción en todas sus ramas de producción y de comercio. Matriz que tiene como consecuen-cia inevitable el 34% de empleo no registrado, y altísimos niveles de precarización y terceri-zación laboral. Matriz que nos subordina inevitablemente a la política desestabilizado-ra de los bancos y que tiene su amparo coti-

diano en una de las estructuras impositivas más regresivas de la región. Si ellos siguen teniendo la capacidad de imponer sus intere-ses de clase, no hay salida al circuito que turna los gobiernos entre progresismos y dere-chas, según el ciclo de la economía. Algunas expresiones del proyecto político vigente del kirchnerismo tienen esos grandes límites, pero el proceso social que significó puede, todavía, demostrar grandes méritos y alimen-tar un proceso más ancho. De las organizacio-nes del pueblo depende todo lo demás.

Maldita Policía

Seguridad: Las mismas respuestas de siempreEn los últimos días, producto de la instalación de varios hechos de violencia y linchamientos a presuntos delincuentes, se ha reeditado el debate sobre la seguridad. En este sentido, aprove-chándolo para su campaña presidencial, Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires, anunció una batería de medidas que llamó “Plan de emergencia en Seguridad”.

Junto a los medios de comunicación, la derecha organiza todos los saberes y percepciones sobre el tema a fin de alimentar un discurso demagógico que señala al endurecimiento de penas y al empoderamiento de las fuerzas de seguridad como soluciones al problema. Frente a esto, se le contrapone una mirada ingenua y falta de propuestas concretas, que al hablar solo de las causas sociales de la situación, no aporta a resolverla. Por eso es importante que la seguridad sea un debate profundo y conducente de la izquierda y del progresismo.

La declaración de Emergencia en materia de Seguridad en la Provincia de Buenos Aires (PBA) es una de las peores salidas que el debate podía tener. Aunque habla de “multisectorialidad”, pretende resolver el problema con más policías en las calles y la construcción de nuevos luga-res de encierro para nuestros jóvenes. Esto ya lo hemos vivido y sabemos que no sólo no resuelve nada, sino que agrava el problema: a los efectivos policiales se les otorga mayor autonomía, con lo que se incrementa la violencia en las calles dirigidas por ellos y se consolida su accionar en las estructuras del delito, procediendo con la tranquilidad que genera el aval de un poder judicial que jamás los identifica como culpables, mientras las cárceles se llenan con lxs jóvenes de los barrios pobres de la provincia.

Algunos sectores del kirchnerismo habían demostrado voluntad de salir de ese paradigma al apelar a otras fuerzas de seguridad sin la inserción territorial que tenían las vetustas policías o las propuestas que propiciaban su control político. No haber dado la batalla de fondo en ese momento, vuelve como un boomerang para ser terreno de cosecha contra el pueblo, porque la resolución quedará en manos de las mismas fuerzas de seguridad que conservan en su accio-nar cotidiano prácticas vinculadas a la humillación, la intimidación, la extorsión e incluso el gatillo fácil contra los sectores populares.

En línea con los planteos de Sergio Massa respecto al Código Penal y al fenómeno (más o menos mediático) de los “linchamientos”, que aportan a construir legitimidad sobre la idea de que el control y el disciplinamiento de los sectores populares cambiará la situación, la declaración de Emergencia en materia de Seguridad en la PBA es una amenaza concreta contra los derechos de las mayorías. Sin dudas, resulta insuficiente un discurso que se ampare en el simple rechazo del aparato represivo, pero no hubo y no habrá solución al problema sin atacar con control político a las grandes redes económicas que se mueven detrás del delito con amparo de distintos sectores de las policías y del Estado. Al mismo tiempo es central llevar adelante una transformación profunda del sistema judicial. La agenda de gestión de la seguridad y el control del brazo represivo estatal debe ser fijada con la participación de todos los sectores.

Es fundamental dejar claros los tantos acerca de qué batallas son nuestras y cuáles no. La batalla contra toda la dere-cha que esta regionalmente articulada es una batalla de todo el movimiento popular.

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Page 8: Prensa nº1/ ABRIL-MAYO 2014

ciudad

l proyecto político del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de construir una ciudad exclusiva, en la que la brecha entre las clases sociales se

amplíe cada vez más y expulse a los sectores populares o los obligue a vivir en condiciones indignas, se refleja en las áreas que concentran los derechos más indispensables del pueblo y que hacen a la vida de la sociedad: la educación, la vivienda, la salud, el transporte. La división entre sectores sociales que profundiza el macrismo se refleja en la propia geografía de la Ciudad, en la que los barrios del sur son los más vulnerados y los más afectados por las políticas del oficialismo: faltan escuelas, hospitales y viviendas dignas en los barrios donde más se necesitan. En tanto, el gobierno porteño construye en el norte una ciudad de elite, para lo cual es la más eficiente de las administraciones públicas.

En materia de educación, desde que el PRO es gestión, el recorte de presupuesto y su posterior y sucesiva subejecución configuran un escenario en el que el sector privado se fortalece año tras año en detrimento del público por iniciativa del

propio Estado. Para 2014, el presupuesto educativo prevé destinar un 2% a infraestructura escolar, mientras que la subvención de la escuela privada se llevará un 16% del presupuesto total de la Ciudad. Que la matrícula se traslada año a año a este sector, es un hecho. Sin embargo, esto no es resultado de la decisión de la población, como dice el gobierno porteño, sino de la constante desvalorización de la escuela pública mediante la aplicación de políticas educativas regresivas, como el desfinanciamiento, los bajos salarios docentes, la implementación de planes de estudio para quitar valor a los títulos, entre otras medidas. Esta situación, sumada a la unilateralidad del PRO en la toma de decisiones, puso a la comunidad educativa en pie de lucha y en la necesidad de defender nuestra educación, sin poder discutir cuál es y para qué es la educación que queremos.

La realidad que sufre la salud pública es muy similar: no existe un sistema de red y aquellos que no cuentan con obra social o prepaga para atenderse en instituciones privadas se amontonan en los hospitales

públicos que, al mismo tiempo, reciben cada vez menos insumos.

En la problemática de vivienda es en la que se puede ver más claramente la brecha entre sectores sociales. La imposibilidad de acceder a una vivienda propia y el elevado precio de los alquileres se conjugan para expulsar de los barrios a la clase media y a la juventud, mientras crece la población en las villas no urbanizadas y en los barrios más humildes.

A esta situación, se le suma el aumento constante de la tarifa del transporte público y la falta de inversión en esta área, con el subte en el ojo de la tormenta. Esto termina de configurar una ciudad excluyente en la que el macrismo, lejos de “no hacer nada”, es muactivo. A contrapelo de los años de acumulación política que se vienen viviendo

Desde la asunción de Mauricio Macri en el gobierno de la Ciudad, los sectores populares hemos tenido que dedicar-nos a defender la avanzada constante sobre nuestros dere-chos. Vivienda, transporte, educación, salud y espacio pú-blico entre otros. Seis años después tenemos la tarea de discutir con seriedad cómo construimos un espacio políti-co, con la agenda de los sectores populares, que tenga la capacidad de disputar el gobierno el próximo año.

en nuestro país, los sectores populares y las organizaciones de la Ciudad hemos tenido que dedicarnos a defender nuestros derechos, pisoteados por el macrismo. Sin embargo, de las capacidades organizativas alcanzadas en estas luchas defensivas, de a poco hemos encontrado el camino para convertirnos en verdaderos actores que se planteen y que tengan la capacidad real de disputar una ciudad diferente, en la que las decisiones sean tomadas por la comunidad, con la prioridad puesta en lo público y donde las clases populares tengamos pleno acceso a nuestros derechos. Para eso, desde los barrios, los centros culturales, las escuelas y los bachilleratos populares, trincheras que hemos sabido arrancarle al gobierno, y también desde los espacios institucionales que supimos disputar con la fuerza de la militancia, estamos dispuestos a aportar lo necesario para construir una oposición que le dispute nuestra Ciudad a la derecha.

"hemos encontrado el camino para convertirnos en verdaderos actores que se planteen y que tengan la capacidad real de disputar una ciudad diferente".

ciudad

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PROYECTO EXPULSIVO

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ciudad

l proyecto político del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de construir una ciudad exclusiva, en la que la brecha entre las clases sociales se

amplíe cada vez más y expulse a los sectores populares o los obligue a vivir en condiciones indignas, se refleja en las áreas que concentran los derechos más indispensables del pueblo y que hacen a la vida de la sociedad: la educación, la vivienda, la salud, el transporte. La división entre sectores sociales que profundiza el macrismo se refleja en la propia geografía de la Ciudad, en la que los barrios del sur son los más vulnerados y los más afectados por las políticas del oficialismo: faltan escuelas, hospitales y viviendas dignas en los barrios donde más se necesitan. En tanto, el gobierno porteño construye en el norte una ciudad de elite, para lo cual es la más eficiente de las administraciones públicas.

En materia de educación, desde que el PRO es gestión, el recorte de presupuesto y su posterior y sucesiva subejecución configuran un escenario en el que el sector privado se fortalece año tras año en detrimento del público por iniciativa del

propio Estado. Para 2014, el presupuesto educativo prevé destinar un 2% a infraestructura escolar, mientras que la subvención de la escuela privada se llevará un 16% del presupuesto total de la Ciudad. Que la matrícula se traslada año a año a este sector, es un hecho. Sin embargo, esto no es resultado de la decisión de la población, como dice el gobierno porteño, sino de la constante desvalorización de la escuela pública mediante la aplicación de políticas educativas regresivas, como el desfinanciamiento, los bajos salarios docentes, la implementación de planes de estudio para quitar valor a los títulos, entre otras medidas. Esta situación, sumada a la unilateralidad del PRO en la toma de decisiones, puso a la comunidad educativa en pie de lucha y en la necesidad de defender nuestra educación, sin poder discutir cuál es y para qué es la educación que queremos.

La realidad que sufre la salud pública es muy similar: no existe un sistema de red y aquellos que no cuentan con obra social o prepaga para atenderse en instituciones privadas se amontonan en los hospitales

públicos que, al mismo tiempo, reciben cada vez menos insumos.

En la problemática de vivienda es en la que se puede ver más claramente la brecha entre sectores sociales. La imposibilidad de acceder a una vivienda propia y el elevado precio de los alquileres se conjugan para expulsar de los barrios a la clase media y a la juventud, mientras crece la población en las villas no urbanizadas y en los barrios más humildes.

A esta situación, se le suma el aumento constante de la tarifa del transporte público y la falta de inversión en esta área, con el subte en el ojo de la tormenta. Esto termina de configurar una ciudad excluyente en la que el macrismo, lejos de “no hacer nada”, es muactivo. A contrapelo de los años de acumulación política que se vienen viviendo

Desde la asunción de Mauricio Macri en el gobierno de la Ciudad, los sectores populares hemos tenido que dedicar-nos a defender la avanzada constante sobre nuestros dere-chos. Vivienda, transporte, educación, salud y espacio pú-blico entre otros. Seis años después tenemos la tarea de discutir con seriedad cómo construimos un espacio políti-co, con la agenda de los sectores populares, que tenga la capacidad de disputar el gobierno el próximo año.

en nuestro país, los sectores populares y las organizaciones de la Ciudad hemos tenido que dedicarnos a defender nuestros derechos, pisoteados por el macrismo. Sin embargo, de las capacidades organizativas alcanzadas en estas luchas defensivas, de a poco hemos encontrado el camino para convertirnos en verdaderos actores que se planteen y que tengan la capacidad real de disputar una ciudad diferente, en la que las decisiones sean tomadas por la comunidad, con la prioridad puesta en lo público y donde las clases populares tengamos pleno acceso a nuestros derechos. Para eso, desde los barrios, los centros culturales, las escuelas y los bachilleratos populares, trincheras que hemos sabido arrancarle al gobierno, y también desde los espacios institucionales que supimos disputar con la fuerza de la militancia, estamos dispuestos a aportar lo necesario para construir una oposición que le dispute nuestra Ciudad a la derecha.

"hemos encontrado el camino para convertirnos en verdaderos actores que se planteen y que tengan la capacidad real de disputar una ciudad diferente".

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PROYECTO EXPULSIVO

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l proyecto político del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de construir una ciudad exclusiva, en la que la brecha entre las clases sociales se

amplíe cada vez más y expulse a los sectores populares o los obligue a vivir en condiciones indignas, se refleja en las áreas que concentran los derechos más indispensables del pueblo y que hacen a la vida de la sociedad: la educación, la vivienda, la salud, el transporte. La división entre sectores sociales que profundiza el macrismo se refleja en la propia geografía de la Ciudad, en la que los barrios del sur son los más vulnerados y los más afectados por las políticas del oficialismo: faltan escuelas, hospitales y viviendas dignas en los barrios donde más se necesitan. En tanto, el gobierno porteño construye en el norte una ciudad de elite, para lo cual es la más eficiente de las administraciones públicas.

En materia de educación, desde que el PRO es gestión, el recorte de presupuesto y su posterior y sucesiva subejecución configuran un escenario en el que el sector privado se fortalece año tras año en detrimento del público por iniciativa del

propio Estado. Para 2014, el presupuesto educativo prevé destinar un 2% a infraestructura escolar, mientras que la subvención de la escuela privada se llevará un 16% del presupuesto total de la Ciudad. Que la matrícula se traslada año a año a este sector, es un hecho. Sin embargo, esto no es resultado de la decisión de la población, como dice el gobierno porteño, sino de la constante desvalorización de la escuela pública mediante la aplicación de políticas educativas regresivas, como el desfinanciamiento, los bajos salarios docentes, la implementación de planes de estudio para quitar valor a los títulos, entre otras medidas. Esta situación, sumada a la unilateralidad del PRO en la toma de decisiones, puso a la comunidad educativa en pie de lucha y en la necesidad de defender nuestra educación, sin poder discutir cuál es y para qué es la educación que queremos.

La realidad que sufre la salud pública es muy similar: no existe un sistema de red y aquellos que no cuentan con obra social o prepaga para atenderse en instituciones privadas se amontonan en los hospitales

públicos que, al mismo tiempo, reciben cada vez menos insumos.

En la problemática de vivienda es en la que se puede ver más claramente la brecha entre sectores sociales. La imposibilidad de acceder a una vivienda propia y el elevado precio de los alquileres se conjugan para expulsar de los barrios a la clase media y a la juventud, mientras crece la población en las villas no urbanizadas y en los barrios más humildes.

A esta situación, se le suma el aumento constante de la tarifa del transporte público y la falta de inversión en esta área, con el subte en el ojo de la tormenta. Esto termina de configurar una ciudad excluyente en la que el macrismo, lejos de “no hacer nada”, es muactivo. A contrapelo de los años de acumulación política que se vienen viviendo

Desde la asunción de Mauricio Macri en el gobierno de la Ciudad, los sectores populares hemos tenido que dedicar-nos a defender la avanzada constante sobre nuestros dere-chos. Vivienda, transporte, educación, salud y espacio pú-blico entre otros. Seis años después tenemos la tarea de discutir con seriedad cómo construimos un espacio políti-co, con la agenda de los sectores populares, que tenga la capacidad de disputar el gobierno el próximo año.

en nuestro país, los sectores populares y las organizaciones de la Ciudad hemos tenido que dedicarnos a defender nuestros derechos, pisoteados por el macrismo. Sin embargo, de las capacidades organizativas alcanzadas en estas luchas defensivas, de a poco hemos encontrado el camino para convertirnos en verdaderos actores que se planteen y que tengan la capacidad real de disputar una ciudad diferente, en la que las decisiones sean tomadas por la comunidad, con la prioridad puesta en lo público y donde las clases populares tengamos pleno acceso a nuestros derechos. Para eso, desde los barrios, los centros culturales, las escuelas y los bachilleratos populares, trincheras que hemos sabido arrancarle al gobierno, y también desde los espacios institucionales que supimos disputar con la fuerza de la militancia, estamos dispuestos a aportar lo necesario para construir una oposición que le dispute nuestra Ciudad a la derecha.

"hemos encontrado el camino para convertirnos en verdaderos actores que se planteen y que tengan la capacidad real de disputar una ciudad diferente".

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PROYECTO EXPULSIVO

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Page 10: Prensa nº1/ ABRIL-MAYO 2014

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territorio territorio

del barrioal barrioCon un desarrollo afianzado en la Ciudad, a través de 10 centros sociales y culturales, Seamos Libres comienza a desarrollar su trabajo en otras provin-cias del país, convencidos de la necesidad de consolidar, profundizar y exten-der la organización de lxs trabajadorxs en los territorios.

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C

territorio territorio

del barrioal barrioCon un desarrollo afianzado en la Ciudad, a través de 10 centros sociales y culturales, Seamos Libres comienza a desarrollar su trabajo en otras provin-cias del país, convencidos de la necesidad de consolidar, profundizar y exten-der la organización de lxs trabajadorxs en los territorios.

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C

territorio territorio

del barrioal barrioCon un desarrollo afianzado en la Ciudad, a través de 10 centros sociales y culturales, Seamos Libres comienza a desarrollar su trabajo en otras provin-cias del país, convencidos de la necesidad de consolidar, profundizar y exten-der la organización de lxs trabajadorxs en los territorios.

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en los barrios

esde 2012 en La Bisagra trabajamos cotidianamente para construir un espacio abierto e inclusivo, donde todxs lxs vecinxs del barrio de San

Cristóbal tengan la posibilidad de ser protagonistas de un cambio real.Es en este sentido que llevamos adelante dife-rentes propuestas que fomentan la producción y el desarrollo de la cultura popular.

Desde Educación Popular se realiza apoyo escolar y recreación, dos instancias de encuentro y diálogo para lxsniñxs del barrio y sus familias. Además, funcionan diferentes talleres de oficios, noches culturales abiertas a la comunidad y una radio online, Oie Radio, cuyo principal desafío es profundizar el proceso de democratización actual desde un proyecto comunicacional joven y dinámico.

Por otro lado, frente a la problemática de la falta de vacantes en el Nivel Inicial y en pos de combatir la profundización de la desigual-dad social, desde La Bisagra tomamos la definición de construir el Jardín Comunitario Mafalda,un proyecto pedagógicoemancipa-dor destinado a la primera infancia.

Desde entonces, con la convicción de que lxs niñxs deben contar con la oportunidad de constituirse como sujetos autónomos y reflexivos, y pensando en la organización comunitaria y el diálogo como pilares funda-mentales de una práctica cotidiana, venimos disputando al Estado, como garante de cum-plimentar el derecho a la educación, los recursos necesarios para poder llevarlo a cabo.

Av. San Juan 1826 [email protected] La Bisagra en Seamos Libres

comuna 3

l Bachillerato Popular Raymundo Gleyzer nace a partir de un colectivo de educa-dores y militantes sociales que aposta-mos a una escuela secundaria diferente,

que trabaje para y con los estudiantes, apos-tando a la integración comunitaria y enfren-tando el problema de la deserción escolar desde la base: transformando la escuela.

Nuestra propuesta es la de una educación democrática que incluya a aquellos que fueron desplazados del sistema educativo negándosele el derecho a estudiar. La educa-ción popular es participativa, activa y demo-crática, nos enfrenta a la dificultad de pen-sarnos iguales en una sociedad desigual, de ser partícipes de nuestro propio proceso edu-cativo, participes plenos de nuestra vida.

En el año 2011 abrimos nuestras puertas en Garay 2900 y desde entonces no paramos de crecer. En estos tres años logramos conse-guir la oficialización del título por parte del Ministerio de Educación de la Ciudad, la entrega de becas a lxs estudiantes y el reco-nocimiento de una Planta Orgánica Funcio-nal de docentes. Todo estos logros no fueron aislados, sino que desde un principio aposta-mos a formar parte de la Coordinadora Popular de Bachilleratos Populares para dar colectivamente la disputa con otras organi-zaciones del campo popular frente al gobierno macrista.

comuna 4

en los barrios

Av. Garay 2900 [email protected] / La Brecha en Seamos Libres [email protected]

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esde 2012 en La Bisagra trabajamos cotidianamente para construir un espacio abierto e inclusivo, donde todxs lxs vecinxs del barrio de San

Cristóbal tengan la posibilidad de ser protagonistas de un cambio real.Es en este sentido que llevamos adelante dife-rentes propuestas que fomentan la producción y el desarrollo de la cultura popular.

Desde Educación Popular se realiza apoyo escolar y recreación, dos instancias de encuentro y diálogo para lxsniñxs del barrio y sus familias. Además, funcionan diferentes talleres de oficios, noches culturales abiertas a la comunidad y una radio online, Oie Radio, cuyo principal desafío es profundizar el proceso de democratización actual desde un proyecto comunicacional joven y dinámico.

Por otro lado, frente a la problemática de la falta de vacantes en el Nivel Inicial y en pos de combatir la profundización de la desigual-dad social, desde La Bisagra tomamos la definición de construir el Jardín Comunitario Mafalda,un proyecto pedagógicoemancipa-dor destinado a la primera infancia.

Desde entonces, con la convicción de que lxs niñxs deben contar con la oportunidad de constituirse como sujetos autónomos y reflexivos, y pensando en la organización comunitaria y el diálogo como pilares funda-mentales de una práctica cotidiana, venimos disputando al Estado, como garante de cum-plimentar el derecho a la educación, los recursos necesarios para poder llevarlo a cabo.

Av. San Juan 1826 [email protected] La Bisagra en Seamos Libres

comuna 3

l Bachillerato Popular Raymundo Gleyzer nace a partir de un colectivo de educa-dores y militantes sociales que aposta-mos a una escuela secundaria diferente,

que trabaje para y con los estudiantes, apos-tando a la integración comunitaria y enfren-tando el problema de la deserción escolar desde la base: transformando la escuela.

Nuestra propuesta es la de una educación democrática que incluya a aquellos que fueron desplazados del sistema educativo negándosele el derecho a estudiar. La educa-ción popular es participativa, activa y demo-crática, nos enfrenta a la dificultad de pen-sarnos iguales en una sociedad desigual, de ser partícipes de nuestro propio proceso edu-cativo, participes plenos de nuestra vida.

En el año 2011 abrimos nuestras puertas en Garay 2900 y desde entonces no paramos de crecer. En estos tres años logramos conse-guir la oficialización del título por parte del Ministerio de Educación de la Ciudad, la entrega de becas a lxs estudiantes y el reco-nocimiento de una Planta Orgánica Funcio-nal de docentes. Todo estos logros no fueron aislados, sino que desde un principio aposta-mos a formar parte de la Coordinadora Popular de Bachilleratos Populares para dar colectivamente la disputa con otras organi-zaciones del campo popular frente al gobierno macrista.

comuna 4

en los barrios

Av. Garay 2900 [email protected] / La Brecha en Seamos Libres [email protected]

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en los barrios

on la intención de construir cultura popular junto a lxsvecinxs, en 2006 abrimos las puertas de El Surco, el primer Centro Cultu-ral de nuestra organización.

Entendemos que la cultura popular es un elemento fundamental para construir una alter-nativa de cambio real. Por eso, en estos ocho años, desarrollamos diferentes instancias de participación y trabajo territorial que nos permi-tieron establecer un vínculo directo conlxsve-cinxsy las diferentes organizaciones del barrio.

Desde El Surco llevamos adelante el espacio de Educación Popular, que cuenta con apoyo escolar gratuito en todas las materias y recreación en las plazas de Boedo y Almagro. Estas tareas se reali-zan de manera coordinada con las escuelas e instituciones delacomuna para fomentar la parti-cipación de las familias y alcanzar mejores resul-

tados. Además, contamos con más de 10 talleres grupales artísticos y de oficios, una sala de música y ensayos, festivales, proyecciones y fiestas cultu-rales semanales.

En 2010, con la premisa de contar con un medio de comunicación que aporte a la multiplicación de voces, abrimos FM Boedo 88.1, que constituye una herramienta fundamental para difundir las noticias del barrio y la ciudad desde una perspectiva propia. Actualmente, en la radiofuncionan cerca de 20 programas y el taller de radio para adolescen-tes.

Tanto El Surco como FM Boedo forman parte de diferentes secretarías y comisiones de trabajo de la Comuna 5, desde las que impulsamos iniciativas vinculadas a las principales problemáticas de Boedo y Almagro.

comuna 5 comuna 6

en los barrios

n el Centro Cultural La Senda estamos convencidos de que podemos hacer de la cultura una herramienta popular para la transformación social. En este senti-do, desde hace dos años, compartimos

con lxsvecinxsexperiencias fundamental-mente artísticas y educativas, en las cuales resulta vital la participación de decenas de artistas y educadores que realizan talleres, instalaciones, exposiciones de pintura y fotografía, yciclos de poesía, música y teatro.

Con el objetivo de continuar creciendo y desarrollando un ámbito por fuera de las lógicas comerciales, este año nos propusimos lograr la apertura de una sala teatral que funcione como incentivo al desarrollo de las expresiones culturales que hoy no poseen

lugar donde mostrarse, así como talleres de formacióny entrenamientos especiales.

Además, para lxs más chicxs, contamos con el espacio de educación popular donde todos los sábados realizamos actividades de recreación en la Plaza Misericordia – ubicada en la Avenida Carabobo, entre Lautaro y Camacuá-, para fomentar el juego, la creati-vidad y el compañerismo. La vinculación con las escuelas de la zona es otro punto de suma importancia para La Senda. Por esto, realiza-mos actividades en conjunto, damosclases de apoyo para nivel primario en todas las materias, incluso de idiomas extranjeros, y preparamos talleres de música y artes plásti-cas donde lo lúdico ocupa un lugar primor-dial para el aprendizaje.

Thorne 493 [email protected] La Senda en Seamos LibresAv. Boedo 830 [email protected] El Surco en Seamos Libres

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on la intención de construir cultura popular junto a lxsvecinxs, en 2006 abrimos las puertas de El Surco, el primer Centro Cultu-ral de nuestra organización.

Entendemos que la cultura popular es un elemento fundamental para construir una alter-nativa de cambio real. Por eso, en estos ocho años, desarrollamos diferentes instancias de participación y trabajo territorial que nos permi-tieron establecer un vínculo directo conlxsve-cinxsy las diferentes organizaciones del barrio.

Desde El Surco llevamos adelante el espacio de Educación Popular, que cuenta con apoyo escolar gratuito en todas las materias y recreación en las plazas de Boedo y Almagro. Estas tareas se reali-zan de manera coordinada con las escuelas e instituciones delacomuna para fomentar la parti-cipación de las familias y alcanzar mejores resul-

tados. Además, contamos con más de 10 talleres grupales artísticos y de oficios, una sala de música y ensayos, festivales, proyecciones y fiestas cultu-rales semanales.

En 2010, con la premisa de contar con un medio de comunicación que aporte a la multiplicación de voces, abrimos FM Boedo 88.1, que constituye una herramienta fundamental para difundir las noticias del barrio y la ciudad desde una perspectiva propia. Actualmente, en la radiofuncionan cerca de 20 programas y el taller de radio para adolescen-tes.

Tanto El Surco como FM Boedo forman parte de diferentes secretarías y comisiones de trabajo de la Comuna 5, desde las que impulsamos iniciativas vinculadas a las principales problemáticas de Boedo y Almagro.

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n el Centro Cultural La Senda estamos convencidos de que podemos hacer de la cultura una herramienta popular para la transformación social. En este senti-do, desde hace dos años, compartimos

con lxsvecinxsexperiencias fundamental-mente artísticas y educativas, en las cuales resulta vital la participación de decenas de artistas y educadores que realizan talleres, instalaciones, exposiciones de pintura y fotografía, yciclos de poesía, música y teatro.

Con el objetivo de continuar creciendo y desarrollando un ámbito por fuera de las lógicas comerciales, este año nos propusimos lograr la apertura de una sala teatral que funcione como incentivo al desarrollo de las expresiones culturales que hoy no poseen

lugar donde mostrarse, así como talleres de formacióny entrenamientos especiales.

Además, para lxs más chicxs, contamos con el espacio de educación popular donde todos los sábados realizamos actividades de recreación en la Plaza Misericordia – ubicada en la Avenida Carabobo, entre Lautaro y Camacuá-, para fomentar el juego, la creati-vidad y el compañerismo. La vinculación con las escuelas de la zona es otro punto de suma importancia para La Senda. Por esto, realiza-mos actividades en conjunto, damosclases de apoyo para nivel primario en todas las materias, incluso de idiomas extranjeros, y preparamos talleres de música y artes plásti-cas donde lo lúdico ocupa un lugar primor-dial para el aprendizaje.

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on la intención de construir cultura popular junto a lxsvecinxs, en 2006 abrimos las puertas de El Surco, el primer Centro Cultu-ral de nuestra organización.

Entendemos que la cultura popular es un elemento fundamental para construir una alter-nativa de cambio real. Por eso, en estos ocho años, desarrollamos diferentes instancias de participación y trabajo territorial que nos permi-tieron establecer un vínculo directo conlxsve-cinxsy las diferentes organizaciones del barrio.

Desde El Surco llevamos adelante el espacio de Educación Popular, que cuenta con apoyo escolar gratuito en todas las materias y recreación en las plazas de Boedo y Almagro. Estas tareas se reali-zan de manera coordinada con las escuelas e instituciones delacomuna para fomentar la parti-cipación de las familias y alcanzar mejores resul-

tados. Además, contamos con más de 10 talleres grupales artísticos y de oficios, una sala de música y ensayos, festivales, proyecciones y fiestas cultu-rales semanales.

En 2010, con la premisa de contar con un medio de comunicación que aporte a la multiplicación de voces, abrimos FM Boedo 88.1, que constituye una herramienta fundamental para difundir las noticias del barrio y la ciudad desde una perspectiva propia. Actualmente, en la radiofuncionan cerca de 20 programas y el taller de radio para adolescen-tes.

Tanto El Surco como FM Boedo forman parte de diferentes secretarías y comisiones de trabajo de la Comuna 5, desde las que impulsamos iniciativas vinculadas a las principales problemáticas de Boedo y Almagro.

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en los barrios

n el Centro Cultural La Senda estamos convencidos de que podemos hacer de la cultura una herramienta popular para la transformación social. En este senti-do, desde hace dos años, compartimos

con lxsvecinxsexperiencias fundamental-mente artísticas y educativas, en las cuales resulta vital la participación de decenas de artistas y educadores que realizan talleres, instalaciones, exposiciones de pintura y fotografía, yciclos de poesía, música y teatro.

Con el objetivo de continuar creciendo y desarrollando un ámbito por fuera de las lógicas comerciales, este año nos propusimos lograr la apertura de una sala teatral que funcione como incentivo al desarrollo de las expresiones culturales que hoy no poseen

lugar donde mostrarse, así como talleres de formacióny entrenamientos especiales.

Además, para lxs más chicxs, contamos con el espacio de educación popular donde todos los sábados realizamos actividades de recreación en la Plaza Misericordia – ubicada en la Avenida Carabobo, entre Lautaro y Camacuá-, para fomentar el juego, la creati-vidad y el compañerismo. La vinculación con las escuelas de la zona es otro punto de suma importancia para La Senda. Por esto, realiza-mos actividades en conjunto, damosclases de apoyo para nivel primario en todas las materias, incluso de idiomas extranjeros, y preparamos talleres de música y artes plásti-cas donde lo lúdico ocupa un lugar primor-dial para el aprendizaje.

Thorne 493 [email protected] La Senda en Seamos LibresAv. Boedo 830 [email protected] El Surco en Seamos Libres

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lanzamiento lanzamiento

En el marco de nuestro primer campamento, a comienzos de marzo realizamos el lanzamien-to de Seamos Libres con la participación de más de 600 militantes, y la presencia de dife-rentes organizaciones y representantes del campo popular.

Durante la primera jornada contamos con una mesa debate en la que el referente de Izquier-da en Marcha (Uruguay), Gabriel Bermúdez; su par de Internacionales de Marcha Patriótica (Colombia), Javier Calderón; y el docente de la Universidad Nacional de Río Cuarto, Carlos Rang, analizaron el rol de las organizaciones del campo popular en el contexto político regional actual.

Además llevamos adelante 23 comisiones de

trabajo en las que caracterizamos la etapa regio-nal y nacional y definimos los lineamientos de la intervención de la organización en esta coyuntu-ra. Al mismo tiempo debatimos diferentes temá-ticas vinculadas a nuestro desarrollo en comuni-cación, cultura, derechos humanos, universidad,

El sábado 8 y domingo 9 de marzo llevamos adelante la pre-sentación de Seamos Libres, que tuvo lugar en la localidad de General Rodríguez y contó con el acompañamiento de más de 700 personas, entre militantes y representantes de diver-sas organizaciones. El encuentro fue una instancia de balan-ce y proyección de la nueva organización.

s ind ica l i s -mo, villas, y géne-

ros, entre otras. Durante los días nos

acompaño una dele-gación del Movimiento

de Participación Estu-diantil (MPE) y de Izquier-

da en Marcha (Uruguay).

Por otro lado, tuvo lugar la presentación el libro “Bos-quejando una Silueta” escri-to por nuestro compañero Santiago El Negrito Avilés,

quien hoy en día no se encuentra en nuestras filas, pero pudo plasmar en esas páginas un ejemplo de construcción de militancia a la que soñamos y aspira-mos llegar, cumplir, trasla-dar y transmitir.

El acto de cierre estuvo a cargo de cuatro de los miembros de la mesa de conducción política - Aldana Martino, Tomás Martínez, Pablo Ferreyra y Jonathan Thea -, quienes se refirieron a la necesidad de construir una organización con la capacidad de participar de la disputa electoral y de avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria y, a su vez, destacaron la mirada nacional, transformadora, popular y latinoamericanista que debemos sostener frente a los reiterados intentos de avanzada de la derecha.

Estuvieron presentes el Diputado Nacional

Andrés “Cuervo” Larroque; el Secretario Gene-ral de la Asociación Gremial de los Trabajadores del Subte y Premetro, Roberto Pianelli; el

Decano de la Facultad de Cien-cias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, Glenn Postolski; el Director de la carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires, Diego De Cha-rras; el Rector de la Universi-dad de Río Cuarto, Marcelo Ruiz; el Presidente de MILES Capital, José María Di Bello; el cineasta David “Coco” Blaus-tein; el Director de la agencia Paco Urondo, Joe Cornejo, y

referentes de distintas organizaciones del campo popular como el Frente Popular Darío Santillán, Movimiento Evita, Frente Popular Darío Santillán- Corriente Nacional, Marea Popular, La Cámpora, Corriente Política 17 de agosto, Juventud – UTE, 14bis – Usina, Emanci-pación Sur y El Hormiguero entre otras.

El encuentro finalizó al grito de “Seamos Libres que acá hubo gigantes que enfrentaron la injus-ticia sin cansarse”.

Una nueva organización

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lanzamiento lanzamiento

En el marco de nuestro primer campamento, a comienzos de marzo realizamos el lanzamien-to de Seamos Libres con la participación de más de 600 militantes, y la presencia de dife-rentes organizaciones y representantes del campo popular.

Durante la primera jornada contamos con una mesa debate en la que el referente de Izquier-da en Marcha (Uruguay), Gabriel Bermúdez; su par de Internacionales de Marcha Patriótica (Colombia), Javier Calderón; y el docente de la Universidad Nacional de Río Cuarto, Carlos Rang, analizaron el rol de las organizaciones del campo popular en el contexto político regional actual.

Además llevamos adelante 23 comisiones de

trabajo en las que caracterizamos la etapa regio-nal y nacional y definimos los lineamientos de la intervención de la organización en esta coyuntu-ra. Al mismo tiempo debatimos diferentes temá-ticas vinculadas a nuestro desarrollo en comuni-cación, cultura, derechos humanos, universidad,

El sábado 8 y domingo 9 de marzo llevamos adelante la pre-sentación de Seamos Libres, que tuvo lugar en la localidad de General Rodríguez y contó con el acompañamiento de más de 700 personas, entre militantes y representantes de diver-sas organizaciones. El encuentro fue una instancia de balan-ce y proyección de la nueva organización.

s ind ica l i s -mo, villas, y géne-

ros, entre otras. Durante los días nos

acompaño una dele-gación del Movimiento

de Participación Estu-diantil (MPE) y de Izquier-

da en Marcha (Uruguay).

Por otro lado, tuvo lugar la presentación el libro “Bos-quejando una Silueta” escri-to por nuestro compañero Santiago El Negrito Avilés,

quien hoy en día no se encuentra en nuestras filas, pero pudo plasmar en esas páginas un ejemplo de construcción de militancia a la que soñamos y aspira-mos llegar, cumplir, trasla-dar y transmitir.

El acto de cierre estuvo a cargo de cuatro de los miembros de la mesa de conducción política - Aldana Martino, Tomás Martínez, Pablo Ferreyra y Jonathan Thea -, quienes se refirieron a la necesidad de construir una organización con la capacidad de participar de la disputa electoral y de avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria y, a su vez, destacaron la mirada nacional, transformadora, popular y latinoamericanista que debemos sostener frente a los reiterados intentos de avanzada de la derecha.

Estuvieron presentes el Diputado Nacional

Andrés “Cuervo” Larroque; el Secretario Gene-ral de la Asociación Gremial de los Trabajadores del Subte y Premetro, Roberto Pianelli; el

Decano de la Facultad de Cien-cias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, Glenn Postolski; el Director de la carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires, Diego De Cha-rras; el Rector de la Universi-dad de Río Cuarto, Marcelo Ruiz; el Presidente de MILES Capital, José María Di Bello; el cineasta David “Coco” Blaus-tein; el Director de la agencia Paco Urondo, Joe Cornejo, y

referentes de distintas organizaciones del campo popular como el Frente Popular Darío Santillán, Movimiento Evita, Frente Popular Darío Santillán- Corriente Nacional, Marea Popular, La Cámpora, Corriente Política 17 de agosto, Juventud – UTE, 14bis – Usina, Emanci-pación Sur y El Hormiguero entre otras.

El encuentro finalizó al grito de “Seamos Libres que acá hubo gigantes que enfrentaron la injus-ticia sin cansarse”.

Una nueva organización

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en los barrios

l Furgón está ubicado en la Comuna 7, Bajo Flores, en el barrio de monoblocks llamado Juan XXIII. A su alrededor se encuentran el Barrio Illia, el Barrio Rivadavia, la villa

1-11-14 y del otro lado, Parque Chacabuco.

Desde El Furgón encontramos en el trabajo territorial una pata fundamental de nuestra construcción. Es por esto que llevamos adelante diversas actividades que buscan profundizar nuestra inserción en el barrio y fomentar el vínculo con lxs vecinxs.

Todas las semanas realizamos apoyo escolar y recreación en el campito del barrio con el objetivo de acompañar a lxs niñxs en el cumplimiento de sus tareas escolares y, principalmente, de crear un espacio de desenvolvimiento para cada unx. Estamos convencidos de que, desde un ámbito no formal, los niñxs pueden interactuar con sus compañeros y con nosotros desde una perspectiva distinta, intercambiando experiencias y abordando diferentes temas desde el aprendizaje y no desde el simple depósito bancario de conocimientos. De esta manera, a través del juego y de actividades que despiertan el interés, pudimos trabajar sobre la importancia de la cooperación, el

compañerismo y el reconocimiento del otro.

Además, ante la necesidad de hacernos partícipes del cuidado del barrio junto a lxs vecinxs, formamos el grupo de intervención Barrio Trabajando desde el cual llevamos adelante distintas propuestas, como por ejemplo la jornada de limpieza del campito. También contamos con un espacio de salud comunitaria que concibe la salud no sólo como la falta de enfermedad sino como una integralidad, y que articula de forma directa con la salita. Desde allí, trabajamos en consultorías de salud, educación sexual y género, entro otros aspectos.

Por otro lado, durante todo el año funciona una bolsa de trabajo propia que brindamos como herramienta a lxs vecinxs tanto para buscar empleo como empleados y, de la mano del Centro Cultural Charrúa, estamos avanzando sobre el funcionamiento de un proyecto productivo cooperativo orientado al rubro textil.

Empezamos 2014 decididos a seguir reforzando la construcción de todos nuestros espacios de trabajo y pensando proyectos nuevos para que El Furgón siga creciendo cada día más.

comuna 7 comuna 8

en los barrios

esde hace más de 5 años venimos desa-rrollando diferentes tareas en el barrio Charrúa: espacios de educación popu-lar, clases de apoyo, recreación, ollas populares, futbol popular, eventos

artísticos, festivales, cine - debate, son algunas de las intervenciones que nos moti-varon a abrir– en el 2012- nuestro propio espacio. Charrúa es un barrio con mucha tradición cultural, allí se organiza el evento más importante de la cultura andina en nuestro país - la Fiesta de Copacabana - donde se reúnen cada año miles y miles de personas. Esta fuerte marca identitaria que comparten los vecinos y las vecinas también aporta a enriquecer los procesos de lucha que se dan por el mejoramiento de las condiciones de vida dentro de su territorio, ya que al igual que los demás barrios del Sur de la Ciudad, Charrúa sufre la crisis habita-cional y la falta de trabajo. Hoy los desafios

que nos planteamos desde El Centro Social y Cultural Charrúa son muchos: generar mayo-res niveles de organización barrial, potenciar los espacios de articulación vecinal, desarro-llar una política de salud comunitaria , la puesta en marcha de un microemprendimien-to productivo que permita la inclusión de vecinos y vecinas al trabajo a través de la producción de ecovasos; intervenir en el espa-cio público a través de diversas actividades para reapropiarnos de él,; son algunos de los objetivos que tenemos por delante.

Por eso, convencidos de que el camino de la organización es el que posibilita seguir avan-zando en conquistas sociales, aportamos -humildemente- nuestro cuerpo y nuestra cabeza para que los barrios más castigados del sur de la Ciudad sean protagonistas de su propio destino.

Miraflores 2199 [email protected] El Furgón en Seamos Libres Bonorino 2989 [email protected] Charrua en Seamos Libres

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en los barrios

l Furgón está ubicado en la Comuna 7, Bajo Flores, en el barrio de monoblocks llamado Juan XXIII. A su alrededor se encuentran el Barrio Illia, el Barrio Rivadavia, la villa

1-11-14 y del otro lado, Parque Chacabuco.

Desde El Furgón encontramos en el trabajo territorial una pata fundamental de nuestra construcción. Es por esto que llevamos adelante diversas actividades que buscan profundizar nuestra inserción en el barrio y fomentar el vínculo con lxs vecinxs.

Todas las semanas realizamos apoyo escolar y recreación en el campito del barrio con el objetivo de acompañar a lxs niñxs en el cumplimiento de sus tareas escolares y, principalmente, de crear un espacio de desenvolvimiento para cada unx. Estamos convencidos de que, desde un ámbito no formal, los niñxs pueden interactuar con sus compañeros y con nosotros desde una perspectiva distinta, intercambiando experiencias y abordando diferentes temas desde el aprendizaje y no desde el simple depósito bancario de conocimientos. De esta manera, a través del juego y de actividades que despiertan el interés, pudimos trabajar sobre la importancia de la cooperación, el

compañerismo y el reconocimiento del otro.

Además, ante la necesidad de hacernos partícipes del cuidado del barrio junto a lxs vecinxs, formamos el grupo de intervención Barrio Trabajando desde el cual llevamos adelante distintas propuestas, como por ejemplo la jornada de limpieza del campito. También contamos con un espacio de salud comunitaria que concibe la salud no sólo como la falta de enfermedad sino como una integralidad, y que articula de forma directa con la salita. Desde allí, trabajamos en consultorías de salud, educación sexual y género, entro otros aspectos.

Por otro lado, durante todo el año funciona una bolsa de trabajo propia que brindamos como herramienta a lxs vecinxs tanto para buscar empleo como empleados y, de la mano del Centro Cultural Charrúa, estamos avanzando sobre el funcionamiento de un proyecto productivo cooperativo orientado al rubro textil.

Empezamos 2014 decididos a seguir reforzando la construcción de todos nuestros espacios de trabajo y pensando proyectos nuevos para que El Furgón siga creciendo cada día más.

comuna 7 comuna 8

en los barrios

esde hace más de 5 años venimos desa-rrollando diferentes tareas en el barrio Charrúa: espacios de educación popu-lar, clases de apoyo, recreación, ollas populares, futbol popular, eventos

artísticos, festivales, cine - debate, son algunas de las intervenciones que nos moti-varon a abrir– en el 2012- nuestro propio espacio. Charrúa es un barrio con mucha tradición cultural, allí se organiza el evento más importante de la cultura andina en nuestro país - la Fiesta de Copacabana - donde se reúnen cada año miles y miles de personas. Esta fuerte marca identitaria que comparten los vecinos y las vecinas también aporta a enriquecer los procesos de lucha que se dan por el mejoramiento de las condiciones de vida dentro de su territorio, ya que al igual que los demás barrios del Sur de la Ciudad, Charrúa sufre la crisis habita-cional y la falta de trabajo. Hoy los desafios

que nos planteamos desde El Centro Social y Cultural Charrúa son muchos: generar mayo-res niveles de organización barrial, potenciar los espacios de articulación vecinal, desarro-llar una política de salud comunitaria , la puesta en marcha de un microemprendimien-to productivo que permita la inclusión de vecinos y vecinas al trabajo a través de la producción de ecovasos; intervenir en el espa-cio público a través de diversas actividades para reapropiarnos de él,; son algunos de los objetivos que tenemos por delante.

Por eso, convencidos de que el camino de la organización es el que posibilita seguir avan-zando en conquistas sociales, aportamos -humildemente- nuestro cuerpo y nuestra cabeza para que los barrios más castigados del sur de la Ciudad sean protagonistas de su propio destino.

Miraflores 2199 [email protected] El Furgón en Seamos Libres Bonorino 2989 [email protected] Charrua en Seamos Libres

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en los barrios

l Furgón está ubicado en la Comuna 7, Bajo Flores, en el barrio de monoblocks llamado Juan XXIII. A su alrededor se encuentran el Barrio Illia, el Barrio Rivadavia, la villa

1-11-14 y del otro lado, Parque Chacabuco.

Desde El Furgón encontramos en el trabajo territorial una pata fundamental de nuestra construcción. Es por esto que llevamos adelante diversas actividades que buscan profundizar nuestra inserción en el barrio y fomentar el vínculo con lxs vecinxs.

Todas las semanas realizamos apoyo escolar y recreación en el campito del barrio con el objetivo de acompañar a lxs niñxs en el cumplimiento de sus tareas escolares y, principalmente, de crear un espacio de desenvolvimiento para cada unx. Estamos convencidos de que, desde un ámbito no formal, los niñxs pueden interactuar con sus compañeros y con nosotros desde una perspectiva distinta, intercambiando experiencias y abordando diferentes temas desde el aprendizaje y no desde el simple depósito bancario de conocimientos. De esta manera, a través del juego y de actividades que despiertan el interés, pudimos trabajar sobre la importancia de la cooperación, el

compañerismo y el reconocimiento del otro.

Además, ante la necesidad de hacernos partícipes del cuidado del barrio junto a lxs vecinxs, formamos el grupo de intervención Barrio Trabajando desde el cual llevamos adelante distintas propuestas, como por ejemplo la jornada de limpieza del campito. También contamos con un espacio de salud comunitaria que concibe la salud no sólo como la falta de enfermedad sino como una integralidad, y que articula de forma directa con la salita. Desde allí, trabajamos en consultorías de salud, educación sexual y género, entro otros aspectos.

Por otro lado, durante todo el año funciona una bolsa de trabajo propia que brindamos como herramienta a lxs vecinxs tanto para buscar empleo como empleados y, de la mano del Centro Cultural Charrúa, estamos avanzando sobre el funcionamiento de un proyecto productivo cooperativo orientado al rubro textil.

Empezamos 2014 decididos a seguir reforzando la construcción de todos nuestros espacios de trabajo y pensando proyectos nuevos para que El Furgón siga creciendo cada día más.

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en los barrios

esde hace más de 5 años venimos desa-rrollando diferentes tareas en el barrio Charrúa: espacios de educación popu-lar, clases de apoyo, recreación, ollas populares, futbol popular, eventos

artísticos, festivales, cine - debate, son algunas de las intervenciones que nos moti-varon a abrir– en el 2012- nuestro propio espacio. Charrúa es un barrio con mucha tradición cultural, allí se organiza el evento más importante de la cultura andina en nuestro país - la Fiesta de Copacabana - donde se reúnen cada año miles y miles de personas. Esta fuerte marca identitaria que comparten los vecinos y las vecinas también aporta a enriquecer los procesos de lucha que se dan por el mejoramiento de las condiciones de vida dentro de su territorio, ya que al igual que los demás barrios del Sur de la Ciudad, Charrúa sufre la crisis habita-cional y la falta de trabajo. Hoy los desafios

que nos planteamos desde El Centro Social y Cultural Charrúa son muchos: generar mayo-res niveles de organización barrial, potenciar los espacios de articulación vecinal, desarro-llar una política de salud comunitaria , la puesta en marcha de un microemprendimien-to productivo que permita la inclusión de vecinos y vecinas al trabajo a través de la producción de ecovasos; intervenir en el espa-cio público a través de diversas actividades para reapropiarnos de él,; son algunos de los objetivos que tenemos por delante.

Por eso, convencidos de que el camino de la organización es el que posibilita seguir avan-zando en conquistas sociales, aportamos -humildemente- nuestro cuerpo y nuestra cabeza para que los barrios más castigados del sur de la Ciudad sean protagonistas de su propio destino.

Miraflores 2199 [email protected] El Furgón en Seamos Libres Bonorino 2989 [email protected] Charrua en Seamos Libres

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enimos desarrollando trabajo en el barrio hace mas de 6 años, aunque la conforma-ción bajo en nombre de Casita, cumple recién un año. La villa 20 de Lugano, está ubicada en el corazón de la comuna 8.

Tiene 30 manzanas, viven en ella 20.000 perso-nas aproximadamente : es una de las villas mas grandes de Capital Federal.

Realizamos actividades de educación (primario, secundario, orientación universitaria), activida-des artísticas (taller de arte, música), deportes, salud, etc. Los últimos dos veranos desarrolla-mos la colonia de vacaciones en el barrio, lo cual implicó una ampliación de nuestro contacto con lxs vecinxs, como a su vez lxs compañerxs que lo laburamos. Hoy en dia estamos en camino de profundizar y ampliar el vínculo con las manza-nas cercanas a la Casita, y nuestro objetivo es

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en los barrios

logar hacer carne la identificación con el espacio.

Tenemos articulación con la escuela secundaria N°4 Norma Colombarto, el Cesac N°18 (se encuen-tra adentro del barrio), y la secretaria de salud responsable. Y distintas orgas dentro del barrio con las cuales potenciamos nuestro trabajo.

Dentro de las ventajas que podemos rescatar de nuestra experiencia está el hecho de llevar un nombre de un caso de gatillo fácil, ya que nos posi-ciona de otra manera a la hora de dar las discusio-nes con los distintos espacios de coordinación. Ya que muchas veces las organizaciones llevan nombre de compañeros que perdieron su vida o se la arran-caron luchando, pero casi nunca se llevan nombre de aquellos que no estaban convencidos que las cosas se pueden cambiar, y que fueron victimas de este sistema injusto.

comuna 8

Fonrouge y Chilavert [email protected] Casita de Kiki Lezcano

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Page 23: Prensa nº1/ ABRIL-MAYO 2014

en los barrioscomuna 9

omos un grupo de trabajadorxs, medi-cxs, psicologxs, y estudiantes universi-tarios de diversas disciplinas, que cues-tionamos las prácticas hegemónicas en

salud. Proponemos problematizar el concep-to dominante que considera a ésta como una mercancía, y que nos dice que estar sano es solamente no estar enfermo/a. Desde este espacio invitamos a pensar la salud como un proceso que toma en cuenta la situación habitacional, ambiental, laboral, cultural y social de una persona y su comunidad.

El proyecto del Colectivo de Salud Comunita-ria surge ante la necesidad de trasladar al trabajo barrial la perspectiva de género de nuestra organización. El año pasado consoli-damos un equipo interdisciplinario desde el cual trabajamos con los vecinos y vecinas del barrio Charrúa y Bajo Flores realizando acti-vidades de promoción y prevención de la salud. También con el Bachillerato Popular Raymundo Gleyzer conformando una red de salud, realizando talleres y pensando colec-tivamente modos de enfrentar las problemá-ticas actuales en salud que lxs estudiantes atraviesan. Además realizamos actividades en la Facultad de Psicología de la UBA para

pensar la formación de lxs estudiantes como profesionales de la salud atravesados por un enfoque comunitario.

Este recorrido nos incentivó a apostar por un proyecto más amplio que nos posibilite un trabajo continuo y compartido con la comuni-dad de los barrios de la Comuna 9 en materia de promoción, prevención y atención primaria de la Salud.

En ese sentido, es que realizamos jornadas de relevamiento de los recursos y problemáticas de salud, así como las herramientas que sus vecinos han ido generando para abordarlas en el barrio de Mataderos; también hicimos ecografías mensuales en forma gratuita y nues-tras Consejerías sobre Salud Sexual y derecho al aborto seguro; creamos el espacio de trabajo sobre el uso de drogas desde una perspectiva de reducción de daños y fortalecimos el espacio de Atención Primaria de la Salud desde campa-ñas específicas de prevención en salud visual, dental, como forma de acercar servicios y profesionales de la salud al barrio.

Av. Alberdi 6301 [email protected] La Mestiza en Seamos Libres

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Page 24: Prensa nº1/ ABRIL-MAYO 2014

l Centro Cultural El Ceibo es uno de los espacios más recientes de nuestra organización, ya que en mayo sera su inaguracion. Como viene siendo nues-

tro trabajo a nivel territorial, nuestra convicción y entusiasmo de crecer al comenzar a militar en un barrio como el de Floresta. Levantar El Ceibo no fue tarea sencilla: después de meses de remodelación y un gran esfuerzo de parte de muchas y muchos compañerxs, logramos generar un ambien-te con ansias de llenarlo de talleres y acti-vidades tanto recreativas como culturales, que de distintas maneras hagan de este espacio un puente entre la cultura y lxs vecinxs. Tenemos la proyección de tejer lazos de coordinación con las organizaciones y centros culturales que se encuentran en

en los barrios

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Av. Juan B Justo 6632 [email protected] El Ceibo en Seamos Libres

Floresta, y a su vez poder profundizar tam-bién el vínculo con las escuelas de la zona, ya que comprendemos (como es el caso de tantos otros barrios) que la problemática de las vacantes afectó a gran escala al circuito educativo de este lugar y vemos como una necesidad el poder acercarnos a lxs niñxs y comenzar a trabajar con toda la comuni-dad.

COMUNA 10

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l sábado 22 de marzo, abrimos las puertas de nuestro espacio cultural en el corazón del barrio de Villa Crespo, con el desafío de aportar a la construcción de una cultura

popular donde lxs trabajadores de la cultura encuentren un espacio propio de desarrollo.

Frente a un gobierno local que propone una lógica cultural donde el arte es una mercancía y el público un mero actor pasivo que sólo busca consumir, desde LaQuince nos planteamos darle vida a un proyecto cultural alternativo, de calidad y popular.

Por eso junto a los diversos talleres artísticos que se pondrán en marcha desde el mes de abril, también desarrollaremos una agenda cultural propia durante las noches, que permita a músicos, compañías teatrales, y artistas de todas las disciplinas hacer del escenario de LaQuince su lugar.

Además impulsamos la articulación con las instituciones educativas donde se enseñan disciplinas artísticas, con el objetivo de generar un vínculo que potencie esos saberes a través de la práctica concreta en nuestro espacio.

Av. Corrientes 5426 [email protected] La Quince espacio cultural en Seamos Libres

en los barrioscomuna 15

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V

américa latina américa latina

La desestabilización de Venezuela muestra que el imperialismo desarrolla su con-traofensiva para detener los avances soberanos y populares de la región. Mien-tras, donde el pueblo está como protagonista el cambio es irreversible. Algunas líneas para pensar las tareas del movimiento popular en una región que puede estar construyendo los andamios para un futuro sin capitalismo.

enezuela es el epicentro de la venganza. Nuestramérica tiene la mitad de las reservas de agua del planeta, riquezas inmensas en recursos naturales (o mejor dicho: bienes comu-nes), minerales, petróleo y biodiversi-dad. Es decir que somos un área estra-tégica para el desarrollo y sostenimien-to del modo de producción capitalista tal cual lo conocemos hoy. Animarse a construir socialismo en el corazón de esta fuente de riquezas y ser la referen-cia para el resto de los países fue el pecado del Comandante Hugo Chávez y es el pecado la revolución bolivariana. Los medios de comunicación están jugando un rol que ya había sido utiliza-do en el golpe de Estado a Chávez en 2002, pero que se ha desarrollado a niveles que ya ni siquiera prevén el respeto por los criterios de ética perio-dística que ellos mismos pregonan en sus corporaciones: hay mentira abierta acerca de datos de la realidad, fuentes falsas, actores de telenovelas represen-tando gente de a pie.La desesperación de Estados Unidos y, sobre todo, de los capitales trasna-cionales a los que representa con su política, los empujó a renovarse para llevar adelante lo que ahora se llama “golpe suave”. es decir, a deslegitimar a gobiernos permanentemente por los medios, hasta el punto de empujar procesos de desestabilización.

Muchas veces se habla de la tarea de los medios y pareciera una simple exagera-ción. Sin embargo, la última década de este continente habla de una historia que merece los mayores esfuerzos del imperialismo para ser revertida porque retrocedió en su capacidad de definir las políticas de nuestros países. Los proce-sos constituyentes de Venezuela, en 1999; en Bolivia, en 2007; y en Ecuador entre 2007 y 2008, mostraron al pueblo empoderado con una firmeza inédita en décadas anteriores. Pero lo que plantea el escenario actual es que el trabajo cultural e ideológico no puede ser rever-tido con un simple cambio de gobierno. En todos los casos, aunque con muchas diferencias entre sí, esos gobiernos significaron el fin de procesos de movili-zación social contra la avanzada neoli-beral y del modelo de acumulación instalado en la década de 1990, aún así, tuvieron a los pueblos organizados como protagonistas: no se revierten las expe-riencias de descentralización popular Tal es el caso de los consejos comunales de Venezuela, donde la población toma en sus propias manos la dirección de su presente y la configuración de su futuro, gestionan sus territorios y generan mandatos a ser elevados a la Asamblea Nacional. Tampoco se revierten las medidas que, en la misma sintonía, se han impulsado en el ahora Estado Plurinacional de Bolivia, donde las

organizaciones sociales, trabajadores y trabajadoras, son parte cotidiana del debate acerca del destino del Estado. El proyecto del ALBA, que impulsan estos países, junto con Cuba, brega por una integración basada en la comple-mentariedad y en la solidaridad y no integra solamente a gobiernos sino también a los pueblos y a sus organiza-ciones sociales. Los procesos populares no son posibles de desandar porque se encaran desde el seno del pueblo.Al mismo tiempo Argentina, Brasil y Uruguay (e incluso Paraguay en un primer momento), también fueron protagonistas de una nueva etapa en la región. Con gobiernos progresistas, que llegaron por el voto popular después de una década de saqueo y de empobreci-miento, dieron inicio a políticas de recuperación de las condiciones de vida de nuestros pueblos. No podemos asimi-larlos entre sí por el diferente tamaño de sus economías o por sus diferentes grados de compromiso político y econó-mico con el cambio en la región, pero esta tendencia regional de avance popular, en algunos casos, y de mejora en la situación social de pueblo, entre otras cuestinoes, fue decisiva para la conformación del actual bloque de la UNASUR (2008), y el fortalecimiento del MERCOSUR.Argentina fue un actor clave y compro-metido desde el principio en el creci-

miento de una región integrada y más soberana, aportando a lo que hoy puede entenderse como una alianza entre el ALBA y el bloque UNASUR, que se expre-sa en la creación de la CELAC, en 2011. Desde allí, se ha logrado disputar hege-monía a los viejos modelos de integra-ción digitados para garantizar la acumu-lación del capitalismo central y de Estados Unidos. Aunque los gobiernos progresistas no desarrollaron en sus países políticas de cambio de la misma radicalidad que los proyectos declarados Socialistas (Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador) encaran una tendencia regional de soberanía que sostiene hoy una alianza fundamen-tal para que nuestros países enfrenten la crisis mundial, por un lado, y para fortalecer una alternativa regional, por el otro. Por eso, cuando hablamos de antiimperialismo y de la Patria Grande, cuando insistimos con la necesidad del cambio en clave regional, no es mera retórica: la integración econó-mica y política es la única forma real de desandar la relación de dependencia de nuestros países con los países del capitalismo central. Mientras, la crisis quiere exportarse a países de América Latina. Por eso, no se han detenido las propuestas de tratados de libre comercio que tanto habíamos resisti-do en 2005 con el ALCA. Se trata de aquellos tratados impulsados por Estados Unidos como el Acuer-do del Pacífico, del que Uruguay es veedor, y son incentivados por la Unión Europea a través de la presión que ejerce sobre el bloque MERCOSUR. Lo que tiene que estar en

el centro de nuestras reflexiones es qué tareas tenemos que emprender para avanzar y qué tareas tenemos, además, para evitar retroceder: desde la defensa de la Revolución Bolivariana o el apoyo a las luchas sociales en Colombia, hasta la organización del pueblo en el mismo sentido en nuestros países. Porque si no hacemos la distinción entre lo que nece-sitamos hacer para que no se retroceda hasta hoy y lo que hace falta construir para que de verdad haya una alternati-

va social y política a la dependencia en América Latina y el Caribe corremos el riesgo de desatender la peligrosísima contraofensiva del imperialismo. Los golpes de estado en Honduras y Paraguay son parte de ese paisaje que conllevaron una inmensa ampliación de la presencia militar en los últimos años. Y ahora una nueva avanzada sobre Venezuela trabaja para generar deses-tabilización. Las herramientas necesa-rias para no caminar hacia atrás sobre las demandas conquistadas son el protagonismo de las clases populalres a través de la presencia en la calle y su empoderamiento que, al mismo tiempo, evitarán el crecimiento de nuevos sectores de poder económico. Sólo la integración y la organización del pueblo nos abrirán el camino para la segunda y definitiva independencia.

“No habrá forma de resistir al avance generalizado del extracti-vismo como matriz del modelo productivo latinoamericano sin una integración económica, política y social que resista al lugar que nos toca en el capitalismo mundial, y sea el piso para configurar un camino socialista”.

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américa latina américa latina

La desestabilización de Venezuela muestra que el imperialismo desarrolla su con-traofensiva para detener los avances soberanos y populares de la región. Mien-tras, donde el pueblo está como protagonista el cambio es irreversible. Algunas líneas para pensar las tareas del movimiento popular en una región que puede estar construyendo los andamios para un futuro sin capitalismo.

enezuela es el epicentro de la venganza. Nuestramérica tiene la mitad de las reservas de agua del planeta, riquezas inmensas en recursos naturales (o mejor dicho: bienes comu-nes), minerales, petróleo y biodiversi-dad. Es decir que somos un área estra-tégica para el desarrollo y sostenimien-to del modo de producción capitalista tal cual lo conocemos hoy. Animarse a construir socialismo en el corazón de esta fuente de riquezas y ser la referen-cia para el resto de los países fue el pecado del Comandante Hugo Chávez y es el pecado la revolución bolivariana. Los medios de comunicación están jugando un rol que ya había sido utiliza-do en el golpe de Estado a Chávez en 2002, pero que se ha desarrollado a niveles que ya ni siquiera prevén el respeto por los criterios de ética perio-dística que ellos mismos pregonan en sus corporaciones: hay mentira abierta acerca de datos de la realidad, fuentes falsas, actores de telenovelas represen-tando gente de a pie.La desesperación de Estados Unidos y, sobre todo, de los capitales trasna-cionales a los que representa con su política, los empujó a renovarse para llevar adelante lo que ahora se llama “golpe suave”. es decir, a deslegitimar a gobiernos permanentemente por los medios, hasta el punto de empujar procesos de desestabilización.

Muchas veces se habla de la tarea de los medios y pareciera una simple exagera-ción. Sin embargo, la última década de este continente habla de una historia que merece los mayores esfuerzos del imperialismo para ser revertida porque retrocedió en su capacidad de definir las políticas de nuestros países. Los proce-sos constituyentes de Venezuela, en 1999; en Bolivia, en 2007; y en Ecuador entre 2007 y 2008, mostraron al pueblo empoderado con una firmeza inédita en décadas anteriores. Pero lo que plantea el escenario actual es que el trabajo cultural e ideológico no puede ser rever-tido con un simple cambio de gobierno. En todos los casos, aunque con muchas diferencias entre sí, esos gobiernos significaron el fin de procesos de movili-zación social contra la avanzada neoli-beral y del modelo de acumulación instalado en la década de 1990, aún así, tuvieron a los pueblos organizados como protagonistas: no se revierten las expe-riencias de descentralización popular Tal es el caso de los consejos comunales de Venezuela, donde la población toma en sus propias manos la dirección de su presente y la configuración de su futuro, gestionan sus territorios y generan mandatos a ser elevados a la Asamblea Nacional. Tampoco se revierten las medidas que, en la misma sintonía, se han impulsado en el ahora Estado Plurinacional de Bolivia, donde las

organizaciones sociales, trabajadores y trabajadoras, son parte cotidiana del debate acerca del destino del Estado. El proyecto del ALBA, que impulsan estos países, junto con Cuba, brega por una integración basada en la comple-mentariedad y en la solidaridad y no integra solamente a gobiernos sino también a los pueblos y a sus organiza-ciones sociales. Los procesos populares no son posibles de desandar porque se encaran desde el seno del pueblo.Al mismo tiempo Argentina, Brasil y Uruguay (e incluso Paraguay en un primer momento), también fueron protagonistas de una nueva etapa en la región. Con gobiernos progresistas, que llegaron por el voto popular después de una década de saqueo y de empobreci-miento, dieron inicio a políticas de recuperación de las condiciones de vida de nuestros pueblos. No podemos asimi-larlos entre sí por el diferente tamaño de sus economías o por sus diferentes grados de compromiso político y econó-mico con el cambio en la región, pero esta tendencia regional de avance popular, en algunos casos, y de mejora en la situación social de pueblo, entre otras cuestinoes, fue decisiva para la conformación del actual bloque de la UNASUR (2008), y el fortalecimiento del MERCOSUR.Argentina fue un actor clave y compro-metido desde el principio en el creci-

miento de una región integrada y más soberana, aportando a lo que hoy puede entenderse como una alianza entre el ALBA y el bloque UNASUR, que se expre-sa en la creación de la CELAC, en 2011. Desde allí, se ha logrado disputar hege-monía a los viejos modelos de integra-ción digitados para garantizar la acumu-lación del capitalismo central y de Estados Unidos. Aunque los gobiernos progresistas no desarrollaron en sus países políticas de cambio de la misma radicalidad que los proyectos declarados Socialistas (Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador) encaran una tendencia regional de soberanía que sostiene hoy una alianza fundamen-tal para que nuestros países enfrenten la crisis mundial, por un lado, y para fortalecer una alternativa regional, por el otro. Por eso, cuando hablamos de antiimperialismo y de la Patria Grande, cuando insistimos con la necesidad del cambio en clave regional, no es mera retórica: la integración econó-mica y política es la única forma real de desandar la relación de dependencia de nuestros países con los países del capitalismo central. Mientras, la crisis quiere exportarse a países de América Latina. Por eso, no se han detenido las propuestas de tratados de libre comercio que tanto habíamos resisti-do en 2005 con el ALCA. Se trata de aquellos tratados impulsados por Estados Unidos como el Acuer-do del Pacífico, del que Uruguay es veedor, y son incentivados por la Unión Europea a través de la presión que ejerce sobre el bloque MERCOSUR. Lo que tiene que estar en

el centro de nuestras reflexiones es qué tareas tenemos que emprender para avanzar y qué tareas tenemos, además, para evitar retroceder: desde la defensa de la Revolución Bolivariana o el apoyo a las luchas sociales en Colombia, hasta la organización del pueblo en el mismo sentido en nuestros países. Porque si no hacemos la distinción entre lo que nece-sitamos hacer para que no se retroceda hasta hoy y lo que hace falta construir para que de verdad haya una alternati-

va social y política a la dependencia en América Latina y el Caribe corremos el riesgo de desatender la peligrosísima contraofensiva del imperialismo. Los golpes de estado en Honduras y Paraguay son parte de ese paisaje que conllevaron una inmensa ampliación de la presencia militar en los últimos años. Y ahora una nueva avanzada sobre Venezuela trabaja para generar deses-tabilización. Las herramientas necesa-rias para no caminar hacia atrás sobre las demandas conquistadas son el protagonismo de las clases populalres a través de la presencia en la calle y su empoderamiento que, al mismo tiempo, evitarán el crecimiento de nuevos sectores de poder económico. Sólo la integración y la organización del pueblo nos abrirán el camino para la segunda y definitiva independencia.

“No habrá forma de resistir al avance generalizado del extracti-vismo como matriz del modelo productivo latinoamericano sin una integración económica, política y social que resista al lugar que nos toca en el capitalismo mundial, y sea el piso para configurar un camino socialista”.

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Juan, Tucumán, Capital Federal (por mencionar algunos de los lugares en donde no se cumple el protocolo) son algunas de las provincias en donde los médicos se amparan en la figura de la “objeción de conciencia”, incluso en aquellas en las que existe un protocolo de aborto no punible, tal como exhortó en 2012 un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación).Defender un Estado Laico es defender igualdad en derechos y en los hechosLa sanción de una reforma al Código Civil y Comercial fue iniciada por el oficialismo a principios del 2011, a partir de una comisión encargada de elaborar un anteproyecto. Luego de su aproba-ción en el Ejecutivo, se constituye a mediados del 2012 una comisión bicameral integrada por las distintas fuerzas parlamentarias. En noviembre de 2013, una modificación de último momento, solicitada por parte Frente para la Victoria, deja suponer, entrever, una complicidad con la Iglesia Católica en dos puntos cruciales que actúan en detrimento la laicidad del Estado. De aprobarse los cambios propuestos se pondrían en jaque los avances que en materia de derechos sociales conquista-dos.El artículo 19 define el comienzo de la existencia de la persona humana y reconoce como persona jurídica al embrión o feto, a pedido de la Iglesia Católica. En tanto, el artículo 146, inciso 6, confiere el carácter de persona jurídi-ca pública a la Iglesia Católica, contradi-ciendo los principios de igualdad ante la ley, libertad de cultos y conciencia enunciados en la Constitución Nacional. La coyuntura nos confirma que necesi-tamos un Estado laico y un gobierno con voluntad política que lo defienda para evitar la intromisión de la Iglesia y el atropello de nuestros derechos. La

sexualidad diversa violentada, cada secuestrada para la red de trata, cada mujer muerta por un aborto clandesti-no, nos exige que asumamos de una vez por todas –toda la militancia y no sólo las mujeres-- la urgencia de esta lucha por la liberación de los pueblos y los cuerpos.Aborto legal en las calles y en las casas, ¿para a cuándo en el Congreso?La consigna es muy clara. Las mujeres abortamos. Y no como regla, sino como una práctica que nos permite interrum-pir un embarazo que no deseamos, nos impusieron o no planificamos.En Argentina, es amplia la historia de lucha que atraviesa el movimiento de mujeres y feministas para combatir la ilegalidad y la penalización de esta práctica que produce cientos de muje-res muertas al año y la condena social sobre quienes, entendemos, ejercen su derecho a tener una vida digna. Luego de un trabajo arduo, organizaciones sociales y políticas, junto con la Campa-ña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito, presentaron un proyecto de ley que ingresó en la Cámara de Diputados en 2007, 2009 y en 2010, por lo que, este Marzo, nueva-

mente perdió estado parlamentario por no ser discutido. La Campaña hizo una nueva presentación el pasado 9 de Abril, interpelando al Congreso una vez más a discutir la temática. La iniciativa propo-ne en líneas generales despenalizar y legalizar el aborto para que toda mujer que así lo requiera sea atendida por el sistema de salud público o privado, incluida la asistencia de las obras socia-les del país, hasta la semana número doce de gestación y sin límite de tiempo en las actuales causales que contempla el Código Penal como abortos no punibles. Es decir, cuando se ponga el riesgo la salud, la vida o haya habido una violación.También decimos que el derecho al aborto es una deuda de nuestra demo-cracia. Y lo aseguramos porque muchos son los casos en los que las jurisdicciones de nuestro país desconocen lo dispuesto desde hace 90 años en el Código Penal, negando el derecho de las mujeres a un Aborto No Punible en cualquier hospital público. Son frecuentes las situaciones en las que el Estado hace oídos sordos y acaba por ejercer violencia institucional hacia las mujeres que solicitan un No Punible en un hospital de Salta, San

despenalización y legalización del aborto es una herramienta indispensa-ble para la transformación social, es un ejercicio de autonomía sobre nuestros cuerpos que se subleva frente a la muerte y la lógica del mercado, ya que quienes mueren en la clandestinidad de la práctica pertenecen mayoritariamen-te a las clases desplazadas. El aborto libre, legal, seguro y gratuito es otra forma de enfrentar al poder del patriar-cado y de trabaja para transformar la realidad de violencia, opresión y margi-nación en que vivimos las mujeres.Juicio y Castigo: ahora vamos por másEl 8 de Abril se dictaron penas de entre 10 y 22 años para todos los condenados por la causa del secuestro con fines de explotación sexual de Marita Verón. Esto fue posible luego de que se anulara la vergonzosa absolución de los implica-dos en el secuestro de Marita, que en Diciembre del 2012 nos encontró en la

s

géneros géneros

Cuando lo personal es político: la perspectiva de géneros en la militancia que busca la liberación y ser liberadora. Una posición desde el hoy y para los tiempos venideros.

Mamboretá Géneros [email protected]

omos un espacio de géneros dentro de una organización que se define en proceso de despatriarcalización y en la construcción de una praxis feminista. Luchamos contra la llamada “opresión del hombre por el hombre” y de la opresión del hombre (léase hombre blanco, capitalista, occidental y heterosexual) hacia todas las mujeres y demás identidades de géneros. Porque el capitalismo como sistema político, social y cultural pregona valores patriarcalistas al mismo tiempo que amplifica las condenas de clase, contra los que también es necesario luchar. Del patriarcado se desprende la ideología del sexismo y su manifesta-ción desde el sentido común hegemóni-co: el machismo. La militancia no escapa a esta problemática y, por eso, es preciso despatriarcalizar nuestras organizaciones para que sean reales herramientas de cambio y, así, puedan construir una praxis feminista propia, que retome lo mejor de otras luchas y que sea como dijera escritor, periodista y pensador marxista peruano José Carlos Mariátegui: “creación heroica”. Cada femicidio, cada mujer golpeada, violada o humillada, cada persona de

calle, asqueadxs, gritando contra tanta impunidad y complicidad. Sin embargo, la lucha de Susana Trimarco, consiguió que la Corte Suprema tucumana invali-dara este aberrante fallo e hiciera una parte de la justicia. Festejamos el juicio y castigo a los responsables del secues-tro de Marita, y lo entendemos como un precedente, pero sobre todo como un punto de partida para seguir denuncian-do la complicidad de las policías, la justicia y los gobiernos provinciales con las redes de trata. No estamos todas. Faltan todas las mujeres, que no están ausentes ni perdidas, siguen desapareci-das para ser prostituidas.Ante los desafíos actuales, nosotrxs seguimos buscando a Marita, a Floren-cia, a Natalia, a los cientos de mujeres desaparecidas por la trata, seguimos luchando por la despenalización del aborto, seguimos construyendo revolu-ción en la calles, en las plazas, en los cuerpos, continuamos construyendo poder popular, con el combustible del deseo y disputando en todas las esferas y todas las arenas. Porque Seamos Libres es una materialización orgánica de un grito que expresa un programa, una misión histórica: la de derribar al capitalismo patriarcal, acabando en el proceso, con todas las opresiones y violencias que nublan nuestros futuros.

“Son frecuentes las situacio-nes en las que el Estado hace oídos sordos y acaba por ejer-cer violencia institucional hacia las mujeres que solicitan un No Punible en un hospital.”

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Juan, Tucumán, Capital Federal (por mencionar algunos de los lugares en donde no se cumple el protocolo) son algunas de las provincias en donde los médicos se amparan en la figura de la “objeción de conciencia”, incluso en aquellas en las que existe un protocolo de aborto no punible, tal como exhortó en 2012 un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación).Defender un Estado Laico es defender igualdad en derechos y en los hechosLa sanción de una reforma al Código Civil y Comercial fue iniciada por el oficialismo a principios del 2011, a partir de una comisión encargada de elaborar un anteproyecto. Luego de su aproba-ción en el Ejecutivo, se constituye a mediados del 2012 una comisión bicameral integrada por las distintas fuerzas parlamentarias. En noviembre de 2013, una modificación de último momento, solicitada por parte Frente para la Victoria, deja suponer, entrever, una complicidad con la Iglesia Católica en dos puntos cruciales que actúan en detrimento la laicidad del Estado. De aprobarse los cambios propuestos se pondrían en jaque los avances que en materia de derechos sociales conquista-dos.El artículo 19 define el comienzo de la existencia de la persona humana y reconoce como persona jurídica al embrión o feto, a pedido de la Iglesia Católica. En tanto, el artículo 146, inciso 6, confiere el carácter de persona jurídi-ca pública a la Iglesia Católica, contradi-ciendo los principios de igualdad ante la ley, libertad de cultos y conciencia enunciados en la Constitución Nacional. La coyuntura nos confirma que necesi-tamos un Estado laico y un gobierno con voluntad política que lo defienda para evitar la intromisión de la Iglesia y el atropello de nuestros derechos. La

sexualidad diversa violentada, cada secuestrada para la red de trata, cada mujer muerta por un aborto clandesti-no, nos exige que asumamos de una vez por todas –toda la militancia y no sólo las mujeres-- la urgencia de esta lucha por la liberación de los pueblos y los cuerpos.Aborto legal en las calles y en las casas, ¿para a cuándo en el Congreso?La consigna es muy clara. Las mujeres abortamos. Y no como regla, sino como una práctica que nos permite interrum-pir un embarazo que no deseamos, nos impusieron o no planificamos.En Argentina, es amplia la historia de lucha que atraviesa el movimiento de mujeres y feministas para combatir la ilegalidad y la penalización de esta práctica que produce cientos de muje-res muertas al año y la condena social sobre quienes, entendemos, ejercen su derecho a tener una vida digna. Luego de un trabajo arduo, organizaciones sociales y políticas, junto con la Campa-ña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito, presentaron un proyecto de ley que ingresó en la Cámara de Diputados en 2007, 2009 y en 2010, por lo que, este Marzo, nueva-

mente perdió estado parlamentario por no ser discutido. La Campaña hizo una nueva presentación el pasado 9 de Abril, interpelando al Congreso una vez más a discutir la temática. La iniciativa propo-ne en líneas generales despenalizar y legalizar el aborto para que toda mujer que así lo requiera sea atendida por el sistema de salud público o privado, incluida la asistencia de las obras socia-les del país, hasta la semana número doce de gestación y sin límite de tiempo en las actuales causales que contempla el Código Penal como abortos no punibles. Es decir, cuando se ponga el riesgo la salud, la vida o haya habido una violación.También decimos que el derecho al aborto es una deuda de nuestra demo-cracia. Y lo aseguramos porque muchos son los casos en los que las jurisdicciones de nuestro país desconocen lo dispuesto desde hace 90 años en el Código Penal, negando el derecho de las mujeres a un Aborto No Punible en cualquier hospital público. Son frecuentes las situaciones en las que el Estado hace oídos sordos y acaba por ejercer violencia institucional hacia las mujeres que solicitan un No Punible en un hospital de Salta, San

despenalización y legalización del aborto es una herramienta indispensa-ble para la transformación social, es un ejercicio de autonomía sobre nuestros cuerpos que se subleva frente a la muerte y la lógica del mercado, ya que quienes mueren en la clandestinidad de la práctica pertenecen mayoritariamen-te a las clases desplazadas. El aborto libre, legal, seguro y gratuito es otra forma de enfrentar al poder del patriar-cado y de trabaja para transformar la realidad de violencia, opresión y margi-nación en que vivimos las mujeres.Juicio y Castigo: ahora vamos por másEl 8 de Abril se dictaron penas de entre 10 y 22 años para todos los condenados por la causa del secuestro con fines de explotación sexual de Marita Verón. Esto fue posible luego de que se anulara la vergonzosa absolución de los implica-dos en el secuestro de Marita, que en Diciembre del 2012 nos encontró en la

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géneros géneros

Cuando lo personal es político: la perspectiva de géneros en la militancia que busca la liberación y ser liberadora. Una posición desde el hoy y para los tiempos venideros.

Mamboretá Géneros [email protected]

omos un espacio de géneros dentro de una organización que se define en proceso de despatriarcalización y en la construcción de una praxis feminista. Luchamos contra la llamada “opresión del hombre por el hombre” y de la opresión del hombre (léase hombre blanco, capitalista, occidental y heterosexual) hacia todas las mujeres y demás identidades de géneros. Porque el capitalismo como sistema político, social y cultural pregona valores patriarcalistas al mismo tiempo que amplifica las condenas de clase, contra los que también es necesario luchar. Del patriarcado se desprende la ideología del sexismo y su manifesta-ción desde el sentido común hegemóni-co: el machismo. La militancia no escapa a esta problemática y, por eso, es preciso despatriarcalizar nuestras organizaciones para que sean reales herramientas de cambio y, así, puedan construir una praxis feminista propia, que retome lo mejor de otras luchas y que sea como dijera escritor, periodista y pensador marxista peruano José Carlos Mariátegui: “creación heroica”. Cada femicidio, cada mujer golpeada, violada o humillada, cada persona de

calle, asqueadxs, gritando contra tanta impunidad y complicidad. Sin embargo, la lucha de Susana Trimarco, consiguió que la Corte Suprema tucumana invali-dara este aberrante fallo e hiciera una parte de la justicia. Festejamos el juicio y castigo a los responsables del secues-tro de Marita, y lo entendemos como un precedente, pero sobre todo como un punto de partida para seguir denuncian-do la complicidad de las policías, la justicia y los gobiernos provinciales con las redes de trata. No estamos todas. Faltan todas las mujeres, que no están ausentes ni perdidas, siguen desapareci-das para ser prostituidas.Ante los desafíos actuales, nosotrxs seguimos buscando a Marita, a Floren-cia, a Natalia, a los cientos de mujeres desaparecidas por la trata, seguimos luchando por la despenalización del aborto, seguimos construyendo revolu-ción en la calles, en las plazas, en los cuerpos, continuamos construyendo poder popular, con el combustible del deseo y disputando en todas las esferas y todas las arenas. Porque Seamos Libres es una materialización orgánica de un grito que expresa un programa, una misión histórica: la de derribar al capitalismo patriarcal, acabando en el proceso, con todas las opresiones y violencias que nublan nuestros futuros.

“Son frecuentes las situacio-nes en las que el Estado hace oídos sordos y acaba por ejer-cer violencia institucional hacia las mujeres que solicitan un No Punible en un hospital.”

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Juan, Tucumán, Capital Federal (por mencionar algunos de los lugares en donde no se cumple el protocolo) son algunas de las provincias en donde los médicos se amparan en la figura de la “objeción de conciencia”, incluso en aquellas en las que existe un protocolo de aborto no punible, tal como exhortó en 2012 un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación).Defender un Estado Laico es defender igualdad en derechos y en los hechosLa sanción de una reforma al Código Civil y Comercial fue iniciada por el oficialismo a principios del 2011, a partir de una comisión encargada de elaborar un anteproyecto. Luego de su aproba-ción en el Ejecutivo, se constituye a mediados del 2012 una comisión bicameral integrada por las distintas fuerzas parlamentarias. En noviembre de 2013, una modificación de último momento, solicitada por parte Frente para la Victoria, deja suponer, entrever, una complicidad con la Iglesia Católica en dos puntos cruciales que actúan en detrimento la laicidad del Estado. De aprobarse los cambios propuestos se pondrían en jaque los avances que en materia de derechos sociales conquista-dos.El artículo 19 define el comienzo de la existencia de la persona humana y reconoce como persona jurídica al embrión o feto, a pedido de la Iglesia Católica. En tanto, el artículo 146, inciso 6, confiere el carácter de persona jurídi-ca pública a la Iglesia Católica, contradi-ciendo los principios de igualdad ante la ley, libertad de cultos y conciencia enunciados en la Constitución Nacional. La coyuntura nos confirma que necesi-tamos un Estado laico y un gobierno con voluntad política que lo defienda para evitar la intromisión de la Iglesia y el atropello de nuestros derechos. La

sexualidad diversa violentada, cada secuestrada para la red de trata, cada mujer muerta por un aborto clandesti-no, nos exige que asumamos de una vez por todas –toda la militancia y no sólo las mujeres-- la urgencia de esta lucha por la liberación de los pueblos y los cuerpos.Aborto legal en las calles y en las casas, ¿para a cuándo en el Congreso?La consigna es muy clara. Las mujeres abortamos. Y no como regla, sino como una práctica que nos permite interrum-pir un embarazo que no deseamos, nos impusieron o no planificamos.En Argentina, es amplia la historia de lucha que atraviesa el movimiento de mujeres y feministas para combatir la ilegalidad y la penalización de esta práctica que produce cientos de muje-res muertas al año y la condena social sobre quienes, entendemos, ejercen su derecho a tener una vida digna. Luego de un trabajo arduo, organizaciones sociales y políticas, junto con la Campa-ña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito, presentaron un proyecto de ley que ingresó en la Cámara de Diputados en 2007, 2009 y en 2010, por lo que, este Marzo, nueva-

mente perdió estado parlamentario por no ser discutido. La Campaña hizo una nueva presentación el pasado 9 de Abril, interpelando al Congreso una vez más a discutir la temática. La iniciativa propo-ne en líneas generales despenalizar y legalizar el aborto para que toda mujer que así lo requiera sea atendida por el sistema de salud público o privado, incluida la asistencia de las obras socia-les del país, hasta la semana número doce de gestación y sin límite de tiempo en las actuales causales que contempla el Código Penal como abortos no punibles. Es decir, cuando se ponga el riesgo la salud, la vida o haya habido una violación.También decimos que el derecho al aborto es una deuda de nuestra demo-cracia. Y lo aseguramos porque muchos son los casos en los que las jurisdicciones de nuestro país desconocen lo dispuesto desde hace 90 años en el Código Penal, negando el derecho de las mujeres a un Aborto No Punible en cualquier hospital público. Son frecuentes las situaciones en las que el Estado hace oídos sordos y acaba por ejercer violencia institucional hacia las mujeres que solicitan un No Punible en un hospital de Salta, San

despenalización y legalización del aborto es una herramienta indispensa-ble para la transformación social, es un ejercicio de autonomía sobre nuestros cuerpos que se subleva frente a la muerte y la lógica del mercado, ya que quienes mueren en la clandestinidad de la práctica pertenecen mayoritariamen-te a las clases desplazadas. El aborto libre, legal, seguro y gratuito es otra forma de enfrentar al poder del patriar-cado y de trabaja para transformar la realidad de violencia, opresión y margi-nación en que vivimos las mujeres.Juicio y Castigo: ahora vamos por másEl 8 de Abril se dictaron penas de entre 10 y 22 años para todos los condenados por la causa del secuestro con fines de explotación sexual de Marita Verón. Esto fue posible luego de que se anulara la vergonzosa absolución de los implica-dos en el secuestro de Marita, que en Diciembre del 2012 nos encontró en la

s

géneros géneros

Cuando lo personal es político: la perspectiva de géneros en la militancia que busca la liberación y ser liberadora. Una posición desde el hoy y para los tiempos venideros.

Mamboretá Géneros [email protected]

omos un espacio de géneros dentro de una organización que se define en proceso de despatriarcalización y en la construcción de una praxis feminista. Luchamos contra la llamada “opresión del hombre por el hombre” y de la opresión del hombre (léase hombre blanco, capitalista, occidental y heterosexual) hacia todas las mujeres y demás identidades de géneros. Porque el capitalismo como sistema político, social y cultural pregona valores patriarcalistas al mismo tiempo que amplifica las condenas de clase, contra los que también es necesario luchar. Del patriarcado se desprende la ideología del sexismo y su manifesta-ción desde el sentido común hegemóni-co: el machismo. La militancia no escapa a esta problemática y, por eso, es preciso despatriarcalizar nuestras organizaciones para que sean reales herramientas de cambio y, así, puedan construir una praxis feminista propia, que retome lo mejor de otras luchas y que sea como dijera escritor, periodista y pensador marxista peruano José Carlos Mariátegui: “creación heroica”. Cada femicidio, cada mujer golpeada, violada o humillada, cada persona de

calle, asqueadxs, gritando contra tanta impunidad y complicidad. Sin embargo, la lucha de Susana Trimarco, consiguió que la Corte Suprema tucumana invali-dara este aberrante fallo e hiciera una parte de la justicia. Festejamos el juicio y castigo a los responsables del secues-tro de Marita, y lo entendemos como un precedente, pero sobre todo como un punto de partida para seguir denuncian-do la complicidad de las policías, la justicia y los gobiernos provinciales con las redes de trata. No estamos todas. Faltan todas las mujeres, que no están ausentes ni perdidas, siguen desapareci-das para ser prostituidas.Ante los desafíos actuales, nosotrxs seguimos buscando a Marita, a Floren-cia, a Natalia, a los cientos de mujeres desaparecidas por la trata, seguimos luchando por la despenalización del aborto, seguimos construyendo revolu-ción en la calles, en las plazas, en los cuerpos, continuamos construyendo poder popular, con el combustible del deseo y disputando en todas las esferas y todas las arenas. Porque Seamos Libres es una materialización orgánica de un grito que expresa un programa, una misión histórica: la de derribar al capitalismo patriarcal, acabando en el proceso, con todas las opresiones y violencias que nublan nuestros futuros.

“Son frecuentes las situacio-nes en las que el Estado hace oídos sordos y acaba por ejer-cer violencia institucional hacia las mujeres que solicitan un No Punible en un hospital.”

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corriente universitaria COrriente universitaria

Estamos en las Facultades de SOCIALES, FILOSOFIA Y LETRAS, PSICOLOGIA Y EXACTAS Seamos Libres Uba @SeamosLibresUBA [email protected]

fines del año pasado sucedió un hecho inédito en la historia de la vida estudiantil universitaria:

la pérdida en un mismo día de cuatro centros de estudi-antes conducidos por una parte de la denominada “izquierda independiente” y/o “nueva izquierda”.

Para quienes provenimos de este mismo paradigma -el cual supone una fuerte iden-tidad y compromiso con los procesos revolucionarios lati-noamericanos (Venezuela, Cuba, Ecuador y Bolivia), la construcción del poder popu-lar, así como la vocación por confluir con otras identi-dades del campo popular- esta situación nos obliga a repensar y hacer los aportes necesarios para una nueva reflexión colectiva

El resultado de las últimas elecciones debe ser una enseñanza para superar las tensiones creativas. El modelo de centros de estudi-antes de las conducciones

desplazadas, se sumergió en un fuerte estancamiento durante los últimos años, caracterizado por desmovili-zación y la falta de discu-siones al interior del movi-miento estudiantil, en con-traposición con la partici-pación creciente de la juven-tud a nivel de toda la socie-dad. Dicho modelo convirtió al poder popular en una con-signa, en vez de ser una instancia de praxis histórica. A su vez no supo incorporar y apoyar numerosas experien-cias que funcionan de forma independiente de los Centros de Estudiantes dejando en el olvido el Centro en tanto identidad colectiva que supera el interés de tal o cual fracción. Estas limitaciones llegaron al punto de caer en un corporativismo clásico que es incapaz de articular la herramienta estudiantil gre-mial de modo positivo con el territorio, de romper con la falsa dicotomía entre “un adentro” y “un afuera”, privándose de generar políti-cas que permitan que los bar-

rios entren a la universidad, más que la universidad vaya a los barrios.

Estas deudas siguen aún pen-dientes por ello es vital discutir con el modelo actual de centros y de FUBA que nos propone el FIT, separado de los procesos revolucionarios de Nuestra América, atados a una lógica sectaria en la cual el centro se transforma apenas en un sello de difusión partidaria. Debemos romper con esa lógica, y apo-star a que todas y todos los estudiantes se sientan pro-tagonistas y aporten a la con-strucción de un movimiento estudiantil fortalecido para ser parte de las luchas de nuestros pueblos, dem-ostrando que la juventud es la arcilla fundamental de la transformación social, como diría el Che.

Creemos que es necesario generar una izquierda popu-lar que rompa también con el reduccionismo que coloca a la Universidad como mera

observadora de la socie-dad. El debate sobre qué tipo de universidad queremos, debe ser dado no sólo por el con-junto de la comunidad académica sino también por toda la sociedad. Es una discusión que tiene que ser abordada desde las aulas y desde los barrios, porque es en esa integralidad donde radica su mayor potencialidad. En este marco el año pasado creamos nuestra corriente universitaria y nos presenta-mos por primera vez a elec-ciones de forma autónoma en distintas facultades, conven-cidos de que queremos con-struir una universidad que nos incentive a ser protagoni-stas de nuestras tareas gre-miales y también de nuestro rol histórico como movimien-

to estudiantil organizado.

Por otra parte debe-mos redoblar la pelea y

el debate por la democra-tización. No podemos olvidar que Barbieri asumió como nuevo rector, con el apoyo de sectores kirchneristas, radi-cales y macristas, y que su elección se llevó adelante con la sub-representación de las mayorías estudiantiles, los profesores no-titulares y con la ausencia de los no docentes, que siguen sin tener voz ni voto. Del mismo modo hoy nos encontramos con la designación de Rich-arte como vicerrector quien ha sido el número dos de la Side durante el Gobierno de de la Rúa y ha estado impli-cado en la mascare del 19y 20 de Diciembre del 2001 con el asesinato de más de 35 compañeros y compañeras. Estos hechos desnudan una vez más la crisis estructural que atraviesa la UBA, la cual revela la persistencia de la exclusión de los sectores

populares, así como la pro-fundización de la política de privatización a partir de los p o s g r a d o s arancelados y carreras de grado recorta-das, la acred-itación de nuestras car-reras a la C O N E A U ,

relación con corporac iones

que cada vez tienen mayor incidencia en los planes de estudios. Democratizar debe ser uno de nuestros ejes principales de lucha ya que implica dar la batalla en el plano simbóli-co, ideológico, cultural pero por sobre todo en la realidad del día a día . Democratizar es desnaturalizar las prácti-cas que nos oprimen para realizarnos en tanto sujetos colectivos , organizados y creativos. Democratizar es también recuperar el pens-amiento latinoamericano para generar nuevas cate-gorías teóricas que nos per-mitan abordar de un modo distinto los problemas de nuestros pueblos, y que nues-tro qué-hacer académico sea por sobre todo un qué-hacer práctico en función de las necesidades más urgentes de los sectores populares.

El 2013 fue un año de numerosos cambios para la UBA: el triunfo de la Franja Morada en la facultad de Medicina, el retroceso de las agrupaciones kirchneristas, así como la pérdida de todos los Centros de estudiantes (Ciencias Sociales, Filosofía y Letras, Piscología y Exactas) que eran conducidos por ciertos sectores de la “Izquierda independiente” en manos del trotskismo (FIT), marcaron transformaciones decisivas en la universidad. Por otra parte, la elección ilegítima - cubierta de represión y gases lacrimógenos - del nuevo rector Barbieri profundiza la lógica corporativista y mercantilista que atraviesa hace ya tiempo nuestra universidad. Este contexto de reconfiguración del escenario político universitario plantea nuevos dilemas para las fuerzas emergentes.

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fines del año pasado sucedió un hecho inédito en la historia de la vida estudiantil universitaria:

la pérdida en un mismo día de cuatro centros de estudi-antes conducidos por una parte de la denominada “izquierda independiente” y/o “nueva izquierda”.

Para quienes provenimos de este mismo paradigma -el cual supone una fuerte iden-tidad y compromiso con los procesos revolucionarios lati-noamericanos (Venezuela, Cuba, Ecuador y Bolivia), la construcción del poder popu-lar, así como la vocación por confluir con otras identi-dades del campo popular- esta situación nos obliga a repensar y hacer los aportes necesarios para una nueva reflexión colectiva

El resultado de las últimas elecciones debe ser una enseñanza para superar las tensiones creativas. El modelo de centros de estudi-antes de las conducciones

desplazadas, se sumergió en un fuerte estancamiento durante los últimos años, caracterizado por desmovili-zación y la falta de discu-siones al interior del movi-miento estudiantil, en con-traposición con la partici-pación creciente de la juven-tud a nivel de toda la socie-dad. Dicho modelo convirtió al poder popular en una con-signa, en vez de ser una instancia de praxis histórica. A su vez no supo incorporar y apoyar numerosas experien-cias que funcionan de forma independiente de los Centros de Estudiantes dejando en el olvido el Centro en tanto identidad colectiva que supera el interés de tal o cual fracción. Estas limitaciones llegaron al punto de caer en un corporativismo clásico que es incapaz de articular la herramienta estudiantil gre-mial de modo positivo con el territorio, de romper con la falsa dicotomía entre “un adentro” y “un afuera”, privándose de generar políti-cas que permitan que los bar-

rios entren a la universidad, más que la universidad vaya a los barrios.

Estas deudas siguen aún pen-dientes por ello es vital discutir con el modelo actual de centros y de FUBA que nos propone el FIT, separado de los procesos revolucionarios de Nuestra América, atados a una lógica sectaria en la cual el centro se transforma apenas en un sello de difusión partidaria. Debemos romper con esa lógica, y apo-star a que todas y todos los estudiantes se sientan pro-tagonistas y aporten a la con-strucción de un movimiento estudiantil fortalecido para ser parte de las luchas de nuestros pueblos, dem-ostrando que la juventud es la arcilla fundamental de la transformación social, como diría el Che.

Creemos que es necesario generar una izquierda popu-lar que rompa también con el reduccionismo que coloca a la Universidad como mera

observadora de la socie-dad. El debate sobre qué tipo de universidad queremos, debe ser dado no sólo por el con-junto de la comunidad académica sino también por toda la sociedad. Es una discusión que tiene que ser abordada desde las aulas y desde los barrios, porque es en esa integralidad donde radica su mayor potencialidad. En este marco el año pasado creamos nuestra corriente universitaria y nos presenta-mos por primera vez a elec-ciones de forma autónoma en distintas facultades, conven-cidos de que queremos con-struir una universidad que nos incentive a ser protagoni-stas de nuestras tareas gre-miales y también de nuestro rol histórico como movimien-

to estudiantil organizado.

Por otra parte debe-mos redoblar la pelea y

el debate por la democra-tización. No podemos olvidar que Barbieri asumió como nuevo rector, con el apoyo de sectores kirchneristas, radi-cales y macristas, y que su elección se llevó adelante con la sub-representación de las mayorías estudiantiles, los profesores no-titulares y con la ausencia de los no docentes, que siguen sin tener voz ni voto. Del mismo modo hoy nos encontramos con la designación de Rich-arte como vicerrector quien ha sido el número dos de la Side durante el Gobierno de de la Rúa y ha estado impli-cado en la mascare del 19y 20 de Diciembre del 2001 con el asesinato de más de 35 compañeros y compañeras. Estos hechos desnudan una vez más la crisis estructural que atraviesa la UBA, la cual revela la persistencia de la exclusión de los sectores

populares, así como la pro-fundización de la política de privatización a partir de los p o s g r a d o s arancelados y carreras de grado recorta-das, la acred-itación de nuestras car-reras a la C O N E A U ,

relación con corporac iones

que cada vez tienen mayor incidencia en los planes de estudios. Democratizar debe ser uno de nuestros ejes principales de lucha ya que implica dar la batalla en el plano simbóli-co, ideológico, cultural pero por sobre todo en la realidad del día a día . Democratizar es desnaturalizar las prácti-cas que nos oprimen para realizarnos en tanto sujetos colectivos , organizados y creativos. Democratizar es también recuperar el pens-amiento latinoamericano para generar nuevas cate-gorías teóricas que nos per-mitan abordar de un modo distinto los problemas de nuestros pueblos, y que nues-tro qué-hacer académico sea por sobre todo un qué-hacer práctico en función de las necesidades más urgentes de los sectores populares.

El 2013 fue un año de numerosos cambios para la UBA: el triunfo de la Franja Morada en la facultad de Medicina, el retroceso de las agrupaciones kirchneristas, así como la pérdida de todos los Centros de estudiantes (Ciencias Sociales, Filosofía y Letras, Piscología y Exactas) que eran conducidos por ciertos sectores de la “Izquierda independiente” en manos del trotskismo (FIT), marcaron transformaciones decisivas en la universidad. Por otra parte, la elección ilegítima - cubierta de represión y gases lacrimógenos - del nuevo rector Barbieri profundiza la lógica corporativista y mercantilista que atraviesa hace ya tiempo nuestra universidad. Este contexto de reconfiguración del escenario político universitario plantea nuevos dilemas para las fuerzas emergentes.

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fines del año pasado sucedió un hecho inédito en la historia de la vida estudiantil universitaria:

la pérdida en un mismo día de cuatro centros de estudi-antes conducidos por una parte de la denominada “izquierda independiente” y/o “nueva izquierda”.

Para quienes provenimos de este mismo paradigma -el cual supone una fuerte iden-tidad y compromiso con los procesos revolucionarios lati-noamericanos (Venezuela, Cuba, Ecuador y Bolivia), la construcción del poder popu-lar, así como la vocación por confluir con otras identi-dades del campo popular- esta situación nos obliga a repensar y hacer los aportes necesarios para una nueva reflexión colectiva

El resultado de las últimas elecciones debe ser una enseñanza para superar las tensiones creativas. El modelo de centros de estudi-antes de las conducciones

desplazadas, se sumergió en un fuerte estancamiento durante los últimos años, caracterizado por desmovili-zación y la falta de discu-siones al interior del movi-miento estudiantil, en con-traposición con la partici-pación creciente de la juven-tud a nivel de toda la socie-dad. Dicho modelo convirtió al poder popular en una con-signa, en vez de ser una instancia de praxis histórica. A su vez no supo incorporar y apoyar numerosas experien-cias que funcionan de forma independiente de los Centros de Estudiantes dejando en el olvido el Centro en tanto identidad colectiva que supera el interés de tal o cual fracción. Estas limitaciones llegaron al punto de caer en un corporativismo clásico que es incapaz de articular la herramienta estudiantil gre-mial de modo positivo con el territorio, de romper con la falsa dicotomía entre “un adentro” y “un afuera”, privándose de generar políti-cas que permitan que los bar-

rios entren a la universidad, más que la universidad vaya a los barrios.

Estas deudas siguen aún pen-dientes por ello es vital discutir con el modelo actual de centros y de FUBA que nos propone el FIT, separado de los procesos revolucionarios de Nuestra América, atados a una lógica sectaria en la cual el centro se transforma apenas en un sello de difusión partidaria. Debemos romper con esa lógica, y apo-star a que todas y todos los estudiantes se sientan pro-tagonistas y aporten a la con-strucción de un movimiento estudiantil fortalecido para ser parte de las luchas de nuestros pueblos, dem-ostrando que la juventud es la arcilla fundamental de la transformación social, como diría el Che.

Creemos que es necesario generar una izquierda popu-lar que rompa también con el reduccionismo que coloca a la Universidad como mera

observadora de la socie-dad. El debate sobre qué tipo de universidad queremos, debe ser dado no sólo por el con-junto de la comunidad académica sino también por toda la sociedad. Es una discusión que tiene que ser abordada desde las aulas y desde los barrios, porque es en esa integralidad donde radica su mayor potencialidad. En este marco el año pasado creamos nuestra corriente universitaria y nos presenta-mos por primera vez a elec-ciones de forma autónoma en distintas facultades, conven-cidos de que queremos con-struir una universidad que nos incentive a ser protagoni-stas de nuestras tareas gre-miales y también de nuestro rol histórico como movimien-

to estudiantil organizado.

Por otra parte debe-mos redoblar la pelea y

el debate por la democra-tización. No podemos olvidar que Barbieri asumió como nuevo rector, con el apoyo de sectores kirchneristas, radi-cales y macristas, y que su elección se llevó adelante con la sub-representación de las mayorías estudiantiles, los profesores no-titulares y con la ausencia de los no docentes, que siguen sin tener voz ni voto. Del mismo modo hoy nos encontramos con la designación de Rich-arte como vicerrector quien ha sido el número dos de la Side durante el Gobierno de de la Rúa y ha estado impli-cado en la mascare del 19y 20 de Diciembre del 2001 con el asesinato de más de 35 compañeros y compañeras. Estos hechos desnudan una vez más la crisis estructural que atraviesa la UBA, la cual revela la persistencia de la exclusión de los sectores

populares, así como la pro-fundización de la política de privatización a partir de los p o s g r a d o s arancelados y carreras de grado recorta-das, la acred-itación de nuestras car-reras a la C O N E A U ,

relación con corporac iones

que cada vez tienen mayor incidencia en los planes de estudios. Democratizar debe ser uno de nuestros ejes principales de lucha ya que implica dar la batalla en el plano simbóli-co, ideológico, cultural pero por sobre todo en la realidad del día a día . Democratizar es desnaturalizar las prácti-cas que nos oprimen para realizarnos en tanto sujetos colectivos , organizados y creativos. Democratizar es también recuperar el pens-amiento latinoamericano para generar nuevas cate-gorías teóricas que nos per-mitan abordar de un modo distinto los problemas de nuestros pueblos, y que nues-tro qué-hacer académico sea por sobre todo un qué-hacer práctico en función de las necesidades más urgentes de los sectores populares.

El 2013 fue un año de numerosos cambios para la UBA: el triunfo de la Franja Morada en la facultad de Medicina, el retroceso de las agrupaciones kirchneristas, así como la pérdida de todos los Centros de estudiantes (Ciencias Sociales, Filosofía y Letras, Piscología y Exactas) que eran conducidos por ciertos sectores de la “Izquierda independiente” en manos del trotskismo (FIT), marcaron transformaciones decisivas en la universidad. Por otra parte, la elección ilegítima - cubierta de represión y gases lacrimógenos - del nuevo rector Barbieri profundiza la lógica corporativista y mercantilista que atraviesa hace ya tiempo nuestra universidad. Este contexto de reconfiguración del escenario político universitario plantea nuevos dilemas para las fuerzas emergentes.

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SINDICALISMO Sindicalismo

ablar del trabajador/a y de su rol transformador de la política en tanto principal sujeto de cambio suena viejo en epócas donde las organizaciones de lxs trabajadorxs lograron volver a ganar relevancia desde lo meramente reivindicativo como también desde la discusión políti-ca general. Resulta lejana la década de los ´90, cuando los gremios se creyeron la revolución productiva y el salariazo, fueron cómplices de las privatizaciones, la flexibilización laboral y la desregulación de las obras socia-les, y negociaron años de luchas expresados en convenios colecti-vos de trabajo por subas salaria-les poco significativas. Vale aclarar que hubo excepciones, que hubo muchos que resistieron a esas políticas neo liberales que aumentaron el desempleo, la precarización y destruyeron el tejido social, obligando a quienes vivían de su salario a resistir

condiciones de explotación laboral, suspensiones y despidos. Hoy, luego de una década de participación de lxs trabajadorxs y sus organizaciones en la discusión del salario mínimo y del mejoramiento de los convenios colectivos, es necesario plantear-nos cómo construir herramientas que nos permitan disputar poder hacia adentro de estas organi-zaciones. Esas que durante estos años lograron empoderarse, crecer estructural y económica-mente y que, en muchos casos, integran estructuras corrompidas por la mafia, vinculadas al empresariado y fuertemente burocratizadas, pero que todavía se arrogan el derecho a hablar de y por lxs trabajadorxs. En Argentina, el mapa sindical está sumamente fragmentado en centrales con distinta proceden-cia política y diversos posiciona-mientos respecto a la coyuntura. La CGT está dividida en tres

partes, de las cuales dos están enfrentadas al Gobierno Nacion-al: la liderada por el sindicalista gastronómico ultra liberal Luis Barrionuevo, quien siempre fue opositor a este gobierno, y la del camionero Hugo Moyano, quien en los 90´ lideró el MTA y hasta hace dos años fue uno de los prin-cipales aliados del kirchnerismo. La tercera CGT es la que respon-de al metalúrgico Antonio Caló que, si bien está en sintonía con el Gobierno Nacional, tiene poco poder y poca cohesión interna. Por otro lado se encuentra la CTA, una de las experiencias de resis-tencia a las políticas neo liberales más importantes del campo popu-lar, que incorporó en su seno a trabajadores precarizados, desempleados y organizaciones sociales. Esa CTA, víctima de su propia falta de perspectiva políti-ca, también se encuentra dividi-da: la opositora, liderada por Pablo Micheli y sostenida funda-

mentalmente por ATE y con secto-res de la izquierda tradicional en su interior, y la que conduce el ex secretario general de CTERA, Hugo Yasky.

Los últimos acontecimientos sindicales dejan en claro, una vez más, el enorme peso que los trabajadorxs pueden tener al llevar una lucha adelante, como sucedió en el caso de los docentes de la Provincia de Buenos Aires. Pero, además, evidencian la posibilidad de utilizar este poder para apuntalarse políticamente con supuestos reclamos del conjunto de lxs trabajadorxs, como sucedió con el paro del 10 de abril convocado por las CGT de Moyano y Barrionuevo, la CTA de Micheli y algunos gremios de la

CGT de Caló pero alineados a otra estrategia política, como la UTA de Roberto Fernández o La Fraternidad de Omar Maturano.

El kirchnerismo siempre tuvo la política de negociar con los gremios, como con muchas otras corporaciones económicas o comunicacionales, pero nunca de insertarse en su seno para dar la

disputa y construir una nueva mayoría que modifique esas estructuras burocratizadas y carentes de espacios de democ-ratización interna. Esta constan-te negociación, como cualquiera otra, lleva a que los aliados circunstanciales pasen de estar de un lado o del otro, dependien-do del lugar que se le permite tomar. Así, durante la primera etapa del kirchnerismo la may-oría de los gremios actuaron como su poder de fuego en las calles y eran quienes llenaban las movilizaciones y los actos. Pero en los últimos años esta relación cambió y esos mismos gremios hoy se encuentran en la vereda

de enfrente, junto a otros secto-res que también supieron ser alia-dos, empujando al gobierno para hacerlo tambalear.

Ante este mapa, donde no existen planteos políticos estratégicos por parte del movimiento obrero, se hace necesario revitalizar los espacios de construcción de base y las asambleas de lxs traba-jadorxs para buscar dispositivos que generen participación activa, consciencia sindical y, fundamen-talmente, consciencia política. Seamos Libres debe ser partícipe de la construcción de un nuevo modelo sindical, que tome las fortalezas y los pisos vigentes, para implementar nuevas formas de lucha y organización, dar los debates acerca de cómo empod-erar a la clase trabajadora, lograr que el movimiento obrero tenga un planteo que trascienda lo coyuntural, y buscar la partici-pación real de lxs trabajadorxs en el diseño de una estrategia políti-ca, social y económica capaz de revertir las tendencias estruc-turales de inequidad a las que nos somete el sistema.

Frente a un mapa sindical fragmentado en distintas centrales, es necesario revitalizar los espacios de construcción de base y las asam-bleas de lxs trabajadorxs para generar una participación activa, y lograr que el movimiento obrero tenga un planteo que trascienda lo coyuntural.

Hluego de una década de

participación de lxs trabajadorxs y sus organizaciones en la

discusión del salario mínimo y del mejoramiento de los convenios

colectivos, es necesario plantearnos cómo construir

herramientas que nos permitan disputar poder hacia adentro de

estas organizaciones.

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SINDICALISMO Sindicalismo

ablar del trabajador/a y de su rol transformador de la política en tanto principal sujeto de cambio suena viejo en epócas donde las organizaciones de lxs trabajadorxs lograron volver a ganar relevancia desde lo meramente reivindicativo como también desde la discusión políti-ca general. Resulta lejana la década de los ´90, cuando los gremios se creyeron la revolución productiva y el salariazo, fueron cómplices de las privatizaciones, la flexibilización laboral y la desregulación de las obras socia-les, y negociaron años de luchas expresados en convenios colecti-vos de trabajo por subas salaria-les poco significativas. Vale aclarar que hubo excepciones, que hubo muchos que resistieron a esas políticas neo liberales que aumentaron el desempleo, la precarización y destruyeron el tejido social, obligando a quienes vivían de su salario a resistir

condiciones de explotación laboral, suspensiones y despidos. Hoy, luego de una década de participación de lxs trabajadorxs y sus organizaciones en la discusión del salario mínimo y del mejoramiento de los convenios colectivos, es necesario plantear-nos cómo construir herramientas que nos permitan disputar poder hacia adentro de estas organi-zaciones. Esas que durante estos años lograron empoderarse, crecer estructural y económica-mente y que, en muchos casos, integran estructuras corrompidas por la mafia, vinculadas al empresariado y fuertemente burocratizadas, pero que todavía se arrogan el derecho a hablar de y por lxs trabajadorxs. En Argentina, el mapa sindical está sumamente fragmentado en centrales con distinta proceden-cia política y diversos posiciona-mientos respecto a la coyuntura. La CGT está dividida en tres

partes, de las cuales dos están enfrentadas al Gobierno Nacion-al: la liderada por el sindicalista gastronómico ultra liberal Luis Barrionuevo, quien siempre fue opositor a este gobierno, y la del camionero Hugo Moyano, quien en los 90´ lideró el MTA y hasta hace dos años fue uno de los prin-cipales aliados del kirchnerismo. La tercera CGT es la que respon-de al metalúrgico Antonio Caló que, si bien está en sintonía con el Gobierno Nacional, tiene poco poder y poca cohesión interna. Por otro lado se encuentra la CTA, una de las experiencias de resis-tencia a las políticas neo liberales más importantes del campo popu-lar, que incorporó en su seno a trabajadores precarizados, desempleados y organizaciones sociales. Esa CTA, víctima de su propia falta de perspectiva políti-ca, también se encuentra dividi-da: la opositora, liderada por Pablo Micheli y sostenida funda-

mentalmente por ATE y con secto-res de la izquierda tradicional en su interior, y la que conduce el ex secretario general de CTERA, Hugo Yasky.

Los últimos acontecimientos sindicales dejan en claro, una vez más, el enorme peso que los trabajadorxs pueden tener al llevar una lucha adelante, como sucedió en el caso de los docentes de la Provincia de Buenos Aires. Pero, además, evidencian la posibilidad de utilizar este poder para apuntalarse políticamente con supuestos reclamos del conjunto de lxs trabajadorxs, como sucedió con el paro del 10 de abril convocado por las CGT de Moyano y Barrionuevo, la CTA de Micheli y algunos gremios de la

CGT de Caló pero alineados a otra estrategia política, como la UTA de Roberto Fernández o La Fraternidad de Omar Maturano.

El kirchnerismo siempre tuvo la política de negociar con los gremios, como con muchas otras corporaciones económicas o comunicacionales, pero nunca de insertarse en su seno para dar la

disputa y construir una nueva mayoría que modifique esas estructuras burocratizadas y carentes de espacios de democ-ratización interna. Esta constan-te negociación, como cualquiera otra, lleva a que los aliados circunstanciales pasen de estar de un lado o del otro, dependien-do del lugar que se le permite tomar. Así, durante la primera etapa del kirchnerismo la may-oría de los gremios actuaron como su poder de fuego en las calles y eran quienes llenaban las movilizaciones y los actos. Pero en los últimos años esta relación cambió y esos mismos gremios hoy se encuentran en la vereda

de enfrente, junto a otros secto-res que también supieron ser alia-dos, empujando al gobierno para hacerlo tambalear.

Ante este mapa, donde no existen planteos políticos estratégicos por parte del movimiento obrero, se hace necesario revitalizar los espacios de construcción de base y las asambleas de lxs traba-jadorxs para buscar dispositivos que generen participación activa, consciencia sindical y, fundamen-talmente, consciencia política. Seamos Libres debe ser partícipe de la construcción de un nuevo modelo sindical, que tome las fortalezas y los pisos vigentes, para implementar nuevas formas de lucha y organización, dar los debates acerca de cómo empod-erar a la clase trabajadora, lograr que el movimiento obrero tenga un planteo que trascienda lo coyuntural, y buscar la partici-pación real de lxs trabajadorxs en el diseño de una estrategia políti-ca, social y económica capaz de revertir las tendencias estruc-turales de inequidad a las que nos somete el sistema.

Frente a un mapa sindical fragmentado en distintas centrales, es necesario revitalizar los espacios de construcción de base y las asam-bleas de lxs trabajadorxs para generar una participación activa, y lograr que el movimiento obrero tenga un planteo que trascienda lo coyuntural.

Hluego de una década de

participación de lxs trabajadorxs y sus organizaciones en la

discusión del salario mínimo y del mejoramiento de los convenios

colectivos, es necesario plantearnos cómo construir

herramientas que nos permitan disputar poder hacia adentro de

estas organizaciones.

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SINDICALISMO Sindicalismo

ablar del trabajador/a y de su rol transformador de la política en tanto principal sujeto de cambio suena viejo en epócas donde las organizaciones de lxs trabajadorxs lograron volver a ganar relevancia desde lo meramente reivindicativo como también desde la discusión políti-ca general. Resulta lejana la década de los ´90, cuando los gremios se creyeron la revolución productiva y el salariazo, fueron cómplices de las privatizaciones, la flexibilización laboral y la desregulación de las obras socia-les, y negociaron años de luchas expresados en convenios colecti-vos de trabajo por subas salaria-les poco significativas. Vale aclarar que hubo excepciones, que hubo muchos que resistieron a esas políticas neo liberales que aumentaron el desempleo, la precarización y destruyeron el tejido social, obligando a quienes vivían de su salario a resistir

condiciones de explotación laboral, suspensiones y despidos. Hoy, luego de una década de participación de lxs trabajadorxs y sus organizaciones en la discusión del salario mínimo y del mejoramiento de los convenios colectivos, es necesario plantear-nos cómo construir herramientas que nos permitan disputar poder hacia adentro de estas organi-zaciones. Esas que durante estos años lograron empoderarse, crecer estructural y económica-mente y que, en muchos casos, integran estructuras corrompidas por la mafia, vinculadas al empresariado y fuertemente burocratizadas, pero que todavía se arrogan el derecho a hablar de y por lxs trabajadorxs. En Argentina, el mapa sindical está sumamente fragmentado en centrales con distinta proceden-cia política y diversos posiciona-mientos respecto a la coyuntura. La CGT está dividida en tres

partes, de las cuales dos están enfrentadas al Gobierno Nacion-al: la liderada por el sindicalista gastronómico ultra liberal Luis Barrionuevo, quien siempre fue opositor a este gobierno, y la del camionero Hugo Moyano, quien en los 90´ lideró el MTA y hasta hace dos años fue uno de los prin-cipales aliados del kirchnerismo. La tercera CGT es la que respon-de al metalúrgico Antonio Caló que, si bien está en sintonía con el Gobierno Nacional, tiene poco poder y poca cohesión interna. Por otro lado se encuentra la CTA, una de las experiencias de resis-tencia a las políticas neo liberales más importantes del campo popu-lar, que incorporó en su seno a trabajadores precarizados, desempleados y organizaciones sociales. Esa CTA, víctima de su propia falta de perspectiva políti-ca, también se encuentra dividi-da: la opositora, liderada por Pablo Micheli y sostenida funda-

mentalmente por ATE y con secto-res de la izquierda tradicional en su interior, y la que conduce el ex secretario general de CTERA, Hugo Yasky.

Los últimos acontecimientos sindicales dejan en claro, una vez más, el enorme peso que los trabajadorxs pueden tener al llevar una lucha adelante, como sucedió en el caso de los docentes de la Provincia de Buenos Aires. Pero, además, evidencian la posibilidad de utilizar este poder para apuntalarse políticamente con supuestos reclamos del conjunto de lxs trabajadorxs, como sucedió con el paro del 10 de abril convocado por las CGT de Moyano y Barrionuevo, la CTA de Micheli y algunos gremios de la

CGT de Caló pero alineados a otra estrategia política, como la UTA de Roberto Fernández o La Fraternidad de Omar Maturano.

El kirchnerismo siempre tuvo la política de negociar con los gremios, como con muchas otras corporaciones económicas o comunicacionales, pero nunca de insertarse en su seno para dar la

disputa y construir una nueva mayoría que modifique esas estructuras burocratizadas y carentes de espacios de democ-ratización interna. Esta constan-te negociación, como cualquiera otra, lleva a que los aliados circunstanciales pasen de estar de un lado o del otro, dependien-do del lugar que se le permite tomar. Así, durante la primera etapa del kirchnerismo la may-oría de los gremios actuaron como su poder de fuego en las calles y eran quienes llenaban las movilizaciones y los actos. Pero en los últimos años esta relación cambió y esos mismos gremios hoy se encuentran en la vereda

de enfrente, junto a otros secto-res que también supieron ser alia-dos, empujando al gobierno para hacerlo tambalear.

Ante este mapa, donde no existen planteos políticos estratégicos por parte del movimiento obrero, se hace necesario revitalizar los espacios de construcción de base y las asambleas de lxs traba-jadorxs para buscar dispositivos que generen participación activa, consciencia sindical y, fundamen-talmente, consciencia política. Seamos Libres debe ser partícipe de la construcción de un nuevo modelo sindical, que tome las fortalezas y los pisos vigentes, para implementar nuevas formas de lucha y organización, dar los debates acerca de cómo empod-erar a la clase trabajadora, lograr que el movimiento obrero tenga un planteo que trascienda lo coyuntural, y buscar la partici-pación real de lxs trabajadorxs en el diseño de una estrategia políti-ca, social y económica capaz de revertir las tendencias estruc-turales de inequidad a las que nos somete el sistema.

Frente a un mapa sindical fragmentado en distintas centrales, es necesario revitalizar los espacios de construcción de base y las asam-bleas de lxs trabajadorxs para generar una participación activa, y lograr que el movimiento obrero tenga un planteo que trascienda lo coyuntural.

Hluego de una década de

participación de lxs trabajadorxs y sus organizaciones en la

discusión del salario mínimo y del mejoramiento de los convenios

colectivos, es necesario plantearnos cómo construir

herramientas que nos permitan disputar poder hacia adentro de

estas organizaciones.

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movimiento estudiantil

hacia un movimiento estudiantil combativo y representativo

la hora de pensarnos como militantes por un cambio social debemos movernos con ética militante. Para eso, hay que eliminar erra-

dicar el individualismo, la mez-quindad y la indiferencia. La única forma en la cual concebi-mos la militancia es dando el ejemplo con coherencia y entre-ga.

Nuestra militancia comienza desde los centros de estudiantes, el primer lugar donde se vuelve necesario hacer un trabajo de base, a conciencia, con entrega y dedicación. Debemos entender a la población de cada colegio como "las masas" a las cuales tenemos que rendir cuentas. Es decir, es nuestra responsabilidad trabajar de manera inclusiva a la hora de tomar posicionamientos y definiciones ya que, al fin y al cabo, son las bases las que toma-rán las escuelas. En este sentido, es necesario promover y profun-dizar el debate tanto en las asambleas como en las aulas, a partir de la discusión de hechos concretos y cotidianos para, luego, relacionar las problemáti-cas educativas con las sociopolí-ticas y avanzar hacia la politiza-ción de lxs compañerxs.

Es fundamental que la Coordinadora actúe basándose en ejes demo-

cráticos y representativos para con las bases de las escuelas en todos sus ám-bitos, aspectos y activida-des, asegurando así una real participación de los Centros de Estudiantes en ella, respetando y acompañando sus propios procesos de debate y desarrollo para lograr un creci-miento productivo tanto de los propios Centros como del movi-miento estudiantil en su conjun-to. El crecimiento del movimien-to estudiantil en su totalidad es el objetivo principal, antes que el crecimiento de las organizaciones o partidos que se mueven dentro de ella. El bien del movimiento es incluso priorizable al de la misma Coordinadora como herramienta de lucha y coordinación. La unidad es imprescindible para poder llevar a cabo una lucha a corto y largo plazo, apuntando a la defensa íntegra de la educa-ción pública como punto de parti-da sobre el cual profundizar las discusiones, hacia planteos de construcción de poder popular para el cambio social.

La organización política

Así como en los Centros de Estu-diantes, en la CEB y en la CEM, en Seamos Libres Secundarios apostamos a la participación de todxs nuestrxs compañerxs. La

única manera en la que concebi-mos la construcción de la referen-cia es a través de la dedicación y la coherencia en la praxis, que refleja la armonía entre discurso y acción. Esto, tanto para lxs militantes como para la organiza-ción en su conjunto.

Como organización política buscamos que el estudiantado se organice, y esto tiene dos aspec-tos: el de la creación de nuevos Centros de Estudiantes (impulsa-dos preferentemente desde la Coordinadora) y el de la transfor-mación del activista en militante de una organización concreta. Entendemos que el enorme sector no organizado es el que debemos interpelar. De cada estudiante, un activista, y de cada activista, un militante político. Un militan-te más será una suma al campo popular en su conjunto, y así, a la causa, más allá del colectivo en que se encuadre.

Tenemos la convicción de que somos lxs estudiantes quienes haremos cambiar el curso "normal” de las cosas. Estamos en camino de una verdadera demo-cratización de la educación, en la que lxs estudiantes sean partici-pes, actores decisivos y definito-rios.

A

Seamos Libres Secundarios @SLsecundarios

Probablemente la escuela secundaria haya sido, es y será el primer espacio de militancia de muchas compañeras y compañeros. Micromundo de aquéllos que causan revueltas en la sociedad a menudo, es una germinadora de semillas carga-das de futuro. Nuestra forma de concebir el movimiento estudiantil secundario.

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Thorne 493

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Mira�ores 2199

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