PPL_Clase_1

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Página | 1 ESPECIALIZACIÓN EN ENSEÑANZA DE LA MATEMÁTICA PENSAMIENTO PEDAGÓGICO LATINOAMERICANO Clase 1: Un viaje entre educación, política e ideas Parte I. “El pedagogo es el viaje” Comienza el viaje ¡Hola a todos y todas! Les damos la bienvenida a la primera clase del Módulo Pensamiento Pedagógico Latinoamericano” (PPL). Para muchos de ustedes también es una bienvenida a la plataforma del Programa Nacional de Formación Permanente (PNFP) Nuestra Escuela y a la Especialización. En el siguiente enlace pueden recorrer los objetivos de este trayecto formativo, así como el diseño curricular y, en este otro, algunos datos de sumo interés, que nos permiten contextualizar este espacio formativo dentro de una política educativa de formación docente y, a esta, a su vez, dentro de un proyecto educativo nacional. Antes de avanzar, necesitamos ponernos de acuerdo en algunas definiciones que usaremos acá. No porque no haya otras, sino para poder tener un acuerdo básico de entendimiento. Empecemos por lo elemental: decimos “pedagogía” para referirnos al campo que tiene por objeto a la educación. Y entendemos que educar supone la transmisión de cultura de una generación a otra y, a la vez, educar es hacer lazo social. “América latina no está completa en América latina. Su imagen le llega de espejos diseminados en el archipiélago de las migraciones”. (Néstor García Canclini, 2002)

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    ESPECIALIZACIN EN ENSEANZA DE LA MATEMTICA

    PENSAMIENTO PEDAGGICO LATINOAMERICANO

    Clase 1: Un viaje entre educacin, poltica e ideas

    Parte I. El pedagogo es el viaje

    Comienza el viaje

    Hola a todos y todas! Les damos la bienvenida a la

    primera clase del Mdulo Pensamiento Pedaggico

    Latinoamericano (PPL). Para muchos de ustedes

    tambin es una bienvenida a la plataforma del

    Programa Nacional de Formacin Permanente (PNFP)

    Nuestra Escuela y a la Especializacin. En el siguiente

    enlace pueden recorrer los objetivos de este trayecto

    formativo, as como el diseo curricular y, en

    este otro, algunos datos de sumo inters, que nos

    permiten contextualizar este espacio formativo dentro

    de una poltica educativa de formacin docente y, a

    esta, a su vez, dentro de un proyecto educativo nacional.

    Antes de avanzar, necesitamos ponernos de acuerdo en algunas definiciones que

    usaremos ac. No porque no haya otras, sino para poder tener un acuerdo bsico

    de entendimiento. Empecemos por lo elemental: decimos pedagoga para

    referirnos al campo que tiene por objeto a la educacin. Y entendemos que educar

    supone la transmisin de cultura de una generacin a otra y, a la vez, educar es

    hacer lazo social.

    Amrica latina no est

    completa en Amrica

    latina.

    Su imagen le llega de

    espejos diseminados en

    el archipilago de las

    migraciones.

    (Nstor Garca Canclini,

    2002)

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    As que la pedagoga se ocupa del campo educativo donde se

    articulan saberes, experiencias y conocimientos cuyos lmites no son

    demasiado precisos, ya que interviene lo social, lo poltico, lo

    econmico, lo cultural. (Puiggrs y Marengo, 2013)

    Por otra parte, los educadores llevamos aos escuchando discursos que denigran

    nuestra tarea, verdad? Tantos que, a veces, nos desmoralizamos al pensar en los

    lmites de nuestra labor o nos da temor hacer/nos algunas preguntas respecto de

    temas que circulan en el discurso educativo bajo el supuesto subyacente de que

    todos sabemos qu significan o todos estuviramos de acuerdo. Tampoco estamos

    muy seguros de las fronteras entre nuestra actividad educativa y la comunicacin; o

    cmo alojar las tecnologas en nuestras prcticas. A veces no sabemos muy bien

    para qu educar, ni quines son los sujetos de nuestras prcticas! Es decir, no

    tenemos muy claro qu cosa es un derecho, el derecho a la educacin, ni nuestra

    responsabilidad en su cumplimiento. Es legtimo hacerse estas preguntas y,

    adems, creemos- es necesario. Qu cosa es un derecho y de dnde sale esta

    idea? Esta interpelacin atraviesa implcitamente todo el Mdulo. El filsofo Eduardo

    Rinesi acude en nuestra ayuda y nos propone pensar [...] mecanismos para

    discernir qu derecho debemos privilegiar en las diferentes y felizmente crecientes

    cantidad de oportunidades en las que, en un contexto general de expansin de

    derechos de todo el mundo, los derechos o la posibilidad de la ampliacin de los

    derechos de un determinado grupo corren el riesgo de colisionar con los derechos o

    la posibilidad de la ampliacin de los derechos de otro. (Rinesi, 2013)

    Creemos que las pedagogas latinoamericanas pueden tambin ayudarnos a la hora

    de repensar nuestra tarea, as como el sentido de la educacin en Amrica latina y

    en nuestro pas, sin perder de vista, en nuestro caso, el marco normativo de la Ley

    Educacin Nacional 26.206/06. Para ordenar esquemticamente -y siguiendo a

    Puiggrs (2013: 76)- sealamos la influencia de, por lo menos, cuatro lneas

    tericas que influyeron en las pedagogas crticas latinoamericanas, de acuerdo a

    dnde hicieron eje:

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    1. La resistencia: frente a la dominacin, plantean resistir mediante las

    acciones de los sujetos para oponerse a la normalizacin.

    2. Emancipacin: teora de origen posmarxista, que se difunde mediante la

    Escuela de Frankfurt (Adorno, Marcuse, Horkheimer, entre otros)

    3. Prcticas culturales (influencia de Pierre Bourdieu)

    4. Las ideas de hegemona, lucha poltica y conflicto social (Gramsci)

    No se asusten! Estos enunciados solo tienen por fin que ustedes conozcan desde

    dnde hemos pensado este recorrido y se puedan familiarizar, en el caso de que no

    las conozcan, con estas lneas tericas. Lo que s importa es que tengamos en

    cuenta que, adems de la filosofa, tambin los discursos sociales -corrientes como

    el estructuralismo, la lingstica, las ciencias de la comunicacin, el psicoanlisis, los

    estudios culturales- han atravesado y atraviesan el campo pedaggico continental.

    En el caso de la enseanza de las matemticas, la corriente de la didctica francesa,

    que se difundi en Amrica Latina en los aos 80 del siglo pasado, se vincula con

    esta concepcin de la importancia de la experiencia. En tal sentido, la Teora de

    Situaciones Didcticas del francs Guy Brousseau defina esta disciplina como una

    epistemologa experimental que intenta teorizar la produccin y la circulacin de los

    saberes. Nos interesa destacar que sealaba que su inters resida en () las

    operaciones esenciales de la difusin de los conocimientos, las condiciones de esta

    difusin y las transformaciones que esta difusin produce, tanto sobre esos

    conocimientos como sobre sus usuarios (Brousseau, 1990). Por su parte, Michelle

    Artigue (1995) menciona que en la didctica de esta disciplina es necesario

    comprender el funcionamiento de las relaciones entre la enseanza y el

    aprendizaje ligadas al contenido a ensear y de estudiar las leyes que las

    gobiernan. Ac tambin el discurso educativo, la experiencia y sus condicionantes y

    las prcticas ocupan, en consecuencia, un lugar central. Las prcticas y la

    experiencia, va de suyo, acontecen en instituciones educativas concretas, ponen en

    juego las relaciones intersubjetivas y los procesos de enseanza en Amrica latina,

    al igual que en cualquier otra disciplina del conocimiento, se vinculan con las

    pedagogas que vamos recorriendo, con los proyectos educativos y sus relaciones

    con el proyecto poltico.

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    El viaje es un espacio mltiple y mvil, que deviene en proceso

    educativo vital. Adems, articula el dilogo y la experiencia social.

    Este viaje nos habilita a registrar no solo las continuidades, sino

    tambin las diferencias en la historia y discursos acerca de la

    educacin latinoamericana, no solamente del relato oficial -que lo

    hay, por supuesto-, sino confrontando este con las voces y las ideas,

    las experiencias y las propuestas pedaggicas de y para los sujetos

    que fueron silenciados, exterminados, humillados, perseguidos. Ya no

    es el maestro el que ensea sino que, como deca Jorge Huergo: El

    pedagogo es el viaje.

    Comenzamos?

    El pensamiento pedaggico latinoamericano y el Programa

    Nacional de Formacin Permanente

    (PNFP) Nuestra Escuela

    Pensamos a la educacin como un campo

    complejo que se desarrolla en un contexto que

    incluye mltiples actores. Tambin como un

    entramado entre las ideas pedaggicas -ms o

    menos explicitadas, hegemnicas y/o

    alternativas; ya volveremos sobre esto de

    hegemona, no se preocupen-, pero tambin

    el contexto social, poltico, econmico que

    atraviesa y se vincula con el campo educativo.

    Esta perspectiva contribuye a pensar acerca de

    los vnculos entre los proyectos educativos y los

    proyectos polticos en nuestro continente y cmo

    Para nosotros,

    latinoamericanos, toda

    democracia que no se apoye en

    el nacionalismo cultural, la

    soberana territorial, la justicia

    social y la economa

    autocentrada se revela como

    una nueva tentativa para

    desvirtuar nuestra meta de

    integral emancipacin.

    Jorge Abelardo Ramos

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    nos han ido configurando como sujetos hasta el presente. Por qu enfocarlo as? A

    medida que avancemos en nuestro viaje, esperamos que ustedes mismos vayan

    descubrindolo.

    Adems, nos interesa pensar este viaje como una invitacin en la cual participemos

    todos desde nuestras subjetividades. De modo que les proponemos iniciar este

    recorrido por el pensamiento pedaggico de los referentes pedaggicos

    seleccionados, conscientes de que se trata de un recorte que de ninguna manera

    pretende abarcar todas las pedagogas latinoamericanas, ni mucho menos agotar el

    debate. Insistimos en que nos interesa que estas ideas interpelen sus prcticas

    docentes porque entendemos esas prcticas como el tipo de conocimiento que se

    adquiere en el hacer: supone no solo el arte logrado mediante la acumulacin de

    experiencias, sino mediante la internalizacin subjetiva, el modo en que nos

    apropiamos de ellas. Pero esos saberes de las prcticas y experiencias -que ustedes

    y nosotros tenemos- de una potencia no siempre reconocida, se relacionan tambin

    con el hecho de que internalizamos estructuras y hbitos (de percepcin,

    evaluacin, accin), originados en representaciones culturales arbitrarias, que

    reflejan la cultura dominante. (Bourdieu, 2010).

    A la vez, pensamos estas clases desde una determinada posicin poltico-

    pedaggica. Por ahora diremos, con el intelectual eslovaco Slavoj Zizek, que hay

    que tener en cuenta la visin de paralaje: [La paralaje] es el aparente

    desplazamiento de un objeto (su deslizamiento de posicin sobre contexto) causado

    por un cambio en la posicin de observacin que brinda una nueva lnea de visin.

    (Zizek, 2011: 25). Es decir que pretendemos propiciar cambios en nuestras

    posiciones como observadores de estas corrientes e ideas pedaggicas para que

    esto nos posibilite una lnea de visin renovada.

    Espacios de encuentros y proyecto educativo: preguntas desde

    el presente

    La escuela no continuaba la vida sino que abra en ella un parntesis

    diario (Arturo Jauretche, Los profetas del odio y La Yapa)

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    Pensemos juntos un momento, antes de avanzar, en este mismo espacio virtual.

    Observen el aula, cuntos colegas somos all?, de dnde venimos?,

    dnde vivimos y trabajamos?, qu ideas y expectativas tienen?,

    qu intercambios percibimos entre el mundo escolar y los otros

    mundos?, estamos dispuestos a revisar nuestras ideas,

    concepciones, a dejar entrar la palabra del otro?, pensamos nuestra

    tarea en funcin de un sujeto pedaggico? Y ese sujeto qu

    caractersticas tiene?

    La palabra del otro est en los textos de estas clases, pero tambin en los colegas

    tutores, coordinadores y, sobre todo, en sus compaeros de aula, en los Foros y en

    las aulas donde damos clases, ya sean aulas materiales o virtuales. Estn all

    ustedes, docentes de una determinada disciplina, en un Nivel determinado, en una

    institucin formal o espacio educativo en particular, en una localidad, pueblo,

    ciudad, cada uno en su realidad y en su subjetividad. Estamos nosotros ac.

    Nos encontramos ac, en este espacio diverso, nuevo, en construccin. Esta

    primera parada en nuestro viaje. Qu lo hace posible? Si leemos la cita del

    intelectual, docente y poltico argentino Arturo Jauretche, tendremos una pista: la

    escuela, la vida y sus interrelaciones.

    Entonces, hay una idea y una poltica pedaggica que fundamenta que exista este

    Programa Nacional, no es as? Pero esa idea y esa poltica pedaggica se vincula

    con otras polticas pblicas que surgen de otras ideas y concepciones del Estado y

    su rol; de la organizacin de la Nacin, la sociedad, el marco normativo que lo

    habilita; es decir, de un proyecto nacional, de un proyecto (o proyectos)

    regionales (que implican lo econmico, lo poltico y lo social, adems de lo

    educativo). Nos siguen?

    Se trata de polticas educativas acordadas, adems, entre gobiernos democrticos

    de la Nacin y de las provincias; los sindicatos docentes, los Institutos Superiores

    de Formacin Docente, las Universidades Nacionales... Nuevamente ustedes, que lo

    hacen posible, y nosotros. Adems, como ya mencionamos, hay una serie de leyes

    que institucionalizan esta poltica, hay decisiones tomadas para financiar estos

    Programas, es decir, de destinar recursos a la formacin docente, y un largo

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    etctera. Como sostiene el intelectual y actual Vicepresidente del Estado

    Plurinacional de Bolivia, lvaro Garca Linera (2014), Que la poltica mitad es

    materia y mitad es idea. Que el Estado es mitad materia (instituciones, normas,

    presupuestos, reglas, procedimientos) y mitad es idea (percepcin del mundo).

    Pero nada de esto tendra sentido si no pensramos en los objetivos

    ms importantes, que forman parte, adems de un derecho: mejorar

    los aprendizajes de los nios, nias, adolescentes y adultos que estn

    formndose en todo nuestro sistema educativo, por una parte. Y que

    este derecho a la educacin se cumpla para todos y todas; que estn

    all, incluidos.

    En sntesis:

    Nos encontramos ac como resultado de una serie de polticas que proponen el

    desarrollo de sociedades ms inclusivas, ms justas y democrticas. Recorremos

    estas pedagogas para interrogarnos acerca de si siempre fue de este modo; qu

    ideas hay detrs de las formas en que se fueron organizando los sistemas

    educativos, los derechos el Estado, la democracia, la participacin poltica, la

    distribucin de los conocimientos; las responsabilidades y derechos de los

    educadores, los espacios educativos formales o informales. Tambin para saber

    para quines se ha pensado la educacin, con qu fines y vinculaciones con el

    campo poltico, cultural, econmico de cada poca. Nos preguntamos, entonces:

    hay un sujeto pedaggico latinoamericano? Son muchas preguntas. No

    pretendemos brindar ac respuestas. Al contrario, queremos abrir el juego a que

    estas se formulen. Estas y otras que ustedes aporten, con los saberes de las

    prcticas que tienen, con las experiencias que iremos compartiendo durante el

    viaje, a fin de:

    Entrar en dilogo, pensar con ustedes, que son nuestros colegas, y con los

    pedagogos que elegimos. Por eso hablamos de pensamiento pedaggico y de

    construccin colectiva del conocimiento.

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    Comprender si hay un sujeto latinoamericano sobre la base de que toda

    prctica, tambin la educativa, es construccin de sentidos.

    Parte II. El equipaje para viajar: hegemona, discurso, lo

    popular, lo latinoamericano

    Seguimos?

    Como en cualquier viaje, se necesita un mnimo de

    equipaje para el recorrido. Al mismo tiempo, cierta

    capacidad para adaptarse a los cambios en los

    itinerarios que nos hemos propuesto. Tal vez tengamos

    que resignar algunos destinos...

    Como en cualquier viaje, el viajero puede llevar un

    Diario o crnica; algunos, incluso, todava escriben

    cartas que mandan por correo electrnico, verdad?

    Dan cuenta de la necesidad de compartir las experiencias y cmo estas nos afectan.

    Hay una rica tradicin en nuestro continente en este sentido; desde el Fray

    Bartolom de las Casas -y otros-, hasta -y aqu nos situamos en la pedagoga

    latinoamericana en particular- Freire, quien escribi sus Cartas a quien pretende

    ensear (Freire, 1993); o, por ejemplo, Adriana Puiggrs y sus Cartas a los

    educadores del Siglo XXI. (Puiggrs, 2007)

    Recuperando este sentido, el mdulo les propone llevar su propio

    diario de viaje (encontrarn las consignas al final de la clase) que

    los/as ayudar en la elaboracin del trabajo final. Sepan que es

    importante llevar estos registros en sus bolsos. No lo olviden!

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    Tambin, en nuestras valijas, hemos dispuesto algunas categoras que nos servirn

    para todo el trayecto. Qu vamos a necesitar?

    Para empezar, pondremos el foco en el pensamiento pedaggico de los referentes

    y/o pedagogas seleccionados para este Mdulo. Cmo fueron los procesos de

    produccin de dicho pensamiento? Nuestra perspectiva incluye ciertas dimensiones

    que consideramos importantes de priorizar: en qu contexto estos referentes

    produjeron esas ideas. Por ende, aunque no se trata de seguir la biografa de cada

    referente pedaggico, esta ser un componente importante para la comprensin del

    pensamiento de manera conjunta, ya que siempre hay una parte de la subjetividad

    individual en los procesos histricos, no creen? Por eso es pertinente conocer algo

    del origen familiar, las trayectorias escolares, recorridos polticos, intereses, que nos

    permitan reconstruir el camino de produccin y divulgacin de sentido de cada

    referente de pensamiento pedaggico. Repasemos, entonces, las dimensiones que

    queremos abordar:

    Proyecto poltico, incluyendo dimensiones econmicas y sociales en que se

    inscribieron los proyectos educativos.

    Principales ideas pedaggicas en clave de proyecto poltico.

    A qu sujetos interpelan y de qu manera: cmo y a quines se incluy.

    El contexto de produccin del pensamiento: analizaremos los momentos

    particulares de la accin pedaggica elegida, de la escritura de una obra o

    elemento de divulgacin.

    Nos interesa la posibilidad de armar recorridos transversales y no desde la

    linealidad del pensamiento de cada referente seleccionado. En tal sentido, es

    indispensable el trabajo de ustedes en los espacios de intercambio colectivos, como

    los Foros.

    Para el anlisis del contexto de escritura necesitamos situar la

    paralaje de la que hablamos antes, el punto de vista, en clave

    nacional y latinoamericana, por un lado; y, por otro, en la relacin

    entre educacin, modelo de Estado y Sociedad. De este modo

    aportamos a la definicin que se hace de los sujetos de la educacin,

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    es decir, aquellos actores que intervienen en el proceso educativo; la

    definicin de su componente como sujetos polticos, sus

    caractersticas y funciones, y el destino que se pensaba para ellos.

    Educar como un acto poltico: categoras de anlisis

    Seguimos? Si decimos que educar es un acto poltico, tendremos en cuenta un

    encuadre terico que llamamos anlisis poltico del discurso educativo (Buenfil

    Burgos, 1993): es aquel que nos permitir analizar las polticas educativas, las

    prcticas pedaggicas y los sujetos intervinientes como parte de ese acto poltico de

    educar. De qu hablamos cuando nos referimos a pensamiento pedaggico?

    Oscar Tern (2008: 11) nos seala que se trata de [...] comprender las ideas y

    creencias del pasado. Trabaja[r] as con discursos, conceptos, palabras, esto es, con

    representaciones.

    Adems, en nuestro viaje tienen un anclaje fundamental; varias categoras

    tericas principales para el anlisis de las ideas pedaggicas: discurso,

    hegemona, lo popular, lo latinoamericano. A lo largo de las clases, estas

    categoras estarn presentes, no siempre de manera explcita, pero s como la base

    constitutiva de cada uno de nuestros desarrollos. En lo que sigue, nos adentraremos

    en su complejidad, por lo que recomendamos una lectura detenida y reflexiva.

    Discurso

    El intelectual argentino Ernesto Laclau, recientemente fallecido,

    define al discurso como () toda prctica significante, no solo ()

    aquellas que estn directamente ligadas al habla o la escritura. Esto

    implica -contina Laclau- que es equivalente a la produccin social de

    sentido, es decir, al tejido mismo de la vida social. Y a qu nos lleva

    esta idea? En primer lugar, a entender que () las palabras y las

    acciones (a lo que deberamos agregar afectos) son parte de una red

    interdependiente. (Laclau, 2012: 83)

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    Y el discurso educativo? Al igual que a todo discurso, tambin al discurso

    educativo hay que ponerlo siempre en relacin con otros discursos; justamente

    porque es en esa interrelacin que lo educativo se define: el proyecto poltico

    nacional, el poder, las prioridades educativas regionales, el discurso respecto a los

    gneros, la infancia, entre otros, por un lado; y por otro, la configuracin del

    discurso educativo en s mismo, con sus propios elementos y sus propias

    referencias, es decir, lo educativo per se. Un ejemplo? Hay un discurso educativo

    que es definido por las polticas del proyecto de nacin/jurisdiccin que lo abarca y

    en relacin con ellas. Un proyecto poltico define sus prioridades educativas, el lugar

    que le asigna a la educacin en su agenda. Y, desde all, el discurso educativo se

    nutre.

    El discurso educativo (que en el enfoque que utilizamos se yuxtapone con lo social)

    tiene sus propias reglas de produccin: su relacin con los docentes, la definicin de

    su historia -que incluye, algunas pedagogas del olvido-, las didcticas, sus

    principios bsicos (que se deben poner en dilogo y articular con el proyecto poltico

    que los abarca). A la vez, los discursos no son totalidades cerradas, sino que unos

    juegan con otros.

    Tampoco perdamos de vista que, dentro del discurso educativo, cada disciplina

    tiene sus propias estructuras y leyes de significacin en la articulacin entre sus

    significantes: el discurso de las ciencias sociales, las naturales; el discurso de la

    matemtica, el de la crtica cultural. Podemos decir que hay dos figuras retricas

    que nos ayudan a entender la estructura de todos estos discursos: la metfora (que

    es la sustitucin de un significante por otro) y la metonimia (que es la asociacin

    entre distintos significantes).

    Por ejemplo, en el caso de la matemtica, los nmeros son productos culturales

    cuya significacin est determinada por el contexto y, en consecuencia, tambin sus

    reresentaciones. Lo mismo ocurre con las notas musicales, las palabras escritas o

    los sonidos.

    Dicho de otro modo, todo proyecto poltico incluye la dimensin

    educativa como uno de sus componentes.

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    Hegemona

    Seguramente, muchos de ustedes estn familiarizados con las categoras que

    estamos utilizando y, para otros, sern nuevas. As que hacemos una pausa en el

    viaje para que nos permita reflexionar antes de seguir. Les recordamos que est el

    foro de consultas y la mensajera interna para intercambiar y consultar con sus

    tutores y sus colegas.

    Se acuerdan que, al principio del Mdulo, mencionamos la importancia de la

    hegemona?

    Adems del discurso, entonces, todo proyecto poltico-pedaggico tiene su propia

    dinmica que se articula en mayor o menor grado de hegemona con el proyecto

    poltico en el que se inscribe. Al finalizar esta clase encontrarn un grfico que

    ilustra de manera esquemtica esta premisa.

    Decamos, entonces, que la educacin no es estrictamente el reflejo de la idea

    pedaggica del proyecto que lo contiene, sino que se construye en una articulacin

    de conflictos, disputas de intereses, ideas, logros, demandas, conquistas, entre

    otras, que permiten alcanzar (o no) los objetivos pedaggicos planteados en ambas

    dimensiones: el proyecto poltico pedaggico y su puesta en prctica. Si se detienen

    un momento en este prrafo, vern que todos tienen experiencias que ilustran este

    punto, verdad? Experiencias, incluso, contradictorias entre las ideas pedaggicas y

    las prcticas institucionales, colectivas y particulares.

    Vayan recuperando en la memoria alguna de esas experiencias ya que, al terminar

    la cursada, pueden constituir un material valioso para el Trabajo Final Integrador.

    El trmino hegemona es muy antiguo; ya los griegos, muchos aos antes de Cristo,

    lo utilizaban. [] Sin embargo, nos interesa ac el aporte del poltico e intelectual

    italiano Antonio Gramsci, que sostiene que, adems de que la hegemona, implica el

    proceso mediante el cual una clase ejerce su supremaca al dominar a los grupos

    antagonistas mediante la coercin de aparatos propios de la 'sociedad poltica; y al

    articular y dirigir a los grupos sociales aliados o neutrales, a travs de los aparatos

    hegemnicos de la 'sociedad civil'. (Huergo, 2009)

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    Para ahondar sobre el concepto de hegemona les presentamos el video de

    una clase breve y general sobre la categora en Gramsci, filsofo italiano que la

    emple por primera vez:

    https://www.youtube.com/watch?v=eVB-7km1XG8

    Hegemona y discursos

    Hasta ac hemos hablado de discurso y de

    hegemona. Cmo los articulamos? El texto ya

    citado de Huergo nos recuerda que, tal como

    sostiene Ernesto Laclau (Laclau y Mouffe, 1987),

    la sociedad puede considerarse una configuracin

    discursiva. Se acuerdan que dijimos que toda prctica social significativa es un

    discurso, tambin la educativa? De manera que todo lo que ocurre en la sociedad

    posee un significado. Tambin lo que se silencia o se olvida en los discursos y

    prcticas pedaggicas posee sentidos formativos.

    En esta lnea, es posible observar que, con la finalidad de construir y sostener cierto

    orden social, la hegemona trabaja en dos sentidos:

    Hoy, para ahorrar balas,

    hemos degollado 27 ranqueles

    Coronel Friederich Rauch

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    1. la produccin de un imaginario de orden, que coincide con intereses de

    los sectores dominantes. (El orden tambin es contingente, variable,

    abierto, pero cada vez, en la historia, se presenta como si fuera el nico

    camino posible); adems, la presentacin de ese orden como algo natural.

    Recuerden este punto al encarar las pedagogas!

    2. La elaboracin de una serie de equivalencias discursivas: la

    produccin de que determinados significantes tienen un significado fijo y

    permanente -y no que son el resultado justamente de procesos

    hegemnicos-. Entonces, no deberan ser subvertidos. Por ejemplo, el

    significante orden es equivalente o tiene el significado de civilizado,

    blanco, etc., segn el momento histrico del que se trate). Tengan en

    cuenta esto cuando veamos a Sarmiento, por ejemplo.

    El discurso social, entonces, construye equivalencias entre

    determinados significantes y sus significados, de modo que todos los

    significantes que proliferan en las relaciones sociales propician una

    determinada percepcin (adecuada) de lo que es el mundo social.

    Cmo? por ejemplo:

    Mujer = madre = ama de casa = sexo dbil = etc.

    Civilizacin = progreso, desarrollo econmico, etc.

    Indio = salvaje, brbaro, esclavo, etc.

    Ranquel = no-blanco = no humano [vean la cita del Coronel Rauch]

    Maestra = segunda-madre=apostolado=Jacinta Pichimahuida (1); pero

    tambin:

    Maestra = Noelia (el personaje pardico del actor Antonio Gasalla). (2)

    Sarmiento: Padre del Aula=El nio que no falt nunca a la escuela

    (3)

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  • Pgina | 15

    (1) Se refiere al personaje de ficcin, una maestra de escuela primaria de una

    popular serie televisiva (con guin de Abel Santa Cruz), que tuvo tres ediciones

    en Argentina, en 1966, en 1974-1975 y en 1982 a 1985.

    (2) Este personaje form parte de un ciclo televisivo encabezado por el actor

    cmico Antonio Gasalla, que tuvo varias temporadas en la televisin de los

    aos 90.

    (3) En la zoncera Nro. 17 de su Manual de Zonceras Argentinas (1999, Tomo

    II, pg. 121) Jauretche ironiza acerca de esta equivalencia y la deconstruye al

    contrastarla con los hechos de la biografa real de la infancia de Sarmiento. Con

    este recurso, pone al descubierto la construccin histrico-hegemnica con

    fines poltico-pedaggicos de la leyenda acerca de la abnegada infancia de

    este poltico, cuyo mito incluso da lugar a un adjetivo: sarmientino= quien no

    falta nunca a sus obligaciones.

    Cuando estas equivalencias se naturalizan, olvidamos que son significados que se

    han ido construyendo social e histricamente en funcin de proyectos hegemnicos.

    Sin embargo, iremos viendo en nuestro viaje que surgirn otros significados, tanto

    adentro como en los lmites del discurso pedaggico, que subvierten la equivalencia

    y ponen en juego ciertas diferencias.

    Un ejemplo: el modelo productivo de los pueblos originarios americanos -destruido

    e invisibilizado en nombre de la civilizacin y el progreso por el proyecto

    capitalista europeo y la pedagoga oficial del Siglo XIX- hoy se resignifica en

    Amrica latina, en el marco de modelos de explotacin que no destruyen el

    equilibrio ambiental y garantizan, a la vez, la soberana alimentaria. La accin

    poltica del proyecto de la generacin del 80 (Mitre, Sarmiento, Avellaneda, Roca)

    supuso la matanza, guerra, eliminacin fsica de estos pueblos para imponer el

    modelo econmico y social. Las pedagogas, a su vez, opusieron o instituyeron y

    legitimaron, en mayor o menor medida, este proyecto. Tngase en cuenta que el

    inca () no le extraa a las tierras la rentabilidad que perciban las bancas

    europeas. (Valko, 2014:9)

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  • Pgina | 16

    Otro ejemplo. Cuando el proyecto poltico incorpora a las mujeres al mundo del

    trabajo -y del trabajo industrial-: mujer = trabajadora industrial; o cuando los

    docentes se organizan en sindicatos, maestra=trabajador de la educacin.

    As nos acercamos a explicar por qu, cuando ciertos trminos son el

    objeto de una lucha ideolgica muy fuerte en la sociedad, la

    articulacin discursiva que finalmente se va a imponer es lo que

    define una hegemona. (Laclau 1996)

    Subsidiaria a la categora de Hegemona, consideramos la relacin hegemnica

    como el tipo de relacin por la cual un elemento asume, en cierto momento la

    funcin de representacin de una totalidad que es inconmensurable consigo misma,

    y que est en permanente disputa con los otros elementos que no cesarn en sus

    intentos de ser ellos los que se vuelvan la representacin de esa totalidad.

    Lo popular

    En tercer lugar, otra categora que tambin necesitaremos en el viaje -por cierto

    algo denostada en algunos discursos contemporneos- es la de lo popular. La

    recuperacin de la categora poltica pueblo es producto de una serie de debates

    en la filosofa poltica latinoamericana y europea de las ltimas dcadas, que no ha

    sido ajena a la pedagoga. Si bien se trata de una categora compleja, llamamos en

    este contexto pueblo al protagonista central de la poltica (Laclau, 2005: 309).

    Lo popular, segn el italiano A. Cirese (seguidor de Gramsci) debe ser considerado

    en el marco de los procesos y las prcticas de la hegemona; no es lo original, lo

    folklrico (como si fuera puro); no es lo esencial o lo sustancial.

    Lo popular siempre est en proceso de conformacin y de

    transformacin, visible a travs de los usos y de las relaciones que

    la 'cultura popular' establece con otras culturas. Las culturas

    populares sobreviven a travs de estratagemas, de tcticas

    cotidianas frente a las estrategias hegemnicas, de manera de poder

    materializar (ante nuevas condiciones) sus modos de vivir y de

    pensar. (Huergo, 2009)

    MacarroneResaltado

    MacarroneResaltado

  • Pgina | 17

    En democracia los conflictos y las disputas que surgen del conflicto entre las

    distintas demandas, muchas veces antagnicas (del pueblo, de los poderes, de la

    educacin, etc.) no se resuelven por consenso sino que son las instituciones

    democrticas, justamente, las que encuadran dentro de sus reglas esos conflictos

    para que no se vuelvan destructivos.

    Tambin en la educacin hay una categora conocida como educacin popular,

    seguramente la conocen. No la desarrollaremos ac, pero s la recuperamos en

    relacin con una idea presente en ese discurso que sostiene que [...] el avance en

    la democratizacin de la educacin requiere polticas profundas de transformacin

    capaces de construir una propuesta pedaggica donde el liberalismo fundacional se

    articule con el proyecto sujeto-pueblo y no con los proyectos de dependencia que

    han constituido la matriz original (pg. 23), que aqu reproducimos sintticamente.

    (Rodrguez, L. en Mercado, B., 2013).

    Para sintetizar

    La hegemona es una relacin dinmica que se constituye en una totalidad,

    totalidad que interpela a las partes que la componen, donde cada una de estas

    partes cede algo de s misma pero, a la vez, desde su propia condicin,

    disputan por ser ellas, cada una, las que se vuelvan la totalidad interpeladora.

    El discurso es toda prctica significante que disputa con otros discursos, los

    que intentan construir hegemona sin cesar.

    Los discursos pedaggicos, prcticas educativas y rol del Estado y los

    educadores. Estas categoras configuran el marco terico desde el que nos

    situamos para el viaje a travs de las pedagogas latinoamericanas y sus

    articulaciones con los proyectos poltico-educativos, y la conformacin de los

    sujetos. En nuestro viaje tenemos que ir muy atentos para observar cmo se

    van configurando en el discurso pedaggico hegemnico y/o subvertidor estos

    significantes que han dejado huellas tan profundas en nuestras matrices

    ideolgicas y nuestras prcticas, es decir, nuestros discursos como educadores

    para ponerlos en relacin con nuestro presente tan complejo y con los

  • Pgina | 18

    proyectos polticos hoy vigentes en Amrica Latina. Sobre todo, para ver cmo

    nos ayudan estos discursos pedaggicos a pensar una pedagoga que se funde

    en los derechos y en el rol del Estado para garantizarlos, y qu tipos de Estados

    hemos tenido en Amrica Latina; tambin qu tipo de consideracin respecto

    de los derechos, de los sujetos de esos derechos, de la igualdad y de la

    inclusin.

    Y en definitiva, qu responsabilidad nos compete como docentes, como

    educadores, como representantes del Estado en las escuelas y en todas las

    instituciones educativas del sistema formal, de todos los niveles y Modalidades,

    y de otros mbitos. Ese, creemos, que es un aporte que podemos hacer,

    siempre que recordemos, como nos propone Eduardo Rinesi (2012), que

    [...] todo derecho es derecho porque del otro lado hay una contraparte que

    tiene una obligacin: por eso digo que los derechos son derechos slo si del

    otro lado hay un Estado que los reconoce y que los garantiza, y en este caso

    ese Estado somos nosotros.

    Para ayudarnos en este sentido, se puede tomar en cuenta el siguiente cuadro que

    brinda orientaciones acerca de los vnculos entre proyecto poltico y proyecto

    educativo.

    Una vez analizado el cuadro anterior, los y las invitamos a escuchar

    los siguientes audios que hablan de esos momentos de nuestra historia de la

    mano de referentes de nuestra cultura popular:

    Milonga del pen de campo Jorge Cafrune

    http://www.goear.com/listen/c5c08ca/milonga-del-peon-de-campo-jorge-cafrune

  • Pgina | 19

    Funes, el memorioso Cuando Discepolo le habl a Mordisquito

    http://www.goear.com/listen/2fc1aa1/cuando-discepolo-le-hablo-a-mordisquito-

    funes-el-memorioso

    Todava cantamos Mercedes Sosa

    http://www.goear.com/listen/4bf88fd/todavia-cantamos-mercedes-sosa

    Lo latinoamericano

    Para ir terminando esta primera Clase,

    completamos el equipaje para viajar. Nos toca

    abordar la cuestin de lo latinoamericano, que

    asociamos al concepto de Patria Grande, de Gran

    Nacin. Nos dice Garca Linera (2013):

    Las naciones son, por tanto, artefactos poltico-

    culturales vivos que se expanden y contraen, que

    se modifican internamente en su sustancia cohesionadora dependiendo de los

    sujetos sociales que liderizan, de manera duradera, la conduccin intelectual y

    moral, el sentido comn (Gramsci) de todos los connacionales. De ah que se

    puede afirmar que la nacin es la plataforma territorial de las hegemonas

    primordiales o de larga duracin de las sociedades.

    El concepto de Patria Grande y su identidad latinoamericana -propuesto en el

    proyecto de San Martn y Bolvar, y pospuesto por los actores que lideraron

    hegemnicamente los procesos polticos posteriores- queda poticamente expresado

    en las coplas escritas en las paredes de Oruro y de la Audiencia de Charcas, cuando

    la rebelin del Gran Tpac, nuestro padre fundante, en 1780:

    Ya en Cuzco con empeo//quieren sacudir, y es ley,

    el yugo de ajeno rey//y reponer al que es dueo.

    El general Inca viva,//jurmosle por rey

    porque es muy justo y de ley//que lo que es suyo reciba. (Prez Amuchstegui)

    Quin lee diez siglos de

    historia y no la cierra al ver

    siempre las mismas cosas con

    distintas fecha?

    Len Felipe

  • Pgina | 20

    Por qu somos Amrica Latina?

    La historiadora Patricia Funes desarma este nombre y lo analiza en sus partes

    constituyentes. Recuerdan que dijimos que todos los significados de nuestros

    significantes son construcciones sociales e histricas?

    Amrica le debe su nombre, en parte al navegante florentino Amrico Vespucio.

    Pero quin le puso Amrica a Amrica? Recordemos que Coln haba llegado a las

    Indias Bien, en el siglo XVI, en la Abada de Saint Die (Francia) los monjes -que

    eran los intelectuales de entonces- tenan una imprenta donde se proponan, en

    1507, la geografa de Ptolomeo. En estos trajines les llega una letrera (carta) de

    Amrico Vespucio hablando de un Mundo Nuevo y confirmando que Coln estaba

    en un error en vincular las Indias con Asia, en tanto que este nuevo Mundo era

    definitivamente un continente diferente, fundamentando sus dichos en la existencia

    de nuevas constelaciones y el cambio de las estaciones climticas. Vlads Mller,

    cartgrafo, le pone en esta abada, el nombre de Amrica (por Amrico Vespucio) a

    Mundus Novus.

    Por su parte, lo latino proviene de

    principios del siglo XIX, cuando Napolen

    III, en su Segundo Imperio, negaba el

    espaol. Dado que habamos adoptado el

    modelo de Revolucin Francesa para

    liberarnos del yugo espaol, debamos

    tambin adoptar el francs como idioma.

    Se acuerdan de las equivalencias? En la

    configuracin de la identidad latinoamericana se daba esta identificacin

    (metonimia, si tomamos la figura retrica): Espaol=colonialismo=imperio;

    francs= revolucin=independencia. En el pensamiento latinoamericano, lo latino

    abreva en distintas fuentes.En todo caso, Francia aparece asociada al uso del

    nombre de Amrica Latina en una poca en que los imperios coloniales an se

    disputaban el control de territorios, pases, pueblos, riquezas.

    Por ltimo, intentamos contribuir aqu a la construccin colectiva de una identidad,

    al tiempo que interpelamos a los sujetos involucrados en el acto de ensear y de

    aprender como parte constitutiva de este proceso que est permanentemente en

  • Pgina | 21

    curso. Una constante que hemos reconocido en el pensamiento de las pedagogas

    que recorreremos ha sido la preocupacin por provocar, interpelar y construir una

    identidad nacional y regional. Amrica Latina es una unidad regional compleja.

    Resultara ingenuo pensarla como universo homogneo aunque no debemos ceder

    en el intento de superar el acercamiento desde la suma de las partes, es decir, de

    los pases y nacionalidades que la componen.

    La pedagoga argentina Adriana Puiggrs plantea que la caracterstica sobresaliente

    de la historiografa pedaggica clsica latinoamericana, al desconocer la historia

    como conflicto, crea la ilusin y el ocultamiento del origen del poder. La

    construccin de una historia de la educacin descarnada de luchas, reducida al

    listado de hechos fundadores de instituciones, a la letra de las leyes y el retrato de

    grandes pedagogos, solo ayuda a la resignacin.

    En el mbito pedaggico, el pensamiento latinoamericano empieza a perfilarse

    durante las dcadas de los aos sesenta y setenta. Eran los tiempos de la teora de

    la dependencia, de la teologa de la liberacin, de la Pedagoga del oprimido de

    Paulo Freire. La Revolucin Cubana haba quedado como el permanente recordatorio

    de que era posible cambiar el orden establecido por los dominadores del mundo y,

    aunque una revolucin como esa no era posible en muchos de nuestros pases,

    durante este tiempo la sociedad se convulsionaba ante esa la posibilidad. Gobiernos

    como el de Allende en Chile o Cmpora en Argentina nos mostraban que podamos

    pensarnos a nosotros mismos y desde nosotros mismos. (Puiggrs, 1998)

    Para finalizar

    Creemos que hay un hilo conductor en las pedagogas que recorreremos en este

    viaje. Hilo que conecta el genocidio y sometimiento de los pueblos originarios, la

    anexin de sus territorios mediante la guerra, la opresin de las mujeres y los nios

    y nias -sobre todo de los pobres- con las pedagogas del olvido. Un hilo conductor

    que vincula esos genocidios y los discursos polticos y educativos que los

    acompaaron con las dictaduras, exterminios y el Terrorismo de Estado que impuso

    tanta violencia y dolor en nuestra historia reciente.

    Como educadores de estas democracias latinoamericanas jvenes creemos que

    tenemos una gran responsabilidad en la tarea de ensear y aprender nuestras

  • Pgina | 22

    disciplinas, que no puede estar ajena a estos debates. Asumir desde qu posiciones,

    qu discursos, incluso qu contradicciones, qu relaciones hegemnicas lo hacemos,

    es nuestro desafo. Indagar acerca de estas memorias y olvidos que nos configuran

    como sujetos a la hora de retomar estos debates. Las categoras hegemona,

    discurso, latinoamericano, popular pueden servirnos a la hora de imaginar un sujeto

    latinoamericano, si es que existe

    Con esto cerramos esta primera clase introductoria. El equipaje est listo, el viaje

    comienza. En lo que sigue les dejamos la gua de actividades que debern realizar y

    la bibliografa para leer. Nos leemos en la prxima clase!

    BIBLIOGRAFA

    Bibliografa obligatoria

    Feimnann, Jos Pablo en Encuentro: Existe la filosofa latinoamericana?

    Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=S8vY1_UhodU

    Huergo, Jorge, Hegemona: un concepto clave para comprender la comunicacin, 2009, Recuperado de: http://fordocsalud.blogspot.com.ar/2009/06/hegemonia-un-concepto-clave-para.html.

    Bibliografa consultada y citada; materiales complementarios

    Funes, Patricia (s/f) Amrica Latina. Los nombres del nuevo mundo, Ministerio

    de Educacin, Ciencia y Tecnologa, Programa de Capacitacin Multimedial,

    pg. 6. Recuperado

    de: http://www.educ.ar/sitios/educar/recursos/ver?id=70595 {consultado

    07/07/14 09:47 hs. Garca Linera, lvaro, Hegemona es la capacidad de liderar a los pueblos,

    discurso mayo 2014, Universidad Nacional de Cuyo al conferirle el Doctor

    Honoris Causa. Recuperado de:http://www.cta.org.ar/alvaro-garcia-linera-

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    de: http://www.elhistoriador.com.ar/articulos/independencia/patria_grande

    _perdida.php, consultado febrero 2015. Sitio que recomendamos a quienes

    quieran ampliar en la etimologa de Patria Grande.

    Bordieu, Pierre (1997) Capital cultural, escuela y espacio social, Buenos Aires, Siglo

    XXI.

    Broitman Claudia, et al, Fundamentacin. Programa de DIDCTICA DE LA MATEMTICA 2013, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacin

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    UNLP. Recuperado de:

    http://www.fahce.unlp.edu.ar/academica/Areas/cienciasdelaeducacin/2013-

    programa-didactica-de-la-matematica, consultado febrero 2015.

    Freire, Paulo (2008) Cartas a quien pretende ensear, Buenos Aires,

    Siglo XXI.

    Garca Canclini, Nstor, Captulo 1. Horizontes: 2005-2010, en Latinoamericanos, buscando lugar en este siglo, Paids, Buenos Aires,

    2014. pg. 19.

    Garca linera, Alvaro, Nacin y mestizaje. Recuperado de: http://www.vicepresidencia.gob.bo/IMG/pdf/nacion_y_mestizaje.pdf, pg. 1,

    consultado febrero 2015.

    Huergo, Jorge, La educacin y la vida. Un libro para maestros de

    escuela y educadores populares. En Prensa, EPC, Facultad de Periodismo

    UNLP, en prensa.

    Jauretche, Arturo, Manual de Zonceras Argentinas ,Corregidor, Buenos

    Aires, 1999, Tomo II.

    Laclau, Ernesto, Los fundamentos retricos de la sociedad, FCE, Buenos

    Aires, 2014.

    Laclau, Ernesto y Mouffe, Chantal, Hegemona y estrategia socialista.

    Hacia una radicalizacin de la democracia, Siglo XXI, Madrid, 1987.

    Mercado, Beln, Resea Educacin Popular en la historia reciente en Argentina y Amrica Latina. Aportes para balance y prospectiva Rodrguez, Lidia (Direccin), Buenos Aires, APPEAL, 2013. Recuperado

    de:http://ppct.caicyt.gov.ar/index.php/anuario/article/view/3539, consultado

    febrero 2015.

    A.J. Prez Amuchstegui, op. cit. Tomo II. pag 2-LXVI. Recuperado

    de: http://www.elhistoriador.com.ar/articulos/independencia/patria_grand

    e_perdida.php, consultado febrero 2015.

    Puiggrs, Adriana, et al, Cartas a los educadores del Siglo XXI , Galerna,

    Buenos Aires, 2007.

    Puiggrs, Adriana La educacin popular en Amrica Latina. Orgenes,

    polmicas y perspectivas, Buenos Aires, Mio y Dvila Editores, 1998.

    Puiggrs, Adriana y Marengo, Roberto, Pedagogas: reflexiones y debates,

    Universidad Nacional de Quilmes, Bernal, Quilmes, 2013.

    Ramos, Abelardo, Discurso en Mxico al fundarse la Ctedra de Amrica Latina, en 1991, pronunciado en el Saln de Actos que fuera el Rectorado de Jos Vasconcelos. En Historia de la nacin latinoamericana , Pea Lillo-

    Ediciones Continente, 5ta edicin, Buenos Aires, 2012, pg.430.

    Rinesi, Eduardo, Tres dcadas de democracia (1983-2013), Recuperado de: http://www.vocesenelfenix.com/content/tres-d%C3%A9cadas-de-

    democracia-1983-2013, consultado febrero 2015.

    Rinesi, Eduardo, Cules son las posibilidades reales de producir una interaccin transformadora entre Universidad y Sociedad?, documentos para el debate, IEC, Conadu y CTA, mayo 2012. Recuperado de:

    http://www.cidac.filo.uba.ar/sites/cidac.filo.uba.ar/files/Cuadernillo-Eduardo-

    Rinesi-01.pdf, consultado febrero 2015.

    Tern, Oscar (2008) Historia de las ideas en la Argentina. Diez lecciones

    iniciales, 1810-1980, Buenos Aires, Siglo XXI, pg. 11.

    Valko, Marcelo, Pedagoga de la desmemoria. Prlogo Osvaldo Bayer, Pea

  • Pgina | 24

    Lillo, Buenos Aires, 2014.

    Todas las imgenes utilizadas fueron tomadas de https://www.flickr.com/ bajo

    licencia

    ACTIVIDADES

    Participar del foro de presentacin

    En los viajes conocemos y apreciamos distintos paisajes, personas, ideas,

    olores, lenguas, diferentes sonidos, msicas. Y quizs lo ms importante:

    en los viajes nosotros nos transformamos, nuestra forma de ver el mundo

    cambia, y acaso tambin el mundo es modificado.

    Partimos? suban el volumen

    Link: https://www.youtube.com/watch?v=TUIJT_GPNjA

    Este foro es uno de los primeros espacios que habitamos en el aula para

    empezar a enlazarnos, a conocernos, a saber quin es ese otro que

    aprende de m y junto a m. Por eso en esta consigna, al son de las rimas

    de Drexler y las transformaciones, les pedimos que:

    Se presenten brevemente a travs de tres rasgos o detalles que

    los/as definan; pueden ser sus hobbies, sus costumbres, sus

    amores, sus sueos, sus gustos musicales o algn rasgo de su

    personalidad. Tmense unos minutos para mirarse, observarse y

    elegir esas cualidades o detalles que no pueden faltar y les

    imprimen esa identidad tan particular.

    Luego, aporten tres cuestiones que ustedes consideran que pueden

    dar al grupo desde su experiencia o sus fortalezas personales para

  • Pgina | 25

    enriquecer el proceso de aprendizaje colectivo.

    Les deseamos buen viaje!

    Leer la bibliografa obligatoria de la clase.

    A todo aquel que alguna vez viaj, lo ha encontrado el deseo irresistible de

    conservar o de llevarse algo de su paso por el lugar que ha conocido.

    Algunos apelan a la fotografa y no falta aquel precavido que compra algn

    que otro suvenir para prevenirse de posibles lluvias tormentosas; ni que

    hablar de la colecciones de caracoles y piedras de distintos colores que

    terminan adornando algunas macetas del patio.

    En este viaje, cada uno de ustedes va a llevar su propio diario de viaje en

    el aula.

    La invitacin es a ir consignando all:

    Las tres ideas centrales o fundamentales aprendidas en la clase

    Vieron cuando leen y realizan algunas anotaciones marginales en la

    pgina? Exactamente eso.

    El registro del propio aprendizaje. Qu cambi de mi mirada o

    de mi concepcin a partir de acercarme a estas lecturas? Qu pude

    incorporar? Qu idea nueva pude pensar? Cules quedan an sin

    resolver? Qu aport al grupo para enriquecer nuestro proceso?

    Este registro es muy importante porque apela al propio proceso de

    aprendizaje de cada uno. Les sugerimos ir completndolo a lo largo de las

    distintas clases. Comenzaremos desde la clase 1.

    El tutor ir siguiendo esos aportes.

    Dnde llevarn su registro de viaje? A travs de un documento de Google

    Drive.

  • Pgina | 26

    Saben de qu se trata? Google nos brinda distintas aplicaciones para

    subir y compartir informacin con otras personas en la web. Una de esas

    aplicaciones es Google Drive, un servicio que permite compartir

    diversidad de archivos mediante una cuenta de Google. Si an no lo

    conocen pueden observar sus caractersticas principales en la pgina

    oficial de Google Drive.

    Qu pasos debern seguir para crear su documento de "Diario de

    Viaje"'?

    1. Tener o crear una Cuenta de Google.

    Importante: Si ya tienen una cuenta de Gmail pueden

    utilizar esa misma.

    Si no pueden:

    Crear una cuenta de Gmail, o bien..

    Convertir su cuenta de correo habitual (por ejemplo de Yahoo,

    de Hotmail) a cuenta de Google.

    Para cualquiera de las dos opciones les acercamos este Tutorial.

    Aclaracin: Quienes utilizan un dispositivo mvil con

    Sistema Android (por ej: celular, tablet, etc.) ya poseen

    una cuenta de Google. Podrn utilizar la cuenta de

    correo y contrasea que emplean en su dispositivo y por supuesto

    acceder a Google Drive tambin desde all.

    2. Acceder a Google Drive con su cuenta de Google y crear su documento

    de Diario de Viaje con el nombre: Diario de Viaje Apellido y Nombre

    Nro. de Aula. Por ejemplo: Diario de viaje Prez, Juan Pablo

    Aula PPL 60

    3. Compartir el documento a la cuenta que les indique el Tutor.

  • Pgina | 27

    Para llevar adelante ambos pasos les acercamos este Tutorial.

    Durante esta semana:

    El tutor les indicar a qu direccin de mail debern enviar la

    invitacin.

    Debern compartirle el documento de Google.

    Comenzar a completar all su Diario de viaje.

    Foro de consultas

    Este espacio estar habilitado durante toda la cursada del mdulo para

    compartir y resolver juntos/as las dudas o inquietudes que se puedan

    presentar durante la elaboracin de las actividades o lectura de los

    materiales.

    Como citar este texto:

    Instituto Nacional de Formacin Docente (2015). Clase 1: Un viaje entre educacin,

    poltica e ideas. Especializacin docente de Nivel Superior en Enseanza de la

    Matemtica. Buenos Aires: Ministerio de Educacin de la Nacin.

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