Pp entrevista - tp
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Objetivos:
Identificar a la entrevista como género periodístico informativo que profundiza
la noticia.
Reconocer tipos de entrevistas, estilo y técnicas para su realización.
Producir entrevistas.
Actividad: Conformar grupos de no más de 5 integrantes para trabajar lo siguiente:
1) A partir de la bibliografía de la cátedra, elaboren una definición de entrevista como sinónimo de Reportaje, y luego expliquen en qué tipo de
acontecimientos puede usarse este género periodístico. Sugieran una entrevista para complementar un tema de actualidad.
2) Enuncien y caractericen los diferentes tipos de entrevista.
3) ¿Cuáles son las claves para producir buenas entrevistas? Refiéranse en particular al proceso de pre producción. (En la clase teórica, el periodista
invitado enfatizó en este tema). 4) Lean detenidamente la entrevista a Tom Chaplin que publicó la Revista
Rolling Stone.
5) a. Determinen los datos esenciales (qué, quién, etc.) b. ¿Qué conocimientos tiene el periodista acerca del cantante? Subraye los fragmentos y/o preguntas
que dan cuenta de esto, c. Precisen qué tipo de entrevista se desarrolló. Fundamenten su respuesta con conceptos teóricos.
6) Consideren, de acuerdo al capítulo 5 del libro Aproximaciones al
Periodismo, la finalidad de la entrevista analizada, y lo que se denomina “el contexto de nuestros textos” (los cinco sentidos de Kapuscinski) en esta
entrevista. 7) a. En forma individual elija una personalidad del mundo de la cultura, b.
enuncie qué tareas de producción realizará, c. realice la entrevista, d.
escríbala en no más de 40 líneas y preséntela en la próxima clase. Procure que esta entrevista pueda servirle para la revista que deben elaborar como
trabajo final.
Fecha de entrega del trabajo: La próxima clase práctica.
Tom Chaplin
El ex Keane cuenta que el golf lo ayudó con sus adicciones POR JOAQUÍN VISMARA
Aunque su música pareciera sugerir lo contrario, Tom Chaplin tuvo que librar
batallas contra sus propios demonios en más de una ocasión. Ya cuando estaba
al frente de Keane, el cantante británico lidió varias veces con una adicción a la
cocaína que lo puso varias veces contra las cuerdas. La última fue en 2014, un
año después de que la banda con la que había conocido el éxito entre en un
impasse. Después de estar tres días sin dormir y tener una experiencia cercana a
la muerte, Chaplin decidió internarse una vez más y someterse a un tratamiento
psiquiátrico para limpiarse de una vez por todas.
Gran parte de ese proceso puede palparse en The Wave, su primer álbum
solista, que presentará el domingo 10 de septiembre en Museum. Después de
años de limitarse a ser el cantante de una banda en la que las canciones las
escribía otro, Chaplin se instaló en California para grabar el álbum en la casa de
su productor, Matt Hales, más conocido como Aqualung. "Me fui del invierno
británico y terminé en el californiano, con una temperatura promedio de 20
grados. Fue gratificante escapar del clima miserable de mi país y poder salir del
estudio y caminar bajo el sol", dice desde su casa en la campiña de Kent,
Inglaterra.
Anunciaste que ibas a sacar un disco solista cuando Keane entró en
stand by en 2013 ¿Por qué te terminó tomando tanto tiempo?
Hay dos cosas. Primero, me di cuenta de lo difícil que es escribir todo un disco
por tu cuenta (se ríe). Tim (Rice-Oxley, tecladista) era el principal compositor
en Keane, y ahora entendí cuenta cuánto trabajo es. No es que escribís diez
canciones increíbles y vas con eso al estudio, tenés que encontrar tu tono,
ejercitarte en el oficio de escribir y separar la paja del trigo. Vas a escribir
muchas canciones de mierda hasta que des con algo bueno. Siempre escribí
canciones, sobre todo en los comienzos de Keane, pero no hice mucho en el
último tiempo y tuve que reeducarme. Además, tuve muchos problemas
personales en ese período, en el 2014 fue un año bastante desastroso por mi
adicción, así que escribí esporádicamente durante ese tiempo. Hice pocas
canciones y no tenían ningún foco. Mi adicción me bloqueó completamente mi
talento como compositor y también como ser humano (se ríe), pero curarse de
eso también significó liberar toda esa energía. Fue muy motivacional para
escribir, y también me dio algo sobre lo que escribir. Tuve que abrirme bastante
y volverme vulnerable para poder estar bien, y eso se coló en el proceso de
composición, así que se volvió un disco bastante personal.
¿Te resultó extraño hablar tanto de vos a lo largo y ancho del álbum?
Lo encontré bastante refrescante, y también abrirme de esa manera con la gente
de mi familia y mi entorno o con mi terapeuta mientras me estaba limpiando.
Siempre me pareció aterrador ser así de honesto, y pensé que la mejor manera
de lidiar con mis problemas era encerrarme en mí mismo. Me di cuenta que
cuando compartís un problema, explorás tus miedos y no es aterrador como
pensás. De hecho, lo que termina pasando es que te saca toda la energía de los
problemas una vez que los articulás. Así fue que encontré bastante liberador el
proceso de composición del disco, pudiendo hablar de esas cosas y siendo
honesto en vez de esconderme. Me sentí bastante prolífico, no paraban de salir
canciones porque había mucho de lo que hablar. Fue algo bastante catártico y
disfrutable.
También empezaste a jugar al golf de manera profesional ¿Es cierto
que eso tuvo que ver con la autobiografía de Alice Cooper?
Sí, pero no tanto. Crecí jugando al golf porque mi abuelo era un jugador
bastante hábil, y era miembro de un club al sur de Inglaterra. Está al costado del
mar y es muy ventoso, se pone muy difícil. De chico me solía llevar ahí, y para
serte honesto lo odiaba (se ríe). Pero mientras me recuperaba, necesitaba una
obsesión en la que volcar toda esa energía, y encontré que el golf era bastante
bueno para eso. Es bueno tener algo por fuera de la música en donde depositar
toda esa energía. Me mantiene al aire libre, en contacto con la naturaleza, es una
batalla contra vos mismo y contra los elementos. Hay algo muy meditativo y
pacífico en todo eso, no es sobre cuán bien jugás. Disfrutás socializar, porque
suelo ser una persona bastante cerrada, y todo lo que me saque de ahí y me lleve
a la intemperie con otra gente está bien.
En vivo solés hacer covers de gente como Justin Timberlake, David
Bowie o Sia. ¿Cómo las elegís y por qué?
Fue una de las cosas que hicimos en la última gira por el Reino Unido,
queríamos hacer canciones que tuvieran que ver con cada ciudad en la que
tocábamos. Me levantaba por la mañana, abria iTunes o Spotify y empezaba a
pensar si había alguna canción que fuera apropiada para el destino en el que
estaba. Le mandaba un mensaje a la banda y les decía "Bueno, hay que
aprenderse esta para el show de esta noche", un desafío muy lindo que sumaba
algo especial para cada recital. En Manchester tocamos una de The Smiths, en
Liverpool tocamos una de los Beatles y así... Mi favorita fue en Birmingham.
Tocamos la misma noche que fue el atentado en Manchester, y estaba pensando
hacer algo de Electric Light Orchestra o Black Sabbath, pero sentí que era una
buena ocasión para hacer una canción de paz, así que tocamos "Blowin' in the
Wind", con un tono medio moderno. Fue un momento increíble, todos se
sentían muy afectados por lo que pasó, así que poder hacer eso fue como
terapéutico.
Después de tantos años al frente de Keane, ¿en algún momento
tuviste miedo de tener que empezar de nuevo?
Sí, pero me gusta ese desafío porque podés ver si lo que hacés se puede sostener
por su cuenta, y es algo que necesito en esta etapa de mi vida. Con Keane
tuvimos un grado importante de éxito que nos permitió tocar en lugares muy
grandes, que está muy bien, pero no creo que necesariamente lo mejor salga de
espacios así. Empezás a dar muchas cosas por sentado y se hace muy fácil. En
ese sentido, disfruto esto porque no es un ejercicio de ego, sino empezar de
nuevo y convencer a la gente de que lo hago está bueno. Además, el disco en sí
es una historia bastante íntima y personal, y llevar ese tipo de concepto a
lugares más chicos se siente bien. Cuento muchas historias en vivo entre tema y
tema, trato de que sea una conversación con el público porque no quiero que se
sienta que hay una pared invisible entre ellos y yo. Estamos juntos ahí.