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1 PONENCIA ISA-FLACSO POTENCIAS REGIONALES SECUNDARIAS EN SURAMERICA. LOS CASOS DE CHILE Y COLOMBIA POR MARTHA ARDILA UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA PANEL: LA ALIANZA DEL PACIFICO PREPARADO PARA PRESENTAR EN EL CONGRESO DE ISA-FLACSO BUENOS AIRES, 23 AL 25 DE JULIO DE 2014

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PONENCIA ISA-FLACSO

 

POTENCIAS REGIONALES SECUNDARIAS EN SURAMERICA.

LOS CASOS DE CHILE Y COLOMBIA

POR

MARTHA ARDILA

UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA

PANEL: LA ALIANZA DEL PACIFICO

PREPARADO PARA PRESENTAR EN EL CONGRESO DE ISA-FLACSO

BUENOS AIRES, 23 AL 25 DE JULIO DE 2014

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POTENCIAS REGIONALES SECUNDARIAS EN SURAMERICA.

LOS CASOS DE CHILE Y COLOMBIA

MARTHA ARDILA1

RESUMEN

Partiendo de un debate sobre Potencias Regionales (Holbraad, 1989; Notle, 2006, 2010; Flemes y Wenher, 2012; Rocha, 2011), esta ponencia analiza la ubicación de Colombia y Chile en la jerarquía de poder regional. Estos dos países se caracterizan como Potencias Regionales Secundarias que responde de manera cooperativa frente a Potencias de mayor rango y en la Alianza del Pacífico.

Se hace especial énfasis en variables como cambio de gobierno, legitimidad y poder suave así como en el “soft balancing” que realizan a países como Brasil y Venezuela. En este sentido se analiza también, los cambios y continuidades, diferencias y similitudes en su inserción externa.

PALABRAS CLAVES: Potencias regionales secundarias, potencia regional, poder suave, política exterior, América Latina, Suramérica, Colombia, Chile, México, Alianza del Pacífico.

INTRODUCCIÓN

En América Latina presenciamos una nueva jerarquía de poder regional

originada no solamente en el declive de Estados Unidos en el sistema

internacional, sino también, en el surgimiento y ascenso de Potencias

Regionales de diferente rango como Brasil y México por una parte, y de

                                                                                                                         1  Docente  e  Investigadora  del  Centro  de    Investigaciones  y  Proyectos  Especiales,  Directora  Centro  Latinoamericano    y  del  Caribe,  de  la  Facultad  de  Finanzas,  Gobierno  y  Relaciones  Internacionales  de  la  Universidad  Externado  de  Colombia.    Favor  no  reproducir  esta  ponencia  que  aún  es  borrador.  Correo:  [email protected]  

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Chile, Colombia, Venezuela y Argentina por la otra. Ellas presentan diversas

capacidades y recursos de poder –duro y suave-, que las posesionan en un

diferente nivel.

En este sentido, se busca dar respuesta a: ¿qué tipo de Potencias

Regionales Secundarias son Colombia y Chile, y como se comportan frente a

países de mayor rango y en la Alianza del Pacífico?, y ¿qué continuidades y

cambios se presentan en su inserción internacional?

Es por ello que en esta ponencia, buscamos en primer lugar, examinar el

surgimiento Potencias Regionales y su posicionamiento a nivel regional e

internacional. En segundo lugar y partiendo de una conceptualización de

Potencia Regional, definir qué tipo de países son Chile y Colombia, y que

diferencias se encuentran entre ellos. Y en tercer lugar, examinar que

características presentan estos dos países suramericanos en su inserción

internacional. Finalmente, se plantean algunas conclusiones que aportan al

debate de las Potencias Regionales en un mundo internacional cambiante.

POTENCIAS REGIONALES Y JERARQUIA DE PODER REGIONAL

Al referirnos a Potencias Regionales y jerarquía de poder, tenemos que

vincular dos conceptos: el de región y el de poder, los cuales han

evolucionado tendiendo a una multidimensionalidad, lo cual nos obliga a

tomar elementos teóricos de diferentes corrientes epistemológicas.

En términos generales hay escuelas que enfatizan en factores externos como

el enfoque Realista que define la región y el poder por sus capacidades entre

las que se encuentran no solamente sus recursos militares y naturales, sino

también, aspectos físicos como la ubicación geográfica. En este sentido lo

territorial, la soberanía y el control (Krasner, 1999) son elementos esenciales

para su conceptualización. Dentro de este enfoque, la Región resulta

fundamental en la Geopolítica, el componente político, el territorial, y la

especificidad de lo físico y lo estratégico.

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Hay otros enfoques más críticos, que privilegian variables internas y

orientadas al Constructivismo que conciben a la región como socialmente

construida por individuos e instituciones con similitudes y/o interacciones

sociales, políticas, ideológicas, económicas, étnicas, y religiosas. En ellas las

ideas y la ideología resultan fundamentales, construyen identidad con base

en valores y creencias muchas veces similares. Aquí la región responde a un

interés nacional, pero para ellas “como las vean” y las perciban hace parte de

su esencia. Hace alusión a la parte simbólica como diría Katzenstein.

Teniendo en cuenta estas consideraciones, esta ponencia plantea que hay

dos tipos de características de las regiones: las físicas, y las construidas que

resultan ser más pragmáticas porque responde a un interés nacional y a

“ideas” comunes. Es así como privilegiar variables externas y/o internas, la

identidad, el comercio y el medio ambiente, o el balance y la jerarquía de

poder, la geografía y la historia, nos orienta en el análisis. Y la Alianza del

Pacífico es una región construida que presenta identidad, ideas comunes,

cooperación y una alta legitimidad, a pesar de que México por ejemplo no es

un vecino geográfico.

Lo cierto del caso es que el concepto de región es multidimensional, que

atraviesa una transición y que varía según la problemática que se analice. El

territorio, el Estado, la guerra y la violencia, y el balance de poder resultan

prioritarios (Kelly, 2007). Es decir, se observan tanto características físicas

donde se ubica lo geográfico de la vecindad y lo estratégico, como también,

se perciben aspectos funcionales que interactúan entre lo económico, lo

ambiental y lo cultural. De todas maneras, lo regional es lo que no es global

y que trata de contrarrestar la presencia del “hegemón” tradicional – el

norteamericano- y/o el regional –Brasil o México-.

Además del concepto de región, el de Potencia Regional resulta importante

para comprender no solo la participación de Chile y Colombia en la Alianza

del Pacífico, sino para examinar la inserción de cada uno de estos dos países

en el escenario regional e internacional.

Tradicionalmente, el concepto de Potencia Regional ha sido ambiguo y

cambiante. Los primeros que se interesaron por este tema fueron los

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canadienses que desde la década de los ochenta empezaron a analizar el

tema. Para ese entonces Carsten Holbraad las definió como aquellos países

que debido a su dimensión, recursos naturales, voluntad política, liderazgo y

estabilidad, podrían convertirse en “potencia”. Además se caracterizan por

su fuerza económica y militar; y su posición intermedia mediadora y

moderadora entre dos países y/o ante conflictos Norte-Sur, Este-Oeste. En

este sentido en su ejercicio de poder regional, presentan un papel

relacionado con el conflicto y el cambio.

El concepto de Potencia es un referente geopolítico que incluye aspectos

militares, políticos y económicos, el cual hace alusión a un conjunto de

países y a su jerarquización en el sistema internacional. Su diferenciación

radica en la capacidad de proyectar su poder militar en diferentes regiones

del mundo y en la posibilidad de ejercer su influencia política en forma global

(Nolte, 2008). Por otra parte, la aparición de las potencias regionales, medias

y/o emergentes altera la configuración de un nuevo orden y la ubicación de

Estados Unidos y de otros polos de poder en el concierto mundial, en un

ambiente de creciente complejidad e incertidumbre.

Los conceptos de Potencia Media y Regional confunden (Notle, 2010). No

son estáticos ni permanentes sino que pueden cambiar de posición en la

estructura de poder internacional, ascendiendo o descendiendo según la

ubicación alcanzada (Chapnick, 1999). En ocasiones su perímetro de acción

carece de claridad y por ello son calificadas como sinónimos. No existen

medios confiables para examinar el accionar de potencias aunque se puede

señalar que el contorno de una Potencia Regional es la región como su

nombre lo indica, mientras que la de una Potencia Media es mayor porque

puede ascender al ámbito global. Como se señaló, tanto las Potencias

Medias como las Regionales no pueden actuar solas, sino que necesitan de

otros países de menor rango sobre los cuales ejercen una influencia bien sea

regional para el primer caso o internacional para el segundo (Keohane, 2002;

Notle, 2011).

Privilegiando el Poder Suave, las Potencias Regionales se ofrecen como

mediadores e interlocutores entre diferentes países y grupos de naciones.

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Tienden a ser respetuosos del status quo; buscan desarrollar coaliciones y

alianzas políticas; pretenden ser reconocidas; participan en la estructura de

Gobernanza Regional; presentan estabilidad política y mínima disposición de

recursos duros; y muestran voluntad de ejercer liderazgo en política exterior.

En este sentido, las Potencias Regionales reúnen una serie de requisitos

vinculados con su perímetro regional; la pretensión de liderar; la influencia en

la geopolítica e identidad; la disposición de recursos naturales, organizativos

e ideológicos para la proyección de poder; la conexión económica, política y

cultural con la región; la incidencia en la estructura de gobernanza regional; el

reconocimiento por parte de los demás Estados; y la representación de los

intereses de la región en diversos foros internacionales (Notle, 2006)

También lideran proyectos de integración, concertación y cooperación en

términos militares, económicos y políticos. Dentro de ellos, los de seguridad

adquieren un especial significado, bien sea como complejo de seguridad o

como comunidad de seguridad (Buzan y Waever, 2003). También los

económicos y comerciales resultan importantes para el fomento del comercio

intra y extraregional.

Este tipo de potencias presentan vínculos y lazos directos con los países

vecinos y se caracterizan por su superioridad en población, extensión,

recursos naturales y gasto militar. Por todo ello es que resulta importante la

agrupación en una región aunque ésta no sea limítrofe.

A su vez, analistas internacionales de la Interdependencia (Nye, 2008)

empiezan a darle importancia al uso del Poder Suave –Soft Power- en los

diferentes tipos de potencias. En general entre más grande sea la potencia

mayor es su poder militar y en ese sentido las Potencias le dan más

importancia al Poder Duro aunque de todas maneras lo combinan con el

Poder Suave.

Las Potencias Regionales ejercen y son percibidas y calificadas por su Poder

Suave, por su legitimidad, representatividad y confianza que generan.

Resulta difícil medir el Poder Suave pero en términos generales variables

como influencia ideológica, participación de la sociedad en la toma de

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decisiones, democracia, transparencia, son indicadores de la magnitud del

poder suave, que en último término responde a la percepción que se tiene

sobre un determinado país. Por ello es que los países se preocupan por

mejorar su imagen y hacen uso de la Diplomacia Pública.

Potencias Regionales Secundarias como Chile y Colombia, se valen mas del

Poder Suave y de la Diplomacia Pública para mejorar su imagen, ejercer

liderazgo, construir nuevas alianzas y buscar un nuevo equilibrio de poder

regional. Pero no solo la cultura y la política sino los valores que propagan y

la política exterior, constituyen elementos que vinculan el Poder Suave y la

Diplomacia Pública (Nye, 2003) con las Potencias Regionales de diferente

rango. Además de Chile y Colombia, Flemes identifica como Potencias

Regionales Secundarias, también, a Venezuela y Argentina (Flemes, 2011).

Colombia hace parte de los CIVETS junto a Indonesia, Vietnam, Turquia,

Egipto y Surafrica. Y ya empieza a hablarse de los PUMAS del Pacífico

haciendo un paralelismo de la Alianza del Pacífico con los Tigres Asiáticos,

integrados por Hong Kong, Singapur, Corea del Sur y Taiwán.

Las Potencias Regionales comienzan a tener repercusiones cada vez mayor

en foros internacionales como la ONU, la OMC y el G8. Y a nivel

latinoamericano, grupos como la Alianza del Pacífico, UNASUR, y CELAC,

adquieren especial significado.

El examen de esa nueva jerarquía de poder requiere un tratamiento y análisis

mucho más amplios que incluya no solamente aspectos cuantitativos que

tienen que ver con la capacidad militar, los recursos naturales, la población,

la política exterior…., sino otros más subjetivos y de percepción relacionados

con la legitimidad, la confianza y la representatividad de dichas Potencias en

el contexto regional y/o internacional, y claro está con su Poder Suave.

Siguiendo estas variables se perfilan como Potencias Regionales a Brasil y

México, con una identidad auto creada, y con un conjunto de pretensiones

propias que se transmiten por medio de una política exterior activa (Holbaard,

1989). No obstante, se podría pensar que Brasil ha ascendido al ámbito de

Potencia Media, y que México por su cercanía con Estados Unidos y sus

problemas internos, genera desconfianza en los países latinoamericanos.

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Colombia y Chile son aliados de México y fomentan políticas de cooperación

entre ellos y con terceros.

COLOMBIA Y CHILE: POTENCIAS REGIONALES SECUNDARIAS DE DIFERENTE RANGO

Las Potencias Regionales y las Secundarias son de diferente rango. Por ello

vemos diferencias entre ellas: Potencia Regional Secundaria Nacientes,

PRSN, como Colombia; Potencias Regionales Secundarias en Ascenso,

PRSA, como Venezuela; y Potencias Regionales Secundarias Maduras,

PRSM, como Chile. Su diferenciación se basa en la continuidad y

consolidación de un proyecto de acuerdo a su interés nacional –Políticas de

Estado-, así como en su actividad internacional, capacidades (gasto militar,

recursos naturales) e imagen internacional vinculada con la percepción de

otros actores, la legitimidad, el liderazgo y el discurso, entre otras.

Chile se encuentra mejor ubicado que Colombia en la jerarquia regional: es

una hegemonia blanda, ejerce un liderazgo discreto2 y ha sido denominado

una Potencia Regional Secundaria Madura (Ardila, 2012), debido no solo a

sus capacidades sino también a la percepción que otros estados tienen de

este país, en materia de recursos institucionales, ciencia y tecnología, y

calidad de la Democracia y de la Diplomacia. Muchos quieren seguir sus

ideas en materia económica y de aceptabilidad de la diversidad, y es visto

como un líder en material de integración económica (Latinobarómetro, 2010).

Colombia tan solo recien nace como Potencia Regional Secundaria.

Permaneció aislada del escenario regional y de manera muy reciente viene

cambiando su actuación e imagen internacional.

Colombia y Chile son probablemente los países suramericanos más

partidarios de un modelo neoliberal -ortodoxo tanto en lo económico como en

lo político, de una apertura indiscriminada de la economía, de la constitución

de zonas de libre comercio y de una relación estrecha con los Estados

                                                                                                                         2  Entrevista  Joseph  Tulchin,  junio  11  de  2014-­‐  

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Unidos, la cual se percibe como una potencia hegemónica prioritaria para

resolver problemas de seguridad (Gomes, 2012).

Chile, presenta una de las economías más exitosas de América Latina y de

mayor inserción internacional por la cantidad de tratados de libre comercio

que ha suscrito, pese a la dictadura en que estuvo inmerso de 1973 a 1980

que afectó su política social y la calidad de vida de sus habitantes. La riqueza

natural de Chile ha convertido a ese país en terreno propicio para la

extracción de materias primas.

No obstante, su desigualdad social que lo coloca en el 9º más desigual del

mundo (Banco Mundial, 2009), su fortaleza económica lo ha posicionado

como el país 30 de 148 en el Índice Global de Competitividad del Foro

Mundial de Educación (World Economic Forum, 2014) destinando políticas en

materia de salud, educación, innovación y estabilidad macroeconómica

(Banco Mundial, 2009).

El posicionamiento externo de Chile ha sorprendido. La diversificación de los

mercados y el uso de las TICs´han promovido la innovación de la región a

pesar de haber sufrido los golpes colaterales de la crisis iniciada en Estados

Unidos en 2008 (Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, 2008). Además

la aceptación de la inversión extranjera directa y negociaciones por parte de

Rusia, India, China, Europa del Este y el resto de América latina han

permitido que Chile crezca en tema importantes como minería, energía,

infraestructura, turismo e industria alimentaria.

La elección en 2010 del Presidente Sebastián Piñera rompió una sucesión de

gobiernos de la Concertación. Luego en el 2014 Michael Bachelet retorna a la

casa de la Moneda. Los años 2011 y 2012 son reconocidos como el

despertar chileno en el que múltiples movimientos sociales fueron partícipes

de las distintas manifestaciones que exigían un cambio constitucional, un

Parlamento más representativo y un gobierno que escuche más a su pueblo

(Gutierrez, F, 2011). Se logró que el Congreso aprobara un presupuesto en

educación de cerca de 12 mil millones de dólares, los cuales generaron

inconformiso y decepción, tanto en Chile como en ciertas organizaciones de

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la sociedad civil (Gutierrez, 2011), al ser considerada dicha suma como

insuficiente.

Durante esos años se dieron avances empresariales a nivel de inversión,

crecimiento económico de 5.6% lo que influyó significativamente en el PIB.

Por su parte en el 2013 el crecimiento del PIB disminuyó al 4.2%. Las

exportaciones crecieron 2.7% ese mismo año y las importaciones 5.7%

(BBVA Research, 2013), lo cual mostraba el superávit de la balanza

comercial chilena.

Su modelo de política exterior combina ideología y pragmatismo, reforzado

por el gobierno de concertación centro-izquierda y por una Diplomacia

Económica. Su modelo económico se basa en las exportaciones, en el

Regionalismo Abierto y en instituciones muy sólidas. Se encuentra ligado a

las economías de Asia y también a la de Europa y Estados Unidos.

Es una Democracia social combinada con una economía de mercado y

políticas sociales, con una inserción internacional que busca defender el

interés nacional, y ser coherente con una visión social demócrata. Su política

exterior también se ha basado en el multilateralismo económico y político, y

en el desarrollo de una Política marítima.

Sus postulados se basan en la Democracia liberal, marco institucional del

derecho y economía de libre mercado. Su política exterior fuertemente

pragmática convergió con las líneas del Consenso de Washington de la

combinación de la democracia liberal y la economía de libre mercado

(Fermandois, 2011) persiguiendo intereses económicos nacionales mediante

TLC y aumento de la IED en los países vecinos y en otros más recientemente

como en Colombia. Busca al mismo tiempo garantizar la estabilidad

democrática en la región.

Desde la década de los 90 del siglo XX, los diferentes gobiernos chilenos han

combinado lo ideológico con lo pragmático en sus relaciones internacionales.

Se buscó la reinserción internacional de Chile después del aislamiento

ocurrido durante la dictadura militar (1973 a 1990) y la búsqueda de aportar a

la consolidación democrática en la región (Gamboa, 2011). Ricardo Lagos

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(2000-2006) creyó en la Tercera Vía, de un socialismo occidental, diferente al

de Hugo Chávez. Como Miembro No permanente del Consejo de Seguridad,

se opuso junto con México, a la intervención de Estados Unidos en Irak. Dio

fuerza al multilateralismo expresado en la autonomía del país y de sus

relaciones internacionales (Fonseca, 2006).

En términos generales la cultura ideológica de Chile se basa en la legalidad

en el respecto a los principios del derecho internacional y a los tratados

internacionales. De esta manera según Van Klaveren (2012) los derechos

humanos, la democracia, la integridad territorial del país, la libertad

económica y la responsabilidad internacional son los pilares de la política

exterior chilena.

Por su parte Colombia, también en la coyuntura actual, el Presidente Santos

propone una Tercera Vía a la cual el primer mandatario ya se había referido

antes de ser Presidente de la República. En este sentido, el jefe de Estado

continua fomentando el Modelo Neoliberal y el Regionalismo Abierto, pero

debido a las negociaciones en La Habana y al proceso de paz, sostiene que

se hace imperativo una política social y unas reformas económicas que

apunten a una mayor inclusión de la población, muy seguramente con una

Gobernanza Regional. En el ámbito internacional, la Tercera Vía3 deberá

tener en cuenta lo que han sido los cambios y las continuidades de sus

políticas exteriores.

COOPERACIÓN, CAMBIOS Y CONTINUIDADES EN LA INSERCIÓN EXTERNA DE COLOMBIA Y CHILE

                                                                                                                         3  La  Tercera  Vía  es  una  corriente  política  que  tiene  como  precepto  la  frase  “el  mercado  hasta  donde  sea  posible  y  el  Estado  hasta  donde  sea  necesario”.  Su  base  es  un  modelo  económico  mixto  –es  decir  trabajo  público  y  privado–  y  que  se  orienta  políticamente  en  el  centro.  Una  de  las  principales  ambiciones  del  Presidente  Santos,  como  mandatario,  es  que  Colombia  deje  de  ser  un  país  que  copia  modelos  de  desarrollo  y  se  convierta  en  una  nación  que  los  elabora  e  implementa.  Es  por  eso,  como  él  mismo  lo  ha  reconocido,  que  en  su  primer  periodo  impulsó  una  serie  de  reformas  estructurales  al  Estado  para  fortalecer  las  instituciones,  y  ahora,  en  el  segundo,  espera  consolidarlas  por  el  camino  de  la  Tercera  Vía  (El  Tiempo,  1  de  julio  de  2014).  Esta  propuesta  de  Santos  ha  generado  diversos  artículos  periodísticos  de  opinión,  entre  otras  cosas,  por  la  reunión  de  los  Expresidente  Cardoso,  Clinton,  Tony  Blair,  en  la  ciudad  de  Cartagena  a  comienzos  del  mes  de  julio  de  2014.    

  12  

Desde los años 20 del siglo XX, la política exterior colombiana se ha

orientado hacia los Estados Unidos. En ese entonces se formuló el lema del

Respice Pollum –mirar a la Estrecha del Norte – orientándose hacia una

alianza incondicional con ese país, la cual pese al discurso actual de

diversificación, aún continúa.

Han sido escasos los momentos de búsqueda de autonomía de la política

exterior colombiana: tan solo los gobiernos de López Michelsen, siendo

canciller de Carlos Lleras Restrepo (1966-1970), periodo durante el cual se

planteó el Respice Similia: los dos primeros años del gobierno de Belisario

Betancur (1982-1986), y la administración de Ernesto Samper (1994-1998),

más por represalias de Estados Unidos que por la voluntad estatal. Estos

últimos fueron años de escándalos de dineros del narcotráfico que

deslegitimaron al gobierno colombiano y lo distanciaron de la potencia del

norte. Desde entonces con el Plan Colombia y el Plan Patriota, propiciado y

negociado por el gobierno de Andrés Pastrana, la cooperación militar en

materia de seguridad ha sido permanente.

La política exterior colombiana presenta una serie de características

estructurales y otras más coyunturales. Entre las primeras podemos ubicar la

Diplomacia Presidencial y también otros rasgos vinculados con la carencia de

Políticas de Estado, la Alianza Incondicional con Estados Unidos, la

fragmentación, la baja profesionalización del servicio exterior diplomático y la

estrechez del régimen político colombiano.

De manera coyuntural podemos identificar otros rasgos vinculados con el

lenguaje que utilizan los tomadores de decisión, los esfuerzos de

diversificación, la apertura coyuntural del sistema político a los actores no

gubernamentales, y la inserción y acercamiento hacia América latina y otras

áreas geográficas como la del Asia-Pacífico. Así por ejemplo Álvaro Uribe se

caracterizó por un lenguaje y acciones confrontacionales hacia países como

Venezuela y Ecuador, debido a diferencias ideológicas, llegándose incluso a

presentar la llamada “Diplomacia del Micrófono” por medio de la cual

diversas agencias y actores se pronunciaban sobre temas internacionales

pero entre los cuales se carecía de coordinación y cada uno iba diciendo lo

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que pensaba. Durante esos años, la política exterior fue un instrumento del

Programa de Seguridad Democrática, y se orientaba a buscar cooperación

militar y económica así como apoyo para llevar acciones en contra del

terrorismo.

A mediados de 2010, con el cambio de gobierno y la llegada de Juan Manuel

Santos a la Casa de Nariño, el estilo varió y se orientó hacia un creciente

pragmatismo. En noviembre de 2010 se renormalizaron las relaciones con

Ecuador y Venezuela, y hoy en día con los Diálogos en la Habana se

encuentra presente Venezuela y también Chile.

El tema de seguridad continúa siendo prioritario no solo por la presencia de

miembros de las FARC en territorio venezolano, sino por las diversas

ilegalidades que se presentan en la frontera las cuales abarcan desde el robo

de ganado y el contrabando de gasolina hasta amenazas tradicionales como

la del diferendo colombo-venezolano por el Golfo de Venezuela o de

Conquivacoa. En este sentido, las relaciones de Colombia con sus vecinos

pasaron de la ideologización al pragmatismo.

En este contexto, Colombia se acerca a otros países como Brasil y Chile.

Con el primero se comparte una frontera de 1.644 kilómetros creándose la

COMBIFRON (agosto 2011), y suscribiendo un Acuerdo de

Complementación Económica (CAN-MARCOSUR, 2004).

La cooperación en seguridad y el comercio y las inversiones4 constituyen los

principales temas de la agenda bilateral con Brasil. El comercio bilateral se

multiplicó por cuatro y las inversiones brasileñas –en transporte,

construcción, infraestructura, minería, energía, ciencia y tecnología-

aumentaron notoriamente. En el 2010, el comercio con Brasil alcanzó los

US$3.270 millones de dólares y las inversiones de ese país en Colombia los

775 millones (ALADI, 2011). En la actualidad, estas tendencias permanecen y

                                                                                                                         4  Las  relaciones  comerciales  con  Brasil  se  rigen  por  el  Acuerdo  de  Complementación  Económica  N°59  CAN-­‐MERCOSUR.  Dentro  del  proceso  de  desgravación  estipulado  en  este  mecanismo,  en  el  año  2012,  Brasil  otorgó  a  Colombia  el  100%  de  preferencia  al  87%  del  universo  arancelaria  negociado,  el  13%  restante  se  desgravará  entre  los  años  2016  y  2018.  Por  su  parte,  en  este  mismo  año,  Colombia  otorgó  a  Brasil  el  100%  de  preferencia  arancelaria  al  56%  del  universo  arancelario  negociado,  un  5%  adicional  se  desgravará  en  el  año  2013  y  el  39%  restante  entre  los  años  2015  y  2018.  

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la balanza comercial continua deficitaria para Colombia. Los flujos

comerciales y la cooperación técnica resultan fundamentales principalmente

en la agricultura familiar. A su vez proyectos de cooperación fronteriza en los

ámbitos sociales, culturales y desarrollo económico han venido tomando

fuerza.

Por su parte, las relaciones diplomáticas entre Colombia y Chile, se remontan

a la época de la Gran Colombia, cuando Bolívar designó a Joaquín

Mosquera como Plenipotenciario ante los Gobiernos de Buenos Aires, Chile y

Perú, las cuales se institucionalizaron 100 años después en 1922.

Actualmente dichas relaciones pasan por un momento de dinamismo y

diálogo político. Los dos países han ido incrementando la convergencia de

intereses en diversas áreas de interés común, como la Diplomacia

Económica, los asuntos energéticos, la cooperación académica, la migración

y la region Asia- Pacifico.

Desde 1991 se suscribió un acuerdo de cooperación tecnica y cientifica que

contribuyó a la profundización de las relaciones Colombo-Chilenas. En este

contexto se creó la Comisión Mixta Binacional con un programa de

cooperación para dos años.

Diez años después en 2011, Colombia y Chile suscribieron un Memorando de

Entendimiento para la Asociación Estratégica, en materia de comercio,

cultura, cooperación y asuntos políticos y sociales, creándose cuatro

comisiones binacionales: la del Tratado de Libre Comercio; la de Asuntos

Culturales; la de Cooperación, y la de Política y Social, establecida para

profundizar y ampliar el diálogo político y social sobre cuestiones bilaterales e

internacionales de interés mutuo. Ese mismo año se firmó el Acuerdo de

Reconocimiento Mutuo de Títulos y Grados entre los dos gobiernos; y un

Memorando de Entendimiento orientado a la prevención y control de trata de

personas y de tráfico ilícito de migrantes.

El comercio bilateral ha venido creciendo y la balanza comercial resulta

favorable para Colombia. La participación del comercio bilateral para el 2012

  15  

entre Colombia y Chile representó el 3,63% y 1,62% respectivamente en

exportaciones e importaciones entre Colombia y el Mundo.

La relación económica y comercial entre los dos países se rige por el

Acuerdo de Libre Comercio, suscrito el 27 de noviembre de 2006 y vigente

desde el 8 de mayo de 2009. Este Acuerdo constituye un Protocolo Adicional

al Acuerdo de Complementación Económica . Colombia y Chile también

suscribieron un Acuerdo para la Promoción y Protección Recíproca de las

Inversiones, el 20 de enero de 2000.

El Acuerdo de Libre Comercio –ACL- ha permitido ampliar y dinamizar las

relaciones bilaterales y tener un socio comercial de amplia trayectoria y

solidez regional. Asímismo, Colombia se ha convertido en el primer destino

de la inversión chilena en el exterior, con más de US$ 5300 millones de

dólares en el 2012, para completar una participación del 62% del total de la

inversión en el exterior por parte de ese país.

En el 2014 se avanza en un proyecto energético conjunto, formulado en la

reunión de la Alianza del Pacífico de febrero de 2014. Sin lugar a dudas, la

cooperación con Chile resulta fundamental para Colombia debido a su

proyección temprana hacia la región Asia-Pacífico, a su pertenencia a la

APEC y OECD, grupos a los que Colombia desea ingresar.

En sus relaciones vecinales, Chile apoya la integración, se muestra favorable

al Regionalismo Abierto y a la suscripción de TLC. Se vinculó al MERCOSUR

estratégicamente, y a la CAN de la cual fue miembro fundador. Ha

participado activamente en UNASUR y la CELAC entendiendo que el primero

es un proyecto brasilero, que pragmáticamente apoya pero al que hace un

soft balancing por medio de la Alianza del Pacífico. En cuanto a la CELAC

hizo parte de la Troika, de manera conjunta con Venezuela y Cuba en la que

ejerció un liderazgo compartido con estos dos países. Tiene el TLC con

Estados Unidos, e ingresó a la APEC en 1994.

  16  

Con excepción de Piñera, los últimos gobiernos han hecho parte de la

Concertación centro-izquierda aunque con variaciones entre ellos. La

diferencia entre Lagos y Bachelet se centró en la presencia de Lagos en el

escenario internacional, mientras que Bachelet se acerca a la Unión Europea

y América Latina manteniendo vínculos con Estados Unidos (tanto con Bush

como con Obama). Enfatiza a su vez, en temas vinculados con la democracia

como los derechos humanos. En este sentido, rechaza el embargo de

Estados Unidos a Cuba.

Por su parte, la diferencia entre Piñera y el segundo período de Michael

Bachelet, se presenta en cuanto al énfasis económico del primero sobre todo

en la región asiática, mientras que la actual mandataria se orienta a fortalecer

el diálogo político con América Latina y a buscar una proyección

internacional.

Colombia y Chile hacen parte de la Alianza del Pacífico, creada el 28 de abril

de 2011, formalizando su acuerdo el 6 de junio de 2012, con la suscripción

del Acuerdo Marco en Paranal, Chile. Chile tuvo una inserción temprana en la

región Asia-Pacífico, a diferencia de Colombia que lo hace de manera tardía

(Ardila 2012). Hace parte de la APEC, y presenta un marco institucional con

varios países asiáticos. A su vez, a nivel interno, ha desarrollado la región

del pacifico, su infraestructura vial y portaría.

Chile tiene firmados TLC y acuerdos de asociación económica con 51

países, Colombia 15 TLC que implican casi a una cincuentena de países, y

México 12 TLC con 44 países. Con esta característica buscan fomentar el

comercio intrarregional.

A su vez, los miembros de la Alianza del Pacífico pretenden interconectar los

cuatro países, basándose en un mayor conocimiento y acercamiento con el

objetivo de intercambiar experiencias y vincularse de manera conjunta a otras

áreas geográficas y grupos regionales. De ahí la eliminación de visados y los

intercambios de estudiantes y profesores entre sus países miembros. En este

sentido también han cooperado, compartiendo Embajadas y oficinas

comerciales.

  17  

A partir de los acuerdos de la Alianza, funcionan sedes diplomáticas

compartidas en Ghana (entre los cuatro países), Vietnam (Colombia y Perú),

Marruecos (Chile y Colombia) y Argelia (Chile y Colombia), Azerbaiyán,

(Chile y Colombia) y la Misión Diplomática en la Organización para la

Cooperación y el Desarrollo Económico -OCDE- (Chile y Colombia), y

próximamente en Singapur (Colombia y México).

Por otra parte, Chile, México y Perú han desarrollado una política marítima.

En cambio, Colombia carece de una política marítima y la región del Pacífico

se encuentra atrasada a pesar de su gran riqueza ecológica, hidrográfica,

minera y forestal. Es una zona colombiana muy deshabitada con una

densidad de 5 habitantes por kilómetro cuadrado. Esta región tiene una

participación del 10 por ciento en el PIB nacional, 10 millones de habitantes,

un índice de pobreza que supera el 60 por ciento. A eso se suma que el 85%

de la población tiene necesidades básicas insatisfechas, el 60% se encuentra

en la pobreza absoluta, la cobertura en salud no logra el 30% y alcanza un

50% de analfabetismo. En Buenaventura el 80% de la población pertenece a

estratos 1 y 2, según datos de Planeación y DANE. De alguna manera

parecería que las diferentes administraciones poca atención le ha prestado al

Pacífico colombiano. Y éste es un obstáculo para la inserción de Colombia en

una región con un gran significado a nivel del sistema internacional.

Durante muchos años, Colombia descuidó su Diplomacia Económica e

institucional, y cerró embajadas en Asia-Pacífico al contrario de lo que

hicieron otros países latinoamericanos. Brasil tiene 16 Embajadas, Chile 12,

México 11, Perú 10, mientras que Colombia tan solo 9, tres de las cuales se

abrieron o reabrieron durante la presente administración de Santos. Este

gobierno inició un proceso de reapertura de algunas de ellas como la de

Indonesia, Singapur y Tailandia. A su vez se comparte oficinas comerciales

con Chile en ciudades como Shanghái. Sin embargo, el esfuerzo hasta ahora

realizado es insuficiente y a veces da la impresión de que su interés hacia

esta área geográfica es más retórico que real. Colombia carece de una

presencia económica e institucional continua y efectiva en esa región.

  18  

No obstante avanza en la negociación de TLC con esa región como lo hizo

con Corea en el 2013 suscripción del Tratado de Libre Comercio, el 21 de

febrero de 2013 que se espera traiga beneficios para el sector agropecuario y

agroindustrial. El Acuerdo permitirá además, aumentar los flujos de inversión

coreana, y de este modo fortalecer, modernizar y diversificar la industria

nacional. Se trabaja también en el mejoramiento de la productividad y

competitividad para posibilitar el acceso para sectores con potencial en el

mercado coreano: autopartes, diseño textil, software, tercerización de

procesos, cosméticos y turismo de salud. Sin embargo, este Convenio no ha

sido aprobado por el Congreso Colombiano.

A su vez, Colombia y Japón negocian actualmente un Acuerdo de Asociación

Económica (EPA) y se suscribió un Acuerdo de Protección y Promoción

Recíproca de Inversiones. (APPRI). Existe particular interés en la

tercerización de servicios, software y servicios de tecnologías de la

información, acero, automoción, energías renovables, minería e

infraestructura, entre otros.

Pero, la Alianza del Pacífico también busca fortalecer vínculos y cooperación

entre los países que la integran y con América Latina en general. Durante los

últimos años, Chile ha tenido relaciones estrechas con la Nueva Izquierda

aunque tuvo relaciones difíciles con los Kishner, Morales y Chávez

oponiéndose al ALBA. Las diferencias con Venezuela llevaron a Chile a

oponerse al intervencionismo de ese país, solicitó el retiro del Embajador en

Caracas y se opuso a la candidatura de Venezuela al Consejo de Seguridad

en la calidad de miembro no permanente (Pérez Llana, 2008).

Suramérica no ha sido fácil para Chile, lo ha sido la Unión Europea y Asia-

Pacífico. La nueva correlación de fuerzas, por una parte la nueva izquierda y

por la otra, el liderazgo y los interés de Brasil, llevaron a Chile a buscar

nuevos aliados y a profundizar las relaciones con Colombia y México. Con

Cuba y Venezuela se dieron diferencias ideológicas apoyando disidentes en

Cuba aunque no llegó a darse un enfrentamiento mayor y más directo. Usa a

México para hacerle contrapeso a Brasil y al ALBA. También a Colombia y a

la Alianza del Pacífico. En este sentido, Chile compite con Brasil y Venezuela,

  19  

y le hace un contrabalanceo al ALBA, mientras que Colombia coopera con

ellos desde el 2010 cuando Juan Manuel Santos llega a la Casa de Nariño.

Ambos, tanto Chile como Colombia, fomentan nuevas alianzas y profundizan

sus relaciones entre ellos y con México.

Para Colombia, su inserción internacional tampoco ha sido fácil. Como

hemos señalado la relación con Venezuela y Ecuador se debilitó y se hizo

tensa y conflictiva con Álvaro Uribe, reestableciéndose su normalidad con

Santos, aunque no se ha retornado a parámetros anteriores sobre todo

económicos en los cuales Colombia era un exportador de productos con valor

agregado hacia estos dos vecinos. Ello explica en gran medida, además de la

afinidad ideológica y los intereses comunes, el acercamiento y la cooperación

entre Colombia y Chile.

CONCLUSIÓN

Los cambios ocurridos a nivel del sistema internacional dieron lugar al

surgimiento de potencias regionales de diferente rango. Brasil y México en

una jerarquía superior que Venezuela, Chile y Colombia. Aquí resulta

pertinente cuestionarse acerca de la relevancia del Poder Duro en su

posicionamiento y escalamiento regional e internacional.

Aunque Chile y Colombia son dos países con vertiente hacia el mar Pacífico,

la geopolítica y geoestrategia de ambos no es la misma. Colombia además

de tener una vertiente hacia el Océano Pacífico, es un país andino,

amazónico y caribeño y se encuentra situado al norte de Suramérica. El

primero ha avanzado en una política marítima mientras que el segundo, a

pesar de tener 2 mares, el Caribe y el Pacífico, poco se ha interesado por

desarrollarla. Durante varios años Chile hizo parte del Grupo Andino desde

su fundación en 1969 hasta 1976, retornando como estado asociado 30 años

después en el 2006. En la actualidad, comparten organismos regionales

como la Alianza del Pacífico, UNASUR, la OEA y la CELAC.

Colombia y Chile son Potencias Regionales de diferente rango. La primera

estuvo aislada el escenario regional mientras que la segunda a pesar de no

  20  

haber manifestado interés acerca de ejercer un liderazgo, ha fomentado una

hegemonía blanda, tiene seguidores y muchos países quieren imitar sus

ideas y concepciones. El poder regional se caracteriza por la habilidad del

liderazgo y de construcción de una relación líder-seguidores; a su vez, se

construye como una categoría social que depende del reconocimiento de

otros. En este sentido se podría afirmar que Chile ejerce un liderazgo de bajo

perfil, que en ocasiones comparte con países como México, y en grupos

específicos como el de la Alianza del Pacífico.

Este organismo regional que hace parte de un Nuevo Multilateralismo, es una

región construida socialmente y presenta un gran reconocimiento y

legitimidad. No obstante, tiene una baja institucionalidad –que se rige por

Secretarias Pro-Tempore- , y una Diplomacia Presidencialista muy arraigada.

Los 4 países que integran esta Alianza no son limítrofes pero si comparten

una afinidad ideológica orientada a un esquema neoliberal, de apertura y

Regionalismo Abierto. Además tienen ideas similares, históricamente muy

buenas relaciones que avanzan hacia una profundización y creciente

cooperación entre ellos. Con Estados Unidos también muestran buenas

relaciones e incluso alianzas de varios años como es el caso colombiano.

Todos ellos a su vez, han suscrito TLC con esa potencia.

El cambio de gobierno es una variable importante de tener en cuenta en el

análisis lo cual es relevante para el estudio de caso examinado de estos dos

países. Especialmente en Colombia se observan cambios de Uribe a Santos

y muy probablemente Santos 2 tenga sus propias particularidades de

inserción internacional. Se habla de una Tercera Vía en la que el proceso de

paz y la integración de los alzados en armas llevarán al país a buscar fuentes

de cooperación y financiación similares al Plan Colombia. En Chile también

hay cambios entre Piñera y Bachelet 2, está última mucho más orientada

hacia América Latina que al Asia-Pacífico.

Chile es una Potencia Regional Secundaria Madura caracterizada por su

hegemonía blanda, su liderazgo discreto de bajo perfil, sus recursos

institucionales, el desarrollo de ciencia y tecnología, y la calidad de la

Democracia y de la Diplomacia. Se percibe a su vez, como una de las

  21  

economías más exitosas de la región pese a las desigualdades económicas y

a los crecientes movimientos estudiantiles. A los 100 días de gobierno de

Michael Bachelet su índice de cumplimientos de las 56 medidas propuestas

era de un 92%. Las inversiones en educación y salud han ido avanzando y

se encuentra pendiente una reforma tributaria.

Colombia es un país que transitó de la ideologización al pragmatismo. Se

reinserta en América Latina y para ello se vale del cambio en el discurso, de

la construcción de nuevas alianzas y de grupos regionales como la Alianza

del Pacífico. El liderazgo compartido de Chile y México es un hecho, y hay

sectores, como el energético, en el que también Colombia presenta

posibilidades de ejercer un liderazgo. Su presencia en Asia ha sido tímida y

tardía, pero se vale de Chile y de la Alianza del Pacífico en general para

avanzar en una mayor actividad.

Las relaciones entre Colombia y Chile se profundizan en diferentes ámbitos

como el de La Diplomacia Económica, aspectos energéticos, la migración,

los asuntos culturales y la región Asia-Pacífico. La Alianza del Pacífico ha

servido para fortalecer sus relaciones e interacciones. A su vez, los dos

países son aliados de México y fomentan políticas de cooperación entre ellos

y con terceros. Se muestran partidarios de un Multilateralismo Cooperativo.

Así como hay países que a las potencias hegemónicas responde de manera

confrontacional o competitiva, estos dos países lo hacen de manera

cooperativa, aunque en algunos casos Chile compite con países como

Venezuela, México y Brasil.

  22  

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