Por todos murio PARA...
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Por todos murió PARA… Por Jonathan Bravo 2 Corintios 5:15-17 “Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para Aquel que murió y resucitó por ellos. De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” Somos salvos y aceptamos a Jesús como Señor de nuestras vidas. Recibimos el testimonio del Espíritu de que le pertenecemos a Dios. Decimos muchas cosas como “…Ya no vivo yo, mas Cristo vive en mi…” Gálatas 2:20 Pero la mayor parte de la realidad NO coincide con eso. ¡Y tan bonito que lo cantamos! Dios nos mete a un proceso de trasformación que se llama conversión (Algo interno) Empezamos confiando en El para ceder el control de cada área de nuestra vida. 1. Nuestro carácter. Dejamos el reino del Yo para entrar al Reino del cielo. 2. Posesiones. (¿Renunciar a todo?) 3. Área emocional y relacional (¡Cuantos problemas allí con cosas sentimentales!) 4. Planes para el futuro, ambiciones! (Muchos Misioneros lo han tomado en serio) 5. Conducta moral (Tener fronteras claras) La conversión se refleja en algo exterior! 6. Ocupaciones (¿Para quién hacemos TODO lo que hacemos?) 7. Reconocimientos (¿Quién recibe la gloria?)
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La intencion de Dios para salvarnos! Ya NO nos pertenecemos... Vivimos para Aquel que nos comproo. Alguien que llega a salvacion necesariamente entra a limpieza, a orden, a responsabilidad... A ser gente de Clase!
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Por todos murió PARA…Por Jonathan Bravo
2 Corintios 5:15-17
“Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para Aquel que murió y resucitó por ellos.
De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así.
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
Somos salvos y aceptamos a Jesús como Señor de nuestras vidas. Recibimos el testimonio del Espíritu de que le pertenecemos a Dios.
Decimos muchas cosas como “…Ya no vivo yo, mas Cristo vive en mi…” Gálatas 2:20
Pero la mayor parte de la realidad NO coincide con eso. ¡Y tan bonito que lo cantamos!
Dios nos mete a un proceso de trasformación que se llama conversión (Algo interno) Empezamos confiando en El para ceder el control de cada área de nuestra vida.
1. Nuestro carácter. Dejamos el reino del Yo para entrar al Reino del cielo.2. Posesiones. (¿Renunciar a todo?)3. Área emocional y relacional (¡Cuantos problemas allí con cosas sentimentales!)4. Planes para el futuro, ambiciones! (Muchos Misioneros lo han tomado en serio)5. Conducta moral (Tener fronteras claras) La conversión se refleja en algo exterior!6. Ocupaciones (¿Para quién hacemos TODO lo que hacemos?)7. Reconocimientos (¿Quién recibe la gloria?)
“Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí.Pues si vivimos, para El Señor vivimos; y si morimos, para El Señor morimos.
Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven.”
Romanos 14:7-9
“Y diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas,
y que sea muerto, y resucite al tercer día.Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo,
tome su cruz cada día, y sígame.Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá;
y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará.” Lucas 9:22-24
El Señor te ama tanto como para dejarte igual de como te encontró
