Por qué el Che fue a Bolivia_En la Senda del Che Nº 5

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8 En la senda del Che Desde hacía unos años me inquietaba la respuesta al interrogante: ¿Por qué el Che fue a Bolivia? Sospechaba que no podía tener una respuesta simplista. Y ¿por qué no? Porque se le reconoce al Che ser una persona inteligente, capaz, estu- diosa, trabajadora, esforzada, un gran combatiente y mejor jefe militar, un esta- dista encumbrado, también un humanis- ta. Pese a ello, con total ligereza, se ha di- cho que a Bolivia fue porque era un «foquista», o que fue un hombre heroico pero equivocado, un violento… palabras más palabras menos, las respuestas no avanzaban mucho más. Ateniéndome a sus antecedentes, pensaba que habría tenido razones po- derosas. Para encontrar la respuesta repasamos su trayectoria, su obra prác- tica y sus escritos teóricos, su forma de ser y de pensar pero, tan importante como ello, fue hacerlo desde una pers- pectiva revolucionaria. En la Guatemala de Arbenz (1954) su perspicacia lo llevó a diferenciarse pobres de la Sierra Maestra. Esta simple frase, muy difícil de comprender por «las mentes insuficientemente profundas y crí- ticas», nos muestra a un Guevara no dog- mático que aprende de la experiencia. Finalizada la guerra, sin ser economis- ta, asume como Presidente del Banco Nacional de Cuba y luego como Ministro de Industrias. En su trabajo El socialismo y el hombre en Cuba (marzo de 1965), en el que resume su experiencia de constructor del socialismo, nos advierte que no se puede construir el socialismo atendiendo sólo a la edificación de la base material (el desarrollo de la producción) nos dice que «la teoría que resulte dará indefectible- mente preeminencia a los dos pilares de la construcción: la formación del hombre nuevo y el desarrollo de la técnica». De no tomar enérgicamente la lucha por la transformación de la conciencia indivi- dualista en la que se asienta el capitalismo y luchar concientemente por el desarro- llo de una nueva conciencia solidaria y socialista: «se corre el peligro de que los árboles impidan ver el bosque. Persiguien- do la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo (la mercancía como célula económica, la rentabilidad, el interés material individual como palanca impulsora, etc.), se puede llegar a un ca- llejón sin salida». Un mes después, en carta a Fidel, enumera las rebeliones en contra del sis- tema socialista en Yugoslavia, Polonia, Alemania y Checoslovaquia. Descubrió los motivos en sus viajes a la Unión So- viética y demás países del este europeo; allí habían abandonado la lucha por la transformación de la conciencia a lo que A 41 años de su caída en combate, volvemos sobre los pasos de un hombre que fue capaz de sentir como propias las injusticias cometidas contra cual- quiera, en cualquier parte, y luchar como verdadero revolucionario por la liberación de los pueblos oprimidos del mundo. de las doctrinas hegemónicas de la época, incluso del Partido Guatemalte- co del Trabajo al cual adhería, al no confiar en los supuestos militares pro- gresistas e intentar organizar grupos civiles para resistir la contrarrevolución organizada y financiada por la CIA. Durante los preparativos en México, antes de embarcarse en el Granma, se des- tacó como organizador e instructor políti- co. Luego del desastre de Alegría de Pío, tres días después del desembarco en Cuba el 2 de diciembre de 1956, el grupo de so- brevivientes que él integraba, cometió el error más grave de toda la guerra al dejar abandonadas las armas. Este hecho contri- buyó en su rápida maduración como com- batiente revolucionario. Más adelante nos habla de que los integrantes del Ejército Rebelde fueron proletarizando su pensa- miento en contacto con los campesinos Daniel De Santis

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Artículo publicado en "En la Senda del Che" Nº5. Revista de la Juventud Guevarista. Escrito por Daniel De Santis

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Desde hacía unos años me inquietabala respuesta al interrogante: ¿Por qué elChe fue a Bolivia? Sospechaba que nopodía tener una respuesta simplista. Y¿por qué no? Porque se le reconoce al Cheser una persona inteligente, capaz, estu-diosa, trabajadora, esforzada, un grancombatiente y mejor jefe militar, un esta-dista encumbrado, también un humanis-ta. Pese a ello, con total ligereza, se ha di-cho que a Bolivia fue porque era un«foquista», o que fue un hombre heroicopero equivocado, un violento… palabrasmás palabras menos, las respuestas noavanzaban mucho más.

Ateniéndome a sus antecedentes,pensaba que habría tenido razones po-derosas. Para encontrar la respuestarepasamos su trayectoria, su obra prác-tica y sus escritos teóricos, su forma deser y de pensar pero, tan importantecomo ello, fue hacerlo desde una pers-pectiva revolucionaria.

En la Guatemala de Arbenz (1954)su perspicacia lo llevó a diferenciarse

pobres de la Sierra Maestra. Esta simplefrase, muy difícil de comprender por «lasmentes insuficientemente profundas y crí-ticas», nos muestra a un Guevara no dog-mático que aprende de la experiencia.

Finalizada la guerra, sin ser economis-ta, asume como Presidente del BancoNacional de Cuba y luego como Ministrode Industrias. En su trabajo El socialismoy el hombre en Cuba (marzo de 1965), en elque resume su experiencia de constructordel socialismo, nos advierte que no sepuede construir el socialismo atendiendosólo a la edificación de la base material (eldesarrollo de la producción) nos dice que«la teoría que resulte dará indefectible-mente preeminencia a los dos pilares dela construcción: la formación del hombrenuevo y el desarrollo de la técnica». De notomar enérgicamente la lucha por latransformación de la conciencia indivi-dualista en la que se asienta el capitalismoy luchar concientemente por el desarro-llo de una nueva conciencia solidaria ysocialista: «se corre el peligro de que losárboles impidan ver el bosque. Persiguien-do la quimera de realizar el socialismocon la ayuda de las armas melladas quenos legara el capitalismo (la mercancíacomo célula económica, la rentabilidad, elinterés material individual como palancaimpulsora, etc.), se puede llegar a un ca-llejón sin salida».

Un mes después, en carta a Fidel,enumera las rebeliones en contra del sis-tema socialista en Yugoslavia, Polonia,Alemania y Checoslovaquia. Descubriólos motivos en sus viajes a la Unión So-viética y demás países del este europeo;allí habían abandonado la lucha por latransformación de la conciencia a lo que

A 41 años de su caída en combate, volvemos sobre los pasos de un hombreque fue capaz de sentir como propias las injusticias cometidas contra cual-quiera, en cualquier parte, y luchar como verdadero revolucionario por laliberación de los pueblos oprimidos del mundo.

de las doctrinas hegemónicas de laépoca, incluso del Partido Guatemalte-co del Trabajo al cual adhería, al noconfiar en los supuestos militares pro-gresistas e intentar organizar gruposciviles para resistir la contrarrevoluciónorganizada y financiada por la CIA.

Durante los preparativos en México,antes de embarcarse en el Granma, se des-tacó como organizador e instructor políti-co. Luego del desastre de Alegría de Pío,tres días después del desembarco en Cubael 2 de diciembre de 1956, el grupo de so-brevivientes que él integraba, cometió elerror más grave de toda la guerra al dejarabandonadas las armas. Este hecho contri-buyó en su rápida maduración como com-batiente revolucionario. Más adelante noshabla de que los integrantes del EjércitoRebelde fueron proletarizando su pensa-miento en contacto con los campesinos

Daniel De Santis

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calificó como el gran crimen de Stalin, aquien sin embargo lo incluía entre losclásicos de marxismo. Aquí explica porqué y cómo la URSS estaba perdiendo lacarrera del desarrollo con los EE. UU.,viendo mucho más allá que las estadís-ticas que presentaban a la URSS ganan-do la carrera en la industria pesada y laproducción de acero. En los Apuntes crí-ticos a la economía política va a fondo enel análisis del retraso de la Unión Sovié-tica y predice, 26 años antes de que ocu-rriera, su retorno al capitalismo.

Guevara previó el futuro y vislumbrólos negros nubarrones que se cernían so-bre el socialismo real y, empujado por suconcepción de la revolución y el papeldel revolucionario en ella, hacía insisten-temente un vehemente llamado a la ac-ción revolucionaria en escala internacio-nal: «El revolucionario, motor ideológicode la revolución dentro de su partido, seconsume en esa actividad ininterrumpidaque no tiene más fin que la muerte, a me-nos que la construcción se logre en esca-la mundial. Si su afán de revolucionario seembota cuando las tareas más apremian-tes se ven realizadas a escala local y se ol-vida el internacionalismo proletario, la re-volución que dirige deja de ser una fuer-za impulsora y se sume en una cómodamodorra, aprovechada por nuestros ene-migos irreconciliables, el imperialismo,que gana terreno. El internacionalismoproletario es un deber pero también unanecesidad revolucionaria».

Pero como para el Che y los verdade-ros revolucionarios las cosas no termi-nan en el mero análisis sino que allí reciéncomienzan le puso el cuerpo a sus ideas.

Primero luchó en el Congo, África. Mien-tras tanto una avanzada de su proyectoestratégico se instalaba, a fines de 1963,en el norte argentino, en la provincia deSalta, en una región cercana a la fronte-ra con Bolivia.

En la teoría marxista está aceptado quepara el desarrollo de una revolución ha-cen falta condiciones objetivas: crisis eco-nómica del capitalismo, la existencia deuna clase revolucionaria, etc. Y condicio-nes subjetivas: conciencia de la necesidaddel cambio revolucionario, conciencia dela posibilidad del cambio, una organiza-ción revolucionaria, etc.

Una de la tres aportaciones de la revo-lución cubana, según sus escritos milita-res, era que no había que esperar que es-tuvieran dadas todas las condiciones parael inicio de la lucha revolucionaria ya queel foco guerrillero podía crearlas. El Cheera partidario y fundador de la teoría delfoco. No le hacen ningún favor al Che, nia la revolución, quienes lo quieren salvardiciendo que no era foquista. Ello es ver-dad sólo si con foquismo indicamos elreduccionismo de su teoría estratégica,que él mismo denominó foco como cata-lizador de voluntades, situaciones y orga-nizaciones dispersas, postulando, deacuerdo con la experiencia cubana, que laacción decidida de una vanguardia pue-de unificarlas en una acción mayor y enuna organización superior. Pero el Cheno dice que no hace falta ninguna condi-ción como parece surgir de sus críticosque, es evidente, caminan muy a su zaga.

BOLIVIAEn breve síntesis podemos enumerar las

condiciones revolucionarias existentes enBolivia: había un programa revolucionarioinstalado en la vanguardia obrera desde elaño 1946 como son las famosas tesis dePulacayo. En el año 1952 había triunfandouna revolución nacionalista la que presa desus limitaciones había sido derrocada porun golpe militar en 1964. También habíavanguardia obrera: el proletariado mineroorganizado en una Federación. Existía laCentral Obrera Boliviana con posiciones re-volucionarias. El proletariado había queda-do armado después de la revolución del ‘52.Había al menos dos partidos leninistas: elPOR (trotskista) inspirador de las Tesis dePulacayo y el PC (stalinista) y un despren-dimiento de éste que adhería al maoísmo.

¿¡Qué condiciones faltaban en Bolivia!?Sólo dos: la unidad obrero campesina, la quese proponía desarrollar instalando el foco enla zona rural y que había comenzado a fruc-tificar en su relación con los campesinoscomo se desprende del estudio realizado enel terreno por los cubanos Adys Cupull yFroilán González. La otra condición que fal-taba era el ejército revolucionario, lo queconstituía el núcleo de su estrategia. El lugarelegido también respondía a la más estrictay tradicional doctrina militar. Al igual queJosé de San Martín, quien montó su cuartelgeneral en el Plumerillo (Cuyo), el puntomás alejado del poder español, el Che eligióÑancahuazú (sur de Santa Cruz) el eslabónmás débil de la dominación imperialista:Bolivia, y dentro de ella, la región de más di-

Guevara previó el futuro yvislumbró los negros nuba-rrones que se cernían sobreel socialismo real y hacíainsistentemente un llamadoa la acción revolucionariaen escala internacional.

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fícil acceso para las fuerzas de la contra-rrevolución. Esta región continúa has-ta el sur de la provincia de Tucumán enArgentina. El Che tenía previsto ingre-sar por allí, en un plazo de un par deaños, al frente de dos columnas de cienhombres cada una.

Se ha dicho que el Che estaba comple-tamente aislado. Esto no es verdad o entodo caso es una verdad a medias. Estuvoaislado de las organizaciones o partidosproletarios marxistas leninistas tanto de fi-liación maoísta como stalinista. El primeroen 1965 se desdijo de los acuerdos alcanza-dos con el Che de apoyar su proyecto re-volucionario, y la dirección y gran parte dela militancia del segundo lo abandonaronya en el teatro de operaciones. Fidel, condiplomacia ha dicho que en el SecretarioGeneral del PC de Bolivia, Mario Monje,primaron cuestiones de protagonismo ychovinismo, las que siendo ciertas no pue-den ocultar la cobardía expresada porMonje y relatadas por Inti Peredo.

Pero el Che no estaba aislado social-mente, ya nos hemos referido a su inci-piente relación con los campesinos de lazona, pero además el proletariado mine-ro estaba en proceso de reorganizaciónluego del golpe de 1964 y las grandes re-presiones del año siguiente. En las prepa-ratorias del Congreso de la FederaciónMinera se realizaban asambleas de base,y acompañadas por sus dirigentes, losmineros incluían dentro de su programade lucha el apoyo moral y material a laguerrilla del Che. El 24 de junio de 1967debía reunirse el Congreso al que se su-maban los obreros fabriles de la CentralObrera Boliviana y los estudiantes de laFederación Universitaria. En la víspera, enla noche de San Juan, mientras se desarro-llaba una fiesta previa al Congreso, a lascinco menos veinte de la mañana, cuan-do los obreros y sus familias dormían yalgunos aún festejaban, las tropas del ejér-cito entraron a sangre y fuego en el cam-pamento minero de la mina Siglo XX (lamayor de Bolivia) provocando decenasde muertos y heridos sin respetar ni a losniños, ni a las mujeres. Esa noche se la re-cuerda como la masacre de San Juan.

Así, en su diario, en el balance del mesde junio, entre las tareas más urgentes el

Che destaca la necesidad de «lograr la in-corporación de 50-100 hombres de la ciu-dad. Y el 14 de julio ante la crisis en el go-bierno, causada por los éxitos de la gue-rrilla, escribe: «el gobierno se desintegrarápidamente» y se lamenta: «lástima notener 100 hombres más». No pude evitarpensar que además de los objetivosoperativos, en el Che, no deja de mani-festarse cierta nostalgia por los 50hombre que le envió a Fidel el dirigen-te de la ciudad de Santiago, Frank País,el 16 de marzo de 1957, tres meses yonce días después del inicio de las ope-raciones en Cuba. Sólo diez días menosque el lapso de tiempo transcurridodesde el inicio de las operaciones en Bo-livia el 23 de marzo de 1967.

Era posible recibir ese refuerzo. Sí. IntiPeredo nos informa en Mi campaña juntoal Che que el contingente de militantes delPC de Bolivia que regresó de Cuba luego

de pasar allí un período de instrucción fueconvencido por la dirección de su Partidode que no debían incorporarse a la guerri-lla, por disciplina partidaria, ya que los mi-litantes que lo habían hecho habían aban-donado al Partido. No podemos dejar deseñalar que sin la traición de Mario Mon-je y la dirección del PC de Bolivia la histo-ria de la lucha de clases en el cono sur deAmérica Latina hubiese sacudido con mu-cha más fuerza al sistema capitalista.

El Che fue a Bolivia porque, pese a serparte activa del movimiento comunista in-ternacional, pudo descubrir y romper conlos cánones de esa corriente política y delmarxismo dogmático, en general de suépoca, porque era un hombre libre y,como tal, no tuvo más compromisos quecon la revolución socialista y la lucha de lospueblos explotados y oprimidos de Amé-rica Latina y del mundo y con Fidel quién,qué duda cabe, pasó la prueba de la vida.

Los jóvenes comienzan a transitar lasenda del Che, el camino será largo peroen su tránsito se irán elevando en su mo-ral de luchadores por el socialismo, conla firmeza de su organización para al-canzar la victoria en un mañana quizáslejano pero actual, porque será respon-sabilidad de esta generación de militan-tes guevaristas conducir los destinos dela Revolución en nuestra América, la deSan Martín y de Bolívar, la de Martí, deFidel y del Che.

En las preparatorias delCongreso de la FederaciónMinera se realizaban asambleasde base, los mineros incluíandentro de su programa de luchael apoyo moral y material a laguerrilla del Che.