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¿Por qué nació Jesús Hebreos 2:9-18

Juntamente conmigo abrir sus biblias, por favor, en sus Biblias en el segundo ca-pítulo de Hebreos, Hebreos capítulo 2 ver-sículos 9 hasta 18 es nuestro texto esta ma-ñana. Para ustedes que están visitando con nosotros quiero decirles que creemos en un ministerio que es un ministerio de enseñan-za.

Hebreos 2:9-18 (LBLA) 9 “Pero vemos a aquel que fue hecho un poco inferior a los ángeles, es de-cir, a Jesús, coronado de gloria y ho-nor a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos. 10 Porque convenía que aquel para quien son todas las cosas y por quien son todas las cosas, llevando muchos hijos a la gloria, hiciera perfecto por medio de los padecimientos al autor de la salvación de ellos. 11 Porque tanto el que santifica como los que son santificados, son todos de un Padre; por lo cual Él no se aver-güenza de llamarlos hermanos,

12 diciendo: ANUNCIARE TU NOMBRE A MIS HERMANOS, EN MEDIO DE LA CONGREGA-CION TE CANTARE HIMNOS. 13 Y otra vez: YO EN EL CONFIA-RE. Y otra vez: HE AQUI, YO Y LOS HIJOS QUE DIOS ME HA DADO. 14 Así que, por cuanto los hijos par-ticipan de carne y sangre, El igual-mente participó también de lo mis-mo, para anular mediante la muer-te el poder de aquel que tenía el poder de la muerte, es decir, el dia-blo, 15 y librar a los que por el temor a la muerte, estaban sujetos a escla-vitud durante toda la vida. 16 Porque ciertamente no ayuda a los ángeles, sino que ayuda a la des-cendencia de Abraham. 17 Por tanto, tenía que ser hecho semejante a sus hermanos en todo, a fin de que llegara a ser un miseri-cordioso y fiel sumo sacerdote en las cosas que a Dios atañen, para hacer propiciación por los pecados del pueblo. 18 Pues por cuanto El mismo fue tentado en el sufrimiento, es pode-roso para socorrer a los que son tentados”.

Procuramos en nuestros servicios para estudiar la palabra de Dios cada servicio que tomamos un pasaje, normalmente va a través de una serie, sino porque es do-mingo de Navidad hemos dejado nuestra serie normal en el Evangelio de Mateo para estudiar de una parte determinada en el libro de Hebreos capítulo 2. Vamos a comenzar juntos en una palabra de ora-ción. “Nuestro Padre te pedimos que

W E S T L O S A N G E L E S

C E N T R O C R I S T I A N O

P A L B R A V I V A

1 D E D I C I E M B R E D E 2 , 0 1 9 V O L U M E 1 1 I S S U E 1 2

PROCURA CON DIL

IGENCIA

PRESENTARTE A DIO

S APROBADO,

COMO OBRERO QUE NO TIE

NE DE QUÉ AVERGON-

ZARSE,

QUE USA BIE

N LA PALABRA DE VERDAD

. 2 TIM

OTEO 2:1

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Dr. Eddie Ildefonso Senior Pastor

WLA Living Word Christian Church Los Angeles, California

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nuestros corazones fueran sensibles a tu Espíritu Santo, mientras que Él nos enseña que podamos ver y entender estas verdades. Dios, que podamos volver a centrarnos en quién es realmente Jesu-cristo. Padre, no deseamos que cualquier humano sea glorificado pero que quien habla se pierde en la verdad misma. Padre, hable por tu Santo Espí-ritu a nuestros corazones. Oramos y te damos la gloria en nombre de Jesús. Amén” En la primera Nochebuena, la primera Nochebue-na, la tierra esta ignorante de todo lo que estaba suce-diendo. Pero no el cielo. Los innumerables Ángeles Santos y electos esperaban en anticipación. Esperan-do para alabar y adorar y la adoración al nacimiento de un niño recién nacido. Un niño que quiere decir que Dios había enviado Su salvación. Y en esa prime-ra Nochebuena había una despedida en el cielo. El Hijo dijo adiós al Padre. Y la conversación que el Hijo tenía con el Padre, por lo menos una parte de ella se registra para noso-tros en el capítulo décimo de Hebreos. Jesús está hablando con el Padre y esto es lo que dijo esa prime-ra Nochebuena,

Hebreos 10:5-6 (LBLA) 5 “Por lo cual, al entrar El (Cristo) en el mun-do, dice: SACRIFICIO Y OFRENDA NO HAS QUERIDO, PERO UN CUERPO HAS PRE-PARADO PARA MI; 6 EN HOLOCAUSTOS Y sacrificios POR EL PECADO NO TE HAS COMPLACIDO”.

“Por lo cual, verso 6, “al entrar El (Cristo) en el mundo”, que es Cristo, “él dice," es decir Cristo está hablando con Dios, “SACRIFICIO Y OFRENDA NO HAS QUERIDO”. En otras palabras, Dios no estaba satisfecho con sólo animales y sacrificio de sangre, versos 5-6, “PERO UN CUERPO HAS PREPARADO PARA MI; EN HOLOCAUSTOS Y sacrificios POR EL PECADO NO TE HAS COMPLACIDO”.

Hebreos 10:7 (LBLA) 7 “ENTONCES DIJE: “HE AQUI, YO HE VE-NIDO (EN EL ROLLO DEL LIBRO ESTA ESCRITO DE MI) PARA HACER, OH DIOS, TU VOLUNTAD.”

Cristo en esa primera Nochebuena dijo adiós a su Padre. Él dijo: Padre, me doy cuenta de que no ha sido satisfecho con la sangre de los animales pero que ha preparado un cuerpo para Mí así podría entrar en ese mundo y ser el sacrificio final y definitivo. Y lo haré porque vengo como está escrito en el Antiguo

Testamento para hacer Tu voluntad, Oh Dios. Y así Jesús Cristo se despidió de Su padre y comenzó un viaje que se iba a terminar 33 años más tarde en una cruz y luego a través de una resurrección para ser glo-rificado y exaltado y restaurado hacia el cielo a la glo-ria que Él conocía antes que llegó. Ahora el cuerpo de Cristo divinamente fue prepa-rado por Dios para ser el instrumento que debía llevar a Dios a los hombres y que iba a ser el perfecto sacri-ficio por el pecado. Así que Jesús vino. Con toda la fanfarria del cielo mientras los ángeles esperaban para cantar sus alaban-zas y gritar sus alabanzas. Y no había ninguna fanfa-rria en la tierra. La tierra estaba ignorante. Dios se es-taba manifestando en la carne. El Cielo sabía sobre esto, y no la tierra. El Espíritu Santo había tomado nueve meses para llevar a cabo Su trabajo. Él había en esos nueve meses formado en el vientre de María un cuerpo. Un cuerpo como ningún otro cuerpo. Un cuerpo que iba a ser ha-bitada por la segunda persona de la Trinidad. Un cuer-po que se había convertido en listo. Y el tiempo estaba listo que María debe ser entregada. Ha llegado la ple-nitud del tiempo cuando Jesús haría de nacer de una mujer. Y así ese cuerpo llegó y con él llegó a la se-gunda persona de la Trinidad. Y cada vez de Navidad todos y más bien descuida-damente reconocemos el nacimiento de Cristo. Y tal vez incluso las personas aceptan el hecho de que Él era Dios de algún grado u otro. Pero la cuestión no es que Él llegó, la cuestión es POR QUÉ Él llegó. Y mu-chas personas parecen detener con sólo el hecho de que Él vino como si existe algún tipo de hecho Reden-tor en el contenido. Nunca molesta en averiguar por qué Él llegó. Esta mañana queremos responder a la pregunta por qué nació Jesús. ¿Por qué vino? ¿A presentar a Dios? Sí. ¿Para enseñar la verdad? Sí. ¿Para cumplir con la ley? Sí. ¿Para ofrecer su Reino? Sí. ¿Para enseñarle a los que no entendía acerca de Dios? Sí. ¿Para revelar el amor? Sí. ¿Para traer la paz? Sí. ¿Para sanar a los enfermos? Sí. Etc... Esas son razones secundarias por qué Él llegó. Realmente hay una sola razón principal, un plan primario, un propósito principal- Jesús vino a sufrir y a morir. Por eso Él llegó. Belén ocurrió sólo por lo

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que podría suceder el Calvario. Era sólo un bebé así que Él podría ser un hombre y morir. Vivió sólo pa-ra morir. Las manos del bebé suave, formadas por el Espí-ritu Santo en el vientre de María se hicieron para que pudiera ser clavado a través de ellos. Esos pies gordi-tos, rosados que no podían caminar, un día iban a caminar una colina y ser clavado a una cruz. Esa ca-beza dulce con ojos chispeantes y una boca ansiosa se formó para que algunos hombres un día pudieran machacar con una corona de espinas. Ese cuerpo tierno, cálido y suave, envuelto en pañales podría un día ser despedazado abierto por una lanza para reve-lar un corazón quebrado y eso es exactamente por qué Dios hizo ese cuerpo. Jesús nació para morir. El hombre debía tener dominio, sobre todo, pero cayó en el pecado y perdió su dominio. Cuando Dios creó a Adán fue genial, todo iba muy bien y luego el hombre cayó y perdió su reinado. El hombre debe ser un rey, pero no es. El hombre es un esclavo. Débil, salvaje, enlazado al pecado. Y a esta situación llegó Jesús. Él se despidió del Padre. Los Ángeles que es-peraron en anticipación finalmente rompieron ade-lante en alabanza y adoración, incluso los pastores en los campos los oyeron. Porque Él vino a sufrir y Él vino a morir. Para poder hacer del hombre lo que el hombre nunca po-dría ser sin Él. Para poder hacer el hombre el rey de la tierra. El murió para recrear a los hombres en una criatura que Dios siempre tenían intención del hom-bre para ser. El murió para hacer que un hombre lo que el hombre estaba destinado a ser, pero sin él nun-ca podría ser. Ahora nuestro texto aborda la venida de Cristo y Su muerte. Y quiero que vea en ella cinco cosas que Jesús fue porque Él murió. Cinco cosas que Jesús fue porque Él murió. Primero Él fue nuestro substituto. Segundo el capitán de nuestra salvación. Tercero, nuestro santificador. Cuarto, nuestro conquistador de Satanás. En quinto lugar, nuestro sumo sacerdote com-prensivo. Todas de estas cinco cosas fueron los objetivos de Jesucristo. Él llegó a ser nuestro sustituto, Él llegó a ser capitán de nuestra salvación, Él llegó a ser nuestro santificador, Él llegó a ser nuestro conquistador de Satanás, Él llegó a ser nuestro sumo sacerdote comprensi-vo,

Él no podría ser ninguna de esas cosas si no Él mu-riera. Y así Él nació para morir. Primeramente, vamos a notar que Él llegó a ser nuestro sustituto.

Hebreos 2:9 (LBLA) 9 “Pero vemos a aquel que fue hecho un poco inferior a los ángeles, es decir, a Jesús, coronado de gloria y honor a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos”.

Verso 9, “Pero vemos a Jesús que fue hecho un poco inferior”, y hay una referencia a tiempo, “fue hecho un poco inferior”, la palabra “poco” podría tener un significado de tiempo y lo hace aquí, “fue he-cho un poco inferior a los ángeles”. ¿Para qué razón? ¿Y señalados por qué cosa? Por el sufrimiento de la muerte, coronado con Gloria y honor que por la gracia de Dios probara la muerte de cada hombre.

Hebreos 2:9 (LBLA) 9 “Pero vemos a aquel que fue hecho un poco inferior a los ángeles, es decir, a Jesús, coronado de gloria y honor a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos”.

Ahora, hay la primera y la mayor razón por qué Je-sús vino. Él vino a morir. Él vino a morir por cada hombre. En otras palabras, Él vino como un sustituto. El Antiguo Testamento dice, citando Ezequiel, “El alma que peque, ésa morirá”.

Ezequiel 18:4 (LBLA) 4 He aquí, todas las almas son mías; tanto el alma del padre como el alma del hijo mías son. El alma que peque, ésa morirá.

Pablo dijo, “la paga del pecado es muerte”.

Romanos 6:23 (LBLA) 23 Porque la paga del pecado es muer-te, pero la dádiva de Dios es vida eter-na en Cristo Jesús Señor nuestro.

Ahora el pecado por la virtud de la justicia de Dios se castiga con la muerte. Luego si peco voy a morir. Si llevo mi propio castigo y muero, muero física, espiri-tual y eternamente y estoy condenado al infierno eterno sin Dios. Y Dios miró al mundo y Él vio a los hom-bres. Vio a hombres que iban a morir a causa del peca-do. Y dijo a causa de Su amor, no lo permitiré - no per-mitiré que todos los hombres mueran en su pecado; voy a enviar a alguien a llevar su castigo para morir su muerte. Y así llegó Jesús.

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Llegó a ser mi sustituto y cuando fue clavado en la Cruz murió por mí y murió por usted. Él murió mi muerte, pago mi pena. Note, esa era la única alternati-va que Dios tenía. Acaso Él te castiga por tu pecado y a mí por mis pecados y eso es un castigo eterno en el infierno o bien Él sustituye a alguien en nuestro lugar y pagan nuestra pena. Y eso es exactamente lo que Jesús vino a hacer, ser nuestro sustituto. La segunda persona exaltada de la Trinidad, el Hi-jo divino Dios, Dios en la carne, que se humilló a Sí Mismo, vino a la tierra a morir mi muerte me prove-yó un escape del infierno eterno. El pecado se convir-tió en pecado, la vida, uno murió, perfecto se convir-tió en el castigado. Y no porque lo merecía sino por-que merecía Él y Él fue mi sustituto. Ahora quiero que observe este versículo, hay cinco cláusulas que detallan Su sustitución de la muerte y quiero verlos.

Hebreos 2:9 (LBLA) 9 “Pero vemos a aquel que fue hecho un poco inferior a los ángeles, es decir, a Jesús, corona-do de gloria y honor a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos”.

La primera cláusula dice que vemos a “Jesús que fue hecho un poco inferior a los ángeles”. Esta es una verdad fantástica. Jesús Cristo por toda la eterni-dad pasado, toda la eternidad presente y toda la eter-nidad futura no era y no es y nunca será otra vez infe-rior a los ángeles. Él es por Su propia esencia como Dios superior a los Ángeles. En el versículo 5 del capítulo 1 de Hebreos en el versículo 4 del capítulo 1 de Hebreos dice,

Hebreos 1:4-5 (LBLA) 4 “Siendo mucho mejor que los ángeles, por cuanto ha heredado un nombre más excelente que ellos”.

Cristo era por naturaleza mejor que los ángeles. Y esto es demostrado por la actitud de Dios hacia Cristo en el versículo 5.

5 “Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios ja-más: HIJO MIO ERES TU, YO TE HE EN-GENDRADO HOY; y otra vez: YO SERE PA-DRE PARA EL, Y EL SERA HIJO PARA MI?”

Dios nunca les dijo eso a los ángeles. Dios se lo dijo a Su Hijo Jesucristo. ¿Quién era mejor que los Ángeles?

En el versículo 6 dice, Hebreos 1:6 (LBLA) 6 “Y de nuevo, cuando trae al Primogénito al mundo, dice: Y ADORENLE TODOS LOS ANGELES DE DIOS”.

Es mejor que los Ángeles. Dice en el versículo 7 ‑

Hebreos 1:7 (LBLA) 7 “Y de los ángeles dice: EL QUE HACE A SUS ANGELES, ESPIRITUS, Y A SUS MINIS-TROS, LLAMA DE FUEGO”.

Tú los ángeles son espíritus que ministran, pero, versículo 8, bajo el Hijo le dice. “Tu trono, Oh Dios es para siempre y para siempre”.

Hebreos 1:8 (LBLA) 8 Pero del Hijo dice: TU TRONO, OH DIOS, ES POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS, Y CETRO DE EQUIDAD ES EL CETRO DE TU REINO. Y en el versículo 13, Hebreos 1:13 (LBLA) 13 “Pero, ¿a cuál de los ángeles ha dicho jamás: SIENTATE A MI DIESTRA HASTA QUE PONGA A TUS ENEMIGOS POR ESTRADO DE TUS PIES?”

Ningún ángel‑‑Dios nunca le dijo eso a cualquier ángel. Jesús Cristo es mejor que los ángeles por Su propia naturaleza, Él es Dios. “Pero por poco tiem-po”, versículo 9 capítulo 2, “Fue un poco inferior a los ángeles”.

9 “Pero vemos a aquel que fue hecho un poco inferior a los ángeles, es decir, a Jesús, corona-do de gloria y honor a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos”.

El creador de los ángeles, la cabeza de los ángeles, Jehová de los ejércitos, quien antes de Su encarnación había sido adorada por los ángeles “por un poco fue hecho inferior a los Ángeles”. Por el bien nuestro. Hombres pecadores, rebeldes, viles, malvados que no quisieron a Dios y no conocían a Dios. Y por el bien nuestro Cristo “fue hecho un poco inferior a los án-geles”. Ves, el hombre no pudo obtener el dominio que perdió por él mismo y Jesús tuvo que llegar a nivel del hombre. ¿Qué nivel es eso? Al nivel del pecador para levantarlo a Su nivel. Y así Jesús, “fue hecho un po-co inferior a los Ángeles”.

Hebreos 2:9 (LBLA) 9 “Pero vemos a aquel que fue hecho un poco

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inferior a los ángeles, es decir, a Jesús, corona-do de gloria y honor a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos”.

La segunda declaración que quiero que vea en este versículo nos dice algo más sobre Su sustitución. Dice, “a causa del padecimiento de la muerte”. Ahora la palabra “a causa”es “dia” y utilizado en muchos casos diferentes y formas diferentes en el griego, aquí puede significar “a través de” o “por”. Y lo tomo que dice y se leería así; Este es el signifi-cado principal: Jesús “fue hecho un poco inferior o menor que los ángeles a través del sufrimiento de la muerte, o por el sufrimiento de la muerte. En otras palabras, la mayor prueba de que Cristo “era inferior que los ángeles” fue que murió. Ahora es cierto que fue hecho inferior a los ángeles para morir, también es cierto que se le hizo más bajo que los ángeles y que se muestra a nosotros porque mu-rió. “Dia” aquí lleva el peso del “porque”. Ahora ¿qué quieres decir con eso? Sólo esto, Jesús hizo algo que ningún ángel puede o nunca será capaz de hacer. Jesús vino a esta tierra para hacer algo que no pueden hacer Ángeles. Jesús vino a esta tierra para hacer algo que los ‘ángeles no pueden hacer. Jesús vino a morir, los ángeles no pue-den morir. Está reservado para los mortales. Y cuan-do Jesús murió, demostró más allá de una sombra de duda que de “hecho para un poco de tiempo fue hecho inferior a los ángeles”. La profundidad de Su humillación extendido a la muerte algo que aún no podían hacer los ángeles. Por favor, observe que dice que “el sufrimiento de la muerte”. Cuando Jesús murió no era sólo un paso suave, fácil de este mundo. Fue atroz agonía y tortura en la Cruz. “Sufrió en Su muerte”. Y sabes, ninguna criatura era capaz de esto. Sólo Jesucristo puede ser nuestro sustituto. Tenía que ser alguien que era totalmente hombre, para pagar la pe-na del hombre y totalmente Dios, tener la victoria sobre la muerte. Tenía que ser la combinación per-fecta de Dios total y hombre total. Cristo llevó a cabo un trabajo que fue muy supe-rior a la de los ángeles. Emprendió un trabajo que ningún ángel nunca podría hacer, más allá de su ca-pacidad y aún para hacerlo “fue inferior a los ánge-les”. Y superior a los ángeles es Dios y más bajo que los ángeles son hombres. Y Cristo fue al mismo

tiempo superior a los ángeles en Su poder, menos que los ángeles en Su humillación, la combinación perfec-ta.

Hebreos 2:9 (LBLA) 9 “Pero vemos a aquel que fue hecho un poco inferior a los ángeles, es decir, a Jesús, coronado de gloria y honor a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos”.

A continuación, nos dice el propósito de Su humi-llación y Su sustitución al final del versículo 9, “que debe probar la muerte, para “pantos” cada hombre o todos”. Jesús vino a morir por ti. Y “probó la muer-te”, bebió la copa amarga en el Calvario. Él lo había vaciado hasta la última gota. La muerte que probó fue una muerte total. Cada ángulo posible está involucrado aquí. La muerte que probó fue la maldición que el pe-cado trae, por esto Él cargó su pecado. La muerte que Él probó fue la penalidad de la ley violada. La muerte que Él probó fue la plena manifes-tación del poder del diablo arrojado a su persona. La muerte que Él probó fue la expresión plena de la ira de Dios llegando sobre Él debido a Su carga del pecado. Escuchar, en todos los aspectos posibles Jesucristo re-cogió la muerte y había probado cada pedacito de ella, para nosotros. Y Él fue culpable de nada. Él estaba sin pecado. Pero Él lo probó por cada hombre. Él fue nuestro substituto. Y por medio del hecho de Cristo probar la muerte y ser mi sustituto estoy libre de la esclavitud de la justicia de Dios que debe traer muerte y estoy libera-do para experimentar la gracia de Dios y el amor de Dios. Y así dice la Biblia que Él cargó nuestros peca-dos en Su propio cuerpo. Se hizo pecado por nosotros que no conoció pecado que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él. Y todo lo que Dios te pide es que reciba este mismo Cristo. Que usted reconoce que de hecho Él murió para ti, que usted cree que Él murió por ti y que usted recibe Su muerte en su nombre y a Él como Su Salvador y Señor.

2 Corintios 5:21 (LBLA) 21 “Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El”.

A continuación, verá en este verso, también, una frase que indica la causa de Su sustitución. Esto es tre-mendo. Abajo cerca del fin del versículo 9 dice que hizo todo esto “por la gracia de Dios”. ¿Sabes por qué vino Jesús? No porque usted y yo le pedimos o merecíamos sino porque Dios lo diseñó amablemente, ¿así no fue? La salvación viene de Dios. La libre amo-

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rosa bondad, la gracia absolutamente inmerecida e inmerecida de Dios. No la ganamos. No hacemos algo por lo que Dios nos puede decir ‑ bien, es tan grande que usted lo merece Mi Hijo. No.

Hebreos 2:9 (LBLA) 9 “Pero vemos a aquel que fue hecho un poco inferior a los ángeles, es decir, a Jesús, corona-do de gloria y honor a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos”.

Exclusivamente y sólo y singularmente sobre la base de Su buena voluntad soberana que Cristo vino a este mundo. ¿Por qué, ¿te das cuenta de que nadie en este universo podría haber traído Cristo y tomado Su vida si no hubiera sido en el diseño soberano de Dios y Juan 10:18 Jesús dijo: “Nadie me la quita, sino que yo la doy de mi propia voluntad”.

Juan 10:18 (LBLA) 18 “Nadie me la quita, sino que yo la doy de mi propia voluntad. Tengo autoridad para darla, y tengo autoridad para tomarla de nuevo. Este mandamiento recibí de mi Padre”.

En Romanos 5:8 dice Pablo – “Pero Dios de-muestra su amor para con nosotros”, ¿cómo? “en que siendo aún pecadores”, ¿qué pasó? “Cristo murió por nosotros”.

Romanos 5:8 (LBLA) 8 “Pero Dios demuestra su amor para con no-sotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”.

Ese es el amor de Dios. Usted no lo merece. Yo no lo merezco. No lo pediste, yo no lo pedí, Dios lo dio libremente. Tú no lloras por un regalo. Dios dio Su Hijo. Y Su amor fue abrumador, Miró al hombre pe-cador, vio la inevitabilidad de la muerte e infierno y dijo mi amor no va a dejar eso como la única opción y envió a Su Hijo para morir en su lugar y cuando tú lo recibas como Su Salvador y Señor y aceptas Su muerte en su nombre eres liberado de la pena de muerte. Cristo es su sustituto. Y llegó sólo sobre la base “de la gracia de Dios”. No hicimos nada para mere-cerlo. E incluso cuando llegó aquí los hombres no lo quisieron a Él y lo mataron. Pero eso no pudo sofocar la “gracia de Dios”.

Hebreos 2:9 (LBLA) 9 “Pero vemos a aquel que fue hecho un poco inferior a los ángeles, es decir, a Jesús, corona-do de gloria y honor a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios

probara la muerte por todos”. A continuación, vemos otra frase aquí que dice el resultado de Su venida y la sustitución. Se dice que fue “coronado de gloria y honor”. Sabes, cuando Jesucristo termino Su tarea, Dios le dio gloria. Dios le exaltó. Pablo dice que se hizo obediente hasta la muerte de la Cruz y luego él dice por tanto sobre la base que es de lo que Cristo hizo, “Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús SE DOBLE TODA RODILLA” (Filipenses 2:9-10). Jesús se humillo y Dios lo exalto, le coronó de gloria y honor. Mira al verso otra vez, que el verso dice, “Jesucristo murió por ti”, su sustituto. (Hebreos 2:9)

Hebreos 2:9 (LBLA) 9 “Pero vemos a aquel que fue hecho un poco inferior a los ángeles, es decir, a Jesús, corona-do de gloria y honor a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos”. Y Dios pensó tanto en lo que Jesús hizo que “lo exalto hasta lo sumo y le dio un nombre que es sobre todos los otros nombres en el universo” (Filipenses 2:9-10).

Escuchar, mi amigo, Dios piensa mucho de Jesu-cristo. ¿Sabías eso? Dios piensa un montón de Jesu-cristo. Y quien viene y desprestigie Jesucristo está en peligro de la ira de Dios. ¿Si Dios tiene a Cristo en tal estima cuáles deben ser las consecuencias a alguien que no? Y permítanme añadir este pensamiento, quién crees quién eres de no darle a Cristo la gloria que se merece, Dios lo hizo, si tu no, tú has concluido que eres superior en juzgar las cualidades de Cristo a Dios. Y es un tremendo compromiso de su parte. ¿Si Dios estima Jesucristo, si Dios exalta a Jesucristo, quién eres tú para hacer menos? Ahora quiero que mires a otra cosa en este capítulo y mirando al versículo 10‑‑gracias‑‑en verso 10 (Hebreos 2:10), vemos la segunda cosa en que Jesu-cristo se convirtió, en primer lugar, se convirtió en nuestro sustituto, ahora no se vaya molesto‑‑en pri-mer lugar se convirtió en nuestro sustituto, esto es que Él murió nuestra muerte. En segundo lugar, aho-ra volver su mente en las Escrituras, versículo 10, se convirtió en el capitán de nuestra salvación. Jesús Cristo no es sólo nuestro substituto, que está llevando nuestro castigo, pero Él es el capitán de nuestra sal-

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vación.

Quiero que vea esto en el versículo 10, (Hebreos 2:10), quiero mostrarle cuán maravilloso es esto. “Porque convenía que aquel”, versículo 10 que Dios, ahora está hablando del Padre, “Porque con-venía que aquel para quien son todas las cosas y por quien son todas las cosas”, Dios es el principio y el fin de todo, en traer muchos hijos a la gloria, ese es el diseño de Dios, ¿así no es? Traer hijos a la glo-ria, para capturar a los hombres para el cielo, ese es Su diseño, y al hacerlo se le convenía que aquel o “porque convenía que aquel para quien” para ha-cer el capitán de su salvación perfecto a través de sufrimientos. Ahora Jesús se convirtió en el capitán de nuestra salvación en Su muerte. Ahora quiero que veas la palabra “capitán” allí, capitán es traducido la pala-bra griega “archegos”.

Hebreos 2:10 (LBLA) 10 “Porque convenía que aquel para quien son todas las cosas y por quien son todas las cosas, llevando muchos hijos a la gloria, hiciera per-fecto por medio de los padecimientos al (archegos) autor de la salvación de ellos”.

Ahora analicemos la palabra griega “archegos”. La palabra “archegos” significa pionero, es líder, es autor, significa pionero. “Archegos”, traducido, por cierto, en Hebreos 12:1-2, mirando a Jesús el autor, usted sabe, de nuestra fe, que es “Archegos”, significa cualquier persona que comienza algo en que otros lo siguen.

Hebreos 12:1-2 (LBLA) 1 “Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémo-nos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con pa-ciencia la carrera que tenemos por delante, 2 puestos los ojos en Jesús, el (archegos) autor y consumador de la fe, quien por el gozo pues-to delante de Él soportó la cruz, menospre-ciando la vergüenza, y se ha sentado a la dies-tra del trono de Dios”.

Podría ser alguien que inicia una familia en que otros nacen. Podría ser alguien que funda una ciudad donde otros vienen a vivir. Podría ser alguien que abre un camino que otros siguen. Cualquiera que comienza algo y lleva a cabo es un “archegos”. Y aquí el escritor de Hebreos dice que Jesucristo es nuestro perfecto pionero que con-duce el camino a la gloria que Dios haciendo un per-

fecto pionero pueden recoger a Sus hijos y puedan se-guir a Su capitán en la gloria. Complace a Dios que hace todas las cosas para Su gloria, que hizo todas las cosas para Su gloria al final que podría darle gloria, que es lo que significa la primera parte del verso. Le complació para hacer este capitán perfecto para que pudiera abrir el camino a la presencia del Padre y lle-var con Él todos los hijos que Dios había diseñado para entrar en la gloria. Él es nuestro perfecto pionero. En el capítulo 5 de Hebreos verso 8 y se dice “aunque era Hijo, aprendió obediencia por lo que padeció”, mira esto y se hizo perfecto se convirtió en el “autor” o el “archegos” de la salvación eterna para todos los que le obedecen.

Hebreos 5:8 (LBLA) 8 “Y aunque era Hijo, aprendió obediencia por lo que padeció”.

Jesús Cristo es el líder perfecto. A través de la muerte no sólo fue el sustituto, pero un líder perfecto, un pionero perfecto. ¿Dices, que quieres decir con eso? Sólo esto. No hay ninguna forma de llegar a Dios apar-te de Jesucristo. Jesús dijo‑ “Yo soy el camino, nadie viene al Padre” (Juan 14:6) ‑ ¿que?

Juan 14:6 (LBLA) 6 “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí”.

“Sino por mí”. No hay otra manera. Y ya vez, la manera de Dios está bloqueada por el pecado, ¿así no es? Un hombre y su pecado no pueden simplemente entrar en la presencia de Dios. No, imposible. No po-demos entrar en la gloria de Dios. Nosotros no pode-mos llegar al cielo con nuestros propios méritos; al-guien tiene que abrir el camino. Y la única forma de abrir la presencia de Dios a nosotros es deshacerse del pecado. ¿Verdad? Una vez que el pecado se arreglar podemos entrar a Su presencia. Así Cristo vino, murió, pagó por nuestro pecado y abrió así el camino para que pudiéramos entrar en la presencia de Dios. ¿Puedes ver cómo Él es un pionero? Y tuvo que morir para hacerlo. Mire lo que dice. ¿Fue hecho perfecto a través de qué? (Hebreos 5:8)

Hebreos 5:8 (LBLA) 8 “Y aunque era Hijo, aprendió obediencia por lo que padeció”.

“Sufrimiento”, ve. No hubo ninguna manera que Jesús podría llegar al mundo y decir ‑ escuchar, todo el mundo, Sígueme, vamos a Dios. No. No se puede, no es posible que puedes entrar en la presencia de Dios cuando hay pecado sin castigo. Y ve, por eso tuvo que sufrir para ser el líder perfecto. No nos podía llevar a

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Dios a menos que había pagado el precio del pecado a través de Su sufrimiento se convirtió en el perfecto “archegos”, el autor perfecto, el líder perfecto, el pionero perfecto. Y solo muriendo por nosotros Él podía abrir el camino y lo abrió tan amplio que mu-chos hijos podían llegar a la gloria siguiendo Jesús Cristo, Él pagó por el pecado. ¿Sabes algo? ¿Te das cuenta de que en 3 horas en esa Cruz, en 3 horas Jesús pagó la pena del pecado; ¿qué va a tomar todas las almas de todas las edades y eternidad y todavía no lo tendría pagado? ¿Sabías eso? ¿Sabía usted que la gente va a pasar la eternidad en el infierno, gente sin Dios, gente sin Cristo, una eternidad en el infierno, pagando la pena del pecado? ¿Sabe usted que Cristo Jesús recogió una eternidad de castigo y lo pago todo en 3 horas y se levantó de ella como un Salvador resucitado? Ahora eso es poder, mi amigo, es poder. La Cruz fue una obra maestra y Dios mostro una solución al problema que ninguna inteligencia humana jamás podría res-ponder, el problema de ¿cómo Dios comunica la mi-sericordia y gracia a un pueblo pecador? Reunió misericordia y justicia en la Cruz. Cristo pagó la pena; llevaba una eternidad de juicio en 3 ho-ras. Y sin embargo Él no fue destruido, oh que perso-na poderosa. Y así se convirtió en nuestro perfecto “archegos”. Él abrió el camino. Recuerdo leyendo hace algunos años de un patrio-ta suizo por el nombre de ‑ nombre extraño – Arnol-do Winklereed y Arnoldo, le llamaremos, Arnoldo ‑ si vas a Suiza hoy día veras estatuas de Arnoldo por-que es un muy, muy famoso patriota suizo. Suiza es un estado intermedio. Nunca tuvo ninguna identidad propia excepto que todo el mundo en Europa que querían luchar una guerra fue a Suiza para combatir-lo. Y ellos se cansaron de ser el campo de batalla para los ejércitos de todo el mundo. Y las naciones serían, sabes, en conflicto y dirían ‑ bien, nos reuniremos en la tierra de Suiza y ahí tenemos la guerra. Y el pueblo suizo se cansó un poco de la misma. Por lo que decidieron que iban a poner una resisten-cia, hubo un gran ejército bajando por del norte de Alemania y que solían marchar en lo que llamaban una falange, que es una cadena aproximadamente una milla o dos millas largas de hombres todos de hombro a hombro y todas las tropas detrás de ellos y los hombres de primera línea tienen escudos. Y mar-chaban como una serpiente a través de la montaña. Esta gran cadena larga y todas las otras artillerías y las cosas están detrás de ellos. Y vinieron hacia este

pueblo, mientras que Arnoldo reunió a los campesinos y juntos consiguieron un ejército suizo y decidieron que detener este ejército si pudieran. Empezaron a pensar de la estrategia y sabían que había sólo una forma de hacerlo y que era romper la falange e infiltrarlos y destruirlo desde el interior. Y fue así como se acercó a la pequeña aldea donde se reunieron y todos tenían horquillas y palas y palos y varas y era todo, mientras la falange se acercaba a esa aldea Arnoldo con un grito de gloria a Suiza empezó a correr. Y corrió justo en medio de la falange. Y mien-tras corría tomó en su pecho las lanzas y las flechas que se dispararon contra él. Penetro a través de la fa-lange y no llego completamente adentro solo unos metros hasta que cayó muerto. Pero detrás sus talones, no un metro detrás el ejército suizo completo entraron en medio de ellos y derrotaron ese gran ejército euro-peo y los echaron atrás en un día. Hubiera sido una tragedia si Arnoldo había corrido todo ese camino, penetrado a través de la falange, caí-do muerto y los suizos estaban sentado atrás diciendo ‑ Oh, Arnoldo, tenía un buen corazón, y so lo tenía, tenía buenas intenciones. Pero estaban en sus talones. ¿Y sabes algo? Escuche, mi amigo, Jesucristo ha he-cho lo mismo. Corrió hacia los batallones del infierno. Tomó to-das las flechas y lanzas de la ira y el juicio de Dios que podía ser enviado en Él. Él los tomo y penetro adelante. Y todo lo que te pide que haga es seguirlo y reclamar la victoria. Él es el perfecto “archegos”. Él ha abierto el camino. La Victoria está ahí. Es tuyo. Y así vemos nuestro 1) sustituto y 2) nuestro capitán de salvación. Se convirtió en eso porque Él murió, y nació por ninguna otra razón. Lo tercero, oh esto es así lo emocionante sólo ben-dice mi corazón. Lo tercero en el versículo 11 a 13, en tercer lugar, se convirtió en nuestro Santificador.

Hebreos 2:11-13 (LBLA) 11 “Porque tanto el que santifica como los que son santificados, son todos de un Padre; por lo cual Él no se avergüenza de llamarlos herma-nos, 12 diciendo: ANUNCIARE TU NOMBRE A MIS HERMANOS, EN MEDIO DE LA CON-GREGACION TE CANTARE HIMNOS. 13 Y otra vez: YO EN EL CONFIARE. Y otra vez: HE AQUI, YO Y LOS HIJOS QUE DIOS ME HA DADO”.

Nuestro Santificador. Verso 11, “Porque tanto

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el que santifica”, que es Cristo, está hablando de Cristo, Él es el que santifica. “Santificado” proviene de una palabra griega “hagiazo” – “para hacer Santo”. El que hace Santo y que son santos son to-dos uno por la causa que no se avergüenza llamarlos ‑ ¿qué? “Hermanos”.

Hebreos 2:11 (LBLA) 11 “Porque tanto el que santifica como los que son santificados, son todos de un Padre; por lo cual Él no se avergüenza de llamarlos herma-nos”.

Te cuento que es uno de los conceptos más emo-cionantes, simplemente fantásticos y quiero que vea esto. Simplemente increíble. ¿Sabes lo que esto nos dice? Escuchar esto. Jesús Cristo es Santo y es capaz de hacernos santos. Somos los santos en el versículo 11, Él es Santo y los que son santos son uno a través de Su muerte.

Hebreos 2:11 (LBLA) 11 “Porque tanto el que santifica como los que son santificados, son todos de un Padre; por lo cual Él no se avergüenza de llamarlos herma-nos”.

Ahora escuchar esto, a través de Su muerte y nuestra fe en Él creyendo y recibiéndolo como Sal-vador somos declarados santos. ¿Te das cuenta de esto? Esa es la verdad posicional. Delante de Dios por su fe en Cristo Jesús eres santo. Si usted conoce a Cristo. Ahora en lo práctico debéis actuar como él. “Santo”. Todavía hay pecado en nuestras vidas, pero posicionalmente delante de Dios somos santos. ¿Dices – como trabaja esto? ¿Escucha, cuando Cris-to murió en la Cruz cuanto de mi pecado Él pago? Toda de ella. Toda de la misma. Esto significa que Dios no me hace responsable de algún pecado en términos de la sentencia. Por eso Pablo dice que no existe ningún juicio a los que están en Cristo. Todo estaba sobre Cristo en la Cruz. Dios, por lo tanto, dice posicionalmente a causa de su fe en Cristo que eres santo. Él pagó por cada pecado que usted ha cometido. ¿Ahora sabemos que no es licen-cia porque el amor no lo permite, no es cierto? ¿Pero tú sabes que si conoces a Jesucristo eres santo? Eres Santo. ¿Qué es Santo? Perfectamente justos. Ahora esa es la verdad posicional. Dios dice, incluso, que eres justo. Eres Santo. ¿Sabías eso? Por eso dice ‑ ahora incluso a los Corintios que todos estaban desordenados en términos de su prácti-ca, ahora son Santo. Eran sagrados. “Hagiazo”. “para hacer santo, para ser santo”. De él viene

una palabra “hagios” que significa los redimidos o santos. Somos santos. Somos santos delante de Dios. Nunca hay un pecado registrado contra nosotros, nun-ca. Somos santos. El que santifica o hace santos y los que son santos son uno. ¿Sabía usted el hecho de que porque eres santo eres uno con Cristo porque Él es Santo? ¿Voz dices ‑ somos lo mismo de santo que Él es? Es el único tipo de santo que hay. No dices ‑ bien, soy santo número uno, no, soy san-to número 49, no bien soy santo número 184. No. No hay grados de santo. Santo es santo sin pecado. Posi-cionalmente si Cristo ha pagado por todos mis pecados y los llevo todo, los registros de Dios declaran que yo soy santo. Es una verdad emocionante, ¿no? Santidad posicional en Cristo. Escucha, si Él llevó mi pecado y me dio Su justicia, tomó mi iniquidad y me dio Su san-tidad. ¡Oh, qué verdad fantástica! Mira a Hebreos 10:10, te voy a mostrar esta ver-dad.

Hebreos 10:10 (LBLA) 10 “Por esta voluntad hemos sido santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo una vez para siempre”.

Escuchar esto, esto es una verdad emocionante, He-breos 10:10, Cristo vino, tomó un cuerpo, murió una muerte sacrificial para hacer la voluntad de Dios. ¿Verdad? Para ser nuestro sustituto, el capitán de la salvación, ahora la voluntad de Dios diseño esto, ver-sículo 10, por lo cual voluntad, por la voluntad de Dios, Nosotros ‑ todos los creyentes son hechos santos o santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesu-cristo una vez para siempre. ¿Has leído eso, ¿verdad? ¿Cómo se hace Santo? ¿Atravesando por lo rutinario, leyendo la Biblia, siendo súper piadoso No, que fuiste hecho santo a tra-vés de lo que? La ofrenda del cuerpo de Cristo Jesús. ¿Cuántas veces? ¿Para cuántas personas? Todos. Se convirtió en santo por el sacrificio de Cristo, no por una actividad cristiana. Oh, mi amigo no se hace santo usted mismo. Oh, nos proponemos; nos esforzamos por ser más como Cristo. ¿Nos esforzamos en la práctica a ser lo que somos en posición, ¿no? Pero posicional-mente, fuiste hecho absolutamente santo Su muerte en su nombre cuando lo reciba como Salvador. Ahora, querido, eso es seguro. Usted no puede quitar la santi-dad. No puede ser dañada. Versículo 14, escuchar esto; ¿“Porque por una ofrenda”, ahora verlo, ¿qué ofrenda fue esa?

Hebreos 10:14 (LBLA) 14 “Porque por una ofrenda Él ha hecho perfec-

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tos para siempre a los que son santificados”.

¿Versículo 10, la ofrenda de qué? Hebreos 10:10 (LBLA) 10 “Por esta voluntad hemos sido santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo una vez para siempre”.

De Su cuerpo. “Por una ofrenda perfeccionó du-rante seis meses”, ¿es lo que dice? “Por siempre y para siempre, para siempre a los que se hacen Santo.” Escucha, si has sido hecho santo ha sido he-cho santo para siempre. Querida gente, no creas que una vez que haya recibido la imputada santidad de Jesucristo porque no hay nada en este universo que podría quitarla, no hay. No hay. Se han perfeccionado para siempre a través de la oferta de Su cuerpo y si usted pudiera perderlo entonces Jesús no lo hizo bien. Escucha, Él te hizo santo posicionalmente con el mis-mo tipo de santidad que Él conoce. Hay sólo un tipo. Que verdad tan tremenda. ¿Te ayuda a comprender quién eres en Cristo? Lo tercero, oh esto es así lo emocionante sólo ben-dice mi corazón. Lo tercero en el versículo 11 a 13, en tercer lugar, se convirtió en nuestro Santificador.

Hebreos 2:11-13 (LBLA) 11 “Porque tanto el que santifica como los que son santificados, son todos de un Padre; por lo cual Él no se avergüenza de llamarlos herma-nos, 12 diciendo: ANUNCIARE TU NOMBRE A MIS HERMANOS, EN MEDIO DE LA CON-GREGACION TE CANTARE HIMNOS. 13 Y otra vez: YO EN EL CONFIARE. Y otra vez: HE AQUI, YO Y LOS HIJOS QUE DIOS ME HA DADO”.

Nuestro Santificador. Verso 11, “Porque tanto el que santifica”, que es Cristo, está hablando de Cristo, Él es el que santifica. “Santificado” proviene de una palabra griega “hagiazo” – “para hacer San-to”. El que hace Santo y que son santos son todos uno por la causa que no se avergüenza llamarlos ‑ ¿qué? “Hermanos”. Y luego me encanta esto. Oh, como esto me bendice.

Hebreos 2:11 (LBLA) 11 “Porque tanto el que santifica como los que son santificados, son todos de un Padre; por lo cual Él no se avergüenza de llamarlos herma-nos”.

“Tan santo es usted que Jesús no se vergüenza de llamarnos”, ¿qué? “Hermanos”. Chico, pensé sobre esto, no lo podía creer. Tú quieres decir, Jesús real-

mente se acercaría y pondrá Su brazo y decir Eddie Ildefonso, no me avergüenzo de llamarle mi hermano. Y empecé a pensar en eso y me emocioné porque quieres... Quiero ser realmente honesto con ustedes, he estado en mi vida más veces que me gustaría pen-sar en ello, avergonzado de Jesucristo. ¿Has estado avergonzado de Él? Yo sí. Y sabes algo, no tengo nada para avergon-zarme. ¿Por qué debería estar avergonzado de Jesu-cristo? Y sin embargo estoy. ¿Sabes algo? El tiene todo para estar avergonzado de mí, ¿no es cierto? To-do. Hombre, yo lo he regado. ¿Sabes, Él nunca esta avergonzado de mí? Nunca. ¿Sabes por qué? Porque posicionalmente, soy Santo y Él dice ‑ Hermano. ¿Sabes que no hay una jerarquía entre hermanos? ¿No existe una jerarquía en ese verso cierto? Herma-nos. ¿Usted sabe, que eres uno con Cristo? ¿La misma santidad, Su justicia es tuyo, ¿Su santidad es suyo y mío? Oh, que pensamiento fantástico. ¿Somos uno, no fue por es eso que Él oró? ¿Te recuerdas del jardín?

Juan 17:22-23 (LBLA) 22 “La gloria que me diste les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno: 23 yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfec-cionados en unidad, para que el mundo sepa que tú me enviaste, y que los amaste tal como me has amado a mí”.

Dijo: ‑ “Padre, pido que sean uno como nosotros somos uno, yo en ti, tú en mí, nosotros en ellos”. Se le respondió a Su oración. Oh, me recuerdo después de Su resurrección María Magdalena vino y le quería tocar, Él dijo ‑ no me toque, Me encanta esto.

Juan 20:17 (LBLA) 17 “Jesús le dijo: Suéltame porque todavía no he subido al Padre; pero ve a mis hermanos, y di-les: “Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios”.

Tú dices ‑ ¿por qué es tan importante eso? Sola-mente esto, Él señalo un paralelo entre una mujer que era una prostituta profesional y a Sí Mismo diciendo que ambos compartimos el mismo Dios, el mismo Pa-dre, somos hermanos. Eso es algo. Eso es algo Ese es el tipo de la santidad de que Jesucristo imputa a aquel que cree en Él. Te diré, que eso emociona mi corazón. ¿Oh, el apóstol Pablo habla en Romanos o así no es? Estamos crucificados con Cristo, morimos con Él, re-sucitamos con Él, una identificación absoluta con Cristo Jesús. ¿Puedo decir esto? Todos los hombres no son hermanos. Algunos hombres son hijos de Dios. Y Dios nos dicen que algunos hombres son hijos del diablo. No todos los hombres son hermanos.

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¿Quisiera también agregar esto? Todos los hom-bres no son hermanos con Cristo, sólo aquellos que son hijos del mismo Padre. Aquellos que reciben a Jesucristo se convierten en hermanos con Cristo. Oh, que pensamiento emocionante. Tal gracia que Él me debe llamar hermano sin avergüenza. Chico, cuando escucho una verdad así te diré me deja avergonzado. Creo que esa es la verdad más emocionante en toda la Biblia es la verdad posicional que me sigue dicien-do que estoy en Cristo porque tarde o temprano em-pezará a actuar como quién eres. Entonces en los versículos 12 y 13 el escritor de Hebreos toma dos pasajes del Antiguo Testamento que profetizo que Cristo nos llamaría Su hermano.

Hebreos 2:11-13 (LBLA) 11 “Porque tanto el que santifica como los que son santificados, son todos de un Padre; por lo cual Él no se avergüenza de llamarlos herma-nos, 12 diciendo: ANUNCIARE TU NOMBRE A MIS HERMANOS, EN MEDIO DE LA CON-GREGACION TE CANTARE HIMNOS. 13 Y otra vez: YO EN EL CONFIARE. Y otra vez: HE AQUI, YO Y LOS HIJOS QUE DIOS ME HA DADO”.

Salmo 22:22 está en verso 12, él cita el Salmo 22. Esto no es nada nuevo.

Salmo 22:22 (LBLA) 22 “Hablaré de tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré”.

¿Salmo 22, Cristo le habla al Padre y dice esto – declaro Tu nombre a mi qué? Mi hermano. Esto es la verdad del Antiguo Testamento. El Mesías iba a lla-mar a los hombres Sus hermanos. En medio de la congregación, traducido iglesia aquí, cantaré alaban-zas a Ti. En otras palabras, voy a estar en medio de otras personas, voy a ser uno de ellos y les llamare hermanos. Y es una profecía del Antiguo Testamen-to, no es nada nuevo. Y así con los líderes judíos Él querría explicar que esto no era nada nuevo. Luego en el verso 13 Él cita capítulo 8 de Isaías donde Cristo nuevamente habla y dice – Nuevamen-te, voy a poner mi confianza en él. Yo soy de los ni-ños que Dios me ha dado.

Isaías 8:17-18 (LBLA) 17 “Aguardaré al SEÑOR que esconde su ros-tro de la casa de Jacob; sí, a El esperaré. 18 He aquí, yo y los hijos que el SEÑOR me ha dado estamos por señales y prodigios en Is-rael, de parte del SEÑOR de los ejércitos que mora en el monte Sion”.

Hebreos 2:11-13 (LBLA) 11 “Porque tanto el que santifica como los que son santificados, son todos de un Padre; por lo cual Él no se avergüenza de llamarlos hermanos, 12 diciendo: ANUNCIARE TU NOMBRE A MIS HERMANOS, EN MEDIO DE LA CONGRE-GACION TE CANTARE HIMNOS. 13 Y otra vez: YO EN EL CONFIARE. Y otra vez: HE AQUI, YO Y LOS HIJOS QUE DIOS ME HA DADO”.

¿Ver cómo se identifica con otros creyentes? ¿Vez? Juntos vamos a confiar en Dios. Él dice. Voy a cuidar de los hermanos que me dais... Esa es la verdad del Antiguo Testamento. Cristo nos llama hermano y sin avergüenza. Dios ayúdame a actuar como lo que soy. Y así el Cristo de Dios, el eterno, se convirtió en la segunda persona de la Trinidad, el Santo, el “archegos” sin pecado quien adoraban los ángeles se hizo menos de los ángeles para sufrir y morir para ser mi sustituto, incluso para ser mi pionero al cielo y la gloria de Dios y Él se inclinó a llamarme hermano, compañero hijo de Dios, coheredero y Él lo hizo sin vergüenza, porque me hizo Santo, en Su propia santi-dad. ¿Usted puede resistir ese tipo de amor? Yo no puedo. Así que Él es nuestro substituto, el capitán de nuestra salvación, nuestro santificador, y bien rápi-do, versículo 14, nuestro conquistador de Satanás.

Hebreos 2:14 (LBLA) 14 “Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, El igualmente participó también de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo”.

Hebreos 2:14 (RVR) 14 “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mis-mo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo”.

Por tanto, a continuación, como los hijos son partí-cipes de carne y sangre, quienes son los hijos mencio-nados en el versículo 18, nosotros los creyentes, los seres humanos, participamos de carne y sangre, somos seres humanos, carnales.

Hebreos 2:18 (LBLA) 18 “Pues por cuanto El mismo fue tentado en el sufrimiento, es poderoso para socorrer a los que son tentados”.

Él también participó asimismo en el mismo. Se con-

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virtió en lo que somos que a través de la muerte pue-de destruirlo a Él que tenía el poder de la muerte; que es el diablo. Ahora la única cosa que Satanás tiene sobre los hombres es la muerte. Satanás sabe que la paga del pecado es muerte y si puede mantener a un hombre que vive en pecado has-ta que muere lo tiene para siempre. Y gran poder de Satanás es muerte y alguien tenía que destruir ese po-der. Alguien tenía que destrozar la muerte. Satanás sabía que si él podría aferrarse y todavía sabe si él puede aferrarse a los hombres hasta que mueren que Dios no puede obtenerlos. Dios ha diseñado la salva-ción a ser en la vida de un hombre, no después. Y por lo que Satanás utiliza el poder de la muerte, se esfuer-za para atrapar a los hombres y mantenerlos hasta que mueren y entonces Dios no puede tocarlos. Esto es el poder de Satanás sobre los hombres. No podían esca-par a la muerte, no podían escapar a la pena inevita-ble del pecado. Satanás lo sabía. Y si Satanás sólo podía sostener a los hombres allí, Dios no podía recibirlos. Ahora alguien tenía que romper este poder y tenía que ser un hombre. Un hombre tenía que conquistar a la muerte, destruir el arma de Satanás y eso es exactamente lo que hizo Je-sús. Ve, dice en el versículo 14, que a través de la muerte lo hizo.

Hebreos 2:14 (LBLA) 14 “Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, El igualmente participó tam-bién de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo”.

Hebreos 2:14 (RVR) 14 “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo”.

En otras palabras, con el fin de destruir la muerte un hombre tendría que morir y resucitar de nuevo y dejar el camino abierto para otros a morir y resucitar-se de nuevo y eso es exactamente lo que hizo Jesús. Él salió de la tumba, Él explotó fuera de ese grillete de muerte y luego dijo –Porque yo vivo ‑ ¿qué? Vivi-rá también. Escucha, mi amigo, Jesús murió y resucitó y así destruyó el poder de la muerte de Satanás y dejó el camino abierto para usted. Se convirtió en un hombre para morir como un hombre y tener victoria sobre la

tumba de un hombre. Pero tuvo que ser Dios al mismo tiempo para tener que esa victoria. Él había destroza-do el agarre de la muerte. Y así decimos ‑ ¿Oh, muerte donde está tu aguijón? ¿Tumba, donde está tu victo-ria? No hay ninguna victoria en la muerte. Por qué la muerte sólo es de pasar de este mundo a la presencia de Dios para los que le aman. La muerte, nosotros no incluso lo experimentamos. Porque Cristo lo había destrozado. Él vino a morir para destruir la muerte que podría vivir. Por último, fue nuestro sustituto, el capitán de nuestro salvación, nuestro santificador nuestro conquistador de Satanás y nuestra simpática sumo sacerdote.

Hebreos 2:16 (LBLA) 16 “Porque ciertamente no ayuda a los ángeles, sino que ayuda a la descendencia de Abraham”. Hebreos 2:16 (RVR) 16 “Porque ciertamente no socorrió a los ánge-les, sino que socorrió a la descendencia de Abraham”. Hebreos 2:16 (AMP) 16 “Porque, como todos sabemos, Él [Cristo] no tomó posesión de los ángeles [los ángeles caídos, para darles socoro y una mano libertadora], pero Él tomo posesión de [los caídos] descen-dientes de Abraham [para alcanzarlo con una mano de socoro y liberación]”.

Él no se convirtió en un ángel para morir por los Ángeles. No. No hay ninguna salvación para los ánge-les. Se convirtió en un judío, simiente de Abraham, un ser humano, a fin de que pueda identificar con otros hombres y morir para los hombres. Él no vino para redimir a los ángeles sino Él que vino a redimir a los hombres.

Hebreos 2:17 (LBLA) 17 “Por tanto, tenía que ser hecho semejante a sus hermanos en todo, a fin de que llegara a ser un misericordioso y fiel sumo sacerdote en las cosas que a Dios atañen, para hacer propicia-ción por los pecados del pueblo”.

Versículo 17, Por tanto, ahora marque esta frase siguiente, “tenía que ser hecho semejante a sus her-manos en todo”. Fue como nosotros en todos los sen-tidos, en todos los sentidos. ¿Por qué? “A fin de que llegara a ser un misericordioso y fiel sumo sacerdo-te en las cosas que a Dios atañen, para hacer propi-

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ciación por los pecados del pueblo”. Ahora vamos a notar versículo 18:

Hebreos 2:18 (LBLA) 18 “Pues por cuanto El mismo fue tentado en el sufrimiento, es poderoso para socorrer a los que son tentados”.

En otras palabras, cuando vayas a Jesucristo para compartir su corazón Él te puede decir ‑ que conoz-co, sé, he estado allí. Un sumo sacerdote comprensivo. Un sumo sa-cerdote ministra entre los hombres y Dios. ¿Y sabes quién sería el sumo sacerdote perfecto? Alguien quien conocía experiencial mente la mente de Dios y experiencial mente conocía la mente del hombre y ¿no es eso exactamente lo que Jesucristo fue? En realidad, era Dios y hombre de hecho, el me-diador perfecto. Escuche, en todas las cosas fue co-mo nosotros somos. Tenía hambre, tenía sed, fue su-perado con la fatiga, dormía, le enseñaron, creció, amaba, se asombró, se maravilló, estaba contento, triste, enojado, lleno de indignación y sarcasmo, es-taba dolido, fue problemático, fue superado por la anticipación de los acontecimientos del futuro, ejer-ció fe. Leyó la Escritura, oró toda la noche. Él suspiró cuando vio a un hombre que no podía hablar. Lágri-mas cayeron de Sus ojos cuando Su corazón se dolía dentro. Fue como Sus hermanos en todas las cosas excepto en el pecado y la enfermedad. Y así fue un sumo sacerdote perfecto. Totalmente por experiencia entendía Dios, totalmente por experiencia compren-dió el hombre. Fue el perfecto para reunir a los dos. Simpatizante perfecto.

Hebreos 4:15 (LBLA) 15 “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como no-sotros, pero sin pecado”.

Él Puede, ¿así no es? Él fue “tentado en todo co-mo nosotros, pero sin pecado”. Él compadece, le podemos tocar con nuestros sentimientos, y Él cono-ce y comprende.

Hebreos 4:16 (LBLA) 16 “Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos miseri-cordia, y hallemos gracia para la ayuda opor-tuna”.

“Podemos acercarnos con confianza” con de-

nuedo y decir ‑ Cristo, quiero compartir esto contigo y sé que entiendes porque has estado allí. Un sumo sa-cerdote Perfecto. ¡Oh, qué Salvador, ¡qué Salvador! Dios poderoso adorado de ángeles, sin embargo, un hombre tierno completamente. Uno muy por encima, pero nuestro hermano en santidad. Uno con una actitud divina aun sintiendo nuestras necesidades y nuestras emociones y nuestras pasiones. Nuestro sustituto, el capitán de nuestra salvación, nuestro santificador, nuestro conquistador de Satanás, y nuestro sumo sacerdote comprensivo. La próxima ves que te fijas en el pesebre debajo el árbol de Navidad. ¿Echar otro vistazo al pesebre, lo harás? Echar otro vistazo. ¿Quién eres bebe tan precioso? Enclavado en el heno, “Dios el Yo SOY”, vengo a la tierra este día. ¿Por qué viniste, tan pequeño dulce bebe enclavado en el heno? Para morir, vine, el precio del pecado para pagar. ¿De quién le pertenece el pecado del bebe tierno enclavado en el heno? Suya fue lo que Me hizo bajar hoy día. Vamos a orar. “Dios, conocemos que fue nuestra la que lo trajo ese día. Y Dios, nosotros... nuestros corazones están llenos de alabanza y gracias por ese regalo indes-criptible de Jesucristo. Oh, Dios, Te ruego. Si hay algunos aquí esta mañana que nunca han conocido a Jesucristo, que no saben nada del verdadero signi-ficado de Navidad, o de la vida o de cualquier otra cosa. Que hoy sea el día cuando vienen a conocer a Jesucristo y lo pueden amar como nosotros”.

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NOTAS

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