¿POR QUÉ ESTUDIAMOS LAZARILLO DE TORMES

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Lengua castellana y Literatura — 3º ESO

Lazarillo de Tormes: textos y actividades

CONTEXTO

¿Qué es un “lazarillo”?

¿Qué es y por dónde pasa el “Tormes”?

TIPO DE NOVELA: NOVELA PICARESCA

¿Qué características debe reunir una obra para que sea catalogada como tal?

LÁZARO NO ESTÁ SOLO

Citad otros pícaros famosos de la literatura española. Desarrollad la información.

Buscad algún cuadro de algún pintor español famoso que trate sobre el Lazarillo de Tormes.

EL ERASMISMO EN EL LAZARILLO

En esta novela se puede apreciar la influencia de Erasmo de Rotterdam. ¡Demostradlo! Buscad primero información sobre el famoso pensador holandés. Después, sobre su influencia en el Lazarillo.

¿POR QUÉ ESTUDIAMOS LAZARILLO DE TORMES?

Al igual que ocurría con La Celestina, no es mala esta pregunta, desde

luego. Lazarillo de Tormes es una novela renacentista, esto es, fue escrita en el

siglo XVI. Hasta entonces, los libros narrativos tenían un carácter idealista muy

alejado de la realidad. Con Lazarillo de Tormes la literatura española —y

universal— inicia el camino de la novela realista, un camino que nunca

abandonará y que continúa en nuestros días.

Además, todos los personajes que aparecen en el Lazarillo —desde el

protagonista hasta el más insignificante de ellos— tienen un poco de nosotros

mismos, de ese “ser español” tan indefinible, tan cuestionado y tan

cuestionable.

ABRAMOS BOCA CON UNAS CUESTIONES PRELIMINARES

Yo confieso que no soy más santo que mis vecinos, y que esta

obra, escrita en estilo vulgar, no es gran cosa. Pero no me pesará

si consigue divertir a los que encuentren en ella algo de su gusto,

y que adviertan cómo puede sobrevivir un hombre expuesto a

tantas desgracias, peligros y adversidades.

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TEXTO 1 TRATADO I

Así comienza Lazarillo de Tormes, con un breve pero muy esclarecedor relato del protagonista

acerca de sus antecedentes familiares. En estas líneas ya obtenemos una información básica

para comprender cómo y por qué actuará Lazarillo a lo largo del libro.

Pues sepa Vuestra Merced, antes de nada, que a mí me llaman Lázaro de Tormes, y

soy hijo de Tomé González y de Antonio Pérez, naturales de Tejares, aldea de Salamanca.

Mi nacimiento fue dentro del río Tormes, y por eso llevo ese apellido. Fue así: mi padre, al 3

que Dios perdone, era desde hacía más de quince años el encargado de un molino que está a

la orilla de ese río. Y una noche, a mi madre, que estaba en el molino, le llegó el parto y allí

me parió. Así que en verdad puedo decir que nací en un río. 6

Cuando era un niño de ocho años, acusaron a mi padre de hacer ciertas sangrías en

los costales que le traían a moler. Por ello fue preso, confesó y no negó su culpa. Espero que

Dios lo tenga en la gloria, pues el Evangelio llama bienaventurados a los que padecen 9

persecución de la justicia. En ese tiempo se organizó una expedición naval contra los

moros, y allí fue mi padre, que estaba desterrado por la desgracia ya dicha. Tenía el cargo

de acemilero1 de un caballero, y, como era un criado leal, su vida acabó al tiempo que la de 12

su amo.

Mi madre, al verse sin marido y sin ningún amparo, decidió arrimarse a los buenos

para ser uno de ellos. Se vino a vivir a la ciudad, alquiló una casita y se metió a guisar la 15

comida para unos estudiantes, y a lavar la ropa de unos mozos que cuidaban los caballos del

Comendador de la Magadalena, de modo que frecuentaba las caballerizas. En ellas conoció

a un hombre moreno, de los que cuidaban los animales, y empezó a tratarse con él. Este 18

hombre venía algunas veces a pasar la noche a nuestra casa y se iba por la mañana. Otras

veces llamaba a la puerta durante el día y, con la excusa de comprar huevos, entraba en la

casa. Al principio, sus visitas me disgustaban, y yo le tenía miedo por el color y la 21

fealdad de su cara, pero cuando vi que siempre traía pan, trozos de carne y, en

invierno, leña para calentarnos, lo fui queriendo bien.

Este hombre, que se llamaba Zaide, siguió alojándose en casa, y de su relación con 24

mi madre me vino un hermano negrito, muy bonito. Yo lo tenía en brazos y lo arropaba. Me

acuerdo de un día en que mi padrastro negro estaba jugando con el chico, y como el niño

nos veía a mi madre y a mí blancos, y a su padre negro, le señaló con el dedo y dijo: 27

—¡Madre, el coco!

Y su padre respondió riendo:

—¡Qué hijoputa! 30

Yo, aunque entonces era muy crío, reparé en la palabra que había empleado mi

hermanico y me dije: «¡Cuántos hay en el mundo que huyen de otros porque no se ven a sí

mismos!»33

1 Acemilero: el que cuida o lleva caballos o mulos de carga.

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1. El estilo del Lazarillo de Tormes.

a. LOS JUEGOS VERBALES. En las líneas 8 y 9 el niño dice que «acusaron a mi

padre de hacer ciertas sangrías en los costales que le traían a moler». En

estas palabras hay una metáfora. Para aclararla, debes buscar qué era

“hacer una sangría”, además de saber qué son los «costales». ¿De qué

acusaron, pues, al padre de Lázaro? ¿Cuál es exactamente la metáfora?

b. LA IRONÍA. En las líneas 10 y 11 hay una referencia a una cita de la Biblia.

Esta cita se localiza en Mateo, 5, 10. Búscala y léela con atención. ¿La

usa Lázaro correctamente? ¿Por qué? Relaciona tus respuestas con el

concepto “ironía”, un rasgo típico del Lazarillo.

2. ¿Cuál era el trabajo de la madre de Lázaro? Apóyate para tu respuesta en los dos

fragmentos subrayados.

3. Del fragmento resaltado en negrita se desprende una característica esencial de

la futura personalidad de Lázaro —y de casi todos los seres humanos—. ¿Cuál

es?

4. Expresa con tus propias palabras la reflexión final de Lázaro.

5. Escribe un párrafo en el que relaciones el concepto “realismo” con este texto.

Aporta ejemplos.

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TEXTO 2 TRATADO I

La madre de Lázaro, acuciada por la pobreza, lo vende a un ciego como guía, es decir, como

lazarillo, de ahí el significado de esta palabra hoy en día.

—Hijo, ya sé que no te veré más. Procura ser bueno, y que Dios te guíe. Te he

criado y te he puesto con buen amo. Válete por ti mismo.

Me separé de ella y me fui con mi amo, que me estaba esperando. 3

Salimos de Salamanca y, al llegar a la entra del puente que cruza el Tormes, hay

un animal de piedra que tiene forma de toro. El ciego me mandó acercarme al animal y,

cuando llegué junto a él, me dijo: 6

—Lázaro, acerca el oído a este toro, y oirás gran ruido dentro de él.

Yo así hice, creyendo ingenuamente que era verdad. Pero cuando el ciego sintió

que tenía la cabeza junto a la piedra, afirmó recio la mano y me dio tan gran calabazada 9

en el maldito toro, que el dolor de la cornada me duró más de tres días.

Entonces me dijo:

—Tonto, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo. 12

Y se rio mucho de la burla.

Yo creo que en aquel instante perdí la inocencia y desperté de la simpleza en

que, como niño que era, estaba dormido. Así que me dije: «El ciego tiene razón. Me 15

conviene abrir los ojos y estar alerta, porque estoy solo y tengo que pensar cómo

valerme por mí mismo.»

6. El estilo del Lazarillo de Tormes: MÁS METÁFORAS. En las líneas 8-10 hay dos

metáforas. Identifícalas y aclara su significado.

7. ¿Qué crees que pretende el ciego con tan cruel actitud?

8. Indica qué rasgos del pícaro (pág. 143) se reflejan en el texto. Justifica tu

respuesta.

9. «Válete por ti mismo», le dice su madre al despedirse de Lázaro. ¿Cómo

relacionas estas palabras con la novela picaresca.

10. Expresa con tus propias palabras el significado del último párrafo.

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EJERCICIO PRECIOSO Nº11

El Tratado I es el tratado más importante del libro. Podríamos decir que constituye

una especie de resumen de toda la vida de Lázaro. Las siguientes palabras extraídas de la

obra son un ejemplo perfecto de lo que decimos:

—Lázaro, yo no te puedo dar ni oro ni plata, pero te daré muchos consejos para

sobrevivir.

Y así fue, porque, después de Dios, él me dio la vida, y, siendo ciego, me

alumbró y me adiestró en la carrera de vivir.

Dicho de otro modo, el ciego enseña a Lázaro todo lo necesario para sobrevivir en

el mundo. Claro que esas enseñanzas no son amables, sino que están llenas de privaciones

y golpes.

Por ello, hemos querido reflejar en el siguiente esquema la evolución de Lázaro

desde que entra al servicio del ciego hasta que termina su relación. ¿Qué debes hacer tú?

Muy fácil, toma nota:

1. Lee el Tratado I completo, de forma que seas capaz de interpretar el esquema.

2. Resume la parte del Tratado correspondiente a cada casilla coloreada en azul y en

rojo. Responde a las preguntas formuladas en algunas casillas.

3. Finalmente, crea un texto en el que expreses en qué ha consistido el aprendizaje de

Lázaro. Para ello, parte de los conceptos ofrecidos en la casilla blanca y finaliza tu

texto con los conceptos ofrecidos en la casilla negra. Debes crear un texto completo

y coherente en el que relaciones la información de todas las casillas y en el que

muestres la evolución del personaje. Usa tus propias palabras. Divide tu texto en

párrafos. Sé preciso y ordenado. Hazlo bien. Usa ejemplos extraídos del Tratado I.

SITUACIÓN INICAL DE

LÁZARO

INOCENCIA - BONDAD

EL TORO DE PIEDRA

¿Qué aprende?

RELIGIÓN - ORACIONES

¿Qué aprende?

MEDICINA

¿Qué aprende?

AVARICIA I

La comida

LÁZARO Y LA COMIDA I

El fardel de lona

AVARICIA II

El dinero

LÁZARO Y EL DINERO

Las monedas

LÁZARO Y EL VINO

La jarra

LÁRAZO Y LA COMIDA II

Las uvas

LÁRAZO Y LA COMIDA III

La longaniza

SITUACIÓN FINAL DE

LÁZARO

PICARDÍA - MALDAD

Leyenda:

Enseñanzas

del ciego.

Aprendizaje

de Lázaro.

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TEXTO 3 TRATADO II

Después de abandonar al ciego, Lázaro entra al servicio de un clérigo o sacerdote natural del

pueblo de Maqueda. Con este nuevo amo, parece que no le va mucho mejor que con el

anterior…

Escapé del trueno y di en el relámpago, porque, comparado con este nuevo amo,

el ciego era un Alejandro Magno, con ser la misma avaricia, como he contado.

Este clérigo tenía un arcón viejo y cerrado con llave, la cual traía atada a la capa 3

con una cinta. Cuando venía de la iglesia con un bollo2, lo metía en el arca y volvía a

cerrarla. En toda la casa no había ninguna cosa de comer, como suele haber en otras; ni

un tocino colgado junto a la chimenea, ni un queso puesto en alguna tabla, ni un 6

canastillo guardado en un armario con los pedazos de pan que sobran de la mesa.

Porque yo creo que, aunque no hubiera probado nada de eso, al menos me habría

consolado con verlo. Solo había una ristra de cebollas, que estaba bajo llave en un 9

cuarto alto de la casa. Mi ración era una de estas cebollas cada cuatro días. Cuando le

pedía la llave para ir por la cebolla, si había alguien presente, el clérigo metía la mano

en un bolsillo del pecho, desataba la llave con gran solemnidad y me la daba, diciendo: 12

—Toma, Lázaro, pero devuélvemela enseguida. Y no hagas más que

golosinear3.

Otras veces, para ocultar su gran tacañería, me decía: 15

—Mira, mozo, los sacerdotes han de ser muy moderados en el comer y beber, y

por esto yo no me excedo como otros.

Pero el muy tacaño mentía, porque en las cofradías4 y entierros

5 comía a costa 18

ajena como un lobo y bebía más que un curandero. Y hablando de entierros, que Dios

me perdone, porque yo jamás fui enemigo de la naturaleza humana hasta entonces. Y es

que en los mortuorios comíamos bien y yo me hartaba. Así es que deseaba y rogaba a 21

Dios que cada día matase a una persona. Y cuando dábamos un sacramento a los

enfermos, especialmente la extremaunción6, mi amo el clérigo mandaba rezar a los

presentes, y entonces yo era de los que más rezaban, pero en vez de pedir al Señor la 24

mejoría del enfermo, le rogaba con todo mi corazón y buena voluntad que se lo llevase

de este mundo. Y cuando alguno de estos enfermos se escapaba de la muerte, ¡que Dios

me perdone!, yo lo mandaba al diablo mil veces. En cambio, al que se moría le echaba 27

mil bendiciones. Durante los casi seis meses que estuve al servicio de este clérigo, solo

fallecieron veinte personas, y a estas creo que las maté yo o, por mejor decir, murieron a

causa de mis súplicas. Porque viendo el Señor mi rabiosa y continua muerte, pienso que 30

se alegraba de matarlos para darme a mí la vida.

2 Las mujeres solían entregar un pan o bollo como ofrenda a la iglesia.

3 Golosinear: comer algo muy apetitoso pero de poco alimento.

4 Cofradías: reuniones de sacerdotes.

5 Durante los velatorios o tras el entierro, la familia del difunto solía ofrecer a los asistentes algo de comer

y beber. 6 Sacramento dado a los moribundos para prepararlos a bien morir.

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12. ¿Cuál es el tema de este texto? Ilústralo con ejemplos. Explica los ejemplos

seleccionados.

13. Los refranes son habituales en toda la literatura española, como veremos en Don

Quijote de la Mancha. De hecho, el texto comienza con un refrán: «escapé del

trueno y di en el relámpago».

a. Explícalo con tus propias palabras.

b. Busca un refrán sinónimo. Pregunta a tus familiares, investiga en

internet…

14. El estilo del Lazarillo de Tormes:

a. Ya hemos hablado en otras actividades del estilo del Lazarillo. Volvamos

sobre él. Localiza en el texto dos comparaciones usadas al describir al

clérigo. Relaciónalas con el tema del fragmento.

b. Sin embargo, la comicidad de este fragmento se consigue mediante la

ironía. La ironía, para que nos enteremos de una vez, consiste en

mostrar una situación o unas palabras que tienen un significado

contrario al que supuestamente tienen. De ese significado contrario,

claro, solo somos conscientes nosotros —los lectores— y el propio

Lazarillo, no el resto de personajes. La risa surge de la complicidad entre

Lázaro y nosotros. Digamos que compartimos algo «secreto» que los

demás interpretan de forma distinta a como es en realidad.

Después de esta explicación, indica en qué consiste la ironía de los

fragmentos subrayados. Son 8, para que no hagas la bicha diciendo que

no habías visto alguno.

15. INVESTIGA. ¿Conseguirá Lázaro abrir el arcón del clérigo de Maqueda? ¿Cómo lo

hace? ¿Cómo reaccionará el clérigo? Busca, anda, busca en el Tratado II. Y ponlo

por escrito, no seas gañán.

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TEXTO 4 TRATADO III

El tercer amo de Lázaro es un escudero. A primera vista, al niño le parece una persona

limpia y alejada de la miseria en la que ha vivido hasta ahora.

Era de mañana cuando este mi tercero amo topé, y llevome tras sí gran parte de

la ciudad. Pasábamos por las plazas donde se vendía pan y otras provisiones. Yo

pensaba (y aun deseaba) que allí me quería cargar de lo que se vendía, porque esta era 3

propia hora cuando se suele proveer de lo necesario; mas muy a tendido paso pasaba por

estas cosas.

«Por ventura no lo ve aquí a su contento —decía yo— y querrá que lo 6

compremos en otro labo.»

Desta manera anduvimos hasta que dieron las once. Entonces se entró en la

iglesia mayor, y yo tras él, y muy devotamente lo vi oír misa y los otros oficios divinos, 9

hasta que todo fue acabado y la gente ida. Entonces salimos de la iglesia.

A buen paso tendido comenzamos a ir por una calle abajo. Yo iba el más alegre

del mundo en ver que no nos habíamos ocupado en buscar de comer. Bien consideré 12

que debía ser hombre, mi nuevo amo, que se proveía en junto, y que ya la comida

estaría a punto tal y como yo la deseaba y aun la había menester.

En este tiempo dio el reloj la una después de mediodía, y llegamos a una casa 15

ante la cual mi amo se paró, y yo con él; y derribando el cabo de la capa sobre el lado

izquierdo, sacó una llave de la manga y abrió su puerta y entramos en casa. […]

Desde que fuimos entrados, quita de sobre sí su capa y, preguntando si tenía las 18

manos limpias, la sacudimos y doblamos, y muy limpiamente soplando un poyo que allí

estaba, la puso en él. Y hecho esto, sentose junto a ella, preguntándome muy por

extenso de dónde era y cómo había venido a aquella ciudad; y yo le di más larga cuenta 21

que quisiera, porque me parecía más conveniente hora de mandar poner la mesa y

escudillar la olla que de lo que me pedía. Con todo eso, yo le satisfice de mi persona lo

mejor que mentir supe, diciendo mis bienes y callando lo demás, porque me parecía no 24

ser cortés. Esto hecho, estuvo así un poco, y yo luego vi mala señal, por ser ya casi las

dos y no verle más aliento de comer que a un muerto. […] Estando así, díjome:

—Tú, mozo, ¿has comido? 27

—No, señor —dije yo—, que aún no eran dadas las ocho cuando con vuestra

merced encontré.

—Pues, aunque de mañana, yo había almorzado, y cuando así como algo, hágote 30

saber que hasta la noche me estoy así. Por eso, pásate como pudieres, que después

cenaremos.

Vuestra merced crea, cuando esto le oí, que estuve en poco de caer de mi estado, 33

no tanto de hambre como por conocer de todo en todo la fortuna serme adversa.

9



16. Contesta las siguientes cuestiones sobre este episodio:

a. ¿Qué hacen nada más conocerse amo y criado?

b. ¿Qué frases del texto ponen de manifiesto los pensamientos del

muchacho mientras sigue a su amo? Cópialas en tu cuaderno.

c. Lee las frases que has copiado. ¿Sobre qué tema giran las reflexiones del

chico?

17. En un principio, Lázaro encuentra dos argumentos para justificar que el escudero

no compre comida. Completa la tabla con las frases en las que se recogen estas

razones y explícalas.

ARGUMENTO 1 ARGUMENTO 2

Palabras del texto

Explicación

18. Enumera las actividades que realiza el escudero a lo largo del día.

19. ¿Por qué crees que Lázaro y su amo se quedan en misa «hasta que todo fue

acabado y la gente ida»? Puedes señalar una, dos o las tres opciones. Pero, eso

sí, tienes que explicar tu decisión.

a. Porque no tienen nada que hacer.

b. Porque el escudero es un cristiano ferviente.

c. Porque el escudero desea demostrar a todos que es un buen cristiano.

20. ¿Qué indicios observas en el texto acerca del valor que el escudero concede a su

vestimenta? ¿Por qué crees que es tan importante para él? Copia y explica las

frases del texto que te han permitido contestar.

21. A medida que pasan las horas, Lázaro empieza a tomar conciencia de la

situación. ¿En qué pasaje se ponen de manifiesto sus sospechas?

22. ¿Qué explicación ofrece el escudero a su criado? ¿Crees que dice la verdad? Para

responder, piensa en los temas de la obra.

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TEXTO 5 TRATADO III

Finalmente, llegan a la casa. El escudero dice a Lázaro que él ya ha comido. Lázaro saca un

mendrugo de pan sucio y comienza a comer. El escudero, finalmente, acaba comiendo del

mendrugo sucio y duro de Lázaro. Más adelante, de noche, su amo le dice:

—Lázaro, ya es tarde y de aquí a la plaza hay un buen trecho. Además, en esta

ciudad andan muchos ladrones que roban de noche. Pasemos como podamos y mañana,

venido el día, Dios dirá. Porque yo, como vivo solo, no tengo provisiones en casa, pues 3

estos días pasados he comido por ahí fuera.

—Señor —le contesté—, no se apene por mí, porque si es preciso, yo sé pasar

una noche, y más de una, sin comer. 6

—Así vivirás más, y más sano —me respondió—, porque, como decíamos hoy,

no hay cosa mejor en el mundo para vivir mucho que comer poco.

«Si así fuera», dije para mí, «yo nunca moriré, porque siempre he guardado esa 9

regla a la fuerza y espero, para mi desdicha, guardarla toda la vida.»

Al día siguiente, el escudero, sin desayunar y sin haber cenado la noche anterior, se va a misa.

Lázaro se queda diciendo: 12

«¡Bendito seáis, Señor!», me quedó yo diciendo. «El que se encuentre con mi

señor y lo vea tan contento, ¿no pensará que anoche cenó bien y durmió en buena cama,

y, aunque todavía es temprano, que esta mañana ha desayunado bien? ¡Grandes secretos 15

son, Señor, los que hacéis y las gentes ignoran! ¿A quién no engañan su aceptable ropa

y su buena figura? ¿Y quién va a pensar que este hombre elegante se pasó todo el día de

ayer sin comer, salvo el mendrugo de pan que su criado Lázaro trajo durante un día y 18

una noche en su pecho, donde no se le podía pegar mucha limpieza? ¿Podría alguien

sospechar que hoy, después de lavarse las manos y la cara, se ha secado con el faldón

del sayo7 porque no tiene toalla? Nadie, seguro. ¡Oh Señor, cuántos como él debéis 21

tener derramados por el mundo, que padecen por la negra honra lo que no sufrirían por

Vos!»

7 Sayo: prenda de vestir holgada y sin botones que cubría el cuerpo hasta la rodilla.

23. El estilo del Lazarillo de Tormes. De nuevo, hay una muestra clarísima de ironía

en la primera parte de este texto. ¿Cuál es?

24. ¿Cuál es el tema de este fragmento? Ejemplifícalo con elementos de la

descripción del escudero.

25. Más adelante, en el Tratado III, el escudero cuenta a Lázaro un incidente que ha

tenido con un caballero a cuenta de quién se quitaba antes el sombrero. Busca

ese texto y léelo. ¿Cómo lo relacionas con el tema de este texto 5? ¿Cómo

describirías al escudero?

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TEXTO 6 TRATADO IV

El escudero es perseguido por la justicia por no pagar el alquiler de la casa. Lázaro, como es

obvio, abandona a este amo y, guiado por unas prostitutas con las que había trabado amistad,

se dirige a la casa de un fraile de la Merced, su cuarto amor

Tuve que buscarme un cuarto amo, y este fue un fraile de la Merced, hacia el

que me dirigieron las mujerzuelas a las que me he referido, que tenían con él un trato

muy «familiar». Este fraile era gran enemigo de los oficios religiosos y de comer en el 3

convento. En cambio, se perdía por andar fuera, pues era muy amigo de asuntos

mundanos y de hacer visitas, tanto que rompía él más zapatos que todos los frailes del

convento. Este amo me dio los primeros zapatos que rompí en mi vida, pero no me 6

duraron ni ocho días, ni yo pude resistir sus andanzas. Y por esto, y por otras cosas que

no digo, lo dejé.

26. De nuevo, hay una crítica a un vicio del clero de la época. ¿Cuál es?

27. El texto está plagado de dobles sentidos relacionados con la pregunta anterior.

Intenta completar la siguiente tabla explicando lo más decentemente posible el

significado de las expresiones.

EXPLICACIÓN DEL DOBLE SENTIDO

Las mujerzuelas tenían con él un trato muy

«familiar».

Este fraile era gran enemigo de los oficios

religiosos y de comer en el convento.

El fraile se perdía por andar fuera.

El fraile rompía él más zapatos que todos

los frailes del convento.

Este amo me dio los primeros zapatos que

rompí en mi vida.

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TEXTO 7 TRATADO V

Tras abandonar al fraile de la Merced en el Tratado IV, Lázaro entra a servir a un buldero,

esto es, un vendedor de bulas8. La noche antes de que tenga lugar la escena que puedes leer en

el fragmento, el buldero se pelea con su amigo el alguacil porque este lo acusa de vender unas

bulas falsas. Al día siguiente, durante la misa, tiene lugar esta escena.

Estando en lo mejor del sermón, entró por la puerta de la iglesia el alguacil, y

comenzó a decir con muy buen juicio:

—Buenos hombres, oídme una palabra, y después oíd quién queráis. Yo vine 3

aquí con este echacuervos que os predica, el cual me engañó y me dijo que le

ayudase en este negocio, en que partiríamos la ganancia. Y ahora, al ver el daño que

hago a mi conciencia, y a vuestras haciencias, me arrepiento de lo hecho, y os declaro 6

claramente que las bulas que predica con falsas, y que no lo creáis ni las toméis.

El señor buldero se hincó de rodillas en el púlpito, juntó las manos en oración y,

mirando al cielo, dijo así: 9

—Señor Dios, a quien ninguna cosa se esconde, pues todo lo ve, y a quien nada

es imposible, pues todo lo puede: Tú sabes la verdad y cuán injustamente soy ofendido.

En lo que a mí toca, yo lo perdono, para que Tú, Señor, me perdones. No mires a este 12

hombre, que no sabe lo que hace ni lo que dice; pero te pido y suplico que por justicia

no toleres la injuria que Te ha hecho. Porque alguno de los presentes, que quizás había

pensado tomar esta santa bula, puede dar crédito a las falsas palabras de este hombre y 15

dejará de adquirirla. Y como es muy grande el perjuicio que hace, yo te suplico, Señor,

que no lo disculpes, y que hagas aquí y ahora un milagro. Que sea de esta manera: si es

verdad lo que él dice, que yo traigo maldad y falsedad, que este púlpito se hunda ahora 18

conmigo y me sepulte bien hondo bajo tierra, donde quede enterrado vivo para siempre.

Pero si es verdad lo que yo digo y este hombre dice una maldad porque el demonio lo

ha persuadido para que prive a los que están presentes de tan gran bien, que sea 21

castigado para que todos conozcan su malicia.

8 Buldero: clérigo que se dedicaba a predicar y vender bulas, de las que cobraba un porcentaje. La bula

era un privilegio otorgado por el Papa que dispensaba a quienes la compraban de cumplir algunas

obligaciones religiosas, como el ayuno de Cuaresma, entre otras.

13



28. ¿Cuál crees que será el tema de este texto? Apóyate para ello en la tabla de la

página 144 de tu libro.

29. ¿Por qué decide confesar la falsedad de las bulas el alguacil?

30. En su argumentación, el buldero establece un pequeño diálogo con Dios.

Intentamos desgranarlo:

LÍNEAS PALABRAS DEL TEXTO EXPLICACIÓN

El buldero alaba a Dios para

atraerse el favor del público.

12-14 «No mires a este hombre, que no sabe lo

que hace ni lo que dice; pero te pido y

suplico que por justicia no toleres la injuria

que Te ha hecho.»

14-17

17-22

31. INVESTIGA. ¿Qué hará Dios? ¿Tirará el púlpito en el que se encuentra el buldero o

castigará al alguacil?

32. INVESTIGA. ¿Cómo termina este Tratado V? ¿Qué conclusión extrae Lázaro?

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TEXTO 8 TRATADO VII

Lázaro de Tormes ya no es un niño y debe pensar en cómo obtener cierta estabilidad para

ganarse la vida y no ir de amo en amo. En este Tratado VII, el último del libro, parece que lo

consigue.

—Pensando en cómo podría ganarme la vida con una ocupación estable, para tener

descanso y ahorrar algo para la vejez, quiso Dios alumbrarme y ponerme en el camino

provechoso. Y gracias al favor de algunos amigos y señores, logré lo que buscaba, un oficio 3

real8, pues no hay mejor cargo. Con él, encontré recompensa a todos los trabajos y penalidades

que había pasado. Hasta el día de hoy vivo de él, y al servicio de Dios y de Vuestra Merced.

Y es que tengo el cargo de pregonar los vinos que se venden en la ciudad, así como 6

anunciar las cosas perdidas y las subastas públicas, y acompañar a los que padecen persecución

por la justicia y declarar a voces sus delitos. En fin, que soy pregonero, hablando claro.

En este tiempo, el señor arcipreste de San Salvador oyó hablar de mi habilidad de 9

pregonero y de mi buen vivir, y me contrató para pregonar sus vinos. Este arcipreste, mi señor,

y servidor y amigo de Vuestra Merced, procuró casarme con una criada suya9. Yo vi que de tal

persona no podía venirme más que bien y favor, y accedí a hacerlo. Y así me casé con ella, y 12

hasta ahora no estoy arrepentido, porque, aparte de ser buena hija y una criada diligente y

servicial, mi señor arcipreste me dispensa toda clase de favores y ayudas.

Pero las malas lenguas, que nunca faltaron ni faltarán, no nos dejan vivir. Dicen no sé 15

qué y sí sé qué, y que ven a mi mujer ir a hacer la cama a mi amor y a guisarle de comer. Y más

vale que Dios los ayude, pues no dicen la verdad. Porque, además de que mi mujer no es de las

que admiten esa clase de bromas, pienso que mi señor cumplirá lo prometido. Pues un día él me 18

habló muy por extenso delante de ella y me dijo:

—Lázaro de Tormes, el que hace caso a chismorreos de malas lenguas nunca mejorará

su fortuna. Digo esto, porque no me extrañaría que, viendo a tu mujer entrar en mi casa y salir 21

de ella, te llegara algún rumor. Pero ella entra muy a tu honra y a la suya, y esto te lo aseguro.

Por lo tanto, no mires a lo que puedan decir, sino a lo que te toca; quiero decir, a lo que te

beneficia. 24

—Señor —le dije—, yo decidí arrimarme a los buenos. Es verdad que algunos de mis

amigos me han dicho algo de eso. Y más de tres veces me han certificado que mi mujer había

abortado tres veces antes de casarse conmigo. Y con todo respeto, porque está ella delante, 27

dicen que estaba embarazada de Vuestra Merced.

En ese momento mi mujer empezó a soltar tales maldiciones que yo pensé que la casa

se hundía con nosotros. Yo le juré que nunca más en mi vida le mencionaría nada de aquello, y 30

que me alegraba y tenía por bien que ella entrase y saliese, de noche o de día, en casa del

arcipreste, pues estaba seguro de su bondad. Y así quedamos los tres muy conformes.

8 Oficio real: cargo al servicio del rey o del ayuntamiento; funcionario.

9 En la época, no era infrecuente que un clérigo tuviera una amante y la casara con un criado para acallar

los rumores de la gente.

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TEXTO 9 TRATADO VII

Lazarillo de Tormes, obra cumbre de la narrativa española del siglo XVI y primera novela

moderna, termina de esta forma:

Hasta el día de hoy nunca nadie nos ha vuelto a oír discutir sobre el caso a mi

mujer y a mí. Por el contrario, cuando alguno me va a decir algo de ella, le atajo y le

digo: 3

—Mirad, si sois mi amigo, no me digáis nada que me disguste, porque no tengo

por amigo al que me causa pesar. Y menos si me quiere meter mal con mi mujer, que es

la cosa del mundo que más quiero, y la amo más a que a mí mismo, y Dios me hace con 6

ella mil mercedes y más bien del que yo merezco. Que yo juraré sobre la hostia

consagrada que es tan buena mujer como cualquier otra que vive dentro de las murallas

de Toledo. Y el que me diga otra cosa, se habrá de batir a muerte conmigo. 9

Así es que nadie me dice nada, y yo tengo paz en mi casa.

En fin, que ahora estoy en mi prosperidad y en la cumbre de toda buena fortuna.

Teniendo en cuenta tu sagacidad, seguramente te habrás percatado de que los textos 8

y 9 no incluyen actividades. «¡Bravo! —habrás pensado— ¡El maestro nos concede un

respiro! ¡Tres hurras por el maestro!» Nada más lejos de la realidad, pequeño axolotl

confiado.

En grupo, debéis formular las actividades de los textos 8 y 9. Las actividades de cada

uno, por separado. Y sus correspondientes respuestas, claro. Cada miembro del grupo

debe tener sus actividades y sus respuestas en su cuaderno. Además, cada grupo

entregará a su profesor una copia mecanografiada de las actividades resueltas y otra

copia mecanografiada de las actividades sin resolver.

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LA VIDA DE LÁZARO DE TORMES

AMOS

VICIOS O

ENSEÑANZAS

EJEMPLOS

(TEXTO Y LÍNEAS)

TRATADO I: SITUACIÓN INICIAL DE LÁZARO

_____________________________________________________

TRATADO I

__________

TRATADO II

__________

TRATADO III

__________

TRATADO IV

__________

TRATADO V

__________

TRATADO VII: SITUACIÓN FINAL DE LÁZARO

_____________________________________________________

Amo Trabajo Estilo de vidaConsideración

social

EXPLICACIÓN

EJEMPLOS

(TEXTO Y LÍNEAS)

EXPLICACIÓN

ANÁLISIS PERSONAL Y RAZONADO DE LA EVOLUCIÓN DE LÁZARO

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«Me conviene abrir los ojos y estar alerta,

porque estoy solo y tengo que pensar

cómo valerme por mí mismo.» Tratado I

«En fin, que ahora estoy en mi

prosperidad y en la cumbre de toda buena fortuna.»

Tratado VII

DEBATE:

LA VIDA DE LÁZARO DE TORMES A PARTIR DE DOS AFIRMACIONES:

¿EVOLUCIÓN O INVOLUCIÓN?

¿POR QUÉ ESTUDIAMOS LAZARILLO DE TORMES

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