Por Los Siglos de Los Siglos
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Por los siglos de los siglos No había estrellas, alzó la cabeza, y tuvo que inventarle el cielo. Tampoco había agua; se arrojó, y braceó en océanos inventados. Y sin sombra para el descanso, le derramó semillas y lluvia, y los árboles crecieron. Él…, único hombre, pensó… Y tuvo que crearle la mente. Abrió su boca, y en la sonrisa, le esculpió dientes. Tuvo hambre, rasgó la tierra, y le inventó el cultivo. No tenía noción, y lo doto de idea. Enfermó…, y revivió gracias al milagro inventado. Y cuando sintió soledad, la creó a ella. Ya eran dos caminando por el mundo. En sus pasos innovaron la huella, la verdad, los besos y los abrazos. Tuvieron algo por decir; descubrieron las palabras y crecieron sus orejas. Necesitaba ayuda, y él despertó sus manos… Ella fundó el pecado. Él concibió el perdón. Y sobre el contorno de sus labios, el vértigo nació. Había paz…, mucha paz, y en una cueva inventaron la noche. Ella obsequiaba la forma; él, peregrino de sus curvas. Y en alas de cigüeña sucedieron los siglos, Y de personitas, el mundo se llenó. Pero nuestros pasos no alcanzaron sus huellas: De la paz hicimos guerra. De los bosques, tala. De las virtudes, cobardía. Nosotros, seres individualistas entre tanta compañía… Tenemos abrazos y morimos de frío. Tenemos perdón y ejercemos el silencio. Tenemos el fruto y agonizamos de hambre. Tenemos verdad y promulgamos mentiras.
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Por los siglos de los siglos
No haba estrellas, alz la cabeza, y tuvoque inventarle el cielo.Tampoco haba agua; se arroj, y brace en ocanos inventados.Y sin sombra para el descanso, le derram semillas y lluvia, y los rboles crecieron.
l, nico hombre, pensY tuvo que crearle la mente.Abri su boca, y en la sonrisa, le esculpi dientes.Tuvo hambre, rasg la tierra, y le invent el cultivo.No tena nocin, y lo doto de idea.Enferm,y revivi gracias al milagro inventado.Y cuando sinti soledad, la cre a ella.Ya eran dos caminando por el mundo.En sus pasos innovaron la huella, la verdad, los besos y los abrazos.Tuvieron algo por decir;descubrieron las palabras y crecieron sus orejas.Necesitaba ayuda, y l despert sus manosElla fund el pecado. l concibi el perdn.Y sobre el contorno de sus labios, el vrtigo naci.
Haba paz, mucha paz, y en una cueva inventaron la noche.Ella obsequiaba la forma; l, peregrino de sus curvas.Y en alas de cigea sucedieron los siglos,Y de personitas, el mundo se llen.Pero nuestros pasos no alcanzaron sus huellas:De la paz hicimos guerra.De los bosques, tala.De las virtudes, cobarda.
Nosotros, seres individualistas entre tanta compaaTenemos abrazos y morimos de fro.Tenemos perdn y ejercemos el silencio.Tenemos el fruto y agonizamos de hambre.Tenemos verdad y promulgamos mentiras.Tenemos abundancia y ejercemos la avaricia.Tenemos paraso y caminamos por infiernos.Tenemos la ayuda y manos dormidas.Tenemos de sobra y nos sigue faltandoDesde la oscuridad de la cueva, ellos nos preguntan:Qu les est pasando?Y yo, no s qu contestar.
