Politika nº68

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POLITIKA POLITIKA 1 Año V - Edición Digital Nº 68 (01.03.2014) Cuando la verdad sea demasiado débil para defenderse, tendrá que pasar al ataque (Bertolt Brecht) Cumplimiento de los ofertones

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Cumplimiento de los ofertones de campaña

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POLITIKAPOLITIKA 1Año V - Edición Digital Nº 68 (01.03.2014)

Cuando la verdad sea demasiado débil para defenderse, tendrá que pasar al ataque (Bertolt Brecht)

Cumplimiento de los ofertones

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Contrariamente a la percepción común, un régimen de “gobierno representativo” está muy lejos de ser la encarnación de la democracia y de la república. En su libro “Principios del gobierno representativo” (Ed. 2012) Bernard Manin concluye afirmando: “Concebido en opo-sición explícita con la democracia, este régimen pasa hoy día por una de sus formas”.

En virtud de la delicuescencia de la lengua, la negación de la participación ciudadana se adorna con los peren-dengues de la participación popular. Tal vez en ningún sitio tanto como en Chile, donde la decadencia del idio-ma adquiere proporciones gigantescas.

El fenómeno no es nuevo. El cinismo, en la Grecia anti-gua, escupía el conformismo, denunciaba la hipocresía, ignoraba a los poderosos. Hoy día la palabra designa una actitud de frío cálculo y de arrogancia.

La autonomía profesada por Diógenes fue sustituida por el oportunismo, su frugalidad por el egoísmo acu-mulador, su actitud subversiva por el abuso de poder de los autócratas. Estos últimos venden la pomada de la “democracia participativa” para excluirnos de las deci-siones que nos conciernen a todos. Su apostolado para “empo’erar a la gente” esconde el secuestro del poder en beneficio de sus intereses particulares.

No debe sorprender pues que las formas tradicionales de la expresión política conozcan una lenta y progresiva decadencia, que cada vez menos ciudadanos se inte-gren a estructuras políticas que sólo buscan garantizar-le un buen pasar a sus dirigentes, que los electores mo-tivados por las elecciones disminuyan a ojos vista. Las recientes presidenciales son la indesmentible prueba de ese fenómeno.

Los sociólogos constatan que, junto a partidos que pe-riclitan, aumenta la participación ciudadana en movi-mientos sociales, regionales y de protesta generalizada contra el sistema. Participación no siempre suficiente para provocar cambios de fondo, pero cada vez más es-clarecida, decidida y despojada del respeto sacramental que otrora merecía la ‘autoridad’ establecida.

Se diría que la sociedad busca formas de expresión y defensa del interés general que alguna vez pasó por ser el zócalo sobre el cual podía construirse la convivencia democrática.

La involución de las sociedades modernas hacia formas de dominación que se creían definitivamente sobrepa-sadas desde el siglo XVIII es demasiado evidente.

El Foro Económico de Davos, algo inquieto de sus pro-pios excesos, se hizo eco de las denuncias de Oxfam. En su informe, Oxfam no pudo ser más explícita:

“…la mayor parte de la población considera que las leyes están diseñadas para favorecer a los ricos…” “los gobier-nos sirven abrumadoramente a las élites económicas en detrimento de la ciudadanía de a pie.” “…cuando sólo ganan los ricos, es porque las leyes se están empezando a inclinar exclusivamente en favor de sus intereses.” “…la influencia de los grupos acaudalados da lugar a desequi-librios en los derechos y la representación política. Como resultado, esos grupos poderosos secuestran la toma de decisiones de las funciones legislativas y regulatorias.”

Oxfam no descubre la pólvora y hasta podría decirse que –como el 5º regimiento de caballería– llega algo tarde a la batalla. Ya en el siglo XIX un cierto Karl Marx había descrito el Estado como la estructura destinada a proteger los intereses de la clase social dominante.

Marx ni siquiera tenía el mérito de la primicia. En su célebre obra “La Riqueza de las Naciones” (1776) Adam Smith –fundador de la teoría económica capitalista– precisaba con un bello candor:

“El gobierno civil, en cuanto tiene por objetivo la segu-ridad de la propiedad, es instituido en realidad para de-fender a los ricos contra los pobres, o bien, aquellos que tienen alguna propiedad contra aquellos que no tienen ninguna.”

Si los partidos políticos parasitarios siguen controlando los parlamentos y los gobiernos, se debe precisamente a que:

“…la influencia de los grupos acaudalados da lugar a desequilibrios en los derechos y la representación políti-ca. Como resultado, esos grupos poderosos secuestran la toma de decisiones de las funciones legislativas y regula-torias.”

En el siglo XIX Marx y Engels habían ido más lejos, se-ñalando que el Estado no es sino el producto de la irre-conciliable contradicción que hay entre los intereses de la clase dominante y los de las clases dominadas. Como Adam Smith, afirmaban que el Estado no es neutro y sirve en realidad las ansias de lucro y la codicia voraz de quienes manejan la manija. Los partidos políticos para-sitarios forman parte del encatrado.

De ahí que el personal adopte, cada vez más, eso de… “A mí no me representa nadie…”

Para cambiar la Constitución, por ejemplo.

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l“…la mayor parte de la población

considera que las leyes están diseñadas para favorecer a los ricos…”

“...los gobiernos sirven abrumadoramente a las élites

económicas en detrimento de la ciudadanía de a pie.”

“…cuando sólo ganan los ricos, es porque las leyes se están empezando a inclinar exclusivamente en favor de

sus intereses.”

“…la influencia de los grupos acaudalados da lugar a desequilibrios

en los derechos y la representación política.

Como resultado, esos grupos poderosos secuestran la toma de

decisiones de las funciones legislativas y regulatorias.”

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¿Tendrá dueños el mundo?Escribe Aldo Torres Baeza

¿Tendrá dueños el mundo? Un dueño implicaría que alguien haya comprado el mundo, o se apode-ró de él, y nadie, ¡nadie!, se ha apoderado de este mundo. No, eso sí que no. Es pura casualidad que 500 empresas controlen el 52% del producto inter-no bruto mundial. Casualidad.

También es casual que las 3 personas más ricas del mundo posean un patrimonio superior a toda la riqueza de los 40 países más pobres, donde viven alrededor de 600 millones de personas, o que el 20% de la población mundial posea el 80% de toda la riqueza de la Tierra. Es pura casualidad que el volumen de negocios de una empresa como ExxonMobil sea superior al PIB de Austria, o que el de General Motors sea superior al de Dinamarca.

Y bajo este panorama, también es casualidad que los presidentes lleguen a los gobiernos, pero nunca al poder. Temo el día en que estos magnates se sienten en las casas de gobierno, agarren a pa-tadas a los presidentes y, sentados en sus sillas, griten a los cuatro vientos lo que piensan: ¡no ne-cesitamos más a esos mediadores!

Según la FAO, muere un niño cada seis segundos a manos de la desnutrición, ¡100.000 niños en un día!, pero, y he aquí la casual paradoja, la comida alcanza para el doble de la población mundial, entregando 2.700 calorías diarias a un adulto cualquiera. Esto pasa todos los días, a la vuelta del mundo. Y es casualidad que mientras esto suceda, los supermercados de a la vuelta del mundo estén repletos de comida.

La otra cara de esta casualidad dice que “solo en Europa se pierden entre un 30% y un 50% de los alimentos completamente sanos y comestibles a lo largo de todos los eslabones de la cadena agroali-mentaria hasta llegar al consumidor”. Por año, son unos 89 millones de toneladas de comida que la Tierra arroja al tacho universal (mientras la comida colma los basureros, casi 1.000 millones de perso-nas siguen pasando hambre, 3,1 millones de niños se mueren de hambre cada año). 1,4 billones de hectáreas están destinadas a la comida que luego será basura, un 28% de las tierras cultivables a nivel mundial.

Quizás ayude el oferton del 2x1: la mitad del plás-tico al estomago y las arterias, y la otra mitad al tacho de basura. ¿Será que para botar el pan en una parte del mundo, es imperioso que en la otra parte se necesite? ¿Tendrá dueños el mundo? No, claro que no.

Y como no hay dueños en el mundo, todos pueden consumir lo que deseen: es casualidad que si el

mundo entero consumiera como consumen los norteamericanos, necesitaríamos entre 5 y 6 pla-netas igual a este para generar la vida.

Los mismos estadounidenses poseen solo el 5% de la población mundial, sin embargo, consumen el 30% de la energía y, a la vez, desechan el 30% de toda la basura planetaria. Quizás sea yo, pero me revolotea siempre la misma pregunta: ¿quién paga los costos de aquel nivel de vida? ¿Quién arroja el pan que al otro lado se necesita? ¿Que pasaría si todos los chinos repitieran el mismo despilfarro?

Bueno, nos quedarían las estrellas, quizás en Alfa Centauro pudiésemos levantar un campamento. ¿Por qué razón tiritarán las estrellas, de frío o por temor a que algún día las poblemos para llenarlas de humo y cemento?

Nada tiene que ver el desenfrenado ritmo del consumo, o el plástico arrojado a la basura, con que en las últimas 7 décadas trascurridas tras la Segunda Guerra Mundial se hayan consumido más recursos planetarios que en toda la historia de la humanidad, o que en las últimas 3 décadas se haya perdido cerca de la tercera parte de toda la riqueza natural.

Sería por pura casualidad que un día la Tierra diera signos de agotamiento y empezará a derretir su hielo, escupir lava, y empaparnos de ácido. Pero en fin, ya dije que nos quedaban las estrellas si algo así sucediera. ¿Llevaremos los taladros y las pico-tas subterráneas para estrujar las rocas estelares en búsqueda de unas gotitas de petróleo?

No hay dueños en el mundo. Los televisores, que dicen que pensar, se prenden porque sí, y los me-dicamentos, que adormecen el pensar, se meten solitos en el cuerpo, no es que haya un orden inhu-mano que impulse a su consumo. No, nada de eso.

Y también es casualidad que los medios de comu-nicación masivos y los fármacos, dos espléndidas recetas para aguantar la vida, se produzcan solo en una parte del mundo. Si tuviera dueños el mun-do, no necesitaría gente dormida.

Claro que no. En Brave New World, Aldous Huxley relata como el Soma tranquilizaba a los ciudada-nos. 30 años después de escribir su novela, Huxley repasa el libro, y dice: “La religión, según dijo Marx, es el opio del pueblo. En el Mundo Feliz, esta situación quedaba invertida. El opio o, mejor dicho, el Soma era la religión del pueblo. Como la reli-gión, la droga tenía poder para consolar y compen-sar, evoca visiones de otro mundo mejor, ofrecía esperanza, fortalecía la fe y promovía la caridad”.

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Hoy, hemos pasado del opio al acopio (de fármacos) del pueblo. La industria farmacéu-tica, que crece y crece, decora el panorama de Huxley y lo hace casi real: la droga (le-gal) compensa, calma, estimula, adormece.

La gente llena de pastillas sus casas, de los más variados efectos, colores y texturas. Un extraordinario acopio de químicos esperando introducirse en los cerebros y cumplir con su objetivo: pintar mascaras en los rostros evo-cando una falsa y fugaz sensación de paz.

Allá en mis años de mochilero, las manos del destino me estacionaron casi un mes en Bolivia.

Cierto: los bolivianos no conocían el copu-chenterío de Facebook, muy pocos sabían qué era una pantalla Led y de plano no co-nocían los iPhones, pero tampoco conocían la depresión, el estrés ni las canas. Llegué a pensar que eran sabios disfrazados de indí-genas.

¿Tendrá dueños el mundo? Claro que no, es por pura casualidad que el Norte arroje los desperdicios tóxicos al Sur del mundo. No es que este lugar se haya convertido en el basurero de sus dueños. No, nada que ver.

Y también es casual que el mundo se divida en mundos: Primero, Segundo y Tercer Mun-do. Casualidad, pura casualidad.

Esta equivocado el poeta alemán Friedrich Schiller cuando dice que “no existe la casua-lidad, y lo que se nos presenta como azar surge de las fuentes más profundas”. Esto es puro azar.

El azar moldea el Nuevo Orden Mundial, a pesar de que al exconsejero de Seguridad Nacional de EEUU, Zbigniew Brzezinski, le dé por pensar lo contrario:

“la resistencia populista persistente y alta-mente motivada por parte de pueblos políti-camente despiertos e históricamente resen-tidos hacia el control externo demuestra ser cada vez más difícil de suprimir”.

No, señor Brzezinski, los del Sur no estamos resentidos por el saqueo del cual hemos sido víctimas, y no, tampoco hemos despertado.

Así que relájese, señor, duerma tranquilo contando las estrellitas de su bandera, que acá abajo ¿seguiremos confiando en las ca-sualidades?

¿Hay dueños en el mundo? No: eso es una fantasía más de los desconfiados que no creen en las casualidades.

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Sonríe feliz cuando encuentra un cenicero en la sala que la Fundación Rafael del Pino ha habi-litado para las entrevistas de prensa. Fumador empedernido, tiene su pipa (apagada) a mano durante la conversación, en la que muestra una vitalidad inesperada para sus casi noventa años.

Zygmunt Bauman, nacido en Polonia en 1925, reside en el Reino Unido desde 1971, donde fue profesor en la Universidad de Leeds, pero fue a partir de los 90 cuando su obra se popularizó, convirtiéndose en el sociólogo de referencia, gracias a aportaciones conceptuales como socie-dad líquida. Autor prolífico de éxito tardío, ase-gura escribir lo mismo que antes, sólo que ahora se lo publican. España le concedió en 2010 el premio Príncipe de Asturias de Humanidades, exaequo con Alain Touraine.

En su último libro publicado en España, ¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos? (Paidós), Bauman refuta esas tesis populares según las cuales vivimos en un mundo mejor porque hay más riqueza global.

”Podemos valorar cómo está el mundo haciendo una media, pero el ser humano medio no existe, es una ficción estadística. Una investigación muy iluminadora, realizada por Richard Wilkinson y Kate Pickett [editada por Turner en España con el título Desigualdad], muestra cómo la calidad de vida de una sociedad no se mide a través del ingreso medio, sino mediante el grado de desigualdad en los ingresos. El alcoholismo, la violencia, la criminalidad y demás patologías sociales aumentan cuando lo hacen las desigual-dades aunque la riqueza global se incremente”.

Las nuevas generaciones ya no parten de lo logrado por sus padres, sino que tratan de alcanzar las condiciones bajo las que vivie-ron

No nos encontramos en un buen momento, ase-gura el sociólogo, porque estamos de repliegue, regresando a cotas de desequilibrio que creía-mos haber abandonado para siempre. Bauman señala que en los treinta años posteriores a la Segunda Guerra Mundial las políticas estatales intentaron que aumentase la riqueza total, pero también que su distribución alcanzase al mayor número de gente posible, de modo que cada vez más personas pudieran incorporarse a una situa-ción de bienestar. Sin embargo, a partir de los 70, esa tendencia cambió de sentido, acelerán-dose ahora de modo preocupante.

Bauman recurre a palabras del Papa Francisco para señalar cómo esas diferencias en los ingre-sos se han hecho demasiado evidentes: “las ganancias de una minoría están creciendo exponencialmente, lo que provoca que también crezca la brecha que separa a la gran mayoría de la prosperidad que disfrutan esos pocos feli-ces”.

“Nadie se siente seguro hoy. Nadie confía en el porvenir”

Las consecuencias sociales de esa separación son notables. En primera instancia, porque construyen una perspectiva vital radicalmente distinta. Según el autor de La posmodernidad y sus descontentos, en las sociedades de media-dos de siglo XX existía una clase media que mi-raba confiada hacia el futuro, en el cual se veía viviendo mejor, y un menguante proletariado integrado por personas que vivían muy cerca o por debajo de la línea de pobreza. Pero hoy “esa distinción se está borrando. La clase media y los proletarios forman parte ya de una clase conjun-ta, el precariado, gente que no está segura de su futuro. Las leyes del mercado implican que tu compañía pueda ser devorada por otra y tú te vayas a la calle, perdiendo de pronto todo lo ganado en una vida. Nadie se siente seguro hoy. Nadie confía en el porvenir”.

Un ejemplo significativo de esa pérdida de hori-zonte vital aparece en las nuevas generaciones “que son las primeras desde 1950 que no inician su trayectoria a partir de lo logrado por sus pa-dres, sino que están preocupadas tratando de alcanzar y recrear las condiciones bajo las que han vivido. No miran al futuro, están replegadas y a la defensiva, y ese es un cambio muy pode-roso”.

“Es un mundo en el que tu principal objetivo es que no te echen cuando llegue la siguiente ron-da de recortes”.

En segundo lugar, porque una brecha de tal magnitud provoca que la sociedad pierda toda cohesión. El autor de Trabajo, consumismo y nuevos pobres señala que los buenos indicado-res macroeconómicos eran celebrados “porque antes pensábamos que la riqueza que se gene-raba arriba iría filtrándose hacia abajo y acaba-ría beneficiando al conjunto. Pero los nuevos mi-llonarios han construido una barricada respecto del resto de la población. Se han encerrado en el castillo y han levantado los puentes levadizos”.

“Los nuevos ricos se han metido en su castillo y han levantado barricadas”

Entrevista con Zygmunt BaumanPor Esteban Hernández (publicado por El Confidencial-España)

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Esa actitud implica también la ruptura del pacto no escrito según el cual los privilegios conlle-vaban también obligaciones. Ese deber moral que los más favorecidos tenían respecto de las personas que convivían con ellos se concretó en una serie de acciones políticas y empresariales que Bauman ejemplifica en el instante en que Henry Ford, a principios del siglo XX, “dobló el salario a sus trabajadores argumentando con humor que quería tener empleados que pudie-ran comprar los coches que fabricaba. Al hacer eso, consiguió que fueran fieles a su empresa, pero al mismo tiempo estableció una relación de dependencia mutua. Ahora esa relación ha sido cancelada de forma unilateral”.

Ese sentido de la responsabilidad se pierde porque las nuevas élites se han desvinculado de los territorios en los que residen. “Carecen de sentimiento de pertenencia, por lo que no tienen ningún lazo con la que gente que les rodea. Les basta con un portátil para trasladar toda su fortuna a otro país más complaciente…”.

La separación de este deber moral hace las sociedades mucho más inhóspitas, ya que los lazos sociales se rompen inevitablemente cuando el objetivo pasa a ser la mera supervivencia. “Hemos entrado en un mundo sin piedad en el que tienes que demostrar a tu jefe que eres irremplazable, y donde tu principal objetivo es que no te echen cuando llegue la siguiente ronda de recortes”. En ese contexto, también las posibilidades de resistencia se debilitan, “porque cuando rebelarte sólo conlleva que te despidan y hacer huelga sólo provoca que los dueños cierren la empresa y se la lleven a un país en el que los sueldos son muy bajos, es más que probable que nadie se movilice”.

Vivimos un gran divorcio entre el poder y la políticaEsta situación de manos atadas que vivimos en lo laboral es una característica que define plenamente a nuestras sociedades, en las que el gran problema ha pa-sado de ser ‘qué podemos hacer’ a ‘quién va a hacerlo’. Según Bauman, nos metemos con los políticos diciendo que son corruptos, que no tienen corazón o que sólo se

preocupan de su propia agenda, pero aunque fueran honestos y sabios seguirían teniendo que enfrentarse a lo que Gregory Bateson llamó doble vínculo, un manda-to en el que deben realizarse dos órdenes contradicto-rias al mismo tiempo.

Por una parte, “los políticos saben que tienen que so-meterse a la reelección, y por tanto deben escuchar a la gente y prometerles aquello que les piden, pero por otro tienen que lidiar con ese estrato que Manuel Castells llamó espacio de los flujos, donde habitan desde el capital financiero hasta las mafias, y que resiste muy fácilmente a los poderes locales. Si no hacen lo que quieren, se mar-chan a otro sitio más hospitalario. Si los políticos siguen el deseo de sus votantes, serán reelegidos, pero no podrán

llevar a cabo lo que prometieron; si se someten a lo que se les pide desde este poder transnacional, serán alabados, pero no reelegidos. Tienen que reconciliar lo irreconcilia-ble”.

Según Bauman, hace treinta años, los gobiernos nacio-nales tenían en sus manos los resortes necesarios para activar las políticas que decidían.

Hoy sin embargo, “vivimos un divorcio entre el poder y la política. Ésta se mantiene local, igual que en siglo XX, mientras que el poder real, el que se reside en los flujos, es extraterritorial. Los estados fueron creados para que las naciones controlaran sus propios destinos, pero ahora no están preparados para manejar la nueva situación”.

La clase media y los proleta-rios forman parte ya de una clase conjunta, el precariado, gente que no está segura de su futuro.C

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Venezuela apasiona. Del papel al internet, reportajes televisivos o relatos radiofónicos, la nación de Bolívar hace noticia. Los actuales acontecimientos en Caracas no escapan a esta regla ya bien establecida en las salas de redac-ción.

Extraño entusiasmo mediático que vilipendia con demasiada frecuencia el gobierno vene-zolano desde que este último, sostenido por una mayoría de electores, aficha el color del rojo. Venezuela no es un paraíso. Nadie es tan estúpido como para pensarlo. El proceso que se desarrolla desde la elección del fallecido presidente Hugo Chávez en 1998, como todo proceso político, es criticable en muchos sentidos. También está dotado de grandes transformaciones que han constituido tanto rupturas como progreso en el plan social o educativo.

¿Por qué ocultarlo hasta el punto de ver en el noticiero de las 8 pm de la televisión pública francesa a un periodista obligado de presentar excusas luego de la difusión de un reportaje sobre Venezuela lleno de mentiras?

Las embestidas de los medios de comunica-ción fueron mucho menos virulentas contra los gobiernos llamados de Punto Fijo, cuando los socialdemócratas y los demócratacristia-nos se repartían los puestos después de haber traficado los votos.

En ese momento, los venezolanos, hambrea-dos por los planes de ajuste estructural del FMI, habían descendido masivamente a la ca-lle. La represión había hecho entonces 3.000 muertos.

El tema anti «revolución bolivariana», este culebrón

Los Estados Unidos, que dicen estar «profun-damente preocupados» por «las tensiones y la violencia» en curso, se apresuraron en 2002 a felicitar a los autores del golpe de estado con-tra Hugo Chávez.

¡La gran mayoría de los medios de comunica-ción les había seguido el ejemplo, ofreciéndo-les una legitimidad a los golpistas!

Las campañas anti-revolución bolivariana son recurrentes: un “marronnier” (un castaño), como se dice en la jerga periodista francesa.

Los ejemplos cunden como los calificativos contra Hugo Chávez, reducido al rango de dictador. Pero, ¿quién puede decentemente callar que ganó una quincena de elecciones libres y transparentes?

Su popularidad hace palidecer a más de un jefe de Estado supuestamente más respetable por estar en la corriente dominante, y sigue muy viva en la gran mayoría de los venezo-lanos. Tergiversar los hechos es despreciar la ética profesional. Y alimentar el descrédito del que (ya) sufren los medios de comunicación.

El fundador de un diario vespertino dijo: «¡La objetividad no existe! ¡La honestidad, sí!» No fue Jean Jaurès (*).

(*) Palabras de Hubert Beuve-Méry, fundador del diario Le Monde. Jean Jaurès fue el fun-dador del diario socialista y luego comunista L’Humanité [NdT]

Venezuela: cuando la “objetividad” periodística se pierde en los callejones de Caracas

Escribe Cathy Ceïbe - periodista francesa - Traducción de María Piedad Ossaba (Tlaxcala)

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¡El neoliberalismo es una «reliquia bárbara»!Escribe Michel Santi

Economista, autor de “Europa, crónica de un fiasco político y económico” y de“Capitalismo sin consciencia” Su última obra es “Esplendores y miserias del liberalismo”

Publicado por el diario financiero parisino La Tribune. Traducción de Luis Casado - Tlaxcala.

Algún día la teoría económica chamánica que enseñan en las universidades - de Harvard a la Facultad de Economía

y Negocios de la Universidad de Chile - pasará a la historia como lo que es: un sartal de dogmas proferidos por economistas tarifados al servicio de intereses financieros inconfesables.

Entretanto, el ‘discurso único’ sufre embate tras embate, y sus peores derrotas vienen del desastre económico planetario

que contribuyó a generar.

Algunas voces se alzan para recordar que la razón, la inteligencia, y hasta algo de ciencia, existieron en una disciplina que

recibe el fraude del “premio Nobel de economía” que, como todos saben, no existe.

Entre esas voces, la de Michel Santi, que publica en diarios financieros y semanarios generalistas en Europa.

Ofrecemos aquí una de sus últimas notas, cuyo tema y contenido merecen ser conocidos no sólo por los economistas sino

también por el ciudadano de a pie que paga las consecuencias de la locura y la insensatez de los neoliberales.

Los dogmas –como los prejuicios– hacen estragos en la sociedad y, se debiese agregar, en las economías. ¿La austeridad y la ortodoxia presupuestaria no son consideradas como verdades reveladas por los mis-mos que parten del principio –intocable– según el cual las recesiones y un alto desempleo son el precio a pagar para alcanzar el sacrosanto equilibrio de las cuentas públicas?

Confortados por la inmensa mayoría de los econo-mistas y por el mundillo académico, la casi totalidad de nuestros responsables políticos y económicos sólo tienen ojos para esta doctrina neoliberal, y des-precio hacia los neo-keynesianos y otros progresistas que operan una distinción neta entre el Presupuesto de un Estado soberano… y el presupuesto de un hogar.

Aplicados de manera idiota y a la letra, los dogmas son a menudo crueles y destructores. Qué importa: nuestros políticos, como nuestras elites intelectua-les, imponen el rigor con la misma alegría con la que los apotecarios de antaño practicaban los sangra-mientos.

¡Nuestros nuevos charlatanes prescriben hoy día cada vez más y más austeridad a ciudadanos ya aho-gados por la recesión!

Es – ¡habrase visto! – notable que estos fanáticos hayan consolidado aún más su control sobre nuestro sistema, cuando es precisamente su creencia neoli-beral la que precipitó nuestras economías al abismo. Consagrando al mismo tiempo la corrupción y el capitalismo salvaje en el capítulo de las divinidades.

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¿No es lamentable que aquellos que hasta ayer reivindicaban estar por el crecimiento y el empleo se hayan transformado hoy día en ardientes defen-sores de “la sangre y las lágrimas?”. Del credo del equilibrio presupuestario – calificado religiosamente de “regla de oro” – recitado incansablemente por el actual ejecutivo “socialista” (el gobierno de François Hollande. NdT), a las dramáticas consecuencias de las reducciones de los gastos presupuestarios en la economía francesa, fatalmente condenada a enco-ger. Pasando por el acto de contrición del Presidente de la República, que consagra nuestra sumisión ab-soluta y definitiva a una ortodoxia que ahora reina sin contrapeso.

El lavado de cerebro emprendido por la secta neo-liberal ha sido globalmente coronado por el éxito, puesto que incluso la izquierda francesa sigue sus pasos. Secta que, siguiendo el ejemplo de los fanáti-cos religiosos, rehúsa categóricamente someterse a la evidencia según la cual una nación soberana, que emite una moneda soberana (intercambiable libre-mente en los mercados), no está sometida en ningún modo a acreedores que pudiesen especular con sus gastos de financiamiento. Puesto que una nación soberana y dirigentes dignos de ese nombre pueden – y deben – gastar más de lo que permiten sus ingre-sos, si su objetivo es el de yugular la recesión.

¿Sabe el descalabrado ciudadano que a un banco central le basta con pulsar un botón para creditar al-gunas cuentas, crear moneda, con el doble objetivo de resucitar su economía y proteger a su población del tormento de los mercados financieros?

¿Quién se ha tomado la pena de explicarle al des-empleado sin derechos que un país con moneda soberana puede mantener déficits presupuestarios sobre períodos extremadamente largos, sin impacto negativo sobre su crecimiento económico?

El asalariado que lucha cotidianamente para asegu-rar la subsistencia de su familia se indignaría si supie-se que la austeridad (que él es el primero en sufrir) no hace sino agravar la recesión económica.

Puesto que, como decía el economista Irving Fisher, en el marco de una recesión: “mientras más pagan (su deuda) los deudores, más dinero deben”. Una nación y un hogar deben pues aplicar estrategias diametralmente opuestas cuando sus ingresos caen: mientras que la reducción del gasto del individuo tie-ne un efecto despreciable en la economía de su país, la reducción del tren de vida del sector público tiene un impacto desastroso tanto sobre el sector privado como sobre el consumo.

¡Toda otra estrategia está condenada al fracaso, a pesar de las declaraciones teñidas de conmiseración de los doctrinarios neoliberales que explican que la economía de la Unión Europea se agrava por no haber optado por aún más rigor, y por no haberlo prescrito suficientemente temprano!

Son pues dos visiones del mundo que se afrontan: sangrar aún más a un paciente moribundo o enviar al diablo a los neoliberales y su “superstición”, para retomar la expresión de Paul Samuelson, premio Nobel de economía, que calificaba así la postura que consiste en obstinarse en equilibrar el presupuesto de un país.

No: los EEUU, Gran Bretaña y Japón – que disponen de una moneda que pueden imprimir cuando les da la gana – no han sufrido la escalada de los gastos de financiamiento de su deuda pública. Sí: el nivel de desempleo en los EEUU está en neta disminución como resultado de los estímulos utilizados. Y, sí: el relance de la economía estadounidense y la reduc-ción de su desempleo habrían sido netamente más espectaculares si esos estímulos hubiesen sido más generosos, como preconizaban los neo-keynesianos.

Finalmente, sí: a pesar de la masiva creación mone-taria que tuvo lugar en los EEUU (con los programas QE1, QE2, QE3 y la operación “Twist”), el déficit pre-supuestario americano se ha reducido estos últimos tres años a un ritmo sin precedente desde el fin de la segunda Guerra Mundial.

Las economías presupuestarias realizadas por la ad-ministración Obama permitirán incluso la drástica reducción de la deuda federal que debiese caer a un 83% del PIB en el horizonte 2022.

Después de haber inflado múltiples burbujas especu-lativas desde mediados de los años 1980, la ideología neoliberal arrasa ahora Europa, imponiendo a través del continente el fuego de la austeridad y la locura destructora de los equilibrios presupuestarios.

Hay que rehusar claramente esos programas insen-satos, como es imperativo oponerse a toda reduc-ción del gasto social, reducción cuya eficacia ha sido sistemáticamente desmentida por la realidad.

El Estado debe mostrarse generoso e invertir en su propia economía – ¡o sea aumentar los déficits! – mientras perdure el contexto recesivo.

No se equivoque, porque, detrás de este debate téc-nico, se disimula una batalla mucho más significati-va: la elección de un tipo de sociedad.

La economía debe transformarse en un sistema so-cial al servicio del ciudadano. Y el dinero en un simple instrumento puesto a disposición de ese sistema, instrumento dosificado con la única preocupación de la prosperidad colectiva.

He ahí por qué – hoy en día – el neoliberalismo no es sino una “reliquia bárbara” (*).

(*) John Maynard Keynes, en un artículo titulado “A tract on Monetary Reform”, publicado en Londres en 1923, calificó de “reliquia bárbara” el oro y por vía de consecuencia condenó el padrón-oro. D

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POLITIKAPOLITIKA12 Año V - Edición Digital Nº 68 (01.03.2014)

A 80 años del asesinato de SandinoEscribe Roberto Pizarro

El 21 de febrero se cumplieron ochenta años de la muerte de Augusto Cesar Sandino, el general de hombres libres. La trascendencia de su vida para Nicaragua y América Latina lo hace merecedor a un modesto reconocimiento.

El Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, for-mado y encabezado por el General Sandino, libró una guerra de seis años para expulsar de Nicaragua al poderoso ejército de los Estados Unidos. Su lu-cha culminó exitosamente el 1o. de enero de 1933. Los invasores norteamericanos debieron retirarse con la cola entre las piernas. La energía desplegada por Sandino para desafiar la agresión y en defensa de la autonomía y dignidad de su patria le significó el apoyo de notables personalidades a nivel mun-dial y latinoamericano: Henri Barbusse, Haya de la Torre, Gabriela Mistral, Alfredo Palacios, entre otros.

Cuando el General Moncada, jefe de los liberales, le preguntó a Sandino quien le había dado el título de general, éste le respondió: mis hombres, señor. Y sus hombres eran un puñado de desarrapados, obreros y campesinos, los que se enfrentaron con machetes y viejos fusiles a la mejor tecnología mi-litar de la época. Razón de sobra existía, entonces, para calificar a los soldados de Sandino como de “pequeño ejército loco”, como lo hizo nuestra poe-tisa Gabriela Mistral. Un año después del triunfo de Sandino vino la trai-ción. La noche del 21 de febrero de 1934 momentos después que Sandino se había reunido con el Presidente Sacasa para finalizar las negociaciones de paz entre las fuerzas políticas de Nicaragua lo detuvo una patrulla de la Guardia Nacional. Allí, sin más trámite, se cumplieron las instrucciones de Anastasio Somoza de fusilar al héroe nicaragüense, junto a sus dos lugartenientes: Estrada y Umanzor. Los norteamericanos derrotados utilizaban a su esbirro para vengarse del patriota latinoamericano. A los 38 años de edad, terminaba abruptamente la vida de uno de los hombres, que junto con Bolívar, le ha regalado más dignidad a América Latina. Por su parte Somoza inauguraría una de las dictaduras más longevas de América Latina.

Gabriela Mistral, destacada por el propio General Sandino como la abanderada intelectual femenina del Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional expresó su admiración al patriota nicaragüense al señalar:

“Sandino carga sobre sus hombros vigorosos de hombre rústico, sobre su espalda viril de herrero o forjador, con la honra de todos nosotros. Gracias a él la derrota nicaragüense será un duelo y no una vergüenza.”

Es notable que el artesano rústico, sin mayor for-mación intelectual, elaborara todo un pensamiento

político, recogido en abundantes cartas y mani-fiestos, dirigidas a los agresores, a políticos nicara-güenses y a personalidades de todo el mundo.

De su pensamiento político se destaca el “Proyec-to que el Ejercito Defensor de la Soberanía Nacio-nal presenta el 20 de mayor de 1929 a los Gobier-nos de los Veintiún Estados Latinoamericanos”. En 44 puntos Sandino propone la integración política y económica de la región, llamando la atención:

a.- El rechazo a la doctrina Monroe.b.- El establecimiento de la ciudadanía latinoameri-canac.- La constitución de la Corte de Justicia latinoa-mericana, como instancia arbitral para resolver los conflictos intrarregionales. d.- La formación de un ejército para defender la soberanía regional.e.- La compra, mediante un Comité de Banqueros Latinoamericanos, de los bienes controlados por los Estados Unidos sobre el canal de Panamá, que-dando éste bajo dominio absoluto de la Nacionali-dad Latinoamericana. f.- La unificación de las tarifas aduaneras de los veintiún estados frente al exterior, con un descuen-to del 25% para el comercio intrarregional, mien-tras que todas las expresiones de la cultura y las ciencias deberían tener franquicia absoluta entre los estados latinoamericanos.

Su actualidad es indiscutible. Con esta propuesta el general Sandino daba continuidad al pensamiento de Bolívar, adecuándolo a las realidades de los años veinte y a las exigencias de defender la soberanía de América Latina frente a la Doctrina Monroe.

Los que creemos que América Latina es una, dentro de su diversidad, reconocemos en Sandino una inspiración indispensable, aún cuando las realida-des de hoy se diferencien de las existentes en los años veinte. Desde luego, en este siglo la apertura al mundo se ha convertido en una realidad insosla-yable, con impactos abrumadores sobre nuestras sociedades.

Por ello, trabajar en favor de la convergencia eco-nómica latinoamericana, con una efectiva coordi-nación política y asegurando la defensa de nuestra cultura constituye uno de los más serios compromi-sos para afirmar la identidad regional.

Es precisamente la unidad latinoamericana, en la que creyeron Bolívar y Sandino, el verdadero sello de garantía para avanzar en nuestro desarrollo con autonomía y dignidad.

Recordar al general de hombres libres, Augusto Cesar Sandino, es colocar en la agenda regional la necesidad urgente de la integración regional, hoy día vulnerada y dividida por intereses económicos y políticos ajenos a la región. N

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POLITIKAPOLITIKA 13Año V - Edición Digital Nº 68 (01.03.2014)

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se enterraronlas cruces, se gastaroninválidas, profesionales.Llegó el dólar de dientes agresivosa morder territorio,en la garganta pastoril de América.Agarró Panamá con fauces duras,hundió en la tierra fresca sus colmillos,chapoteó en barro, whisky, sangre,y juró un Presidente con levita:«Sea con nosotros el sobornode cada día.»Luego, llegó el acero,y el canal dividió las residencias,aquí los amos, allí la servidumbre.Corrieron hacia Nicaragua.Bajaron, vestidos de blanco,tirando dólares y tiros.Pero allí surgió un capitánque dijo: «No, aquí no ponestus concesiones, tu botella.»Le prometieron un retratode Presidente, con guantes,banda terciada y zapatitosde charol recién adquiridos.Sandino se quitó las botas,se hundió en los trémulos pantanos,se terció la banda mojadade la libertad en la selva,y, tiro a tiro, respondióa los «civilizadores.»La furia norteamericanafue indecible: documentadosembajadores convencieronal mundo que su amor eraNicaragua, que alguna vezel orden debía llegara sus entrañas soñolientas.Sandino colgó a los intrusos.Los héroes de Wall Streetfueron comidos por la ciénaga,un relámpago los mataba,más de un machete los seguía,una soga los despertabacomo una serpiente en la noche,y colgando de un árbol eranacarreados lentamentepor coleópteros azulesenredaderas devorantes.

Sandino estaba en el silencio,en la Plaza del Pueblo, en todaspartes estaba Sandino,matando norteamericanos,ajusticiando invasores.Y cuando vino la aviación,la ofensiva de los ejércitosacorazados, la incisiónde aplastadores poderíos,Sandino, con sus guerrilleros,como un espectro de la selva,era un árbol que se enroscabao una tortuga que dormíao un río que se deslizaba.Pero árbol, tortuga, corrientefueron la muerte vengadora,fueron sistemas de la selva,mortales síntomas de araña.(En 1948un guerrillerode Grecia, columna de Esparta,fue la urna de luz atacadapor los mercenarios del dólar.Desde los montes echó fuegosobre los pulpos de Chicago,y como Sandino, el valientede Nicaragua, fue llamado«bandolero de las montañas.»)Pero cuando fuego, sangrey dólar no destruyeronla torre altiva de Sandino,los guerreros de Wall Streethicieron la paz, invitarona celebrarla al guerrillero,y un traidor recién alquiladole disparó su carabina.Se llama Somoza. Hasta hoyestá reinando en Nicaragua:los treinta dólares crecierony aumentaron en su barriga.Ésta es la historia de Sandino,capitán de Nicaragua,encarnación desgarradorade nuestra arena traicionada,dividida y acometida,martirizada y saqueada.

Pablo NerudaSandino - “Aquel hombre”

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POLITIKAPOLITIKA14 Año V - Edición Digital Nº 68 (01.03.2014)

La situación económica de VenezuelaEscribe Jacques Sapir

Traducción de Luis Casado - Tlaxcala

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Como ocurrió con el gobierno del presidente Salvador Allende, la oposición venezolana y sus inspiradores de Washington

utilizan la agresión económica para prepararle el camino al golpismo y a la dictadura.

Las torpezas y errores de la llamada Revolución Bolivariana, por involuntarios que sean, facilitan el

trabajo de sus enemigos y la generación de un ambiente de histeria “anti-chavista”.

La iniciativa de Nicolás Maduro de confiarle al reputado

economista francés Jacques Sapir una evaluación de la situación económica venezolana, y su autorización para que sus reflexiones

sean publicadas, dan cuenta de una voluntad de transparencia que le honra.

Ninguno de los críticos de la Revolución Bolivariana,

ni el FMI, ni el gobierno de los EEUU, ni CNN -que se ofusca de un pretendido espionaje

cubano en Venezuela olvidando que su propio gobierno espía a todo el mundo incluso a sus aliados- han dado nunca la prueba

de su propia transparencia.

Las reflexiones de Jacques Sapir, cuya reputación y erudiciónestán muy por encima de la mediocridad a que nos tiene

acostumbrados el FMI, señalan que hay tareas urgentes para la dirección de la Revolución Bolivariana.

Y que el “socialismo del Siglo XXI” necesita poner los pies en la tierra para transformarse en realidad.

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POLITIKAPOLITIKA 15Año V - Edición Digital Nº 68 (01.03.2014)

La situación de la economía de Venezuela en el otoño de 2013

Venezuela confronta hoy una crisis económica mayor, en una situación en la que la burguesía no ha abandonado su objetivo de derrocamiento del poder bolivariano. Una estabilización de la situación económica se impone, pero no bastará para resolver los problemas que se plantean hoy en día.

Es pues necesario considerar aquí una serie de medidas. A la estabilización inmediata, que pue-de ser obtenida con medidas administrativas, se agrega la necesidad de una estabilización más durablemente enraizada en las lógicas econó-micas. Pero esta estabilización económica no tiene ningún sentido en sí misma. Ella sólo tiene sentido si permite la instalación de un modelo de desarrollo que responda a los objetivos a largo plazo de la Revolución Bolivariana. Es en esta lógica de una secuencia de medidas, de corto y de argo plazo, que hay que leer la pre-sente nota.

1.- El gobierno de Venezuela está actualmente confrontado à una desestabilización económica políticamente explotada por la oposición, que utiliza métodos no democráticos para agravar la situación económica. En esta situación difícil, el Presidente Nicolás Maduro ha tomado las medidas que se imponían para hacerle frente a esta empresa de desestabilización. Las medidas tomadas o anunciadas serán eficaces durante un

período de 1 a 3 meses. No obstante, perderán luego su eficacia y traerán efectos perversos que se profundizarán con el tiempo. La desestabiliza-ción macroeconómica data en realidad del otoño 2012. Fue ella la que suministró el contexto a las maniobras no democráticas de la oposición. Es este contexto el que conviene tratar si se desea retirar a la oposición sus medios de acción. 2.- El nudo del problema proviene de la diferen-cia creciente que existe entre el nivel de la tasa de cambio oficial (o ‘administrativo’) y la tasa de cambio “de la calle”. Esta diferencia, relativa-mente baja durante largo tiempo, comenzó a ampliarse a partir del 2010. La diferencia de tasas de cambio llegó a ser verdaderamente explosiva en el otoño de 2012. En esta situación, con una diferencia entre las dos tasas de cambio que alcanza ahora 9/1, las actividades económicas son durable y profundamente deformadas. La especulación de los agentes privados con las tasas de cambio afecta a todos los sectores de actividad y llega a ser una fuente mayor de enri-quecimiento para una pequeña minoría. El hecho que las actividades económicas se orienten en torno a la diferencia de dos tasas de cambio es también una fuente suplementaria de ampliación de la diferencia, puesto que se traduce por un aumento del monto en bolívares que alimentan la tasa de cambio “de la calle”. Todo eso produce un debilitamiento profundo de la confianza del pueblo venezolano en su moneda, lo que tiene consecuencias económicas, políticas y psicológi-cas que son potencialmente dramáticas.

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La situación económica de Venezuela está marcada por una serie de provocaciones de las fuerzas de la oposición que buscan cuestionar en la calle el resultado de los diferentes escrutinios de 2013. Pero esto también es posible en razón de una deterio-ración de la situación económica, sensible desde principios del otoño de 2012. Invitado por el gobierno de Venezuela, hice una misión a principios del mes noviem-bre del 2013, luego de la cual redacté la siguiente nota para el gobierno. Las autori-dades de Venezuela me autorizaron a publicarla. Debo señalar que estas líneas son de mi exclusiva responsabilidad y en ningún caso comprometen al gobierno de Vene-zuela, al que le agradezco su confianza y la amplitud de la documentación recibida.

Jacques Sapir - 18 de febrero 2014

Evolución de las dostasas de cambio

Fuente: Banco Centralde Venezuela

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POLITIKAPOLITIKA16 Año V - Edición Digital Nº 68 (01.03.2014)

3. Las causas de la diferencia entre las dos ta-sas de cambio pueden ser identificadas. Ellas son de dos órdenes. Estructuralmente, la política del crédito, impuesta por la crisis y necesaria al desa-rrollo del país, trajo consigo un primer patinazo, sensible a partir de 2010. La ineficacia de ciertas inversiones vino entonces a agravar el problema. Pero, coyunturalmente, la causa de la desestabili-zación masiva observada desde el otoño 2012 es el financiamiento de PDVSA por el Banco Cen-tral. Hay que agregar que este financiamiento era necesario habida cuenta de una situación en que

PDVSA debía vender las divisas producto de sus ingresos a la tasa oficial, pero se veía obligada a pagar sus proveedores que le facturaban sus ser-vicios y sus productos a “la tasa de la calle”. A eso hay que agregar un comportamiento psicológico de la población, inquieta y desamparada por la enfermedad y la muerte del presidente Chávez y que busca acumular bienes de consumo como medio de preservar sus ahorros. La existencia misma de estas dos tasas de cambio es la vez una causa y un síntoma de la desestabilización de la economía.

4.- El problema se concentra pues en la política adoptada por el gobierno para controlar la tasa de cambio. Hoy día hay que constatar la inefica-cia creciente de los métodos administrativos y pasar a una política en la que la tasa de cambio será regulada por métodos indirectos. Conviene organizar, desde principios del 2014, un “merca-do” de cambios que sea único y en el cual TODOS los agentes, empresas y personas privadas (por intermedio de los bancos), podrán comprar y vender bolívares y divisas. Desde luego la tasa de cambio será regulada por el gobierno a través de acciones del Banco Central, y no abandonada a las libres fuerzas del mercado (y potencialmente de la especulación). El Banco Central podrá pesar sobre la oferta de divisas comprando o vendiendo divisas (haciendo fluctuar el monto de las reservas de cambio), y también sobre la demanda, imponiéndole a los operadores que intervengan a partir de una cuenta en el Banco Central, e instituyendo sobre esa cuenta una tasa de interés variable y reservas obligatorias que hagan más o menos onerosa la compra de divisas.Puntualicemos aquí que es posible darle ventajas a un sector (por ejemplo las importaciones de bienes alimentarios o la de piezas de recambio para la industria y la agricultura), fijando niveles de tasas y de reservas obligatorias diferentes según el sector de actividad de las empresas. Sin embargo, no es deseable multiplicar los regí-menes de favor si se desea conservar el control sobre la política de la tasa de cambio. Esta tasa única será necesariamente mucho más baja que la tasa “de la calle” actual, pero más elevada que la tasa “oficial”. Elle le pondrá fin a la existencia de fraudes y diferentes especulaciones sobre la doble tasa de cambio que se conoce en la actualidad –que mina la estabilidad política de la sociedad al tiempo que deforma la naturaleza de las actividades económicas– y le pondrá fin tanto a la penuria como al contrabando que existe ac-tualmente en razón de la doble tasa de cambio.

5.- En este contexto, es importante compensar a los hogares más frágiles o a aquellos cuyas nece-sidades no pueden ser cubiertas por sus ingresos. La tasa de cambio única implicará un aumento de precios con relación al nivel teórico en que estos están definidos por la tasa de cambio “oficial”.

Será necesario implementar un suplemento de ingresos en beneficio de los hogares más modes-tos, cuya amplitud será progresivamente decre-ciente en función del ingreso real. El principio de subvención a las personas, y no al producto, es un sistema que permite una mejor justicia social y que se aparenta a un impuesto negativo en be-neficio que aquellos que más lo necesitan. 6. Para ser eficaz, este sistema implica la re-organización de las instituciones existentes y un reforzamiento de los poderes de la aduana y un control importante sobre el sistema bancario. Es importante que las transacciones de import-export sean controladas con el fin de asegurar que no hay fraude en cuanto a la realidad de es-tas transacciones o sobre su fecha de realización. Así, un importador no debería poder comprar di-visas sino de 24 a 48 horas antes de la operación para la cual las necesita. Del mismo modo, un exportador debería ser obligado a repatriar sus divisas dentro de las 24 horas después del pago.

Es la razón por la cual el papel de las aduanas en la estabilidad del sistema es particularmente im-portante. Pero también conviene que los bancos que tienen las cuentas de las empresas (cuentas corrientes) y que acordarán los préstamos (con el Banco Central) en vistas de la compra de divisas estén bajo control público par asegurar la transparencia más eficaz de los mecanismos bancarios. Más generalmente, habrá que mejorar la trans-parencia de las operaciones tanto aduaneras como bancarias para que el control público será realmente eficaz. E

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POLITIKAPOLITIKA 17Año V - Edición Digital Nº 68 (01.03.2014)

7.- La unificación de la tasa de cambio corres-ponde al objetivo clara y justamente afirmado por el presidente Nicolás Maduro de reforzar el valor del bolívar. Es un punto importante y sobre el cual no se puede sino saludar la lucidez del presidente. En efecto, el debilitamiento de la moneda, como el que tuvo lugar por el doble sistema de cambio, es malo económica, política y socialmente.

Económicamente, ese debilitamiento provoca el rechazo de la acumulación y de la inversión en provecho de operaciones a corto plazo y del consumo. Políticamente, la incertidumbre creciente ligada a la incertidumbre originada por el debilitamien-to monetario engendra preferencias colectivas inestables y hace bascular el país al dominio de las emociones en detrimento de decisiones más razonadas.

Socialmente, es claro que el debilitamiento monetario tiene consecuencias diferentes, en función de las clases sociales. Las clases popula-res son las más afectadas por el debilitamiento monetario. Razón por la que es necesario concebir la unifi-cación de las tasas de cambio como una medida de justicia social, de estabilización política y de eficacia económica materializando el necesario reforzamiento del bolívar.

8.- La desestabilización económica es también el producto de una situación en la que los agentes tienen poca incitación para el ahorro. Eso tiene consecuencias evidentes sobre el exceso de liquidez que se conoce actualmente. Es urgente pensar sistemas que inciten la población a aho-rrar, y en particular mecanismos de ahorro para la vivienda que podrían permitir la esterilización de una parte de la liquidez en posesión de la po-blación.

No obstante, esto implica cuestionar el princi-pio de la vivienda gratuita (o casi gratuita) qua parece dominar la política gubernamental en el ámbito de la construcción. Si no se avanza en esta dirección, la única solución consistiría en pagarle al ahorro tasas de interés muy elevadas, con la consecuencia de costos muy elevados para el Estado.

Se impone un sistema de alquiler a prorrata del salario (de 10% a 15% del salario en función de su monto), y una parte de esos alquileres podría ser pagado por adelantado por un ahorro constituido en un período de tres a cinco años y que le abriría el derecho a una familia de ocupar esa vivienda. Se ve que esto replantea la cuestión de la gratui-dad. 9.- Más allá de la unificación de las tasas de cambio se plantea el problema de la reforma del sistema fiscal venezolano y del sistema de sub-venciones. Los dos problemas están en realidad estrechamente ligados. El actual sistema de sub-venciones es en realidad un sistema fiscal en ne-gativo. Pero, es un sistema fundado en la gratui-dad o la casi gratuidad de ciertos bienes, y cuyas injusticias son numerosas. Cuando el consumo de

un bien o de un servicio no tiene –o tiene pocos– efectos sobre el prójimo, más vale subvencionar al consumidor que el producto. Inversamente, cuando un consumo tiene efectos importantes sobre terceros (como en el caso de la salud o de la educación), la gratuidad o la subvención del bien o del servicio se justifica plenamente.

Recordaremos a este respecto la definición marxista del socialismo «a cada cual según su tra-bajo» y que no implica ningún sesgo a favor de la gratuidad.

Importa pues hacer una selección entre lo que debe ser gratuito (o casi gratuito) y lo que debe ser pagado a su costo (al menos el precio de cos-to), aun cuando algunos consumidores deban ser subvencionados.

Importa también replantear todo el sistema impositivo. La presión fiscal es muy baja. Eso sig-nifica que hay mucha distribución y poca redistri-bución. Ahora bien, la redistribución es necesaria si se quiere desarrollar una economía orientada al futuro.

Hay que subrayar aquí que la carga impositiva en Rusia (cuya economía presenta similitudes con la de Venezuela) es de 22 a 25% del PIB, mientras que esa tasa es de un 13% en Venezuela.

Se ve que hay espacio, y que la presión fiscal pue-de ser progresivamente aumentada, con el fin de financiar los flujos de redistribución.

10.- La combinación de la unificación de las tasas de cambio, y por ende de reforzamiento del bolívar, la implementación de sistemas de incitación al ahorro y de una importante reforma del sistema impositivo y del sistema de subven-ciones, permitirá crear un contexto que facilite el desarrollo de la economía.

Este último deberá ser el producto de la com-binación de iniciativas privadas y de iniciativas públicas.

11.- Conviene retomar, mejorando su eficacia, la política de desarrollo de la agricultura.

Por otra parte, habida cuenta del nivel relativa-mente elevado de los salarios en Venezuela con relación a sus vecinos (nivel que se debe al casi pleno empleo, pero también a la tasa de cambio), conviene desarrollar actividades de (relativamen-te) alto valor agregado.

Esto implica un apoyo particular a la innovación. También una reforma de la enseñanza superior y secundaria, reforzando la enseñanza científica y técnica, y el desarrollo de redes especializadas en la formación de técnicos y de ingenieros.

Fundamentalmente, el gobierno debe consagrar-se a estas reformas desde inicios del año 2014. Debe anunciar la validez de los objetivos de la Revolución Bolivariana pero indicando que se cambian ciertos métodos. La “ley habilitante” ya votada le da al presidente un instrumento ideal para imponer estas reformas.

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POLITIKAPOLITIKA18 Año V - Edición Digital Nº 68 (01.03.2014)

“El fármaco que cura del todo no es rentable”

Richard J. Roberts, premio Nobel de Medicina 1993, afirma que muchas de las enfermedades que hoy son crónicas tienen cura. Denuncia que los laboratorios

prefieren esperar, con la complicidad de los políticos. La salud -dice- no puede ser un mercado más ni puede entenderse tan sólo como un medio para ganar dinero.

En una entrevista que le hizo Lluis Amiguet el 27 de julio 2010, publicada en el diario catalán La Vanguardia, denunciaba que las farmacéuticas se dedican a desarrollar medicinas que no curan del todo, sino que hacen crónica la enfermedad. Afirmaba Richard J. Roberts que muchas de las enfermedades que hoy son crónicas tienen cura, pero los laboratorios

prefieren esperar. Y añade que los poderes políticos lo saben, pero las multinacionales compran su silencio financiando hasta campañas electorales.

Aquiles Soto Aguilera, dirigente sindical, llamó nuestra atención sobre el tema.

¿Qué modelo de investigación le parece más eficaz, el estadounidense o el europeo?Es obvio que el estadounidense, en el que toma parte activa el capital privado, es mu-cho más eficiente, pero tengo mis reservas.

Le escucho.La investigación en la salud humana no pue-de depender tan sólo de su rentabilidad eco-nómica. Lo que es bueno para los dividendos de las empresas no siempre es bueno para las personas.

Explíquese.La industria farmacéutica quiere servir a los mercados de capital...

Como cualquier otra industria.Es que no es cualquier otra industria: esta-mos hablando de nuestra salud y nuestras vidas y las de nuestros hijos y millones de seres humanos.

Pero si son rentables, investigarán mejor.Si sólo piensas en los beneficios, dejas de preocuparte por servir a los seres humanos.

Por ejemplo...He comprobado como en algunos casos los investigadores dependientes de fondos pri-vados hubieran descubierto medicinas muy eficaces que hubieran acabado por completo con una enfermedad...

¿Y por qué dejan de investigar?Porque las farmacéuticas a menudo no están tan interesadas en curarle a usted como en sacarle dinero, así que esa investigación, de repente, es desviada hacia el descubrimien-to de medicinas que no curan del todo, sino que hacen crónica la enfermedad y le hacen experimentar una mejoría que desaparece cuando deja de tomar el medicamento.

Es una grave acusación.Pues es habitual que las farmacéuticas estén interesadas en líneas de investigación no

para curar sino sólo para crear dolencias cró-nicas con medicamentos ‘cronificadores’ mu-cho más rentables que los que curan del todo y de una vez para siempre. Y no tiene más que seguir el análisis financiero de la industria far-macológica y comprobará lo que digo.

Hay dividendos que matan.Por eso le decía que la salud no puede ser un mercado más ni puede entenderse tan sólo como un medio para ganar dinero. Y por eso creo que el modelo europeo mixto de capital público y privado es menos fácil que propicie ese tipo de abusos.

¿Un ejemplo de esos abusos?Se han dejado de investigar antibióticos porque son demasiado efectivos y curaban del todo. Como no se han desarrollado nuevos antibióticos, los microorganismos infecciosos se han vuelto resistentes y hoy la tuberculosis, que en mi niñez había sido derrotada, está resurgiendo y ha matado el año pasado a un millón de personas.

¿No me habla usted del Tercer Mundo?Ése es otro triste capítulo: apenas se investi-gan las enfermedades tercermundistas, por-que los medicamentos que las combatirían no serían rentables. Pero yo le estoy hablan-do de nuestro Primer Mundo: la medicina que cura del todo no es rentable y por eso no investigan en ella.

¿Los políticos no intervienen?No se haga ilusiones: en nuestro sistema, los políticos son meros empleados de los gran-des capitales, que invierten lo necesario para que salgan elegidos sus chicos, y si no salen, compran a los que son elegidos.

De todo habrá.Al capital sólo le interesa multiplicarse. Casi todos los políticos – y sé de lo que hablo – dependen descaradamente de esas multi-nacionales farmacéuticas que financian sus campañas. Lo demás son palabras... L

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POLITIKAPOLITIKA 19Año V - Edición Digital Nº 68 (01.03.2014)

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... Tlaxcala año IX: el factor humano

Cuando creamos la red Tlaxcala a finales de 2005, nunca nos imaginamos que ocho años más tarde aún existiríamos.

Y, sin embargo, por increíble que parezca, es cierto: ¡Aún existimos!

Reconozcámoslo, no ha sido siempre fácil superar los obstáculos a los que se enfrenta un grupo de personas dispersas en los cuatro rincones del planeta y sin otros recursos que su voluntad y sus talentos.

Lamentablemente, vivimos en un mundo transformado en la arena de un circo sangriento, donde se supone que solo deben sobrevivir los ricos y los podero-sos. Pero, afortunadamente, no estamos haciendo solos la resistencia.

Hace unos pocos meses, los militares colombianos arrestaron a unos campesi-nos. Los interrogaron. Una de sus preguntas: “¿Por qué este sitio, Tlaxcala, ha-bla de ustedes?” La campaña lanzada por Tlaxcala, con otros sitios y redes ami-gas, permitió que aquellos agricultores fueran puestos en libertad. Por fortuna, los servicios de inteligencia del planeta no son los únicos lectores de nuestros artículos, aun cuando se encuentran entre nuestros más fieles seguidores.

El sitio de Tlaxcala recibe unas 4.500 visitas diarias del mundo entero. Desde el lanzamiento de nuestro nuevo sitio web, el 14 de julio de 2010, hemos pu-blicado 11.000 artículos, de los cuales 5.000 son textos originales y 6.000 son traducciones, lo que equivale a un promedio de 8,33 artículos por día. El mayor número de artículos han sido publicados en orden decreciente de importancia, en 8 de los 15 idiomas: inglés, español, francés, alemán, italiano, portugués, persa y árabe. Nuestra producción fue mucho menor en los otros siete idiomas: griego, turco, sueco, tamazight, catalán, ruso y esperanto.

Tlaxcala es ahora una referencia en materia de información, como fuente de documentación y como objeto de estudio. Varios trabajos académicos le han sido consagrados; entre ellos, uno se encuentra en curso de la mano de un in-vestigador posdoctoral en traducción automática que utiliza el banco de datos de Tlaxcala para crear un sistema fiable de traducción automática. A la espera de poder automatizar nuestro trabajo para consagrarnos a actividades mucho más importantes y útiles, seguimos desempeñando nuestro papel: para la traducción del tipo de textos que nos interesan, el factor humano sigue siendo insustituible.

Tlaxcala será aún durante bastante tiempo una red de blood, sweat and tears (“sangre, sudor y lágrimas”), pero también de alegría y placer. Placer del des-cubrimiento, de compartir e intercambiar, para enriquecernos con nuestras diferencias y continuar derribando los muros. En pocas palabras, una parte de la humanidad en marcha para recuperar su humanidad.

Nota: el editor general de POLITIKA forma parte de la red de traductores Tlaxcala: http://www.tlaxcala-int.org

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POLITIKAPOLITIKA20 Año V - Edición Digital Nº 68 (01.03.2014)

Si la ‘presidenta’ recibe a los emisarios del golpismo, ¿qué queda para su nueva mayoría?

Más allá de la asesoría sediciosa que “expertos” como Gutenberg Martínez le aportan a los enemi-gos de Venezuela, otros militantes DC se agitan en la sesgada prensa local. Uno de ellos le envió una carta al poco pluralista diario La Tercera que la publicó en su edición del 23/02/2014:

“Señor director: La Fech ha sacado una declara-ción que ha deshonrado su tradición democrática, libertaria y de solidaridad continental con otras organizaciones similares. Los grupos que la inte-gran se han puesto al servicio de una ideología y un gobierno, y no en sintonía con otro movimiento es-tudiantil, más allá de sus naturales diferencias. Ha criticado en otro país, lo que defiende -con razón- en el nuestro: las movilizaciones. Ha actuado en desmedro de sus pares, argumentando que ellos representan el “viejo orden”, dejando entrever la vocación de golpistas y sediciosos de quienes hoy marchan en la patria de Bolívar, lo que es una cali-ficación grave. No ha hecho mención alguna de la represión gubernamental en Venezuela, menos la ha criticado, pero acá se ha opuesto a la llamada Ley Hinzpeter por criminalizar la protesta social. Es decir, han actuado dependiendo las realidades nacionales y, sobre todo, los signos políticos de los gobiernos de turno. En este sentido, la Fech, o su dirigencia, actúan con absoluta contradicción o doble estándar. Los estudiantes de la Chile tienen la palabra.”

Firma: Jaime Correa Díaz, Ex presidente Centro de Estudiantes Facultad de Filosofía y Humanida-des, U. de Chile, que por otra parte difunde el tex-to como Vicepresidente Regional DC - VI Región, Militante San Vicente TT y de Santiago Centro.

En honor a la verdad hay que decir que el Colecti-vo Radomiro Tomic, que reúne militantes DC dig-nos del ilustre dirigente, fueron a manifestar su solidaridad a la Embajada venezolana. La ‘nueva mayoría’ se transforma en nueva cacofonía…

Otros “expertos” –con el pecho tan lleno de di-plomas que hacen pensar en las medallitas de los generales de Corea del Norte– no le temen al ridículo y contribuyen a propagar sandeces que se caen solas, arrastradas por el peso de su propia estupidez: los diplomas no vacunan contra la es-tulticia. Para muestra un botón:

“No hay nada y lo que hay es carísimo. Incluso la harina para hacer arepas –el pan de los ve-nezolanos– es tan difícil de conseguir allá, que venezolanos residentes en Chile la compran en los supermercados locales, donde hay por toneladas, y la llevan a sus familiares como si fuera caviar de Kalix o de beluga, una exquisitez exótica.”

“Para entender lo que ocurre en Venezuela hay que evitar dos errores graves: primero, escuchar sin filtro crítico el discurso oficial, cuyo eco en Chile está, por ejemplo, en la vocería del Partido Comunista o en el reciente comunicado socialista y revolucionario de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile. El segundo es caer en la re-duccionista e ideológicamente contaminada forma de interpretar las cosas como si todo el universo funcionara según las leyes universales de la política chilena. Tenemos el mal hábito de dividir el mundo entre allendistas y pinochetistas y extrapolar todo según esas categorías, asignando roles, similitudes y rasgos que otros fenómenos simplemente no poseen. De ahí que algunos comparen las manifes-taciones en Venezuela con el 11 de septiembre, con todas sus consecuencias analíticas.Lo que acontece en Venezuela es grave, con poten-ciales efectos en toda la región, y hay que tomárse-lo en serio.” Firma: Rafael Rincón-Urdaneta Zerpa - Fundación para el Progreso (?)

Un aguerrido combatiente de escritorio y blinis con caviar Beluga...

En un encuentro de la Internacional Socialista, celebrado en Chile en noviembre pasado, la entonces candidata Michelle Bachelet se reunió con Leopoldo López, quien se ha puesto a la cabeza de los esfuerzos por desestabilizar al

gobierno de Venezuela.

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POLITIKAPOLITIKA 21Año V - Edición Digital Nº 68 (01.03.2014)

Libertad de prensa en Venezuela

Estaciones de radio AM

1998: 2010:Radios públicas 25 (12%) Radios públicas 25 (13%)Radios privadas 180 (88%) Radios privadas 172 (88%)

Estaciones de radio FM

1998: 2010:Radios públicas 11 (3%) Radios públicas 82 (10%)Radios privadas 331 (97%) Comunitarias 243 (31%) Radios privadas 466 (59%)

Concesiones de TV hertziana

1998: 2010:Públicas 8 (20%) Públicas 13 (12%)Privadas 32 (80%) Comunitarias 37 (33%) Privadas 61 (55%)

Total de medios de radiodifusión y de canales de TV hertziana

Total de radios en 1998: 342 Total de canales de TV en 1998: 40

Total de radios en 2010: 791 Total de canales de TV en 2010: 111

Después de 12 años de “dictadura”… (las cifras actuales son muy similares).

Los tres principales diarios del país, El Universal, El Nacional y Últimas Noticias, son hostiles al gobierno, y critican –y hasta insultan– sin ningún tipo de censura.

¿Cuántos canales de TV, radios y diarios de oposición hay en Chile?¿

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POLITIKAPOLITIKA22 Año V - Edición Digital Nº 68 (01.03.2014)

En los años 90, con el hundimiento de la URSS, desapareció el miedo que moderaba la codicia capitalista. No veo de qué se ex-trañan. Eso es lo que sucede en el mundo entero y con respecto a todo: piensen, por ejemplo, en los impuestos.

En el Foro Económico de Davos, una exclu-siva estación de esquí de los Alpes suizos, se acaban de reunir cuarenta jefes de Estado, ochenta multimillonarios y mil quinientos banqueros y grandes empresarios, con todo pagado –hotel, desayuno, minibar–, para comunicarse los unos a los otros algo que ya sabían: que cada día que pasa los pobres son más pobres y los ricos más ricos, y que jamás en la historia del capitalismo la disparidad de ingresos entre unos y otros y la concen-tración de la riqueza habían sido tan grandes como hoy.

Porque, tras unos cuantos decenios de pausa, hace treinta años la brecha volvió a empezar a ampliarse, y eso se aceleró hace seis con la crisis financiera. De la cual hubo que rescatar a los banqueros que la causaron (y que estaban todos invitados a Davos) socializando sus pérdidas. Los reunidos allí se mostraron preocupados por el asunto: entre los ‘peligros mundiales’ (global risks) que pueden presentarse en este año 2014 que empieza señalaron de primero esa am-pliación de la brecha por sus posibles conse-cuencias de agitación social y política.

Y es que, en efecto, la agitación ya empezó. Los indignados protestan en Grecia y en España y en los Estados Unidos, en Ucrania y en Tailandia, en Egipto y en el Brasil. Y hasta en Colombia, donde, como dice Angelino Garzón con sabiduría de Perogrullo, se can-saron de aguantar. El mismo Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, habla de la “peligrosa y creciente” desigualdad. La cual no es otra cosa que la pauperización que hace siglo y medio anunciaba Karl Marx.

Cierto, en los tiempos de Marx y del Oliver Twist de Charles Dickens, el fenómeno pareció esfumarse a partir de las blandas medidas ‘socialistas’ –la seguridad social de Bismarck, por ejemplo– tomadas por los gobiernos de los países capitalistas para

contener socialismos más radicales. El triunfo inesperado de una revolución comunista en la atrasada Rusia de 1917, al socaire de la Prime-ra Guerra Mundial, avivó aún más el miedo de las clases poseyentes, y permitió el ascenso paralelo de los fascismos y de los socialismos democráticos –laborismo, frente popular, New Deal–. Eso llevaría a la Segunda Guerra Mundial, de cuyas ruinas saldrían la Unión Soviética convertida en una superpotencia y los partidos comunistas europeos considera-blemente fortalecidos.

Y por el doble miedo así despertado, miedo a la invasión soviética externa y a la subleva-ción popular interna, se crearon en la Europa Occidental los llamados Estados del Bienes-tar, con lo cual el vaticinio de Marx se invirtió: el capitalismo no solo no pauperizó al prole-tariado, sino que lo enriqueció, y favoreció el crecimiento de las clases medias.

Pero en los años noventa del siglo pasado, con el hundimiento de la URSS, desapareció el miedo que moderaba la codicia capitalista. Y empezó a instalarse, como política eco-nómica deliberada de los Estados y de las grandes agencias financieras multinacionales –el Fondo Monetario, el Banco Mundial–, el antikeynesianismo, llamado neoliberalismo.

El desmantelamiento de los controles esta-tales, la privatización a ultranza de bienes y servicios, empezando por la educación y la salud, el favorecimiento del capital frente al trabajo con la reducción de impuestos para las empresas y su aumento para las personas, la reducción en el gasto social.

Y lo que en la última década del siglo XX se llamó el ‘consenso de Washington’ –es decir el consenso del BM con el FMI– para impo-ner directivas de desarrollo económico a los países de América Latina primero y del Tercer Mundo en general más tarde–, pasó a im-ponerse también en el bloque central de los países capitalistas desarrollados.

Se olvidó la utilidad, cínica pero práctica, de la justicia social. Y se empezó, como señala la ONG Oxfam en el documento que alarmó a los ricos reunidos en Davos, a “gobernar para las elites”.

La pauperizaciónEscribe Antonio Caballero

En unas cuantas líneas el autor resume más de un siglo de Historia. De la supuesta-mente errónea previsión de Marx sobre la progresiva concentración de la riqueza, a su

concreción acelerada por la desaparición del “socialismo real”.

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POLITIKAPOLITIKA 23Año V - Edición Digital Nº 68 (01.03.2014)

Las fuerzas neofascistas lograron su obje-tivo, el derrocamiento del presidente Ianoukovitch, cuya trayectoria no había sido precisamente un modelo de republica-nismo democrático.

Hace pocas semanas Oleg Yasinski nos ofreció un par de notas extremadamente precisas sobre el acontecer en el país esla-vo, y el surgimiento de fuerzas de extrema derecha apoyadas por occidente.

Rusia no ve con buenos ojos este intento de intervención en su patio trasero y lo más probable es que sea el pueblo ucraniano el que pague los platos rotos: la división del país en dos Estados y la consolidación de sendas dictaduras no es una opción que se pueda desechar. El hundimiento de la URSS, y su secuela de oligarcas y tiranos –todos ex militantes del PCUS– apoderán-dose de todo, no ha terminado de ofrecer el triste espectáculo de la repartija de terri-torios, riquezas e influencias.

La Unión Europea y los EEUU, hidalgos defensores de la “democracia” y las inver-siones de sus transnacionales, le echan gasolina al incendio cada vez que pueden.

El resurgimiento de fuerzas de extrema derecha en Europa comienza a inquietar seriamente a los observadores más lúcidos. Los países que formaban parte de la órbita soviética aparecen como un suelo fecundo para la bestia inmunda del nazismo, pero no son los únicos en los que los émulos de Mus-solini y Hitler logran posiciones de poder.

Si Viktor Orban, primer ministro de Hun-gría, tiene un gobierno que algunos no dudan en calificar de neofascista, Polonia no estuvo lejos.

Al mismo tiempo la extrema derecha avan-za en las democracias occidentales, y los sondeos de opinión sitúan al Front National de Le Pen como el primer partido francés en las próximas elecciones europeas (22-25 de mayo de este año).

Las municipales francesas de marzo próxi-mo darán un avant-goût del estado de la opinión pública, cada vez más asqueada del comportamiento de los “partidos de go-bierno”, léase socialdemocracia y derecha pseudo gaullista.

En Italia, traiciones dignas de los Borgia y del Renacimiento le permitieron llegar al poder a Matteo Renzi, un tipo por el que nadie ha votado para dirigir los destinos de la península.

No hace mucho, ante la crisis desatada por el extravagante comportamiento de Silvio Berlusconi, un mafioso rodeado de cortesanas que llegó a ser el Presidente del Consejo (primer ministro), el presiden-te Giorgio Napolitano no encontró nada mejor que designar –por cojones– senador a Mario Monti, quien fue inmediatamente entronizado Presidente del Consejo por un Parlamento de utilería. ¿Democracia?

Los hipócritas mandamases de la Unión Europea, todos designados a dedo, le dan lecciones de democracia a medio mundo pero ya se acostumbraron a mangonear sin consultar a los pueblos europeos. De ese modo un puñado de esbirros de la banca y los ‘mercados fi-nancieros’ (Mario Monti, Mario Draghi, José Manual Barroso, Lukas Papademus, Christine Lagarde…) hacen y deshacen, profundizando la desconfianza de los pueblos del viejo continente en la política y los politicastros.

Más cerca de nosotros, la Constitución de la dictadura con la que se acomodaron la Concertación y la Alianza permite sustituir un senador o un diputado con el dedo índice. La democracia cristiana, partido que forma parte de la llamada ‘nueva mayoría’, se divide entre quienes apelan a “primarias” para remplazar a Ximena Rincón en el senado, y quienes prefieren el método de las sillas musicales. Lo que desde luego no les impide denunciar los “atentados a la democracia” en… Vene-zuela. Ni siquiera sus raíces cristianas les hacen recordar eso de la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio.

Entretanto, como nos recuerda el genial Palomo, Sebastián Piñera y el brutal au-mento de su fortuna pasan colados… mila-gro del “fideicomiso ciego”.

Sus partidarios, con un cinismo de película, condenan la corrupción en… Venezuela. Lo dicho: la democracia está en peligro.

No necesariamente en Caracas.

Ucrania, Hungría, Italia: la democracia en peligro

Escribe Luis Casado

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POLITIKAPOLITIKA24 Año V - Edición Digital Nº 68 (01.03.2014)

Para quiénes abogamos por un mundo dis-tinto al actual, 1968 fue un año trascenden-tal en muchos sentidos. Marcó un punto de inflexión en la historia de las movilizaciones sociales y políticas, y abrió infinitas puertas a la creatividad en diversos ámbitos.

¿Por qué traigo 1968 a colación? Porque uno de sus legados más significativos fue el clá-sico libro de Henri Lefèvre (el profesor de fi-losofía y resistente contra la ocupación nazi, no el economista que pretendía optimizar la especulación bursátil…) titulado “Le Droit à la ville” (El Derecho a la Ciudad).

Allí Lefèvre afirma que –ya en esos años– asistíamos a una crisis agónica de la vida cotidiana en la ciudad, lo que exigía “mirar esta crisis de frente, creando una vida urbana alternativa, menos alienada, más significativa y gozosa, conflictiva y dialéctica, abierta al futuro y a los encuentros, y a la búsqueda per-petua de la novedad incognoscible”.

Lefèvre presenta la ciudad como el centro de la insurrección estética contra lo cotidiano. En otras palabras, como el corazón de la creatividad y la inspiración.

La ciudad puede ser las cadenas que grafican la dominación o se puede constituir en un espacio de emancipación. En la ciudad se cristaliza el modelo de desarrollo que se ha adoptado. La ciudad es el seno en el cual se interrelacionan y confrontan diariamente y de manera explicita la mayoría de los inte-reses que pujan dentro del proceso social de producción.

Existe la confrontación entre residentes y comerciantes, entre automovilistas, ciclistas y peatones, entre hipermercados y almace-nes, entre ricos y pobres, entre jóvenes y an-cianos. Cómo se dirimen estos conflictos es materia del modelo de desarrollo adoptado.

Pero a diferencia de la economía en general, las consecuencias del modelo de desarrollo quedan plasmados en la arquitectura, en los espacios públicos, en la congestión vehicular, y al final en nuestra calidad de vida. Mucho se ha pensado, debatido y escrito sobre esto.

En definitiva, dentro del actual modelo de desarrollo la estructuración de las ciudades es el resultado del libre juego del mercado, ya que se ha escogido al mercado como el

árbitro último de todos los conflictos que se presentan en nuestra sociedad. Por ende, quienes terminan definiendo nuestra cali-dad de vida son quienes prevalecen en la competencia mercantil: los grupos de poder económico.

En Santiago, como en todas las ciudades del país, es el mercado quien ha determinado su desarrollo. Y los resultados están a la vista: crecimiento a destajo, sin planificación, con fragmentación y segregación de la población y los servicios, que agudiza y consagra las desigualdades sociales, económicas, cultura-les y políticas.

Si Lefèvre veía con desazón las transforma-ciones que vivía París, ¿qué opinión tendría sobre el desarrollo de Santiago? Para no hablar de otras ciudades que, con menos po-blación, repiten sus mismos errores.

No se puede destruir las ciudades y comen-zar de nuevo. ¿Cómo superar lo que David Harvey llama “crisis existenciales de las ciu-dades”? Que es cuando lo antiguo no puede durar y lo nuevo parece demasiado horrible, exánime y gélido.

Para Lefèvre el individuo debe crear una ideología política que le permita cambiar la estructura de la ciudad y reorganizar el territorio, de manera de apropiarse del es-pacio que construye su identidad. De esta forma, lo que él propuso es un derecho a la ciudad como un derecho a la vida urbana, a la calidad de vida urbana. Es la posibilidad de construir una ciudad en la que se pueda vivir con dignidad, en donde uno se reconozca como parte de ella, y en donde –a través de sus espacios –se permita la distribución equitativa de sus recursos materiales y sim-bólicos.

La construcción del espacio es siempre una lucha de poderes, es una lucha política. Así como necesitamos una economía al servicio de la sociedad y no al revés, necesitamos una ciudad al servicio de sus habitantes.

Afortunadamente la promoción de una so-ciedad de derechos está presente en nuestro debate público. Aunque el derecho a la ciu-dad no es un derecho más entre otros. De él depende en gran medida la materialización espacial de los otros derechos en el territo-rio. De ahí su importancia.

Santiago y el Derecho a la CiudadEscribe Salvador Muñoz

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POLITIKAPOLITIKA 25Año V - Edición Digital Nº 68 (01.03.2014)

En Santiago han surgido distintos actores que de una u otra forma han reivindicado este derecho y lo han practicado en los últimos años. Estos actores han surgido principalmente desde afuera de la institucio-nalidad. Pero no es suficiente. No basta con experiencias localizadas en espacios acota-dos.

Quienes promovemos superar esta sociedad estructurada en función de los intereses eco-nómicos de la minoría que habita en las cin-co comunas más ricas del país entendemos que no basta con reivindicar cada uno de los derechos usurpados por separado.

Debemos articular todos los derechos (se-xuales, políticos, sociales, económicos, cul-turales, humanos, etc.) en un sólo proyecto pues están imbricados y su materialización no es posible si se reconocen de forma par-celada.

La ciudad pone a la vista de manera desga-rradora las consecuencias del modelo de desarrollo subordinado al mercado. Sólo un giro copernicano a esta lógica –que ponga al ciudadano por encima de las mercancías y a la sociedad por encima del mercado– nos permitirá ir modificando nuestras ciudades.

De manera a ir desarrollando sociedades integradas, sin segregaciones, sostenibles, con espacios públicos dedicados al esparci-miento en lugar del comercio, con sistemas de transporte de calidad al alcance de todos para que podamos acceder a cada rincón de la ciudad y así ejercer plenamente nuestra ciudadanía.

¡Cuan vigente sigue siendo el remezón de conciencias de 1968!

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POLITIKAPOLITIKA26 Año V - Edición Digital Nº 68 (01.03.2014)

Nadie sabe quienes fueron los misteriosos francotiradores que dispararon primero a los manifestantes y luego a los policías que enfrentaban a estos manifestantes, en pleno centro de la capital ucraniana, hace sólo unos días. Lo más probable, es que nunca lo sabremos. Balazos certeros, profesionales… en la cabeza y en el cuello. La mayoría de las victimas fueron civiles jóvenes y ancianos, policías rasos; personas que directamente no participaban en los enfrentamientos.

Alguien necesitaba incendiar el país. Igual que sus francotiradores, él tenía nombre (seguramente varios), recursos, garantías de anonimato y ahora ve por televisión las desgarradoras escenas de la despedida a los caídos y tal vez sonríe.

Cuando en los próximos días la primavera derretirá las nieves en los bosques aledaños a Kiev, seguramente reaparecerán varios de los más de 300 desaparecidos. Sabemos que a pesar de tantas promesas de justicia, cada vez más patéticas y repetitivas, nadie paga-rá. O si se hará un nuevo show llamado justi-cia, los que pagarán no serán los verdaderos responsables.

Siempre creímos que derrotar al mal gobier-no de Yanukovich era un derecho justo y el deber del pueblo ucraniano.

También advertimos que la legitima rebe-lión civil desde sus inicios fue manipulada, utilizada y al final encabezada por grupos de extrema derecha que supieron aprovechar el vacío social generado por falta de una izquierda de verdad. Los partidos Comunista y Socialista de Ucrania no cuentan: fueron cómplices del régimen.

Con la misma convicción podemos afirmar que los monstruos y payasos que disputan ahora el poder, una vez más, no representan en lo más mínimo los intereses y las necesi-dades del pueblo ucraniano.

Lo que ocurre ahora en Ucrania, sin duda, no es una revolución. Tampoco es un golpe de estado de ultraderecha, como insisten algunas voces de izquierda. Pero rebelión sí hubo, igual como hubo un movimiento muy amplio y espontaneo de los ciudadanos indignados, por el abuso y la prepotencia del poder, sin mayor experiencia y menos cálcu-los políticos.

De los cálculos se encargaron otros, los po-líticos de la oposición, alma gemela pro oc-cidental del régimen pro ruso (ojo, este pro supone sólo los gobiernos, nunca el pueblo) y los líderes de los movimientos neo nazis que supieron usar la coyuntura.

Ucrania: los muertos incómodosEscribe Oleg Yasinski

Periodista ucraniano residente en Chile

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POLITIKAPOLITIKA 27Año V - Edición Digital Nº 68 (01.03.2014)

Yanukovich no fue derrotado por un complot de Occidente, ni cayó víctima de una guerra mediática (aunque Occidente se involucró, igual que “Oriente” y la guerra mediática todavía sigue), sino por una espontánea, he-roica y desesperada acción de miles de ucra-nianos, que permanecieron, durante meses, en las calles y plazas con temperaturas muy por debajo de cero.

La principal motivación era la defensa de la dignidad, lo que en su expresión mínima, en este momento y en este país, equivalía a de-rrotar el gobierno de Yanukovich. Entre ellos estuvieron algunos de mis amigos. Discrepé y discrepo con muchas de sus ideas políticas, pero admiro su valor y su consecuencia ciu-dadana.

Ahora, cuando los de siempre, después de derrotar con manos ajenas y sangre ajena al principal obstáculo para su acenso al poder, una vez más nos mienten hablándonos del perdón y de los valores universales, cuando el FMI está por auspiciar la mortífera unión entre los neoliberales y los nazis en el pri-mer gobierno “revolucionario” de Ucrania; cuando después de las estatuas de Lenin se destruyen los últimos monumentos a nuestros abuelos caídos en la guerra contra el fascismo; cuando la tele rusa, la prensa occidental y todo el mundo miente sobre lo que realmente pasa en Ucrania; y cuando nos cuesta cada vez más distinguir entre el pragmatismo de las derechas y el cinismo de las “izquierdas”, arrepentidas y políticamen-te correctas… busco otra clase de palabras… palabras para nuestros caídos, con letras capaces de ser flores o tierra o sueños en su tumba.

Palabras de todos los colores, para contra-pesar lo rojo de sus primeras letras.

Ahora cuando con horror, pero sin sorpresa, nos enteramos que la cultura, la justicia y la policía de Ucrania serán encabezados por los nazi de “Svoboda” y la reciente rebelión popular contra la mafia pavimentó el camino para otra, mucho peor.

Algunos de nosotros preguntaremos, ¿cómo nadie quiso ver este enorme caballo de Troya, lleno de fascistas, en el corazón de la resistencia ciudadana? Los otros, los que no supimos levantar nuestras banderas de izquierda, les responderemos con nuestros argumentos de siempre, recordando las represiones de Stalin, el cinismo de la época de Brezhnev, el fraude de la Perestroika y un

cuarto de siglo de ofensiva mediática antico-munista en toda la ex URSS…

Pero nuestros muertos de febrero de 2014 en Kiev vivieron y murieron por otras cosas. Lo hicieron por la libertad y la democracia para los pueblos de Ucrania. No para llevar al poder a ningún político y menos a los fascis-tas disfrazados hoy de ovejas pro europeas.

Las muertes siempre duelen, pero es doble cuando parece que han sido en vano. Y es triple, cuando sabemos que serán utilizadas como material de construcción para los pala-cios de nuevos reyes.

Pero en vano no han sido. A los muertos re-beldes y los muertos que se rebelan, el poder siempre les amenaza con lo único que puede matarlos de nuevo: el olvido.

A pesar de tanto llanto de cocodrilo por la tele, a pesar de las decenas de nuevos mo-numentos en su memoria, que ya están en los nuevos decretos de gobierno, como sus jóvenes nombres para las viejas calles de Kiev, este olvido ya es parte del nuevo plan político de las autoridades recientemente autoproclamadas. Y la única manera para salvarlos del olvido es juntar toda nuestra ra-bia y vergüenza, hasta que construyamos un movimiento social capaz de sacar a nuestro país Ucrania de su actual prehistoria. Mo-vimiento que será de abajo y de izquierda, humanista y revolucionario, aunque tal vez no usará ninguna de estas cuatro palabras, para que nuestros muertos puedan por fin descansar tranquilos.

Mientras los vivos, nuestros amigos y com-pañeros, de la minúscula, mal organizada pero porfiada izquierda ucraniana, se reor-ganizan para enfrentar la noche del fascismo que se avecina.

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POLITIKAPOLITIKA28 Año V - Edición Digital Nº 68 (01.03.2014)

Cuando la verdad sea demasiado débil para defenderse, tendrá que pasar al ataque (Bertolt Brecht)

Editor general: Luis Casado.Colaboradores: Arturo A. Muñoz - Aldo Torres Baeza - Esteban Hernández - Roberto Pizarro - Cathy Ceïbe Michel Santi - Jacques Sapir - Lluis Amiguet - Aquiles Soto A. - María Piedad Ossaba Antonio Caballero - PalomoDiseño gráfico: POLITIKATraducciones: TLAXCALA y POLITIKA

La Copia Feliz Palomo