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Política Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (PNFFS)

(Versión al 24 de marzo del 2010)

Presentación

El Ministerio de Agricultura, luego de un proceso nacional de consulta participativa que ha recogido las expectativas y propuestas de todos los actores públicos y privados, presenta a la ciudadanía la Política Nacional Forestal y de Fauna Silvestre que deberá regir y orientar todas las acciones relacionadas al aprovechamiento y la gestión efectiva de los ecosistemas forestales y de la fauna silvestre en el Perú.

La Política Nacional Forestal y de Fauna Silvestre responde a los objetivos de la Política Nacional del Ambiente, siendo también coherente con lo planteado en el Acuerdo Nacional, la Estrategia Nacional Forestal, la Estrategia Nacional de Biodiversidad, la Estrategia Nacional de Cambio Climático, el Plan Nacional de Reforestación y el Plan de Acción Estratégico de la Caoba entre otros. Esta Política Nacional Forestal y de Fauna Silvestre, aprobada por primera vez en el Perú, es un instrumento de gestión fundamental para alcanzar la conservación y el aprovechamiento sostenible de los ecosistemas forestales y de la fauna silvestre, manejando un enfoque sistémico en la gestión efectiva del Patrimonio Forestal y de Fauna Silvestre de la Nación. Sólo así será posible integrar los factores ambientales, culturales, sociales, económicos y legales que configuran la realidad forestal, para dar respuesta a la diversidad de usuarios y actores involucrados en los diferentes ecosistemas forestales del país.

Frente a los retos del cambio climático se debe garantizar la conservación de bosques en pie y el aprovechamiento sostenible de los servicios de los ecosistemas forestales, estimulando además las plantaciones con fines de secuestro de carbono. Se requiere una efectiva gestión de los bosques para la mitigación y adaptación al cambio climático. La sabanización de la Amazonía, el incremento de desastres naturales producto de factores antrópicos, la escasez de agua, la mayor demanda de tierras para la producción de alimentos y para la producción de agrocombustibles exigen que el Estado cuide celosamente las tierras forestales, impidiendo su cambio de uso. Existen importantes avances en cuanto a la zonificación ecológica económica a nivel macro, meso y micro. El establecimiento de Bosques de Producción Permanente también constituye un importante avance hacia el ordenamiento forestal. No obstante, la superposición de derechos todavía es fuente de conflictos entre los diferentes tipos de concesionarios e incluso con las comunidades nativas tituladas o en proceso de reconocimiento. Aclarar de mejor manera las categorías de ordenamiento forestal y las modalidades de acceso son condiciones básicas para favorecer las políticas de conservación y aprovechamiento sostenible de los ecosistemas forestales. De ahí la importancia de contar un catastro forestal articulado a un catastro unificado de asignación de derechos. De esta manera el ordenamiento forestal se convierte en una condición fundamental de política forestal. Una dimensión que hasta ahora no ha recibido la suficiente atención se refiere a contar con los estudios de evaluación y valoración forestal en sus diversas escalas de detalle. Es

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importante que las decisiones forestales se tomen sobre la base de mayor y mejor ciencia y tecnologías disponibles La realización de inventarios y censos debe constituir la base para la toma de decisiones en la gestión forestal. El desarrollo tecnológico ya accesible puede facilitar esta labor para ayudar a los decisores y a los manejadores de bosques. La próxima elaboración del inventario forestal nacional va en este sentido. Una visión compartida es la apuesta por incrementar significativamente la participación del sector forestal en el PBI nacional, regional y local, sobre la base de la competitividad. De esta manera el sector forestal podrá contribuir al desarrollo del país, el bienestar de la población y la generación de mejores oportunidades económicas, bajo claras condiciones de equidad social y cumplimiento de las responsabilidades ambientales por parte de todos los usuarios de los bienes y servicios que proveen nuestros bosques. Ello requiere promover inversiones privadas responsables en diferentes escalas orientadas a generar empleos dignos e ingresos, así como condiciones para fortalecer las iniciativas y emprendimientos locales bajo gestión directa o en alianzas estratégicas con actores públicos y privados, con un enfoque de negocios inclusivos. El Estado debe cumplir un rol facilitador en cuanto al acceso a recursos financieros e incentivos, desarrollo tecnológico y búsqueda de mercados. La experiencia ha demostrado que los bosques con custodios (concesionarios, comunidades, propietarios u otros) son los que mejor se conservan. En la medida en que los bosques reporten beneficios tangibles a estos custodios, se garantiza su conservación. Pero mientras existan otros usos más rentables, la presión por el cambio de uso de las tierras forestales no se reducirá. Por eso resulta decisivo favorecer enfoques que rentabilicen al bosque mediante el uso múltiple de sus bienes y servicios, reconociendo la existencia de una gran diversidad ecológica, social y cultural en nuestro país. En la costa es de fundamental importancia el manejo de los algarrobales naturales con fines de producción de bienes y servicios ambientales compatibles con la realidad socioeconómica y cultural de cada eco región. Pero también demanda plantaciones forestales para controlar la desertificación, aprovechar diversos productos diferentes a la madera y mejorar y proteger los suelos. Las tierras forestales en regiones andinas pueden dar vida a plantaciones forestales con fines de producción de madera, pulpa para papel, productos forestales no maderables como carbón y aceites esenciales, así como plantaciones con fines de conservación de cuencas y captura de carbono. Pero es vital desarrollar un enfoque empresarial y social que permita trabajar, bajo relaciones de equidad y reglas claras, con las comunidades campesinas propietarias de las tierras comunales. En nuestra Amazonía, que alberga casi el 70 por ciento de tierras forestales del país, se debe mejorar significativamente el manejo de bosques naturales con fines de producción de madera, productos no maderables y servicios ambientales, bajo un esquema de uso múltiple de los bosques. También es importante el manejo de los bosques secundarios y la recuperación de ecosistemas degradados. Se requiere además, ordenar el aprovechamiento forestal procedente de predios agrícolas, de tal manera que no constituyan competencia desleal con la producción de las concesiones forestales.

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La Política Nacional Forestal y de Fauna Silvestre revalora la forestería comunitaria en el Perú y el histórico rol que han tenido los pueblos indígenas en la conservación de los bosques, respetando sus cosmovisiones y opciones propias de desarrollo. Reconoce el invaluable aporte de sus saberes ancestrales en el manejo de los ecosistemas forestales, que deben ser adecuadamente registrados y protegidos. Aunque es deseable que la gestión sea realizada directamente por las propias comunidades, también es importante generar condiciones para que las alianzas entre comunidades y empresas se realicen compartiendo beneficios equitativos y responsabilidades bajo reglas claras y transparentes. Define también un enfoque de Buen Gobierno que reconoce la necesidad de más y mejor Estado, pero también más y mejor Sociedad Civil, para una gestión forestal nacional y descentralizada, participativa y transparente, eficiente y democrática. Al contar con un Sistema Nacional de Gestión Forestal y un Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre, se podrá tener una articulación horizontal y vertical para garantizar la gestión forestal con roles claros, pero a la vez apoyándose en las relaciones institucionales necesarias que permitan una acción efectiva. El CONAFOR, las Juntas de Gestión Forestal y los espacios de concertación serán pilares de la gestión forestal en el país. La transferencia de funciones a los Gobiernos Regionales en materia forestal, ya en marcha, debe ser acompañada con el fortalecimiento de capacidades técnicas, sociales y económicas. El proceso de descentralización forestal genera nuevos retos que implican desarrollar un esquema de gestión en el que los distintos niveles de gobierno tienen funciones y competencias claras, pero a la vez desarrollan relaciones de complementariedad y sinergia en beneficio de la conservación y aprovechamiento sostenible de los ecosistemas forestales y otras formaciones vegetales silvestres. Los bosques deben contribuir al desarrollo regional y local, generando oportunidades de empleo e ingresos a partir de los bienes y servicios de los ecosistemas forestales. Los bosques locales, como modalidad de acceso a los pequeños extractores forestales que se ha dado en llamar “extractores sin bosque”, deben ser considerados dentro de una política inclusiva que involucre directamente a los Gobiernos locales en la gestión forestal. Finalmente, la gestión del conocimiento debe recibir especial atención, así como el desarrollo de la ciencia y tecnología bajo un enfoque de gestión de talentos humanos. La gestión pública de los bosques amerita una estructura laboral apropiada que consolide la suficiente cantidad y calidad de gerentes y ejecutivos, científicos, técnicos y peritos para el desarrollo forestal nacional.

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I. Base legal

La Política Nacional Forestal y de Fauna Silvestre se fundamenta en la siguiente base legal:

Constitución Política del Perú publicada el 30 de diciembre de 1993 Política de Estado N° 19 - Desarrollo Sostenible y Gestión Ambiental. Adoptada en el

Marco del Acuerdo Nacional y suscrito el 22 de julio de 2002 Ley N° 26821- Ley Orgánica para el Aprovechamiento Sostenible de los Recursos

Naturales, publicado el 26 de junio de 1997 Ley N°. 26839 - Ley sobre la Conservación y el Aprovechamiento Sostenible de la

Diversidad Biológica, publicada el 16 de julio de 1997 Decreto Supremo Nº 068-2001-PCM - Aprueban el Reglamento de la Ley sobre

Conservación y Aprovechamiento Sostenible de la Diversidad Biológica, publicado el 21 de junio de 2001

Ley Nº 27308 - Ley Forestal y de Fauna Silvestre publicada el 2001 Decreto Supremo N° 014-2001-AG - Reglamento de la Ley Forestal y de Fauna

Silvestre, publicado el 09 de abril de 2001 Ley N° 28611- Ley General del Ambiente, publicada el 15 de octubre de 2005 y sus

normas modificatorias (Ley 29263 publicado el 2 de octubre del 2008, Decreto Legislativo N°1055, publicado el 27 de junio del 2008)

Decreto Supremo Nº 012-2009-MINAM - Política Nacional del Ambiental, publicada el 23 de Mayo del 2009

Decreto Legislativo Nº 1055 - Decreto Legislativo que modifica la Ley Nº 28611 Ley Nº 29382, publicada el 19 de junio del 2009, Ley que deroga los Decretos

Legislativos Nº 1090 y 1064. Deroga el Decreto Legislativo Nº 1090 que aprueba la Ley Forestal y de Fauna Silvestre, normas modificatorias y su reglamento, dejándose además sin efecto la Ley Nº 26376, Ley que suspende la aplicación del Decreto Legislativo Nº 10901.

Ley 27265 - Ley de protección a los animales domésticos y a los animales silvestres mantenidos en cautiverio. Publicado el año 2000.

Además, es concordante con los acuerdos y convenios internacionales relacionados a los ecosistemas forestales, pueblos indígenas y derechos humanos, con los que el país tiene compromisos. Entre éstos se mencionan: Convención para la Protección de la Flora, de la Fauna y de las Bellezas Escénicas

Naturales de los Países de América (Washington, 1940). Ratificada por el Perú en 1946. Es un compromiso para proteger áreas naturales y especies de flora y fauna.

Convención Para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural. Establecida por la UNESCO en 1972 y ratificada por el Perú en 1981. Establece un compromiso mundial para proteger el patrimonio cultural y natural del mundo y de los países.

Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre. Washington, D.C, 03 de marzo de 1973. Ratificado por Decreto Ley N° 21080 del 21 de enero de 1975. Entró en vigencia el 25 de mayo de 1975.

                                                            1 Esta norma restituyó la vigencia de Ley No 27308 y sus normas complementarias.

 

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Tratado de Cooperación Amazónica. Firmado en 1978 entre 8 países (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela) para cooperar en un desarrollo armónico de la Amazonía.

Convenio para la Conservación y Manejo de la Vicuña. Lima, 20 de diciembre de 1979. Ratificado por Decreto Ley N° 22984 del 15 de abril de 1980. Entró en vigencia provisionalmente desde el 20 de diciembre de 1979 y Definitivamente, el 19 de marzo de 1982.

Declaración sobre Bosques. Aprobada durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (1 4 de junio de 1992). Llama la atención sobre la destrucción masiva de los bosques a nivel mundial y proclama la necesidad de tomar acciones decisivas para protegerlos.

Convención Marco de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica. Río de Janeiro, 05 de junio de 1992. Ratificado por Resolución Legislativa N° 26181 del 30 de abril de 1993. Entró en vigencia el 07 de setiembre de 1993.

Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. New York, 09 de mayo de 1992. Ratificado por Resolución Legislativa N° 26185 del 10 de mayo de 1993. Entró en vigencia el 21 de marzo de 1994.

Convenio Internacional de las Maderas Tropicales. New York, 30 de enero de 2008. Ratificado por Resolución Legislativa N° 29474 del 14 de diciembre del 2009.

Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación en los Países Afectados por Sequía Grave o Desertificación. París, 17 de junio de 1994. Ratificado por Resolución Legislativa N° 26536 del 02 de octubre de 1995. Entró en vigencia el 26 de diciembre de 1996.

Protocolo de Kyoto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre cambio Climático. Kyoto, 11 de diciembre de 1997. Ratificado por Decreto Supremo N° 080-2002-RE del 10 de setiembre de 2002. Entró en vigencia el 11 de setiembre de 2002.

Acuerdo de Promoción Comercial Perú - Estados Unidos (APC Perú - EEUU) y su Protocolo de Enmienda. Aprobados mediante Resolución Legislativa Nº 28766 y Resolución Legislativa Nº 29054 respectivamente.

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II. Definiciones

En el desarrollo de la Política Nacional Forestal y de Fauna Silvestre se emplea una diversidad de términos que deben ser suficientemente aclarados para facilitar su comprensión. Entro estos términos tenemos:

Buen Gobierno: Estilo de gobierno en la que las autoridades interactúan estrechamente con la sociedad civil para lograr una gestión pública efectiva.

Ciudadanía: Conjunto de derechos y obligaciones predecibles y válidas para cada miembro de la comunidad política. Descentralización forestal: Delegación de funciones y competencias forestales del nivel nacional de gobierno a los niveles regionales y locales, en aplicación del principio de subsidiaridad.

Diversidad cultural: Multiplicidad de formas en que se expresan las culturas de los grupos y sociedades. Estas expresiones se transmiten dentro y entre los grupos y las sociedades. Ecología de paisajes: Interacciones entre los aspectos biofísicos y sociales considerando las dimensiones temporales, políticas y económicas.

Enfoque sistémico: Considera las interrelaciones entre la totalidad de factores del sistema forestal y busca contribuir a la gestión forestal sostenible.

Gestión efectiva: Capacidad de alcanzar los objetivos y metas trazadas haciendo un buen uso de los recursos disponibles, las contribuciones de las personas y el tiempo.

Gobernabilidad: Cualidad propia de una comunidad política, según la cual sus instituciones de gobierno actúan eficazmente dentro de su espacio de un modo considerado legítimo por la ciudadanía, permitiendo así el libre ejercicio de la voluntad política del poder ejecutivo mediante la adhesión a normas legítimas por los ciudadanos.

Gobernanza: Forma de gobernar que implica la relación de todos los actores involucrados/ afectados en la toma de decisiones de la administración pública.

Interculturalidad: Presencia e interacción equitativa de diversas culturas con posibilidad de generar expresiones culturales compartidas, adquiridas por medio del diálogo y de una actitud de respeto mutuo. Institucionalidad: Conjunto de organizaciones y entidades que ejercen competencias o funciones públicas, incluyendo el conjunto de creencias, ideas, valores, principios, representaciones colectivas, estructuras y relaciones que condicionan las conductas de los integrantes de una sociedad, caracterizándola y estructurándola. Participación ciudadana: Conjunto de mecanismos, institucionalizados o no, a través de los cuales los ciudadanos inciden o buscan incidir en las decisiones públicas con la expectativa que aquellas decisiones representen sus intereses sociales, difusos y colectivos, ejerciendo su derecho fundamental a la participación en los asuntos públicos.

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Transparencia: Alude al conocimiento público de datos, documentos, procesos de toma de decisiones e informaciones sobre la actividad de los organismos estatales y, a la vez, incluye la posibilidad de verificar su exactitud por los ciudadanos.

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III. Fundamentos La Política Nacional Forestal y de Fauna Silvestre se basa en el análisis de nuestras potencialidades y problemas, en el marco de las tendencias nacionales y globales. Algunos de los principales elementos a considerar son: 1. El Perú es un país con 68.7 millones ha de bosques, lo que representa el 54% del

territorio nacional. Es el cuarto país en bosques tropicales y el noveno en bosques del mundo. Poseemos el 13% de los bosques amazónicos que, como parte del sistema fluvial de inundación más extenso e importante del mundo, tienen un inmenso potencial para la oferta de bienes y servicios ambientales. Más de 19 millones de hectáreas están bajo el régimen de áreas naturales protegidas.

2. El sector forestal representa apenas entre el 1% y el 4% del PBI nacional2. A pesar de la enorme superficie de bosques, las exportaciones peruanas de maderas apenas alcanzan los $ 200-300 millones y actualmente la balanza comercial forestal en el Perú es negativa. Aproximadamente 300 mil familias dependen directamente de la producción de madera en la Amazonía y no se ha calculado el beneficio que dan los otros productos del bosque y los servicios ambientales.

3. En nuestra Amazonía existen alrededor de 18 millones de hectáreas de Bosques de

Producción Permanente, es decir, aptos para las actividades forestales maderables. Sin embargo, más del 70% de estos bosques no están concesionados para su aprovechamiento legal. En las áreas concesionadas el Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (OSINFOR) en ejercicio de sus competencias, ha declarado caducos 61 contratos sobre una superficie de 802,423.56 ha. A otros 141 contratos OSINFOR les ha iniciado el Procedimiento Administrativo Único para su resolución (OSINFOR, 2010). La delicada situación de las concesiones forestales es responsabilidad tanto de sus conductores como del Estado, al no haber generado las condiciones necesarias para institucionalizar una cultura del manejo forestal sostenible.

4. Cerca de 13 millones de hectáreas se encuentran bajo conducción de las

comunidades indígenas amazónicas. Pese a que esta cifra es superior al total de bosques concesionados, el manejo forestal comunitario, que ya se realiza desde hace muchos años en el país, no ha recibido una atención preferente. Si bien estas comunidades tienen el derecho de recibir apoyo en la elaboración de sus planes de manejo y contar con prioridad en la atención a sus solicitudes, disponiendo además de un esquema diferenciado de planes de manejo según la intensidad de aprovechamiento, esto no es suficiente para promover el desarrollo de capacidades para la gestión forestal sostenible.

5. Las relaciones no siempre equitativas con terceros han provocado que, en la mayoría

de los casos, los bosques de las comunidades sean más fuentes de materia prima para la industria que auténticas posibilidades de desarrollo comunitario. Las más de 400 mil hectáreas certificadas de bosques comunales dan cuenta del gran potencial

                                                            2 GRUPO DE TRABAJO MULTISECTORIAL. 2008. DIAGNÓSTICO AMBIENTAL DEL PERÚ. PROPUESTA PARA UN MINISTERIO DEL AMBIENTE (R. M. No. 025-2008-PCM). Lima, 69 p.

 

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del manejo forestal comunitario. Sin embargo, este manejo debe desarrollarse en un marco de negocios social y culturalmente sensibles a la cosmovisión, los saberes ancestrales y el ejercicio activo de los derechos indígenas.

6. El país posee, además, unas 10 millones de hectáreas con aptitud para la

reforestación y restauración ecológica. La mayor parte de estas tierras están en la Sierra (aproximadamente 7 millones de hectáreas), donde los problemas de erosión, degradación de cuencas y pérdida de agua son muy graves. Estas tierras son una de las grandes posibilidades sociales, económicas y ambientales para el país. Debe quedar claro, sin embargo, que la reforestación no siempre asegura la recuperación del agua. La restauración, aunque más difícil y sofisticada, debería garantizar un ecosistema más similar al natural y la recuperación de los servicios del bosque, entre ellos el agua, sobretodo en la partes más altas de las cuencas. Para las poblaciones locales en un futuro cercano el agua tendrá tanto valor como la leña.

7. La cartera de proyectos de carbono de forestación y reforestación del Fondo Nacional del Ambiente (FONAM) consta de 27 proyectos MDL lo que significa un potencial de reducción de gases de efecto invernadero (GEI) de alrededor de 53, 028 084 tCO2e en 20 años y establecimiento de plantaciones en 117 069 ha (MINAM, 2010). Además, siete proyectos de FONAM están en el marco del esquema de Reducción de Emisiones Derivadas de la Deforestación y Degradación de Bosques (REDD), sobre más de 525 778 hectáreas de bosques tropicales con la intención de reducir las emisiones de CO2 derivadas de la deforestación y, así mismo, conservar la biodiversidad y mejorar las condiciones de vida de las familias locales (FONAM, 2009). La contribución del Perú a la mitigación del cambio climático será reducir la emisión de gases de efecto invernadero en un 45 por ciento en un plazo de diez años, a lo que se sumará la reducción a cero de la tala de árboles.

8. Existe también un potencial económico muy grande a partir de los productos forestales no maderables, entre los que están la tara, la castaña, la uña de gato y la sangre de grado, entre otras. Por ejemplo, el año 2008 se exportó 19 mil toneladas de tara en polvo. Sin embargo, producto de la extracción indiscriminada actualmente todas las cactáceas y orquidiáceas están en CITES II (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), y el género Phragmipedium, de la familia de orquidiáceas, se encuentran en el apéndice I (DGFFS, 2010).

9. En lo relativo a la fauna silvestre, mayormente se exporta psitácidos, rapaces, primates y anfibios dendrobátidos, que se encuentran en la lista de CITES. El comercio del cuero de pecaríes proveniente de la caza de subsistencia realizada por las comunidades nativas constituye una importante fuente de ingresos para ellas y las empresas peleteras. Para el año 2008, la Dirección General Forestal y de Fauna Silvestre registra los siguientes montos de exportación:

Productos exportados de fauna

silvestre Montos de exportación según precio

FOB ($ US) Pecaríes (cueros) 1 457 321,84 Invertebrados (mariposas, coleópteros y arañas)

454 970,99

Aves (psitácidos y paseriformes) 105 933,00

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La fauna comercializada al exterior procedente de zoocriaderos representa 116 mil dólares (FOB3). La fibra de vicuña con fines de exportación en sus diversas presentaciones para el año 2009, asciende a 3 310 297 kg, con un valor de US$ 1 671 850 (FOB). Así mismo, la exportación de productos acabados representa para el mismo año un valor aproximado de 190 mil dólares (FOB) (DGFFS, 2010).

10. Sin embargo, uno de los principales problemas para la gestión efectiva del Patrimonio Forestal y de Fauna Silvestre es la visión reduccionista de recurso y de sector. Se ha puesto énfasis en los recursos forestales, antes que en el entendimiento del bosque como un ecosistema, capaz de proveer múltiples bienes y servicios. De forma análoga, el aislamiento institucional se ha traducido en traslapes de competencias y funciones, cuando no en conflictos con otros sectores del Estado. Además, desde los usuarios forestales existe la percepción que el Estado ha tenido un rol más reglamentarista y controlista que promotor, facilitador y acompañante.

11. En líneas generales, en el sector forestal los problemas más visibles están ligados a la escasa inversión pública, la exclusión de actores, la superposición de derechos, la deforestación y la agricultura migratoria, la tala ilegal, el “blanqueo” de madera, la débil vigilancia y control forestal, la tala y quema de bosques (deforestación), la degradación de ecosistemas forestales, las malas prácticas en el aprovechamiento forestal y la corrupción a varios niveles. La pobreza, la codicia y la migración son factores que exacerban el deterioro de los ecosistemas forestales. Además, se percibe aún poco interés público y privado en el manejo forestal a largo plazo.

12. Entre las principales restricciones encontradas en la industria forestal, se reconocen altos costos de transformación, pérdidas en el proceso productivo, abastecimiento irregular de madera, la falta de valor agregado en los productos forestales, poco desarrollo de la capacidad de diseño, desorganización, malas prácticas de manufactura y poco nivel tecnológico4. A la par, entre los factores que afectan la competitividad forestal se ha identificado: la gestión y administración forestal, la administración de justicia, los costos del transporte, las fuentes de financiamiento disponibles, las inversiones en tecnología, la pobreza, las migraciones, la extracción ilegal, el narcotráfico y la subversión.

13. Un aspecto crítico es la debilidad institucional en la gestión forestal pública y privada

que, junto con los cambios normativos e institucionales, asociados a la seguridad jurídica, han limitado el desarrollo de la actividad forestal. La deficiente atención a los usuarios provoca en muchos casos la paralización de las actividades productivas o la incursión en acciones ilegales para mantener la empresa o industria. A ello se suma una arraigada cultura de la informalidad y la débil difusión de la normatividad en los formatos más apropiados, según los diferentes niveles de usuarios.

                                                            3 Precio en lugar de origen o fabrica sin considerar costos de envío.

 4Franco, Agnes. 2008. Perú competitivo: propuestas para una estrategia para el desarrollo de la cadena productiva de la madera. En: Conferencia Internacional “Desafíos para el Sector Maderero: Normalización, Calidad y Certificación” Lima, 16 de octubre de 2008

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14. Existen actores aún no visualizados en la gestión forestal que terminan siendo ilegales para el sistema, como son los llamados “extractores sin bosques”, sometidos a las cadenas de habilitación del comercio ilegal de la madera. Están también los pobladores ribereños de la Amazonía que tradicionalmente hacen uso de los recursos forestales y de fauna cuyas actividades no han sido consideradas en la normatividad -aunque en algunos casos muestran sistemas de manejo sostenible. Además existen “agricultores con bosques”, que tienen en la comercialización de productos forestales importantes fuentes adicionales de ingreso. De igual forma, es importante considerar a los productores agroforestales que se ubican en tierras forestales, pero sin ningún derecho real sobre sus terrenos. Es ilustrativo al respecto que siendo el café nuestro principal producto de exportación no tradicional con 600 millones de dólares al año –más del doble que la exportación forestal, la mayoría de productores están precariamente asentados en sus predios.

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IV. Principios

La Política Nacional Forestal y de Fauna Silvestre adopta los principios contenidos en la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo (Ley N° 29158) y la Política Nacional del Ambiente (D.S. N° 012-2009-MINAM), destacando sobretodo los siguientes principios: Buen gobierno: Las acciones están dirigidas a contribuir al proceso de corresponsabilidad en la gestión efectiva y el control forestal favoreciendo la participación activa de todas y todos los actores involucrados, la profundización de la reforma del Estado, la descentralización, la desconcentración y el ejercicio de la ciudadanía. Se favorece la mejor coordinación intra, inter transectorial.

Enfoque ecosistémico: La gestión de los ecosistemas forestales y los demás componentes del patrimonio forestal se sustenta en la integración equilibrada de los aspectos sociales, ambientales y económicos del desarrollo nacional, regional y local, así como en la satisfacción de las necesidades de las actuales y futuras.

Enfoque preventivo y precautorio: Es un mandato prevenir, vigilar y evitar la degradación de los ecosistemas forestales. Cuando no sea posible eliminar las causas que la generan, se adoptan las medidas de mitigación, recuperación, restauración o eventual compensación, que correspondan. Cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la falta de certeza absoluta no debe utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces y eficientes para impedir la degradación de los ecosistemas amenazados.

Competitividad. Las acciones públicas en materia forestal deben contribuir a mejorar la competitividad del país en el marco del desarrollo socioeconómico y la protección del interés público.

Interculturalidad: La gestión forestal toma en cuenta las diversas culturas del país en un marco de diálogo y de respeto, lo cual debe traducirse en las estructuras políticas, institucionales, organizativas, administrativas y procedimentales para favorecer la equidad e inclusión social de los diversos actores en torno a los bosques.

Equidad e inclusión social: Las decisiones y acciones de la gestión forestal se orientan a lograr la distribución de beneficios, el acceso equitativo a los recursos y la seguridad de acceso de los pobladores locales.

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V. Orientaciones estratégicas

La Política Nacional Forestal y de Fauna Silvestre considera como supuestos indispensables para el éxito de sus objetivos en el corto, mediano y largo plazo, el cumplimiento de las siguientes orientaciones estratégicas:

1. El Estado reconoce el carácter prioritario del desarrollo forestal y de fauna silvestre en

el Perú, por su capacidad de contribución a la economía nacional, el bienestar de las poblaciones locales, la erradicación de la pobreza, la mitigación y adaptación al cambio climático y la sostenibilidad de los pueblos y culturas indígenas.

2. La administración pública forestal y de fauna silvestre en los ámbitos nacional y regional se conduce bajo los criterios de gestión efectiva, calificada, participativa, intercultural, transparente y con rendición pública de resultados, trabajando de cara y junto a los actores forestales y la ciudadanía.

3. La gestión forestal y de fauna silvestre se sostiene en una actuación coherente del Estado, expresada en una articulación intersectorial que permite una ordenada y compatible asignación de derechos, así como una apropiada integración de la normatividad y políticas públicas.

4. La administración pública forestal y de fauna silvestre reúne las condiciones institucionales, profesionales, económicas y logísticas para cumplir efectivamente sus funciones normativas, reguladoras y supervisoras en el marco del proceso de descentralización.

5. La administración pública forestal y de fauna silvestre está conducida por personal profesional y éticamente calificado que forman parte de la carrera pública forestal. La defensa legal de estos funcionarios, ante las acciones de quienes se ponen al margen de la Ley, es ejercida por el Procurador Público Forestal.

6. En el ámbito regional, la visión sistémica de la gestión forestal y de fauna silvestre obliga a una correspondencia entre el ordenamiento forestal y el ordenamiento territorial, dentro de un diseño de gestión territorial de los recursos naturales con enfoque de cuenca que adecúe la estructura administrativa y funcional a este fin.

7. El Estado garantiza condiciones de seguridad jurídica a los usuarios del bosque y contribuye a la valoración de los bienes y servicios de los ecosistemas forestales, facilitando además instrumentos de mercado y mecanismos económicos y financieros que compensen apoyen y estimulen el desarrollo forestal sostenible.

8. La investigación y la información tecnológico científica, la gestión de la información y los conocimientos, la innovación y el desarrollo tecnológico, la educación forestal y la promoción de los mercados constituyen acciones estratégicas para hacer realidad el desarrollo forestal sostenible en el país.

9. El Estado promueve la implementación de mecanismos de crédito para promover la inversión forestal y desterrar la cadena de habilitación que financia la tala ilegal que perpetua abusos laborales y humanos, e impide el desarrollo de un mercado libre y más ventajoso para los productos forestales.

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10. El Estado promueve iniciativas económicas de uso sostenible y conservación del patrimonio forestal y de fauna silvestre entre los diferentes usuarios del bosque, brindando información oportuna y asistencia técnica regular, en particular a las comunidades indígenas y campesinas y a los emprendimientos locales.

11. De la mano con el control y sanción de la tala y el comercio ilegal así como el tráfico de especies de flora y fauna, se ataca también factores estructurales como la ausencia de derechos para usuarios como los extractores sin bosque y los campesinos con bosque, evitando así la existencia de áreas sin título habilitante.

12. El Estado considera la implementación gradual de los requisitos de manejo con metas definidas para cada etapa, cuyo cumplimiento es condición indispensable para ejercer el derecho del usuario a la par de su adecuación y progresiva generación de mejores condiciones para el desarrollo forestal sostenible.

13. El Estado instituye los planes de adecuación para los actores y procesos que ya están en marcha, estableciendo metas con plazos definidos de estricto cumplimiento, de la mano con la promoción de mecanismos de financiamiento, asistencia técnica y capacitación.

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VI. Objetivos Objetivo general Contribuir al bienestar de todos los peruanos, la generación de empleo y la reducción de la pobreza, garantizando el aprovechamiento sostenible y conservación de los ecosistemas forestales y los otros componentes del Patrimonio Forestal y de Fauna Silvestre, basado en una gestión efectiva y descentralizada, con participación e inclusión social.

Objetivos específicos 1. Lograr la gestión efectiva de los ecosistemas forestales y los otros componentes del

Patrimonio Forestal y de Fauna Silvestre de la Nación.

2. Promover y fortalecer la competitividad para el aprovechamiento sostenible y conservación de los bienes y servicios de los ecosistemas forestales.

3. Fortalecer la gobernabilidad, la gobernanza y la gestión efectiva de la administración pública forestal y de fauna silvestre.

4. Consolidar el manejo forestal comunitario y promover la inclusión social y la equidad en torno al quehacer forestal.

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VII. Lineamientos de política

Objetivo específico 1: Lograr la gestión efectiva de los ecosistemas forestales y los otros componentes del Patrimonio Forestal y de Fauna Silvestre de la Nación Lineamientos de política 1.1. Aprovechamiento sostenible a) Promover el uso múltiple de los ecosistemas forestales y la conservación de bosques,

con la finalidad de darle mayor valor y evitar el cambio de uso de las tierras forestales.

b) Implementar la evaluación y valoración del patrimonio forestal y de fauna silvestre de la Nación a través de estudios, inventarios y censos a nivel nacional, regional y local

c) Instituir la zonificación y el ordenamiento forestal como base para toda intervención con fines productivos y de conservación en tierras forestales.

d) Promover la asignación de derechos en tierras forestales mediante títulos habilitantes, definiendo responsabilidades ambientales en todos los casos.

e) Reforzar y mejorar el sistema de concesiones forestales para el aprovechamiento sostenible de los bosques naturales, repotenciando también las existentes.

f) Establecer mecanismos de coordinación interinstitucional y sectorial y procedimientos

públicos transparentes para la asignación de derechos en tierras forestales.

1.2. Conservación de ecosistemas forestales y otras formaciones vegetales

a) Declarar de necesidad pública e interés nacional la restauración y recuperación de la cobertura vegetal de las cabeceras de cuenca y el control de la erosión en esas formaciones por ser vitales para garantizar, mantener e incrementar los acuíferos del sub suelo y los flujos naturales de agua hacia sus vertientes.

b) Declarar de necesidad pública e interés nacional la conservación de los bosques ubicados en los márgenes de ríos, cuerpos de agua y en las márgenes de las carreteras.

c) Conservar la diversidad biológica forestal, incluyendo la conservación y manejo de ecosistemas frágiles5 y otros que no se encuentran bajo las categorías de áreas naturales protegidas.

                                                            5  ecosistemas  frágiles  son  aquellos  cuyas  características  y  ecosistemas  son  irregulares,  de  baja  resiliencia  y  baja  estabilidad  ante 

situaciones impactantes de naturaleza humana que lleguen a alterar profundamente su estructura   (los que son más frágiles frente a las intervenciones humanas).   

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d) Promover el aprovechamiento sostenible con fines múltiples de los bosques secos, a

partir de sus singulares características ecológicas, socioeconómicas.

e) Atender la conservación y el desarrollo de los recursos genéticos forestales y de fauna silvestre.

f) Asegurar la realización de un estudio o evaluación de impacto ambiental en actividades que impliquen desbosque

g) Promover la eficiencia energética en el uso de carbón y leña por parte de las

poblaciones locales

1.3. Plantaciones forestales

a) Promover la reforestación asegurando el mantenimiento de los bosques naturales

b) Promover la investigación científica y tecnológica para el desarrollo de las plantaciones forestales y la restauración ecológica de bosques

c) Desarrollar proyectos forestales y de restauración ecológica de los bosques, para

contribuir en la mitigación y adaptación a los efectos del cambio climático. d) Establecer requisitos mínimos, simples y gratuitos para la inscripción de

plantaciones forestales, bajo responsabilidad de los funcionarios, en tierras comunales, privadas o bajo posesión por privados, incluyendo acuerdos entre éstos y comunidades.

e) Promover el establecimiento de un fondo de garantía para diversos usos a partir de

plantaciones forestales y generar las condiciones para su aplicación

1.4. Fauna silvestre a) Conservar, manejar y aprovechar sosteniblemente la fauna silvestre en ambientes

naturales, con beneficio para las comunidades locales y respetando la dimensión ética.

b) Promover el manejo de la fauna en libertad, en sistemas de semicautiverio y en zoocriaderos.

c) Favorecer la implementación de centros de rescate de la fauna silvestre para las

especies amenazadas.

d) Promover los safaris fotográficos, la observación de aves, la caza deportiva y otros mecanismos para generar oportunidades económicas a los pobladores locales y sostener la conservación de la fauna.

1.5. Ecosistemas transformados

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a) Manejar los ecosistemas forestales con criterios de gestión de paisajes, considerando

la Zonificación Ecológica y Económica y el uso actual de los mismos. b) Establecer corredores de conservación con enfoque ecosistémico, considerando las

actividades agrosilvopastoriles, y articulando las áreas naturales protegidas con la gestión de grandes paisajes forestales.

c) Reconocer derechos reales en áreas ocupadas actualmente por productores

agroforestales, estableciendo sistemas de manejo con criterio de ecología de paisajes.

d) Hacer del catastro forestal la base técnica para la toma de decisiones sobre

asignación de derechos que otorgan otros sectores. e) Prevenir y combatir la reducción y degradación de bosques por prácticas ilegales

como el tráfico de tierras, la tala, quema y rozo con fines agropecuarios no autorizados, cultivos ilícitos, y el comercio y cambio de uso de las tierras forestales.

f) Reforestar y restaurar las áreas degradadas con especies forestales que contribuyen

al desarrollo local y mejora en calidad de vida, promoviendo la inversión pública y privada.

g) Prevenir y controlar los incendios forestales, con la participación activa de las

poblaciones locales.

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Objetivo específico 2: Promover y fortalecer la competitividad para el aprovechamiento sostenible y conservación de los bienes y servicios de los ecosistemas forestales Lineamientos de política 2.1. Promoción de inversiones y valor agregado a) Impulsar las inversiones públicas y las inversiones privadas responsables -

nacionales y extranjeras – para el aprovechamiento sostenible y conservación de los bienes y servicios de los ecosistemas forestales.

b) Promover el incremento de la producción, productividad y competitividad del sector forestal, incentivando además el valor agregado en la producción forestal maderable, no maderable y de fauna silvestre con los más altos estándares de calidad y bajo principios de sostenibilidad.

c) Impulsar el desarrollo de cadenas y redes productivas que favorezcan la integración horizontal y vertical de los emprendimientos empresariales que aprovechan sosteniblemente los bienes y servicios forestales.

2.2. Desarrollo de mercados a) Promover el posicionamiento nacional e internacional en los mercados de los bienes

y servicios forestales.

b) Asegurar que el abastecimiento de productos forestales al Estado se realice mediante la compra responsable que exija el origen legal de estos productos.

c) Fomentar la inversión en estaciones de investigación de bosques por parte de

universidades y centros internacionales de investigación en las modalidades comprendidas en la legislación forestal

2.3. Financiamiento e incentivos a) Promover el acceso al financiamiento requerido por los productores formales, así

como a los mercados y a asistencia técnica, mediante esquemas de cadenas productivas y créditos estructurados a partir de fuentes de financiamiento público y privado.

b) Considerar como inversión pública la programación multianual de inversiones, los proyectos de inversión pública y el presupuesto por resultados, la estructuración bancable de negocios para productores forestales, como condición previa a la oferta de espacios para su uso en actividades forestales.

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c) Diseñar e implementar mecanismos públicos de financiamiento para las iniciativas de manejo y conservación de ecosistemas forestales de los pueblos indígenas

d) Desarrollar esquemas innovadores de pago por servicios ambientales de los ecosistemas forestales.

e) Incentivar buenas prácticas e iniciativas de responsabilidad social y ambiental de las

empresas forestales, la certificación forestal, la adopción de códigos de conducta y normas voluntarias por los titulares de derechos para el aprovechamiento sostenible de los ecosistemas forestales.

2.4. Gestión de la información a) Contar con un sistema nacional de información forestal y de fauna silvestre que sea

eficiente y accesible, para favorecer la transparencia y toma de decisiones de los diversos actores del ámbito público y privado.

b) Reforzar la comunicación e información sobre aspectos normativos y técnicos para mejorar las prácticas y modelos de gestión y aprovechamiento forestal, así como de transformación y comercialización de productos forestales y de fauna silvestre.

c) Asegurar el flujo de la información respecto a la gestión del patrimonio forestal y de fauna silvestre desde el usuario del bosque hasta la Autoridad Nacional Forestal y los organismos de control.

d) Fomentar la aplicación de sistemas de alta tecnología para el levantamiento de información sobre los ecosistemas forestales a fin de hacer más eficiente la planificación y el control forestal.

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Objetivo específico 3: Fortalecer la gobernabilidad la gobernanza forestal y la gestión efectiva de la administración pública forestal y de fauna silvestre. Lineamientos de política 3.1. Institucionalidad

a) Consolidar el ejercicio de las facultades de la Autoridad Nacional Forestal y de Fauna Silvestre para contribuir con el desarrollo forestal del país, en el marco del Sistema Nacional de Gestión Forestal.

b) Garantizar que las autoridades regionales forestales y de fauna silvestre generen y

complementen sus marcos normativos, así como, la gestión efectiva de los ecosistemas forestales y de fauna silvestre con enfoque territorial y sistémico.

c) Garantizar que la autoridad nacional forestal en materia de supervisión, fiscalización y control del manejo y aprovechamiento de los recursos forestales y de fauna silvestre cuenta con autonomía institucional, técnica y administrativa en el ejercicio de sus funciones.

3.2. Participación a) Promover la participación ciudadana y mejorar la transparencia en la toma de

decisiones relativas a la planificación, manejo, control y vigilancia de los ecosistemas forestales, incluyendo especialmente a las comunidades indígenas.

b) Fortalecer las capacidades nacionales, regionales y locales de participación y consulta, tales como órganos consultivos, las Mesas de Diálogo y Concertación Forestal, organizaciones de apoyo a la gestión de los bosques, entre otros, con el adecuado soporte técnico, capacidades y logística.

3.3. Gestión pública forestal a) Promover que la gestión forestal pública sea efectiva, democrática, transparente,

participativa y con rendición de cuentas en los tres niveles de gobierno, de la mano con una simplificación administrativa que garantice a su vez el cumplimiento de los criterios básicos para la sostenibilidad del bosque y la fauna silvestre.

b) Fortalecer las capacidades públicas y privadas para garantizar el aprovechamiento sostenible y conservación de los ecosistemas forestales y la fauna silvestre, aplicando sistemas de gestión de talentos humanos, la capacitación por competencias, la gestión por resultados y el uso de metas e indicadores para medir la efectividad de la gestión.

c) Consolidar una relación de confianza y colaboración entre la Autoridad Forestal y los pueblos indígenas, incorporando enfoques y prácticas interculturales que sean receptivos a sus expectativas de desarrollo forestal y respeten sus derechos y cosmovisiones.

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d) Impulsar la carrera pública forestal como uno de los pilares de la sostenibilidad de la

gestión forestal, incentivando además la formación permanente de los servidores públicos forestales y el ejercicio de calidad de atención a las comunidades indígenas y todos los usuarios forestales.

e) Desarrollar instrumentos apropiados para la gestión sostenible de los ecosistemas

forestales y los demás componentes del patrimonio forestal y de fauna silvestre, buscando su mejoramiento continuo para que sirvan tanto a los usuarios como a la Autoridad Forestal.

3.4. Gestión de talentos y el conocimiento a) Promover el desarrollo de la investigación científica y tecnológica, así como el

rescate y puesta en valor de los saberes tradicionales, como fundamentos para el manejo forestal sostenible, facilitando su difusión constante y oportuna a todos los actores forestales.

b) Fortalecer la cultura y la conciencia forestal en la ciudadanía, incorporar además la educación forestal en todos los niveles educativos, enfocándose en la valoración del ambiente y de la biodiversidad y el uso sostenible de nuestro patrimonio forestal y de fauna silvestre.

c) Fomentar la formación de profesionales, técnicos y peritos forestales eficientes, competitivos y con solvencia ética que contribuyan a la conservación y el manejo sostenible de los ecosistemas forestales y la fauna silvestre como factor estratégico para el desarrollo forestal.

d) Fomentar la implementación de estaciones forestales públicas y privadas orientadas a la investigación, el manejo experimental y la capacitación para responder a las diversas demandas de la realidad y potencialidades forestales que tiene el país.

3.5. Control forestal a) Favorecer la participación ciudadana, así como los enfoques preventivos y

pedagógicos mediante un sistema de control y vigilancia forestal y de fauna silvestre, con la finalidad de reducir los delitos forestales.

b) Establecer mecanismos eficaces de supervisión, evaluación y fiscalización ambiental de las empresas forestales para controlar y reducir las actividades ilegales en toda la cadena forestal, abarcando producción, transformación, transporte, comercialización y exportación.

c) Fortalecer y ampliar los mecanismos de vigilancia comunitaria y ciudadana en las estrategias de seguimiento, control y fiscalización de los derechos forestales, implementando además sistemas de monitoreo forestal independiente

d) Salvaguardar al personal de las administraciones forestales ante amenazas, actos de violencia o intimidación por parte de quienes se ponen al margen de la ley.

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e) Desarrollar e implementar el Plan Anticorrupción en el sector forestal, en el marco del Plan Nacional de Lucha contra la Corrupción.

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Objetivo específico 4: Consolidar el manejo forestal comunitario y promover la inclusión social y la equidad en torno a los bosques. Lineamientos de política 4.1. Inclusión social a) Instituir la consulta previa, libre e informada para el aprovechamiento sostenible de

los recursos forestales y de fauna silvestre o para actividades que puedan afectar la sostenibilidad de los ecosistemas forestales de los cuales dependen los pueblos indígenas y las poblaciones locales.

b) Impulsar la formalización de las actividades de aprovechamiento forestal maderable y no maderable para fines comerciales que realizan de manera informal los pobladores locales, de preferencia involucrando a los Gobiernos Locales, favoreciendo así procesos inclusivos de acceso a los ecosistemas forestales para estos usuarios.

c) Generar mecanismos de acceso al bosque a los usuarios del bosque que no poseen derechos sobre el mismo, tomando en cuenta las características socioeconómicas y culturales de estos actores y la sostenibilidad de los recursos forestales y de fauna silvestre a través del concepto de bosques locales.

d) Orientar la gestión forestal sostenible en las zonas de pobreza y pobreza extrema, para que contribuya a la seguridad alimentaria y energética de las poblaciones rurales directamente vinculadas a los bosques.

4.2. Manejo forestal comunitario

a) Desarrollar esquemas de gestión de bosques comunales o en tierras privadas o de ribereños, así como en zonas de bosques en tierras de protección, basados en la extracción con técnicas y prácticas de bajo impacto que permitan inclusión social, generación de ingresos y una producción sostenible.

b) Respetar las formas tradicionales de uso del bosque, así como el uso exclusivo de los bosques por parte de las comunidades nativas, en el ámbito de sus tierras tituladas o cedidas en uso.

c) Reconocer, respetar, registrar y proteger los conocimientos tradicionales colectivos y

prácticas de los pueblos indígenas, promoviendo su participación justa y equitativa en los beneficios que estos generen.

4.3. Trabajo forestal y calidad de vida a) Garantizar el respeto al cumplimiento de los derechos laborales de los trabajadores

forestales y la existencia de condiciones apropiadas de seguridad y salud para ellos.

b) Erradicar todas las formas de trabajo forzado y abuso laboral en las actividades del sector forestal.

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c) Impulsar la incorporación de indígenas a nivel profesional y técnico en las

operaciones de manejo forestal y de conservación de bosques.

d) Establecer y difundir planes de contingencia frente a eventuales encuentros con Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario.

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VIII. Estándares de cumplimiento Para el debido seguimiento de la Política Nacional Forestal y de Fauna Silvestre, la Autoridad Forestal y de Fauna Silvestre debe establecer metas concretas e indicadores de desempeño que sean, a su vez, concordantes con sus programas multianuales, sus estrategias de inversión y gasto social asociados, así como con los siguientes estándares nacionales de cumplimiento obligatorio, sin perjuicio de los estándares particulares que puedan establecer de acuerdo a sus objetivos institucionales: Instrumentos de gestión forestal Registro y difusión periódica de información sobre los instrumentos de gestión forestal que aprueban en el ejercicio de las funciones a su cargo. Infraestructura para el control forestal Información acerca de la infraestructura establecida con el fin de mejorar la efectividad del control forestal. Acciones de incentivo y fiscalización Difusión del número y resultado de las acciones de incentivo, promoción, supervisión, monitoreo, evaluación, fiscalización y sanción que se realizan en el propósito de mejorar, recuperar y proteger el patrimonio forestal y de fauna silvestre de la Nación. Participación ciudadana forestal Información acerca de los procesos de participación ciudadana forestal conducidos y los mecanismos empleados para la sostenibilidad de estos procesos.