Poemas de Vladimir Mayacovsky
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Poemas de Vladimir Mayakovsky
Mayakovsky, Vladimir (1893-1930)
Nacido en 1893 en la villa Georgiana de Bagdadi (la cual fue renombrada como ‘Mayakovsky’ después de su muerte), Vladimir Mayakovsky fue el hijo de un oficial de silvicultura. Para el tiempo de la revolución de 1905, trabajaba con los socialdemócratas locales, y cuando su familia se tralado a Moscú unos años después, se unió a los bolcheviques. Hizo trabajo propagandístico para el partido hasta su arresto en 1908, el cual resultó en su reclusión durante once meses.
El arresto fue crucial para el desarrollo de sus inclinaciones artísticas y políticas, ya que invirtió su tiempo leyendo los clásicos de la literatura universal. Después de abandonar la prisión, se convirtió en una de las figuras clave de la vanguardia artística de Moscú, convirtiéndose al Futurismo, un movimiento decididamente opuesto a todo lo que era antiguo y bucólico, y que celebró las ciudades, la velocidad y la modernidad. Como su manifiesto decía: “Sólo nosotros somos el rostro de nuestro tiempo. Trompeteros del tiempo resuenan en el arte de nuestras palabras. El pasado es sofocante. Arrojad por la borda a Pushkin, Dostoyevsky, Tolstoy, etcétera.
Desde entonces hasta la revolución de 1917, Mayakovsky fue uno de los miembros más visibles de la escena artística rusa. Escribió un tipo de poesía duro y declamatorio, y cultivó la imagen de un fanático. Los poemas que escribió durante este periodo, como “La nube en pantalones” y “Yo”, figuraron entre los más importantes del momento.
Pese a que el Futurismo en su forma italiana original conducía directamente al fascismo, la combinación de Mayakovsky entre Futurismo y bolchevismo lo condujo a aplaudir la Revolución de Octubre, y fue la razón por la que puso sus considerables talentos al servicio del nuevo Estado. Produjo posters, filmes y poemas políticos para ganar el apoyo de la más amplia masa posible. La muerte de Lenin lo conmovió profundamente. Hizo incontables recitaciones de su poema “Vladimir Ilyich Lenin” en fábricas, clubs, y en fiestas en diferentes lugares dentro de la Union Soviética.
Él nunca se negó a acomodarse en la moda populista, y fue una luz guía en el FIL, el Frente de Izquierda en la Literatura, el cual incluyó a todas las figuras modernistas en la esfera artística soviética. Cuando su revista fue publicada, Mayakovsky viajó a Europa y Estados Unidos entre los años 1925 y 1926, un viaje que reafirmó e incrementó su odio hacia el capitalismo. Fue durante este periodo que dio a luz poemas como “De vuelta a casa”, en el que demandó: “Gosplan para sudar / en debate / asignándome metas un año antes.”
No obstante, siempre se rehusó a ver la realidad soviética color de rosa, a tal punto que concibió un poema titulado “Mal”, y en 1928 escribió “El Chinche”, una obra teatral en la que criticaba la Nueva Política Económica (NEP) de los años anteriores, al mismo tiempo que mantenía la esperanza de un hermoso futuro comunista. Vilipendiado por la crítica, pasó los dos años siguientes elaborando una obra crítica aun más franca, “La Casa de Baños”, la cual, después de ser rechazada por los censores soviéticos, fue reescrita, montada, y embestida por la crítica. Un escritor de Pravda lo acusó de jugar el juego trotsquista.
Pese a que intentó defenderse a sí mismo a través de la poesía con “En la cima de mi voz”, los ataques contra “La Casa de Baños”, además de la amenaza de los constantes ataques de la RAPP, la Federación de Escritores Proletarios, lo quebrantaron física y moralmente. Por otra parte, él tuvo siempre una vida romántica emocionalmente tormentosa, que incluyó un largo e intenso romance con Lily Brik, una mujer casada cuya hermana Elsa se casó posteriormente con el poeta francés comunista Louis Aragon. Todo se venía debajo de golpe, y después de permanecer en una casa de reposo, Mayakovsky, quien había criticado duramente al poeta Sergei Esenin por quitarse la vida en 1925, cometió suicidio el 14 de abril de 1930. En su nota de suicidio escribió: “No culpen a nada por mi muerte y por favor no chismeen. Al difunto le disgustan terriblemente ese tipo de cosas. Mamá, hermanas y camaradas, perdónenme —este no es un camino de salida (No se lo recomiendo a nadie), pero no tengo ningún otro. Lily —ámame… Camaradas del VAPP (la organización matriz de la RAPP) — no piensen en mí como en alguien con el espíritu débil. En serio — no había ninguna otra cosa que pudiese hacer. Saludos.”
David Burliuk, Alexander Kruchenykh, Vladimir Mayakovsky, Victor Khlebnikov 1917
Una Cachetada en el Rostro del Gusto Público
Nosotros solos fuimos el rostro de nuestro tiempo. A través nuestro, el cuerno de los tiempos resonó en el arte del mundo.
El pasado es sofocante. La Acadamia y Pushkin son menos inteligibles que jeroglíficos.
Arrojad a Pushkin, Dostoyevsky, Tolstoy, etcétera, etcétera, por la borda de la Nave de la Modernidad.
Aquel que no olvide su primer amor no reconocerá el último.
Quién, con sinceridad, repuntaría su último amor hacia la perfumada lujuria de Balmont? Es éste el reflejo de las almas viriles de hoy en día?
Quién, tímidamente, temería rasgar la armadura de papel del traje negro
del guerrero Bryusov? Acaso la belleza del amanecer de lo desconocido brilla en él?
Lava tus manos, las cuales han tocado la sucia baba de los libros escritos por el innumerable Leonid Andreyevs.
Todos esos Máximo Gorkys, Krupins, Bloks, Sologubs, Remizovs, Averchenkos, Chornys, Kuzmins, Bunins, etcéctera, solamente necesitan una ducha en el río. Esa es la recompenza que el destino concede a los sastres.
Desde la altura de los rascacielos nosotros contemplamos su insignificancia!...
Exhortamos a que los derechos del poeta sean reverenciados:
* Extender la amplitud del vocabulario poético con arbitrarias y derivativas palabras (Novedad de las palabras).
* Sentir un odio insuperable hacia el lenguaje de épocas anteriores.
* Con horror, despejar de su frente orgullosa la corona de fama barata que se ha hecho de interruptores de baños.
* Permanecer de pie sobre la roca de la palabra “nosotros” en medio del mar de abucheos e indignación.
Y si, por el momento, los sucios estigmas de vuestro “sentido común” y “buen gusto” todavía están presentes en nuestras líneas, estas mismas líneas por primera vez centellearán junto a la Iluminación Estival de la Novata Belleza de la Autosuficiente (Egocéntrica) Palabra.
Vladimir Mayakovsky 1916
A su ser amado
El Autor dedica
Estas líneas
Seis.
Pesadas. Las campanadas de un reloj.
“Ríndanse ante el Céstar… ríndanse ante Dios…”
Pero dónde
alguien como yo arriba?
Dónde encontraré una guarida?
Si fuera
como el océano entre océanos escasos,
sobre la punta de los dedos de las olas me levantaría,
Me estiraría, como la marea, para acariciar la luna.
Dónde encontrar alguien a quien amar
de mi tamaño,
cuando el cielo es muy pequeño para que ella quepa en él?
Si fuera pobre
como un multimillonario,
todavía sería duro.
Qué es el dinero para el alma? —
ladrón insaciable.
El oro
de todas las Californias no es suficiente
para la horda subversiva de mis deseos.
Desearía ser tímido,
como Dante o Petrarca,
capaz de incendiar el corazón de una mujer,
reducirlo a cenizas con páginas llenas de versos!
Mis palabras
y mi amor
forman un arco triunfal:
a través de él, en todo su esplendor,
sin dejar ningún rastro, pasarán
las enamoradas de todas las épocas!
Si fuera
silencioso como un trueno,
cómo bramaría y chillaría!
Un gemido mío
iniciaría el demoronamiento del claustro crepitante del mundo
Y si
terminara rugiendo
con todo el poder de los pulmones y más—
los cometas, angustiados, retorcerían sus manos
y desde el techo del cielo
saltarían hacia la fiebre.
Si yo fuera difuso como el cielo,
perforaría la noche
con rayos de mis ojos
y también
con mi solitario,
radiante yo
enaltecería el pecho marchito de la tierra.
En los posterior pasaré,
arrastrando mi inmenso amor detrás mío.
En qué
noche afiebrada, montada de delirios,
por qué Goliates fui engendrado —
Yo, tan grande
y por nadie necesitado?
A todo y a cada cosa
No.
No puede ser.
No!
Tú también, amor?
Por qué? Para qué?
querida, mira —
Yo vine,
Traje flores,
pero, pero… Nunca tomé
las cucharas plateadas de tu gabeta!
Con el rostro ceniciento,
me precipité cinco escalones hacia abajo.
Las llantas chirriaron.
Estaba borrascoso.
El viento picó mis mejillas.
Cuernos montados cuernos deseosos.
Por encima de la locura de la capital
levanté mi rostro,
Fuerte como los rostros de íconos antiguos.
Adolorido,
en tu cuerpo como en una cama mortal, sus días
mi corazón terminó.
No ensuciaste tus manos con brutal asesinato.
En vez de eso,
lo dejaste caer con calma:
“Él está en cama.
hay fruta y vino
En la palma de la mesa de noche.”
Amor!
Tú sólo exististe en mi inflamado cerebro.
Basta!
Deja esta tonta comedia
y entérate:
Voy a desgarrar
mi armadura de juguete,
Yo,
el más grande de todos los Don Quijotes!
Recuerdas?
Aplastado por la cruz,
Cristo se detuvo por un momento,
cansado.
Mirándolo, la multitud
gritó, burlona:
“Muévete, zoquete!”
Eso es!
Sean despreciativos.
Escupan a quien ruega por un descanso
en su día de días,
acósenlo y maldíganlo.
Frente al ejército de celotes, condenado a hacer el bien,
el hombre no muestra piedad!
Esto es el colmo!
Juro por mi fuerza pagana —
denme una muchacha,
joven,
ojos colmantes,
y no desperdiciaré mis sentimientos en ella.
La violaré
y perforaré su corazón con insultos
de buena gana.
Ojo por ojo!
Cientos de veces para obtener venganza las violencias
Jamás se detienen!
Petrificadas, pasmadas,
aúllan en todos los oídos:
“La tierra es una convicta, escucha,
su cabeza medio rapada por el sol!”
Ojo por ojo!
Mátenme,
entiérrenme —
me desenterraré yo mismo,
las cuchillas de mis dientes de piedra — no lo duden!—
más afiladas.
Un perro gruñón, bajo
las camas de tablones de los cuarteles me arrastraré,
a escondidas para morder los pies que huelen
a sudor y carpas de mercado!
Brincarás de tu cama durante las primeras horas de la noche.
“Moo!” Yo rugiré.
Sobre mi cuello,
una herida provocada por el yugo,
tornados de moscas
se elevarán.
Soy un toro blanco sobre la tierra imponente!
En un alce me convertiré,
mis cuernos enredados como cables,
mis ojos enrojecidos por la sangre.
Por encima del mundo
una bestia traída a la bahía,
Me erguiré incansablemente.
El hombre no puede escapar!
Sucio y humilde,
balbuceando una plegaría,
sobre piedra fría él miente.
Lo que hará será pintar en las puertas reales,
sobre el reino de Dios
el rostro de Razin.
Séquense, ríos, impidan que alivie su sed! Humíllenlo!
No desperdicies tus rayos, sol! Quema!
Deja que centenares de mis discípulos nazcan para tocar con sus trompetas himnos en las plazas!
Y cuando finalmente llegue,
pisando los picos de las eras,
escalofriantemente,
el último de sus días,
en las almas negras de los anarquistas y asesinos
yo, una visión sangrienta, arderé!
Amanece,
La boca del cielo se estira más y
más,
bebe la noche
sorbo por sorbo, sedientamente.
Las ventanas mandan un destello.
A través de los paneles el corazón se derrama.
El sol, viscoso, fluye sobre la ciudad durmiente.
Oh sagrada venganza!
guíame otra vez
sobre el polvo afuera
y arriba de los pasos de mis líneas poéticas.
Este corazón mío,
lleno hasta los bordes,
en una confesión
derramaré.
Hombres del futuro!
Quiénes son ustedes?
Debo saber. Por favor!
Aquí estoy,
todo moretes y padecimientos,
calcinado por el dolor…
A ustedes de mi gran alma lego el huerto.
Nuestro marzo
Fuente: Poemas, Traducidos por Dorian Rottenberg
Progress Publishers, Moscú, 1972;
Batid las plazas con los trancos de los rebeldes!
Altos, guardianes de cabezas arrogantes!
Nosotros lavaremos el mundo con un segundo diluvio,
Ahora es la hora de la venida que se teme.
Demasiado lentos, los vagones de los años,
Los bueyes de los días — demasiado tristes.
Nuestro dios es el dios de la velocidad,
Nuestro corazón —nuestro tambor de batalla.
Hay acaso un oro más divino que el nuestro?
La avispa de qué proyectil puede aguijonearnos?
Canciones son nuestras armas, nuestro poder de poderes,
Nuestro oro —nuestras voces— Solamente escuchadnos cantar!
Pradera, yaced verde sobre la tierra!
Con seda nuestros días se alinean para nosotros!
Arco iris, dad color y circunferencia
A los corceles de pies alados de tiempo.
Los cielos nos envidian su glamor estrellado.
Bah! Sin él nuestras canciones pueden prosperar.
Hey tú, Osa Mayor, clamor
nosotros seremos llevados vivos al cielo!
Cantar, beber del deleite profundo,
Drenar la primavera por copas, no por dedales.
Corazón acelera tus latidos!
Nuestros pechos serán el bronce de los cimbales.
Pedido de cuentas!
Traducido: por Lika Galkina con Jasper Goss, 2005
El tambor de guerra truenos y truenos
Emplaza: empuje de hierros entre los que viven.
De cada país,
esclavo tras esclavo
son lanzados a la bayoneta de acero.
En virtud de qué?
La tierra se estremece
hambrienta
y despojada.
La humanidad es vaporizada en una baño de sangre
sólo para que
alguien
en algún lugar
pueda apoderarse de Albania.
Bandas humanas confinadas a la malicia,
golpe tras golpe impactan el mundo
sólo para que
los buques de alguien
pasen gratuitamente
a través del Vásporo.
Pronto
el mundo
no tendra una costilla intacta.
Y su alma será extirpada.
Y arrollada
sólo para que alguien,
ponga sus manos en
Mesopotamia.
Por qué
una bota
aplasta la Tierra — fisurada y dura?
Qué hay por encima de las batallas del cielo —
Libertad?
Dios?
Dinero!
Cuándo te erguirás a tu estatura completa,
tú,
que les entregas tu vida?
Cuándo lanzarás una pregunta a sus rostros:
Por qué luchamos?
Vladimir Mayakovsky (1917)
Actitud
Hacia una señorita
Fuente: Literatura Rusa del Siglo 20
La noche iba a decidir
si ella y yo
íbamos a ser amantes.
Encubiertos
por la oscuridad
nadie iba ver, verás.
Me incliné sobre ella, es la verdad,
y lo que hice
es cierto, lo juro,
Dije
como un padre amable:
“La Pasión es un precipicio —
así que por favor
apártate de mi camino?
Apártate de mi camino,
por favor!”
Tú
Fuente: El Chinche y poesía seleccionada,
traducida por Max Hayward y George Reavey. Meridian Books, Nueva york, 1960;
Transcribido: por Mitchell Abidor.
Tú viniste — determinada,
porque yo era grande,
porque yo rugía,
pero en una inspección detallada
viste a un simple muchacho.
Tú te apoderaste
y te llevaste mi corazón
y comenzaste
a jugar con él —
como una niña con una pelota botante.
Y ante este milagro
cada mujer
era ora una dama sorprendida
ora una soltera inquiriendo:
“Amar a semejante sujeto?
Por qué, él brincaría sobre ti!
Ella debe ser una domadora de leones,
una muchacha del zoológico!”
Pero fui victorioso.
No lo sentí —
el yugo!
Ajeno a la alegría,
salté
y brinqué sobre una alegre novia de piel roja,
Me sentí tan eufórico
y ligero.
Back Home
Pensamientos, seguid vuestro camino a casa.
Abrazad,
profunidades del alma y el amar.
Desde mi punto de vista,
es
estúpido
ser
siempre sereno.
Mi cabina es la peor
de todas las cabinas -
Toda la noche sobre mí
Golpea un herrero de pies.
Toda la noche,
agitando la calma del techo,
estampida de danzarines
un motivo para quejarse:
“Marquita,
Marquita,
Marquita querida mía,
por qué no,
Marquita,
por qué no me amas …”
¿Pero por qué
Marquita debería amarme?!
No tengo
francos que escatimar.
Y Marquita
(al más leve guiño!)
por cien francos
es traída hasta tu
habitación.
La suma no es grande -
sólo vive por el espectáculo -
No,
tú intelectual,
erizando tu pelo enmarañado,
hincarías cerca de ella
una máquina de coser,
en puntadas
garabateando
la seda del verso.
Los proletarios
arrivan al comunismo
desde abajo -
por el camino bajo de las minas,
hoces,
y horcas -
Pero yo,
desde el cielo de la poesía,
me sumergo en el comunismo,
porque
sin él
no siento amor.
Ya sea que
esté auto-exiliado
o sea enviado a mamá -
el acero de las palabras corroe,
el bronce de
las manchas de bronce.
Por qué,
bajo lluvias extranjeras,
debo contentarme,
podrido,
y oxidado?
Aquí me reclino,
habiéndome ido sobre el mar,
en mi ocio
apenas moviendo
mis partes de máquina.
Yo mismo
me siento como una Soviética
fábrica,
manufacturando felicidad.
Yo objeto
ser roto,
como una flor de los campos,
después de un largo día
de trabajo.
Quiero
el Gosplan para sudar
en debate,
asignándome
metas un año antes.
Quiero
un comisario
con un decreto
para inclinarse sobre el pensamiento de la época.
Quiero
que el corazon reciba
su cuota de amor
a una taza de especialista.
Quiero
que el comité de la fábrica
clausure
Mis labios
cuando el trabajó esté terminado.
Quiero
que el bolígrafo esté a la par
con la bayoneta;
y que Stalin
entregue sus reportes
del Politbureau
acerca de versos construyéndose
como lo haría acerca del hierro de cerdo
y la fundición del acero.
“Así es cómo es,
la forma en que va …
Hemos alcanzado
el más alto nivel,
escalando desde las cuchetas de los trabajadores:
en la Unión
de Repúblicas
el entendimiento del verso
ahora supera
su forma de preguerra …”
Bien! (fragmento, capítulo 24)
Source: 20th Century Russian Literature.
Sobre aquellos
que duermen eternamente aclamados
que se inclinan,
el duro invierno
esparce
una nube.
Qué son las palabras!
Las palabras
son tontas!
En las heridas del Volga
me rehúso
al duelo.
De una serie de días
escojo
hablar,
parecido
a cientos de otros,
desolados,
empujados
por los años,
remeros ansiosos,
no demasiado gordos
ni
demasiado magros.
Si cualquier cosa
algo de valor.
Escribo
fue todo
la falta
de un par
de ojos
cielos sin fondo,
mis bien amados ojos.
Inmensos son,
redondos,
pardos,
con una pizca
de hazel,
calientes como una brasa,
llameantes.
El teléfono se ha ido
rígido como un loco de atar,
el filo contundente
de un hacha
impactando la oreja:
wham!
Alrededor de los inmensos ojos pardos
excusa:
el hambre
tiene la culpa.
Órdenes de los doctores:
para que los ojos
sean capaces
de mirar
el mundo,
En un lugar caluroso,
pone verduras
sobre la mesa.
Por sus encrespadas colas verdes -
observad!-
Estoy sosteniendo
dos zanahorias
crujientes.
No son
para mi estufa:
Voy a llevarlas a
mi querida,
para que ella
las mastíque.
Cajas de caramelos
y flores
libremente
Las entregué,
pero
recuerdo que
esas dos zanahorias
además de los leños
(medio billete)
fueron
el más precioso
regalo
de todos.
Sujetas bajo mi brazo
están
una piezas húmedas de madera:
nudosos palos,
gruesos como un entrecejo.
Rostro hinchado,
ojos partidos:
es
la malnutrición.
Verduras y cariño -
ojos claros.
Más grande que los platillos,
el ojo
de la Revolución.
Más fácil para mí
que para muchos
(no es petulancia!)
Porque soy
Mayakovsky.
Me siento y mastico
una fresca
pieza de carne de caballo.
La puerta rechina.
Mi pequeña hermana.
"Hola!"
"Hola!"
"Volodya, escucha,
mañana es Año Nuevo.
¿Tienes algo de sal
que puedas prestarme?"
"Una pizca,
húmeda además.
Aquí,
dividámosla en dos."
Atravesando la nieve,
enfrentando al temor,
con un
"Oh, querida,
cómo he de seguir en pie!"
Olga se tambalea a lo largo de
la congelada,
de tres millas de longitud,
Calle Presnya.
A su hogar
para condimentar sus papas
se dirige.
Congelado
camina
detrás de ella,
se hace más feroz,
pulgadas
más cerca,
cosquillea
y pellizca.
"Dádmela!
No es acaso sal
lo que escondes?"
Al fin en casa,
y no la perdió.
Pero cómo usarla?
Entre sus dedos
se congela rápido.
Detrás de la pared
arrastrando los pies.
"Aquí, esposa,
debemos comer.
Intercambia mi abrigo
por mijo,
podrías?"
Mira a través del panel-
está nevando otra vez.
la nieve cae,
cubriéndolo todo.
Suave su paso,
sí,
y luz.
Moscú
un risco,
desnudo
y blanco.
La nieve yace
sobre bancos
y esquinas.
De los bosques
el esqueleto se descuelga
hacia el barranco.
El alba.
En el chal grueso del cielo
el sol,
una sabandija,
se arrastra.
El tardío amanecer de Diciembre,
agotado,
crepitante,
cuelga
sobre Moscú
como fiebre tifoidea.
Tormentosas nubes errantes
a las tierras gordas emigran.
Envuelto en niebla,
su pecho asomándose,
America yace.
¿Qué está haciendo? -
Lamiendo
café
y cocoa
en la copa.
En tu rostro,
grueso como el hocico
de un cerdo de buen tamaño,
más grueso que una redonda bandeja de acero redondeada,
desde esta hambrienta tierra de nosotros
Yo grito:
Mi amor
por mi tierra
no tiene límites!
Puedes olvidar
cuándo
y dónde
rellenaste
tu tenaza
y tu estómago,
pero
la tierra
con la que padeciste de hambre
no la podrás,
mientras vivas y respires,
olividar!
Conversación
con el Camarada Lenin
Source: 20th Century Russian Literature.
mayakovsky
Arremolinado con eventos,
cargado de demasiados trabajos,
el día lentamente se hunde
mientras la sombra nocturna cae.
Hay dos personas en la habitación:
Yo
y Lenin-
una fotografía
sobre la blancura de la pared.
Las brozas se deslizan hacia arriba
sobre sus labios
mientras su boca
se abre a tirones en un discurso.
Los tensos
pliegues de su frente
sostienen pensamientos
en su empuñadura,
inmensas cejas
igualadas por pensamientos inmensos.
Un bosque de banderas,
levanta manos espesas como la hierba...
Cientos de personas marchando
detrás suyo...
Transportado,
iluminado por la alegría,
yo emerjo de mi hogar,
ávido por verlo,
saludarlo,
reportame a él!
“Camarada Lenin,
le reporto -
(no un dictado de oficina,
el corazón incita por sí solo)
Este infernal trabajo
que debemos hacer
será concluido
y ya está siendo realizado.
No alimentamos y nos vestimos
y damos luz a los necesitados,
las cuotas
de carbón
y de acero
colmadas,
pero hay
una gran cantidad
de sangre
estiércol
y basura
alrededor nuestro todavía.
Sin usted,
hay mucho
que se ha ido de las manos,
todas las discusiones
y las riñas
lo hacen.
Hay escoria
en gran cantidad
acosando nuestra tierra,
fuera de sus bordes
y también
adentro.
Trate
de contarlos
y
tabularlos -
no tiene uso,
hay toda clase,
y son
gruesos como ortigas:
kulaks,
aprovechadores rojos,
y,
abajo en el camino,
borrachos,
sectarios,
escupidores.
Se pavonean alrededor
arrogantemente
como pavos reales,
medallas y plumas
entramando sus pechos.
Vamos a lamerlos-
pero
lamerlos
no es trabajo fácil
para los mejores.
Sobre tierras cubiertas de nieve
y sobre campos de cañas,
en plantas humeantes
y en fábricas,
contigo en nuestros corazones,
Camarada Lenin,
construimos,
pensamos,
respiramos,
vivimos,
y luchamos!”
Arremolinado con eventos,
cargado de demasiados trabajos,
el día lentamente se hunde
mientras la sombra nocturna cae.
Hay dos personas en la habitación:
Yo
y Lenin -
una fotografía
sobre la blancura de la pared.