Pobreza y Planificacion. Adriana Clemente

8/20/2019 Pobreza y Planificacion. Adriana Clemente

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Capítulo 4

Pobreza y planificación social. El territorio como variable de integración y movilidad

social

Por Adriana Clemente 1

El tratamiento de la pobreza y las desigualdades adquiere materialidad en la configuración

física y social de la ciudad. Esta configuración además de histórica es dinámica y expresa

tensiones, conflictos y convergencias entre las intervenciones que producen diferentes

actores en representación del estado, el mercado y los propios habitantes.

En el territorio se expresan las desigualdades sociales y el estado (nacional, provincial o

municipal) puede intervenir positiva o negativamente en los procesos de segmentaciónterritorial que por su naturaleza produce el mercado. La intervención del estado puede o no

contribuir a la prosecución de canales para la integración de la sociedad. La función

integradora del estado, no solo depende de los grandes lineamientos programáticos que

puede proponer el estado nacional, sino que depende en gran medida de la aplicación

concreta que los gobiernos subnacionales (principalmente locales) interpretan y

materializan en el territorio cuando se toman decisiones respecto a las prioridades y la

aplicación de los recursos presupuestarios destinados a temas como: obra pública,

equipamiento en salud y educación, regularización de tierras, políticas de recuperación y

conservación del espacio público y otros tópicos que en su conjunto configuran la dinámica

de inclusión/exclusión que tendrá la ciudad.

Este artículo aborda, a modo de ensayo introductorio, la particular relación que se establece

entre la planificación del desarrollo y la políticas sociales en el contexto urbano, más

específicamente en el caso de la ciudad de Buenos Aires donde a través de su historia es

posible reconocer diferentes ciclos políticos y económicos del país y su correlato en materia

de planificación e inclusión social. Este artículo se compone de dos partes, una

introductoria donde se presentan algunas ideas sobre los debates actuales en materia de

1 En colaboración con Vanesa Marazzi, Licenciada en Ciencia Política (FCSs/UBA). Este artículo

recupera avances realizados en el marco de los “Proyecto Diseño y Desarrollo” (OLA), GPIA / TheNew School, FADU y FCSs / UBA. y el Proyecto de Reconocimiento Problemática urbana y cambiodel paradigma de bienestar en la Ciudad de Buenos Aires (FCSs/UBA).


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planificación del desarrollo, y otra orientada a dar cuenta de la perspectiva territorial de lasintervenciones sociales, entendiendo por tal al conjunto de decisiones de política públicamotivadas o con implicancias (directas o indirectas) en la cuestión social. En esta línea se

toman a modo de ejemplo, algunos eventos de la ciudad de Buenos Aires que permiten

reflexionar sobre el modo en que la planificación (por acción o por omisión) es parte del

sistema de restricciones que pueden terminan configurando el mapa de las desigualdades en

una ciudad.

1. La planificación del bienestar. Algunos antecedentes

La noción de desarrollo y planeamiento están emparentadas. Hablamos de un campointerdependiente que supone la capacidad de unos para definir beneficios sobre “otros”

(Marques, 1990). Entonces, cuando se propone impulsar un proceso que se define a sí

mismo como de desarrollo, hay una definición previa de las dinámicas que se busca

producir y/o reproducir en la sociedad desde alguna concepción y una racionalidad que guíatodo el proceso metodológico del planeamiento y, por lo tanto, busca también la

anticipación y control de sus posibles resultados en materia de cambio social. Todos los

enfoques de planificación coinciden en caracterizarla como un proceso de transformación

social. El problema no sería la transformación, sino el sentido de la misma. Aquí es donde

aparece el problema del poder, el ingreso y la riqueza (Bustelo, 1996). En tal sentido, la

planificación y su perspectiva anticipada de los cambios es la expresión de cómo se

entiende el cambio y el desarrollo.

El uso social del desarrollo dentro del campo de la ciencias sociales, tiene un referente en la

lógica y dinámica interna de funcionamiento de este campo, además de las diferentes

dinámicas de otros campos como puede ser el económico, el político y cultural. De manera

contemporánea los modelos de crecimiento en que se tradujo gran parte del trabajo de

construcción teórica de los economistas en los últimos decenios son un subproducto del

modelo keynesiano que según analiza Celso Furtado (1983), estuvo más preocupado por

sentar bases sólidas de la política económica especialmente si esta no se propone

“transformaciones estructurales significativas”.2

La relación entre desarrollo y planificación se expresa en lo que Karla Valverde (2006)denomina como proceso de institucionalización del desarrollo en referencia al conjunto de

nociones, visiones, reglas, valores y creencias que definen cómo se estructura la noción

misma del desarrollo y cómo se delimita la función del Estado para impulsarlo. Esto

2 Breve introducción al desarrollo, un enfoque interdisciplinario publicado por primera vez en portugués en1980 y en español en 1983 por el Fondo de Cultura Económica de México. C:\Documents andSettings\Adri\Mis documentos\doctorado\docmentosdeconsulta\desarrollo\.


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supone la existencia de un sistema de explicaciones que actúan como marco teórico

conceptual y como consecuencia de ese marco de referencia, la aparición de un conjunto de

creencias y valores (en el plano informal) que se articulan con arreglos institucionales de

diferente orden (agencias, normas, programas). Esta autora describe tres grandes ideas

sobre el término: a) el desarrollo entendido como crecimiento económico, estrechamente

relacionada con la teoría del derrame; b) el desarrollo como impulsor del ser humano,

donde se destaca el rol de las Naciones Unidas a partir de ampliar el sistema de indicadorescon que se mide (indicadores de desarrollo humano); y c) en clave más teórica, el

pensamiento de Amartya Sen (1996, 2000) articulando la dimensión económica, con la

ética en vistas al desarrollo de capacidades. Las últimas tendencias irían en dirección a

proporcionar una noción integral y discuten la tensión entre derechos, participación y

posibilidades de libertad de elección en contextos económicos que, en rigor, por su

concepción capitalista, no la favorecen.3

Es posible afirmar que en la relación entre planificación social y desarrollo que nos ocupaen este artículo, la perspectiva económica dominó otros campos implicados (como el social

y el cultural) y que los enfoques metodológicos, aún los más progresistas, reproducen esa

visión hegemónica y conservadora que propone la economía clásica, más aun si seconsideran las restricciones y amplia influencia que ejerció en la región el Consenso de

Washington.

Es en el debate contemporáneo y a consecuencia de la profundización de las desigualdades

por efecto de las reformas de carácter neoliberal, que se retoma con renovado vigor la idea

del rol regulador del Estado en los procesos de desarrollo.4

2. Problemática urbana y planificación social

La planificación puede ser entendida como una práctica sistemática y formalizada que

desarrolla análisis situacionales, establece estructuras propositivas valoradas y construye o

descubre estrategias adecuadas que permiten alcanzar objetivos, evaluando sus probables

consecuencias. Se diferencia de otras herramientas proyectivas (como programas y

proyectos) por su mayor extensión temática y problemática y por el uso de horizontes de

tiempo más amplios (Robere, 2003). Esta perspectiva pondera la combinación entre el

carácter sincrónico (zonas de ubicación por sectores y espacios geográficos) y diacrónico

3 Para ampliar estos enfoques ver Valverde Biseca, K.: “La institucionalización del Desarrollo” en Vieska, K. y

Porras, A. El desarrollo –diversas perspectivas–, Capitulo IV, México, Gernika, 2005.

4 Idem.


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(horizontes temporales) que le otorga al proceso de planificación la complejidad de un

sistema destinado a facilitar la toma de decisiones.

La concepción precedente también introduce el carácter redistributivo que puede o no tenerlas políticas definidas bajo un enfoque territorial. Según plantea Aceve González (1997),

curiosamente mientras se produce una suerte de desterritorialización del consumo, en el

campo del desarrollo, las reformas del estado han ponderado la territorialización de lapolítica social bajo la hipótesis de que la descentralización optimiza el gasto a la vez quemejora la accesibilidad a los recursos por parte de los sectores (grupos y familias) que por

su “posición” necesitan de la asistencia del Estado. Esta hipótesis ha sido parcialmente

demostrada, puesto que las evaluaciones demuestran que lo que modifica sustancialmente

los indicadores de pobreza, no es tanto el modo de implementación de los programas, comoel aumento del gasto social en el sector que se analiza (Clemente, 2008).

De lo que no hay duda es que en el territorio se expresan las desigualdades sociales y elestado (nacional, provincial o municipal) puede intervenir positiva o negativamente en los

procesos de segmentación territorial, según contribuyan o no a la prosecución de canales

para la integración de los diferentes estratos de una sociedad. La orientación final o impacto no es visible en los grandes lineamientos programáticos, sino que se materializa en la

acción de gobierno (principalmente municipal), cuando se toman decisiones respecto a la

obra pública, el equipamiento en salud, la regularización de tierras, las políticas de

recuperación y conservación del espacio público, etc.

A continuación revisamos la íntima relación que se establece entre desarrollo y

crecimiento de la ciudad y el modo en que ese desarrollo interpela la pobreza según la

visión que se tenga del desarrollo. Según se puede ver en el caso de la ciudad de Buenos

Aires, de manera cíclica se trata de una ecuación donde los pobres sistemáticamente salen

perjudicados.

3. Pobreza y planificación de la ciudad.

Por su importancia política y económica a nivel nacional y como caso paradigmático, se

hace un breve repaso de cómo se expresó el binomio pobreza/planificación urbana en la

ciudad de Buenos Aires. La hipótesis que subyace en este trabajo es que el crecimiento

económico, cuando no esta mediatizado por políticas económicas y sociales redistributivas

genera pobreza y exclusión como parte del proceso de acumulación bajo la lógica demercado. De ahí la importancia de que el estado asuma un rol activo en ese proceso,

resultando la planificación social el modo en que se expresa la relación entre lo económico y lo social y la sujeción de un tópico por sobre el otro según la concepción política que se

tenga de los cambios. Para revisar esta hipótesis se toman algunos de los hitos que en una


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breve cronología dan cuenta de lo polémico que puede resultar el vínculo entre desarrollo,

planificación y demanda social en el caso de la ciudad de Buenos Aires.

4. Cuando la salud de los pobres se convirtió en un problema

En las ciudades, es común que los pobres se encuentren establecidos en los bordes

jurisdiccionales o zonas que no representan valor para el mercado (tierras inundables,barrios degradados, zonas contaminadas, etc.). Estas condiciones desfavorables tienen

carácter coyuntural y en la historia de cada ciudad han tenido una evolución singular según

la influencia de otras variables (políticas y económicas) de carácter nacional y regional. En el caso de Argentina y específicamente en la ciudad de Buenos Aires, hasta la década

del 80 la pobreza no era una cuestión de Estado y descansaba en la Sociedad de

Beneficencia creada en 1824 por el presidente Bernardino Rivadavia, para ocuparse de los

pobres administrando recursos del propio Estado en nombre de esa sociedad. En la historia

de la ciudad la pobreza y sus expresiones más frecuentes (mendicidad, abandono de niños,

ancianos y enfermedad) fueron emparentadas con otros problemas como locura y delito.

Por ejemplo, hasta 1860 (cuando se crea el Hospicio de las Mercedes)5 los pobres alienados

de la ciudad, negros o criollos, eran recogidos en prisiones y los blancos podían serrecluidos en un convento de clausura.

Si bien en los 80 Buenos Aires era la ciudad más próspera del país, sufría un déficit muy

serio en materia de servicios y principalmente de higiene. Este déficit recién se comienza a

problematizar en este periodo y da lugar al modelo médico-político cuyo postuladoprincipal fue promover la participación del estado en el control y prevención de

enfermedades infectocontagiosas.6 De ahí que en esta década también se consigna la

ampliación del equipamiento sanitario de la ciudad y la provisión de redes de agua ycloacas.7

La situación habitacional de las familias pobres, recién aparece problematizada por elprimer intendente de la ciudad Torcuato de Alvear (1883-1887), a partir de un relevamiento

de los conventillos para llamar la atención a las clases pudientes sobre el tema. El informe

describía la situación con expresiones tales como: “de aquellas fétidas pocilgas, cuyo aire jamás se renueva y en cuyo ambiente se cultivan las más terribles enfermedades que luegollegan por emanaciones a los palacios de los ricos…”. Estas casas de alquiler se ubicaban

5 Hoy conocido como el Hospital Borda.6 En el informe del censo del 1887 se consigna que la ciudad tenía 450.000 habitantes, con un promedio de13 habitantes por casa (se aclara que no está discriminada la vivienda colectiva) y sobre un total de 30.313casas solo un 12% tenía acceso a agua corriente. De 4.200 defunciones por viruela producidas en 1883 el50% de las muertes ocurrieron en conventillos.7 El primer plan de agua corriente y cloacas fuer realizado en 1859, pero será entre 1874 que se inician ydiscontinúan para retomarse en 1880. (Memoria 1910-1912).


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principalmente al sur de la Plaza de Mayo, pero hacia fines de siglo la inmigración se

habían extendido a toda la ciudad.8

La hegemonía que tomaría el modelo medico-político queda plasmada en 1882 cuando

Alvear aprueba el primer plan asistencial de la ciudad dirigido por el Dr. Ramos Mejía

(1883-1887) con sede en el Hospital San Roque (actual Hospital Ramos Mejía). El

programa preveía acciones preventivas con médicos (20 en total) preparados para trabajar

con población pobre. En el periodo se destacan iniciativas recaudatorias para los pobrescomo el impuesto a las entradas de los espectáculos, una escuela de enfermeros “para queno sean analfabetos los se ocupaban de ese trabajo”, la reglamentación de la prostitución yla creación de un registro de pobres (Memoria 1888).

5. ¿De quién es la ciudad?

Durante el gobierno peronista por medio de los Planes Quinquenales (I y II) el estado

incorpora la idea de regionalizar, la cual se traduce en propuestas de gobierno tales comola organización de la colonización rural y la creación en 1948 de la Jurisdicción del Gran

Buenos Aires. En este periodo la formación y crecimiento de las villas de emergencia másque un indicador de pobreza, deberá ser leído como una expresión de la expectativa de

movilidad social que generaba la ciudad y su oferta laboral y de servicios públicos muy

diferenciados de otros centros urbanos del país. Durante el largo periodo de sustitución de

importaciones el 60% de la industria nacional se concentró en AMBA que a su vez se

convirtió en el principal mercado de consumo del país9. Entonces la expansión de las villas

se corresponde con la expansión de la actividad industrial. A su vez, hay acuerdo en que

hasta el año 1960 el crecimiento de la región no se da por efecto de la planificación, sino

por el desarrollo del mercado inmobiliario (Calello, 2000).

En correspondencia con los postulados justicialistas en este periodo se produce en la

municipalidad de Buenos Aires una revisión de la función social de la municipalidad

moderna. Se define a la ciudad como “la civilización de un pueblo”, se trata la cuestión

higiénica de la ciudad y la tasa de retribución por servicio. A la vez, se expresa la necesidadde alcanzar un sistema de prestaciones médicas obligatorias y se recomienda que el alcance

de estos servicios deba ser de amplia cobertura bajo la consigna de que la ciudad no

8 La localización territorial de los establecimientos asistenciales (hospicios, hospitales) se concentró en unazona conocida como de la Convalecencia (barrio de Barracas) donde ya se encontraban emplazadas desdefines del S XVIII algunas de las principales instituciones asistenciales (Casa de Ejercicios para mujeres y Casade Expósitos, luego llamada Casa Cuna). Cabe destacar que esa zona de Buenos Aires nada tenía deperiférica. Si bien en 1870 Barracas al Sud padeció graves epidemias de fiebre amarilla, el exilio hacia la zonanorte de la ciudad por parte de las clases altas sería un fenómenos muy posterior.

9 Según consigna Gernuchof, la configuración del sector obrero en esta etapa de expansión industrial tienedos características principales: una será la condición de inmigrantes internos de los trabajadores, que en1943 representaban el 28% de la población de Buenos Aires, y otra característica es el crecimiento de laparticipación femenina en la industria, que entre 1935 y 1939 eran el 33% del total de obreros industriales deBuenos Aires.


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pertenece a sus vecinos sino a todos los argentinos. (Revista de la Ciudad de Buenos Aires,

1946). En estos años la Nación se hará cargo de la provisión y ampliación de los servicios

de salud y harán transferencias significativas para solventar el modelo de amplia cobertura

y calidad de servicios que propiciaba el gobierno nacional, como fue el caso del

financiamiento, por parte del gobierno nacional, de la gratuidad hospitalaria.

Con el derrocamiento del gobierno Justicialista (1946-1955), la intención de la RevoluciónLibertadora (1955) por desarticular el sistema de protección social generado por el

justicialismo fue rápidamente desalentado por el avance desarrollista del gobierno de

Arturo Frondizi (1958 a 1961). Si bien en esa época se creó la Dirección Nacional de

Asistencia Social (1960), la principal observación del perfil de las políticas sociales será la

importancia que se asigna a la investigación y la planificación en ese campo.

El debate sobre la pobreza y el desarrollo se reinstala en los 60 como consecuencia de la

puja entre modelos antagónicos.10

Desde la concepción dominante de ese momento, la

pobreza es la causa de la marginalidad y juntas constituían el círculo vicioso de la pobreza.Para integrar a los marginales era necesario impulsar políticas específicas destinadas a

promover (de manera exógena) el desarrollo en los individuos, las familias y las

comunidades pobres y los países subdesarrollados.

Para Frondizi lo importante era el desarrollo de la economía puesto que una vez que se

alcanza el desarrollo económico no resulta necesario proteger a los pobres, y lo expresaba

de este modo: “Estoy persuadido de que al surgir un nuevo pozo de petróleo o instalarseun alto horno o terminarse un dique se estarán construyendo en este o en cualquier otrolugar del país los cimientos de una vivienda, de una escuela o de un moderno Hospital”(Presidencia de la Nación, 1960).11

El Plan Director para Capital Federal y Lineamientos Estructurales para el Área Metropolitana y su Región, realizado entre 1958 y 1965 (Suárez, 1986) sigue la idea del

frustrado segundo Plan Quinquenal. La perspectiva regional también impacta en el camposocial replanteando y tensionando la cobertura del sistema de prestaciones sociales más allá

de las fronteras de la ciudad, generando el debate sobre áreas programáticas y

competencias, e iniciando un debate que aún esta vigente.

En materia habitacional el panorama de fines de los 50 y principios de los 60, estará

marcado por la creciente presión erradicadora del Estado y, como contracara, la mayororganización y politización de la población villera. Durante los gobiernos de Frondizi y

Guido (su sucesor de facto), los planes de viviendas provisorias fueron un fracaso. En 1963

se creó la Comisión Nacional de la Vivienda (CNV), cuya primera misión fue censar a la

población de la ciudad. En un primer informe elevado al Poder Ejecutivo, se informó que

en 1964 en la ciudad existían 21 villas, habitadas por 33.920 personas. Para el área

10 Expresados en la revolución cubana (1959) por un lado y la Alianza para el Progreso (1961) por otro.11 Citado por Noemí Glodman (1996).


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metropolitana, la población villera alcanzaba la cifra de 78.430. Cuantificar la población

villera significó, por primera vez y en el mismo acto, asumir el tema de las villas como

“problema” y proponer una política de erradicación.12

La dictadura militar de 1976 retrotrae a principios de siglo el enfoque de atención a lapobreza. La dictadura interpreta a la pobreza y la aborda como una amenaza para eldesarrollo de la sociedad. Para la dictadura el tema central era el control sobre los pobres,

más que el control del crecimiento de la pobreza y sus causas. En la ciudad los desalojos

son compulsivos y se apoyan en argumentos referidos a la modernización y

embellecimiento de la ciudad. Entre las múltiples medidas restrictivas, además de los

desalojos compulsivos, se arancelaron los servicios hospitalarios y reeditaron los

certificados de pobreza de fines de siglo pasado y militarizan las instituciones tutelares de

menores, de ancianos e indigentes. El retorno a la democracia encuentra, entre otros

problemas, el crecimiento de la pobreza que, en casos como el AMBA,13

en los primeros 6

años de la dictadura ya se había duplicado.

En el año 1994, debido a la Reforma de la Constitución Nacional, Buenos Aires adquiere el

status de Ciudad Autónoma, nueva figura institucional que involucra un nivel de autonomía

similar al resto de las provincias argentinas. Y al año siguiente, los convencionales dictan la

Constitución de la Ciudad. La Convención Constituyente tiene lugar en un contexto

nacional en el que se apreciaban ya con claridad los efectos perversos de la política

neoliberal implementada por el gobierno nacional. Es dentro de esta concepción global de

la sociedad que los legisladores establecen en el artículo 29 que “la Ciudad define un Plan

Urbano y Ambiental que constituye la ley marco a la que se ajusta el resto de la normativa

urbanística y las obras públicas”. Es decir que a sus propuestas y lineamientos deben

ajustarse los programas y planes de los sucesivos gobiernos de la Ciudad. Si bien el plan no

introduce elementos explícitos referidos a la cuestión social en la ciudad, sí explicitapropósitos para la mejora de las condiciones de la vida urbana a partir de la promoción de

la zona sur de la ciudad, aspectos de saneamiento, conectividad y la descentralización del

gobierno en comunas. Este último punto se concreto recién 15 años después.

Los programas de reforma y ajuste, que por más de dos décadas afectaron a la sociedad

Argentina, tuvieron un punto de inflexión en los estallidos sociales del 19 y 20 de

diciembre del 2001, que significaron 39 muertes (5 en la ciudad y sus inmediaciones) por

causa de la represión policial. En este periodo bajo la administración de Aníbal Ibarra

(2000-2004) la ciudad tensionó su capacidad para dar respuesta a las demandas en materia

de salud y alimentación desde una perspectiva regional y en cooperación con los gobiernos

municipales del AMBA. Entre el 2001-2005 en Capital Federal, surgieron 24 nuevas villas

12 Garcia, M.: “Historia de las Villas en la Ciudad de Buenos Aires- Historia de las villas miseria en Buenos

Aires - Parte 3 (*) El inicio de las políticas de eliminación, 2008w ww.solesdigital.com.ar/sociedad/historia_villas_ 13 Área Metropolitana de Buenos Aires, Argentina.

Comentario [E1]: En la

pie falta referir año de edic

publicación


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miseria. Según el INDEC entre mayo del 2000 y mayo del 2003, la pobreza avanzó del

27,2% al 54,7% y la indigencia se duplicó de 11,6% a 26,3%. Estos guarismos recién se

comenzarían a revertir a partir del 2006.

A partir del 2008, bajo la gestión de Mauricio Macri, la ciudad de Buenos Aires

materializa un modelo que podríamos llamar neoliberal tardío respecto a la perspectiva

propuesta por el gobierno nacional de Néstor Kichner (2003-2007), que retoma los

postulados justicialistas de los 50 y reivindica premisas relacionadas con la recuperación dederechos y la subordinación de la economía a la política.

Nuevamente se instala el debate sobre la competencia de los establecimientosespecializados y la apropiación que hace la ciudad de los servicios públicos que obtuvo porsu condición de ciudad capital. Actualmente, como ocurre con las gestiones conservadoras,

no es posible hablar de “falta de planificación” por parte del gobierno de la ciudad, sino de

una planificación donde la lógica de mercado domina todos los campos, aún en el campo

social. Tercerización de prestaciones sociales, financiamiento de lo privado en desmedro

de lo público, barreras para el ingreso y la permanencia a la ciudad, desalojos e interrupción

de subsidios para población indigente, forman parte de un conjunto de intervenciones en

apariencia improvisadas, pero consistentemente articuladas por una misma concepción

residual de las políticas sociales.

6. Notas finales

Los hechos descriptos, aunque en una breve aproximación, permiten reflexionar sobre el

modo en que se generan (o no) escenarios tendientes a democratizar (o no) el acceso y

permanencia en la ciudad por parte de los diferentes sectores que contribuyen a materializar

su desarrollo. La calidad y cobertura de los servicios sociales públicos (expansión o

retracción) deriva de las decisiones políticas que preceden la labor técnica de los

planificadores sociales. En lo que respecta a la pobreza y su tratamiento se observa que las

intervenciones planificadas en ese sentido son posteriores a la aparición de los problemas, y

que a su vez “los problemas” varían según los períodos descriptos acorde a la concepción

dominante de cada época y gestión política. En el caso de la ciudad de Buenos Aires, lasintervenciones planificadas en torno a la cuestión social, además de discontinuas han sido

reactivas y correctivas. La concepción del progreso y el desarrollo en cada una de las

épocas descriptas, ha quedado plasmada como capas geológicas en la configuración física

de la ciudad, y en ese proceso la ciudad de Buenos Aires se ha tornado cada vez más hostil

para los sectores populares en general y los pobres en particular.

Actualmente se revaloriza la planificación estatal de mediano y largo plazo como una

herramienta de control y orientación del crecimiento y el desarrollo. El control por parte del

estado de los recursos estratégicos y su correlato al momento de redistribuir la riqueza que

producen esos recursos deja sin efecto discusiones engañosas respecto a la antinomia entre

el enfoque estratégico y normativo, bajo el supuesto de que los mega programas son

normativos y que por eso pueden no ser estratégicos.

La falacia en este punto es suponer que aquello que está bajo la responsabilidad del estado


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nacional encubre una intención manipuladora, mientras que en los enfoques estratégicos se

expresa la voluntad popular. El contexto de los 70 donde se expresaron estas antinomias

efectivamente expresaban modelos económicos y políticos diferentes entre desarrollistas y

revolucionarios. La evolución que tuvieron los hechos (dictaduras sangrientas sucedidas

por democracias altamente condicionadas) confirma que el debate sobre los efectos

transformadores de la planificación no estaría tanto en el enfoque metodológico que se

aplique, sino el objetivo que precede la herramienta.

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Comentario [E2]: Falta

datos, co#o editorial / ciu


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