Índice de contenido:

Introducción……………………………………………………………………………2

Teorías postuladas…………………………………………………………………....3

Geología y ecología…………………………………………………………………...4

Craneología…………………………………………………………………………….5

La industria lítica……………………………………………………………………….7

Asociaciones pictóricas……………………………………………………………...10

Conclusiones………………………………………………………………………….12

Anexo de mapas……………………………………………………………………..13

Bibliografía…………………………………………………………………………….18

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Introducción

En este trabajo se intentan explicar diversas formas de poblamiento americano mediante el uso de bibliografía provista por la Biblioteca de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de La Plata y la Biblioteca del Museo de Ciencias Naturales de La Plata, e Internet; la metodología que se usó fue exclusivamente la consulta de textos debido al limitado acceso y tiempo del que se disponía.

El objetivo de este texto es exponer las diversas teorías formuladas con su respectivo contexto histórico y generar un interés por los orígenes de los primeros pobladores de América en el lector. Ahora bien, aquí surge nuestro primer y más importante interrogante: ¿cuál es el origen de estos pobladores? Para responder a esta pregunta, se tratarán los siguientes temas:

Teorías postuladas La geología La ecología Craneología La industria lítica Asociaciones pictóricas

De acuerdo con Politis, Prates y Pérez (El poblamiento de América, 2008), se debe aclarar que ciertas circunstancias han obstruido las diferentes investigaciones. Entre ellas:

1. Preservación; impide que los materiales “sobrevivan” en el tiempo.2. El impacto de la última glaciación.3. Discusión político-académica: ¿quién no querría tener al “primer

americano”?, dando ideas de falsos nacionalismos, lo que evita que cualquier investigador que no sea necesariamente del mismo lugar que el hallazgo arqueológico pueda investigar el mismo.

Esclarecido esto, se procederá al tratamiento de los temas antes mencionados.

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Teorías postuladas

Como bien explica Miotti en Cuándo como y dónde se produjo el poblamiento americano. Una historia que comenzó mucho antes de 1492 (1991), las primeras suposiciones surgieron con la colonización española a América. Funcionarios y misioneros expresaban en sus notas un gran interés por saber el origen de estos pobladores; por lo tanto, en el siglo XVI se ordenó que sean llevadas varias piezas americanas para ser estudiadas.

A mitad de este siglo, surge una de las primeras teorías sobre el origen del poblamiento americano: Los Descendientes de Noé, enunciada por Benito Arias Montano y afirmaba que “(...) los primeros seres humanos que poblaron el continente americano, y de quienes descendían los indígenas encontrados allí en el siglo XV, fueron tataranietos de Noé. Uno de ellos habría ingresado por el actual territorio de Brasil, mientras que el otro lo habría hecho por el noroeste de Norteamérica alcanzando desde allí por vía terrestre lo que hoy es Perú” (Politis, 2008).

Poco después, surge otra también de índole bíblica, y es la de los Mitos de las Tribus Perdidas de Israel. Sus defensores fueron el padre Bartolomé de las Casas (s. XVI), Fray Gregorio García (principios del s. XVII), y otros destacados científicos de la primera mitad del siglo XIX como Alexander Von Humboldt y Lord Kingsborough. La misma decía lo siguiente: “(...) esta teoría propone que los antecesores de los actuales indígenas americanos deben buscarse en las tribus hebreas que formaban el reino de Israel en Galilea, expulsadas cuando su territorio fue conquistado por los asirios en el siglo VIII antes de Cristo. Los argumentos utilizados para la defensa de esta idea fueron, entre otras, las supuestas semejanzas en aspectos intelectuales y lingüísticos, y en relatos míticos de judíos en indígenas americanos” (Politis, 2008).

En el siglo XIX, el sacerdote jesuita José de Acosta “planteó con claridad los aspectos básicos y consensuados e las teorías modernas sobre el poblamiento americano. (...) Se trataba de grupos simples, posiblemente cazadores, que habrían ingresado al continente a través del punto de mayor proximidad entre éste y Asia,, es decir, por el estrecho de Bering” (Politis, 2008).

Paralelamente, Florentino Ameghino postula que los primeros pobladores convivieron con la megafauna pleistocénica y sus postulados son:

“1. La cuna de la humanidad fue la Pampa Argentina, durante la era terciaria (más de un millón de años atrás, según el autor).

2. La genealogía humana partía de un grupo de pequeños simios del Eoceno inferior, definido como Homúnculus. La filogenia que conducía hasta el Homo pampeanus era unilineal y transitaba por estadíos evolutivos intermedios como el Tetraprothomo, Trioprothomo, Diprothomo y Homo Pampeanus.

3. Estos géneros americanos se difundieron hacia Norteamérica y el Viejo Mundo en sucesivas oleadas, dando como resultado las formas de homínidos y hombres fósiles conocidos.

4. Los primitivos hombres americanos (Homo) convivieron y cazaron a los grandes mamíferos del terciario y el pleistoceno y sus principales herramientas, armas y adornos las confeccionaron en piedra y hueso” (Miotti, 1991)

A principios del siglo XX, el antropólogo Aleš Hrdlička rebate la teoría de Ameghino demostrando que los restos encontrados por éste no pertenecían a primates extinguidos, y que los materiales líticos eran más modernos (Politis, 2008). Postula entonces que los primeros grupos de cazadores eran

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procedentes de Mongolia y arribaron por el Estrecho de Bering. Afirma también que pudo haber un segundo ingreso por parte de comunidades esquimales y descarta que haya habido coexistencia con la megafauna pleistocénica (Miotti, 1991).

Esta teoría a su vez fue criticada por Paul Rivet con su obra “Los orígenes del hombre americano” en 1943. Este antropólogo francés negaba una única ascendencia mongoloide. Si bien podría ser una migración importante, no era la única, y describió cuatro oleadas migratorias desde Asia: los australianos y malayo-polinesios por la transpacífica, y los grupos mongoles y esquimales por el estrecho de Bering (Miotti, 1991).

[Para ver el mapa de la teoría de Rivet, véase en anexo de mapas]

En una entrevista a Augusto Cardich publicada en su libro “¿Fueron los Australianos los Primeros Americanos?” (2001), éste afirma que grupos australianos migraron hacia América mediante uso de balsas a través del escudo de hielo antártico. Más adelante se explicará en qué se basa Cardich para formular su teoría y una contradicción en ella.

Si analizamos todas las teorías mencionadas, podemos encontrar varias coincidencias. Primero, las teorías de Arias Montano, Acosta, Hrdlička y Rivet suponen que los primeros pobladores ingresaron por el Estrecho de Bering a Norteamérica y luego se dispersaron por el resto de América. También podemos ver que se acepta que las migraciones fueron mayormente asiáticas, especialmente de cazadores con rasgos mongoloides.

Esto último puede probarse con restos óseos, y en especial craneales. Pero dejaremos eso para más adelante y nos dedicaremos a explicar primero qué es el Estrecho de Bering y algunos datos sobre ambiente que tienen relación con la supuesta coexistencia entre la megafauna y los primeros pobladores que defendía Ameghino.

Geología y ecología

Varios autores están de acuerdo en que las primeras migraciones se produjeron alrededor de los 122.000 a los 10.000 años A.P.1 (Miotti, 1991; Fladmark, 1982; Alcina French 1965; Cardich, 2001), porque coinciden con la fase Wisconsiniana del Pleistoceno, caracterizada por ser un momento de máxima glaciación.

Las principales características de esta fase son (según Fladmark en “Los pobladores de América”, 1982)

La baja del nivel del mar, que fue de unos 100 metros. Este retroceso dio como consecuencia que estuviese al descubierto el Puente de Beringia, ubicado en el estrecho de Bering, el cual se supone que facilitó el ingreso de los pobladores a América.

Los dos bloques de hielo en Norteamérica; estos son el Glaciar de las Lauréntidas ubicado en el Este, y el Glaciar de las Cordilleras al Oeste. Estos glaciares formaban un corredor entre ellos (véase anexo de mapas).

El tipo de bioma en ese momento era similar al de la estepa Siberiana. Esto quiere decir que había escasa flora y fauna debido los fuertes vientos y bajas temperaturas.

1 Antes del Presente.4

Politis, Prates y Pérez analizaron en “El poblamiento de América” que estas condiciones extremas afectaron a la megafauna del Pleistoceno, extinguiéndola casi por completo basándose en los poquísimos hallazgos de megamamíferos en relación a los sitios asociados a humanos. Esta posición refuta la teoría de Paul Martin, que Miotti (1991) sintetiza:

“Una pequeña banda de cazadores de grandes herbívoros, constituida por unos cien individuos y procedentes de la estepa ártica siberiana (los paleocazadores de mamuts) habría ingresado a América en algún momento inmediatamente anterior a la inundación del puente terrestre de Beringia. Esto podría haber sucedido hace unos 12.000 años.

Dichos cazadores se encuentran entonces frente a un ambiente “virgen, con una abundante fauna de megamamíferos inexpertos respecto a este nuevo tipo de depredador con eficaces armas, el hombre cazador. En estos términos y siguiendo los criterios ecológicos de las poblaciones colonizadoras de ambientes altamente productivos, Martin supone que la tasa de natalidad de los inmigrantes americanos comenzó a elevarse y se produjo una explosión demográfica, sustentada en la alta disponibilidad de recursos animales capaces de mantener sobradamente a las nuevas generaciones de cazadores recolectores.

Sin embargo, el éxito de la grandiosa cacería de estos hombres agotaba y extinguía a las poblaciones de grandes herbívoros, por lo tanto avanzaron hacia el sur del continente rebaños, con lo cual entre la entrada a Alaska y el arribo de grupos cazadores en el sur de Patagonia, habrían mediado escasos años”

Pero analizando ambas perspectivas, si tenemos en cuenta lo explicado al principio de este texto, la posición de Martin es bastante correcta porque no sólo explica la llegada de los primeros pobladores a América del Norte, sino también la extinción de la fauna pleistocénica y la razón por la que estos grupos de cazadores decidieron continuar su camino a lo largo de América del Sur. Aún cuando la teoría de Martin fue presentada en 1973, sigue siendo tan probable ahora como lo fue en su momento.

Craneología

Como habíamos mencionado antes, se cree que los pobladores americanos eran mayormente mongoloides. Según los estudios de Christy Turner en base a restos craneodentarios se reconocen dos grupos: paleoindios y aleuto-esquimos. Se diferencia un tercer grupo ubicado entre los dos primeros, de acuerdo a sus características morfodentarias.

Se cree que el primer grupo era descendiente de los paleocazadores de la estepa siberiana, y llegaron a América hace unos 16.000 años a.p.; mientras que los aleuto-esquimos pudieron haber ingresado hace unos 8.500 años a.p., siendo habitantes de bosque y taiga siberiana. El tercer grupo pudo haber sido descendiente de paleoindios que ingresaron a Alaska hace unos 14.000 o 12.000 años a.p., interactuaron con los aleuto-esquimos de la costa norpacífica, lo que explicaría sus rasgos intermedios de los dos primeros grupos (Miotti, 1991).

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Pero hay una muestra estudiada que se destaca: Lapa Vermelha IV o Luzia, descubiertos en las excavaciones organizadas por Neves y Pucciarelli en la región de Minas Gerais, Brasil. Este cráneo data de entre 11.500 y 11.000 años a.p., siendo mucho más antigua que los restos Clovis -explicados más adelante- (Politis, 2008) y posee rasgos característicos de pobladores africano-australianos. Neves ha encontrado también en el mismo sitio cuarenta osamentas humanas que poseen las mismas características de Luzia, tanto en rasgos como datación (Marcos Pivetta, Revista “Pesquisa”, 2001).

Estos hallazgos pueden sustentar las teorías de Cardich y Rivet: pobladores africanos migraron hacia Australia, algunos pudieron quedarse (pero esto no se puede probar) y otros siguieron moviéndose hasta llegar a América. El problema radica en que no se ha encontrado información sobre posibles restos con tales características en el resto de Sudamérica.

Se ha aplicado también el método del ADN mitocondrial en los pocos restos óseos hallados. Éste mostró que hay cuatro grupos de haplogrupos en el continente americano: A, B, C y D. A y B se encuentran con mayor frecuencia en América del Norte, mientras que C y D en América del Sur. Se ha encontrado también un quinto grupo, el X, el cual sólo se encuentra en algunas zonas de América del Norte.

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El problema que presenta este método es la posible mala calibración del ADNmt que podría arrojar errores en los resultados. Por lo tanto, esto no es tan certero.

La industria lítica

Los yacimientos más antiguos encontrados hasta el momento (dejando aparte los hallazgos de Neves) son los denominados Folsom y Clovis, ambos hallados en Norteamérica (véase anexo de mapas).

El primero data de poco más de 10.000 años a.p., se cree que estaban organizados en bandas móviles y eran cazadores de bisontes especializados. Los restos líticos encontrados se tratan de puntas bifaciales, con acanaladuras que se extienden a lo largo del instrumento.

El segundo es más antiguo y data de unos 11.500 años a.p. . Es considerada una “cultura” por su amplia expansión a lo largo del continente, su antigüedad y su duración (unos 200 años). Estaban especializados en la caza de mamuts y mastodontes (Politis, Prates y Pérez, 2008); y los materiales líticos encontrados son bifaciales presentando acanaladuras más pequeñas que las de Folsom.

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Según dataciones radiocarbónicas, existen varios sitios Pre-Clovis. Entre ellos (Tomados de Politis, Prates y Pérez, 2008):

Meadocroft Rockshelter, Pensylvania, Estados Unidos.Habría sido ocupado por cazadores-recolectores alrededor de 14.000 años a.p. y poseían una economía generalizada, es decir, había un gran aprovechamiento de los recursos.El instrumental lítico encontrado es similar al Paleolítico de Siberia (Modo 3, asociado a Neanderthales). La única punta de proyectil identificada no presenta acanaladura como Folsom y Clovis.

Pedra Furada, Brasil.La excavación fue organizada por GLas primeras dataciones son de entre 6150 y 6000 años a.p.Excavación:-Restos de carbón en diferentes niveles.-Restos de semillas y hojas en los niveles pleistocénicos.-8.000 piezas líticas.-156 “rasgos arqueológicos”. Es decir, estructuras de fogón o modificaciones antrópicas del sedimento).

Niveles más antiguos:Se encontraron 600 piezas líticas confeccionadas exclusivamente con rocas locales: cuarzo y cuarcita. Muestran unifacialidad, sin claros patrones de lascado y un mínimo retoque.Se consideran que fueron confeccionados con poca inversión de trabajo, sobre rocas abundantes del sitio y, posiblemente, descartados luego de su uso en el mismo lugar de fabricación.

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Críticas de diversos autores:1) Los agrupamientos de artefactos que supuestamente representaban

diferencias en la manera de hacerlos a lo largo del tiempo y, por lo tanto, reflejaban distintos eventos de ocupación del sitio, se habían efectuado sobre la secuencia de dataciones radiocarbónicas y no de diferentes tecnologías y contextualizaciones reales.

2) Varios fechados han sido rechazados por Guidón y su equipo din expresarse los motivos del rechazo.

3) El carbón a partir del cual se realizaron las dataciones podrían provenir de quemazones naturales de los bosques que forman la caatinga2 y no de fogones humanos.

4) Todos los supuestos artefactos confeccionados en cuarzo y cuarcita trabajados por humanos no son tales, sino fragmentos de roca procedentes del techo de la cueva. Durante las lluvias torrenciales, estos fragmentos se desprenden y, al caer decenas de metros y golpearse unos con otros, generan patrones de fractura similares a los producidos por la talla intencional.

5) No estaban claros los criterios para la selección de los supuestos artefactos hechos por seres humanos de los rodados del techo y fracturados naturalmente.

6) El carácter cultural de los artefactos no estaba adecuadamente demostrado.

Sin embargo, Guidón y su equipo criticaron a varios autores de las críticas anteriores por no tratarse de arqueólogos sino de pleistocénicos de regiones tropicales.Luego de varios debates, el lugar se mantuvo en un “limbo” arqueológico; y aún la cuestión continúa abierta.Finalmente, restos óseos hallados alrededor de Pedra Furada dan una antigüedad de 9760 años a.p.; dientes y fragmentos de cráneo dan una datación de 12.210 años a.p.. Estas fechas son frecuentes en América del Sur.

Llanuras Pampeanas (dos sitios)Las excavaciones fueron organizadas por Flegenheim.Según la datación radiocarbónica, el poblamiento se produjo alrededor de los 12.000 años a.p.

1. El Sombrero (Sierras de Lobería)Artefactos líticos bien terminados:-Pedúnculos de puntas tipo “cola de pescado”-Puntas enteras.Los fragmentos de carbón hallados en el abrigo de la ladera junto con otros materiales similares a los anteriores, dan una datación de entre 10.200 y 10.000 años a.p.Se cree que en la cima del cerro habría funcionado como lugar de reparación de armas debido a que algunos fragmentos hallados dan muestras de estar

2. La China (cercano a El Sombrero)Se encontraron tres sitios de ocupación humana, desde el Pleistoceno Final hasta el Holoceno Tardío.

2 Ambiente boscoso árido del nordeste de Brasil9

Las dataciones más antiguas son de 10.800 a.p.; y los restos son exclusivamente líticos cuarcitas provenientes de Tandilia, y de diferentes afloramientos, en su mayoría, bifaciales.Los instrumentos típicos son de cola de pescado (en Sudamérica, la antigüedad de este tipo de instrumental está datada entre 10.000 y 11.000 años a.p.).No hay restos óseos pero se encontró una placa de Eutatus seguini (armadillo de gran tamaño extinguido).Flegenheim plantea que hay una relación inversa entre a cantidad de cuarcita utilizada en los sitios y la distancia de los afloramientos. Los de cuarcita de colores se hallan más lejos de los sitios. Se especula que esto pudo darse por factores sociales, simbólicos o estéticos.

Asociaciones pictóricas

Como habíamos mencionado anteriormente, Cardich afirmaba que nativos pobladores australianos migraron a Sudamérica basándose en materiales líticos similares. En su visita a la Syndney University encontró muchas similitudes con los artefactos de Asutralia y Tasmania propios del Pleistoceno Tardío, y los encontrados en la Patagonia. Según él, “ambos aquí y allí fueron encontrados un gran número de raederas, artefactos unifaciales anchos y ninguna presencia de puntas de proyectil” (Cardich, 2001).

Afirma también haber encontrado muchas similitudes entre las pinturas rupestres patagónicas y las australianas. Por ejemplo, el uso de manos negativas, diseños circulares y espirales (Cardich, 2001).

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1 .Una de las cuevas en la Región de Kimberley, Australia

2. Cueva de las Manos, Argentina

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Conclusiones

Entonces, ¿cuál es el origen de los primeros pobladores? Si bien no hay una respuesta certera, todos (o la mayoría) están de acuerdo con algo: el origen es asiático. También se coincide aproximadamente en el cuándo, entre 20.000 y 12.000 años a.p.

Pero hay algo que, en base a lo investigado, no se han planteado: ¿fueron realmente migraciones exclusivamente para la caza o por problemas climáticos? ¿Por qué no considerar una razón cultural, como una tierra prometida según sus dioses, o un Mesías, por ejemplo? Porque ya hemos visto que muchas sociedades basan su vida (asentamiento, dieta, ropa, herramientas, etc) en sus creencias; y ya estaba demostrado que los primeros pobladores tenían cultura, como bien Cardich demostró con las pinturas rupestres.

Pero por ahora eso será un misterio, debido a (y retomando lo que dijo Politis) que los restos pocas veces pueden preservarse, que los falsos nacionalismos y –agrego- el avance tecnológico obstruyen las investigaciones.

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Anexo de mapas

3. Recorrido de los primeros pobladores según la teoría de Rivet

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4. Distribución de los bloques de hielo en el Pleistoceno

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5. Sitios donde se encontraron restos Folsom

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6. Sitios donde se encontraron restos Clovis

7. Ubicación de Meadowcroft Rockshelter

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8. Ubicación de Minas Gerais

9. Ubicación de los sitios El Sombrero y La China

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Bibliografía

FLADMARK, Knut. 1982. “Los pobladores de América”. En: Mundo Científico, vol 20

MIOTTI, Laura. 1991. “Cuándo, cómo y dónde se produjo el poblamiento americano. Una historia que comenzó mucho antes de 1492”. En: Jornadas de Capacitación y Actualización en Arqueología. Centro de Registro del Patrimonio arqueológico y paleontológico. Prov. de Buenos Aires.

CARDICH, Augusto. 2001. “¿Fueron los Australianos los Primeros Americanos?”. En: Lecturas Emilio Choy N° 23.

ALCINA FRENCH, José. 1965. “Manual de Arqueología Americana”. Editorial Aguilar, S.A.

POLITIS, Gustavo; PRATES, Luciano; PÉREZ, Ivan. 2008. “El poblamiento de América. Arqueología y Bio-antropología de los primeros americanos”. 1era Edición. Buenos Aires.

PIVETTA, Marcos. 2001.”Los africanos llegaron primero”. En: http://revistapesquisa.fapesp.br/?art=252&bd=1&pg=1&lg=es.

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