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Editorial¿Quiénes somos? ¿Qué proponemos?Los últimos 15 años han mostrado a Latinoamérica como el continente más dinámico y vital a la hora de reaccionar contra las políticas neo-liberales que buscaron poner de rodillas a todo el mundo y dejarlo al servicio del capital financiero y especulativo. La acción de los pueblos abrió un proceso en el cual se ha cuestionado la idea de democracia como simple formalidad electoral, y ha posibilitado el diseño e implementación de políticas realmente democratizadoras, tanto desde lo social como lo político, lo económico y lo cultural. Redistribución del ingreso, nuevos espacios de participación, reformas de las heredadas estructuras políticas, creación de nuevas universidades se han llevado adelante, o se debaten en la actualidad, en los países que han liderado este cambio (Venezuela, Argentina, Bolivia, Ecuador, Brasil, Uruguay).Sin embargo en muchos de ellos perviven instituciones que parecen más proclives a resistir el cambio que ha acompañarlo. La UBA es una de ellas. Su actual Consejo Superior, dominado por la casta radical Schuberoffista, no ha dado lugar al debate tan necesario sobre cómo llevar adelante la DEMOCRATIZACIÓN que la Universidad, los estudiantes y la sociedad necesita.En este sentido, desde la Rodolfo Ortega Peña (agrupación de estudiantes de la carrera de Historia) creemos necesario centrar nuestras propuestas en este debate,

del cual mucho se dice, pero poco se lleva adelante. Nos planteamos como continuación del trabajo de años que los compañeros de Vamos a Andar han venido realizando como parte del FUP. Cambiamos entonces el nombre, pero no la identidad. Y lo hacemos porque creemos que así recuperamos la memoria de quien fuera director de nuestra carrera en el período de mayor movilización y compromiso social y político de la UBA (1973-1974).Esa es la DEMOCRATIZACIÓN que queremos. Por eso te invitamos a acompañarnos en este camino hacia:

La Reforma de los Órganos de Co-Gobierno: igualdad de claustros. La Elección Directa del Director: para que todos podamos saber quiénes se postulan y con qué

propuestas. La democratización de la información: para que nadie se apropie de ella y todos

nos enteremos de becas, concursos, adscripciones, salidas laborales, ingresos a la docencia e investigación.

La efectivización de las prácticas sociales: para romper la burbuja de la universidad. La Reforma del Plan de Estudios: abierta y participativa a todos.

Nuestras propuestas:

democratiza-cion; PIPE; perfil del gra-duado; Ad-Honorem 0!

Reforma de los órganos de Co-Gobierno. El actual sistema de representación tripartito data de la reforma del ‘18 y no ha tenido mayores modificaciones. Los 3 claustros participan (Profesores, Graduados, Estudiantes) sin embargo no en pie de igualdad (la Junta se compone de 4 profesores, 3 graduados, y 3 estudiantes). Creemos que la Universidad necesita de estos 3 claustros por igual, y eso debe estar expresado en la misma cantidad de representantes para cada uno. Por otro lado, la Junta también elige al Director de la carrera. Esto ha dado lugar en los últimos años a decisiones muy cuestionadas por parte de los representantes estudiantiles, que han priorizado sus intereses particulares y sus roscas por sobre los intereses de los estudiantes. Para romper con esto proponemos la ELECCIÓN DIRECTA DEL DIRECTOR para que todos podamos conocer quiénes se postulan y qué proponen antes de votar.Pero democratizar no puede quedarse sólo con lo “formal/electoral”. El conocimiento y la información no deben quedar al margen de la discusión. Necesitamos que el departamento de la carrera garantice que todos los estudiantes, desde el momento que se anotan, reciban toda la información existente sobre: cursos,

materias, adscripciones, concursos, ingreso a la docencia y la investigación, espacios de divulgación, salidas laborales. También es necesario que ese conocimiento se construya dentro y fuera de las paredes de la facultad. La promulgación de las prácticas sociales por parte del Rectorado nos obliga a debatir cómo llevar adelante un espacio de real vinculación con la comunidad que enriquezca nuestra formación a la vez que nos permita influir positivamente en la sociedad.Sin embargo, nada de esto puede realizarse si no nos damos un debate serio y profundo sobre nuestro PLAN DE ESTUDIOS, que data de la década del ‘80, y que necesita urgentemente una actualización. Necesitamos relanzar la comisión por el Plan de Estudios, como un espacio real de participación de todos los sectores de la carrera y no de unos pocos que buscan garantizarse sus “kiosquitos”.PIPE: Desde La Ortega Peña consideramos que el acompañamiento a los estudiantes de nuestra carrera en sus procesos de aprendizaje es una auténtica necesidad de los estudiantes, tanto como un derecho que debe garantizar la institución que nos recibe. Nos resulta preocupante observar una serie de problemas que afectan a nuestra casa de estudio, tales como: la debilidad de los esquemas organizados para el acompañamiento pedagógico de los estudiantes; la ausencia de dispositivos que permitan la detección temprana de situaciones de vulnerabilidad social y económica; la demora en la elaboración de un nuevo régimen de cursada inclusivo con figuras como la del recuperatorio por contenidos; la escasa circulación de información en lo que respecta a

inserción profesional académica en investigación, docencia y extensión. A la vez, la limitada información con la que contamos sobre variables tales como cantidad de inscriptos, aprobados y recursantes por materia, franja horaria, etapa de la carrera, etc, nos impide el análisis y la planificación rigurosa de políticas educativas en nuestro Departamento. Todas estas problemáticas se plasman en el descenso de la matrícula de nuestra Facultad y de nuestra carrera.Acompañando y profundizando las políticas nacionales en esta materia proponemos un llamado a la comunidad educativa a trabajar colectivamente e implementar este Programa de Ingreso, Permanencia y Egreso (PIPE) como herramienta organizativa. Creemos fundamental desde nuestro rol de estudiantes y futuros profesionales sostener una bandera y un programa que discuta e interpele a la Universidad en su responsabilidad social como institución. La Educación Superior es un derecho que debe ser garantizado. Ingreso a la docencia, investigación y la divulgación: Como mencionamos en la editorial, creemos necesaria la difusión de la información y las posibles salidas laborales con que contamos a la hora de recibirnos. En este sentido es fundamental que se organicen charlas, talleres introductorios, recorridas por museos, archivos, seminarios para facilitar nuestra inserción ya siendo estudiantes en estos campos. A su vez, si bien la docencia y la investigación resultan en números concretos las opciones más elegidas a la hora de

continuar la vida profesional, creemos que la formación recibida aún deja mucho que desear. Volvemos en este punto a la necesidad de una reforma del Plan de Estudios. En sintonía, una rama poco sistematizada e institucionalizada que se ha venido desarrollando estos últimos tiempos ha sido la de la DIVULGACIÓN.AD HONOREM 0: Así como ya se impulsó en otras carreras como Letras y Antropología, creemos necesario un reglamento de adscriptos que regule y brinde criterios formales y reconocidos por todos para la selección de adscriptos. De esta manera y junto a la efectiva realización de los concursos iríamos en camino de que nuestra carrera no tenga más docentes trabajando gratuitamente.

¿Qué hicimos?

A pesar de no tener representación en la Junta, entendemos que nuestras

propuestas no deben quedarse en la mera declamación y la crítica impro-ductiva. Por eso llevamos adelante una serie de actividades de cara a nuestras propuestas para la Junta.A través de varias charlas y presentacio-nes de trabajos, desde La Ortega Peña, hemos empezado a poner en debate las vías por las cuales nuestra carrera se vincula con la sociedad. Por ello es fundamental discutirla, debatirla y pensar ¿Qué tipo de carrera queremos?. Una que interpele a amplios sectores sociales, que busque re pensar proble-

máticas actuales desde una perspectiva nacional y popular, que contribuya al fortalecimiento de los procesos y luchas populares. En este sentido rescatamos una larga tradición de ensayistas, divul-gadores y escritores que han puesto a la historia como herramienta política:

Actividad con Di Meglio, Sazbón y Carolina González Velasco en torno a la Divulgación, la Investigación y la Docencia.Homenaje a Ortega Peña. Director de la Carrera 1973Curso de Extensión del Grupo de Pen-samiento Popular Latinoamericano: La Hora de los PueblosSeminario de Introducción a la Investi-gación Histórica (comienza en noviem-bre: sumate!) Presentación del libro “Vencedores vencidos: peronismo y antiperonismo”.Talleres barriales de historia y literatura.

¿Por qué falta tanto por hacer? Un poco de historia de la Junta de Historia.

Nuestra carrera, y su junta, tienen una historia particular dentro de

la facultad. Luego de muchos años de dominio romerista, en 2005 se empezó un proceso de disputa en la junta que llevó a 4 años de “empate” entre el grupo otrora dominante y su oposición, con 5 votos cada uno. Luego, en el 2009, esa situación se destrabó con la elección de Rodríguez Otero como director, a propuesta de la asamblea estudiantil, y con el apoyo en junta de Mayoría de Graduados (Haciendo

Historia, lista por la que se presentó y actual minoría) y del claustro estudiantil (La Mariátegui y el PO, madatados por la asamblea). Esto constituyó un hecho histórico, no sólo porque fue la primera vez que gana un candidato propuesto por un espacio “externo” a la junta, sino porque MERO fue el primer director no perteneciente al claustro de profesores (mayoría sobre-representada en la Junta). Finalmente, en las elecciones pasadas esta alianza entre MERO y HH-LM se rompe, con fuertes acusaciones cruzadas, lo cual le abrió la puerta a un nuevo sector de los profesores (Campagno y Cia) a proponerse, a espaldas de todos, vía acuerdo con los anteriores aliados de MERO. Curiosamente este sector, HH-LM, que previamente había motorizado y se había apoyado en la asamblea, dejó de hacerlo; dejó de presentarse en la misma; dejó, en definitiva, de expresar públicamente sus intenciones para dedicarse a lo que mejor saben: la rosca a espaldas de todos. Vale la pena recordar que este sector supo tener el control de la junta durante el período de “empate” vía acuerdos con Trinchero (que votaba lo propuesto por ellos en CD a cambio del voto que le dieron para ser Decano); y también tuvieron mayoría automática durante los años de MERO. De esta manera lograron sacar todas las cátedras paralelas que, aprovechando lo necesaria que eran, se repartieron entre grupitos militantes, excluyendo a cualquiera que no entrara en su “rosca”. Cuando todo eso no les sirvió más, cerraron nuevamente con decanato su ”voto útil” para “El Faraón” a cambio de poner a uno de

ellos como secretario académico. De este modo el año que viene se cumplen 10 años seguidos en los cuales ni la mayoría por estudiantes (La Mariátegui) ni la minoría (PO-PTS) se encuentran llevando adelante propuestas y proyectos que afecten a los principales nudos de nuestra carrera. Unos, por adaptación a las gestiones de turno, otros por una simple oposición declamatoria y ruidosa pero poco efectiva. La misma descripción podría hacerse del “nuevo” (no tan nuevo) frente con “forceps” de La Juntada-MST; los segundos también votaron a Trinchero en el 2006, y se llevaron sus premios. Los primeros cerraron todos los acuerdos que pudieron en sus 4 años como representación estudiantil en Consejo Directivo, hasta que armaron “lo nuevo” (MxG) con mucho de lo viejo (Acuña, ex

vice-decana; Guevara en Antropo, 8 años funcionario de la gestión).La realidad es que ninguno, desde el gobierno de la carrera o desde CD, han hecho más que mirarse el ombligo y garantizarse sus “kiosquitos”. El Plan de Estudios continúa encajonado, las prácticas sociales todavía no se discuten, los reglamentos de adscriptos y normalización docente pasan por el costado, la caída de la rematriculación y la deserción estudiantil no son problemas que merecen la atención . Tampoco lo es la falta de horarios diversos y en todas las franjas para permitir una mejor cursada de los estudiantes. Y la democratización sigue postergándose ya que ninguno puede discutir sus propuestas concretas de cara a los estudiantes sin que se noten sus

verdaderos objetivos.

CORTÁ CON EL PASADO

CAMBIO ES EL NOMBRE

DEL FUTURO

“Lo actual es un complejo ama-sado con el barro de lo que fue y el fluido de lo que será.”

Arturo Jauretche

Apoderado: Juan Pablo Rosendo

Apoderado: Juan Pablo Rosendo

Apoderado: Juan Pablo Rosendo

Apoderado: Juan Pablo Rosendo

Apoderado: Juan Pablo Rosendo

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